Estelrich Páginas mallorquinas

download Estelrich Páginas mallorquinas

of 139

Transcript of Estelrich Páginas mallorquinas

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    1/139

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    2/139

    ndice:

    DedicatoriaCarta prlogo D. Jos TousLa literatura en Mallorca

    Toros en MallorcaBordados mallorquines

    La Real y Episcopal BibliotecaLa isla de Cabrera en la literatura

    D. Juan Palou y CollCossis Cossis

    Manuel del PalacioEl poeta popular de Mallorca

    Lricas, de Miguel CostaEl Archivo Capitular

    Poesa religiosaD. Tomas Forteza

    Pedro OrlandisEl conde Ulises de Sguier

    D. Jernimo RossellLa hija del Rey

    El rescateEl Quijote en mallorqun.

    Chopn en Mallorca.El maestro Marqus

    Tres artistas malogrados. El pintor Antonio Fuster

    El msico Antonio Noguera. Gabriel Maura Montaner

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    3/139

    Al Excmo. Seor

    D. F. Rodrguez Marn(El Bachiller de Osuna)

    que con buena amistad y en correras andaluzas me hizo conocer su tierra (y de MaraSantsima), envo estos tasquiles de La Roqueta (o rincn del Paraso) hasta que a ella

    venga para dejarme horro de deudas y ms obligado en los afectos.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    4/139

    Sr. D. Jos Touslibrero, editor, caballero, concejal, em-presario, miembro de los Comits de...

    etc., etc., etc., etc., etc., etc., etc , etc.

    Uy! Uy! Uy! Uy! Uy! amigo Tous, y qu cosazas se le ocurren Vd!

    Muchas veces sus proyectos, siempre abundantes, han resultado provechosos para elpas, porque no quedaron en frfara; y las decisiones de su voluntad contrastaronsiempre con las de nuestros bonachones convecinos, que en Vd. llegaron a ver, con ojosde asombro, una especie de yanke transplantado.

    Pero la proposicin de estampar y publicar mis Obras completas pone el mingo a cuantoVd. ha imaginado y echa la zancadilla a los ms estupendos propsitos que Vd. haconcebido.

    Desventurados de Vd., de mi, y del pblico!!!

    No sabe Vd., alma de Dios, que jams hice profesin de literato y puedo decir en mispostrimeras: Padre, yo no he sido. Si actu de profesional en ms de dos ocasionestuve siempre plena conciencia de que el pblico pudo pasarse muy ricamente sinninguna de las lucubraciones que le suministraba; que todas ellas no pesan tanto asi, nilevantan as; que milagro parece que alguien alicuando se haya fijado en ellas, y que, encifra y resumen, peor es meneallo.

    La produccin de los otros me interes siempre y mucho, sobre todo en lo artstico, yparticularmente en lo literario, que si vino en ritmo rima fu para mi miel sobrehojuelas; y estos han sido y son los amores de mi vida, arraigados en lo ms hondo demi corazn y llevados al delirio. Por ellos alcanc muchos ratos de ventura en estemundo; endulc amargarillas, que nunca faltan; sent virtudes y me apart de vicios; porellos nadie se acord de m para ofrecerme una vara de juez municipal suplente dealcalde de barrio; por ellos logr excelentes amigos con quienes departir; y el ltimo

    desaparecido y nacionalmente llorado, el gran Marcelino Menndez, ms grande en laamistad callada que en otros afamados y estruendosos ttulos, mitad del alma mat yalma espaola de su tiempo, a quien pude decir desde la adolescencia: Tu Duca, tuSignore, e tu Maestro, estaba interesadillo en que yo compilase lo ms substancioso quetena publicado referente a investigacin literaria, y lo estampase para el pblico.

    Ni la alocada proposicin de Vd. ni los cariosos deseos de Menndez y Pelayoaparecen en este tomo.

    Publicar mis obras completas! Echeles Vd. galgos! A penas entrado en la pubertadescriba yo desaforadisimamente, y voy para viejo, y escribo sin temperancia; y

    publiqu dnde y cundo me invitaron; y cuando no me invitaron, tambin; y cant loque me pareci hermoso, o lo que me pareci feo, y dispuesto estoy a seguir hasta la

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    5/139

    muerte mientras lo que escriba me deleite o entretenga. Poco ha, una que fu seorita ybella por los aos de la Revolucin de Septiembre, me recitaba unos versos galantes.Con no menos galantera tuve que decirle que los versos me parecan indignos de ella,

    por feos y cursis... Estupefaccin en el concurso. Los versos eran mos, segn despusme hizo saber una parienta, con grandes risotadas, que acrecent con las mias.

    Y acarree Vd., amigo Tous, montones y montones de semejantes lindezas!

    Coleccionar lo ms substancioso, como quera Menndez y Pelayo... Pero qu es loms substancioso? Pienso que todo lo mo, bien exprimido, no da ni suco ni sustancia.

    Si versos escrib en mi juventud fu porque otros los escriban y los versos me gustaban;si ms tarde me aficion al estudio y practiqu alguna investigacioncilla o desenterralguna curiosidad, traduje o edit algo para ios amigos, fu porque los que me rodeabanhaban dado en ese hito; pero fuerza es declarar, antes de que muera, para descargo de laconciencia, que ni al mundo, ni al demonio, ni a la carne tom nunca muy en serio; y

    que este jueguecillo de mi erudicin fu como primores de marquetera casera, queentretienen al dueo y aburren y estorban a los amigos obsequiados.

    Ea, pues; correspondo en pequesima parte a los deseos y amistad de Vd., paracontinuar las calaveradas que comenzamos ha ms de veinte aos, y le envio un

    puadito de recortes relativos a cosas de Mallorca. Algunos de estos articulejos seescribieron fuera de la isla dorada, para darla conocer los extraos; otros se

    publicaron en nuestro peridico La ltima Hora, al que he debido de recurrircon frecuencia, por ser la nica compilacin que tengo a mano; y algunos otros me loshan ofrecido amigos ms cuidadosos de lo que yo me he mostrado. Al pie de cada piezaconsigno la procedencia y la data para que me sirvan de disculpa. En los primeros

    pliegos de la actual estampacin fui muy fiel al original primitivo, y luego no tanto, ydespus... chufas!; y quizs lo que ms ampliacin y comentario requera se haquedado sin la una y sin el otro; y el tomo, con ser tan menguado y contrahecho, seescapa del olvido, que tanto le convenia, por no sufrir los puntapis y empellones quelentamente y con saa Vd. y yo le propinamos.

    Dios conserve a Vd. la buena suerte, que tanto le cuesta, y el estmago, que a vecesflaquea; y a mi no me escatime el fsforo que me falta; ni el buen humor, que leagradezco; y hasta otra tropela se reitera muy suyo y afmo. amigo que le estima,

    Estelrich.

    Palma de MallorcaJulio de 1912.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    6/139

    Literatura en Mallorca

    Una fecha y un hecho pueden fijar con toda precisin el nacimiento de la moderna

    literatura mallorquna y delimitarla de las influencias del siglo XVIII, que aun durabanen la ltima centuria, no obstante haber sido Mallorca teatro vivo donde se desarrollaronimportantes acontecimientos polticos en la primera mitad del siglo XIX, muy

    particularmente en sus primeras dcadas. La aparicin del semanarioLa Palma, en1844, responde al hecho y la fecha aludidos.

    La estrecha amistad de D. Jos Mara Quadrado, joven la sazn de veinte aos, y deD. Toms Aguil, que no contaba muchos ms, arraig en la redaccin del modestosemanario y se perpetu hasta ms all de la muerte de este ltimo, ocurrida en 1886. Aambos haba precedido en pasar de esta vida el seor Montis, marqus de la Bastida,espritu ms superficial y ligero, que con aqullos se asoci para la empresa.

    La erudicin atropellada, aunque no del todo intil, de los Furi y Bover; elhumanismo mal aprovechado de los Pujol y Flux; la ligereza en los juicios, lainseguridad de los datos, las feroces diatribas en la discusin, que hacan patentes lamalevolencia y lajalousie du mtierde los cultivadores del arte literario, encontraron

    pronto modelos de produccin ms serena y de ideal artstico ms levantado en larevista de aquellos jvenes escritores. Quien, an hoy, hojee las pginas del semanario,

    pronto se convencer de la nobleza de miras de Quadrado y Aguil, y de latranscendencia de su obra para el porvenir de la literatura en la isla dorada. Las leyendasy tradiciones mallorquinas las recogan aladas estrofas, ms flexibles en manos deAguil que en las de Quadrado, quien para la poesa tuvo siempre alguna rigidezhiertica, severidad de monumento arqueolgico; los juicios acerca de autoresextranjeros, que aireaban la atmsfera empobrecida, se formulaban con serenidad y

    justicia; la dignidad y el buen gusto resplandecieron en todas las pginas del semanario;y si alguna vez sus redactores descendieron las burlas, fu en folletos separados de larevista, como en laHistoria de la Dragonera en sus relaciones con la civilizacineuropea, donde desparramaron tan tica y remozada stira, una sola vez en la ltima

    pgina del semanario, para rechazar con indignidad y horribles frases las calumnias queuna escritora francesa, Jorge Sand, haba lanzado contra la isla tan querida deQuadrado, Aguil y Montis en su obra Un hiver Majorque.

    Juzgar Quadrado y Aguil por slo sus escritos juveniles deLa Palma, que apenasdur un ao, fuera apreciar las alturas en que se cernieron por el primer vuelo al salirdel nido. Grandes prestigios lograron uno y otro en muchas esferas, y la obra histricade Quadrado en susRecuerdos y Bellezas, embalsamados por el aura de lo pasado, porla verdad severa del archivo y el sentimiento apasionado del autor; en susForenses yCiudadanos, pginas redivivas de luchas de bandera local; en su Continuacin deldiscurso sobre la Historia de Bossuet, donde la sequedad de estilo y lo compacto de lasideas no empece los fallos acabados de la crtica histrica; en sus notas histricas altomoMallorca, de Piferrer, acrecentado por ellas en ms del triple el texto del escritorcataln, han dado al historiador mallorqun puesta preeminente entre los espaoles.Escritor socilogo y poltico, colabor con Balmes, y sostuvo la conveniencia de la

    unin entre los bandos que en guerra civil ensangrentaron nuestra patria. Escritorcatlico, volvi, despus de la revolucin de 1868, reunir sus amigos, entre los

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    7/139

    cuales figuraban Aguil y el actual obispo de Orihuela D. Juan Maura, para publicar enMallorcaLa Unidad catlica, que en el ttulo llevaba el lema de su bandera, y prontodej eco en todos los crculos catlicos de Espaa. Los estudios y trabajos que acerca dela literatura dej el Sr. Quadrado son muchos, y se refieren todos los tiempos y todaslas pocas: como humanista nos dio traducciones parciales de Virgilio y de otros

    clsicos, extendiendo su accin al latn medieval, estudiando y traduciendo piezassueltas del himnario religioso; como investigador nos traz el cuadro de lasrepresentaciones del siglo XIV, desenterrando curiosos documentos; como crtico historiador literario empieza su labor enLa Palma y acaba refundiendo Shakespeare,no siempre con fortuna; tradujo losHimnos sacros de Manzoni; imit Alfieri, estudi Ausas March, y se hara interminable la lista de las producciones de Quadrado si aquse intentara agotarla. Mereci un luminoso estudio del Sr. Menndez y Pelayo, estudioque va al frente de sus obras menores, de las que van hasta ahora publicados cuatrovolmenes (Palma, imprenta de Amengual y Muntaner), otro del acadmico mallorqunD. Damin Isern, y la muerte de Quadrado, en 1896, fu llorada por los escritoresmallorquines en un folleto necrolgico. El Ayuntamiento de Palma, que contaba

    Quadrado en la galera de sus hijos ilustres, le dedic una sesin extraordinaria, yMallorca entera no olvid, la muerte de su escritor predilecto, que l deba laconservacin del claustro gtico de San Francisco, la restauracin de la gentilsimaLonja, el establecimiento de la Sociedad de San Vicente de Paul en la isla, y laidentificacin de Quadrado con el Archivo del antiguo reino de Mallorca, que simbolizael recuerdo de nuestra personalidad histrica y de las glorias tradicionales.

    Si el nombre de Quadrado excusa toda presentacin al pblico de Espaa, y aun debuena parte del extranjero, no sucede lo mismo con respecto D. Toms Aguil, genioms flexible que el de Quadrado, y ms esencialmente literario en el sentido estricto dela palabra. Abundante de diccin, fcil en el giro castizo, jugoso de sentimiento veces,Aguil pierde mucho en extensin si se le compara con Quadrado, de quien fuconstante colaborador y amigo, pero gana ste en intensidad local y en genio potico.Las gentes de Mallorca le sealaron con el dedo y le conocieron antonomsticamente

    por el poeta. La edicin de las obras de Aguil, en nueve volmenes (Palma, TipografaCatlica), comprende sus narracionesA la sombra del ciprs, sus poesas castellanas ymallorqunas, sacras y profanas, originales y traducidas, imitadas y refundidas; susartculos histricos y literarios, y una novela comenzada por l mismo y terminada porQuadrado. Mil y Fontanals lamentaba que Aguil no se hubiera contentado con lo

    bueno, y Guillermo Forteza le reprochaba ciertas menudencias de orfice y el tonoquejumbrn en la parte amatoria de sus versos. Ni una ni otra observacin parece

    inmotivada; pero, restando toda clase de reparos, queda siempre en la produccinde D. Toms Aguil lozana y poderosa inspiracin que subi muy alto enAbdiel yLossiglos ante Jesucristo; honda y sentida ternura de lasEscenas episdicas del Calvario;felices toques descriptivos enLa Puerta de Santa Margarita yLas disciplinas; gallarday digna factura en Costana d'Arag; notas de su alma catlica y resignada en

    Resignacin; novedad inusitada para aquellos tiempos en sus poesas fantsticasmallorqunas, que, en conjunto y nuestro juicio, son lo ms bello de cuanto Aguil nosdej escrito.

    Viva en la plenitud de sus facultades el egregio triunvirato mallorqun que nos hemosreferido (y que tiempo hace nos hizo recordar otro ms egregio triunvirato de la

    literatura germnica, constituido por Klopstock, Leasing y Wieland) cuando era ya miestodo el campo de la literatura mallorquina. La colonia estudiantil de la isla en Barcelona

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    8/139

    se agrupaba en torno de Lpez Soler, Bergues de las Casas, Piferrer, Mil, Rubi y Ors,Vctor Balaguer y tantos otros quienes aceptaba como maestros trataba comoamigos. Por all vagaban entonces para completar sus estudios universitarios JernimoRosell, Mariano Aguil, Pedro de A. Pea, Miguel Victoriano Amer, Juan Palou yColl, Francisco Alcalde, Jos Vich, Jaime Cerd, Alvaro Campaner, Guillermo Forteza,

    Joaqun Fiol... toda una constelacin con intensidad de luz muy variada. Imposiblerecordarlos todos ni dar noticia de todos, porque ni aun para las figuras principaleshuelga el espacio.

    D. Jernimo Rossell, en quien ni los aos, ni la terrible enfermedad que desde hace undecenio le tiene postrado y paraltico, han podido amenguar los apasionamientos de sucorazn, fu investigador fervoroso de la literatura mallorquna; form colecciones desus poetas y prosistas; suministr Bover no pocos materiales para la nica obra

    positiva de ste; tesoro bibliogrfico que encerr en su Biblioteca de escritores baleares;enamorado de la gran figura de Ramn Lull, reuni cdices lulianos de inestimablevaler, dio al mundo las Obras rimadas del famoso sabio y prepar la edicin completa

    de sus textos. Poeta de esfumado sentimiento y de ideales romnticos, huy todoexclusivismo; se present en los Juegos florales de Barcelona, donde logr el ttulo de

    Mestre en gay saberen el segundo ao de la restauracin de aquellas fiestas vernales, yescribi en castellano su coleccin poticaHojas y flores, donde las influenciasfrancesas, inglesas , y sobre todo alemanas , son evidentes. La tradicin mallorquna leinspir el cancioneroLo joglar de Maylorcha, y el estudio de todas las literaturasconocidas le form una librera mucho ms selecta que numerosa, ubre que haalimentado toda la actual generacin mallorquna. Sus traducciones de poetasgermnicos se contienen en varios legajos, lo ms de ello indito; pero lo publicado

    basta para poder afirmar que Rossell fu uno de los primeros en dar, no slo Mallorca, sino Espaa, la traduccin de la balada germnica en la forma cultivada porGoethe, Schiller y Brger.

    A esa amplitud de criterio respondi, en sentido opuesto, el catalanismo cerrado de D.Mariano Aguil, quien ha vivido constantemente en Barcelona. Nunca emple otralengua que el cataln, y fu el primero que quiso darle unidad con el smil del rbol detres ramas, smbolo de los territorios de Catalua, Mallorca y Valencia, donde el catalnse habla con ms menos diferencias dialectales. Persigui los vocablos de esa lenguaen las comarcas referidas, ya arrancndolos frescos y vivos de labios de indoctoscampesinos, ya de los arcaicos trazos de cdices y vetustos documentos de la historia yliteratura catalanas; reuni abundantsimos materiales para la formacin de una

    gramtica y un diccionario de aquella lengua; coleccion sus cantares populares, suscanciones, romances , leyendas y tradiciones; comenz la publicacin de unainteresantsima Biblioteca catalana de obras clsicas; dio la estampa, en pliegossueltos, muestras de su Cancionero en admirables tipos gticos, y los vuelos de suimaginacin y de su gusto depurado, como gran artista que era, no respondi siempre larealidad. Su obra, quizs por lo vasto de la concepcin desordenada, puede decirse queha quedado en iniciaciones; y, sin embargo, Aguil, pocos aos ha fallecido, ejerce yaun patriarcado en las letras catalanas, y sus obras constituyen verdaderos testi di linguadel catalanismo. Del prosista nos quedan pocas pero selectsimas muestras. Del poeta deimaginacin colorida, lrico en toda su produccin, son pocos todos los elogios que se letributen. El supo animar y dar calor al alegorismo que propenda, yEsperana, La

    sesta, A l'archiu de la corona d'Arag, L'enteniment y l'amor, Axo rai!, L'estrella del'auba, muchas de sus amorosas... son poesas que no se olvidarn jams donde resuene

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    9/139

    la lengua catalana, la que Aguil supo arrancar secretos de recndita armona ysuavsima fluidez.

    D. Pedro de A. Pea ha sido, y es an por fortuna, el tipo de ms relieve de la poesapopular mallorquna, no recogindola del pueblo, sino dndola al pueblo. Todo lo ha

    intentado, y en todo se ha metido, y hay que entrar con saa y sin piedad con lapodadera en su produccin, para desmochar carretadas lo mucho malo que perjudica lo poco incomparable que tiene, y basta para darle lugar preeminentsimo y asiento

    propio en la literatura de la isla. En la descripcin de tipos, usos y costumbres del pasno tiene rival, ni dentro ni fuera de l, y, avalorado por sus legtimos quilates, supera todos aquellos con quienes pudiera comparrsele, Bernger inclusive. Sus audacias deingenio y de lenguaje no tienen lmites, y lo mismo le proporcionan luminosasclarividencias que tremendas cadas; pero cuando Pea da en el clavo justifica la

    predileccin que el pueblo de Mallorca dispensa al poeta, recitndole de coro desde unconfn al otro de Mallorca.

    La familia del Sr. Pea ha sido muy socorrida en poetas, y fuera injusto no citar siquiera su hermana Doa Victoria y al esposo de sta D. Miguel Victoriano Amer, buenhumanista, y en la produccin del cual se revela la serenidad de su alma.

    En este grupo debe hacerse mencin de D. Jos Luis Pons, quien, aunque nacido enSan Andreu de Catalua, hay que conceptuarlo mallorqun por su larga residencia enMallorca, por haber ejercido alguna influencia en la juventud mallorquina desde lactedra, y por haber reunido en su casa los literatos mallorquines en fiestas literarias.De sus obras didcticas ha dejado apreciables muestras, y en su labor literaria, no muyabundante, resplandece el amor la forma y cierto sentimiento patricio como enLluitede braus, tradicional y honrado como enLe llar. Como los ms de los escritoresinsulares, escribi en castellano y cataln, en prosa y verso.

    La Campana de la Almudaina, representada con extraordinario xito en Madrid, levantde golpe la personalidad de D. Juan Palou y Coll, quien, por rara excepcin enMallorca, ha seguido cultivando, con largos intervalos, la dramtica castellana; y desdeMadrid llegaba de vez en cuando la noticia de los trabajos de crtica literaria que sededicaba Guillermo Forteza, en quien se malograron felices disposiciones para estegnero literario.

    Antes de 1869, la literatura mallorquina, cultivada en el gabinete, apenas tena vlvulas

    por donde despavorar. La actual generacin conserva el recuerdo de su Ateneo, pordonde pasaron Bretn de los Herreros y Zorrilla, y acude an la coleccin de losalmanaques deEl Diario de Palma y deEl Isleo para poder historiar conocer lapoca que nos referimos. Los peridicos diarios daban poco de s, y las revistas eran

    punto menos que desconocidas en Mallorca. Entre la literatura, cultivada casiexclusivamente por sabios, y el pblico en general, no haba tacto de codos. LaRevolucin de Septiembre de 1868 vari la condicin de Mallorca en este punto. El

    peridicoEl Iris del pueblo recogi la levadura revolucionaria de que fu encarnacinMiguel Quetglas , y, contrarrestando estas tendencias, apareci el semanarioEl Juez de

    Paz, casi redactado exclusivamente porMiguel Bibiloni y Corr, escritor de no pocoingenio y mayor desaprensin, ya conocido por alguna obra que slo subrepticiamente

    pudo llegar los trculos.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    10/139

    A esta poca corresponde tambin la publicacin deLa Dulzaina, semanario escrito empujones, por los que un librero mallorqun arrimaba la tertulia de sus amigos, entrelos que se contaban Gabriel Maura, Toms Forteza, Bartolom Ferr y algunosotros. Ningn espritu crtico les mova, y slo abasteci las pginas de aquel semanarioel buen humor de sus redactores. Gabriel Maura, al frente de sus nueve hermanos y al

    cuidado de todos ellos, como primognito, sacrific desde el fallecimiento de su padrelas excepcionales condiciones artsticas que tena para ser un grande hombre,contentndose con ser un buen hombre. En nadie se han reunido la vez concepcinms rpida, imaginacin ms desenfrenada, y ms pronta expresin del concepto. Suconversacin aturde, y es un continuo chisporroteo de rueda de artificio con todos losmatices y sorpresas de la pirotecnia. En algunos artculos de costumbres, que hacoleccionado, la observacin llega la meta de los tipos descritos, y siempre seencuentran apreciaciones tan hondas y precisas como inesperadas. Sus versos mscelebrados,Avant!, tienen revelaciones de gran poeta; pero sin entrar por los ideales dela humanidad y encerrndose en la contemplacin de s mismo, algn romancillo, comoQuimeras, bastara para mirar Gabriel Maura con muchsimo respeto.

    Toms Forteza, fallecido en 1898, se educ en rgida y clsica disciplina. Latinistaegregio, su mayor timbre lo acreditar la Gramtica mallorquina. Su poquedad, sumodestia, su timidez, le perjudicaron. Escribi con dulzura de alma y abundante fluidezde sentimiento composiciones en prosa y verso, en mallorqun y en castellano, y undrama en cataln, que an permanece indito. Su labor docente y filolgica, otros laaprovecharon y nunca corresponder su gloria futura los merecimientos personalesque le adornaban.

    Bartolom Ferr es tipo harto complejo, aunque en todas sus fases se ve que elmaterial de que est formado proviene de la misma cantera. Periodista sui generis,controversista en materias de arte arquitectnico, los mejores timbres de su gloria losostenta su coleccin Comedies y Poesies, donde no se persigue en general la delicadezani la gracia, aunque contra este aserto se rebelen algunas de las baladas en prosa yalguna potica, labrada sobre elementos populares. Sus colecciones posteriores no handesmentido ni la tendencia ni la factura de su primitiva coleccin. La pintura externa,

    prs nature, de tipos y escenas populares, es quiz la parte ms vivaz de sus obras.

    Por entonces, Ramn Pic haba abandonado ya su pueblo de Pollensa, y comenzaba darse conocer en Barcelona, donde vive y donde ha logrado un nombre envidiable de

    poeta robusto.

    En 1872, un escolarcillo muy aficionado la literatura, y en quien se compensaba laescasez de la fuerza lrica por un gusto finsimo y una factura irreprochable, tuvoalientos para lanzar el prospecto de unaRevista Balear, viendo Mateo Obradorcoronados sus esfuerzos por la cooperacin de todos los escritores baleares. Tres aosms tarde, la Revista se converta en elMuseo Balear, que, con algunas interrupciones,ha vivido hasta casi la terminacin del ltimo siglo: estas colecciones es forzosoacudir para conocer el movimiento literario en Mallorca en el ltimo cuarto de laexpresada centuria. Todos los escritores antes citados colaboraron en el Museo, amn deotros muchos, ya de antes conocidos que entonces nacieron. All despleg D. AntonioFrates sus dotes de escritor castizo y narrador gallardo; Jaime Cerd sus romances

    castellanos; Manuela de los Herreros, Angelina Martnez de la Fuente y MargaritaCaimari los ltimos ecos de su produccin potica; D. Len Carnicer sus fbulas,

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    11/139

    cuentos y epigramas; all aparecieron por primera vez las firmas de Costa y de Alcover;trabajos cientficos de Miguel Amer, Weyler y Lavia, Dalmau, Monlau, Campaner,Pedro Estelrich, Estada, Amengual y tantos otros que en sus pginas figuran, y alltambin hizo sus primeras campaas un joven sacerdote que logr por un momentollamar la atencin de Espaa acerca de las iniquidades que Mallorca cometa con la

    clase de los llamados chuetas, sea de la raza de los judos lindos conversos. JosTarongse rebel contra esas iniquidades, que tan de cerca le afectaban, no sin ver quela preocupacin contra la raza estaba lo mismo dentro que fuera de ella; y la discusintom por un momento caracteres de disputa y transcendi la prensa continental. En ladiscusin intervinieron nombres, pseudnimos y annimos, libros y folletos, hojasvolantes y clandestinas, y en ella se present con la visera levantada el presbtero D.Miguel Maura, quien logr fama de polemista habilsimo y de ingenio vivaz ydespierto desde las columnas del peridicoEl Ancora, que de defensor de la religin

    pas ser corifeo del integrismo ms intransigente, en los momentos en que estascuestiones preocuparon las inteligencias y las conciencias.

    La organizacin de partidos y fracciones dio vida innumerables peridicos, los ms devida efmera, y la facilidad la escasez de medios de subsistencia de nuevas imprentasalent la publicacin de revistas y semanarios literarios polticos, alguno de los cualesse aliment de la procacidad y del insulto, ms sabroso en un pueblo aislado y conocidode todos los residentes, como es el de Mallorca, no sin que tales desbarros prestaran

    proteccin calor los partidos militantes. Entre las revistas, hay que hacer especialmencin delBoletn de la Sociedad Arqueolgica Luliana, alimentado por la historia yla arqueologa, por el archivo y la tradicin; revistilla mensual que an perdura por losafanes de Ferr, quien debe colocarse entre los fundadores, y los esfuerzos de ungrupo modesto y trabajador, en que se cuentan Estanislao Aguil, P. A. Sancho,Enrique Fajarns, Pedro Sampol, Jaime L. Garau, y otros varios. Otra revistillasemanal,L'ignorancia, fundada porMateo Obrador, y escrita toda ella en mallorqun,

    primera manifestacin literario mallorquina de esta poca, alcanz xito extraordinario,y ha subsistido hasta nuestros das, con ms menos interrupciones y cambio de ttulo,sustituyendo el primitivo por el deLa Roqueta, mote de carioso halago con que losmallorquines designan su tierra. El periodismo ha ido adquiriendo gran importancia enMallorca, y poca ha habido en que se han publicado hasta once peridicos diarios en lasola capital de Mallorca, sin contar con que algunos, comoLa ltima Hora yLa

    Almudaina, hoy subsistentes, encierran en sus colecciones documentos deextraordinario inters para la historia y la literatura mallorqunas.

    Las bibliotecas y archivos de Mallorca han entrado en vas de regeneracin. El archivoCapitular, gracias los esfuerzos del cannigo Sr. Miralles, es hoy conocido; elEpiscopal se ha puesto en manos de un historiador tan inteligente en paleografa comoel Sr. Rotger. La Biblioteca del Seminario se ha acrecentado ltimamente con ms decuatrocientos volmenes, procedentes de los duplicados de la Provincial. La del Palauha sido objeto de las atenciones del P. Mir, quien le va cediendo un rico donativo,

    procedente de adquisiciones de las bibliotecas de D. Augusto Fereiroa y de D. AntonioMara Fabi. El local de esta biblioteca es lo que necesita pronto inmediato remedio, ylo esperamos de la cultura del obispo Sr. Campins. El municipio ha nombrado personalidneo para su archivo, antes tan abandonado; e instituciones particulares, como elColegio Mdico y la Sociedad Arqueolgica Luliana, atienden con todo cuidado sus

    respectivas bibliotecas. La del Circulo Mallorqun, importantsima sociedad de recreomontada con exuberante lujo, nada deja que envidiar en lo concerniente revistas y

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    12/139

    peridicos. El colegio de la Sapiencia guarda interesantes restos arqueolgicos, y elMuseo provincial de la Lonja va formndose lentamente. En las libreras particulares deAyamans, Montenegro, Roten y Sureda, se guardan no pocos cdices y alguna

    preciosidad bibliogrfica, no menos que en la que perteneci la familia Brondo seconservan innumerables manuscritos, que recogi el afn incansable de Bover. Otras,

    como la de bibliografa mallorquna, recogida por Capdebou, levantaron el vuelo ysalieron ntegramente de Mallorca, o por all quedaron desperdigadas, como la deVillalonga. La provincial contiene ms de 50.000 volmenes, bastantes cdices y no

    pocos incunables; y los archivos Histrico del reino de Mallorca y de la Audiencia,abundante curiosidad.

    Dejando aparte muchas notas que acreditaran la cultura de Mallorca, fuerza es volver los escritores que hoy estn en la plenitud de la vida y, sobre otros muchos, se destacancomo principales figuras: tales son los poetas Miguel Costa y Juan Alcover, y el

    periodista historiadorMiguel S. Oliver.

    Miguel Costa, primognito de una de las familias ms acomodadas de la isla, comenzsus ensayos literarios en verso castellano cuando cursaba la segunda enseanza. Latraicin de sus compaeros en Barcelona, cuando all estudiaba los primeros cursos enla Facultad de Derecho, enviando laRevista balearlas primicias de Costa en lenguacatalana, hicieron conocer este poeta (y Dios me premie la participacin que yo tuveen las traiciones referidas), poeta que los diez y ocho aos se revel en la plenitud desus facultades, publicando la composicinEl pi de Formentor, que es conocida en todoMallorca como algo que simboliza la raza potica de la isla. Abandonando sus estudioscuando iba terminar la carrera, se recluy en Pollensa, su pueblo natal, y de allemprendi un viaje Roma, de donde no volvi sin haber recibido las rdenes sagradas.Desde entonces contina al lado de su padre, Viudo, consagrado la piedad, la

    predicacin y escribir versos. Su primera coleccin dePoesies, en mallorqun, es sugran ejecutoria de poeta. All est Costa por entero, con la armona de todas sus ricas ygrandes facultades, con el sentimiento de la naturaleza, con la pasin de su alma, con eldominio absoluto de la forma que responde siempre su concepto con precisinfotogrfica, con su diccin exquisita y digna y de fcil comprensin para los lectoresms indoctos, con su potencia lrica y con su gusto artstico y depurado. La piedad ledict luego el Cansoneret de la Verge del Puig, y la emulacin tuvo parte despus queescribiese una serie de leyenditas con el ttuloDel agre de la terra; obras que, por ser dequien eran y por rasgos sueltos que encerraban, constituan un acontecimiento en lasletras mallorqunas, pero de la lectura de las cuales, en comparacin con susPoesas, se

    deduca fcilmente que el poeta lrico superaba en mucho al narrativo, y que el don denarrar, concedido pocos, ceda la inspiracin del poeta. Su ltima coleccin deversos castellanos, tituladaLricas, ha hecho que Miguel Costa pudiera ser apreciado enCastilla y donde se habla lengua castellana; y si el Sr. Menndez y Pelayo, aos hace,declaraba que Costa era uno de los principales lricos de la presente generacinespaola, D. Juan Valera, en el prlogo de suFlorilegio, actualmente en publicacin, nose ha abstenido de manifestar que consideraba relevantes los merecimientos de Costa,colocndole entre los primeros que hoy cultivan las letras.

    Si en Costa vence el poeta lrico al narrativo, en Alcover, por el contrario, vence elpoeta narrativo al lrico. Cierto es que, mirando para adentro, se descubre en el fondo de

    todas las narraciones de Alcover un elemento puramente subjetivo y aun personal, queembellece y avalora estas mismas narraciones, como sucede enNoche de Reyes,

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    13/139

    Contemplacin, Travesa, Melodia etipica, La fruta prohibida, etc., y que alrededor deesa nota ntima se urde toda la trama del cuento; pero no es menos verdad que toda laurdimbre caera deshecha sin el arte exquisito del narrador. Alcover, poeta siemprereflexivo y sereno, busca y encuentra el modo de traducir el pensamiento en imagen; yno se contenta con esto slo, sino que exige y logra que sus imgenes sean nuevas,

    precisas interesantes. Su ltima coleccin,Meteoros, publicada por la casa Gili, deBarcelona, ha logrado llamar la atencin de todos los crticos espaoles, intil seraalabar ahora lo que anda ya tan alabado.

    No es slo Alcover excelente poeta, sino tambin excelente critico y orador. El campode Mallorca no le ofrece espacio suficiente para el desarrollo de tales aptitudes; pero,cuando la ocasin se ha presentado, revelse Alcover ricamente municionado con elescalpelo con la clmide tribunicia. El grupo de sus amigos fi siempre en la decisinde sus fallos, y las fiestas literarias las solemnidades polticas buscaron siempre en la

    palabra de Alcover los halagos de la hermosura las conclusiones de la doctrina.

    Miguel S. Oliver dise conocer en las columnas de los peridicos, y comparte hoy eltiempo de su vida entre la direccin del diario independienteLa Almudaina y lagerencia de una importante sociedad de crdito. Joven an, su personalidad se destaca

    pujante sobre la masa annima con rasgos propios y muy caractersticos. Algunos aoshace rompi con todas las timideces mallorqunas y proclam que del poder central nosvenan todos los males, y que en implantar en Mallorca el catalanismo, con todas susconsecuencias, estaba la regeneracin de Mallorca y de la patria entera. Nada de estocreo yo, sin negar que algunos de los problemas polticos y sociales que se han

    planteado en Catalua deben estudiarse muy seriamente por los gobernantes. Pero, seade ello lo que quiera, el catalanismo cientfico intelectual de Miguel S. Oliver nosatisface los catalanistas mallorquines militantes, que ni son muchos ni reflejan elmodo de sentir del pas. No es sta cuestin para pocas lneas.

    Miguel S. Oliver, periodista prestigioso, poeta sensato, polemista habilsimo ycontundente, acaba de sellar su personalidad con una obra histrica de verdaderaimportancia:Mallorca durante la primera revolucin. De ella se ocupa ya la prensa conelogio extraordinario y merecido, y mayor espacio he de consagrarle del que aqudispongo, dejando libre el campo al crtico de nuestro tiempo para que la juzgue yavalore en estas pginas.

    Sin grandes esfuerzos pudieran acrecentarse estas notas con muchos nombres de los que

    en Mallorca cultivan las letras, agrupando en torno de Costa, por ejemplo, Giraud y Orlandis, arrebatados la vida en sus ms floridos aos, Gay y al incansablecolector de cuentos mallorquines Antonio Mara Alcover; en torno de Miguel SantosOliver al poeta y crtico anarquista Gabriel Alomar, al dramaturgo Torrendell, al

    joven Flix Escalas; citar poetas independientes como Jaime Pomar y Camilo Pou; literatos como Juan B. Enseat, que casi abandon la lengua patria para escribir en lafrancesa, de ella hizo arreglos y traducciones; al crtico musical Antonio Noguera; literatas como Mara Antonia Salv Emilia Sureda, sin contar el olvido en que sedeja los cultivadores de ramas tan importantes como la ciencia, la historia y la poesa

    popular, sta con caracteres muy especiales y nunca estudiados en Mallorca; mallorquines ilustres como el general Weyler Antonio Maura, influyentes en las

    ms altas, esferas de la poltica; acadmicos como el P. Mir, Damin Isern, BartolomMaura; directores de establecimientos nacionales como el Sr. Pou y Ordines, y

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    14/139

    muchos ms que sera preciso recordar para que apareciese completo el cuadro de la.intelectualidad mallorquna.

    Para cerrarlo con algunas notas sintticas, digamos que, despus de Madrid, Barcelona ySevilla, figura Palma de Mallorca en el movimiento intelectual de Espaa, y que todas

    aventaja si se atiende la relacin del nmero de habitantes. La literatura mallorquna,hasta nuestros das, ha tenido marcado sello conservador, y hasta catlico, y lastransgresiones de este carcter han sido siempre ms intelectuales que propagandistas,ms hijas de la idea que de la accin.

    La literatura castellana, la crtica y la prensa, estn en el deber de fijarse en esos literatosde Mallorca que perpetuamente usan el mallorqun como lengua nica en todos los usosde la vida, y cultivan, no obstante, el castellano para dar forma las concepcionesliterarias de su mente. De aqu nace un mal gravsimo: el de escribir en una lenguarigurosamente extraa, con todas las deficiencias que en s lleva el procedimiento, y un

    bien relativo: el de que los escritores mallorquines que emplean el castellano, lo

    aprenden en los documentos clsicos de esta literatura y no incurren, generalmente, enlos horribles neologismos que introduce la conversacin vulgar. El ahorro de frase queimpone siempre una lengua extraa les libra por lo comn de ser palabreros ydeclamatorios, vicio de que no est exenta gran parte de la literatura nacional.

    Quizs por el ambiente que se respira en aquel grupo de islas semi-griegas, quizs por ladisciplina clsica que se sometieron la mayor parte de sus escritores, quizs por

    pacatismo y timidez de carcter de sus naturales, por todo ello la vez, resulta queuna nota dominante de la literatura mallorquna es la exquisitez del gusto y la delicadezaen la forma, nota reconocida y proclamada por los catalanes y por ellos envidiada.

    Estos s que halagan y agasajan y miman Mallorca, no slo por el juego que Mallorcapuede hacerles, sino porque, desde la restauracin de los Juegos Florales, se laconsidera como una extensin de su territorio y de su lengua. Sin embargo, convieneadvertir que aparte de algn carcter diferencial, ya anotado, entre la literatura catalanay la mallorquna, existe una razn de hecho que coloca los mallorquines en situacinambigua con respecto los fines que Catalua puede proponerse en la conquistaliteraria y filolgica de Mallorca, y es que los escritores de esta isla , salvo los quefijaron su residencia en Barcelona, como D. Mariano Aguil Ramn Pic, usaronindistintamente en sus producciones el cataln el castellano como medio de expresindel pensamiento; que en el mismo cataln literario los mallorquines acentuaron la nota

    arcaica del lenguaje en los momentos en que renaca la literatura catalana; y en losmismos tiempos en que Cabanyes, Piferrer, Roca y Cornet dejaban en su produccinvisibles huellas de la rebelda con que el castellano se les mostraba como lenguaimpuesta, en Mallorca, Quadrado le sonsacaba notas de severa concisin, y TomsAguil lo escriba con singular riqueza de diccin y giro abundante y castizo. El mismo

    propagador en Mallorca del catalanismo sistemtico, Miguel S. Oliver, ha escritomucho ms en castellano que en mallorqun, y la ltima obra por l mismo publicadademuestra las claras que, si Oliver predica las excelencias de un sistema y de unalengua, no le son desconocidas ni la lengua ni la literatura clsicas castellanas, con eltrato de las que no se avienen los corifeos del catalanismo militante.

    Aplaudo y admiro la grandeza de Catalua y de Barcelona; s que los movimientospolticos y sociales han tenido buena parte en esta grandeza; pero la implantacin de las

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    15/139

    tendencias del catalanismo en Mallorca me asusta, por los perjuicios que puede acarrear la isla dorada.

    J . L. ESTELRICH.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    16/139

    Toros en Mallorca

    Las curiosas noticias de bibliografa tauromaquia que insert el Sr. Carmena y Milln

    en el Homenaje Menndez y Pelayo; el voluminoso, limpio interesante libro quepublic luego el Sr. Conde de las Navas con ttulo de El espectculo ms nacional, laimpresin que produjeron en m las citadas publicaciones, hacindome ver los toros, nodesde la barrera, sino desde la bibliografa; el encontrarme el ltimo verano Robinsnen Mallorca y siempre deseoso de que la frtil isla mediterrnea tenga representacin entodas partes, metironme en averiguaciones, ni muy arcanas ni muy curiosas, pararecoger algunos datos referentes la materia y ofrecerlos luego al Bibliotecario mayorde S. M., para que con ellos acrecentara la segunda edicin de su citada obra, para cuyosaumentos todo se hizo. Heme ya, desde hace tiempo, con el manojito de noticias; mascomo el Conde de las Navas, en sus correcciones palaciegas, no cree que deba recibir el

    puado en la forma primitiva y nica que este Robinsn se le ocurri entregrselo, ha

    nacido de aqu una amistosa pelamesa entre el Sr. Conde de las Navas y yo;obstinndose l en que el manojo se convierta en ramo por arte y habilidad mos, ynegndome yo todo arte y toda habilidad para zurcir en semejantes telas; porque no soyms que un chanfla en asuntos taurinos y el mejor arreglo que salga de mis manos no

    pasar de inhbil chafallo.

    Con la protesta de que el Sr. Conde de las Navas es el responsable de mis desaciertos,all van, puestas por orden cronolgico, las noticias recogidas.

    La primera es cruenta. En 15 de Junio de 1689 deba celebrarse, en la plaza de SantaEulalia, una corrida de bueyes con que, entre otros festejos, se solemnizaban las fiestasde San Vicente Ferrer. Un sastre llamado Astela quiso subir la terraza de la iglesia

    para ver la corrida; pero se opuso sus intentos un seor sacerdote. Se conoce queAstela no paraba en pelillos, y sac un pual, de que pudo apoderarse el sacerdote, perono sin quedar ste malamente herido en la cabeza.

    Cerrse la iglesia y se llev el Sacramento al convento de monjas de la Misericordia,mientras se practicaban las ceremonias debidas para purificar el templo La corrida, porestos sucesos, hubo de retrasarse y se celebr que ya era de noche.

    Esta noticia, primera que me acusa la existencia de corridas de bueyes en Mallorca, la

    consigna el Cronicn mayoricense, de A. Campaner (1), y procede del Diario MS. deMatas Mut. Las investigaciones practicadas en los Archivos por el diligente mdicobalear Sr. Fajarns para comprobar y ampliar el hecho, han resultado hasta ahorainfructuosas.

    El siglo XVIII nos ofrece no pocas noticias. Algunas de ellas fueron publicadas por elcitado Sr. Fajarns en elBoletn de la Sociedad Arqueolgica Luliana (2), y otras estnan inditas en elArchivo municipal de Palma. Helas aqu. Los antecedentes quealgunas de estas mismas disposiciones suponen, los cuales hacen referencia, sonotros tantos hechos interesantes que podr recurrir el lector si no quiere dejar blancosen la resea.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    17/139

    El Comendador de la casa y Hospital de San Antonio acudi las autoridades localespara que se le permitiese celebrar corridas de toros cerca delante dicha casa; peroesta peticin fue denegada mediante informe que dio la ciudad en el mes de Mayo de1746; el expresado informe debi de apoyarse en slidos fundamentos, porque,noticioso el Ayuntamiento de Palma, en Julio del mismo ao, de que por aquellos das

    se haban toreado bueyes, as en algunas calles de la ciudad como dentro de lacarnicera, volva referirse al citado informe para deducir que tales prcticas eranperniciosas al pblico; en cuya consideracin se acord, de conformidad, que se paserecado de parte de la ciudad, por medio del Maestro de ceremonias de la mesma, al Sr.Regidor de mes que actualmente sirve el Sr. D. Marcos Reus y Valls, para que se sirvaexpedir las rdenes que como tal le permitieren sus facultades, fin de que no se

    permita torear bueyes, vacas, novillos ni terneras, con los apercibimientos que hallasepor conveniente al dicho fin (3).

    Ni del valor que alcanzaban semejantes prohibiciones, ni de los apercibimientos delRegidor de mes tenemos noticias; pero hemos de suponer que la aficin continuaba en

    Mallorca, cuando las leyes disposiciones prohibitivas se sucedan, y no slo lasdictaba el Ayuntamiento, sino toda clase de autoridades de las que entonces regan el

    pas.

    Como muestra, vase el adjunto bando del Capitn general de Mallorca, quetranscribimos ntegro. La parte penal se expresa en el mismo con indudable precisin,como corresponda quien al mando superior militar del reino juntaba el de jerarca del

    poder judicial.

    D. Luis Gonzlez de Alvelda, Marques de Cayro, Barn de Alvelda, seor deRansbeque, Valerstrade, y Galgveelt, Comendador de Zieza en la orden de San-Tiago,Theniente General de los Reales Exercitos de Su Magestad, Gouernador y Capitngeneral de el Exercito, Reyno de Mallorca, Islas adjacentes, y Presidente de la RealAudiencia, Regente y Ohidores de ella, etc..

    Por quanto se ha experimentado el abuso que frequentemente se comete en esta ciudadde Palma, no solo por los Cofadres del Gremio de Cortantes, si tambin por muchos, ydiferentes particulares de la misma, con el ganado vacuno, pasendole por las calles,distrahiendo a muchos en particular de los que trabajan en las boticas, atrepellando otros, peligro de suceder alguna fatal desgracia, permitiendo le den perros, irritndole, originndose de ello quedar la carne inficionada en grave perjuicio de la

    salud pblica de los que van comprarla, y comen. Deseando evitar semejante perjuicioque pueden ser en lo sucesivo contra la salud del pblico y quitar la ocasin dedesgracias con los perros que le den. En esta consideracin, y conviniendo proveher deoportuno remedio con Real Auto que se provey en treze del corriente se acordexpedir el presente Vando por el qual, y su tenor Ordenamos, y Mandamos, que de oyen adelante ninguna persona de qualquier estado, calidad, y condicin que sea, pueda

    por si ni por interpuesta persona pasear por las calles de la presente Ciudad, ni por otraparte, ninguna especie de dicho ganado vacuno, fin de darle perros, irritarle, pena dediez libras de multa por cada vez al que contraviniere aplicadas por metad a penas deCmara, y gastos de Justicia, y quinze dias de Crcel. Y para que assi se cumpla, yexecute, Mandamos se publique, y fixe en los puestos y parages acostumbrados de esta

    dicha Ciudad, para que en su inteligencia procedan con arreglo a esta providencia baxola pena cominada, que se les impondr irremissiblemente a los contrafactores,

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    18/139

    inobedientes. Dada en la Sala de la Real Audiencia los catorze del mes de Julio de milsetecientos cinquenta y nueve aos. El Marques de Cayro. Por mandado de suExcelencia, Pedro Juan Canals, Nott. escrivano mayor y Secretario en el Crimen de laReal Audiencia (4).

    Pero no se crea que todas las disposiciones emanadas del Ayuntamiento de Palmafueron de oposicin los toros. Vase el siguiente asiento que figura en el Libro dsAyuntamientos, de 1783, fol. 377 vuelto, del Archivo municipal de Palma, y que hastaahora ha permanecido indito: En la ciudad de Palma, capital del Reino de Mallorca, aonce dias del mes de Octubre de 1783 = En este Ayuntamiento han hecho presente loscavalleros Regidores del Sto. .Hospital la orden de S. M. en que les faculta poder rifarun zerdo y hacer fiesta de Toros por espacio de tres aos, empleando su producto ensubsidio de dicha santa casa. Y se acord su mas exacto y devido cumplimiento en todoy por todo, y que se pusiese copia de dicha R. orden a continuacin de este cabildo.

    Pocos meses despus haban comenzado ya las obras de fbrica para las fiestas de toros

    que por Real orden quedaron autorizadas en beneficio del Hospital. Como se habaconcedido un plazo de tres aos no haba tiempo que perder, fin de sacar los mayoressubsidios posibles. Pero Jubileo se atraves en la empresa, y como tenemos un escritoautntico y fehaciente, y muy preciso en sus conceptos, y no ajeno de gracia en suredaccin, si bien se le examina, reprodzcole aqu ntegro para que sea aprovechado

    para la segunda edicin de El espectculo ms nacional, si para ello vale:

    En la ciudad de Palma, capital del Reino de Mallorca veinte y tres dias del mes deAbril de i784,= En el mismo Ayuntamiento ha echo presente el cavallero Regidor delSt. Hospital Dr. Juan Socies, el que haviendo tenido noticia de que el Ilmo Sr. Obispode esta Dicesis havia manifestado algun discentimiento sobre la Fiesta de Toros, cuyafabrica ya se havia comensado en la plasuela del mismo St. Hospital; pas el propio Sr.acompaado de su corregidor el seor D. Antonio Togoras manifestar al referido Sr.Ilmo. que le havian de merecer les favoreciesse de noticiarles en dho. discentimiento

    para en todo arreglarse entrambos su voluntad, como tan bienechor y ms interesadocon los pobres de aquella Sta. Casa, la que se havia demostrado tan liberal en suconvalecencia. A cuya proposicin el enunciado Sr. Ilmo. respondi que tenia algunescrpulo en que los dias de Domingo se quissiese efectuar tal diversin que no podiadisimular, pues que en caso se procediese, dada quenta la Superioridad, bien queellos la diesen del discentimiento referido al general y R. Acuerdo, que como seacordase ya no le queda ya escrpulo alguno; Que si uno ni otro se executase, y

    determinsemos dexar las tales fiestas de Toros, daria su Ilma de limosna quinientaslib.s (5) que era lo mas que consideraba produciran lquidas para los pobres aquellasfiestas. Que sobre esto despus haviendo respondido unos y otros dilatadamentemanifestando la R. Orden del Supremo Consejo que para el citado fin se haviaconseguido, y leido su satisfaccin De S.Ilma; quedaron en pie los susodichosofrecimientos hasta el siguiente dia que dho. Sr D. Juan pas otra vez solo al sobre dho.Sr. Ilma. suplicndole permitiese el hacerse las citadas fiestas en los dias que solo haviaobligacin de ohir Misa, y los otros de trabajo como mas conviniese a aquella Sta. Casa, lo qual asinti su Ilma. expresando, que como no se trabaxase en los dias de Domingo,no se le ofrecia reparo, y que daria no las 500 libras sino alguna limosna la que le

    pareciese. Todo lo qual hacia presente al Ayuntamiento para su inteligencia. Y se

    acord que los Regidores del St. Hospital en uso de sus facultades hiciesen lo que les

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    19/139

    pareciese. Con lo que se concluy el acuerdo que firmaron los Sres. Asistentes deCorregidor y Regidor Decano, yo el infrascrito Esc.no doy fe. Juan Armengol (6).

    El tantas veces citado Libro de Ayuntamientos, en el volumen de 1790, fol. 315,contiene un asiento de escasa importancia. slo por su calidad de indito se hace aqu

    mencin de l: 9 Noviembre 1790. El Ayuntamiento tiene presente los perjuicios que secausan de torear, y de vaciar y lavar las tripas en parajes distintos al que est sealadopara ello. Y se acuerda que no se pueda torear dentro de dicho matadero, bajo pena de 3libras al dueo del perro...

    Otro asiento mucho ms interesante, igualmente indito hasta ahora, se encuentra en elLibro de 1796, tomo I, folio 246. Corresponde al 19 de Abril del expresado ao, y dice:

    En el mismo Ayuntamiento ha hecho presente el mismo Admor. (el del abasto decarnes) una esquella del seor D. Nicols Campaner, ohidor de la R.1 Audiencia, en quele pide tres cuatro toros de los que han traido de Oran para camviarlos con otros de

    igual peso, respeto de que estos ltimos no son buenos para las corridas de toros que sehan de hacer para los pobres de la Crcel; lo que hace presente para que este M. I.Ayuntamiento resuelva lo que tenga por conveniente. Y en su vista, se acord que se leden, como solicita.

    Como no tengo inters en hacer comentario alguno, sino en dar y reproducir fielmentelos datos que he recogido, para que otros los aprovechen y comenten su sabor, sigohojeando los Libros de Ayuntamientos, y en el de 1800, fol. 406 vuelto, leo que conmotivo de la rogativa pblica (por la epidemia de Andaluca), rogativa que empez enPalma el 28 de Noviembre del expresado ao, el Ayuntamiento, en sesin del daanterior, estim prudente que cesara toda diversin pblica, y como los divertimientosde los Toros se estn en pie, se acord pasar el correspondiente oficio al Capitngeneral para que previniera al encargado de dichos toros cesaran estas diversiones

    pblicas .

    Documento referente toros es el que figura en el Archivo municipal de Palma, Librode Documentos de 1800, que ya di conocer Fajarns, junto con los otros antescitados. Es un informe evacuado por el Administrador del abasto de carnes de Pahna,

    peticin del Ayuntamiento de la ciudad, y dice as:

    Muy Iltre. Sr. El Administrador del Abasto de carnes de esta ciudad en

    cumplimiento de lo acordado por V. S. M. I. en Cavildo celebrado el dia de ayer sobrelas vacas prestadas la Admon. de corridas de toros; deve informar que en el mes deMayo ltimo hizo presente V. S. M. I. que el Sor. D. Leonardo Oliver entoncesProtector de los pobres de la Crcel se havia pedido que la Admon. del abasto de carnesle prestase dos tres toros para el servicio de dichas corridas, y V. S. M. I. tuvo bienconformarse la peticin de Ntro. Sor. pero que los toros antes de entregarse secalculasen la Admon. se tenga presente el que tendrn y el que tuvieron quando seentregaron para el reintegro del mayor menor valor. En efecto asi se practic en el dia13 del dicho Mayo por medio de Juan Terendell por parte del expresado Sor. D.Leonardo Oliver, y por Bartholome Cladera comprador, por parte de la Admon.; y comodicho Sor. hizo escoger seis toros de la Admon. para tomar de ellos los que le

    pareciesen mejores despus le gustaron todos los seis que tom, y se mantienenprestados en las corridas de toros de nu de las 70 reses vacunas conducidas desde

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    20/139

    Arseu (sic) y desembarcadas en 22 de Abril cerca vencido, los quales no se han pagado,si solo quedan prestado como va dicho. Ques quanto puedo informar V. S. M. I. sobreeste particular. Palma 6 de Agosto de 1800.

    Con esto acaba la documentacin relativa al siglo XVIII que he podido recoger, y que,

    como se ve, procede ntegramente del Archivo municipal, cuyos cdices y libracos sehan revuelto.

    Los comienzos del siglo XIX nos ofrecen una fuente nueva: El semanario. La Sociedadde Amigos del Pas comenz casi con el siglo la publicacin de su rgano en la prensa,y registrando aquella ya curiosa coleccin he encontrado en los anuncios alguna

    peregrina noticia acerca de lo que eran las funciones que se daban en la Plaza de Toros beneficio de los pobres de la crcel.

    Ya hemos visto que la primera concesin para celebrar corridas de toros la habanobtenido en 1783 los regidores del Santo Hospital, y que en el mismo siglo XVIII se

    destinaron ya los beneficios de las corridas los pobres de la crcel. Apenas si en talesdiversiones se da cuenta de toros, pero las funciones se celebraban en la Plaza de Toros,y de aqu se toma pie para traerlas cuento. Hay que advertir que Mallorca, en loscomienzos del siglo XIX, y sobre todo en el perodo de la invasin francesa, fu puertode refugio para muchos espaoles, y all residieron temporalmente hasta ocho Obispos,se establecieron all no pocas imprentas valencianas y catalanas, la de Brussi entre ellas,y all se libraron grandes batallas entre liberales y serviles. Actualmente estudia este

    perodo con ubrrima informacin D. Miguel S. Oliver, en curiosos artculos semanalesque publica el peridico La Almudaina.

    Aunque quizs sobrado largo, voy reproducir ntegro el anuncio de una de lasfunciones celebradas por entonces en la Plaza de Toros, que public el Semanario deMallorca en 27 de Septiembre de 1806. Lo minuciosamente que est descrita la funcin

    pone sta ante los ojos del lector, el cual por la sola lectura puede gozar delespectculo como si hubiese abonado los cuatro dobleros que costaba la entrada ta laPlaza. Helo aqu:

    Aviso.De una diversin en que interesan los pobres de la crcel.

    Maana, si el tiempo lo permite, trabajar en la Plaza de Toros de esta ciudad la

    Compaa de Volatines de Francisco Frascara, haciendo diferentes suertes primorosas:Las tres hijas del Autor baylarn la Alemanda sobres tres cuerdas, la Picola executar enel arambre floxo vistosos equilibrios, y la segunda Frascara baylar un minu en lacuerda tirante.

    Concluida la anterior funcin se dar principio otra de fuegos artificiales en la formasiguiente: Al punto de anochecer se iluminar la Plaza con faroles y fests [tederos], yromper la msica de voluntarios de Aragn con una delicada obertura, concluidaseguir la de Suizos con otra tambin primorosa y empezarn arder los fuegos sincesar de tocar las msicas alternativamente.

    Orden de los fuegos: 1. Saldr una culebra de fuego del palco del Govierno condireccin lo mas elevado de la muralla, que lo comunicar un Dragn que se hallar

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    21/139

    en aquel punto, y este bajar darlo un castillo. 2. Se encender una cometa quedespedir vistosos fuegos de varios colores. 3. Un Girelo Romano de vistossimaconstruccin trabajado con suma delicadz. 4. Se ver un eclipse total de sol en todassus pocas. 5. La grande y famosa rueda de las tres palomas, obra de prueva, y en que semanifiesta el ingenio del autor. 6. Una gran fuente, semejante las cuatro que se hallan

    juntas en el prado de Madrid, en donde se admirar la propiedad de la invencin. 7. Unorden de Arquitectura que coje toda la Grada descubierta de la Plaza por su mayorpermetro, con trece arcos, y colunas correspondientes, que estar vestido de diferentesfuegos, y se iluminar de una vez teniendo sobre su cornijn varios vtores y caprichosde sumo coste y primor, que ardern juntos y sucesivamente.

    Este pblico no ignora el mucho coste que tiene una buena funcin de fuegosartificiales; la que se presenta no puede llamarse grande para los que hayan visto lasmagnificas que suelen darse en las Cortes, cuyo valor sube millares de pesos, pero si

    para una diversin cuyo precio y entrada ha de ser siempre corto, y en trminos que elpudiente lo desprecie y no incomode al menestral. No obstante, para que pueda salir el

    autor sin prdida, ha parecido regular los precios siguientes:

    Entrada comn 18 dobleros; nios 9; soldados hasta cabos inclusive 9; Grada Cubierta9; nios 6; palcos principales diez reales velln, idem bajos, seis rs. velln. Entrada la Plaza 4 dobleros.

    Resulta que el que ver la funcin en asiento mas comodo, le habr costado 27dobleros, precio el mas baxo que se ve en Espaa en qualquiera aun de los masdespreciables.

    En un intermedio que se proporcionar en los juegos, se sortearan entre todos losnmeros que compongan la entrada dos regalos que el Empresario tiene destinados paralos extractos, primero y segundo; y consisten en un relicario de oro, un par decubiertos primorosos, eleccin del que obtenga la suerte primera; y una ternera de 18libras para el que saque la segunda. Los Nios y Soldados si quieren obtar estosregalos han de tomar targeta, la que todos presentarn la entrada y se les devolvercortada una esquina. Dicho sorteo y adjudicacin se har en el palco de S. E ante el juezque preside, con todas las formalidades, que el mismo tiene mandadas para la mayorseguridad del Publico; los nmeros premiados se presentarn al mismo Sr. para recibirlo que les corresponda; cuyo efecto se anunciaran inmediatamente.

    A las 4 en punto.Pedir ms fuera gollera. Ni el anuncio andaba escaso de explicaciones, dadas concandorosa buena fe, ni dejaba de tener variedad el espectculo, ni el precio poda serms econmico, y el aliciente de las dos suertes y las formalidades con que se procedaal sorteo no podan dejar de interesar al pblico mallorqun.

    En lo que respecta los fuegos, la variedad y la invencin rayaban en lo sublime (!) .Para la funcin del domingo inmediato, el Semanario del da 4 de Octubre de 1806anunciaba:1 Se dispararan una coleccin de fuegos de composicin nueva, que positivamente

    agradarn. 2. Saldr un rayo del palco del Govierno con direccin al terrapln opuesto,incendiar un Burro viviente, que montado de un Mono, se hallar en aquel parage, y

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    22/139

    estos bajarn iluminados y rodeados de fuegos darlo a un hermoso castillo situado enmedio de la Plaza cuya ltima torre sera tan grande, y ms hermosa que todo el que sedispar en la funcin anterior. 3. Concluir con fuertes bateras.

    No obstante el enorme gasto de plvora, estas funciones dejaban un remanente lquido

    para los pobres de la crcel. Segn cuenta detallada que se insert en el nmero delSemanario correspondiente al da 8 de Noviembre; el producto total de los gastos en unade estas funciones haba sido de 702 libras 12 sueldos 4 dineros El de ingresos 1.076libras 15 sueldos 6 dineros. Quedando para los pobres 374 libras 3 sueldos 2 dineros.

    Tampoco pudieron faltar los toros en funciones de este gnero. Segn anuncio quepublic el Diario de Mallorca en 24 de Septiembre de 1809, favor de los pobrecitospresos de la crcel se hace una famosa funcin de Tencats [en la Plaza de Toros] en laque un aficionado picar desde un cavallo el tercer toro al que se le pondrn despus porotro Profesor asistido de varios Churros {sic) vanderillas guarnecidas de vistososfuegos, y por ltimo el acreditado Negro matar el toro.

    El resto de la funcin no era menos divertido: capeos, perros y las habilidades de unaartista mona que sabr, con su destreza, burlar los toros.

    La intervencin de los perros en las corridas de toros fu muy constante en Mallorca.An hoy persiste la denominacin de cans de bou (traducido literalmente perros de

    buey) para designar una especie de perros de presa, muy conocida en Mallorca, no s sims menos autctona importada. Estas rias de toros y perros animaron la musapico-socarrona de Gabriel Maura en una soberbia poesa titulada Glories mortes!donde la descripcin de la plaza y los entusiasmos por los perros son una maravilla.Publicse en un almanaque de Mallorca por el ao 1869, y siento no tener recogida

    puntualmente la nota bibliogrfica para poderla dar con exactitud.

    Menos exacto he de ser aun al recoger una indicacin que apunta D, Joaqun MaraBover en ei tomo I de suBiblioteca de Escritores Baleares, de donde recog la siguientenota: Corridas de toros. Publicadas enEl Telgrafo, peridico que diriga en BarcelonaPaxot, imprenta de Toms Gorchs, 1858, 23 de Noviembre y 16 de Diciembre de dichoao.

    De mis das, y siguiendo la bibliografa taurina que dejaba en manos de Maura por1869, hay que saltar al escritor que, mallorqun por parte de madre y por constante

    residencia en la isla, nutri de savia castellana su espritu juvenil y ha dado muestra deese castellanismo en brillantes artculos de costumbres, llenos de observacin propia yde gracia espaola. Me refiero D. Antonio Frates. Su artculoLa Plaza de Toros,

    publicado por primera vez en elMuseo Balear, y algo reformado inserto luego en eltomoImpresiones (7), del propio Frates, ha dado la vuelta al mundo, reproducindoseen innumerables peridicos de Espaa y de Amrica espaola. La pieza lo merece,

    porque es un soberbio artculo que no desdearaFgaro por suyo.

    En los nmeros delMuseo Balearcorrespondientes 1884 insert yo, traducido, unfragmento de un viaje Portugal del abate Beretti, si no me equivoco, donde el escritor

    piamonts describa una corrida de toros presenciada por l mismo en Lisboa fines del

    siglo pasado.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    23/139

    Temeroso de que no pueda ser apreciada por la generalidad de los lectores de estaRevista la poesa mallorquina de Gabriel Maura, que antes he citado, no la traje estas

    pginas, igual reparo se me ocurre con referencia otra hermosa y patriciacomposicin potica que produjo el catedrtico D. Jos Lus Pons, el cual, aunquenacido en San Andreu de Catalua, siempre figur entre el grupo de los poetas

    mallorquines por sus enlaces, afincamientos y residencia, con personas en tierra deMallorca. Sus versosLluita de braus (8) son de los mejores que le dict su musa severay de humanista.

    Otro poeta mallorqun, D. Pedro de A. Pea, con motivo de la llegada de Mazzantini Mallorca, para torear en aquella plaza, public en elMuseo Balearuna poesa ocurrente,garbosa y llena de ingenio, como todas las composiciones mallorquinas del

    popularsimo autor balear.

    Si no ramo, como se deseaba, gavilla de noticias toreras dejo consignadas en estascuartillas. Aprovchelas cada cual como estime conveniente y recbase de m la buena

    voluntad que he puesto en reunirlas.

    J. L. ESTELRICH.

    (1) Palma, establecimiento tipogrfico de J. Colomar, 1881, pg. 443.

    (2) Nmero correspondiente Marzo de 1900, pgs. 251-253. Palma, Tipografa deFelipe Guasp.

    (3) Archivo municipal de Palma, Lib. de Resol, de 1746, folio 73 publicado integro porFajarns en el Bol. de la Soc. Arqu. Luliana, Marzo 1900 pgina 251 .

    (4) Archivo municipal de Palma. Publicada por Fajarns en el citado Boletn, pgs. 251y 252.

    (5) La libra mallorquina, moneda imaginaria que an sirve de unidad entre loscampesinos para la valoracin de predios, etc., vala 20 sueldos sea exactamente 2 /3

    de duro.(6) Archivo municipal de Palma, Libro de Ayuntamientos de 1784, folio 139 vuelto,

    publicado por Fajarns en el citado Boletn, pg. 252.

    (7) Palma de Mallorca, imprenta de Pedro Jos Gelabert, 1880.

    (8)Poesies d' en Joseph Lluis Pons y Gallarza. Palma, imprenta y librera de J. Tous,editor. MDCCCXCII.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    24/139

    Bordados mallorquines

    La boda de la seorita Estefana Maura, hoy ya seora de Redonet, en la que se tuvo el

    buen acuerdo de encargar el trousseau (como ahora decimos los espaoles, lacanastilla de boda, como con frase castiza y regocijada decan nuestros abuelos) unacasa mallorquina, hubieran podido darme pie para escribir estas lneas; pero es tansevera la proscripcin que pesa en esta casa de El Espaol para el elogio de ciertosnombres y cosas con ellos relacionados, que no intent siquiera aprovechar tantaoportunidad como la suerte me deparaba. Sin embargo, mallorqun por los cuatrocostados, y amante de las muchas cosas buenas que tiene Mallorca, sobre todo de lasque se refieren su produccin artstica, no s prescindir de ensalzarlas y divulgarlas,contribuyendo que todos las conozcan y las estimen.

    Una de las producciones mallorquinas que merece todo elogio son los bordados que all

    se hacen, de los que voy dar cuenta no como modisto (Dios me ampare!) sino comoferviente admirador de toda produccin artstica.

    Y de casta le viene al galgo ser rabilargo, en lo que Mallorca se refiere sus bordados.La ley y la leyenda lo acreditan. Quien haya hojeado el curiossimo librejo de EstanislaoAguil, titulado: Coleccin de leyes suntuarias decretadas por las autoridades

    superiores del antiguo reino de Mallorca (1), bien pronto se convencer del lujoextraordinario con que vestan las damas y galanes del nuevo reino conquistado porJaime I, y la intervencin que en coartar los abusos que se cometan hubo de tener laley, dictando disposiciones prohibitivas y coercitivas en esta materia. Ya en 1384,Francisco Sagarriga, portavoz del gobernador general del reino, prohiba vestir portarsobre alguna partida de sa persona drap d'or, ni d'argent, ni de seda hon hage or argent; y en 1420 se estableca que alcun cavaller ciutad... filles companyas ne

    puxen ne gosen portar alguna bordadura ne argentera en vestidures...; y los ejemplos ycitas se haran interminables si quisiera agotar la materia.

    La tradicin legendaria nos denuncia lo mismo. Mientras en los romances de Castilla lasjvenes y damas aparecen por lo comn alindose:

    Al pie del verdoso roblese veye la blanca nia

    con peines de oro en la manocon que los cabellos guia...

    como en el romance deEl caballero burlado; bien en el deLa Gayarda:

    Estndose La Gayardaen su ventana dorda

    peinando so pelo negroque paez seda torcida...;

    la tradicin romancesca mallorquina nos presenta, bordando casi siempre, las heronas

    de sus leyendas y tradiciones:

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    25/139

    A la vora de la marni ha una doncella

    que brodaba un mocadbo per la reina;..

    y no se desdean de bordar las jvenes de real estirpe, como acusa esta estrofa deLafilla del rey:

    Ella de set que tenaper la finestra guaytava,y ses germanes va veure

    qu'en guyeta d'or brodaven;

    y si la tradicin no se acepta como prueba fehaciente, no se negar que la ley, de la quese han visto casos por va de ejemplo, pueda dejar de reunir dicha cualidad.

    Es, pues, Mallorca la isla de los bordados

    Ya puede ser pobre y miserable el oratorio que all visitis que en los armarios de susacrista no os sorprenda algn riqusimo ornamento bordado en oro, y palios yestandartes bordados en sedas, notables todos por la primorossima labor que acusan.

    No falta tampoco en las casas nobles de arraigo algn arcn donde se guardan, ycustodian como verdaderas reliquias, los trabajos de nuestras abuelas, netamentemallorquinas, en que la guarnicin del volante, elguatlareto, el rebosio, falda

    jubn, no revelen la habilidad de las bordadoras coterrneas.

    No han desmerecido hoy, ciertamente, los bordados en oro y sedas, y personas yestablecimientos conocidos conservan la fama tradicional; pero donde las jvenesmallorquinas hacen verdaderos prodigios es en el realce, en el nipis, y en unos caladosque no s yo cmo se llaman, y donde se juntan todas las locuras del dibujo y todos losobstculos de la ejecucin, para que luzcan y triunfen la gracia y la bizarra de las

    bordadoras.

    De una, modestsima, que quizs no logr con su ciencia y paciencia el pan de la vida,he visto reproducido en nipis el cuadro de Gisbert La muerte de los comuneros,sirvindose para ello de una desdichadsima fotografa. La pobre operaria se dej los

    ojos en la labor (que ha recogido un inteligentsimo comerciante cataln, establecido enMallorca), encerrndola en lujoso marco y ensendola como verdadera joya.

    Lo que faltaba las bordadoras mallorquinas era direccin, dibujantes, y que su trabajono muriera perdido en la isla. Algo de esto ha realizado la casa Pons y Bonet, que alextender su negocio ha llevado sus bordados toda Europa y Amrica, logrando laventa en todas partes de los bordados mallorquines. A dos Exposiciones ha concurridocon sus productos, la de Insbruck de 1896 y la de Pars de 1900, y en ambas se hallevado de carrera los grandes premios. En la ltima citada el triunfo no fu solo para lacasa, que obtuvo gran premio de honor: hubo tambin dos medallas de oro y cuatro de

    plata para los colaboradores, para los dibujantes y para las operarias, haciendo justicia

    todos ellos.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    26/139

    De lo all presentado he visto recientemente en aquella casa, por donde ha desfiladotoda lapollera mallorquna, y gracias al antiguo conocimiento con los dueos, no yatrapos, sino verdaderas joyas de arte. Quien tenga ocasin de admirarlas sabr hastadonde llegan las modestas artsticas de Mallorca.

    Y la casa Pons y Bonet, la que debemos agradecimiento los mallorquines, por haberdado expansin los productos y haber sabido reunir muchos elementos desperdigados,con ser importantsima ciertamente, entindase que no es sino una muestra de lo queMallorca hace y puede hacer en este gnero.

    Indocto en la materia, sin ningn conocimiento tcnico, y hasta sin poseer lanomenclatura que pudiera hacer interesantes estas lneas, sospecho que muchos merecusarn como perito en tales materias; pero nadie que tenga ojos y vea los

    primorossimos bordados que se hacen en Mallorca podr negar aquel esmero deejecucin y gracia que todos pueden apreciar con slo el sentido artstico que Dios leshaya dado.

    DeEl EspaolMadrid, Marzo de 1901.

    (1) Palma, imprenta de Felipe Guasp, 1889,

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    27/139

    La Real y Episcopal Biblioteca

    I

    Data su fundacin de 1729 y se constituy con carcter privado y con poqusimasexistencias en el mismo ao en que el clero, el Cabildo, la Audiencia y el Capitngeneral vieron salir de aqu, con grandsimo gusto, al rgido y exigente prelado D. JoanFernndez Zapata, que ninguna simpata, supo captarse entre nosotros. Los obispossubsiguientes no cuidaron ni poco ni mucho de la librera de su palacio, porque hartas

    cosas les preocupaban: desavenencias con el Capitn general, cuestiones de etiqueta,lucha de los dominicos con los franciscanos...; hasta que en los das del favorito condede Aranda se llev cabo, en 1767, la expulsin de los Jesuitas, ya juzgada por lahistoria, y no favorablemente para el gobernante espaol que se convirti en sumisomandatario de influencias extranjeras. No he de tratar de estos hechos, pero s he deconsignar que los libros procedentes de los conventos de S. Ignacio de Pollensa y de S.Martn de Palma acrecentaron en breve la concesin hecha por Carlos III de la casa,templo y librera de Montesin de Palma, que fueron de los PP. Jesuitas, laUniversidad literaria de Mallorca.

    La toma de posesin, en 20 de Octubre de 1771, fu solemne, segn cuenta el pabordeTerrassa y reproduce el Cronicn mayoricense de Campaner. Pero no debi de

    procederse con igual solemnidad en cuidar de los libros que se recibieron. Las realesrdenes expedidas asignaban los libros de las tres residencias jesuticas indicadas laUniversidad, los duplicados la Episcopal, y los triplicados deban venderse en pblicaalmoneda, como as se ejecut, segn afirma el Dr. Barberi, quien aade: Yo ignoroabsolutamente quien dirigi esta maniobra y me hago cargo de la confusin que existiraen una sala llena de millares de volmenes, de diversas materias, de diferentesimpresiones, de distinta forma; y despus de estas atenuaciones acaba el prrafo con unsocorrido et caetera (1); ms explicito el P. Villafranca en susMiscelneas (2) nos dice:Las libreras han padecido varios contratiempos. En la de la Universidad, que fu de

    los Jesuitas, se trastorn todo; algunos aduladores enviaron Madrid todos losmanuscritos y todos los libros ms preciosos en 34 grandes cajones; ciertamente no seles peda tanto; otros libros se hurtaron.

    Poco antes de esto el endiablado misolulista, marrellimpenitente y terrfico iconoclastadel beato mallorqun; el obispo de buena y mala memoria D. Juan Daz de la Guerra,hombre de voluntad, de iniciativa y de empuje, obtuvo concesin real para fundar en su

    palacio biblioteca pblica con la dotacin correspondiente (3) y logr por lo menosrecoger, bien mal, los volmenes duplicados de la extinguida orden. Los libros de S.Martin, y de S. Ignacio de Pollensa, fueron base de la Episcopal. Fcil es conocerlos

    porque todos estn encuadernados en pergamino, tienen convertido el lomo en tejuelo, y

    al pie de la inscripcin un adornito semejante una flor de lis que los especifica yseala. Por las notas de las guardas se ve que muchos de los libros de Pollensa

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    28/139

    pertenecieron al Dr. Pardo, quien los don aquella biblioteca. En su gran mayora sonobras de teologa moral dogmtica, expositores, Santos Padres; fu una redada

    provechosa y en regla.

    Otro selecto ingreso alcanz para la Biblioteca el obispo Daz de la Guerra, en 1798, de

    los Sres. Capitulares. La antigua y famosa librera de la Catedral se haba quemado enparte, y algnxylocarius oculatus, como el cannigo D. Juan Callar, la haba arrumbadoen un rincn hmedo para aprovechar la madera, segn dice el P. Villafranca. Ms

    piadoso el Obispo recogi los escombros y los llev su palacio.

    De este ingreso procedieron los cdices que hall y rese Villanueva: Summa fratisMonetae, ordinis fratrum predicatorum contra hereticos, de 1241; Incipit pastoralisliber magistri Francisi Eximene, de Lope de Espejo; otro de Varios, que empieza porSalustio, y est clara y limpiamente escrito. Su primera pgina llevaba una orla miniadamuy linda, juzgar por lo que aun queda del margen interior; el resto fu recortado mano (pezua hendida debi de ser!) dejando en desgarros huellas de vandalismo. Otros

    volmenes hay que sufrieron igual suerte.

    Tambin el mismo Villanueva nos dice haber visto all algunos ricos incunables de lamisma procedencia; unArbor Sciencia de Lull (Barcelona, 1482); un Gersonno, primerlibro impreso en Mallorca, 1485; los Comentarios de Juan Andrs las Clementinas,(Roma, 1473); un esplndidoApuleyo (Roma, 1459), y un soberbio Sneca, cuidado porBlas Romero en 1475, que por cierto lleva mutilados los medallones de la orla. Y conser tanta la diligencia del erudito escudriador, aun dej de ver entre los incunables unSuetonio, Vitae XII Caesarum (Vencia, 1490); y entre las que con ms laxo criterio

    pasan tambin por incunables: unaExpositio de toda la filosofa de Aristteles porPedro Tatareti, de 1509, que en sus guardas dice es de la librera de la seu; unValerio Mximo,Factorum memorabilium, de Venecia, 1546. De que estos y otroslibros procedan de la Catedral no hay duda, porque as lo expresan las notas quecontienen, iguales parecidas la que puede verse en el ejemplar del Sneca, donde al

    pie se lee de letra de D. Guillermo Ramn:

    ... Ego in gratiam eruditi Lectoris exemplar istud in Bibliotheca Eclesiae Cathedraliscum vetustissimis nonnullis casu inventum anno 1798 velut a naufragio eripere cupiens,obvis ulnis accepi a Perillustri Canonicorum Capitulo, et cum ipsum excoriatum,dilaceratum, ac pene attritum ultimum agonem ageret, medicam manum adhibendamcuravi ut ab interitu revocarem evulsa suppler possunt... Quizs, aunque no he podido

    comprobarlo, sea de este ingreso un precioso S. Antonio de Florencia, de 1483.Cuando se haya practicado el cotejo de lo existente con los curiosos ndices de aquellaantigua biblioteca, publicados poco ha por el cannigo archivero de la Catedral Sr.Miralles, entonces se podr saber fondo y con conciencia lo que la actual bibliotecadel Palau le debe.

    NOTAS:

    (1) V.Reflexiones sobre la Real Biblioteca de la Universidad de Mallorca en respuesta

    los que creen que para regentar el empleo de bibliotecario no se necesita ms quesaber leer y estar sentado, por el Dr. Joseph Barberi, escrito en 1804, recogido en el

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    29/139

    tomo 1 de lasMiscelneas histricas del P. Luis de Villafranca y reproducido en elBoletn de la Sociedad Arqueolgica Luliana del mes de Junio de 1906. De este eruditoarticulo algo aqu debe reproducirse porque hace al caso: se cometieron otras faltas enla separacin de los libros de la librera de que tratamos, no siendo de poca monta elhaberse vendido por triplicados libros que no lo eran, de lo que yo mismo puedo dar

    testimonio, pues habiendo comprado un librito de poesas de Ravicio Textor, autor de lafamosa Oficina Textoris repar que no estaba en la librera principal, y lo apliqu allluego. El bibliotecario episcopal compr, entre estos triplicados, ms de veinte libros

    para su librera, que deba componerse de los duplicados, como queda dicho. En fin,repar hace poco que en dicha Biblioteca Episcopal faltaba la Suma historialde S.Antonio de Florencia, y jurara yo que se vendi por triplicada... yo no me internarms en este asunto, pues si se hubiesen de cotejar los libros existentes con los que sesealan en los antiguos ndices de los Jesutas faltan muchos. Pero quin responder deellos?

    Nec responsa potest consultus reddere vates.

    (2)Miscelneas histricas del P. Luis de Villafranca ms. que posee el Sr. Marqus deVivot. V. tomo II, pgina 371, citado por el supradicho Boletn de la arqueolgica.

    (3) V. Viaje literario las iglesias de Espaa. Su autor D.Jaime de Villanueva, Madrid,1852, t. XXII, pgina 157;Episcopologio de la S. I. de Mallorca escrito por D. AntonioFuri, Palma, 1851, pg. 509.- Curiosas noticias del obispo Guerra en el Cronicnmayoricense, y aos correspondientes su obispado.

    II

    Aunque sea romper el orden cronolgico de la narracin, bueno ser dar la listacompleta de los bibliotecarios primeros y segundos, desde la dotacin del obispo Dazde la Guerra, con expresin de las fechas de sus nombramientos tomas de posesin.

    Bibliotecarios primeros

    D. Antonio Pujals, 23 de Abril de 1774.

    D. Juan Barcel, 6 de Noviembre de 1781.D. Melchor Portell, 26 de Octubre de 1784.D. Guillermo Ramn, 9 de Setiembre de 1794.D. Damin Estelrich, 15 de Diciembre de 1826.D. Francisco Lpez, 17 de Marzo de 1843.D. Pedro Jos Llompart, 25 de Mayo de 1866.D. Ildefonso Rullan, nombrado auxiliar en 1903, y la muerte del Sr. Barrera, en

    Noviembre de 1906, bibliotecario nico.

    Bibliotecaros segundos

    D. Jaime Obrador, 23 de Abril de 1774.D. Antonio Ripoll, 17 de Marzo de 1776.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    30/139

    D. Antonio Canals, 26 de Octubre de 1812.D. Antonio Pablo Togores, 19 de Diciembre de 1826.D. Jacinto Ramonell, 16 de Enero de 1849.D. Pedro Juan Juli, 12 de Marzo de 1859.D. Pedro Jos Llompart, 25 de Abril de 1863.

    D. Rafael Barrera, 21 de Julio de 1866.

    D. Antonio Pujals, primer bibliotecario, y su Ayudante D. Antonio Ripoll formaron elprimer ndice general y lo fecharon y firmaron concluso en 5 de Octubre de 1778.

    Los trabajos de D. Guillermo Ramn merecen prrafo aparte.

    Los bibliotecarios D. Francisco Lpez y don Jacinto Ramonell terminaron su ndice en1849.

    En los das de D. Pedro Jos Llompart, despus de 1868, formse un inventario del que

    se hablar luego.

    El obispo D. Pedro Rubio Benedicto Herrero, sucesor del Sr. Daz de la Guerra, donalgunos libros la biblioteca, segn nota especificada que se conserva en ella; y elsubsiguiente, D. Bernardo Nadal, natural de esta isla, trajo aqu D. Guillermo Ramn,natural de Porreras, haciendo el mayor bien que poda hacerse la biblioteca de su

    palacio.

    D. Guillermo Ramn fu catedrtico de filosofa de este Seminario, secretario de laAcademia establecida en el convento de Sto. Domingo, cura por oposicin de S.Lorenzo Descardezar durante un decenio, capelln del Hospital general de Madrid, dedonde volvi con el cargo de limosnero y telogo consultor del obispo Nadal, y despussu bibliotecario.

    Era Ramn eruditsimo, saba muchas lenguas, predicaba con buen renombre de orador,se mostraba sucsimo en su persona; vesta como para asustar las gentes y calzabahorriblemente. No se mentaran estos desaseos s no hubiesen pasado los libros de su

    propiedad particular y hasta veces los que se le encomendaban. Era un fervorosobiblifilo y se atena constantemente los libros; pero con clarsima y gruesa letra,cuando el espacio se lo consenta, los emporcaba en todas sus pginas: en las guardas,

    poniendo toda laya de versos laudatorios; en las mrgenes, dejndolas tifas de notas; en

    los entrerrenglones, corrigiendo lo impreso, que borraba con recias barras de tinta; enhojas en blanco, que intercalaba para enegrecerlas con noticias de ediciones antiguas modernas, datos biogrficos, investigaciones hechas, curiosidades, inquisiciones confrontaciones practicadas... de omni re scibili!. No alabar los procedimientos de este

    biblifilo (Dios me libre!);Pero preciso es confesar que acusan aficin februlenta y unavida de trabajo consagrada la bibliografa. l form infinidad de colecciones defolletos, impresos y manuscritos, propios y ajenos, de cosas curiosas y varias, que sumuerte pasaron la biblioteca episcopal, y solo all pueden consultarse; l encuadern sus costas los ms ricos cdices incunables que all existen, y dej huella

    profundsima imborrable de su paso por aquel establecimiento. El descontentadizo Dr.Barberi, en su ya citado artculo contra los bibliotecarios, deca: No puedo

    dispensarme de alabar aqu la acertada eleccin que hizo del suyo el Ilmo, y Rmo. Sr.D. Bernardo Nadal, Obispo de esta Dicesis. Temo ofender la modestia de entrambos,

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    31/139

    pero solo dir lo que he visto y de que es testigo el pblico. Apenas este dignobibliotecario episcopal ( quien debo yo particulares oficios) entr regentar su empleocuando enriqueci la biblioteca de su cargo en ms de mil volmenes, todos escogidos yque no se hallan en la biblioteca pblica. Si sabe de venta en casa de algn librero enalguna almoneda algn libro curioso til, lo compra de su propio dinero (no siendo

    muy abundantes sus facultades) lo pone en noticia del prelado quien le da orden decomprarlo. Si tiene algunos libros duplicados, los trueca con otros que no lo son en lalibrera de algn convento (4) logrando por medio de este comercio literario enriquecerdos libreras de libros de que ambas carecan. Su celo por los libros le ha hechoescudriar todos los rincones de la isla, conquistando para la Biblioteca laPoliglota deXimenez y otros libros rarsimos y de impresiones antiguas, que estaban dando lasltimas boqueadas en el moho y la polilla. Pero en lo que merece mayor elogio es en suaplicacin y continua residencia en la biblioteca, proporcionando los aficionadostodos los medios conducentes para su instruccin y adelantamiento.

    Apenas se haba cumplido un ao que don Guillermo Ramn prestaba servicio en la

    biblioteca present una lista catlogo de sus libros al Sr. Obispo, sealando con unacruz los duplicados los cuales se perdan y estorbaban en esta Biblioteca, y dicho

    prelado les ha dado mejor destino en el Colegio Conciliar y de la Sapiencia; excepcinde tres tomos de Granada y del Graffis que se han trocado con las obras de Santa Teresade Jess, de que careca dicha biblioteca, precediendo el consentimiento de Su Ilma.

    En sus das ingresaron algunas obras de clsicos, impresas en Pars, ad ussum Delphini,regalo del Marqus de la Romana, cuando en 1806 sali de esta ciudad para ir Madridy tomar gloriosa parte en los acontecimientos que poco despus haban de verse enEspaa. Por las notas de este bibliotecario puede rastrearse mucha parte de la historia dela biblioteca, y bien merece el ilustre porrerense que un retrato suyo, cuando seencuentre, adorne las paredes de aquella sala donde acab de prestar servicios en el ao1824, que fu el de su muerte.

    Los ltimos obispos han mirado con gran despego la biblioteca de su palacio, cosa msde extraar cuando dos de ellos eran mallorquines instruidos. Por mediacin delobispo Sr. Salv ingresaron 18 volmenes de la Coleccin de documentos inditos; perolos libros de Salv se vendieron, precisamente en el local que hoy ocupa la Biblioteca,sin que un solo volumen fuera engrosar sus fondos. Es ms, el bibliotecario que en sutiempo la serva le indic la conveniencia de adquirir por insignificante precio algunasde las obras que Jovellanos tenia en Mallorca y llevaban autgrafo y firma del buen

    patricio, compra que acept el Sr. Slv, no para la biblioteca de la casa, sino para lasuya particular. En los das de Salv ocurri la revolucin de Setiembre, que destron ladinasta reinante, y algunos meses despus se suprimi la asignacin de los

    bibliotecarios y se cerr la Biblioteca. El Sr. Salv logr que volviera abrirse bajoinventario. Este se formaliz por el bibliotecario de la provincial D. BartolomMuntaner y por el de la casa D. Pedro Llompart. No se guard copia del mismo, que yosepa, y como el original estar muerto de risa en las dependencias del Gobierno civil de la Delegacin, si no se envi Madrid, bueno sera hacer gestiones para lograr eloriginal una copia fehaciente y autntica, como dato seguro para el historial de laBiblioteca.

    El obispo Jaume no se acord siquiera de su existencia. Los testamentarios dejaron allalgn libro. Poca cosa.

  • 7/30/2019 Estelrich Pginas mallorquinas

    32/139

    De la herencia del Conde de Espaa, padre del que hoy lleva el ttulo, ingresaron en elpalacio episcopal algunos libros, entre ellos unaBiblia polglota complutense, pero sta,por resultar duplicada, pas posteriormente, por orden del Sr. Obispo, la biblioteca delSeminario, peticin de D. Miguel Maura, el cual ha aumentado tambin la librera de

    aquella institucin docente con los duplicados de la Provincial, gracias una RealOrden que rec