Entrevista a Cyndi Lauper: "Dios bendiga a los argentinos por el matrimonio gay"

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A casi un mes de presentar en buenos aires su nuevo disco de blues, este ícono del pop recuerda sus agitados años ochenta. su rechazo al exitismo norteamericano y una promesa: hacer tango en su show porteño.

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LAUPER

A CASI UN MES DE PRESENTAR EN BUENOS AIRES SU NUEVO DISCO DE BLUES, ESTE ÍCONO DEL POP RECUERDA SUS AGITADOS AÑOS OCHENTA. SU RECHAZO AL EXITISMO NORTEAMERICANO Y UNA PROMESA: HACER TANGO EN SU SHOW PORTEÑO.

Por DENISE TEMPONE - Fotos: GENTILEZA HARVEY COMUNICACIÓN

“DIOS BENDIGA A LOS ARGENTINOS POR EL MATRIMONIO GAY”

CYNDI

gran maquinaria publicitaria y bajarse de la parafernalia pop. Mientras Michael Jackson se paseaba con barbijos y Madon-na bailaba desnuda frente a cruces, Cyndi oscurecía su tono de tintura y emprendía otro camino. A sus fans más fi eles eso no los sorprendió del todo. Ellos entendieron mejor que nadie la advertencia que excla-maba desde la tapa su producción más famosa. Ese disco que le abrió las puertas hacia el olimpo que pertenecía a solistas como Michael Jackson, Prince y David Bowie, se llamaba “Ella es tan inusual”. En una entrevista telefónica con 7 DIAS desde Río de Janeiro, la cantante explicó el plan de vida que la llevó a bajarse del fi r-mamento de divas, apagar los estridentes atuendos fl uorescentes de los ‘80 y con-vertirse en una cantante que prioriza la música por sobre la excentricidad. Cindy también habló de su nuevo disco, “Mem-phis Blues”, que volverá a traerla el 3 de marzo al país para hacer un show en el Gran Rex. Pero antes de adelantar deta-lles, aprovechó la ocasión para manifestar públicamente su admiración hacia la Ar-

Un vistazo a lo que se escribió acerca de Cyndi Lauper en este último tiempo arroja un resultado espeluznante. Las comparaciones con Madon-na, con quien protagonizó una especie de River-Boca en los ‘80 neoyorquinos, apare-cen en absolutamente todos

los artículos que hablan de su carrera. Y siempre se hace hincapié en las cosas que a ella le faltaron y a Madonna le sobraron para convertirse en una leyenda mundial. Se podría pensar entonces que la pequeña ex pelirroja (y “pelifucsia”, y “peliazul”...) habrá tenido que acostumbrarse a vivir a la sombra de la diva pop, como un karma imposible de transmutar. Ese es el primer error de concepción que el público tiene sobre Cynthia Ann Stephanie, “Cyndi” Lauper. No se considera la posibilidad de que alguien en su sano juicio haya renun-ciado a la escala más grande de fama y for-tuna por simple elección. Esta diminuta estrella que mandó el sueño americano “al demonio” encontró el modo de frenar una

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gentina por haber legalizado el matrimo-nio gay, comunidad de la cual es abande-rada desde los inicios de su carrera. “Dios bendiga a los argentinos. Qué país tan maravilloso. Es admirable la grandeza de una nación que reconoce a todos sus ciu-dadanos como iguales”, exclama con su inconfundible voz.–¿Tu gran entendimiento del mundo gay vie-ne porque te costó asumir tu heterosexuali-dad?–Es cierto. Cuando tenía 13 años mi her-mana Ellen me confesó que era lesbiana. Al poco tiempo mi mejor amiga me dijo lo mismo. Ellas eran las personas más cerca-nas a mí y cuando salían miraban chicas.

“TUVE QUE PENSAR UNA MANERA DE DISFRUTAR LA MÚSICA, LAS

GIRAS, ESTE AMBIENTE Y AL MISMO TIEMPO TENER UNA VIDA NORMAL. ME SALIÓ BASTANTE BIEN Y POR ESO ME CONSIDERO EXITOSA. LOGRÉ TENER LA VIDA

QUE YO QUERÍA, MÁS ALLÁ DE LOS CHARTS Y LOS PREMIOS”.

Elogiaban los atributos femeninos y yo aprendí a percibir la belleza en otras mu-jeres de manera completamente natural. Durante años estuve a la espera de encon-trar a la chica para mí pero eso jamás pasó. Cuando me gustó un hombre en serio por primera vez se los tuve que decir y sentí que las decepcionaba. Por suerte luego me aceptaron (risas).–Tu imagen en la juventud era fuerte y escan-dalosa. ¿Asustabas a los hombres por esos días?–Creo que asusté a todos en los ‘80. La gen-te tenía la mente más cerrada. Muchas ve-ces me preguntaban escandalizados: “¿Vos sos feminista?”. Y yo decía: “¿Qué clase de

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–Contrario a la mayoría de las cantantes ac-tuales, tu concepción de lo sexy nunca tuvo que ver con lo sexual en sí. ¿Podrías descri-birme qué cosas te parecen sensuales?–Bueno, hoy cualquiera diría que lo sexy está en un cuerpo ideal pero yo no creo que sea así. Me gusta la gente con actitud, que se divierte con su imagen y se anima a expresar lo que siente. Cuidar el cuerpo es importante. Yo hago deportes pero no obsesivamente. Necesito estar en contacto con mi cuerpo pero no operarlo o injertar-le cosas. Pienso que si uno cuida su cuer-po, su cuerpo lo hace con uno. Cuido cada aspecto de mi salud y mi persona para rendir al máximo.–Generaciones enteras de chicas que que-rían aprender a cantar se quedaron afónicas intentando llegar a tus agudos. ¿Cómo los preservaste durante tantos años?–La gente no lo sabe pero los cantantes tenemos que tener disciplina. Yo vocali-zo con un profesor tres veces por semana vía Skype. Nos vemos las caras en la com-putadora y él me dice qué estoy haciendo mal. Yo anoto todo en un cuaderno. Soy meticulosa. Me gusta preservar mi voz y mi salud. Tengo un hijo de 16 años, es ju-gador de hockey y me encanta llevarlo a los partidos, gritar y alentarlo como cual-quier madre normal, en jogging y zapati-llas. Para eso tengo que tener un estilo de vida saludable, no entregarme a este am-biente que puede ser tan loco a veces.–Debe haber sido muy loco en los ‘80, cuando fue tu explosión mundial...–Recuerdo esos días con gran confusión. No me tomó mucho tiempo darme cuenta

de que no puedo vivir para el afuera, para la pose. Yo quiero poder caminar con la gente común, por calles comunes, tener problemas comunes. Mi rol como artista implicaba relacionarme con gente común en un nivel de comunicación ordinario, yo no puedo perder ese hilo relacionándome sólo con celebridades. Al principio de mi carrera yo tenía que huir de la gente y eso me parecía triste. Era una gran paradoja, cantar para comunicarme pero vivir in-comunicada. Yo tuve que bajarme de todo eso, pensar una manera de disfrutar la música, las giras, este ambiente y al mismo tiempo poder tener una vida normal, con valores reales. Creo que me salió bastan-te bien y por eso me considero una mujer exitosa. Logré tener la vida que yo quería, más allá de los charts y los premios.–¿De qué modo este nuevo disco refl eja esa libertad con la que construiste tu vida?–Para comenzar, es un disco de blues. Creo que logré tener la libertad como can-tante de poder incursionar en diferentes géneros. Creo honestamente que este es el disco que cualquier cantante sueña tener. Cuando uno es joven y está dando sus pri-meros pasos en una banda es difícil escu-char al otro, todo el mundo desea mostrar-se. A mi edad uno aprende a comunicarse realmente con el resto de la banda, apren-de a conectarse. De eso se trata la música.–¿Podrías anticiparnos alguna sorpresa de sus shows en Buenos Aires?–Sólo que estoy buscando un buen acor-deonista para sumar a mi show local. Amo el tango y quiero tener aunque sea un poquito de eso en mi visita a la Argentina.

S

“CUALQUIERA DIRÍA QUE LO SEXY ESTÁ EN UN CUERPO IDEAL PERO YO NO CREO QUE SEA ASÍ. ME GUSTA LA GENTE CON

ACTITUD, QUE SE DIVIERTE CON SU IMAGEN Y SE ANIMA A EXPRESAR LO QUE

SIENTE. NECESITO ESTAR EN CONTACTO CON MI CUERPO PERO NO OPERARLO O

INJERTARLE COSAS”.

pregunta es esa? Claro que soy una femi-nista, quiero tener los mismos derechos que un hombre”. A fi n de cuentas, se trata de ser un ciudadano como cualquier otro. Por eso entiendo y defi endo el matrimonio gay. Ustedes, los argentinos, no tienen idea del gran acto que acaban de comenzar. Su decisión ya empezó a afectar al resto del continente. Y eso me alegra, yo siempre defendí esa posición. ¿Asusté hombres? ¡Sí! ¿Dije cosas políticamente incorrectas? ¡Si! ¿Fui demasiado torpe o escandalosa para dar a conocer mi opinión? ¡Seguro! Pero soy una obra en progreso y el movi-miento implica eso, generar reacción en tu entorno.