Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

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Guadernos de Madinat al -Zahrá' Vol. 4 Córdoba, 1999

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Avance de resultados. Autor: Pedro Marfil Ruiz. Cuadernos de Madinat al-Zahra, Año 1999, Número 4. Revista de difusión científica del Conjunto Arqueológico Madinat al-Zahra.

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GuadernosdeMadinatal -Zahrá'

Vol. 4

Córdoba, 1999

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O Junta de Andalucía. Consjería de Cultu¡a

(O l-os autores.

Imprenta San Pablo, S. L. - Córdob¿

Sot Ángela de ia Crtz, 1.2 - TeLéfono 957 283 JO6ISSN:1139-9996Depósito Legal: CO. 6041 1999

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AVANCE DE RESULTADOS DEL ESTUDIO ARQUEOLOGICODE LA FACHADA ESTE DEL ORATORIO DEABD AL-RAHMAN I EN LAM.EZQUITA DE CORDOBA

PEDRO MARFiL F.UIZ. Unit,a'sirlad de Círdoba

I. INTRODI]CCION

El objeto del presente artículo es dar a conocer

el resultado del estudio arqueoiógico realizado en

la zona exterior de Ia fachada este del o¡atorio de

Abd al-Rahman I en la Mezcluita de Córdoba. La

Intervención Arqueológica cie Urgencia fue reali-

zada por encargo del Cabildo Catedralicio comopaso previo a la ejecución del proyecto de renova-

ción del forjado. Era conveniente emprender tareas

previas de estudio arqueológico del sótano allíexistente de cara a ampliar el conocimiento del

edificio y que dicha información sirviese a su vez

de apoyo al proyecto arquitectónico.La zona de actuación se enclrentra ubicada en

el interior de la sala de oración de la antigua mez-

qr-rita cle Almanzor, entre la primitiva línea de

fachada este dei oratorio cle Abd al-Rahman I y laprimera andanada de columnas de la primera nave

de Almanzor, ocupando pues el ancho de una nave.

Su longitud viene delimitada, en un lado, por la

capilla existente al Norte -capilla de la Epifanía-y, en otro, por Ia presencia del altar mayor de laCatedral. Los restos arclueológicos conservados fue-

ron excavados en los años 30 por D. Félix Hernán-

dez, c1r-rién realizó dicha labor con el objeto de

estudiar la fachada del oratorio de Abd al-RahmanI. El estudio del a¡chivo personal de este arquitec-

to, conservado actualmente en el MAPCO, ha

aportado mlly escasos datos sobre Ia actuación rea-

Iizada por él en la zona. Sólamente hemos podido

Localizar un croqr-Lis realizado a mano alzad.a con

mediciones de las estrr-rcturas. La información, por

ello, se ve reducicla a los comentarios que realiza

en artículos acerca de1 estudio general de la Mez-

quita cordobesa y por escasas referencias l¡iblio-gráficas de otros autores (1). Era, pues, neces¿rio

acometer un estudio arqueológico de lo excavado

para dar a conocer a la comunidad científica la

existencia de estos restos, dada slr enorme impor-tancia para la arqr-reología medieval islámica ypara el esrudio de la Mezqtrica.

La afección al stLbsuelo por parte de la excava-

ción de F. Hernández es irregular, estando en

algunos puntos excavado hasta una cota de más de

3 metros de proftrndidad; en otras zonas, en cam-

bio, la cota excavada es mucho menor. Con r-rn cri-terio muy avanzado y con visión de fi-rtr-rto F. Her-nández conservó como sótano ios hallazgos reali-

zados. La cubrición de la cata consistió en la reali-

zación de un forjado de hormigón armado sobre

vigas cle hormigón con alma metálica, colocadas

transversalmente al sentido de la nave y de la cata.

La mayor parte de las vigas presenta una altura de

0,30 mts. y un grosor de 0,18 mts., siendo el for-jado de 0,12 mts. En sus apoyos del lado oriental,las vigas van arriostradas por muretes de ladrilloque descansan sobre Ia cimentación de la primera

andanada de coh-rmnas de Almanzor. Los apoyos

de las vigas los resuelve o bien apoyando sobre la

fachada este de la Mezquita y sobre la cimen-

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tación de Almanzor, o planteando pilares deapoyo en los casos en los que no era posible la pri-mera solución. Se colocan de esta forma 17 vigas.

II. ESTADO PREVIO DEL YACIMIENTO.GENERALIDADES

Con anterioridad a las obras de rehabilitación,el yacimiento presentaba como característicasgenerales la existencia de un sótano excavado en laprimera nave de la ampliación amirí, ocupandouna extensión del ancho de una nave y una longi-tud que va desde las capillas existentes en el muronorte hasta la catedral. El acceso se redjzaba a ua-vés de una trampilia de madera existente en elextremo norte de la cata, junto a la cancela de

entrada de la capilla de la Epifanía. La zona nortese encontraba excavada hasta r-rna mayor cota de

profundidad, ascendiendo la cota hacia el sur de

forma escalonada. Presentaba un forjado sobre lazona excavada elaborado con viglietas metálicasrecubie¡tas de hormigón, colocadas transversal-mente a la nave, y sobre Ias que apoyaba un forja-do de hormigón armado. Debido a que el hierrono estaba tratado con protección alguna fue ataca-

do de forma intensa por la fuerte humedad quepresenta Ia cata, oxidándose ei hierro y cuarteán-dose el forjado por ello. Ha de tenerse en cuentaque se trataba de una de las primeras aplicacionesde hormigón armado en la construcción cordobe-sa. Esta de¡¡radación del forlado supuso la necesi-

dad de apuntalarlo, enconrrándose el interio¡ delyacimiento al inicio de los trabajos ocupado porgran núrmero de puntales metálicos, los cuales en

gran parte también estaban deteriorados, sobretodo en los tablones que servían de apoyo supe-rior. Dicho apuntalamiento impedía un estudioadecuado del yacimiento y dificultaba el paso en

el interior. Las condiciones de humedad del inte-rior hicieron necesario colocar rejillas en el forjadoen l99J para favorecer Ia ventilación, así comorenovar los apuntalamientos.

rrr. LA TNTERVENCTÓN ARQUEOLÓCICA

La técnica de excavación arqueológica tttliza-da por nosotros se ha basado en el método Harris,por 1o que se atendió de manera especial al estu-dio del proceso de estratificación, considerándolocomo un conl'unto de modelos naturales de ero-

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sión y depósito entrelazados con alteraciones delpaisaje efectuadas por e1 hombre medianre excava-

ción y actividad edilicia. Con relación al estudiode la estratigrafía muraria se han empleado fichasde registro basadas en el modelo codificado por elInstituto Central para el Catálogo y la Documen-tación de ltalia, así como en Ia utilizada por R.Parenti en Siena, en Ia qr-re modifica algunosaspectos de la anterior (2).

Se han perseguido en Ia actuación como obje-tivos principales Ia ubicación crono-esrrari gráftcade estructuras, estratos e interfacies, la valoraciónde la potencia estratigráfica del yacimiento y sus

características generales de estratificación, el estu-dio exhaustivo de estructuras en sí mismas y en

relación con la espacialidad del edificio y la valo-ración de los restos hallados y su importancia parala historia y arqr-reología de la Mezquita. Para laconsecución de estos objetivos se han realizado las

siguientes actividades arqueológicas: limpieza de

la cata existente bajo control arqueológico; docu-mentación gáftca, tanto planimétrica como foro-gráfica, de plantas y alzados, con su interpreraciónestratigráfica reahzación de sondeos puntuales en

aquellos lugares necesarios para la interpretaciónde los restos, cuya ubicación y dimensiones se

decidieron tras la limpieza en función de las nece-

sidades que planteó la investigación. Con respecroa Ia documentación planimétrica del yacimientohemos de destaca¡ la realización de trabajos enca-

minados a la perfecta ubicación espacial de loselementos. Como actuación destacable a nivel de

técnica de representación hemos de referirnos a lacolocación de un sistema de referencia aérea a lolargo de toda la zona excavada.

El equipo técnico ha estado compuesro por elarqueólogo director Pedro Marfil Ruiz, la dibu-jante Carmen Sampedro y los técnicos diplomadosManuel Rodríguez y Alicia GonzáIez de QuevedoHerranz. El tiempo estimado de actuación era de

40 días laborables, ampliados hasta 60, aunquelos últimos 20 días no han repercutido en el pre-supuesto de ejecución. La ejecución material hacorrido a cargo del Cabildo Catedralicio.

Una vez eliminado el forjado de hormigóncontemporáneo, se procedió a Ia limpieza exhaus-tiva de la zona excavada por F. Hernández, a Iatoma de datos de campo acerca del estado previodel yacimiento y a su documentación gráfrca yplanimétrica. Se procedió, entonces, a real,izar Ia

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excavación puntual en aquellas zonas que ofrecíanposibiiidades de obtener información estratigráfi-ca, ya inexistente en el resto de la zona de estudio.Uno de los sondeos (n." 1) se rcah.zó junto a laescalera situada en el extremo sur, siendo su obje-tivo el documentar a nivel de cimentación dichoelemento y su relación con la calle de Abd al-Rah-man I. Otro sondeo (n.' 3) se realizó en la calle de

Abd al-Rahman I de cara a obtener informaciónestratigráfica de los niveles anteriores a dichacalle. Otro sondeo (n." 2), ya de mayor entidad, es

el planteado en Ia segunda nave de Almanzor, en

la prolongación de la sala de abiuciones de His-ham I, con el objetivo de comprobar la continui-dad de la misma. En el tramo norte de Ia z<¡na

excavada se pudo comprobar la existencia de unenlosado de calle, que fue posteriormente excava-

do en extensión.

IV. PERÍODOS Y FASES HISTÓRICASDOCUMENTADOS

Se han documentado elementos estratigráficospertenecientes al período Contemporáneo, con las

fases s. XX y s. XiX; al período Edad Moderna,con Ias fases s. XVII y s. XVI; al período Bajome-dieval, con las fases s. XV y s. XIV; al períodoCalifal con las fases de Almanzor y de al-HakamII; al período Emiral con las fases ss. IX-X, Abdal-Rahman II, Hisham I y Abd al-Rahman I; alperíodo Romano y al período Geológico.

IV.1. Período Contemporáneo

Del período contemporáneo se han diferencia-do 106 unidades estratigráficas: 102 de Ia fase s.

XX y 4 de la fase s. XIX.

IV. l.a, Fase ¡. XX

En la fase s. XX destaca principalmente elforjado construido por F. Hernández, que fue eli-minado durante los trabajos y posreriormente sus-

tituido por Lrn forjado nuevo. Los apuntalamien-tos colocados en momentos muy posteriores a las

obras de F. Hernández rompían, en algunos casos,

determinados elementos arqueológicos.

Dentro de las obras de adecuación de la catapara su visita realizadas por F. Hernández encon-tramos el corte realizado en el cimiento renacen-tista, donde efectúa la demolición de parte de esta

estructura para facilitar el paso a través de esta

zona de la cara, ya que el cimiento corrido entrelos dos pilares del arco transversal lo cortaba.Colocó vigas metálicas arriostrando ambos lados

del cimiento afectado, a pesar de 1o cual el arco

transversal acusa grietas en su clave. Otro aspecto

de interés en este acondicionamiento de la cata es

el revestimiento mediante enfoscado de cementoIlevado a cabo para consolidar la cara oeste delcimiento corrido de la primera andanada de laampliación de Almanzor.

IV1.b. Fase.r. X1X

Las unidades estratigráficas pertenecientes a

este período fueron documentadas en el sondeo 2

y se relacionan con el uso de esta zona como lugarde enterramiento católico. Destaca la documenta-ción de un enterramiento en ataúd en fosa simple,así como de una fosa común más antigua que elataúd.

IV.2. Período Edad Moderna

Del Período Edad Moderna se han diferencia-do 50 ¡rnidades estratigráficas, en dos fases: la fase

s. XVII con 6 unidades y la fase s. XVI con 41unidades.

IV.2.a. Fase s. XVII

En esta fase destaca la construcción de unacripta o enterramiento abovedado que se ubica en

la zona central de la superficie excavada. Su cons-trucción produjo una interfacies de arrasamientovertical qr-re afecta al cimiento corrido que arrios-tra los arcos renacentistas. Posiblemenre se trarade parte de un enterramiento abovedado o peqlre-

ña cripta que fue desmontada por los trabajos de

F. Hernández. EI lateral norte es lo que se ha con-

servado de esta estructura así como el arranque de

la bóveda de medio cañón. Conserva t hiladas de

ladrillo de pared y t hiladas de ladrillo en elarranque de la bóveda.

lV.2.b. Fa¡e ¡. XVI

Corresponden a esta fase todos aquellos ele-mentos relacionados con la construcción de Iacatedral, como son la cimentación de uno de los

muros y de uno de los pilares del altar mayor, así

como la rcorganización y renovación de arquerías

en la zona de transición entre las naves de IaMez-

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quita y el altar mayor. También en relación con

esta renovación encont¡amos un arco transversal ala primera nave de Almanzor.

En cuanto a la cimentación del muro del altarmayor de la catedral, se documenta en una iongi-tud de 3,53 mts., en disposición transversal al

sentido de la nave de Almanzor. Presenta una base

elaborada con sillería y tierra apisonada. Intervie-nen en su composición sillares a tabla, a tizón yfragmentos de sillares. Presenta u,na z^rpa de 0,61

mts. Sobre esta base se dispone una capa de nive-lación, con una potencia de 0,,10 mts., compuesta

por tierra apisonada con abundante cal, arcillas,gravas y fragmentos cerámicos. Sobre ésta se dis-pone la hilada inferior, de sillarejos dispuestos a

soga, rehundida con respecto al plano de la zona

superior del cimiento. La siguiente hilada es de

sillería dispuesta a soga. La sigr-riente es la hiladasuperior de nivelación del cimiento, elaborada con

sillarejos colocados en el mismo plano que las

hiladas anteriores. Asociados a esta cimentaciónencontramos restos de la cimentación de uno de

los pilares de la catedral, el cual presenta una hila-da base que a pesar de continuar en línea Ia hiladadel cimiento del muro del altar mayor sobresale

de forma escalonada con respecto a dicho cimien-to, ensanchándose de oeste a este. Apoya sobre el

contrafuerte de la esquina sudeste de la mezquitade Abd al-Rahman I, sobre su interfacies de arra-

samiento. Está elaborado con sillares a soga. Sobre

ésta se coloca una hilada de nivelación que sobre-

sale con respecto al plano del muro.Con respecto a la reorganizacrón y renovación

de arquerías, hemos de decir que se constata Iaalteración de la organización de arcos de Alman-zon para adaptarla a la nueva espacialidad de lamezquita impuesta por la construcción de la cate-

dral y la destrucción de parte de Ias estructurasislámicas. Se han estudiado dentro de la interven-ción varias columnas de este momento constructi-vo, destacando la continuación de la técnica de

Almanzor en su factura, tanto a nivel de cimien-tos como de alzados, incluido el aparejo del arco.

Algunos de Ios fustes están elaborados con ¿¡ranitoy sus dimensiones han sido diseñadas exprofeso

para ser colocados en cada lugar concreto. Lo

observamos por ejemplo en la columna del primerarco desde el sr-rr que presenta fuste de granito,material que revela su distinta procedencia con

respecto a los fustes utilizados en las fases de cons-

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trucción de la mezquita cordobesa, estando elabo-

rado expresamente para la fábrica de la catedral.

Otra característica peculiar es su mayor longitudcon respecto a los fustes islámicos, ya que están

realizados a medida para apoyarlos directamenteen estructuras anteriores que actlrasen comocimentación. Así, vemos cómo este fuste apoya

directamente en el muro de fachada este de Abdal-Rahmán I. La segunda columna presenta las

mismas características que la comentada.

En la primera andanada de columnas de época

de Almanzor también se observan claros indiciosde esta renovación de arquerías, como en el fuste

de columna adosado al pilar de la catedral, o en la

columna que se ubica en primer lugar contandohacia el norte, elaborada con elementos reutiliza-dos de las desmontadas de Ia ampliación de

Almanzor. En esta reorganización se eliminan los

pilares que conformaban la traviesa de Almanzor,arrasándolos hasta la cota de suelo, Io cual se apre-

cia a través del registro realizado por F. Hernán-dez. La eliminación de las traviesas de Almanzcirsupuso la construcción de arquerías que continúanel ritmo general, pero que no guardan relacióncon lo preexistente. Se produce el arrasamientohasta cotas de solera, por lo que no se destruyetotalmente la evidencia arqueológica de su exis-

tencia. Es curioso observar cómo la primera de las

columnas colocadas por Hernán Ruiz en Ia prime-ra andanada presenta basa, elemento extraño a laprimitiva organización de las columnas en las

arqr-rerías de la mezquita de Almanzor. Sin embar-go, slr uso en este caso puede venir dado por la

necesidad de calzar el fuste reutilizado. No cree-

mos, por tanto) que tenga relación directa con unelemento más antiguo preexistente, aunque se use

una losa de piedra que sirve de cimentación a labasa, siguiendo la técnica islámica, sobre un relle-no de base que apoya en el cimiento.

El arrasamiento sobre el cimiento corrido de

la primera andanada de la ampliación de Alman-zor, debido a la nueva colocación de Ias columnasde la zona cercana al altar mayor de la catedral,afecta de forma desigual pero en general supone el

arrasamiento hasta unas cotas de nivelación simi-lares a la cota islámica.

La siguiente columna sigue en su diseño latécnica islámica de la ampliación de Almanzor,situándose entre el capitel y el fr-rste una placa de

plomo, así como entre el fuste y Ia base. Una losa

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se coloca sobre un relleno de argamasa de ca1 y

apoya sobre el cimiento corrido de la primeraandanada de Almanzor. Es destacable cómo el

arrasamientc-r del cimiento corrido para Ia coloca-

ción de dicha columna ha dejado evidencias de la

organización islámica. En concreto hablamos del

agujero qr-re indica la posición que ocupaba la losa

de base correspondiente a la primitiva coh-rmna de

la traviesa de Almanzor en sr-r lado N. Esta inter-fácies reviste una enorme importancia de cara a

valorar la ubicación de l¿rs columnas que enmarca-

ban las traviesas de Almanzor. Indic¿r sin lugar a

dudas que dichas traviesas llegaban a oclrpar Lrna

distribución igual en todo el ancho de la amplia-ción amirí. En el archivo de F. Hernández se con-

serva Lrn croquis de este elemento en planta y r,rna

anotación en la qlre se indica clue se halló en su

interior la placa de plomo que suele colocarse en

los fustes de Almanzor como elemento de uniónentre las piezas que 1o constituyen. Se ha docu-mentado Ia evidencia de l¿r marca de Ia colocación

de otra de las losas de base correspondiente a Llna

de las primitivas columnas de 1a t¡aviesa de

Almanzor. Se produce por la reubicación de las

arclu.erías un¿1 vez eliminad¿rs las traviesas. Afecta

tanto a la antigr-La base de la columna como a lapropia cimentación corrida de la andanada de

Alnlrnzor en \u /onr su¡erior.

Otro elemento perteneciente a este período es

Lln arco coLocado en disposición ttansversal a laprimera nave de Almanzor. Se ha documentado sr-r

cimentación, la cual en origen presentaba cimien-to co¡rido de tierra apisonada. En su apoyo oeste

se ¿rdosa al machón de Almanzor y su interfacies

de arrasamiento se produce para cimentarlo. Si

por una parte se observa que blrsca el apoyo delmuro de fachada de la mezquita de Abd al-Rah-

mán I, por otra, debe bajar hasta alcanzar cotas cle

la meseta de I¿r escalera. afectando de esta forma ala cara sur dei contrafue¡te y al andén, así como a

l'¿ zona superior del contrafuerte. Se t¡ataba en

origen de un cimiento corrido, estando unidos los

lados este y oeste del arco transversal cle Ia cate-

d¡al. Hemos de destacar que la zanla de cimen-

tación de I cimiento corrido alcanza hasta las cotas

de base de la segunda hilada clel andén del mr-r¡o

de f¿rchada de al-Hakam II, lo clue indica que laprimera hilada se encontraba desmontada de anti-gLlo.

IV.3. Período Bajomedieval

EI Período Bajomedieval presenta diez unida-des estratigráficas, cle las que cinco fertenecen a la

fase s. XV y cinco a la fase s. XIV.

IV.3.a. Fase ¡. XV

A esta fase clebe pertenecer la cimentación de

la capilla de la Epifanía, capilla cristiana que se

ubica en el extremo norte cle Ia primera nave de

Almanzor. La zona supe rior de la cimentación pre-

senta una fábrica a base de un reileno en tongadas

de cal y cantos vaciadc: en zanja simple. El murobase de la cimentación apoya sobre e1 nivel de

suelo de Abd al-Rahman I y su cara está retran-

queada con respecto a la zona superior. El aparejo

que presenta es de obra mixta con alternancia de

sillarejos y ladrillos. La hilacla superior es de silla-rejos, tras la cual aparecen dos hiladas de ladrillos,mientras que la hilada inferior es nuevamente de

sillarejos. El Iecho de colocación del cimiento es

de tie¡¡a apisonada y se sitíra directamente sobre

el nivel de sr-reLo de Abd al-Ral-rman I.Po¡ otra parte, y dent¡o del sondeo 2, se docu-

mentaron dos unidades estratigráficas de esta fase,

en concreto un agujero y sr-r relleno, que cortaba

un suelo cle almagra hallado en esta zona. Hemos

de destacar la aparición de restos materiales con

esta cronología, en concreto un azulejo, un fra:j-mento de loza blanca y una escudilla vidriada.Puede corresponder a una mejora del terreno para

asentar la solera existente antes de las ob¡as de F.

Hernández.

IV.3.b. Fa.¡e.r. X1V

Pertenecen a esta fase cinco r-rnidades estrati-gráficas, todas ellas dentro del sondeo 2. Hemos

de destacar la constatación de la existencia de un

suelo de almagra. Este nivel de suelo presenta una

preparación a base de tierra arcnosil, muy suelta y

de granulometría muy fina. SLr potencia es irregu-lar, alcanzando en algunos puntos los 0,20 mts.

Sigue la misma técnica constructiva qr-re la obser-

vada en el suelo de Almanzor en Ia zona excavada

por nosotros de la capilla del Baptisterio. Presenta

Lrna gruesa capa de almagra, muy alterada, que

conserva un color rosado. También de esta fase es

un estrato detectado en el sondeo 2. el denomina-do como U.E.2006, complresto por tierra de coiorgris oscuro, muy suelta, arenosa, de escasa poten-

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cia y extensión, así como los restos de una fosa

comírn que se ubica en la zona noroeste del son-

deo.

IV.4. Período Califal

Pertenecen al Período Califal noventa y una

unidades estratigráficas, de las cuales cincuenta ynueve pertenecen a la Fase de Almanzor y treintay cuatro a la fase de al-Hakam II.

1V.4."t. Fase de A/utan¿ur

Esta fase se caracteriza principalmente por dos

grupos claros de unidades; por un lado las relacio-nadas con el desmonte de 1o preexistente y porotro, aquellas qLre tienen que ver con la construc-ción de la mezquita amirí.

Del primer grupo de elementos podemos refe-

rirnos a la necesidad que tenía Almanzor de crear

unos huecos de comunicación entre la mezquitaprimitiva y su ampliación. Se prodr,rce por tanto el

arrasamiento de Ia fachada este de Abd al-Rah-man I en los huecos abiertos hasta alcanzar las

cotas del nivel de suelo de la mezquita, así como

el arrasamiento con esta misma cota de la mezqui-¡a de Abd al-Rahmán I.

También se da el arrasamiento de parte de las

estructuras preexistentes para proceder a la reuti-hzación de los materiales constructivos. Hemos de

pensar en la necesidad de utilizar Lrna enorme can-

tidad de sillares en los cimientos corridos de las

andanadas de Ia ampliación amirí. Encontramos,por ejemplo, un estrato de picadura de piedra are-

nisca situado en la zona norte de la cata y sobre el

suelo de Abd al-Rahman I y sus reparaciones, que

debe corresponder a la acumulación de sedimen-tos resultantes del robo de sillares del andén de al-Hakam II por parte de la obra de Almanzor. Su

existencia nos indica qlre Almanzor extrae dichos

sillares y excava el arrecife hasta las cotas de laantigua calle de Abd al-Rahman I. Se documentatambién Ia zanja de robo procedente de la extrac-ción de las piedras que formaban el andén de lareforma de al-Hakam II. Afecta a la primera hila-da de sillares de dicho andén, y se ubica principal-mente en la zona norte de la cata. Los materiales

que colmatan dicha interfacies pertenecen a esta

cronología. Es destacable asimismo la interfaciesvertical que queda en el estrato IJ.E.I93 tras Iaextracción de los sillares, es decir la marca dejada

180

por las piedras de encuadre de la calle en el relle-no de base del enlosado de ésta tras ser extraídas.

También se observa Ia extracción de algunos silia-res que se manifiesta en el agujero dejado por los

mismos tras su desaparición, como la U.E.2I2,agujero resultante de la extracción de un sillarjunto a Ia vertiente norte de la escalera. Ni que

decir tiene clue el arrasamiento mayor se ha obser-

vado en la zc¡na norte de la superficie estudiada,

que es donde la extracción de materiales constrLlc-

tivos llega a arrasar totalmente el andén de lareltorma Je al-Hakam II.

Del segundo grr-rpo de elementos, es decir,aqr-rellos qlre tienen qlre ver con la construcción de

la propia mezcluita amirí, podemos citar la docu-mentación de elementos directamente relaciona-dos con la traviesa de Almanzor, que coincide en

línea con el antiguo eje transversal existente entrela primitiva qihl,z de Abd al-Rahman I y laampliación de Abd al-Rahman II. Hemos deno-minado como U.E.121 a la cimentación de la tra-viesa de la mezqr-rita de Almanzor que se encuen-

tra ubicada en el ángr-rlo SE de la cata. Quedaba el

registro, señalado por losas de mármol, realizado

allí por F. Hernández entre los arcos de Ia catedral

para indicar su existencia. Elaborado a base de

tizones, su cota lógicamente es superior a la delcimiento corrido de la andanada y su plano sobre-

sale respecto a éste. Se documenta en lo excav¿do

solamente la mitad norte de dicho arranque. Por

una parte se enclrentra afectado por la interfaciesU.E.18,1 desde un momento original de Ia fábrica,y por otro por el arrasamiento sufrido durante la

construcción de la catedral (U.E.124). Se docu-menta por tanto sólo en una longitud de casi 1,00

mts., y en una altura de 0,41 mts., ya qlre se

asienta directamente sobre Ia cimentación de laandanada de Almanzor por lo clue no alcanza cotas

inferiores en su desa¡¡ollo. Se encuentra arrasada

por la U.E.124, arrasamiento a través del cual se

eliminó como elemento emergente. Se han docu-mentado tres sillares a tizófi pertenecientes a esta

unidad.También ha sido documentado el sistema

constructivo seguido por Almanzor a nivel de

diseño de las cimentaciones de las andanadas de

columnas. así como a nivel de alzado de las mis-mas. Con respecto al cimiento, hemos de decirque se organrza por medio de un mluo corrido de

sillares dispr-restos a tizón, culminado por una

Page 12: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

hilada de sillares dispuestos a tabla (U.E. 1,13)

que sirve de asiento a las columnas y las arriostraa nivel de subsuelo. La U.E.179 consrituye lacimentación de la primera andanada de columnasde la ampliación de Almanzor, en la zona queocupa la cata investigada. La longitud de la cata

es de 34,80 mts., de los cuales prácticamente todosu lado E se encuentra ocupado por esta estrlrctu-ra. F. Hernández aprovechó las características de lacimentación de Almanzor para qr-re le sirviesecomo límite claro de la zona excavada. Los empu-jes laterales que podrían ocasionarse por hallarseel cimiento visto los solventó mediante Ias vigas yel forjado, así como enfoscó de cemento las jr-rntas

de todo el paramento. Se desarrolla el cimienrocomo muro corrido que arriostra las columnas.P¡ácticamente casi todo el aparejo se coloca a

tizón, no estando regularizada su superficie o cara

externa. En el primer tramo documentado, entrela col¡-rmna U.E.133 y laIJ.E.I32, es decir hasta

el cimiento de los arcos de Ia catedral. se observala presencia de tres hiladas y el inicio de una cuar-ta. Se trata de la zona excavada por F. Hernández,quien llegó aquí hasta esa cota. El motivo de noprofundizar más en esta zona debió ser conservaren esta mitad el testimonio de la calzada de al-Hakam II. El módulo de tres hiladas en Ia zonaocupa una profundidad de 1,00 mrs. En el tramocentral de la cata también se documenta esracimentación, que quedó oculta por el cimientorenacentista del arco transversal de la catedral. Eneste tramo se continíran, en general, las mismas

características observadas en el tramo sllr de lacata, aunqlre en este caso han podido documentar-se ,i hiladas. El mr-rro sur de la sala de abiuciorrcs

de Hisham I representa un elemento de apoyo delcimiento y de discontinuidad a la alineación de

Ias hiladas en el tramo tercero o norte de la cata.

Hay una hilada que continúa a la IJ.E.l43, sir-viendo como base del asiento de las cimentacionesde las columnas. Se diferencia de esta hilada en

que mientras que ésta se coloca a tabla, lalJ.E.I19 en esta zona asciende en cotas aparecien-do su aparejo a r1zón. Se trata solamente de 10

sillares a tizófi, y ocupa una superficie que vadesde el cimiento U.E.149 hasta la línea quemarca la discontinuidad de las hiladas de iaU.8.719, coincidente con el muro de la sala de

abluciones. Tras pasar hacia el sur a partir delmuro meridional de Ia sala de abluciones de His-

ham I, vemos qlre la excavación de la cata alcanzamayor profundidad por 1o que nos permite estu-

diar el cimiento en toda su potencia. En esta zona

sur o tramo 3 de Ia cata alcanza una pote ncia de 8hiladas y un relleno base . Las clratro primerashiladas presentan las características ya conocidasen los tramos primero y segllndo de la cata, es

decir fábrica de siilería con aparejo a tizón. Las

hiladas quinta y sexta presentan ya la inclusión de

algr-rnos sillares a soga. Las hiladas séptima y octa-va, así como el relleno de base de la cimentación,muestran la existencia de sillares reutilizados de

mayores dimensiones qr-re los elaborados porAlmanzor, y se utilizan también sillares a soga. La

presencia del forjado en este tercer tramo de lacata impidió analizar adecuadamente ia posibleexistencia de algún tipo de estructlrra de nivela-ción como base de la cimentación de las colum-nas.

Hemos de destacar qr.re el cimiento se adaptaa los elemerrros consrructiros preexisrentes. reu¡i-lizando aquellos que presentan la posibilidad de

asentar el muro corrido. Así pues, vemos cómo se

apoya sobre el muro lateral de Ia fr-rente de ablu-ciones sin romper el desarrollo de1 arquillo que

permite el paso del agua de una fuente a otra pormedio del canal. También puede verse cómo, alalcanzar cotas de los niveles geológicos de margas,

cambia la técnica utilizándose una zanja simplerellena de piedras de tamaño y forma irregulares.

Con respecto al alzado de las columnas hapodido documentarse la técnica constrlrctivasegr-rida, la cual es sin duda Ia que supera a nivelarquitectónico a cualquiera de las fases anteriores

de la Mezquita. En concreto nos referimos a lacomposición y disposición de los elementos que

articulan las andanadas. Los fi-rstes apoyan sobre

Éiruesas losas de mármol o piedra caliza micríticade la sierra cordobesa. las cuales se asientan sobre

un potente lecho de argamasa de cal que les sirvepara anciarse en el cimiento corrido que arriostralas columnas en cimentación. Este lecho de base

se compone de un relleno de argamasa de cal con

abundante arefia y gravilla, destacando su menorpotencia con respecto a io observado en las colum-nas renacentistas. Entre el fuste propiamentedicho y la Iosa de asiento aludida, la cual queda acota de solera, se sitúa una pieza cilíndrica qr-re

hace las veces de basa pero que no destaca con res-

pecto al fi-rste en su grosor ni generalmente en la

181

Page 13: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

textlrra del material que los forma. Esta pieza de

basa cilíndrica apoya directamente sobre la losa

por Lrn lado, y por otro tiene Lrn disco de plomoque lo une al fuste. El mismo sistema aparece

entre la zona superior del fuste y el capitel, es

decir otro disco de plomo los une. Creemos que la

utilización del plomo como elemento de unión ha

posibilitado una mayor amortiÉiLlación de los

empr-rjes, sirviendo como almohadilla entre los

elementos rígidos, a Ia vez qlre como regulariza-

dor de los asientos de las piezas entre sí.

También han aparecido restos arqr-reológicos

pertenecientes a esta fase de Almanzor en el son-

deo 2, los cuales revisten un especial interés debi-

do a qr-re en este sondeo se conservaban elementos

estratigráficos ya perdidos totalmente en la zona

excavada por F. Hernández.Encontramos estratos asociados a los rellenos

de nivelación aportados intencionadamente porAlmanzor para alcanzar las cotas de suelo del inte-rior del oratorio. como ei estrato U.E. 2009 com-

puesto por tierra de color gris amarillento, muysuelta y arenosa. Lo mismo ocuffe con el estrato

U.E.2010, integrado por tierra de similarescaracte¡ísticas clue llega a tener una potencia de

1,20 mts. Flemos de destacar la presencia en este

estrato de cerámica con vedrío melado, con vedrío

verde y con decoración de trazos verdes <,r castaños

sol¡re melado.

Otro estrato documentado en este sondeo 2 yde la fase de Almanzor es la U.E. 2011: tierra de

color gris verdoso, mr-ry suelta, arenosa, que col-

m¿rta el hundimiento de la calzada en la zona sur

dei corte. Se trata de un estrato de nivelación de la

calzada, sea o no intencionado, contemporáneo al

último momento de uso de la misma. El hundi-miento de la calzada de al-Hakam II en este

punto se debe a que cedieron los rellenos de su

base de colocación, mientras que no lo hizo donde

apoyaba sobre el muro maestro de Ia sala de ablu-

ciones de Hisham I (U.E. 2014).Perteneciente a la fase de arrasamiento de lo

precedente y construcción de la ampliación amiríes Ia U.E. 2020, horizonte constructivo c1r-re se

ubica sobre el empedrado de la calzada. Es resul-

tado de los trabajos de demolición de la fachada

cle la mezquita en esta fase. Íntimamente relacio-

nado con ello está Ia U.E. 2021 correspondiente al

derrr-rmbe, resultado de Ia demolición de la anti-gua fachada y que se sitíra sobre el empedrado de

182

la calzada. Destaca la aparición de restos de deco-

ración arcluitectónica emiral perteneciente posi-blemente a la pr-rerta existente en la antigua facha-

da.

Un elemento estratigráfico que reviste uninterés excepcional debido a la naturaleza de su

formación y a los materiales en él hallados es iarJ.8.2022. Es r-rn pozo neélro que corta al empe-

d¡ado de la calzada y a la estratigrafía preexistente

hasta ¿rlcanzar la cloaca que discurre bajo la pilade ablución. Su relleno aporta un abundantematerial cerámico y algunas herramientas de hie-

rro, pertenecientes, probablemente , a elementosrelacionados con el trabajo cle la made¡a durante

la construcción de la mezquita amirí.

lV.4.b, Fase de al-Hakarn IILas )4 unidades estratigráficas de esta fase

pertenecen en su m¿1yor parte a la reorganización

de la fachada y aI trazado del arrecife al exterior

de ésta en época de al-Hakam.Encontramos Ia existencia de parte del empe-

drado de la calzada de al-Hakam II, tanto en el

tramo sur como en el tramo central de la zona de

estr-rdio, así como en el sondeo 2. Su ancho queda

interrumpido por el cimiento corrido de la prime-ra andanada c1e columnas de la ampliación de

Almanzor, aunque ha sido documentado también

en la se¿¡unda nave de dicha ampliación gracias a

la excavación del sondeo 2. Se encuentra elabora-

do por medio de un empedrado conformado por

losas de forma y tamaño irregular. Los materiales

empleados son principalmente la piedra denomi-nada ptrdinga o conglomerado, también Ia caltza

micrítica de la sierra de Córdoba o piedra de

mina, así como cantos rodados de gran tamaño.

Sr-r extensión en anchura se prolonga debajo de Ia

siguiente nave de la ampliación de la mezqr-rita

por Almanzor. En Ia zona norte de la cata se

encuentra perdida, posiblemente a causa de su

desmonte por los trabajos llevados a cabo por laexcavación de F. Hernández o por su arrasamiento

en época de Almanzor, cosa que es imposibie de

saber sin excavar en Ia zona cercana de la nave

segunda ya que aquí la estratigrafía se encuentratotalmente perdida. Este empedrado se asienta

sobre un lecho de colocación y nivelación arcillo-so, y bajo él se desarrollan rellenos intencionados

de nivelación para alcanzar cotas de sr-relo muysimilares a las marcadas por ias reformas de Abd

Page 14: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

al-Rahman II, aunque la naturaleza de estos relle-

nos y la presencia de materiales califales en ellos

nos indican que en la zc:na sur y central de la cata

se produjo una mejora del terreno, es decir laextracción de los rellenos preexistentes y un pos-

terior aporte de sedimentos.

El encuadre de Ia calzada empedrada se realiza

con la conformación de un andén. el cr-ral en lazona sur acusa el desmonte de su hilada superior;

aLlnque en el tramo nofte se encuentr¿1 totalmentedesmontado, en la parte central de la cata está en

un relativo buen estado de conservación. Así,encontfamos en esta zona central de 1a cata unandén muy bien organizado qr-re sirve de encuadre

al empedrado. La parte del andén que se encuen-

tra a la misma cota que este empedrado presenta

fábrica de sillería a soga y tizón: nueve tizones(IJ.E. 273) a partir del muro su¡ de la ttida'a y

dos sogas (UU.EE. 272 y 271), separadas por un

tizón (U.E. 214) y paralelas al sentido de la calle.

Los sillares aparecen bien careados en la zona de

contacto con el empedrado, mientras clue en las

zonas internas presentan cortes irreguiares que

originan huecos rellenos con fragmentos de pie-

Jras y sillercs Jc cliverso tamaño.

En esta zona central de Ia cata se aprecia,

pues, cómo estos elementos de encuadre se orga-

nizan apoyando sobre Ia hilada base del andén. Se

denomina aquí esta base como U.E.278, asociada

por tanto a la comentada U.E.230, presentando

con respecto a ésta una ligera disminución de

cotas, alrnque no hay dudas de que pertenece a la

misma operación de relleno de nivelación y de

cimentación de la calzada. En esta zona se encllen-

tra en gran parte oculta por la presencia de hiladas

superiores del andén hacia el norte, así como se

encuentra alterada hacia el sur a causa de la inci-dencia del cimiento del pilar de la catedral que

rompe la estructura del andén. Al encontrarse

alterados no se puede observar una disposicióncon Lrn aparejo claro, si bien parece seguir la ten-

dencia observada en el tramo sur.

La tJ.8..21 9 forma también parte de este

andén, tratándose de una hilada de silla¡es de pie-

dra arenisca dispuestos a tabla y colocados a nivelsuperior al del encuadre del empedrado de la ca1-

zada en el tramo central de la cata. Se disponen a

tabla con su lado mayor presentando cara exterior,y situándose paralelas a la fachada de ia mezquita.

Se encuentran niveladas y a cota Iigeramente

superior a Ias del encuadre de la calzada, lográn-

dose de esta forma Ia transición hacia la siguiente

unidad estratigráfica que alcanza las cotas que

permitirían ocultar el antiguo andén ataluzado de

Abd al-Rahman II. Se asienta sobre un estrato de

relleno. Se documentan de sur a norte un frag-mento de sillar a tabla, posiblemente alterado por

las labores de construcción del cimiento de 1¿r

catedral, tres silla¡es a tabla, varios fragmentos de

sillar que simulan un volumen similar al de los

sillares anteriores y se enlaza con el muro sur de la

mida'a a través de una pieza de transición clue se

ha denominado como rJ.E. 21 8. Sobre Ia U.E.219 se dispone la U.E. 281. Se trata de ¡rna hilada

de sillares de piedra arenisca dispuestos a tabla,

con slr lado menor hacia el exterior. Con ellos se

consigue alcanzar cotas para nivelar la zona del

antiguo andén ataluzado de Abd al-Rahman ILEn origen tendría 5 ó 6 sillares, de los cuales uno

o dos se encuentran perdidos. Se asienta esta hila-da sobre la hilada de t¿rblas 1J.8.219 y sobre un

estrato de relleno. También dentro de la estructr-r-

ra de andén hemos diferenciado la estructuraIJ.8.281 , consistente en losas que se sitúran en el

extremo norte de la U.E.281, tratándose del ele-

mento de transición entre el andén y el muro de la

sala de las abluciones, el cual reurilizan al cons-

truir el andén a la vez qr-Le arrasan en altura a la

cota que era más adecuada. Se trata de la ntisma

hilada que la IJ.E. 279, pero adaptada al lu¿¡ar

que ocupa en la obra. Encontramos una gran losa

dispuesta a tabla con slr lado menor mostrandcr

cara al exterior.Pertenece a esta fase el desmonte y arrasa-

miento de Ia sala de abluciones de Hisham I qr-re

se produce al amortizarse el pabellón con la cons-

trucción del arrecife de al-Hakam II. El andén de

Abd al-Rahman I presenta un deterioro en su

zona media, estando conservado en slrs extremos,

Io que nos induce a pensar que el arrasamiento ncr

se debe a una reforma sino a una extracción de

materiales, ya qlre de otra forma afectaría a todo el

andén y no sólo a Lrna zona de éste.

Desconocemos el momento en que se arrasa el

andén, aunque posiblemente se mantiene en uso a

la vez clue Ia nida'a, por Io que sería al-Hakam IIquien lo amortiza, ya sea dejándolo cr-rbierto, ya

sea arrasándolo. Por ello creemos qlre esta interfa-cies se prodr-rce entre al-Hakam II y Almanzor, es

decir, en Ia segr-rnda mitad del s. X, aunclue nos

183

Page 15: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

inclinamos a pensar qlre es arrasado por parte de

al Hakam II, ya que se afecta al núcleo del andén,

y sin embargo no se arrasa el zócalo de sillería.Este zócalo es de mayor interés para slr rewttliza-ción c1r-re la argamasa del nírcleo del andén. La

I1 .8.291 corresponde al arrasamiento de1 taiud ysu base.

Dado que la sala de abluciones está en uso

hasta el momento en que es amortizacla por lacalle califal, hemos de suponer que se produjo en

este momento, además del arrasamiento, un con-

siderable aporte de relienos de nivelación. La

mayor profundización de Ia excavación realizadapor F. Hernández en el tramo norte de la cata, es

decir. donde se sitúra 1a sala de abluciones, hace

que no tengamos evidencias claras de esa estrati-grafía. Sin embargo, quedan eiementos residuales

como son algunos relienos con presencia de mare-riales califales que se sitúan sobre la antigua calle

de Abd al-Rahman I. Así, por ejemplo, tenemos

Ia U.E.185, relleno arcilloso dispuesto sobre Ia

ca1le y sus reparaciones, correspondiendo portanto posiblemente al nivel de uso previo a laamortización de dicho sr-relo de al-Hakam II.Rellenos fruto de esta amortización son las unida-des U.E. 195 , 209 , 237 , 2)8, 245 , o Ia tJ .E.249 ,

tierra que colmata el agujero existente en el suelo

de Abd al-Rahman I, seguramente durante los

trabajos de construcción de Ia calzada de al-Hakam II. Es posible que las cloacas se colmata-sen totalmente en este momento.

En el sondeo 2 hemos podido excavar la estra-

tigrafía, sin alterar, de esta fase, correspondiendo a

ella la U.E.2012, empedrado de Ia calzada de Al-Hakam II, que ocupa la totalidad de la superficiedel sondeo. Presenta un l-iundimiento en la zona

sur de la cata. Er-r su composición se aprecia Iapresencia de losas de pudinga y canros rodados de

gran tamaño. Como hemos visto anteriormente,sLr construcción supone la amortización de lamida'a, así como Ia reorganización de la fachada

de la mezquita. Sr-r potencia va de Ios 0,20 a Ios

0,30 mts. Se asienta el empedrado sobre el estrato

de relleno LJ .8.20131201 1, compuesto por tierrade color castaño rojiza, apelmazada, arcillosa, que

sirve de base al empedrado de la calzada y presen-

ta una potencia de 0,30 mts. Por su naturalezacreemos de interés ¡eferirnos a las características

generales del material hallado en este relleno. Es

muy abr-rndante la cerámica común, integrada por

184

lebrillos, jarros y jarritos de borde apuntado ybiselado al interior, que pr-reden ir cubiertos de

engalba roja monocroma o decorados con diseños

en blanco sobre fondo negro. También aparecen

ataifores de borde simple y redomas con vidriadosmonocromos -en su mayotía meiados, pero tam-bién castaños y verdes, éstos muy escasos- y con

decoración de verde y manganeso sobre melado o

de trazos de manganeso sobre melado.

IV.5. Período Emiral

Pertenecen a este período 113 unidades estra-

tigráficas, que hemos diferenciado en fase ss. IX-X, con siete unidades, en fase de Abd al-RahmánII con 26 r-rnidades. en fase de Hisham I con 68

unidades y en la fase de Abd al-Rahman I con 4)unidades.

IV5,a. Fase ss. IX-X

Pertenecen a esta fase siete unidades. En con-creto, la U.E.187 constitlrye las reparaciones reali-zadas sobre el suelo de Abd al-Rahman I. elabora-

das por medio de argamasa de cal y gravillas. Son

refecciones producidas durante el uso de dichopavimento como nivel de suelo de la sala de ablu-ciones de Hisham L Desconocemos exactamente

en qué momento se pudo rcallzar dicha labor aun-

clue sabemos que debe realizarse entre la constrlrc-ción de dicha sala y Ia amortización de Ia misma,es decir, entre fines del s. VIII y mediados del s.

X. La U.E. 215 es el horizonte de construcción o

reparación de la calle, formado por un nivel de

argamasa de cal que recubre directamente a la cal-

zada de Abd al-Rahman L La L] .8.233 es un hori-zonte de construcción o empedrado formado poruna acumulación de piedras de tamaño pequeño yforma irregr-rlar. Se trata de un posible nivel de

suelo que repan al pavimento de Abd al-RahmanI. La IJ.E.234 Ia constituye un relleno formadopor tierra de color castaño oscuro, de composiciónmayoritariamente arcillosa, con presencia de

arena. La rJ.8.266 recoge la reparación del sueio

de losas de Abd al-Rahman I. Está formada poruna capa de argamasa de cal de 0,10 mts. de gro-sor que cubre algunas zonas del enlosado.

De naturaleza diferente pero que hemos creí-

do oportuno situar en esta fase es Ia U.E.343,correspondiente a las concreciones calcáreas que

hay en el interior del canal de la firente.

Page 16: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

Otro elemento singr-rlar era el correspondienteaIaIJ.F..31 4, graffitis sot,re el enlucido IJ.8.357,que ha sido destruido lamentablemente duranteIos trabajos de construcción del nuevo forjado.

IV.5.b. Fase de Abtl al-Rabrnan IIPertenecen a esta fase 26 unidades, que pue-

den agrr-rparse en tres conjunros concreros y corre-Iacionables. Por una parte la puerta que se abre en

la fachada este de la primitiva mezquita y qrrcagruparía a 1 1 unidades, por otro la escalera aso-

ciada a Ia apertura de dicha puerra y que se com-pone de 1J unidades, y por último el andén, for-mado por dos unidades. Se t¡ata de rres actuacio-nes realizadas durante el gobierno de Abd a1-Rah-

man II, que sLrponen la ¡eestructuración de lamitad sur de la fachada este y esrán directamenterelacionadas con la ampliación realizada por esre

emir. Así pues, se observa Ia existencia de estruc-tluas a una cota mucho más alta que la existenteen el suelo externo original asociado a la fachadaeste de Ia Mezquita, por 1o que se deduce quedebió elevarse la cota de suelo y, a sll vez, rcalizarla apertura de un acceso directo con puerta y esca-

lera a la sala de oración.

La puerta se abre en Io que había sido el espa-

cio entre los contrafuertes primero y segr-rndo de

Abd al-Rahman I, desde el sur. facilirándose elacceso a la sala de oración, pero no directamenre a

Ia zona de la qibla, ya que la mezquita había sidoampiiada hacia el sur. Para salvar el desnivel entrela cota de la calle exterior y la cota de suelo delinterior del templo, mucho más alra, se construyóuna escalera a doble vertiente con mesetas inferio-res, meseta sr-rperior y escalón de acceso a la puer-ta. Se encuadra entre dos conrrafuertes y se asocia

Iógicamente a Ia elevación de las cotas de suelo en

el exterior de la mezquira en esra zona, ya que ladife¡encia de alturas entre el sueio de Abd al-Rah-man I y el interior de la mezquita resultaba exce-

siva para plantear Lrn acceso por este punto si nose hubiese realizado el cambio de niveles de suelomencionado.

Con respecto a la puerta podemos referirnos a

las unidades diferenciadas y que la componen. LaU.E. 200, base de la mocheta norte de la puertaconserva dos hiladas de altura, además de doshiladas de base. La hilada inferior (U.E.202) pre-senta su cara este con Lrn apare.jo en el que alter-nan dos tizones y una soga. El primer ttzón forma

una soga en la cara norte. Se encuenrra imbricadaperfectamente con la estructura de la meseta supe-rior de Ia escalera, estando cajeadas las piedras de

dicha meseta para que cuadren bien con el ángulosr-ideste de esta mocheta. Un fragmento de sillarhace de calzo en el ángulo de r-rnión. La U.E.200se carea de forma retranclueada con respecto a laIJ.E.202, siendo ésta Ia cara qlre presentaría elalzado. Se retranquea 0,10 mts. y su cara este se

encuentra enlucida. La U.E.201, base de coioca-ción de la mocheta norte de la puerta U.E.200, se

sitúa sobre la estructura de la escalera, en concretosobre la base de colocación dei tercer peldaño de

la vertiente norte donde apoyan dos hiladas de

base del machón. Se trata de sillarejos colocados a

tabla que sirven de nivelación y asiento de laU.E.200, encontrándose retranqueados respecto ala cara de ésta. lrlo se trara de r-rn elemenro quequedase visto en la obra concluida, pero la pérdidadel peldaño que Ia cubría ha dejado al descubiertosu presencia. La 1J.F,.202 es la hilada superior de

la base de la mocheta norte de la puerta. Sobreesta r-rnidad

^rraftca la mocheta I1 .E.200, qlre pre-

senta su cara este con Lln aparejo en el clue alter-nan dos tizones y Lrna soga. La hilada superior pre-senta Lrna soga en su cara este, que sirve de rizónde ángulo en la cara norte del machón. LarJ.E.2l9, base de la mocheta norte de la puerta,conserva una hilada de altura, r-rn sillar a tizón yuno a soga. La 11 .E.220, arranqlre de la jamba de

la mocheta norte de la puerta, conserva solamenteun sillar. La U.E.22l corresponde a una moldu¡aexistente en la mocheta norte. Aquí el enlucidocrea una moldura convexa con la zona de su extre-mo aplanada. La U.E.222 es el arranque de lajamba de la mocheta sur y la rJ.8.223 el umbral.La 1J.E.221 pertenece a la segunda capa del enlu-ciclo sobre Ia cara norte del machón septentrional,y Ia IJ .E.226 a Ia primera capa.

Con respecto a la escalera podemos referirnosa su diferenciación en unidades estratigráficas,destacando de forma resumida las siguiente uni-dade s: U.E.204, cimentación de la escalera;IJ.E.20t,lecho de colocación de la primera hiladadel alzado; U.E.206, primera hilada del alzado;

U.8.201 , hilada de siliería que conforma la mese-

ta Norte; U.E.208, hilada de sillería que confor-ma la meseta sur; U.E.213, relleno de la zanja de

cimentación de la escalera U.8.214, vertientenorte de la escalera; U.E.215, vertiente Sur;

185

Page 17: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

U.E.216, núcleo del alzado; lJ.E.2l7 , meseta

superior; IJ.E.218, marca de peldaño; lJ.E.228,enlucido sobre cara este, primera capa; IJ.B'.229,

enlr-rcido sobre cara este, segunda capa. De la

TJ.E.204, cimentación de la escalera, se clocumen-

ta una hilada de sillares colocados a tizón, ocr-lpan-

do el espacio existente entre dos contrafuertes. La

U.E.205 es el lecho de colocación de la primerahilada del alzado de Ia escalera. Se trata de una

capa de argamasa de cal que regulariza la superfi-

cie en Ia que se asienta la estructura de la escalera.

También aparecen calzos de cantos planos en el

iecho. La U.E.206 es Ia primera hilada del alzado

de la escalera. La hilada se continúa en tres piezas

más en la unidad denominada como U.E. 207

hacia el norte, y en tres piezas más hacia el sur en

la unidad U.E.208, conformando en ambos casos

la meseta y la base del primer peldaño de la esca-

lera. La U.8.207 es la hilada de sillería que con-

forma la meseta norte de la escalera. Se encuentra

formada por tres sillares en el alzado este coloca-

dos en la misma hilada que la U.E.206, pero sus

dimensiones son menores qlre en dicha unidad. El

primer sillar sirve de enlace entre las unidadeslJ.E.206 y IJ .E.207 , mientras qr-re los dos siguien-

tes forman la meseta. Se encuentran colocados a

tabla. La U.E.208 es la hilada de sillería que con-

forma ia meseta sur de la escalera. Se encuentraformada por tres sillares en el alzado este coloca-

dos en Ia misma hilada que laIJ.F..206, pero slrs

dimensiones son menores que en dicha unidad. EI

primer siilar sirve de enlace entre ias unidadesll .E.206 y la U.E.208 y los dos siguientes forman

la meseta. Se encuentran colocados a tabla. La

U.F,.2f4, vertiente norte de Ia escalera, se encuen-

tra formada por tres peldaños completos, parte del

cuarto y la huella del quinto, el cual se ha perdido

totalmente. Los sillares se encuentran colocados a

t¿bla. El segundo peldaño en sLr cara esre permite

ver su imbricación con la fábrica de la escalera ya

que se forma a partir de un mismo sillat a tabla

que con mayor anchura que el peldañaje entradentro de dicha íáI>rica. Los peldaños se enclren-

tran indicados en su cara este mediante una mol-dura reba jad a. La IJ .8.21 I , vertiente sut de laescalera, se encuentra formada por dos peldaños

inferiores completos, la marca de la existencia de

un tercero en la fachada de Ia mezquita, la base

del cuarto peldaño, parte del quinto y un sexto

peldaño que forma parte de la meseta. Los sillares

186

se enclrentran colocados a tabla. Los peldaños se

encuentran indicados en su cara este mediante una

moldura rebajada. LatJ.E.2I6 es el núcleo del

alzado de la escalera, que presenta un relleno de

piedras irregr-rlares, argamasa de cal y algunossillare s. La tJ.E.211 , meseta superior de la escale -

ra, está elaborada con losas de piedra arenisca(grosor 0,17 mts.) qlre presentan 3 hiladas en

anchura y una de transición de losas de menortamaño. No se traban entre sí, estando colocadas

de forma paralela. Como U.E.218 hemos denomi-nado a la marca de peldaño qlre se aprecia en lameseta sr-rperior de Ia escalera y que indica la posi-

ción del peldaño de acceso al umbral de la puerta.

Se trata de un rebaje qlle acusa la meseta superior

de la escalera con disposición paralela a la fachada

y que indica Ia existencia de peldaño en ese lugar.La labra de la mocheta sur de la puerta tambiénacusa la marca del peldaño. La U.E.228 es 1a pri-mera capa del enlucido sobre la cara este de laescalera. Acusa la acción del picado de sr-r sr-rperfi-

cie para la adherencia del segr,rndo enlucido(U.E.229). La superficie de la primera capa pre-

senta un colo¡ ocre pálido, mientras que la segun-

da tiene un color rojo almagra.

Con respecto al andén que organiza Abd al-

Rahman II en la zona ocupada por la fachada,

entre el segundo contrafuerte y el exterior de lasala de abluciones de Hisham I, hemos de referir-

nos a las dos unidades estratigráficas que lo com-ponen, consistentes en un talud y su zócaio. La

U.E.283 es la zona superior del andén y está ela-

borada con losas de piedra arenisca colocadas en

plano o tabla en disposición araltzada. Sirve como

elemento de formación de pendientes y de protec-

ción del zócalo de la mezquita. Las tablas se dis-ponen en hiladas planas perpendiculares a 1a

fachada de la mezquita, y muestran al exterior su

lado menor. Se documentan un total de t hiladas

en plano, la última de las cuales, situada más al

norte, presenta un ¡elleno de piedras de menortamaño como transición al muro de la sala de

abl-rciones. Se observa que este elemento ha cedi-

do hacia el este, despegándose de ia fachada pri-miriva, posiblemente debido a que se encuentra

cimentado su zócalo sobre un estrato de relleno,

no existiendo un cimiento consistente. Creemos

que en el momento de su amortización podía estar

ya alterado en su disposición y que continuó su

hundimiento hacia el este afectando al andén de

Page 18: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

al-Hakam II. La U.E.28,1 es el zócaIo de estenuevo andén ataluzado. Se encuentra dispuestoparalelo a la fachada y ocupanclo el espacio quequeda entre el contrafi-rerte Il .E.26f y el mr-rro surd.e Ia wida'a, en Lrna extensión de 4,t0 mts. de

longitud total. Presenra una alrura de dos hiladas,sobre las clue apoya el talud comentado anterior-menre.

IV5,c. Fa.¡e de Hishant IDe esta fase se han diferenciacio 68 unidades

estratiÉlfáficas que pertenecen a la construcción de

la sala de abluciones de la Mezquita bajo esre

emir. Esta sala se sitúa en el costado este de laMezquita primitiva y supone por una parte dotaral edificio de un servicio público de enormeimportancia para seguir el ritual del rezo musul-mán, y por otro la transformación temprana delentorno de la Mezquita y el trazado viario a ellaasociado por Abd al-Rahm¿rn I. Ocupan estas ins-talaciones un espacio comprendido entre la zonamedia de los contrafuertes segundo y tercero,hasta Ia puerta de acceso directo al patio de Abdal-Rahman I, extendiéndose unos 20 mts. denorte a sur y ocupando una anchura de al menos16 mts. de este a oeste. Se han documentado ele-mentos pertenecientes a la sala de ablucionestanto en el tramo sur de la cata de F. Hernándezcomo en el sondeo 2, excavado por nosotros en lasegunda nave de la ampliación de Almanzor.

Las unidades estratiélráficas documentadas se

¡efieren a tres aspectos fi-rnclamentales. Por unaparte la afección causada por la construcción de Ia

sala de abluciones sobre las estrlrcturas preexisten-tes, que sllpone el clesmonte de parte de las cons-trucciones de Abd al-Rahman I. como es el caso

de los andenes ataluzados de éste; por otro ladopodemos referirnos también a la creación de unainf¡aestructura de desagiie de las aguas sobrantesde las fuentes, así como de evacuación de las aguas

negras de las letrinas; esta afección implica el des-

monte del enlosado de la calle de Abd al-RahmanI en aquellos lugares en los qlre se ul¡ican estos

elementos, así como la constrr-rcción de dos gran-des cloacas unidas entre sí. Una de ellas recorre unpequeño tramo en ei lado sudoeste con direcciónnofte-slrr, acusanclo una gfan pendiente en su

interio¡ y uniéndose en ángulo recro con orra que

discurre en dirección este-oeste bajo las pilas de

fuentes y letrinas. Por úrltimo, hemos de referirnos

a todos aqr-Lellos elementos que conforman las

dependencias de la sala de abluciones, tanto los

espacios existentes en su ángr-rlo noroeste, como slr

muro de límite sur y Ias fuentes y letrinas clue se

adosan a éste.

El espacio, por tanto, queda bien definido ydelimitado en su lado meridional por un potentemuro, el cual puecle subdividirse en varias unida-des estratigráficas. Como U.E.290 denominamosa las hiladas superiores de dicho muro. De la hila-da superior sólo se conserva un sillar, en concreto

el situado junto al muro de fachada de la mezqur-ta. La segr.rnda hilada conservada de esta unidadpresenta r-rn aparejo de sillería en el que alterna la

disposición cle sillares a soga con relleno de mam-puestos. Se conserva de esta segunda hilada su

mitad oeste, con relación al ancho de muro acluí

docr-rmentado, en una longitud total de 2,16 mts.Como U.E.291 se conoce parte del alzado de I

muro, qlre se diferencia de la anterior -a pesar de

tratarse del mismo paramento y alzado- a causa

de la técnica distinta del aparejo. En esta unidadse constata Lrna mayor irregularidad, no existiendocomo en la hilada superior una disposición alter-nante de sillares y sillarejos. Se da una mayor pre-sencia de sillarejos y se emplean algunos sillares,pero clentro de r,rn aparejo muy irregr-rlar. Se puede

estimar que se da una estructura en hilaclas de

sillarejos, qlle en la zona este es de 6 hiladas y en

lazona oeste es de 8 hiladas, y en las que se inser-tan algunos sillares. El límite de la unidad viene

definido por la presencia de elementos de suelo cie

las dependencias de la sala de abluciones, aLrnque

en líneas ¿¡enerales no puede hablarse de una dife-rencia substancial entre la fábrica del cimiento ydel alzaclo de este muro. La forma de los sillarejoses irregular, algunos redondeados y algunos rec-

tangr-rlares o cuadrangulares, existiendo tambiénvariedad de tamaños. En las t¡es hiladas superiores

se dispone en su lado este un sillar con r-rnas

dimensiones de I,00 mts. de longitud x 0,50 mts.de altura. En Ias dos hiladas inferiores a éstas y

como apoyo del sillar aludido, se encuentra otrosillar cuadrangular, con r-rnas dimensiones de 0,4,1

mts. de longitud x 0,42 mts. de anchura. Entre lasegunda y tercera hilada superior también se apre-

cia un sillarejo cuadran¡¡ular de mayores dimen-siones, las cuales son 0,4.1 mts. de longitud y 0,36mts. de altura. Se da la presencia de ladrilloscomo calzos de los sillarejos, tanto en posición

r87

Page 19: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

vertical como horizontal. La hilada octava es Ia

base del alzadc¡. Presenta piezas de tamaño menory no se da una correspondencia clara entre esta

hilada en su zona oeste y Ia misma en la zona este

del muro.Hemos denominado U.8.2921317 al cimiento

del muro, estando su límite superior definido porla presencia de elementos de suelo de las depen-

dencias de Ia sala de abluciones. denominadocomo U.E.317. Se documentan tres hiladas de

cimentación, elaborada con mampuestos y dos

sillares. Támbién se ha documentado la presencia

de esta estrlrctlrra en su prolongación en la segun-

da nave de Almanzor al excavar el sondeo 2, deno-

minándose aquí como IJ.E.2014 y conservándose

en Llna altura de 1,1,1 mts, siendo su anchura de

0,70 mts. Está elal¡orada con mampuestos traba-

dos con arélamasa de cal.

Este muro, como hemos indicado, se adosa

perpendicularmente a la fachada en la zona inter-media entre dos contrafuertes, quedando de este

modo un espacio integrado en el interior de la sala

de abluciones. En origen este espacio está ocupado

por el andén ataluzado de Abd al-Rahman I

-como así Io confirman las marcas de su contacto

con Ia cara sur de dicho contrafuerte-, pero de

cara a utilizar este espacio como dependencias de

la mi¿la'a se produce el desmonte del andén y el

tazado de nuevos muros que subdividen la zona

en habitaciones de pequeñas dimensiones(uu.EE. 29t, 296, 291, 298, 299, 308). En una

de ellas ha podido detectarse parte de su pavimen-to, la denominada como IJ.E.2t2, preparación de

suelo de estancias junto al contrafuerte de facha-

da, conformado por un relleno de tierra apisonada

con abundante cal, así como estratos de rellenopara Ia nivelación de los espacios (UU.EE.263,264).

Por otra parte, su construcción también afecta

al suelo de la calle de Abd al-Rahman I, desapare-

ciendo éste en Ia zona donde se construyen estas

habitaciones y 1as letrinas y fuentes, así como lainfraestructura de desagües. Así por ejemplo se

observa claramenre en la existencia de la U.E.309,escalones de acceso a ia fuente y letrina, que se

asientan sobre el estrato U.E.310, relleno de arci-

llas para nivelación y eltJ.E.242, relleno base del

escalón, elevando la cota de suelo de esta zor:'a conrespecto a la calle reutilizada como plaza o patiode ablución anexo a la Mezclr-rita. Estos escalones

1 ¡lu

se encuentran enlucidos y pintados a la almagra.

Bajo la fuente también se aprecia Ia existencia de

rellenos de nivelación y el arrasamiento de las

Iosas de la calle.

Una letrina se ubica como dependencia adosa-

da al muro de límite sur de la tnic/a'a: se encuentradelimitada por muros (UU.EE.312, 313) y con-serva perfectamente el agr-rjero de evacuación de

residuos (U.E.314) que se abre en un pavimento a

la almagra cuyos ángulos de unión con los murosforman cuartos de círculo o bocel (U.E.317),siguiendo la tradición clásica de aplicación de téc-

nicas de impermeabiltzación e higiénicas en las

obras hidráulicas. También como elemento higié-nico e impermeabilizante tenemos el enlucido y

pintado a la almagra del interior de los mr-rros que

delimitan la letrina (U.E. 31(r), alrnque en este

caso es una innovación respecto a Ia tradiciónseguida en el diseño del pavimento. En todo caso

Ia aplicación del tratamiento de superficies con

almagra no se enclrentra en la tradición local cor-dobesa, por 1o que hemos de interpretar que es

una innovación surgida de inflr-rencias islámicas.

Anexa a la letrina se sitúa una fuente, separa-

da de ésta por un murete de mampr-restos que pre-

senta también restos de enlucido y revestimientoa la almagra. Se trata de una fuente cuadrangularadosada al muro sur, junto al que discurre uncanal con revestimiento a la almagra que sirve de

abastecimiento de agua y qlre une todas las fuen-tes, ya que existen arquillos de descarga que per-miten el paso del agua bajo los muretes de separa-

ción como es el caso de Ia U.E.3,i4. En la pared

sur de este canal, que es a su vez el muro que deli-mita la mida'a, y centrada con la fuente se sitúa larJ.F..33t, hornacina abierta como arco de mediopunto y desarrollo de cuarto de esfera en el inte-rior que se encuentra excavada en el muro y sirve

de salida del agua por slr zona superior y de desa-

güe en la inferior. Esta fuente se encuentra orien-tada al norte, hacia donde se abre una pila con

pavimento a la almagra (IJ.8.329) qlre aclrsa unimportante deterioro en sLrs muretes delimitado-res. El a¿¡ua pasaba del canal a la pila a través de

un agujero (U.E.34t) situado en Ia zona centraldei murete del canal, que permitía la colocación

de una compllerta para regular su abastecimiento.Como dijimos anteriormente las aglras so-

brantes y las sucias pasan directamente a las cloa-

cas que discurren bajo Ias letrinas y fuentes. Se

Page 20: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

trata de cloacas de forma cuadrangular, adintela-das y con revestim.iento de enlucido impermeabi-Iizante en el interior. La documentada con dispo-sición este-oeste ha sido detectada también bajo lafuente excavada en el sondeo 2.

También está en relación directa con el drena-je de las agr-ras sobrantes de las abluciones larJ.8.248, agr.rjero existente en el suelo de Abd al-Rahman I. Posiblemente se abre en el momentode su uso como patio de la sala de abluciones de

Hisham. Su funcionaiidad es la de servir de sumi-dero de las aguas que se acumulaban en dichopavimento tanto por la lluvia como por la activi-dad allí desa¡rollada. Se trata simplemente de unagujero que filtra las aguas al subsuelo y no a lacloaca.

Otro aspecto relacionado con el uso de este

espacio público es la existencia de reparaciones en

la antigua calle de Abd al-Rahman I, consistentes

tanto en Ia sustitución de losas de piedra arenisca

como en el parcheado de agujeros con argamasa o

incluso el revestimiento de las losas con un suelo a

la almagra.Como ya hemos referido al analizar otros perí-

odos y fases, la excavación del sondeo 2 ha permi-tido documentar aspectos estratigráficos perdidosen la cata de Félix Hernández debido a su excava-

ción antigua. En este caso hemos podido excavar

la estratigrafía asociada a una fuente clrya estrlrc-tura es anáIoga a Ia ya comentada. Como ya diji-mos el muro de límite sur de Ia ntida'a se prolon-ga en ia nave segunda de Almanzor por Io que ha

sido excavado en el sondeo 2 U.F..20I4), estando

situado bajo el nivel de arrasamiento producidopor la construcción de la calie de al-Hakam II.

La fuente es también de planta cuadrangular,delimitada por mllretes de mampuestos con reves-

timiento a la almagra en sus paramentos. Los

muretes laterales alcanzaban una potencia en ori-gen de más de 1,20 mts. de altura, aunque acusan

el deterioro causado por su arrasamienro inrentio-nado. La LJ.E.2024, por ejemplo, es el mlrreteoeste de delimitación; se dispone en direcciónnorte-sur y de él se documenta una longitud de

0,96 mts. a partir de la U.E.2027 , y una alruramáxima de 0,70 mts., aunque en origen debíatener posiblemente más de 1,20 mts., que es la

altura conservada en Ia U.E.20I4. Se trata de ladelimitación lateral de la pila. La interfacies deno-

minada U.E.2038 1o afecta progresivamente de

sur a norte. Por otra parte la U.E. 2025 es el

murete este de la pila que se documenta en una

longitud de 0,62 mts. y una altura de 0,76 mts.Entre el muro de delimitación de Ia wirla'a y

la pila circula el mismo canal que comentamosanteriormente (U.E.2028); presenta una anchuraen el lado oeste de 0,32 mts. y en el lado este de

0,36 mts., el hueco en el Iado Oeste tiene unaaltura de 0,60 mts., y en el Este de 0,36 mts.También se separa de la pila con Lrn pequeñomllrete (UU.EE. 2026, 2027) que se encuentramuy alterado, documentándose en esta zona con

una altura de 0,f 2 mts. y un grosor que alcanza

los 0,32 mts.De nuevo la comunicación entre las fuentes se

produce por medio de arquillos qlle se abren bajo

los muretes divisorios, como el denominado U.E.2029, correspondiente al arco en la zona este, pro-longación del muro divisorio U.E.2O2t sobre el

canal, conformando un arco adintelado de unaaltura de 0,36 mts. de hueco y 0,54 mts. de

muro. El mismo caso es el de la LI.E. 2030, mure-te del canal que conforma e1 arco adintelado en lazona oeste, siendo Ia prolongación del muro divi-sorio U.E.202,1 sobre el canal. La altura del hueco

es de 0,60 mts. y la de la estrllctlrra es de 0,16mts, alcanzando una cota de arrasamiento que es

igual a la del muro maestro rJ.8.2014.

En esta fuente hemos tenido la suerte de

encontrar en unas mejores condiciones de conser-

vación el elemento que sirve de encaje de la com-puerta y su rebosadero. La U.E. 2031 es dichorebosadero, consistente en un canalillo abocinado

que se abre en el lado oeste del canal hacia la pila.

Su altura con respecto al fondo del canal es de

0,25 mts., coincidente con Ia cota de la concrec-

ción calcárea ubicada a mayor altura dentro de

éste. La marca de ia compuerta existente en el

rebosadero se ha denominado como IJ.E. 2012.documentándose en Ia zona exterior del canal y en

el interior de 1a pila. Se trata de un cajeado rec-

tangular realizadc¡ en el murete de Iímite delcanal. Bajo la piia discurre también la cloaca que

comentamos anteriormente con dirección Este-Oeste.

lV.5.d. Fase Abd al-Rahrtan IPertenecen a esta fase 43 unidades estratigrá-

ficas que corresponden a la construcción y planoriginario de la construcción de la Mezquita Alja-

189

Page 21: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

ma de Córdoba por el emir Abd al-Rahman I.Podemos agrupar los elementos estudiados por slr

pertenencia a determinados espacios o estructuras

de esta fase primitiva de la Mezquita. Por unaparte tenemos todos aquellos elementos que con-forman la fachada este del oratorio, en la queencontramos contrafuertes, tfamos de muros yandenes entre éstos, así como restos abundantesde revestimientos; por otro lado hemos de hacer

referencia al trazadc¡ de la vía urbana que se orga-niza en el exterior con orientación norte-sur.

Se han documentado los restos de cuat¡o con-t¡afuertes de la fachada. Los de los extremos sr-ir y

norte están casi totalmente ocultos. embutidos en

las cimentaciones posteriores que se les sr-rperpo-

nen, el sigr-riente contando desde el de esquina surse enclrentra oculto en gran parte tanto por los

rellenos acumulados por las obras califales comopor las cimentaciones renacentistas, siendo el ter-cero el que se encuentra en unas condiciones de

estudio más completas.

De sur a norte el primer contrafuerte queencontramos es el de la esquina sudeste de la mez-

quita de Abd al-Rahman I y se ubica en el extre-mo sur de la cata. Sobresale 1,80 mts con respecto

a Ia línea de fachada de Ia mezquita. De su ancho

sólo se documenta una extensión de 0,70 mts. ya

que queda cubierto por el cimiento de Ia Cate-dral.

El siguiente contrafuerte hacia el norte se

documenta en una aitura de cinco hiladas, estando

1a superior deteriorada por Ia interfacies de arrasa-

miento de Almanzort su lado meridional acusa

también la interfacies de arrasamiento ocasionada

por la construcción del cimiento corrido del arco

de la catedral, que afecta a la primera, segunda y

tercera hiladas, y apoya también sobre la cuarta yquinta. Se evidencia, igualmente, la interfaciesdel picado del paramento para enlucir la fachada.

Mientras que las tres primeras hiladas, contandodesde la supefior conservada, se enclrentran carea-

das, la cuarta y la quinta van escalonadas. La cara

sur está oculta por el cimiento del arco de Ia cate-dral. A Ia cara norte se Ie adosan el chaflán y elandén. La altura documentada del alzado de este

contrafuerte es de 2.50 mts. E1 ancho máximodocumentado es de 3,,10 mts.

El siguiente contrafuerte hacia el norte pre-senta la base del alzado unida estructuralmencecon el rebanco del zócalo del andén de la fachada

190

en su último tramo documentado. En su cara este

se ha podido ver parte de la unidad, aunque no en

su totalidad ya que se encuentra parcialmente en

cota inferior al nivel de suelo, y en su lado nortepermanece oculta por una acumulación de sillares.

Se observa por tanto en esta cara Ia presencia de al

menos 5 sillares, el primero de ellos dispuesto a

soga y el resto a tizón. Su zócalo se encuenrratotalmente unificado a nivel estructural con elzócalo del andén ataluzado de la fachada en su

último t¡amo documentado hacia el norte a parrirde este contrafuerte, diferenciándose entre sí a

causa de su distinta funcionalidad dentro de laobra. Pertenecen a esta unidad en su cara este 8tizones de piedra arenisca, de los cuales el situadomás al norte sirve de transición con el zócalo delandén.

En e1 extremo septentrional de la cata se apre-cia la presencia de la zona sr-rperior del alzado delcontrafuerte situado más al norte de los existentesen la fachada del oratorio, el cual sirve de esquinanordeste de la sala de oración, partiendo de é1 el

muro este de límite del patio de Abd ai-RahmanI. Actualmente puede apreciarse parte de Ia zonainferior del alzado que en origen estaba ocr-rlta porel talud.

Entre las fachadas oeste y este del oratorio de

Abd al-Rahman I se evidencia una disposiciónsimétrica de los contrafuertes, aunque puedeobservarse cómo en la fachada oriental no existepuerta de acceso directo al oratorio hasta el s. IX,por lo que creemos que la Puerta de San Estebanposiblemente cumplía funciones de acceso restrin-gido al oratorio, como es el caso de la entrada delemir.

El primer paño fue afectado, como hemosdicho anteriormente, por la apertura de r-rna puer-ta en momentos posteriores. De los restos conser-vados a sur y norte de la misma apenas podemos

extraer datos más allá de su disposición debido a

encontrarse enmascarados por la escalera que se leadosa en el s. IX, acusando además el arrasamien-to ocasionado por las obras de la Catedral.

El segundo paño se nos presenta actualmenteen dos zonas diferenciadas. Su mitad meridionalqueda oculta en gran parte por los rellenos yestructuras posteriores que se situaron al sur de las

sala de abluciones de Hisham I, en tanto que su

mitad norte puede observarse en toda su amplitr-rdya que la cota de la excavación es mucho más pro-

Page 22: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

funda, llegando hasta los niveles de cimentacrónen al¡¡r,rnos puntos. En este paño se diferencianperfectamente los elementos que 1o componen:del primitivo alzado visto quedan dos hiladas,aunqlre la desaparición del andén en Ia zona per-mite observar una parte del alzado que permane-

cía oculto en su origen por el antiguo talud, con

una altura de tres hilaclas de sillería apareiadas a

soga y tizón (U.E. 302). Esta unidad descansa

sobre una hilada de base y de nivelación, laU.E.303, bajo la cual se desarrolla una zanja de

cimentación con relleno de piedras de forma irre-gular y pequeño tamaño, verticlo en fosa simple.

E1 siguiente tramo de lienzo mural es IaU.E.j56, alzado del muro de fachada entre el con-

rrafuerte U.F,.25 1 y el contrafuerte norteU.8..)62. Se conservan dos hiladas de este alzado,

en Lrna longitud de 9,82 mts. y una altura de 0,94mts. La hilada superior se ve afectada por las vigas

y el forjado contemporáneo que arrasa la estructlr-ra en su zona más alta. El paramento estaba enlu-cido y pintado en su origen con un falso despiece

de sillería (U.E..lt7), qlre no tiene relación direc-ta con el aparejo real del muro. La zona oculta por

el andén, denominada como U.E.318, consta de

tres hiladas de sillería, de la que la inferior queda

prácticamente oculta por el zócalo y su relleno, ylas dos superiores cluedan ocultas por el taiud delandén en los extremos norte y sur cle Ia unidad. Se

documenta est¿r unidad en una iongitud cle 7,00mts.. si no contamos las zonas ocultas en los

extremos por el talud, y una altura de 1,20 mts.

Si incluimos las zonas ocultas las dimensionestotales son de 9,68 mts. y r-rna altura hasta el

suelo de 1,9.1 mts. El aparejo de las dos hiladas

superiores y el de ia hilada inferior de la U.E.l56se encuentra perfectamente dispr-resto, alternando

una soÉla con un tizón, tanto a nivel horizontalcomo a nivel vertical. La hilada base presenta un

aparejo distinto, por 1o clue creemos que se trata

de Ia transición hacia el cimiento.Los restos conservados del andén originai se

enclrentran en su mayor parte entfe los dos con-trafuertes situados más al norte. Además de estos

restos quedan evidencias de su existencia en otras

zonas, como en la cara sur del contrafuertell .E.2t1 donde encontramos la U.E.301, marca

del antiguo talLrd del andén. Afecta a la tercera

hilada del contrafuerte, contando desde la supe-

rior conservada. Coincide perfectamente en su

pendiente y cotas con los restos del talud conser-

vados junto aIa cara norte del mismo contrafue¡-

te.

En el espacio comprendido entre los dos con-

trafr-rertes situados más al norte destaca la presen-

cia de la U.E.35l, zócalo original del andén de la

fachada de la mezquita de Abd al-Rahman I. Se

trata de la base en la que se apoya el andén atalu-

zado de la fachada. Sobre el rebanco U.E.3i0 se

levanta este zócalo de sillería en el que se asienta

el talud. sirviendo a su vez de encofrado o conten-

ción del relleno de cal y canto del núrcleo de laestrlrctura del andén. La longitud documentada

del zócalo es de 9,64 mts., es decir, la distancia

entre los dos contrafuertes. La altura del zócalo

con respecto al sr-relo, incluyendo el rebanco, es en

su extremo sur de 0,70 mts., en la zc¡na central de

0,76 mts. y en el Iado norte de 0,74 mts. Se

encuentra perfectamente imbricado en la fábrica

de ia mezquita, ya que este zócalo se continúra

bajo el contrafuerte U.E. 2i 1, como zócalo de este

elemento (U.8. 376). Así pues hemos de destacar

el hecho de que este zócalo del andén se encuentra

trabado con el zócalo del contraFr-rerte , compar-tiendo un sillar que sirve de trabazón entre ambas

fábricas.

La U.E.310 es el rebanco que se sitúa en iabase de dicho zócalo del andén de la mezquita de

Abd al-Rahman I. Se documenta en una extensión

de 9,46 mts. de norte a sur, estando limitado al

norte por el fin de la cata bajo la cimentación de

Ia capilla de la Epifanía, mientras que en ei lado

sur de este tramo tercefo de la cata se encuentra

arrasado. En e1 extremo norte del tramo conserva-

do sobresale con respecto aI zócalc¡ del andén 0,28

mts., y en el extremo sur 0,34 mts. La altura de

este elemento con respecto a la cota de suelo en su

extremo norte es de 0,20 mts. Las diferentesmedidas de Ios sillares del rebanco nos hacen pen-

sar que se trata posiblemente de materiales reuti-lizados. En general encontramos que se aparejan

muy bien las piezas del rebanco con las del zócalo

del andén, imbricándose su disposición, siendo

excepcionales las juntas que coinciden entre sí.

Por otra parte es interesante observar la relación

entre el rebanco y el pavimento de Ia calle: las

Iosas de ésta se disponen perpendiculares al reban-

co y se encuentran perfectamente escuadradas con

respecto a éste. El arrasamiento que sufre el

rebanco en su lado meridional se relaciona posi-

191

Page 23: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

blemente con las ¡eformas de la zona para su

adaptación a sala de abiuciones. Se observa que eI

pavimento de la calle se encuentra roto en zanjade forma paralela a Ia fachada, justo en Ia zona en

la que el rebanco está arrasado. Segr-rramente lacausa de esta fotura se encuentfe en la construc-ción de un sumidero en el pavimento que vierteaglras en la cloaca.

Entre Ia fát¡rica de sillería del. zócalo y lafachada se sitúa un relleno consistente en un ver-tido de argamasa de cal y abundantes piedras de

pequeño y mediano tamaño, así como la inclusiónde algunos sillares. Ocupa una anchura que va de

un 1,00 mts. a 1,20 mts.Sobre este zócalo y núcleo de relleno del

andén se disponía Lrna estructura ataltzada, de laque se consefvan restos en los extremos del entre-paño, y junto a los contrafuertes de uno y orroiado. Así vemos la U.8.354, zona de enlosado en

taiud junto a la cara nome del contrafuerre U.E.2)I, qte arranca de la segunda hilada conservadacontando desde la zona superior y alcanza tnaaltura de 2,00 mts. con respecto al suelo de Abdal-Rahman I. En el extremo norte se denominacomo U.E.360 y se conserva en una anchura de

1,60 mts.Sobre la fábrica original de Ia Mezquita del s.

VIII se conservan abundantes ¡esros de enlucido,algunos de los cuales revisten un interés excepcio-nal porque nos aportan datos acerca del aspectoexterno de los lienzos de fachada de la mezquitaprimitiva.

Se documentan restos de enlucido: en el con-trafuerte de esquina, en el ángr-rlo sudeste de lacata; sobre el muro de fachada en el tramo situadoentre ei contrafuerte IJ.E. 196 y la mocheta sur dela puerta; sobre 1a fachada tJ.E.224; en la cara esre

de LaU.E.267, sobre su primera y rercera hiladas;en Ia U.E.250, en 1a hilada superior y parte de Iasegunda hilada; sobre la cara norre del contrafi-rer-te U.8.267; sobre el alzado de la cara norte delcontrafuerte U.E.251; en Ia zona superior delalzado del contrafuerte situado al norte, U.8.362y en la U.E.250, junto al muro sur de la sala de

abluciones.

Es destacable la denominada como U.8.351 ,

enlucido sobre el alzado del muro de fachada(LJ.8.356) de la mezquita, entre el contrafuerteIJ.E.251 y el contrafuerte norte U.8.362. Presen-ta un enfoscado de preparación del enlucido en el

192

que se ha realizado un picado de su superficie paragaranttzan la adherencia del enlucido. Este es de

colo¡ ocre claro, pintándose la falsa siilería conlíneas de almagra roja. Aparecen sillares enmarca-dos por juntas rectangulares a modo avitolado con

un grosor de 0,06 mts.; en el interior de dichasjuntas el color del enlucido es más claro qr-re en lazona del campo inrerno de Ias falsas piezas de

sillería. Este falso despiece no se corresponde conel real dei m¡-rro al que recubre, siendo sólo coin-cidente la disposición de las hiladas. La anchurade los tizones pintados es de 0,26 mrs., y la de las

sogas es de 1,10 mts. Se trata de un enlucido querevestía en origen todo el alzado, puesro que las

huellas del picado de los paramenros para facilitarsu agarre se aprecia en diversos puntos.

Encontramos también elementos esrrarigráfi-cos relacionados directamenre con la calle asociada

a esta fachada de la Mezquita en época de Abd al-Rahman I que, como hemos visto quedó amorri-zada por ia sala de abiuciones de su hijo Hisham.Como U.E.1891236, hemos denominado al pavi-mento de Abd al-Rahman I. Se documenta la pre-sencia de un enlosado qlre arranca desde la líneade zócalo de la mezquira y ocupa la rotalidad delespacio excavado en anchura, hasta que queda cor-tado por el cimiento corrido de Ia primera anda-nada de columnas de ln ampliación de Almanzor.En la zona norte de Ia cata se aprecia perfectamen-te que se encuentra relacionado de forma directacon la const¡ucción de la mezquita de Abd al-Rahmán I, ya que sus losas se adaptan en Iíneas

generales al rebanco del zócalo de la mezquira. Ladisposición predominante del enlosado es perpen-dicular a la Iínea de fachada, alternando en suarranque losas de diferenres tamaños para lograruna buena imbricación de su aparejo. Sus cotasrevelan que existía un progresivo descenso hacia elslrr. En Ia zona Sur de Ia cata este pavimento se ha

podido detectar gracias a la excavación del son-deo estratigráfico n.' 1, junto a la escalera de Abdal-Rahmán II.

IV.6. Período Romano

Relacionadas con este período enconrramos 7

unidades estratigráficas de cronología preislámica,que forman parte posiblemente de elementos rar-dorromanos. Aunque su datación es difícil, dadoque no se encontró ningún material fechable en la

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excavación, su adscripción a esa época tardía es

bastante segura.

Encontramos estraros de relleno y esrrucruras.En los rellenos predominan los conformados portierra de color castaño oscuro, de composiciónarcillosa. Se denomina como U.E.365 al mu¡osituado en el lado sur del sondeo 2. La direcciónque presenta la estructura murari¿ es este-oeste.

Presenta un sillar de piedra ¿rrenisca así como dos

hiladas de ladrillo trabadas con argamasa de calsobre dicho sillar. Como lJ.E.766 denominamos a

otro muro situado en el sondeo 2, que se disponecon dirección norte-sur y presenra una fábrica de

mamplrestos y ladrillos trabados con argamasa de

cal muy arenosa. En su base presenra dos ladrillosque sobresalen con respecto a la rasante verrical.Se continíra en la U.E.368, muro qLre conservatres hiladas, dos de ladrillo y una de tegulae en Ia

base, trabadas con arg¿rmasa de cal.

IV.7. Período geológico

A1 período geológico sólo corresponde unaunidad estratigráfica qr-re ha sido diferenciada en

dos, la IJ.E.2t9, relleno fo¡mado por tierra de

color gris oscuro, de composición margosa y apel-mazada, arclueológicamente estéril; y la tJ.E.260,

relleno formado por margas geológicas con abun-dancia de piedras y bolos.

V. CONCLUSIONES

Durante los meses de febrero a abril de 1998se ha desarrollado una intervención arqr-reológica

en la fachada oriental de la mezquita de Abd al-Rahman I. Se han rcaliz¿dc: trabajos de documen-tación de Ia cata exisrenre desde los años 30 resul-tado de Ias excavaciones llevadas a cabo en IaMez-quita por el arquitecto D. Félix Hernández. Alestar inéditos sus resultados la actuación se hacentrado en el levantamiento planimétrico, ladocumentación gúfica y el estudio de Ia estrati-grafía muraria de la zona, asimismo se han realiza-do vatios sondeos puntuales con el objero de acla-rar problemas esrratigráficos y de funcionalidadde espacios y estructuras.

Como resultados generales podemos apuntarque se ha podido estudiar el exterior de la fachada

este del oratorio de la mezquita de Abd al-Rah-

man I casi en su totalidad (se han abarcado 36,50mts. de longitud). Destaca el hallazgo de Ia calledel s. VIII, qlre en este punto se encontraba a más

de 3 mts. por debajo del nivel de suelo del inte-rior de la mezqr-rita. Por otra parte, un sondeo rea-

lizado bajo la calle islámica ha revelado la existen-cia de estruct¡-Lras tardorromanas bajo ésta y se ha

Ilegado hasta niveles geológicos estériles sin queexista nin¡¡una evidencia de calle romana anteriora la islámica. Por tanto, ha podido documentarseel alzado de Ia fachada y no sólo las cimentaciones.

La fach¿rda de la primitiva mezquita se orga-niza de la siguiente forma: alzado de los muros,con fábrica de sillería a soga y ttzón, enlucido ypintado con despiece de falsa sillería, contrafi,rer-tes simétricos a los de la fachada oeste. andén ara-luzado entre contrafuertes, con núcleo de cal ycanto y zócalo de sillería qlre apoya en un rebancoque sirve de transición directa a la calzada. Noexiste en esta primera fase ninguna puerta de

acceso directo al oratorio en esta fachada.

Un segundo período constructivo que afecta a

esta zona de la mezquita es el adosamiento delpabellón de abluciones de Hisham I a fines del s.

VIII; de esta sala de abluciones se conservan variaspilas unidas por una conducción hidráulica yvarias letrinas. La sala de abluciones se extendía a

1o largo de la mitad norte de la fachada del orato-rio a la calle, abarcando una anchura de unos 16

mts. y r,rna longitud de unos 20 mts. Se confirmael uso del pabellón hasta al-Hakam II, momentoen qlle es derribado y cubierto por el trazado de

Lrna nlleva calle perimetral.Ya en el s. IX, durante el emirato de Abd al-

Rahman II, se prodr-rce la elevación del nivel de

suelo al exterior del pabellón de abluciones, refor-mándose el andén ataluzado y realizándose laapertura de una puerta en la zona de la antiguaqib/a, de la cual se ha documentado una escalera a

doble vertiente centrada entre dos contrafuertes.En época de al-Hakam II se de¡riba la saia de

abluciones y se cubre la zona con el trazado de unacalle norte-sur, se organizan andenes a los lados de

Ia zona empedrada y se ocupa una extensión pro-bable de 20 mts. de ancho.

De la ampliación amirí se ha documentado la

cimentación corrida de la primera andanada de

columnas, así como un pozo negro utilizadodurante los trabajos de dicha ampliación.

194

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NOTAS

1. TORRES BALBAS, L. (1941): "Nuevos datos documenta-

les sobre la construcción de la Mezquita de Córdoba en el

reinado de Abd al-Rahman II", Al-Andalus, VI, Madrid,4tt-122; HERNANDEZ JIMENEZ, F. Q.961): El codo

en la historiografía árabe de la Mezqaita Mayor de C6rdaba,

Madrid.2. HARRIS, E. C. (1991): Principias de arratigrafía arclueolígi-

ca, Barcelona; PARISI BADONI, F. & RUGGERIGIOVE, M. (eds.) (7984): Nomte per la redazione della schu

da del saggio ttratigraficl, Roma, 25-26; PARENTI, R.

(1985): "La lettura stratigrafica delle murature in contesti

archeologici e di restauro architettonicoo, Restauro e citta,

1,2,55-68 PARENTI, R. (1988a): "Le tecniche di docu-

mentazione per una lettura stratigrafica dell'elevato",Archeo/ogia e restailrl dei nonttnenti, Firenze, 249-279;PARENTI, R. (1988b):

"Su.lle posibiliti di datazione e diclassificazione delle murature", Archelogia e restauro dei

monumenti, Firenze, 280-104.

I

194

Page 26: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

*-¿.1, i

L¿ht. l: Alzdda energente de /a

lachada este del Oratoria de Al.,t/

¿tl-R¡hntcín I 1, sa re/acitín con

/a zuna de a/zctt/o trierada prtr

/a antpliación anttrí.

, l'r,

Lín. II: Andin le /¿Alezqrita de Ab¡l dl-Rahn¡an L

En pr)nur tlrnina e/ reba.nca.

zócalo 1 ntícleo tle/ andíu.

Al fandrt restos ¿le Íalud 1' contafuerte

norte de la fachttda.

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-,,/

Lán. III: Enlt.¡ado de /¿ ca/le de

Abd ¿/-ll¿bn¡an I sitra.da. al exteriar

c/t /a fachada e.rte.

[-ín¿. IV: Deta//e de/ alzado del

Íercer nntr¿rtterte de la facbadaeste de Abd al-Rabnran I 1 stre/acirín con e/ zócala 1 el taltrddel andén.

I L)(t

Page 28: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

L,ínt. V: l,¿ tlti¿d'¿t fu Hi.¡httn¿ l. Re.¡lo.¡ eil \/1 .íilax/o s/./.¿()e!te

tlle de letriu eu la t¡¿ida'¿¡

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Page 29: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

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-'r,&.

ü-,]:il

Lán. Vll: Alzado de fuente de

/¿ nida'¿ de Hishan¿ I en /¿t

cata de F. Hernández.

L¿ít¡t. VllI: Frunte de ld ntida'a hdllada (n e/ sor¡deo 2

198

Page 30: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

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l-llt;¡

't¡

L¿í¡t lX: 'f r¿tn¡o cenÍrd/ ¿la la c¡ta de l'. Hattández. Al Jbndo re¡tn rle /a Jtcbada ¿le Al:td a/ I?dhtn¿n I. ¿/ dndin Ltfcrltrzado t¡tc

se le dJo¡¿ en ípocrr de Abtl ¿/ Il¿thtt¿tn lI 1 en printer tírn¡ino el andín del arrec)fe Je al-Hakan¡ II.

fr"s\X: Tr¿utut .rrr dc /¡ c¿ttct. ()b.¡/rt'ese /a esc¿/era tle ipoca de Ab¡l al-R¿bnnn II

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Page 31: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

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Lán¿. XI: Entpulrada de la c¿//e de a/-Hakan ll hall¿da en el tandeo 2

de /a anQliaúín ¿e Alil¿trtzar que lo cufa.

.{ , r'¡

Lán¡. XII: Vitta gtneral de.¡de e/ oe.¡te. Alfr,ndo el.¡ondea 2

Aln¡¿nzor. A l¡ dera'ba resto¡ de/ aryecife de ¿/-H¿kant II.

M111,''1i.

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Ob.¡y'nrse e/ poz.a negro tle ipoca de /os traba.f ot

De.frente el cin¿icnta con"ir/.0 de /a ltrinera an¿/ana¿/a ¿/e crt/unma¡ de

a la izqrierda letrina 1 fuentes dt Hi¡h¡tn¡ I 1 cdlle de Abd ctl Rahnun l.

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Page 32: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

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Page 33: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

Fig. 1: Pufi/e.r del sondea 3. rea/izada Ltaja la calle de Abd a/-Rahnan L

?h,ru.Wrr/,rtYh;ti;

=O 05 1OLi

F)g. 5: A/zadr.t del lado sur de /a excauación. Obséruese e/ coutraftterte de e.;quina de la ntezquiÍa de/ t.Vlll, la aeseta de /a. escalera

del s. lX, ld cota de /a calle del .¡.X y la disposición del cinienta de la Catedra/.

202

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CARA NORTE

Fig. 6: Alzados del contrafuerÍe U.E.267. Ob.rítaese la ú.rprt.rición del andín del s.IX 1 del andín de/ s.X con raputo al contrafuerte.

Fig.7: Alzados del cantrafaerte U.E.2t1. Obsíruue la disposición del andín original

20)

Page 35: Estudio arqueológico de la fachada este del oratorio de Abd al-Rahman I en la Mezquita de Córdoba.

7,tI

,/

Fig. 8: Alzado del lada norte

de la excauaciín. Obséruese e/

contraftterte de e.r quina nordes te

1 su relación con el andón,

rebanco 1 ca//e, así cona lacirnentación de la andanada de

A/nanzor y /¿ cintentaciín de lacapilla de la Epifania.

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L---f r-

=_*-¿-__r'r*@

FiE:-

0 1mF)g. 9: P/anta y .recciín ¿/e /etrina 1,, c/adcd: ¿e

la ¡ala de ¿blrcianes de Hisbant L

204

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SONDEO N! 2

Fig. l0: Petfi/ ae.rte ¿/e/ sandeo 2. Obsín,¿se la Juente 1 el cdndl de Hi¡bant I en sección, a¡í crttL¡a sr relación con la c¿t//e

¿le a/-Hdk¡nt ll I lls Pltteriar$ rellenas de Ahnctnzar.

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Fig. 1: P/dno de 1t/anta t/c /a zona excat'rtdrt. Cotas trt¡n¿d¿.¡ con referencia ¿7 /./ clt¿/ de sue/a Je /¿ C¿tedral tn ¿'ile p/1ilfl.

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Fig. 2: Alzado de /a fachatla e.rte de/ Ordtario Je Abd ¡t/-lla/tru¿n l.

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107

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