Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y...

11
1 EXTRACTIVISMO MINERO EN ARGENTINA: BREVE GUÍA DE ANÁLISIS * Carlos E. Solivérez ** Introducción Los productos de la minería —con excepciones y en proporciones muy varia bles— son importantes y a veces indispensables para el buen desarrollo de las ac tividades humanas. Entre los abundantes en Argentina el más valioso es el oro, de cuya producción mundial anual se usa sólo el 12% en aplicaciones tecnológicas, mientras que el 20% se usa en finanzas y el 68% restante en joyería 1 . Le siguen las tierras raras, el litio 2 y otros como el escandio y el uranio. Las primeras son crucia– les para la fabricación de artefactos electrónicos muy variados; el litio es un metal escaso que será esencial para las baterías de los automóviles eléctricos que pronto se multiplicarán por millones en todo el mundo. El impulso al Plan Nuclear Argen– tino plantea también la reactivación de las abandonadas y no remediadas minas de uranio que abastecen los reactores argentinos y la iniciación de otras nuevas, como el yacimiento San Jorge que abarca gran parte del centro de la provincia de Chu– but 3 . Ésto indica que el auge de las explotaciones mineras en el país, de mantener– se las políticas actuales, tenderá a crecer mucho en los próximos años. Los pobladores directamente perjudicados por las actividades mineras —con la adhesión de algunos luditas y partidarios del retorno a la vida naturista— suman a los indudables daños de este origen (entre los que, a mi juicio y el de varios otros analistas, el central es el del agua) otros tal vez inexistentes. Los gobernantes y or– ganismos técnicos, en vez de hacer los estudios científicos necesarios para diluci– dar el verdadero origen de los problemas, los esconden o usan la técnica falaz de desacreditar a los voceros, no a los planteos. Ésto, como es natural ante daños te– midos de gran magnitud, promueve el ante la duda, abstente. Este confuso escenario público de indiscernibles verdades, medias verdades y mentiras termina fomentando adhesiones sentimentales, sin los necesarios funda mentos racionales. Hace un par de años, sin tener posición tomada sobre el tema, me dediqué a estudiarlo con la mayor profundidad posible y razonable. Lo que si gue es un breve esbozo de mis principales conclusiones. Muchos de los detalles (aunque no todos) pueden encontrarse más ampliamente discutidos, con nume * Este trabajo puede usarse y distribuirse de modo libre y gratuito bajo los términos de la licen- cia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 2.5 Argentina: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5/ar/. ** Dr. en Física y diplomado en Ciencias Sociales, creador y editor de la Enciclopedia de Cien– cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente del Concejo Deliberante de San Carlos de Ba– riloche (1991-1995). Véase http://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/index.php/Usuario:Csoliverez.

Transcript of Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y...

Page 1: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  1  

 

 

 

 

EXTRACTIVISMO  MINERO  EN  ARGENTINA:  BREVE  GUÍA  DE  ANÁLISIS*  Carlos  E.  Solivérez**  

Introducción  

Los  productos  de   la  minería  —con   excepciones   y   en  proporciones  muy  varia-­‐bles—  son  importantes  y  a  veces  indispensables  para  el  buen  desarrollo  de  las  ac-­‐tividades  humanas.  Entre  los  abundantes  en  Argentina  el  más  valioso  es  el  oro,  de  cuya   producción  mundial   anual   se   usa   sólo   el   12%   en   aplicaciones   tecnológicas,  mientras  que  el  20%  se  usa  en  finanzas  y  el  68%  restante  en  joyería1.  Le  siguen  las  tierras  raras,  el  litio2  y  otros  como  el  escandio  y  el  uranio.  Las  primeras  son  crucia–les  para  la  fabricación  de  artefactos  electrónicos  muy  variados;  el  litio  es  un  metal  escaso  que  será  esencial  para  las  baterías  de  los  automóviles  eléctricos  que  pronto  se  multiplicarán  por  millones  en  todo  el  mundo.  El  impulso  al  Plan  Nuclear  Argen–tino  plantea  también  la  reactivación  de  las  abandonadas  y  no  remediadas  minas  de  uranio  que  abastecen  los  reactores  argentinos  y  la  iniciación  de  otras  nuevas,  como  el  yacimiento  San  Jorge  que  abarca  gran  parte  del  centro  de  la  provincia  de  Chu–but3.  Ésto  indica  que  el  auge  de  las  explotaciones  mineras  en  el  país,  de  mantener–se  las  políticas  actuales,  tenderá  a  crecer  mucho  en  los  próximos  años.  

Los  pobladores  directamente  perjudicados  por  las  actividades  mineras  —con  la  adhesión  de  algunos  luditas  y  partidarios  del  retorno  a  la  vida  naturista—  suman  a  los  indudables  daños  de  este  origen  (entre  los  que,  a  mi  juicio  y  el  de  varios  otros  analistas,  el  central  es  el  del  agua)  otros  tal  vez  inexistentes.  Los  gobernantes  y  or–ganismos  técnicos,  en  vez  de  hacer  los  estudios  científicos  necesarios  para  diluci–dar  el  verdadero  origen  de  los  problemas,   los  esconden  o  usan  la  técnica  falaz  de  desacreditar  a  los  voceros,  no  a  los  planteos.  Ésto,  como  es  natural  ante  daños  te–midos  de  gran  magnitud,  promueve  el  ante  la  duda,  abstente.  

Este   confuso  escenario  público  de   indiscernibles  verdades,  medias  verdades  y  mentiras  termina  fomentando  adhesiones  sentimentales,  sin  los  necesarios  funda-­‐mentos  racionales.  Hace  un  par  de  años,  sin  tener  posición  tomada  sobre  el  tema,  me  dediqué  a  estudiarlo  con  la  mayor  profundidad  posible  y  razonable.  Lo  que  si-­‐gue   es   un   breve   esbozo   de  mis   principales   conclusiones.  Muchos   de   los   detalles  (aunque   no   todos)   pueden   encontrarse  más   ampliamente   discutidos,   con   nume-­‐                                                                                                                

* Este trabajo puede usarse y distribuirse de modo libre y gratuito bajo los términos de la licen-cia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 2.5 Argentina: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5/ar/.

** Dr. en Física y diplomado en Ciencias Sociales, creador y editor de la Enciclopedia de Cien–cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro–vincia de Río Negro (1983-1991); presidente del Concejo Deliberante de San Carlos de Ba–riloche (1991-1995). Véase http://cyt-ar.com.ar/cyt-ar/index.php/Usuario:Csoliverez.

Page 2: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  2  

rosas   fuentes  y   enlaces   (los  principales   se  dan  aquí),   en  mi  wiki  Enciclopedia  de  Ciencias  y  Tecnologías  en  Argentina4.  

Manifestación  en  oposición  a  la  extracción  de  oro  en  la  Sierra  de  Famatina.  

Aspectos  económicos  

El  modelo  extractivista  actualmente  vigente  en  Argentina  fomenta  la  extracción,  por  empresas  mayoritariamente  extranjeras  (el  82%)5  sin  compromiso  alguno  con  el  país,  de  materias  primas  que  se  exportan,  sin  control  y  con  escasa  o  nula  elabo-­‐ración.   La   proliferación   de   emprendimientos  mineros   de   gran   escala—   sumaban  más  de  600  a  fines  de  20116  —  se  debe  principalmente  a  dos  factores  que  las  ha-­‐cen  muy  rentables:  las  permisivas  leyes  mineras  argentinas  y  el  reciente  fenómeno  internacional  del  gran  aumento  del  valor  de  las  materias  primas  de  uso  industrial  (commodities).   Si   juzgamos   por   el   pasado,   como   señalaron   hace   ya   medio   siglo  Prébisch  y  Singer,  la  duración  de  la  actual  bonanza  de  los  términos  de  intercambio  no  será  larga7.  Su  origen  principal  no  es  —como  quieren  hacernos  creer  los  econo-­‐mistas   ortodoxos—   la   explosiva  mejora   del   nivel   de   vida   de   algunos   pobres   del  planeta  sino  la  exacerbación  de  la  especulación  financiera  con  fondos  previsiona-­‐les8,  hedge  funds,  hipotecas  non  prime  y  otros  inventos  tóxicos.  En  el  caso  de  los  hi-­‐drocarburos,  los  metales  preciosos  y  las  tierras  raras  crecientemente  demandadas  por  el  auge  de  las  tecnologías  de  la  información  y  las  comunicaciones,  el  aumento  está   reforzado   (pero   no   es   su   causa   principal)   por   la   creciente   escasez   de   yaci-­‐mientos  explotables  a  bajo  costo.  El  petróleo  y  el  oro  ilustran  claramente  este  fenó-­‐meno.  El  oro  pasó  de  valer  unos  USD  400  la  onza  (31  gramos)  a  mediados  de  la  dé-­‐cada  de  1990,  a  los  casi  USD  1.800  de  comienzos  del  20129.  El  barril  (159  litros)  de  petróleo  pasó  de   valer  menos  de  USD  20   en  dicha  década,   a   los   casi  USD  110  de  hoy,  con  un  pico  intermedio  de  USD  14510.  Los  valores  de  ambos  oscilan  al  compás  de  las  políticas  financieras  de  las  grandes  potencias.  

Page 3: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  3  

Uno  de  los  impactos  más  negativos  del  modelo  extractivista  es  su  escasa  capaci–dad  de  generación  de  valor  agregado,  término  económico  inseparable  del  concepto  de   cadena  de  valor11,   el   encadenamiento   de   actividades   productivas   interdepen–dientes.  Aunque  desde  el  punto  de  vista  empresario  el  valor  agregado  es  sólo  sinó–nimo  de   rentabilidad,  desde  el  punto  de  vista   social   agregar  valor   a  una  materia  prima   es   transformarla,   generando   en   el   proceso   nuevos   productos   útiles   y  más  puestos  de   trabajo.   Los  nuevos  productos  permiten  el   reemplazo  de   importados,  liberando  divisas  para  los  esenciales  que  no  se  fabrican  en  el  país.  La  cantidad  de  nuevos  puestos  de  trabajo  creados  depende  críticamente  de  las  tecnologías  usadas  en  el  procesamiento.  Las  tecnologías  intensivas  en  capital  (maquinarias  y  grandes  instalaciones),  como  la  minería  a  cielo  abierto,  generan  muy  pocos  puestos  de  tra-­‐bajo.  Otras,  como  los  cultivos  industriales  de  cadena  completa,  la  industria  textil  y  la  metalmecánica  liviana,  generan  muchos  más  porque  en  su  práctica  predominan  conjuntos   de   destrezas   que  hoy   sólo   tienen   las   personas.   El   camión   cargador   de  una  mina  a  cielo  abierto  transporta  fácilmente  50  toneladas  de  mineral  con  sólo  1  chofer;   el  mismo  mineral   transportado   por   ruta   requiere   al  menos   10.  Mientras  más   etapas   de   transformación   de   las   materias   primas   hay,   mayor   es   su   valor  agregado  y  la  mano  de  obra  generada.  Así,  una  cajita  de  copos  de  maíz  vale  25  ve-­‐ces  más  que  el  grano  sin  elaborar.  Si  se  quiere  dar  trabajo,  esencial  para  la  supervi-­‐vencia  en  un  mundo  capitalista,  hay  hacer  en  el  país  la  máxima  elaboración  posible  de  las  materias  primas.  

Derrumbe  de  la  escombrera  de  Veladero  (Barrick  Gold)  en  2008.  

Hoy  se  exporta  la  casi  totalidad  del  mineral  en  bruto,  sin  que  en  muchos  casos  se  sepa  con  certeza  su  composición,  como  hace  Minera  Alumbrera12,  un  prototipo  de  lo  que  no  se  debe  hacer.  El  proyecto  original  de  la  propietaria  estatal,  Yacimien-­‐tos  Mineros  Aguas  de  Dionisio13  (YMAD)  contemplaba  la  separación  de  subproduc-­‐tos  como  el  ácido  sulfúrico  —que  hoy  contamina  las  aguas  de  la  zona—  y  la  refina-­‐ción  del  cobre  y  el  molibdeno.  Hasta  los  escombros  de  las  explotaciones  pueden  al-­‐canzar  grandes  valores  si  se  los  estaciona  correctamente,  como  ilustra  el  caso  del  indio  de   las  escombreras  cercanas  a  San  Antonio  Oeste1415.  Al  argumento  de  que  las  refinadoras  (la  1ª  etapa  de  la  cadena  de  valor)  se  quedarán  sin  materia  prima  cuando  el  yacimiento  se  acabe,  basta  oponer  el  caso  de  ALUAR,  la  única  productora  

Page 4: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  4  

de  aluminio  del  país,  que  trabaja  de  modo  competitivo  con  mineral  importado  (pe-­‐se  a  que  podría  hacerlo  con  mineral  nacional  si  desarrollara  las  tecnologías  necesa-­‐rias,  pero  ése  es  otro  tema).  

Están  instaladas  en  el  pais,  con  testaferros  nacionales  responsables  de  "aceitar"  las  operaciones,  las  principales  empresas  mineras  del  mundo.  Estas  empresas  tie-­‐nen   en   los   países   del   Tercer   Mundo   comportamientos   que   están   expresamente  prohibidos  en  sus  países  de  origen,   tanto  en   lo  ambiental  como  en   lo  económico.  Las   facturaciones  de  muchas  de  ellas  superan  con  creces   los  presupuestos  de   las  provincias  donde  operan.  Su  poder  de  compra  de  voluntades  es  enorme  y  está  po-­‐tenciado  por  la  alta  rentabilidad  de  emprendimientos  que  no  contemplan  los  cos-­‐tos  ambientales  y  sociales.  Es  decir,  tienen  una  enorme  capacidad  de  corrupción  y  la  usan,  sin  escrúpulos,  para  maximizar  la  rentabilidad  de  sus  operaciones.  Un  pro-­‐totipo  de  ésto  es  la  Barrick  Gold  —la  minera  aurífera  más  grande  del  planeta,  que  explota  Veladero16  y  lo  hará  con  Pascua  Lama—  cuyas  prácticas  han  sido  cuestio-­‐nadas  en  muchos  países,  incluyendo  los  EEUU17.  

Aspectos  ambientales  

A  pesar  de  lo  que  dicen  los  empresarios  mineros  y  los  profesionales  que  traba-­‐jan  para  ellos,   la  extracción  de   recursos  no  renovables  nunca  es  ambientalmente  sustentable.  Una  explotación  es  sustentable  o  sostenible18  sólo  cuando  se  puede  re-­‐poner  lo  que  se  saca  y  reparar  lo  que  se  daña.  La  extracción  de  metales  e  hidrocar-­‐buros  puede  tener  mayores  o  menores  impactos  adicionales  sobre  el  ambiente  pe-­‐ro  nunca  se  puede  reponer  lo  que  se  saca  y  casi  nunca  se  reparó  lo  destruido,  como  reiteradamente  muestra  la  historia  de  la  minería  argentina.  Un  ejemplo  prototípico  es  el  de  las  minas  de  uranio  explotadas  por  la  Comisión  Nacional  de  Energía,  orga-­‐nismo  científico-­‐tecnológico  sin  fines  de  lucro  que,  sin  embargo,  nunca  hizo  las  re-­‐mediaciones  indispensables,  a  pesar  de  contar  para  ello  con  fondos  internacionales  específicos19.  Se  puede  hacer  una  larga  lista  de  problemas  de  falta  de  remediación,  como  la  Mina  Gonzalito  de  Río  Negro20  y  la  contaminación  con  plomo  de  la  locali-­‐dad  jujeña  de  Abra  Pampa21.  En  realidad,  lo  que  no  he  podido  encontrar  hasta  la  fe-­‐cha  —no  digo  que  no  exista,  pero  me  parece  improbable—  es  un  solo  caso  de  buen  cierre  y  remediación  de  minas.  

Ni   siquiera   son   sustentables   las   su-­‐puestamente   inofensivas   explotaciones  de   áridos   (materiales   de   construcción  como  arena,  ripio  y  piedras  varias),  co-­‐mo   ilustra  en  Bariloche   la   cantera  Ñire  que   está   causando   derrumbes   en   los  barrios  vecinos22.  

Cuando   Néstor   Kirchner   lanzó   en  2004  el  Plan  Nacional  Minero23,  el  se-­‐  

 Cantera  Ñire  en  San  Carlos  de  Bariloche.  

cretario  de  minería  Jorge  Mayoral  enfatizó  que  iba  a  dar  trabajo  en  lugares  donde  no  crece  nada.  Ninguna  de  las  dos  afirmaciones  es  cierta;  discutiremos  aquí  la  se-­‐gunda,  dejando   la  primera  para   la  ultima  sección.  Antes  de   la  conquista  española  habían  en  el  noroeste  argentino  numerosas  poblaciones  de  miles  de  indígenas  au-­‐toabastecidos  por  sus  cultivos  (véase  Raffino  en  Fuentes).  Tenían  diques  y  canales  de  riego  hasta  en  las  mismas  laderas  de  las  montañas  (Buch  y  Solivérez,  p.  91)  y  to-­‐davía  hoy  la  población  de  Quilmes  (Tucumán)  se  abastece  de  un  embalse  de  origen  

Page 5: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  5  

incaico.   Las   obras   de   riego   artificial   fueron   deliberadamente   destruidas   por   los  conquistadores   para   terminar   con   la   resistencia   indígena.   Sólo   perduraron   y   se  multiplicaron  en  Mendoza,  que  con  268.000  hectáreas  bajo  riego  es  hoy  un  vergel  que  exporta  vinos  de  alta  calidad.  San  Juan,  La  Rioja  y  Catamarca,  con  naturaleza  similar,   tienen  sólo  80.000,  42.000  y  62.000  ha,   respectivamente.  Neuquén  y  Río  Negro   tienen  sólo  16.000  y  73.000  ha  bajo  riego  porque  no  se  hicieron   las  obras  previstas  de  irrigación  de  El  Chocón  y  el  Valle  Medio  e  Inferior.  La  pampa  húmeda  practica  la  agricultura  de  secano,  es  decir,  depende  de  las  lluvias.  No  es  que  no  haya  agua  en  las  comarcas  andinas  y  patagónicas.  La  Minera  Alum-­‐

brera  (Catamarca)  usa  96  millones  de  litros  diarios  y  Pascua  Lama  (San  Juan)  usa-­‐rá  aún  más;  lo  que  falta  son  obras  de  infraestructura  y  la  voluntad  de  usarla  de  mo-­‐do  sustentable  y  beneficioso  para  la  mayor  cantidad  posible  de  pobladores  locales.  El  programa  nacional  Gas  Plus  subsidia  un  sistema  de  extracción  de  hidrocarburos  no  convencionales  que  requiere  la  inyección  al  subsuelo  de  enormes  cantidades  de  agua,  con  consecuencias  que  hoy  son  ya  previsibles  porque  ya  ha  sucedido  en  otras  partes   del  mundo:   la   contaminación   de   todas   las   fuentes   de   agua   subterránea24,  aunque  no  se  usen  directamente  en  el  proceso.  El  uso  minero  de  enormes  cantida-­‐des  de  agua  en  lugares  donde  es  de  difícil  acceso  no  sería  problema  si  se  la  devol-­‐viera  razonablemente  purificada  y  no  se  afectaran  los  glaciares  y  zonas  periglacia-­‐les  que  son  el  principal  sistema  de  retención  de  las  lluvias  y  nevadas.  

 Vista  satelital  del  Bajo  de  la  Alumbrera  con  el  socavón  a  la  izquierda,  las  escombreras  al  centro  y  el  dique  de  colas    a  la  derecha.  La  imagen  abarca  unas  5.000  hectáreas.25  

El  agua  es  el  principal  medio  usado  en  la  minería  de  gran  escala  para  extraer  las  sustancias   de   valor   comercial,   generalmente   por  métodos   de   flotación26.   En   este  proceso   se   usan   sustancias   contaminantes,   como   los   xantatos,   pero   también   hay  

Page 6: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  6  

desprendimientos  de  metales  pesados  (muy  tóxicos  para  los  organismos)  y  se  ge-­‐neran  otras  sustancias  peligrosas  por   las   reacciones  químicas  entre  el  agua  y   los  minerales.   Los   sulfuros   de   hierro   (piritas),   por   ejemplo,   generan   grandes   canti-­‐dades  de  ácido  sulfúrico  en  La  Alumbrera,   lo  que  requeriría  un  tratamiento  espe-­‐cial  de  los  escombros  que  los  contienen.  El  cianuro  es  la  sustancia  preferida  de  los  empresarios  para  la  separación  del  oro  por  su  eficiencia  y  bajo  costo.  El  agua  no  se  recircula  en  circuitos  cerrado,  lo  que  sería  carísimo;  se  deposita,  tal  vez  con  algún  liviano  tratamiento  previo,  en  enormes  embalses  llamados  diques  de  cola,  como  se  ilustra  en   la   foto   satelital  de  Bajo  de   la  Alumbrera.  Estos  diques   inevitablemente  tienen  filtraciones  hacia  las  cuencas  de  agua  de  la  zona  y,  en  zonas  sísmicas  como  la  cordillera  de  los  Andes,  son  pasibles  de  derrumbes  que  pueden  tener  consecuen-­‐cias  catastróficas,  como  ya  ha  sucedido  en  otras  partes  del  mundo.  

Los   empresarios  mineros   frecuentemente  minimizan   el   problema  del   cianuro,  señalando   su   presencia   usual   en   medicinas   y   comestibles   como   las   almendras  amargas.   Señalan   también   que   en   su   uso   aplican   las   normas   internacionales.   Lo  que  no  aclaran  es  que  esas  normas   internaciones,  el  Código  Internacional  para  el  Uso  del  Cianuro,  fueron  establecidas  por  ellos  mismos.  Se  establece  allí  que  el  má-­‐ximo   contenido   de   cianuro   admisible   para   el   agua   que   sale   de   una   planta   es   de  50  miligramos  por  cada  litro.  Lo  que  no  aclaran  es  que  50  mg  son  suficientes  para  matar  a  una  persona  o  un  animal  mediano27.  

Hay  una  ley  nacional  de  protección  del  ambiente  para  las  actividades  mineras,  la  Nº  24.58528.  La  ley  tiene  2  defectos  que  la  hacen  ineficaz:  la  forma  de  realización  y  evaluación  de  los  estudios  de  impacto  ambiental  (EIA);  la  corrección  de  los  daños  resultantes.  Las  empresas  eligen  libremente  la  consultora  que  hará  el  EIA  (Art.  6),  por  lo  que  el  resultado  es  que  los  más  graves  se  omiten  (caso  del  uso  del  agua  en  la  cordillera)  o  se  minimizan.  El  órgano  evaluador  del  EIA  es  un  organismo  burocrá-­‐tico  (Art.  12),  a  lo  sumo  tecnológico  pero  nunca  científico,  cuyos  jefes  por  regla  ge-­‐neral  no  son  elegidos  por  concurso  de  idoneidad  sino  por  afiliaciones  partidarias,  y  cuyos  profesionales  no   tienen   la   libertad  de  expresar  públicamente  su  acuerdo  o  desacuerdo  con   las  resoluciones  de  su   jefe.  Se  requeriría  un  sistema  contencioso,  como  el   judicial,   donde  empresarios  y   comunidades  debieran  probar   sus  afirma-­‐ciones  y  en  caso  de  duda  se  aplicara  el  principio  de  daño  temido.  En  el  caso  de  los  daños  hechos,  como  no  se  obliga  a  la  constitución  de  un  fondo  de  garantía  ambien-­‐tal  (Art.  18)  ni  se  hace  responsable  a  la  empresa  matriz  (usualmente  extranjera  y  no  sujeta  a  las  leyes  nacionales),  como  sucede  en  otros  países,  basta  que  la  empre-­‐sa  local  —una  subsidiaria  usualmente  constituida  al  solo  efecto  de  una  explotación  particular—  se  declare  en  quiebra  para  que  la  restitución  no  se  haga.  Ésto  no  es  ca-­‐sual,   la   legislación   fue   diseñada   de   acuerdo   las   pautas   extractivistas   del   Banco  Mundial,   cuya   política   es   trasladar   las   actividades   más   contaminantes   al   Tercer  Mundo  (véase  la  nota  Furor  on  Memo  At  World  Bank  del  diario  New  York  Times29).  

Aspectos  políticos  

La  legislación  heredada  de  la  época  menemista  y  todavía  no  corregida  establece  al   menos   17   inauditos   incentivos   económicos   para   las   explotaciones   mineras30:  eximición  de  aranceles,   reintegros  de   IVA,  promoción  de  exportaciones,   libre   im-­‐portación  de  insumos  sin  pago  de  aranceles,  reserva  de  mercado,  amortización  an-­‐ticipada  de  bienes  de  capital,  eximiciones   impositivas,  30  años  de  estabilidad   im-­‐positiva...    A  éstas  hay  que  agregar   los  subsidios  a   la  energía,  electricidad  y  com-­‐

Page 7: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  7  

bustibles,  que  aunque  estén  en  vías  de  desaparición,  suman  históricamente  enor-­‐mes  montos  que  nadie  ha  calculado  todavía.  Como  ya  se  señaló  al  discutir  el  problema  de  los  controles  y  evaluaciones  de  im-­‐

pacto  ambiental,   todos   los  organismos  tecnológicos  estatales  de  Argentina  sufren  las  consecuencias  de  las  designaciones  de  funcionarios  sin  idoneidad  por  su  adhe-­‐sión  a  políticas   impuestas  desde  arriba  sin  análisis  racional.  Otros  organismos  de  reconocida   solvencia   técnica,   como   el   Instituto  Nacional   de   Tecnologías   Agrope-­‐cuarias31  (INTA),   están   severamente   limitados   en   su   función   informativa   por   la  prohibición  de  expresarse  públicamente  sin  autorización  de  sus  jefes32  o  por  la  fal-­‐ta  de  consulta  sobre  temas  centrales  de  su  incumbencia33.  A  esto  se  suman  los  difí-­‐cilmente  demostrables  y  rarísima  vez  condenados  casos  de  corrupción  de  funcio-­‐narios  (como  el  citado  caso  del  indio  en  Río  Negro).  

Aspectos  sociales  

Una  gran  porción  de  los  pobladores  rurales  de  Argentina  —que  en  total  confor-­‐man  algo  menos  del  12%  de  la  población  del  país—  no  tiene  un  modo  de  vida  ex-­‐tractivista:  cultiva  sus  alimentos  vegetales  y  sus  maderas  (que  son  los  plásticos  na-­‐turales);  reproduce  sus  ganados  por  su  carne,  su  leche,  su  cuero  y  su  pelo.  Para  eso  necesita  tierras  y  agua,  pero  también  renunciar  a  buenos  servicios  (salud,  educa-­‐ción,   transporte,   electricidad,   gas   natural,   agua   corriente...),   a   relaciones   sociales  intensivas  y  a  las  ofertas  consumistas  de  bienes  y  diversión  que  brindan  las  ciuda-­‐des  (comercios,  TV,  fútbol,  discos,  oferta  sexual,  droga...).  El  resto  de  nosotros  vive  de  su  trabajo  en  relación  de  dependencia,  en  blanco  o  en  negro,  en  este  complejo  y  globalizado  mundo   capitalista   que   nos   tocó.   Así,   la   disponibilidad   de   suficientes  puestos  de   trabajo  estables  es   crucial,  no  ya  para   la   calidad  de  vida,   sino  para   la  mera  supervivencia.  

La  capacidad  de  una  actividad  producti-­‐va  de  generar  empleo  se  obtiene  de  la  ma-­‐triz   insumo-­‐producto   de   la   economía   ar-­‐gentina34  a   través   de   su   coeficiente   de   re-­‐querimientos  de  empleo  (CRE),  la  cantidad  de  puestos  de   trabajo  divididos  por  el  va-­‐lor  del  producto  que  generan.  Esto  permite  determinar   los   efectos   intersectoriales   y  laborales   de   la   producción   de   un   sector  cualquiera.  

 Niña  norteña  desnutrida.  

El  CRE  de  la  minería  es  ínfimo:  en  orden  decreciente,  ocupa  el  lugar  57  entre  60  categorías  .  El  CRE  de  los  cultivos  industriales,  caso  de  la  vitivinicultura  de  las  re-­‐giones  andinas  que  corren  riesgo  de  ser  desplazadas  por  las  actividades  mineras,  es  casi  10  veces  mayor  (Los  complejos  agroalimentarios  y  el  empleo:  una  controver-­‐sia  teórica  y    empírica35,  p.  10  y  cuadro  5  de  la  p.  22).  Lo  inteligente,  previsor  y  soli-­‐dario  con  nuestros  descendientes  es  hacer  durar  y  elaborar  los  recursos  mineros  lo  más  posible,  brindando  el  máximo  de  trabajo  donde  más  se  necesita,  en  las  comu-­‐nidades  más   pobres   del   interior   del   país,   respetando   al  mismo   tiempo   su   forma  tradicional  de  vida.  El   extractivismo,  que   consume  de  modo   irreversible   el  patrimonio  natural  del  

país  sin  brindar  fuentes  de  trabajo  significativas,  ni  siquiera  estables,  no  es  inevi-­‐

Page 8: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  8  

table  sino  una  elección  de   los  gobernantes.  De  entre   las  muchas  materias  primas  del  país,  el  gobierno  nacional  y  casi  todos  los  provinciales  no  han  elegido  fomentar  activamente   las   renovables   (producción  agropecuaria  sin  erosión,   con  reposición  de  nutrientes,  uso  controlado  de  plaguicidas  y  máxima  elaboración)  sino  las  no  re-­‐novables   (hidrocarburos   y  metales).   Ésto   plantea   el   problema   del   seguro   agota-­‐miento   del   recurso,   que   para   los  minerales  más   valiosos   rara   vez   excede   los   10  años  y  sólo  puede  ser  mayor  para  algunos  hidrocarburos,  aunque  con  altos  costos  que  ya  estamos  comenzando  a  sufrir.  Las  comunidades  indígenas  del  actual  territorio  argentino  sufrieron  la  depreda-­‐

ción  de  sus  territorios  desde  el  comienzo  de  la  conquista  y  colonización.  Las  Leyes  de  Indias  les  reconocían  la  propiedad  de  sus  tierras  ancestrales,  pero  los  encomen-­‐deros  españoles  se  las  ingenieron  para  arrebatárselas.  Cuando  un  giro  del  merca-­‐do,  una  innovación  tecnológica  o  un  descubrimiento  aumentaba  el  valor  de  sus  te-­‐rritorios,  eran  desplazados  a  rincones  cada  vez  más  pobres.  La  Conquista  del  "De-­‐sierto"  es  el  episodio  más  conocido  de  esta  política;  la  extracción  de  hidrocarburos  y  metales  de  sus  territorios  ancestrales,  sólo  el  más  reciente.  Aunque  el  inciso  17  del  artículo  75  de  la  Constitución  Nacional  de  1994  les  dio  derechos  de  propiedad,  la  Ley  Nacional  26.160  reconoció  la  falta  de  vigencia  real  de  los  mismos  al  suspen-­‐der  los  desalojos  hasta  2013  y  encomendar  al  Instituto  Nacional  de  Asuntos  Indíge-­‐nas   (INAI)  el   relevamiento  de   las   tierras  ocupadas  por  nuestros  pueblos  origina-­‐rios.  Los  relevamientos  han  sido  activamente  bloqueados  por  los  poderes  ejecuti-­‐vos  de  provincias  como  Neuquén,  Formosa  y  Chaco.  No  es  difícil  imaginar  por  qué:  las  extracciones  proporcionan  recursos  fiscales  y  (corrupción  mediante)  persona-­‐les;  además,  el  clientelismo  político  funciona  mejor  cuanto  más  pobres  hay  y  más  concentrados  están  en  los  cinturones  de  villas  miseria  de  las  ciudades.  

Conclusiones  

Las  críticas  al  extractivismo  no  son  delirios  de  intelectuales  trasnochados,  am-­‐bientalistas   radicalizados,   luditas   irracionales,  mercenarios   a   sueldo   o   campañas  de  medios  de  comunicación.  Una  encuesta  hecha  en  2010  por  la  consultora  ARES-­‐CO   en  Catamarca,   La  Rioja,   San   Juan,  Neuquén,   Chubut   y   Santa   Cruz  mostró   que  más  del  60%  de  sus  habitantes  se  opone  al  extractivismo36.  Sin  embargo,  la  mayo-­‐ría  de   los  políticos,   en  particular   los  oficialistas,   no  han  apoyado  estos   reclamos.  Saquen  ustedes  sus  propias  conclusiones  sobre  el  por  qué.  

No  basta  informar  la  cantidad  de  emprendimientos  ni  los  montos  que  el  Estado  recauda  de  las  mineras,  hay  que  cuantificar  los  puestos  directos  de  trabajo  creados  y  las  demandas  generadas  a  la  industria  nacional,  obligando  a  la  creación  de  genui-­‐nas  cadenas  de  valor  agregado.  No  basta  declamar  el  cuidado  del  medio  ambiente,  en  particular  del   agua,  hay  que  hacer  auditorías  por   científicos   independientes  y  supervisadas  por   las  comunidades  afectadas  mediante  representantes  democráti-­‐camente  elegidos  y  no  vinculados  a  las  empresas  extractoras.  No  se  debe  permitir  la  exportación  no  controlada  de  minerales  ni  el  agotamiento  rápido  de  recursos  cu-­‐yo  valor  práctico  y  económico  puede  ser  crucial  en  un  futuro  no  demasiado  lejano,  como  el  litio  para  las  baterías  de  los  autos  eléctricos  que  ya  se  vienen  y  las  tierras  raras  y  otras  sustancias  cruciales  para  los  dispositivos  electrónicos.  No  basta  escu-­‐char   los  argumentos  de   las  empresas  extractivas  y  de  sus  socios  y  empleados,   se  necesita  la  voz  de  profesionales,  científicos  y  tecnólogos  independientes  que  seña-­‐len  los  pros  y  los  contras  de  las  políticas  vigentes  y  la  forma  de  mejorarlas.  Hay  que  

Page 9: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  9  

mejorar  los  servicios  rurales  y  crear  puestos  estables  de  trabajo  donde  más  se  ne-­‐cesitan,  en  las  regiones  rurales  andinas.  Hay  que  industrializar  al  máximo  los  pro-­‐ductos  primarios.  Hay  que  garantizar  el  agua  potable  y  hacer  obras  de  irrigación.  Hay  que    informar  bien  a  los  gobernados  y  erradicar,  de  raíz,  la  indiferencia  y  co-­‐rrupción  de  los  gobernantes.  El  modelo  extractivista  no  es  compatible  con  estos  re-­‐quisitos.  

Bariloche,  26  de  marzo  de  2012.  

Bibliografía  

• Buch,  Tomás  y  Solivérez,  Carlos;  De  los  quipus  a  los  satélites:  historia  de  la  tecno-­‐logía  en  la  Argentina37;  Edit.  Universidad  Nacional  de  Quilmes;  Quilmes  (pcia.  de  Buenos  Aires);  2011;  ISBN  9789875582378.  

• Díaz,   Fernando   (entrevista   de  Darío   Aranda);  Minería  de  agua;  Mu,   revista   de  Lavaca,  Nº  4538,  pp.  16-­‐17;  junio  de  2011.  

• Fundación  para  la  Defensa  del  Medio  Ambiente39  (FUNAM).  Presidida  por  Raúl  Montenegro,   Premio  Nobel   Alternativo   en   reconocimiento   por   sus   destacados  esfuerzos  en  favor  del  planeta  y  de  la  humanidad.  Hace  estudios  científicos  so-­‐bre  problemas  de  contaminación  ambiental.  

• Garín,  Javier;  Falsos  dilemas  de  la  cuestión  minera40;  ARGENPRESS;  29  de  febrero  de  2012.  La  experiencia  de  Andalgalá.  

• No  a   la  Mina41,  sitio  originado  en  el  rechazo  de   la  población  de  Esquel  a   la  ex-­‐tracción  de  oro  con  cianuro  en  su  vecindad.  Tiene  numerosos  y  actualizados  ar-­‐chivos  sobre  los  rechazos  de  las  comunidades  a  las  actividades  mineras.  

• Raffino,  Rodolfo;  Poblaciones  indígenas  en  Argentina:  urbanismo  y  proceso  social  precolombino;  Emecé  Editores;  Ciudad  de  Buenos  Aires;  2007;  ISBN  9789500429474.  

• Svampa,  Maristella  &  Antonelli,  Mirta  A.  (compiladoras);  Minería  transnacional,  narrativas   del   desarrollo   y   resistencias   sociales42;   Editorial   Biblos;   Ciudad   de  Buenos  Aires;  2009;  ISBN  9789507867095.  

   

Page 10: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  10  

                                                                                                                 

Referencias  1   http://www.eclac.org/cgi-­‐bin/getProd.asp?xml=/publicaciones/xml/1/15391/P15391.xml&xsl=/drni/tpl/p9f.xsl&base=/revista/tpl-­‐i/top-­‐bottom.xslt.  

2   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Yacimientos_de_litio_en_Argentina.  3   http://www.calypsouranium.com/sp/SanJorgeBasin.asp.  4   http://cyt-­‐ar.com.ar/.  5   http://www.argentinatradenet.gov.ar/sitio/estrategias/Informe  Sectorial  de  Mineria.pdf,  p.  9.  

6   http://www.mineria.gov.ar/13-­‐01-­‐2012_Exploracion_2011.html.  7   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Términos_de_intercambio.  8   http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=4469.  9   http://goldprice.org/gold-­‐price-­‐history.html.  10   http://inflationdata.com/inflation/inflation_rate/historical_oil_prices_table.asp,  http://www.nyse.tv/crude-­‐oil-­‐price-­‐history.htm.  

11   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Cadena_de_valor.  12   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Bajo_de_la_Alumbrera.  13   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/YMAD.  14   http://www.trendix.com.ar/en/trendix_elescorial.html.  15   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Minería_en_la_provincia_de_Río_Negro  -­‐  Se_iba_a_pagar_14_millones_para_que_se_llevaran_300_millones_de_mineral_de_indio.  

16   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Veladero.  17   http://en.wikipedia.org/wiki/Barrick_Gold  -­‐  Environmental_impact.  18   http://es.wikipedia.org/wiki/Sustentabilidad.  19   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Proyecto_de_Restitución_Ambiental_de_la_Minería_del_Uranio.  

20   http://www.mineria.gov.ar/estudios/cfc/rionegro/minero.asp.  21   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Plomo.  22   http://www.anbariloche.com.ar/noticia.php?nota=26211.  23   http://www.mineria.gov.ar/planmineronac.htm.  24   http://opsur.wordpress.com/2011/07/01/shale-­‐gas-­‐hacia-­‐la-­‐conquista-­‐de-­‐la-­‐nueva-­‐frontera-­‐extractiva/.  

25   http://maps.google.com/maps/ms?t=h&hl=es&ie=UTF8&msa=0&ll=-­‐27.330223,-­‐66.588651&spn=0.038735,0.307961&z=12&msid=114788206160586107971.00047856b79a06a0ea847.  

26   http://es.wikipedia.org/wiki/Flotación_(proceso).  27   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Uso_de_cianuro_en_minería.  28   http://infoleg.mecon.gov.ar/infolegInternet/anexos/30000-­‐34999/30096/norma.htm.  

29   http://www.nytimes.com/1992/02/07/business/furor-­‐on-­‐memo-­‐at-­‐world-­‐bank.html.  

30   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Minería_en_Argentina  -­‐  R.C3.A9gimen_legal.  

31   http://www.inta.gov.ar/.  

Page 11: Extractivismo por Solivérez©rez.pdf · cias y Tecnologías en Argentina; Subsecretario y Secretario de Ciencia y Técnica de la pro– vincia de Río Negro (1983-1991); presidente

  11  

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                   32   Bariloche  es  un  ejemplo  reciente,  véase  http://www.anbariloche.com.ar/noticia.php?nota=26762.  

33   http://www.newsmatic.e-­‐pol.com.ar/index.php?pub_id=99&sid=1032&aid=34153&eid=39&NombreSeccion=PolÃtica&Accion=VerArticulo.  

34   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/MIP.  35   http://cenda.org.ar/files/CENDA_DT03.pdf.  36    http://www.editorialrn.com.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=6022&Itemid=39.  

37   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/BuchSolivérez_QS  contiene  el  Índice  completo.  

38   http://media.lavaca.org/pdf/mu/mu45.pdf.  39   http://www.funam.org.ar/.  40   http://www.argenpress.info/2012/02/argentina-­‐falsos-­‐dilemas-­‐de-­‐la-­‐cuestion.html.  

41   http://www.noalamina.org/.  42   http://cyt-­‐ar.com.ar/cyt-­‐ar/index.php/Svampa%26Antonelli_MT  contiene  el  Índice  completo.