Foto 1. Arado de vertedera articulado de ocho cuerpos reversible.

MECANIZACIÓN LABOREO

Criterios prácticos de uso de los aperos para una mayor eficiencia en productividad y costes

Innovaciones enlaboreo de conservaciónLa consolidación de la agricultura de conservacióncomo alternativa a la agricultura convencional hapropiciado un gran desarrollo durante los últimosaños de maquinaria específica ligada, principalmen-te, a las necesidades de laboreo, preparación del

suelo y siembra. Pero, ¿que entendemos por agricul-tura de conservación? Bajo este paraguas se encua-dran diferentes técnicas y labores que, en muchoscasos, no están suficientemente diferenciadas y pro-ducen interpretaciones erróneas.

F. J. García Ramos, A. Bone Garasa.Escuela Politécnica Superior de Huesca

E

s bastante frecuente el error de iden-tificar exclusivamente el laboreo deconservación con la siembra directa.Citaremos la definición que la FAO

hace del término agricultura de conserva-ción: (serie de técnicas que tienen como ob-jetivo fundamental conservar, mejorar y ha-cer un uso más eficiente de los recursos na-turales, mediante un manejo integrado delsuelo, el agua, los agentes biológicos y losinputs externos».

Sistemas de laboreo

Actualmente podemos realizar una cla-sificación de los sistemas de laboreo en dosgrandes grupos: laboreo convencional y la-boreo de conservación. A su vez, el laboreode conservación se divide en dos subgru-pos: mínimo laboreo y no laboreo (siembradirecta). Cada sistema de laboreo se definepor la realización de unas prácticas cultura-les específicas y por tanto se exige la elec-ción de la maquinaria agrícola adecuada.Podemos entender como laboreo de conser-vación (ligado a la agricultura de conserva-ción) aquellos sistemas en los cuales los re-siduos, tras la siembra, cubren al menos el30% de la superficie del suelo. Esa cobertu-

ra protege el suelo de la acción erosiva de lalluvia y el viento a la vez que reduce la eva-poración del agua del suelo.

Laboreo convencionalTradicionalmente el laboreo convencional

ha venido ligado a la labor de volteo de la tierracon diferentes arados, aunque últimamente seestá introduciendo el laboreo vertical. En nues-tro país la labor primaria viene siendo realiza-da con el volteo mediante el arado clásico devertedera (foto 1) a 25-30 cm de profundidad.Los residuos son enterrados en un 90%, comomínimo, el suelo se disgrega en agregados dediferente tamaño y se requieren uno o varios

pases de labor complementaria para la prepa-ración del lecho de siembra.

Laboreo mínimoEl laboreo mínimo se caracteriza por una

labor primaria de disgregación del suelo auna profundidad no superior a 20-25 cm.Para ello se utilizan aperos de labranza verti-cal tipo "chísel" (fotos 2 y 3) o cultivador pe-sado, no excluyendo ocasionalmente laboresprofundas (> 40 cm) con equipos descom-pactadores (foto 4 y 5). Posteriormente seefectúan las labores preparatorias del lechode siembra y la propia siembra, con la posibi-lidad de combinar operaciones. Tras la siem-

O VidallURAL (15/Julio/2009)

CUADRO I.Clasificación de los aperos de labranza.

Profundidad de la labor Sistema de laboreo.-

Apero

Muy profunda 140-60 cm) Laboreo convencional / conservación SubsoladorDescompactador

Profunda (20-35 cm) Laboreo convencional VertederaDisco

Laboreo de conservación Cincel (chísel)

Laboreo convencional / conservación Cavadora

Superficial (5-15 cm) Laboreo convencional / conservaciónGiratorioAccionado por la tdf

CultivadorVibrocultivadorRastra de púasGrada de discosRastra de estrellas rotativasRodilloFresadora (rotovátor)Rotocultor de formonesGrada de púas oscilantes

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bra la superficie del terreno que-da cubierta entre el 10% y el 30%de residuos.

Siembra directaEl no laboreo o siembra direc-

ta se caracteriza porque el sueloes alterado únicamente por los

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1_ami,

órganos de apertura de los surcosde siembra. La cobertura vegetal varía, enfunción de la cantidad de residuos y el tipo demáquina sembradora utilizada, entre un 70%para las sembradoras de rejas y un 90% paralas de disco.

Criterios en la elecciónde la maquinaria agrícola

Los aperos agrícolas utilizados en el labo-reo del suelo se pueden clasificar en dosgrandes grupos:

• Aperos para el laboreo primario. Se tra-ta de un laboreo en profundidad, trabajando

Foto 2 (izda.). Apero de labranzavertical tipo chísel.

Foto 3 (derecha). Chísel.

todo el perfil arable del mismo. Como aperotípico se puede citar el arado de vertedera.

• Aperos para el laboreo secundario. Setrata de un laboreo superficial, cuyo objetivofundamental es el acabado del perfil, forman-do el lecho de siembra y la capa de germina-ción. Como apero típico destaca el cultivador(fotos 6 y 7).

El cuadro 1 refleja dicha clasificación es-pecificando el sistema de laboreo en el quese suele utilizar cada apero.

Aperos combinadosEn la actualidad, aprovechando la

elevada potencia de los tractores, setiende a la utilización de aperos combi-nados o equipos multilabor que permi-ten acondicionar el terreno con un nú-mero mínimo de pasadas (foto 8). Seconsigue así reducir los costes de pro-

ducción, aumentar el número de díasdisponibles para la realizaciónde las labores y consecuente-mente trabajar en las condicio-

Lu 4. Subsolador-descompactador.

nes óptimas del suelo, y disminuir la compac-tación del suelo al reducir el número de pasa-das del tractor.

Los aperos combinados están compues-tos por un conjunto de unidades de trabajo,compatibles entre sí y dispuestas en una se-cuencia tal que alteran el suelo de mayor amenor profundidad. Estos aperos se utilizanpara realizar uno o dos pases en la parcela(siendo esta segunda opción la más común).Cuando se realizan dos pases, en el primerose realiza la labor profunda con arado de ver-tedera o chísel, dejando el lapso de tiemponecesario para que actúen los factores natu-rales sobre el terreno. En la segunda pasada,en la preparación del lecho de siembra, sepueden utilizar tanto aperos fijos como accio-nados (foto 9). Los equipos fijos están cons-tituidos básicamente por elementos de vibro-cultivador, alternados con rodillos jaula, desubsuelo y discos en estrella. En el caso deaperos accionados las combinaciones másutilizadas se recogen en el cuadro II.

Dentro de los aperos destinados a las la-bores superficiales merece la pena destacar laaceptación que están adquiriendo las gradasde discos rápidas (foto 11) utilizadas para lathturación y mezcla del rastrojo. Estos aperos

Foto 5 Descompactador.

(15/Julio/2009) Vida RURAL E]

CUADROCombinaciones más utilizadas de aperos accionados para la preparación del lecho de siembra.

Grada alternativa

1Chísel

Grada rotativa (foto 10)

Rodillo Sembradora

1

Rotocultor de púas

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Foto 6. Cultivador con brazos de reja equipado condiscos de estrella y rodillo tipo jaula.

Foto 7 (derecha). Cultivador con brazos flexibles.

se emplean en labores superficiales, entre 3 y12 cm de profundidad y a elevadas velocida-des de trabajo, entre 12 y 15 km/h. Sus an-churas de trabajo se sitúan entre 3 y 6 m.

Criterios prácticos de usoA la hora de utilizar un apero agrícola es

conveniente valorar criterios prácticos de usoque permitirán una mayor eficiencia en pro-ductividad y costes.

En relación con los aperos utilizados en ellaboreo primario o de profundidad, se deben

tener en cuenta una serie de recomendacio-nes prácticas:

• En zonas áridas, con bajos rendimien-tos, es recomendable no realizar laboreo deprofundidad y en caso de ser necesario, utili-zar aperos de labranza vertical tipo chísel.

• Es muy importante que la humedad delsuelo sea la óptima para reducir consumo depotencia (el consumo aumenta en terrenos

Foto 8 (izda.). Equipo multilabor capaz de realizarlaboreo primario, laboreo secundario y siembra en unasola pasada.

Foto 9 (abato). Fresadora o rotovátor con azadascurvadas accionada por la tdf.

secos) y evitar la formación de terrones (pro-blemático con mucha humedad).

• Es recomendable la utilización, en elcaso de arados de volteo, de aperos reversi-bles para permitir la labranza de la parcela deforma continua.

• Utilizar arados de disco frente a aradosde vertedera en el caso de terrenos pedrego-sos y muy abrasivos.

• En aperos de labranza vertical (chísel),optar por brazos rígidos frente a brazos flexiblescuando se busque una mayor profundidad delabor, phncipalmente en terrenos duros.

Considerando las labores superficiales(laboreo secundario) también es convenienterecordar las siguientes consideraciones:

• Utilización adecuada de los rodillos. Lafinalidad de estos aperos es destruir terrones,uniformar la superficie para la siembra y fun-damentalmente, reducir la porosidad, lo quefacilita la humectación de las semillas y la ac-tividad de las raíces. El paso de estos aperosen condiciones húmedas puede provocarcompactaciones en el suelo al degradar laestructura del mismo. Una labor inadecuadade rodillo puede provocar excesivas compac-taciones en las capas profundas, interfiriendoen el normal crecimiento de las raíces.

• No utilizar aperos accionados (moto-cultores, fresadoras) en condiciones de terre-no húmedo ya que forman suela de labor.

• Utilizar trenes de cultivo siempre quesea posible para abaratar costes y reducir lacompactación.

O VidaRURAL (15/Julio/2009)

Foto 11 Grada de discos rapida.

CUADRO III.Consumos de combustible de diferentes itinerarios de laboreo.

Itinerarios de laboreo Consumo de combustible II/ha)

Suelo ligero Suelo fuerte

Laboreo primario profundo + laboreo secundado + siembra 45 75

Laboreo pdmario + tren de siembra 35 55

Laboreo secundario + siembra 20 30

Tren de cultivo que realiza simultáneamente laboreo primario + laboreo secundario + siembra 35 45

Tren de cultivo que realiza simultáneamente laboreo secundario + siembra 12 20

Siembra directa 7 15

Fuente ITGA Navarra

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Rentabilidad económicaA pesar de que no ha sido nombrado has-

ta ahora, el criterio principal que justificará lautilización de uno u otro sistema de laboreoes el criterio económico. En este sentido, lospartidarios del laboreo convencional justifi-can su utilización por un aumento productivoy una mejor lucha contra las malas hierbasque llevaría ligado unos mayores ingresos. Porel contrario, los partidarios del laboreo deconservación, apoyan su elección en una re-ducción de costes, principalmente de consu-mo energético, y un mantenimiento de la pro-ducción a niveles similares al laboreo con-vencional.

Es necesario recordar que, por desgracia,la adopción de recomendaciones generalesextensibles a la mayoría de las explotacionesno es posible en el campo de la agricultura,puesto que cada explotación tiene unos con-

dicionantes que la diferencian del resto y quevienen impuestos por la climatología, el tipode suelos, el tamaño de la explotación, la ge-ometría de las parcelas, la disponibilidad demaquinaria agrícola, la disponibilidad demano de obra, etc.

Sin embargo, sí parece razonable la

adopción de sistemas de laboreoen los que, manteniendo un res-peto adecuado al medio ambien-te, se disminuyan en la medidade lo posible el número de labo-res agrícolas a realizar siempreque se garantice un balance eco-nómico adecuado. Las explota-ciones agrícolas deben ser ges-tionadas desde un punto de vistaempresarial y, en este sentido, espoco justificable incrementar elcoste de las labores agrícolas

cuando su efecto no se traduce en un aumen-to de la rentabilidad económica. Además, lareducción del número de labores agrícolastambién se traduciría en una mayor disponi-bilidad de tiempo para el agricultor, tiempoque podría dedicar a diversificar su explota-ción ya aumentar sus posibilidades de obte-ner mayores ingresos por la realización de ac-tividades alternativas.

Como ya ha sido referido con anteriori-dad, la elección de uno u otro sistema debevenir contrastada por datos que avalen suviabilidad. En este sentido y como ejemplo, J.Pérez de Ciriza yA. Lafarga publicaron en mar-zo de 2007 en la revista Navarra Agraria losresultados de un ensayo comparativo de vein-te años de duración realizado por el ITGA deAragón en el que se analizó el consumo yahorro de combustible para seis itinerariosde laboreo diferentes. En este sentido, el cua-dro III refleja los resultados de dicho ensayocomparando diferentes itinerarios de labo-reo. Se puede apreciar un claro descenso delconsumo de combustible por hectárea que,lógicamente, se traduce en un ahorro de loscostes de labor.

En lo referente a la productividad, citandoel caso del cereal de invierno, los diferentesensayos recogidos hasta ahora indican queno existen diferencias significativas en la pro-ducción, situándose las diferencias máximasen torno al 7% a favor del laboreo convencio-nal. Sin embargo, atendiendo al balance eco-nómico final, en el caso de secanos con pro-ducciones inferiores a 4.000 kg/ha se apre-cia una mayor rentabilidad del mínimo labo-reo y la siembra directa frente al laboreo con-vencional, más marcada cuanto menor es laproducción de la explotación. Para el caso desecanos húmedos el laboreo convencionalsería competitivo frente al laboreo de conser-vación con un mejor balance cuanto mayorfuera el precio de venta del cereal. •

(15/Julio/2009) UMBRAL