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BREVE HISTORIA DE BAJA CALIFORNIA SURAutores: Ignacio del Ro y Mara Eugenia Altable FernndezEditorial: Fondo de la cultura Econmica.

I. Hacia el fin de un largo, largo aislamiento.

La pennsula de CaliforniaCasi una Isla

La pennsula est rodeada por las aguas del Ocano Pacifico, que por mucho tiempo fue conocido ms bien como Mar del Sur, y las del Golfo de California, llamado antiguamente Mar de Corts y Mar Bermejo.(pg. 15 y 17)

California rida

La provincia surcaliforniense cubre un amplio territorio que se extiende desde el paralelo 30 grados, latitud norte, hasta la baha de La Paz, por el lado del golfo, y el pueblo de Todos Santos, por el del Pacfico. La provincia sanluquense comprende la parte meridional de la pennsula. Se yergue en esta regin un macizo montaoso cuyos picos ms altos alcanzan los 2000 metros sobre el nivel del mar. (pg. 19)

Los antiguos californios y el medio peninsularCazadores recolectores

Antes de que lograra domesticar plantas y animales y pudiera aplicarse as a la agricultura y el pastoreo, el hombre hubo de mantenerse inexorablemente de la caza, actividad que comprende la pesca, y de la recoleccin de productos de origen vegetal o animal. Si en su vida ancestral todas las sociedades humanas fueron cazadoras recolectoras, slo algunas de ellas ganaderas. Bien sabemos que las sociedades que se iniciaron en la prctica de la agricultura devinieron sedentarias y, con ello, quedaron en posibilidad de orientar por nuevos cauces su desarrollo cultural.(pg. 20)

No se ha logrado establecer con precisin cuando fue que los primeros grupos humanos llegaron a la pennsula de California. De lo que se puede estar seguro es de que en ciertas partes del norte peninsular, como es el sitio conocido como laguna de Chapala, haba presencia humana unos 15 milenios antes de nuestra era. Es probable que el poblamiento del centro y el sur de la pennsula hayan sido ms recientes.Hace unos 50 aos, Paul Kirchhoff plante la hiptesis de que el poblamiento de la pennsula se efectu mediante sucesivas oleadas de inmigrantes, lo que fue obligando a los grupos de avanzada a desplazarse continuamente hacia el sur hasta quedar encajonados.Se ha calculado que la poblacin aborigen peninsular comprenda, haca la poca del contacto hispano- indgena, entre 40,000 y 50,000 individuos. Esa poblacin se diseminaba en toda la pennsula, inclusive en zonas tan escasas de recursos de mantenimiento como el Desierto de Vizcano; pero es seguro que las densidades de poblacin variaban segn las condiciones locales del medio natural. La densidad media de poblacin en la pennsula era de aproximadamente 3 habitantes por kilmetro cuadrado. Sherburne F. Cook, estudioso de la demografa peninsular, llego a la conclusin de que la poblacin aborigen se hallaba estabilizada en cuanto a su nmero y que las generaciones se reemplazaban unas a otras sin que hubiera crecimiento demogrfico natural.(pg. 21)Prcticas econmicas y organizacin social

Los antiguos californios eran cazadores recolectores; esa era su condicin cuando llegaron a la pennsula y as permanecieron cuando empezaron a tener contacto con gente de origen europeo. Como todas las sociedades de cazadores recolectores, las de la pennsula estaban obligadas a movilizarse continuamente en el espacio en busca de sus mantenimientos. Es posible que la abundancia de recursos alimenticios en algn sitio bien localizado haya contribuido a fijar en alguna medida y siempre de manera precaria a la poblacin aborigen, lo que puede haber pasado en los lugares en que localizan los sitios arqueolgicos llamados concheros (grandes acumulaciones de conchas que indician un prolongado y continuo consumo de moluscos).(pg. 22 y 23)

Los californios estaban organizados en bandas o, como se les llamaba antiguamente, rancheras. Estas unidades sociales bsicas, propias de los cazadores recolectores, no pasaban por lo general de los 250 individuos.La extensin de los territorios seguramente variaba, segn los recursos alimenticios que se pudieran obtener en ellos y el tamao de la banda.(pg. 23)

Las uniones conyugales se daban por lo general entre miembros de la misma banda, pero en la ocasin de ciertas celebraciones en las que participaban bandas vecinas, se acostumbraba hacer intercambios de mujeres, lo cual debe haber sido benfico para la renovacin gentica. (pg. 23 y 25)

Cierta poligamia, seguramente bien regulada, parece haber sido caracterstica de los grupos de habitaban el extremo sur peninsular. La dependencia de los hijos respecto de los padres generalmente se extingua cuando los menores empezaban a hacerse capaces de obtener por s mismos sus alimentos.(pg. 25)

Los hombres andaban desnudos, mientras que las mujeres solan cubrirse de la cintura para abajo con una especie de faldelln hecho de trozos de carrizo o con pieles de animales; unos y otros se embijaban rostro y cuerpo y se adornaban con pulseras y collarcillos. No fabricaban habitaciones, pues dorman a la intemperie o en cavernas. Algunos grupos llegaban a hacer unas sencillas ramadas, al parecer con fines litrgicos.NOTA: AQU SE OBSERVAN LOS PRIMEROS INDICIOS DE ARQUITECTURA.(pg. 25)

La diversificacin lingstica

Cabe formular la hiptesis de que a la pennsula llegaron varios conjuntos de pobladores de distinta filiacin lingstica; los misioneros jesuitas, identificaron tres lenguas que se hablaban de manera extensiva: la peric, propia de los grupos de la parte meridional; la guaycura, hablada desde la regin de La Paz hasta la de Loreto, y la cochim, extendida en el resto de la pennsula.(pg. 26)

Hombres extraos al acechoMar del sur adentro

Una embarcacin que era propiedad de Corts y cuya tripulacin se haba amotinado acaudillada por un sujeto llamado Fortn Jimnez, en 1533 se hizo el descubrimiento de unas tierras que parecan bastante extensas y se hallaban muy adentro del ocano. Supuso la gente de Jimnez que se trataba de una gran Isla, probablemente rica, pues se reconocieron en sus costas algunos placeres de ostras perleras. Pocos aos despus, esa isla empez a ser llamada California, nombre tomado de una novela de la Caballeras, Las sergas de esplendan, que circulaba en la poca.(pg. 27)

Enterado del descubrimiento que haban hecho los amotinados de 1533, Corts decidi pasar l mismo a la isla de las perlas para establecer ah una colonia. En tal nimo, en 1535 condujo una expedicin que el 3 de mayo logr desembarcar en una baha bien proporcionada, a la que, por el santoral del da, Corts dio el nombre de Baha de Santa Cruz (hoy baha de La Paz).(pg. 27)

Rutas comerciales y viajes de demarcacin

En 1539, Francisco de Ulloa, uno de los capitanes de Corts, naveg por el golfo y recorri luego el litoral exterior de California, quiz hasta la altura de la Isla de Cedros. Poco ms tarde, en 1542 y 1543, una flota comandada por Juan Rodrguez Cabrillo prosigui el reconocimiento del litoral exterior y alcanz a sobrepasar la altura de San Francisco.(pg. 28)

El antecedente de dos nuevas expediciones espaolas a California, conducidas ambas por Sebastin Vizcano. La primera se efectu el ao de 1596 y tuvo por objetivo poblar nuevamente en la Baha de Santa Cruz, a la que Vizcano rebautiz con el nombre de La Paz. Como el de Hernn Corts, este intento de colonizacin fracas por las dificultades para abastecer la colonia y por la falta de incentivos que experimentaron los colonos, a los que se les prohibi aplicarse a la pesca de perlas. (pg. 29)

Visitantes fugaces

Una expedicin que debe considerarse en forma particular es la que encabez el almirante Isidro de Atondo y Antilln. A diferencia de las que se haban orientado a la pesca de perlas, est de Atondo respondi a una iniciativa oficial y fue totalmente subsidiada por el real erario. El cometido que se le fij fue el de poblar en alguna parte de California, para lo cual se haca necesario que los expedicionarios se aplicaran desde luego a hacer cultivos agrcolas. Por cuanto que, al poblar, se entrara en contacto permanente con los nativos, se incorpor a la expedicin a los padres jesuitas Eusebio Francisco Kino, Matas Goi y Juan Bautista Copart, que obraran como misioneros.(pg.30)

Financiada en un principio con cierta largueza, la expedicin de Atondo permaneci en California de principios de 1683 a mediados de 1685. El primer asentamiento se hizo en la Baha de La Paz y recibi el nombre de Nuestra Seora de Guadalupe.(pg. 30)

California como un objetivo de los misioneros jesuitas

Los primeros religiosos que tomaron parte en estas expediciones a pertenecan a la orden de San Francisco: se sabe de la presencia de frailes franciscanos en las expediciones de Hernn Corts, Francisco de Ulloa, en la primera de Sebastin Vizcano y en varias de las que se hicieron durante el siglo XVII para explorar las zonas costeras del golfo y aplicarse a la pesca de perlas.Los franciscanos, particularmente los de provincia de Santiago de Jalisco, llegaron a sostener que nadie tena tanto derecho como ellos para, llegado el momento, ejercer en California el ministerio apostlico. (pg. 31)

Los jesuitas haban empezado a fundar misiones y a cumplir tareas de evangelizacin en el noroeste novohispano. La rpida y exitosa expansin misional de los jesuitas en esta parte de la Nueva Espaa coloc a estos religiosos en una posicin ventajosa para reclamar que se les diera prioridad en las incursiones a California.Segn se sabe el primer jesuita que viajo a California fue el padre Roque de Vega, quien en 1636 particip en una expedicin dirigida por un capitn llamado Francisco de Ortega. Otros dos jesuitas, Jacinto Corts y Andrs Bez, pasaron luego a California, el primero sumado a las expediciones de Luis Cestn de Caas (1642) y de Pedro Porter Cassanate (1648), y el segundo nada ms a esta ltima. Ya hemos dicho que algunos aos despus, los padres jesuitas Eusebio Kino, Matas Goi y Juan Bautista Copart asistieron a la expedicin de Isidro de Atondo y Antilln.(pg. 31)

A fines de 1691 tuvo la oportunidad Kino tuvo la oportunidad de encontrarse con otro sacerdote jesuita, el padre Juan Mara de Salvatierra, quien tambin se entusiasm con la idea de ir a evangelizar en California.(pg. 32)

Loreto, 1697: el arraigo de los forasterosAutorizacin y preparativos para una nueva entrada

En la real provisin que el 6 de febrero de 1697 expidi para ese efecto aclar el virrey que daba permiso a los padres Kino y Salvatierra para que pasaran a California a evangelizar a los nativos, con la advertencia de que todos los gastos correran por cuenta de los interesados sin que fincara compromiso financiero alguno para el real erario.(pg. 33)

El padre Salvatierra, auxiliado por otro sacerdote jesuita llamado Juan de Ugarte, haba estado visitando a personas pudientes a fin de pedirles ayuda econmica para cubrir los gastos de la expedicin.(pg. 33)

Haca el mes de octubre todo estuvo listo para emprender la travesa hacia California, pero sucedi que en el ltimo momento Salvatierra recibi el aviso de que el padre Kino no lo podra acompaar. Salvatierra se embarc en la galeota con un corto grupo de acompaantes laicos. El da 12 de octubre de 1697, aquella gente tom posesin de vista de las tierras peninsulares.La pretensin de los expedicionarios era repoblar el real de San Bruno, donde esperaban encontrar algunas construcciones de tiempos de las expedicin de Atondo; pero, aunque localizaron sin grandes dificultades el paraje en que haba estado el real, solo encontraron ah un pedazo de muro y algunos montones de piedras. Vieron adems que el sitio estaba bastante alejado de la playa y que el agua de los manantiales cercanos era salobre.As las cosas, decidieron buscar un lugar que ofreciera mejores condiciones para el poblamiento. Lo encontraron poco ms al sur, en la Ensenada de San Dionisio (hoy Ensenada de Loreto), protegida por la Isla del Carmen. Ah, a corta distancia de la playa, los recin llegados levantaron su campamento, el que, desde su fundacin el da 26 de octubre de 1697, fue llamado real y misin de Nuestra Seora de Loreto. (pg.34)La primera fundacin jesuita en California

Nuestra Seora de Loreto, o simplemente Loreto, fue el primer puesto colonial espaol llamado a perdurar en tierras californianas. Se llam real, o sea, pueblo del rey, porque sus fundadores, los padres jesuitas, saban bien que su entrada en California estaba orientada a hacer nuevos cristianos, pero tambin a ganar tierras y vasallos para el monarca espaol.(pg. 34)

Las instalaciones del real y misin de Loreto fueron en un principio bastante rsticas, pues consistieron en tiendas de campaa, que, una vez levantadas, sirvieron para el alojamiento de la gente y el resguardo de las provisiones. Se haba desmontado para el caso un terreno llano, situado en una mesa, no lejos de la playa. NOTA: OTRO EJEMPLO DE COMO SE EMPEZARN A DAR LOS PRIMEROS ASENTAMIENTOS HUMANOS ALREDEDOR DE LA PENNSULA, Y COMO LA COLONIZACIN INFLUYO EN LA ARQUITECTURA.(pg.35)

Toda la gente que iba en la galeota ayud a desembarcar los pertrechos y provisiones. Cumplida esta tarea, la embarcacin emprendi el viaje de regreso a Sinaloa y solo quedaron en Loreto los que seran sus primeros pobladores: el padre Salvatierra, que era de origen italiano; Esteban Rodrguez Lorenzo, portugus; Luis Tortolero y Torres, y Bartolom de Figueroa, espaoles; Juan Caravana, oriundo de la isla de Malta; Nicols Mrquez, siciliano; Andrs Perulero, mulato nativo del Per, y tres indios, uno de la regin de Guadalajara y los otros dos de la provincia de Sonora. A este pequeo y abigarrado contingente se agregaran en los meses siguientes otros pobladores, entre ellos el padre Francisco Mara Pccolo, nombrado para sustituir al padre Kino.(pg. 35)

Otro personaje muy importante para la naciente misin californiana fue el padre Juan de Ugarte (anteriormente mencionado), quien se encargaba de conseguir nuevos recursos financieros en la ciudad de Mxico y de enviar a la pennsula los vveres y dems efectos que all se necesitaban. (pg. 36)

En Loreto se padecieron muchas carencias durante los primeros tiempos, pese a lo cual, lo lleg a presentarse la amenaza del despoblamiento.(pg. 36)

Los forasteros y los indios de la regin de Loreto

Las tensiones entre la gente llegada de fuera y la poblacin autctona seguiran producindose, segn iremos explicando; pero, pese a las dificultades iniciales, el pequeo grupo asentamiento de Loreto se mantuvo, creci, aunque modestamente, con el arribo de nuevos inmigrantes, y en poco tiempo logr consolidarse como un pequeo enclave colonial que obrara, a la vez, como una punta de lanza para la penetracin tierra adentro.(pg. 37)