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COLECCIÓN DE FICHAS

Apóstol de

Jesucristo

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Ficha para Jóvenes APÓSTOL DE JESUCRISTO 2

“Joven que lees estas líneas: si alguna vez recibes el llamado a algo grande y generoso, apróntate para la lucha y alégrate de antemano con la victoria. ¡No vaciles¡ Pelea valientemente por seguir el llamado de Cristo”

Padre Hurtado

MMOOTTIIVVAACCIIÓÓNN::

Es propio del ser humano detenerse mirar y admirar a personas que son especiales. Generalmente llaman la atención porque viven y actúan de manera consecuente. Ellas nos sirven de ejemplo, porque siendo como nosotros, nos hacen ver, que aquello que parece inalcanzable es posible. Alberto Hurtado, fue una de esas personas. Viril, valiente, fue capaz de vencer las adversidades y los dolores que se le presentaron a lo largo de la vida, con creatividad y entusiasmo para no dejarse abatir. Mirando el mundo que le tocó vivir, se insertó en él y desde ahí, buscó solución a los problemas. Jamás se paralizó. Muy por el contrario, las adversidades parecían ser un estímulo para toda su acción, pero siempre pensando ¿Qué haría Cristo en mi lugar? Él era la fuente y el motor de su quehacer. De Él brotaban las fuerzas necesarias. Con Él se hacía más liviana la carga.

Tú eres un chileno(a) que estás llamado a vivir la vida que te toca; en el mundo de hoy; estás llamado(a) a hacer cosas grandes. El Señor te espera, pero también sueña con que tú le respondas. “La Iglesia será lo que seamos nosotros” nos decía el Padre Hurtado. Ponte en marcha y antes de criticar lo que otros no hacen o podrían hacer mejor, mira a tu alrededor y responde ¿Qué haría Cristo en tu lugar hoy día? Los desafíos son difíciles, pero también estimulantes.

¡Atrévete a enfrentarlos! El material que te presentamos son fichas de trabajo, que te ayudarán a darle un rumbo interesante a tu vida, a darle sentido a tu accionar, a descubrir las semillas de bien que hay en ti y que es necesario que tú las hagas crecer. Sólo te pedimos abrirte a la posibilidad de ser un gran hombre/mujer del siglo XXI. Tener la voluntad y la osadía de cuestionarte. El Padre Hurtado podrá iluminar tu búsqueda. Los temas están agrupados en: 1.- ¿Quién soy?: Mis raíces – Soy hijo de Dios – Vivo en Chile. 2.- ¿Cuáles son mis sueños? Sueños v/s. Ilusiones. – Luces y sombras.


I.- ¿QUIÉN SOY?

OBJETIVOS:

Reconocer los hitos que marcan mi historia personal.

Mis raíces:

Consideraciones: Estoy inserto en una familia, la miro y descubro los regalos que de ella he recibido. He vivido junto a ellos por largos años. Tengo tanto en común con ellos, pero entre todos somos diferentes. A veces no parecemos hijos de los mismos padres. Sin embargo tengo los mismos antepasados; hay costumbres familiares, nuestra vida tiene momentos de humor, de amor, de peleas, tristezas y alegrías. Doy gracias por todo eso. Me detengo frente a las dificultades vividas en medio de ella. Analizo el por qué de esas dificultades. Veo si está en mí remediar los problemas. Ruego a Dios que me de sabiduría para buscar soluciones. Dibuja tu árbol genealógico. Parte desde el tronco que eres tú y vas completando.

Escribe con letra más grande aquellas personas que son más cercanas a ti, pensando las razones que te llevan a hacer esa diferencia.

Escribes las razones por las que te sientes más cercano(a) a cada una de ellas.


Escribe 3 fortalezas que te llaman la atención de estos episodios de la vida del

Padre Hurtado.

Descubre en tu historia personal, 3 pasajes de tu vida, que consideras relevantes y

los escribes.

Alberto Hurtado Cruchaga nace el 22 de enero de 1901 en Viña del Mar. Sus padres fueron don Miguel y doña Ana y tuvo también un hermano menor llamado Miguel. Vivió sus primeros años en el fundo Los Perales de Tapihue, cerca de Casablanca. Tuvo una infancia feliz hasta la muerte de su padre, a los 4 años de edad. Con su madre se trasladó a Santiago, donde vivió como allegado en casa de familiares, por la difícil situación económica en que quedó su madre. Estudió como becado en el Colegio San Ignacio. En su etapa escolar se le manifestó su vocación sacerdotal, sin embargo no pudo cumplir sus sueños. Tuvo que trabajar para mantener a su familia. Estudió Leyes en la Universidad Católica y solo al recibirse de abogado, pudo ingresar a la Compañía de Jesús para prepararse al sacerdocio.


Soy hijo de Dios:

Consideraciones: Tus padres quisieron que tú te bautizaras y con eso te transformaras en hijo de Dios, hermano de Cristo y miembro de la Iglesia. Ellos soñaron un futuro para ti. Firmes en su fe, se apoyan en Cristo Resucitado y Salvador de los hombres. Esperan que sea Él quien te ilumine en la vida y te de su fortaleza. Tienen presente el mandato de Jesús que nos pide: “ámense los unos a los otros como Yo los he amado… En esto conocerán que son mis discípulos” (S. Jn. 13,35). Reflexiona y escribe: de ese sueño, ¿cuáles son los aspectos que tú crees se han

mantenido en el tiempo? Y ¿cuáles de ellos se te hacen difíciles? Da tus razones.

Escribe el mandamiento nuevo que aparece en el Evangelio de Juan.

Destacas 5 beneficios que te traería si lo cumples. Luego anotas las dificultades que

se te presentan para cumplirlo.

Reflexionando Junto al Padre Hurtado:

“Hoy los tiempos son malos… llegarán a ser mejores, si cada uno de nosotros

cumple con su deber”

“La Iglesia será lo que seamos nosotros. Nuestra acción o inacción tiene un sentido social. La Iglesia ganará o perderá algo, según yo cumpla o no cumpla el papel que Cristo me ha señalado”

“Él cumplió su misión, pero quiere que yo cumpla la mía. Quiere servirse de mis pies para caminar, de mis manos para trabajar, de mis labios para bendecir, de mi ejemplo para entrar en otras almas”


Recuerda que el Padre Hurtado también enfrentó un sinnúmero de dificultades, pero puso su voluntad en manos de su Señor y salió adelante. Anímate tú.

Reflexiona y luego escribes los sueños que

tiene Dios contigo

Alberto Hurtado, fue un joven como tú. Un estudiante que sin ser de los mejores alumnos, se destacaba por vivir valores como el compañerismo, la honradez, la tolerancia, la justicia. La centralidad de Dios en su vida, era incuestionable. Todo lo fundamentaba en la Eucaristía y en la oración. De ahí sacaba sus fuerzas para la acción. Por eso fue capaz de hacer realidad a Cristo presente en cada persona con quien le tocaba encontrarse. Desde muy joven se detuvo a mirar a su alrededor y descubrir la indignidad de los que nada tienen. Su entusiasmo y amor por ellos contagió a otros que no quisieron quedarse de brazos cruzados. “Cumple tú la misión que te ha sido confiada, la que sólo tú puedes cumplir. Si no la realizas, quedará sin hacerse.”


Vivo en Chile.

Consideraciones: El hecho de nacer en este país, tan lleno de encantos, pero a la vez empapado de tantos problemas, me impulsa a dar gracias, pero también me hace enfrentar el gran desafío de hacerlo más justo, alegre y solidario. Puedo vivir en Chile de dos formas: mirando lo que quiero o me conviene ver, o abriendo los ojos a la realidad, de tal manera que no me deje indiferente frente a las dificultades de muchos chilenos como yo.

No puedo olvidar que esta sociedad está marcada por los avances tecnológicos y científicos y por problemas muy marcados como son: el racismo, la velocidad, la polución, el despertar de los pueblos más atrasados, el consumismo y otros. Ellos aparecen destacados hoy más que lo que fueron en otras épocas de la humanidad.

¿Qué hacer? ¿Cómo hacerlo? No puedo quedarme en el diagnóstico, en la denuncia. Lo que siente mi corazón frente a las desigualdades es lo que tiene que mover mi acción. Pero no puedes “sacar la foto y quedarte tranquilo. Es necesario intervenir esa foto”.

Los salmones nadan contra la corriente para colocar los huevos que darán vida a otros salmones. Sólo así podrá continuar la cadena vital.


“Cristo que orienta toda actividad humana, no se dejó arrastrar solo por la

acción. Él que tenía como nadie el deseo ardiente de la salud de sus hermanos, se recogía y oraba”

“La verdadera devoción no consiste solamente en buscar a Dios en el cielo o a Cristo en la Eucaristía, sino en verlo y servirlo en la persona de cada uno de nuestros hermanos”

“El bien no hace ruido, pero no por eso es menos real”

“La fidelidad a Dios si es verdadera, debe traducirse en justicia frente a los hermanos”


La comodidad no era lo que definía al Padre Hurtado. El diagnóstico era muy duro. La pobreza, la indignidad, la injusticia aparecían por todos lados. Era necesario “meterse en el barro”. Acercarse, palpar la realidad, buscar soluciones inmediatas y en el tiempo. “Dar de comer al hambriento, vestir al desnudo” era lo que el Señor Jesús nos pedía. Había que remover las conciencias de los chilenos. Escribe su polémico libro ¿Es Chile un país católico? Esto despertó la ira de muchos, que de inmediato lo descalificaron. Pero también encendió el fuego en otros corazones, que ya empezaban a admirar a este hombre santo, capaz de salir en las frías noches a recoger niños y ancianos. Con ellos trabajó codo a codo. Los jóvenes lo apasionaban pues eran llenos de idealismo y tenían un gran espíritu de lucha. A los obreros les ayudaba a organizarse en la ASICH (Asociación Sindical de Chile) y a los dirigentes los inspiraba con los escritos de la Revista Mensaje fundada por él. Lo cuestionaron como asesor de las Juventudes Católicos y él humildemente se alejó, manteniendo contacto personal con los jóvenes, pero no ya como dirigente nacional. Daba retiros y jornadas de formación en todos los ámbitos del quehacer nacional. Tenía una palabra de aliento para cada persona que necesitaba ayuda. Tenía tiempo para todos y para todo. ¿De dónde sacaba fuerzas? De Cristo. La oración y la Eucaristía diaria, movían su acción. Para él, “Cristo es camino que andar, verdad que creer, vida que vivir”.


Hay muchas instituciones y/o agrupaciones que sienten la necesidad de paliar el dolor de los más pobres. Haz un listado de ellas.

¿Cuál crees tú que es el valor del voluntariado? Da tus razones.

¿Qué haría Cristo en mi lugar?

Frente a mi familia, a mis amigos(as), a mi pareja, con los más necesitados. Escribe 3 ejemplos para cada uno.


“Todos los grandes apóstoles (enviados) han sido grandes optimistas, que a

pesar de conocer la naturaleza humana, han esperado de ella. El primero en actuar así fue Jesucristo”

“En Chile hay una profesión vacante que pocos siguen… la de ser hombre”

“Es propio de los grandes corazones, descubrir la principal necesidad de los tiempos que viven y consagrarse a ella. La fe nos hace ver que cada gota cuenta, que el bien es contagioso, que la verdad triunfa”

“La mejor recompensa de una cosa bien hecha es haberla realizado”


“Le pido colaborar con la mayor plenitud a la acción de Dios en el mundo. Nunca creas que haces bastante.

Nunca pienses que tu misión está terminada. Enfila mar adentro.

Les pido que sean colaboradores de Dios. Él está dispuesto a obrar mucho más de lo que hace, pero está encadenado por la

inercia de los hombres, que deberían colaborar con Él”.


II.- ¿CUÁLES SON MIS SUEÑOS?

OBJETIVOS:

Diferenciar sueños de ilusiones. Descubrir aquello que me acerca a Dios, de aquello que me aleja.

Sueños v/s Ilusiones:

Consideraciones: Todos estamos invitados a soñar y a hacerlo en grande. Los santos han sido soñadores. Ellos luego de mirar alrededor, han ido descubriendo la misión que se les ha encomendado. San Ignacio en el siglo XVI se preguntaba: Si Santo. Domingo o San Francisco pudieron, ¿por qué yo no? Los santos(as) son hombres/mujeres como tú. Ellos tuvieron la voluntad de entregarse por entero a Cristo. Cada uno desde su realidad. La santidad es notable, pero no imposible. Está en ti el proponértelo, pero sin olvidar, como decía San Pablo: “lo puedo todo en Aquél que me da fuerzas”.

Diferente es el hecho de hacerse ilusiones. Pretender lo que no es posible trae frustración y ésta no es querida por Dios. Difícil no es sinónimo de imposible. Discernir lo verdadero a los ojos del Padre Dios, te permitirá lanzarte en una aventura maravillosa que necesita de hombres y mujeres decididos, capaces de “ chiflarse por Cristo “ como nos decía el Padre Hurtado, y así emprender desafíos de gran altura.

Alberto Hurtado quería ser sacerdote desde muy joven. Era un sueño poder entregarse por entero al servicio de Cristo. Sin embargo el Señor le hizo ver que no era el momento. La precaria situación económica de su madre, se lo impedía. Estudió Leyes y trabajó para mantener a su madre y a su hermano menor Miguel. Siguió soñando con el sacerdocio y se abandonó en los brazos del Corazón de Jesús. No desfalleció frente a este obstáculo, sino más bien aprovechó la dificultad para templarse en una oración ferviente. Y cuando llegó el tiempo, cumplió su sueño reconociendo que así se cumplía la voluntad de Dios.

Frente a la pobreza de niños y ancianos no se quedó tranquilo. Ël no tenía dinero, pero otros si lo tenían. Encendió el fuego del amor a Dios y a sus hermanos en cada una de sus prédicas y logró poco a poco reunir ese dinero. Finalmente los niños tendrían un lugar digno donde comer, vestirse y guarecerse del frío. Nacía el Hogar de Cristo. Era otro sueño que se hacía palpable. Ponerlo en manos de Dios y contar con el esfuerzo de muchos corazones generosos hicieron, realidad esta obra ejemplar.


Distingue en tu vida qué cosas, acciones o sentimientos son

sueños y cuáles ilusiones, tratando de explicarte el por qué de ellas.

Todo carisma es un don, un regalo del Espíritu Santo y tú tienes varios. Escribe algunos de ellos. No tengas miedo de pecar de

orgulloso. Es humildad si reconoces que ellos no son fruto de tu esfuerzo, sino pura gratuidad del amor que Dios siente por ti.

¿Qué dificultades te presenta el mundo de hoy para cumplir tus grandes sueños?

Escribe algunos antivalores que te presenta la sociedad y frente a él colocas tu forma de combatirlos.

Puesta en común: en un grupo pequeño comenten la diferencia entre sueños e ilusiones y enriquézcanse con el aporte de cada uno.


Luces y Sombras:

Consideraciones: Frente a las grandes empresas nos preguntamos: ¿seré capaz…? ¿Tendré fuerzas para llegar a la meta? ¿Seré yo la persona adecuada para eso? ¿Qué tropiezos se me aparecerán en el camino, que me impidan lograr el objetivo? ¿Valdrá la pena el esfuerzo? ¿Será esa la misión que me tiene Cristo en este momento? Y muchas otras. Si me proyecto en el tiempo descubro que el fin vale la pena. Que no siempre será fácil. Que si lo hago o no lo realizo depende de mí, pero no solo de mí. Está el Señor de por medio. Él sí que cree en mí. Y si la tarea me hará crecer me apoyará. ¡Qué maravilloso amigo tengo en Él! ¡Él me ama!

Está bien que yo me cuestione, pero que el cuestionamiento no me paralice. Necesito de un gran coraje para empujar hacia delante.

Está bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien nos decía el Padre Hurtado.


“Tanto la alegría como el dolor son una visita de Dios”

“Hay que derramar educación, riqueza, valores espirituales, fe optimismo y confianza”

“Irás por el mundo buscando a Dios, pero atento a las necesidades de tus hermanos”

“Comencemos por practicar la justicia, pues mientras no se ha cumplido la justicia, no se puede pensar en caridad. Dar a cada uno lo suyo”

“A todo el que te rodea puedes dar algo. ¡Y tú te atreves a impacientarte! Infeliz. A ti se te ha otorgado el privilegio de los privilegios, el bien de los bienes. Tú puedes dar. Debieras caer de rodillas ante el Padre y decirle: Gracias Padre mío porque puedo dar”


Descubre las experiencias de amor que has tenido en tu vida: en tu familia, de Dios, de tus amigos.

Da las gracias por ellas. Puede ser en una oración silenciosa o bien déjala escrita, para que en otros momentos recuerdes esta vivencia.

ORACIÓN:

Busca un signo o símbolo que represente a una persona que recibe amor y otro que lo haga con una persona que no recibe amor. Luego lo dibujas. Acuérdate que no deben aparecer personas ni palabras, sólo su representación simbólica.

Identifica los obstáculos (piedras) que te hacen tropezar en tu camino para llegar a la meta. A cada piedra le pones nombre.

SIGNOS Con amor: Sin amor:


Piensa el Reino de Dios como una casa que se construye de tablas o ladrillos. Cada tabla o ladrillo tiene el nombre de algún valor o buena acción que ayude a levantarla. Tú serás el albañil o carpintero que tendrá la misión de ponerla de pie para hacer feliz a otro.

Dibuja esas tablas o ladrillos y levanta tu casa (Reino de Dios). Usa tu creatividad para construir la obra.

Discernir es elegir entre dos realidades que pueden ser buenas. Pero solo una de ellas me traerá la verdadera paz de una adecuada elección. Alberto frente a los locos sueños de hacer realidad cada una de sus innumerables obras, tareas u otros, se ponía en oración frente al Señor. Él le daba las luces, pero no le solucionaba todo. Alberto Hurtado debía poner su parte, buscar la forma de lograr el fin. Para eso se ayudaba con otros. El trabajo para él era con otros, a los que rápidamente contagiaba su entusiasmo y la certeza de que valía la pena realizarlo. Su “Patrón” era quien mandaba o más bien recomendaba. Alberto ponía sólo sus manos y su creatividad, era un instrumento de Dios. Todas sus empresas apuntaban a la construcción del Reino de Dios.


“La justicia es una virtud fundamental, pero impopular. Hay muchos que están

dispuestos a hacer caridad, pero no se resignan a cumplir justicia; están dispuestos a dar limosnas, pero no a pagar salarios justos. Aunque parezca extraño, es más fácil ser caritativo que justo”

“Todos los dones que hemos recibido, son para trabajar por Dios al servicio de los demás”

“La persona con sentido social no esperará que se presenten ocasiones extraordinarias para actuar. Todas las situaciones son importantes para él o ella, pues repercuten en sus hermanos”

“Está bien no hacer el mal, pero está muy mal no hacer el bien”

“El hombre, el obrero no quiere benevolencia, sino justicia, reconocimiento de sus derechos, de su igualdad como persona”


PADRE ALBERTO HURTADO Apóstol de Jesucristo, servidor de los pobres, amigo de los niños y maestro de juventudes, bendecimos a nuestro Dios por tu paso entre nosotros. Tú supiste amar y servir. Tú fuiste profeta de la justicia y refugio de los más desamparados. Tú construiste con amor un hogar para acoger a Cristo. Como un verdadero padre, tú nos llamas a vivir la fe comprometida, consecuente y solidaria. Tú nos guías con entusiasmo en el seguimiento del Maestro. Tú nos conduces al Salvador que nuestro mundo necesita. Haznos vivir siempre contentos aun en medio de las dificultades. Haz que sepamos vencer el egoísmo y entregar nuestra vida a los hermanos. PADRE HURTADO, HIJO DE MARÍA Y DE LA IGLESIA, AMIGO DE DIOS Y DE LOS HOMBRES, RUEGA POR TODOS NOSOTROS. Amén.

ORACIÓN PADRE HURTADO

Fundación Padre Hurtado Dirección: Av. Padre Alberto Hurtado 1090, Estación Central, Santiago de Chile |

Teléfono: (+56 2) 277 868 18 | Sitio web: www.padrealbertohurtado.cl

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