Infancia de Santa Laura Montoya Upegui
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EL PADRE JUAN DE LA CRUZ
MONTOYA GONZALEZ
Nació en Barrio Robledo de Medellín.
Estudiante de medicina de la U DE
A .Asesinado en Jericó el 2 de diciembre de 1876 por causas de
la religión
Juan de la Cruz Montoya González
LA MADREM° DOLORES
UPEGUI ECHAVARRIA
Nació en el Barrio Robledo de
Medellín, el 10 de Febrero de 1846.
Murió en 1923 el 10 de febrero,
aniversario de su nacimiento.
Fue maestra y religiosa
María Dolores Upegui Echavarría
Llevó con heroica abnegación las
privaciones de la pobreza y supo
infundir en sus hijos la fe y la piedad de que siempre dieron
prueba.Enseño a sus hijos a perdonar y querer
sus enemigos.Cuando su hija
fundó la congregación, ella
ingresó como religiosa y fue
modelo y estimulo para sus jóvenes
compañeras
No lloró al nacer, solo seis meses después
“¡Me necesitabas, Dios mío, tan guapa, tan sin
nervios, tan aguantadora!” M.L.
EL BAUTISMO
El papa queria que se llamara
Dolores, la mamá que Leonor , el
padre le colocó el de Laura
Padre, Laura no es nombre de santa.!Pues si no lo es
que se haga ella!
Nació a las ocho de la mañana y la bautizaron a las 12 del mismo día
Laura se deriva de laurel que significa inmortalidad.
“lo he amado, porque traduce aquella palabra: "Con caridad perpetua
te amé". M.L.
Partida de Bautismo
En la iglesia parroquial de Nuestra Señora de las Mercedes de Jericó, a 26 de mayo de 1874, el presbítero Evaristo Uribe, mi coadjutor, bautizó solemnemente a una niña nacida el mismo día a quien nombró María Laura de Jesús, hija legitima de Juan de la Cruz Montoya y María Dolores Upegui, vecinos de esta parroquia. Abuelos paternos Cristóbal Montoya y María de Jesús González, Maternos Lucio Upegui y Mariana Echavarría. Fueron sus padrinos Domingo Montoya y Juliana Rafaela Montoya a quienes advirtió el parentesco y obligaciones que contrajeron. Doy fe
Jesús María Flórez
Tenía seis meses, cuando me atacó la tos ferina, con tanta fuerza que creyeron que moriría o que mis pulmones quedarían inutilizados.
No había cumplido los 3 años cuando el dolor de la pérdida de su padre la visito.La madre y los tres pequeños: Carmelita, Laura y Juan de la Cruz se vieron envueltos en el manto de la soledad y la pobreza
“la atmósfera de pobreza, rayaba en miseria, a que
quedamos reducidas por el
saqueo que siguió a la muerte de mi
padre… me marchitaron,
arrancando de mi alma de niña, las risas y el primer
asomo de alegría”.
El abuelo paterno ofreció albergue para una de las niñas; al resistirse Carmelita a separarse de su madre le correspondió a Laura la separación.
LA CAMPESINA
Los saludables aires de la finca
paterna nutrieron sus pulmones y fortificaron su organismo que
empezó a desarrollarse con
la agreste naturaleza, sano
pero adusto.
“Daba guerra para peinarme, lavarme y adornarme; era un verdadero hurón.
Desaplicada hasta lo sumo, vine a aprender a leer tardísimo, a fuerza de constancia de
parte de mi madre y de su nunca desmentida energía”.
De la hacienda de Don Cristóbal pasó a la Víbora hacienda de Don Lucio Upegui, el abuelo materno
en el Municipio de Amalfi. Allí vivió los años de su infancia y despertó también su alma a los
sublimes toques del Amor Divino
EL HORMIGUEROJuego infantil como todos lo hemos
tenido: Hormiguitas que van, hormiguitas que vienen, que cogen
sus pequeñas cargas que se saludan ceremoniosamente, que forman
columnas para atravesar el agua… y ojos infantiles que siguen la caravana,
manos infantiles que ayudan al transporte, que colocan harina y agua
cerca al hormiguero.
Laura jugaba con hormiguitas cuando, temblorosa y convulsa se sintió invadida
por Dios.Dios era para ella el Señor a quien rezaba, un Señor desconocido. Un Señor abstracto
que nada decía a su alma. Pero desde entonces Laura sintió a Dios
Laura fue herida por un rayo de conocimiento tan hondo, tan magnífico, tan amoroso que, como ella misma lo referirá, después de muchos años, de estudiar y de haber tenido muchos conocimientos naturales y sobrenaturales, no sabrá más de Dios que lo que entonces supo.
Ya Laura no sintió su orfandad ni los malos tratos de sus parientes. Su alma estaba llena de luz. Dios la poseía. Y todo se iluminaba a su alrededor.
Quiso imitar a los santos cuyas vidas se leía siempre en la casa de los abuelos y para eso se retiraba a sitios cercanos pero ocultos donde oraba largas horas y llamaba a gritos a Dios que era su embeleso y la razón de su existir.
GOLPE DEL BANCO
Laura tenia 12 años. Vivía con su madre en la hacienda la Víbora de Amalfi y se empleaba en labores domésticas. Sobre un banco de carpintería , remojaba una ropa.
Laura había ofrecido con especial amor este oficio al Señor y se sentía
movida ha hacer una comunión espiritual. De pronto no supo más…Un dolor inmenso traspasó su pecho, abundantes lágrimas rodaron por sus
mejillas…
Sintió que la Eucaristía traspasaba su alma y la
penetraba. Si, Jesús estaba en la Eucaristía y el Verbo estaba en
Jesús…Desde entonces solo pensaba en comulgar.
Vivía distante de la población pero esto no era obstáculo para satisfacer
su deseo de comulgar. En compañía de su Hermano Juan de la
Cruz, salía de madrugada en los caballos, hasta la iglesia.
El abuelo se extrañaba de ver los caballos sudados.
Su madre era cómplice. Laura se siente autorizada por ella.