Introduccion a La Teologia Grau

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Curso de FormacinTeolgica EvanglicaEste curso de formacin TeolgicaEvanglicaconsta de los siguientes ttulos:I.INTRODUCCION A LA TEOLOGIA Por J. Grau (publicado ya).UN DIOS EN TRES PERSONAS Por F. Lacueva (en preparacin). EL HOMBRE: SU GLORIA Y SU MISERIAVolumen 1Introduccin a laTeologa(Revelacin, Palabra yAutoridad)por Jos GrauPor F. Lacueva (en preparacin).IV.LA PERSONA Y LA OBRA DE JESUCRISTO Por F. Lacueva (en preparacin).DOCTRINAS DE LA GRACIA Por F. Lacueva (en preparacin).LA IGLESIA, CUERPO DE CRISTO Por F. Lacueva (en prensa).ESCATOLOGIA: FINAL DE LOS TIEMPOSPor J. Grau (en preparacin).IV.CATOLICISMO ROMANO Por F. Lacueva (publicado ya).HISTORIA DE LA IGLESIA Por J. Grau (en preparacin).ETICA CRISTIANAPor F. Lacueva (en preparacin).IV.PASTORAL Y HOMILETICA(Manual para pastores, misioneros y predicadores), por J. M. Martnez (en preparacin).CUE(INDICE DE MATERIAS'NTRODUCCION 15'IMBRA PARTE:LA TEOLOGIALeccin 1.a La Teologa: Definicin (1). 1) Teologa Bblica. 2) Teologa Sistemtica . .25Leccin 2.a La Teologa: Definicin (2). 3) Teologa Histrica o Dogmtica. 4) Teologa prctica o Etica. La concatenacin teolgica. 30Leccin 3.a Los Grandes Sistemas Teolgcos (1).1)La Teologa Catlico-Romana . . . .34Leccin 4.a Los Grandes Sistemas Teolgicos (2).1)La Teologa Subjetiva: 1. El Racionalismo; 2. El sentimentalismo; 3. El moralismo 37Leccin 5.a Los Grandes Sistemas Teolgicos (3)Libros CIJF. Galvani, 113 08224 TERRASSA (Barcelona)INTRODUCCION A LA TEOLOGIA 1973, del autor: Jos Grau.Reservados todos los derechos.Pueden ser impresos fragmentos de este libro citando el autor y el libro de procedencia.Depsito Legal: B. 21.823-1987 ISBN 84-7228-038-1Impreso en los Talleres Grficos de la M.C.E. Horeb, E.R. n'2 265 S.G.- Polgono Industrial Can Trias, calles 5 y 8 - VILADECAVALLS (Barcelona)Printed in Spain3)La Teologa neo-ortodoxa. 4) La Teologa Evanglica 41Leccin 6.a Posiblidad y lmites de la Teologa (1). 1) Las posibilidades del conocimiento teolgico. 2) Los mtodos del conocimiento teolgico . . . 45Leccin 7.a Posibilidad y lmites de la Teologa (2). 3) Los lmites del conocimiento teolgico. 4) Los lmites de nuestra Teologa no implican la imposibilidad de la misma . . 49Leccin 8.a Los Grandes Temas de la Teologa (1). 1) Los grandes temas de la Teologa bblica 53Leccin 9.a Los Grandes Temas de la Teologa (2). 2) Los grandes temas de la Teologa Sistemtica. 3) Los grandes temas de la Teologa Histrica . . 567Leccin 1D.a Los Grandes Telogos. 1. Los gran-des telogos de la Iglesia. 2. La Teologa evanglica moderna 63BIBLIOGRAFIA DE LA PRIMERA PARTE .63SEGUNDA PARTE:LA REVELACION GENERALLeccin 11.a La Revelacin General (1). Qu es la Revelacin General? A) Es suficiente la Revelacin general? B) La maleabilidad de la Revelacin general . . . . . . 67Leccin /2. La Revelacin General (2). 2. C-mo pervierte el hombre la Revelacin Gene-ral? A) El pecado pervierte nuestro enten-dimiento tanto como nuestros sentimientos y nuestra voluntad, y as malea y convierte en ineficaz el testimonio de la Revelacin Ge-neral . . ..... . . . . 71Leccin /3.a La Revelacin General (3). B) El pecado -que pervierte la Revelacin Gene-ral- se hace acreedor a la ira de Dios y ello explica que la Escritura site la Revelacin General en un contexto dominado por la ma-nifestacin de la ira divina . . . . . 75Leccin 14 .a La Revelacin General (4). C) La Revelacin General es, en el fondo, un testi-monio que nos acusa, porque denuncia nues-tro pecado de indiferencia y de incredulidad, que mantiene cerrados nuestros ojos y nues-tros corazones a las maravillosas obras de Dios en la creacin y en la historia. La Re-velacin General es testigo de nuestra sober-bia, nuestra vanidad y nuestra necedad espi-rituales. D) Y los Salmos de naturaleza? 78Leccin /5.a La Revelacin General (5). 3. En qu sentido podemos hablar de la insuficien-cia de la Revelacin General? Resumen . . 82885eccin 16 .a Revelacin General y Teologa Na-tural (1). 1. Es lcita una Teologa Natu-ral? eccin 17.a Revelacin General y Teologa Na-tural (2). 2. Los peligros que acechan la Revelacin General 90eccin 18.' Revelacin General y Teologa Na-tural (3). 3. Los destellos de luz ajenos a la Revelacin. 4. La gracia comn . . . 94eccin I9.a Las respuestas del hombre a la Revelacin General: Las Grandes Religiones. Sistemas Religiosos de la India (I). 1. Brah-manismo (o Hindusmo). 2. Consecuencias y frutos del brahmanismo. Resumen . . . 99105wcin 20 .a Las Grandes Religiones: El Budis-mo. Sistemas Religiosos de la India (2). 1. El Budismo. 2. Consecuencias y frutos del budismo?ccin 21.a Las Grandes Religiones: El Con-fucianismo. Sistemas Religiosos de China ( I). 1. Confucio (551-478 a.C.). 2. Consecuencias del sistema de Confucio 112?ccin 22.a Las Grandes Religiones: El Taos-mo. Sistemas Religiosos de China (2). 1. Lao-Ts (517-?). A) Textos; B) El mensaje de Lao-Ts. 2. Consecuencias . . . . . 116?ccin 23.a Las Grandes Religiones: El Maz-desmo y Zoroastro. Zoroastro (628-551 a.C.). 1. Contemporneos. 2. Zoroastro, un hombre inquieto. 3. La doctrina de Zoroastro. 4. Tex-tos. 5. Frutos del pensamiento de Zoroastro. Aplicacin ..... . . . . . 120?ccin 24.a Las Grandes Religiones: El Isla-mismo (Mahoma). 1. Mahoma, fundador de una religin (570-632 d.C.). 2. Textos del Is-lam. 3. La religin de Mahoma. 4. Conse-cuencias y frutos del Islam . . . . . 1269Leccin 25." Revelacin y Religin (1): La Singularidad de la Revelacin Bblica y de la Persona y la Obra de Cristo. 1. Los textos religiosos y la Revelacin bblica. 2. Cristo y los fundadores de religiones . . . . 131Leccin 26.a Revelacin y Religin (2): La Imposibilidad del Sincretismo. Conclusiones . 135Leccin 27. No Hay Otro Nombre (1). 1. Qu opinin, pues, nos merecen las otras religiones? A) Las Otras Religiones Como Una Preparacin; B) Las Otras Religiones Como Inventos Del Diablo; e) Las Otras Religiones Como Meros Esfuerzos Humanos. 2. Existe Una Cuarta Alternativa? 141Leccin 28." No Hay Otro Nombre (2). 3. Cul es la situacin del hombre antes -y aparte-de Cristo? A) En El Pueblo de Israel; B) Fuera Del Pueblo De Israel. 4. El testimonio bblico: A) No hay otro Nombre; B) Dios quiere que todosiklos hombres sean salvos;C) Dios puede hablar al corazn del hombre.5. Algunas implicaciones misioneras . . . 146BIBLIOGRAFIA DE LA SEGUNDA PARTE .. 155TERCERA PARTE:LA REVELACION ESPECIALLeccin 29." Revelacin y Palabra: Dios ha hablado. 1. Revelacin Especial y Palabra escrita. A) En el Antiguo Testamento; B) En el Nuevo Testamento 159Leccin 30." La Revelacin Especial. 1. El hecho de la revelacin. 2. Las formas de la revelacin: A) Teofanas; B) Comunicaciones directas; C) Milagros. 3. La humildad que exige la revelacin 16510 Leccin 31.a Los instrumentos de la Revelacin (1): Los Testigos. 1. Testigos. 2. Testigos escogidos e inspirados. 3. Testigos indispensables. 4. Testigos perennes. Unas consideraciones ..... . 169Leccin 32. Los instrumentos de la Revelacin (2): La Tradicin Apostlica. 1. La Tradicin Apostlica, norma para la Iglesia. 2. Cmo llega a nosotros esta norma apostlica? 3. La Tradicin apostlica y la Tradicin eclesistica . . ..... . 173Leccin 33. Los instrumentos de la Revelacin (3): La Inspiracin de las Escrituras.1.Cmo hemos de entender la inspiracin?Para qu fue dada la inspiracin? . . 177Leccin 34." La Inspiracin (1): 2." Pedro 1: 19-21. 1. Qu es la inspracin? 2. El sentido tcnico del vocablo. 3. Qu significa, pues, el trmino inspiracin (soplo de) de Dios? A) 2." Pedro 1:19-21; B) 2." Pedro y la instrumentalidad proftica; C) De la palabra hasta el escrito proftico. 4. Qu significa la instrumentalidad humana? . . . . 182Leccin 35." La Inspiracin (2): 2." Timoteo 3: 15, 16. 5. La Inspiracin segn S. Pablo. 6. Cul es el origen y el valor de las Escrituras? 7. Qu abarcan las Sagradas Escrituras? 187Leccin 36.a La Inspiracin (3): El Testimonio de Jess. 8. Qu opinin le mereca a Cristo la Escritura? A) Est escrito; B) Ni una jota ni una tilde pasar de la Ley;C)La Escritura no puede ser quebrantada;C)Era necesario que se cumpliese todo lo que est escrito...; E) Escudriad las Escrituras; F) No habis ledo...? 9. Se acomod Cristo a su tiempo? 19011Leccin 37.a La Inspiracin (4): El Testimonio de los Apstoles. 10. El Evangelio apostli-co, basado en la Escritura. 11. La vida cris-tiana, inspirada en la Escritura. 12. La Es-critura tiene que cumplirse. 13. Las decla-raciones de la Escritura son declaraciones divinas Leccin 38.a Diversas actitudes frente a la Re-velacin Especial. 1. La posicin Catlico-Romana. 2. La posicin de la Teologa libe-ral. 3. La posicin neo-Ortodoxa. 4. La po-sicin Cristiana-Evanglica. Conclusin . .Leccin 39." Autoridad y Canonicidad de las Es-crituras. 1. Definicin. 2. Cmo reconoce la Iglesia el canon bblico? 3. Cul es el significado del Canon para la Iglesia? .Leccin 40." La Biblia y los Apcrifos. 1. Qu hemos de entender por libros apcrifos?2.Nuestra postura evanglica Leccin 41." El Canon Judo. A) Cul fue el Canon de Cristo y de los Apstoles? . .Leccin 42." Par qu nos oponemos a los Ap-crifos? B) Qu razones tenemos para re-chazar los Apcrifos?Leccin 43." Algunas Versiones de los Apcrifos.2.Por qu la versin de los Setenta incluy los apcrifos? 4. Por qu algunas versio-nes anglicanas y luteranas contienen los ap-crifos?Leccin 44." El Modernismo Teolgico y los Ap-crifos. 5. Cul es nuestra posicin? A) La teologa liberal; B) La teologa liberal cat-lica; C) Nuestra tarea Leccin 45.a La Biblia, Palabra de Dios. 1. Dios ha hablado y ha obrado para salvar. 2. La Escritura es verdad de Dios. 3. La postura bblico-histrica. 3. Evidencias: A) Dice ser Palabra de Dios; B) Demuestra ser Palabrade Dios; C) Conclusin 239Leccin 46." El Testimonio del Espritu San-to (I). 1. El estado del hombre hace necesa-ria la obra iluminadora de Dios . . . 244Leccin 47 .a El Testimonio del Espritu San-196to (2). 2. La obra iluminadora y redentorade Dios 249Leccin 48. El Testimonio del Espritu y la Pa-labra (1). 1. La plena certidumbre de laverdad es por el Espritu Santo. 2. La plena202certidumbre de la verdad es por, y para, lapiedad. 3. La plena certidumbre de la verdad es por la Palabra . . 253215 Leccin 49." El Testimonio del Espritu y la Pa-labra (2). 4. La plena certidumbre por la accin conjunta de la Palabra y el Espritu.5. La certidumbre de la Iglesia. 6. La pa219labra escrita es el test final e inapelable. 258223Leccin 50." El Testimonio del Espritu y la Palabra (3). 7. Cmo probar los espritus.8. Conclusin 262226 Leccin 51." El Espritu, la Biblia y la Igle-sia (1). 1. El Espritu usa la Palabra. 2. El Espritu se apoya en la Palabra. 3. La po-sicin catlico-romana. 4. El Espritu, la Bi-blia y la Iglesia 265235231 Leccin 52.a El Espritu, la Biblia y la Igle-sia (2). 5. El origen ltimo de nuestra cer-teza. 6. La controversia con el Catolicismo romano: A) Roma, el Espritu Santo y la Biblia 270BIBLIOGRAFIA DE LA TERCERA PARTE .274APENDICE :LA APOLOGETICA EVANGELICA, HOY . . 2771213INTRODUCCIONLa teologa debe ser una contemplacin de los misterios de Dios en un espritu de oracin, ha escrito el pastor Pierre Courthial. El quehacer teolgico tiene que llevarse a cabo en una atmsfera de adoracin.La teologa viene despus de la fe y su funcin consiste en explorar la Palabra de Dios que ha suscitado esta fe; la teologa es, en cierto modo, una continuacin de la plegaria, un acto de accin de gracias en el que, como escribiera Calvino, conocemos a Dios y nos reconocemos en El.Cierto que la teologa entraa investigacin, pero dado el objeto de su estudio no puede ser nunca un simple ejercicio de la razn, sino una tarea en la que participe todo nuestro ser y en la que al trabajo meramente intelectual siga la adoracin en espritu y en verdad, propia de quienes son estudiantes de la Verdad divina. La meditacin teolgica debe producir y fomentar el encuentro con Dios, la comunin renovada incesantemente con El; de ah que sea ejercicio de la fe tanto como de la razn, un instrumento al servicio de la comunidad creyente.Con su principio de la autoridad soberana de la Escritura SOLA SCRIPTURA la Reforma devolvi a la teologa su verdadero centro inspirador. Por desgracia, vino luego el ingenuamente llamado Siglo de las Luces, la pomposamente denominada Ilustracin y la teologa natural volvi por sus fueros. En el siglo XIX, la teologa151quiso uti/izar ciertos mtodos tomados prestados de las ciencias profanas y prefiri a la teologa bblicamente en-tendida la cultura religiosa o la filosofa de la religin. La Revelacin, la fe, y la adoracin, parecieron super-fluas y as se aboc en el ms estril de los modernis-mos, el liberalismo teolgico. Se trata, en el fondo, de una filosofa religiosa ms que de una teologa en el senti-do arriba indicado, como resulta evidente del trabajo de Paul Tillich, por ejemplo.La verdadera teologa no es nunca mera teora, o sim-ple discurso, es siempre un don de Dios por su Palabra y su Espritu; se trata de algo dinmico: la verdad de Dios, comunicada por su Revelacin, que nos alcanza, nos pe-netra y nos renueva. Descubrir la verdad de Dios sta es, en el fondo, la misin de la teologa es encontrar, no simplemente conocer, a este mismo Dios. O dicho de otra manera, por el encuentro le conocemos y por el conoci-miento le encontramos. Y no hay otra salida: tengo que dejarle decir lo que El es, lo que quiere, lo que yo soy y lo que espera de m. En este encuentro, Dios me habla de s mismo y de m. Me entero de su existencia y me es dado el sentido de la ma como criatura cada y como pe-cador restaurado. No, la verdadera teologa no es nunca mera teora; es como una llama que nos quema y nos ilu-mina, nos vivifica y nos transforma. Para que sea as /a teologa no puede ser otra cosa que una reflexin de los pensamientos de Dios, una escucha atenta de lo que Dios primero quiere decirnos en su Palabra. La teologa evan-glica va a la Palabra para sacar todo su contenido y para poder, luego, exponerlo de manera consistente, ordenada y didctica.La teologa evanglica no puede ser ms que una expli-citacin actual de la Revelacin bblica, un reflejo de la verdad revelada y eterna para las necesidades del pueblo de Dios en su peregrinaje histrico.Es necesaria la Teologa? Si hemos de crecer en /a gracia y en el conocimiento de Cristo (2.a Pedro 3:18) y16 resulta obvio que debemos anhelar este crecimiento ne-cesitamos de la Teologa. Si somos embajadores en el nombre de Cristo (2.a Corintios 5:19-20) y la encomienda evangelizadora (Mateo 28:19-20) va dirigida a todos los cristianos es evidente que tenemos necesidad de la Teo-loga.Como embajadores en el nombre de Cristo, somos por-tadores del mensaje del Evangelio. Se impone un aprendi-zaje a fondo de este mensaje; un dominio profundo y am-plio de la totalidad del mismo. Se exige, en suma, del em-bajador que conozca los documentos de los que es portador y portavoz. Qu impresin causara un diplomtico que no estuviera familiarizado con el contenido de la encomien-da oficial de su gobierno? Qu embajada podra ejercer un tal funcionario? De la misma manera, es condicin in-dispensable para el cristiano el conocer ms y ms la Sa-grada Escritura en que llega hasta l el mensaje de su Seor.La ignorancia es la madre de la supersticin, no de /a devocin. Seremos instrumentos idneos en el servicio del Seor solamente en la medida en que sepamos manejar la espada del Espritu que es la Palabra de Dios (Efe-sios 6:17).A. H. Strong escribe: Nada anula ms completamente los esfuerzos del predicador que la confusin y /a incon-sistencia de sus declaraciones doctrinales. Precisamente su tarea consiste en reemplazar lo oscuro y lo errneo de los conceptos de sus oyentes por lo que es claro, veraz y vvido. Pero, no podr cumplir fielmente esta labor sin co-nocer los hechos de la Revelacin divina, en su concatena-cin lgica, en sus relaciones como partes de un todo y un todo en partes diversas.... En la oratoria del plpito, la simple cita de textos bblicos y los llamamientos fervorosos no son suficientes. Detrs de la declamacin debe haber un sistema ordenado de pensamiento bblico. Cierto que de-bemos despertar los sentimientos de los oyentes, debe-mos conmover a las almas con el mensaje salvador, pero17ello slo se logra de manera eficaz y bblica mediante el conocimiento de la verdad: Que se arrepientan para conocer la verdad (2. Timoteo 2:25). El predicador debe procurar las bases del sentimiento, produciendo una conviccin inteligente; debe instruir antes de conmover. Si el objetivo de la predicacin estriba en dar a conocer, primero, a Dios, presentar las realidades divinas y todo lo tocante a la salvacin del hombre, y, en segundo lugar, hacer que este Dios sea conocido, entonces deducimos que el estudio de la Teologa es absolutamente necesario para realizar con xito el trabajo del plpito. Practicar medicina quien no haya estudiado fisiologa? Quin ejercer la abogaca sino el que sepa jurisprudencia? El predicador necesita doctrina, para que no se vuelva un rgano estropeado, o un disco rayado, y para que no est dando siempre la misma nota. John H. Newman sola decir: El mal predicador es aquel que tiene que decir algo; el verdadero predicador es aquel que tiene algo que decir.A quienes opinan que la Teologa acaso pueda ser conveniente pero no necesaria, el mismo telogo responde: Si todos los sistemas teolgicos fueran destruidos hoy, maana se levantaran otros en su lugar. Porque la sistematizacin teolgica es una necesidad racional. Y tan inevitable es esta ley, que podemos comprobar fcilmente cmo aquellos que ms desprecian a la Teologa se han hecho, ellos mismos, una Teologa para su gusto; una Teologa que, generalmente, es bien pobre y confusa. La hostilidad a la Teologa cuando no se origina en el temor de que sirva como excusa para oscurecer la verdad de la Escritura procede, a menudo, del libertinaje intelectual que no quiere someterse a fronteras, es decir, a los lmites que impone todo sistema bblico completo. Lo que se dice de la filosofa vale tambin para la Teologa: Burlarse de la filosofa es filosofar verdaderamente. Los cristianos ms fuertes en la fe son aquellos que han dominado ms profundamente las grandes doctrinas bblicas; las pocas gloriosas de la Iglesia son aquellas que han producido los sistemas teolgicos ms compactos y sistemticos, ndice y18 prueba de su estudio bblico.... Hay un buen nmero de textos en la Biblia que presentan la verdad y el conocimiento de la misma estrechamente ligados y como el alimento para el alma (Jeremas 3:15; Mateo 4:4; 1.a Corintios 3:1, 2; Hebreos 5:14). La madurez cristiana se apoya sobre la verdad cristiana (1.a Corintios 3:10-15). Talbot Chalmers dijo: Cierto que la doctrina sin la piedad es como un rbol sin frutos; pero la piedad sin la doctrina es como un rbol sin races. El carcter cristiano es un fruto que crece solamente del rbol de la doctrina cristiana. No podremos disfrutar por mucho tiempo de los frutos de la fe si no cuidamos las races del rbol y mucho menos si arrancamos el rbol del suelo donde hunda sus races. La inestabilidad doctrinal produce verdaderas catstrofes en la Iglesia y debilita su testimonio hasta convertirlo en inoperante. El cambio constante de credo escriba Spurgeon es el camino ms seguro para la perdicin. Si trasplantamos un rbol dos o tres veces al ao, no habr necesidad de que preparemos grandes espacios para almacenar sus frutos.... No tendremos grandes predicadores si no tenemos grandes telogos. No surgen grandes predicadores de mediocres estudiantes; el predicador que haya de conmover a las almas de manera autntica no ser el que es superficial en sus estudios.El Espritu Santo prosigue Strong nos invita a la comparacin y a la armonizacin de las diferentes partes de la Escritura (1.a Corintios 2:13), a delinear todo lo que conduce al testimonio de Cristo (Colosenses 1:27), a predicar la Palabra en toda su plenitud tanto como en sus diferentes partes y sus debidas proporciones (2.a Timoteo 4:2). Los pastores de las iglesias han sido llamados no slo a pastorear sino a ensear tambin, puesto que se les llama maestros (Efesios 4:11); los que presiden deben ser aptos para la enseanza (2.a Timoteo 3:2), capaces de exponer la Palabra de verdad (2.a Timoteo 2:15) porque todo siervo de Dios debe ser retenedor de la Palabra fiel tal como ha sido enseada, para que tambin pueda exhor19tar con sana enseanza y convencer a los que contradicen(Tito 1:9).1La cita, aunque larga, vale la pena. Existe una pre-vencin, entre algunos hermanos de nuestras iglesias evan-glicas en Espaa y Latinoamrica, en contra de la Teo-loga. Ello se debe, seguramente, a que este vocablo siem-pre ha ido en el subconsciente del cristiano evanglico hispano asociado al nombre de algn pensador no de-masiado ortodoxo y se supone que la Teologa, en lugar de ser la ciencia de Dios, es casi la ciencia del diablo. Mas ya es hora de que nuestro pueblo evanglico de habla hispana llegue a su mayora de edad espiritual. La com-pleja hora que nos toca vivir nos impone, cuando menos, esta exigencia.Por otra parte, cuidado, no nos ocurra a nosotros los protestantes hispnicos, lo que le pas al personaje de la comedia de Molire, E/ burgus gentilhombre, quien cuando se enter de que haba dos posibles maneras de hab/ar la prosa y la poesa pregunt extraado: En-tonces, es que yo he estado hablando en prosa sin saberlo toda mi vida?Lo malo de hacer teologa sin saberlo como observa Strong en la cita apuntada es que suele ser muy mala. Y queramos o no, estamos haciendo teologa cada vez que abrimos la boca para hab/ar acerca de nuestra fe y de laBiblia.No queremos significar que nuestros p/pitos tengan que convertirse en ctedras de Teologa. No, no es esto. Como explicaba el Prof. Howard Osgood: Un credo (y lo mismo vale para la Teologa) es como /a columna verte-bral. Un hombre no tiene necesidad de estar pensando siempre en su columna vertebral; no debe tenerla en cuen-ta siempre. Pero tiene que tener una columna vertebral; la necesita ineludiblemente y, a ser posible, bien recta y fuerte; de lo contrario no podr andar, se curvar, setambalear. Un cristiano sin credo (y sin Teologa) vacilar igualmente y se arrastrar siempre dando tumbos.El intento de esta serie de obras que forman el Curso de Formacin Teolgica Evanglica estriba e enderezar un poco nuestro testimonio para ver de hacerlo ms eficaz y ms idneo para la gloria de Dios.Creo que fue Calvino quien dijo que la gran originali-dad en Teologa consista en no pretender ser original. Puedo asegurar al lector que no ha habido en m, al es-cribir este libro, pretensiones de originalidad. Salvo la ordenacin del material y alguna que otra reflexin pro-pia aqu y all, he intentado seguir fiel a la lnea de las grandes obras de la Teologa evanglica sujetas a la Pa-labra de Dios y al aliento de su Espritu, con el solo prop-sito de ofrecer a mis hermanos en la fe y tambin a los de fuera que inquieren por la misma, un compendio de slida verdad bblica, avalada por la experiencia y la inteligen-cia de los santos siervos de Dios que, a lo largo de los siglos, se han dado a la tarea sublime y amorosa de inda-gar en la Palabra del Seor. Si se encuentran ms cosas mas de las que yo MiSMO supongo, ello ser sin mi inten-cin y acaso deba dar disculpas, a no ser que mis lectores juzguen con benevolencia tales aportaciones, fruto casi siempre de mi preocupacin por proyectar este acervo comn a las circunstancias y a las necesidades nuestras que son muchas aqu y ahora.Deseo expresar mi gratitud al Dr. en Teologa don Fran-cisco Lacueva por sus consejos, su estmulo y sus acerta-das correcciones al manuscrito de este libro. Sus sugeren-cias han sido valiossimas para m. Tambin deseo men-cionar el hecho de que este primer volumen del Curso de Formacin Teolgica Evanglica, como todos los dems, aparece gracias a los auspicios de la Misin Evanglica Bautista en Espaa.1. A. H. Strong, Systematic Theology, pp. 16-19.2021Primera parte LA TEOLOGIAI.LA TEOLOGIA: DEFINICION (1)LA TEOLOGIA: DEFINICION (2)LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (1)LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (2)LOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (3)POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (1)POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (2)LOS GRANDES TEMAS DE LA TEOLOGIA (1)LOS GRANDES TEMAS DE LA TEOLOGIA (2)LOS GRANDES TEOLOGOSBibliografaLECCION 1.aLA TEOLOGIA: DEFINICION (1)Teologa es la ciencia de Dios. Decimos de Dios, por-que_prcicede de El, y sin su iniciativa de darse a conocer no podrahaber teologa en el sentido estricto del vocablo. Tambin decimos de Dios, porque es una ciencia cuy_ phiet de conocimiento es la Divinidad: su existencia, su 7.;- carcter, sus propsitos para con el universo creado, para con sus criaturas, para con sus redimidos y para con la historia.Si bien, en ocasiones, la palabra Teologa se emplea para designar aquel apartado especfico que trata de los atributos de Dios, el trmino tiene, en realidad, un sen-tido mucho ms amplio. Como escribe A. H. Strong: La Teologa se ocupa no solamente de Dios sino de aquellas relaciones entre Dios y el universo que nos llevan a hablar de creacin, providencia y redencin.La Teologa es una ciencia porque, como cualquier otra ciencia, ella no crea sino que descubre los hechos ya existentes y sus relaciones mutuas, irlando de mostrar su unidad y su armona en las diferentes partes de un sistema orgnico de verdad. Los hechos que maneja la Teologa y sus relaciones estructurales existen por s mismos; es decir: tienen una existencia independiente del proceso mental del telogo que se aplica a su estudio.Existe Teologa porque tenemos una Revelacin previa --tsde parte de Dios. Como afirmaba Charles Hodge, la Es-4critura suministra todos los hechos que constituyen el ma25ha es la fuenteobjeto supremo ologa con esta se ha reveladoterial de estudio de la Teologa; as La,.de la Teologa mientras que Dios es susle estudio. Ernest F. Kevan define la Te expresin: La ciencia de Dios segn El a s mismo en su Palabra.La Teologa estudia la Revelacin desde varias perspectivas:1) Teologa BblicaEl adjetivo bblica no debiera hacer pensar a nadie que las otras ramas de la Teologa son menos bblicas o no tienen la Escritura como su fuente de conocimiento. Se le h llama as porque es_ un estudio inductivo e histrico de las45v7 varias y progresivas etapas de la accin reveladora y salvadora de Dios, tal como la tenemos registrada en la Escritura. La Teologa Bblica muestra el carcter progresivo del contenido doctrinal de la Biblia que es considerado paso a paso a lo largo de la historia de la salvacin por medio de la cual Dios se revela y salva. Trata puntos particulares de doctrina tal, y a medida en que aparecenen cada libro de la Biblia. Es analtica, en contraste con la Teologa Sistemtica, que busca la sntesis.Siendo analtica, se deduce que sea tambin exegtica. La Teologa Bblica considera la Revelacin como un proceso resultado de la accin divina en el mundo y en la historia, no como el producto acabado de dicha actividad cuyo estudio pertenece a la Teologa Sistemtica.La Teologa Bblica recoge los resultados dispersos de la e2:gsAis particular con objeto de conocer mejor cada una de las etapas de dicho proceso revelacional y salvador que se da en la historia, que es progresivo, inteligible y coherente constituyendo un todo bien estructurado por medio de todas sus partes.Como subdivisiones que le sirven de ayuda a la Teologa Bblica, adems de la exgesis ya mencionada, tenemos la Crtica Textual que, como su nombre indica, se ocupa26 del estado actual de nuestros conocimientos tocante a los textos bblicos ms antiguos para obtener la mayor claridad posible y as el mejor entendimiento del mensaje revelado. Tenemos, adems, la llamada Alta Crtica, nombre inadecuado, pues no es superior ni su tema ni - su importancia al de los de la Crtica Textual; pero, dada la generalizacin de su uso, hemos de emplearlo. La llamada Alta Crtica se ocupa de la paternidad literaria de cada uno de los libros de la Escritura, de la fecha de los mismos, de las circunstancias en que fueron escritos, del estilo literario y del propsito que los alumbr. Debido a prejuicios filosficos, que no cientficos y menos espiritualmente bblicos, un gran sector de la Alta Crtica en manos de las modas seculares prevalecientes en los ltimos dos siglos mayormente a partir de Wellhausen y la Escuela de Tubingia ha hecho ms por desprestigiar la Biblia y su autoridad que por hacer explcito su mensaje autntico. No obstante, existe una Alta Crtica posible, y deseable, para el erudito evanglico que le permite llegar a una ms clara inteligencia de los documentos sobre los que ha de versar su reflexin conducente a una Teologa Bblica.2) Teologa SistemticaTambin aqu hemos de advertir que el adjetivo sistemtica no significa que slo esta rama del quehacer teolgico est bien estructurada y solamente ella sea estudiada con mtodo y orden. Lo que se trata de indicar mediante esta expresin es que por la Teologa Sistemtica estudiamos la Revelacin como un todo en su carcter orgnico y estructural, como un sistema de doctrina y de moral. Y ello de tal manera que se nos ofrecen las grandes verdades de la Revelacin resultado de la actividad reveladora y salvadora de Dios en forma sinttica y no fragmentada; recoge la totalidad de la revelacin sobre cada doctrina y principio y nos ofrece el resultado completo; ofrece igualmente la concatenacin e interdependencia de las varias verdades reveladas y las presenta en27su valor eterno y no solamente en sus contextos histricos particulares como hace la Teologa Bblica.La Teologa Sistemtica depende de la Teologa Bblica de la cual se nutre; su material bsico es el que le ofrece la exgesis del texto bblico y su sentido original en el con-texto de la historia de la salvacin y la revelacin. Aqu, la Teologa Evanglica difiere de otros sistemas puesto que todo lo que no sea la Revelacin es material espreo y convocatoria de autoridades apcrifas. Insistiremos, des-pus, sobre este punto.El Curso de Formacin Teolgica Evanglica en que aparece este volumen, es bscamente un Curso de Teolo-ga Sistemtica, pero abierto tambin a las ricas perspec-tivas de la Teologa Prctica (Apologtica y Pastoral) o Histrica y Dogmtica que ya en este primer volumen em-pezamos a recorrer (vanse lecciones en Parte Segunda sobre Religiones no cristianas).La verdad en las Escrituras se nos da de manera viva. La Biblia no es un catecismo, ni un tratado teolgico. Al producirse en medio de la historia concreta de los hom-bres, la Palabra de Dios ha llegado a nosotros de forma dinmica y vivencial. La labor del telogo es sistematizar todas estas realidades divinas, sembradas a lo largo del devenir histrico de Israel, para as poder comprender su estructura y su armona interna. Kevan dijo que la perspectiva devocional equivale a la admiracin que sen-timos por una rosa y al hecho de olerla, mientras que el enfoque teolgico representa la diseccin de dicha rosa. La Teologa Sistemtica busca la claridad lgica, con tal de explicitar los datos revelados.Dado que la Teologa Sistemtica no se produce en un vaco, es asimismo tributaria de la Teologa Histrica o Dogmtica, as como de la Apologtica y la Etica a las cuales ella presta su primer concurso que luego le es devuelto. La Teologa no puede quedar divorciada de las tareas pastorales, de las exigencias misioneras y de la misma adoracin de la Iglesia. Tiene que ser una reflexin28hecha desde dentro de las situaciones, las preocupaciones del mundo contemporneo a ella. La Teologa tiene que escribirse en el trajn de las tareas evangelizadoras y pas-torales del pueblo de Dios. La Teologa no debiera ser nunca una meditacin esttica, no debera aislarse como en una torre de marfil, sino que tiene que ser algo encarnado y comprometido con el pueblo de Dios y toda su problem-tica. Siendo as, en sus reflexiones no puede olvidar la Teologa lo que han pensado otros, en otros tiempos u hoy mismo y con ello echa mano de la Teologa Histrica, de la Apologtica y de la Etica. Es de esta manera que la Teologa Sistemtica se ve obligada, en ocasiones, a tomar el mtodo antittico (as en la Segunda Parte de esta obra, al enfrentarnos con las religiones no cristianas y sus pretensiones frente a la Revelacin bblica), si bien su mtodo normal y fundamental es el ttico y positivo.Cada Teologa Sistemtica por su parte, y mediante su contribucin, enriquece a la Teologa Histrica o Dogm-tica de la que pasa a formar parte.CUESTIONARIO:1. Qu entiende usted por Teologa? 2. Es una ciencia la Teologa? 3. Defina la Teologa Bblica. 4. Qu es la Teologa Sistemtica?29LECCION 2.aLA TEOLOGIA: DEFINICION (2)3) Teologa Histrica o DogmticaPodra denominarse tambin Historia de las Doctrinas; en cualquier caso se trata de exponer en su trayectoria histrica el impacto de la verdad de la revelacin en el pueblo de Dios desde el final del perodo apostlico hasta nuestros das, y la manera en que este impacto ha obrado en la vida de la Iglesia.Se traza en este apartado teolgico el desarrollo doc-trinal, el proceso mediante el cual el pueblo de Dios ha ido adquiriendo una mayor comprensin de las verdades re-veladas y las fructferas avenidas que se le abren a la me-ditacin cristiana.La Teologa Sistemtica presta su concurso insustitui-ble a la Teologa Histrica, pero sta a su vez se lo presta de nuevo a aqulla con las perspectivas y los discerni-mientos aprendidos del pasado, de los que saca instruccin tanto de las victorias como de las apostasas de pasados siglos.Vemos, pues, una profunda inter-relacin en el trabajo teolgico y entre sus varias secciones.Una rama muy importante de la Teologa Histrica es la que estudia los Smbolos o Credos que las distintas Iglesias han ido formulando para confesar su fe delante del mundo y de las doctrinas heterodoxas. Es realmente importante este estudio por la precisin con que han sido30definidas a veces ciertas enseanzas bblicas y por la comprensin que nos da de las dificultades y los embates con que han tenido que enfrentarse las varias ramas de la Iglesia a lo largo de los siglos. Esta dimensin confe-sante de la fe, por medio de las formulaciones doctrinales, nos ensea cmo la dinmica de la ortodoxia ha tenido que expresar su fe en medio de los tiempos y navegando contra corrientes poderosas de pensamiento.4) Teologa prctica o EticaHa sido definida como la Teologa en accin; es decir, la aplicacin de la doctrina a la-vida prctica.Una de sus vertientes ms 'importantes es la Teologa Pastoral, que trata de la llamada cura de almas y tiene que ver con la compleja y mltiple actividad del pastor o los pastores que apacientan los rebaos del Seor.La seccin moral, o tica, no es menos importante hoy cuando las corrientes de la nueva moral, o la moral de situacin tratan de destruir los fundamentos bblicos de la conducta cristiana. Los volmenes X y XI de esta colec-cin versarn sobre ETICA CRISTIANA y PASTORAL Y HOMILETICA; all podr el lector y estudioso encontrar estas materias tratadas con ms extensin. Por el mo-mento, remitimos al libro Iglesia, sociedad y tica cristia-na (Jos Grau, J. M. Martnez, Ediciones Evanglicas Europeas, Barcelona, 1971).Huelga decir que sin una slida base de Teologa Bbli-ca y Teologa Sistemtica, la reflexin tica adolecer de superficialidad y ser coto abierto a toda suerte de incur-siones exticas. Tal es el caso de mucho del secularismo que ponen de moda algunos telogos, ignorando la doctrina bblica de las realidades seculares tan rica en sugerencias y tan generosa en avenidas que todava no han sido su-ficientemente recorridas. Asimismo, la experiencia que aporta la Teologa Histrica no le viene nada mal a la Teologa prctica, o Etica, puesto que puede evitarle mu31chos tropiezos innecesarios. Un ejemplo elocuente de no prestar suficiente atencin a esas otras especialidades nos lo ofrece mucho del Catolicismo progresista moderno, el cual despus de fustigar al clericalismo est cayendo l en un nuevo clericalismo cuya nica diferencia con el antiguo es que ha mudado de colores. Asimismo el Protestantismo de signo liberal (modernismo teolgico) se ve arrastrado a un nuevo constantinismo pese a haberlo condenado en el pasado de manera apasionada.2La concatenacin teolgicaComo resumen de las varias especialidades del quehacer teolgico, ofrecemos el siguiente diagrama que nos ayudar a captar la perspectiva de sus diversas inter-relaciones: Kevan escribe que la Teologa Bblica aporta los materiales para la construccin, la Teologa Histrica los pule y la Teologa Sistemtica levanta el edificio. Podramos aadir que, luego, la Teologa Prctica ensea cmo vivir en dicho edificio. O, como lo expres H. Bavinck, la Teologa Sistemtica describe lo que Dios ha hecho por el hombre, mientras que la Etica describe lo que el hombre debera hacer en su servicio de gratitud por Dios (H. Bavinck, Gereformeerde Dogmatiek).El estudiante habr observado que no hay lugar, en nuestra presentacin de las mltiples especialidades teolgicas, para la Teologa Natural. En la Segunda Parte y captulos del XVI al XVIII, encontrar el lector las razones de esta omisin. Es ste uno de los puntos de mayor divergencia con el Catolicismo Romano, sistema que ha desarrollado la Teologa Natural.MATERIALESAPORTACIONESQUE EMPLEAQUE HACETEOLOGIA BIBLICATEOLOGIA SISTEMA-TICACrtica Textual Introduccin(Alta Crtica) Exgesis= Teologa SistemticaCUESTIONARIO:1.Qu entendemos por Teologa Histrica o Dogmtica?Defina la Teologa Prctica o Etica. 3. Enumere las divisiones ms importantes de la Teologa.Teologa Bblica= EticaTeologa Histrica ApologticaTEOLOGIA HISTORICA (o DOGMATICA)TEOLOGIA PRACTICATeologa Bblica Teologa Sistemtica Historia de la IglesiaTeologa Bblica Teologa Sistemtica Teologa Histrica= Smbolos (o Credos)EticaTeologa Pastoral= EticaTeologa Pastoral2. J. M. Martnez-J. Grau, Iglesia, sociedad y tica cristiana. p. 32. Ediciones Evanglicas Europeas, Barcelona, 1971.3233LECCION 3.aLOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (1)Todo intento de hacer teologa parte del supuesto de que la autoridad de Dios es la suprema norma de la verdad. Pero se producen distintas apreciaciones en lo que respecta a entender la manera cmo y cundo dicha autoridad divina halla expresin. Esto determina el carcter y la naturaleza completamente distintos de los varios sistemas teolgicos. Estos pueden resumirse, bsicamente, en cuatro grandes sistemas:1) La Teologa Catlico-RomanaTradicionalmente, al menos as lo promulg Trento y el Vaticano I, la Iglesia de Roma vena insistiendo en que la Revelacin llegaba a nosotros por medio de dos canales: la Biblia y la Tradicin. El acceso a ambas nos viene mediado por el magisterio de la Iglesia romana que determina lo que hemos de recibir y cmo hemos de interpretarlo. Por Biblia, Roma entiende las Escrituras hebreo-cristianas con el aadido de los libros del llamado canon alejandrino (ver, ms adelante, Parte Tercera, lecciones sobre lbs Apcrifos) en el Antiguo Testamento. Por Tradicin (llamada divino-apostlica o constitutiva) entiende las supuestas verdades reveladas pero no escritas, sino transmitidas por va oral y que han pasado hasta nosotros por medio de la Iglesia. (Cf. Francisco Lacueva, Catolicismo romano, volumen VIII de esta misma coleccin.)34Cierto que hay telogos catlicos, mayormente del norte de Europa o de Amrica, que se inclinaron por una sola Fuente o Depsito de la Revelacin asignando a la Tradicin el papel de intrprete de dicha Revelacin. Esto ocurra, sobre todo, antes del Vaticano II. Despus. de celebrado este concilio, la cuestin se ha complicado, pues en sus definiciones ambiguas, como seala F. Lacuevano slo parece mantener la doctrina tradicional de las dos fuentes, sino que introduce un nuevo concepto, el encarnacional,3 mediante el cual, como escribe el citado autor Escritura y Tradicin vienen a encontrarse y como a fundirse en el Magisterio de la Iglesia. Aunque no es propiamente rgano de Revelacin, s lo es de transmisin, rgano indispensable y prcticamente insustituible.La Iglesia romana, a lo largo de los siglos, ha ido promulgando definiciones infalibles que queran ser explicitacin de ciertos aspectos de la fe supuestamente implcitos antes en la creencia del pueblo de Dios. Estas definiciones atan al miembro de dicha Iglesia con peligro de condenacin si no las acata.3. El concilio Vaticano II, en su Constitucin Dogmtica sobre la Divina Revelacin, p. 8, afirma que cuanto los Apstoles ensearon y escribieron va creciendo en la Iglesia, de manera que la Iglesia camina constantemente, al comps de los siglos, a la plenitud de la verdad divina, hasta que se cumplan plenamente en ella las palabras de Dios... As, Dios, que habl en otros tiempos, sigue conversando siempre con la Esposa de su Hijo amado.Ms an, Escritura y Tradicin vienen a encontrarse y como a fundirse en el Magisterio de la Iglesia, constituyendo as un tro tan interpenetrado esencialmente, que ninguno puede subsistir sin los otros (Const. Dogmtica sobre la Divina Revelacin, p. 10). Esto significa un cambio radical de perspectiva (aunque no de fondo) del problema de las Fuentes de la Revelacin. Como muy bien ha hecho notar el Prof. V. Subilia, ya no podemos seguir hablando de la Escritura sola, ni de Escritura y Tradicin, al referirnos a la enseanza catlica actual, sino de la Iglesia sola, es decir, la Palabra de Dios no es ya propiamente el foco que ilumina a la Iglesia, sino que es la Iglesia el foco que ilumina a la Biblia. Francisco Lacueva, op. cit., pp. 54 y 55.35Desde un punto de vista reformado, evanglico, esta actitud ha cargado a dicha Iglesia con un lastre de mate-riales extra-bblicos. En primer lugar, porque muchas de estas definiciones no lo son del texto bblico ni de doctri-nas bblicas sino de creencias que ciertas tradiciones han ido desarrollando a espaldas de la Revelacin y, final-mente, se las ha querido ver integradas en el depsito de la fe.Podramos decir que la hinchazn eclesial no ha al-canzado el grado de desarrollo que en la confesin roma-na. Las Iglesias orientales slo reconocen como infalibles las decisiones de los siete primeros concilios tenidos por ecumnicos (a diferencia de Roma que admite otros ca-torce concilios, de obediencia vaticana) y rechaza la infa-libilidad del obispo romano. No obstante, tambin aqu la Tradicin y la autoridad eclesistica se yuxtaponen a la autoridad de la Palabra y constituyen los elementos ms importantes para las formulaciones dogmticas.Tanto el telogo catlico-romano, como el oriental, han de estar atentos no slo a la voz de la Palabra sino a la de la Tradicin de su Iglesia.CUESTIONARIO:I. Explique el concepto catlico-romano de la Teologa. 2.Qu entiende V. Subilia por la Iglesia sola en con-traposicin al principio reformado Sola Scriptura? Qu ha motivado en la Iglesia romana la promulgacin de definiciones infalibles? 4. Qu lugar ocupa la Bi-blia en la Teologa catlico-romana? LECCION 4.aLOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (2)2) La Teologa SubjetivaEs el enfoque tanto del liberalismo teolgico como de la llamada neo-ortodoxia. Vase en la Parte Tercera, lec-cin XXXVIII.Estas escuelas parten de la presuposicin de que la auto-ridad de Dios se expresa directamente en el sujeto y viene transmitida a travs de algunas de las facultades del alma humana: la razn, los sentimientos, o la conciencia.1. El RacionalismoHa sido siempre tentador para el hombre atribuir a la razn el lugar ms destacado para la obtencin del cono-cimiento religioso. Es en la esfera de la razn donde se forman los conceptos. Pero el racionalismo va todava ms lejos. No slo la considera correctamente como el me-dio indispensable para la recepcin de la verdad, sino que la eleva hasta la categora suprema de juez autnomo e inapelable de la verdad. A veces, incluso, al pedestal de la fuente de la verdad.En ltimo anlisis, importa poco si el racionalismo toma la forma destica tan grata a los autores y a muchos cristianos! del siglo xviir, o bien sigue a Hegel en su aventura de la tesis-anttesis-sntesis para ver de cap3637tar la totalidad de la realidad. En cualquier caso, la razn es soberana; no se contenta con ser la sirvienta de la verdad sino que se erige en su seora. Habla cuando debera escuchar como atinadamente escribe Roger Nicole y condena al hombre a los estrechos limites de su propio horizonte.Pero lo ms trgico como demuestra el Prof. Derek Bigg 6- es que la razn humana, cuando tiene la ltima palabra, conduce finalmente a la irracionalidad. Los pensadores modernos no han hecho caso de la leccin implcita en Hume, quien ya demostr en el siglo xviit que el argumento racionalista solamente puede producir resultados absurdos.... Hoy estamos pagando el precio por esta falta de no querer aprender de la historia. El humanismo contemporneo sigue exaltando a la razn.Al no permitir que la razn fuese iluminada y guiada por la Revelacin, el hombre ha perdido su racionalidad. Al insistir en una autonoma absoluta de la razn, ha dejado de ser razonable. Ha conquistado la clase de libertad que deseaba: una libertad sin amarras, pero ha quedado tambin sin luz en la oscuridad y en un ocano de dudas y de frustraciones sin fin. Finalmente, habiendo abandonado el anda de la Revelacin, ha perdido toda apoyatura racional, y por consiguiente toda esperanza de hallar algn significado para su existencia. La vida aparece ahora delante de l como cosa absurda, arbitraria e irracional."Ya lo advirti Pascal: La ltima etapa de la razn es reconocer que hay infinidad de cosas que la sobrepasan. Muy dbil es si no llega a comprender esto. Es importante establecer la diferencia entre el _racionalismo y la racionalidad. Porque lejos de ser sta la expresin de aqul, llega a ser su anttesis.6.Derek Bigg, La racionalidad de la Revelacin, Ediciones Evanglicas Europeas, Barcelona, 1971.Cf. Francis A. Schaeffer, Huyendo de la razn, Barcelona, 1971. Dios est ah, Ediciones Evanglicas Europeas, Barcelona, 1973.38Como afirma Strong: Los errores del racionalista son los errores de una visin defectuosa.Una Teologa que tome como punto de partida la razn, acaba desmereciendo el nombre de Teologa y aboca en un sistema filosfico ms.2. El sentimentalismoComo reaccin a la aridez del racionalismo, Schleiermacher desarroll su teologa basada en los sentimientos. No haca ms que sintonizar con la moda romntica de principios del siglo xix. Dado que la comunicacin entre los sentimientos es cosa difcil, se enfatiz la experiencia individual, en contraste con cualquier norma objetiva de verdad o de conducta.El subjetivismo toma aqu un cariz radical. El sujeto creyente y no ninguna verdad objetiva constituye el objeto primordial de la investigacin. As, la religin queda reducida a una simple seccin de la antropologa y la psicologa. Acaso incluso, para algunos, en un departamento de la psicologa de anormales.2. El moralismoUna tercera opcin es la del moralismo en el que se enfatiza la importancia de la conciencia y de las normas ticas.Fue Kant uno de los grandes impulsores de este punto de vista. Su influencia se echa de ver en Ritschl y sus discpulos. Segn esta perspectiva, el conocimiento que podamos obtener por medio de la inteligencia no es de fiar; mucho ms aconsejable ser confiar en los impulsos morales bsicos del alma humana. Juicios de valor con preferencia a formulaciones metafsicas; he ah lo que vale en la fe.Este movimiento parece olvidar que los instintos morales y lo que llama impulsos bsicos del alma humana varan segn las latitudes y estn condicionados por aquellas39influencias (por el cristianismo, por ejemplo) que han mol-deado lo que Jung llama el inconsciente colectivo.Amplias diferencias separan estos distintos enfoques del quehacer teolgico que acabamos de describir como ra-cionalismo, sentimentalismo y moralismo, pero un factor comn a todos ellos es que consideran siempre a alguno, o algunos, de los aspectos de la naturaleza humana como la fuente de la verdad religiosa. Este_ aspecto es el que, des-pus, se convierte en absoluto con detrimento de los dems; l determinar lo que es verdad y no la realidad objetiva, exterior, de-la_ Remelacin divina. Nos encontramos en el ms absoluto de los subjetivismos; es decir: en un mundo que, en gran medida, es irreal y fantasmagrico.Actualmente, estas distintas corrientes se entremezclan. As, el Prof. Klaas Runia cita a un tal John Mcquarrie, li-beral y sincretista, quien en su libro Principles of Christian Theology, publicado en 1966, afirma que son varios los fac-tores formativos de la teologa: la experiencia, la revela-cin, la Escritura, la tradicin, la cultura, la razn, los sentimientos, etc. Al hacer diferencia entre la revelacin y la Escritura y, sobre todo, al colocar a un mismo nivel que la Biblia otros factores como constitutivos de la teolo-ga, el liberalismo teolgico minimiza la autoridad soberana de la Escritura.En Tillich y en Butmann es dable seguir las huellas de estas corrientes subjetivistas. La Teologa se convierte en manos de estos autores en simple filosofa de la religin.'CUESTIONARIO:1.Indique las tres vertientes de la Teologa subjetiva. Qu es el racionalismo? 3. Es razonable el racio-nalismo? 4. Explique la postura de Schleiermacher. 5. Y la de Kant.8. Alan Richardson, El debate contemporneo sobre la Religin, Ed. Mensajero, 1968, Bilbao-1.40LECCION 5.aLOS GRANDES SISTEMAS TEOLOGICOS (3)3) La Teologa neo-ortodoxaBajo esta denominacin encontramos a cierto nmero de autores que representan una amplia gama de posturas individuales. En trminos generales, la neo-ortodoxia pre-tendi superar las varias formas del liberalismo teolgico, al negar, correctamente, lo inadecuado de querer alcan-zar a Dios partiendo del hombre. Consecuentes con este criterio, los seguidores de la Teologa de este signo (entre cuyos nombres ms famosos descuellan Karl Barth y Emil Brunner) son reacios a conceder ninguna validez autorita-tiva a nada que sea accesible al hombre, bien sea una figura histrica o un libro. Dios se revela afirman en lo que denominan la crisis, por la que se produce un encuen-tro personal de carcter trascendental. Sin ir ms lejos en el anlisis de esta postura (el lector hallar una ms amplia informacin sobre la misma en la Tercera Parte, leccin XXXVIII), es un hecho que tiene en muy alta es-tima la iniciativa divina y la soberana de Dios cosas ol-vidadas por el liberalismo teolgico, pero dado que no ofrece ninguna norma externa, objetiva, de origen divino, por medio de la cual poder juzgar las supuestas experien-cias de la crisis y dado tambin que dichas experiencias no constituyen, ni entregan, ningn depsito de conoci-miento vlido, la neo-ortodoxia se convierte, sin preten41derlo quizs, en un apartado ms dentro de la corriente subjetiva. No poda ser de otra manera, ya que esta teo-loga es tributaria de la filosofa existencialista a la que le ha pedido las herramientas para su labor de reflexin.4) La Teologa EvanglicaLlamada tambin reformada por recoger los grandes principios de la Reforma del siglo xvi que fue, en el fondo, un volver a los orgenes es una Teologa contrapuesta totalmente a los varios movimientos descritos en las lec-ciones previas.La caracterstica fundamental de la Teologa refor-mada, o evanglica, es su voluntad de prestar gozosa obe-diencia a la autoridad soberana de Dios tal como sta se expresa en su Revelacin, registrada hoy en los libros cannicos de la Escritura hebreo-cristiana. Esta Escritura es la fuente, la norma y la regla infalible de fe para la Teologa Evanglica. En ella encuentra la revelacin obje-tiva de Dios, centrada en la obra redentora de Jesucristo.La primera tarea de la Teologa Evanglica es escuchar la voz de Dios por el Espritu y por medio de la Palabra escrita llegada hasta nosotros.9 Luego, se trata de emplear todos los recursos de la personalidad regenerada, la mente iluminada, las emociones reorientadas y la conciencia lim-pia de obras muertas (Hebr. 9:14) con el fin de presentar esta verdad divinamente garantizada, por haber sido divi-namente revelada de manera sistemtica.En esta tarea, no olvidar las lecciones valiosas de la experiencia tanto histrica como personal, ni des-cuidar tampoco las herramientas del intelecto, las emo-ciones y los impulsos bsicos de la naturaleza humana, pero por encima de todo esto y sirviendo de norma su-prema se halla la luz de Dios.9. Sobre el testimonio del Espritu y la Palabra, as como sobre la relacin entre Iglesia, Palabra y Espritu, remitimos al lector a las lecciones 46.a-54.a.El telogo evanglico no puede tampoco olvidar que, despus de colocar el fundamento (Efesios 2:20) constitu-yendo a los apstoles, el Seor constituy a otros profe-tas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin del cuerpo de Cristo (Efesios 4:11, 12). As, tiene el deber de estudiar cuanto aprendieron de la Escritura --con sus particulares percepciones las gene-raciones de santos, eruditos y mrtires que le precedieron. Es aqu donde descubrimos el inmenso valor de la tradicin eclesial, no como una autoridad yuxtapuesta a la de la Escritura y hacindole sombra, sino como una explicitacin de esta misma Escritura."Por otra parte, el telogo evanglico no medita ni escri-be como creyente aislado, sino en medio del pueblo de' Dios, a partir de la misma fe y la misma comunin de las Iglesias fieles al Seor y a su Palabra. El es tambin tes-tigo en medio de la comunidad que confiesa su fe y dentrot de la fortaleza que recibe de la fraternal comunin de la Iglesia. Sin embargo, su lealtad suprema, su fidelidad l-tima, es para la Palabra de Dios; slo la Escritura es norma, ella sola constituye la regla de la fe y la conducta del telogo y, por consiguiente, la regla de su labor re-flexiva.La Teologa para nosotros no puede ser otra cosa que explicitacin de la Palabra revelada y vivencia de esta misma Palabra. Es una tarea bblica la nuestra. As, nos vinculamos a la gran doctrina reformada de la Sola Scrip-tura, y an ms; seguimos en la lnea de los apstoles y del Seor mismo cuando zanjaba toda cuestin con la frase contundente: Est escrito! Esto bastaba para El. Y es suficiente para nosotros.10. Para un examen ms extenso de este punto, vase J. Grau, El fundamento apostlico, cap. VIII, La Iglesia posapostlica, Edi-ciones Evanglicas Europeas, Barcelona, 1967.4243Es as, porque como escribi A. H. Strong: Sostenemos que es posible conocer a Dios solamente en la medida en que El se revela y en la medida, tambin, en que nuestras mentes y nuestros corazones son receptivos a esta revelacin.POSIBILIDAD Y LIMITES DE LA TEOLOGIA (1)LECCION 6.CUESTIONARIO:1. De qu sistema filosfico es tributaria la Teologa neo-ortodoxa? 2. Cul es la caracterstica fundamental de la Teologa evanglica? 3. Qu valor tiene la tradicin eclesial para la reflexin teolgica? 4. Debe la Teologa aislarse de las preocupaciones del pueblo de Dios y encerrarse en su torre de marfil? A quin conceder mayor. crdito tocante a las cosas de Dios que a Dios mismo?, exclamaba Ambrosio de Miln.1) Las posibilidades del conocimiento teolgicoEl conocimiento teolgico es posible porque Dios ha hablado (Hebreos 1:1 y ss.) y ha obrado en la historia de los hombres.El conocimiento teolgico es posible porque el hombre ha sido creado de tal manera que puede conocer verdaderamente, aunque no completamente.Strong afirma que la posibilidad de la Teologa se apoya en una triple base:1)En la existencia de Dios quien tiene relaciones con el universo,En la capacidad de la mente humana para conocer a Dios y ciertas de estas relaciones,En la provisin que Dios mismo ha hecho para establecer contacto con nosotros, es decir, su auto-revelacin.Cualquier ciencia es posible aade Strong cuando se ) dan estas tres condiciones, es decir: la existencia del ob!..jeto con el que trata la ciencia dada; la capacidad del in4445telecto humano para conocer el objeto y la provisin de1.,.)medios definidos y aptos por medio de los cuales el objeto ,entra en contacto con la mente. Si el hombre ha sido capaz de aprehender ciertas verdades, aunque sea de manera imperfecta y parcial, ayudado solamente por sus propias capacidades cognoscitivas, cmo no ser posible que este mismo hombre capte algo del Dios que ha hablado, ha obrado y ha dejado su Revelacin registrada en un libro? Y no ser ello tanto ms posible cuanto que esta misma Revelacin ensea que Dios viene en ayuda de quien establece contacto con ella?Dios y Revelacin escribi el Prof. James Orr son ideas correlativas. Es imposible concebir a Dios creando al hombre con capacidad para conocerle y que luego no se le revele. De ah el absurdo del Desmo, la peregrina idea de los ilustrados del siglo xviii que concibieron a Dios como un relojero que luego de haber fabricado su mquina la pone en movimiento y no se acuerda ms de ella.2) Los mtodos del conocimiento teolgicopnia~Leslia, la Teologa fue considerada como la reina de las ciencias. Para un cristiano, la Teologa con base bblica constituye, sin lugar a dudas, la mxima fuente de conocimiento que debe iluminar todas las dems. No queremos decir con ello que la Teologa ha de controlar las dems ramas del saber, ya que no ofrece materiales para estas esferas, pero s queremos afirmar con ello que las presuposiciones bsicas del saber humano se hallan nicamente formuladas en la ciencia que se ocupa de Dios y de las relaciones de Dios con el universo, ciencia que se nutre de la propia Revelacin de Dios,11 de ah su nombre: Teologa.11. Cf. cap. Catolicidad de la Reforma, por P. Courthial, en la obra Actualidad y catolicidad de la Reforma, por varios autores. Ediciones Evanglicas Europeas, Barcelona, 1967. La segunda edicin de dicha obra, prxima a aparecer (revisada y aumentada) llevar el ttulo de Protestantismo y Cultura.46P i_olelencia_entendennala observacin de ciertos hechos y el arreglo de los mismos en un sistema ordenado. La ciencia es siempre conocimiento sistematizado. Dos mtodos principales ayudan en la tarea cientfica: el deductivo y el inductivo. .r" a) El mtodo deductivo a priori que va de la causa al efecto. A partir de una regla general, admitida por 1 todos, procede a su aplicacin particular.ib) El mtodo inductivo a posteriori que va delefecto a la causa. A partir de lo particular alcanza lo general. Exige una gran labor de investigacin y comprobacin. Las ciencias fsicas dependen mayormente de la induccin; algunos cientficos pretenden que es el nico mtodo vlido. Pero tal afirmacin es arbitraria porque cada ciencia tiene sus propios mtodos. El Prof. Kevan afirmaba que la Teologa tiene su propio mtodo y no tiene \que ser inductiva siempre. La deduccin no es menos cientfica que la induccin.Aplicados a la Teologa estos mtodos, operan de la siguiente manera:C I) El mtodo inductivo es mayormente apto para la ,./L, ) Teologa Bblica. Despus de examinar una gran cantidad ,' ) de ejemplos de la ira de Dios en contra del pecado, llega' mos a la conclusin de que Dios odia el pecado. Se trata,.._de hechos descubiertos por mtodos histrico-crticos.- II) El mtodo deductivo conviene mayormente a la Teologa Sistemtica. Por este sistema se llega a muchas proposiciones. Y de estas proposiciones se infieren los hechos. Por ejemplo, sabemos que Dios recibe a los pecadores arrepentidos (principio general), por consiguienteL.debo sacar la conclusin de que me recibir a m si acudo 'como pecador arrepentido (resultado particular).Cuando el conocimiento ha sido sistematizado, tiene dos formas de expresin:a) Descriptivo, como la exposicin de las leyes de la naturaleza.47b) Normativo, que es el que mejor conviene a la Teo-loga, pues tiene que ver con grandes principios, y normas; se trata de valores espirituales, de realidades eternas que deben imponerse con autoridad a nuestra conciencia si he-mos de ser entendidos en el conocimiento y en la voluntad de Dios. Este procedimiento es deductivo, pues deducimos de la norma general lo que debe ser cada caso particular.Los resultados, sin embargo, no son nunca absolutos o exhaustivos. La Revelacin de Dios es como un pozo sin fondo en el que todos los siglos y todas las generaciones irn a beber sin que se agote jams.Esto nos conduce al tema que ser objeto de la leccin siguiente.CUESTIONARIO:1. Qu triple base presenta Strong para indicar la posi-bilidad del conocimiento teolgico? 2. Indique los varios mtodos del conocimiento teolgico. 3. Para qu sec-cin del trabajo teolgico es ms idneo el mtodo induc-tivo? 4. Y el deductivo? LECCION 7.aPOSIBILIDAD Y LINIITES DE LA TEOLOGIA (2)3) Los lmites del conocimiento teolgicoEl sabio y piadoso obispo anglicano del siglo pasado, Westcott, deca que la Teologa era una aproximacin progresiva y parcial, de la expresin intelectual de la verdad manifestada a los hombres. La expresin inte-lectual de la verdad es la meta de la investigacin teol-gica, pero ahora slo conocemos en parte en espera del da cuando conoceremos como somos conocidos por Dios (1.a Cor. 13:12).Al enumerar los lmites que condicionan nuestro cono- cimiento teolgico, el Prof. Kevan menciona los siguientes:1. La finitud del entendimiento humano (Job 11:7; Romanos l 1: 33).No podemos saberlo todo.1. El estado imperfecto de las otras ciencias, tanto naturales como metafsicas (filosofa) o morales. Traemos a nuestra preocupacin teolgica proble-mas que estn ms all de nuestra capacidad de comprensin y de investigacin, tal es el estado imperfecto de las ciencias humanas. Por ejemplo, el problema de la libertad del hombre. Lo inadecuado del lenguaje humano. Por ejemplo, la expresin Personas para hacer referencia a las tres Personas de la Trinidad.48494. Lo incompleto de nuestro conocimiento de las Es-crituras. El silencio de la Revelacin bblica sobre ciertos temas, como por ejemplo el del origen del mal (Deu-teronomio 29:29). La falta de discernimiento espiritual.Es imposible alcanzar el conocimiento de Dios solamen-te por medio del intelecto; para saber de las cosas divinas, el corazn debe acompaar a la inteligencia Las cosas(}' humanas deca Pascal hay que conocerlas primero para poder amarlas despus; pero las cosas divinas deben ser primero amadas para luego ser conocidas. Es obvio que nuestra capacidad de amar es tan imperfecta como la de conocer y como sta se trata de una actividad progresiva para alcanzar objetivos parciales.La Teologa, pues, nos hace modestos. Nos invita a la humildad.Adems, vale tanto para el telogo como para el simplecreyente, el dicho de Jess: El que quiera hacer la voluntad de mi Padre, conocer si la doctrina es de Dios(Juan 7:17), que establece una indisoluble conexin entre el estado de nuestra voluntad y las posibilidades de nues-tro conocimiento. La aprehensin de las realidades divinas, es slo posible mediante un dinamismo que compromete a la totalidad del ser humano. Diramos que hemos de conocer a Dios aunque sea imperfecta y parcialmentecon la totalidad de nuestras facultades, o no lo conocere-mos de ninguna manera. Tambin Pablo nos advierte que para conocer la buena voluntad de Dios, agradable y per-fecta hemos de ser transformados por la renovacin de nuestro entendimiento (Romanos 12:1, 2). Y lo dice a creyentes.Conocemos la verdad afirma Strong en la misma proporcin en que estamos dispuestos a hacer la verdad; slo la santidad comprende a la santidad y slo el amor es capaz de entender al amor (Cf. Juan 3:21).50 La fe es, pues, la ms alta cima de conocimiento. Mobi-liza ntegramente todo el ser humano y le da un discerni-miento que no es solamente la visin de los ojos, sino la visin de la mente, de los sentimientos y de la voluntad. Son muchos los telogos que han definido la fe como la ac-cin conjunta de la inteligencia y la voluntad.12 Por la fe conocemos (Hebreos 11:3). Tambin el corazn entendido por los hebreos como expresin para hacer referencia al ncleo personal, ms ntimo de nuestro ser, que incluye la sensibilidad moral y espiritual y la voluntad es rgano de conocimiento (Mateo 5:8). Dios tiene que ser experimen-tado, probado (Salmo 34:8).4) Los lmites de nuestra Teologa no implican la imposibi-lidad de la misma- El hecho de que slo conozcamos en parte no significa que sea imposible conocer verdaderamente algo de Dios y a Dios mismo.Ritschl sostena que la teologa tena que ser un lla-mamiento al corazn con exclusin de la cabeza, fiducia sin notitia. Pero la fiducia, en su sentido cristiano, bblico, incluye a la notitia, de lo contrario es algo ciego e irracio-nal. Despus de Ritschl ha sido el existencialismo, y hoyda la llamada filosofa lingstica, los que ponen en duda la posibilidad de tener un mensaje explcito de parte de Dios, un mensaje vocalizado y expresado por medio de proposiciones inteligibles universalmente.lsTodas estas corrientes de pensamiento intentan decir lo que el hombre de la calle, en su ignorancia, afirma de la fe: es una cosa ciega, como el amor.... La fe como salto en el vaco, como la apuesta de los filsofos existencialis-tas, el riesgo, la aventura, etc.12.Cf. Strong, Systematic Theology, p. 4.12.Para una crtica de estas corrientes, vase Dios est ah, por Francis A. Schaeffer, Ediciones Evanglicas Europeas, Barce-lona, 1972.51No negamos que haya elementos de aventura y de riesgo en la fe cristiana. Pero lo que es del todo inadmisible, desde el punto de vista bblico, es la afirmacin de que la fe sea ciega. La fe, bblicamente entendida, tiene los ojos muy abiertos.- La fe es, bsicamente, una respuesta a la Revelacin( divina. Si no es respuesta es supersticin. Mas para que\ haya una respuesta debe haber habido una previa interpelacin inteligible. Y esto es lo que ofrece la Revelacin bblica." De ah nuestra afirmacin de que la fe es la ms alta cima de conocimiento, no por ella misma sino por la realidad divina que la provoca, y la alimenta dndole conCUESTIONARIO:I. Cules son, a su entender, los lmites del conocimiento teolgico? 2. En qu sentido nos hace humildes la Teologa? 3. Qu consecuencias tiene Juan 7:17 para nuestro estudio de la verdad divina? 4. El hecho de conocer solamente en parte, significa que no poseemos un conocimiento verdadero de Dios?14. Cf. Special Divine Revelation as Rational, por Gordon H. Clark, y tambin Special Revelation as Scriptural, por Ned B. Stonehouse, en Revelation and the Bible, edit. por Carl F. H. Henry, Baker Book House, Grand Rapids, 1958.LECCION 8.nLOS GRANDES TEMAS DE LA TEOLOGIA (1)Los grandes temas de la Teologa no son otros que los grandes temas de la Revelacin bblica.1) Los grandes temas de la Teologa bblicaEl tema central es la cruz de Cristo punto focal de toda Teologa y a partir de ella fluyen todas las dems realidades divinas. Como lo expres Lutero: La Teologa de la cruz es la Teologa de la luz.El mensaje central de la Biblia escribe F. F. Bruce 15- es el Pacto de Dios con los hombres. A partir de este concepto del Pacto hallamos el hilo conductor de toda la historia de la salvacin, la cual toma en ambos Testamentos tres aspectos fundamentales, segn el autor citado:1)El Dador de la salvacin,El camino de la salvacin,Los herederos de la salvacin.Esto mismo podra ser expresado de otra manera, en trminos del Pacto aade F. F. Bruce:1)El Mediador del Pacto,Las bases del Pacto,El pueblo del Pacto.15. F. F. Bruce, artculo Bible, en el New Bible Dictionary, The IV Press, Londres, 1962.5253Dios mismo es el Salvador de su pueblo; es El quien confirma su Pacto misericordioso. El Mediador del Pacto, el Dador de la salvacin, es Jesucristo, el Hijo de Dios./ El camino de la salvacin, las bases del Pacto, lo consti-tuye la gracia de Dios que demanda de su pueblo una res-puesta de fe y de obediencia. Los herederos de la salvacin, el pueblo del Pacto, son el Israel de Dios, la Iglesia de Dios. El mensaje central de la Escritura, lo que le da su uni-dad bsica y maravillosa, es el fruto de la voluntad sal-vadora del Dios Trino: el Padre que llama a la salvacin a los hombres; el Hijo que efecta dicha salvacin y elC. Espritu Santo que la aplica hacindola fructificar para santificacin (1.a Pedro 1:2).Dios ha dado a conocer este mensaje muchas veces y de muchas maneras (Hebreos 1:1) y la Teologa Bblica si-gue el camino de esta historia y de estos modos diversos- de revelacin para descubrir su mensaje bsico y su conrsistencia interna fundamental. En efecto, la pluralidad de( manifestaciones reveladoras de Dios, no es obstculo paraunidad esencial de sus propsitos en orden a la reve-lacin y a la salvacin de los hombres. La Ley mosai-ca, la liturgia levtica, la piedad del salterio y la sabi-dura de los escritos sapienciales son otros tantos as-pectos que contribuyen, cada uno en su medida, a expresar la historia de la salvacin, el Pacto de Dios con los hom-bres. En todas estas facetas de la mltiple manifestacin de Yahveh, discernimos la misma voluntad salvfica, la misma oferta de gracia, los mismos requisitos (arrepenti-miento, confesin y dependencia de la gracia divina para el perdn) para obtener la salvacin as como las mismas condiciones para tener paz, gozo y vida eterna. Los ins-trumentos pueden variar y varan de un Testamento al otro pero la finalidad salvadora de Dos no cambia jams. El es siempre el mismo, tanto en su carcter como en sus propsitos redentores.La Teologa Bblica se ocupa, por consiguiente, de las54 doctrinas del Pacto, la Ley, el Profetismo, el Reino de Dios, el Evangelio, el apostolado, la Revelacin especial, la Igle-sia, la escatologa, etc., en su mismo devenir histrico 16 y en su mutua concatenacin e inter-relacin progresivas.CUESTIONARIO:1.Cules son los grandes temas de la Teologa Bblica? Qu es lo que le da a la Escritura su unidad bsica? De qu manera la doctrina del Pacto ofrece un elemen-to unificador de la Revelacin bblica?16. Cf. Jos Grau, La Naturaleza del Reino de Dios, ponencia remitida al Segundo encuentro de la Fraternidad Teolgica Latino-americana y editada por Ed. Certeza, Buenos Aires, 1972.Cf. tambin Prof. Allan H. Harman, Notes on Biblical Theology, Free Church College, Edimburgo.Y, sobre todo, Geerhardus Vos, Biblical TheologY, Eerdmans P. Grand Rapids, 1966.55LECCIONLOS GRANDES TEMAS DE LA TEOLOGIA (2)Nosotros opinamos, sin embargo, que el tratado sobre la Revelacin y por ende, sobre la inspiracin y la autoridad de las Escrituras debe ser el primer captulo de la Teologa, dado que sta es factible nicamente porque la Revelacin es un hecho. Hemos de empezar, pues, por lo que es el fundamento y la justificacin de la labor teolgica.Si el estudiante consulta la lista de obras que constituyen este Curso de Formacin Teolgica Evanglica se dar cuenta de que en el mismo hemos intentado incluir la temtica fundamental de la Teologa Sistemtica con aportaciones de la Teologa Prctica e Histrica.2) Los grandes temas de la Teologa SistemticardSi consultamos a Strong, nos dir que los grandes temas e la Teologa Sistemtica son los siguientes:1 )1S1/1)La existencia de Dios,-La Escritura como revelacin de Dios, (f', , , La naturaleza de Dios, sus decretos y sus obras, El hombre, desde su semejanza original con Dios y su consiguiente depravacin, r , - y La redencin, por medio de la obra de Cristo 7V por el Espritu Santo t "h-La naturaleza de la Iglesia Cristiana,El final del estado presente de cosas.Louis Berkhof sigue, casi en el mismo orden, igual temario, con la omisin sorprendente para nosotros y que no resta mrito al valor de su obra pero que s la hace incompleta de la Biblia como Revelacin inspirada del Seor. Unicamente trata de la Biblia como medio de gracia en la seccin dedicada a los sacramentos.'7 Strong es mucho ms completo aqu y tambin la excelente obra de Charles Hodge.17. Louis Berkhof, Teologa sistemtica, T.E.I.L., Grand Rapids, 1970. Parte Quinta, Los Medios de Gracia, I, II y III.56 3) Los grandes temas de la Teologa HistricaJames Orr, en su obra The Progress of Dogma, estableci una relacin entre la lgica y el desarrollo que sigui la Teologa a partir de la poca postapostlica. Es decir, al considerar la marcha de la reflexin teolgica nos percatamos de que ha seguido lgicamente el camino que caba esperar para profundizar en las grandes verdades de la Revelacin divina, haciendo frente, al mismo tiempo, a los errores que se le oponan.SigloII -Apologtica, para armonizar lasexigencias del conocimiento intelectual con el Evangelio.Siglos III - IV Disputas teolgicas sobre la naturaleza de Dios. Monarquismo (sobre el Padre), arrianismo (sobre el Hijo) y macedonianismo (sobre el Espritu Santo).SigloV - Controversiasantropolgicas:Agustn contra Pelagio.SiglosV - VII Controversias cristolgicas: apolinarismo, nestorianismo, eutiquianos, monofisitismo.57Siglos XI - XVI Controversias soteriolgicas. La doctrina de la expiacin. Ansel-mo escribe su Cur Deus Homo?Siglo XVI - Controversia soteriolgica: la aplicacin de la salvacin. La jus-tificacin por la fe.Controversia eclesiolgica: la au-toridad de la Escritura norma para la Iglesia.Siglos XVII - XX Controversias con el racionalis-mo, el romanticismo y el existen-cialismo: la autoridad divina y los fundamentos de la fe.Controversia escatolgica dentro del seno de la Cristiandad Evan-glica: amilenialismo, premilenia-lismo, y postmilenialismo. Contro-versia dispensacionalista.Teologa de la Iglesia.Teologa de las realidades secu-lares.CUESTIONARIO:1. Cules son los grandes temas de la Teologa Sistem-tica? 2. Por qu el tratado sobre la Revelacin debe ser el primer captulo de la Teologa? 3. Cules han si-do los grandes temas de la Teologa Histrica en el curso de los siglos? LECCION 10.3LOS GRANDES TEOLOGOS1. Los grandes telogos de la IglesiaLas disputas cuyo bosquejo hemos dado en la leccin anterior, pusieron de manifiesto los grandes dones que Dios fue levantando en medio de su pueblo, a lo largo de los siglos. Estos hombres que Dios concedi a su Iglesia no fueron infalibles, pero s hicieron valiosas aportaciones a la comprensin del rnensaje infalible revelado en las Escrituras. Ciertamente, Dios ha dado a su pueblo pasto-res y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificacin del cuerpo de Cris-to (Efesios 4:11, 12).A) Primer perodo1 Oriente:* Orgenes, el primer telogo sistemtico (De Principlis). Ario 218. Excesivamente condicio-nado por la cultura secular de su tiempo.Atanasio, el gran defensor de la plena divini-dad de Jesucristo (De Incarnatione). El conci-lio de Nicea.* * * Juan Damasceno escribi la primera obra de Teologa Sistemtica (Sumario de la Fe Orto-doxa). Arios 700 - 760.2 Occidente:5859* Agustn, uno de los telogos ms inquietos, que vers sobre la doctrina de Dios (De Trinitate), sobre la gracia (De Correptione et gratia) y sobre la antropologa bblica en oposicin a Pelagio (De Gratia et Libero Arbitrio). Aos 400450.B)La Edad Media (1100 - 1300)Epoca del escolasticismo. La Teologa qued cada vez ms condicionada a los gustos filosficos de la poca y a la autoridad de la jerarqua romana. Hubo, no obstante, grandes aportaciones teolgicas:* Anselmo, sobre la doctrina de la expiacin(Cur Deus Horno?) Aos 1033-1109.** Pedro Lombardo escribi cuatro libros de sentencias teolgicas que llegaron a ser el libro de texto de la Iglesia romana. Ao 1164.*** Toms de Aquino, el prncipe de la teologa escolstica (Summa Theologica) cuyo pensamiento es todava oficial en la Iglesia romana. Aos 1221 - 1274.Juan Duns Scoto fue el oponente de Aquino en muchos aspectos. De ah surgi la polmica entre tomistas y escotistas. El escolasticismo tenda cada vez ms a exaltar la razn y las posibilidades de probar verdades divinas por mtodos simplemente racionales. Aos 12651308.C)La Reforma (siglo xvi)Fue la poca de los Credos y Confesiones de Fe enlos que las Iglesias de la Reforma expusieron susdoctrinas en contraposicin a la enseanza de Roma.* Lutero, expulsado de la Iglesia romana porpredicar la superioridad de la Biblia sobre laIglesia y por ensear la salvacin por la solafe (De Servo Arbitrio). Aos 1485 - 1546.** Melanchton escribi un manual de dogmtica60para exponer la fe de la Reforma en sus primeros aos (Loci Communes). Aos 1497-1560.*** Zwinglio (Sobre la verdadera y la falsa Religin) discerni mejor que Lutero la doctrina de los sacramentos y la aplicacin social de los grandes principios reformados. Aos 1484 - 1531.*** Calvino fue el ms grande telogo de la Reforma, as como uno de los ms excelentes comentaristas bblicos que ha tenido la Iglesia de todos los tiempos (Institucin de la Religin Cristiana, Comentarios a casi la totalidad de los libros de la Biblia). Aos 15091564.B)Perodo Moderno (desde el siglo xviii hasta hoy) Como ya dijimos en la leccin anterior, la Iglesia ha tenido que hacer frente durante este perodo al racionalismo, al romanticismo que exalt los sentimientos y al existencialismo que vindic lo subjetivo por encima de toda objetividad, amn de todas las mezclas que estos sistemas han producido. Los telogos ms destacados durante estos siglos no desmerecen en nada de cuantos les precedieron, pero han tenido que enfrentarse con una nueva, trgica y paradjica situacin: la incredulidad ha asaltado las ctedras de muchas universidades y seminarios y ha pretendido hacer pasar por Teologa lo que no es ms que filosofa.2. La Teologa evanglica modernaEl pensamiento reformado, evanglico, ha dado vigorosas y profundas aportaciones que sera prolijo enumeraraqu. Lo que sigue no es ms que un aproximado bosquejodel pensamiento teolgico evanglico en los ltimos siglos.En el siglo xviii destaca Jonathan Edwards (1703-1758)quien no slo brill como pensador y telogo sino como61evangelista, produciendo un gran avivamiento espiritual en Amrica. En l tenemos al evangiTaiTe~soado por muchos.En el campo de la exgesis, debemos mencionar el lla-mado tro de Cambridge: B. F. Wescott (1825-1901), J. B. Lightfoot (1828-1889) y F. J. A. Hort (1828-1892). Los tres ganaron fama por la publicacin del mejor texto grie-go del Nuevo Testamento de su tiempo; tambin por los excelentes comentarios bblicos que publicaron y por sus glosas a los escritos postapostlicos, de tal manera que no slo vindicaron la autenticidad y la veracidad del Nuevo Testamento (tan mal parado en manos de los crticos de Tubinga) sino que han venido a ser clsicos en sus espe-cialidades. Eminente telogo fue tambin James Orr.En Alemania, adquieren relieve las figuras de E . Vw' Hengstenberg (1802-1869) y Theodor Zahn (1838-1933) en el campo de la Teolo a Bblica, siendo el primero especialis-ta del Antiguo estamento y el segundo del Nuevo.En Estados Unidos, la aportacin de la llamada Escue-la de Princeton es sobresaliente por el nmero de eruditos b' li que da a la Iglesia. El Seminario de PrincTori,--en e siglo pasado y a comienzos del presente, era un verda-dero laboratorio de saber bblico-teolgico y un santuario de piedad al mismo tiempo. Fue el hogar de telogos de la talla de Charles Hodge (1797-1878) y B. B. Warfield (1851- 1921). Profesores de Princeton fueron tambin: G. Vos, Ned Stonehouse, J. G. Machen. Prominente entre los telo-gos americanos es H. A. Strong.En Holanda fueron figuras seeras a comienzos del siglo Abraham Kuyper telogo y hombre de Estado y H. Bavink. En la actualidad, destacan Berkouwer y Doo-yewerd. La serie monumental de los Estudios de Teolqga Dogn____Vut.ca de Berkouwer slo tiene parangn, eriTaesti: ma de muchos, con la Dogmtica de Karl Barth y cons-tituyen el proyecto teolgico de ms envergadura de nues-tra poca.A los ya citados, hay que aadir los telogos Bernard62Ramm, Carl H. F. Henry, James I. Packer, Klaas Runia, Harold Kuhn y Henry Blocker, entre otros. Sus nombres no aparecen en la prensa como los de Bultmann, Tillich o Robinson, porque no son dados al escndalo intelectual ni a la inconsecuencia, sino a la fiel exposicin de la Pa-labra de Dios.CUESTIONARIO:1. Quines fueron los telogos ms prominentes de Oriente en el primer perodo de la historia de la Iglesia? 2. Se-ale la aportacin de Agustn. 3. Quines fueron los te-logos ms destacados durante la Edad Media? 4. Qu doctrinas ocuparon ms la atencin de los telogos en la poca de la Reforma? 5. Mencione algunos de los te-logos ms prominentes del perodo moderno.B1BLIOGRAFIAA. Hopkins Strong, Systematic Theology, Pickering & In-glis, Ltd., Londres, 1958.Charles Hodge, Systematic Theology, James Clarke & Co., Ltd., Londres, 1960.Luis Berkhof, Teologa Sistemtica, T.E.L.L., Grand Ra-pids, 1970.G. C. Berkouwer, Studies in Dogmatics, varios volmenes, Eerdmans, Grand Rapids, 1964.J. Calvino, Institucin de la Religin Cristiana, FundacinEditorial de Literatura Reformada, Pases Bajos, 1968. Geerhardus Vos, Biblical Theology (Old and New Testaments), Eerdmans, Grand Rapids, 1948.Thomas D. Bernard, El desarrollo doctrinal en el Nuevo Testamento, La Fuente, Mxico, 1961.63Erich Sauer, La aurora de la redencin del mundo (dispensacional), Lit. Bblica, Madrid, 1967.Erich Sauer, El triunfo del Crucificado (dispensacional), La Fuente, Mxico, 1959.Contemporary Evangelical Thought, varios autores; editado por Carl F. H. Henry, Channel Press, New York, 1957.Carl F. H. Henry, Frontiers in modern Theology, Moody Press, Chicago, 1965.Carl F. H. Henry, Evangelicals at the Brink of Crisis, Word Books, Waco Texas, 1967.Bernard Ramm, A Handbook of contemporary Theology, Eerdmans, Grand Rapids, 1966.Karl Barth, Introducci a la Teologa Evanglica, Edicions 62, Barcelona, 1966 (existe edicin castellana).Karl Barth, Bosquejo de Dogmtica, Ed. La Aurora, Buenos Aires, 1954.M. Gutirrez Marn, Dios ha hablado (El pensamiento dialctico de Kierkegaard, Brunner y Barth), Ed. La Aurora, Buenos Aires, 1950.Roger Mehl, La Teologa Protestante (Un punto de vista neo-liberal), Ed. Taurus, Madrid, 1969.Antologa de telogos contemporneos, por varios autores (la mayora no evanglicos), Ed. Kairs, Barcelona, 1969.Edward Schillebeeckx, Revelacin y Teologa (catlico), Ediciones Sgueme, Salamanca, 1968.Rudolf Schnackenburg, La Teologa del Nuevo Testamento (catlico), Descle de Brouwer, Bilbao, 1966. Segunda parteLA REVELACION GENERALXI.LA REVELACION GENERAL (1)LA REVELACION GENERAL (2)LA REVELACION GENERAL (3)LA REVELACION GENERAL (4)LA REVELACION GENERAL (5)XI.REVELACION GENERAL Y TEOLOGIA NATURAL (1)REVELACION GENERAL Y TEOLOGIA NATURAL (2)REVELACION GENERAL Y TEOLOGIA NATURAL (3)XI.LAS RESPUESTAS DEL HOMBRE A LA REVELACION GENERAL: LAS GRANDES RELIGIONES. EL BRAHMANISMOLAS GRANDES RELIGIONES: EL BUDISMOXI.LAS GRANDES RELIGIONES: EL CONFUCIANISMOLAS GRANDES RELIGIONES: EL TAOISMOLAS GRANDES RELIGIONES: EL MAZDEISMO (Zoroastro)LAS GRANDES RELIGIONES: EL ISLAMISMO (Mahoma)XI.REVELACION Y RELIGION (1): LA SINGULARIDAD DE LA REVELACION BIBLICA Y DE LA PERSONA Y LA OBRA DE CRISTOXI.REVELACION Y RELIGION (2): LA IMPOSIBILIDAD DEL SINCRETISMONO HAY OTRO NOMBRE (1)NO HAY OTRO NOMBRE (2)Bibliografa64LECCION 11.aLA REVELACION GENE1RAL (1)Dios ha hablado. Y es a partir de esta Palabra divina que nos sentimos interpelados por Dios. La Biblia como comprobamos a lo largo de todo este libro no es, pues, el resultado de los descubrimientos que acerca de Dios pudieran haber hecho algunos hombres excepcionalmente piadosos y naturalmente dotados para el misticismo, sino el relato de un proceso de auto-revelacin que Dios ha que-rido hacer llegar hasta nosotros para nuestra iluminacin y nuestra salvacin.Si Dios mismo no se hubiera dado a conocer, el hombre no habra llegado nunca, por s mismo, a tener un claro y correcto conocimiento de Dios.Esto no supone, sin embargo, que el hombre no sea capaz de intuir, de alguna manera, la existencia de un Ser Su-premo, mayormente como Creador. Todas las religiones y, hasta cierto punto, la historia de la filosofa son un testimonio del talante religioso del ser humano, si bien, al propio tiempo, estas mismas varias y contradictorias ideas religiosas, as como las mltiples y opuestas escue-las filosficas, muestran la impotencia humana para llegar a un claro y correcto conocimiento de Dios.Hemos de repetir, no obstante, que el hecho de que el hombre no sea capaz de un exacto conocimiento de Dios, a menos que la Divinidad misma se le haga manifiesta67Jmediante una Revelacin especial que los cristianos creemos se halla en la Biblia, no significa que sea totalmente incapaz de alcanzar lo que Calvino llam un cierto sentimiento de la divinidad, el cual se le impone al considerar las maravillas de la creacin y al que denominamos Revelacin general.1. Qu es la Revelacin general?Entendemos por tal la que nos es dada en la contemplacin de los fenmenos de la naturaleza y el estudio de las leyes que la rigen, en la constitucin y operacin de la mente y el cuerpo humanos, y en los hechos de la historia colectiva y la experiencia personal (Salmo 8:2; 19:1-2; Romanos 1:19-20; 2:14, 15; Hechos 17:27).La revelacin general es universal, pues est abierta delante de todos los hombres para su estudio y reflexin, y as ha permanecido desde siempre en todas las pocas. Calvino lo expres de esta manera: Dios ha inscrito en cada una de sus obras ciertas notas y seales de su gloria tan claras y tan excelsas, que ninguno por ignorante y rudo que sea, puede pretender ignorancia, con lo que se hace intrprete de las palabras de Pablo en Romanos 1:19, 20: Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifest. Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creacin del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.A) Es suficiente la Revelacin general?En esta clase de revelacin no hay mensaje de salvacin, ni invitacin a la comunin personal con Dios. A lo sumo se llega a admitir la existencia de Dios y, acaso, ciertas seales de su Providencia, pero nada se sabe de su justicia, su amor, su carcter y sus propsitos en relacin con la Creacin y sus criaturas que somos nosotros. Por la Revelacin General podemos llegar a conocer que hay68un Dios, pero seguimos ignorando quin es y lo que es para nosotros. La Divinidad permanece alejada y Dios sigue siendo para la mayora el Gran Desconocido (Hechos 17: 23).Por otra parte, ni la razn ni la intuicin por s solas al contemplar las obras de la creacin, al estudiar la constitucin del ser humano y al meditar en la Providencia pueden alcanzar el conocimiento de ciertas cuestiones vitales que no hallamos explcitas ni en la naturaleza ni en la historia: De dnde vengo? A dnde voy? Cul es el sentido de mi vida? Cul es el significado de la historia de la humanidad? Para estas y otras semejantes preguntas, la Revelacin General no tiene respuesta y su problemtica escapa a las capacidades humanas de investigacin y conocimiento.Todo ello nos lleva a formular una pregunta importante: Hasta qu punto es capaz el hombre, en su estado actual, de conocer a Dios?B) La maleabilidad de la Revelacin GeneralYa hemos citado a Calvino quien afirmaba que los hombres tienen un cierto sentimiento de la divinidad en s mismos, aadiendo: y esto por instinto natural. Porque, a fin de que nadie se excusase so pretexto de ignorancia, el mismo Dios imprimi en todos un cierto conocimiento de su divinidad, cuyo recuerdo renueva. Y tambin, ms adelante: Est esculpido en el alma de cada hombre un sentimiento de la divinidad, el cual de ningn modo se puede destruir; y que naturalmente est arraigada en todos esta conviccin: que hay un Dios.En otro lugar, consideraremos con ms detenimiento el problema filosfico-teolgico de la cognoscibilidad de Dios. Baste decir aqu que, si por un lado es verdad que ciertas personas parecen poseer algo as como una idea innata de la divinidad y que an en otras es dable observar algn sentimiento religioso si bien vago y confuso, por otro lado no es menos verdad que la Revelacin General ha dejado69de tener poder sobre muchos hombres. Hoy ms que nun-ca asistimos al espectculo de una indiferencia religiosa creciente. Hay ms, el hombre rechaza deliberadamente, en muchos casos, todo testimonio que pudiera venirle de parte de la Revelacin General. En otros crculos ma-yormente de telogos universalistas se valora terica-mente esta Revelacin General a expensas de la Revela-cin Especial, lo cual resulta mucho peor ya que en el fon-do es una perversin de la doble manifestacin reveladora de Dios, tal cual Pablo la describe en Romanos 1:21-32.En nuestra poca, suele perderse la nocin, o el re-cuerdo, de Dios por causa de la indiferencia a que hemos aludido, unida a una gran ignorancia religiosa, de tal modo que al vrnoslas con los avatares de la existencia no acertamos a discernir la mano de Dios en ninguna parte. Viene luego la propaganda atea, o el impacto de ideologas a la moda que casi siempre se construyen de espaldas a Dios. Fuere como fuere, cada poca ha tenido su peculiar manera de malear la Revelacin General. En el siglo xvi se escriba: As como la experiencia muestra que hay una semilla de la religin plantada en todos por una secreta inspiracin de Dios, as tambin, por otra parte, con gran dificultad se hallar uno entre ciento que la conserve en su corazn para hacerla fructificar; pero no se hallar ni uno slo en quien madure y llegue a sazn y a la per-feccin. Porque sea que unos se desvanezcan en sus su-persticiones, o que otros a sabiendas maliciosamente se aparten de Dios, todos degeneran y se alejan del verda-dero conocimiento de Dios (Calvino).CUESTIONARIO:1. Podemos alcanzar un claro y correcto conocimiento de Dios si Dios mismo no se da a conocer? 2. Defina /a Revelacin General. 3. Es suficiente la Revelacin General? 4. Por qu cree usted que la Revelacin Ge-neral ha dejado de tener poder sobre muchos hombres en nuestros das? 5. Explique la maleabilidad de la Reve-lacin General.70 LECCION 12.aLA FtEVELACION GENERAL (2)2. Cmo pervierte el hombre la Revelacin General?7" Por qu pervierte el hombre el testimonio de la Revela-' cin General? Por causa del pecado. Los problemas que el hombre se plantea en cualquier esfera que sea no giran alrededor de su intelecto nicamente, sino que ata-en igualmente al estado de su corazn y de su voluntad. El hombre no es nunca inteligencia pura y sus facultades cognoscitivas estn condicionadas por lo que es en su totalidad como persona compuesta de sentimientos tanto como de pensamientos. Ahora bien, la Biblia presenta al hombre total en su mente, corazn y voluntad, y en su espritu tanto como en su cuerpo como un ser cado, pe-cador, y como tal pervierte el testimonio de la Revelacin General. De qu manera?A) El pecado pervierte nuestro entendimiento tanto como nuestros sentimientos y nuestra voluntad, y as malea y convierte en ineficaz el testimonio de la Revela