Entrevistas tesis
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Tema 1: Percepciones de la violencia
Entrevistador: ¿Cómo conociste el anarquismo?
Jota Arévalo: “Haber, primero yo creo que hay que contextualizar, contextualizar
significa, eh… Este caso, poner la época digamos, a comienzos , a comienzos de los
noventa, donde teníamos básicamente una suerte de caída de, de paradigma, de modelo, de
estructuración, eh.. se había caído el muro, eh… a nivel global digamos, todo lo que se
había conocido como, querámoslo o no, el anarquismo, o la posibilidad de cambio social,
estaba reflejada en una parte del mundo, digamos, cuando ese se cae, afecta digamos en su
globalidad en su parte también toca al anarquismo, aun cuando siempre fue crítico,
digamos, de aquella, de aquellas posturas, eh… muchos individuos veníamos de estructuras
militantes, partidos, pero sin embargo, eso se cae, eh… también a partir de lo que estaba
viviendo Chile, la salida pactada que se dio con referencia al término, al término de la
dictadura, eh… y la desestructuración que hay de todo lo, de lo político y de
específicamente de lo orgánico, esa desestructuración de una idea de cambio social- radical.
Eh, por lo tanto, ya no te encontrabas con esas estructuras que te daba la firmeza y el,
ideológica, la firmeza de proyección de trabajo. Pero si uno, o varios estaban en la intuición
de que esto no podía ser como estaba , como estaba siendo entregado, digamos, esto tranza
en derechos humanos, tranza en lo económico, en lo político, eh, la misma, el mismo
basamento que dio origen a la dictadura que seguía, y por lo tanto, lo que este caso
personalmente me movía, y yo creo que en algunos compañeros mas, era la idea de tener y
la posibilidad de un cambio, de un cambio radical, por lo tanto, estamos hablando a partir
de los noventa, noventa y uno, noventa pa adelante, hacía que pensar en buscar nuevas
formas, porque ya no , había perdido, había perdido sentido, a lo que uno había adherido
bastante poco tiempo atrás. Y uno llega, básicamente por intuición, por la sensación de que
ya no podíamos, no se podía seguir repitiendo el mismo lenguaje, el mismo esquema, eh…
el mismo método de análisis, pero tampoco había nada, eh… y la palabra, la palabra
anarquismo, era como extraña, como rara, como que es, pero a la vez un tanto quizás
atractiva. Estoy hablando específicamente de Concepción, tal vez en Santiago había más
posibilidades, pero en Concepción no había nada, no había libros, no había gente a la cual
tú puedas recurrir para tratar de hacer un puente de historia, eh, por tanto, se hizo más bien,
más bien intuitivo, más bien sensitivo. Lo que parecía uno se trataba de inventar un camino
que era distinto, y que era distinto a lo que venía y yo creo que fue fundamental mente el
rechazo a los partidos y a lo que estaban siendo os partidos, que en algún momento fueron
tu referente, y que hoy en día por todo lo que se ha estado viendo, digamos, que los noventa
fue un periodo muy oscuro, no podía seguir pensando que los partidos iban a tener, a
desarrollar el mismo patrón que desarrollaron anterior. Eso más o menos.”
E: ¿Cuál es tu percepción de violencia?
J.A: “Eh… haber yo creo que el anarquismo rechaza absolutamente la violencia, el
anarquismo es un contrasentido digo yo, plantearlo desde la violencia, el anarquismo es una
teoría social que busca, que busca fundamentalmente la paz, aunque no es pacífico
digamos, no es pacifista. Ahora, dicho eso, el anarquismo no niega la posibilidad de, o no
niega la necesidad en determinado momento y estado, estado me refiero a tiempos, de
respuesta hacia, hacia el Estado. Ahora esa respuesta no puede ser entendida como
violencia, sino que es entendida como la manifestación de una oposición hacia el Estado,
que siempre es violento. Es violento porque este Estado maneja los medios económicos,
político, y delega el usos sistemático de la violencia y lo ampara jurídicamente a cuerpos
armados que son en definitiva los que ejercen el control social en nombre del Estado.
Entonces al final el que viola fundamentalmente, los derechos humanos es el Estado,
siempre, porque el Estado supuestamente él se arroga la responsabilidad de la protección de
los individuos e individuas, pero el Estado a su vez, es el que, volviendo atrás, le da la
facultad de asesinar, de matar, de desaparecer a un cuerpo estructurado jurídica y
políticamente, que son en este caso, carabineros, cuerpo militar, y todo lo que tenga que ver
con lo que detentan las armas a partir de esta cosa legal que entrega el Estado.”
E: ¿Estás de acuerdo con el uso de la violencia en las prácticas anarquistas para
encauzar un descontento social? Es decir, a lo que me mencionabas anteriormente,
¿las prácticas anarquistas actuales pueden ser vistas como una violencia simbólica?
J.A: “No sé si es violencia simbólica. Porque en realidad, no me gusta mucho la palabra
violencia, sino que tiene que ver, es una respuesta y que esa respuesta a veces no es
simbólica, y no debiera ser simbólica, sino una respuesta efectiva hacia el Estado
organizado y orquestado para fragmentar la vida social, la vida del individuo, capturar esa
vida, y por lo tanto, limitar la relación de los individuos e individuas para buscar un camino
que les sea autónomo y diferente en tanto organización social, entonces cuando el individuo
y la individua buscan la posibilidad de tener otro tipo de organización al margen de lo
establecido digamos, al margen de la concepción de unidad del Estado, lo que hace este
Estado es decir no, eso es imposible, por lo tanto excluyo, saco fuera esta fractura que se
puede producir en el Estado, de estos individuos que pretenden una organización distinta y
la única posibilidad que hay, para que esta unidad, y estas característica del Estado, tengo
que reprimir. Ahí ya no está la función, el nombre de cuidar la seguridad, que al final es la
seguridad del Estado, te reprimen, te desaparecen, te encarcelan o te asesinan. Ya? Y que al
final viene siendo en nombre de tu seguridad, es como el Estado de Sitio, me cachai, o sea,
tu puedes circular libremente por el territorio nacional, pero el Estado en algún momento
cuando se ve, el supuestamente se ve violentado en su concepción de unidad, dice no, aquí
estamos mal, yo por lo tanto decreto un Estado de emergencia o un estado de sitio, para
protegerte, o sea, inculco tus derechos para protegerte, y en definitiva dentro de ese estado
de sitio te puedo asesinar, porque hay ley Marcial , para proteger tus derechos, te asesino
para proteger tus derechos.”
Tema 2: Relación de la prensa con la realidad anarquista actual
E: En el año 2012 un grupo anarquista se adjudicó un ataque en una sucursal
bancaria, el Banco Itaú. ¿Qué piensas de eso?
J.A: “Mira yo creo que ahí hay que ser bastante, bastante delicado. Creo que hoy día el
anarquismo adolece, adolece hoy día y sobretodo el anarquismo local digamos, tal vez
Santiago, de análisis. Yo creo que está siendo pulsión, mucha pulsión, por eso lo cubren de
insurreccional, que puede ser, está bien, pero, pero a mí no me gusta reivindicar la
violencia. Creo que la violencia, o el acto de respuesta tiene que estar en correlato con un
momento social determinado, no puede ser apartado de un, de una temperatura social que te
determina que ahora puede ser. Ahora es. Porque si no se te transforma en una cuestión
esquizofrénica, aislada, que al final no se dice relación ni con la gente ni con el momento
político. Ahora, quien califica, claro es la prensa que califica de, cuanto se llama, de esta
cosa de un acto delictual, vandálico, como le quieras llamar, porque si hubiese, así como lo
hubo en los ochenta una algidez social en la cual asaltar, por ejemplo, camiones de pollo,
como lo hacía el Lautaro, eh… a una sucursal bancaria, o atentar contra una comisaría,
había un respaldo social y la gente no creía la mentira que los medios de comunicación te
estaban montando en ese momento. Los falsos enfrentamientos, los asesinatos que lo hacían
pasar como eso, como enfrentamientos, había más que la duda racionable de la gente. Hoy
día, la presa puede actuar impunemente frente a el bombazo que hubo, lo que tu
mencionabas en ese banco, porque esa gente no tiene a mi juicio, y aquí voy a ser
absolutamente duro, un arraigo social que le permita decir: “sabes que yo me apoyo al final
en la gente, y que sea ella la que reivindique el hecho, y que diga la gente efectivamente,
“qué bueno que lo hicieron”. Entonces hay campo fértil para la desvirtuarían, del concepto,
de la Idea, o de esta teoría social que es el anarquismo
E: En nuestra revisión de prensa local hay vacíos de “historias anarquistas”, y cuando
se habla del anarquismo se hace desde un enfoque negativo. ¿Cuál es tu percepción de
ello?
J.A: “Claro, lo que pasa es que, insisto, el anarquismo cayó en una cosa de reivindicarse a
sí mismo. Girar sobre sí mismo. Como yo soy anarquista, y no tengo que darle cunetas
absolutamente a nadie, por tanto soy el mejor tipo, y soy en definitiva el único que la tengo
más bien clara, y por tanto, como se presentaron estas posturas semi individualistas se, ya
voy y lo hago, sin tener en cuenta el momento, el momento histórico, el social, e insisto, no
hay apoyo detrás.”
E: ¿Estas conductas que tu llamas pseudo individualistas vienen a partir de los
noventa?
J.A: “Mira, es que la experiencia en Concepción es distinta, cuando se empieza a tantear al
anarquismo en Concepción a partir de los noventa, se tenía, porque además venia una
experiencia de organización social bastante fuerte, que no podía existir, un trabajo sin una,
sin un arraigo, sin, lo que se llamaba en ese momento, sin una inserción social. Con la
posibilidad de reconocimiento, que por último la gente sintiera que lo que se hace, también
lo hace ella, que sea una extensión de lo que hace la gallá. Está la cuestión subjetiva. En
Concepción habían , hasta mitad de los años noventa, hasta el noventa siete, siempre estuvo
la idea del anarcosindicalismo, cosa que yo no comparto, al anarcosindicalismo lo respeto,
pero no comparto el anarcosindicalismo, pero esa es otra hierba. Pero siempre hubo la idea
de un anarquismo organizado, en función de lo sindical , de la cuestión más bien clasista,
un tanto obrerista, por decirlo de alguna manera, nunca hubo la, el , la línea insurreccional.
Hubo gente que se planteó, muy poca, en términos individuales como insurreccionales. Y
eso, llego, estuvimos ahí tratando de parar organizaciones, desde los noventa y siete hasta
los dos miles, aproximadamente. Pero porque hubo un marco de inflexión en el año noventa
y siete, noventa y ocho, aproximadamente, cuando aparece esta cosa en Santiago, aparece
el CUAC, en Santiago, que, se va Tombollini, y paran en algún momento el CUAC,
después en algún momento hay un quiebre bla bla. Y aparece lo que es OSL en
Concepción, con su idea más bien plataformista, de la plataforma, y que nunca ellos
quisieron entablar un dialogo, con lo que ellos denominaban, a mi juicio despectivamente,
la cuestión sintetista, que nunca quedo claro y nunca ha estado claro porque califican de
sintetista, y que es lo que quieren decir con sintetista. Nunca hubo un acercamiento. De
hecho tuve muy malas experiencias ahí, tratándome de acercar en algún momento, el
algunas actividades a estos personajes. Entonces había como dos caminos, dos ideas. Y lo
que fue yo creo a mitad de los noventa también muy fuerte de nuestra parte, tratar de
diferenciar lo punki, o lo punk, del anarquismo, que eran dos, o son dos cosas
absolutamente distinto. Una cosa, es una corriente musical que es legítima, y la otra es una
teoría social. Que son dos cosas distintas. Lo logramos. Logramos posicionar al anarquismo
como, idea política, como teoría social donde se da la cosa más fuerte en el cierre de la
mina en Lota, noventa y siete creo que es, por ahí, donde éramos una fuerza políticamente
con peso, y ahí estábamos sentados no haciendo acuerdos políticos, porque el anarquismo
no es, no debe hacer acuerdos políticos con el marxismo en ningún caso, donde, donde
estaba el MIR, donde estaban los trokscos, estaba la gente del PC, y tuvimos peso político,
después por fallas obviamente nuestras, esa pega no siguió, ese trabajo no siguió. Luego
hay ciertos quiebres, con Solidaridad Obrera, que se había formado el año noventa y tres,
habían formado Solidaridad Obrera el año ochenta y tres, pero después de eso surge un
quiebre sin que haya animosidad. Algunos optamos por una cuestión más bien específica, y
otros siguieron en esta cosa, más bien, tratando de activar sindicalmente. Pero no sé si me
fui pa otro lado, pero estoy tratando de colocar en contexto. Eso.”
Tema 3: Proyecciones del anarquismo para Concepción
E: ¿Seguirá teniendo el anarquismo una imagen parcelada y estigmatizada por los
medios de comunicación y por la ciudadanía en general?
J:A: “Va a seguir siendo así, mientras el anarquismo no plantee, y se deje de plantear un
estereotipo. El anarquismo se ha planteado como estereotipo, y se planteado incluso como
una moda. De hecho, yo no voy a los okupas, me cargan los okupas. Porque parecen
iglesias, o sea todos los tipos se visten iguales, todos los tipos escuchan la misma música.
Todo se palmotean la espalda. Todos se están leyendo los mismos libros. O sea córtala, o
sea ¿Cuándo sales al mundo real?. O sea pa comprar pan, andar en micro, saber cuánto te
subieron las cebollas en la feria. O sea aquí tienes una realidad que hay que abordarla,
desde eso, desde lo real. ¡No me puedo inventar una Iglesia! No me puedo inventar
cofradías, ¡Okey, prefecto, me puedo ir a vivir al campo, puede ser lo más bonito! Pero es a
mi juicio, absolutamente irresponsable porque al final “¡el resto que se joda, el resto que se
pudra, me salvo yo!”. Y creo que ahí, hay una disociación, el anarquismo es lo más humano
que hay, y es lo más social que hay. O sea, las teorías del anarquismo individualista no me
las compro, no puede haber un anarquismo que sea individualista. Eso es una falacia, es una
tontería, porque no existe lo individual, no existe lo individual ¿Por qué? porque resulta que
lo social te determina y tú determinas lo social. Por lo tanto, tú eres un contexto dentro de
lo social. Y lo social me contextualiza. Seamos reales, hoy día por ejemplo, están haciendo
una campaña por la Sol, en Santiago, por la Sol Vergara. Lo encuentro, disculpa, con todo
el respeto que merece, me parece patético. ¿Por qué?, si lo hablas en estricto rigor, ella
cometió un crimen, cometió un crimen, con alevosía, o sea, la individua va, se cubre, pesca
el arma, va para allá, le pega el disparo al guardia. ¿Qué es lo que eso si no es un crimen?
Ahora ¿Se puede justificar por lo que había detrás? Perfecto. Pero si tú te metes con el
Estado, aguanta las consecuencias. No pidas clemencia al Estado. ¿Por qué le tienes que
estar pidiendo clemencia al Estado? Los viejos, los viejos no pedían clemencia al Estado,
los viejos asumieron lo que hicieron, asumían lo que hacían. Ese sabes: “yo lo hice, saben
si quieren condenarme, me condenan, pero esta justicia no la pesco, no me interesa, y si me
tengo que ir veinte años, me voy a ir veinte años. O sea yo desconozco esa justicia
burguesa, es la justicia del Estado. Y por lo tanto que si me quieren condenar, que me
condenen. Pero asumo lo que hice. Asumo, en este caso, que le pegue el tunazo al guardia.
Pero no voy andar después “¿no sabes qué?, fue injusto, no es que fue injusto y tiene que
irse a la calle.” ¡No!, o sea seamos dignos. El anarquismo tiene que recuperar la dignidad.
¿Por qué tengo que andarle mendigando al Estado? ¿Qué sea justo conmigo, si el Estado
nunca ha sido justo?
E: Las nuevas formas en donde se debe sentar el anarquismo son a partir del estallido
social. ¿Cuál o cuáles son los aportes del anarquismo para la localidad y para los
movimientos sociales locales?
J. A: “Pero no hay estallido social, no hay movimiento social. Lo discutí con un amigo, él
dice que sí, yo no. Hoy día hay movimientismo, pero no hay movimientos sociales.
Entendido duradero en el tiempo, que tenga conciencia de sí mismo, en este caso se reúne
la gente, resuelve medianamente su problema, porque no lo resuelve el, si no lo resuelve la
autoridad, y después desaparece, se va, no está. Y se vuelven a juntar quizás en cinco años
más, pa otro problema, es intermitente, no hay memoria detrás. ¿Cuáles son los engranajes
para construir organización anarquista? Yo quiero construir organización anarquista. Hoy
día tal vez, no. No me interesa juntarme con alguien y decir: “ya, hagamos una federación
anarquista” o “que es bonito tener una federación anarquista”. No me interesa, porque
desde ahí no va a salir nada. Va a salir cuando hagamos una lectura de la realidad.
Podemos tener muchas lecturas de la realidad. Pero vamos a ver que nos sirve para
construir desde el espacio específico en el cual nos desenvolvemos. Yo hoy día no me voy
a ir a una población, porque no estoy ahí, no estoy inserto en esa weá, yo construyo desde
lo que puedo, desde el micro espacio en el que estoy, y empieza hacer redes, solidarias,
humanas, fraternas, horizontales a partir de lo que tengo, a partir de la realidad que nos
convoca. No puedo inventarme una realidad e irme a encerrar a un okupa es inventarme
una realidad. Y que lo puedo pasar la raja, y lo puedo pasar estupendo, incluso cien años,
perdón, puedo estar diez años. Sin nombrar, y sin desprestigiar “El Eskombro”, y creo que
tú lo conoces, la gente en el caso de que llega la poli, y los saquen, ¿la gente ira en una
lucha denodada para que ellos no los saquen, no se vayan? Lo que pasa es que ellos no son
pobladores, hacen las cosas para la gente, es para la gente, no desde la gente. Ellos no son
pobladores, pueden llevar diez años, pero no son pobladores porque no actúan como
pobladores, porque no son pobladores, porque son advenedizos. No hay arraigo, no hay
memoria. ¿Por qué se fueron de su sector? ¿Por qué no lo hicieron en su sector, en su
barrio, con su gente? Tuvieron que trasladarse, ese es el punto. Por ejemplo, el veintiuno,
cuando fue la marcha de los portuarios, que finalizó aquí en la Plaza Perú con una
actividad. Los viejos no estaban ni al lado de lo que le estaban entregando arriba en el
escenario. Por qué no lo hicieron ellos, fue para ellos, y no desde ellos. Entonces, si
seguimos pensando como una política paternalista, y de que le hago las cosas al final para
reafirmar mi compromiso, al final nunca vas a salir del hoyo. El anarquismo hoy día, tiene,
no tiene presencia política, puede haber mucha faramalla, mucha bandera, pero presencia
completa no la hay. Y si alguien me puede refutar eso, y me plantea una izquierda
libertaria, eso no es anarquismo. La izquierda libertaria no es anarquismo, porque lo que
hacen ellos es adherir a conceptos culturales y programáticos de una izquierda, y se hacen
herederos de la tradición de la izquierda, por lo tanto al final pasa lo que paso en el veinte,
en el treinta y después en el cincuenta con el declive del anarquismo en el sesenta. Que son
subsidiarios de una política de la izquierda, y la izquierda los traga los consumo, y al final
no se genera nada, y al final quien gana, es la izquierda. La historia lo ha corrobora, porque
se apropian de un discurso de la izquierda, que es republicana y liberal. Porque la izquierda
chilena toda la vida ha sido republicana y liberal.”
E: ¿Piensas que esa tergiversación del anarquismo se da por algo puntual, algún
elemento histórico, por ejemplo?
J.A: “Yo creo que aquí pasa por una cuestión totalmente consignista. De consigna. Cuando
tu metis la mano en la consigna no hay nada. No hay nada. O sea, es bonito “abramos las
cárceles”, “que todos sean libres”, perfecto te lo puedo comprar, pero ¿Qué vas hacer pa
eso, que vas hacer cuando los tipos, cuando realmente abrai las cárceles, tengai a todos los
locos afuera? ¿Tenis pensado como lo vai hacer, como lo vai a estructurar, donde vai a
meter logísticamente a todos esos tipos y tipas, que vai hacer con ellos?” Aquí hay
cuestiones, por la flauta, analicémoslo, seamos racionales, aunque no me guste la palabra,
pero, por favor, sentémonos a conversar a dialogar, dejemos las consignas de lado, y
seamos concretos. O sea insisto con esto, aunque sea majadero, veamos la realidad, ¿Qué
nos está diciendo la realidad? La realidad nos está diciendo que Chile es un país
absolutamente ligado al consumo ¿pero porque está ligado al consumo? Si yo le pregunto a
un compañero “¿Por qué?”. chile es un país basado en el consumo porque, en su economía
es de un consumo interno, porque como no tiene industrias, la única expansión de la
economía es a través del consumo, entonces por lo tanto, la posibilidad que tiene, es
consumir, por tanto, lo que está pasando hoy día, por ejemplo, con la educación gratis, que
ni estoy ni al lado con la educación gratis, es que ni siquiera el Gobierno no te va dar
educación gratis, te la va a dar la clase dominante. ¿Por qué? por qué esa clase dominante
lo que necesita es lucas circulando en la calle, por lo tanto, a la familia, les tiene que sacar
la mochila del pago de la educación para que esa familia con un millón de pesos, por
ejemplo, liberado vayan a comprar a Ripley o a Almacenes Paris, o todas esas multitiendas.
Ah va ir a para esa plata ¿te caxai cuantas lucas van a ser liberadas si la educación es gratis,
cuantas lucas van andar circulando y a donde van a ir a parar esas lucas? ¿O tu creis que
con educación gratis, la gente que estudia medicina hoy día te va a cobrar menos cuando
vayai a ver al médico, por una consulta médica? No te va a cobrar menos. ¿Hemos pensado
que tipo de educación necesitamos? Más allá de la consigna barata de la educación gratis.
Entonces a eso me refiero. O sea, porfa, sentemos no, conversemos, el anarquismo tiene
algo que decir, el anarquismo no es solamente ético, el anarquismo tiene propuestas, no son
las propuestas del siglo XIX, no son las de Bakunin, ¡me importa un coco Bakunin! Puede
ser muy respetable, okey, pero hoy día hay otra realidad que es absolutamente distinta. ¿Ha
analizado hoy día el anarquismo lo que significa Asamblea Constituyente y el medio tongo
que van a meter con eso? Es un tongo, es una captura social. Entonces, ¿jurídicamente,
entiende el anarquismo porque no se puede dar una Asamblea Constituyente, jurídicamente
hablando? Porque la Constitución del ochenta no prevé un plebiscito, por lo tanto la
Bachelet no tiene la autoridad para llevar un plebiscito, lo tiene que hacer el Congreso. Y el
Congreso lo tiene que hacer con quorum calificado, una Reforma Constitucional y eso el
Congreso no lo va hacer. Es imposible. ¿Cuál es la diferencia entre un plebiscito y una
consulta? Son dos cosas distintas. Uno es vinculante, el otro no. O sea, alguien me puede
decir es paja. Creo que no, esa es la realidad, con eso lo tenemos que abordar, con eso
tenemos que discutirlo.”
E: Mencionaste anteriormente que en Chile no habían movimientos sociales, sin
embargo, a partir del año 2000, ¿crees que el anarquismo y sus prácticas han estado
presente en Concepción, por ejemplo en las luchas estudiantiles y obreras que hemos
visto?
J.A: “Haber. Es una cuestión curiosa, cuando, no estamos hablando de que somos mejores
o peores, no, cometimos una cantidad de errores increíble, pero creo que a partir de lo que
se hizo, hoy día se puede hablar de anarquismo. En los noventa nadie sabía lo que era
anarquismo, ni siquiera el concepto, ni la palabra, o sea no había nada. Y era poca la gente,
no sé, diez, veinte personas, por ahí, se hacían muchas cosas. Se hacían actividades, se
hacían encuentros, reflexiones, había actividad, había presencia política, había análisis y
presencia política. Hoy día tienes mucha gente, pero no hay un miserable análisis político,
no hay una presencia política real, concreta. En la que te pueda decir, el anarquismo, esto es
lo que opinamos desde lo libertario, de lo que opinamos en salud, vivienda, en educación.
No hay aquello.”
E: ¿A nivel nacional?
J.A: “No sé. Yo conozco Concepción. Tal vez en Santiago. Pero no veo al anarquismo
pronunciándose, y todavía el anarquismo mirándose el ombligo, diciendo que tipo de
organización necesita el anarquismo, yo creo que no, yo creo que pasa desde analicemos
desde lo libertario la realidad, que nos está diciendo la realidad, y a partir de aquello
podemos elaborar que organización necesitamos. “Esta organización necesitamos. Esa
organización necesitamos”, pero que nos dicte la realidad lo que necesitamos, a partir de las
premisas básicas de autogestión, de apoyo mutuo, de horizontalidad, de negación de Estado
y de acción directa.”
E: ¿El anarquismo debería plantearse medidas reales? ¿Desde qué punto debería
trabajar el anarquismo local?
J.A: “No digo que sea la receta, pero podría ser. O sea, yo creo que ya basta de la consigna,
basta del panfleto, basta de ¡Abajo el Estado!, o sea que me dice eso “¡Abajo el Estado!”,
no me dice nada. “¡Abajo el Estado policial!”, eso no me dice nada, porque el Estado
siempre ha sido policial, es una redundancia estúpida. Siempre ha sido. Y es policial. No
puede ser de otra manera. Cuál es el análisis económico que hacemos hoy día desde el
anarquismo, desde lo libertario, cual es el desplazamiento que hay de conceptos, del
concepto ciudadanía, del concepto de Estado, del concepto de política. En la reformulación
que hay ahí, ¿Cómo lo vemos?, eso no lo hay. No está siendo.”
E: ¿Tu punto de vista es formular una orgánica anarquista local?
J.A: “El anarquismo debe ser organizado. El anarquismo no niega la organización. El
anarquismo es lo más organizado que hay. Ahora el punto es de donde proviene, cuales son
los mecanismos para esa organización. Como yo me organizo. Yo no me organizo por, en
función, por amiguismos. El anarquismo no tiene que ver con amiguismos. El anarquismo
tiene que ver como teoría social, como yo elaboro una teoría social. La teoría social se
elabora mirando la realidad. Desde estos parámetros que te mencione denante. O sea hoy
día, los niveles de consumo social. El consumo que hay hoy día en la sociedad es terrible,
es una cuestiones que se desploma, o sea que al PIB lo arrastra el consumo, si no hoy día
tenis la venta de automóviles de lujo tirado en una cantidad estratosférica, cuando en este
país se vendieron el año pasado cinco millones de zapatos de mujer, cuando tenis tarjeta de
crédito hasta pa tapar el cielo. Si no somos capaces de analizar que el capitalismo lo tenis
aquí, y pegado hasta cien años, cincuenta años más, y no te comprai el cuento de que la
revolución la tenis a la vuelta de la esquina, que no es así, y no te comprai el cuento, de que
siendo anarquista soy el mejor, y el mas pulento, y me voy a salvar, y voy a salvar a todo el
mundo con el anarquismo, chao. Esa cuestión no es. No se es bueno por ser anarquista. Yo
creo que hay que despejar eso. Ahora, insisto veamos la realidad, desde lo libertario, que
necesitamos, que organización necesitamos para que esto de respuesta a lo que tenemos hoy
día. Organizaciones si, eclécticas, que no giran sobre sí misma. Pero si, con la flexibilidad,
que sean capaces de ir moldeándose, cambiándose sobre si una base, autogestión y bla bla.
Lo que tenemos.”
Entrevista a Juan Salvador Polizzi, 2015.
Tema 1: Percepciones de la violencia
Entrevistador: ¿Cómo conoció el anarquismo?
Juan Polizzi: “Yo creo, yo tengo una percepción especial sobre esto, yo pienso que uno
vive como anarquista, es una forma de vida, no es eh, solo meterse en los libros, leer a
Malatesta, u a otro iluminado, digamos, ah. Sino más bien, hacer una, una vida consecuente
con lo que uno plantea, que es la libertad, es el conseguir el máximo de igualdad en la
sociedad, el, el que nadie domine a nadie, no cierto, y el, el ,el ir avanzando hacia una
sociedad sin, sin jerarquías o clases sociales que se aplasten unas a otras. Entonces, eh,
cuando yo me vi en eso, yo he leído mucho, desde joven, y me encontré devorando libros, y
me encontré que no me servía el sistema de educación que hay en Chile, fui expulsado del
colegio metodista, del colegio adventista, del salesiano, de los liceos públicos, en fin, de la
escuela 55, al final estaba por ahí en el industrial, ya no hallaban donde meterme y
finalmente termine en el comercial nocturno, allá por sacar algo, más que nada para
beneplácito de mi padre, que se yo, pero yo, desde muy joven fui obrero, yo eh, fui
cargador en la fábrica de CRAV de penco de azúcar, fui, eh, trabajador de viasur, que era
en ese tiempo un, unos buses que iban a Santiago, en fin, estuve en el comercio, estuve en
varias partes trabajando, fui obrero de la construcción también, pero por opción, mi padre
era un trabajador municipal que era benefactor de niños pobres, en fin, llevaba niños a mi
casa, los criaba con nosotros todo, entonces gran cosas no me faltaban. Pero yo tenía la
tendencia esa, a pesar de que mi padre nos sobreprotegía de buscar la libertad y sentirme
como mucho en esto de los trabajadores, sentirme muy trabajador por opción más que por
obligación. Eh, bueno finalmente termine trabajando en Huachipato y de ahí jubile por
problemas físicos y otras cosas, eh, pero llegue al final a jubilar y en eso, después de eso, ya
jubilado, yo he seguido en el ámbito social, yo fui dirigente de junta de vecinos, aquí en mi
barrio fui electo diez veces con, como se llama, sesenta por ciento de los votos, en fin, tenía
un muy buen apoyo, pudimos construir esta población, que era una población de tierra, con
calles de tierra, sin alcantarillado, sin las cosas básicas, logramos formar en la comunidad la
necesidad de luchar por em, por sus, los avances de las poblaciones, la población quedo
medianamente bien, por ahí hay un boletín donde yo explico muchas cosas de las que
hicimos, pero la hicimos en conjunto, o sea la hicimos de forma yo digo, bastante anarca,
porque yo no me sentía jefe de nadie, y presidente de nada, sino que era el conjunto de
vecinos los que a través de las asambleas íbamos haciendo las cosas, haciendo las fiestas de
los niños, haciendo los grupos de adulto mayor, los grupos de mujeres y todavía quedan
gracias a toda esa gestión, todavía están los grupos estos organizados, ellos luchan por sus
demandas, hemos, tú dices que vives al final de esa calle Andalién, esa calle Andalién,
tenía un túnel chiquitito ahí donde pasaba la locomoción, em, y era una sola calle, nosotros
peleamos diecisiete años para que se ensanchara, y para que se evitara que las poblaciones
de al lado, ahí, se, al lado abajo, se inundaran con el Andalién, tenemos una lucha por
canalizar el Andalién, tenemos una lucha por ampliar ese puente, que se amplió y esa
avenida que se hizo de cuatro pistas, tenemos en el otro lado el puente que cruza la
carretera el puente Lientur, también se consiguió con neumático en la calle, con barricadas,
con, con protestas. Todo se ha hecho, luchando en contra de las autoridades para que
puedan mirar al barrio norte y puedan eh, hacer un desarrollo del barrio como nos
corresponde a todo, y eso yo creo que eh… está inmerso en lo que uno es. Yo, me siento
anarquista, bueno, porque he leído mucho teoría pero, pero más que nada por la práctica
que hemos hecho, nosotros hemos hecho una práctica de, de esto. El año noventa y uno
hicimos el primer congreso anarquista en Concepción en el TASYS, que era una
organización que nosotros teníamos un grupo de trabajadores, la inventamos el años
ochenta y.. no, perdón, setenta y ocho, setenta y ocho, inventamos una agrupación que se
llamó Taller de Análisis Sindical y Social, el TASYS, y allí, habían comedores
universitarios cuando estaba mala la cosa en la U, los cabros iban allá a almorzar, eh… era
también un comedor obrero, era también una escuela sindical, era también una organización
donde llegaban los lustrabotas, eh… los, el sindicato de palomitas, los sindicatos
ambulantes, en fin, todos los sindicatos pobres de Concepción se organizaron y se, se
fortalecieron ahí en el TASYS. Entonces, ese, esa idea de, de un sindicalismo de apoyo
mutuo, de autodefensa, de, que se hizo en dictadura y, y llego hasta estos días, es lo que
hemos ido desarrollando en conjunto con mucha gente, si uno es un eslabón no más en esto.
E: ¿Cuál es su percepción de violencia?
J.P: “Mira, nosotros pensamos, o por lo menos yo tengo el planteamiento y otros dirigentes
sociales de acá del barrio, que los dirigentes sociales debemos tener una organización
férrea, fuerte que permita hacer el balance de las autoridades. O sea, para que las
autoridades no se arranquen con los tarros no cierto, nosotros tenemos que marcarles la
cancha con presión, negociamos, vamos, plantemos los proyectos que necesitamos en el
barrio si es que no nos escuchan, procedemos a presionar, y si ya nonos escuchan, nosotros
vamos a la calle a protestar, a marchar, a quemar neumáticos, en fin, a desarrollar, presión,
presión social.”
E: ¿Está de acuerdo con el uso de la violencia en las prácticas anarquistas para
encauzar un descontento social?, es decir, ¿puede ser vista como un tipo de violencia
simbólica?
J.P: “Yo considero que no es violenta, considero que no es violencia, porque la violencia la
colocan los dueños del país, o sea es violento que siete personas sean los dueños del mar de
Chile, eso es violencia. Es violento que las forestales, no cierto, maten a los mapuches, o
manden a los Carabineros a matar a los mapuches por la espalda, eso es violencia. Nosotros
no ponemos la violencia, nosotros ponemos la autodefensa, nosotros presionamos para que
nos solucionen los problemas, problemas que tuviesen que solucionarse sin que tuviéramos
que presionar. Claro, una violencia estructural. Esta violencia que puede hacer contra ese
monstruo, es como tirarle un guijarro a un dragón. O sea, claro, yo pienso que no debiera
haber Estado, eso está de cajón. ¿Pero cómo llegamos a eso? ¿Cómo el pueblo llega a exigir
la abolición del Estado, sobretodo hoy día? Cuando hay una aldea global, cuando todo el
mundo está metido en el capitalismo, es muy poca la, las excepciones entre los países que
están eh… fuera de esta cosa neoliberal. Entonces, como hacemos para abolir al estado,
tenemos que trabajar al mil por ciento, tratar de captar al máximo de gente que esté con la
idea, pero para eso tenemos que buscar estrategias y tácticas que nos permitan también eso.
Hoy día la violencia se sabe, la violencia, cuando matan a un mapuche por la espalda, es
violencia del Estado, cuando se llevan del pelo a una niña en una manifestación los
Carabineros, es violencia del Estado, si eso está claro. Ahora, el Estado tiene dueño, tiene
dueño, tiene siete familias que aquí son las dueñas del mar, y de todo, de las forestales y de
toda la cosa, de los recursos. Está claro que de allá viene la violencia.”
Tema 2: Relación de la prensa con la realidad anarquista actual
E: En el año 2012 un grupo anarquista se adjudicó un ataque a una sucursal
bancaria, el Banco Itaú ¿Qué piensa de eso?
J.P: “Es que mira, yo no sé, yo no me voy a manifestar en contra de, de un anarquista que
coloque una bomba. Es cosa de él. Pero creo que no es el método. O sea yo considero que
no es un buen método porque, porque nosotros que debemos hacer, creo yo, debemos
pregonar nuestra ideología y por lo tanto tratar de que el máximo de gente se venga a
participar con nosotros. A luchar con nosotros, y cuando yo escucho a la gente común y
corriente, gente que no está metida en ninguna ideología, en las poblaciones, ellos
despotrican contra los encapuchados, contra la gente que no los deja manifestarse a ellos.
Porque en definitiva, cuando en una marcha de trabajadores, de, de alumnos, de estudiantes,
salen los encapuchados, la otra gente se arranca, teme, le teme a la violencia, entonces,
como hacemos ahí para hacer crecer nuestra idea, la idea de emancipación, de libertad, la
idea de que no hay que tener jefes, cuando la gente no entiende esta manera de enfrentar el
capitalismo, la represión y todo.”
E: En nuestra revisión de prensa local hay vacíos de “historias anarquistas”, y cuando
se habla del anarquismo se hace desde un enfoque negativo. ¿Cuál es tu percepción de
ello?
J.P: “Ahí pienso que hay dos cosas, uno, la prensa es burguesa, es de los grupos
económicos, obviamente va estar apuntando a su, al sistema imperante. Ahora nosotros,
debemos actuar inteligentemente para permearla, si bien es cierto uno no sale como
anarquista en la prensa. Pero si nosotros, como junta de vecinos, de agrupaciones, como pro
comuna Barrio Norte, en fin, hemos ido permeándola, la prensa y hemos logrado tener
tribuna, hemos logrado tener tribuna en ella y , bueno a nosotros nos sirve porque a todos lo
que nos interesa que llegue, que de otra forma no podríamos hacerlo. Aun así, yo debo
contarte que, y por ahí hay testimonios y después podemos verlo, nosotros organizamos en
tiempo de la dictadura, en año ochenta y cuatro, organizamos la Red de presa popular de
chile, que era una agrupación que era, eh… en Santiago tenía su epicentro, en una ONG,
pero ellos lograron contactarse con toda la gente que hacia boletines informativos, o sea
revistitas de los sindicatos, de las poblaciones, de las iglesias, de las universidades, en fin,
¿Qué lográbamos con eso? que cuando había estado de sitio, por ejemplo, nosotros
enviábamos los boletines que nosotros sacábamos con la información de las protesta y de
todas las cosas, las enviábamos a Santiago, se concentraban ahí en eco comunicaciones, se
llamaba, y en eco comunicaciones llegaban de todos lados, se redistribuía; y se enviaba por
ejemplo, la del norte, nos llegaban a nosotros, y las del sur les llegaban al norte, y
podíamos estar informados de que pasaba en el país. Y bueno, y esto, además sirvió para
reencontrarse en encuentros nacionales que se hacían dos o tres veces en el año, y reuniones
parciales cada dos, tres meses, y bueno yo llegue a ser vicepresidente nacional, en fin, pero
lo que sirvió fue que podíamos estar al tanto de lo que pasaba en todos lados. Y esa es una
unidad que hoy día no se da, eso en tiempo de la dictadura, nosotros teníamos un enemigo
común.”
E: ¿Usted dice que no se da entre los anarquistas actuales?
J.P: “No solo de anarquistas, sino en el mundo social. Ah, en el mundo social, por ejemplo,
que me importa a mi ahora lo que le pasa a los pescadores, o que me importa lo que le pasa
a los mapuches, sin embargo de cuando estábamos organizados, tanto en la red de prensa
como en otras organizaciones, en contra de la tiranía de la dictadura, y peleando por la
libertad, estábamos todos juntos, todos chuteando para el mismo lado porque teníamos que
echar a los milicos, que se yo, porque había que defender la vida, entonces los mismos que
andábamos tirando panfletos, quemando neumáticos, protestando, también íbamos a las
misas del primero de mayo, la Iglesia, la Catedral se llenaba para el primero de mayo, ahora
no se llena ni la mitad. La mayoría vamos a las marchas, no vamos a la Iglesia. Entonces, te
fijas, en cambio nosotros debiéramos como anarquistas pregonar la unidad del mundo
obrero, que al final somos todos explotados, si ese es el cuento, todos somos explotados,
todos mal pagados, con mala salud, con mala AFP, en fin, mala previsión. El enemigo es el
capitalismo, y hoy día, por ahí hay artículos también, mira en las mismas marchas del
primero de mayo, se agarran. La otra vez se agarraron a combos una niña comunista con
una niña anarquista. Entonces, y en la marcha de los trabajadores, eh… a mí me duele
porque uno ha pregonado siempre la unidad, la unidad porque el enemigo es uno solo y nos
tiene aplastado. Entonces, como nos defendemos de ese enemigo, si no es con unidad, si no
es, no es que los pobres, los que están aplastados se defiendan. Entonces, de repente mi
amigos más jóvenes, que se yo, que están menos permeables a estas cosas, eh… que son
más doctrinarios, me dicen pucha pero usted negocia, le pide, que los políticos solucionen
el problema, pero es que no lo podemos solucionar nosotros, y la gente hoy día tiene que
comer. Entonces hoy día hay una cosa inmediata, yo no digo que no apuntemos a una
sociedad en libertad, sin gobierno, para allá tenemos que ir, pero mientras tenemos que ver
como peleamos por nuestra gente también. Entonces son dos cosas paralelas, nosotros
podemos avanzar, hacer que un barrio crezca, que un barrio se beneficie, que un barrio
tenga más salud, más educación, que este más protegido, no sé, y a vez luchar por una
sociedad sin clase, una, donde se terminen las jerarquías algún día. Hay que tener la utopía,
no perderla.”
Tema 3: Proyecciones del anarquismo en Concepción
E: ¿Seguirá teniendo el anarquismo una imagen parcelada y estigmatizada por los
medios de comunicación y la ciudadanía en general?
J.P: “Yo, yo lucho para que no sea así. Yo me hago responsable de mi cuento no más. Yo
he luchado toda la vida para que no sea así, para que no se vea desde afuera que el
anarquismo es un caos. Porque eso es… de repente hay malas tácticas, porque un grupo
anarquista se pregona como “el caos”, incluso se coloca el nombre Colectivo El Caos, una
cosa así. Entonces, uno dice le están dando argumentos a la oligarquía al capitalismo para
que nos ataque y nos desperfile de lo que realmente somos. Entonces, ahora, ser anarquista
hoy en día es colocarse una camisa, una camisa negra y salir a darle. Yo creo que no va por
ahí la cosa. Clotario Blest, con todo lo que fue, el Clota fue el dirigente más recto que ha
habido en Chile, Clotario Blest con todo lo que fue, decía de que él no podría haber sido
anarquista, no podía llamarse anarquista, porque él no estaba capacitado para entregarse
entero a la lucha social. Entonces, si tú ves que un gallo casi inmaculado, que se yo, dice
eso, es porque el concepto de anarquismo que había era tremendo, era de una rectitud, de
una consecuencia, eh… que iba más allá, o sea era un sacrificio por la clase social, en fin,
no era una postura que te dura a ti hasta que recibes el título en la Universidad y después te
vai pa la casa, o te vas a trabajar o te casas y ya se acabó el anarquista. Yo creo que tiene
que seguir, o sea uno tendrá que ser a lo mejor menos anarquista, pero ser siempre
anarquista. ¿Ah? Ser anarquista a full cinco años, no le sirve a nadie. Nosotros necesitamos
anarquistas de toda la vida, si no, no sirve.
E: Las nuevas formas en donde se debe sentar el anarquismo son a partir del estallido
social, ¿cuál o cuáles son los aportes del anarquismo para la localidad y para los
movimientos sociales locales?
J.P: “Siempre ha aportado. Fíjate que la CUT, la antigua CUT, en su, en su estatuto tenía
un setenta por ciento de anarquía, de conceptos anarquistas, porque, porque en la mesa
donde estaban los comunistas, los socialistas, los radicales, ¿no?, también estaban los
anarquistas, y lograron penetrar con sus ideas en el eje de la, de la Central Única de
Trabajadores, que duro muchos años hasta que llegaron los milicos y la, la , fue la primera
organización que liquidaron los militares, por algo, porque era la más fuerte, era la que
podía liderar al pueblo, entonces bueno, hoy día hay una CUT que representa muy poco,
pero también porque es un movimiento muy débil, el sindicalismo, la mayor parte de la
gente no está en el sindicato, entonces como hacemos para que la gente se meta en el
sindicato, se meta en la junta de vecinos, se meta en la estructura social de base, y con
nuestras ideas vaya haciendo lo que tiene que hacer.
E: ¿En comparación con el anarquismo de hace 20 años, por ejemplo?
J.P: “Claro. Lo que pasa es que, mira si yo entiendo que hay gente que está muy imbuida
de la teoría, nosotros a lo mejor, veníamos con una escuela que se dio en la dictadura, que
se dio un poco antes, cuando en democracia se hacía, se hacían colectivos, se hacían
escuela, se enseñaba, cosas que hoy día no están, hoy día el anarquismo está en las
universidades, no, yo veo poco fuera de, de ese ámbito, y creo que es una necesidad de que
nuestra gente común y corriente, la gente, el ochenta por ciento de los ciudadanos no cierto,
esa que no milita en partidos, que no está ni ahí, que se yo, que vive su metro cuadrado
después de la revolución que hizo Pinochet, porque ese es otro cuento, nosotros tuvimos
una dictadura aquí, que no solo fue una dictadura, así que mato gente, que mato y torturo, la
, la dictadura lo que hizo fue cambiar todo, cambio un sistema que era solidario a un
sistema que es unipersonal, el, la misma previsión social que antiguamente uno trabajaba y
de su sueldo las imposiciones que uno colocaba, de ahí le pagaban la pensión a los
jubilados, y después venían otros cabros a trabajar y esos trabajaban para que este
trabajador pudiera irse jubilado, eso era solidaridad. Y hoy día no po, hoy día tu pones tu
plata y con esa plata tú vas a jubilar, y será hasta cuando te dure, y antes no po, porque era
para siempre, si estaba la caja ahí, entonces nos cambiaron esa mentalidad, hoy día la salud
es privada, la educación es privada y hay un individualismo pero patente en la sociedad, a
cada rato, es la solidaridad la que falta.”
E: ¿Ese mismo individualismo que usted menciona, el cual fue insertado en nuestra
sociedad, ha afectado al anarquismo de hoy día?
J.P: “Nos afecta a todos. Claro, porque hoy día, también al final, muchos, no solo de los
anarquistas, también socialistas, comunistas, que se yo, también hay gente que está ahí
porque es choro, no se po, por una pose, por ganar prestigio, por alguna cosa extra digamos,
no por lo que debiera ser.”
E: ¿El anarquismo debería plantearse medidas reales? ¿Desde qué punto debería
trabajar el anarquismo local?
J.P: “Claro, nosotros deberíamos estar insertos en todas las organizaciones sociales, las
organizaciones de base, donde está el pueblo defendiéndose del capitalismo, ahí
debiéramos estar. Nosotros tenemos, no sé si elaborar o alguien lo debiera hacer el día de
mañana, nosotros debiéramos plantearnos la idea de ver en que estamos hoy día, porque no
podemos seguir eh… como grupos anarquistas viendo Tierra y Libertad po, que yo la habré
visto diez o quince veces la película de la Guerra Civil Española, porque como que estamos
pegado ahí, como que ese es el hito máximo del anarquismo, y eso es lo que vale, que si eso
ya fue, y hoy día ¿Qué hacemos hoy día?, no podemos pregonar lo mismo que se pregonaba
hace tantos años. Entonces hoy día debemos insertarnos en todas las organizaciones
sociales y, bueno yo me declaro anarcosindicalista, porque soy de organización, que se yo,
yo creo, creo que es la organización social la que tiene que pararle la mano al capitalismo, y
para eso hay que organizarse y hay que estar ahí. Hay que estar peleando por la calle, hay
que estar peleando por la sede social, donde se organizan ahí, ahí donde están metidos los
viejos, donde se hace solidaridad efectiva, porque cuando tú tienes una Junta de Vecinos,
tiene una sede social, y en esa sede social se casan los niños del barrio, se, se hacen los
velorios, se hacen los bautizos ahí, se , se juntan los vecinos a discutir si van a pedir o no
van a pedir pavimento pa su calle; si van a pedir o no van a pedir una delegación de
médicos para el consultorio a atender en las sedes determinado día, si van hacer o no van
hacer controles de perros, yo creo que eso es básico en una comunidad, y esa comunidad, si
está organizada y tiene una mentalidad eh…de apoyo mutuo, que se yo, va a estar ahí
solidarizándose unos con otros. Cuando hay una desgracia, cuando se le quema una casa a
un vecino, ahí en la Junta de Vecinos es donde se soluciona el problema. Te fijas, es ahí
donde debemos estar, en la comunidad, en la concreta, y en el trabajo, en el sindicato.”
Entrevista Eduardo Torres “El Huaso”. Realizada miércoles 20 mayo 2015, Hualqui
Tema 1: Percepciones de la violencia
Entrevistador: ¿Cómo conociste el anarquismo?
E.T: “En el ochenta y seis, fecha en un acto del primero de mayo que hicimos en
Talcahuano, en realidad a partir de una lectura que hicimos sobre los mártires de Chicago
justamente. El discurso que cada uno de ellos dio, que salió en Hechos Mundiales, una
revista antigua. Se leyó sobre eso, y había varios que tocaban el tema del anarquismo,
específicamente de la anarquía, como opción política, económica, y a partir de ahí empecé
a dar vueltas. Y por otro lado, en el círculo en el que yo me relacionaba había mucha gente
que eran de partidos, entonces había un grupo que no estábamos en partidos, entonces si
ustedes son los anarquistas. Están. Porque siempre estábamos poniendo en dudas cosas.
Poníamos en duda por que nos educábamos por nosotros mismos, entonces poníamos en
duda lo que ellos decían, sus consignas. Nos decían ustedes son anarquistas. Entonces a
partir de ahí empezó como la, este tema de buscar antecedentes sobre tal, sobre el
anarquismo. Y lo único que había, me acuerdo, era un libro de Historia y socialismo creo,
en el mundial, y había un capitulo que hablaba sobre el anarquismo. Y eso fue hasta el
noventa y uno, noventa y uno, noventa y dos, cuando recién ya tomamos contacto con las
ideas anarquistas ya actuales. Antes de eso pensé que era el único que, el único anarquista
que andaba rayando la papa como se dice. Pero eso me acuerdo fue el ochenta y seis porque
teníamos un centro cultural en Talcahuano, en Perales.”
Entrevistador: ¿ese centro cultural tenia ideas anarquistas?
E. T: “No. Lo que pasa, haber. En ese tiempo estábamos ligados. Habíamos cuatro de los
cuales. O sea habíamos cuatro que estábamos ligados a la resistencia. Otros que estaban en
el PC y así. Entonces, y dentro de ese grupo, era un grupo que hacíamos actividades
culturales, trabajo con niños, teatro, cosas de ese tipo. Y paralelo, teníamos este grupo que
era de rayar, de barricadas, etcétera, contra la dictadura, y tratando de organizar también a
la gente un poco en borde a la Primera Junta de Vecinos que se formó en Salinas, ahí
estuvimos con harta gente también activando esas cosas.”
Entrevistador: Las activaciones que se realizaban durante las protestas ¿las percibes
como una presión social?
E.T: “Lo que pasa es que cuando llamábamos a protesta salíamos con barricadas. Junto con
otros grupos, democracia cristiana, el PC, el MIR, etcétera. Pero paralelo a eso, había otro
grupo, dentro también nosotros hacíamos trabajo social en las poblaciones, en Salinas
misma, en Higueras, por ejemplo, en Perales también algunas cosas. Entonces hubo una
coordinadora de teatro popular. Agrupación APTP, Agrupación Poblacional de Teatro
Popular de Talcahuano, donde se hacía eso. Entonces como nosotros estábamos ligados al
teatro nos relacionamos de esa forma con los demás y ahí se daba harto debate me acuerdo,
harto debate sobre este tema como cae la dictadura, que viene después, todo eso. Entonces
todo el tema de barricadas, que se yo, tenía que ver con fechas específicas, puntuales.
Entonces por ejemplo, llamaban a paro nacional. Dentro de la protesta en realidad. Lo que
pasa es que en ese momento no es como ahora que hay medios de comunicaciones, o sea
hay mil formas de expresar, de mostrar la, las alternativas distintas. En ese tiempo no, o sea
tenis que estar entre conocidos básicamente. Además, que la represión era más directa.
Entonces era la expresión, no solo nuestra, sino de la gente de la población que salía con
barricadas y uno se sumaba como parte de la población en realidad. Pero paralelo a eso,
teníamos este trabajo del centro cultural, era lo que nos motivaba también a trabajar ahí.
Como de mostrar una alternativa distinta a esta cosa que se da en esa época, sobre todo ante
el tema represivo.”
E: ¿Cuál es tu percepción de violencia?
E. T: “Yo creo que la violencia tiene que ver con esta situación cotidiana en la cual
estamos expuestos. Violencia por ejemplo es llegar a los sesenta y cinco años, en el caso
del hombre, y encontrarte que tu pensión no te alcanza, eso para mí es una violencia directa
dela sociedad contra uno mismo. Violencia es la exclusión, en términos raciales, en
términos de discapacidad, en términos de que tienes un sexo distinto al mío, y eso es una
cosa ideológica, y es violencia. Violencia no es solamente tirar una piedra, violencia es el
trato de que yo tengo contigo en relación de que tú eres distinta de mí. O que vives en un
país de al lado y eso te hace distinta, que vienes a ganarte tu trabajo acá, y yo siento la
necesidad de maltratarte y matarte porque eres distinta, y me estas quitando mi trabajo. Y
esa violencia, generalmente está normalizada, y esta naturalizada y la vivimos
cotidianamente, y es parte del quehacer. Ahora está un poco más visibilizada, porque hay
gente que ha estado dando la lata con este tema, más allá de la violencia que te muestran en
los diarios. La violencia ideológica, la violencia estructural es mucho más peligrosa, porque
es difícil de cambiarla, porque esta tan naturalizado. Lo otro es lo que el Estado utiliza para
ciertos intereses, que siempre lo ha hecho. Pero para mí la otra violencia es mucho más
dañina, porque es más sutil. El que mató a los dos estudiantes hace poco, tiene que ver con
eso. Con esta violencia institucionalizada, más que institucionalizada, instituida en nuestro
inconsciente. Ese discurso está asociado a un estado de ánimo, a una emoción que si tengo
una arma lo hago. Pero es más fácil, decir la violencia de los encapuchados que la violencia
de los machistas. O la violencia de los racistas, nacionalistas. Porque en el fondo es más
difícil de identificar y estamos todos involucrados, entonces el Estado necesita un enemigo
real, concreto, algo visible, algo que repudiar inmediatamente. No algo que está por debajo.
Es más fácil ver al encapuchado, y construir una imagen, un perfil que no siempre
corresponde a la realidad.”
E: ¿Estás de acuerdo con el uso de la violencia en las prácticas anarquistas para
encauzar un descontento social? Es decir, a lo que me mencionabas anteriormente,
¿las prácticas anarquistas actuales pueden ser vistas como una violencia simbólica?
E. T: “Yo creo que ahí, lo que puedo hoy día percibir en realidad son como dos líneas. Una
la influencia del movimiento punk dentro del anarquismo, o anarquistas que llegaron a ser
anarquistas por medio del punk, y otros que en esta lógica de la contracultura, donde se da
una especie de identificación de la violencia, sobretodo partir de mayo del sesenta y ocho,
donde se toma desde ese punto de vista, como la forma de, una forma más de
comunicación. Por decirlo de alguna forma. Digo la violencia de cortar calles, de ese tipo, o
sea no digo las bombas y eso que viene posteriormente que ya es otra línea que creo que
escapa a una situación más histórica todavía, mas anterior. Porque dentro del anarquismo
hay, como tres corrientes más o menos bien definidas, una que es obrerista, que se yo, más
ligada al movimiento popular, otra que es individualista, que está ligada justamente a este
tema de bombas. Hoy día se llama insurreccionalismo, antes se llamaba anarquismo, a ver
cómo era, delictual, en los años veinte , treinta sobre todo en Argentina. Y el otro que esta
dado más al tema cultural, el tema de escuelas, muchas creaciones tanto literarias como
audiovisuales, mas como en ese ámbito. Entonces con respecto a la violencia yo creo que,
que a veces se ha hecho necesaria, justamente en el tema de autodefensa, pero no es
exclusiva del anarquismo. O sea en el anarquismo, hay movimientos contra la guerra por
ejemplo, que entre sus prácticas está el antimilitarismo y el pacifismo en su forma más
extrema también. O sea. Entonces lo que hay acá, es también un poco de este cruce que se
da en los noventa con la caída del muro de Berlín, o la caída de la Unión Soviética que
mucha gente que era de otros sectores políticos se pasa, o sume lo del anarquismo, esta
cosa, me acuerdo que tuvimos muchas discusiones al respecto con gente que venía de
partidos que decía : “aquí nosotros no nos ponemos de acuerdo, porque los acuerdos so
autoritarios, son cosas absurdas” entonces de ahí también viene un poco esta. Exaltación
que tiene que ver con esta cultura machista, la exaltación del héroe, del héroe. Como tal:
“como soy héroe, como soy macho, tengo que pasar a la acción, la acción me motiva como
hombre, no cierto”. Es todo un tema de feromonas, m que se yo. Y no como una lucha
popular, como respuesta a. o sea hay experiencias que de repente si es necesario es plantear
la autodefensa, como en el caso de los mineros. Cuando nos tocó estar en la huelga de los
mineros. Fueron los mismos mineros los que desarrollaron una situación de autodefensa
tanto en la salida del pique como afuera. Entonces, era una forma de responder a la
violencia policial en este caso. Obvio. Entonces en los años ochenta era una respuesta a la
violencia militar que había. Muy distinta a la de ahora. Balas contra piedras. Pero por otro
lado, creo que hay un tema no tan político, y ahí creo que es un poco, tiene que ver con el
deseo, el tema del deseo que tiene que llevar a la práctica de compensación de situaciones
frustrantes, etcétera. Que tiene que ver con un tema más psicológico que sociológico.
Entonces, individual, que se transforma en una respuesta política, porque en realidad adopta
una posición política. Pero adopta lo que me conviene de esa posición política. Entonces la
violencia encaja ahí, y el problema del anarquismo desde siempre lo han tachado en la línea
de la bomba. Desde 1883 pa’ adelante que es como parte del estigma. Por decirlo de alguna
forma que tampoco es tan negativo, tampoco hay que andar preocupándose en exceso, son
situaciones anecdóticas. El PC en su momento eran los “comeguaguas”, me acuerda, y
ahora están dentro del gobierno. Creo que tiene que ver con eso. Con lo que otros sectores
te endosan.”
Entrevistador: Entonces ¿cree que la violencia es por donde podemos encauzar el
descontento social actual?
E.T: “Yo lo pondría al revés. Creo que es el descontento social, que al no encontrar un
cauce se transforma en violencia. Y eso no tiene que ver con el Pc, con el MIR, con el
anarquismo. Tiene que ver con la situación, cuando a la gente le sobrepasa, es la gente la
que responde con hechos violentos. Y eso escapa a organizaciones políticas o partidos
políticos. O sea, tú misma. Si hoy día te enojas, la reacción tuya no será esperar que
aparezca un líder, no, sino que actuaras por ti misma en una reacción violenta. Basta ver
hoy día, en las poblaciones, el nivel de violencia, no es una violencia política, sino que es
una violencia ligada a lo delictual, pero si lo vemos en el fondo, su trasfondo, tiene que ver
con esta relaciones que están cruzadas por lo económico. Social, lo ideológico. Por
ejemplo, que un cabro hoy día ande robando en un cajero, no tiene que ver con una idea
política, sino con una situación de ideología dominante, de querer a ser más, como dice
Molían de entrar al mercado por otras vías. Entonces, por eso te digo, no es que la violencia
sea el medio, sino que la gente adopta la violencia como modo de respuesta. La nuestra es
una sociedad violenta. Por algo se lucha de alguna forma, para que la sociedad sea un poco
equilibrada, en las relaciones en fondo, yo lo veo constantemente en mi trabajo, la
violencia no solo simbólica, sino que la violencia real, la de género, contra los niños, contra
pares. Por eso estigmatizar a la violencia con un grupo político como poseedor de violencia,
no, creo que esas sean construcciones ideológicas, porque son más fáciles de revertir
movimientos sociales. Los estudiantes en el 2011 eran los más violentos que había, pero la
gente que estaba dentro empezó a darse cuenta de que no era violenta, entonces un
movimiento no puede ser violento porque estamos todos. Pero según la prensa, según los
medios oficiales, esa forma no son la forma. El mismo gobierno dice esa no es la forma de
expresarse, tenemos lo que nos representan hoy día son los diputados, pero nos damos
cuenta de que no nos están representando. Entonces por eso te digo, es como contradictorio,
puede justificar, porque el lenguaje da pa’ todo, tu puedes justificar de mil formas de equis
grupo es violento, o como decía Malatesta, si un tipo que pone una bomba y anda con una
cruz, no lo van achacar con tema religioso, sino que le van a buscar otra explicación.
Cuando no cuadra con el enemigo de hoy día. Los estereotipos de hoy día tienen que ver
con el control social. ¿Qué quiero controlar? Ese es el enemigo que construyo. Por eso, el
PC hoy día no es el enemigo, en los noventa sí. Hoy día ya no, porque se integra en esta
dinámica de paz social, a nivel político, en el fondo abajo hay otra cosa.”
Tema 2: Relación de la prensa con la realidad anarquista actual
E: En el año 2012 un grupo anarquista se adjudicó un ataque en una sucursal
bancaria, el Banco Itaú. ¿Qué piensas de eso?
E. T: “Mira, ahí yo te doy una respuesta. Te daré mi opinión personal. Yo creo que me
parece bien, a nivel personal. Como una respuesta a lo que te decía en denante al tema de
la frustración, de la situación. Me parece bien, son como, entras en esto que decir “que
bacán”, pero no pasa más allá de eso. Políticamente creo que no tiene mucho sentido,
menos ahora que hay sectores que se están organizando, gente que está saliendo a la calle,
gente que está hablando más. Hoy día me parece que no es una forma, y creo que en ese
sentido es como lo que le paso al Lautaro en su momento. Cuando empezó hacer asaltos
entre el noventa y tres y el noventa y cinco, por ejemplo, que tuvo un costo muy grande que
tuvieron que pagar después, con muertos y encarcelados, etcétera. Y en un momento
político más de repliegue total, entonces era como mandar cabros como carne de cañón. Y
hoy me parece que va un poco por ese lado. Hoy día políticamente una bomba no tiene
mucho sentido, si no tienes organizaciones, sobretodo que la gente está empezando a salir,
con un discurso un poco más horizontal, no tan vertical como antes, que se yo. Creo que la
bomba no tiene mucho sentido ni los asaltos a bancos, ni nada de eso. A mi opinión
personal.”
E: En nuestra revisión de prensa local hay vacíos de “historias anarquistas”, y cuando
se habla del anarquismo se hace desde un enfoque negativo. ¿Cuál es tu percepción de
ello?
E.T: “Es que tienes que pensar lo siguiente. Las Últimas Noticias, antes de que se
transformar en periódico de farándula, también entregaban, y me acuerdo que decía un
encabezado “El anarquismo como guerrilla urbana”, entonces, claro en el fondo tiene que
ver con lo siguiente. Quienes son los dueños de los medios de comunicación. Y lo otro que
en ese tiempo para ellos todo era anarquismo. Como en los ochenta todo era comunismo,
desde la democracia cristiana hasta el PC. En este caso por ejemplo también. Siendo que
habían grupos, los moto rebeldes, que estaban ligados al Lautaro, que no eran anarquistas,
eran marxista – leninista, incluso para las Ultimas Noticias, el Mapu Lautaro, que se definía
como marxista, lo ponían como grupo anarco- marxista por ejemplo. Si uno lee solamente
ese lado, pasa que efectivamente hay una carga negativa hacia una representación social.
Pero si et vas por el otro lado, y vez lo que no sale en la prensa, y te construyes de alguna
forma, pongo el caso, que paralelo a ese año estaba la Unión Comunal de Jóvenes que
agrupaba a grupos juveniles y culturales de Concepción, donde había presencia de todos
lados, horizontal de distintas organización. No digo que éramos los únicos que estábamos
con estos planteamientos, pero si nutridos en el tema organizativo. Pero eso no sale en la
prensa. Vuelvo a insistir. Tiene que ver con el momento histórico, los medios de prensa en
manos de quien está, y todavía son dos conglomerados, COPESA y el otro ligado a los
Edwards, que manejan todos los diarios en Chile, entonces difícil que aparezca algo
distinto.”
Tema 3: Proyecciones del anarquismo para Concepción
E: ¿Seguirá teniendo el anarquismo una imagen parcelada y estigmatizada por los
medios de comunicación y la ciudadanía en general?
E. T: “Tiene que ver. Yo creo que se da con todo. O se el movimiento estudiantil hoy día,
pero aun así va a salir que. Me llama la atención que últimamente no se hable de los
encapuchados como anarquistas. Entonces, y ahí creo que es un tema que tiene que ver con
los periodistas, hay periodistas que saben, pero la línea editorial. Entonces en algún
momento a nosotros nos hicieron entrevistas, cuando estaba la okupa allá en Penco, la
Claudia López, se habló, pero finalmente lo que sale es totalmente distinto. Ligado a esta
situación de violencia, la ocupación del espacio. Pero en el fondo, uno se encuentra siempre
con eso y no puede quedarse pegado con eso. Uno tiene que seguir construyendo, haciendo
actividades.”
E: Las nuevas formas en donde se debe sentar el anarquismo son a partir del estallido
social. ¿Cuál o cuáles son los aportes del anarquismo para la localidad y para los
movimientos sociales locales?
E. T: “Yo creo que hay un cruzamiento. O sea generalmente, rara vez, el anarquismo sale
como grupo cohesionado a las marchas, porque siempre somos parte de. Somos parte de lo
sindical, de la población, soy uno más de esta dinámica general que está en ebullición.
Donde si yo creo que es imperante es cuando hay que permear ciertas ideas, en este mismo
contexto, pongo el caso del movimiento estudiantil del noventa y uno, cambia su dinámica.
Verticalmente y se establecen en dinámicas más horizontales. Como es el caso de la
coordinadora de educación , en U de Conce, que rompe con la Federación como tal, y se
establece una organización más horizontal de algunas facultades de educación, de algunas
escuelas de educación, que durante mucho tiempo estuvo así, no se hoy día, pero durante
mucho tiempo trabajó así de asambleas. De generar muchas asambleas, menos
representación desde arriba, más trabajo desde la base. Y esa es una forma libertaria de
organizarse. Uno de repente empieza a generar este debate, y este debate da que veamos
nuevas formas de organizarse. Me acuerdo que el noventa y cinco, la federación
desaparece, durante un año y medio, dos años, y luego se reconstituyen nuevamente por
necesidad, porque antes de eso habían muchos colectivos, el Colectivo de Historia, el
Colectivo de Filosofía, etcétera. Y se llevó a que la federación no era necesaria y
desaparece la federación de la U de Conce. Después se reconstituye con estudiantes de
movimientos el año, no me acuerdo. Ahí tengo algunos vacíos, lagunas con tema de los
años. Pero esta esa experiencia. Y después la reconstitución no tiene que ver con una
necesidad realmente, sino porque era necesario centralizar un poco estas demandas
estudiantiles, que tenían que ver por la necesidad de ciertos grupos de golpear la mesa. Una
cuestión política. Entonces nosotros estábamos por otro lado, que significa que cada uno
participa en espacios, yo por ejemplo en la Junta de Vecinos hoy día, además en un colegio
de psicólogos también. Entonces ahí hago mi aporte. Y también como anarquista, también
me junto con otros anarquistas para debatir para conversar las situaciones. Pero no veo, no
es como decir: “oh, este momento trae como mucha ganancia para nosotros”, no, la cosa
continua, que va hacia adelante.”
E: ¿El anarquismo debería plantearse medidas reales? ¿Desde qué punto debería
trabajar el anarquismo local?
E. T: “La pregunta te la invierto también. No somos los anarquistas los llamados a dar esas
respuestas, es la población la que tiene que dar la respuesta de cómo se quiere organizar.
¿El anarquismo que plantea? Plantea que en la medida que hayan mayores espacios de
libertad, mayor participación de la gente , y a mayor participación de la gente, mayor
organización desde abajo, es decir, nos organizamos de acuerdo a nuestras necesidades, en
nuestro caso hoy día, por ejemplo, una experiencia muy cercana al anarquismo, incluso que
tiene bases anarquistas es la que se está dando en el Kurdistán, en algunas comunidades
liberadas, sobre todo kobane, que estuvo combatiendo contra el Estado Islámico, por
ejemplo, donde el partido de los trabajadores kurdos se han generado estas asambleas
populares, lo que constituyen precisamente lo que me estas preguntando, ¿Cuáles son las
ideas de las que estamos hablando? Yo creo que esas son experiencias que tienen que ver
con el municipalismo libertario, un poco de las ideas de Bookchin, invertir la sociedad,
porque hoy la vemos de arriba, acá es invertirla, nuestras necesidades las podemos ir
desarrollando, eso involucra participar, involucra de imbuirse de visibilidad y participar
dentro de eso, involucra ser un poco más integrales en términos de conocimiento también,
de lo que mi comunidad necesita, por eso el anarquismo siempre ha estado a favor de la
educación racional, de la educación para todos, del tema, de educación me refiero no solo a
ciertas áreas, sino que además que sea más integral, desde la filosofía hasta la ingeniera,
etcétera, que uno pueda conocer de todo, porque en el fondo la idea es sustituir un poco a
los especialistas, porque todos podemos ser especialistas en la medida que tengamos acceso
a la educación, y en ese sentido te invierto la pregunta, no es lo que nosotros tenemos que
decir respecto a la salud, educación, etcétera. Son los mismos médicos, la misma gente, los
mismos usuarios son los que tiene que definir qué es lo que se necesita para que la salud
cambie.”
Entrevista German. Lorenzo Arenas. 29 mayo 2015
Tema 1: Percepciones de la violencia
Entrevistador: ¿Cómo conociste el anarquismo?
G: “O sea el cómo, básicamente por cierta literatura y prensa. Siempre prensa que tuvo un
realce a principios del dos mil, a partir de lo que he investigado también. Pero que se
empezó a ser fuerte, quizás en mi círculo, en la época del liceo. Hablando por ahí, del dos
mil dos, dos mil tres, cuando estaba en el liceo, y empiezan un par de amigos a llevar un par
de boletines de ese tipo. Yo venía con cierta experiencia de participación allá en Coronel,
en donde eran las bases de la JOTA, Juventudes Comunistas, y de la cual estábamos todos
hartados de la burocracia interna del partido. Nos habíamos salido en masa un grupo de
como quince amigos, y estábamos como ahí, en la nebulosa de tener inquietudes sociales,
pero estar descontentos con la forma de organización tan burocrática que manejan esas
organizaciones. Y justo en eso llegan a mis manos, ciertas revistas, fanzines que le llaman,
que eran como bien amateurs, no eran revistas como son las que podemos ver ahora, pero
llegan esos boletines y ahí me empiezo a enterar un poco de esto, del anarquismo, de uno
de esos jóvenes que me pasaba cosas, a partir del interés que yo prestaba por esos
boletines, me preguntó si quería participar de una actividad que tenían, que era una especie
de conversatorio sobre unos temas, conversatorios abiertos. Y claro, fuimos, y de ahí como
que empecé a participar más, porque me pareció bastante interesante, de hecho el
conversatorio que se hizo en el TASYS, cuando el TASYS funcionaba en el centro. Y
claro, este cabro era de KAL, del Kolectivo Anarquista Local, pasaron unos meses hasta
que entre al colectivo y de ahí empecé una, toda una serie de experiencia, así que por ahí, si
es por preguntar cómo fue a partir de prensa, de prensa y difusión en el liceo.”
E: ¿Cuál es tu percepción de violencia?
G: “Yo creo que la violencia es una constante tensión, porque por una parte, aunque quizás
parezca demasiado estructuralista por ahí decirlo, pero la violencia hay que entenderla
como una forma en el que Estado impone ciertas normas de convivencia y las defiende. Es
decir, la violencia pa’ empezar proviene de un sistema que no es natural, que es el sistema
capitalista, patriarcal, que necesariamente tiene que defender ciertos privilegios a partir del
monopolio de la violencia, como se le llama, el monopolio en el uso de la fuerza a partir de
los aparatos de seguridad y de orden, es que ejerce violencia, por ejemplo, los sectores que
se rebelan contra el orden, eh, pa ‘empezar yo pienso que la violencia es estructural. Ahora,
hay, por ahí se avanza en las preguntas, pero hay un tema de la violencia quizás desde los
movimientos sociales, que yo creo que es como una especie de respuesta a una violencia
que ya está planteada desde el Estado, porque, o sea la violencia, nadie quiere la violencia,
ningún sector político propone la violencia como no sé, como medio irracional, o un acto
irreflexivo, yo creo que lo que tenemos en nuestras sociedades es una apropiación de la
violencia por parte del Estado, que es para resguardar ciertos intereses. Entonces yo creo
que la percepción que tengo de violencia, es un pilar estructural del Estado, un pilar
estructural del capitalismo, e que de hecho no podía ser de otra manera, y que llega a punto
de, no sé, de cristalización de cuando suceden golpes de Estado, se institucionaliza la
violencia cotidiana con presencia de los militares en las calles, que esa es como antes del
desborde social, del descontento ya se desnuda por así decirlo la verdadera función de las
Fuerzas Armadas y del orden, entonces, ¿cómo desglosaría el concepto violencia? Yo lo
desglosaría en la violencia estructural, por así decirlo, que está ahí presente todo el tiempo,
y quizás esta otra violencia que emerge como respuesta, que alcanza momentos álgidos,
como por ejemplo la politización de la sociedad chilena en el siglo XX, que desemboca en
él, en el choque de fuerzas, y obviamente acá, ni siquiera fue choque de fuerzas, fue un
aplastamiento de una fuerza que tenía armas, y otra que no. Eso.”
E: ¿Estás de acuerdo con el uso de la violencia (sea esta simbólica, directa, etc.) dentro
de las practicas anarquistas? ¿Se pueden definir como violencia simbólica?
G: “Yo creo que estar de acuerdo con el uso de la violencia, yo creo que, entenderlo, o sea
igual nuestro contexto chileno da, da para harto análisis de esto, porque la violencia no
tiene que ser un fin. Yo creo que la violencia es una, la violencia política, por así decirlo, de
los sectores revolucionarios, entre ellos el anarquismo, eh, es un medio, un medio, y que no
se tiene distintas vertientes, porque hay, violencia por ejemplo, en lo que podría ser en una
marcha atacar a efectivos o a carros policiales, otra violencia como lo que proponen ciertos
grupos, que son en Santiago, como por ejemplo poner bombas en bancos. Entonces hay
como, hay como, ciertos contextos en Chile para analizar esto de la violencia, que yo creo
que están un poco caricaturizados en una especie de fetiche de la violencia, como eh, medio
y fin. O sea. Yo creo que hay una tendencia de hecho, de ciertos sectores anarquistas, no de
Concepción, mayoritariamente de Santiago, a entender la violencia como un fin en sí
mismo, como que por el acto mismo de la violencia, ya estoy logrando el objetivo deseado,
y yo creo que no, como está el manejo de los medios de comunicación, el acto violento ,
que puede tener una, quizás tú le preguntai al tipo, al compadre y tienen tremenda
explicación, pero en términos prácticos, la sociedad, y la prensa y todo el mundo lo ve
como un acto desenfrenado, irracional, que no tiene nada de social ni revolucionario.
Entonces yo creo que, el uso de la violencia hay que, hay que no tomarlo con tanta
liviandad no superficialidad, porque te puede jugar en contra el uso de la violencia, o sea la
gente, la sociedad tiene tan internalizado que la violencia es mala, y que solo la violencia
legítima es la que proviene del Estado, o sea si hay desmanes tiene que proceder
Carabineros, y eso la sociedad lo entiende, lo comparte. Ahora, el uso de la violencia,
también tiene que estar en relación a la correlación de fuerzas, porque, por ejemplo, sino
hay un movimiento social que avale el uso de la violencia, esto se vuelve contraproducente
porque se, se cae en una especie de vanguardia política, que hace acciones violentas,
totalmente descontextualizadas del mundo social, y que de hecho provoca que ese mundo
social, rechace esa vanguardia. Entonces, yo creo que el uso, estar de acuerdo o no con el
uso de la violencia, yo creo que dentro de la práctica anarquista, no creo que se dé una
discusión de estar de acuerdo o no con el uso de la violencia, sino que yo creo que es el
cómo utilizarla, porque en todo proceso revolucionario va haber un choque violento con
quienes defienden el orden, entonces yo creo que tiene que ver con el cómo se analiza, por
ejemplo desde el anarquismo los momentos adecuados para ejercer la violencia, los método
adecuados, los objetivos. Pero me opongo al uso de la violencia como medio y fin, al
fetiche de la violencia como algo que tiene que estar todo el tiempo, que el conflicto
permanente, de hecho es súper contraproducente, porque genera bajas, hay muertos, gente
que sufre accidentes gravísimos, y ¿al final del día que hay?, no conseguiste nada, de hecho
conseguiste un estigma negativo de la sociedad, y por ahí, compañeros que no están.
Entonces, no sé, creo que hay una, una especie de fetiche irreflexivo, por eso, insisto, para
el caso de Concepción no es así, en Concepción no hay núcleos que reivindiquen el uso de
la violencia como pasa en Santiago, como que revientan al año más de cien bancos. Acá no
pasa eso.”
E: ¿Cuál para ti, sería el límite de lo público con lo privado, en relación a las acciones
que se realicen, sean estas violentas o no?
G: “Yo creo que esa es la lógica del atentado, ese es como otro tema a analizar como
aparte, porque es como la violencia que se puede dar en una marcha, que siempre va a ver
un grupo de personas que va a empezar a generar desmanes, porque eso ha pasado desde la
época de Jesucristo que hay desmanes, el mismo Jesucristo entró al templo y le botó la
mesa a los mercaderes, y eso está siendo un acto súper violento, echando a los mercaderes
del templo. O sea, siempre en una tensión social, que insisto, vivimos en una tensión social,
sobre todo en el Chile actual, van haber grupos que en una congregación, que en una
marcha por ejemplo, en una concentración, van a operar violentamente, el tema es como
entendemos y procesamos eso, esa violencia publica por así decirlo eh, diferenciada de esta
otra violencia de grupos que se articulan por ejemplo, pa poner un artefacto en un banco,
ese es otro tipo de violencia, ellos están viendo ese atentado, bueno, es cosa de leer los
comunicados, que entienden ese atentado como un acto político, yo tengo mi reserva y mis
diferencias con eso, porque encuentro que se arriesga mucho y se obtiene poco, o sea claro,
los bancos se supone que nos roban, y las tasas de interés y todo eso, pero no estamos
haciéndole un daño significativo a la banca, es un ventanal, una ventana no más, y para
lograrlo se pone en riesgo la vida de un compañero. O sea yo entiendo las razones, la ira,
todo eso, pero tengo mis reservas , mis reservas a operar así, creo que no, no tiene ni
siquiera el efecto esperado en las personas. Lo veo como, no sé, lo veo como distinto a
ciertas formas de entender la violencia como más social, la violencia política social, por
ejemplo, hay un tema, en las coyunturas, por ejemplo, hay ciertas coyunturas donde la
violencia es avalada por la población por ejemplo, yo me acuerdo cuando vino el escándalo
de las farmacias coludidas, y en ciertas marchas esos días en el centro en ese periodo,
cuando estaba el escándalo de las farmacias, la gente pasaba por el centro y tu podías ver a
señoras, a viejos tirándole piedras a las farmacias, o sea lo mismo que ves en todas las
marchas con cabros liceanos encapuchados, ahora lo veiai con señoras y viejos tirándole
piedras. ¡Era la misma imagen, pero en otro contexto! ¿Por qué? porque hay buen contexto
de que ciertas instituciones están acosadas, por ejemplo, ahora, por ejemplo una marcha que
justo pasa por afuera de Penta, de las oficinas de Soquimich, toda la gente va avalar la
violencia contra esas instituciones. Pero un bombazo equis a las dos de la mañana en el
centro, que no tiene ningún contexto de respaldo, no sé. Hay ahí, un contexto que posibilita
una aceptación del uso de la violencia. Si es que tu interés es posicionar el tema de la
violencia, yo creo que es un tema, para mí, es como súper es poco prioritario, yo creo que
hay un sinfín de tema que le competen al anarquistas, mucho más urgentes, que
preocuparse de etas cosas, no sé, hay que partir del hecho, por ahí dice un amigo de la
alfabetización política, primero partir de la concientización, de difundir ciertas ideas, ciertas
prácticas, son temas de prioridades. Claro, tu entrevistai a otro grupo, y te van a decir, la
violencia es el único medio, no estoy ni ahí con organizarme con la población, que está toda
alienada”. Bueno pero son perspectivas, son perspectivas, bueno, no sé, no soy un
violentista, como que haga fetiche del, de la violencia como un fin. Yo creo que es un
medio, que hay que saberlo ocupar. Por ahí hay una frase que dice que la revolución
necesita todo: papel, tinta, dinámica, pero el arte es como saber mezclarlo. Yo creo que esa
es la cosa ¿y se podría definir en violencia simbólica? Yo creo que sí. Por ejemplo esto de
los bancos, que pasa en Santiago, porque es un símbolo. Porque no pasa de una noticia, que
la prensa tergiversa, que genera efectos que todos ya conocemos, claro, ese tipo de uso de
la violencia. Cuando se pasa a entenderlo como fin se cae en eso de violencia simbólica.
Poco practica en ese sentido.”
E: ¿Crees que la violencia es por donde podemos canalizar el descontento social?
G: “Yo creo que el descontento social siempre va a tener episodios de violencia. Siempre
va haber enfrentamientos con las fuerzas del orden, o con empresas. Y creo que no es por
donde canalizar el descontento, sino es una de las vertientes de, de esta amplia gama de
manifestaciones sociales. Porque el descontento social si se queda en la fase de la
destrucción de símbolos o de instituciones creo que de hecho le quita el potencial
verdaderamente revolucionario que es crear una nueva sociedad. Yo creo que la violencia
no es, analizando un poco la pregunta , yo creo que no es la única manera de canalizar el
descontento. Sino que es una de las más viscerales una de las más rápidas en emerger, la
más instintiva por así decirlo. Pero no creo que sea medio y fin a la vez, insisto.”
Tema 2: Relación de la prensa con la realidad anarquista actual
E: En el año 2012 un grupo anarquista se adjudicó un ataque en una sucursal
bancaria, el Banco Itaú. ¿Qué piensas de eso?
G: “Yo creo que fue un montaje, porque ningún grupo anarquista se adjudicó eso. En la
prensa se indica pero no se dice que grupo es, no dicen que es el grupo tanto, tampoco ese
grupo lo hizo de nuevo, ni antes. Yo creo que eso estuvo mediado por lo que pasaba en
Santiago, en ese año fue muy potente, esto de los bombazos en el centro. Yo creo que fue
una estrategia un poco de tratar de mirarlo a expandir esta ola represiva a la segunda ciudad
más importante de Chile con este atentado. Que no surgió efecto porque nadie salió a
reivindicar eso. Tampoco a contestarle a la prensa. O sea yo pienso que fue un montaje, lo
que pasa en Santiago, de todos, de los cien bombazos al año, quizás cuántos de esos son
montajes. Claro, debe haber grupos que si lo hacen, se reivindican como antiautoritarios,
anarquistas. Pero por lo mismo como son actividades tan clandestinas, es fácil infiltrarlas.
Es fácil para la policía hacerse pasar por un grupo y hacer esto. Entonces, ¿Qué pienso de
eso? Pienso que fue un montaje que no les resulto. Bueno, lo logró posicionar en la prensa,
pero tampoco posicionó en Concepción de que “¡ah, los anarquistas andan poniendo
bombas!”. No eso no pasa acá.”
E: En nuestra revisión de prensa local hay vacíos de “historias anarquistas”, y cuando
se habla del anarquismo se hace desde un enfoque negativo. ¿Cuál es tu percepción de
ello?
G: “O sea yo creo que nunca la prensa oficial ha hecho, bueno no le corresponde tampoco
por cuestiones ideológicas, pero esto de las historias anarquistas, de las ideas anarquistas,
no son cubiertas en la prensa oficial ni burguesa por cuestiones obvias y cuando se habla de
ello es de un enfoque negativo. Yo creo que parte de eso es una guerra comunicacional, que
no le pasa solamente al anarquismo. Cuando tienen que hablar de cualquier otro sector
político un poco más revolucionario, es para hablar con connotaciones negativas. No van
hablar de la perspectiva anarquista con respecto a la educación, la pedagogía libertaria, que
propone ciertos cambios curriculares. No, no van hablar de los aspectos positivos del
anarquismo, esperarlo también es una ilusión. Pero yo creo que la percepción mía, de
porqué hay vacíos, es porque claro, no les interesa cubrir las actividades e ideas
anarquistas, y solo la van a tomar cuando puedan estigmatizar al movimiento.”
Tema 3: Proyecciones del anarquismo en Concepción
¿Seguirá teniendo el anarquismo una imagen parcelada y estigmatizada tanto por los
medios de comunicación y por la ciudadanía en general?
G: “Yo creo que esto depende solamente de los propios anarquistas, de los propios
compañeros y compañeras anarquistas, porque el hecho de que se tenga una imagen
parcelada, porque la imagen que se tiene la modela el poder, o sea, lo que entiende la
sociedad por anarquista es lo que la prensa le dice. Entonces creo que en la medida de que
las propias organizaciones anarquistas logren posicionar sus ideas en el plano social van a
lograr que la población tenga otra percepción de las ideas anarquistas, desarrollar más
actividades, más conversatorios más prensa, más propaganda, que logre posicionar que es
una perspectiva revolucionaria útil, amena, que propone un orden social armónico, en
libertad. Yo creo que eso, cuando logremos instalar las ideas anarquistas en el ámbito de la
ideas que se manejan en el corriente de las personas, yo creo ahí se va a poder combatir
esto de la imagen estigmatizada y parcelada, pero que eso, los medios de comunicación, lo
dejen de hacer de la noche a la mañana, o que tengan un giro, eso no va a pasar, aunque
tengamos un movimiento muy fuerte en lo social. Recordemos el anarquismo cuando
estaba muy fuerte en Chile en toda la primera mitad de siglo XX, con muy fuerte base
sindical y social, eh, y la gente entendiendo como era el anarquismo de redención social y
todo, la prensa igual seguía hablando, seguía haciendo montajes, como el montaje, el
atentado a la Iglesia de las Monjitas Pies Descalzos, que hay un libro bien bueno ahí, o sea
un texto de Mario Araya creo que es. Que claro, o sea, cuando incluso el anarquismo está
bien posicionado sigue el Estado inventando cosas para estigmatizarlo, o sea, desde la
prensa si, va a seguir siendo una imagen estigmatizada y lo va a dejar de hacer hasta que el
anarquismo logre posicionarse.”
E: Las nuevas formas en donde se debe sentar el anarquismo ¿son a partir del
estallido social nacional? ¿Cuál o cuáles son los aportes del anarquismo para la
localidad y para los movimientos sociales?
G: “Yo creo que el estallido social nacional, yo no sé qué es eso, porque no existe eso. No
existe, hay ciertos sectores que se han estado empezando a organizar, a reconstituir un
tejido organizativo del tejido chileno a partir de ciertas experiencias que vienen del dos mil
seis, y después el dos mil once, los pingüinos, con el tema de las cuestiones educacionales,
secundarios y universitarios, y que ahora quizás está tomando más vuelo con los casos de
corrupción y a los manifestantes en Valparaíso sobre todo. Pero ¿estallido social?, yo no le
llamaría estallido social, todavía no hay amplias capas de la población movilizada. Quizás
por ahí, lo que despunta con mayor interés analítico es lo que está pasando en el mundo
sindical. En el mundo sindical quizás como no pasó en todo los noventa, está empezando a
radicalizar sus posturas, pa’ empezar contra ciertos ejes del modelo neoliberal, y más
interesante aún, desde mi perspectiva, contra el sindicalismo, por así decirlo, intervenido
por el gobierno, o sea que está representado en la CUT, y ahora tenemos amplios sectores
del sindicalismo que rechazan esas formas de hacer la actividad sindical. Hay que nombrar
por ejemplo, lo que está muy fuerte, la Unión Portuaria del Bio Bio, la FENATS que está
actualmente en paro. Que junto a otros sindicatos levantan hace cuatro años lo que es el
primero de mayo paralelo, por así decirlo, como otro acto al que hace la CUT en el centro
de la ciudad, estos sindicatos lo hacen Talcahuano, entonces yo creo que, más que estallido,
se está tejiendo, se está recomponiendo los sectores populares, las dinámicas y las
organizaciones, pero muy lento. Y en ese sentido, las nuevas formas donde se debe sentar el
anarquismo, y cuáles son los aportes del anarquismo para la localidad y los movimientos
sociales, yo creo que son básicamente el insistir en la perspectiva antiestatal, el anarquismo
su vigencia, y hasta el día de hoy estamos hablando del anarquismo, es porque tiene una
actualidad tremenda en términos de entender la perspectiva revolucionaria desde un punto
de vista no estatal, si bien, después del decaimiento que tuvo el anarquismo en la primera
mitad del siglo XX, producto de la intervención del estado de bienestar, que quitó la
presencia o la potencia de los anarquistas en los sindicatos, ya que ahora los sindicatos eran
quizás mediados por la dirección del Trabajo, y el Estado se puso en la relación capital-
trabajo, pero a partir de toda esta, de lo que devino en el siglo XX, lo que fue toda una
perspectiva estatista de ver la revolución, si analizamos la estructura de los partidos,
comunista, socialista, el mismo MIR, toda una perspectiva leninista de ver el proceso
revolucionario que centraliza todo en el Estado, yo creo que esa vía está mostrando sus
fisuras internas, cada vez más capas de la población, de la gente que se moviliza, de la
juventud, está entendiendo que, o sea, está releyendo la literatura anarquista que cuestiona
al Estado como ente revolucionario, porque hay que entenderlo así, hay perspectivas que
hoy ven que en la toma del poder eh, en la creación de un Estado proletario, por así decirlo,
hay una perspectiva revolucionaria, y el anarquismo cuestiona profundamente eso. Intentó
edificar una sociedad a partir de lo no estatal como fue en España y la presencia anarquista
en la CNT. Entonces yo creo que la potencialidad del anarquismo, tanto para la localidad y
para los movimientos sociales, es incorporar una perspectiva del poder, o sea que resuelva
el tema del poder desde una perspectiva no estatal, desde una perspectiva que apela a la
creación de comunidades autónomas, y que discute con toda esta perspectiva de, del poder,
como algo a conseguir. Por ahí un edificio a tomar, un palacio que asaltar, y no; el
anarquismo propone la creación de relaciones, la creación de comunas, la creación de una
forma de entender la sociedad sin un ente centralizador. Por eso el anarquismo siempre
llama a las abstenciones a la elecciones, a anular, a organizarse, pero no cayendo en la
perspectiva estatista. Ese yo creo que es el potencial. Instalar una perspectiva
revolucionaria, totalmente radical a lo que maneja la izquierda. Por eso el anarquismo no es
de izquierda, el anarquismo no apela a la toma del poder, y no apela a la representatividad
dentro de las organizaciones revolucionarias. O sea, entendiendo izquierda y derecha como
un mecanismo propio de la democracia burguesa donde hay representantes del proletariado,
hay representantes de la burguesía. Y no, el anarquismo no quiere representantes, apela a lo
que se llama el confederalismo, que son relaciones horizontales entre todos los niveles de la
sociedad, pero que no caen en una centralización en un comité central, que democratiza,
que genera nuevas camarillas, todo lo que conocemos con los gobiernos de izquierda de
todo el mundo. Entonces yo creo que ese es la potencial aporte que pudiera dar el
anarquismo a los movimientos sociales, repensar el poder a partir de lo no estatal.”
E: ¿El anarquismo debe plantearse medidas reales y concretas para la sociedad?
¿Desde qué puntos debería trabajar el anarquismo local?
G: “Yo creo que buena la pregunta, porque medidas concretas y reales pa’ la sociedad, es
engañosa la pregunta, porque no creo que el anarquismo deba entenderse como a sí mismo
como un ente aislado de la sociedad, o sea no como: “ya, ahora están los grupos anarquistas
constituidos, somos un movimiento, ya ahora, nosotros vamos a decirle a la sociedad: “esto
es lo que pasa”. Eso es seguir con la perspectiva vanguardista, que no sé , por ejemplo, en
la perspectiva leninista se habla de la, no sé, de los profesionales de la revolución como
sujetos externos al pueblo, externos a la clase trabajadora, que le vienen a enseñar cómo
hacer la cosas, la vienen a dirigir, a conducir al pueblo. Yo creo que no. El anarquismo
siempre ha apelado que desde las mismas bases construir las organizaciones, construir las
propuestas. Entonces no es como que el anarquismo plantea medidas, el anarquismo lo que
si tiene es una forma de hacer las cosas, tiene ciertos ejes de acción, ejes programáticos, de
cómo poder llevar a cabo un proceso revolucionario. Pero no es una especie de receta que
lo cubre todo, y decir : “mira, sabes, que esto es, síganme” . No, apela a otra forma de
reconstrucción. Entonces, ¿desde qué punto debería trabajar el anarquismo local?, yo creo
que uno de los trascendentales, es el tema de entender la relación de por ejemplo, de la
sociedad con el medio ambiente. Chile está atravesado de toda su geografía de un sinfín de
problemas ambientales, desde termoeléctricas, hidroeléctricas, y otras actividades que
apuntan por ejemplo, las forestales hay que decir, pero apuntan necesariamente a la
contribución energética de las empresas del norte. Hay, o sea, más que otros países de
Latinoamérica, más lejos, tiene toda una infraestructura tanto, de maquinarias como de
infraestructura ideológica que apunta a que todos los territorios seamos tributarios de este
modelo exportador de cobre. Yo creo que el anarquismo podría posicionar las ideas de la
ecología social por ejemplo, de que son las ideas de que hay que proponer otro
entendimiento entre los propios seres humanos, y de los seres humanos con la naturaleza.
Entonces, yo creo que en el ecoanarquismo una potencialidad muy potente par el caso
chileno, quizás que podría tener más, más impacto que en otros países de Latinoamérica.
Entonces, desde puntos que debería trabajar el anarquismo local es hacer una correcta
lectura del periodo, una lectura política, y analizar cuáles son los temas relevantes. Los
temas relevantes con ahora como se afectan las comunidades. Las comunidades están
afectadas aquí en el Bio Bio, con las termoeléctricas en Coronel, el Proyecto Octopus, que
decir, Bulnes, con la termoeléctrica. Tenemos en el escenario de la octava región,
atravesado nuestra sociedad con el cáncer de las termos, y todo eso en relación al norte.
Entonces, yo creo que generar una apuesta a que la sociedad entienda esa relación, que por
ejemplo, propone el centralismo con respecto a la zona. O sea que nos llenemos de cáncer
para contribuir a las mineras del norte. Yo creo que no, a partir del entendimiento denlas
economías locales y los problemas locales, dejar de tener esa, esa dependencia, dejar de ser
tributarios de esa grandes empresas y apelar a la, a la comuna. Yo creo que es una vieja
idea, pero no por eso, obsoleto, o sea, apelar a que cada territorio decida qué hacer con sus
recursos. Ciertos puntos, yo los apuntaría en lo ecológico, como algo urgente dentro de la
sociedad chilena.”
E: ¿El eco anarquismo se gestó a partir de los noventa, o es una iniciativa reciente
dentro del anarquismo local?
G: “Yo creo que ha estado presente sólo en lo discursivo, en cierta literatura que anda
dando vuelta, pero le falta al anarquismo posicionar el tema ecológico, o la agitación
ecológica como algo urgente. Porque se sigue arrastrando con una perspectiva del
anarquismo clásico, por así decirlo, que es con el entendimiento de una lucha de clases
enmarcada en los parámetros clásicos, que burguesía contra proletariado, que claro es la
contradicción fundaméntela; pero también hay que entender que más allá de esas relaciones
sociales de producción, hay temas que son del escenario mismo, donde se desarrollan, que
es el medio ambiente. Más allá de que nos van a explotar en tal escenario o en tal escenario,
eso va a estar ahí. Pero también entender en cómo nos afecta en nuestra vida cotidiana.
Entonces yo creo, que si bien hay una especie de difusión de ideas entorno l eco
anarquismo, yo creo que falta instalarlo hasta dentro del mismo anarquismo, o sea, no
todos los compañeros y compañeras están sensibilizados con el pensamiento ecológico, que
quizás como le llama Murray Bookchin, el pensador norteamericano que teorizaba sobre el
eco anarquismo, la teoría social, que es la urgente necesidad de entender nuestra relación
con el medio, la relación de la sociedad. Por ejemplo, el plantea, la forma en la que se
organiza la sociedad, de manera jerárquica es la que se proyecta a la relación con el medio
ambiente. O sea, si tenemos relaciones sociales jerárquicas, obviamente vamos tener una
relación jerárquica con el medioambiente. En el que el humano se sirve del medioambiente,
y lo destruye en beneficio económico, yo creo que por ahí hay un potencial enorme. No
solo pal anarquismo, no somos una iglesia que buscan adherentes como no sé, los
evangélicos buscan más fieles. No. Lo que queremos es instalar discusiones, instalar ideas
para los mismos movimientos sociales, pero también pa’ la gente común, también, eso en lo
personal. Yo no creo en las vanguardias de los grupos, como que los grupos
revolucionarios. Yo creo que esto es transversal a toda la gente que no está en
organizaciones sociales de hecho, es mucho más, el noventa y nueve por ciento de la
población. Poco me interesa por ahí, hacer agitación dentro de los grupos ya movilizados de
izquierda, que tiene sus consignas, o tratar de discutir con ellos las perspectivas estatales.
Ellos ya tienen su esquema, yo prefiero agitar a las personas que no tienen una perspectiva
no muy clara políticamente por ahí. Insisto en eso, que un amigo lo desarrolla bien, que es
el tema de la alfabetización política, hay todo un tema en Chile que esta desconstituido el
sujeto popular, desconstituido el movimiento social y que por ahí hay que insertar ciertos
ejes de la discusión. Por ejemplo, el tema de la ecología social, yo creo, es de hecho es
súper fácil lograr la sensibilidad de la gente con esto que pasa con Octopus, lo que pasa en
las termos de Coronel, yo creo que esos son temas vitales. Desde mi perspectiva, de ahí que
haya gente que se quiera centrar en otros temas, pero yo veo ahí la potencialidad, y que
creo que le falta a los mismos anarquistas en tener un poco más el asunto, sacarse los
esquemas clásicos y apelar a otros temas, como el tema de la ecología social, o gracias a la
proliferación de los grupos feministas, que nosotros tenemos muy buenas relaciones con
algunos, o sea, buenas relaciones en lo teórico, que compartimos mucho, vivimos acá
juntos y todo. Difundir ciertas críticas que no son muy comunes en los parámetros clásicos
del anarquismo o de la izquierda. El tema de la crítica anti patriarcal, el de la ecología
social. Yo creo que son muy potentes para difundir en la población y ahí apostaría yo.”