Escritores, vascos… y en castellano

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a reciente publicación del libro 2.050 km. de palabras. Antología de relatos vasco-ca - naria (Baile del sol), en la que once escritores vascos compar- ten espacio con otros tantos pro- cedentes de las islas afortunadas nos sirve de excusa para refle- xionar sobre un conjunto de au- tores nacidos o formados en Euskadi que se manejan en la lengua de Cervantes. Es de re c i- bo ahondar en la narrativa que se está haciendo en la tierra de Unamuno y Pío Baroja. Una na- rrativa alejada del estatus políti- co, de las exclusiones lingüísti- cas o de las definiciones sobre el ser o no “vasco”. Seguramente algún avispado lector dirá que la nómina es incompleta y por tan- to sesgada. Pero no pretende ser una enciclopedia de autores, ya que ésta la realizó en su momen- to el recientemente fallecido Elí- as Amézaga. Y también aquélla quedó inconclusa. Aunque en muchas ocasiones los medios de comunicación de- finan como escritor vasco a quien plasma en papel sus histo- rias en euskera y cuya pro d u c- ción sobrepasa las fronteras gra- cias a las pertinentes traduccio- nes (lo que vendría a ser un au- tor euskaldun), lo cierto es que una pléyade de autores buscan desarrollar su carrera literaria desde la perspectiva del idioma mayoritario en Euskadi. De ahí que salgan nombres tan intere- santes como Toti Martínez de Lezea, Juan Bas, Pedro Ugart e , Espido Fre i re, Juan Manuel de Prada o Fernando Marías. Muchos de ellos, y dada la difi- cultad de avanzar literariamente en nuestra tierra, han decidido afincarse en Madrid o Barc e l o- na, centros neurálgicos de la producción editorial en España. Y en muchos casos con evidente éxito: la bilbaina Espido Fre i re, por ejemplo, no sólo es la escri- tora más joven en haber ganado el Premio Planeta (Melocotones helados ), sino que sigue constru- yendo sus mundos personales, casi oníricos, en novelas como Ir - landa, Nos espera la noche o Soria M o r i a . Un caso parecido le ocu- rre a Juan Manuel de Prada, que desde Madrid ha cimentado al- gunos de los momentos más in- tensos de la actual narrativa en castellano. Las máscaras del héro e , La tempestad (con la que también obtuvo el Planeta) o El séptimo velo pueden servir como ejemplo. F e rnando Marías comenzó es- cribiendo guiones para la televi- sión, pero pronto su carrera lite- raria se disparó gracias a novelas tan interesantes como La luz pro - digiosa , El niño de los coro n e l e s , La mujer de las alas grises o El mundo se acaba todos los días, obras que han demostrado la versatilidad del es- critor bilbaino. Como de igual manera ha hecho el donostiarra Fernando Aramburu, quien des- de hace más de dos décadas re s i- de en Alemania. Aramburu saltó a la fama tras la publicación de Fuegos con limón. Su último libro , Los peces de la amarg u r a, muestra sin ambages la situación de las víctimas del terrorismo de ETA. Una reflexión hecha desde la dis- tancia que le ha valido elogiosas críticas. Por último citar a la bilbaina N e rea Riesco, quien desde la ca- pital hispalense se ha mostrado como una de las promesas de la narrativa actual: con El país de las mariposas obtuvo el IX Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. El pasado año publicó Ars Magica, mezcla de novela históri- ca, novela negra y grimorio que ha sido traducida ya a varios idio- mas. Mención aparte merece Ra- úl Guerra Garrido, que ha des- arrollado parte de su carrera na- rrativa desde San Sebastián: La cart a, Tantos inocentes, El otoño s i e m p re hiere o La soledad del ángel de la guard a son ejemplos de su es- pecial universo narrativo. O An- tonio Altarriba, quien ha publi- cado obras como Cuerpos entre t e j i - dos y que con La memoria de la nie - ve obtuvo el premio Euskadi. P e ro no todos han salido del País vasco para desarrollar sus ca- rreras. Si bien es cierto que a la mayoría de los escritores que vi- ven en Euskadi no se les podría definir como profesionales de la escritura, hay unos pocos que vi- ven en nuestra tierra sólo de es- cribir: el caso más significativo es el de la ya mencionada Toti Mar- tínez de Lezea o de Juan Bas, últi- mo premio Euskadi de Literatu- ra, que ha sabido mezclar con ha- bilidad ciertas dosis del género negro con pinceladas de ironía y esperpento, en novelas en las que abundan los personajes a veces grotescos, suburbiales, siempre s u g e rentes. Destaca Pacho Mur- ga, protagonista de dos de sus obras más celebradas: Alacranes en su tinta y Voracidad . Por su parte, Ramiro Pinilla se ha mostrado como uno de los na- rradores vascos más sobresalien- tes de hoy en día. Su enorme trilo- gía Verdes valles, colinas rojas no só- lo le ha colocado en la senda de los reconocimientos (Pre m i o Euskadi, Premio de la Crítica, Premio Nacional de Narrativa), sino que con ella ha sabido descri- bir todo un siglo de luchas socia- les en el País Vasco. Sin olvidar al navarro Miguel Sánchez-Ostiz, autor de novelas como La gran ilusión con la que obtiene los Premios Herralde y Euskadi de Literatura o de No exis - te tal lugar con el que recibe el Pre- mio Nacional de la Crítica en 1997. Nuestra nómina se enriquece además, con nombres tan señe- ros como los de Álvaro Bermejo, Javier Mina, Jon Juaristi (Pre m i o Azorín de Novela), Iñaki Ezkerra, José Ramón Blanco, que han de- dicado buena parte de su obra a la narrativa. Una lista que, con ausencias acaso imperdonables, mantiene las letras vascas en lo más alto de la narrativa en castellano. Alex Oviedo L Toti Martínez de Lezea, José Luis Urrutia, Juan Bas, Pedro Ugarte, Ramiro Pinilla, Fernando Palazuelos, Luisa Etxenike, Fernando Marías, Espido Freire o Juan Manuel de Prada son algunos de los autores nacidos en Euskadi que han decidido dedicarse a las letras y lo hacen en castellano sin apenas apoyos institucionales y en muchos casos con buenas cotas de ventas Escritores, vascos… y en castellano ESTHER ZORROZUA “La literatura vasca en castellano es un concepto controvertido que goza de buena salud y personalidad propia. Hace décadas que superó el marchamo costumbrista de su origen y hoy en día cuenta con un nutrido relevo de autores treintañeros que, agotada la etapa de las promesas, produce textos maduros y consistentes”. JOSÉ LUIS URRUTIA “Dentro de los males que la literatura en general padece, uno de los más sangrantes de la literatura vasca en castellano es el de no ver reconocido el talento de algunos de nuestros autores. Salvo a Toti Martínez de Lezea, el público ignora a otros cuya calidad no merece quedarse en segunda fila: José Javier Abasolo, Óscar Alonso, Fernando Palazuelos, Pedro Ugarte...”. SEVE CALLEJA “A la literatura destinada a niños y jóvenes se le ha negado secularmente el rango de infantil unas veces; otras, el de literatura. Hoy esos libros ocupan un lugar preferente en los anaqueles, pero en el panorama de las letras vascas, los libros infantiles y juveniles escritos en castellano, más allá de galardones y eventos oficiales, sólo existen extramuros, y sólo desde allí se hacen visibles”. JOSÉ JAVIER ABASOLO “La literatura vasca en castellano está perfectamente consolidada. Escritores como Toti Martínez de Lezea y José Luis Urrutia en la novela histórica, Willy Uribe y Javier Maura en el género negro, Juan Bas con su inimitable sentido del humor o Pedro Ugarte, entre otros muchos, lo avalan. Quizás el mayor problema sea la inexistencia de una infraestructura editorial sólida”. Algunos de estos escritores han tenido que salir del País Vasco para desarrollar sus carreras literarias en castellano 12 B i l bao Juan Bas Espido Freire

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a reciente publicación dell i b ro 2.050 km. de palabras.Antología de relatos vasco-ca -

n a r i a (Baile del sol), en la queonce escritores vascos compar-ten espacio con otros tantos pro-cedentes de las islas afort u n a d a snos sirve de excusa para re f l e-xionar sobre un conjunto de au-t o res nacidos o formados enEuskadi que se manejan en lalengua de Cervantes. Es de re c i-bo ahondar en la narrativa quese está haciendo en la tierra deUnamuno y Pío Baroja. Una na-rrativa alejada del estatus políti-co, de las exclusiones lingüísti-cas o de las definiciones sobre elser o no “vasco”. Seguramentealgún avispado lector dirá que lanómina es incompleta y por tan-to sesgada. Pero no pretende seruna enciclopedia de autores, yaque ésta la realizó en su momen-to el recientemente fallecido Elí-as Amézaga. Y también aquéllaquedó inconclusa.

Aunque en muchas ocasioneslos medios de comunicación de-finan como escritor vasco aquien plasma en papel sus histo-rias en euskera y cuya pro d u c-ción sobrepasa las fronteras gra-cias a las pertinentes traduccio-nes (lo que vendría a ser un au-tor e u s k a l d u n), lo cierto es queuna pléyade de autores buscand e s a rrollar su carrera literariadesde la perspectiva del idiomamayoritario en Euskadi. De ahíque salgan nombres tan intere-santes como Toti Martínez deLezea, Juan Bas, Pedro Ugart e ,Espido Fre i re, Juan Manuel dePrada o Fernando Marías.

Muchos de ellos, y dada la difi-cultad de avanzar literariamenteen nuestra tierra, han decididoafincarse en Madrid o Barc e l o-na, centros neurálgicos de lap roducción editorial en España.Y en muchos casos con evidenteéxito: la bilbaina Espido Fre i re ,por ejemplo, no sólo es la escri-tora más joven en haber ganadoel Premio Planeta (M e l o c o t o n e sh e l a d o s), sino que sigue constru-yendo sus mundos personales,casi oníricos, en novelas como I r -l a n d a, Nos espera la noche o S o r i a

M o r i a. Un caso parecido le ocu-rre a Juan Manuel de Prada, quedesde Madrid ha cimentado al-gunos de los momentos más in-tensos de la actual narrativa encastellano. Las máscaras del héro e,La tempestad (con la que tambiénobtuvo el Planeta) o El séptimo velopueden servir como ejemplo.

F e rnando Marías comenzó es-cribiendo guiones para la televi-sión, pero pronto su carrera lite-raria se disparó gracias a novelastan interesantes como La luz pro -d i g i o s a, El niño de los coro n e l e s, L amujer de las alas grises o El mundo seacaba todos los días, obras que handemostrado la versatilidad del es-critor bilbaino. Como de igualmanera ha hecho el donostiarr aF e rnando Aramburu, quien des-de hace más de dos décadas re s i-

de en Alemania. Aramburu saltóa la fama tras la publicación deFuegos con limón. Su último libro ,Los peces de la amarg u r a, muestrasin ambages la situación de lasvíctimas del terrorismo de ETA .Una reflexión hecha desde la dis-tancia que le ha valido elogiosasc r í t i c a s .

Por último citar a la bilbainaN e rea Riesco, quien desde la ca-pital hispalense se ha mostradocomo una de las promesas de lan a rrativa actual: con El país de las

m a r i p o s a s obtuvo el IX Premio deNovela Ateneo Joven de Sevilla.El pasado año publicó A r sM a g i c a, mezcla de novela históri-ca, novela negra y grimorio queha sido traducida ya a varios idio-mas. Mención aparte merece Ra-úl Guerra Garrido, que ha des-a rrollado parte de su carrera na-rrativa desde San Sebastián: L ac a rt a, Tantos inocentes, El otoños i e m p re hiere o La soledad del ángelde la guard a son ejemplos de su es-pecial universo narrativo. O An-

tonio Altarriba, quien ha publi-cado obras como Cuerpos entre t e j i -d o s y que con La memoria de la nie -v e obtuvo el premio Euskadi.

P e ro no todos han salido delPaís vasco para desarrollar sus ca-rreras. Si bien es cierto que a lamayoría de los escritores que vi-ven en Euskadi no se les podríadefinir como profesionales de laescritura, hay unos pocos que vi-ven en nuestra tierra sólo de es-cribir: el caso más significativo esel de la ya mencionada Toti Mar-tínez de Lezea o de Juan Bas, últi-mo premio Euskadi de Literatu-ra, que ha sabido mezclar con ha-bilidad ciertas dosis del géneron e g ro con pinceladas de ironía yesperpento, en novelas en las queabundan los personajes a vecesg rotescos, suburbiales, siempres u g e rentes. Destaca Pacho Mur-ga, protagonista de dos de susobras más celebradas: A l a c r a n e sen su tintay Vo r a c i d a d.

Por su parte, Ramiro Pinilla seha mostrado como uno de los na-rr a d o res vascos más sobre s a l i e n-tes de hoy en día. Su enorme trilo-gía Ve rdes valles, colinas ro j a s no só-lo le ha colocado en la senda delos reconocimientos (Pre m i oEuskadi, Premio de la Crítica,P remio Nacional de Narr a t i v a ) ,sino que con ella ha sabido descri-bir todo un siglo de luchas socia-les en el País Va s c o .

Sin olvidar al navarro MiguelSánchez-Ostiz, autor de novelascomo La gran ilusión con la queobtiene los Premios Herralde yEuskadi de Literatura o de No exis -te tal lugarcon el que recibe el Pre-mio Nacional de la Crítica en1 9 9 7 .

Nuestra nómina se enriqueceademás, con nombres tan señe-ros como los de Álvaro Berm e j o ,Javier Mina, Jon Juaristi (Pre m i oAzorín de Novela), Iñaki Ezkerr a ,José Ramón Blanco, que han de-dicado buena parte de su obra a lan a rr a t i v a .

Una lista que, con ausenciasacaso imperdonables, mantienelas letras vascas en lo más alto dela narrativa en castellano.

Alex Oviedo

L Toti Martínez de Lezea, José Luis Urrutia, Juan Bas, Pedro Ugarte, RamiroPinilla, Fernando Palazuelos, Luisa Etxenike, Fernando Marías, Espido Freire

o Juan Manuel de Prada son algunos de los autores nacidos en Euskadique han decidido dedicarse a las letras y lo hacen en castellano sin apenas

apoyos institucionales y en muchos casos con buenas cotas de ventas

Escritores, vascos… y en castellano

ESTHER ZORROZUA

“La literatura vasca en castellanoes un concepto controvertidoque goza de buena salud ypersonalidad propia.Hace décadas que superóel marchamo costumbristade su origen y hoy en día cuentacon un nutrido relevo de autorestreintañeros que, agotada la etapade las promesas, producetextos maduros yconsistentes”.

JOSÉ LUIS URRUTIA

“Dentro de los males que laliteratura en general padece, uno delos más sangrantes de la literaturavasca en castellano es el de no verreconocido el talento de algunos denuestros autores. Salvo a TotiMartínez de Lezea, el público ignoraa otros cuya calidad no merecequedarse en segunda fila: JoséJavier Abasolo, Óscar Alonso,Fernando Palazuelos, PedroUgarte...”.

SEVE CALLEJA

“A la literatura destinada a niñosy jóvenes se le ha negadosecularmente el rango de infantilunas veces; otras, el de literatura.Hoy esos libros ocupan un lugarpreferente en los anaqueles, peroen el panorama de las letrasvascas, los libros infantilesy juveniles escritos en castellano,más allá de galardones y eventosoficiales, sólo existen extramuros,y sólo desde allí se hacen visibles”.

JOSÉ JAVIER ABASOLO

“La literatura vasca en castellanoestá perfectamente consolidada.Escritores como Toti Martínezde Lezea y José Luis Urrutiaen la novela histórica, Willy Uribey Javier Maura en el género negro,Juan Bas con su inimitable sentidodel humor o Pedro Ugarte, entreotros muchos, lo avalan.Quizás el mayor problema sea lainexistencia de una infraestructuraeditorial sólida”.

Algunos de estos escritores han tenidoque salir del País Vasco para desarrollar

sus carreras literarias en castellano

12 B i l bao

Juan BasEspido Fre i re

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JAVIER MAURA

“Escribir en castellano en Euskadino comporta más limitaciones queel talento y la creatividad del autor.Otra cosa es publicar: a laconcurrencia habitual de escritoresen castellano y de traduccionesprocedentes de potentes gruposeditoriales, se añade aquí laconcurrencia, fuertementesubvencionada desde lasinstituciones, de la literatura vascaen euskera”.

VERÓNICA PORTELL

“A los veteranos de las letras se hansumado otros recientes que buscancon entusiasmo y determinación suespacio. No es relevo generacionalsino suma que enriquece y equilibra.Es, en conjunto, un paisajeheterogéneo por técnicas, temáticas,edades y experiencias propias. Ningúnescritor se asemeja al otro y, sinembargo, todos somos y nos sentimosnecesarios para dar contraste ysentido al mosaico literario vasco”.

ÓSCAR ALONSO

“Resulta significativoque haya tenido que seruna editorial canaria y no vascaquien reúna a un puñadode escritores vascos que escribenen castellano para sacar adelanteuna propuesta conjuntacomo 2.050 km. de palabras.Lo que, en definitiva,no hace sino poner aún másde manifiesto una penosarealidad”.

MIKEL ALVIRA

“Pese a que la mayoríade los apoyos institucionalesse derivan a la publicaciónen euskera, creo que las iniciativasde algunas administraciones,de agrupaciones comolos Libreros Independientes,el reciente CIBLIK, y las apuestasde ciertas editoriales dan un balónde oxígeno a quienes quierenver sus obras en manosde los lectores”.

La predilecciónpor el relato

uchos de los escritores se inician como talesemulando a Borges o a Monterroso, sin saberque el relato sigue estando minusvalorado.

Aun así, han hecho de él su seña de identidad. Es el casode Óscar Alonso, que en cuatro años ha publicado D i s -culpen el percance, El coleccionista de cabezas reducidas, Ejecu -tar a Schubert y la novela corta E s t e p a r i o s. Alonso sigue laestela de uno de los más destacados re p resentantes delg é n e ro en Euskadi: Pedro Ugarte. El escritor bilbainoha firmado alguno de los libros de cuentos más atracti-vos de las últimas décadas: Los traficantes de palabras, Laisla de Komodo o Materiales para una expedición. Sin olvi-dar su acercamiento a la novela: Los cuerpos de las nada -d o r a s, Una ciudad del nort eo Casi inocentes.

También Maria Eugenia Salaverri ha mostrado sup redilección por lo corto (¿Por qué te ríes?). Como deigual forma ha hecho el multipremiado poeta José Fer-nández de la Sota en Elefantes blancos, Negrita con dia -m a n t e s y S u e rte de perro.

En los últimos años han aparecido narr a d o res que tie-nen en el relato su forma de expresión: Verónica Port e l lpublicó el inquietante Y sin embargo te entiendo, sobre la si-tuación sociopolítica vasca. Sergio Arrieta ahondó enlos sentimientos y la poesía en No te llamaré soledad; TxaniRodríguez se estrenó con la hermosa colección de cuen-

tos El corazón de los aviones. Sin olvidar las aportaciones deEnrique Mochales (M e rmelada amarg a), María Bengoa(A París en globo), Asdrúbal Hernández (Juegos de pare j a s)u Olatz Candina (Siete retratos y un jard í n) .

La nómina de autores vascos que escriben en castella-no es por tanto extensa: Luis de Isusi (El evangelio del an -t i c r i s t o), Enrique Gutiérrez Ordorika (El guardían de lat r i s t e z a), María Maizkurrena (Adiós a doña Laura), Kol-do Landaluze (Días de barre n a), Luis Art u ro Hern á n d e z(El flamboyán, la esclava y el mambí), Juan Ibarrondo (L a sruinas de la Catedral Nueva), J. M. Isasi Urdangarín (Va -riaciones Julen Guerre ro), Amado Gómez Ugarte (El vuelode la mariposa), Santiago Pisonero (La tumba de Lunete) ,Alber Vázquez (I c u z a), David Barbero (La pere g r i n a) ,F e rnando Maura (Diálogos de anochecer), Mila Belda-rrain (K u r s a a l) o Antonio Villanueva (El médico fiel) .

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La ciudad yel género negro

a novela negra se ha convertido en uno de los gé-n e ros con más proyección en Euskadi. Arg u-mentos intrincados en los que la ciudad cobra

un papel muy importante, así como los personajes quedeambulan en ella. En estas circunstancias, Bilbao sec o n v i e rte en un protagonista más y en escenario per-fecto para desarrollar las tramas. Es el caso de José Ja-vier Abasolo, abanderado de la novela negra en Euska-di. El aniversario de la independencia, Heridas perm a n e n t e so H o l l y w o o d - B i l b a o así lo cert i f i c a n .

Con un componente más político, Javier Maura des-a rrolla argumentos en los que el terrorismo aparece entoda su crudeza (La maraña) o se entremezcla con hi-potéticos complots para llegar al poder (Motivos perso -n a l e s). La mezcla de ambos está presente también en E lu n i c o rnio azul, de Alejandro J. Oviedo, pero con peque-ñas dosis de misticismo re l i g i o s o .

Últimamente, Willy Uribe se ha convertido en el re-p resentante del género gracias a Sé que mi padre decía.Por su parte, el periodista Txema Soria supo dar un en-foque coral a su entorno en Un crucigrama en la página des u c e s o s, donde Bilbao aparecía como un personaje más.Una ciudad opresiva, al igual que en la obra de J.M. Fer-nández Urbina (Acción directa, El bobo fero z).

Inclasificable es Txema García Nieto, autor de inten-sidad poética tendente a la introspección (El hombre os -c u ro). Esther Zorrozua ha sabido alternar la novela casidecimonónica (La casa de la Galea) con el relato (B i l b a o ,ciudad abiert a). Por su parte, Seve Calleja ha pro b a d ocon éxito la novela (Los ayunos de la reina Ester), el libroinfantil (Querido sapo, Juego de piratas), además de ejer-cer de buen compilador (Los bandidos de mar, Cuentos yleyendas de Bilbao) .

No podemos olvidar tampoco a la autora donostiarr aLuisa Etxenike, con obras tan personales como Los pecesn e g ro s o Vi n o, y a Miguel González San Martín, que obtu-vo el premio Euskadi con P o b e ñ e s e s y que ha publicadoademás Hotel Ucrania y Dos entradas para We m b l e y.

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De la Historia yotras claves

l apogeo de la novela histórica ha tenido en el Pa-ís Vasco un nombre fundamental en los últimosaños: Toti Martínez de Lezea, quien ha sabido

devolver el gusto por la lectura a través de historias am-bientadas en una Edad Media cercana, en las que se re-c rean los avatares de los judeoconversos de Vitoria (L acalle de la judería), la caza de brujas (La Herbolera) o elazote de la peste negra (Los hijos de Ogaiz). Convert i d aen el re f e rente de la narrativa que se hace en Euskadi,mantiene un ritmo de producción que le lleva a publi-car más de un libro al año y que le ha embarcado ennuevas épocas y temas (La bre c h a, El Jardín de la Oca) .

C e rcano a la escritora alavesa se sitúa José Luis Urru-tia, quien se sumergió hace casi diez años en la re c o n s-t rucción de la vida de Elías de Aldama, el Ayalés, conuna novela de título homónimo, a la que siguió una sa-ga literaria con el citado personaje como pro t a g o n i s t a :Los caminos de Elías, Tan lejos de Ayala y La sombra de Lan -z u r i. Además ha publicado Los demonios de la guard a e I g -nacio. Los años de la espada.

Tras sus pasos se ha abierto camino re c i e n t e m e n t eMikel Alvira, que maneja con soltura los ingre d i e n t e sde la novela histórica, como lo demuestran Fraile a lac a rt a o El noveno libro. Por su parte, Fernando García Pa-ñeda, que acaba de publicar Tres Gymnopedias, comenzósu apostando por la novela de corte histórico. Surg i e-ron así Viento de guerr a, una historia de amor y amistaddurante la última guerra carlista, y K i s m e t, en la que laintriga se mezclaba con el exotismo de Estambul.

Alejado de estos re g i s t ros, pero capaz de ambientarsus novelas en cualquier momento histórico que des-ee, destaca el bilbaino Fernando Palazuelos, quizás elúnico autor que ha logrado tres premios con una mis-ma novela (La trastienda azul), y que cuenta práctica-mente cada trabajo con el reconocimiento de los galar-dones y las buenas críticas (Las manos del ángel o P u r ac h a t a rr a) .

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13B i l bao

Willy Uribe

P e d ro Ugart eToti Martínez de Lezea