Fundación Circo de Medellín

11
Mi ciudad perfecta Fundación Circo de Medellín Crónica “El sol de la diversión en la ciudadPor Tatiana Restrepo

description

Crónica " El sol de la diversión en la ciudad"

Transcript of Fundación Circo de Medellín

Page 1: Fundación Circo de Medellín

Mi ciudad

perfecta

Fundación Circo de Medellín

Crónica “El sol de la diversión en la

ciudad”Por Tatiana Restrepo

Niñas entren, pasen tranquilas, nos dijo Gustavo aquella noche cuando llegamos a la carpa en la que se encontraba, esperando para salir a dar su función en el parque de Aranjuez en la ciudad de Medellín.

Mauricio, Andrés, An-derson, Didier, Edison, Luis y Gusta-vo, son los integran-tes de la Fundación Circo Medellín, que por su propia volun-tad y con esfuerzo dejaron sus familias para luchar por un sueño; que con dedi-cación construyeron al tomar la decisión de irse a vivir juntos al barrio Belén en la ciudad de Medellín.

Aquella noche algunos artistas de Medellín como el Parcero del popular numero 8, el mago Alfonsinny y los muchachos del Circo

de Medellín, se reunieron en la plaza para com-partir con los habitantes de la comuna número cuatro, un evento al son de magos, mimos y humo-ristas. Este evento fue un regalo que le bridaron estos artistas a nuestra ciudad.

Estos jóvenes tienen entre 20 y 25 años. Ellos formaron un hogar lejos de la violencia y crearon una forma de vida más segura y fácil que les permite concentrarse en sus estudios y en su trabajo. A través de su convivencia han logrado convertir la vida callejera en una vida artística, pues están en permanente contacto con el mundo de la mímica y la actuación.

Page 2: Fundación Circo de Medellín

De parte de nuestros artistas Niñas entren, pasen tranquilas, nos dijo Gustavo aquella noche cuando llegamos a la carpa en la que se encontraba, esperando para salir a dar su función en el parque de Aranjuez en la ciudad de Medellín.

Mauricio, Andrés, An-derson, Didier, Edison, Luis y Gusta-vo, son los integran-tes de la Fundación Circo Medellín, que por su propia volun-tad y con esfuerzo dejaron sus familias para luchar por un sueño; que con dedi-cación construyeron al tomar la decisión de irse a vivir juntos al barrio Belén en la ciudad de Medellín.

Aquella noche algunos artistas de Medellín como el Parcero del popular numero 8, el mago Alfonsinny y los muchachos del Circo

de Medellín, se reunieron en la plaza para com-partir con los habitantes de la comuna número cuatro, un evento al son de magos, mimos y humo-ristas. Este evento fue un regalo que le bridaron estos artistas a nuestra ciudad.

Estos jóvenes tienen entre 20 y 25 años. Ellos formaron un hogar lejos de la violencia y crearon una forma de vida más segura y fácil que les permite concentrarse en sus estudios y en su trabajo. A través de su convivencia han logrado convertir la vida callejera en una vida artística, pues están en permanente contacto con el mundo de la mímica y la actuación.

Anderson y Gustavo en una presentación

1

Page 3: Fundación Circo de Medellín

Niñas entren, pasen tranquilas, nos dijo Gustavo aquella noche cuando llegamos a la carpa en la que se encontraba, esperando para salir a dar su función en el parque de Aranjuez en la ciudad de Medellín.

Mauricio, Andrés, An-derson, Didier, Edison, Luis y Gusta-vo, son los integran-tes de la Fundación Circo Medellín, que por su propia volun-tad y con esfuerzo dejaron sus familias para luchar por un sueño; que con dedi-cación construyeron al tomar la decisión de irse a vivir juntos al barrio Belén en la ciudad de Medellín.

Aquella noche algunos artistas de Medellín como el Parcero del popular numero 8, el mago Alfonsinny y los muchachos del Circo

de Medellín, se reunieron en la plaza para com-partir con los habitantes de la comuna número cuatro, un evento al son de magos, mimos y humo-ristas. Este evento fue un regalo que le bridaron estos artistas a nuestra ciudad.

Estos jóvenes tienen entre 20 y 25 años. Ellos formaron un hogar lejos de la violencia y crearon una forma de vida más segura y fácil que les permite concentrarse en sus estudios y en su trabajo. A través de su convivencia han logrado convertir la vida callejera en una vida artística, pues están en permanente contacto con el mundo de la mímica y la actuación.

Adornando con líneas negras sus facciones Eran las siete de la noche y nos encontramos con los protagonistas de este evento en su carpa privada. Se estaban arreglando para el show: los muchachos compartían el maquillaje y con ayuda de un espejo pintaban sus caras de blanco y las adornaban con líneas negras que definían sus facciones. Todos se encontraban con sus caras pintadas de blanco, una boca grande y expresiva que combina con su nariz de color rojo y con sus vestimentas de todos los colores, muy alegres y llamativos.

La relación entre los jóvenes es muy especial pues la han construido desde hace varios años atrás y ahora son como hermanos, por lo tanto, dicen encontrar apoyo en cada uno de ellos. Todos son muy alegres e inquietos, constantemente realizan piruetas y maromas al mismo tiempo que cantan y escuchan música. Sus géneros preferidos son rock, pop y baladas de los 80’s.

Una vez vestidos y maquillados los muchachos empezaron a calen-tar y a brincar para ir botando adrenalina y gen-erar un estado de nervios entre ellos. “Uno tiene que generar adren-alina y nervios para que cuando salga al escenario todo le salga per-fecto, cuando uno no tiene emociones el show no es igual”, dijo An-derson cuando se estaba arreglando para salir.

2

Page 4: Fundación Circo de Medellín

Niñas entren, pasen tranquilas, nos dijo Gustavo aquella noche cuando llegamos a la carpa en la que se encontraba, esperando para salir a dar su función en el parque de Aranjuez en la ciudad de Medellín.

Mauricio, Andrés, An-derson, Didier, Edison, Luis y Gusta-vo, son los integran-tes de la Fundación Circo Medellín, que por su propia volun-tad y con esfuerzo dejaron sus familias para luchar por un sueño; que con dedi-cación construyeron al tomar la decisión de irse a vivir juntos al barrio Belén en la ciudad de Medellín.

Aquella noche algunos artistas de Medellín como el Parcero del popular numero 8, el mago Alfonsinny y los muchachos del Circo

de Medellín, se reunieron en la plaza para com-partir con los habitantes de la comuna número cuatro, un evento al son de magos, mimos y humo-ristas. Este evento fue un regalo que le bridaron estos artistas a nuestra ciudad.

Estos jóvenes tienen entre 20 y 25 años. Ellos formaron un hogar lejos de la violencia y crearon una forma de vida más segura y fácil que les permite concentrarse en sus estudios y en su trabajo. A través de su convivencia han logrado convertir la vida callejera en una vida artística, pues están en permanente contacto con el mundo de la mímica y la actuación.

Eran las siete de la noche y nos encontramos con los protagonistas de este evento en su carpa privada. Se estaban arreglando para el show: los muchachos compartían el maquillaje y con ayuda de un espejo pintaban sus caras de blanco y las adornaban con líneas negras que definían sus facciones. Todos se encontraban con sus caras pintadas de blanco, una boca grande y expresiva que combina con su nariz de color rojo y con sus vestimentas de todos los colores, muy alegres y llamativos.

La relación entre los jóvenes es muy especial pues la han construido desde hace varios años atrás y ahora son como hermanos, por lo tanto, dicen encontrar apoyo en cada uno de ellos. Todos son muy alegres e inquietos, constantemente realizan piruetas y maromas al mismo tiempo que cantan y escuchan música. Sus géneros preferidos son rock, pop y baladas de los 80’s.

Una vez vestidos y maquillados los muchachos empezaron a calen-tar y a brincar para ir botando adrenalina y gen-erar un estado de nervios entre ellos. “Uno tiene que generar adren-alina y nervios para que cuando salga al escenario todo le salga per-fecto, cuando uno no tiene emociones el show no es igual”, dijo An-derson cuando se estaba arreglando para salir.

Edison presentando un show para Medellín

3

Page 5: Fundación Circo de Medellín

Eran las siete de la noche y nos encontramos con los protagonistas de este evento en su carpa privada. Se estaban arreglando para el show: los muchachos compartían el maquillaje y con ayuda de un espejo pintaban sus caras de blanco y las adornaban con líneas negras que definían sus facciones. Todos se encontraban con sus caras pintadas de blanco, una boca grande y expresiva que combina con su nariz de color rojo y con sus vestimentas de todos los colores, muy alegres y llamativos.

La relación entre los jóvenes es muy especial pues la han construido desde hace varios años atrás y ahora son como hermanos, por lo tanto, dicen encontrar apoyo en cada uno de ellos. Todos son muy alegres e inquietos, constantemente realizan piruetas y maromas al mismo tiempo que cantan y escuchan música. Sus géneros preferidos son rock, pop y baladas de los 80’s.

Una vez vestidos y maquillados los muchachos empezaron a calen-tar y a brincar para ir botando adrenalina y gen-erar un estado de nervios entre ellos. “Uno tiene que generar adren-alina y nervios para que cuando salga al escenario todo le salga per-fecto, cuando uno no tiene emociones el show no es igual”, dijo An-derson cuando se estaba arreglando para salir.

Una misma filosofía Los muchachos muestran lo que son en el circo y, de la misma manera, actúan afuera del escenario. Su filosofía es la misma dentro y fuera del es-pectáculo. Es de resaltar que estos jóvenes tienen la capacidad de dejar en alto la imagen de Medellín en otras ciudades en las que se han pre-sentado.

Las luces se apagaron y un reflector iluminó la tarima y todo empezó. Estos jóvenes se encon-traban en la comuna número cuatro dando todo de ellos.

Anderson y Gustavo fueron los primeros en salir, pues eran los encargados de abrir el show, hici-eron una impactante salida al ritmo de la batería que, sin necesidad de palabras, dejaron al público entusiasmado.

Gustavo continuó el espectáculo; colgándose por unas telas amarradas del techo, subía y bajaba, se enrollaba y se dejaba caer, volvía a envolv-erse y luego aparecía boca abajo generando vacío y asombro en el público. Finalmente terminó su presentación con aplausos y le abrió paso a la siguiente escena.

Salieron otros cuatro integrantes del grupo, todos uniformados con una pantaloneta y sin camisa, pues se trata de un show de agua. Actua-ban como si estuvieran en una piscina haciendo

nado sincronizado de forma cómica e interactuando con las personas. Mientras tanto, Anderson tocaba la batería para ambientar el show.

El Circo Medellín, se reconoce también porque no cuenta con animales para llamar la atención del público. Piensan que con su actitud es suficiente para hacer de este espectáculo todo un cuento maravilloso. Añadiéndole a ello, las ganas de los chicos de salir adelante, sin violencia, sin vicios, con su mejor disfraz, convirtiendo el circo en su vida, pues dicen que más que una pro-fesión es un arte.

4

Page 6: Fundación Circo de Medellín

Eran las siete de la noche y nos encontramos con los protagonistas de este evento en su carpa privada. Se estaban arreglando para el show: los muchachos compartían el maquillaje y con ayuda de un espejo pintaban sus caras de blanco y las adornaban con líneas negras que definían sus facciones. Todos se encontraban con sus caras pintadas de blanco, una boca grande y expresiva que combina con su nariz de color rojo y con sus vestimentas de todos los colores, muy alegres y llamativos.

La relación entre los jóvenes es muy especial pues la han construido desde hace varios años atrás y ahora son como hermanos, por lo tanto, dicen encontrar apoyo en cada uno de ellos. Todos son muy alegres e inquietos, constantemente realizan piruetas y maromas al mismo tiempo que cantan y escuchan música. Sus géneros preferidos son rock, pop y baladas de los 80’s.

Una vez vestidos y maquillados los muchachos empezaron a calen-tar y a brincar para ir botando adrenalina y gen-erar un estado de nervios entre ellos. “Uno tiene que generar adren-alina y nervios para que cuando salga al escenario todo le salga per-fecto, cuando uno no tiene emociones el show no es igual”, dijo An-derson cuando se estaba arreglando para salir.

Los muchachos muestran lo que son en el circo y, de la misma manera, actúan afuera del escenario. Su filosofía es la misma dentro y fuera del es-pectáculo. Es de resaltar que estos jóvenes tienen la capacidad de dejar en alto la imagen de Medellín en otras ciudades en las que se han pre-sentado.

Las luces se apagaron y un reflector iluminó la tarima y todo empezó. Estos jóvenes se encon-traban en la comuna número cuatro dando todo de ellos.

Anderson y Gustavo fueron los primeros en salir, pues eran los encargados de abrir el show, hici-eron una impactante salida al ritmo de la batería que, sin necesidad de palabras, dejaron al público entusiasmado.

Gustavo continuó el espectáculo; colgándose por unas telas amarradas del techo, subía y bajaba, se enrollaba y se dejaba caer, volvía a envolv-erse y luego aparecía boca abajo generando vacío y asombro en el público. Finalmente terminó su presentación con aplausos y le abrió paso a la siguiente escena.

Salieron otros cuatro integrantes del grupo, todos uniformados con una pantaloneta y sin camisa, pues se trata de un show de agua. Actua-ban como si estuvieran en una piscina haciendo

nado sincronizado de forma cómica e interactuando con las personas. Mientras tanto, Anderson tocaba la batería para ambientar el show.

El Circo Medellín, se reconoce también porque no cuenta con animales para llamar la atención del público. Piensan que con su actitud es suficiente para hacer de este espectáculo todo un cuento maravilloso. Añadiéndole a ello, las ganas de los chicos de salir adelante, sin violencia, sin vicios, con su mejor disfraz, convirtiendo el circo en su vida, pues dicen que más que una pro-fesión es un arte.

Chicho maquillándose para su presentación

5

Page 7: Fundación Circo de Medellín

Un espacio para el arte, teatro, magia y la risa

La entidad empieza con cinco niños de los barrios 13 de Noviembre y Sol de Oriente, junto con su impulsor Monseñor Rubén Sánchez, quien montó una escuela para proteger a estos pequeños de la vio-lencia, las bandas, las armas y las drogas. Así, en Medellín, los jóvenes encontraban un espacio para el arte, el teatro, la magia y la risa.

Monseñor se encargó de sembrar futuro, crear ilu-siones, sueños, y formó artistas que serían el ejemplo de querer transformarse y transformar una ciudad, por medio de actividades culturales re-alizadas e impulsadas por ellos mismos.

Después de iniciar este largo camino, Monseñor Sánchez por sus obligaciones religiosas tuvo que viajar a continuar con su vocación en Europa, dejando a los muchachos sin nadie que realmente los acompañara en este proceso; pero el deseo de continuar y no dejar acabar todo el recorrido que llevaban, llevó a estos cinco muchachos a tomar la decisión de seguir luchando por la creación de su circo. Ellos buscaron un lugar prestado en el barrio Sol de Oriente, donde ensayaron diaria-mente. Entonces, fue en sus ensayos que descu-brieron el gusto por la actuación y el teatro.

La función con-tinuó en Aran-juez con el show de ani-males, Didier era el encar-gado de manejar esta escena. Los otros inte-grantes del circo se dis-frazaron de ca-ballo (eran grandes y en cada disfraz cabían dos per-sonas). Pusi-eron a interac-tuar al público y sacaron a los

niños a dirigir el show. Inmediatamente el parque de Aranjuez se animó y se empezaron oír aplausos y gritos de emoción. Se podía evidenciar que la alegría llegaba entonces a este barrio ubicado al nororiente de la ciudad de Medellín.

Acto seguido, Edison se disfrazó de bebé y salió a escena con una pelota grande dando brincos y tirándosela a los espectadores. Anderson y Didier salieron jugando con unos avioncitos de papel, lo

cual causó conmoción en el público, pues el show se trataba de una pelea entre dos hermanos, por salvar su avión. Finalmente ellos dejaron de pelear y se dieron un abrazo tan grande y cálido que las personas lo sintieron.

6

Page 8: Fundación Circo de Medellín

Caballos, bebés y aviones La función con-tinuó en Aran-juez con el show de ani-males, Didier era el encar-gado de manejar esta escena. Los otros inte-grantes del circo se dis-frazaron de ca-ballo (eran grandes y en cada disfraz cabían dos per-sonas). Pusi-eron a interac-tuar al público y sacaron a los

niños a dirigir el show. Inmediatamente el parque de Aranjuez se animó y se empezaron oír aplausos y gritos de emoción. Se podía evidenciar que la alegría llegaba entonces a este barrio ubicado al nororiente de la ciudad de Medellín.

Acto seguido, Edison se disfrazó de bebé y salió a escena con una pelota grande dando brincos y tirándosela a los espectadores. Anderson y Didier salieron jugando con unos avioncitos de papel, lo

cual causó conmoción en el público, pues el show se trataba de una pelea entre dos hermanos, por salvar su avión. Finalmente ellos dejaron de pelear y se dieron un abrazo tan grande y cálido que las personas lo sintieron.

Edison y Chicho en escena

7

Page 9: Fundación Circo de Medellín

La función con-tinuó en Aran-juez con el show de ani-males, Didier era el encar-gado de manejar esta escena. Los otros inte-grantes del circo se dis-frazaron de ca-ballo (eran grandes y en cada disfraz cabían dos per-sonas). Pusi-eron a interac-tuar al público y sacaron a los

niños a dirigir el show. Inmediatamente el parque de Aranjuez se animó y se empezaron oír aplausos y gritos de emoción. Se podía evidenciar que la alegría llegaba entonces a este barrio ubicado al nororiente de la ciudad de Medellín.

Acto seguido, Edison se disfrazó de bebé y salió a escena con una pelota grande dando brincos y tirándosela a los espectadores. Anderson y Didier salieron jugando con unos avioncitos de papel, lo

cual causó conmoción en el público, pues el show se trataba de una pelea entre dos hermanos, por salvar su avión. Finalmente ellos dejaron de pelear y se dieron un abrazo tan grande y cálido que las personas lo sintieron.

Rescate de talentos A pesar de que ya no contaban con el apoyo de quien los impulsó, Monseñor Sánchez desde Europa logró darles su mano y apoyo, contactándolos con Carlos Álvarez quien desde ese momento hasta el día de hoy es la persona que guía a los jóvenes y les da todo el soporte para seguir prosperando.

El señor Álvarez, buscó a estos jóvenes, que aun seguían en el barrio con sus familias, y se en-cargó de que pudieran salir con su circo a pre-sentaciones, con el fin de darlos a conocer y mostrarles el mundo que de ahora en adelante comenzarían a vivir.

El fruto de tanto esfuerzo por parte de los muchachos y de Carlos Álvarez por fin tomó forma. Una casa fue el lugar donde se ubicaron todos, con el fin de establecer ya el grupo “Titiri-trastes” y comenzar a trabajar con Carlos en la Fundación Circo Medellín.

Con el tiempo este grupo de muchachos ha ido formándose y aumentando su número de integrantes. Las obras que montaron mientras seguían en el barrio, aún las ensayan y en ocasiones las pre-

sentan haciendo modificaciones en ellas, pero también han montado otras, además de agregar a su lista de actividades, diferentes formatos y temas de presentaciones, ampliando así la carta de shows como circo.

El trabajo que realizan estos jóvenes y los re-cursos que obtienen a través de éste, les per-miten llevar una vida cómoda; ellos cubren todos los gastos de la casa, como el arriendo, los ser-vicios, la alimentación, el estudio, el carro que

comparten y su sustento, además de tener la ca-pacidad de ayudar a sus familias.

Después de un tiempo, la fundación recibió un lote en el Cerro Nutibara para que establecieran allí, permanentemente, su circo y casa, donde se trasladaron a vivir juntos. Este terreno les per-mitió tener mayor facilidad a la hora de hacer sus presentaciones, pues allí pueden ensayar y no tienen problema con el traslado de la utilería cada que tengan que ensayar o hacer una present-ación en otro lugar.

8

Page 10: Fundación Circo de Medellín

La función con-tinuó en Aran-juez con el show de ani-males, Didier era el encar-gado de manejar esta escena. Los otros inte-grantes del circo se dis-frazaron de ca-ballo (eran grandes y en cada disfraz cabían dos per-sonas). Pusi-eron a interac-tuar al público y sacaron a los

niños a dirigir el show. Inmediatamente el parque de Aranjuez se animó y se empezaron oír aplausos y gritos de emoción. Se podía evidenciar que la alegría llegaba entonces a este barrio ubicado al nororiente de la ciudad de Medellín.

Acto seguido, Edison se disfrazó de bebé y salió a escena con una pelota grande dando brincos y tirándosela a los espectadores. Anderson y Didier salieron jugando con unos avioncitos de papel, lo

cual causó conmoción en el público, pues el show se trataba de una pelea entre dos hermanos, por salvar su avión. Finalmente ellos dejaron de pelear y se dieron un abrazo tan grande y cálido que las personas lo sintieron.

A pesar de que ya no contaban con el apoyo de quien los impulsó, Monseñor Sánchez desde Europa logró darles su mano y apoyo, contactándolos con Carlos Álvarez quien desde ese momento hasta el día de hoy es la persona que guía a los jóvenes y les da todo el soporte para seguir prosperando.

El señor Álvarez, buscó a estos jóvenes, que aun seguían en el barrio con sus familias, y se en-cargó de que pudieran salir con su circo a pre-sentaciones, con el fin de darlos a conocer y mostrarles el mundo que de ahora en adelante comenzarían a vivir.

El fruto de tanto esfuerzo por parte de los muchachos y de Carlos Álvarez por fin tomó forma. Una casa fue el lugar donde se ubicaron todos, con el fin de establecer ya el grupo “Titiri-trastes” y comenzar a trabajar con Carlos en la Fundación Circo Medellín.

Con el tiempo este grupo de muchachos ha ido formándose y aumentando su número de integrantes. Las obras que montaron mientras seguían en el barrio, aún las ensayan y en ocasiones las pre-

sentan haciendo modificaciones en ellas, pero también han montado otras, además de agregar a su lista de actividades, diferentes formatos y temas de presentaciones, ampliando así la carta de shows como circo.

El trabajo que realizan estos jóvenes y los re-cursos que obtienen a través de éste, les per-miten llevar una vida cómoda; ellos cubren todos los gastos de la casa, como el arriendo, los ser-vicios, la alimentación, el estudio, el carro que

comparten y su sustento, además de tener la ca-pacidad de ayudar a sus familias.

Después de un tiempo, la fundación recibió un lote en el Cerro Nutibara para que establecieran allí, permanentemente, su circo y casa, donde se trasladaron a vivir juntos. Este terreno les per-mitió tener mayor facilidad a la hora de hacer sus presentaciones, pues allí pueden ensayar y no tienen problema con el traslado de la utilería cada que tengan que ensayar o hacer una present-ación en otro lugar.

Gustavo dirigiendo un show de caballos

9

Page 11: Fundación Circo de Medellín

A pesar de que ya no contaban con el apoyo de quien los impulsó, Monseñor Sánchez desde Europa logró darles su mano y apoyo, contactándolos con Carlos Álvarez quien desde ese momento hasta el día de hoy es la persona que guía a los jóvenes y les da todo el soporte para seguir prosperando.

El señor Álvarez, buscó a estos jóvenes, que aun seguían en el barrio con sus familias, y se en-cargó de que pudieran salir con su circo a pre-sentaciones, con el fin de darlos a conocer y mostrarles el mundo que de ahora en adelante comenzarían a vivir.

El fruto de tanto esfuerzo por parte de los muchachos y de Carlos Álvarez por fin tomó forma. Una casa fue el lugar donde se ubicaron todos, con el fin de establecer ya el grupo “Titiri-trastes” y comenzar a trabajar con Carlos en la Fundación Circo Medellín.

Con el tiempo este grupo de muchachos ha ido formándose y aumentando su número de integrantes. Las obras que montaron mientras seguían en el barrio, aún las ensayan y en ocasiones las pre-

sentan haciendo modificaciones en ellas, pero también han montado otras, además de agregar a su lista de actividades, diferentes formatos y temas de presentaciones, ampliando así la carta de shows como circo.

El trabajo que realizan estos jóvenes y los re-cursos que obtienen a través de éste, les per-miten llevar una vida cómoda; ellos cubren todos los gastos de la casa, como el arriendo, los ser-vicios, la alimentación, el estudio, el carro que

comparten y su sustento, además de tener la ca-pacidad de ayudar a sus familias.

Después de un tiempo, la fundación recibió un lote en el Cerro Nutibara para que establecieran allí, permanentemente, su circo y casa, donde se trasladaron a vivir juntos. Este terreno les per-mitió tener mayor facilidad a la hora de hacer sus presentaciones, pues allí pueden ensayar y no tienen problema con el traslado de la utilería cada que tengan que ensayar o hacer una present-ación en otro lugar.

Aplausos para los artistas Aquella noche los muchachos terminaron su show con muchos aplausos y sin necesidad de grandes atuendos, escenarios costosos y juegos de luces, estos personajes cautivaron al público, lo hici-eron reír, soñar y los trasportaron a un lugar de fantasía que los alejaba de su cotidianidad.

Finalizado el show de los muchachos del Circo de Medellín prosiguió el mago Alfonsinny con el es-pectáculo, quien les demostró a los habitantes de Aranjuez, que por medio de “magia”, se puede transformar y cambiar lo que cada uno quiera.

10