Hoja Dominical n. 3448 · 10 de abril de 2016 III Domingo de Pascua ... concierto, que se enmarca...

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hoja dominical Arzobispado de Tarragona www.arqtgn.cat n. 3.448 a los 4 vientos ..... No confesarnos con el espejo J orge Bergoglio tenía 17 años. Era el 21 de sepembre de 1953 cuando entró en su parroquia de Buenos Aires. Acudió al confesionario, donde le atendió el padre Carlos Duarte. Era un sacerdote originario de Corrientes que pasaba unos días en la capital siguiendo un tratamiento contra la leucemia, de la que murió al año siguiente. El Papa recuerda aquel momento: «Me sen acogido por la misericordia de Dios confesándome con él». Era la fiesta de san Mateo, y como el apóstol a quien Jesucristo llamó diciéndole «sígueme», el joven Bergoglio sinó que Jesús le había salido al encuentro y ya se quedaría con él para siempre. La confesión forma parte del modo en que podemos recibir la indulgencia del Año Jubilar de la Misericordia: visitando una iglesia señalada para el jubileo, realizando un acto de fe, rezando una oración por el Papa y recibiendo los sacramentos de la reconciliación y la eucarisa. En su conversación con Andrea Tornielli, publicada bajo el tulo El nombre de Dios es misericordia, el papa Francisco responde a la pregunta de si no bastaría con arrepenrse de los pecados y pedir perdón a Dios sin necesidad del sacerdote como intermediario. Después de recordar que los obispos y sacerdotes son instrumentos de la misericordia divina y que actúan in persona Chris, dice: «Somos seres sociales. Si tú no eres capaz de hablar de tus errores con tu hermano, ten por seguro de que no serás capaz de hablar † Jaume Pujol Balcells Arzobispo metropolitano de Tarragona y primado 10 de abril de 2016 III Domingo de Pascua Todos somos pecadores y lo que Dios aprecia en nosotros es la sinceridad Enfoca el código QR y accede al vídeo «A los Cuatro Vientos» tampoco con Dios y acabarás confesándote con el espejo (…) Confesarse con un sacerdote es ponerse en manos de otro, que en ese momento actúa en nombre y por cuenta de Jesús.» Para ello es necesaria la humildad, primero para reconocerse pecador, y luego para no preocuparse por «quedar mal», cosa que no sucede, pues todos somos pecadores y lo que Dios aprecia en nosotros es la sinceridad. El sacerdote — dice el Papa— no está para condenar, sino para permir el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios. Hace más de medio siglo Pío XII ya dijo que el drama de nuestra época es haber perdido el sendo del pecado. El otro drama sería, y va en paralelo al anterior, haber perdido la conciencia de la misericordia de Dios, que como un padre bueno nos espera como al hijo pródigo de la parábola evangélica, oteando el horizonte cada día esperando nuestro regreso. DESTACAMOS... Concierto en la Prioral a beneficio de Cáritas Interparroquial de Reus El próximo sábado 16 de abril, a las 20.00 h, la iglesia prioral de Reus acogerá el concierto Réquiem de Mozart interpretado por el Coro y la Orquesta UNESCO Barcelona y la Escolanía, Coro Joven y Capilla del Santo Cristo de «La Sang» de Reus. Este concierto, que se enmarca en el ciclo «Música contra la pobreza infanl», ene un coste de 20 euros para colaborar con los diferentes proyectos y servicios de los programas de atención a la familia y la infancia de Cáritas Interparroquial de Reus. Más información, venta de entradas y donavos: en la página web www.musicasolidaria.org, Cáritas Interparroquial de Reus (c/ Purísima Concepción, 11), en el despacho parroquial (c/ de la Abadía, 2) y en la Oficina de Turismo (Plaza del Mercadal, 3).

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a los 4 vientos.....No confesarnos con el espejo

Jorge Bergoglio tenía 17 años. Era el 21 de septiembre de 1953 cuando entró en su parroquia de Buenos Aires.

Acudió al confesionario, donde le atendió el padre Carlos Duarte. Era un sacerdote originario de Corrientes que pasaba unos días en la capital siguiendo un tratamiento contra la leucemia, de la que murió al año siguiente.

El Papa recuerda aquel momento: «Me sentí acogido por la misericordia de Dios confesándome con él». Era la fiesta de san Mateo, y como el apóstol a quien Jesucristo llamó diciéndole «sígueme», el joven Bergoglio sintió que Jesús le había salido al encuentro y ya se quedaría con él para siempre.

La confesión forma parte del modo en que podemos recibir la indulgencia del Año Jubilar de la Misericordia: visitando una iglesia señalada para el jubileo, realizando un acto de fe, rezando una oración por el Papa y recibiendo los sacramentos de la reconciliación y la eucaristía.

En su conversación con Andrea Tornielli, publicada bajo el título El nombre de Dios es misericordia, el papa Francisco responde a la pregunta de si no bastaría con arrepentirse de los pecados y pedir perdón a Dios sin necesidad del sacerdote como intermediario. Después de recordar que los obispos y sacerdotes son instrumentos de la misericordia divina y que actúan in persona Christi, dice: «Somos seres sociales. Si tú no eres capaz de hablar de tus errores con tu hermano, ten por seguro de que no serás capaz de hablar

† Jaume Pujol BalcellsArzobispo metropolitano de Tarragona y primado

10 de abril de 2016 III Domingo de Pascua

‘Todos somos pecadores y lo que Dios aprecia en nosotros es la sinceridad

Enfoca el código QR y accede al vídeo «A los Cuatro Vientos»

tampoco con Dios y acabarás confesándote con el espejo (…) Confesarse con un sacerdote es ponerse en manos de otro, que en ese momento actúa en nombre y por cuenta de Jesús.»

Para ello es necesaria la humildad, primero para reconocerse pecador, y luego para no preocuparse por «quedar mal», cosa que no sucede, pues todos somos pecadores y lo que Dios aprecia en nosotros es la sinceridad. El sacerdote —dice el Papa— no está para condenar, sino para permitir el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios.

Hace más de medio siglo Pío XII ya dijo que el drama de nuestra época es haber perdido el sentido del pecado. El otro drama sería, y va en paralelo al anterior, haber perdido la conciencia de la misericordia de Dios, que como un padre bueno nos espera como al hijo pródigo de la parábola evangélica, oteando el horizonte cada día esperando nuestro regreso.

DESTACAMOS...Concierto en la Prioral a beneficio de Cáritas Interparroquial de ReusEl próximo sábado 16 de abril, a las 20.00 h, la iglesia prioral de Reus acogerá el concierto Réquiem de Mozart interpretado por el Coro y la Orquesta UNESCO Barcelona y la Escolanía, Coro Joven y Capilla del Santo Cristo de «La Sang» de Reus. Este concierto, que se enmarca en el ciclo «Música contra la pobreza infantil», tiene un coste de 20 euros para colaborar con los diferentes proyectos y servicios de los programas de atención a la familia y la infancia de Cáritas Interparroquial de Reus.

Más información, venta de entradas y donativos: en la página web www.musicasolidaria.org, Cáritas Interparroquial de Reus (c/ Purísima Concepción, 11), en el despacho parroquial (c/ de la Abadía, 2) y en la Oficina de Turismo (Plaza del Mercadal, 3).

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Liturgiade la semana

Edita: Arzobispado de Tarragona · Redacción y administración: Pla de Palau, 2 - 43003 Tarragona Directora: Anna Robert · Consejo de redacción: Mn. Joaquim Fortuny, Mn. Francisco Giménez y Santi Grimau Secretaria: Montse Sabaté ·Teléfono: 977 233 412 · Web: www.arqtgn.cat · E-mail: [email protected] Imprime: Torrell S.A. · D.L.: T-519-01

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (5, 27b-32.40b-41)

En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles, diciendo: «¿No os habíamos ordenado formalmente no enseñar en ese Nombre? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangra de ese hombre». Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. Dios lo ha exaltado con su diestra, haciéndolo jefe y salvador, para otorgar a Israel la conversión y el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que lo obedecen». Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre.

Salmo responsorial [Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11 y 12 a y 13 b (R.:2 a)

Te ensalzaré, Señor, porque me has libradoy nos has dejado que mis enemigos se rían de mí.Señor, sacaste mi vida del abismo, me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.

R. Te ensalzaré, Señor, porque me has librado. O bien: Aleluya

Tañed para el Señor, fieles suyos, celebrad el recuerdo de su nombre santo; su cólera dura un instante; su bondad, de por vida; al atardecer nos visita el llanto; por la mañana, el júbilo. R.

Escucha, Señor, y ten piedad de mí; Señor, socórreme. Cambiaste mi luto en danzas. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. R.

Ciclo C Liturgia de las Horas: Semana III

Domingo, 10: III Domingo de Pascua [Hch 5, 27b-32.40b-41; Salmo 29, 2 y 4.5-6. 11 y 12a y 13b; Ap 5, 11-14; Jn 21, 1-19 (o bien más breve: 21, 1-14) (LE/LH propias)]

Lunes, 11: San Estanislao, obispo y mártir (MO) [Hch 6, 8-15; Salmo 118, 23-24.26-27. 29-30; Jn 6, 22-29]

Martes, 12: [Hch 7, 51-8,1a;Salmo 30, 3cd-4.6ab y 7 b y 8a.17 y 20c y 21ab y 7b y 8a.17 y 20c y 21ab; Jn 6, 30-35] Santa Gema

Miércoles, 13: [Hch 8, 1b-8; Salmo 65, 1-3a.4-5.6-7a; Jn 6, 35-40] San Martín I, papa y mártir; o San Hermenegildo, mártir (ML)

Jueves, 14: [Hch 8, 26-40; Salmo 65, 8-9.16-17.20; Jn 6, 44-51] Santa Engracia, virgen

Viernes, 15: [Hch 9, 1-20; Salmo 116, 1.2; Jn 6, 52-59] Santa Anastasia, mártir

Sábado, 16: [Hch 9, 31-42; Salmo 115, 12-13.14-15. 16-17; Jn 6, 60-69] San Flabio

Domingo, 17: IV Domingo de Pascua [Hch 13, 14.43-52; Salmo 99, 2.3.5; Ap 7, 9.14b-17; Jn 10, 27-30]

LecturasIII Domingo de Pascua

Lectura del libro del Apocalipsis (5, 11-14)

Yo, Juan, miré, y escuché la voz de muchos ángeles alrededor del trono, de los vivientes y de los ancianos, y eran miles de miles, miríadas de miríadas, y decían con voz potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la alabanza». Y escuché a todas las criaturas que hay en el cielo, en la tierra, bajo la tierra, en el mar —todo cuanto hay en ellos—, que decían: «Al que está sentado en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el poder por los siglos de los siglos». Y los cuatro vivientes respondían: «Amén». Y los ancianos se postraron y adoraron.

Lectura del santo Evangelio según san Juan (21, 1-14)Versión breve

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo; Natanael, el de Caná de Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «Vamos también nosotros contigo». Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?». Ellos contestaron: «No». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos doscientos codos, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traed de

los peces que acabáis de coger». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vamos, almorzad». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.