Gaceta Políticas 254

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OTRA MIRADA // Artículos de Francisco Peredo, Javier Ramírez, Gabriel Rodríguez, Rebeca Jiménez y Albino Álvarez

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Néstor García Canclini escribió en 2006 que una industria cinematográfica saludable mantiene una correlación de una película por cada millón de habitantes. En comparación con 1995,

cuando sólo se crearon 14 filmes, la producción de 126 cintas en 2013 nos habla de un significativo repunte en el sector y permite aventurar que el cine mexicano ha tomado un segundo aire. Esto parece confirmarse con el éxito a nivel mundial de cineastas como Alfonso Cuarón, Alejandro González Iñárritu y Guillermo del Toro, cabezas de una generación que emergió de los serios esfuerzos públicos y privados por impulsar la industria nacional.

Aunque de manera más discreta, otros aspectos del mundo cinematográfico se han desarro-llado tenaz y continuamente en las últimas décadas: la labor de críticos, analistas y estudiosos del séptimo arte, y la aparición o consolidación de festivales, cineclubes especializados e instituciones como la Filmoteca de la unam, que trabaja sin descanso para recuperar una parte esencial de nuestra memoria histórica. Dedicamos este número a reconocer todos estos oficios que han ampliado el alcance de la cinematografía nacional.

Esta edición responde también a la relevancia que ha cobrado el trabajo académico sobre el cine en la Facultad, donde además de enseñar elementos vinculados a su realización, también se utiliza como herramienta de análisis de la sociedad que lo produce y recibe. Muestra de ello son los numerosos eventos que se llevaron a cabo en los últimos meses: tertulias con directores, debates, proyecciones de películas, coloquios de análisis y conferencias magistrales, entre los que destacan las visitas de Hamid Dabashi, experto en cultura y literatura iraní de la Universidad de Columbia, e Ismail Xavier, de la Universidad de Sao Paulo y uno de los más importantes estu-diosos del Nuevo Cine Latinoamericano.

Por otra parte, reconocemos a los estudiantes que hicieron una espléndida labor al repre-sentar a la Universidad y a la Facultad en actividades como el modelo de la oea Eugene Scassa, donde 10 alumnos de Relaciones Internacionales, Ciencias de la Comunicación y posgrado obtuvieron el galardón a mejor delegación internacional; o la segunda edición del concurso de debate Universus, en la cual el representativo de la unam –integrado por tres estudiantes de Ciencia Política y uno de la Facultad de Derecho– se alzó con la victoria.

Con el arranque del semestre 2015-2 tenemos ante nosotros la oportunidad de aplicar reno-vados bríos a los proyectos que, sin duda, serán los futuros logros de la comunidad. Estaremos atentos para, de igual forma, compartirlos en los próximos números de esta Gaceta.

Fernando Castañeda Sabido

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Universidad Nacional Autónoma de México

José Narro RoblesRector

Eduardo Bárzana GarcíaSecretario General

Renato Dávalos LópezDirector General de Comunicación Social

Facultad de Ciencias Políticas y Sociales

Fernando Castañeda SabidoDirector

Claudia Bodek StavenhagenSecretaria General

Gaceta Políticas

Roberto Oseguera QuiñonesDirector

Juncia Avilés CavasolaSubdirectora

Leticia Martínez Eslava Editora

María Magdalena Sierra RomeroAdriana Godoy González Cuento Diseño

Reporteros

Myriam Corte Cortes Ingrid Celeste Delgadillo MuñozLuis Sadit Olivera GabrielYoko Elizabeth Callejas MacedaMontserrat Ortíz QuezadaElías Lozada MartínezDavid Elías Jiménez FrancoMaría Soledad Villicaña Serrano Teresa Montero MorenoLucía Flores Mejía

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Otra miradaEl conocimiento cinematográfico en la unam: tres opcionesAvances en la crítica y el análisis del cine mexicanoHorizontes del cine mexicano actualEl fenómeno de los festivales de cine en MéxicoEl trabajo de restauración de la Filmoteca de la unam

De Enamorada a Amores perros: lo que el cine dice de México y BrasilTestimonios sobre la dictadura perfecta

Novedades editoriales

ntrevista

Sociología del medio ambiente, más allá de los clásicosSobre la vigencia de Norbert EliasEnfoques actuales a la cultura organizacionalDecisiva, la competencia cultural en el aprendizaje de un idiomaFeminismo: ardua laborEl Pacto por México hoyMucho más que imagen en movimiento

En busca de una reconceptualización de Medio OrienteReflexiones en torno al xii Congreso Internacional de Análisis CinematográficoCuestionan las políticas de la imagen que México proyecta al exteriorFusión de conocimientos

unam gana concurso UniversusProyecto estudiantil con mucha SinergiaPremian a estudiantes de la Facultad en el esmoas

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Portada de María Magdalena Sierra Romero

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Con más de 100 años, el cine es una de las industrias culturales más importantes a nivel mundial. A través de sus muy diversos formatos y géneros, ha combinado sus funciones como medio

masivo de comunicación con sus cualidades estéticas, generando productos que, al tiempo que nos informan, también transmiten a sus espectadores todo el rango de emociones posibles al ser humano. Es por ello que, sin duda, a través del cine se puede ver la vida.

Aunque con altibajos, esta premisa se aplica de igual forma a la industria mexicana que, tanto en el sector público como con la inversión privada, ha permitido retratar las características más brillantes de nuestro país y documentar sus aspectos más aciagos. Al sistema de reconocidos actores, directores y técnicos de la época de oro del cine, se suman nuevos nombres de connacionales que hoy en día funcionan como embajadores de la cultura mexicana en el extranjero. No obstante, resaltar la labor de la producción nacional de cintas en un país con más del 80% de consumo cinematográfico importado de eu resulta hasta cierto punto absurdo. Y es que una importante veta del desarrollo en épocas recientes está justamente vinculada al público, que mantiene viva la industria. Por lo mismo, compartimos las reflexiones de cuatro académicos y un cineasta de la Filmoteca, que en nuestra sección de actualidad analizan el trabajo con el cine desde el otro lado de la pantalla: el de los estudiosos, los observadores, los distribuidores, los restauradores.

Francisco Peredo despliega así el panorama que se ha abierto respecto al trabajo con cine dentro de la Universidad. A la formación de cuadros profesionales en la realización de cintas, y de los espacios relativos a la difusión, extensión y preservación de nuestra cultura filmográ-fica, se suma la apertura de cada vez más programas y materias donde se estudia el séptimo arte desde diversas perspectivas teóricas y críticas.

Con esto se responde a una línea de trabajo que se ha desarrollado dentro de la unam des-de hace más de 50 años. Pero no sólo. Como Javier Ramírez señala en su artículo, los esfuerzos académicos por usar al cine como fuente de conocimiento social se han difundido en casi todos los centros especializados del país, aunque lentamente y casi a cuentagotas, al igual que la crítica de cine. No obstante, la tendencia global generada por los estudios culturales y visuales ha enriquecido este cuadro con los cada vez más numerosos trabajos que en torno al cine se realizan en los núcleos académicos mexicanos.

Sin embargo, la resurrección de la cultura cinematográfica nacional también se debe a aque-llos espacios en donde se transmiten y difunden diferentes propuestas de ese universo en expan-sión que es el cine. En los esfuerzos de producción, distribución, promoción y exhibición merecen un lugar privilegiado los trabajos de los cineclubes, tema al que se refiere Gabriel Rodríguez. En su opinión, para entender su preponderancia en épocas recientes, es necesario poner atención a la difusión y el desarrollo de diferentes soportes digitales que simplifican notoriamente la copia, distribución y exhibición de materiales alternativos a la industria norteamericana.

En cuanto a este último rubro, el de la proyección y comercialización, Rebeca Jiménez analiza el fenómeno de la efervescencia actual de los festivales de cine que copan la agenda nacional. Ella propone analizar estos encuentros a partir del beneficio que se logra dar o no al público objetivo que, paradójicamente, cada vez está más lejos de acceder a las salas.

Finalmente, Albino Álvarez nos detalla cuáles han sido los avances obtenidos y los obstáculos sorteados por la Filmoteca de la unam en la preservación del material cinematográfico que resguarda. Su aportación es importante porque señala la compleja serie de trabajos que la insti-tución emprende día con día en una constante lucha contra el tiempo.

Otra mirada

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El conocimiento cinematográfico en la UNAM: tres opciones

Francisco Peredo Castro*

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En la Universidad Nacional Autónoma de México (unam) existen tres opciones de conocimiento sobre

el cine para la comunidad académica, integrada por profesores, investigadores y estudiantes, desde bachi-llerato hasta posgrado.

En primer lugar, el Centro Universitario de Es-tudios Cinematográficos (cuec) es la entidad encar-gada de la formación de cuadros profesionales para la producción fílmica. Es decir, para un ejercicio que se concibe en lo esencial con un carácter práctico: directo-res, cinefotógrafos (o directores de fotografía), editores, guionistas, adaptadores, directores de arte (escenogra-fía, decorados, utilería), productores ejecutivos, etc. Se trata de estudios que sólo recientemente obtuvieron reconocimiento de nivel licenciatura y posgrado que acredita a los alumnos para trabajar en las diversas etapas de la producción fílmica: preproducción, producción y posproducción, y en cualquiera de las funciones antes mencionadas. Hablamos de una for-mación encaminada a la práctica profesional de la realización cinematográfica.

No obstante, dicha educación tiene un componente de enseñanza teórica y conceptual, pero que no está encaminada a la formación de investigadores, analistas o críticos del cine. Eventualmente han surgido de este centro profesionales de este tipo, algunos de ellos muy destacados, pero no es ese el objetivo del cuec, ni el perfil laboral básico de sus egresados. En cambio, de sus filas han surgido algunos de los realizadores y direc-tores de fotografía –además de productores ejecuti-vos, guionistas, directores de arte, editores, etc.– que han tenido desempeños significativos tanto en el cine mexicano como en el extranjero, y en consecuencia con gran reconocimiento en ambos ámbitos. Esto ex-plica que el cuec sea considerado una de las mejores escuelas de cine en Iberoamérica.

En segundo lugar, la Dirección General de Activi-dades Cinematográficas (dgac) es la instancia cuyas funciones son la difusión y extensión de la cultura vinculada al séptimo arte, tanto para la comunidad universitaria como para el público en general, es decir, para todo aquel que se acerca al cine con fines de en-tretenimiento de calidad o con intereses que, aunque de carácter social e incluso político o ideológico, no tienen una estricta formación curricular y académica. La dgac no realiza actividades ligadas a ningún pro-grama académico de licenciatura o posgrado, salvo por el hecho de que frecuentemente participa en la organización y desarrollo de cursos y diplomados extracurriculares que funcionan como complemento en la formación de estudiantes cuya currícula contiene asignaturas relacionadas con el conocimiento cine-matográfico. A la vez se convierte en una opción de esparcimiento con contenidos de calidad para el pú-

blico en general, el que estrictamente no forma parte de comunidad universitaria o educativa alguna, pero que como sujeto social de derechos en materia de información, comunicación y cultura, puede bene-ficiarse de estas actividades de extensión y difusión de la cultura cinematográfica.

La dgac es responsable del resguardo de la Filmoteca de la unam, el acervo filmográfico más importante de La-tinoamérica, riqueza invaluable en términos de preser-vación del patrimonio cultural audiovisual mexicano, pero también de grandes obras de la cultura fílmica mundial. Con este recurso, además de su biblioteca especializada, la fototeca, y el acervo de carteles, fotomontajes y archivos periodísticos, la dgac apoya a los investigadores y tesistas con el acceso a materia-les de consulta, útiles para apuntalar e ilustrar su tra-bajo. También programa importantes ciclos de cine que mantienen viva la memoria de la cultura fílmica universal y, sobre todo, sus salas dan foro a produc-ciones de difícil acceso en los circuitos comerciales de exhibición. Eventualmente el cuec y la dgac han unido esfuerzos y recursos para patrocinar el debut de nuevos realizadores y profesionales de las diversas ramas de la producción fílmica, fundamentalmente de egresados del cuec, aunque también en colabo-ración con otras entidades, públicas y culturales, de México y el extranjero.

En tercer lugar, la comunidad académica de la unam, estudiantes de licenciaturas y posgrados, así como profesores, investigadores y técnicos académicos (fundamentalmente en las áreas de ciencias políticas y sociales, humanidades y artes), tienen oportunidad de relacionarse con el conocimiento cinematográfico a través de todos los programas de estudios que contie-nen en su currícula materias relacionadas con el cine. Se trata de asignaturas, talleres, seminarios y pro-yectos de investigación útiles para el desarrollo de la teoría, o para su aplicación en investigación, análisis, y crítica del cine. La aproximación a éste desde las perspectivas teóricas y metodológicas de la socio-logía, psicología, semiología, narratología, historia, estética, economía, literatura, filosofía, etc., marca la diferencia entre la formación del cuec y la de las escuelas y facultades de la unam.

En este sentido, es importante considerar que para la comunidad universitaria, entendida como la masa crítica adscrita a programas regulares y oficiales de estudios y de investigación dentro de la unam, el cine es abordado no sólo como una in-dustria, un recurso de entretenimiento o un medio de expresión estética. En los centros de estudio universitarios el cine se aborda e investiga desde todas esas posibilidades de aproximación, con des-prendimientos que van a un destino casi totalmente

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distinto de la aplicación final de los estudios que se imparten en el cuec.

En el fenómeno cinematográfico está implícito, desde luego, el hecho de que el cine es una industria cultural con las mismas posibilidades, necesidades y capacidades de cualquier otra, que genera un pro-ducto que se lanza al mercado con recursos de pu-blicidad para promover su consumo. Existe un ciclo de circulación de capitales que incluye la produc-ción, la distribución y la exhibición, pasando por las campañas de lanzamiento, así como la producción cultural adyacente: revistas, discos con la música de los filmes, programas de televisión, comercialización en otros formatos audiovisuales –como el dvd, sitios de internet y videojuegos, etc.–, además de franquicias para la venta de juguetes, vestuarios y otros objetos propios del culto a determinados filmes y persona-jes. El trasfondo de este conjunto de negocios aso-ciados al cine suele involucrar una gran lucha de poder empresarial, político, económico e inclusive diplomá-tico, entre las diversas cinematografías del mundo.

Dado que el cine es producido, distribuido y exhi-bido en diferentes formatos y contextos de consumo cultural, tiene efectos e impactos muy diversos entre las audiencias. Por ello, cada vez se extiende más el estudio de los procesos de recepción, recientemente denominados también procesos espectatoriales, que su-braya un hecho incuestionable: el cine debe trabajarse por lo es, esencialmente como medio de comunicación, como industria, como manifestación artística, etc. Pero es un hecho que su estudio no se agota en el mismo, su impacto socio-cultural, su incidencia en las audien-cias, y su uso con fines que trascienden el mero pro-pósito empresarial o de entretenimiento reclaman, de manera acuciante, mayor atención.

Esto es así porque el cine ha servido desde su origen para el reciclamiento de mitos, patrones culturales, pre-juicios e ideologías que existían antes de su surgimiento como nuevo invento de la comunicación visual. Simul-táneamente ha generado otros mitos, estereotipos y patrones que le son propios y cuyo consumo, uso, efecto o rechazo –así como lo que eso significa en términos de luchas políticas, ideológicas o culturales– suele ser estudiado por los profesionales de las ciencias políticas y sociales, de las humanidades y las artes, de las ciencias del lenguaje y la conducta (social e individual). Es decir, por sociólogos, politólogos, psicólogos, psicoanalistas, comunicólogos, filósofos de la cultura, semiólogos, narratólogos, historiadores, economistas, literatos, internacionalistas, antropó-logos de lo visual, etc.

El cine es un medio de expresión estética, es decir, es un arte, y no porque en él estén presentes todas las demás expresiones artísticas, tanto las de la llamada

alta cultura (arquitectura, danza, escultura, música, pintura, literatura) como las expresiones generadas en la cultura popular. Lo es porque en sí mismo llegó a convertirse en un medio de expresión artística, con características y especificidades (narrativas, de compo-sición visual, de creación de espacios para la representa-ción y de nuevas formas para la expresión literaria, para el guión o la escaleta) que además de que le son pro-pias como recursos, a la larga le generaron el válido nom-bramiento de séptimo arte. Debido a esto, y por su imbricación con las vanguardias artísticas de toda índole, en adición a las corrientes o escuelas fílmicas a que ha dado lugar durante su primer siglo de exis-tencia (expresionismo, neorrealismo, nueva ola francesa, cine negro, etc), el cine ha sido también fuente inagota-ble de conocimiento y enriquecimiento cultural.

Es un poderoso medio de comunicación, y a lo largo de sus poco más de cien años de existencia ha sido usado por grupos y hombres de poder con afa-nes de adoctrinamiento o proselitismo ideológico. Ejemplo de esto son las luchas propagandísticas en las que se le usó durante las guerras mundiales del siglo xx y, en general, en los conflictos socio-políticos de di-versos países (como en la revolución soviética, la revo-lución mexicana o la guerra civil española). Todas estas implicaciones e imbricaciones del cine con el ejercicio del poder, con los procesos sociales y conflictos de corte bélico o cultural, lo han configurado como un aparato ideológico cuyos productos (los filmes y sus adyacentes: carteles, revistas, guiones, etc.) son documentos o testi-monios estéticos, desde luego, pero también históricos. En este sentido, los filmes son susceptibles del pro-ceso al que se somete todo testimonio histórico: aná-lisis, crítica, interpretación y explicación, útiles para una mayor y mejor comprensión de diversos procesos históricos y sociales.

De la misma manera que la literatura u otras ex-presiones artísticas y populares, el cine ha dado lugar a la creación de diversos géneros, algunos de ellos surgidos desde la etapa muda y otros precisamente a raíz de su sonorización. El western, el cine de terror, la ciencia ficción, el cine musical y el cine bélico, son algunos géneros universales y cultivados en diversas cinematografías del mundo, junto con otros que son propios de las cinematografías nacionales, distintos de los de Hollywood, que remiten a la especificidad de sus sociedades: el melodrama ranchero en México, el tango film en Argentina, la españolada ibérica o el cine de carnaval y la chanchada en Brasil, son manifestaciones culturales de la misma magnitud e importancia que el cine de samuráis en Japón. Todos ellos responden a un proceso de creación de genuinos cines nacionales de la historia que los hizo posibles: la de sonoriza-ción de la cinematografía en el mundo.

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Durante el siglo xx el cine evolucionó y originó industrias paralelas, accesorias inicialmente (como las revistas del corazón, con toda clase de mitos sobre las estrellas), pero que a la larga han devenido en in-dustrias prácticamente de la misma magnitud e impor-tancia que la matriz de la que surgieron. Son ejemplos significativos de esto los mercados del disco (con la banda sonora de las cintas, en particular), la edito-rial (por las obras literarias adaptadas a la pantalla o bien las originadas por el cine mismo, así como la publicación de guiones), la del videocasete primero y del dvd después, la de los videojuegos y la de la publicidad en internet, así como los sitios para fans y para el culto del star system, cuya evolución tam-bién ha sido relevante en términos sociales. De ahí que el cine como parte de un amplio y complejo proceso de producción cultural haya requerido la creación de legislaciones y normatividades diversas, en tanto que involucra derechos sociales en materia de acceso al entretenimiento de calidad, el respeto por la identidad, por los derechos de individuos y grupos sociales, por las características del nacionalismo, por el intercambio y la migración de ideas, así como por la representación con dignidad de grupos que no de-tentan el poder o el control sobre los medios. Varias de estas razones empujaron en su momento a la unesco a reconocer al cine en general, y a algunos filmes en particular, como parte del patrimonio cul-tural de la humanidad.

En virtud de todo lo antes expuesto, el cine es un campo abierto para el estudio y la investigación desde todas las disciplinas sociales y humanísticas. Su especificidad como industria, arte, medio de co-municación, en el estudio de los grupos de poder detrás de él, del uso que se hace de él (con fines po-líticos, ideológicos, propagandísticos), de sus efectos sobre las audiencias, y de la relación que éstas esta-blecen con el cine, hacen necesaria su investigación desde perspectivas que comprenden las humanidades, al igual que las ciencias políticas y sociales.

Lo más importante en este panorama es tener claro que las escuelas y facultades universitarias no compiten con el cuec ni éste con ninguna de ellas. La formación académica que ofrecen responde a perfiles formati-

vos distintos, con finalidades de ejercicio profesional e impactos y resultados también distintos. Cuando en algunas ocasiones se ha querido crear un falso debate sobre si la formación relacionada con el cine debería brindarse en el cuec o en las facultades y escuelas, lo que salta a la vista es una tremenda ignorancia respec-to a los fines y propósitos de las diferentes entidades.

En última instancia, ni los alumnos del cuec podrían verse obligados a estudiar todo lo que sobre cine se enseña y se investiga en escuelas y facultades, ni los miembros de éstas tendrían que sentirse fozados a capacitarse para la producción cinematográfica, como proceso práctico de creación estética, cultu-ral o industrial, si se quiere. A unos les compete crear el producto. A otros estudiar el proceso en que dicho producto cultural surge, desde su gestación como pro-yecto, durante su realización, y una vez integrado al ámbito social, en un entorno pleno de significados sociales, que son los que además le darán valor de documento sociológico e histórico.

Podemos concluir que si se dice que el cine es “arte, evasión y dólares”, es porque se reconocen sus cualidades como medio de expresión artística o estética de diversos tipos de creadores (realizadores, argumentistas, esce-nógrafos, directores de fotografía, etc.); pero también porque es un poderoso medio de comunicación que igual sirve al entretenimiento que a la educación, y finalmente porque se ha usado con fines de propaganda o para inducir a sectores de la audiencia a la evasión o catarsis, con propósitos que abiertamente buscan un cambio o inclinación en las actitudes de los espectado-res. Finalmente, por su gran poder creador en la cultura, las artes, los ámbitos educativos y entre las audiencias, el cine ha ganado un lugar privilegiado en la industria del entretenimiento que, año tras año, genera inmensos dividendos para sus dueños.

Frente a estas posibilidades, condicionantes y ca-racterísticas del cine, la unam ha cumplido un rol fun-damental en el desarrollo de la cultura cinematográfica del país: en la actualidad, el cuec forma creadores, la Filmoteca contribuye a educar a los espectadores, y lo hecho por docentes e investigadores permite en-sanchar y consolidar el conocimiento sobre el cine y sus públicos, con fundamentación académica.

*Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad y doctor en Historia por la unam, es profesor de carrera del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación.

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Avances en la crítica y el análisis del cine mexicano

Javier Ramírez Miranda*

En 1961 el estado del cine mexicano fue calificado como deprimente. Pero este señalamiento no fue

hecho por los productores, los cineastas o el público, sino por jóvenes universitarios y artistas de diversas procedencias agrupados en torno a la revista Nuevo cine, una publicación que aglutinó a quienes en aquella época propugnaban por la renovación de nuestra in-dustria fílmica y que lanzaron un manifiesto en abril de aquel año. Aunque aquellos jóvenes se decían “aspi-rantes a cineastas”, en realidad muy pocos llegaron a ver algo de su trabajo en pantalla. Si su declaración ha trascendido tiene que ver más bien con su propuesta de vincular la realización fílmica con una reflexión en torno suyo: la crítica, la historización y el análisis del cine como un asunto íntimamente ligado al desarrollo cinematográfico de un país.

Para esa época, el cine mexicano añoraba la gloria perdida de los años 40, cuando las cintas nacionales se exhibían con gran éxito en el mundo de habla hispana. La llamada “época de oro” había creado también un tipo de periodista cinematográfico ligado al espectáculo y la banalización, interesado en la vida de las estre-llas y, además, muchas veces pagados por los produc-tores para promover las cintas. En ese marco era difícil concebir el trabajo periodístico como autónomo y reflexivo, y cuando el auge de la industria declinó, la prensa debía buscar también una transformación. En contraste, hacia fines de los años 50, en Europa se empezó a concebir al cine como una forma de arte y de pensamiento, lo que llevó a la creación de revistas, publicación de libros, consolidación de archivos y ex-pansión de una nueva cultura cinematográfica a través de la multiplicación de cineclubes.

Estas ideas se conocen entonces en México, y la revista Nuevo cine significa un punto de partida de una serie de esfuerzos que procuran la instalación de esa nueva cultura cinematográfica en nuestro país. En esta publicación ven la luz los primeros tex-tos de una generación que reflexionará con el cine:

Salvador Elizondo, Jomí García Ascot, José de la Colina o Carlos Monsiváis, escritores que tendrían en su obra posterior el referente del cine, pero tam-bién se darían a conocer plumas como la de Emilio García Riera, quien iniciaría una larga labor como crítico y estudioso del cine mexicano, labor que se verá reflejada en una obra monumental, la Historia documental del cine mexicano –publicada por primera vez en 1969–, y que se convirtió de inmediato en una referencia para los estudiosos de la materia, am-pliándose en los siguientes años.

Profesor del cuec desde 1964, Jorge Ayala Blanco inició en aquellos años una labor sistemática e in-dependiente de crítica cinematográfica, reflejada en numerosas publicaciones, y que diera un primer gran fruto en 1968 con Aventura del cine mexicano, texto reflexivo sobre los avatares históricos del cine nacional que se convirtió en un referente indispen-sable para el análisis sobre el tema.

En los 70 se multiplicaron los espacios para la crítica, ocupados muchas veces por alumnos de estos dos grandes maestros, entre quienes se mantendrá por muchos años una disputa constante, continuada incluso por sus seguidores. García Riera se desem-peñó, primero, como investigador en la Filmoteca de la unam y, más tarde, en la Universidad de Guadalajara, donde dejó un buen número de discípulos formados bajo su influencia, entre ellos Gustavo García, An-drés de Luna y Eduardo de la Vega Alfaro, quienes siguieron distintos caminos en la crítica periodística o en la investigación académica. Particularmente en Guadalajara se forjó una tradición de historiar el cine mexicano y generar publicaciones al respecto.

Por su lado, Ayala Blanco se convirtió en un re-ferente para otros importantes críticos mexicanos –como Carlos Bonfil o José Felipe Coria– y contri-buyó a consolidar una tradición de crítica fílmica en la prensa nacional. Asimismo, ha formado a un número mucho mayor de estudiantes de realización

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*Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Facultad, es candidato a doctor en Historia del Arte. Profesor de la

licenciatura en Historia del Arte en la enes Morelia, unam.

cinematográfica, quienes a lo largo de décadas han pasado por su clase de análisis.

En cuanto a la investigación académica, hay que re-saltar la labor de Aurelio de los Reyes. A fines de los años 70 éste encontró múltiples resistencias en la Facultad de Filosofía y Letras de la unam para tomar al cine como herramienta para la Historia, pues se le consideraba un entretenimiento banal que poco podía aportar a la reflexión y que no merecía ser examinado con mayor seriedad. Su empeño le permitió superar obstáculos e ir consolidando un estudio sistemático del cine de los pri-meros tiempos en México. Por su parte, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Juan Felipe Leal realizó una investigación sobre el cine mudo mexicano que re-presentó una forma distinta de abordar el problema.

Diversos investigadores han encontrado en el cine un terreno fértil y han abierto diferentes formas de aproximación a sus temas de estudio. Es el caso de Julia Tuñón, quien en Mujeres de sol y sombra mostró un acercamiento novedoso al cine de la época de oro e inauguró toda una corriente de análisis en la que se inscriben investigadores como Ángel Miquel, Álvaro Vázquez Mantecón o Francisco Peredo, profesores a su vez de una nueva generación de estudiantes.

En la última década se han multiplicado los espa-cios para la investigación académica en torno al cine, grupos de investigación y redes de trabajo se han crea-do y consolidado. El Coloquio de Cine Regional, por ejemplo, llegará este año a su 8º encuentro bianual, poniendo a debate los avances de investigación en el terreno de la historia del cine mexicano. El Seminario Permanente de Análisis Cinematográfico (sepancine), con la importante presencia del investigador Lauro Zavala, ha aglutinado a investigadores de diferentes instituciones y organizado publicaciones colectivas y congresos por más de una década. En Guadalajara, la Red de Investigadores de Cine lleva varios años con un trabajo constante de investigación y difusión. En la Universidad Nacional, el Seminario Universitario de Análisis Cinematográfico aglutina a estudiantes de posgrado y profesores en torno al asunto, mientras que en Tijuana, Baja California, se ha formado el Foro de Análisis Cinematográfico.

Esta efervescencia de grupos, revistas y encuentros tiene que ver sin duda con una necesidad de con-frontar avances y generar diálogos; pero también con el proceso de consolidación de una estructura de trabajo académico que es producto de la multi-plicación de los estudiantes que, desde diferentes programas de posgrado en el país, se aproximan al tema. Aunque en México no existe aún un programa de estudios de posgrado específico, el cine es hoy sin duda un tema recurrente de investigaciones desde diferentes perspectivas.

Hay que tomar en cuenta que los últimos años han visto un cierto auge de los estudios cinemato-gráficos en la región latinoamericana. Esto se mani-fiesta con fuerza en las numerosas asociaciones que se han formado tanto en Argentina como en Brasil, países donde hay una tradición anterior ligada, igual que en México, a trabajos de historia, filosofía, estudios culturales o semiótica. Las publicaciones originales, traducciones y congresos amplían sin duda el marco de referencia, pues han permitido a investigadores de nuestro país entrar en contacto con sus pares, así como el descubrimiento de temas, intereses y enfo-ques comunes. Quizá por ello, la discusión sobre el Nuevo Cine Latinoamericano ha encontrado un terreno fértil y es, sin duda, una discusión vigente.

Hoy día sería difícil calificar con un solo adjetivo el estado del cine mexicano, pero sin duda, para bien y para mal, hay una estructura de crítica, reflexión y aná-lisis que afronta otros retos, nuevas dificultades y que seguirá su proceso de crecimiento y consolidación.

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Horizontes del cine mexicano actual

Gabriel Rodríguez Álvarez*

En este milenio el cine mexicano ha resurgido en todas las áreas de la producción cinematográfica.

Parte esencial de la industria cultural, desde hace más de medio siglo coexiste con la televisión y la ra-dio. Recientemente se ha fusionado con series televi-sivas transmitidas por cable e internet, y hoy cuenta con estrellas, divas, actores, comediantes, directores y productores egresados de escuelas públicas y privadas. Hay numerosos técnicos que continúan la tradición y los oficios cinematográficos en tiempos digitales. Son sectores que conviven y se afectan unos a otros en un proceso mestizo, nunca puro, en el que las de-bilidades algunas veces producen fortalezas.

Se trata de un conjunto que combina la produc-ción y la distribución, la promoción, la exhibición, y la crítica, el estudio y la preservación de películas. En ese ciclo, la unam ha jugado desde hace medio siglo un papel central en el aprendizaje de las técnicas, la divulgación de los cines del mundo y la conser-vación de materiales fílmicos de todas las épocas. En el campo de las publicaciones, se profundiza en la edición de libros especializados por la Filmoteca de la unam, la Cineteca Nacional y el cuec princi-palmente, abordando temas del celuloide mexicano (intérpretes, autores, técnicos, anuarios), géneros y autores clásicos y contemporáneos.

Las universidades mantienen sus estudios de cine y se producen tesis que analizan las películas por sus temáticas, contenido, lenguaje y género. La educación es la clave en la profesionalización. Se cultivan gene-raciones de estudiantes en el Centro de Capacitación Cinematográfica (ccc) y el cuec, que recientemente obtuvo el reconocimiento para otorgar el grado de li-cenciatura. Hay diversas escuelas que ofrecen cursos y capacitación ante una demanda creciente. Algunos productores desarrollan incubadoras como el Labora-torio de Cine y Creación, dirigido por Bertha Navarro, que reúne a un destacado grupo de creadores que comparte su sensibilidad y habilidades para desa-rrollar proyectos y acompañar la maduración de

ideas y las relaciones profesionales entre jóvenes, noveles y destacados profesionales del cine.

También en la Universidad, periódicamente se res-catan cintas que superan el síndrome del vinagre y lle-gan al Blu ray para vencer la batalla de la caducidad de su formato original, en ocasiones se acompañan con bandas de música en vivo para viajar en el tiempo hasta nuestros días; el Ensamble Cine Mudo ha trabajado para cine de ficción y documental exitosamente.

Churubusco, como capital de la producción mexicana, es a su vez un satélite de Hollywood, y los que allá residen son embajadores culturales exiliados de la industria nacional, pero activos en la vida pública internacional. También hemos sido testigos en los primeros lustros del siglo xxi, de cómo calladamente crece la nómina de creadores con reconocimientos internacionales o provenientes de otras ramas del sa-ber científico o social.

La crítica cinematográfica persiste en seminarios universitarios, suplementos culturales de publicacio-nes periódicas y en sus formas de reseña publicitaria. Además de innumerables blogs, circulan revistas impre-sas como Icónica, de la Cineteca Nacional, o Toma, edi-tada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, institución que otorga el premio Ariel y que en los últimos años ha empezado a jugar un rol más politizado como parte de la sociedad y menos centrado en el glamour del espectáculo.

Desde hace tres décadas el Instituto Mexicano de Cinematografía (imcine) es un actor fundamental en la promoción y otorgamiento de incentivos y estímulos para la profesionalización y difusión de au-tores consagrados y emergentes. En fechas recientes, la deducción fiscal ha sido un factor para la recupe-ración de algunas películas mexicanas, además, los empresarios se han sumado a la producción, lo que ya se tradujo en un aumento del número de cintas rea-lizadas anualmente. Desde los años 80, el intercambio con cines iberoamericanos ha sido fundamental en la suma de experiencias y capitales. Sin embargo,

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*Licenciado en Ciencias de la Comunicación de la Facultad, donde es profesor de Sociología del Cine. Publica Luneta, gaceta cineclubista del Centro Histórico de México.

aún falta mucho por conocer de los cines andinos, del Caribe y los sudamericanos.

Pero el cuello de botella se encuentra en la exhi-bición y los laberintos de la distribución. La oferta incesante de las cadenas comerciales abarca poco a poco el 3d, el vip y el 4d; los géneros de la comedia, la animación, el horror y el documental recuperan te-rreno en las carteleras. No obstante, paralelamente surgen y figuran también las salas digitales, microcines que aprovechan las prestaciones del Blu ray o el dsp para mover otros catálogos a los de los Majors californianos. conaculta impulsa la circulación de una enorme masa de producciones digitalizadas y a contracorriente, el pú-blico va desbordando la estrechez del circuito comercial. Las fronteras de lo digital se abren con plataformas de difusión de películas a través de internet. Las mudanzas en las salas suponen limitar la piratería que se extendió incontrolablemente con los formatos domésticos.

Hoy la producción independiente permite pelear por alimentar numerosos puntos. Es la batalla de circui-tos culturales, cineclubes, salas especializadas y alter-nativas. Las trincheras son los museos, las universi-dades y los festivales que existen en todos los estados del país, impulsados por profesionales y amantes de todos los géneros. Participan productoras indepen-dientes de todo tipo de estilos y técnicas.

En el panorama de muestras y festivales nacio-nales, el Festival Internacional de Cine unam (ficu-nam) es ya una cita obligada para conocer invitados de todo el mundo, cines radicales y poéticas de la

imagen. Su concurso de crítica Fósforo, realizado en colaboración con la Facultad, complementa la vinculación con estudiantes y el impulso a la reflexión teórica con el Foro permanente de la crítica, sus talleres y las conferencias magistrales. Aunque el cineclub local no brilla actualmente, la facultad mantiene todo el año un pulso de actividades cinematográficas con invitados, debates, seminarios, presentaciones y eventos especiales.

En el último lustro, la Cátedra Bergman en cine y teatro unam se ha sumado alrededor de las artes escé-nicas, llevando a invitados de primer nivel a los escena-rios universitarios y organizando encuentros regulares entre pioneros de innovaciones técnicas y destacados artistas con estudiantes y el público en general.

Rodeado de tecnología y atosigado de publici-dad, el público será siempre un factor determinante para romper los esquemas puramente comerciales y buscar alternativas que promuevan el conocimien-to por encima del entretenimiento. En el panorama cineclubista hay grupos, colectivos, asociaciones y promotores culturales que trabajan con entidades oficiales y con festivales. Principalmente en museos, casas de cultura, universidades, facultades e institutos se desarrollan proyectos de formación de públicos. La cinefilia tiene mucho que ver con la ciudadanía y no sólo con los admiradores o los fanáticos de las películas. Las batallas por la soberanía cultural encuentran en estos espacios palancas de cambio social. Siguen abier-tos los horizontes en las salas oscuras mexicanas.

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El fenómeno de los festivales de cine en México

Rebeca Jiménez Calero*

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En años recientes ha sucedido un fenómeno inte-resante con los festivales de cine que se llevan a

cabo en nuestro país: se han multiplicado de ma-nera casi exponencial; apenas comenzado el 2015 tuvieron lugar casi al mismo tiempo las primeras ediciones del Festival Internacional de Cine de San Cristóbal de las Casas y el Festival Internacional de Cine de Mérida y Yucatán. Estos noveles festivales tuvieron que compartir fechas de realización dentro del copadísimo calendario de este tipo de eventos, que hasta hace unos años eran muy pocos.

Pero, ¿quién se beneficia de la proliferación de festi-vales cinematográficos?, ¿a quién están dirigidos?, ¿qué retribuyen al espectador y a las instituciones organiza-doras? Esta reflexión parte de mi propia experiencia como asistente a diversos festivales que se llevaron a cabo el año pasado y asume, desde luego, el punto de vista de quien debe ser el beneficiario más importante de estas muestras: el público.

Considero que el éxito de un festival de cine radica en dos cosas: primero, poseer una identidad definida que se manifieste en objetivos claros –qué tipo de cine va a presentar y cuál es el público meta al que está dirigido– y segundo, que este público responda positivamente a la propuesta que le ofre-cen. Cuando estos dos puntos se cumplen, es casi seguro garantizar la continuidad de un festival, pero para que ello ocurra debe haber detrás un equipo operativo competente, infraestructura, institucio-nes organizadoras y patrocinadores, que deben tra-bajar en conjunto para sacar adelante la empresa.

Definitivamente, los festivales con más tra-dición han cumplido estos dos requisitos: tanto el Festival Internacional de Cine en Guadalajara como el Festival Internacional de Cine de Morelia han logrado perdurar gracias a que realizan de forma tenaz las actividades antes descritas. Ambos tienen como característica principal el ser espacios de competencias oficiales en las que se presentan las producciones más recientes del cine mexicano que, por lo general, son de gran atractivo para quien asiste a las proyec-ciones. Su programación también se complementa con el estreno de producciones ganadoras en festi-vales alrededor del mundo y con retrospectivas, ya sea de directores específicos o de filmografías pro-venientes de algún país.

Otro que también sigue los mismos pasos es el Festival Internacional de Cine de Guanajuato, que pasó de ser un espacio para la exhibición de cor-tometrajes, a optar por la proyección de trabajos

*Licenciada en Ciencias de la Comunicación de la fcpys, donde es profesora. Articulista de Icónica y Confabulario, trabaja también como traductora y editora de subtitulaje para diversos festivales nacionales.

de todo tipo de duración, género y procedencia. Esta ciudad ha adoptado al evento de manera casi orgánica: un público acostumbrado a toda clase de manifestaciones culturales ha hecho suyo un festi-val que ofrece funciones gratuitas en sedes oficiales como teatros y plazas públicas.

Por otro lado, existen ejemplos en los que parecería que el objetivo final no es atraer público a las salas, sino turismo a ciertas ciudades; es el caso de Los Cabos International Film Festival y el Riviera Maya Film Festival. Contrario a lo que pudiera pensarse, ambos festivales ofrecen una muy buena programa-ción cinematográfica. Sin embargo, se nota poco interés por parte de las instancias organizadoras en difundirlos: los pobladores de ambos destinos turís-ticos desconocen esta información, no así el gremio hotelero, que se beneficia al ver sus nombres en los medios locales y nacionales.

Caso curioso es el ficunam, que este año llegó a su quinta edición. La Universidad ha sido desde hace ya varios años un espacio de exhibición para la Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional y cuenta con salas cinematográficas que proyectan durante todo el año distintos ciclos y retrospectivas. Con estos antecedentes, la unam resulta el espacio ideal para un festival de cine propio. El problema del ficunam es que la especificidad de su propuesta no ha logrado enraizarse en la comunidad universitaria: muchos de los filmes exhibidos son tan radicales en sus aspectos formal y narrativo que con dificultad podrían alcanzar a los grandes públicos. Y, tristemente, ocurre algo similar a lo que sucede con los festivales en destinos turísticos: la comunidad muchas veces no está al tanto de su existencia.

Los festivales cinematográficos deberían servir como escaparate para todo ese cine que nunca encon-trará un lugar en la cartelera comercial, y su tarea es justamente servir como puente entre películas y es-pectadores. Para que esto ocurra, los festivales ten-drían que darse a la tarea de formar públicos, llevar a cabo actividades que inciten la asistencia de la gente a las salas de cine y crear sinergia entre la comunidad y la programación.

Es cierto, hacer un festival de cine resulta muy caro y requiere de patrocinios y negociaciones con go-biernos locales y estatales. No obstante, los existentes habrán cumplido verdaderamente su función cuando se conviertan en parte de la comunidad que los hospeda y su programación sea mucho más interesante que las alfombras rojas y las notas en los periódicos.

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El trabajo de restauración de la Filmoteca de la UNAM

Albino Álvarez Gómez*

En la Filmoteca de la unam se resguardan latas de pe-lícula y en ellas rollos de celuloide que forman parte

de un film, negativos compuestos, originales de cámara de algún rodaje y un largo etc. Hacer ese resguardo con-lleva la tarea de clasificar y catalogar el material para su mejor conservación y preservación. Esto con la fi-nalidad de brindar el acceso a la comunidad universi-taria, investigadores, cineastas e instituciones públicas y privadas interesadas en el quehacer cinematográfico.

Las labores de conservación y preservación de un archivo fílmico están íntimamente ligadas a los pro-cesos de distribución y exhibición. Una filmoteca que resguarda la cinematografía como expresión artística y como documento histórico, debe ser un espacio vivo y de circulación y no un museo de resguardo para la conservación del “objeto” en sí –latas, stills, docu-mentos, etc–. Los rollos de nitrato de celulosa, acetato o poliéster tienen un gran valor, pero no tanto por su soporte, sino porque posibilitaron la expresión y comu-nicación de imágenes y sonidos articulados en un contenido. Un soporte o emulsión de película no es en sí mismo un objeto de culto, so pena de conver-tirse en fetiche. Lo que importa son esas imágenes y sonidos que se proyectan al espectador en forma de relatos y que se exhiben a oscuras en una pantalla. Ese es el fin primero y último de una filmoteca que procura el rescate, la restauración, la conservación, la preservación y la exhibición de los filmes que se resguardan en sus bóvedas.

La Filmoteca de la unam ha rescatado y restaurado, ya sea por iniciativa propia o bien con el apoyo de distintas instituciones –entre ellas la Cinemateca de Valencia, España, y el Archivo General de Puerto Rico, así como organismos de Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Cuba, Ecuador y Costa Rica–, varios títulos relevantes de nuestra cinematografía, como son los filmes del destacado director Fernando de Fuentes, o bien Redes, de Fred Zinemman, en colaboración con la Cinemateca de Bolonia, y La Mujer del Puerto, de Arcady Boytler, junto con la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas.

El rescate que se realiza en la Filmoteca de la unam no sólo contempla la búsqueda de títulos re-levantes de nuestra cinematografía, sino que tam-bién procura detectar aquellos otros que, aun bajo su resguardo, presentan alguna clase de deterioro. La muerte de un rollo de película es ineludible, así pues, de lo que se trata es de conservarlo, restau-rarlo y preservarlo para que dure el mayor tiempo posible. Rescatar significa detectar, restaurar y pre-servar. Es una lucha constante contra el tiempo y el olvido, un deseo por la sobrevivencia física del soporte y emulsión de una película que enfrenta dife-rentes enemigos: ambientes adversos en intemperie, humedad, calor, temperaturas extremas, polvo, ade-más de la propia descomposición de los elementos orgánicos que la componen.

La Filmoteca de la unam cuenta con varias bó-vedas de almacenamiento de películas de distintos soportes: siete de nitrato de celulosa y ocho de aceta-to, poliéster y distintos formatos sonoros y de video. En ellas se aloja un aproximado de 350 mil latas y 35 mil títulos de filmes. Las variables se deben a que, si bien año con año el acervo incrementa, también hay circulación de depositantes que retiran su material, o bien hay pérdidas por los procesos de sulfatación y avinagramiento. La tarea es enorme y representa varios retos y apasionantes desafíos. Por eso la con-servación, que se refiere a tener las mejores condi-ciones para que el material se deteriore lo menos posible, implica tecnologías sofisticadas de refrige-ración, controles de humedad, circulación de aire y extracción de gases (bóvedas de nitrato), y un manejo estricto de monitoreo para detección de materiales contaminados o en camino de estarlo.

Desde hace muchos años, la Filmoteca de la unam se ha dedicado a la preservación y conservación de materiales fílmicos. Mediante procesos fotoquímicos hemos conseguido que obras muy antiguas en nitrato de celulosa cuenten con una nueva copia en poliéster, logrando así su conservación por muchos años más (se estima un mínimo de 100). Este rescate se lleva a cabo

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*Cineasta. Ha dirigido una treintena de documentales, entre ellos El informe Toledo (México, 2009). Actualmente es subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la unam.

con máquinas muy antiguas, pero también muy sofis-ticadas y efectivas en sus procesos. La mayoría de ellas fueron donadas por instituciones cinematográficas que están en sintonía con la labor de la Filmoteca.

Aunando a estas donaciones, y con el fin de estar a la vanguardia, la Filmoteca adquirió en 2014 equipo de im-presión fílmica bhp, el cual mejora considerablemente la calidad de imagen en los procesos de restauración de negativos. La máquina Lipsner ultrasónica es ideal para llevar a cabo procesos necesarios de limpieza de película durante el copiado o la transferencia de material. Los analizadores de color, que también fueron adquiridos, nos permiten obtener mejor calidad y un óptimo balan-ce de luces a partir de negativos originales o de cámara. Con la incorporación de la reveladora debrie, que en-trará en funcionamiento este año, se pretende satisfacer las necesidades de cualquier servicio de revelado en blanco y negro con mucha mayor rapidez.

El trabajo de mantenimiento preventivo y correc-tivo se lleva a cabo en coordinación con ingenieros que han hecho su carrera dentro de la Universidad,

jóvenes que realizan su servicio social son de gran ayuda para lograr que todo el equipo funcione en las mejores condiciones.

La preservación en la Filmoteca continúa mejo-rándose y este año comenzaremos nuestras primeras restauraciones digitales en el recientemente creado Laboratorio de Cine Digital. Si bien nos esforzamos por la conservación y preservación del film, es evidente que cada vez más trabajamos en entornos y tendencias digitales con sus correspondientes avances en cámaras y equipos de proyección en altas resoluciones.

La migración a nuevas plataformas y tecnologías ya está con nosotros, por lo que los valiosos contenidos albergados en nuestras bóvedas iniciaron también un proceso sofisticado y cuidadoso de digitalización a través de múltiples y variadas herramientas. Sin em-bargo, en la Filmoteca de la unam seguimos apostando por la preservación y restauración fotoquímica que en nada es excluyente de la digital; todo lo contrario, ya que ambas se complementan y enriquecen.

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ntrevista

Sociología del medio ambiente, más allá de los clásicos Elizabeth Maceda

Ignacio Rubio, profesor en el Centro de Estudios Sociológicos (ces) de asignaturas como Crisis y catástrofes, Medio ambiente

y sociedad en México, y Desarrollo de proyectos sociales, entre otras, se dio a la tarea de organizar el encuentro Progresos, temas y problemas de la sociología ambiental. En él se abordaron tópicos relativos a la ecología política, la justicia ambiental, el cambio climático y los conflictos socioambientales.

En entrevista para Gaceta Políticas, Rubio definió la sociología ambiental como una rama disciplinaria que se ocupa de la inte-racción de los grupos humanos con su espacio vital, ecosistema y territorio. En ella conviven diversas tradiciones y teorías vinculadas a la forma en que percibimos y juzgamos el entorno. Agregó que, aunque esta rama disciplinaria tiene ya un largo camino recorrido –aproximadamente cuatro décadas–, llegó tarde a resolver los pro-blemas entre medioambiente y sociedad en comparación con la antropología o la geografía, que ya trataban el tema.

“Es como muchas otras ramas de la sociología, multidisci-plinaria, por eso es difícil integrarla al llamado ‘núcleo duro’ y su lugar en la academia es igualmente periférico con respecto a otras disciplinas; en cambio, fuera de ella pasa lo opuesto, se

desarrolla ampliamente debido a la sensibilidad de la población sobre los asuntos medioambientales y la creación de nuevas ins-tituciones que los trabajan”.

Para profundizar en torno al caracter interdisciplinario de su tema de estudio, puso como ejemplo lo que ofrece la economía a la sociología ambiental: entre otras cosas, la comprensión de particu-lares respecto a la interacción con el medio ambiente, la creación de demandas de mercado y prácticas específicas. La economía política, aseguró Rubio, tiene mucho que ofrecer al estudio de la relación del hombre con el medio ambiente.

Con respecto a la participación y el interés del estudiantado en el encuentro, el profesor afirmó que éste participó satisfactoria-mente y aumentó el número de tesistas interesados en estos temas; sin embargo, comentó que al elegir materias optativas, los alumnos aún eligen tópicos clásicos y éste es un reto que se debe superar.

Finalmente, celebró que la Facultad sea sede de encuentros académicos con este enfoque, pues es un espacio natural de difusión de investigaciones y nuevas perspectivas, en especial de aquellas que son críticas al capitalismo.

Ignacio Rubio. Foto: Teresa Montero.

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Gina Zabludovsky. Foto: Myriam Corte.

Con la presencia de ponentes de Brasil, Argentina, Colombia, Holanda, Bélgica y México, se llevó a cabo el xv Congreso Inter-

nacional Procesos civilizatorios: el legado de Norbert Elias, donde se ana-lizó la obra de uno de los sociólogos más importantes del siglo xx.

A fin de entender por qué se considera a Elias uno de los pen-sadores más prolíficos, sostuvimos una conversación con Gina Zabludovsky, profesora del Centro de Estudios Teóricos y Multi-disciplinarios en Ciencias Sociales (cetmecs), y quien, en conjunto con Mónica Guitián –titular de la misma dependencia–, y un grupo de estudiantes, organizó este encuentro.

Gaceta Políticas (GP): ¿Por qué el título: “Procesos civilizatorios”? Gina Zabludovsky (GZ): El nombre viene de la propia pro-puesta de Elias y el trasfondo es de total actualidad. Él señaló que en el proceso de civilización el hombre aprende, a la par de ciertas normas y rituales, la autocontención social, es decir, aprende a contenerse, a frenar la exacerbación de la violencia.

Es importante cuestionar qué tanto sirven sus tesis para di-lucidar nuestra realidad. En mi opinión, tienen mucha vigencia puesto que señalan que para actuar de forma civilizada se requiere autocontrol, cosa que se está perdiendo en todos los niveles de gobierno: local, estatal y federal. Esto es gravísimo.

Desafortunadamente, en México estamos viviendo un proceso des-civilizatorio que, de acuerdo a Elias, implica la pérdida de control del Estado sobre sus aparatos de violencia –policía y ejército–, los cuales sólo se consideran legítimos, en tanto la población esté convencida de que son los mejores para defendernos. Ana-lizar el monopolio de la violencia física legítima –definido por Weber como el Estado–, puede ser muy útil para entender hasta qué punto éste se ha fragmentado o, peor aún, a qué nivel llega la complicidad entre criminalidad y Estado.

Hay otros elementos de autocontrol que también se están perdiendo. Creo necesario reconocer que la situación en México es tan abominable, que no sólo requerimos los aportes de Elias para explicarla. Faltan autores y términos sociológicos para comprenderla a profundidad.GP: Elias es un autor que trabajó muchos temas, pero hay especia-listas que destacan su llamada sociología configuracional, ¿cuáles son las principales aristas de ésta?GZ: La propuesta configuracional también tiene mucha vigencia. Básicamente parte de la no separación entre el individuo y la sociedad. Gran parte del debate en la sociología y la ciencia política se yergue sobre la pregunta de qué es más importante para la ex-plicación social, ¿el individuo o la sociedad?

Elias dice, y ahí está su oportunidad actual, que para analizar lo social no es posible desvincular individuo y sociedad, por lo cual propone estudiar redes o nudos sociales: el ser humano no se puede separar del ámbito donde fue educado y la sociedad tampoco se puede entender sin éste. Dicho elemento, además, lo relaciona con la sociología contemporánea que trabaja las redes sociales.

Sus contribuciones sobre la globalización también son valiosas porque no acepta una división entre hombre y Estado, sino habla de la humanidad. Hoy las unidades de análisis de la ciencia política y la sociología de antaño, como el Estado-nación, ya no son útiles pues se observan movimientos internacionales y trasnacionales; en

ese sentido, el concepto de Elias de humanidad es muy pertinente para analizar los nuevos marcos de las ciencias sociales.GP: Se ha dicho que Elias es un autor complejo. En este marco, ¿su análisis sólo puede realizarse entre sus pares o también es posible entre estudiantes? GZ: Efectivamente, su perspectiva es muy interdisciplinaria. Elias tuvo una formación en medicina. Por tanto, primero se propuso no separar la sociología de la psicología; luego, sumó a sus nociones conceptos tomados de la antropología y la ciencia política, lo que le permitió el estudio de muchos más temas: desde genocidio, política, ciudadanía, justicia y gobernanza, hasta emociones y amor; desde costumbres, hábitos y rituales, hasta sociología del deporte y ocio en el proceso de civilización; desde sociología de las artes y teoría de la música, hasta modales y formas de morir; desde el poder y la exclu-sión social hasta los asesinatos y las masacres.

Pero realmente no es tan complejo; al contrario, tiene un estilo literario que invita a ser leído. Es un autor poco conocido, pero ya se empieza a leer más y no sólo puede ser abordado entre es-pecialistas. La nutrida concurrencia de estudiantes que tuvimos en el congreso lo demuestra.

A pesar de que últimamente se le ha rescatado en las ciencias sociales, todavía es necesario entenderlo a fondo. Uno de los princi-pales objetivos de nuestro congreso fue precisamente dar a conocer a Elias a un público mucho más amplio; el título del mismo, “El le-gado de Norbert Elias”, hizo hincapié en ello. Realmente estamos satisfechos con la respuesta del coloquio, que fue muy positiva: recibimos, a través de convocatoria abierta, 120 ponencias; selec-cionamos las 75 de mayor calidad, las cuales fueron presentadas por investigadores y alumnos de maestría y doctorado de México y América Latina, y comentadas por 25 especialistas. Los materiales que reunimos son tan buenos que publicaremos un libro con ellos.

Sobre la vigencia de Norbert EliasLeticia Martínez

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Enfoques actuales a la cultura organizacionalLeticia Martínez

Con el objetivo de revisar los encuadres mediante los cuales se estudia y analiza hoy en día la cultura organizacional en el mundo,

se llevó a cabo el coloquio Complejidad y cultura en las organizaciones. Virginia Reyes, docente del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación (cecc) y coordinadora del evento, compartió sus reflexiones con Gaceta Políticas.

Sobre el nexo del concepto “complejidad” y organizaciones, la profesora explicó que la visión dominante en el estudio de la cultura organizacional es de corte positivista y lógica racional, hecho por el cual es común que en cada investigación se abor-de sólo un elemento del espectro temático, como puede ser la identidad, los valores, el liderazgo, sin retomar un análisis inte-gral en el que se muestre un panorama más acabado.

Debido a esto, indicó, “en este coloquio planteamos como meto-dología de análisis la teoría de sistemas complejos, a fin de retomar la relación de nuestro tópico central con una serie de procesos in-terconectados, donde por supuesto está presente la premisa social”.

El pensamiento administrativo-positivista, precisó, mira a las organizaciones desde la parcialidad. Observa la cultura de éstas desde su interior pero no vincula lo que sucede afuera de ellas, no considera su entorno. Esta construcción teórica no ha permiti-do evaluar a cabalidad su conexión e incidencia con la realidad social, la incertidumbre, el caos, el desempleo, los problemas derivados de la globalización.

En este marco, no podemos seguir pensando a las organizacio-nes de la misma manera, añadió la Reyes: “es momento de reconfi-gurar su función social. Por ejemplo, en el ámbito de las empresas

productivas de alimentos, es obligado efectuar los estudios nece-sarios que muestren las ventajas de instrumentar procesos de pro-ducción e intercambio no globales ni trasnacionales, sino locales, con miras a un beneficio social”.

Al término de este coloquio, la maestra sostuvo, “los expertos y académicos participantes enriquecimos nuestros conocimientos, ya que además de trabajar con una teoría más abierta, complemen-tamos nuestros marcos con literatura y experiencias provenientes del campo laboral, que es precisamente uno de los cometidos del proyecto Elaboración de materiales para la enseñanza teórica de la cultura organizacional con enfoque interdisciplinario y de sistemas complejos a mi cargo, auspiciado por el Programa de Apoyo a Proyectos para la Innovación y Mejoramiento de la Enseñanza (papime)”.

Derivado de esta dinámica, apuntó, los alumnos de Ciencias de la Comunicación ampliaron sus perspectivas de análisis, ya que atestiguaron exposiciones donde hubo tanto concordancias como discrepancias conceptuales, que les permitieron conectar el tema con un panorama más amplio. Además, abundó, la comunidad de la carrera de Administración Pública también está muy interesada en el estudio de las organizaciones.

Acerca de la importancia de estos foros de actualización en la Facultad y en el cecc, señaló que son vitales para la especialidad de Comunicación Organizacional: “de hecho, el equipo de tra-bajo del proyecto papime ya realizó un diagnóstico de la impar-tición de las clases en dicha área, en el que se concluye que es necesario poner al día bibliografías y métodos de enseñanza, así como proponer el estudio de conceptos nuevos”.

Virginia Reyes. Foto: Myriam Corte.

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Decisiva, la competencia cultural en el aprendizaje de un idiomaLeticia Martínez

Con 12 años de historia, las Jornadas culturales de idiomas tienen un lugar importante en la vida académica de la Facultad. Al término

de su más reciente edición, Patricia Toussaint, organizadora de las mismas y coordinadora del área respectiva, nos habló del tema.

El principal objetivo de estas jornadas, explicó la docente, es acercar a los alumnos del plantel a la vida cultural, social y política de los países donde se hablan las lenguas que se estudian en nuestras aulas, es decir, inglés y francés.“Los tópicos presentados se pre-paran entre los académicos de la Coordinación de Idiomas y los colaboradores de diferentes embajadas. La finalidad es responder a los intereses de los alumnos, de ahí que puedan referir desde la experiencia de jóvenes mexicanos en naciones de habla inglesa y francesa, hasta asuntos relativos a música, cine, arte”.

La última década es crucial en la evolución de la enseñanza-aprendizaje de los idiomas en México. Respecto a la importancia que los alumnos otorgan al dominio de una lengua extranjera, la profesora destacó que se trata de una herramienta fundamental para su desarrollo académico y profesional, para obtener becas y ofertas de trabajo.

Agregó que los métodos didácticos de enseñanza en la Facul-tad están en sintonía con los del Centro de Estudios de Lenguas Extranjeras (cele) de la unam, institución que certifica al plantel y evalúa competencias fundamentales como la gramática, la com-prensión de textos y auditiva, y la expresión oral, a las cuales se ha añadido la competencia cultural, toda vez que un idioma vehicula y expresa la forma de ser de un país.

También subrayó que aun cuando en la actualidad se enseñan cada vez más idiomas en el país –y algunos tienen verdadero auge como el chino–, en México siguen siendo prioritarios el inglés y el francés, como lo demuestran los numerosos alumnos inscritos en los cursos de la Facultad de ambas lenguas.

Toussaint precisó que gracias a las iniciativas académicas de la Coordinación de Idiomas –las jornadas culturales, los cursos pre-senciales, semipresenciales y a distancia, los talleres de conversación y pronunciación– “la Facultad se ha hecho de tan buena fama que alumnos externos vienen con el interés de estudiar aquí. Sin embargo, son tantos los muchachos de casa que sólo tenemos lugar para ellos”.

Entre los aspectos positivos de la coordinación a su cargo, Patricia Toussaint enfatizó la probada experiencia del equipo de profesores, quienes constantemente se actualizan y reciben capacitación, así como el desarrollo de la mediateca, centro de autoaprendizaje donde los jóvenes trabajan en autonomía con el apoyo de un asesor.

Asimismo, reconoció que siempre hay cosas por pulir: “debemos perfeccionar incluso nuestra labor psicológica, a través de la cual demostramos a los alumnos que no tienen impedimento alguno para aprender una lengua, que si llegaron a la Universidad pueden alcanzar cualquier meta, simplemente hay que exponerse al idioma y jugar; el elemento lúdico es importante para romper el hielo e inhibiciones relacionadas con esa sensación de que pronunciamos mal, por ejemplo; pero así es el aprendizaje: poco a poco se avanza hasta dominar algo”

Patricia Toussaint. Foto: Myriam Corte.

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En el marco de la viii Semana de comunicación y género, la profesora Gloria Hernández, adscrita al cecc, platicó en entrevista para

Gaceta Políticas sobre los alcances y retos de estas actividades dedi-cadas a la promoción de la equidad de género y el feminismo desde una perspectiva académica.

Gaceta Políticas (GP): ¿La Semana se organiza con el objetivo de convocar a un sector demográfico específico?Gloria Hernández Jiménez (GHJ): Hemos notado gran desconocimiento en nuestra comunidad respecto de los temas de género y feminismo, este último un término muy satanizado por los medios de comunicación. Por ello, varias compañeras del cecc quisimos dar información sobre el tópico y explicar para qué sirve en el mundo contemporáneo. A veces, ante estos asuntos, nuestras estudiantes y los jóvenes varones carecen de informa-ción o sólo conocen clichés.

Además, es gravísimo que estemos generando profesionistas que desconocen los derechos humanos de las mujeres –y más en esta Facultad, en cualquiera de sus especialidades–. Por eso invitamos a especialistas en temas legales de género, que se han desarrollado de manera muy importante en México en las últimas décadas. Que-remos sensibilizar a la población, empezando por los jóvenes, quienes además requerirán de dichos conocimientos cuando se incorporen a su campo de trabajo.

Feminismo: ardua laborMyriam Corte

Por otro lado, realizamos una mesa, quizá más específica para la comunidad que estudia ciencias de la comunicación, sobre la presencia del discurso crítico feminista en los últimos 30 años en distintos medios informativos. GP: En su opinión, ¿qué es el feminismo y cuál es su utilidad?GHJ: Se trata de un discurso crítico. El discurso feminista tiene una larga tradición histórica en muchos ámbitos, desde la política, la libe-ración y la autogestión en la reproducción o la anticoncepción, in-cluso en el aborto, tanto en la vida cotidiana como en las instituciones.

El discurso crítico feminista es una perspectiva que atraviesa de manera transversal todas las instituciones y propone llegar a una mejor vida; no se trata de volvernos todos feministas y tampoco es una supravaloración de las mujeres. Si hay problemas para ellas, los hay en todos los ámbitos; y si hay una vida mejor para éstas, la habrá para los varones, para las familias, para todos. Ésa es su utilidad.

También es una valoración más justa, equitativa, sobre qué es la mujer en el orden social. Esto ayudará para que en algún momento desaparezcan medidas públicas como la división de los espacios en el transporte público, donde se separa a las mujeres como si fuéramos débiles físicamente o vulnerables. No lo somos y no queremos serlo. No obstante, la mentalidad de la sociedad todavía considera que somos más susceptibles de ser asaltadas o atacadas sexualmente que un varón.GP: ¿Qué acciones ha implementado la Facultad? GHJ: Aún es un trabajo reducido, ya que se cuenta con algunas materias en sociología, en ciencia política y principalmente en el posgrado de comunicación. Pero sin duda hacen falta más asignaturas en las licenciaturas.GP: Y ¿cómo evalúa el feminismo en el país?GHJ: Yo creo que sí ha habido una mejora, aunque muy entre comillas. Se han hecho visibles algunas situaciones de la mujer que no son gratas o convenientes para su salud física y mental ni para la salud –permítame el término– social.

Ha habido una apertura que nos ha permitido la capacitación para laborar y ser competitivas, el ingreso a las universidades, y la participación en el ámbito político. Sin embargo, estos beneficios –llamados así de forma relativa porque nos han salido bien caros– siempre han estado rodeados de circunstancias particulares. Incluso hoy en día resulta que puedes ir a la universidad, pero no descuidar la casa ni la reproducción familiar –sobrellevar el embarazo, dar a luz a los hijos, educarlos–, aunque tu pareja sea económicamente solvente. Por la crítica feminista y el activismo se han ganado derechos, pero en la vida cotidiana estas victorias se traducen en un aumento de las jornadas de trabajo: al tiempo dedicado a ser estudiante o profesionista se suma el que se dis-pone para la pareja y la familia.

Creo que hay que trabajar para conseguir el cambio desde lo per-sonal, sobre todo con educación; por ejemplo, habría que dar capaci-tación feminista a las profesoras y profesores en todos los niveles de educación, tanto en el ámbito público como en el privado, a los padres de familia y a los responsables de los medios de comunicación.GP: ¿Cuál es su balance de la VIII Semana?GHJ: Todas las organizadoras quedamos muy satisfechas porque tuvimos una numerosa audiencia. Hubo mucha retroalimentación mediante las redes sociales. Los alumnos de comunicación organiza-cional se involucraron de manera decidida, y además de coordinar los eventos, comentaron que aprendieron mucho. Con sorpresa nos percatamos que los alumnos saben muy poco del tema; por fortuna hubo gran interés de su parte.Gloria Hernández. Foto: Myriam Corte.

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Organizado por Héctor Zamitiz Gamboa, profesor e investi-gador del cep, se realizó el Coloquio de investigación Pacto

por México: agenda legislativa y reformas 2013-2014, –derivado del papiit homónimo–, donde expertos en materia política analizaron el proyecto presidencial desde aristas como gobernabilidad, transparencia, finanzas y ordenamiento electoral.

En entrevista con Gaceta Políticas, Zamitiz se refirió a la ur-gencia de una agenda social que resuelva la crisis de seguridad y corrupción en la que se encuentra el país, e invitó a los partidos a coadyuvar en el desarrollo de elecciones más responsables.

Gaceta Políticas (GP): ¿Qué consecuencias traerá el Pacto?Héctor Zamitiz (HZ): Hay que pensar en los cambios cons-titucionales en dos vertientes: a largo y a corto plazo, donde se pueden ver medidas muy concretas, como sugerencias en materia de telecomunicaciones o finanzas; sin embargo, sus consecuen-cias no son sencillas de evaluar, pues no pueden verse de inme-diato. Si se especula en las reformas de forma integral, se podría ver un impacto en 15 o 20 años.GP: ¿El Pacto es resultado de una transición democrática inacabada?HZ: Si pensamos en democracia económica, pareciera que el Pacto entró en un momento muy contradictorio: una reforma fiscal, evidentemente necesaria, que llega en medio de una rece-sión económica fuerte, pero a contracorriente, pues inhibió la inversión, la competencia y contrajo la economía. La democra-cia en México se detiene, no es lineal. En el orden político, el sistema se ha conformado como procesos de democratización graduales, a veces con regresiones.GP: ¿Qué relación tiene actualmente el Ejecutivo y el Legislativo?HZ: El pacto se firma un día después de que Enrique Peña Nieto asume el poder, pero se estableció uno o dos meses antes. Se desarrolla con un prd con divisiones profundas y un pan fractu-rado. Las agendas del Congreso no se desarrollan por sí mismas; fue la acción del Pacto la que modificó y estableció las prioridades que antes, a partir de la alternancia, definía el Senado.

Hay una primacía del Ejecutivo sobre el Legislativo, contrario a lo que sucedía después de la alternancia. El Legislativo revisaba, detenía y postergaba propuestas de ley e iniciativas de la agenda; las reformas constitucionales y las leyes reglamentarias se llevaban a cabo en periodos extraordinarios. En el caso del Pacto, las pro-puestas de ley y leyes secundarias fueron presidenciales y de las secretarías de Estado. GP: ¿Cómo afectó al Pacto la crisis de seguridad?HZ: La crisis política generada por las rupturas de los partidos y la ilegitimidad del Ejecutivo fue acompañada de la crisis de se-guridad y corrupción. El momento del Pacto, el Mexican Moment, cambió justo por dos aspectos: la forma y el desarrollo en que se aprueban las reformas para impactar en la figura del presidente.

La imagen que la sociedad tiene del Ejecutivo no es buena. Esto, aunado a la ausencia de crecimiento económico y la rece-sión, se agudizó con la situación de Guerrero. Este problema se le revierte, pues el fenómeno no sólo implica la renuncia del gober-nador y la búsqueda de los culpables. El conflicto llega a encapsular a la presidencia y sus instituciones. Hubo incluso una modifica-ción del titular de la cndh que podría resultar un espacio de legi-

El Pacto por México hoyMonserrat Alejandra Ortíz

timidad a las decisiones de cerrar el caso y al dolor de las víctimas. El gobierno debe atender la agenda social. La crisis lo exigió. Ha llegado un momento de dificultades que se deben conducir con leyes, honestidad política y con la menor represión posible.

Para muchos, el Pacto terminó con la crisis de noviembre. Sin embargo, ahí están las reformas y hay que seguirlas analizando. Habrá que ver de qué forma impacta la crisis de seguridad y lo sucedido en Guerrero, en la imagen del Ejecutivo y también a nivel mundial con la intervención de organizmos internacionales.GP: ¿Qué panorama se despliega ante las elecciones intermedias?HZ: Las elecciones están hechas para que la gente vea, mida, vote, y entonces pueda exigir cámaras más plurales. Además de que hay tres nuevos partidos y es necesario conocerlos, el que viene es un proceso que impactará nuestra vida política. Podremos medir entonces la eficiencia del ine y del Tribunal, saber si se pueden tener elecciones más libres, transparentes, competidas y justas. Es lo que el país necesita. Las elecciones serán un termómetro.

Hay que reivindicar a la política. Los principales retos que tienen los partidos políticos son redignificarla, fortalecer a las instituciones y seleccionar buenos candidatos. Hay que leer cada elección en su contexto: los partidos ahora están preocupados por saber qué candidato tiene vínculos con el crimen organizado. La política tiene que volver a ser creíble, los actores deben ser de confianza, capaces de convencer a la ciudadanía de sus propuestas y llevarlos a las urnas sin hacerlos clientes. Hay que hacer cam-bios sustanciales en la forma de ofrecer propuestas.

El Pacto por México ha marcado el contexto del gobierno actual y del Estado entero. El país cambió. Hay que pensar en el significado de las reformas y ojalá veamos los cambios.

Héctor Zamitiz. Foto: Myriam Corte.

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Desde el nacimiento del cine a finales del siglo xix, éste ha cum-plido múltiples funciones, principalmente como entreteni-

miento y medio de información. En la actualidad se utiliza como relato testimonial, vehículo de denuncia, forma de expresión e inclusive propuesta teórica. En ocasión del seminario Cine y ciencias sociales, organizado por Carlos Eduardo Barraza, profesor del Centro de Estudios Políticos de la Facultad, Gaceta Políticas realizó una entrevista sobre la pertinencia del empleo del cine en el aula.

Gaceta Políticas (GP): ¿Por qué utilizar el cine como herra-mienta educativa?Eduardo Barraza (EB): Considero que el cine puede comple-mentar la educación de los alumnos, pues la suma de sus lenguajes –visual, auditivo y escrito– permite transmitir de manera ágil distintos mensajes. El cerebro está más acostumbrado a ver imágenes que letras, por lo que una película puede ayudar a recordar diferentes informaciones de forma rápida, eficaz y sencilla. Esta capacidad de hacer asociaciones le da un empujón extra a nuestro conocimiento.

La enseñanza a través de la recopilación de fragmentos de una pe-lícula puede ser igual de efectiva con cine documental o de ficción. Todo radica en usar material que se adapte al plan de estudios o enfoque de cada profesor. Recurrir a los fragmentos, además, puede incentivar a una persona a ver en el hogar el trabajo completo de un director. Esto, además de difundir una cultura cinematográ-fica, ayuda a conformar un imaginario universitario más completo y apto para el planteamiento de posibles soluciones a escenarios políticos de la vida cotidiana. Hoy incluso las actuaciones dentro de una película pueden servir como punto de partida para pensar y ponerse en el lugar de los protagonistas, a promover la concien-tización sobre un determinado acontecimiento o proceso social.GP: ¿Cómo han sido recibidas sus propuestas para una práctica educativa multimedia?

Mucho más que imagen en movimientoLuis Olivera

EB: Si bien cada vez más profesores recurren al uso del cine en la práctica educativa, también hay que aprovechar el uso de internet; por ello he desarrollado una plataforma didáctica que, en tiempo real, ayude a generar debates teóricos y permita que a usuarios de distintas partes del mundo compartir sus propios materiales.

Tengo mucha fe en este proyecto, que ha sido adoptado por varios profesores aunque otros continúen renegando sobre el uso de materiales multimedia. Pero incluso eso es una ganancia, ya que estamos haciendo que todos piensen en la tecnología y conozcan sus usos e influencia. Por primera vez en la historia los avances tecnológicos son capaces de captar la realidad social y están al alcance de todos.

Lo que recupero es la insistencia en el no divorcio de la práctica con la teoría. Si se ejemplifica bien cada concepto, cada idea o escenario, no tendríamos ningún problema para aplicarlo de forma cotidiana. Somos seres plenamente visuales y la mayor parte de nuestra vida hemos aprendido observando a otros; viendo y analizando incorporamos, de forma inconsciente, las pautas del comportamiento social para conformar las nuestras. Nadie está exento de aplicar involuntariamente la teoría en la cotidianidad o de conformar su aprendizaje a partir de las imágenes de la sociedad.GP: ¿Qué problemáticas has notado en la aplicación del proyecto?EB: Aunque en general conlleva muchas ventajas, de igual modo tiene sus puntos débiles. Uno de ellos es la actitud del estudiante frente a estos contenidos. Muchos lo consideran un juego y otros un motivo más para dormir en clase o platicar con el compañero. Hay incluso docentes que echan mano del cine solamente para evitar dar clase. Un profesor siempre está expuesto a riesgos de este tipo, es inevitable. No obstante, si estamos plenamente conscientes de lo que queremos hacer, no puede haber mayor problema para sacarle jugo a esta propuesta educativa. Al final del día, el cine no sólo es imagen en movimiento, también es una llave para el conocimiento.

Eduardo Barraza: Foto: Myriam Corte.

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Para la inauguración del Taller de Estu-dios sobre Medio Oriente, organizado

por el Centro de Relaciones Internacio-nales (cri) de la Facultad, el iraní-ameri-cano Hamid Dabashi, académico de la Universidad de Columbia, dictó una con-ferencia magistral titulada La reconfigura-ción geopolítica de Medio Oriente a tres años de las revoluciones árabes.

Con miras a una mejor comprensión de la geopolítica regional de la zona sur-occi-dental de Asia, el especialista sugirió analizar el entorno social producto de las múltiples revoluciones árabes ocurridas desde 2011. En su opinión, éstas permitieron el desa-rrollo de una práctica post-islámica con una nueva visión de la religión árabe, más abierta, menos radical, más genuina, repen-sada y, en muchos casos, aceptada en los países occidentales.

Para entender el proceso, también consi-deró necesario no estigmatizar a los medios de comunicación –así se trate de la cadena norteamericana cnn, la árabe Al Jazeera o la británica bbc– pues todos han realizado

En busca de una reconceptualización del Medio OrienteDavid Jiménez

la ardua labor de informar, e incluso “tra-ducir”, lo que sucede en el entorno árabe. La información, indicó, debe concebirse como la generación de conocimiento, por lo que es primordial que “uno mismo se vuelva una fuente de información”.

Postuló también la necesidad de una nueva epistemología post colonial que replantee la comprensión de la zona del Medio Oriente y supere la falsa dicotomía islam-secularización, que no existe ni en la historia ni en el desarrollo del pensamiento y la religión árabe, así como en sus distintas lenguas y el persa: “las divisiones entre espa-cio religioso –mezquitas– y espacio público de carácter político son parte de una misma contextualización del pensamiento social”.

Dabashi se preguntó cómo ha funcio-nado la reconceptualización del mundo árabe, sobre la que destacó que los países antiguamente opositores al comunismo europeo han encontrado un enemigo sus-tituto en el islam. De esta manera se explica que algunas manifestaciones en la plaza egipcia de Tahrir por parte de activistas

marxistas hayan sido permitidas, al tiem-po que, por el contrario, se reprimieron las realizadas por la Hermandad Musulmana.

Una tarea conjuntaPrevio a la conferencia de Hamid Da-

bashi se realizó un homenaje a María de Lourdes Sierra y Jaime Isla por sus valio-sas aportaciones en México y en la unam respecto a los estudios sobre Oriente Medio. Al acto asistieron Luis Mesa y Gilberto Conde, ambos especialistas adscritos al Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México, el coor-dinador del cri, Javier Zarco, la secretaria general de la Facultad, Claudia Bodek, y el impulsor del Taller, Moisés Garduño, profesor del plantel.

El establecimiento del Taller, así como los dos eventos mencionados, reforzaron el compromiso de la unam por abrir espa-cios de trabajo sobre las problemáticas sociales y políticas de una zona que aún nos resulta desconocida por su lejanía geográfica y cultural.

Hamid Dabashi. Foto: Teresa Montero.

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La Asociación Mexicana de Teoría y Aná-lisis Cinematográfico y su Seminario

Permanente sepancine organizaron, con apoyo de la Facultad, el xii Congreso In-ternacional de Análisis Cinematográfico. Durante tres días más de 50 ponentes de diversas universidades de México y de Latinoamérica expusieron, reflexionaron y discutieron algunas de las investigaciones que giran en torno al estudio del cine y que son realizadas por académicos y especia-listas del área. El tema del Congreso fue “Cine y educación” y de él se desprendieron ponencias que muestran el creciente in-terés de la comunidad académica y estu-diantil en el tema.

Inauguró el evento la conferencia ma-gistral de Alejandro Pelayo, director de la Cineteca Nacional, quien subrayó la nece-sidad de estudios de posgrado en la realiza-ción cinematográfica, pues incluso a nivel licenciatura son pocas las instituciones del país que ofrecen esta disciplina: como la Asociación Mexicana de Cineastas In-dependientes (amci), que cuenta con la carrera en Cinematografía, o el Instituto Mexicano de Investigaciones Cinemato-gráficas y Humanísticas (imich), que tiene la licenciatura en cine; el cuec, donde se imparte la licenciatura en cinematografía y la maestría en guión y dirección para cine; así como la Universidad de Guadalajara, donde se cursa la maestría en estudios ci-nematográficos.

Pelayo señaló que hoy en día existe un auge de los estudios cinematográficos en di-versas instituciones de educación superior en el ámbito internacional, donde el cine tiene un espacio entre las ciencias sociales y las humanidades, y contemplan en sus pro-gramas tanto la historia como la teoría y el análisis de éste. Por ejemplo, la University of California Los Ángeles (ucla) tiene un doctorado en Cinema and Media Studies y la Universidad de Nueva York (nyu) uno en Cinema Studies.

Esta conferencia se relacionó estrecha-mente con la de Manuel López Monroy, profesor de carrera del cuec. En “Secretos para elaborar campanas. Reflexiones en tor-no a la formación de un cineasta” explicó las vicisitudes a las que se enfrentan los estu-diantes de cine en México y lo complicado que es el oficio, en un contexto en el que lo audiovisual permea casi todos los aspectos

Reflexiones en torno al XII Congreso Internacional de Análisis CinematográficoIsabel Lincoln Strange

Isabel Lincoln Strange. Foto: Myriam Corte.

de la vida cotidiana y se piensa que todos pueden hacer una película. López Monroy estableció un símil entre los “secretos para elaborar campanas” y los estudios de realización cinematográfica.

Asimismo, la charla de Francisco Pe-redo, profesor de carrera del cecc de esta Facultad, titulada “El cine y la educación”, destacó la importancia del cine en institu-ciones del ámbito internacional y explicó la necesidad de incorporarlo a los programas de nivel medio superior, superior y posgrado.

Para concluir los trabajos del congreso, Peredo mencionó ejemplos del cine como herramienta didáctica para la historia, la literatura, la psicología y otras disciplinas.

El próximo mes de junio, el Congreso de sepancine se realizará de manera con-junta con la Cineteca Nacional y se espera la participación de ponentes nacionales e internacionales, lo que significa para la co-munidad académica, estudiantil y el público en general, una oportunidad para conocer nuevas investigaciones en torno al cine.

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Cuestionan las políticas de la imagen que México proyecta al exterior Myriam Corte, Elizabeth Maceda e Ingrid Delgadillo

Consuelo Dávila, jefa de la División de Estudios Profesionales, Javier Zarco,

coordinador del cri, y Rosa Isabel Gay-tán, académica del mismo, inauguraron la xxii edición del Foro Nacional de Política Exterior La política exterior de México en la coyuntura actual.

En dicha ocasión Zarco explicó los tres escenarios de estudio del foro: la cance-lación del contrato para la construcción del primer tren de alta velocidad en La-tinoamérica, el anuncio del presidente Peña Nieto –realizado ante la onu– sobre la inclusión de México en los cuerpos de paz, y el decreto ejecutivo de Barack Obama para evitar la deportación de miles de ile-gales. A su vez, Dávila celebró la existencia de este espacio de análisis, que desde 1986 rescata los principales temas de polí-tica exterior del país para realizar una re-flexión tanto de la agenda internacional como de la nacional.

Cuenta de ello dieron las diferentes mesas que se realizaron. En la primera, “La imagen internacional de México: del Mexican Moment al Estado fallido”, resaltó la intervención del embajador Walter As-tié-Burgos, quien criticó la práctica gu-bernamental de proyectar al exterior una imagen de desarrollo que no correspon-de con la realidad: “se vende el Mexican Moment, que se convierte en el México desastre. Afuera es evidente la descom-posición en estados como Michoacán y Guerrero, y escándalos como el de la ‘Casa Blanca’ de la primera dama”. Por ello, sostuvo, es importante cuestionar-nos qué hace que nuestra imagen se dete-riore constantemente sobre el trasfondo de los hechos reales; “¿por qué difundir una imagen que no existe? Una solución es poner ‘la casa en orden’, ser realistas, hablar de lo que sí se está mejorando”.

Astié-Burgos expresó que hay una constante histórica que nuevamente vi-vimos. El primer caso fue el gobierno de Porfirio Díaz, quien manejó a México ante el resto de la naciones como un país estable y pacífico; sin embargo, esta “realidad” se rompió con el estallido de la revolución mexicana. Otro ejemplo fue la aparente es-tabilidad de la nación en el marco de los xix Juegos Olímpicos, contrapuesta a lo eviden-ciado por el movimiento estudiantil de 1968; un hecho similar sucedió en el man-

dato de José López Portillo, el cual con-cluyó con la primera devaluación del peso en 30 años, o el “salinato”, que al tiempo que inauguró el Tratado de Libre Comercio con América del Norte vio surgir el neo-zapatismo. Una demostración más del fenómeno es la “guerra contra el narco” declarada por Felipe Calderón.

En esa línea, César Villanueva, profe-sor de la Universidad Iberoamericana, ha-bló sobre los componentes teóricos que explican el funcionamiento de la imagen de la política exterior de México. Dijo que este elemento es de absoluta impor-tancia en la labor diplomática, dado que “en cada gestión se desarrolla una narra-tiva estructural del pasado histórico; se puede tratar de imágenes coyunturales, como la solidaridad ciudadana durante el terremoto de 1985, o los ‘punto ciegos’, estereotipos que la sociedad cree, como cuando se dice que la Ciudad de México es más limpia que otras urbes. El manejo de la imagen al exterior es fundamental, por ello, la labor gubernamental debe encaminarse a ofrecer soluciones a la po-breza o la desigualdad, en vez de reflejar una realidad inexistente”.

China y México: relación estratégi-ca pero desigual

China es el segundo socio comercial más importante de México; sin embargo, se ha establecido una relación muy des-igual entre las dos naciones, pues por cada dólar que les exportamos ellos nos retri-buyen 10, aseguró Javier Zarco durante la segunda sesión, “Perspectivas de la rela-ción México-Asia: el caso de China”. En ella Ignacio Martínez, docente del cri, re-flexionó sobre las causas que propiciaron la caída del pib mexicano en 2014, año en que presentó un crecimiento de tan sólo 2.1% –en contraste con el 2.7 pronostica-do por el gobierno del presidente Peña Nieto– mientras que el de China creció el 7.8%. Un aspecto relevante sobre la economía China, señaló Martínez, es que en 20 años ha mejorado el ingreso cuatro veces más que el caso mexicano: en 1948 ambos países exportaban el 0.8% de las manufacturas mundiales; en 2012 China alcanzó el 11%, en tanto que México sólo un 2.1%, lo cual demuestra la consolida-ción del gigante asiático.

Si se piensa que en los próximos años México no figurará como un aliado clave en los planes económicos de China, elevar aranceles de importación a esta potencia sería perjudicial para nuestra nación, pues no existen posibilidades para hacerlo y, en caso de lograrlo, únicamente se elevaría el gasto interno. Por ello, en opinión del profesor, la mejor opción que tiene México es un acuerdo de comercio estratégico en los sectores donde nuestro país tiene mayor competencia con China: electrónico, quí-mico, siderúrgico y automotriz.

Mitos y realidades en torno a una re-forma migratoria

Durante la última mesa “Las relacio-nes México-Estados Unidos ante la pro-puesta migratoria del presidente Obama”, Javier Urbano, coordinador del Programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, destacó la importancia de generar espacios abiertos al estudio crí-tico de dicho tema.

Sobre la propuesta de ley del presi-dente estadounidense, consideró que es inconsistente y endeble a la luz de diversas consideraciones; entre ellas, el problema de interpretación que implica saber quién es sujeto de regularización, pues en la inci-piente propuesta se tocan aspectos como la edad, el tiempo vivido en los Estados Unidos, la calificación laboral, antecedentes penales, etc. Opinó que el elemento de la temporalidad constituye un riesgo, pues denota que la ley responde a la coyuntura política y no soluciona la crisis humanitaria en que se encuentran millones de personas.

Por su parte, Milton Muñoz, profesor del cri, destacó la relevancia de que la re-forma migratoria esté ahora en manos del Partido Republicano, que tiene mayoría en el Congreso; habló también sobre la responsabilidad de la sociedad y el gobier-no mexicanos de generar presión al sistema parlamentario del país vecino: “es tarea vital del Congreso mexicano informarse para apoyar a los connacionales a través de sus embajadas y consulados; es nece-sario ser más proactivos, saber cabildear y conocer el funcionamiento del Congreso estadounidense para incidir en la política migratoria de ambos países”.

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Las autoridades de la Facultad y del Ins-tituto de Administración Pública (iap)

del Estado de Chiapas firmaron un conve-nio de colaboración para realizar trabajos académicos, cursos, investigaciones y libros. Se busca así fortalecer el proceso de ense-ñanza-aprendizaje de ambas instituciones.

A la sesión acudieron Fernando Cas-tañeda, director del plantel, Claudia Bo-dek, secretaria general, Ricardo Uvalle, coordinador del Centro de Estudios en Administración Pública, y Noé Pérez, se-cretario académico del mismo. Por parte

Fusión de conocimientos: firman convenio la FCPyS y el IAP-Chiapas Myriam Corte

del iap-Chiapas asistieron Harvey Gutié-rrez, presidente del Consejo Directivo, y Ediberto Gutiérrez, secretario ejecutivo.

Castañeda comentó que la firma de este convenio es un hecho sobresaliente para la Facultad, la cual ha promovido la vincula-ción con otras instituciones de educación superior e institutos profesionales. Eso de-nota el interés de sus académicos por rela-cionarse con entidades hermanas en sus campos de competencia y especialidades.

En el caso de la Administración Pública y la Ciencia Política, agregó, se han conso-

lidado vínculos y promovido proyectos de investigación que permiten mejorar la movi-lidad académica, así como ayudar a los egre-sados a obtener trabajos más satisfactorios.

A su vez, Gutiérrez enfatizó que la fir-ma del acuerdo permitirá fortalecer varios proyectos como es el caso de los estudios regionales de Chiapas y Tabasco, además de seminarios con personal académico de alto nivel de ambas instituciones. Este víncu-lo permite, consideró, “tener una visión más amplia y prometedora de la adminis-tración pública en México”.

UNAM.politikas

@extensionFCPyS

gacetapoliticas.blogspot.mx

+politicasunam

Tiempo de análisisMiércoles 20:00 hrs.860 am, Radio unam

Formalización de colaboraciones. Foto: Soledad Villicaña.

politicasunam

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Entre septiembre y diciembre de 2014 José Luis Burgos, José Antonio Cárdenas

y Eduardo Martínez, alumnos de Ciencia Política, e Iván Adelchi Peña, de la Facultad de Derecho, representaron a la unam en el concurso Universus. El equipo coordinado por la secretaria de Desarrollo Académico de la fcpys, Patricia Martínez Torreblanca, de-mostró sus habilidades en análisis, argumen-tación, reflexión y confrontación de ideas.

Universus es una competencia de deba-te público entre alumnos universitarios, organizada por Unotv y con sede en el Museo Soumaya. En su segunda edición, 16 universidades se disputaron, en elimina-ción directa, el primer lugar, cuyo premio consistió en 30 computadoras.

Además de la unam, destacó la par-ticipación del Instituto Tecnológico de Monterrey, la Universidad Iberoamericana, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Anáhuac, el Instituto Tecno-

lógico Autónomo de México (itam), y el Centro de Investigación y Docencia Eco-nómicas (cide).

En la gran final, televisada en vivo, el equipo de la unam se enfrentó al del cide para debatir el tema “Los gobiernos loca-les pueden evitar la infiltración del crimen organizado en los municipios, y de no ser así, el gobernador debe ser procesado”. Por sorteo, a la unam le correspondió la postura “a favor”, y al cide “en contra”.

Provenientes de los estados de Oaxa-ca, Michoacán, Yucatán y el Distrito Fe-deral, los ganadores expresaron a Gaceta Políticas que, además de la satisfacción académica, el certamen les provocó im-pulsar la cultura del debate dentro y fuera de la Universidad.

Al respecto, José Luis Burgos comen-tó que el torneo fue un gran reto pues al tiempo que participaron instituciones de alto nivel académico, cargaban con el compro-

UNAM gana concurso de debate UniversusMyriam Cortes

Ganadores. Foto: Myriam Corte.

miso de “hacer equipo y representar de la mejor forma a la Universidad”.

Por su parte, Antonio Cárdenas expresó sobre la justa que “más que una confronta-ción, fue una forma de expresar ideas que aún no han salido a debate, no han sido publicadas o difundidas. También nos dio la posibilidad de hacer puentes, de relacio-narnos con otras instituciones”.

“La mejor impresión que me dejó, sin duda, es que los jóvenes universitarios es-tamos preocupados por temas de la agenda nacional y que, además de tener una pos-tura crítica, también tenemos propuestas”, resaltó Eduardo Ezequiel Martínez.

Finalmente, Iván Adelchi Peña subrayó la enorme labor académica que conlleva trabajar en equipo, ya que se requiere “con-juntar ideas, liderazgos, opiniones y expe-riencia, además, claro, de la posibilidad de generar lazos de fraternidad, como el que hemos forjado”.

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En entrevista para Gaceta Políticas, Ricardo García, alumno de noveno semestre

de Ciencias de la Comunicación e im-pulsor del proyecto estudiantil Sinergia, habló sobre los orígenes y objetivos del mismo e hizo una evaluación del trabajo realizado por estudiantes de esta Facultad durante el segundo ciclo de conferencias organizado por el colectivo.

Gaceta Políticas (GP): ¿Cómo surge el proyecto Sinergia?Ricardo García (RG): A partir de la ne-cesidad que detectamos un grupo de estu-diantes de Ciencias de la Comunicación y de Ciencia Política de dar seguimiento a los procesos electorales estudiantiles –las consejerías–. Coincidimos en que las agru-paciones que sólo buscan conseguir votos carecen de un auténtico interés por generar herramientas políticas. Al abrir un espacio de discusión invitamos a estudiantes de todas las carreras, de séptimo, quinto y primer semestre de la Facultad, y de ahí surgió el proyecto.GP: ¿Qué tipo de actividades realizan?RG: No queremos efectuar tareas que sólo involucren a estudiantes de Ciencias de la Comunicación, aunque la mayoría somos de dicha disciplina. Nuestro prin-cipal objetivo es apostarle a actividades multidisciplinarias que enlacen nuestros conocimientos con los de Sociología, Ad-ministración Pública, Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

Siguiendo esta línea organizamos nueve conferencias el semestre 2014-2 (cuando surgió el proyecto), en las que tratamos la relación de la publicidad con la sociología y la literatura, la planeación estratégica de movimientos estudiantiles y organizaciones civiles, fenómenos polí-ticos como las autodefensas en Michoa-cán, así como la importancia del deporte en los medios de comunicación.

Tuvimos muy buenos resultados en cuanto a la promoción de la imagen de la Facultad y de la unam en los sectores empresarial y político. Con esa base efec-tuamos otro ciclo en el semestre pasado, en el que redujimos el espectro a cuatro con-ferencias sobre la coyuntura que atraviesa la Facultad y el país: se trabajaron temas de seguridad nacional, derechos humanos y la

movilización civil a partir de la desapari-ción de los normalistas de Ayotzinapa.

En esta ocasión también conseguimos que Munjed Saleh, embajador de Palestina en México, participara en una mesa sobre el conflicto en la Franja de Gaza. El diplo-mático calificó la situación actual del te-rritorio como de semidestrucción pues el más reciente ataque del ejército israelí dejó más de 2 mil muertos —entre éstos 500 niños—, 11 mil heridos, 40 mil casas y todas las zonas industriales de la Franja en ruinas, y los cinco accesos fronterizos bajo control israelí.

La presencia de Saleh permitió a la población universitaria acercarse a una problemática de total actualidad pero con más de 60 años de existencia.En opi-nión del embajador, la ocupación de Pa-lestina y el continuo irrespeto al territorio reduce las posibilidades de reconciliación entre ambas naciones. Sin embargo, re-calcó cómo los jóvenes palestinos han lo-grado establecer una forma de vida normal a pesar de lo anormal de su situación, señal de los mejores valores de su pueblo, que describió como “fuerte, dedicado, firme, culto y amante de la educación”.GP: ¿Cómo ha respondido la comunidad estudiantil a Sinergia?RG: En general ha habido bastante interés, y no sólo de estudiantes, sino de profesores del plantel e investigadores de los institutos de

la Universidad. Ayudó que nos abrimos a todo tipo de público, siguiendo la norma-tiva de la unam, para la que es un honor recibir a cualquier interesado. También asistieron estudiantes de la Universidad Autónoma Metropolitana, periodistas de medios independientes, y egresados. Otro indicador fue el número de seguidores de nuestra página de Facebook, que además de crecer cuando se dio a conocer este ci-clo de conferencias recibió muchos men-sajes requiriendo información.GP: ¿Cómo ves a futuro el proyecto?RG: Uno de nuestros propósitos es com-partir lo poco o mucho de nuestra experien-cia y conocimiento con los compañeros, y lo hemos logrado. Un indicio de que habrá Sinergia al corto y largo plazo es que ahora también participan alumnos de los prime-ros semestres. Además, si bien estoy en proceso de titulación, me interesa continuar en la Facultad como docente, lo cual me permitiría mantener esta labor.GP: ¿Qué has aprendido con Sinergia?RG: Coordinar y dar seguimiento a las acciones que realizamos me ayudó a llevar un orden sobre nuestra característica dis-persión como estudiantes. En ese sentido, un poquito de concentración me hizo bas-tante bien. Con Sinergia he aprendido a dirigir asuntos y cuestiones del trabajo en equipo, cosa que nunca había hecho.

Proyecto estudiantil con mucha SinergiaMyriam Corte

Ricardo García. Foto: Myriam Corte.

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“Mejor delegación internacional”, fue el premio que recibieron los estudiantes

de la Facultad que representaron a la Uni-versidad en la xviii edición del Modelo de la Organización de Estados America-nos Eugene Scassa (esmoas, por sus siglas en inglés), realizada en la Universidad de Baylor, Texas. La embajada se compuso de alumnos de Relaciones Internacio-nales de tercer y séptimo semestre, de Ciencias de la Comunicación también de séptimo semestre y del posgrado en Ciencias Políticas y Sociales.

En reunión con Fernando Castañeda, director del plantel, y acompañados por Ileana Cid y Marco Antonio Lopátegui, profesores del cri, los galardonados ex-presaron su agradecimiento a la insti-tución por el apoyo brindado. Además, Héctor Domínguez, Andrea Hierro, Clau-dia Saldaña, Óscar Alexis Rojas, Janina Márquez, Atenea González, Marina Gua-darrama, Sandra Urzúa, Valeria Monge y César Díaz comentaron lo mucho que aprendieron durante la competencia.

Castañeda señaló que históricamente la Facultad cuenta con una tradición de conocimiento, así como una visión pro-funda sobre el mundo y las ciencias socia-les, tanto por parte de profesores como de estudiantes. Nuestra institución, expresó a los galardonados, “es heredera del pen-samiento mexicano, y ustedes formarán

parte de dicho legado”, como lo demos-traron con su participación en el esmoas.

Por su parte, Ileana Cid comentó a Ga-ceta Políticas que todos los estudiantes de la delegación son de alto nivel académico, además que durante su participación se condujeron en inglés e interactuaron con alumnos de distintas áreas. Por ello, desta-có la formación que se les brinda en la Fa-cultad, “que los acredita indudablemente como los mejores en las ciencias sociales”.

En cuanto a la preparación, Cid indi-có que ésta se realiza con varios meses de anticipación, y con el trabajo de profe-sores, asesores externos, estudiantes que ya han participado y nuevos integrantes. Así, los recién llegados reciben tanto li-neamientos generales del modelo como un nutrido intercambio de experiencias. En esta ocasión la asesoría fue provista por Yadira Gálvez, académica del cri que brindó pláticas sobre América Latina y la política exterior de Argentina, país al que representaron los alumnos.

Aunque subrayó que “en comparación con estudiantes norteamericanos nues-tros jóvenes están muy bien preparados en historia, política, economía y sociedad de América”, consideró que éstos tienen tres retos fundamentales al participar con sus pares de otras universidades: pre-sentarse con gran confianza en sí mismos; el manejo del idioma, “que superaron in-

mediatamente”; y “empaparse de las téc-nicas de negociación parlamentaria. Los estudiantes de eu tienen muy buena for-mación en este rubro, son muy hábiles y manejan bien el lenguaje diplomático, eso es lo que tenemos que superar”.

Para Claudia Saldaña, estudiante de séptimo semestre de Relaciones Interna-cionales, la prueba le permitió “aplicar la teoría aprendida a lo largo de nuestros es-tudios; pusimos en práctica las habilida-des de negociación y de mediación, y va-loramos el papel del otro”. A su vez, César Díaz, estudiante de maestría, describió su experiencia como “fascinante en tér-minos de los aprendizajes que pudimos obtener; fueron tres días extenuantes, de debate constante y defensa de nuestras propuestas. Me pareció muy enriquece-dor, pues consolida nuestra formación académica, por lo que buscaré repetirlo”.

Finalmente, Andrea Hierro, de sépti-mo semestre de ri y encargada de dirigir la delegación, opinó que tuvo que asumir el reto de tener mayor responsabilidad, lo cual le dio una perspectiva muy diferen-te: “tenía que hacer que el trabajo de la Universidad resultara, como siempre ha sido, puntual, con buenos contenidos y forma, pero también crítico. Estuve muy contenta de trabajar con este equipo. Las delegaciones de la unam siempre somos una delegación critica y humanista”.

Premian a estudiantes de la Facultad en el ESMOASMyriam Corte

Delegación “Argentina” de la unam.

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Durante una ponencia magistral dividi-da en dos partes, el teórico brasileño

Ismail Xavier, profesor de la Universidad de Sao Paulo, expuso las relaciones entre los cines mexicano y brasileño en tres periodos: clásico, moderno y contempo-ráneo. Invitado por el Seminario Univer-sitario de Análisis Cinematográfico y con apoyo de la Coordinación de Extensión Universitaria, el experto en cine latinoa-mericano analizó en seis películas los es-tilos y motivos visuales característicos de cada época usando como eje el travelling, el movimiento de traslado de cámara.

Xavier consideró que, más allá de ser una forma de recorrer el espacio, el tra-velling es una propuesta estética que res-ponde al contexto histórico de creación. Así, desarrolló una reflexión crítica sobre el modo de vida social característico del siglo xx, marcado por el movimiento.

Usando como base Foundational fic-tions: the national romances of Latin Ameri-ca, trabajo de la lingüista Doris Sommer, Xavier explicó que a partir de los años 20 las potencias mundiales produjeron cintas monumentales con las cuales expresaban su hegemonía: Cabiria (Giovanni Pastro-ne, 1914) en Italia, Napoleón (Abel Gance, 1927) en Francia, El nacimiento de una nación (DW Griffith, 1927) en EU, por ejemplo. En contraste, opinó, en Latinoamérica, la emulación de filmes monumentales fue rara, pues los únicos países con una

De Enamorada a Amores Perros: lo que el cine dice de México y BrasilElías Lozada

Ismail Xavier y Javier Ramirez. Foto: Myriam Corte

industria estructurada, México, Brasil y Argentina, filmarán sus ejemplos de forma tardía, durante los años 40.

En el caso de México, con la concresión de la revolución hasta el gobierno de Lázaro Cárdenas, ésta se convertirá en el acto inau-gural de la narrativa de corte nacionalista.

Para demostrarlo presentó las semejan-zas entre Enamorada (Emilio “El Indio” Fer-nández, 1946) y Congaceiro (Lima Barreto, 1953). El argumento en ambas es similar: el revolucionario (en la primera) o el bandido (en la segunda) se enamoran de una mujer que pertenece al bando contrario. Ambas películas inician con un travelling de dere-cha a izquierda, punto de vista que, al ser inverso a la forma que leemos en occiden-te, se propone como una “narrativa de for-mación”, de “crisis nacional”, una lectura insurgente: la revolución. La diferencia, explicó Xavier, es que el drama mexicano se contextualiza en una situación real; dado que no se desarrolló una revolución en Bra-sil, la cinta de Barreto se inspira en el wes-tern norteamericano.

Para hablar del Nuevo Cine Latino-americano, Xavier desmenuzó las cintas Reed, México insurgente (Paul Leduc, 1970) y Dios y el diablo en la tierra del sol (Glauber Rocha, 1960). En ambas puede ubicarse un debate respecto a lo que el historiador Eric Hobsbawm denominó el bandido social contemporáneo. En las dos tam-bién hay un personaje dividido entre ma-

tar y reflexionar, que es acorde al debate que entonces consideraba que la figura del bandido social existía con la finalidad de cambiar el presente. De la misma ma-nera, cuando los dos directores se refe-rían a la violencia, no lo hacían pensándo-la como odio, sino como una voluntad de transformación.

Sobre el periodo contemporáneo Xa-vier encontró un nuevo paradigma: el de la violencia cotidiana como representante de las grandes ciudades. En él, O invasor (Beto Brant, 2002) es para Sao Paulo lo que Amores perros (Alejandro González Iñárritu, 2000) fue para la ciudad de México.

El invasor retrata la mafia de Sao Paulo originada en el “desorden económico con-temporáneo”. En Amores Perros, el choque entre dos autos funciona como paroxis-mo de la construcción en mosaico de una ciudad y como prefiguración de un colap-so social mayor. Las historias que narra tienen una relación irónica con ciertos símbolos monumentales: “en el momen-to de virtual derrota del pri y frente a la ya imparable transición, hay una crisis en las relaciones de pareja, en la configura-ción de la familia y de la masculinidad, lo cual también se proyecta como una crisis del Estado por la relación simbólica entre padre de familia y presidente. Los perso-najes se sitúan en las antípodas de la fun-dación nacional: en el fracaso de los pro-yectos, en la ausencia de un dirigente”.

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Con la presencia del director Luis Estrada y en compañía de José María Calderón y

Juncia Avilés, académicos de la Facultad, se llevó a cabo una charla dedicada a la más reciente película del cineasta: La dictadura perfecta. El largometraje gira en torno a las estrategias con que una de las televisoras más importantes del país manipula la polí-tica nacional y a los gobernantes.

Durante el encuentro en el auditorio Ricardo Flores Magón, organizado por estudiantes del ces, Estrada se refirió a la importancia del contexto en el desarrollo de este filme. Comentó que, sin planearlo, La dictadura perfecta se apegó al término que acuñara el escritor Mario Vargas Llosa para referir las características del gobierno priista de antaño como un régi-men autoritario insuperable.

Estrada explicó a los alumnos que, aunque se ha hecho costumbre hablar de sus últimas cuatro películas (La ley de Herodes, Un mundo ideal, El infierno y La dictadura perfecta) como una tetralogía, en realidad considera que la más reciente producción funciona como un díptico con La ley de Herodes. En ambas películas, protagonizadas por Demián Alcázar, el personaje principal se apellida Vargas; pero además, el contrincante político, Agustín Morales “es el hijo del doctor Morales de La ley de Herodes. En el lecho de muerte de su padre le prometió combatir la co-rrupción de Vargas”, contó Estrada.

De esta manera, el díptico muestra “el deterioro político de los gobiernos de Ernesto Zedillo, Carlos Salinas y Enri-que Peña Nieto”. En cambio, comentó, Un mundo ideal y El infierno exteriorizan la violencia generalizada a partir de las ad-ministraciones panistas, y en particular las consecuencias de su “guerra contra el crimen organizado”.

Con La dictadura perfecta, de la cual se comenzó a escribir el guión en el 2011, antes de que Enrique Peña Nieto fuera oficialmente candidato, Estrada una vez más demostró con tono satírico la realidad del país y eligió el género cinematográfico para que resultara más crítica. En este caso, se concentró en el poder de la te-levisión sobre una población como único medio informativo y de entretenimiento.

En su intervención, Calderón expresó que en esta película Estrada mostró enorme

Testimonios sobre la dictadura perfectaMyriam Corte

Luis Estrada. Foto: Soledad Villicaña.

habilidad y audacia para sintetizar la rea-lidad. Entre varias reflexiones, el profesor del Centro de Estudios Latinoamericanos (cela) se refirió al concepto de dictadura, que hace referencia a una forma de ser, a la aspiración de permanencia; en este sentido, “la perfección a la que hizo referencia Vargas Llosa cuando se refirió al gobierno del pri, es la probada eficacia del modelo que man-tiene el manejo de las instituciones en favor de algunos. Ejemplo de ello fue la realiza-ción del Pacto por México entre pri, pan y prd para aprobar las reformas estructurales”.

Sin embargo, continuó, este modelo ya no es viable para la sociedad, que se com-porta de manera informal cuando la vía normal deja de funcionar. Los hechos de violencia acontecidos en Iguala lo demues-tran, como es el caso de la crítica des-piadada al sistema político que hizo uno de los padres de familia de los estudiantes desaparecidos cuando le dijo a Peña Nieto:

“usted pudo o está utilizando todo el po-der del Estado pero no hay resultados”.

Luego, a la pregunta planteada por Avilés sobre el lugar que ocupa la izquierda en sus películas, Estrada señaló que en cada cinta refleja lo que considera el signo dominante del sexenio; y añadió: “si la iz-quierda llega al poder será de igual forma susceptible de ser criticada”. No obstante, agregó, en la actualidad se observa el nivel de cinismo que maneja la clase política; basta recordar el Pacto por México, donde partici-paron los tres partidos principales del país.

Para finalizar, los estudiantes cuestio-naron a Estrada sobre las dificultades del proceso de realización y exhibición, e in-cluso preguntaron por qué decidió hablar de esta temática, a lo que Estrada respondió: “hay una suma de razones, la más relevante es una combinación: hablar de lo que me preocupa y dejar un testimonio de ello”.

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El nuevo libro de Adrián Sotelo Valencia, profesor del cela, aborda la implementa-

ción del neoliberalismo en México a partir de la presidencia de Miguel de la Madrid. Durante su presentación en la Facultad, el profesor señaló que la obra analiza por qué dicho proceso capitalista no ha podido impulsar la economía de nuestro país.

Para el autor éste “no es un libro más sobre la crisis del capitalismo”, pues “la investigación que contiene es la conti-nuación de un trabajo de ya varios años, en donde se persigue entender cuáles son los nudos del sistema político mexicano”.

Acompañado por sus colegas José Ma-ría Calderón y Rosa María Larroa, Sotelo señaló que ha trabajado la economía de la región desde la teoría del centro-peri-feria, reconociendo que los países en de-sarrollo nunca alcanzarán a las potencias.

Germán Pérez Fernández del Castillo, docente del cep, sostuvo durante la pre-

sentación de su libro en la Casa de las Hu-manidades que, en la situación convulsa por la que actualmente atraviesa el país, realizar procesos electorales democráticos resulta más indispensable que nunca. Pu-blicaciones como ésta, comentó, “son una invitación a la defensa de la democracia”. El académico se encargó de coordinar la edición de los resultados del Seminario de Investigación sobre Procesos Políticos y Electorales, donde un grupo de profesores trabajó el tema con un arco temporal que parte de las elecciones federales de 1988.

Fue acompañado por sus colegas Pablo González Ulloa y Jorge Márquez; éste ha-bló sobre la comunicación gestual de di-ferentes personajes políticos: los actores

México, UNAM, 2013

México (re)cargado. Dependencia, neoliberalismo y crisis

Elecciones del 2012: crónica de un conflicto anunciado México, UNAM, 2013

Como ejemplo mencionó las reformas de los presidentes Lula da Silva y Dilma Roussef, en Brasil, que aparentemente dispararon su crecimiento económico, pero no solucio-naron la pobreza extrema del país.

Asimismo, habló sobre los poderosos intereses detrás de la aprobación de las re-formas estructurales mexicanas, así como su nulo impacto en la economía a corto y mediano plazo: “es necesario que no sólo conozcamos la parte política sino el tras-fondo, y qué está pasando, para tener una visión completa del hecho social”.

sorpresivos –entre ellos el movimiento #YoSoy132–, el humor involuntario de los candidatos, la influencia de las élites en el Congreso y el voto de los mexicanos en el extranjero, así como la creciente descon-fianza hacia los partidos políticos. Crónica de un conflicto anunciado, comentó, “nos habla de las elecciones de 2012 que gene-raron un conflicto en 2014”.

A su vez, González Ulloa consideró que el libro permite reflexionar sobre el acontecer político, al tiempo que ofrece una visión amplia y fundamentada sobre las instituciones participantes en el proceso: “este análisis coadyuva a entender por qué hay una gran desconfianza de la ciu-dadanía en los partidos, y por qué después de cada elección viene una ola de reformas constitucionales”.

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