Ideologia y Cultura Moderna

105
.... . . ... . . .. .. . .

description

John B Thompson

Transcript of Ideologia y Cultura Moderna

  • .... . . ... . . .. .. . .

  • CAPTULO 1

    EL CONCEPTO DE IDEOLOGA

    Durante dos siglos el concepto de ideologa ha ocupado un lugar central,aunque a veces poco glorioso, en el desarrollo del pensamiento polticoy social. El trmino ideologa, introducido originalmente por Destuttde Tracy como etiqueta para una ciencia de las ideas, se transform prontoen el arma de una batalla poltica librada en el terreno del lenguaje .Imbuida en un principio de todo el espritu positivo y de confianza dela Ilustracin europea, para la cual se supona que la ciencia que describarepresentaba una etapa culminante, la ideologa se transform rpida-mente en una expresin mal aplicada que sostena el vaco, la indolenciay la sofistera de ciertas ideas . El concepto de ideologa tuvo un origendifcil y, como si no bastara con ello, casi nunca fue afortunada la historiade su ciclo vital posterior. El concepto de ideologa, adoptado de diferentesmaneras por las ciencias sociales emergentes en el siglo xix e inicios del xx,fue llevado de una a otra direccin y todo el tiempo permaneci comoun trmino que desempeaba un papel en las batallas polticas de la vidadiaria . En la actualidad, cuando usamos el concepto de ideologa,empleamos un concepto que conserva las huellas, si bien dbiles, de losmltiples usos que caracterizan su historia .

    En este captulo quiero explorar el origen de los perfiles histricosdel concepto de ideologa, con la perspectiva de no slo poner de relievelos giros de un itinerario intelectual complejo, sino tambin de preparar elcamino para u n enfoque ms constructivo . Adems de los orgenes yel desarrollo deel concepto, quiero investigar los prospectos para refor-inilarlo el I,i ,i lnalida~,l, para reconceptuar la ideologa en una forma

  • que recorra al sentido que ha acumulado el concepto, en tanto que evita lasdiversas trampas que pueden percibirse en su pasado. Mi descripcinde la historia del concepto ser necesariamente selectiva y dejar delado muchas cifras y distracciones que merecen ser discutidas en un estudioms completo? No obstante, tratar de identificar los principales perfiles,las principales lneas de evolucin en una historia que de ninguna maneraha concluido . Empezar por discutir los orgenes del concepto de ideo-loga en la Francia de fines del siglo xvlii . Luego examinar algunas delas formas en que se emplea en la obra de Marx . Aun cuando ste esindudablemente la figura ms importante en la historia del concepto deideologa, sus escritos no ofrecen una perspectiva nica y coherente . Marxaplica el trmino de manera espordica y errtica ; y se pueden distinguirvarios temas diferentes en relacin con su uso . En la tercera parte delcaptulo considerar el trabajo de Karl Mannheim . Ideology and Utopiade Mannheim es un texto clave en esta compleja historia ; este libroconcentr el concepto de ideologa en el problema general de la deter-minacin social, del pensamiento, y de esta manera trat el anlisis de laideologa como coextensivo a la sociologa del conocimiento . En lassecciones finales del presente captulo resistir la tendencia, ejemplifica-da por la obra de Mannheim, a generalizar el concepto de ideologa .Plantear una formulacin del concepto que preserva el carcter nega-tivo de ste, y que pese a considerarlo como un concepto crtico, rechazacualquier sugerencia de que el anlisis de la ideologa sea cuestin de merapolmica . Formular una concepcin de la ideologa que aprovechaalgunos de los temas implcitos en su historia, pero que busca sentar lasbases para un enfoque constructivo a la interpretacin de la ideologa enlas sociedades modernas .

    1 Descripciones detalladas acerca de la historia del concepto de ideologa se puedenencontrar en Hans Barth, Truth and Ideology, trad . Frederick Lilge (Berkeley : University ofCalifornia Press, 1976); Jorge Larrain, The Concept ofldeology (Londres : Hutchinson, 1979);y George Lichiheim, "The Concept of Ideology", en id., The Conceptofldeology-and OtherEssays (Nueva York: Random House, 1967), pp . 3-46 .

    46

    f

    v

    LA IDEOLOGA Y LOS IDELOGOS

    El trmino ideologa fue usado por primera vez en 1796 por el filsofofrancs Destutt de Tracy para describir su proyecto hacia una nueva cienciaque se relacionara con el anlisis sistemtico de las ideas y las sensacio-nes, con su gestacin, combinacin y consecuencias . Destutt de Tracyera un noble acaudalado y culto que haba estudiado las obras de pen-sadores de la Ilustracin como Voltaire, Holbach y Condillac . AunqueDe Tracy apoyaba. muchas de las reformas asociadas con la Revolucinfrancesa, al igual que otros intelectuales de noble ascendencia, estuvoprisionero durante el Terr'riutcnbino 2 De Tracy y algunos de sus compae-ros prisioneros tenan la impre . . .. ' r' aire Robespierre estaba procurandodestruir la Ilustracin . Para estos intelectuares, : r arqua brbara delTerror podra contrarrestarse por medio de una combinacin de filosofay educacin que se basara en un anlisis sistemtico de las ideas : staera la manera en que el legado de la Ilustracin podra ponerse enprctica en una era revolucionaria . Mientras que muchos ex nobles eintelectuales murieron o fueron guillotinados durante el Terror, De Tracysali de prisin poco despus de la cada de Robespierre en 1794 . A finesde 1795, De Tracy y sus socios alcanzaron una posicin de poder en lanueva repblica con la creacin del InstitutNational, el cual se idecomo un sustituto de las academias reales que haba abolido Robespierre .Adems de una Academia de ciencias y una Clase de literatura y bellasartes, el Institutindua una Clase de moral y ciencias polticas . Esta ltimaestaba encabezada por una divisin interesada en el anlisis de las sensa-ciones y las ideas, divisin para la cual se nombr a De Tracy en 1796 .

    2 Para conocer algunas descripciones sobre la vida y obra de Destutt de Tracy, vanseEmmett Kennedy, A Thilosophe'in theAge ofRevolulion : Destutt de Tracyand the Origins

    of 'Ideology'(Filadelfia : The American Philosophical Society, 1978) ; y Frangois Picavet, Lesidologues. Fssaissurl histoire des ides etdes thoriesscientifiques, philosophiques, religieuses,etc. en France depuis 1789 (Pars : Flix Alcan, 1891) .

    47

  • Destutt de Tracy deline los objetivos de la nueva disciplina de lacual era responsable en una serie de memorias que imparti a la Clasede moral y ciencias polticas en el transcurso de 1796 . Inspirado en Con-dillac, De Tracy sostena que no podemos conocer las cosas por s mismas,sino slo las ideas fonnactal i. :, `- ,le las sensaciones que tenemos deellas . Si pudisemos analizar tales idees y ;ensaciones de una manerasistemtica, podramos sentar una base firme para todo el conocimientocientfico y extraer inferencias de tipo ms prctico . El nombre que pro-puso De Tracy para esta empresa incipiente y ambiciosa fue el deideologa: literalmente, ciencia de las ideas . La ideologa habra de serpositiva, til y capaz de una rigurosa exactitud .' Genealgicamente,constituy la primera ciencia, puesto que todo conocimiento cientficoimplicaba la combinacin de las ideas . Fue tambin la base de la gram-tica, la lgica, la educacin, la moral y, por ltimo, la ms grande de lasartes. . ., la de regular la sociedad de tal modo que el hombre encuentreen ella la mxima ayuda y la menor perturbacin posible por parte desus semejantes Por medio de un cuidadoso anlisis de las ideas y lassensaciones, la ideologa permitira comprender la naturaleza humana,y a partir de ello posibilitara que se reorganizara el orden poltico y so-cial de acuerdo con las necesidades y aspiraciones de los seres humanos .La ideologa situara a las ciencias morales y polticas sobre una basefirme y las librara de errores y del prejuicio : todo ello con la fe de laIlustracin que De Tracy leg de Condillac y Bacon .

    Si bien De Tracy contempl la posibilidad de extender la ciencia delas ideas a la esfera social y poltica, la mayor parte de sus contribucionesse relacionaron con el anlisis de las facultades intelectuales, de las formasde la experiencia y de los aspectos de la lgica y de la gramtica. Su obra,Elments d?dologie, publicada en cuatro volmenes entre 1803 y 1815,examinaba las facultades del pensamiento, el sentimiento, la memoria yel juicio, y las caractersticas de los hbitos, el movimiento y la voluntad,entre otras cosas . De Tracy se interes cada vez ms por el desarrollo de

    3 Destutt de Tracy, "Mmoire sur la facult de penser", en Emmett Kennedy, A 'Philosophe'in the Age ofRevolutior ... .op.cit., p . 47.

    4 Idem .

    48

    un naturalismo consistente y riguroso donde los seres humanos se con-sideran parte- de la realidad-material, como una especie animal un tantocompleja entre otras . De este modo, desde la perspectiva de De Tracy,la ideologa es parte de la zoologa, y el anlisis de las facultades humanases esencial porque nuestra comprensin de un animal es incompleta sidesconocemos sus facultades intelectuales 5 Los escritos posteriores deDe Tracy continuaron el proyecto original de la ideologa como cienciade las ideas, encajando dicho proyecto en un minucioso naturalismo .Empero, por la poca en que aparecieron estos escritos, el trmino ideo-loga haba adquirido un sentido nuevo y totalmente diferente, sentidoque muy pronto eclipsara los objetivos grandilocuentes de su inventor .

    Destutt de Tracy y sus socios del InstitutNational estaban muyvinculados con la poltica del republicanismo . Compartan en general laperspectiva de Condorcet en cuanto a la perfectibilidad de los sereshumanos mediante la educacin, as como el mtodo de Condillac paraanalizar las sensaciones y las ideas . Atribuan los excesos de la Revolucinms al fervor fantico de los jacobinos que a las instituciones revolucio-narias en s, a las cuales ellos consideraban como pilares del progreso y dela Ilustracin. Dado este estrecho vnculo con el republicanismo, el dsti-no de las doctrinas de De Tracy y sus socios dependa en cierta medidadel destino de la propia Revolucin . Al regresar de Egipto en 1799, NapolenBonaparte tuvo xito con su golpe de Estado y as se transform en PrimerCnsul, cargo que ocup con plena autoridad durante 10 aos . Napolense inspir en algunas ideas de De Tracy y sus socios, para redactar unanueva constitucin y recompens a algunos miembros del Institutconpuestos polticos lucrativos . Con todo, al mismo tiempo desconfiaba deellos, pues la afiliacin de stos al republicanismo representaba una amenazapotencial para sus ambiciones autocrticas . As, Napolen ridiculiz laspretensiones de la ideologa : era, en su opinin, una doctrina especulativaabstracta que estaba divorciada de las realidades del poder poltico . En enerode 1800, un artculo aparecido en el Messager des relations extrieures

    5 Destutt de Tracy, lements d'Idologie, vol . 1 (Pars: Courcier, 1803; Librarte PhilosophiqueJ . Vrin, 1970), p . xiii .

    49

  • denunci al grupo, el cual es designado con el nombre de faccin metafsicao 'idologues', y el cual, tras haber manejado mal la Revolucin, ahoraestaba conspirando en contra del nuevo rgimen .'> Conforme la opininpblica empez a volverse en contra de la Revolucin, Napolen -quienms tarde sostuvo haber acuado el trmino idologues- aprovech elcambio de opinin a fin de desarmar a los representantes del repu-blicanismo .

    La oposicin de Napolen hacia los idologues se intensific durantela siguiente dcada y alcanz un clmax cuando empez a derrumbarseel imperio que l buscaba establecer . Los idologues se transformaron enchivos expiatorios de los fracasos del rgimen napolenico . Al regresara Pars en diciembre de 1812, tras la desastrosa campaa rusa, Napolenacus a los idologues de socavar al Estado y al gobierno de la ley. Alpronunciar ante el Consejo de Estado un discurso que ms tarde se publicen el Montear, conden a la ideologa y la caracteriz como-el reversomismo de un arte astuto de gobernar :

    De los males que ha sufrido nuestra bella Francia debemos culpar ala ideologa, esa metafsica oscura que sutilmente busca las causasprimeras en las cuales basar la legislacin de los pueblos, en vez dehacer uso de las leyes conocidas por el corazn humano y de las lec-ciones de la historia . Estos errores deben conducir inevitablemente, yde hecho condujeron, al mandato de hombres sedientos de sangre . . .Cuando se convoca a alguien a revitalizar un Estado, tal persona debe seguir exactamente los principios opuestos .'

    A medida qac la posicin poltica de Napolen se debilitaba tanto en supas como en el extranjero, sus ataques hacia la ideologa se volvieronms arrolladores y vehementes. Casi todos los tipos de pensamiento re-ligioso y filosfico fueron condenados por considerrseles ideologa . Eltrmino mismo se haba transformado en el arma en manos de un

    6 En Emmett Kennedy, A Phlosophe'in the Age ofRevolution, .. .op.cit., p . 81 .7 Napolen 1, "Rponse a 1'adresse du Conseil d'tat", en Emmett Kennedy, A 'Philosophe'

    in the Age ofRevolutlon, . ..op.cit., p . 215.

    50

    Al

    emperador que luchaba con desesperacin por silenciar a sus opositoresy por sostener un rgimen que se derrumbaba .

    Con la abdicacin de Napolen en abril de 1814 y la restauracinde la dinasta borbona, Destutt de Tracy fue restituido en un cargo de in-fluencia poltica, pero para entonces su programa original de ideologase haba disipado y se haba desacreditado por los conflictos del periodonapolenico . Concebida en su origen como la Ciencia Superior, la ideologa-la ciencia de las ideas, la cual, al proporcionar una descripcin siste-mtica de la gnesis, la combinacin y la comunicacin de las ideas,sentara las bases para el conocimiento cientfico en general y facilitarala regulacin natural de la sociedad en particular- se haba transfor-mado en una orientacin ms entre otras y sus demandas filosficashaban hecho concesiones al relacionarse con el republicanismo . Adems,a medida que el trmino ideologa se introduca en la arena poltica yera lanzado de vuelta a los filsofos por un emperador asediado, comenza cambiar el sentido y la referencia del trmino . Ces de referirse slo ala ciencia de las ideas, y empez a aludir tambin a las ideas mismas, esdecir, a un cuerpo de ideas que, se sostiene, son errneas yque estn divor-ciadas de las realidades prcticas de la vida poltica . Tambin cambi elsentido del trmino, pues ya no poda reclamar de manera inequvocapara s el espritu positivo de la Ilustracin. La ideologa como cienciapositiva y superior, digna del ms Alto Respeto, poco a poco cedi el pasoa una ideologa como sinnimo de ideas abstractas e ilusorias, slo dignade burlas y desdn . Una at 1 'nosiciones bsicas que loan caracteri-zado la historia del concepto de ideoiv 6:_ i' .illa entre un sentidopositivo o neutral, por una parte, y un sentido negativo o crtico, porotra- ya haba aparecido en la primera dcada de su vida, aunque laforma y el contenido de dicha oposicin habra de cambiar considera-blemente en las dcadas siguientes .

    La desaparicin del proyecto original de ideologa de Destutt deTracy difcilmente causa sorpresa hoy da . La ambiciosa generalidad delproyecto, como la de otros que lo precedieron y sucedieron, se limit,slo, a dar paso al desarrollo de disciplinas especializadas que proseguirancampos particulares de investigacin a fondo, sin ser obstaculizadas por

    51

  • las exigencias de una supuesta ciencia fundamental . Lo que resulta inte-resante del proyecto original de De Tracy no es tanto la naturaleza y elcontenido del proyecto mismo (en efecto, sus escritos, olvidados ya engran medida, estaran totalmente abandonados hoy de no haberse vincu-lado con el concepto de ideologa), sino el hecho de que este proyecto ponede relieve las condiciones en las que emergi y comenz su intrincadahistoria el concepto de ideologa . El concepto surgi como parte delintento por desarrollar los ideales de la Ilustracin en el contexto de loslevantamientos polticos y sociales que marcaron el nacimiento de lassociedades modernas . Por ms lejos que haya viajado el concepto de ideo-loga desde los das del Ins/itutNational, por ms variadas que hayan llegadoa ser sus aplicaciones, sigue estando atado a los ideales de la Ilustracin,en particular a los ideales de la comprensin racional del mundo (incluidoel mundo sociohistrico) y de la autodeterminacin racional de los sereshumanos. Las formas en que se expresa este vnculo varan conside-rablemente de una figura a otra . Si para De Tracy el vnculo era directo yexplcito (la ideologa era la ciencia superior que facilitara el progreso enlos asuntos humanos), para Napolen era implcito y de oposicin (laideologa era la filosofa pretenciosa que incitaba a la rebelin al tratar dedeterminar los principios polticos y pedaggicos con base en el solorazonamiento abstracto) . La contribucin nica de Marx consiste en el he-cho de que adopt el sentido negativo y de oposicin transmitido por eluso que Napolen dio al trmino, pero transform el concepto alincorporarlo a un marco terico y a un programa poltico que estabanprofundamente en deuda con el espritu de la Ilustracin .

    LAS CONCEPCIONES DE IDEOLOGA EN MARX

    Los escritos de Marx ocupan un lugar central en la historia del conceptode ideologa . Con Marx, el concepto adquiri una nueva posicin comoherramienta crtica y como componente integral de un nuevo sistematerico . No obstante, pese a la importancia de los trabajos de Marx eneste sentido, las formas precisas en que emple el concepto de ideologa,

    52

    y las formas en que abord los muchos asuntos e hiptesis en torno a suuso, no son de ninguna manera claras . En realidad, la ambigedad mis-ma del concepto de ideologa en el trabajo de Marx es parcialmenteresponsable por los continuos debates en relacin con el legado de susescritos . En esta seccin no intentar examinar todos los distintos maticesde significado que pueden transmitir los diversos usos que hace Marx deltrmino ideologa, ni buscar el origen de las formas en que empleanel trmino sus colegas y seguidores, tales como Engels, Lenin, Lukcs yGramsci e En lugar de ello, intentar identificar varios contextos tericosdistintivos donde opera el concepto de ideologa en el trabajo de Marx .Al hacerlo, pretender deducir varias concepciones distintivas de la ideo-loga en Marx, concepciones que, por supuesto, se traslapan entre smas, pese a ello, se relacionan con diferentes cuestiones y diferentes mo-vimientos de pensamiento . El trabajo de Marx no nos ofrece tanto unasola visin coherente del mundo sociohistrico y de su constitucindinmica y desarrollo, sino ms bien una multiplicidad de puntos devista que son coherentes en algunos aspectos e incompatibles en otros,que convergen en algunos puntos y divergen en otros, perspectivas quea veces expresa explcitamente Marx, pero que otras quedan implcitas ensus argumentos y anlisis . Intentar demostrar que estos diferentespuntos de vista crean espacios tericos distintivos, por as decirlo, en loscuales coexisten diversas concepciones de la ideologa que el mismoMarx no formula con claridad, ni concilia de manera convincente .

    La ideologa ylos jvenes hegelianos: la concepcin polmica

    Marx estaba familiarizado con el trabajo de los idologuesfranceses ycon el ataque que Napolen emprendi contra ellos . Durante su exilio

    8 Es abundante la literatura sobre el tema del concepto de ideologa en Marx y el marxismo .

    Para conocer una seleccin vanse Jorge Larrain, Marxism and Ideology (Londres: MacMillan,

    1983) ; Bhikhu I arekh, Marr's Theory ofIdeology (Londres : Croom Helm, 1982) ; Joe

    McCarney, The Real World ofldeology(Brighton : Harvester, 1980) ; Martin Seliger, The

    Marrist Conception of Ideology. A Cntlcal Essay (Cambridge: Cambridge University Press,1977) ; y Centre for Con temporary Cultural Studies, On Ideology (Londres : Hutchinson, 1977) .

    53

  • de 1844-45 en Pars ley y resumi parte del trabajo de Destutt de Tracy.Fue inmediatamente despus de este periodo que Marx y Engels escri-bieron The German Ideology, un largo texto en el cual critican los puntosde vista de jvenes hegelianos como Feuerbach, 13auer y Stirner. Alcaracterizar los puntos de vista de estos pensadores como la ideologaalemana, Marx y Engels seguan el uso que Napolen dio al trminoideologa y establecan una comparacin entre el trabajo de losidologues yel de los jvenes hegelianos : el trabajo de stos era equiva-lente, en las condiciones sociales y polticas relativamente atrasadas dela Alemania de comienzos del siglo xix, a las doctrinas de De Tracy ysus colegas. Y as como Napolen haba vertido sus burlas sobre estasdoctrinas, otorgando al trmino de ideologa una connotacin negativa,Marx y Engels ridiculizaron los puntos de vista de sus compatriotas . Aligual que los idologues, los jvenes hegelianos laboraron bajo la ilusinde que la verdadera batalla que habran que librar era una batalla deideas; de que, al adoptar una actitud crtica hacia las ideas recibidas,podra cambiarse la realidad misma. La crtica de Marx y Engels haciael pensamiento crtico de los jvenes hegelianos era un intento pordesarticular el enfoque de sus antiguos colegas . Su objetivo era des-prestigiar y desacreditar la lucha filosfica con las sombras de la realidad,que atrae a la soadora y confundida nacin germana .' Los jveneshegelianos se consideraban radicales pero de hecho eran bastante con-servadores, meras ovejas que se crean lobos . Al calificar las opiniones destos como la ideologa alemana, Marx y Engels trataron de desacre-ditarlos asocindolos con doctrinas que haban sido fervientementecriticadas en Francia varias dcadas atrs .

    De este modo, en The German IdeologyMarx y Engels emplean eltrmino ideologa de una manera polmica . Su objetivo es especfico-los puntos de vista de los jvenes hegelianos- y la ideologa se usacomo una expresin mal aplicada . Los puntos de vista de los jveneshegelianos son ideolgicos en el sentido de que sobrestiman el valor yel papel de las ideas en la historia y en la vida social ; consideran las9 Karl Marx y Frecrick Engels, The German Ideology, la . parte, ed . C . J . Arthur (Londres:

    Lawrence & Wishart, 1970), p . 37.ltrad . cast . ECP]

    54

    concepciones, los pensamientos, las ideas, de hecho todos los productosde la conciencia, a la que atribuyen una existencia independiente, tomlas verdaderas cadenas de los hombres (de la misma manera en que losviejos hegelianos declaraban que stos eran los verdaderos lazos de lasociedad humana)? Por tanto, los jvenes hegelianos oponen ideas alas ideas, combaten las frases con frases, y como resultado dejan igual elmundo real . Son incapaces de ver la relacin entre sus ideas y las condi-ciones sociohistricas de Alemania, y no logran dar a su crtica una fuerzaefectiva y prctica . Podemos caracterizar este uso del trmino ideologacomo la concepcin polmica : en esta descripcin, la ideologa es unadoctrina y actividad terica que errneamente considera las ideas comoautnomas y eficaces y que no consigue comprenderlas condiclonesy carac-

    stersticas reales de la`Wda sociohistrica . Esta concepcin polmica est endeuda con el ataque de Napolen contra las pretensiones de los idologuesen la medida en que comparte el desprecio de Napolen hacia la preo-cupacin por las ideas divorciadas de la poltica prctica, y en la medidaen que refleja la conviccin de que tales ideas y preocupaciones sonilusorias o engaosas . Pero la forma en que Marx y Engels desarrollan suconcepcin, y los usos que le dan, va mucho ms all de los objetivos ylas deliberaciones de Napolen .

    La originalidad de la concepcin polmica de la ideologa resideno tanto en su concepcin misma sino en el hecho de que se vincula conuna serie de suposiciones relativas a la determinacin social de la conciencia,la divisin del trabajo y el estudio cientfico del mundo sociohistrico . Talessuposiciones conforman lo que se puede describir como las condicio-nes de posibilidad de la concepcin polmica de la ideologa . Examinemoscada una de estas suposiciones . Suposicin la : las formas de la concienciade los seres humanos estn determinadas por las condiciones materiales desus vidas . Pensar, concebir y, de manera ms general, producir ideasdeberan considerarse no - amn procesos autnomos y menos an comoprocesos que prescriben el cursu i h i : sino ms bien como pro-cesos que se entretejen .con, y que quedan esenciwha~nte determinados

    10 Ibid., p . 41 .

    55

  • por, la actividad mundana de los seres humanos que de manera colectivaproducen sus medios de subsistencia . Al formular esta hiptesis, Marx yEngels se interesan sobre todo por yuxtaponer su enfoque a lo que con-sideran la prctica filosfica idealista de Hegel, sus seguidores y crticos :En contraste directo con la filosofa germana que desciende del cielo a latierra aqu ascendemos de la tierra al cielo ." Pero tambin intentanafirmar que dicha prctica filosfica idealista -el hecho de que seaidealista, de que tome las ideas por causas ms que por efectos, que porconsiguiente tome en un sentido errneo su propio carcter as como elcarcter del mundo sociohistrico que busca captar, en una palabra, elhecho de que sea ideolgica- trata de afirmar que esto es en s productode condiciones materiales particulares . Si damos por sentada la deter-minacin social de la conciencia, podemos ver que la ideologa de losjvenes hegelianos es una expresin de las condiciones econmicas, po-lticas y sociales relativamente atrasadas de Alemania . Adems; el puntopuede generalizarse . Esto es lo que Marx y Engels proponen en un pasajecitado con frecuencia: Si en toda la ideologa los hombres y sus circuns-tancias aparecen vistos al revs como en una camera obscura, el fenmenosurge tanto de sus procesos histricos de vida como la inversin de losobjetos en la retina surge de sus procesos fsicos de vida . 12 Aunque elfragmento anterior resulta ms memorable por la analoga crptica conuna camera obscura, analoga que ha atrapado a ms de un comen-tarista 1 3 el punto principal es la afirmacin de que la prctica de considerarla conciencia y las ideas como autnomas y eficaces, y por tanto deconsiderar a los individuos reales en sus circunstancias reales comoproductos de las ideas ms que como productores de ellas, es en s elresultado de condiciones y procesos sociohistricos particulares, de lamisma manera en que la inversin de los objetos en la retina surge de susprocesos fsicos de vida .

    11 Ibid., p . 47 .12 Idem .13 Vanse, por ejemplo, Sarah Kofman, Camera obscura : de l'idologie (Pars: Galile,

    1973) ; y Wolfgang Fritz Haug, et al., DieCamera obscura der Ideologie: Philosophie,Okonomie, Wissenschaft (Berln: Argument, 1984) .

    56

    La concepcin polmica de la ideologa se vincula tambin con unasuposicin relativa a la divisin del trabajo . Suposicin lb : el desarrollode doctrinas tericas y actividades que consideran las ideas como aut-nomas y eficaces se hace posible gracias a la divisin surgida a lo largode la historia entre el trabajo material y mental . Marx y Engels plantea-ban un estado primitivo de la sociedad humana donde los individuosestaban conscientes de muy poco; aparte de sus propias necesidades, sumbito inmediato y sus interacciones limitadas con otros seres humanos .En esta etapa, la conciencia era tan slo la conciencia del rebao, y seentreteja de manera inextricable con las condiciones materiales de lavida. Sin embargo, poco a poco se desarroll una divisin del trabajo,en un principio corno una divisin del trabajo en el acto sexual y despuscomo una divisin que se desarroll de manera espontnea o naturalen virtud de distintas necesidades y capacidades, tales como la fuerzafsica. Con el tiempo apareci una divisin entre el trabajo material ymental, y sta permiti a los individuos dedicados al trabajo mentalproducir ideas que parecan poseer una existencia propia, no estarcondicionadas por los procesos vitales materiales y tener una historia yun poder propios . La divisin entre trabajo material y mental tambinimpidi que estos individuos se dieran cuenta de que estaban trabajandobajo la ilusin de una autonoma .

    A partir de este momento, la conciencia se puede sentir realmentehalagada de ya no ser nada ms la conciencia de la prctica exis-tente, de representar realmente algo sin tener que representar algoreal; de aqu en adelante, la conciencia est en posicin de eman-ciparse del mundo y de proceder a la formacin de teora, teologa,filosofa, tica, etc ., 'Puras' .14

    La formacin de teora, teologa, filosofa, tica y toda esa basura, comoMarx y Engels lo expresaron de manera provocativa, de un carcter puro,seala el surgimiento de la ideologa, en el sentido de las doctrinas y, de

    14 Marx y Engels, The German Ideology, .. .op.cit., pp . 51 y s.

    57

  • actividades tericas que se suponen a s mismas autnomas cuando, dehecho, no lo son .

    La tercera suposicin vinculada con la concepcin polmica tratadel proyecto de un estudio cientfico del mundo sociohistrico . Suposi-cin fc : las doctrinas y actividades tericas que constituyen la ideologase pueden explicar mediante el estudio cientfico de la sociedad y lahistoria, y deberan ser remplazadas por ste. Se pueden explicar cientfi-camente en el sentido de que se puede mostrar que son el producto decircunstancias histricas y sociales particulares, como se puede mostrarque los puntos de vista de los jvenes hegelianos, por ejemplo, no sonotra cosa que un espejo de las condiciones reales e infortunadas de Ale-mania. Deberan ser remplazadas por semejante ciencia en el sentidode que, al haberse demostrado que dependen de circunstancias de lasque no tienen conciencia y, al haberse socavado, por tanto, su reclamode autonoma, estas doctrinas tericas y actividades pierden credibilidady ceden el paso a una disciplina sucesora : la ciencia positiva del mundosociohistrico . Donde termina la especulacin -en la vida real- allprincipia la ciencia positiva y real : la representacin de la actividadprctica, del proceso prctico del desarrollo de los hombres . As cesa lacharla vana acerca de la conciencia, y tiene que ocupar su lugar el cono-cimiento real . 15 La suposicin anterior indica la proximidad que guardanMarx y Engels con el proyecto original de Destutt de Tracy, pese a lasmuchas diferencias que los separan de l . Aunque Marx y Engels con-sideran el proyecto original de De Tracy como el eptome de la ideologaen el sentido de una doctrina terica abstracta e ilusoria, comparten lacreencia de De Tracy en los mritos de la ciencia positiva, y, de manerams general, su fe en los ideales de la Ilustracin . Una de la ironas deesta compleja historia conceptual es que lo que empez como una cien-cia supuestamente superior, la ciencia de las ideas, pas a ser partede un enfoque terico que reclamaba el ttulo al trono de la ciencia, entanto que denunciaba como traidor a su progenitor .

    15 Ibd., p . 48 .

    58

    Ideologa y conciencia de clase : la concepcin epifenomn ca

    Aunque en un principio Marx y Engels emplearon el concepto de ideologaen el contexto de su ataque contra los jvenes hegelianos, posteriormente ad-quiri un papel ms general en la caracterizacin que hicieron de la estructurasocial y el cambio histrico. Este papel ms general se manifiesta ya en TheGerman Ideologyconforme Marx y Engels empiezan a vincular la produc-cin y la difusin de las ideas con la relacin entre las clases . Las ideas dela dase dominante, sealan en algn momento, son en cada poca las ideasdominantes, esto es, la dase que constituye la fuerza matenaldominante dela sociedad, es al mismo tiempo su fuerza intelectualdominante . 16 Estepasaje presagia el desarrollo de una nueva concepcin de la ideologa, lacual aparece con mayor claridad en el prefacio que Marx prepar en 1859para A Contnbution to the Critique ofPolitical Economy, y en otras partes .Podemos describir esta nueva concepcin como la concepcin epifenom-nica, ya que considera a la ideologa como dependiente y proveniente delas condiciones econmicas y las relaciones de dase de la produccin . Segnla concepcin epifenomnica la ideologa es un sistema de ideas que expresa losinteresesdeladasedominanteperoquerepm entademanerailusorialasrelacionesde clase. La ideologa expresa los intereses de la clase dominante en elsentido de que las ideas que la conforman son ideas que, en cualquier periodohistrico particular, representan las ambiciones, preocupaciones y delibera-ciones anhelantes de los grupos sociales dominantes conforme luchan porasegurar y mantener su posicin de dominio. Sin embargo, la ideologarepresenta las relaciones de clase de una manera ilusoria en la medida enque estas ideas no retratan con exactitud la naturaleza y las posicionesrelativas de las clases implicadas ; antes bien, falsean tales relaciones demodo que coincidan con los intereses de la clase dominante .

    Con la formulacin de la concepcin epifenomnica, la nocin deideologa adquiere un -papel sistemtico en el marco terico de Marx .

    16 Ibid., p . 64 .

    59

  • Semejante marco terico viene delineado de manera muy sucinta,aunque un tanto simplista, en el prefacio de 1859 . No hay necesidad deexaminar aqu el prefacio en detalle, puesto que su contenido se cono-ce de sobra . Pero obtendremos una perspectiva ms clara de la concepcinepifenomnica de la ideologa si sometemos a consideracin un cortopasaje del texto . Tras observar que un periodo de revolucin socialestalla cuando las fuerzas siempre expansivas de la produccin entranen conflicto con las relaciones de produccin existentes, Marx elaboralo siguiente :

    Al considerar tales transformaciones se debera hacer siempre unadistincin entre la transformacin material de las condiciones eco-nmicas de produccin, la cual se puede determinar con la precisinde la ciencia natural, y las formas legales, polticas, religiosas, estti-cas o filosficas -en resumen, ideolgicas- en las que los hombrestoman conciencia de este conflicto y luchan contra l. . . [no podemos]juzgar tal periodo de transformacin por su propia conciencia ; por elcontrario, dicha conciencia se debe explicar ms bien a partir de lascontradicciones de la vida material''

    De este y de otros pasajes del prefacio y de otras partes podemos extraeralgunas de las suposiciones - que sustentan la concepcin epifenomnica .Una vez ms, me concentrar en tres suposiciones clave . Suposicin 2a :en una sociedad dada, podemos distinguir entre (i) las condiciones eco-nmicas de produccin, () la superestructura legal y poltica, y (iLi)lasformas ideolgicas de la conciencia . Marx no explica en detalle y porello mismo no cae en ambigedades el contenido preciso de estas cate-goras (si (iii) se puede diferenciar siempre con claridad de () es unpunto discutible, por ejemplo); y la naturaleza de las relaciones que sedan entre estos diferentes aspectos o niveles de la sociedad ha sido motivode no pocos debates. Lo que se puede afirmar de manera incontrovertible

    17 Karl Marx, "Preface to A Conhibution to the Critique of Polifical Economy", en Karl Marx yFrederick Engels, Selected Works in One Volume (Londres: Lawrence & Wishart, 1968), p . 182.[trad .cast . siglo veintiuno editores]

    60

    es que Marx supone que las condiciones econmicas de produccin desem-pean un papel primordial en la determinacin del proceso de cambiosociohistrico y que por consiguiente se deberan considerar como unmedio esencial para explicar determinadas transformaciones soeiohistricas .

    La primera suposicin conduce directamente a una segunda . Supo-sicin 2b: las formas ideolgicas de la conciencia no se deben tomar por suvalor nominal, sino explicarse en relacin con las condiciones econmicasde produccin. As como nuestra opinin de un individuo no se basa enlo que piensa l de s mismo, explica Marx, [no podemos] juzgar semejanteperiodo de transformacin por su propia conciencia' 8 Para comprenderel cambio sociohistrico debemos comenzarpor examinar el desarrollo delas condiciones econmicas de produccin, el cual se puede determinarcon la precisin de la ciencia natural, y nuestro conocimiento de dichodesarrollo nos permitir explicar entonces las formas ideolgicas deconciencia caractersticas del periodo en cuestin . Asimismo, al explicarde esta manera las formas ideolgicas de la conciencia -al mostrar, porejemplo, que las declaraciones relativas a la inviolabilidad y universalidadde la propiedad privada son expresiones de los intereses particulares deuna clase cuyo dominio y cuyos medios de subsistencia dependen de laposesin de dicha propiedad podemos desenmascarar tambin talesformas de conciencia . Desenmascarar una forma de conciencia significamostrar que es ilusoria, errnea o que carece de justificacin racional ; noslo implica que se pueda explicar en relacin con las condiciones socioe-conmicas, sino que adems falsea tales condiciones o que no tiene.otra justificacin ms que el hecho demostrable de modo emprico de queexpresa los intereses particulares de grupos cuyas posiciones quedandeterminadas por estas condiciones. Segn esta concepcin, la propiacaracterizacin de una forma de conciencia como ideolgica implicaque se puede explicar y por tanto desenmascarar como una expresin delos intereses de clase dominantes . En consecuencia, una investigacin quese presenta a s misma como ciencia, interesada en explorar las condi-ciones econmicas de la vida social y en explicar las formas de conciencia

    18 Idem.

  • a partir de ella, se puede poner al servicio de una crtica que desenmas-care las formas de conciencia -y de manera ms especfica, las teorasy los conceptos de los filsofos y otros- como ideolgicas .

    La concepcin epifenomnica de la ideologa se vincula con unatercera suposicin relativa al carcter progresivo de la era moderna . Enanteriores formas de sociedad, las relaciones entre las clases se entretejansiempre con lazos religiosos y sentimentales, de modo que los sentimientosdel deber, honor y dignidad ocultaban los procesos de explotacin. Noobstante, con el advenimiento del capitalismo se destruyen tales valorestradicionales y, por primera vez en la historia humana, se hacen aparenteslas relaciones humanas para los individuos que intervienen en la produc-cin. En el Manifesto of the CommunistPartyMarx y Engels describen conclaridad esta transformacin radical asociada con la era moderna :

    La poca burguesa se distingue de todas las anteriores por una altera-cin constante de la produccin, una modificacin continua de todaslas condiciones sociales, una incertidumbre y una agitacin perma-nentes. Todas las relaciones establecidas y congeladas, con su secuelade prejuicios ypuntos de vista vetustos y venerables, son arrasadas, ylas de reciente formacin se vuelven anticuadas antes de que se pue-dan osificar. Todo lo slido se desvanece en el aire, todo lo sagrado seprofana, y el hombre se ve por fin obligado a enfrentar con los sentidosatentos, sus verdaderas condiciones de vida y las relaciones con sus se-mejantes . 19

    Por tanto, es el propio movimiento del modo capitalista moderno de pro-duccin, la profunda revuelta asociada con su incesante expansin, loque da transparencia a las relaciones sociales de los individuos y los obligaa enfrentar, con los sentidos atentos, sus condiciones reales de vida .Suposicin 2c el desarrollo del capitalismo moderno crea las condicio-nes para comprender con claridad las relaciones sociales y eliminar los

    19 Karl Marx y Frederick Engels, Manifesto of the Communist Party, en Selected Works in OneVolume, . . .op.cit, p . 38. [trad .cast. FcE]

    62

    antagonismos de clase de los que depende la ideologa . Por primera vezen la historia, la clase subordinada puede comprender de manera msgeneral su posicin como clase y su posicin en el proceso histrico . Sepuede constituir a s misma en la clase revolucionaria, en la clase que,equipada con el conocimiento y la experiencia, es capaz no slo de trans-formarse en una nueva clase dominante, sino de eliminar las clases comotales; el proletariado es una clase que sostiene en sus manos el intersuniversal de la humanidad . El carcter progresista y dinmico de la eramoderna asegurar la victoria final del proletariado ; podr sufrir retro-cesos temporales, pero a la larga nada, ni siquiera las nociones ideolgicasde los apologistas burgueses, se interpondr en su camino . De hecho, amedida que se acerque la hora de la victoria, un puado de idelogos,burgueses, abando ar su clase y unir fuerzas con el proletariado, alcual llegar a reconocer como el campen de toda la humanidad . Ladesaparicin de la ideologa burguesa est garantizada por el movimien-to de la historia misma, movimiento en el que el proletariado surgirinevitablemente como el precursor de una nueva era ;

    La ideologa _rlos espritus del pasado: una concepcin latente

    Con todo, hay partes de la obra de Marx donde el movimiento de la historiaparece ser un poco menos directo . La perspectiva de una creciente sim-plificacin de los antagonismos sociales, la reduccin gradual de todoslos conflictos sociales a una oposicin entre la burguesa y el proletaria-do y la ilustracin progresiva del proletariado mismo : tal perspectiva escontrarrestada por otra que describe al presente como una escena msde complejidad que de simplicidad, de mltiples cismas ms que de unagran oposicin nica, de individuos cautivados por imgenes y expresionesdel pasado, quienes desempean sus papeles histricos con base en guio-nes preasignados en vez de en el conocimiento derivado de la experienciay la investigacin cientfica .' Es una perspectiva que habla de una historia

    20 Al esbozar la presente visin alternativa de la historia, y la concepcin de ideologavinculada con ella, quedo en deuda con la obra de Claude Lefort : vase en especial

    63

  • de derrota .y desilusin . Es tambin una perspectiva que sugiere que,en una poca en que se supone que las relaciones sociales resultan cadavez ms aparentes a losindividuos que intervienen en la produccin, estosindividuos pueden continuar mirando hacia otra parte, pueden aoraralgo pasado o acariciar imgenes e ideas que no representan sus interesescomo clase . He aqu los elementos de una concepcin diferente de ideo-loga, concepcin que puede plantearse de la siguiente manera : la ideologaes un sistema de representaciones que sirve paramantenerlasrelaciones exis-tentes de dominacin de dase al orientar a los in dividuoshacia elpasadomsque hacia el futuro, o haca imgenes o ideales que ocultan las relaciones declase y se apartan de la bsqueda colectiva del cambio social. Describir loanterior como una concepcin latente de ideologa, por dos razones .Primero, Marx no aplica el trmino ideologa en los contextos donde surgeesta concepcin latente. Habla, en cambio, de ilusiones e ideas fijas,de .espritus y fantasmas que se ocultan entre la gente y tientansus supersticiones y prejuicios . De modo que nos podemos referir a stascomo una concepcin de ideologa en Marx slo a condicin de reconocerque estamos ampliando el trmino ideologa para aludir a una serie defenmenos que Marx describi sin nombrar, fenmenos que l retrat demanera perceptiva y desconcertante en sus anlisis concretos, pero que, en elnivel de la teora, no incluy bajo una etiqueta conceptual distinta .

    La segunda razn por la que describir esta concepcin de ideologacomo latente es porque se refiere a una serie de fenmenos que noencajan con nitidez en el marco terico descrito por Marx en el prefaciode 1859, ni en la descripcin de la era moderna presentada en el Manifesto.Los fenmenos a los que alude la concepcin latente de la ideologa noson nada ms epifenmenos de las condiciones econmicas y de lasrelaciones de clase ; ms bien son construcciones simblicas que poseencierto grado de autonoma y eficacia . Constituyen smbolos y consignas,costumbres y tradiciones que mueven o contienen a la gente, que la

    "Marx: From One Vision o History to Another", en John B . Thompson (ed.), The PoliticalForms ofModem Socety. Bureaucracy, Democracy, Tota/itar/en/sm (Cambridge : Polity Press,1986), pp . 139-180 . Vase tambin Paul-Laurent Assoun, Marx et/a rptition historique(Pars: Presses Universitaires de France, 1978) .

    64

    impulsan o limitan, de tal manera que no podemos pensar estas construc-ciones simblicas como slo determinadas o totalmente explicadas porlas condiciones econmicas de produccin . Asimismo, los fenmenos a losque alude la concepcin latente de la ideologa dan testimonio de la per-sistencia de los smbolos y valores tradicionales, de esa secuela deprejuicios y puntos de vista vetustos y venerables que yace en el cora-zn mismo de la sociedad burguesa moderna . Dichos smbolos y valorestradicionales no son arrasados de una vez por todas por la alteracinconstante de la produccin : se mantienen vivos, se modifican y transfor-man, y de hecho reaparecen como una potente fuerza reaccionaria en lavspera de la revolucin misma . La concepcin latente de la ideologallama la atencin al hecho de que se pueden mantener las relacionessociales y frenar el cambio social mediante la prevalencia o la difusinde las construcciones simblicas . Dirige la atencin hacia lo que podra-mos describir como unproceso de conservacin social en una sociedad queexperimenta un cambio social sin precedentes, proceso que Marx perci-bi con agudeza, pero cuyas implicaciones tal vez se neg a formular demodo completo .

    Consideremos un momento la descripcin que hace Marx de los su-cesos que condujeron al golpe de Estado de Luis Napolen Bonaparteen 1851, segn los presenta en The Eighteenth Brumaire ofLouis Bonaparte .Marx ciertamente retrata tales sucesos como condicionados por el desa-rrollo de fuerzas y relaciones de produccin durante la monarquaburguesa de Luis Felipe . Fue este desarrollo el que sent las bases para elsurgimiento de una industria en gran escala y de un proletariado industrial,el que profundiz la divisin entre los legitimistas y los orleanistas y elque produjo la crisis econmica de 1847 que precipit los levantamientospolticos de 1848 . Pero Marx no slo se concreta a esta descripcin . Porel contrario, lo ms sorprendente es que retrata los sucesos de 1847-1851,no como el resultado inevitable de procesos que se generaron en un planoeconmico, sino como hechos atrapados en imgenes del pasado, seducidospor tradiciones que persisten pese a la transformacin continua de lascondiciones materiales de la vida . As, The Eighteenth Brumaireiniciacon este clebre pasaje :

    65

  • La tradicin de todas las generaciones muertas pesa como unapesadilla en el cerebro de los vivos . Y justo cuando parecen estar-empeados en revolucionarse y en revolucionar las cosas, en crearalgo que nunca antes haya existido, precisamente en tales periodosde crisis revolucionaria conjuran con ansiedad los espritus delpasado para ponerlos a su servicio y toman prestados sus nombres,gritos de batalla y atuendos a fin de representar la nueva escena dela historia mundial armados con este disfraz consagrado por el tiem-po y con este lenguaje prestado .'

    En el momento mismo cuando los seres humanos se dedican a crear supropia historia, a emprender tareas sin precedente, retroceden ante losriesgos y las incertidumbres de la empresa e invocan representacionesque les aseguren su continuidad con el pasado . En el momento precisocuando se ve amenazada la continuidad, inventan un pasada que res-tituya la calma . El fantasma de una vieja revolucin fue lo que aparecien la Francia de 1848-1851, con el chapucero y gris Luis Bonaparte oculto trasla mscara fnebre de Napolen. Un pueblo entero, que imagin quepor medio de una revolucin haba ganado una fuerza de movimientoacelerado, se encuentra de pronto que ha retrocedido a una poca ex-tinta .u Aunque la sociedad francesa estaba en convulsin por una crisiseconmica y en el umbral de una nueva revolucin, fue jalada hacia atrspor el peso de una tradicin de la cual no se pudo desprender a ltima hora .

    Es significativo que Marx, al escribir en 1859 acerca de los sucesosde 1848-49 haya considerado an la posibilidad de un inminente resur-gimiento en Francia de la actividad revolucionaria bajo el liderazgo delproletariado . 23 Algunas medidas del gobierno, como la reintroduccin

    21 Karl Marx, The Eighteenth Brumaire of Louis Bonaparte, en Selected Works in OneVolume, . . .op.cit., p . 96 . [trad .cast . Ariel]

    221bid., p . 97 .23 Vase Karl Marx, The Class Struggles in France, 1848 lo 1850 (Mosc : Progress Publishers,

    1952), pp . 107-122. [trad .cast . Progreso] Marx escribi los tres primeros captulos de estaobra en invierno de 1849-50 y se publicaron primero en Neue Rheinische Zeitung enenero, febrero y marzo de 1850 . Marx y Engels escribieron despus el cuarto captulo yapareci en el ltimo nmero de la publicacin en otoo de 1850 . En cambio, Marx

    66

    del impuesto al vino, estaban revolucionando al campesinado y, segnlo sugiri Marx, llevndolo a conformar un frente comn con su aliadonatural: el proletariado. No obstante, dos aos ms tarde, al escribir durantela secuela del golpe de Estado y con el beneficio de la retrospeccin, semoder el optimismo de Marx . La revolucin todava estaba programada,pero el golpe de Estado haba demostrado que, en vez de ser inminente, es-taba recorriendo todava el purgatorio 24 Por qu, en vez de originaruna revolucin cabal, los sucesos de 1848-51 haban dado lugar a unrgimen autoritario que parodiaba el pasado? Qu base tena este rgimenque haba robado la flama del hogar revolucionario? Marx argumentaque el golpe de Estado de Luis Bonaparte tuvo xito porque, entre otrascosas, ste representaba a la clase ms numerosa de la sociedad france-sa : el campesinado tinifundista. Aun cuando sus intereses de clasecoincidan con los del proletariado, los campesinos minifundistas noestaban preparados an para levantarse en armas con el proletariado enuna lucha comn . No eran capaces todava de perseguir sus propiosintereses por s mismos, sino que requeran de un representanteque com-pensara la fragmentacin de sus condiciones de vida al aparecer encimade ellos como su seor. Y por qu habra de ser elevado Luis Bonapar-te, ese burcrata chapucero, a la posicin de representante y seordel campesinado?

    La tradicin histrica origin que los campesinos franceses creyeranen el milagro de que un hombre llamado Napolen les restituiratoda su gloria. Y apareci un individuo que se proclama como elhombre por llamarse Napolen[ . . .] Despus de un vagabundeo deveinte aos y de una serie de aventuras grotescas la leyenda se cum-ple y el hombre se convierte en Emperador de los franceses . La ideafija del Sobrino se realiz pues coincida con la idea fija de la clasems numerosa del pueblo francs .'

    escribi The Eighteenth Brumaire of Louis Bonaparte como una serie de artculos en 1852,es decir, despus del coup d'tat.

    24Marx, iba Eighteenth Brumaire of Louis Bonaparte,. . .op.cit, p .168 .25 Ibid, p .171 .

    67

  • La clave para comprender por qu los sucesos de 1848-51 culminaroncon un golpe de Estado y no en un levantamiento revolucionario reside enel hecho de que los campesinos, quienes conformaban la clase msgrande de Francia, dieron su apoyo a Luis Bonaparte, y se lo otorgaronpor estar fascinados con la leyenda de Napolen, embelesados con unafigura que se presentaba como salvador al portar el atuendo de su antiguohroe. El golpe de Estado se puede explicar, no al demostrar que las clasesclave actuaron de acuerdo con sus intereses aparentes (los cuales habranconducido a un resultado muy diferente), sino al afirmar que actuabande acuerdo con una tradicin reactivada por las palabras e imgenes deun impostor.

    De este modo, el anlisis que hace Marx de los sucesos de 1848-51atribuye un papel central a las formas simblicas que conforman unatradicin y que, en un momento de crisis, pueden llevar a la gente deregreso hacia el pasado, impidindole que perciba sus intereses colectivosy que acte a fin de transformar, un orden social opresivo . Una tradicinpuede sostener y contener a un pueblo, puede llevarlo a creer que en elpasado est su futuro y que un seor es su servidor, y as puede mantenerun orden social donde la gran mayora del pueblo queda sujeta a con-diciones de dominacin y explotacin . Que los muertos entierren a susmuertos, implora Marx; la revolucin social del siglo xix no puede arras-trar su poesa desde el pasado, sino slo desde el futuro 2 6 Empero, noes tan fcil enterrar a los muertos . Las formas simblicas transmitidasdel pasado constituyen las costumbres, creencias y prcticas cotidianas,y no es posible deshacerse de ellas como si fueran cadveres inertes, puestoque desempean un papel fundamental y activo en la vida de la gente .Aunque Marx subestim la importancia de la dimensin simblica de lavida social, s vislumbr sus consecuencias en el contexto de la Franciade mediados del siglo xix . Al poner de relieve las maneras donde las pa-labras e imgenes pueden reactivar una tradicin que sirve para sostenerun orden social opresivo y para obstaculizar el camino del cambio social,delimit el espacio terico para una nueva concepcin de la ideologa .

    26 ]bid., p . 98 .

    68

    Se trata de una concepcin que aparta nuestra atencin de las ideasabstractas de las doctrinas filosficas y tericas para dirigirla hacia las ma-neras donde se usan y transforman los smbolos en contextos socialesespecficos . Es una concepcin que nos urge a examinar las manerasdonde las formas simblicas que circulan en la vida social crean y sos-tienen las relaciones sociales, aduendose de la gente y orientndolaen determinadas direcciones . Ms adelante en este captulo retomar estaconcepcin latente de la ideologa e intentar desarrollarla de manerasistemtica . Pero antes debemos considerar algunos de los desarrollosposteriores en la historia del concepto .

    DE LA'IDEOLOGA A LA SOCIOLOGA DEL CONOCIMIENTO

    Despus de Marx, el concepto de ideologa adquiri un papel fundamen-tal en el marxismo y en las nuevas disciplinas de las ciencias sociales . Eneste contexto no puedo intentar examinar los mltiples y variados usosdel trmino que se pueden distinguir en esta literatura tan vasta . Encambio, tratar de destacar una tendencia central que se hace evidenteen toda esta literatura, tendencia que describir como la neutralizacindel concepto de ideologa. En los escritos de Marx el concepto de ideologaconserv el sentido negativo y de oposicin que haba adquirido enmanos de Napolen . Tal sentido negativo fue modulado de distintas ma-neras por las diversas concepciones de ideologa implcitas en la obra deMarx, pero el sentido negativo era comn a todas . Las doctrinas e ideasque constituyen la ideologa pertenecan al mbito de la abstraccin, repre-sentacin e ilusin ; expresaban los intereses de las clases dominantes ytendan a mantener el statu quo; eran fenmenos que se podan explicar,desenmascarar y -de acuerdo al menos con una concepcin implcitaen el trabajo de Marx- remplazar en ltima instancia por el anlisiscientfico de las condiciones materiales de produccin y de cambiosocial . No hay sugerencia alguna en la obra de Marx de que la ideologasea un elemento positivo, progresista o inevitable dE .',a vida social como

    tal. Para Marx, la ideologa es el sntoma de una enfermedad, no un rasgo

    69

  • normal de una sociedad saludable y menos an la medicina para unacura social . Sin embargo, en la literatura posterior el concepto de ideologatiende a perder su sentido negativo . Tanto en el marxismo como en lasnuevas disciplinas de las ciencias sociales el concepto de ideologa se neu-traliza de varias maneras, aunque en la esfera del discurso social cotidianoel trmino ideologa contina transmitiendo un sentido negativo eincluso peyorativo.

    Podemos rastrear este proceso de neutralizacin considerandobrevemente, para empezar, el destino del concepto de ideologa en al-gunas de las contribuciones al desarrollo del pensamiento marxista despusde Marx. La neutralizacin del concepto de ideologa en el marxismono fue tanto el resultado de un intento explcito por transformarlo, sinoms bien el producto de una generalizacin implcita de lo que hellamado la concepcin epifenomnica de la ideologa, generalizacinque form parte del inters por elaborar estrategias de lucha de clasesen circunstancias sociohistrics particulares . As, Lenin, al analizar lapolarizada situacin poltica que imperaba en Rusia a fines de siglo,demand la elaboracin de una ideologa socialista que combatira lainfluencia de la ideologa burguesa y evitara las trampas de lo que lllam la conciencia sindical espontnea?7 Lenin estaba interesado ensubrayar que el proletariado, por s solo, no desarrollara una genuinaideologa socialista ; ms bien, seguira estando atrapado por la ideologaburguesa y preocupado por reformas fragmentarias. La ideologa so-cialista slo podra ser elaborada por tericos e intelectuales que, porestar alejados de las exigencias de la lucha cotidiana, seran capaces detener una perspectiva ms amplia de las tendencias de desarrollo y de losobjetivos generales . Aun cuando no ha sido producido espontneamentepor el proletariado, el socialismo es la ideologa del proletariado en elsentido de que expresa y promueve sus intereses en el contexto de la luchade clases. Un uso parecido del trmino ideologa es evidente en el trabajo deLukcs. Al reflexionar a inicios de la dcada de 1920 sobre las tareas y

    27 V. 1 . Lenin, What Is To Be Done? Burning Questions of OurMovement (Nueva York :International Publishers, 1969), p . 41 . [trad .cast . Progreso]

    70

    los problemas que enfrenta el movimiento de la clase trabajadora, Lukcsenfatiz la importancia de la ideologa proletaria en la determinacindel destino de la revolucin . En su opinin, no cabe duda de que el pro-letariado lograr finalmente su misin histrica mundial ; el nicopunto en cuestin es qu tanto ms tiene que sufrir antes de alcanzar lamadurez ideolgica, antes de adquirir una verdadera comprensin desu situacin de clase y una verdadera conciencia de clase .'!" Puesto queel proletariado est inmerso en el proceso sociohistrico y est sujeto alos vaivenes de la cosificacin y de la ideologa burguesa, el desarrollode la madurez ideolgica puede requerir la mediacin de un partido queest separado en cuanto a organizacin se refiere de la clase y que seacapaz de expresar los intereses de sta en su totalidad .

    En este contexto no deseo examinar las ramificaciones y depuracio-nes, las ambigedades, vacilaciones e inconsistencias de los planteamientosde Lenin y Lukcs . Un examen semejante nos alejara del tema centralque nos preocupa aqu ; en todo caso, en la, literatura existen abundantescomentarios detallados sobre sus puntos de vista? El tema central dondequiero detenerme es la forma en que el uso del trmino ideologa en losescritos de Lenin y Lukcs entraa una neutralizacin implcita delconcepto . A partir de la concepcin epifenomnica de Marx y tras adaptarlaa las exigencias de la lucha de clases, tanto Lenin como Lukcs genera-lizan efectivamente esta concepcin, de tal manera que la ideologa serefiere a las ideas que expresan y promueven los intereses respectivos delas principales clases implicadas en el conflicto . Si bien Lenin y Lukcsenfatizan que la ideologa del proletariado no es necesariamente producidapor ste en el curso progresivo de los sucesos, s subrayan la importancia

    28 Georg Lukcs, History and Class Consciousness: Studies in Marxist Dialectics, trad .Rodney Livingstone (Londres : Merlin Press, 1971), p . 76 . [trad .cast . grijalbol

    29 Vanse en especial Jorge Larrain, Marxism and Ideology, cap . 2 ; Neil Harding, Lenin'sPolitical Thought. Theory and Practice in the Democralic and Socialist Revolutions (Londres:MacMillan, 1983); Andrew.,Arato y Paul Breines, The Young Lukcs and the Origins ofWestern Marxism (Nueva York: Seabury Press, 1979) [trad .cast . FCE]; y GarethSteadman Jones, "The Marxism of the Early Lukcs : An Evaluation", en New LeftReview, nm. 70,1971, pp . 27-64 .

    71

  • de elaborar y difundir dicha ideologa a fin de superar los obstculosque enfrenta la revolucin . El materialismo histrico, recalca Lukcs, esla ideologa del proletariado en formacin de guerra, y es en realidadel arma ms formidable de esta lucha .' Pero usar el trmino ideolo-ga de esta manera es eliminar lo que podemos llamar el aspectoasimtrico de la concepcin epifenomnica de Marx . La concepcin deMarx implica cierta asimetra en relacin con las clases bsicas implicadasen la produccin . Las ideas constitutivas de la ideologa son ideas que ex-presan los intereses de la clase dominante; no son ideas que expresen losintereses de las clases en s . Marx nunca habl de una ideologa socialistao de una ideologa proletaria, y nunca caracteriz el materialismohistrico como la ideologa del proletariado . Tampoco sugiri quedicha ideologa otorgara al proletariado una comprensin correcta desu situacin de clase, de sus intereses y objetivos . Marx estaba muyfamiliarizado con el ataque de Napolen a las pretensiones de los idologuescomo para emplear el trmino ideologa en un sentido inequvocamentepositivo . Lejos de delimitar el sendero privilegiado por el cual marcharael proletariado hacia la victoria, para Marx la ideologa era el mbito delas doctrinas abstractas y de las ideas ilusorias que tal vez descarriaranal proletariado . Lejos de ser el arma que el proletariado pudiera desplegaren su lucha, la ideologa era un obstculo que tal vez tendra que superarla lucha por el socialismo . Al generalizar el uso de ideologa, Lenin yLukcs eliminaron efectivamente el aspecto asimtrico de la concepcinepifenomnica y neutralizaron el sentido negativo transmitido por eltrmino en los .,acr : .. .r a' Marx .

    Al desarrollar este argum2ak . -i inters principal es documentaruna transformacin implcita del concepto de ideologa, no lanzar unataque contra Lenin y Lukcs o exigir un retorno absoluto a Marx . Enlos escritos de Lukcs hay elementos -en particular su nocin de cosi-ficacin- que todava son importantes para el anlisis de la ideologa ya ellos volver en una etapa posterior . Adems, los comentarios de Marxacerca de la ideologa son tan elusivos, ambiguos y fragmentarios, y . estn

    30 Lukcs, History and Class Consciousness, . ..op.cit., p . 228 .

    72

    tan llenos de suposiciones especulativas y cuestionables, que sera ingenuoexigir un retorno absoluto a sus puntos de vista . Si bien Marx ayud 'aponer de relieve algunas de las cuestiones que debe abordar el anlisisde la ideologa en la actualidad, dicho anlisis debe basarse en suposicionesque difieren mucho de las que propuso Marx . Si vamos a seguir tomandode Marx la idea de que el anlisis de la ideologa es una actividad criticainseparable de una reflexin acerca de las relaciones de dominacin queenvuelven a los individuos, entonces debemos reconocer, tambin que enla actualidad ya no se puede sostener la manera en qu Marx propusoconducir y justificar la actividad de la crtica . Retomar estos asuntos asu debido tiempo . Pero antes quiero examinar el tratamiento del conceptode ideologa en el trabajo de Karl Mannheim, cuyo Ideology and Utopiarepresenta el primer intento sistemtico por elaborar, fuera de la tradicindel marxismo, una concepcin neutral de la ideologa .

    Mannheim estaba familiarizado con la obra de Lukcs, pues estudicon l en la Universidad de Budapest y fue nombrado por Lukcs paraocupar un cargo en la universidad cuando ste era asistente del ministrode cultura suplente en la efmera Repblica hngaro-sovitica ." Al igualque Lukcs, Mannheim enfatizaba que todo pensamiento se sita en lahistoria y forma parte del proceso sociohistrico que, a su vez, buscacomprender. Pero Mannheim no estaba interesado directa y predominan-temente en los problemas tericos y polticos del marxismo : ante todo,estaba interesado en desarrollar una manera de estudiar las condicionessociales del conocimiento y el pensamiento . Ms ILirde, en su carrera,tras verse obligado a emigrar a Inglaterra en 1933, se preocup cadavez ms por las cuestiones pedaggicas y el anlisis de los aspectos cultu-rales de la reconstruccin social y el cambio . Cuando Mannheim abordel problema de la ideologa a fines de la dcada de 1920, lo hizo en elcontexto de un intento por elaborar un mtodo interpretativo paraestudiar el pensamiento situado socialmente. Mannheim abrigaba la

    31 Para conocer un anlisis general acerca de la obra de Mannheim, vanse A . P.Simmonds, Karl Mannheim's Sociology of Knowledge (Oxford: Oxford University Press,1978) ; Susan J . Hekman, Hermeneutics and theSociology ofKnowledge (Cambridge : PolityPresa, 1986) ; y Jorge Larrain, The Concept ofldeology, . . .op.cit., cap . 4 .

    73

  • esperanza de que, al poner en evidencia lo que l llamaba las racessociales y activ stas del pensamiento, su enfoque metodolgico haraposible un nuevo tipo de objetividad en la ciencia social y responderaa la interrogante de la posibilidad de la conduccin cientfica de lavida poltica 32

    Si bien Mannheim, al expresar esta esperanza, pareca- reflejar losobjetivos del programa original de Destutt de Tracy para una cienciade las ideas, sta fue una reflexin que pas a travs del prisma deltrabajo de Marx y adquiri una nueva categora en el contexto del pen-samiento de comienzos del siglo xx. Pas a travs del prisma del trabajode Marx en el sentido de que Mannheim considera la discusin de laideologa en Marx como una fase decisiva en la transicin de una concep-cin particular a una concepcin total de ideologa . Por concepcinparticular de ideologa, Mannheim entiende una concepcin que semantiene en el nivel de los encubrimientos, los engaos y las mentirasms o menos conscientes. La concepcin particular de ideologa quedaimplcita cuando manifestamos escepticismo ante las ideas y los puntos devista externados por nuestros opositores y los consideramos como repre-sentaciones equivocadas de la naturaleza real de la situacin . Unaconcepcin total de ideologa se presenta cuando desplazamos nuestraatencin hacia las caractersticas de la estructura total del pensamientode una poca o un grupo sociohistrico tal como una clase . La concep-cin total queda implcita cuando buscamos captar los conceptos y modos depensamientos y experiencia, el Weltanschauungo visin del mundo,de una poca o grupo y construirlo como fruto de una situacin de vidacolectiva . La concepcin particular permanece en el mbito de los in-dividuos dedicados al engao y la acusacin, en tanto que la concepcintotal tiene que ver con los sistemas colectivos de pensamiento relacionadoscon los contextos sociales .

    Desde el punto de vista de Mannheim, Marx fue el primer pensadorque hizo la transicin de la concepcin particular a la concepcin total

    32 Karl Mannheim, Ideology and Utopia: An Introduction to the Sociology ofKnowledge, trad .Louis Wirth y Edward Shils (Londres : Routledge & Kegan Paul, 1936), p . 4. [trad .cast . FCEI

    74

    de ideologa, pero lo hizo de tal manera ciu, ; u.ve elementos de laprimera . Fue ms all de la concepcin particular en la medida en queprocur rastrear las doctrinas e ideas filosficas y tericas para regresara la posicin de clase de sus exponentes, arraigando dichas doctrinas eideas en las condiciones sociohistricas de las clases cuyos interesesexpresan. Sin embargo, el enfoque de Marx retuvo elementos de laconcepcin particular en la medida en que intent desacreditar elpensamiento burgus, criticar el pensamiento de su adversario de clase,mientras que daba por sentada la posicin a partir de la cual se llevabaa cabo esta actividad crtica . El enfoque de Marx era unilateral : tratabade interpretar y criticar el pensamiento de su opositor en relacin consu contexto social, pero no aplicaba el mismo enfoque a su propio .pensamiento . As, Mannheim establece una distincin ulterior entre loque l llama la formulacin especialy la formulacin general de la concepcintotal de ideologa . Marx practic la formulacin especial ; lo que senecesita ahora es hacer la transicin final a la formulacin general, demodo que el analista tenga el valor de someter no slo el punto de vistadel adversario sino todos los puntos de vista, incluido el propio, al anlisisideolgico? La ideologa de acuerdo con esta formulacin general sepuede considerarcomolossistemas depensamientoylosmodosde experienciaentretejidos que condicionan las circunstancias sociales y que comparten losgrupas deindividuos, induldoslasindividuos dedicados al anlisis Ideolgico .Con la transicin final a la formulacin general, el anlisis ideolgicodeja de ser el arma intelectual de un partido y se transforma, a cambio,en un mtodo de investigacin de la historia social e intelectual, mtodoque Mannheim describe como la sociologa del conocimiento . Elobjetivo de este mtodo no es exponer y desacreditar el pensamiento delos adversarios, sino ms bien analizar todos los factores sociales queinfluyen en el pensamiento, incluido el propio, y, en consecuencia,proporcionar al hombre moderno una perspectiva revisada de todo elproceso histrico .'

    33 Ibid, p .69 .34 Ideen.

    75

  • 11

    Aunque la transicin a la sociologa del conocimiento implica unarenuncia al carcter evaluativo de las primeras concepciones de la ideologa,plantea, sin embargo, problemas epistemolgicos propios . Se debe darcrdito a Mannheim por confrontar tales problemas de una maneradirecta y explcita, aun cuando las respuestas que ofrece son en ltimainstancia insatisfactorias . Los problemas epistemolgicos planteados por elenfoque de Mannheim constituyen lo que se puede describir como losproblemas epistemolgicos del historicismoradicaL Si todo el conocimiento,incluido el que es producido por la sociologa del conocimiento, est social ehistricamente situado, y es inteligible slo en relacin con tal situacin,entonces cmo podemos evitar la conclusin de que todo el conocimientoes meramente relativo a la situacin sociohistrica del conocedor? SegnMannheim, semejante conclusin se puede evitar distinguiendo entrerelativismo y relacionismo . El relativismo es el resultado de combinar elmuy legtimo reconocimiento del condicionamiento sociohistrico delpensamiento rcn na teora vieja y anticuada del conocimiento, teoraque toma proposiciorie~J c~ . .i , verdaderas de manera analtica (porejemplo, frmulas matemticas con_t x 2 = 4) como el paradigmade todo conocimiento . Comparadas con semejante paradigma, lasformas del conocimiento que dependen de condiciones sociohistricasestn destinadas a aparecer como meramente relativas . Pero si rechaza-mos esta anticuada teora del conocimiento, entonces podemos ver quetodo conocimiento histrico es conocimiento relacional y que slo sepuede formular y comprender con referencia a las circunstancias sociols-tricas del conocedor y del observador . Que el conocimiento histricodependa de las circunstancias sociohistricas no es un defecto que invalidedicho conocimiento, sino ms bien la condicin de posibilidad del conoci-miento en la esfera sociohistrica .

    Mannheim reconoce que el relacionismo como tal no resuelve lainterrogante sobre cmo se puede discriminar entre verdad y falsedaden el campo de accin del conocimiento histrico . A lo sumo, el relacionismopone fin a una respuesta engaosa para dicha interrogante, respuestabasada en una vieja teora del conocimiento, y prepara el camino paraun enfoque alternativo . Sin embargo, la alternativa descrita por Mannheim

    en Ideology and Utopia es difcilmente ms plausible que la respuestaque intent dejar de lado, El conocimiento que podemos adquirir ennuestras investigaciones, sugiere Mannheim, es un conocimiento par-cialque se relaciona con el cuerpo ms amplio del conocimiento y laverdad, y por ltimo con la estructura de la realidad histrica misma,como tantas partes de una totalidad. Aunque no podemos esperarcaptar toda esta totalidad de una manera inmediata, podemos tratarde captar tantas perspectivas parciales como sea posible para in-tegrarlas en una sntesis dinmica y completa . El grupo social quetiene ms oportunidades de producir dicha sntesis es el grupo al queAlfred Weber se refiri como la intelligentsia no comprometidasocialmente . Sin pertenecer del todo a clase alguna y sin arraigarsecon mucha firmeza en el orden social, la intelligentsia estaba expuestaa puntos de vista diferentes y era cada vez ms sensible al carcterdinmico y holstico de la sociedad y la historia; en virtud de su mismaposicin social, poda producir, y se inclinaba a hacerlo, una sntesisque estara libre de toda posicin particular .

    Este hegelianismo sociolgico proporciona a Mannheim la basepara una empresa ulterior y ms normativa : la de diagnosticar la culturade una poca . Es en este contexto que Mannheitri introduce una concepcinalgo distinta de ideologa y la contrasta con la nocin de utopa . Lasideologas y las utopas se conceptan aqu como ideas discordanteso incongruentes con la realidad . Tanto las ideologas como las utopastrascienden la realidad existente en el sentido de que ambas proyectanmodos de conducta que no se pueden ejecutar en los limites del ordensocial existente. Pero mientras que las ideologas nunca tienen xito de factoen cuanto a realizar sus modos proyectados de conducta, las uto-pas realizan su contenido en alguna medida y, en consecuencia, tiendena transformar la realidad social existente de acuerdo con los modos deconducta que proyectan . Las ideologas son proyecciones puras que noejercen un efecto transformador en el mundo sociohistrico, en tanto quelas utopas son ideas que con el tiempo se realizan de alguna manera eneste mundo . Me referir a esta nocin de ideologa como la concepcinrestringida de Mannheim, concepcin que puede resumirse as : lasideo-

    77

  • logias son ideas discordantes con la realidad e irrealizables en la prctica.Mannheim reconoce que, en las circunstancias actuales, puede ser difcildistinguir entre las ideologas en este sentido y las utopas, puesto quela distincin presupone una concepcin clara de la realidad sociohistricay una hiptesis en cuanto a si ciertas ideas se realizarn o no con el trans-curso del tiempo. En virtud de que esta hiptesis slo se podra confirmarde manera retrospectiva, el criterio de realizacin es, a lo sumo, unanorma complementaria y retroactiva para establecer distinciones entrehechos que en la medida en que sean contemporneos permanecernenterrados bajo los conflictos partidarios de opiniones 35

    No es necesario examinar aqu con mayor detalle los puntos devista de Mann~ _!im . En sus escritos hay abundantes dificultades y am-bigedades que requeriran un espacio considerable para analizarse porcompleto. Lo que quiero hacer resaltar es la manera en que el empujecentral de la discusin de Mannheim da por resultado una neutra-lizacin del concepto de ideologa . La principal preocupacin de Mannheimes ir ms all del carcter partidario de las primeras descripciones ytransformar el anlisis de la ideologa en una sociologa del conoci-miento que se basara en la formulacin general de la concepcin totalde ideologa . En este nuevo programa, la ideologa se refiere en esenciaa sistemas de pensamiento o ideas que se sitan socialmente y se compartencolectivamente; un anlisis ideolgico es el estudio de la forma en queestos sistemas de pensamiento o ideas reciben influencia de las circuns-tancias sociales e histricas donde se sitan . De esta manera, el nuevoprograma de Mannheim busca de manera explcita hacer de lado lasconnotaciones negativas crticas asociadas con el concepto de ideologadesde Napolen, y reconstruir el proyecto original de una ciencia de lasideas que tendra consecuencias polticas y prcticas . Pero Mannheimsabe que el proyecto no se puede seguir de ninguna manera como lopropuso originalmente Destutt de Tracy . Pues, como lo ha demostradoMarx, las ideas no existen en un medio etreo propio sino que estnsiempre condicionadas por factores sociales e histricos, de tal manera

    35 Ibid., p . 184 .

    78

    que el estudio de las ideas debe ser, en palabras de Mannheim, unasociologa del conocimiento . Ms an, el estudio de las ideas se sita ens de manera histrica y social . De aqu que no podamos tratarla sim-plemente como una ciencia y suponer que sus criterios de validez seanautoevidentes y que queden ms all de toda duda . En el nivel episte-molgico, la sociologa del conocimiento se debe explicar como unhistoricismo autorreflexivo, ms que interpretarla como una cienciapositiva construida en el molde de la Ilustracin .

    Sin embargo, pode, . ni 'repuntar con justicia si resulta til yprovechoso considerar el nuevo r_ "-,, ns3 -para una sociologa del co-nocimiento como heredero legtimo del anlisis c :a ideologa o comocoextensivo a ste, El mismo Mannheim parece algo ambivalente en este,sentido . Mientras que en algunos contextos enfatiza las limitaciones delas primeras concepciones de ideologa y aboga por la generalizacindel enfoque ideolgico, en otros pasajes sugiere que el estudio de laideologa est necesariamente limitado y en consecuencia se puedediferenciar de la sociologa del conocimiento . De hecho, en un puntosugiere incluso que sera mejor evitar usar el trmino ideologa en lasociologa del conocimiento, remplazndolo por la nocin ms neutralde perspectiva 3 6 Pero si ste es el caso, entonces muy bien se puededudar del xito del intento de Mannheim por generalizar y neutralizarel concepto de ideologa . Incluso a raz de este intento, Mannheimreconoce que la formulacin general de la concepcin total de ideologano es, tal vez, una concepcin de ideologa a fin de cuentas, puesto quecarece de la connotacin moral que constituye un aspecto esencial de eseconcepto. Incluso a raz de su intento por extraer los elementos de lasociologa del conocimiento del residuo de problemas que por tradicinse asocian con el concepto de ideologa, Mannheim concede que talesproblemas pueden merecer, despus de todo, ser abordados por separado,mediante un enfoque que se distinga de la sociologa del conocimiento yque la complemente .

    36 Cr., ibid., pp . 69, 238 y s.

    79

  • Puede este residuo de problemas ser captado de manera adecuadapor la concepcin de ideologa ms restringida que introdujo Mannheimy que se yuxtapone a la nocin de utopa? Entre el concepto de ideologay el de utopa se puede plantear una interesante e importante compa-racin, pero la forma especfica en que Mannheim hace esta comparacines cuestionabi.k. . .~i. -r}- dde los evidentes problemas asociados concualquier intento por aplicar lu, .i ,, ados criterios de realizacin, sepuede poner en duda si la concepcin de ideologa ms restringida deMannheim es en s una formulacin plausible . En esta descripcin, lasideologas son ideas discordantes de la realidad e irrealizables en laprctica; son similares a la utopa pero son an ms extremas : ideastotalmente ineficaces, por as decirlo . Cabe preguntarse si, de aplicarsede manera estricta estos criterios, quedara algo que se pudiese llamarideologa . Tal vez sea significativo que el ejemplo que cita Mannheimde una ideologa en este sentido sea la idea de un amor fraternal cris-tiano en una sociedad feudal, en tanto que una amplia gama de doctrinase ideas, desde el milenarismo al liberalismo, del conservadurismo alcomunismo, son tratadas como utopas . Pero el punto que quieroenfatizar aqu es que la concepcin restringida de ideologa de Mannheimmantiene la connotacin negativa asociada con el trmino, enfocndoseen dos caractersticas: las del desacuerdo y la irrealizabilidad; lo que estadescripcin pasa por alto es el fenmeno dela dominacin. En los escritos deMarx, el concepto de ideologa se vinculaba con la nocin de domi-nacin, en el sentido de que las ideas o representaciones constitutivas dela ideologa se entretejen de alguna manera -ya sea al expresarlas,falsearlas o sostenerlas- con las relaciones de dominacin de clase .Semejante vnculo con el fenmeno de la dominacin se pierde en laconcepcin restringida de Mannheim, que en este aspecto tiene ms en co-mn con la concepcin napolenica que con las concepciones de ideologaque emergen de los escritos de Marx . En las secciones siguientes delpresente captulo intentar recuperar el vnculo entre el concepto deideologa y el fenmeno de dominacin, y lo desarrollar de tal maneraque proporcione una base conceptual adecuada para el anlisis de laideologa en las sociedades modernas.

    80

    REPENSANDO LA IDEOLOGA: UNA CONCEPCIN CRTICA

    En las secciones anteriores he analizado algunas de las etapas principalesde la historia del concepto de ideologa . He puesto & relieve algunas delas concepciones especficas que han emergido en el curso de dichahistoria, desde la ciencia de las ideas de Destutt de Tracy hasta lasdiversas concepciones discernibles en los escritos de Marx y Mannheim .Ahora quiero ir ms all de esta investigacin histrica y desarrollaruna formulacin alternativa del concepto de ideologa que se base enalgunas de las contribuciones antes examinadas . Al hacerlo as nointentar rehabilitar ninguna concepcin particular de ideologa, nipropondr sntesis grandiosa o contundente alguna . Mis objetivos son ala vez ms constructivos y ms modestos . Son ms constructivos en elsentido de que intentar desarrollar una nueva formulacin del conceptode ideologa ms que rehabilitar alguna concepcin previa . Esta nuevaformulacin captar el espritu de algunas concepciones anteriores perono se adherir al pie de la letra de alguna descripcin particular . Misobjetivos son ms modestos en el sentido de que no har ningn intentopor sintetizar las diversas concepciones puestas de relieve antes, comosi la compleja historia del concepto de ideologa se pudiese llevar ahoraa una culminacin natural ; la formulacin que intentar ofrecer es unacontribucin a esta historia, no una propuesta para ponerle fin. Misobjetivos son tambin modestos en el sentido de que dejar de ladomuchas de las suposiciones y alegatos -a veces muy ambiciosos-que se asocian con el concepto de ideologa . Nd hay necesidad deintentar defender y justificar las suposiciones y los alegatos de lasconcepciones de ideologa que se abordan mejor como los primerosepisodios de una historia larga y confusa . Por supuesto, la formulacinalternativa que propondr implica sus propias suposiciones y en estecaptulo y en otra parte intentar explicar y justificar tales suposiciones.

    Permtaseme empezar por establecer una distincin entre dostipos generales de la concepcin de ideologa . Semejante distincin nospermitir clasificar las diversas concepciones de ideologa en dos categoras

    81

  • total) comparten una caracterstica importante, a pesar de las muchasdiferencias que separan a estos pensadores . Todas estas concepciones deideologa son concepciones neutrales, en el sentido de que no transmitennecesariamente un sentido peyorativo y negativo, y de que tampoco

  • implican necesariamente que la ideologa sea un fenmeno que debacombatirse y, de ser posible, eliminarse. En contraste, las concepcionesde ideologa postuladas por Napolen, Marx y Mannhem (en lo que he des-crito como la concepcin restringida de Mannheim) son todas concepcionescrticas . Todas transmiten un sentido negativo e implican que los fen-menos caracterizados como ideologa .son susceptibles a la crtica .

    Los criterios de negatividad, en virtud de los cuales las diferentesconcepciones crticas transmiten un sentido negativo, varan de una con-cepcin a otra . En el uso dado por Napolen al trmino, la ideologatransmita un sentido negativo al sugerir que las ideas tratadas eranerrneas e imprcticas, y que eran engaosas y estaban divorciadas de lasrealidades prcticas de la vida poltica. La concepcin polmica de ideo-loga de Marx retuvo estos dos criterios de negatividad, al tiempo quecambi el blanco de ataque de la ciencia de las ideas de De Tracy a laespeculacin filosfica de los jvenes hegelianos. Con la transicin ala concepcin epifenomnica deeMarx, cambian los criterios de negativi-dad : las ideas que constituyen la ideologa son todava ilusorias, pero seconsideran tambin como ideas que expresan los intereses de la clasedominante. Este ltimo criterio es remplazado por otro en lo que des-crib como la concepcin latente de ideologa en Marx . De acuerdo conla concepcin latente, la ideologa es un sistema de representaciones queocultan y engaan, y que, al hacerlo, sirven para mantener las relacionesde dominacin. Con la formulacin posterior de la concepcin restrin-gida de Mannheim, los criterios de negatividad retroceden hacia aquelloscaractersticos del uso dado por Napolen al trmino y de la concepcinpolmica de Marx .

    Este esquema podra extenderse para incluir las contribucionesms recientes a la teora y al anlisis de la ideologa . Sin embargo, nointentar extenderlo aqu. Considerar algunas contribuciones recientesen el captulo siguiente, pero lo har teniendo en cuenta un objetivolevemente distinto : me preocupar menos por las concepciones espe-cficas de ideologa empleadas por los autores contemporneos, y ms porsus descripciones generales sobre la naturaleza y el papel de la ideologaen las sociedades modernas . Empero, como lo he indicado en otro

    84

    contexto;' la mayor parte de los autores contemporneos que escribensobre ideologa -de Martin Seliger a Clifford Ceertz, y de Alvin Gouldnera Louis Althusser- emplean alguna versin de lo que he descrito comoconcepcin neutral de la ideologa . En general, la ideologa se concibe co-mo sistemas de creencias o formas y prcticas simblicas; y en algunoscasos estos autores -como Mannheim varias dcadas atrs- buscandistanciarse explcitamente de lo que consideran una concepcin res-trictiva o evaluativa de la ideologa . Al desarrollar un enfoquealternativo al anlisis de la ideologa, mi objetivo ser muy diferente .Intentar contradecir lo que he descrito como la neutralizacin delconcepto de ideologa . Intentar formular una concepcin crtica de laideologa con base .. en algunos de los temas implcitos en concepcionesanteriores, en tanto que abandono otros; e intentar demostrar quetal concepcin puede proporcionar una base para un enfoque fruct-fero y digno de ser defendido para analizar la ideologa, enfoque quese orienta hacia el anlisis concreto de los fenmenos sociohistricospero que, al mismo tiempo, mantiene el carcter crtico que nos halegado la historia del concepto .

    De acuerdo con la concepcin que propondr, el anlisis de la ideo-loga se asocia principalmente con las maneras donde las formas simblicasse intersectan con las relaciones de poder . Trata de las maneras donde semoviliza el significado en el mundo social y sirve en consecuencia parareforzar a los individuos y grupos que ocupan posiciones de poder .Permtaseme definir este enfoque con ms claridad : estudiarla ideologaes estudiarlas maneras en las que el significado sirve para establecer y

    sostener las relaciones de dominacin . Los fenmenos ideolgicos sonfenmenos simblicos significativos en lamedida en quesirven, en circuns-tancias sociohistricas particulares, para establecer y sostener lasrelaciones de dominacin. En la medida en que sea crucial acentuar quelos fenmenos simblicos, o ciertos fenmenos simblicos, no son ideolgicosen s, sino que son ideolgicos slo en la medida en que sirven, en circuns-tancias particulares, pira mantener las relaciones de dominacin . No

    37 John B. Thompson, Studies in the Theory of ldeology (Cambridge: Polity Press, 1984) .

    85

  • podemos interpretar por separado el carcter ideolgico de los fenme-nos simblicos de los fenmenos simblicos mismos . Podemos captar losfenmenos simblicos como ideolgicos, y podemos analizar la ideologa,slo al situar los fenmenos simblicos en los contextos sociohistricosdonde tales fenmenos pueden servir, o no, para establecer y sostener lasrelaciones de dominacin . Si los fenmenos simblicos sirven o no paraestablecer y sostener las relaciones de dominacin es una pregunta quese puede responder slo al examinar la interaccin entre significado ypoder en circunstancias particulares, slo al examinar las maneras enque los individuos situados en contextos sociales estructurados emplean,hacen circular y comprenden las formas simblicas .

    Al formular esta concepcin de ideologa, parto de lo que he descritocomo la concepcin latente de Marx . Sin embargo, retengo, de una maneramodificada, un solo criterio de negatividad como rasgo definidor de laideologa : es decir, el criterio de sostener las relaciones de dominacin . Noes esencial que las formas simblicas sean errneas o ilusorias para serideolgicas . Pueden ser errneas o ilusorias ; de hecho, en algunos casosla ideologa puede operar al ocultar o al enmascarar las relaciones socia-les, al oscurecer o falsear las situaciones ; pero stas son posibilidadescontingentes, no caractersticas necesarias de la ideologa como tal . Altratar el error y la ilusin ms como una posibilidad contingente quecomo una caracterstica necesaria de la ideologa, podemos librar elanlisis de la ideologa de parte de la carga epistemolgica que lo haagobiado desde los tiempos de Napolen . Dedicarse al anlisis de laideologa no presupone necesariamente que se haya demostrado, o quese pueda demostrar, que los fenmenos caracterizados como ideolgicossean errneos o ilusorios . Caracterizar los fenmenos simblicos comoideolgicos no impone necesariamente al analista la carga de demostrarque los fenmenos as caracterizados sean falsos en algn sentido . Loque nos interesa aqu no es fundamental ni inicialmente la verdad o lafalsedad de las formas simblicas, sino ms bien las maneras en queestas formas sirven, en circunstancias particulares, para establecer ysostener las relaciones de dominacin ; y no es de ninguna manera el casode que las formas simblicas sirvan para establecer y sostener relaciones

    86

    dee dominacin slo en virtud de ser errneas, ilusorias o falsas . El an-lisis de la ideologa suscita, por supuesto, importantes y complejas cuestionesde justificacin, y a ellas me dedica