Cristo hoy - El criterio de credibilidad y el don de la fe (Fernando Rielo).docx
Fernando Rielo
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DEBER
NOMBRE: Jennifer Espinoza
FECHA: 04/1172009.
TEMA:
VIDA DE FERNANDO RIELO
FARISMA IDENTE
Fernando Rielo, Fundador de Juventud Idente.
Nace en Madrid el 28 de agosto de 1923, y muere en Nueva York el 6 de diciembre del
2004. Extraordinario promotor de la ciencia, del humanismo y de la mística, funda en
Tenerife en 1959 la Asociación Id de Cristo Redentor de Misioneros y Misioneras
Identes, fundación católica, y la Escuela Idente, a la que, como Instituto Superior de
Ciencias y Letras, se ha incorporado un notable movimiento de juventud universitaria
de diversos países. Ambas han sido reconocidas de interés público por el estado español
y por otros países.
Sus tesis han sido ya, parcialmente, expuestas en gran número de conferencias
impartidas en distintas universidades europeas y del continente americano, así como en
congresos filosóficos internacionales, en los que ha disertado, a la luz de su principio
metafísico, sobre temas relacionados, principalmente con la Filosofía, Teología,
Derecho, Literatura y Estética.
Fernando Rielo fue miembro de las asociaciones internacionales de filosofía Union
Mondiale des Sociétés Catholiques de Philosophie, International Society for
Metaphysics y American Catholic Philosophical Association entre otras, y académico
de mérito de la Accademia Internazionale di Pontzen (Italia) de letras, ciencias y artes.
En 1981 crea la Fundación Fernando Rielo, cuyo objetivo es la promoción, a nivel
mundial, de la literatura y la poesía mística, así como de todas las artes, e instituye ese
mismo año el Premio Mundial de Poesía Mística y la revista literaria Equivalencias.
En julio de 1975 funda Juventud Idente, con un pequeño campamento en Can Bordoi
(Sierra del Montseny, Barcelona). Es en 1979 cuando se constituye Juventud Idente con
carácter internacional.
Otras instituciones creadas por Fernando Rielo son el Instituto Internacional de Música
y la Asociación Sanitaria Fernando Rielo.
OTRA BIBLIOGRAFIA
El día seis de Diciembre del presente año 2008 se celebra el cuarto aniversario del
tránsito al cielo del Fundador de las Misioneras y Misioneros Identes, D. Fernando
Rielo Pardal.
Nació en Madrid el 28 de agosto de 1923 en una familia muy religiosa, rodeado del
cariño de los padres y bajo la impresión de la tutela de nuestro Padre celestial, cuya
presencia constante y cercana, ha regido su vida entera y marcado la espiritualidad de
sus hijos e hijas. La Guerra Civil española le hizo pasar directamente de la dicha infantil
a la juventud sufrida, bajo los bombardeos y presenciando la matanza entre hermanos.
Precisamente en el día de su Primera Comunión estuvo a punto de perecer por causa de
la fe católica: ―me acusaron de ser católico al habe
rme visto con el traje de Primera Comunión, y
me incitaron a que renunciara a mi creencia. Yo me negué categóricamente y me
pusieron en un paredón para fusilarme‖. Finalizada la guerra, concluyó los estudios en
el Instituto Real de San Isidro en Madrid. A los 16 años en Balsaín, en la Sierra de
Guadarrama (Segovia- España) una íntima experiencia le marcó para siempre. Fue la
llamada de nuestro Padre Celestial: ―Sé santo, hijo mío, como Yo soy santo‖. Él mismo
relata: ―Y yo le prometí que siempre me habría de arrepentir de todo aquello que le
desagradara y que me pasaría toda mi existencia buscando su voluntad… y comencé a
anhelar que en el corazón de todos los hombres entrara esta palabra del Padre‖.
Su pasión por Cristo le llevó, en esta misma época, a cincelar una oración que más tarde
transmitirá a sus hijos e hijas identes, formando parte de su observancia: Te prometo,
Señor, vivir y transmitir el Evangelio con el sacrificio de mi vida y de mi fama, fiel al
mayor testimonio de amor: morir por Ti.
Esta intensa espiritualidad de Fernando Rielo se concretará, en un primer momento, con
su ingreso a los 20 años en la Congregación del Santísimo Redentor, con quienes
cursará los estudios filosófico–teológicos. Durante este periodo su fervor religioso y
ardor apostólico le llevan a crear un movimiento llamado Motus Christi con el que se
pretendía vivir una religiosidad marcada por la conciencia filial hacia nuestro Padre
Celestial, como nos enseña Jesucristo. Esto fue, en realidad, el proemio de lo que sería
la Institución que más adelante habría de fundar
Pero la Providencia tenía otros proyectos para su vida por lo que, tras unos años de
permanencia en la Congregación de los Redentoristas, sale de ella en 1957 y se
reincorpora al mundo laboral en espera de nuevos signos de la voluntad divina. Es
destinado como funcionario del Estado a Santa Cruz de Tenerife. Descendiendo del
aeropuerto a la ciudad por la carretera antigua —relata él mismo— Cristo le enseña el
camino: ―Este es el lugar que he elegido para la fundación del Instituto; esta ciudad será
tu cruz y tu gloria‖. Efectivamente, allí nacerá la Institución de las Misioneras y
Misioneros Identes en 1959.
A la fundación religiosa seguirán otras culturales y humanitarias, siempre con el deseo
de buscar todas las vías posibles para llevar el Evangelio a todas las gentes. Esta
aspiración ha desarrollado en el Fundador de las Misioneras y Misioneros Identes una
extraordinaria creatividad en los ámbitos religioso y civil, lo que le ha llevado a la
profundización en el pensamiento filosófico y teológico; todo ello le ha valido el
reconocimiento de diversas entidades universitarias y culturales, entre las que
destacamos la concesión del Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Loja
(Ecuador), el nombramiento como Profesor Honoris Causa de la Pontificia Universidad
Católica de Ecuador (sede Santo Domingo), y la distinción como Miembro de la
―Academia Norteamericana de la Lengua Española‖ y del ―Centro Internacional de
Estudios Hispánicos‖.
En 1988 se trasladó a Nueva York para recibir especial asistencia médica. Ciudad en la
que ha ofrendado su vida hasta su reciente fallecimiento el seis de Diciembre de 2004,
siendo faro de luz para todos sus hijos e hijas identes.
Puede decirse que mi primera residencia,
mi primera morada institucional fue
el espigón del puerto
FUNDACIONES DE FERNANDO RIELO
Instituto Id de Cristo Redentor Misioneras y Misioneros Identes, con una
Presidencia y dos Congregaciones de Misioneras y Misioneros.
Familia Idente, constituida por miembros laicos que se identifican con el espíritu
del Instituto religioso pero sin tener vínculo sagrado.
Escuela Idente de estudios teológicos y filosóficos que forma espiritual e
intelectualmente por medio del trabajo y estudio en equipo para, en colaboración
y diálogo permanente con la ciencia y la cultura, profundizar en la verdad
revelada y sus implicaciones en el mundo de hoy.
Fundación Cultural Fernando Rielo que pretende la proyección en la sociedad de
los valores espirituales y culturales del hombre como expresión de una honda
sensibilidad ante la realidad trascendente y promueve el encuentro entre las
diferentes culturas y tradiciones. Se irradia internacionalmente a través del
Premio Mundial de Poesía Mística y de Música Sacra.
Juventud Idente que aspira a unir en los más altos ideales culturales y
axiológicos a jóvenes de distintos países, razas y creencias.
Asociación Sanitaria Fernando Rielo para la atención médica –especialmente a
los inmigrantes- y el desarrollo de la investigación con la Escuela de Ciencia
Biomédicas, en la que se llevan a cabo programas de intervención y cursos
especializados de diversas áreas de la medicina y su humanización.
SEMBLANZA DE FERNANDO RIELO
Nace en Madrid el 28 de agosto de 1923 rodeado del cariño de sus padres y bajo la
impresión viva de la especial tutela de nuestro Padre Celestial.
A los 16 años en la Sierra de Guadarrama (Segovia-España) una íntima experiencia le
marcó para siempre: Fue la llamada de nuestro Padre Celestial: ―Sé santo, hijo mío,
como yo soy santo‖. Él mismo nos relata: ―Y yo le prometí que me habría de arrepentir
de todo aquello que le desagradara y que me pasaría toda mi existencia buscando su
voluntad... y comencé a anhelar que en el corazón de todos los hombres entrara esta
palabra de Padre‖.
La intensa espiritualidad de Fernando Rielo le lleva a ponerse en manos de la
Providencia y movido por voluntad divina funda en 1959 la Institución Id de Misioneras
y Misioneros Identes a la que imprime en pocos años una gran proyección internacional
creando unos setenta centros en 25 países de América, Asia, África y Europa. El
carácter apostólico de los Misioneros Identes se encuentra específicamente en promover
y fortalecer la fe católica especialmente en la juventud, ―anunciar con especial dilección
a la juventud el evangelio de la santidad‖ y en el diálogo con los intelectuales para la
propagación y defensa de la verdad revelada, como forma de servicio y defensa del
Magisterio de la Iglesia en el mundo de hoy.
A la fundación religiosa le seguirán otras, siempre con el deseo de buscar todas las vías
posibles para llevar el Evangelio a todas las gentes.
La creatividad cultural de Fernando Rielo se basa, fundamentalmente, en sus
meditaciones metafísicas, teológicas, literarias y, en general, sobre metodología de la
ciencia. Parte de su pensamiento se halla difundido en numerosas conferencias
impartidas en organismos internacionales como la ONU, la OEA y la UNESCO
quedando aún un ingente material inédito fruto de su fecunda labor intelectual durante
más de treinta años
En 1998 por motivos delicados de salud y para recibir especial asistencia médica se
traslada a la ciudad de New York, ciudad en la que ha ofrendado su vida por la santidad
de todos sus hijos y de la Iglesia hasta su reciente fallecimiento acaecido el pasado 6 de
diciembre de 2004.
FILOSOFIA DE FERNANDO RIELO
El pensamiento rieliano, marcado por su actividad intelectual y literaria,
representa el intento de un nuevo modelo metafísico, consistente en la
concepción genética, dentro del "ser +", del principio de relación. Este
modelo es, rechazado el seudoprincipio de identidad y excluido el campo
fenoménico, el supuesto de una mística u ontología que tiene, a su vez, por
objeto la actuación ad extra en el ser humano de este principio genético.
El "ser" de Rielo, con la grafía "+", nada tiene que ver con el "ser más"
teilhardiano o su contraposición al "tener más" traído de aquí y de allá,
en diversos autores contemporáneos. El "ser +" es, sencillamente, un
símbolo que indica la ruptura de la identidad "ser es ser" en tal grado
que éste se revela constituido en relación genética, no de estructuras,
formas, generalidades o abstracciones, sino de singulares seres personales
que, en inmanente complementariedad intrínseca, se erigen en único
Sujeto Absoluto.
Al hablar del concepto "absoluto", F. Rielo hace distinción entre dos
verbos o sustantivos: absolutizar o absolutización y absolutivar o
absolutivación. Toda absolutización, resultado de la tendencia
tautologizante de la inteligencia humana, es un constructo identitático, un
éidolon, un ídolo o simulacro, que, separado de la realidad del único
Absoluto singular, tiene por seudorreferente un abstracto en el que se
autoafirma el yo intelectual del ser humano. Esta autoafirmación
identitática es degradación de la genética acción absolutivante de una
inteligencia humana que, abierta a su Absoluto, puede construir con el
Absoluto conceptos "bien formados". Estos supuestos vienen
confirmados por dos ejemplos: si nos referimos a la absolutización, la
búsqueda de nuestra propia identidad "yo soy yo" nos conduce, haciendo
de nuestro yo un seudoabsoluto cerrado, a la despersonalización; si nos
referimos a la absolutivación, la búsqueda de algo + que yo conduce, por
genética unión con el Absoluto, a nuestra mística personalidad. De aquí
deduce Rielo que nuestra inteligencia es, supuesta la creación de ésta,
mística u ontológica inteligencia de la divina o metafísica inteligencia. La
razón es sencilla: la inteligencia humana, siendo imagen de la inteligencia
divina, es un absolutivo del Absoluto. Para el Fundador de la Escuela
Idente, lo Absoluto no es, como afirman algunos autores, una noción
tautológica: "lo Absoluto es lo Absoluto". La noción "bien formada" del
Absoluto consiste –"elevado a absoluto" el concepto de relación, rota la
identidad y excluido el campo fenomenológico– en un Sujeto Absoluto
constituido: en el ámbito intelectual o dianoético, por dos y sólo dos seres
personales en inmanente complementariedad intrínseca; en el ámbito
revelado o hipernoético, por tres y sólo tres seres personales en inmanente
complementariedad intrínseca.
Todos los sistemas filosóficos proceden por "elevación a absoluto". Un
caso que sirve de ejemplo explícito es el "yo" de Fitchte: el resultado de
su elevación a absoluto es la tautologización "yo es yo". Este hecho es
consecuencia de un mal proceder, pues la "elevación a absoluto" debe ser
también un concepto "bien formado", en caso contrario, se incurre,
según Rielo, en la oblicuidad o desviación propias de los absurdos
ocasionados por el reduccionismo agenético de la abstracción de algo que
parece servir de axioma o principio absoluto: un objeto material [agua,
fuego, aire], un hecho de evidencia [movimiento, devenir], una acción
totalizante [ser, pensar, existir, vivir], un concepto expresivo [idea,
sustancia, yo, realidad]. Estos axiomas, fundantes de un supuesto sistema,
necesariamente debían, con el objeto de cerrar el paso a una petitio
principii, tautologizarse: agua es agua con la exclusión de la no-agua, ser
es ser con la exclusión del no-ser, yo es yo con la exclusión del no-yo. La
consecuencia de esta tautologización, resultado necesario de llevar a
límite el proceder abstractivo, ha sido una constante insoslayable en todas
las filosofías con vocación metafísica: rendir culto intelectual a un
seudoprincipio de identidad que se transforma él mismo en su propia
petitio principii.
No hay aproximación de la concepción zubiriana de la inteligencia
sentiente con la forma genética de la intelección rieliana cuyo proceder es
actuar por elevación de una noción a absoluto, en tal grado que no pueda
haber otra que, superior a ésta, dé explicación de la realidad. Este actuar
genético es una potestas intelligentiae que posee el hombre para justificar
la unidad de sentido frente al caos de los datos de experiencia y para dar
dirección y ordenamiento a su propio ser personal que, genéticamente
abierto a la transcendencia de un Sujeto Absoluto de carácter singular,
no puede, sin incurrir en profundas y múltiples "disgenesias del yo",
definirse "ser para sí", ni "ser en sí", ni "ser para el mundo", ni "ser en
el mundo", o expresiones semejantes. [Cfr. La persona no es ser para sí ni
para el mundo (1992)].
En su estudio Tratamiento sicoético en la educación (1996), F. Rielo habla
de estas disgenesias al concebir el ego como proyección en la sique de los
estados "disgenésicos" del yo: a) de orden síquico, las relacionadas con la
egofrenia, que es estado agresivo o depresivo reductor de la capacidad de
amorosa donación al otro convirtiéndolo, mental y afectivamente, en el
objeto de transferencia y proyección de las propias anomalías; b) de
orden moral, las relacionadas con el egoísmo, que es estado de un
individuo que, aunque capaz de algunos actos generosos, pone su yo como
centro de interés en detrimento del otro; c) de orden ontológico, las
relacionadas con la egolatría, que es estado agresivo o depresivo de un
individuo que, centrando todo hacia sí, encuentra su razón de ser en el
culto a su personalidad.
Toda la problemática que arroja la historia del pensamiento tiene,
para Rielo, su origen en aquel proceder tautologizante que arroja el
seudoprincipio de identidad inoculado en el tó ón ésti griego, en "el ser
es" parmenídico, con el que se inicia una metafísica inmóvil, insustancial,
estéril. La fruta prohibida, que saboreó con Parménides el absolutizante
pensar filosófico de todos los sistemas del pensamiento, se pudrió en la
fórmula "el ser es el ser y el no-ser es el no-ser" del seudoprincipio de
identidad con sus carentes de sentido sintáctico, semántico y metafísico:
sintáctico, porque el functor monádico ["es"], mutándose en una
seudoestructura oracional, hace incapaz la comunicación de un supuesto
lenguaje cuya lectura se reduzca a la identidad; semántico, porque,
supuesta la destrucción sintáctica, toda fórmula identitática, portando la
misma validez la afirmación que la negación, queda vacía de contenido;
metafísico, porque la identidad, pretendiendo evitar la petitio principii, se
transforma a sí misma en la propia petitio principii en tal grado que la
identidad nunca puede alcanzar a su propia identidad.
Este seudoprincipio de identidad es un antivectorial que, carente de
dirección y sentido, el Fundador de la Escuela Idente denomina: per
degradationem libertatis, "pecado original de la religión"; per
degradationem intelligentiae, "pecado original de la metafísica". Si nos
referimos al pecado original de la inteligencia, transmitido históricamente
por la fórmula parmenídica, éste ha contaminado el episodio de la
reflexión filosófica en tal grado que, a pesar de destacados intentos por
arrojar de sí sus inevitables contradicciones y carencias de sentido,
ninguna filosofía –incluso las de carácter dialéctico que creen rechazarlo–
parece haberse librado de tal lacra identitática. Ésta es la razón por la
que toda noción que, elevada a absoluto, ha intentado constituirse en
fundamento interpretativo, ha quedado "mal formada"
proporcionándonos una visión estrábica de la realidad. Y es que, cuando
el actuar humano se produce en cohabitación con la identidad, ésta le
inocula su propia disgenesia portadora de contravalores susceptibles de
desarrollar diferentes males: el error, la deformación, la desunión, el
desamor, el enfrentamiento, la decadencia, la destrucción… se activan o
se solapan en toda afirmación identitática.
Este descalabro de la metafísica histórica anuncia, con la concepción
genética del principio de relación de Fernando Rielo, una nueva forma de
concebir la filosofía: el giro místico o teándrico de la ontología rieliana,
con el supuesto de la concepción genética de su metafísica, frente a los
tres paradigmas que, sucediéndose e interfiriéndose entre sí, han
aportado, según él, una visión sesgada de la realidad: paradigma
teocéntrico, donde destaca el panteos con negación del ser humano;
paradigma antropocéntrico, donde domina el panántropos con negación
de Dios; paradigma morfocéntrico, donde prevalece el panmorfos con
negación de Dios y del ser humano.
El inquietum cor agustiniano no posee límite, por eso –si no quiere ir a la
deriva– tiene necesidad de un referente transcendental que le defina y le
convenza de qué estirpe es. Y es el reconocimiento de esta indigencia
existencial lo que proporciona al ser humano el inicio de una visión "bien
formada". Esta visio formata puede hacerse con la concepción genética
del principio de relación porque halla su poder fundante en ese mismo
principio que transmite a la inteligencia aquella lectura genética que la
inclina a actuar con las características propias que se dicen del vector:
intensidad, dirección y sentido. Hay que precisar que el término
"genético" es, en el pensamiento de F. Rielo, un concepto abierto que,
significando "transmisión hereditaria de valores", se refiere per
communicationem et non per analogiam, no sólo al ámbito biológico, sino
también, al sicológico, moral, ontológico, metafísico.
De este modo, si nos referimos al carácter ontológico del comportamiento
genético, éste es el indicio evidente de que el ser humano es un absolutivo
singular que, procediendo del Absoluto singular, recibe de éste el
patrimonio genético que, formándole a su imagen y semejanza, da razón
inconfundible de su origen y destino. La concepción genética del principio
de relación tiene, entonces, dos ámbitos: general, de carácter racional;
específico, de carácter revelado.
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A partir de lo ya expuesto, puede entenderse que las propiedades esenciales, que se
siguen del carácter racional de la elevación a absoluto "bien formada" de la relación,
ponen a la inteligencia humana en estado de videncia, "visión bien formada", de la
estructura fundamental de la concepción genética de un principio de relación constituido
por dos y sólo dos seres personales en inmanente complementariedad intrínseca [P sub
uno en inmanente complementariedad intrínseca con P sub dos]:
1) La elevación a absoluto debe confirmar el carácter singular, en ningún caso universal,
de la relación. Razón: la abstracción, por la que se obtiene un supuesto universal, es un
mal procedimiento de la elevación a absoluto porque, en lugar de potenciar una noción
y hallar su consistencia, completitud y decidibilidad, se procede por reducción de una
supuesta propiedad abstracta [R] que, separada de sus singulares, se tautologiza a sí
misma [R] es [R]. La elevación a absoluto consiste, sin embargo, en potenciar al infinito
una noción –la inteligencia humana, formalmente finita, está abierta
transcendentalmente al infinito–, en tal grado que, con este proceder, se la encuentra
llena de abierta geneticidad. La abstracción consiste, contrariamente, en reducir una
noción al infinitésimo en tal grado que se vacía, atomizándose, de toda geneticidad.
Debe, por tanto, rechazarse, por su acientificidad, el universal.
2) El carácter singular de la relación requiere, cuando menos, de dos términos
relacionales: no menos de dos, porque habríamos incurrido en la identidad de un sólo
término; no más de dos, porque un tercer término es un excedente metafísico de la
absoluta simplicidad inherente a la elevación a absoluto de la noción de relación.
3) Los dos términos relacionales o son nada, o son cosa, o son ser: no pueden ser nada,
porque la elevación a absoluto es "de algo"; no son cosa, porque habríamos introducido
en la elevación a absoluto lo que es propio de las ciencias de la naturaleza, esto es, la
matematización de la complejidad y composición de la materia; son ser por exclusión de
la nada y de la cosa. No son, sin embargo, "ser" simpliciter, antes bien, "ser+", esto es,
una vida absoluta que, genéticamente abierta, tiene que ser necesariamente constituida
por dos vitales entre sí comunicables. Los dos vitales son entre sí, no único ser
simpliciter, antes bien, única esseidad absoluta. F. Rielo hace distinción entre ser y cosa:
el ser es un vital que se rige por la divina presencia constitutiva de la vida de un sujeto
absoluto que actúa en aquél como principio; la cosa es un compositum materiale que se
rige por sus propias leyes matematizadas por la actio in distans del sujeto absoluto.
4) Los dos términos de la relación, negada por su carácter identitático la oración
atributiva "S es S", son dos seres vitales que, constituyendo único sujeto absoluto, no
pueden ser intercambiables; antes bien, tienen su propio lugar metafísico [S sub uno] y
[S sub dos] fundando una sintaxis de acción directa donde la acción agente de [S sub
uno] es origen, y la acción receptiva de [S sub dos] es réplica.
5) Los dos seres [S sub uno] y [S sub dos] son realmente distintos, porque, en caso
contrario, habríase introducido la identidad absoluta de un solo ser: "ser es ser" o "ser en
cuanto ser". Quedan atrapadas –según opinión de F. Rielo– en el seudoprincipio de
identidad las expresiones de carácter totalizante del tipo "el ser es el ser", "ser en cuanto
ser", "ser en el ser", etc., pues todas ellas poseen la misma estructura identitática de un
functor monádico [X--functor--X] –en este caso, "es", "en cuanto" "en el"– cuya única
función estéril es reduplicar el mismo término "ser", privando a estas supuestas
expresiones de sentido sintáctico, semántico y metafísico.
6) Los dos seres realmente distintos [S sub uno y S sub dos] son personales [P sub uno y
P sub dos] porque la elevación a absoluto requiere que los dos seres tengan la máxima
categoría que deba poseer un ser, esto es, la noción de persona. El principio de relación
está, por tanto, constituido por dos personas realmente distintas porque la persona es la
suprema expresión del ser. Estas dos personas del modelo absoluto tienen carácter
metafísico o divino.
7) Los dos seres personales realmente distintos, constituyendo única vida absoluta, se
definen activamente entre sí porque no hay otra noción superior a la persona que defina
a la persona; por tanto, quedan rechazadas las ideas de pasividad y de oposición. Razón:
toda pasividad y oposición entre los dos términos de la relación, elevada a absoluto,
adquiriendo también valor absoluto, habría convertido, absurdamente, los dos términos
en dos absolutos identitáticos –un activo absoluto y un pasivo absoluto en absoluta
oposición– haciendo la comunicación metafísicamente imposible.
8) El lugar metafísico de los dos seres personales es el indicativo de una definición
"bien formada" de vida absoluta, porque ésta adquiere el significado genético de que [P
sub uno] es el origen de [P sub dos], esto es, [P sub dos] es la réplica de [P sub uno]
porque [P sub uno] transmite todo su carácter genético a [P sub dos]. Razón: [P sub dos]
es el gene de [P sub uno] porque el gene de [P sub uno], siendo realmente distinto de [P
sub uno], es nueva persona divina [P sub dos]. El gene de [P sub uno] o se identifica
con [P sub uno] o es realmente distinto: si se identifica con [P sub uno], se incurre en la
identidad [P sub uno] es [P sub uno]; si es realmente distinto, el gene es nueva persona
divina, esto es, [P sub dos].
9) La concepción genética del principio de relación es, racionalmente, de dos seres
personales que, realmente distintos, constituyen, en inmanente complementariedad
intrínseca, única concepción genética de la naturaleza, de la sustancia, de la esencia. La
inmanente complementariedad intrínseca significa, confirmando los lugares metafísicos
["sub uno", "sub dos"], que todo lo que es [P sub uno] es en [P sub dos], todo lo que es
[P sub dos] es en [P sub uno] en tal grado que, extasiándose entre sí las personas
divinas, constituyen único amor, única esencia: nada transciende y nada es extrínseco a
los dos seres personales divinos en inmanente complementariedad intrínseca. La forma
genética de esta pericóresis tiene enunciado preciso: todo el carácter genético de [P sub
dos] es de [P sub uno] bajo la razón de Padre ["el Padre engendra al Hijo"]; todo el
carácter genético de [P sub uno] es de [P sub dos] bajo la razón de Hijo ["el Hijo es
engendrado por el Padre"]. "Ser +" es fórmula simbólica expresada por el enunciado "el
ser tiene gene", que, a su vez, adquiere el sentido singular "[P sub dos] es el gene de [P
sub uno]. Este enunciado es, aplicando las características metódicas del principio,
transformable en los enunciados: "[P sub uno] engendra a [P sub dos], [P sub dos] es
engendrado por [P sub uno]".
CARSMA IDENTE
El carisma idente se concreta en el seguimiento e identificación con Cristo, viviendo y
testificando, bajo la acción del Espíritu Santo, una conciencia filial que tiene al Padre
Celeste como modelo de santidad.
Esta institución misionera tiene como propuesta, inscrita en su nombre, el cumplimiento
del mandato evangélico: Id y predicad el Evangelio .
El término idente es un neologismo construido con el imperativo id del verbo español ir
y la desinencia ente del participio latino -ens, -entis . Tiene el significado de caminar
uniéndose uno permanentemente con la divina conciencia filial de Cristo .
Esta conciencia filial marcó desde muy joven al Fundador, quien ha transmitido a la
Institución la aspiración de obrar de tal modo que toda acción tenga siempre la
aprobación de nuestro Padre que está en los cielos.
Partiendo de aquí, el carisma idente se concreta en vivir y testificar nuestra filiación
divina, siguiendo a Cristo bajo la acción del Espíritu Santo.
Se asienta, principalmente, sobre estos tres principios evangélicos:
I) la vocación a la santidad, en respuesta al mandato sed santos como vuestro Padre
Celestial es santo (Mt 5,48);
II) la promoción de la vida comunitaria y el espíritu de familia, confiando en el consejo
promisorio de Jesucristo: cuando dos o más están reunidos en mi nombre allí estoy en
medio de ellos (Mt 18,20).
III) la prioritaria dedicación a la misión evangelizadora, a la que se está totalmente
dedicados siguiendo el imperativo apostólico id por todo el mundo y proclamad la
buena nueva a toda la creación (Mc 16,15).
La esencia de la misión y el fundamento de todas las misiones que se acometan, está en
la ternura de un amor firme, inmutable, entre la Santísima Trinidad y cada uno de los
misioneros y misioneras; ésta es la santidad filial considerada como misión primordial
que consiste en la total disponibilidad a la gracia.
Así lo recordaba el Fundador en una lección espiritual pronunciada en 1984:
Que vuestra santidad la elevéis a la categoría de misión, misión que ha de ser exclusiva
en vuestra vida. Porque todo lo demás, la teología, la conversión de las almas, la
expansión territorial, los medios humanos, todo es añadidura con toda la dignidad y
justicia que se quiera, pero añadidura en fin de cuentas. Lo único invariable, neto, que
no está medido por la fugacidad del tiempo o de la historia y que ni siquiera es
apreciable externamente, es ese amor sancionado con caracteres absolutos, inmutables,
entre Él y vosotros.
Conferencia del Fundador de las misioneras y misioneros identes
Yo trato de fundamentar toda mi actuación,todas mis conferencias, mi actividad
intelectual, mi comunicación con el prójimo, en el Evangelio, teniendo presente,
al mismo tiempo, la corroboración del Magisterio. El 27 de octubre de 1997 la Diócesis de Loja traspasa a los Misioneros y Misioneras Identes la
conducción de la Universidad, para que la dirija con total autonomía y en consonancia con el
Carisma Idente.
el instituto id de Cristo Redentor "misioneras y misioneros identes"
Es una institución religiosa fundada en Tenerife (España), por Fernando Rielo Pardal en
1959, alcanzando hoy una gran proyección internacional con más de setenta casas
distribuidas en veintiún naciones y la estrecha colaboración con las Diócesis donde
estos misioneros residen.
El nombre ―Idente‖ es un neologismo construido con el imperativo ―id‖ del verbo
español ―ir‖ y la desinencia ―ente‖ del participio latino ―-ens, -entis‖. La palabra
―Idente‖ es, por tanto, un neologismo español y un neologismo latino (idens, identis)
con el significado de ―caminar uniéndose uno permanentemente con la divina
conciencia filial de Cristo‖.
La finalidad de la institución es vivir una vida de perfección evangélica en común, para
lo cual sus miembros forman comunidades donde se comparte la vida espiritual y la
tarea misionera. Dicha perfección consiste en el progreso de la inclinación filial que,
enamoradamente, une al hombre con el Padre Eterno.
Portal: www.idente.org
carisma
“Yo trato de fomentar toda mi actuación, todas mis conferencias, mi actividad intelectual, mi
comunicación con el prójimo, en el Evangelio teniendo presente, al mismo tiempo, la
corroboración del Magisterio” (Rielo).
El carisma idente se concreta en el seguimiento e identificación con Cristo, viviendo y
testificando, bajo la acción del Espíritu Santo, una conciencia filial que tiene el Padre
como modelo de santidad.
ámbitos específicos del carisma
Promover y fortalecer la fe católica, especialmente en la juventud alejada de Cristo. Diálogo apologético con los intelectuales para la propagación y defensa de la verdad
revelada, allí donde la iglesia o la sociedad más lo necesiten.
El lema del instituto es ―Cree y Espera‖, significando que la fe y la esperanza, fundadas
en la caridad, alimentan la vida apostólica de sus miembros.
MISIONES
La actuación evangelizadora de los miembros del Instituto se realiza en variedad de
misiones según las distintas solicitudes de las iglesias locales y conforme a las
necesidades de cada tiempo. Las misiones se cristalizan en obras sociales y en
colaboración con asociaciones o fundaciones que persiguen fines humanitarios.
―La sensibilidad social del Instituto – afirma el fundador – acoge, en todos sus aspectos,
las frustraciones denunciadas por la indigencia humana: la enfermedad, la incultura, la
injusticia, y en general la tristeza de la vida. Vuestro propósito, queridos hijos, es el
mismo de Cristo: pasar por esta vida haciendo bien a todos‖. La proyección social
abarca, de este modo todas las dimensiones del hombre: educación, salud, enseñanza,
administración, arte, literatura. Hay que destacar la asistencia en hogares a niños
abandonados y la promoción integral de entornos física, económica, cultural y
espiritualmente deprimidos. Las misiones impulsan, con ello la cooperación
internacional con los países más desfavorecidos.
Se pretende una nueva evangelización que acometa, con verdadera vivencia y
compromiso, la restauración espiritual y cultural de personas, mentalidades y ambientes
que, como sucede en la sociedad contemporánea, pudieran estar inmersos en el
materialismo, el hedonismo y el sinsentido de la vida.
Ejemplos de la labor misionera del Instituto, a través de la enseñanza, retiros
espirituales, actividades vocacionales, catequesis, son la dedicación a niños y jóvenes
desamparados, y la significativa presencia universitaria y académica en los países
donde, generalmente, se encuentran.
fundaciones de fernando rielo
En el Instituto Rielo se han establecido diferentes entidades para fomentar una intensa
actividad apostólica. Entre estas fundaciones pueden citarse la ―Familia Idente‖,
constituida por miembros laicos que siguen el espíritu del Instituto pero no poseen
vínculo.
La Escuela Idente de Estudios Teológicos y Filosóficos, que promueve una formación espiritual e intelectualmente por medio del trabajo y el estudio en equipo para, en colaboración y diálogo permanente con la ciencia y la cultura, profundizar en la verdad revelada y sus implicaciones en el mundo de hoy.
La Fundación Cultural Fernando Rielo, pretende la proyección en la sociedad de los valores espirituales y culturales; el hombre como expresión de una honda sensibilidad ante la realidad trascendente y, promueve el encuentro entre las diferentes culturas y tradiciones.
Entre otras fundaciones civiles de Fernando Rielo, hay que destacar, por su incidencia en el mundo universitario: la Juventud Idente, que pretende unir en los más altos ideales culturales y morales a jóvenes de distintos países, razas y creencias, para formación de un Parlamento Universal de la Juventud; la Fundación Universitaria Fernando Rielo, con sede en Roma que tiene la misión específica del diálogo con el mundo intelectual; la Cátedra de Lengua, Literatura y Pensamiento Español en la Universidad de Manila para difusión de la cultura hispánica en Filipinas.
Otro de los rasgos humanitarios de Fernando Rielo se refleja también en fundaciones dedicadas a la atención médica: la Asociación Sanitaria Fernando Rielo, establecida en Roma, en colaboración con Caritas Internacional, dedicada a la asistencia médica y civil de los inmigrantes y, la Escuela Biomédica Fernando Rielo para postgraduados en el campo de la práctica e investigación médicas.
El espíritu Idente es, conforme a tres principios evangélicos:
El mandamiento “sed santos como vuestro Padre Celestial es santo” (Mt 5,48) El consejo promisorio “cuando dos o tres están reunidos en mi nombre allí estoy en
medio de ellos” (Mt 18,20). El imperativo apostólico “id por todo el mundo y proclamad la buena nueva a toda la
creación” (Mc 16,15).
María, Madre de la Vida Mística
María Sedes Sapientiae, Icono entregado por Juan Pablo II a las Universidades
Católicas
BIBLIOGRAFIA
http://www.rielo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=3
&Itemid=86
http://www.juventudidente.net/spip/Fernando-Rielo
http://www.idente.org/index.php?option=com_content&task=view&id=1
http://www.utpl.edu.ec/utpl/misionerasymisionerosidentes79&Itemid=228
Rielo F. mis meditaciones desde el modelo genético. Editorial fundación
Fernando rielo