Historicismo y Eclecticismo de Europa y Mexico
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Universidad Autónoma de Baja California Unidad Valle de las Palmas CITEC
Historia de la arquitectura moderna
Unidad 1
Historicismo y electicismo de Europa y México
Duarte Mora Luis Alfonso
De la Rosa Ruiz Francisco Javier
Grupo 152
7 de Marzo de 2015
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Introducción
El Historicismo se ha entendido como una de las categorías estéticas esenciales que
va a definir la arquitectura del siglo XIX. Durante largo tiempo no se le consideró un
estilo artístico en el sentido amplio de la palabra, aunque sí un movimiento de gran
fuerza. Actualmente se entiende que es una corriente intelectual que abarca y define
múltiples doctrinas y teorías arquitectónicas del siglo XIX que tienen como
denominador común el desarrollar una relación programática con la Historia.
De forma general el Historicismo es un modo de análisis y de reflexión sobre la realidad
que caracteriza el pensamiento contemporáneo, es decir el siglo XIX y el XX. Según
este modo de análisis cualquier acontecimiento, de cualquier tipo, debe ser examinado
desde el lugar que ocupa, es decir desde su posición en la cadena espacio-temporal;
cada uno de los acontecimientos del pasado están unidos y tienen relación unos con
otros a través de esta cadena. Esta nueva idea determina que el romanticismo busque
su eslabón histórico, que encontrará en la Edad Media, período recuperado por los
románticos.
La filosofía romántica alemana aportará a este nuevo concepto la idea de volksgeist o
espíritu nacional, que es el reflejo de cada pueblo y que permitirá explicar todas las
culturas del pasado con una absoluta coherencia producto del espíritu nacional, y por
tanto absolutamente legítimas. Las diversas culturas son reconocidas por sus propios
valores, diferentes de los valores clásicos pero igualmente válidos.
La Historia cobra pues una importancia desconocida hasta el momento que afecta a
todas las disciplinas, entre ellas a la arquitectura
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Antecedentes
• Origen del historicismo arquitectónico Europeo
El término historiográfico de historicismo fue utilizado por primera vez por el historiador
del arte alemán Hermann Beenken, en 1928, con el que pretendía nombrar la
arquitectura producida en Alemania durante el período romántico en un intento
positivista de darla validez, ante los ataques que esta arquitectura empezaba a recibir.
Con este término, Beenken hacía una única clasificación que englobaba todas las
soluciones arquitectónicas aportadas por el siglo XIX. Fue el americano Manadelbaum
quien empezó a diferenciar claramente entre dos conceptos que tienen líneas
programáticas y de desarrollo diferenciadas: el eclecticismo y el historicismo. Dentro de
este último se incluyen experiencias como la de Labrouste, Vaudoyer y otros franceses
coetáneos, inspirados en ideas utópico-sociales; también las teorías de Viollete-le-Duc
y Gottfried Semper y la noción historicista de desarrollo que aportan los arquitectos del
movimiento victoriano inglés. A partir de estas experiencias el historicismo toma carta
de naturaleza en la Historia del Arte y en cada país se van precisando las formas que
asume, su desarrollo y sus aportaciones
Al margen de su desarrollo historiográfico la corriente historicista hunde sus raíces en
el desarrollo de la ciencia histórica, de manera especial en el nacimiento de la filosofía
de la historia, que instala en las conciencias europeas una percepción del desarrollo
histórico. En este marco, el nacimiento del historicismo, tanto en el reino de lo material
como en el del intelecto, se empieza a gestar a principios del siglo XVIII cuando
Gianbattista Vico establece los principios de la filosofía de la historia, y con ellos de la
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visión historicista que implica la compresión de cualquier fenómeno en su espacio
temporal y pone en relación unos acontecimientos con otros. En cuanto a la
arquitectura las primeras manifestaciones de esta nueva conciencia histórica se
empiezan a desarrollar con algunos arquitectos como Soufflot, autor de Santa
Genoveva de París, que desarrolla una serie de estudios sobre el gótico francés al que
dedica el mismo entusiasmo que había dedicado al estudio de la antigüedad clásica en
su viaje a Italia.
Estos primeros acercamientos a los estilos históricos, se realizarán en busca de un
modelo de tal modo que se ampliará el concepto de la arquitectura clásica, y se tratará
de realizar una nueva arquitectura en la que aportar otros conocimientos históricos. Sin
embargo, este primer y débil historicismo, no va a estar cargado del tinte ideológico y
nacionalista que desarrolla posteriormente en el siglo XIX, cuando el auge de esta
arquitectura sea total.
En busca de ese modelo clásico se había desarrollado el arqueologismo, instrumento
esencial del posterior desarrollo historicista. La búsqueda y el estudio detallado de la
arquitectura del pasado, primero como un acercamiento romántico a la ruina y
posteriormente con un afán científico de análisis, traerá como consecuencia el
incremento progresivo de las publicaciones referidas a la historia de la arquitectura,
reducidas en muchos casos al análisis de la antigüedad clásica.
Este tímido acercamiento inicial a otras arquitecturas del pasado, que no sea la
arquitectura clásica, recibirá un fuerte ataque por parte de arquitectos clasicistas como
Lodoli o Laugier, o incluso se podría considerar antihistoricista la propia actitud de
Winckelmann, cuando establece los principios de la teoría neoclásica, ya que propone
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que el arte de la antigüedad clásica es un modelo universal que está por encima de la
Historia. El acercamiento historicista a la historia se realizará desde un punto de vista
relativista y no desde un intento universalista; se pretende que a través del estudio de
los estilos históricos se pueda articular una nueva arquitectura, por lo tanto no será una
mera recuperación superficial de estos estilos arquitectónicos, sino una profunda
reflexión sobre historia de la arquitectura.
• Historicismo en México
La Ciudad de México al ser la capital de la Republica va a manifestar más claramente
el proceso, las tendencias y condiciones dentro de las cuales se desarrolló la
arquitectura de esta singular época y que refleja las contradicciones de la sociedad
porfiriana. El Eclecticismo, la permanencia de esquemas y gustos académicos
provenientes de las Escuelas de Bellas Artes europeas, que influyeron tanto durante
el Neoclásico, la necesidad y el deseo de una buena parte de la sociedad por el
"revival", y al mismo tiempo su interés por integrarse a la modernidad del "nouveau",
junto con el deseo "nacionalista", basado en la interpretación y el "renacimiento" de lo
prehispánico, retratan claramente, el desarrollo y evolución de una sociedad que con
gusto, a cambio del "progreso" se sometía a una dictadura.
La capital manifestó su crecimiento desde 1890 extendiéndose hacia el barrio de Santa
Maria la Ribera, al poniente y hacia Arcos de Belén al sur. De 1895 a 1905 la actividad
constructiva se acrecentó haciendo evidentes los profundos y favorables cambios que
se producían en el habitad de la burguesía capitalina y los edificios institucionales y
privados, en contraste con el empeoramiento de las viviendas de las clases bajas. Si
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bien el régimen porfirista intentó dar gran esplendor a la ciudad de México pretendiendo
dotarla de la infraestructura necesaria para la gran urbe, en los barrios bajos, zonas
viejas del centro de la ciudad y las zonas pobres de algunos barrios, el hacinamiento, la
miseria y la insalubridad de las viviendas proliferaban velozmente.
"Las mansiones señoriales y nobiliarias de la época virreynal, habían perdido para
muchas gentes el valor y la nobleza que habían dado fama a la capital un siglo antes,
siendo calificadas de "severas y tristes". Así, las familias que las habitaban, se
desplazaron hacia las nuevas colonias que ofrecían la posibilidad de una vida más
"moderna". Por tales razones, muchas de estas mansiones pasaron a ser casas
multifamiliares a las que por su nuevo carácter colectivo se les añadieron muros, pisos
y otros espacios, para que en ellos pudieran habitar el mayor numero de personas,
fomentándose con esto el hacinamiento, la promiscuidad y la falta de higiene de sus
habitantes, y al mismo tiempo la mutilación y destrucción, en muchos casos, de los
edificios virreinales. Esto trajo como consecuencia inmediata, el completo abandono de
estos barrios que, en poco tiempo, se propago también a sus edificios y a sus
habitantes.
Arquitectura ecléctica
El eclecticismo, término que proviene del griego y que significa escoger, fue el
resultado de un proceso que se inicia con el fin de la hegemonía del Neoclasicismo,
quizá el último estilo unitario con códigos figurativos organizados en un único sistema.
El movimiento romántico había facilitado la llegada de los Historicismos, desde su
enfrentamiento a la tradición académica y a su rigor a la hora de imponer un estilo
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universal, el punto de referencia ya no era un estilo único, como en el caso del
Neoclasicismo, ahora se pone el acento en lo plural, lo subjetivo, de modo que las
fuentes de inspiración y los repertorios se amplían en gran manera. Como señala C.
Rowe, la tradición se había centrado en la búsqueda del ideal y en su plasmación física
y para ello había promulgado una serie de leyes inmutables, eludiendo las
particularidades. Pero ahora son precisamente esas particularidades, esas excepciones
y accidentes los que imprimen el carácter a la obra.Así la variedad frente a lo único y
universal. Un arquitecto podía ahora inspirarse en un edificio o en una época que no
tenía por qué ser necesariamente Grecia o Roma, sino la Edad Media, el
Renacimiento, pero también el arte del Antiguo Egipto o la arquitectura árabe o hindú.
Tras la liberación de un único referente estilístico o temporal, el arquitecto adquiere una
total libertad de acción a la hora de abordar su proyecto y ello le lleva a tomar
elementos de origen diverso y plasmarlos en un solo edificio. De esta manera, en una
misma obra pueden convivir elementos medievales y clasicistas, elementos cultos y
populares, elementos de una procedencia geográfica con otros de otra.
Por su parte L. Patetta entiende por eclecticismo la producción arquitectónica que va de
la crisis del Clasicismo (1750) a los orígenes del Movimiento Moderno (finales del XIX)
y que esta denominación no se limita a la predisposición de los arquitectos de la
segunda mitad del siglo XIX a adoptar estilos distintos indiferentemente o a
combinarlos entre sí en un solo edificio, él lo concibe, por el contrario, como un
entramado y sucesión de experiencias revivalistas, con las que la burguesía ha tratado
de determinar sus ideales figurativos.
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Obras arquitectónicas historicistas de Europa y México
• Banco de Inglaterra, John Soane
• Colegiata de Santa Maria de Covadonga, de Federico Aparici en España
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• Fachada de la Opera de Paris, por Charles Garnier en Francia
• Parlamento de Londres, por Charles Barry & a. Welby Pugin
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• Museo de Bellas Artes, México por Adamo Boari, Federico Mariscal
Arquitectura ecléctica de Europea y México
• Notre Dame de Lorette (1823-36) de L. H. Lebas, en Francia
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• Palacio de Justicia de Barcelona, por Sagnier y Joseph Domènech
• Pietro Estense Selvatico fachada de San Pietro en Trento, Italia
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• Palacio de comunicaciones. Silvio Contri, México
Bibliografia
http://es.slideshare.net/reccafresa/arquitectura-historicista
http://es.slideshare.net/luisbetovelnu/arquitectura-porfiriana
http://www.arteespana.com/eclecticismo.html
http://es.paperblog.com/el-eclecticismo-en-la-arquitectura-482959/
http://www.hiru.com/arte/la-arquitectura-eclectica
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Conclusión
El Historicismo se ha entendido como una de las categorías estéticas esenciales que
va a definió la arquitectura del siglo XIX. Durante tiempo no se le consideró un estilo
artístico en el sentido amplio de la palabra, aunque sí un movimiento de gran fuerza.
Actualmente se entiende que es una corriente intelectual que abarca y define múltiples
doctrinas y teorías arquitectónicas del siglo XIX que tienen como denominador común
el desarrollar una relación programática con la Historia.
De una manera mas ligera, podríamos decir que el Historicismo es es estilo de la
arquitectura que toma y analiza los hechos del pasado y que puede dar una respuesta
exitosa en la arquitectura del siglo XIX. Aunque, también se podría decir que es la
búsqueda y el estudio detallado de la arquitectura del pasado, primero como un
acercamiento romántico a la ruina y posteriormente con un afán científico de análisis,
traerá como consecuencia el incremento progresivo de las publicaciones referidas a la
historia de la arquitectura, reducidas en muchos casos al análisis de la antigüedad
clásica.
Sea cual sea la definición mas acercada a lo que es en realidad el historicismo,
podemos ver que esta hizo un gran cambio en la arquitectura en las ciudades europeas
y no obstante, también en nuestro país, México .
En México, se dio este estilo arquitectónico en el mandando del presidente de ese
momento, que era Porfirio Diaz. Este presidente quería dar un mensaje con las obras
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que mando a realizar durante su mandado, los cuales eran, el desarrollo y evolución de
una sociedad que con gusto, a cambio del progreso se sometía a una dictadura.
El régimen de este presidente pretendía dar gran esplendor a la ciudad de México
dotándola de la infraestructura necesaria en los barrios bajos, zonas viejas del centro
de la ciudad y las zonas pobres de algunos barrios, el hacinamiento, la miseria y la
insalubridad de las viviendas.
Pero dentro de esta arquitectura historicista, se dio pie al inicio a un nuevo estilo
llamado eclecticismo, este es una tendencia artística en arquitectura que mezcla
elementos de diferentes estilos y épocas de la historia del arte y la arquitectura.
Pero debemos de saber diferenciar entre lo que es el historicismo y el eclecticismo, ya
que el historicismo es el uso de un lenguaje anterior y el eclecticismo es el uso de
varios lenguajes anteriores en una misma arquitectura. Que al igual que el historicismo,
el eclecticismo también llego a nuestro pais.
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