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Ms all de las manos

Jorge Carvajal Posada

Nota: Este es un documento de estudio destinado a quienes han concluido su formacin en manos. Est protegida por derechos de autor y su copia y distribucin est prohibida legalmente salvo autorizcin expresa del autor.

Introduccin Esta es una seleccin de algunos artculos y conferencas del autor, destinada a quienes completaron el quinto mdulo de la formacin en Manos. Su objetivo es brindar material de consolidacin y reflexin de los cinco mdulos.

De la materia-energa a la informacin- conscienciaLa vida misma no es slo el territorio de la biosfera. Podemos reconocer en los procesos vitales: 1- Un cuerpo fsico de manifestacin, o unidad de soporte y composicin, que denominamos fisiosfera, regido por las leyes de la termodinmica clsica, en las que la segunda ley o ley de la entropa explica y rige los procesos de envejecimiento y muerte del cuerpo fsico, lo cual para la bioenergtica no implica el deterioro y la muerte del Ser. Este nivel es la inteligencia del sistema, definida por su capacidad de adaptacin al entorno. Sujeto en el tiempo a las leyes de causalidad, el cuerpo de manifestacin representa una condensacin del pasado del sistema y define aquella herencia que los sistemas vivos derivan de su pasado evolutivo - proceso que podemos reconocer en la filognesis 2- Un segundo nivel, que se comporta como un campo organizador subyacente a la materia, y acta como un molde flexible consituido por energa expresada en patrones vibracionales que establecen las pautas organizativas del sistema. Contiene el plan o voluntad del sistema, que define, adems su propsito o finalidad1. Si el primer nivel es un imn, el segundo est definido por las lneas de campo magntico que expresan su capacidad de organizar la materia sensible al campo magntico.El hecho de que los asuntos de propsito y finalidad hayan sido desechados como irrelevantes para la ciencia oficial, implica aqu que la introduccin de un factor teleolgico trasciende el marco de la ciencia convencional y propone que, adems de los procesos de causalidad clsicamente descritos, la vida ha de describirse segn procesos de probable finalidad, en los que no se concibe el pasado sin una tendencia al futuro mismo del sistema analizado. Dicho en otros trminos, en Bionergtica no nos interesa slo el de dnde vienen las enfermedades o los procesos vitales, sino el hacia dnde se dirigen o qu pretenden. Esta visin significa que la enfermedad como tal tiene un sentido o propsito biolgico, y ms que una catstrofe para combatir es una leccin para comprender.1

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3- Un tercer nivel que representa un puente entre los dos anteriores, vinculndolos en un proceso, de tal manera que la unidad de soporte o cuerpo fsico- la inteligencia operativa del sistema- y la unidad vibracional organizativa el plan del sistemainteractan y se completan o complementan a travs de un proceso de aprendizaje. El primer nivel puede ser visto como la estructura de soporte y adaptacin al entorno que, en el caso de los seres vivos se comporta como una estructura disipativa, ms definida por la fsica que describe los proceso caticos que por la fsica convencional. El tercer nivel puede ser definido como el patrn de organizacin que en los seres vivos tiene la capacidad de autorreplicacin o autopoiesis. El segundo nivel puede ser concebido como un proceso de aprendizaje que integra los dos primeros niveles. Si el primer nivel es el de la materia, el segundo es el de la energa y el tercero es el de la informacin. Estos niveles, como todos los territorios teraputicos, pueden ser concebidos en trminos de consciencia, lo cual implica que en una perspectiva de sntesis - o Sintergtica - todos los niveles de los seres vivos son variedades vibracionales de una solo campo unificado: el de la consciencia. As, podramos definir los diferentes territorios teraputicos, en trminos de consciencia: 1- La consciencia congelada en la materia y regida por las leyes de la termodinmica clsica, tal como es estudiada por la medicina Occidental. 2- La consciencia en movimiento, tal como se expresa en las diferentes manisfestaciones de la energa vital ampliamente desarrollada por la medicina tradicional china 3- La consciencia expresada en la informacin. Podramos tambin asimilar el cuerpo a la energa como materia, la vida a la energa como informacin, y el sentido o propsito de la vida, a la vida como conciencia. Pero aunque escogiramos otros modelos para intentar comprender la vida no seran ms que eso, modelos o mapas que no podemos confundir con el territorio de la vida. S lo expresamos en trminos de materia-energa versus informacin-consciencia podemos definir los grandes territorios teraputicos que representan las fases o corrientes de una sola medicina: la de la consciencia

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MATERIA ENERGA

INFORMACIN CONSCIENCIA

CAMPO RELACIONAL

Una nueva concepcin de la salud como expresin de la conscienciaAdems de materia y energa, los procesos de la vida involucran informacin y conciencia. Para comprenderlo mejor asumamos que materia, energa e informacin, estn inmersos en un campo de conciencia que, en si mismo, no es ms que un campo de relaciones. As, todo cuanto existe, ya sea materia, energa o informacin, es expresin de un campo relacional, y por tanto cada cosa es un patrn de relaciones, y no una cosa como creamos. En este universo participativo de la bioenergtica, tomos, molculas, tejidos rganos y sistemas, son patrones de relaciones incluidos en patrones relacionales mayores, hasta formar lo que llamamos un ser humano: un campo en el que ascendemos a la consciencia de la consciencia, lo cual determina esa cualidad relacional, que hace del ser humano mucho ms que aquello que en la ciencia convencional definimos como un subproducto molecular. La salud de un ser humano se expresa en un cuerpo fsico determinado por las complejas relaciones energticas y moleculares, pero ese es apenas el punto de partida. Muchas alteraciones de la salud son producto de modificaciones en los campo relacionales de las emociones, del pensamiento, del carcter y la personalidad en la que ambos se integran; a su vez stos tambin son reflejos del discurrir del espritu y las fricciones que este proceso desencadena sobre la persona o personalidad. Hemos de decir que hablar de la salud del hombre significa, en el da de hoy, un acuerdo global sobre el mismo hombre que decimos sanar, un ser que trasciende con mucho la imagen del fsil molecular. Es la razn por la cual a travs de la bioenergtica y su desarrollo ulterior la Sintergtica, se propone como tema esencial el de la Humanizacin de los servicios de salud. Entre sus niveles de materia energa e informacin, a su vez incluido en el campo relacional mayor de su cultura. 3

La vida humana es un proceso de aprendizaje La consciencia Entre un patrn de organizacin autoreplicativo La mente

En el seno de un campo relacional

Y una estructura disipativa El cuerpo

El campo - R -

La primera consecuencia de lo anterior es que la salud es un hecho relacional, no slo individual, no slo biolgico, no slo un estado: la salud como tal es un proceso dinmico que expresa la calidad de las relaciones con nosotros mismos, nuestra cultura y nuestro entorno planetario. Todo ello atae a la conciencia. Si volvemos a mirar los territorios que originan nuestros niveles de salud, ya no podremos verlos como separados porque son interdependientes y complementarios. Vislumbramos el territorio de la materia- el cuerpo, la partcula-, el territorio de la energa - la onda, el campo-, el territorio de la informacin - el patrn de organizacin- y la consciencia - el campo relacional inclusivo que unifica los anteriores territorios- .

Cada nivel era necesario, el nico error es desintegrarlos o mirarlos como sistemas separados. La bioenergtica pretende encontrar las interfases de la integracin, para que la diversidad sea nuestra riqueza, para que pongamos a disposicin de todos lo mejor del arte teraputico del mundo. La bioenergtica no niega la ciencia; sostiene que la visin cientfica es una herramienta valiosa pero slo una de tantas para comprender la vida. No niega la objetividad, pero afirma que sin el infinito campo de la subjetividad relacional ninguna teraputica tendra pleno su sentido. El territorio emergente en la nueva cultura es uno de sntesis, uno de conciencia: sin desconocer las particularidades que enriquecen los diferentes sistemas mdicos, podemos encontrar los hilos conductores de sus interfases para tender el puente entre los diferentes sistemas de salud que se reconocen as ms entretejidos, ms vigentes socialmente y ms participativos.

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Propuestas desde la Sintergtica para una nueva visin de los sistemas de salud.1- La salud es un proceso cultural, relacional, participativo, no slo relacionado con la herencia y el medio ambiente, sino con nuestro estilo de vida, actitudes y creencias. 2- Sin la participacin consciente y activa, que permita a cada quien responsabilizarse de su propia salud, slo podremos quedar en el nivel de supervivivencia combatiendo la muerte y la enfermedad, pero no podremos desarrollar el proceso de promover salud. 3- La enfermedad no es incompatible con la salud. Esta no es un estado de perfeccin en ningn campo, sino un proceso dinmico y relativo que revela un grado de integridad conectividad armnica - que se traduce en la capacidad de relacionarse armnicamente consigo mismo y con el mundo. 4- No existen sistemas mdicos mejores o peores. Dadas las circunstancias adecuadas, todos son necesarios y pueden ser complementarios. 5- Toda prctica de salud atae la promocin de diferentes estados de conciencia en el campo de la energa concebida en sus niveles fsico, emocional, mental y espiritual. 6- La vigencia de nuestros sistemas mdicos no es slo cientfica; para que cumpla su funcin debe ser tambin econmica y social. Un elevado nivel tecnolgico no implica siempre una mejora en nuestros niveles de salud. 7- Alrededor de un 70% de las enfermedades crnicas en el mundo de hoy tienen una estrecha relacin con estilos de vida inadecuados, generalmente debidos a la ignorancia de nuestras necesidades y potencialidades como seres humanos. La ignorancia de lo que somos, expresadas como creencia y prcticas nocivas para la salud estn en la raz de muchos problemas de salud. Por lo tanto, una transformacin de nuestra visin del mundo, es decir de la manera como el hombre se mira a s mismo en el universo, puede ser un poderoso agente promotor de la salud. Esto implica que la salud concierne todos los campos del qu hacer humano, y no se puede pretender la salud humana en un contexto de explotacin del hombre y la naturaleza. 8- Adems de causas las enfermedades tienen propsitos; ms que catstrofes pueden ser vislumbradas como oportunidades para aprender, para crecer, para ser. 9- La vida no pertenece al hombre, no se restringe como creamos a la vida orgnica, es una gran cadena de singularidades interdependientes. Es tan absurdo hoy tratar un rgano al margen de la integridad de todo el organismo humano, como pretender 5

tratar al individuo del margen de sus sistemas de creencias y su contexto sociocultural. 10- La salud es un asunto demasiado importante para dejarla slo en manos de los expertos. Es un bien social que nos atae a todos y del que todos responsables. 11- Mente y cuerpo no son dos instancias separadas, estn en cada clula, se interrelacionan sincrnicamente para determinar en cada instante lo que somos. Ni medicina de la mente, ni medicina del cuerpo, ni siquiera medicina mente-cuerpo, humanizar la medicina es rescatar en nosotros la indisoluble integridad de todas las facetas de la conciencia para promover la integridad. En esta dimensin salud es sinnimo de integridad y la enfermedad revela aquellos sectores de nuestra economa en los que no se ha alcanzado o se ha perdido integridad. 12- Sanar es diferente de curar. Se puede curar el cuerpo, pero sanar siempre se refiere a la vida como totalidad. Se puede sanar la vida aunque no desaparezcan los sntomas. La sanacin o restablecimiento de la integridad en todos los planos del ser, se relaciona con la capacidad de asumir la responsabilidad sobre la propia vida. 13- La medicina de la conciencia, una medicina de la integridad no local e indivisible, supone una conciencia plena de la mutua responsabilidad. En la gran cadena de la vida en algn nivel todas las cosas se conectan e interactan con todas las otras. Supone un salto desde la tica regida por la ley del talin- ojo por ojo y diente por diente- y desde la tica pasiva del no hacer a otro lo que no se quiere para uno mismo - a la tica kantiana para una nueva humanidad en armona con su propia naturaleza : Actuar como si nuestra accin pudiera convertirse en una ley de la naturaleza. 14- La salud es un proceso social, pero un agente de salud no es aquel que resuelve los problemas globales de la sociedad. Es quien conoce que esos problemas como la guerra y la injusticia nacen en el corazn del hombre. Es quien sabe que actitudes como la honestidad, la paz, y la comprensin amorosa son tambin herramientas teraputicas. Los trabajadores de la salud son agentes de transformacin no slo por sus aptitudes sino especialmente por sus actitudes que dignifican la condicin humana. 15- El agente de salud es un educador, un servidor, un maestro. Su mejor medicamento es su buena voluntad, su verdadera posicin en el sistema de salud va a estar determinado por su capacidad de servir. Los servicios de salud son eso, servicios. Los servicios de atencin en salud son de atencin, referida a la capacidad de atender o cuidar, formas excelsas de servir. Aunque las aptitudes son importantes nadie ha inventado una ciencia del servir. En el servicio todas nuestras relaciones son sanadoras.

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16- Las nuevas escuelas de salud integrarn y pondrn al alcance de TODA la humanidad lo mejor de todos los sistemas mdicos, no slo en el plano de las tecnologas sino tambin en el de esas sabiduras ancestrales que proponen un arte de vivir hacia el desarrollo armnico de la humanidad en equilibrio con la naturaleza, de la que no slo hace parte sino que es tambin responsable. 17- Promover la salud implica favorecer el desarrollo equilibrado de lo mejor del potencial humano, para que este pueda revelarse en el servicio a la humanidad y la conciencia de la tierra. Es permitir al msico su msica y al cientfico su ciencia. Es reconocer tanto valor en la actitud del mstico como la del poltico y saber que cada quien es una nota esencial al concierto de la humanidad. Un agente de salud no cambia a nadie, pero aporta los elementos para que cada quien pueda dar, en su contexto sociocultural, lo mejor de si mismo. 18- Los modelos de salud actuales se cimentan en la dependencia, e implcitamente conspiran contra la participacin. Los nuevos modelos no podrn ser paternalistas, no dependern solamente del estado, y devolvern a la persona humana la parte que le corresponde en la gestin de su salud. 19- La quiebra econmica de los sistemas de salud no compromete solamente la economa. Representa tambin una quiebra de nuestra visin del mundo, del hombre y su interaccin con el planeta. Acceder a una cultura que restaure la visin del hombre, reencuadre el papel del sujeto en el mundo de las objetividades, libere de los fundamentalismos impositivos y permita que los servicios de salud no sean otras mercancas de la sociedad de consumo, es uno de los sueos de una nueva ecologa humana, propuesta desde una cultura de la consciencia. 20- La apertura de la medicina a los grandes grupos humanos, una medicina del sentir en la autogestin, la de los crculos teraputicos y los grupos de autoayuda, la de la conciencia colectiva, nos permitir fortalecer el soporte relacional como uno de los pilares de la salud en la nueva cultura, que ser tambin una nueva cultura de relaciones humanas basadas en la comprensin amorosa.

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EL CAMPO ENERGTICO HUMANOINTRODUCCIONLa necesidad de un nuevo paradigma que incorpore otra visin del cuerpo como instrumento de la consciencia es necesario hoy frente a las limitaciones del actual pardigma mdico en Occidente cuyas caractersticas podemos resumir as: 1- Representa en s mismo una concepcin derivada del paradigma cartesiana anclado a la fsica Newtoniana, que an no incorpora los paradigmas relativista y cuntico. 2- Concibe los organismos como mecanismos, y como consecuencia compartamentaliza su estudio en especialidades y sub-especialidades, en las que muy frecuentemente se pierde la visin de la totalidad. 3- El mtodo cientfico constituye su nico mtodo posible de conocimiento y preconiza que el antiguo arte de curar puede y debe ser convertido en una ciencia. 4- El observador puede separarse del universo de lo observado, el mundo y la enfermedad son objetivos, el sujeto- terapeuta o paciente- desaparece en la objetividad de las medidas. 5- Presupone que la mente y la consciencia son emergentes del cuerpo y el cerebro, y que el hombre es una especie de animal que va ascendiendo . Por la misma razn, muchas de las observaciones en animales son extrapoladas al ser humano que, ms que un nuevo reino de la naturaleza, constituye en este pardigma moderno un apndice del reino animal. 8

6 - La observacin emprica y la razn son los nicos mtodos de conocimiento y la lgica es el nico uso aceptable de la razn. 7- Define salud como un estado, asume la enfermedad como lo contrario de la salud y convierte la razn de su existencia en la lucha contra la enfermedad mas que en la promocin de la salud, una consecuencia lgica de pensar la enfermedad como el opuesto de la salud. 8- Concepcin dualista implcita en su abordaje de la vida: dualidad mente- cuerpo, espritu- materia, salud enfermedad, vida-muerte. Existe una Interfase entre la medicina de la materia y la de la energa en el territorio de los medios diagnsticos y teraputicos que incluyen mediciones y modulacin de campos electromagnticos: electro y magnetoencefalograma, tomografas de emisin de positrones, TENS, electroterapia, magnetoterapia, laserterapia son slo algunos ejemplos. La revelacin de interacciones de la luz solar y los ritmos circadianos, con su expresin sobre los niveles de melatonina y el metabolismo de los carbohidratos son evidencias de una prdida de los antiguos lmites moleculares y la construccin actual de una interfase de la medicina oficial en occidente y las antiguas cosmovisones energticas de la salud y la enfermedad.

Los niveles del campo energtico humanoCampos de materia, energa e informacin son campos de consciencia, entendida sta como el campo unificado que establece las pautas relacionales entre los diferentes componentes de un campo. Los niveles del campo energtico humano, as considerados como diferentes niveles de conciencia, incluyen el cuerpo etrico y el sistema de chakras, componentes del sistema energtico vital que permiten una comunicacin entre el hombre fsico y los niveles emocional y mental de la conciencia. Un sistema las redes o interfases establecen una transicin entre el campo energtico humano y los niveles moleculares, como la red de neuropptidos, que permite la integracin entre la mente y el cuerpo.

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v REPRESENTACIN ESQUEMTICA DE LOS NIVELES DEL CAMPO ENERGTICO HUMANO

Campo fsico Campo emocional Campo mental

Niveles energticos

Patrones de ordenamiento geomtrico en el seno del campo de energa, permiten una aproximacin clnica rpida y efectiva en el tratamiento de algunos sndromes clnicos frecuentes, introducindonos desde la prctica en el mundo de la geometra energtica vital. Esta nos permite comprender y utilizar mejor procedimientos de cromoterapia, lserterapia y magnetoterapia, relacionados con el componente electromagntico del campo relacional. As mismo, el conocimiento somero de los campos de energa nos facilita el manejo clnico de los obstculos a la circulacin de la energa y la deteccin y diagnstico de los trastornos del campo etrico, sobre el que se dan buena parte de las congestiones o depleciones energticas que juegan un rol importante en la aparicin de las enfermedades crnicas. La nocin de este campo y su relacin con el cuerpo no es ajena a la Psicobiologa de la bioenergtica clsica, que incluye el estudio de la estructura del carcter concebida por Wilhelm Reich y desarrollada por Lowen y Pierrakos. Se pueden hacer correlaciones de utilidad clnica entre la expresin orgnica del carcter- la armadura o coraza caracteriolgica -, los chakras, la geometra energtica vital y las alteraciones endocrinas, que permiten un enfoque clnico prctico de las alteraciones del sistema energtico vital y sus sistemas conductores de seales. De la misma forma en que describimos trastornos circulatorios y nerviosos, podemos referirnos a verdaderos trastornos en la circulacin de energa y el transporte de informacin en el seno del nivel etrico del campo energtico vital, cuyo conocimiento es de gran utilidad en la practica clnica. La utilizacin de nuestro propio campo energtico ha sido desde la antigedad un poderoso instrumento teraputico. Algunas ideas, de inters para quienes apenas se inician en el camino de la Bioenergtica nos permitirn establecer un marco de referencia al trabajo propuesto: 10

1- Todo en el universo manifestado se expresa como campos de relaciones de materia, Energa, informacin o conciencia. De la interaccin entre estos campos o niveles de energa surgen patrones de organizacin que conforman nuestros diferentes cuerpos, concebidos, en esta dimensin, como niveles de conciencia 2- Nos movemos en un mar de energa fundamental, que asume en parte las caractersticas del sistema que permea. Esta energa en el seno de los seres vivos presenta diferentes niveles vibratorios, de los cuales dos han sido claramente descritos por diversos investigadores a lo largo de la historia. El primer nivel es un campo electrodinmico de baja frecuencia que forma un sustrato para los eventos fisiolgicos al interior del organismo. Su energa, de naturaleza elctrica, descrita por Burr, Ravitz, Nodenstrm y Becker, rige procesos tan importantes como la reparacin tisular, y se relaciona con la produccin de corriente elctrica continua y campos magnticos perpendiculares a la misma, que circulan por algunas estructuras como el perineuro, los vasos sanguneos y los canales de acupuntura. La otra es una forma de energa ms sutil y universal, adscrita a conceptos vitalistas como el de fuerza vital ( Hahnmann ), OD (Reichenbach), ORGON ( Reich ), CHI ( M. T. CH. ), PRANA ( Ayurveda). Por ser un concepto ms universalmente utilizado adoptaremos para tal energa la denominacin hind de prana, propuesta desde los ms antiguos textos del Ayurveda. 3- Existen sistemas de conduccin de las seales de los diferentes niveles vibratorios de una misma energa fundamental en el organismo humano. Adems de los clsicos sistemas de transmisin neural y humoral, mediados por molculas como las hormonas y los neurotransmisores, tenemos sistemas de conduccin elctrica inica, semiconduccin molecular, y posiblemente superconduccin, que hacen del ser vivo una red intrincada de conduccin de seales que integran los diferentes subsistemas en un todo indivisible. En el sistema nervioso central se generan corrientes alternas a travs del sistema neuronal, y corrientes continuas o directas a travs del sistema glial; algunas molculas ubicuitarias en los sistemas vivos, como la colgena, asumen el rol de semiconductores que pueden explicarnos la gran efectividad teraputica de tcnicas como la de infiltracin de microdosis de anestsicos locales en la terapia neural. El ADN y la melanina han ido postulados como superconductores biolgicos, que nos podran explicar fenmenos incomprensibles para el paradigma vigente como la sensibilidad de los organismos vivos a campos magnticos extremadamente dbiles, y los procesos de levitacin asociados a ciertos estados ampliados de conciencia. 4- La energa vital puede ser transmitida a distancia, como se refleja en los clsicos experimentos de Elmer Green - The Copper Wall Project en los cuales, terapeutas entrenados en el toque teraputico sin contacto, pueden producir salvas de potenciales de un voltaje inmensamente superior a todos los potenciales biolgicos conocidos. Igualmente la sincronizacin de las ondas electroencefalogrficas, y la pulsacin del campo magntico terrestre en su banda de ocho hertz, ha sido asociada a la efectividad de prcticas de sanacin entre diversas culturas. La existencia de un potencial humano, que puede ser intencionalmente dirigido por un terapeuta entrenado se constituye hoy en uno de los grandes retos de la bioenergtica. 11

5- La energa biolgica puede ser conducida por mltiples conductores incluyendo materiales orgnicos, lo cual puede ser utilizado en tcnicas simples de transferencias energticas propuestas ya desde el siglo pasado por Reichenbach y desarrolladas desde comienzos del presente siglo por Eeman, quien nos introduce en el revolucionario campo de la terapia bioenergtica grupal a travs de lo que l ha llamado circuitos cooperativos. 6- La caracterstica fundamental del prana - energa vital - es su patrn de pulsacin variable, caracterizado por ritmos que varan en funcin de ritmos geofsicos y ritmos fisiolgicos endgenos. Es esta cualidad fundamental de vibracin del prana, ntimamente asociada a la pulsacin del campo magntico terrestre, la condicin que permite su modulacin por diferentes prcticas bioenergticas. 7- Un comportamiento similar al de la luz, por el cual el prana puede ser sometido a refraccin y reflexin es constatado en sistemas de retroalimentacin con la reflexin de la propia imagen energtica como ocurre en el tipo de terapias que manejan las propias emisiones del organismo, o terapias de retroalimentacin con las propias oscilaciones. 8- Desde la nocin moderna del V.A.S. o seal autnoma vascular de Nogier, hasta los pulsos registrados por el mdico tradicional chino, o los de la medicina ayurvdica, el puso nos brinda una herramienta clnica de valor inestimable. El pulso como clave semiolgica en el diagnstico de la condicin del organismo ha sido un comn denominador en todas las culturas, y se convierte en la medicina bioenergtica en una de las ms valiosas ayudas en la determinacin del estado energtico de un organismo. EL CONCEPTO DE CAMPO BIOLOGICO 2 El concepto de campo puede ser la contribucin ms importante al desarrollo de la ciencia y la filosofa en los ltimos trescientos aos W. Wolkolsky Hasta 1850 slo materia y sustancia fueron consideradas como reas de trabajo vlidas para la fsica. Hasta hoy materia y sustancia son concebidas en la prctica clnica como las nicas reas vlidas de trabajo para la medicina. Faraday introdujo el concepto de un campo de fuerza antes de 1830 . Hacia 1910 Einstein formul un campo de geometras, y la teora cuntica manipula un campo de posibilidades. Hoy el desarrollo de esta concepcin crecientemente inmaterial espera su sntesis en la teora de un campo unificado. Con ms de cincuenta aos de retraso en relacin con la Fsica, la biologa empieza a considerar hoy el concepto de campo biolgico. Esta nocin no ha sido introducida hasta finales del siglo XX an en el curriculum universitario con excepcin del curso de Inyushin en Alma Ata. Para J. Huxley, un campo es una regin dentro del cual un agente trabaja de una manera coordinada. Rudy concibe el campo como un concepto geomtrico ms que fsico. Para2

Basado en los conceptos de William Wolkolsky de la Universidad Pierre y Marie Curie de Pars

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Von Bertalanfy, el campo morfogentico de las flores no es un campo de fuerza sino un campo de estmulos de direccin.

En biologa el concepto de campo describe un sistema biolgico en el que el comportamiento de las partes es determinado por la posicin de stas en el seno de dicho sistema

Al buscar un comn denominador para las definiciones de campo, Wolkolsky lo concibe simplemente como un factor organizador del espacio en el seno del cual tienen lugar ciertas reacciones que estamos observando.

El campo es esencialmente un mensajero, un vnculo. Utiliza el espacio-tiempo como un lenguaje para marcar o sealar interacciones continuas entre la materia.

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El biocampo es tanto un campo de energa como un campo de informacin

Wolkolsky sugiere el concepto de phoron - del griego Phorei: portar o llevar- como una entidad relativa al campo que porta un mensaje. El Phorn no es simplemente un campo fsico. Representa a la vez un concepto fsico e informtico - ciberntico- que expresa la capacidad del campo para contener, portar y procesar informacin. El concepto de Phorn supone as un campo informacional.

El biocampo constituye la parte no sustancial de los organismos vivos, as como la onda representa la parte no sustancial en la complementaridad onda partcula de la fsica. Como lo sostiene Wolkolsky, una biologa tericamente competente hoy necesita la misma complementariedad entre ondas y partculas aceptada en la fsica. La fisiosfera toda, representa un campo de materia y energa regido por las leyes clsicas de la termodinmica. Para muchos autores: En las interacciones del campo biolgico podemos considerar aspectos netamente fsicos en la recepcin del estmulo como registro, amplificacin, reflexin y difraccin. Pero se dan otros aspectos de naturaleza informacional como la codificacin, memorizacin, modulacin y almacenamiento. Por ello tenemos que ir ms lejos en nuestra concepcin del campo biolgico que, adems de ser un campo en el sentido fsico, se comporta como un campo de informacin. Segn Wolkolsky las leyes de la conservacin de la fsicaparticularmente la de conservacin de la energa- no han encontrado an su equivalente en la teora de la informacin. La capacidad informacional del forn se manifiesta en su potencial para organizar y estructurar la materia. el ser humano y la sociedad tienen la capacidad de emanar un campo neguentrpico, con un potencial estructurante y ordenador

Biocampo y morfognesis biolgica En la morfognesis biolgica se concibe un campo morfogentico, que como campo organizador puede ser caracterizado por las siguientes propiedades:

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1- Cuando se remueve cierta cantidad de materia del campo, el campo remanente regenera a su debido tiempo el mismo patrn de forma que normalmente manifestaba con un mayor tamao. 2- Si materia no organizada pero organizable es introducida en el campo, ste la organiza y estructura sin perder su patrn mrfico. 3- Dos o ms campos pueden interactuar para dar uno mayor y ms complejo Los estudios realizados por Kulin sobre lneas equipotenciales de campo bioelctrico en sujetos sanos y enfermos nos sugieren igualmente la idea de un campo portador de informacin que estructura un lenguaje para marcar materia. Podemos entonces comprender que: Aparte de la obvia existencia de un sustrato qumico, la materia viva tiene la propiedad caracterstica de emitir y recibir campos fsicos-ms especficame

Los campos sutilesQUI - CHI LI

EL CHI GONG: Historia que se remonta a 3000 aos. origen en el taoismo chino. influjo posterior del budismo hind. mas de 3600 escuelas con mas de 100 variantes. maestros y filsofos chinos. confucio - lao tse - mencius fueron estudiosos de la tcnica. INTERNO: manipulacin del flujo de la energa en el interior del propio cuerpo por medio del ejercicio. EXTERNO: desarrollo de la habilidad de proyectar el propio chi interno sobre otro cuerpo.

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MEDICINA TRADICIONAL CHINA: TEORIA Y PRACTICA DEL CHI. Medicina Herbal Masaje Moxibustin Acupuntura Tai-ji Quan Kung Fu TaikwandoEFECTOS DEL QUI-GONG

Se desarrollan como esfuerzos teraputicos para regular el flujo del CHI en el cuerpo humano

PA Frecuencia cardiaca Tasa metabolica Demanda de oxigeno Dopamina b hidroxilasa Lactato

ESTA RESPUESTA ES SIMILAR A LA DE RELAJACION DE BENSON

En trminos occidentales modernos, el Qui Gong combina condicionamiento aerbico, isotnico, isomtrico, meditacin y relajacin. SINERGIA QUI GONG Ejercicios aerbicos. Ejercicios isomtricos. Ejercicios isotnicos. Respuesta de relajacin. Respuesta de meditacin. SU EFECTO COMBINADO AFECTA LA FISIOLOGIA HUMANA ESPECIALMENT 16 E SISTEMA INMUNE

Imagineria guiada. Una persona afecta la fisiologa de otra. Este tipo de interaccin esta inmerso en toda relacin medico - paciente y es un aspecto ignorado e inexplorado por la medicina moderna

CIENCIAS DEL RITMO

Qui - Gong Prana - Yama Maestra de la respiracin

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ORGON O.D. PRANA MAGNETISMO ANIMAL FLUIDO UNIVERSAL

CARACTERISTICA COMUN PULSACION

ANOTACIONES GENERALES SOBRE EL CAMPO ENERGETICO HUMANO. - segn la cosmovisin hind El hombre tiene un vehculo en los siete niveles del plano fsico csmico, que a su vez representa uno de los siete planos en que la antigua sabidura ha concebido el universo. Un vehculo o un cuerpo es un estado de conciencia, y los planos inferiores densos que conocemos y abordamos en la medicina occidental son slo los ltimos tres subplanos de los cuarenta y nueve que componen el plano fsico csmico Este plano fsico csmico contiene siete subplanos que son el logoico, el mondico, el tmico, el bdico, el mental, el astral y el fsico. Cada uno de estos subplanos se subdivide a su vez en siete niveles. En el nivel ms denso de las manifestaciones de la conciencia, el vehculo fsico, podemos reconocer estos siete niveles como slido, lquido gaseoso, y cuatro niveles etricos que se numeran de cuatro a uno en el sentido del ms denso al ms sutil. Hasta el nivel de la biologa molecular concebimos los tres ltimos estados de la manifestacin. Cuando abordamos el campo de energa, el bioplasma, el aura, comenzamos a tocar los cuatro niveles etricos, en especial el ms denso o cuarto nivel, que a su vez est en resonancia con el cuarto subplano del fsico csmico o plano bdico. En la medida que ascendemos en los planos etricos se establece un canal de transmisin de la energa de un plano superior. As el tercer nivel del etrico sirve de energa portadora para la emisin espiritual o tmica, la conciencia del tercer nivel del plano fsico csmico o plano tmico, y as sucesivamente, la conquista de un nivel ms

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elevado o sutil de energa etrica permite la canalizacin de un tipo de conciencia superior hasta el cerebro fsico. Lo anterior nos plantea que la calidad de la energa circulante por el campo energtico humano vara en funcin del nivel en el que habitualmente se tiene la conciencia. Los niveles slido, lquido y gaseoso del subplano fsico estn en relacin con el cuerpo fsico astral y mental respectivamente. La analoga clsica es la del astral con el agua o medio lquido, y la del mental con el aire o medio gaseoso. As cada uno de los niveles del subplano fsico estn en resonancia con los subplanos del plano fsico csmico: NIVEL DEL SUBPLANO FISICO COSMICO materia slida-----------------materia lquida --------------materia gaseosa-------------cuarto ter---------------------tercer ter --------------------segundo ter-----------------primer ter --------------------SUBPLANOS DEL PLANO FISICO

subplano fsico del plano fsico csmico subplano astral del plano fsico csmico subplano mental del plano fsico csmico subplano bdico del plano fsico csmico subplano tmico del plano fsico csmico subplano mondico del plano fsico csmico subplano logoico del plano fsico csmico.

Cada subplano tiene niveles superiores e inferiores que se distinguen por el grado de sutileza de las vibraciones que los caracterizan. En el hombre los tres niveles ms densos, considerados an como materiales, son el nivel fsico - que incluye los siete subniveles mencionados como slido, lquido, gaseoso y los cuatro teres- el nivel astral o emocional con sus siete subniveles y el subplano de la mente que puede dividirse a su vez en cuatro subniveles inferiores y tres superiores. En los tres niveles superiores de la mente se ubica la conciencia del vehculo causal y el alma, que hacen las veces de canal de conjuncin entre la conciencia material del hombre inferior y la conciencia espiritual proveniente de tres niveles superiores al nivel de la personalidad, conocidos como la trada espiritual y compuestos por el primer nivel o nivel superior del mental, o manas, los siete niveles del vehculo bdico o intuitivo, y los niveles del vehculo tmico o de la voluntad. En la medida en que por la evolucin normal o a travs de las expansiones de conciencia conocidas como iniciaciones, el hombre accede a niveles superiores de conciencia, se refina la materia etrica que circula por su vehculo fsico, y literalmente se cambia la calidad de sus tomos, los que permiten el acceso de niveles de vibracin ms elevada que la materia no refinada no estara en capacidad de vehicular. Reconocer as el grado relativo de evolucin del terapeuta y del paciente, lo cual puede ser definido por parmetros psicolgicos sencillos que permiten establecer el nivel 19

donde habitualmente se mueve la conciencia es una gua preciosa para la seleccin de los mtodos de curacin mejor adaptados a cada caso particular. Estudiar a fondo la composicin del hombre, es conocer los vehculos o estados de conciencia a travs de los cuales se relaciona consigo mismo y con su ambiente, y el tipo de enfermedades a los que en razn de dicho uso se hace ms susceptible......

CAMPO FISICO ------------------------ ANAMAYAKOSA CAMPO ETERICO --------------------- PRANAMAYAKOSA CAMPO MENTAL- EMOCIONAL --- MANOMAYAKOSA CAMPO SUPRAMENTAL--------------VIJNANAMAYAKOSA CAMPO BUDHICO - CAUSAL-------- ANANDAMAYAKOSA

PRANAMAYAKOSA: El campo fsicoCAMPO DE ENERGIA VITAL. ABSORCION Y DISTRIBUCION CORRIENTES PRANICAS. MATRIZ DE LA ESTRUCTURA CELULAR CORPORAL. CANALES ETERICOS O NADIS. ZONAS DE CRUCE MAYORES Y MENORES

El prana y el Campo EtricoPrana: Palabra snscrita derivada de Pra: afuera y an: respirar. Significa etimolgicamente respirar hacia afuera; se relaciona con una energa universal caracterizada por el ritmo, y considerada con diversos nombres en mltiples culturas. Podemos asimilarlo al concepto de orgn, energa dica y fuerza vital. Para algunos autores es el aliento de la vida que asume 20

un ritmo especfico al interior de cada ser, razn por la cual va ntimamente ligado al proceso respiratorio.En el hombre ha sido clsicamente dividido en cinco tipos de Prana:

1- El Prana propiamente dicho, anima la energa de la respiracin. 2- Vyana. Asociado a la energa circulatoria. 3- Samana. Asociado a la energa metablica. - digestin y procesos de asimilacin. 4- Apana. Asociado a la energa de los procesos de excrecin. 5- Upana. Asociado con el sistema nervioso central. En un lenguaje que recuerda el concepto de los biones y la energa orgnica de Wilhelm Reich, el obispo Leadbeather a quien debemos una parte del conocimiento actual sobre la anatoma sutil del hombre, nos habla de Glbulos vitales para referirse a las unidades elementales de prana que recorren el organismo. Estos glbulos vitales son recibidos y asimilados por el centro esplnico y se dividen, segn el mismo autor, en siete emanaciones que conforman todo el espectro cromtico. Nos dice Leadbeather que al salir del chakra esplnico, el azul y el violeta se funden al naranja y el rojo, de tal manera que las siete se convierten en cinco corrientes principales. Estas corrientes han sido reconocidas en la terapia zonal, una especie de arquetipo de las reflexoterapias que conocemos actualmente y que distribuye cinco grandes corrientes de cada lado del cuerpo. La curacin por el prana Se fundamenta en que todos nuestros cuerpos etricos forman parte integrante del cuerpo etrico planetario, con el que forman un continuum ininterrumpido. En la curacin por el prana se utiliza as el mismo cuerpo etrico planetario como medio de unin entre el sanador y el paciente. La separacin entre ellos realmente no existe y es posible activar los canales de comunicacin si el sanador puede enviar un sentimiento positivo al paciente, lo que tiene como efecto una vivificacin de la conexin etrica entre ambos. As como la mente consciente puede dirigir los movimientos del cuerpo fsico denso, de igual forma puede activar las corrientes del prana a travs del cuerpo etrico. La energa sigue el pensamiento. El prana que recorre cada chakra es una variedad de prana especializado en resonancia con sus respectivas caractersticas vibratorias. Esto hace que un chakra del paciente sea, ms receptivo al prana del chakra respectivo del sanador, pues ambos chakras utilizan un prana especializado de caractersticas comunes. A travs de un canal de energa etrica vitalizada por la intencin positiva del sanador, ste puede enviar energa desde un centro en su cuerpo etrico hasta el centro correspondiente en el paciente. Aunque el prana no es absorbido por los pulmones, el movimiento respiratorio activa el chakra del bazo, que a su vez absorbe el prana de la atmsfera. Hay un cambio automtico e inconsciente del ritmo respiratorio durante el procedimiento de transmisin del prana, que consiste en que la respiracin se hace ms rtmica y profunda, lo cual permite una mejor 21

asimilacin de prana que cuando la respiracin es superficial e irregular. Aunque el flujo de energa en el cuerpo etrico generalmente pasa inapercibido para la conciencia, durante la transmisin de prana se pueden registrar algunos cambios fisiolgicos que pueden indirectamente confirmar que se est siendo un canal para el flujo de esta energa universal: alteraciones en el patrn espontneo de respiracin y ritmo cardaco, seales corporales sutiles llamadas seas entre los curanderos de algunas comunidades indgenas, y algn grado de tensin ceflica cuando el chakra que est siendo empleado para la transmisin es el sexto. Los cambios revelan un proceso de renovacin del prana que ha sido enviado. El prana absorbido por el sanador es transformado en dos fases antes de ser enviado al paciente: Primero es diferenciado en el centro del bazo en una de las cinco variedades de prana antes mencionadas. Segundo: esa variedad de prana especializado es enviado a uno de los centros mayores donde adquiere la calidad de las fuerzas que actan sobre dicho centro. En este proceso no es forzosamente necesario que el sanador enve el prana directamente desde el centro que en l corresponde al centro de paciente ms directamente relacionado con la zona enferma. La energa puede ir primero a uno de los otros centros del sanador que puede jugar el rol de centro distribuidor para el prana. Centros de distribucin Tres chakras son en general los agentes de distribucin: El centro del bazo, el del plexo solar y el del entrecejo. En el clsico curandero popular sin ninguna formacin personal, que cura sin saber cmo ni porqu, lo que sucede es el aflujo de una variedad de prana ligada a la vitalidad del cuerpo animal que normalmente se da en forma directa desde el centro del bazo, sin que intervenga ninguno de los otros centros. La distribucin de energa desde el chakra esplnico del sanador tiene como receptores el mismo centro esplnico en el paciente y el centro sacro. El hombre promedio, que ha desarrollado ya el chakra del plexo solar, puede actuar por intermedio de ste que es a la vez un receptor y un emisor de prana. Para que sea un buen emisor de la variedad de prana correspondiente al plexo solar, el hombre requiere un relativo grado de pureza emocional, lo que se refiere a la capacidad de controlar los deseos e impulsos de su naturaleza animal, en este caso el receptor ser el chakra del plexo solar del paciente. Cuando adems de la pureza magntica representada en un correcto control de su vida emocional, el sanador ha incorporado a su vida la comprensin vivencial de la divinidad esencial del ser humano, se puede afirmar que ha adquirido la pureza mental. Entonces puede utilizar como distribuidor el centro del entrecejo, el sexto, cuya ventaja es la de que todos los centros del paciente pueden ser receptivos a su emisin . Recepcin del prana Mediante una vida de servicio, de entrega, de constancia y de purificacin magntica, el sanador puede invocar a nombre de su paciente la ayuda de una inteligencia superior que podr ayudar a esclarecer el diagnstico. Esto en general se relaciona con la previa 22

capacidad para contactar el alma que acta como mediador. Por ello no basta la invocacin. De hecho slo un pequeo porcentaje de los sanadores que invocan esta ayuda estn en condiciones de recibirla y canalizarla. Cuando el paciente demanda ayuda, confa en el sanador y tiene un deseo sincero de ser ayudado, los chakras pueden hacerse receptivos a la influencia del sanador. La energa prnica dirigida por el pensamiento a un centro del paciente , no se acumula en ste; circula a travs de todo el sistema energtico vital o sea que del centro sigue los nadis, el sistema nervioso, la glndula endocrina correspondiente, el rgano enfermo, y por el torrente sanguneo fluye al resto del cuerpo fsico. Es una verdadera transfusin de energa. Es necesario puntualizar que todos los chakras, desarrollados o no, estn en capacidad de utilizar una variedad especfica de prana para vitalizar la regin del cuerpo fsico bajo su correspondencia. As que un paciente receptivo, est en capacidad de detectar el prana correspondiente a la vitalidad de una zona del cuerpo, independientemente de su estado de desarrollo. La curacin prnica puede desarrollarse de dos maneras: 1- Curacin prnica por contacto. Es una forma de pranizacin en la cual el paciente est fsicamente presente. Algunas formas de sanacin como el reikhi y el toque teraputico son variantes de la pranizacin por contacto, en la cual el terapeuta percibe las seales en el campo del paciente y deja fluir la fuerza del prana a travs de ambas manos colocadas cerca del cuerpo fsico - En algunas tcnicas se utiliza el contacto, si bien ya es suficiente que las manos se ubiquen a unos siete centmetros del cuerpo fsico (como ocurre en la tcnica del Toque teraputico sin contacto). En una fase inicial se perciben seales del campo energtico del paciente y se deja fluir el prana a travs de la aplicacin de las manos cerca de la superficie corporal. Ha de desarrollarse suficiente sensibilidad para percibir e flujo de la corriente prnica a travs de las manos. Cuando el flujo cesa se revisa de nuevo todo el campo en bsqueda de seales, y as, hasta que toda la superficie corporal se revise. En la percepcin del campo energtico a travs de las manos podemos encontrar seis indicadores generales de desequilibrio, descritos por Dolores Krieger, precursora de la tcnica del toque teraputico: 1- Gradientes o diferencias de temperatura. 2- Atraccin o repulsin magntica hacia o desde una zona del cuerpo fsico. 3- Dficit o deplecin energtica. 4- Congestin o bloqueo del flujo energtico. 5- Hormigueos o ligeras sacudidas elctricas - disestesias 6- Pulsaciones o ritmos asincrnicos. Para Dolores Krieger esta forma de pranizacin, que ella ha descrito como teraputico, tiene cuatro fases: toque

1- Centrarse en la conciencia. Corresponde a lo que en la concepcin de Alice Bailey es el proceso de alineacin en el cual el terapeuta o sanador mantiene el enfoque y la direccin de la conciencia. 23

2- Evaluacin e investigacin del campo energtico del paciente. 3- Restauracin del equilibrio por la correcta colocacin y movimiento de las manos en la zona aledaa a la perturbacin. 4- Control peridico en funcin de la evolucin y las seales percibidas en el campo. Para Krieger el movimiento de las manos en direccin descendente - crneo caudal - tiene un efecto relajante, mientras que el movimiento contrario es de carcter estimulante. La clave es la modulacin o armonizacin de la energa, procedimiento por el cual se busca retornar al estado ptimo de equilibrio, lo que es diferente de empujar la energa en un sentido determinado. Afirma la misma autora que: El sanador recurre sensiblemente a las energas universales que constituyen el teln de fondo de todo desarrollo vital, en cuya globalidad sanador y sanado son formas que comparten una naturaleza unitaria. Son requisitos para el sanador una consideracin o compasin por su paciente, una gran motivacin para ayudarlo y una definida intencionalidad, entendida sta no slo como la voluntad de mejorar el estado del paciente sino como la capacidad de proponerse una meta especfica. De parte del paciente debe darse un propsito genuino de cambiar y la disposicin para aceptar dicho cambio . 2- Curacin prnica a distancia - introduccin a curacin teleptica. Establecer y vivificar canal de contacto etrico enviando un sentimiento de consideracin y compasin hacia el paciente. Dirigir flujo prnico utilizando el plexo solar, el chakra esplnico o el entrecejo. Se puede invocar inteligencia superior que utiliza el cuerpo etrico del sanador para transformar el prana en fuerza curativa. El medio para la comunicacin es el cuerpo etrico planetario. Los impulsos telepticos son enviados o recibidos a travs de los chakras etricos. Cinco tipos de impulsos utilizan los centros, as: Las intuiciones utilizan el sptimo y el sexto centro; los pensamientos concretos pueden utilizar el quinto y el tercero; las emociones superiores el cuarto; las emociones inferiores el tercero y los impulsos sensuales el segundo centro. Para que la comunicacin teleptica tenga xito, tanto el emisor como el receptor deben tener los chakras bien desarrollados, pero ninguno de los centros tiene que estar abierto, ya que el medio de comunicacin teleptica es el plano etrico y no el plano emocional. La mente consciente del sanador puede crear una impresin sobre la mente subconsciente del paciente. Tres tipos de imgenes se pueden emplear para la curacin fsica: 1- Visualizar el paciente total en condiciones ptimas de salud. 2- Visualizar los rganos enfermos como rganos sanos. 3- Visualizar la restauracin de los procesos fisiolgicos que pueden conducir a la curacin. Se puede visualizar mentalmente una ciruga, la desobstruccin de un conducto, la restauracin de una funcin bioqumica. En general las imgenes y afirmaciones mentales se originan en el cuerpo mental del 24

sanador y en su chakra de la garganta, son transmitidas por su centro del plexo solar y captadas por el plexo solar del paciente, impresionando por esa va su subconsciente. La curacin teleptica, cuando se produce, obtiene unos resultados ms profundos que el tratamiento con el prana. Cuando ambas formas de curacin se practican, conviene realizar primero la teleptica, pues facilita el efecto posterior que la curacin prnica tiene sobre el vehculo etrico. Sus resultados son slo provisionales, si la causa subyacente de la enfermedad fsica, es un conflicto no resuelto en los planos emocional o mental. El Biocampo y la sanacin El aura est compuesta de las emanaciones del cuerpo etrico que encarna tres tipos de energa de las cuales cada uno es individualmente responsable: El aura de la salud, esencialmente fsica. El aura astral, en general el factor dominante. El aura mental, casi siempre incipiente. Esta triple aura es el agente que registra las impresiones subjetivas y objetivas, y es responsable de los efectos que una persona produce sobre otra. Sensibilidad a la Impresin Sensibilidad a la impresin significa engendrar un aura magntica sobre la cual puedan actuar las impresiones ms elevadas. Son las impresiones del Plan. Plan: sustancia dinmica que suministra el contenido de la reserva del pensamiento de la cual l puede abastecerse La sensibilidad a la impresin, la construccin de la reserva de pensamiento y la respuesta a la demanda invocadora se relaciona con: 1- proceso de registro 2 - proceso de registro de interpretaciones 3- proceso de respuesta invocadora resultante. Todos poseemos un mecanismo subjetivo que es el verdadero y perfecto reflejo de nuestro grado de evolucin. Alineamiento Conformacin de un canal directo por el cual la impresin dirigida desde una fuente ms elevada que la personalidad pueda descender al cerebro. Alineacin Cerebro alma Involucra los tres aspectos de la personalidad. Sendero de probacin. La sensibilidad astral simptica es falible y da lugar a falsas interpretaciones. Ciencia del contacto 1- El cuerpo etrico planetario es el medio a travs del cual las corrientes o impresiones 25

mentales procedentes de cualquier fuente deben pasar a fin de producir un impacto en el cerebro humano. 2- La sensibilidad a la impresin involucra la gestacin de un aura magntica sobre la cual pueden actuar las impresiones ms elevadas. 3- El plan es la sustancia dinmica que provee el contenido de la fuente de abastecimiento, de donde el agente impresor puede extraer, y al cual debe ser sensible el receptor de la impresin El plan es esencialmente energa sustancial. Y energa es sustancia y nada ms. La sustancia, el Plan, es dinmica por naturaleza y est impregnada de la energa de la voluntad. Es una reserva de sustancia energetizada mantenida en solucin por la voluntad. Los receptores de la impresin deseada deben llegar a ser sensibles a esta energa sustancial.

EL CAMPO ETERICO Y EL CUERPO SUTILEl cuerpo fsico denso se mantiene unido y es interpenetrado por las energas que componen el cuerpo etrico, el cual constituye su molde. Est compuesto de lneas de fuerza entrelazadas y circulantes, emanando de uno o varios de los siete planos de conciencia de nuestra vida planetaria. Se correlaciona con siete centros focales de fuerza, a su vez relacionados con una cualidad de energa entrante. Est compuesto de las energas predominantes, a las cuales el hombre, el grupo, la nacin o el mundo reaccionan durant un ciclo determinado; est condicionado por la energa solar o planetaria predominante que constantemente lo cambia y lo cualifica. Mltiples centros secundarios estn condicionados por los siete centros mayores. todos responden a las mltiples energas de nuestra vida planetaria. PROPIEDADES DEL CUERPO ETERICO Interpenetra- sostiene y ocupa todo el organismo fsico. Se extiende ms all de la forma fsica, a la cual circunda y rodea como un aura. De acuerdo al grado de evolucin, as ser la extensin de la zona que abarca el cuerpo etrico. Puede extenderse a pocos o muchos cntmetros. Puede ser estudiado con facilidad slo en esta zona, una vez que la actividad emanante de los tomos fsicos ha sido contrarrestada. Segn el enfoque de la conciencia, el estado de percepcin squica, la potencia de la aspiracin o deseo y el grado de evolucin, as ser el tipo de energa transportado por los canales etricos o nadisLA CANTIDAD Y EL TIPO DE ENERGIA QUE CONTROLA EL SISTEMA NERVIOSO ESTA CONDICIONADA POR EL CENTRO SITUADO EN SU ZONA INMEDIATA. UN CENTRO O CHAKRA ES UN PODEROSO AGENTE DISTRIBUIDOR.

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INTRODUCCIN A LAS REFLEXOTERAPIAS

INTRODUCCION."En el plano humano, la expansin de la accin teraputica, su sofisticacin, su misma perfeccin, no han reducido fundamentalmente la angustia del hombre y su soledad ante el dolor, la enfermedad y la muerte.... es entonces cuando la misin fundamental del mdico, su rol de mediador, retoma todo su valor y su lugar esencial. El hombre, ms que de productos y tecnologas, tiene necesidad de ser acompaado y seguido, sostenido y aconsejado, para mantener a cada instante su difcil equilibrio entre salud y enfermedad. El busca inconscientemente primero, con determinacin luego, el interlocutor, el espejo y el eco, el mago frecuentemente, el mdico siempre" Pierre Magnin.

El hombre posee en si mismo el potencial regenerador necesario para superar todas las patologas imaginables. No es posible vislumbrar el lmite de la capacidad de regeneracin del ser. Todo es siempre posible, si el ser profundo lo desea y si halla un punto de apoyo estable sobre el cual impulsarse. Parte de este potencial humano puede ser movilizado a travs de la utilizacin de las zonas reflejas, en las que no slo se encuentran las representaciones de rganos, aparatos y funciones de todo el organismo, sino tambin toda la cambiante fluidez de la actividad fisiolgica viva, cuyos trastornos se reflejan sobre pequeas pantallas o somatotopas. Slo la vida puede captar la vida. Los aparatos por sofisticados que sean, no reemplazarn jams esta atraccin de la vida por la vida, la cual pasa por la mano. Captar, amplificar y distribuir la energa de la vida en el organismo es el objetivo de las reflexoterapias. Por el mismo mecanismo que el cuerpo pone de manifiesto las condiciones internas en signos externos, tambin es posible que desde las mismas estructuras reactivas en la periferia se consigan acciones reflejas sobre los rganos internos afectados.

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Reflexoterapias y somatotopasTodos los mdicos occidentales estamos familiarizados con ciertos puntos que caracterizan la semiologa de determinadas afecciones, y con las zonas de Head que frecuentemente se superponen a reconocidos puntos de acupuntura. Tales zonas, de gran inters diagnstico en medicina occidental, tienen tambin una utilidad teraputica en las reflexoterapias. La Reflexoterapia se fundamenta en la representacin del centro en la periferia, de tal forma que trabajando por ejemplo en manos y pies - la periferia - podemos alcanzar el centro - el rgano afectado -. Una zona de simpata es una regin de resonancia que revela la existencia de una va de comunicacin densa o sutil, que puede ser neural o no. As, una zona de simpata es el rgano o la parte del rgano que puede responder a la condicin existente en otro. Por ejemplo, la respuesta cardaca a la presin en el globo ocular revela una zona de simpata o respuesta de resonancia mediada por el sistema neurovegetativo. Una irritacin del cornete inferior ante la presencia de una alteracin uterina, revela tambin una zona de simpata o resonancia cuyos mecanismos probablemente no sean slo de tipo neural. Diferentes representaciones de la inervacin de los rganos sobre una pantalla orgnica como el pabelln auricular, han dado origen al estudio de somatotopas o mapas reflejos, como caracterstica central de las reflexoterapias. La organizacin tpica puede definirse, segn Jean Bossy, como la repeticin correlativa de secuencias espaciales idnticas en diferentes regiones del cuerpo. Este principio de organizacin es bien conocido en el sistema nervioso central, pero tales secuencias espaciales han sido tambin descritas para otras partes del cuerpo, especialmente por la semiologa de la medicina oriental. Una organizacin tpica puede ser estructural o funcional. Aunque las representaciones simblicas de las proyecciones orgnicas sean de utilidad didctica, no podemos perder de vista el hecho de que en realidad no son ms que proyecciones de la inervacin de los rganos, lo cual explica la distorsin de las representaciones, dado que stas estn ms en relacin con la importancia funcional de la representacin neural, que con el tamao y localizacin del rgano mismo. Una zona de proyeccin implica que su estmulo debe evocar una respuesta fisiolgica sobre el rgano o estructura explorada. Las representaciones reflejas perifricas, llamadas por Bossy microsistemas de la acupuntura, implican convergencias neurales sobre una misma estructura anatmica. A nivel del sistema nervioso han sido reconocidas somatotopas sensitivas en los ncleos del trigmino, y en los ncleos del tracto solitario. Una organizacin comparable pero tonotpica (que responde a diferentes frecuencias sonoras) existe en el ncleo coclear

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ventral, as como una organizacin retinotpica existe para las estructuras visuales. En el tlamo, el cerebelo y la corteza cerebral existen organizaciones similares. Todas las somatotopas contienen representaciones cuya extensin est ms ligada a la importancia funcional que al tamao de la estructura representada. Por ello las extremidades de los miembros y la regin perioral tienen en general una mayor representacin en ellas. Quizs el ejemplo ms conocido de una organizacin tpica que refleja la importancia funcional de la estructura representada, es la representacin motriz cortical descrita en el homnculo de Penfield. Tambin se ha descrito una viscerotopa o secuencia visceral espacial, cuyo origen es la columna intermedio lateral, la columna intermediomedial o parasimptico sacro y el ncleo motor dorsal del vago.CONTEXTO HISTORICO DE LAS REFLEXOTERAPIAS "Sin que nadie se lo ensee, el nio que tiene clico por haber comido manzanas verdes, dobla el cuerpo y se oprime el vientre con las manos. A la ciencia instintiva de ese nio le llamamos reflexoterapia". W Fitzgerald

Personas que padecen migraa conocen que en ocasiones la ligera compresin de un solo punto del crneo es suficiente para detener instantneamente el dolor. La aplicacin de una banda compresiva alrededor de la cabeza puede eliminar una cefalea rebelde. Con idntico objetivo, la regin frontotemporal detrs de la cola de las cejas ha sido objeto de estmulos reflejos que comprenden la aplicacin de fro o calor locales, las cauterizaciones y los masajes. Nuestros abuelos reconocan la importancia de mantener la cabeza fra y los pies calientes. La introduccin de un cuerpo extrao en el conducto auditivo externo puede desencadenar una sensacin de prurito en la garganta.... Muchas de estas tcnicas empricas constituyen un comn denominador en las ms dismiles culturas. Se fundamentan en la capacidad de evocar una respuesta refleja distante, y en ocasiones global, a partir de un estmulo local. Practicada por las ms antiguas civilizaciones, la reflexologa es redescubierta en tiempos modernos por el otorrinolaringlogo americano William Fitzgerald - 1872-1942- Graduado en Medicina en la Universidad de Vermont, realiz prcticas hospitalarias en Viena, Pars y Londres. Conocedor de que una terapia consistente en masajes o presiones sobre ciertos puntos era practicada por los antiguos habitantes de la China y de la India, inici la utilizacin de puntos reflejos en la planta del pie a comienzos del siglo XX. Tribus americanas conocan igualmente la relacin entre ciertos puntos reflejos y los rganos internos, lo que an hoy es practicado con fines teraputicos en algunas reservaciones indgenas. Las diferentes reflexoterapias estn fundamentadas, sobre todo en lo que concierne a las ms antiguas, en una cuidadosa y atenta observacin de signos cuya exactitud es sorprendente y pueden enriquecer nuestra semiologa mdica. Su fundamentacin en observaciones y signos objetivos no permite asignarles una connotacin meramente psicolgica. Fitzgerald estuvo en Italia en el Instituto de estudios orientales, donde pudo asociar algunos de sus descubrimientos con antiguos mtodos chinos de digitopresin. El masaje denominado Amma ( presin y frotamiento) forma parte, como la acupuntura, de la 29

medicina tradicional china. Fitzgerald haba notado que la presin directa sobre ciertas zonas de las manos o los pies desencadenaba un efecto analgsico sobre partes distantes del cuerpo; comenz entonces a adoptar el sistema de presin en lugar de los analgsicos, e hizo partcipes a numerosos colegas de sus valiosos hallazgos. En 1917 Fitzgerald y Bowers publican el libro clsico sobre el tema : "Zone therapy " Se presentan all los primeros diagramas en los cuales el cuerpo se divide en diez zonas, cinco para cada lado, que se corresponden con dedos y artejos en manos y pies. En la terapia zonal se emplea el trmino reflejo en el sentido de que el pie es una pequea pantalla que refleja el organismo total. Para la reflexologa, la energa vital o prana circula rtmicamente por todo el organismo; la enfermedad es la consecuencia de bloqueos en la circulacin de esta energa que fluye entre el polo ceflico y el polo podal a travs de diez lneas llamadas zonas - cinco a cada lado- entre la cabeza y los cinco artejos y los cinco dedos.

REFLEXOTERAPIA DE LA MANO.De la mano del hombre se construyen y destruyen culturas, se siembra, se crea, se maldice, se bendice. Con la mano saludamos, -damos salud-, acariciamos o golpeamos. De la destreza de la mano surge la artesana, el arte, la escritura. En la mano se exterioriza el cerebro. Damos la mano, pedimos la mano, juntamos las manos en oracin, hablamos con las manos, que son un smbolo de relacin. El smbolo de las manos a travs del tiempo . Para el filsofo Immanuel Kant la mano es " el cerebro exterior del hombre". La mano es virtualmente el principal instrumento del cerebro humano. Daim Batqngaris, estudioso de la mano y su potencial inexplorado escribe: "La mano y el cerebro representan dos aspectos complementarios del autogobierno de los rganos. Es como decir que el cerebro posee el poder legislativo y las manos el poder ejecutivo.... toda cosa inventada por el hombre es herencia directa o indirecta del poder de la mano.... Es el intrprete del espritu, el mensajero del corazn, el medio a travs del cual el mundo de las ideas revela su proyecto de evolucin".

Histricamente la imposicin de manos revela una transferencia de poder por parte de una autoridad a quien es por tal medio " consagrado " caballero, sacerdote, obispo, o rey. Tambin se transfiere esa cualidad esencial de la vitalidad desde las manos del sanador en aquellas culturas en las que la religin, la magia y la medicina no se han disociado. En hebreo la misma palabra IAD significa tanto mano como potencia. En la tradicin religiosa del pueblo hebreo la mano derecha es la que bendice y representa la autoridad sacerdotal; la mano izquierda de Dios significa justicia, la derecha misericordia. En el taosmo la mano derecha corresponde a la accin, la izquierda a la sabidura. Entre los Celtas la mano tena un poder mgico, siendo la mano derecha la dispensadora del poder benfico y la izquierda, de un poder malfico o " siniestro" . Con las manos juntas entre las de su obispo se consagran a Dios los nuevos ministros del culto. Tambin la mano ha sido ligada a un simbolismo que se encuentra sedimentado en el inconsciente colectivo. El smbolo del compromiso matrimonial son las argollas que van en el dedo " anular ' izquierdo. Para algunas tradiciones el dedo medio o cordal se asocia al 30

corazn. El pulgar se ha asociado a la cabeza. Pulgarcito simboliza en el popular cuento la astucia y la inteligencia. Entre los romanos, la posicin del pulgar indicaba la condena o muerte o el derecho a vivir del gladiador. Para la cbala las manos unidas representan el nmero diez que simboliza la unidad. Entre los griegos y los asirios, el astrlogo y el practicante de la quiromancia (del griego khir, mano y mantia adivinacin) era generalmente la misma persona. Para los chinos el estudio de la mano ha estado siempre ms prximo de la quirologa que de la quiromancia ocultista occidental, pues asocia el estudio de la mano al del carcter y el biotipo, sin la bsqueda de previsiones para el futuro. En la antigua India el mdico observaba largo tiempo la mano del paciente antes de llegar a un diagnstico de la enfermedad. EL ESTUDIO CLINICO DE LA MANOPodemos definir la quirologa como el estudio sistemtico de la mano por su observacin. En 1448 el mdico alemn Johanes Hartlieb public el Libro de la mano que demarca una lnea de unin entre la quiromancia como arte adivinatorio y la quirologa como ciencia de observacin. Realmente la delimitacin entre estas dos disciplinas nunca ha quedado bien definida. En la univerdsidad de Jena an se enseaba en 1780 la quiromancia como una disciplina acadmica.

En 1823 el mdico polaco Jan Purkinje publica una clasificacin sistemtica de los diferentes tipos de huellas de la mano y se anticipa a la utilizacin de las huellas digitales como documento de identidad. Numerosos estudiosos acumularon miles de observaciones durante el siglo XIX tratando de correlacionar la inmensa variabilidad de la forma de la mano y sus detalles con el carcter y la personalidad del individuo. Estos estudios son retomados por los homepatas que asignan una morfologa de la mano especfica para cada constitucin. As, el tipo o constitucin " carbnica" tiene un dedo chato y corto, con una configuracin hacia el cuadrado al igual que el resto de la mano. . La constitucin fosfrica presenta una mano fina y delicada con dedos que se afinan hacia el extremo. El tipo " sulfrico" presenta una mano larga y bien equilibrada, con la extremidad en forma de esptula y una ltima falange generalmente ms larga que las otras dos. La forma de las uas ha sido igualmente motivo de mltiples estudios , uno de los cuales asocia recientemente su morfologa con los cinco elementos de la medicina china. Todas estas descripciones se asocian, sin una clara lnea de demarcacin, con la semiologa mdica oficial. As en el sindrome de Down los pliegues plantares y palmares presentan caractersticas especiales ("pliegue simiano") en las que las denominadas lneas de la cabeza y del corazn constituyen un trazo nico. Los dedos en palillo de tambor y las uas en vidrio de reloj, son ejemplos de otros preciosos signos clnicos en la semiologa mdica. Se ha podido verificar una correspondencia en las relaciones de longitud entre las tres falanges del dedo mayor y los tres segmentos fundamentales del rostro (mentn y boca, nariz y frente). En 1926, Cumins y Midlo acuaron el trmino dermatoglifos ( del griego drma, piel, y glfein, tallar ) para describir el trazado de toda la mano y no slo el de la yema de los dedos. Es un trazado nico e inconfundible, diferente inclusive entre los gemelos homocigticos, razn por la cual se ha propuesto su utilizacin para diagnsticos individualizados.

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Frederic Wood Jones, profesor de Anatoma de la Universidad de Manchester public en 1919 "Los principios de la anatoma reconocible en la mano" y fue uno de los primeros autores en proponer una relacin entre la mano, la corteza cerebral y el resto del organismo.

El masaje zonal de la mano se fundamenta en hallazgos empricos que demuestran la correspondencia refleja entre las diferentes zonas de la mano y diferentes rganos y funciones del cuerpo. Como veremos existe una gran similitud entre las zonas descritas para los reflejos del pie y aquellas de la mano. Fitzgerald refin su sistema de masajes especialmente en las manos, diseando ciertos utensilios para potenciar la presin manual. Las pinzas de ropa applicadas en las puntas de los dedos son un medio eficaz para atenuar las odontalgias y coadyuvar durante el tratamiento odontolgico. En su libro Fitzgerald menciona numerosos caasos de curacin con el masaje de ciertos puntos de la mano, con una eficacia particular en el caso de enfermedades de ojos y odos- no olvidemos que su especialidad era ORL.- Sostena que los dolores oculares se alivian fcilmente oprimiendo lateral, dorsal y ventralmente el dedo ndice y el mayor de ambas manos. Para las otalgias recomienda el mismo tipo de procedimiento sobre el dedo anular. El sistema de bandas elsticas colocadas por un lapso que no comprometa la irrigacin puede igualmente producir buenos resultados. Con peines de metal Fitzgerald presionaba las puntas de los dedos para tratar el sistema seo, con una influencia global sobre las zonas corporales correspondientes a los dedos sometidos a presin. Se disearon as mismo pinzas especiales para ejercer presin sobre los dedos durante las contracciones en el trabajo de parto. La mano es tan verstil como el cerebro que la controla. Las representaciones de la mano sobre la corteza motora representan alrededor de una tercera parte del total de representaciones motoras. En su proceso evolutivo la especie humana ha adquirido la capacidad creciente de oponer el pulgar a los otros dedos, lo cual se halla en relacin con el grado de destreza del individuo. Existe una relacin estrecha entre las emociones registradas por el sistema nervioso central y la reactividad neurovascular a nivel de las manos, revelada en cambios trmicos, palidez o enrojecimiento y patrones de actividad de las glndulas sudorparas, as como la resistencia elctrica cutnea. ZONAS REFLEJAS DE LA MANO. Para el abordaje clnico de la mano la dividimos en las cinco zonas longitudinales ya reconocidas para el pie, y en cuatro regiones transversales representadas en la figura las cuales contienen las representaciones de la zona ceflica, a partir de la falange proximal; de la caja torcica, hacia la porcin distal y media de los metacarpianos; de la cavidad abdominal, que ocupa la regin carpo metacarpiana y de la regin plvica que ocupala zona de unin entre la mano y la mueca. Por su estrecha similitud con la cartografa de la planta de los pies, nos limitaremos aqu a presentar la grfica de las representaciones, sin entrar en los detalles de su precisa ubicacin en relacin con los huesos propios de la mano.

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En la terapia zonal de manos y pies la norma fundamental es que el reflejo afectado se trata hasta que el dolor desaparezca. Esta es la indicacin para detener el estmulo.Otros ejemplos de aplicacin clnica de la reflexoterapia: Cefalea

- Frontal: Presin sobre la mitad anterior del paladar - Coronal: Presin sobre la zona media del paladar - Lado derecho : Presin a la enca del bicspide del mismo lado - Lado izquierdo: Presin a la enca del bicspide izquierdo En todos los casos: Presin circular a los dedos de las manos y los pies y percusin de la primera y segunda vrtebra cervicales.Cansancio

Presin progresiva, hasta el mximo, de los dientes superiores contra los inferiores. - Ducha nasal con agua fra. Apoyar los pies ms alto que la cabeza cinco minutos. Masajear con los ndices la zona retrotragal.

MEDMANET33

La medicina manual etrica

LOS MUDRAS SANADORES

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Una visin sintergtica de los gestos manuales en la sanacinINTRODUCCIN Nos es bien familiar el gesto de colocar la manos sobre la zona postero-inferior de la espalda cuando hemos llegado al lmite de la resistencia fsica, como si quisiramos absorber la energa de reserva de las glndulas suprarrenales para poder continuar. Tambin nos son comunes las posturas reflexivas como en la conocida escultura de Rodin, lo que nos sugiere ya que los gestos y posturas- mudras y asanas- representan un primitivo lenguaje corporal que traduce la respuesta del cerebro y el organismo a estados de consciencia internos y externos. An en los nios es comn observar complejas actitudes corporales y gestos manuales, que a lo mejor responden a una memoria ancestral asociada a mecanismos de adaptacin profundamente arraigados a los arquetipos de la evolucin. Es un hecho para todos conocido la actitud de reverencia y recogimiento que implica el cerrar las manos delante del corazn en la postura mstica de las manos que es comn a todas las culturas humanas- El hecho de asumir conscientemente estas actitudes corporales y gestos manuales, y ponerlas 35

en ejecucin a travs de un patrn rtmico determinado, es utilizado en el Chi- Qong y artes teraputico en los que las posturas adquieren un movimiento que les da una enorme valor teraputicos El profundo simbolismo de los mudras, representado en el arte religioso, seala la dificultad de interpretacin en el lenguaje ordinario desde el cual caben mltiples interpretaciones. Mudra es una palabra derivada del Snscrito que se puede traducir como sello. En la India, los Mudras- y Hastas- posturas de los brazos- simbolizan tambin diversos atributos de las deidades que los representaban. . En las religiones del mundo los gestos de los ministros oficiantes y los fieles refuerzan las oraciones. Un mudra representa un patrn de ordenamiento del cuerpo, el corazn y la mente. Es una forma particular de alineacin que canaliza las energas del espritu y el alma. Estas energas inscritas en el biocampo pueden tener un efecto no slo sobre quien las practica, pues su influjo armonizador se expande al entorno. El reconocimiento de sus efectos y la comprensin de algunos de sus mecanismos de accin, favorecen la transferencia de los patrones de energa, ligados a estos mudras, con fines teraputicos. Tiene as el doble valor de armonizacin hacia adentro, por la prctica personal y hacia afuera, por la proyeccin de su campo energtico hacia otras personas. La bendicin, la absolucin, el aplauso, los gestos de despedida y acogida, el elevar los brazos hacia el cielo, las posturas de los dedos para sealar o acusar, la conocida postura del pulgar hacia arriba o hacia abajo para indicar aprobacin o reprobacin, nos dicen a las claras que los mudras no son orientales ni occidentales, pues su expresin est tan ligada a la filognesis que pudiramos ya intuirlos en la inclinacin del tallo en la bsqueda de la luz, o en la postura corporal de humillacin o temor de la mascota que se siente reprendida. No son pues los mudras una herencia oriental o budista y han sido empleadas en todos los tiempos para refrendar o rubricar aquello que se dice. Es como si un mudra anclara la palabra y le diera su fuerza intrnseca. El valor efectivo de la comunicacin humana se asienta ms sobre el lenguaje corporal que sobre el lenguaje hablado.. Si lo miramos desde un ngulo puramente neurofisiolgico, podemos apreciar la vecindad y riqueza de conexiones entre el rea motora del lenguaje hablado, el rea de Brocca y el rea que representa la corteza motora de la mano. Al hablar se mueven las manos, como representando simblicamente el mvil interno de la palabra. El movimiento acompaa el pensamiento y lo exterioriza, tanto en la msica de la palabra como en la danza del cuerpo que la acompaa. El influjo de la religin cristiana sataniz los rituales con sus gestos hasta el punto de prohibir gestos como el de invocar a los dioses con los brazos dirigidos al cielo. Sin embargo estos gestos se mantuvieron en los propios rituales sagrados, reservados solamente a los ministros. En otras creencias y culturas nos encontramos desde la danza de los derviches, hasta las posturas reverentes de mahometanos y tibetanos, en las que no se ha perdido la idea de una comunicacin directa con formas de consciencia superior que ya no son mediadas, como en el cristianismo, por un ministro exterior.

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A travs de un ritual personal que incluye ayunos, meditaciones y oraciones, posturas y mudras se pretende as la conexin directa con niveles superiores de consciencia . Ms all del contexto religioso, es posible rescatar la ciencia de gestos y posturas y comprenderla a la luz de un lenguaje que lo integre a una espiritualidad no desligada de la vida cotidiana. Ese ser nuestro viaje a travs de los mudras, desde una concepcin integradora de sntesis que rescate su antiguo y siempre vigente valor teraputico. El discurrir a travs de las medicinas vibracionales y la sanacin, nos ha ido llevando de la mano al reconocimiento del valor de la autogestin en salud. No podramos pasar por alto el inmenso valor de las posturas de yoga y otras prcticas corporales que pretenden modular desde el cuerpo los estados internos. Estas intervenciones psico-fsicas en las que aparentemente la armonizacin del cuerpo fsico contribuye a la armonizacin de los otros cuerpos o niveles de consciencia, simplemente nos indican que tambin el cuerpo es un estado de consciencia. Abandonamos as el antiguo dualismo y asumimos la actitud de que el cuerpo es consciencia, y el trabajo corporal es por ello tambin eminentemente espiritual. Sabemos ahora que los pensamientos y sentimientos son acompaados de flujos de energa que se expresan en la actitud y la postura del cuerpo y que tambin lo contrario sucede: las posturas fsicas favorecen ciertos sentimientos y pensamientos. Digamos que las posturas pueden ser tanto actitudes fsicas como psquicas, y que ambas hacen parte de los mismos procesos de la consciencia expresados a distintas escalas. Los amplios efectos de los mudras nos recuerdan as la indivisible unidad psique- cerebro-soma La mano es una de las somatotopas o representaciones ordenadas del cuerpo ms importantes, por representar la expresin del polo rtmico o unidad magntica del organismo. Cualquier tensin en el organismo ha de reflejarse as en las manos, lo que nos puede explicar el valor teraputico de las posturas manuales. La representacin de los cinco movimientos en las manos simboliza igualmente la imagen del hombre total, la estrella de cinco puntas. Tambin se simboliza en la mano la diversificacin, a travs de los cinco dedos, del espacio inteligente o Brhama, cuya comprensin y realizacin armnica es representada en el nivel de consciencia del Brahmn. Un mudra es teraputico porque es sagrado, es decir que se convierte en un germen de resonancia de un campo superior, que permite transmitir al cuerpo la inteligencia del plan y la energa de los arquetipos. Los efectos de los mudras se refuerzan cuando se acompaan con el pensamiento como cuando se asume una actitud meditativa activa. Los pensamientos semilla, la respiracin y la visualizacin se asocian sinrgicamente al mudra incrementando significativamente su potencial teraputico. Los mudras representan la inscripcin de los movimientos evolutivos de la vida en el cuerpo. Son arquetipos vivos de las escrituras sagradas

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Antes de emprender la prctica de los principales mudras es conveniente realizar algunos ejercicios de sensibilizacin que permitirn sentir la energa a travs de las manos. Bastar con realizar algunos de los ejercicios propuestos, insistiendo en aquellos que le permitan sentir con ms facilidad el flujo de la energa 1- Aplaudir vigorosamente. Sentir luego la energa creada por el efecto piezoelctrico producido por los cambios de presin sobre la estructura cristalina de las macromolculas- efecto piezoelctrico. 2- Sienta la energa entre las manos. 3- Aunque con el pulgar de la mano derecho en direccin de un punto de la palma izquierda, sin entrar en contacto 4- Con la mano extendida concntrese en el flujo de energa que sale a travs de los dedos. 5- Concntrese en el flujo de energa de cada uno de los dedos. 6- Una sucesivamente el pulgar a cada uno de los otros dedos y sienta el flujo de energa en cada dipolo as formado. 7- Evoque un sentimiento que le produzca una gran armona y sienta el flujo de energa entre el pulgar y el ndice 8- Evoque un sentimiento que el produzca malestar o tristeza y sienta de nuevo el flujo de energa entre estos dos dedos. Compare la diferencia. 9- Aproxime los pulpejos de los dedos sin tocarlos. Sienta el flujo de energa entre ellos. 10- Asuma una actitud y una postura de oracin. Registre la armona y el recogimiento interior. 11- Asuma una actitud defensiva o de huda acorazando su cuerpo con sus manos cruzadas delante del pecho. Sienta el efecto en todo suq cuerpo. 12- Imagnese que abraza y se siente abrazado con amor. Asuma la postura correspondiente y experimente la sensacin con todo su cuerpo. 13- Utilice su mano izquierda como una antena receptora. Coloque su mano izquierda sobre el pecho. Busque una posicin de la mano izquierda en la que experimente el flujo de energa a travs de la mano derecha. Experimente la sensacin de plenitud. 14- Coloque sus manos cerca del cuerpo y experimentando un sentimiento de amor por esa parte sagrada de usted mismo que es su cuerpo, recorra lentamente como si acariciara ese cuerpo sin tocarlo. Experimente la sensacin. 15- Imagine ahora que tiene entre sus manos la mano de una persona que necesita ayuda. Sienta el flujo de energa y dirjalo mentalmente hacia donde ella se encuentre. Antes de realizar un mudra, cree un espacio interior apropiado eliminando la carga negativa a travs de tres respiraciones forzadas. Sea consciente luego de experimentar una respiracin profunda, pausada y rtmica, que permite asimilar mejor las energas del mudra.

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Despus de dedicar unos segundos a equilibrar su respiracin dirija su atencin al entrecejo. Como si lo hiciera interiormente desde el entrecejo: Observe interiormente la postura de su cuerpo Observe la posicin de sus manos Sienta los puntos de contacto entre los dedos Intensifique ligeramente la presin de contacto en cada inspiracin y relaje suavemente en cada espiracin. El efecto de esta variante es tonificante Puede tambin desarrollar la variante opuesta de disminuir la presin de contacto en la inspiracin e incrementarla en la espiracin, lo cual tendr un efecto relajante..

Las visualizaciones y afirmaciones refuerzan el efecto de los mudras La visualizacin facilita el que las ideas y los pensamientos adquieran la energa y el colorido necesario para crear un impacto sobre el vehculo etrico y, por su intermedio, en los sistemas de conduccin de seales del cuerpo fsico. Las visualizaciones se deben referir en lo posible al significado profundo del mudra. En el caso del empleo del mudra con fines teraputicos especficos, esta visualizacin ha de dirigirse a tal objetivo, incluyendo en lo posible el circuito energtico- p.ej. chakras, nadis o meridianos.- involucrados en el proceso. La visualizacin de los colores en relacin con sus propiedades teraputicas y los chakras pueden aportar un valor agregado a los mudras. Igual ocurre con la msica , los aromas, las esencias florales y otras medicinas vibracionales.

Las afirmaciones son ms efectivas si se pronuncian mentalmente en el momento de la pausa inspiratoria por tres veces inmediatamente antes y despus del ejercicio del mudra. Idealmente se repiten inmediatamente antes de dormir, pues su impacto ser ms profundo debido q que involucra territorios inconscientes, a los que difcilmente accedemos en el estado de consciencia ordinario de vigilia. Una negacin puede tambin contribuir a la autoafirmacin y tiene valor teraputico a pesar de las creencias en el sentido contrario. Es conveniente pronunciar mentalmente las negaciones en la pausa espiratoria.

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Algunos mudras de efecto global para empezar La activacin del polo rtmico. Con los dedos entrecruzados, gire las palmas hacia afuera y vaya estirando los brazos. Experimente el efecto sobre la columna y todo el cuerpo que generalmente se acompaa de una inspiracin profunda y el reflejo del bostezo. Esto desbloquea el diafragma, mejora la respiracin y activa el polo rtmico, fsicamente representado en la dinmica cardio-pulmonar. En una segunda fase se llevan las manos as entrecruzadas y dirigidas hacia el exterior hacia arriba por encima de la cabeza, lo que tiene el efecto de unir el pol rtmico y el neurosensorial- o el cuarto y el sptimo chakras El desbloqueo del oprculo torcico y el anillo gltico. Comprima entre el pulgar y el ndice de una mano las membranas interdigitales de la otra mano. Masajee y estire hacia adelante. En la reflexoterapia esta zona representa la unin cervico-dorsal y la barrera clavicular, donde se dan los ms frecuentes bloqueos energticos, que pueden deberse tanto a problemas de postura como a tensiones psquicas. Desde la bioenergtica estos bloqueos impiden la conexin entre los tres primeros anillos- ocular , oral y ceflico- y el anillo torcico que rige el polo rtmico. En la prctica es pues un bloqueo entre el polo neurosensorial, ceflico, y el polo rtmico, torcico. Mudras para la Activacin de la formacin reticular y la circulacin del prana 1. Mudra Suprarrrenal. Colocar ambas manos sobre la zona de la srarrenal a ambos lados de la parte superior de la columna vertebral. 2. Mudra del tallo cerebral Cruce ambas manos entre la parte superior del cuello y la regin occipital. Realice un movimiento de extensin mientras las manos ejercen una presin igual y opuesta a este movimiento. 1- Sirve para tonificar la energa ancestral y es complementario del mudra en el que se colocan las manos detrs de la cintura para estimular la Suprarrenal. 2Tiene un efecto tonificante al desbloquear la circulacin de la energa entre la medula y el cuarto ventrculo donde se encuentran los principales ncleos reguladores de las funciones neurovegetativas bsicas. Cuando se asocia este mudra la siguiente tendremos un estmulo de ascenso del prana- los aires vitales- entre el cuarto y el tercer ventrculo, a travs del acueducto de Silvio. Por su efecto sobre la sustancia gris periacueductal estos mudras son interesantes en la modulacin del sistema de opiceos subyacentes. 3. Mudra de bombeo energtico central. Con el paciente en decbito dorsal se colocan las dos manos sobre la zona sub-occcipital, ejerciendo una presin suave y ascendente hacia la regin del cuarto ventrculo, como bombeando la energa entre ste y el acueducto de Silvio. Grfica. Tiene un poderoso efecto sobre ese prana sutil que acompaa la circulacin central del lquido cefalo-raqudeo y que es en buena parte responsable de la activacin cortical.. GRAFICA 40

4. Mudra auricular de la formacin reticular. Es Otro mudra de utilidad para la tonificacin de la energa ancestral. Consiste en la colocacin del pulgar de ambas manos sobre los dos conductos auditivos, dirigiendo la zona ventral hacia la regin tragal interna. El dedo meique y anular se colocan simultneamente sobre la zona del trago externo. Se ejerce una suave presin entre estos dedos y el pulgar durante la espiracin, visualizando la energa en ascenso desde la formacin reticular hacia el cerebro. GRFICA. Tenemos aqu una triple asociacin que nos permite comprender el efecto del mudra: El pulgar el meique y el anular constituyen juntos el mudra de la dosha Kapha que regula la energa ancestral y el polo inferior que corresponde tambin a la suprarrenal. El pabelln auricular es la somatotopa ceflica de mayor correspondencia con el tallo cerebral y la formacin reticular El rea tragal es el punto reflejo de la formacin reticular. El estmulo de la formacin reticular favorece el aumento del tono cortical y con ello estimula la atencin y la memoria, lo cual es reforzado si simultneamente se hace contacto con el ndice y el medio a nivel de la zona temporal, donde tenemos la representacin del hipocampo, estructura bsica en el pasaje de la memoria de corto trmino a la de largo trmino. La percusin y su efecto regulador global. La percusin tiene un efecto liberador de la energa desde las zonas donde se ha atascado a nivel del sustrato portador denso, la materia. Acta sobre las estructuras profundas como el sistema seo en funcin de su intensidad. El efecto piezoelctrico que desencadena, adems del el sonido y el ritmo son estmulos que pueden aportar un valor agregado a la percusin, especialmente a nivel del