Fides Et Ratio

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Carta Encíclica FIDES ET RATIO del Sumo Pontífice Juan Pablo II (BEATO) sobre las relaciones entre FE Y RAZÓN

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Análisis de algunos capítulos del Documento

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Carta EncclicaFIDES ET RATIOdel Sumo PontficeJuan Pablo II (BEATO)sobre las relaciones entreFE Y RAZN

CAP VINTERVENCIONES DEL MAGISTERIO EN CUESTIONES FILOSOFICASEl discernimiento del Magisterio como diacona de la verdadToda ciencia, incluida la filosofa y la teologa deben proceder segn sus mtodos y sus reglas para poder estar orientadas hacia la verdad. La filosofa est por naturaleza orientada a la verdad y cuenta en s misma con los medios para alcanzarla. Mientras sea consciente de este constitutivo propio de poder alcanzar la verdad mediante la razn, se abre tambin a las exigencias y evidencias propias de las verdades reveladas.El Magisterio por lo tanto debe tener un discernimiento crtico en relacin a las afirmaciones filosficas con respecto a la doctrina cristiana, viendo cual es y cual no es compatible con la verdad revelada.Este discernimiento no es solo algo de carcter negativo, sino que estimula, promueve y anima el pensamiento filosfico. Es importante sealar que la verdad, es una, y en la historia de la filosofa precisamente se han dado grandes errores por pretender abarcar toda la verdad y dar una explicacin de todo. Por eso hay una gran dificultad en el discernimiento crtico a la luz de la fe. Discernir en las propuestas filosficas concretas, lo que desde la fe ofrecen como vlido y fecundo, y por otro lado lo que presentan con errneo y peligroso.El Magisterio al ofrecer su diacona de la verdad ha intervenido a lo largo de la historia. Ms recientemente a mediados del siglo XX, algunos catlicos en contraposicin al pensamiento moderno con tinte ateo y racionalista forjaron una filosofa propia. El Magisterio vigil e incluso censur algunas exageraciones como el fidesmo, el tradicionalismo radical, el mismo racionalismo, el ontologismo. Resultado de esto fue el Decreto Dei Filius (Vaticano I) que defini solemnemente la relacin entre razn y fe. El Magisterio no se ha ocupado tanto de filosofas concretas, sino ms bien de la inteligencia de la fe, cuyo instrumento es la filosofa. El Concilio recalc la exigencia fundamental de la cognocibilidad de la existencia de Dios. Sin embargo muestra una distincin entre los misterios de la fe con los hallazgos cientficos, pero en contraposicin con la filosofa fidesta se recalca la unidad de la verdad y el aporte positivo de la razn en el conocimiento de la fe por el influjo mismo del Espritu Santo que da el don de la fe e infunde en el alma humana la luz de la razn, no hay contraposicin en Dios.Pio X se tuvo que enfrentar con la filosofa modernista y el marxismo ateo, Pio XII con las interpretaciones errneas acerca de la evolucin, pero siempre dando pautas para que se examine en esos falsos sistemas la parte donde se esconde algo de verdad, no rechazarlos sino examinarlos. Dan a la vez un estmulo para las investigaciones filosfico-teolgicas.La Congregacin para la Doctrina de la Fe ha tenido que declararse en varios casos, por ejemplo con respecto a la teologa de la liberacin.En la situacin actual, vemos que son los mismos problemas, pero con nuevas particularidades, tanto en el mbito filosfico como en el teolgico. Para no dejarse llevar por las corrientes imperantes en el da de hoy, hace falta una buena base racional. En el extremo del fidesmo actualmente con otra cara, la del biblicismo, poniendo a la exgesis como nica referencia de la verdad. A esto respondi el Concilio Vaticano II con su constitucin Dei Verbum, al aclarar la riqueza de la Revelacin contando con la Tradicin de la Iglesia y la Escritura conjuntamente, y el Magisterio como su intrprete calificado, sin infravalorar sino ms bien impulsar la exgesis bblica con sus distintos mtodos hermenuticos.No hay como olvidarnos de la gran tradicin filosfica y la terminologa teolgica tradicional. Hoy en da se nota una gran desconfianza por las afirmaciones globales y absolutas, dado que prima el consenso como criterio de verdad. No hay que perder la pasin por hallar la verdad ltima, la fe mueve a ello, por lo tanto se convierte en abogada convencida y convincente da la razn.El inters de la Iglesia por la filosofaEl Magisterio no se ha limitado a descubrir los errores filosficos, sino que reafirma tambin los principios fundamentales para una renovacin del pensamiento filosfico. El papa Len XIII en su encclica Aeterni Patris muestra como el pensamiento filosfico es una aportacin importante para la fe y la teologa. Le da un realce al pensamiento de Santo Toms como modelo de filosofa conforme a las exigencias de la fe, distinguiendo la razn y la fe conservando sus derechos. Esta decisin pontificia dio grandes frutos, pues se abrieron los campos de las riquezas del pensamiento medieval por lo que se experimentaron grandes avances en ambos campos, logrando excelentes sntesis.El Concilio Vaticano II en la constitucin Gaudium et Spes, con una gran tradicin filosfica logra una gran antropologa sobre todo en el mbito de la dignidad de la persona, Realmente el misterio del hombre solo se esclarece a la luz del misterio del Verbo encarnado. Tambin se encarg en Optatam Totius sobre la formacin filosfico-teolgica de los candidatos al sacerdocio basados en un patrimonio filosfico vlido para siempre abierto a la investigacin. Sin embargo no pocos telogos tienen poca estima por la filosofa tomista, varios son los motivos: desconfianza en la razn, abandono de la metafsica y el equvoco que hay entre la relacin de la filosofa tomista con las ciencias humanas.No se puede olvidar tambin la inculturacin de la fe, una buena filosofa, sacar a la luz lo bueno de la sabidura popular, para ayudar a la Evangelizacin.De todos modos la Iglesia sabe que los tesoros de la sabidura y la ciencia estn ocultos en Cristo (Col 2, 3); por esto interviene animando la reflexin filosfica, para que no se cierre al camino que conduce al reconocimiento del misterio.

CAP VIINTERACCION ENTRE TEOLOGIA Y FILOSOFALa ciencia de la fe y las exigencias de la razn filosficaTodo hombre es naturalmente filsofo. Al hacer teologa en cuanto a la inteligencia de la fe no puede no relacionarse con la filosofa. La teologa se organiza segn un doble principio metodolgico: el auditus fidei que asume los contenidos de la Revelacin tal y como han sido explicitados en toda su extensin. Aqu la filosofa aporta una estructuracin del conocimiento y comunicacin personal (lenguaje), como tambin ofrece una herramienta para comprender la Tradicin eclesial pronunciados en terminologa filosfica, conociendo a la vez a fondo los sistemas filosficos que han influido en estas terminologas para que puedan ser interpretadas correctamente; el segundo es el intellectus fidei, con este la teologa quiere responder a los problemas propios del pensamiento mediante la reflexin especulativa. Hay que tener en cuenta que la Verdad divina es inteligible, el intellectus fidei expone esta verdad mediante estructuras lgicas y conceptuales, mostrando as los misterios de la salvacin, no agotndolos, dejando as cabida para el asentimiento del misterio por parte de la fe.En la teologa dogmtica al argumentar y narrar los misterios de la fe comunicables universalmente, sin la filosofa no se podran explicar muchos de estos contenidos teolgicos. La teologa especulativa por tanto presupone una filosofa del hombre y el mundo fundada en la verdad objetiva. La teologa fundamental por su carcter de querer dar razn de la fe, debe encargarse de explicitar la relacin entre fe y filosofa. El conocimiento de las verdades naturalmente cognoscibles constituye un presupuesto necesario para acoger la revelacin de Dios. La Revelacin lo que hace es que le da pleno sentido a estas verdades de la razn, orientndolas hacia su fin ltimo. La razn es una va propedutica de la fe sin perder sus principios y autonoma. La fe se funda en la razn, y la razn se fortalece en la fe. La teologa moral muestra los preceptos evanglicos como principios generales de conducta cristiana. Para aplicarlos en la vida, el cristiano debe ser capaz de emplear su conciencia, razonando fundndose la tica.Muchos objetan que la teologa ahora debera orientarse a sabiduras tradicionales ms que a la griega eurocntrica, otros niegan sin ms el carcter universal de la filosofa acogida en la Iglesia. La referencia a la ciencia es til, ms no excluye a la filosofa, pues no debe limitarse al caso individual y concreto olvidndose el carcter universal de la fe. La filosofa nos permite ver no lo que dicen los hombres, sino cul es la verdad objetiva. Solo la verdad y no las opiniones pueden ayudar a la teologa. La salvacin fue universal, por tanto mand a sus discpulos a todo el mundo a predicar el evangelio destruyendo toda barrera. Cada hombre est inmerso en una cultura, y lleva consigo algo que lo diferencia del resto de la creacin: su apertura constante al misterio y su deseo de conocer, una tensin hacia la plenitud, tiende a acoger una revelacin divina. La forma de vivir la fe de los cristianos est impregnada por la cultura circundante, aportando a la vez en su ambiente la verdad inmutable de Dios. El evangelio no es contrario a una u otra cultura, ms bien entra en contacto con ella, la purifica y la lleva a la verdad plena, un ejemplo de esto es la India.(#72) El papa nos invita a la vez a prestar a la vez atencin al itinerario de los maestros de la teologa, desde los Padres de la Iglesia hasta los grandes telogos de nuestro tiempo.Diferentes estados de la filosofaHay varias posiciones de parte de la filosofa con respecto a la teologa: una filosofa totalmente independiente de la verdad revelada antes de Cristo con la luz de la sola razn pero abierto a lo sobrenatural, la gracia no destruye la naturaleza, sino que la perfecciona, perfecciona el libre arbitrio de acoger el dato revelado. La filosofa moderna, separada, no entra en este mbito pues solo reivindica errneamente la autonoma ilegtima del pensamiento. Una segunda posicin es la filosofa cristiana, que no es una filosofa oficial de la Iglesia, pues la fe no es una filosofa, son todos los aportes filosficos que no se hubieran dado sin la revelacin cristiana. Entre los elementos objetivos de la filosofa cristiana est el hecho de explorar la Sagrada Escritura, al hacerlo no quiere decir que se hace teologa, pues no buscan ilustrar la verdad de la fe. Otra posicin filosfica importante es cuando cuando la teologa misma recurre a la filosofa, pues la necesita como interlocutora para verificar la inteligilibilidad de la verdad universal de sus aserciones. Por su aportacin a la teologa se la llam ancilla theologiae, no como sumisin servil sino por su correlacin, con riesgos de ambas partes si renunciasen una a la otra. La posicin de la filosofa de la Revelacin, est bajo la autoridad del Magisterio.El filsofo debe proceder segn sus reglas y principios (la verdad), y la Revelacin no debe menospreciar a la razn mientras no se presente como valor absoluto. La verdad Revelada as es un punto de referencia y confrontacin entre filosofa y teologa. Sin asentimiento no hay fe, porque sin asentimiento no se puede creer nada.CAP VIIEXIGENCIAS Y COMETIDOS ACTUALESExigencias irrenunciables de la palabra de DiosLa Sagrada Escritura tiene elementos que permiten obtener una visin del hombre y del mundo de gran valor filosfico como por ejemplo: el hecho de que solo Dios es Absoluto, Creador de toda la realidad, tambin el hombre como imago Dei en su libertad e inmortalidad, el problema del mal moral, que no es deficiencia de la materia, sino una herida causada por el mal uso de la libertad. Nos plantea el problema del sentido de la existencia orientndolo hacia Cristo, Verbo encarnada, referencia y plenitud de la existencia humana, del mundo y de Dios.Uno de los elementos de la crisis actual, es la crisis del sentido. Se ha producido una fragmentariedad del saber, lo que hace difcil y a veces vana la bsqueda de un sentido, incluso alguno se preguntan si tiene sentido preguntarse por el sentido. Los diferentes modos de interpretar esta cuestin no hacen ms que hacer crecer la duda hasta caer en un escepticismo, indiferencia y nihilismo. Consecuencia de esto es el encerramiento en s mismo y la cerrazn a lo trascendente. Si la filosofa no buscara el sentido de la existencia, no estara buscando la verdad y tendra un papel meramente instrumental. En cambio si se orienta a la bsqueda del sentido ltimo de la vida ser fundamento y lmite de las ramas de la ciencia para la unificacin del saber y obrar humano (dimensin sapiencial). Una filosofa sapiencial tiene que ser un saber autntico y verdadero llegando al mismo objeto de conocimiento, esta es una segunda exigencia, llegar al conocimiento de la verdad objetiva no limitndose solo a los fenmenos. Aunque especialmente en el NT hay afirmaciones de alcance ontolgico, la teologa se dedica a comprenderlos y necesita la aportacin de una filosofa que no renuncie a una verdad objetiva siempre perfectible. Una tercera exigencia es que es necesaria una filosofa de alcance autnticamente metafsico, capaz de trascender los datos empricos para llegar a la Verdad. La realidad y la verdad trascienden lo fctico y emprico y el hombre puede conocer ms, aunque imperfecta y analgicamente. El gran reto de hoy es pasar del fenmeno al fundamento. La Revelacin no se hubiese podido llevar a cabo si el conocimiento humano estuviera limitado a la experiencia sensible, por lo cual la metafsica en una mediacin esencial para la teologa.Hoy en da hay ms inters en cmo se conoce y se expresa la realidad que en las posibilidades que tiene la razn para descubrir la esencia de las cosas. Esto es prueba de la falta de confianza de las capacidades de la razn. La fe presupone que la razn es capaz de manejar un lenguaje universal las realidades divinas y trascendentes. El fragmentamiento del saber impide la unidad interior del hombre contemporneo, para evitar esto se tiene que tener en cuenta la tradicin filosfica para una forma correcta de conocimiento, una necesidad de una estrecha relacin de continuidad de la reflexin filosfica contempornea con la Tradicin eclesial, evita muchos errores como por ejemplo: eclecticismo que adopta ideas de varios filsofos sin fijarse en la conexin y sistemas de los mismos ni con su contexto histrico, as no se diferencia entre la verdad y el error de dichos sistemas, es un error de mtodo; historicismo que consiste en establecer una filosofa sobre la base de su adecuacin a un determinado perodo y objetivo histrico, lo que era verdad en una poca puede ya no serlo ahora. El la teologa este error se muestra como modernismo actualizando la temtica teolgica descuidando la tradicin; cientificismo no admite vlidas otras formas de conocimiento que no sean las de las ciencias positivas, todo lo dems es irracional e imaginario, as lo tcnicamente viable es moralmente admisible; pragmatismo que al tomar decisiones excluye las valoraciones basadas en principios ticos. Esto incide en la democracia, que lleva la verdad al consenso; nihilismo que rechaza todo fundamento a la vez que niega toda verdad objetiva llevando al hombre a una destructiva voluntad de poder, desesperacin y soledad.Cometidos actuales de la teologaEl Concilio Vaticano II habla mucho de evangelizar en un lenguaje actual, el mismo evangelio pero segn las exigencias de nuestro tiempo, sin satisfacerse en cuanto a la teologa, con fases intermediarias, hay que mirar a la verdad ltima y nica, lo cual no es una intolerancia sino la condicin para el dilogo. Los objetivos de la teologa son estos: presentar la inteligencia de la Revelacin y el contenido de la fe en los textos escritursticos y en la Tradicin viva, preguntarse cul es la verdad genuina que los textos quieren ofrecer. La verdad de los evangelios supera los lmites del tiempo y la cultura, se conoce en la historia pero la supera; la comprensin de la verdad revelada que no son solo reglas de comportamiento, sino que son verdades que se entienden y perduran en una filosofa del ser que llega hasta el Absoluto. Ahora hay una crisis en torno a la verdad, se ocupan de forjar una conciencia del aqu y el ahora, y no en fijar la conciencia para discernir el bien y el mal y actuar en consecuencia. Esta verdad en el campo moral se resuelve precisamente en la teologa moral basada en la palabra de Dios recurriendo a la tica filosfica que implica a la vez otras ramas de la filosofa, todo esto conlleva a un bien ntegro del individuo y de la sociedad, mediante el convencimiento de que el hombre puede llegar a conocer el bien de una situacin. La labor teolgica de la Iglesia est ante todo al servicio del anuncio de la fe y de la catequesis, pues se debe exponer la doctrina cristiana con argumentos convincentes para que la voluntad asienta con ayuda de la fe, no es un conjunto de verdades conceptuales sino el misterio del Dios vivo.Las palabras con las que concluye este captulo me parecen un resumen casi de todos estos captulos, por lo que la voy a transcribir a pesar de que ya me pase en cuanto a la extensin:La reflexin filosfica puede contribuir mucho a clarificar la relacin entre verdad y vida, entre acontecimiento y verdad doctrinal y, sobre todo, la relacin entre verdad trascendente y lenguaje humanamente inteligible. La reciprocidad que hay entre las materias teolgicas y los objetivos alcanzados por las diferentes corrientes filosficas puede manifestar, pues, una fecundidad concreta de cara a la comunicacin de la fe y su comprensin mas profunda.