Ensayos de La Historia de Maipú

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ALCANCES SOBRE EL ORÍGEN HISTÓRICO DE MAIPÚ Fuente: Extracto de “Ensayos de la Historia de Maipú. Material para la formulación del Currículum Escolar”. Autor Camilo Montalbán Araneda. Editores: Codeduc - Corporación Municipal de Servicios y Desarrollo de Maipú y ECO - Educación y Comunicaciones. 1996. 147 pp. “No se llamaba tampoco Maipú, sino villa Espejo” 1 “Es cierto que siguió llamándose Lo Espejo, posiblemente hasta muy cerca de la fundación de la Ilustre Municipalidad que comienza a funcionar en 1891” 2 s un hecho cierto la simbólica relación entre la batalla de Maipú librada el cinco de abril de 1818 y la comuna y más tarde, villa Maipú, hoy floreciente y pujante comuna con características de gran núcleo urbano o micro-ciudad en proceso de conurbanización con el “gran Santiago”. Esta simbólica relación debe entenderse en el sentido de que las tierras de las haciendas del Bajo y de Lo Espejo fueron a la vez escenario de la batalla y posterior creación de la comuna y villa de Maipú. Cabe recordar que las haciendas de El Bajo, Lo Espejo y las tierras de Lepe o llanos del Maipo fueron legadas por don Pedro del Villar al Hospital San Juan de Dios. En su conjunto abarcan aproximadamente unas 20.000 cuadras. Durante el período de la independencia la hacienda Lo Espejo estaba arrendada por don Fernando Errázuriz Aldunate, específicamente hacia el año 1818. Al año siguiente, por acuerdo del Senado se vendieron unas 4.000 cuadras, precisamente a don Fernando Errázuriz. El mismo Senado en 1821 acordó parcelar el resto de estas tierras vendiéndolas en subasta pública. En esta parcelación estaban incluidas las tierras denominadas de Lepe o llanos del Maipo. 1 Entrevista a Carmen Luisa Correa (vecina de Maipú desde el año 1871) 2 En Téllez Yáñez Raúl. Historia de Maipú, pág., 71 Editorial Antártica. Santiago 1981. E

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un ensayo sobre la historia del templo votivo de maipú

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ALCANCES SOBRE EL ORÍGEN HISTÓRICO DE MAIPÚ

Fuente: Extracto de “Ensayos de la Historia de Maipú. Material para la formulación del Currículum Escolar”. Autor Camilo Montalbán Araneda. Editores: Codeduc -Corporación Municipal de Servicios y Desarrollo de Maipú y ECO - Educación y Comunicaciones. 1996. 147 pp. “No se llamaba tampoco Maipú, sino villa Espejo”1 “Es cierto que siguió llamándose Lo Espejo, posiblemente hasta muy cerca de la fundación de la Ilustre Municipalidad que comienza a funcionar en 1891” 2

s un hecho cierto la simbólica relación entre la batalla de Maipú librada el cinco

de abril de 1818 y la comuna y más tarde, villa Maipú, hoy floreciente y pujante

comuna con características de gran núcleo urbano o micro-ciudad en proceso de

conurbanización con el “gran Santiago”.

Esta simbólica relación debe entenderse en el sentido de que las tierras de las haciendas

del Bajo y de Lo Espejo fueron a la vez escenario de la batalla y posterior creación de la

comuna y villa de Maipú. Cabe recordar que las haciendas de El Bajo, Lo Espejo y las

tierras de Lepe o llanos del Maipo fueron legadas por don Pedro del Villar al Hospital

San Juan de Dios. En su conjunto abarcan aproximadamente unas 20.000 cuadras.

Durante el período de la independencia la hacienda Lo Espejo estaba arrendada por don

Fernando Errázuriz Aldunate, específicamente hacia el año 1818. Al año siguiente, por

acuerdo del Senado se vendieron unas 4.000 cuadras, precisamente a don Fernando

Errázuriz. El mismo Senado en 1821 acordó parcelar el resto de estas tierras

vendiéndolas en subasta pública. En esta parcelación estaban incluidas las tierras

denominadas de Lepe o llanos del Maipo.

1 Entrevista a Carmen Luisa Correa (vecina de Maipú desde el año 1871) 2 En Téllez Yáñez Raúl. Historia de Maipú, pág., 71 Editorial Antártica. Santiago 1981.

E

Sobre la base de esta primera autorización legal para realizar una parcelación de tierras

del 9 de febrero de 1821; el historiador local Raúl Téllez pretende avalar su tesis de que

el acta de nacimiento de Maipú, se situaría el 16 de febrero de 1821, cuando el

presbítero Tomás Vargas y Arcaya, uno de los superintendentes de la obra Templo del

Carmen o capilla de la Victoria, oficia al Director Supremo O’Higgins solicitando

terrenos para una nueva población que concuerde y progrese con la obra del templo.

Parte del oficio expresaba: “…No cumpliría con el cargo de Superintendente de la obra

del nuevo templo de la Victoria dedicado a nuestra madre y señora del Carmen si no

tratara de su progreso y adelantamiento, ni llenaría tampoco los deberes de la obligación

que me imponen las confianzas con que me ha honrado V.E. si no aspirara al más breve

efecto de la nueva población que justamente debe conformarse en aquel lugar”

“Si aprobando V.E. el establecimiento de esta población decretada a consecuencia del

expediente que se substanció con las formalidades de estilo que se han señalado para

ellas las sesenta cuadras que deben venderse en subasta pública para los objetos que ha

tenido presente la bondad de V.E. será de necesidad que a la mayor brevedad se decrete

la enajenación de estos sitios”.3

La autoridad de la época accedió formalmente a tal solicitud en el mismo sentido que lo

había hecho la Superintendencia de la capilla, es decir, sesenta cuadras de tierra

distribuidas para una nueva población.

A mi modo de ver, sostener que la “fundición” de Maipú corresponde al acto mediante

el cual, el presbítero Tomás Vargas y Arcaya, solicitó sesenta cuadras de terreno para

una nueva población que acompañara al progreso a la patrona de Chile, es por decir lo

menos, aventurado.

3 IBID, pág. 66

La medida propuesta por el Senado conservador y dictada por O’Higgins en 1821, debe

inscribirse en un proceso más amplio y con otro sentido. La medida de parcelación de

tierras, dictada por O’Higgins debe entenderse como una de las tantas acciones para

transformar la sociedad colonial. En este proceso modernizador se inscribían también

las obras de regadío; en este caso las obras del canal del Maipo. Las haciendas de El

Bajo, Lo Espejo y los llanos de Lepe o llanos del Maipo, constituían y constituyen ricas

tierras agrícolas. Empleando un término agrícola colonial eran de “pan dar”. Estas tres

haciendas constituían alrededor de 20.000 hectáreas, con la singularidad de pertenecer

al Hospital San Juan de Dios, por consiguiente podían ser arrendadas o vendidas como

un todo, o simplemente, subdivididas en hijuelas de 25 cuadras aproximadamente cada

una.

La ley que permitía la parcelación de estas tierras indicaba: “…en el centro de estos

terrenos se reservarán treinta y seis cuadras para la formación de una villa en que ha de

colocarse una parroquia y escuela de primeras letras completándose hasta el número de

cien cuadras para que las restantes se reserven para propio de la villa y, en los sitios que

han de darse y distribuirse con el objeto de la formación de la villa, serán preferidos los

militares y las viudas de los defensores de la patria. El camino común y público deberá

pasar por la plaza de la villa” 4

Si relacionamos la solicitud de Tomás Vargas y Arcaya con los objetivos de esta

parcelación y el contexto en el cual se dio, encontramos que la única relación estaba

dada por la intención de construir la capilla de la Victoria.

El 7 de mayo de 1818, O’Higgins decretó la construcción de la capilla de la Victoria en

cumplimiento del voto formulado de elevar un santuario de la patrona de Chile en el

lugar en el cual se sellara la independencia. El decreto vio la luz pública en la gaceta

ministerial N° 41 del 23 de mayo de 1818 y expresaba: “La inmaculada Reina de los

ángeles, fue jurada patrona de las Armas de Chile, primero por el voto general de ese

pueblo, por haber experimentado su protección con el restablecimiento del estado, que

yacía bajo la opresión de los tiranos, mediante el esfuerzo del Ejército Restaurador de

los Andes, y, después, el 14 de marzo último, por el acto solemne en que concurrieron

4 IBID, pág. 65.

las corporaciones y un universo pueblo en la Santa Catedral, al objeto de ratificar, como

ratificaron expresamente aquel juramento ofreciendo erigirle un templo en el lugar

donde se diese la batalla a que nos provocó el general enemigo Osorio” 5

La primera piedra de la capilla de la Victoria fue colocada en Noviembre de 1818, en

ceremonia presidida por O’Higgins y San Martín y otras altas autoridades civiles y

eclesiásticas de la época.

Detengámonos en este punto: ¿Se construyó realmente la capilla de la Victoria? ¿Se

hizo la parcelación de sesenta cuadras para instalación de una villa que acompañara el

progreso de la capilla de la Victoria? o más simple, ¿Se parcelaron las tierras de la

hacienda El Bajo y Lo Espejo?6

La respuesta, evidentemente es, no. De partida O’Higgins, en enero de 1823 abdicó y

partió al destierro. Transcurrieron treinta y siete años, vale decir 1855, para que recién

se iniciara la real construcción de la capilla de la Victoria a iniciativa y apoyo financiero

del Presidente Domingo Santa María, asiduo visitante del fundo Rinconada de Maipú.

La capilla de la Victoria sólo fue inaugurada en abril de 1892, es decir poco después de

la creación de la Municipalidad de Maipú. Sólo en el año 1842, en el congreso Mariano

realizado ese año se acordó ratificar el voto de los libertadores y convertir la capilla en

santuario de la Virgen del Carmen, de otra manera, el Templo Votivo de Maipú7.

Templo inaugurado oficialmente el 24 de octubre de 1974.

Por otro lado, las tierras de las haciendas El Bajo y Lo Espejo, pertenecientes a don

Fernando Errázuriz, fueron heredadas y divididas entre sus herederos legales, recién

hacia 1842. A José Manuel Errázuriz le correspondió la hijuela “El Camino”, de

aproximadamente 810 cuadras; a Tadea Errázuriz, la hijuela “El Medio”, de unas 744

cuadras y a Pedro Errázuriz, la “Rinconada” con unas 2.099 cuadras. A Francisco Javier

Salas, su yerno, le correspondió la hijuela “Los Bajos”. Tadea Errázuriz, entre algunas

de las obligaciones testamentarias, se encontraba el de mantener un capellán en la

5 Bari, David “Bendición de la primera piedra del Templo Votivo de Maipú”. En revista Católica N° 914, pág. 256, Santiago de Chile. 6 Pérez, Joaquín “Un bando incumplido de reparto de tierras y otros bienes a los vencedores de Maipú”. En Revista Chilena de Historia y Geografía N° 137. 7 Bari, David Ob. Cit., pág. 258.

hacienda Lo Espejo, más precisamente en su heredad de “El Medio”. El capellán Juan

José Hurtado de Mendoza tuvo que ejercer sus funciones en Lo Espejo y no en la capilla

de la Victoria, “por existir allí tres muros sin techo”8

La subdivisión vía venta de hijuelas sólo se dio a mediados del siglo pasado,

específicamente con las hijuelas de El Camino (año 1861) y El Bajo (año 1877)9

Es necesario, asimismo, resaltar que el decreto que posibilitaba la parcelación de las

tierras en las haciendas de El Bajo, Lo Espejo y valle de Lepe, establecía la enajenación

de tierras destinadas a plaza, parroquia y escuela.

En la práctica, ninguno de esos componentes se dio en los terrenos mencionados; la

excepción fue la villa de San Bernardo. Sólo fueron intenciones. Ningún antecedente

preciso da cuenta de la creación de una plaza constituida como núcleo en el siglo XIX y

gran parte del siglo XX. Pensemos que la llamada Plaza Mayor de Maipú, en actual

remodelación, sólo fue construida en 1986. Antes existía allí una cancha de fútbol.

Menos existió una escuela, ésta fue fundada en 1910, en cambio, sí fue creado al menos

en el papel y primera piedra – un templo en homenaje a la Virgen del Carmen

denominado capilla de la Victoria, pero que sólo se inauguró en 1892.

La solicitud de parcelación de tierras para la creación de una población, hecha por

Tomás Vargas y Arcaya, sólo fue una declaración de intenciones al igual que la

respuesta entregada por la autoridad de ese entonces. En la realidad nada de ello ocurrió.

Las tierras de El Bajo y Lo Espejo, antecedentes territoriales de Maipú, eran haciendas

que permanecieron en manos de Fernando Errázuriz y sus herederos hasta mediados del

siglo XX, surcados por huellas o vías rurales: camino Real a Melipilla y acceso a

Rinconada, más caseríos aledaños a las casas patronales.

Antes de 1891, de ninguna manera se puede hablar de una villa, aldea o pueblo de

Maipú. Sólo a partir de 1891, específicamente en la creación de la Municipalidad de

Maipú estamos en presencia del inicio de Maipú como localidad y población.

El fiel testimonio citado en el epígrafe, por lo demás, no hace más que confirmar lo

8 Téllez, Raúl Ob. Cit., pág. 16 9 IBID, pág. 18

aseverado. Ante la pregunta “¿Había alcalde en aquella época?”, respondió: “No,

porque no era comuna, por lo tanto sólo existía el subdelegado y el juez. No se llamaba

tampoco Maipú, sino villa Espejo”10.

Precisamente, misiá Carmen Luisa Correa se estaba refiriendo a la existencia del

departamento de la Victoria, creado en 1834, que limitaba por el poniente con la

jurisdicción de Melipilla y comprendía la hacienda de Lo Espejo y las tierras de la

capilla, hasta el sector de El Llano (hoy día Esquina Blanca línea férrea y Av. Los

Pajaritos hasta Camino a Melipilla). Quedaban fuera las chacras de Chuchunco y

Pajaritos, que formaban parte del departamento de Santiago11. Posteriormente con la

creación del municipio en 1891, Maipú se compuso de las subdelegaciones rurales del

departamento de Santiago, de acuerdo a la nueva división política administrativa.

De acuerdo a los antecedentes recabados no existía ningún pueblo, caserío, villa o

ciudad con el nombre de Maipú o algo que se le pareciere. Revisado el censo oficial de

población del año 1875, en cuanto al departamento de Santiago y de la Victoria, no se

registra la existencia de una villa, aldea ciudad o pueblo de Maipú. Al respecto ver

cuadro Nº 1.

CUADRO Nº 1

Población de ciudades, villas, aldeas y lugarejos de los departamentos de Santiago y de

la Victoria en 1875.

DEPARTAMENTO DE SANTIAGO

Ñuñoa aldea 384 hab.

Renca aldea 250 hab.

Quilicura aldea 1.128 hab.

Lampa aldea 1.230 hab.

Til-Til aldea 646 hab.

Rincón aldea 304 hab.

Apoquindo baños termales 99 hab.

Baños Colina baños termales 259 hab.

Guindos lugarejo 326 hab.

10 IBID, pág. 71 11 Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, Geografía Administrativa de Chile Santiago. 1983.

Villa Seca lugarejo 99 hab.

Resbalón lugarejo 499 hab.

DEPARTAMENTO DE LA VICTORIA

San Bernardo ciudad 2.702 hab.

Talagante villa 2.292 hab.

Peñaflor villa 1.141 hab.

San José villa 1.597 hab.

Malloco aldea 343 hab.

Isla de Maipo aldea 785 hab.

Tango lugarejo 597 hab.

Fuente Censo General de la población de Chile: 19 de abril de 1875 Imprenta del

Mercurio Valparaíso, 1875.

De manera tal, que lo propio es hablar de Maipú como entidad política administrativa y

núcleo poblacional con identidad a partir de 1891, con la creación de la municipalidad

y, sobre todo, con la creación de la villa de Maipú en el año 1987, es más, es necesario

subrayar que sus inicios como núcleo poblacional son bastante esmirriados. El Maipú

tradicional y central no era más que un pequeño núcleo de población con funciones

agrarias inmerso en grandes y medianas propiedades agrícolas, situadas alrededor de los

terrenos de la capilla de la Victoria y adyacente al histórico lugar de “casas de Lo

Espejo”. A comienzos del siglo XX, el distrito denominado la Capilla, perteneciente a la

subdelegación N° 11, Maipú, tenía una población de 963 habitantes. El distrito de la

capilla sería el núcleo del Maipú central y tradicional12

Los extensos territorios del municipio de Maipú, aproximadamente 170 Km2,

albergaban en 1895 a 10.819 habitantes y en 1907 a 13.315 habitantes, dedicados

básicamente, a faenas agrícolas. Aún más, es preciso señalar que estos datos incluyen

territorios que posteriormente le fueron desagregados del municipio de Maipú,

12 Dirección General de Estadísticas y Censos. Censo General de población

especialmente la extensa subdelegación N° 9, Chuchunco, aunque ésta, posteriormente

le fue devuelta bajo la denominación de Las Rejas. Ver cuadro N°2.

De una atenta mirada al cuadro N° 2 se puede determinar que los territorios de

Chuchunco (posteriormente Las Rejas)y Pudahuel (Barrancas y luego Pudahuel) tienen

incidencia en esta cuenta poblacional, pero en esencia no integran y no tienen

coherencia con el desarrollo de Maipú central y tradicional; situación que hace más

desmedrada la fortaleza y presencia de Maipú como tal. La legislación recogió este

hecho en el sentido que por decreto del 6 de febrero de 1897 se creó la villa de Maipú: a

diferencia de otras situaciones en las cuales se concedió tal título a entidades de

población ya existentes. V. gr.: en 1895 se concedió título de villa al pueblo de Renca y

en 1847 se concedió título de villa al pueblo de Peñaflor.

En suma, los antecedentes disponibles indican que el origen y el desarrollo de Maipú

como localidad y villa, actualmente pujante micro-ciudad, no debe buscarse

artificiosamente, ni en el libertador Bernardo O’Higgins, ni en Tomás Vargas y Arcaya;

sino que debe relacionarse, primero con una política descentralizadora de corte liberal

parlamentarista que creó la Comuna Autónoma, dirigida por un poder local y electoral

apoyado en unos pocos mayores contribuyentes, y segundo, con procesos económicos

vinculados a la expansión económica de Santiago, expresada en términos del uso del

suelo agrícola y de conformación de vías de acceso a puertos adyacentes: Valparaíso y

San Antonio, ocupando y siendo Maipú necesaria encrucijada.

Tal planteamiento no significa negar la ligazón del territorio o, mejor dicho, del centro

territorial actual, con la batalla de Maipú y el voto del libertador con la patrona de Chile

en el “lugar donde se diera la batalla”. Pero ésta debe entenderse sólo en términos de

símbolo y homenaje a quienes rindieron su vida luchando por la libertad de Chile en

estas tierras que actualmente vivimos. Duro es decirlo: es imposible pensar el

surgimiento de una aldea o pueblo con el nombre de Maipú en torno a una construcción

de tres metros sin cubierta, que sólo fue terminada en 1892 y cuyo nombre era la capilla

de la Victoria.

En los documentos que se exhiben como prueba que el origen de Maipú está

íntimamente relacionado con el voto de O’Higgins a la patrona de Chile y a la solicitud

de parcelación de tierras hecha por Tomás Vargas y Arcaya, no existe ninguna alusión o

referencia a Maipú como villa o población. A lo más, hay referencias al ensanchamiento

del canal del Maipo. Es cierto que a la época se empleaba la denominación “Maipú”13;

pero esa denominación incluía las tierras de Lepe en el sector sur. Era una

denominación genérica y extensiva. Tal denominación incluía también las tierras sobre

las cuales la parcelación solicitada y efectuada por Domingo Eyzaguirre dio origen

efectivamente a la villa de San Bernardo, otrora fundada bajo el gobierno del libertador.

Muy distinta fue la situación de los terrenos de la capilla de la Victoria y de las casa de

Lo Espejo que dieron origen al municipio y luego villa, de Maipú.

El cambio de denominación o, mejor dicho, la transformación del villorio de Lo Espejo

al municipio y villa de Maipú, no hizo más que reconocer un hecho cierto: la batalla de

Maipú librada en la hacienda de Lo Espejo y culminadas en las casas de la hacienda

como una forma consagratoria debía dar nombre y perpetuarse en una entidad política

administrativa y poblacional que no existía hasta 1891, y ésa fue el municipio y villa

denominado Maipú.

CUADRO N°2

Población en los territorios del municipio de Maipú en 1895 y 1907

SUBDELEGACIÓN AÑO AÑO

N° NOMBRE 1985 1907

9 CHUCHUNCO 4.438 HAB. 6.523 HAB.

10 PAJARITOS 1.113 HAB. 945 HAB.

11 MAIPÚ 1.913 HAB. 1.911 HAB.

12 LAS LOMAS 2.001 HAB. 2.690 HAB.

13 PUDAHUEL 1.334 HAB. 1.246 HAB.

TOTAL 10.819 HAB. 13.315 HAB.

FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS.

CENSOS DE POBLACIÓN: 1835 y 1907.

13 Pérez, Joaquín Ob. Cit. , pág. 140

LA CREACIÓN DE LA

MUNICIPALIDAD DE MAIPÚ:

TERRITORIO Y POBLACIÓN

a fundación de la municipalidad de Maipú, debe entenderse en un contexto

referido a la creación de la institución de la comuna autónoma hacia 1891.

La guerra civil de 1891 y la derrota política y militar del Presidente Balmaceda y del

presidencialismo, dio paso abiertamente a las tendencias parlamentarias y

descentralizadoras.

En diciembre de 1891, el sucesor de Balmaceda, Jorge Montt, firmó el decreto que creó

195 municipalidades de Chile14.

Esta institución con su carácter autónomo tuvo una base territorial dada por la división

política-administrativa vigente. Precisar su territorio y sus diferentes agregaciones y

segregaciones, es básico para determinar su evolución.

En su origen, la comuna de Maipú comprendió las subdelegaciones rurales 9ª

Chuchunco, 10 ª Pajaritos, 11 ª Maipú, 12 ª Las Lomas y 13 ª Pudahuel.

Así planteada, esta conformación no nos entrega una visión real del Maipú originario.

Quizás el nombre de los distritos de las respectivas subdelegaciones nos entregue un

panorama más preciso y cercano.

14 Archivo del Ministerio del Interior, Vol. 1708. Año 1891 Decreto 22 de diciembre de 1891 Archivo Nacional, -Santiago de Chile.

L

Subdelegación 9 ª Chuchunco, Comprendía los distritos de: 1. Población Valdés 2. Cerrillos 3. Lo Tagle Subdelegación 10 ª Pajaritos, Comprendía los distritos de: 1. Las Rejas 2. Maipú 3. El Bosque Subdelegación 11 ª Maipú, Comprendía los distritos de: 1. El Encanado 2. La Capilla15 3. La Rinconada Subdelegación 12 ª Las Lomas, Abarcaba los distritos de: 1. Blanqueado 2. La Laguna 3. El Bajo Subdelegación 13 ª Pudahuel, Comprendía los distritos de: 1. El Sauce 2. El Noviciado 3. El Peralillo 4. La Punta De estos iniciales territorios de la comuna de Maipú, hay que distinguir el núcleo o

Maipú tradicional constituido por el distrito de la Capilla (capilla de la Victoria) cuyo

centro es la actual confluencia de Carmen y Cinco de Abril.

Esta conformación territorial del municipio de Maipú, perduró sin mayores alternativas,

hasta 1925. Por el decreto N° 30 del 9 de enero de 1925, se creó la comuna de Lo

Espejo en el territorio que correspondía a 9 ª subdelegación rural Chuchunco de la

comuna de Maipú. Ese mismo año, se dictó el D.L.N° 803 del 22 de diciembre que

organizó a las comunas de acuerdo a lo establecido en el artículo 93 de la constitución.

La comuna de Maipú quedó conformada por la antigua Subdelegación 10 ª de Pajaritos,

15 Territorios que conformaron la primitiva “villa” Lo Espejo que dio origen al municipio y Villa de Maipú

11 ª Maipú y 12 ª Las Lomas. En la reorganización administrativa del territorio

decretada bajo la dictadura de Carlos Ibáñez, Maipú permaneció con los mismos

territorios.

El año 1930 se suprimió la columna de Lo Espejo y sus territorios se repartieron entre

las comunas de Santiago, San Miguel, Cisternas y Maipú. Diversas leyes relativas a

gobierno interior dictadas entre 1947, 1960 y 1963, implicaron la anexión de sectores de

Maipú y San Miguel a la comuna de Santiago.

El proceso de regionalización llevado a cabo entre 1974 y 1982 significó una nueva

alteración territorial de Maipú. En efecto, mediante el D.F.L. 1-3260 de marzo de 1981,

se cercenaron territorios a la comuna a favor de las comunas de Cerrillos y Estación

Central.

Esta singular y continua variación territorial introduce cierta distorsión en términos

históricos y evolutivos. Sin embargo, hay que considerar que en lo principal, el núcleo

territorial político y económico ha permanecido inalterable. Sólo los territorios

geográficamente marginales han sufrido segregaciones (al respecto ver los croquis N° 1,

2 y 3).

Desde la perspectiva demográfica-económica inicial, se pueden establecer que una vez

fundado el municipio y abarcando cinco subdelegaciones rurales del departamento de

Santiago, la población alcanzaba unas 10.000 personas, pero en el núcleo de estos

territorios, vale decir, el distrito de la Capilla, a lo más vivían poco más de 900 personas

entre hombres y mujeres (ver cuadro N° 3). Situación que nos da cuenta de la existencia

de un pequeño poblado adyacente a las tierras de la capilla y orientado hacia el llamado

“cruce de Maipú”, es decir, la intersección del camino de los Pajaritos con el camino a

Melipilla y posteriormente con la estación ferroviaria. Poblado con funciones

eminentemente agrarias, el carácter rural predominante de la comuna se mantuvo sin

contrapeso hasta la década del sesenta, reforzado por la circulación de productos desde

Santiago a la costa. Era punto obligado por el camino a Melipilla y a Valparaíso, vía

cuesta Barriga y por el ferrocarril, primero a Melipilla y luego a San Antonio. El

municipio en esta primera etapa no era más que la resonancia de tal carácter. Claro que,

el propio municipio, hacia la década del cuarenta al cincuenta, fue creando las

condiciones para favorecer cambios en el carácter de la economía comunal.

CUADRO Nº 3

POBLACIÓN DE LOS DISTRITOS DE LA COMUNA DE MAIPÚ EN EL AÑO 1907 SUBDELEGACIÓN CHUCHUNCO 1.-POBLACIÓN VALDÉS 4.224 HABITANTES 2.-CERRILLOS 1.593 HABITANTES 3.-LO TAGLE 706 HABITANTES SUBTOTAL 6.523 HABITANTES SUBDELEGACIÓN PAJARITOS 1.-LAS REJAS 664 HABITANTES 2.-MAIPÚ 108 HABITANTES 3.-EL BOSQUE 173 HABITANTES SUBTOTAL 945 HABITANTES SUBDELEGACIÓN MAIPÚ 1.-EL ENCAÑADO 689 HABITANTES 2.-LA CAPILLA 963 HABITANTES 3.-RINCONADA 259 HABITANTES SUBTOTAL 1.911 HABITANTES SUBDELEGACIÓN LAS LOMAS 1.-EL BLANQUEADO 473 HABITANTES 2.-LA LAGUNA 380 HABITANTES 3.-EL BAJO 1.247 HABITANTES SUBTOTAL 2.600 HABITANTES SUBDELEGACIÓN PUDAHUEL 1.-EL SAUCE 608 HABITANTES 2.-EL NOVICIADO 145 HABITANTES 3.-EL PERALILLO 178 HABITANTES 4.-LA PUNTA 315 HABITANTES SUBTOTAL 1245 HABITANTES TOTAL COMUNAL: 13.225 HABITANTES

FUENTE: DIRECCIÓN GENERAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. CENSOS DE POBLACIÓN. AÑO 1907. Facilidades tributarias y administrativas de origen municipal fueron atrayendo la

instalación de industrias en el sector de los Cerrillos, a esto se unió la construcción del

aeropuerto de Cerrillos el año 1936. Asimismo, la municipalidad creó un servicio

municipal de agua potable con plantas propias, aprovechando las ventajas naturales de

la comuna en términos de la abundancia de napas subterráneas. Este conjunto de

acciones preparó el terreno para que la economía local de perfil adquiriera también un

perfil industrial. Las nuevas condiciones de económicas y de habilidad, naturalmente

impactaron en un crecimiento poblacional; la situación se presenta así: año 1930, 8.509

habitantes; 1960, 16.265 habitantes; 1970, 44.773 habitantes; año 1922, 256.000

habitantes16

La década del ochenta, aparte de consagrar un verdadero “boom demográfico”,

incorpora un nuevo perfil económico: comercial – financiero; situación cada vez más

creciente. El 65% de las actividades económicas están constituidas por las actividades

terciarias: comerciales, administrativas y financieras17

16 El año 1930, estadística registra populación con parte de territorios de Estación Central y Cerrillos. Año 1960, los 16.265 habitantes corresponden a los actuales territorios de la comuna, esto sin Cerrillos y Estación Central, pese a que todavía estos municipios no habían sido creados. 17 Rol de patentes año 1994 Ilustre Municipalidad de Maipú

FUNCIONES Y CARÁCTER DE SU DESARROLLO

l examinar los antecedentes estadísticos de las primeras cuatro décadas del siglo

XX, observamos claramente el perfil agropecuario de nuestra comuna y de su

núcleo. Poco más de 10.000 hectáreas estaban dedicadas a la agricultura, sobre todo, a

la actividad cerealera, especialmente trigo, que tenía salida, sea vía férrea, sea camino a

Melipilla, sea camino a Pajaritos. Precisamente, el nombre de esta vía caminera está

relacionada con la existencia de un camino que era utilizado para el transporte de

granos, lo cual acarreaba la presencia de millares de Pajaritos tras el preciado alimento.

Efectivamente, en las primeras décadas de este siglo, más de cuatrocientas hectáreas

eran destinadas al cultivo de cereales, sobre todo, trigo blanco. Hacia la década del

cuarenta, solamente en el rubro trigo, se sembraban más de 1.200 hectáreas (ver cuadro

N° 4)

CUADRO N° 4 SUPERFICIE AGRÍCOLA EXPLOTADA POR RUBROS EN LOS AÑOS 1915 Y 1937 RUBRO 1915 1927 1937 EMPASTADAS 5.527 Ha. 7.777 Ha. – ABONADAS 90 Ha. -- -- TRIGO 259 Ha. 647 Ha. 1.224 Ha. CEBADA 108 Ha. 66 Ha. 1.976 Ha. AVENA 14 Ha. -- -- FREJOLES 20 Ha. -- 204 Ha. PAPAS 27 Ha. 105 Ha. 100 Ha. ALFALFA 1.943 Ha. -- -- VIÑAS 35 Ha. 33 Ha. -- MAIZ 65 Ha. -- --

A

FORESTALES 28 Ha. 1.271 Ha. – FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. ANUARIO ESTADÍSTICO DE LA REPUBLICA DE CHILE AÑOS 1915, 1927 y 1937.

Esta producción agrícola tenía una salida natural vía ferrocarril, sin despreciar la

utilización del camino de los Pajaritos. Pese a que éste era catalogado de tercera

importancia por el índice de clasificación empleado por el Ministerio de Obras Públicas.

Hacia 1915, estaba en construcción un tramo de 12 kms, junto con el camino de Maipú

a “Rinconada de Lo Espejo” en un tramo de 10 kms y también catalogado como vía de

tercera importancia18.

La vía de mayor importancia para canalizar esta producción estaba en el ferrocarril de

Santiago a San Antonio. En 1907 sólo estaba construido el tramo de Santiago a

Melipilla y en 1915 el tendido alcanzaba a San Antonio.

En ambas situaciones Maipú se veía favorecido tanto como transporte de carga como

transporte de pasajeros. La estación de Maipú representaba en el año 1915, el 3.6% de

todo el movimiento de carga del ramal y el 15,25% del movimiento de pasajeros (al

respecto ver cuadro N° 5)

CUADRO N° 5

18 Anuario Estadístico de la República de Chile Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Imprenta y litografía Universo. Santiago. 1916.

MOVIMIENTO DE CARGA Y PASAJEROS POR ESTACIONES DEL RAMAL ALAMEDA SAN ANTONIO. EN EL AÑO 1915

CARGA ANUAL ESTACIÓN SALIENTE ENTRANTE TOTAL % ALAMEDA SAN ANTONIO 1.053.039 qq 1.028.385 qq 2.081.424 qq 100 MAIPU 57.607 qq 18.526 qq 76.126 qq 3.6 MELIPILLA 231.082 qq 08.166 qq 439.248 qq 21.1 MALLOCO 130.554 qq 48.099 qq 178.651 qq 8.5

PASAJEROS ANUAL ESTACIÓN SALIENTE ENTRANTE TOTAL % ALAMEDA SAN ANTONIO 552.035 467.459 1.019.494 100 MAIPU 77.384 84.377 161.761 15.8 MELIPILLA 78.243 82.883 161.126 15.8 MALLOCO 195.232 19.1 FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. ANUARIO ESTADÍSTICO DE LA REPÚBLICA DE CHILE. AÑOS 1915, 1937.

La primicia ferroviaria se mantuvo, por lo menos, las primeras cuatro décadas del siglo.

Esta situación fue animando la existencia del poblado localizado entre los terrenos de la

Capilla y la estación. Durante el período, marginalmente, se utilizaron vehículos de

tracción animal: carretas, carretelas. Al finalizar la década del treinta, se fue

conformando un pequeño transporte caminero (Ver cuadro 6).

CUADRO 6

PARQUE VEHÍCULAR EN LOS AÑOS 1915 y 1937 TIPO DE VEHÍCULO N° DE UNIDADES AÑO 1915 AÑO 1937 CARRETAS 230 68 CARRETELAS 40 425 CARRUAJES DE PASAJEROS 57 70 AUTOMÓVILES DE ARRIENDO -- -- AUTOMÓVILES PARTICULARES 01 110 AUTOBUSES -- 04 CAMIONES -- 52 MOTOCICLETAS -- 02 BICICLETAS -- 140 FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. ANUARIO ESTADÍSTICO DE LA REPÚBLICA DE CHILE. AÑOS 1915 Y 1937.

El perfil agrario de Maipú también estaba corroborado por el rol de avalúos, que

básicamente era rural. En el año 1915, la Dirección General de Impuestos Internos

consignaba 1.151 propiedades con avalúo de $39.528.898 y en 1929, estaban enroladas

651 propiedades. Tal diferencia se encuentra que a la fecha, a la comuna se le habían

segregado los territorios de la subdelegación N° 9, Chuchunco y N° 13 Pudahuel. El

avalúo de estas propiedades ascendía a $40.408.750. Las propiedades exentas eran de

índole urbana y correspondían a la categoría de municipales y eclesiásticas19. El año

1935 existían 2601 propiedades20.

El cuadro económico de comienzos y mediados de siglo, debe insertarse la presencia y

la acción del municipio como agente transformador de la realidad local en relación a sus

funciones y a la preparación y puesta en marcha de iniciativas, que a la larga provocarán

transformaciones profundas en nuestra comuna. Pero lo trascendente se relaciona con el

hecho de nuestra situación geográfica económica, adyacente y complementaria al

núcleo santiaguino. En la medida de la expansión capitalina, se irán conformando

procesos de cambio normal.

El municipio de Maipú desde el punto de vista de la cuantía de sus ingresos y gastos

anuales, constantemente ocupaba el tercer o cuarto lugar dentro de las municipalidades

19 Se incluye rol de avalúo de la comuna de Maipú del año, 1929, en el apéndice documental. 20 Dirección General de Impuestos Internos Rol de avalúos de la comuna de Maipú. Año 1929. Imprenta de la Gratitud Nacional, Santiago. 1930.

de Santiago, detrás de Providencia, Ñuñoa y San Miguel. Situación más o menos similar

a la actual.

El año 1915, con un presupuesto anual de $126.924, el 71,7% provenía del impuesto

territorial, denotando la existencia de vastas propiedades agrícolas. En cambio, en el año

1935, con un presupuesto de $200.011, el 49,8% provenía de impuestos y

contribuciones; situación, por lo demás, hasta cierto punto explicable, por el hecho de

que a la comuna se le quitaron territorios (Chuchunco y Pudahuel). Al mismo tiempo,

en ese mismo año, aumentaron los ingresos por derechos municipales que incluían

patentes comerciales, profesionales, bebidas alcohólicas, impuestos a las carnes

faenadas en el matadero municipal e impuestos a los carruajes. Aumenta al 22,4% del

total de ingresos. En cambio el año 1915, los derechos sólo representaban el 7,8%. De

suerte tal que, este proceso revelaba un cambio paulatino en el perfil de Maipú. Baste

recordar que en 1914 existían 38 establecimientos dedicados al comercio al por mayor y

menor, de estos 35 eran establecimientos mayoristas. En la década del cuarenta, el

comerció aumentó en más de un cien por ciento y corolario de ello fue que los medios

de transporte y carga, sin considerar al ferrocarril, más que se duplicaron.

También la evolución del presupuesto municipal da cuenta de una paulatina

transformación de Maipú. Sin ir más lejos, los datos a la vista sobre gasto en personal,

en un lapso de 22 años, proporcionalmente se mantuvieron en el orden del 43%, pero

con una orientación distinta.

En 1915, el municipio invertía el 34% de su presupuesto en policía de seguridad o, de

otra manera, una especie de policía rural municipal. El año 1935, tal ítem no figura,

pues de por medio está la fundación del Cuerpo de Carabineros en el año 1927 que

aglutinó las diversas policías existentes de la época. Si el gasto en personal ocupaba la

misma proporción, ello es clara indicación del aumento de la planta de funcionarios

municipales; hecho que indica una mayor complejidad e intensidad en las funciones

municipales (sobre el tema ver cuadro 7)

CUADRO N° 7

ESTRUCTURA DE INGRESOS Y GASTOS MUNICIPALES EN LOS AÑOS 1915 y 1935

INGRESOS ($M/L)

ITEM 1915 IMPUESTOS Y CONTRIBUCIONES $ 91.084 PATENTES COMERCIALES $ 2.000 PATENTES BEBIDAS ALCOHÓLICAS $ 2.038 IMPUESTO MATADERO $ 938 PATENTE CURRUAJES $ 4.988 RAMOS, MULTAS E INTERESES $ 7.203 INGRESO FUERA DE IMPUESTOS $ 14.558 VARIOS $ 4.090 TOTAL $ 126.924 ITEM 1935 IMPUESTOS Y CONTRIBUCIONES $ 99.691 DERECHOS MUNICIPALES $ 45.000 RENTAS VARIAS $ 50.610 BIENES MUNICIPALES $ 4.800 TOTAL $ 200.100

GASTOS ($M/L)

ITEM 1915 EMPLEADOS $ 9.240 POLICÍA DE SEGURIDAD $ 43.483 POLICÍA DE ASEO $ 2.420 ALUMBRADO PÚBLICO $ 1.671 PAVIMENTACIÓN CALLES $ 15.451 INSTRUCCIÓN PRIMARIA $ 1.000 BENIFICENCIA E HIGIENE $ 2.785 OTROS $ 42.248 EGRESOS FUERA DE PRESUPUESTOS $ 3.034 TOTAL $ 126.297 ITEM 1935 SUELDOS $ 36.900 PERSONAL CONTRATADO $ 10.000 GASTOS GENERALES $ 75.016 MATERIALES Y BIENES MATERIALES $ 6.500 GASTOS FINANCIEROS $ 4.800

PROTECCIÓN SOCIAL $ 2.723 CUENTAS PENDIENTES $ 49.072 LIBRE DISPOSICIÓN $ 10.000 IMPUESTOS $ 5.000 TOTAL $ 200.011 FUENTE: INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. ANUARIO ESTADÍSTICO DE LA REPÚBLICA DE CHILE 1915 y 1935. Ahora bien, la década de los cuarenta, en mi opinión, marcará una aceleración del

proceso de transformación que venía dándose en la comuna con la subdivisión de la

propiedad, con la aparición de un mayor comercio y circulación de bienes, con más y

nuevas funciones municipales y con la influencia de ejes de circulación de bienes y

personas. Este proceso fue reforzado por la inauguración del aeropuerto de los Cerrillos

el 30 de junio de 1936. Reforzamiento expresado en una mayor y nueva utilización del

suelo comunal y dinamización de la circulación de bienes y personas. Asimismo, en la

década del cuarenta se produjo en Chile, especialmente en Concepción y Santiago, un

auge industrial contextualizado en un modelo económico sustitutivo de importaciones.

Auge liderado por el estado a través de CORFO, pero con el concurso de los privados.

El auge industrial nacional, especialmente de Santiago, en Maipú, especialmente en el

eje de Camino a Melipilla, condiciones favorables para la instalación de plantas

industriales, proceso profundizado en el año 1959 con la construcción de un oleoducto

de 10 pulgadas de diámetro y una extensión de 120 kilómetros, cuyo terminal radica en

el Camino a Melipilla y trae productos tales como gasolina, kerosene, petróleo diesel y

propano líquido, desde la refinería de Concón y administrado por Sonacol, empresa

constituida por Esso, Copec y Enap.

En resumidas cuentas, facilidades tributarias municipales, vías camineras, vía férrea,

aeropuerto, terminal de combustibles, perfilan a Maipú, a partir de la década del

cuarenta al ochenta, como una comuna industrial más que agraria, en términos de

demanda de mano de obra, circulación de bienes y servicios, centro habitacional con

una acelerada dinámica y un cuantioso movimiento de capital que prepararán y

presionarán la ingente demanda de servicios sociales y públicos. Dando origen, a la

larga, al boom demográfico y a una nueva fase de desarrollo: comercial-financiero.

Proceso al cual asistimos como participantes y/o asombrados espectadores.

CONCLUSIONES

l caserío de Lo Espejo, escenario en el cual se selló el triunfo patriota y se

consolidó la independencia de Chile, con el correr de los años fue denominado

Maipú como municipio y luego villa, en los años de 1891 y 1897 respectivamente, en

homenaje a la gesta libertadora.

Antes de 1981, no se puede hablar de Maipú como villa, pueblo, aldea, caserío o

lugarejo, sino a lo más, como un hecho geográfico genérico y de uso extensivo: los

llanos de Maipo – Maipú.

Maipú, con entidad, con fisonomía propia y delimitada, tiene su origen el año 1891 y su

reconocimiento como entidad poblacional en el año 1897.

Desde su fundación, ha experimentado notables cambios en su conformación territorial.

Sobre todo aquéllos que se pueden denominar excéntricos. V gr.: Pudahuel y San José

de Chuchunco.

El núcleo de Maipú o el Maipú tradicional e histórico está constituido por los territorios

del distrito de la Capilla o capilla de la Victoria.

La localidad fue adquiriendo importancia y prestancia en la medida de recibir

influencias nacionales, como por ejemplo, la política de creación de 195 municipios,

uno de ellos Maipú y el proceso de industrialización y desarrollo demográfico nacional.

El municipio actuó como agente transformador de la realidad local, en función de sus

roles administrativos representativos y a la utilización de presupuesto.

En su desarrollo económico es posible advertir al menos tres fases bien marcadas, a

saber:

a. Etapa agropecuaria: 1891 – 1940 b. Etapa agro-manufacturera 1940-1985 c. Etapa industrial y comercial-administrativa

E

El origen y desarrollo no responde a fenómenos estrictamente locales, sino que más

bien nacionales. En este caso, su última fase reviste especial peligro por la pérdida de

identidad y raigambre comunal que conlleva este proceso; considerando que la mayoría

de nuestra población, ahora está constituida por “recién llegados” atraídos por las

adecuadas condiciones de habitabilidad que actualmente presenta la comuna.

El carácter del origen y de su desarrollo hace necesario conocer, contemplar y admirar

monumentos, relatos y arquitectura como una forma de reflexionar en torno a nuestras

raíces e incorporar de alguna forma ese pasado a nuestros quehaceres como ciudadanos

o vecinos maipucinos.

FUENTES DOCUMENTALES

1.- ARCHIVO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR. VOLÚMENES: 1708 – 1709 – 1935 – 1936 – 1937. ARCHIVO NACIONAL SANTIAGO DE CHILE. 2.- ANUARIO ESTADÍSTICO DE LA REPÚBLICA DE CHILE 1910 – 1937. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. 3.- CENSOS DE POBLACIÓN AÑOS 1875, 1895, 1907, 1930, 1960, 1970, 1982, 1932. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. 4.- ROL DE AVALÚOS DE LA COMUNA DE MAIPÚ. AÑOS 1929 Y 1935. DIRECCIÓN GENERAL DE IMPUESTOS INTERNOS. 5.- PLANO DE LA COMUNA – SUBDELEGACIÓN DE MAIPÚ. AÑO 1954. INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. SUB-DEPARTAMENTO DE CARTOGRAFÍA.

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS: 1.- BARI DAVID “BENDICIÓN DE LA PRIMERA PIEDRA DEL TEMPLO VOTIVO DE MAIPÚ”. REVISTA CATÓLICA. N° 914. AÑO 1944

2.- ESPEJO JERÓNIMO “EL SARGENTO VASCONCELOS. EPISODIOS DE LA BATALLA DE MAIPÚ”. ESTRELLA DE CHILE. N° 495. AÑO 1877 3.- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS. GEOGRAFÍA ADMINISTRATIVA DE CHILE, AÑO 1938 IMPRENTA I.N.E. 4.- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS ENTIDADES DE POBLACIÓN AÑO 1960.

IMPRENTA I.N.E. 5.- INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICAS Y CENSOS LOCALIDADES POBLADAS. AÑO 1970. IMPRENTA I.N.E. 6.- LIZANA ELÍAS. “¿CÓMO DEBIÓ DETERMINARSE LA BATALLA DE 5 DE ABRIL DE 1818 MAIPÚ O MAIPO?”. REVISTA CHILENA DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA N° 14. AÑO 1914. 7.- PÉRZ JOAQUÍN. “UN BANDO INCUMPLIDO DE REPARTO DE TIERRAS Y OTROS BIENES A LOS VENCEDORES DE MAIPÚ. SUS CONSECUENCIAS” REVISTA CHILENA DE HISTORIA Y GEOGRAFÍA. N° 137 8.- TÉLLEZ RAÚL HISTORIA DE MAIPÚ. ED. ANTÁRTICA. SANTIAGO 1981.

2° LUGAR

ESTAMPAS DE MAIPÚ

ANTIGUO

SEGUNDO ABRAHAM SANHUEZA BERRÍOS

CINCO DE ABRIL CON PAJARITOS

abrán ustedes que las cuatro esquinas polvorientas, recorridas por cabalgaduras y

carretas, eran habitadas por arbustos; zarzamoras que tenían hojas y alimentaban S

pájaros, alguna lagartija con cabeza inquieta contrastaba de la pereza circular de las

culebras.

Curiosos, los ojos infantiles se protegían en las ramas de algún árbol, cuando el pie

acusaba la presencia de algún roedor, las manos cogían la rama más cercana y la risa

unificaba el cuerpo desarticulado por la sorpresa. Volvía el silencio, visualizado en el

polvo del camino, que arrastraba a niñas perseguidas por el remolino – diablo,

protegidas por rezos nocturnos y cruces hechas con dedos tiesos.

LOS ALAMOS

esde 1891, año en que nació Maipú, han existido ilustres vecinos que la hacen

acogedora, relajada y hermosa.

Como un volantín flotando en el aroma lechoso de la infancia, la hectárea atraviesa el

corte cerebral como una tarjeta magnética pidiendo el ingreso a la niñez correteada de

barquitos en la acequia. Por allí alineados en su borde, los diez mil metro de álamos

sombrean el camino.

Bajando por la Alameda de las Delicias hacia el poniente, existió una formación

protocolar, inalterable y majestuosa que recibía a quienes, atraídos por el camino

silencioso, se internaban llenos de curiosidad.

Recorría quince paraderos hasta “Loma Blanca”, actual cerro “Primo de Rivera”. En

todo momento el acompañamiento era de agrado. Por los costados del camino,

perfectamente erguidos, robustos, manos hacia el cielo, frondosamente coronados por

verdes hojas bailarinas, sus cuerpos tomaban contornos maternalmente delicados en los

brazos más gruesos, para acoger el coro que fluía desde los nidos.

Era el camino de los Pajaritos, en medio de parcelas con casas de adobes y hombres –

mujeres de piel morena, acampanados siempre por la inalterable formación de los

álamos.

D

EN CABALLO

l pueblo comenzaba a poblarse masivamente. La cercanía con el aeropuerto de los

Cerrillos y el paso hacia el puerto de San Antonio por la estación Maipú con trenes y

nubes de algodón, eran motivos para el nacimiento de nuevas poblaciones que se

agregaban a las creadas por las industrias locales.

Llegaban con maletas de maderas cargadas de mantas de castilla, chupallas y olores

frutales.

Los recibía el aire costero que descendió desde los cerros del poniente, arrastrando

nubarrones con forma de caballos galopantes, ventanales de adobe, sauces llorando

lluvias al sol. Las quedaron mirando. Las siguieron soñando y Maipú creció, con agua

potable propia, para bendecir la tierra y hacerla florecer en lechugas, cebollas, acelgas,

betarragas, trigales y viñas.

Los carretones cruzaban las cuatro esquinas con el colorido saborizante hasta la vega

chica. De regreso se detenían hasta el anulador de tensiones, propiciador soñoliento de

la euforia; “el paraíso de los artistas”, “Laura poroto”, “El Castillo”, “El Barquito”. Las

cabalgaduras intuitivas, al ponerse el sol caminaban de vuelta con sus pasajeros o sin

ellos, cual Rocinante con un jinete quijotesco derrotado por el vino o atrapado en la

taberna por la Dulcinea líquida.

LA VIRGEN Y DOS PATRIOTAS INDEPENDENTISTAS

n solemne misterio generado desde la pared, fluía por toda la habitación, el

cuadro chorreaba pintura hasta las imágenes del sueño. En gotitas por la frente,

cuando en el colegio resumían la historia en fechas de batallas que había que

E

U

memorizar, nombres de héroes, cantidad de muertos, lugares, conquistadores y patriotas

luchando por la independencia, pero ¿Qué hacia al medio de dos soldados la imagen de

la Virgen del Carmen? Un cielo de nubes esfumadas, próximo a volar un ángel y el

silencio solemne sin derecho a ninguna alteración, combatían la creación, tachándola de

irreverente en el reino de lo reverencial.

EL TEATRO VIEJO

dentro la novedad, los caballos quedaban fuera, junto a las bicicletas. El cacareo

constante de la impaciencia, disminuía como torrente furioso a caudal tierno.

Los atrasos eran involuntarios y sin castigo. La película podía ser de cowboys buenos o

indios malos o la máscara de hierro, ambas en seriales. La impaciencia era risa y

aplausos ante la aparición de la imagen por acción del operador “Jeria”, que se libraba

de los pocos originales reclamos.

El gallinero trajo al pueblo la novedad del cine en los años cincuenta. La matiné con

gritos de aviso al jovencito en peligro e muerte. Todo ahí, en el camino de Los Pajaritos,

cerca del Peumo, de Don José vendiendo pescado, del pimiento hoy enrejado para su

protección, de los pasteles en “La Estrella” y la casa de Don Tristán Valdés en una de

las cuatro esquinas, hoy plaza central, junto al reloj que recordaba “la hora de hacer el

bien”.

LA SOLUCIÓN

or las cuatro esquinas pasaba con su carretón Don Luca, cuando el sol quieto,

horizontal, a la iglesia del Carmen iba siendo cubierto por los cerros del Trebal.

Un carabinero descendiendo del caballo para anotarle una infracción por “falta de

iluminación del vehículo”. Don Luca daba explicaciones, pero el parte iba inalterable,

A

P

negándose a dar sus datos, próximo a irse detenido lo encontró “cachelo” el alcalde, que

preguntando acerca de la situación, le pidió un minuto al paco para resolver.

Volvió “cachelo” del almacén de Don Esteban con dos velas, las ubicó en una viga

inferior del corretón y las encendió diciéndole a Don Luca: -“Ya hombre, ándate, ándate

no más. Esto está solucionado. Y usted también” le dijo al uniformado, retírese que para

eso está el alcalde “para solucionar los problemas” vamos Fina, le dijo a esa mujer, y

continuaron por el camino de los Pajaritos.

FUNERAL CAMPESINO

or la soga larga y larga, se aferran manos campesinas con desconsuelo. El

recorrido final del cuerpo, hace un llamado a lo trascendental, la religiosidad reza

alguna respuesta, el tractor se convierte en vehículo sagrado, las flores de papel en

ventanas con madera y adobe, hechas por las mismas manos que adornan al niño con

alas y sirven el vino a los cantores en la “despedida del angelito”.

Adiós agua limpia y pura

fuente de muerte y de vida

yo voy a hacer mi partida a

la triste sepultura.

El cementerio parroquial agrupa a la antigua familia de origen campesino, se convierte

en un negocio y nos deja temblando, como un tronco, bote o yate aproximándose a una

catarata. Buscando respuestas por un minuto, en un acto análogo al de entender la vida;

querer entender la muerte.

ANTIGUA COMISARÍA

as sombras de los acacias invitaban a detenerse y refrescarse en la avenida de Los

Héroes del Cinco de Abril. Allí los sedientos pasajeros eran bien atendidos. Con la

precaución de no sobrepasarse con el tinto ni el blanco, evitando caer bajo la sombra del

Peumo. Éste con mirada interrogativa y sonrisa burlona de autoridad, los anotaba como

P

L

“Detenidos por alterar el orden público, a la sombra de los Acacias”, siendo remitidos

por la pareja de ronda.

Firmado: El Peumo.

PALMA QUERIDA

lacas graciosas, reunidas en algún parque. Altivas y distantes entre flores, se dejan

entrever pudorosas en el jardín de la casona. Frívolas adornan las vitrinas del libre

– mercado. Controladas por lo reverencial de las ceremonias, parecen hablarse a los

hombros, antes de ingresar a la iglesia.

Las palmas todo lo embellecen. De sus hojas, nace aire del caribe, energía movilizadora.

Historia.

SEÑORA HILDA EN LA HIGUERA

grupadas en alguna pared, quedan oscuras al atardecer, contorneándose sus

figuras bajo el resplandeciente polvo de la luna. Misteriosas, parecieran ocultar o

esperar algún espíritu soñador en la noche de San Juan. Los grillos con sus primarios

violines provocan risas contenidas, contracción de cuerpos, estiramiento de piernas,

sacudimiento de órganos, elevación por los siete vientos, hasta sobrepasar los cerros de

lo Cerda y de lo Vial.

Sólo sentándose junto a la higuera, podría incluso aprender a tocar guitarra o conversar

con “la llorona”, que perfilada, oculta su rostro, dejando ver un moño hecho de trenzas y

ropaje oscuro de tejido con faldones antiguos.

ANA MARÍA EN LA VER TIENTE

ocos podrían imaginar que “el puente grande”, reanudador del camino a

Rinconada, en el paréntesis provocado por el río Mapocho, fue testigo en su época

F

A

P

del “balneario las Vertientes”. Aguas transparentes donde las niñas contemplaban el

recorrido de peces en pantalla líquida, para salir corriendo en imitación y asombrarnos

con la respuesta primaria a la interrogante del arte.

ANGÉLICA EN RINCONADA

n Rinconada vive una niña cerca de un puente. Por allí pasa un río; una herida

hecha a la tierra que se desangra infectada por el hombre. Ella en su orilla llora.

Su madre, separada del padre, unido al hijo en el vino amargo y evasivo de una realidad

desfavorable, no sé entera de su pena. La niña corre espantando las gallinas y se refugia

en una isla. Allí conversando con un árbol le pregunta:

- Por qué nadie me quiere.

Cortando flores piensa en la estampa de su virgen

-Por qué nadie…

Les arroja contra el árbol

-Por qué

Los pájaros responden en estampido

Ella sonriendo corta flores silvestres, entre Llantenes,

Romasas y Colas de Zorro.

REPARTICIÓN DE LOS PECES

os ritmos afros; cadera derecha, cadera izquierda, cruce de pies atrás, adelante.

Las manos sobre los tambores percuten la Samba danzante de los ojos enormes en

E

L

piel negra, hermanada de rubios con pantalón corto y aroma mentolado.

Los magos escondían un planeta chiquito, reducido por ellos, lo rotaban con la cabeza,

rompiéndose el encanto al usar las manos. Uno sólo, debía ocupar todo el cuerpo en

impedir que lo atrapara la red de la inmovilidad.

Todo Maipú llegó en caravanas, disputando espacios a visitas lejanas, los niños

aferrados a sus padres y la fotografía con el rey de los magos.

El rectángulo de pasto, perfectamente cuidado por Don Armando, fue iluminado por la

magia de los amarillos que cargándose a las espaldas, corrían desde el centro hasta el

planeta, chiquitos poniéndolo en movimiento con el pie, al sonido del pito agudo que

asusta a los zorzales, observadores desde lo alto de los álamos, junto a Queltehues y

Gorriones, del rectángulo dividido.

La multitud coreaba el nombre del “Rey Pelé”, la fiesta llegaba a su fin, los niños

corrían escalera arriba hasta la piscina, donde las aguas ruborizadas recibían la carga de

músculos agotados del seleccionado “Mais grande do mundo”.

Al norte de calle Alberto Llona, junto al estadio “mais grande do mundo” (porque nunca

más se volvía a llenar), sucedió esta visita inolvidable para quienes recibieron de manos

de los magos, pececitos blanquinegros con las letras S.F.C. que orgullosamente lucían

las solapas.

Aquietado el ruido, los álamos que circulares rodeaban el estadio, dialogaban serenos

con los zorzales, Queltehues y Gorriones. Así, tímidamente recuperaban su espacio,

mientras la brisa maduraba como una ciruela.

(Edson Arantes Do Nacimento, visitó Maipú, en los años 60)

EN LA FARFANA MUEREN LOS LACHOS

esde el paradero quince de Pajaritos hacia el poniente se puede ver el deseo como

una plantación de perales. A la distancia se mecen suavecitos; al vaivén de la

mirada; los ojos. El paisaje frutal se descompone, separando los árboles por el

acercamiento visual, se queda uno en solitario con el ramaje en flor. Mientras transcurre

el proceso hasta el verdor del fruto, su curva superficie es codiciada como lecho para la

unión. Para proteger el fruto se instala en el huerto, cartones rociados con aroma de

hembras. Así los “lachos” llegan presurosos en vuelo y el pegamento instalado los deja

adheridos, se cuenta la media de “enamorados caídos” y si está en el tope, se rocía con

“Cotiniol” que elimina a todos los “lachos polillos” que ciegos por el aroma de polillas

hembras, mueren queriendo hacer el acto que prolonga la especie.

El “Cotiniol” entonces, alega inocencia, pues el objetivo suyo es proteger al peral. Don

Reinaldo, sonríe ante la fábula anual que acompaña el trabajo en su querida Farfana.

LA BATALLA

on Filadelfia tenía cerca de 100 años de edad, recordaba haber nacido cuando el

trigo alcanzaba la estatura de un potrillo, trabajado en le fundo Don Conrado,

hasta que murió el patrón y al abrir el ataúd encontraron una tremenda piedra, mientras

el cuerpo se lo llevaba el diablo.

Hablaba de los gordos como duendes chiquitos, que montaban de lado por la

incomodidad de la colita. Añoraba enyuntar los bueyes al pértigo y el cariño de su

madre campesina. Al morir su esposa, la recordaba preguntando por su mamita,

unificándolas en una sola mujer generadora de confianza y ternura.

Mascando tabaco, apoyando el bastón, añorando volver a jugar fútbol, nos regala una

narración colorida de la Batalla de Maipú.

- Había un árbol en las cuatro esquinas, tan ancho que entre veinte hombres tomados por

las manos, no lograban rodearlo. Allí estaban los patriotas. Los españoles en el puente

“Rile” pa’ la rinconá. Se encontraron donde está el templo, allí en plena Batalla se

acabó el agua y Bernardo O’Higgins sacando la espada, la hundió en la tierra diciendo:

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D

- “Virgencita, si nos dai agua, aquí mismo te levantamos una iglesia.”

Entonces brotó el líquido y pudieron recuperar fuerzas. No quedaban balas y hasta las

mujeres golpeaban al enemigo con matas de pencas, hasta que triunfante O’Higgins se

abrazó con San Martín, ahí en el monumento de la chancaca (Plaza España), dando

origen a la capilla de la Victoria, inaugurada en 1882.

PLAZA DE TOROS

el nacimiento del presente.

El pasado…

la infancia del presente.

El pasado…

jenos al horario de los adultos, sentados sobre la rama más gruesa y más alta del

guindo, mirando los techos de las casas, con la cortina de hojas manchando de

sombras la cara, abrir los ojos eligiendo la guinda más tentadora a los sentidos, atraparla

de boca y divagar en el paseo familiar…

“Ir hasta la medialuna sería como vestirse de naranja y tener sangre transparente, dulce,

con aroma de azahar, pies desnudos en un queso blanco, jugar con una pelota que te

persigue, golpearla sólo con la cabeza. Sería como un trapecio sideral, que te lleva

desde el día a la noche, de la tierra hasta el sol, con un vértigo en el transcurso, los ojos

cerrados, mil imágenes sin tiempo, entre algodones de colores, lejanos, mimetizados de

luz, ignorados por la competencia formal. Serías tú corriendo alrededor de la mano que

lanza el juego empuñado y te da de coscorrones…”

La alameda circular nos recibió con una alfombra de hojas verdes bordeando las

acequias que llevaban las aguas, desde la piscina al estadio municipal, desde la

diversión bajaba hasta el baño de los otros niños, la leche lamida por los cuerpos que sí

podían pagar. Cerca de la casa del tata echábamos a correr.

- Quién llega primero! gritábamos.

A

- Yo, yo, yo,! Corríamos.

Los golpes en la puerta, los saludos, los vasos de jugo, vestidos muy largos, delantales

de disciplina, la casa sombría, el espejo grande, la pintura de dos hombres arrodillados

ante la imagen de la Virgen, uno está herido en el brazo (Dicen que es Bernardo

O’Higgins) la otra pieza y su entrada prohibida, la cocina que conduce al patio; gallinas,

patos, conejos, codornices en una jaula enorme. Revuelo.

Escuchamos que llegó el ganado; que están bajando los novillos en los corrales!

Salimos juntos con el perro, extraños, entre cantos de huasos, gritos y golpes para que

bajen los animales, hasta la pesadilla nocturna, del toro que me persigue y el tata que me

rescata.

Es la infancia de los ’50 proyectada en el hijo a los años ’70, es un caballo de cabeza

roja y largo cuerpo cilíndrico en madera, guiado a saltitos por un niño que lo alienta a la

carrera cantando: ¡Arre car’e tonto, corra caballito! Un galope de noche por el camino

viejo, como un aleteo oscuro y pesado sobre una generación nueva, que cabalgando un

caballito de madera, se aleja de la época colonial.

En primavera recibimos unas manzanas rojas que comimos con cuchara y al sacarles

circular el primer trozo comenzamos a imaginar por un momento que era la medialuna.

¿Dónde estará ubicada la entrada? Corríamos como el jugo dulce se desplaza hasta

llegar junto a la cáscara, dejando una frágil huella de alegría sumada al canto de

gorriones y zorzales.

Luego de subir empinadas escaleras que retaban nuestros deseos de llegar a lo alto,

mirábamos el cráter artificial que estallaría en pocos años haciendo noticia, blancos

bloques de cemento donde sentarse y contemplar desde la cónica caída, el fondo de

tierra húmeda rodeada por madera roja, que redonda se cortaba en el toril; esqueleto de

vigas y listones nacido en la salida del animal y terminado al fin del arco, en la entrega

del novillo cansado que buscaba la salida, prensado por fornidos caballos que lo

reventaban contra dos atajadas. Ramas de espino cubiertas por sacos, ramas de espinos

clavadas en cuero animal. Espinas.

El patrón arrodillado sobre la tierra escarbada, tocó la herida y lloró, el novillo cacho

ensangrentado, golpeado y asustado, corrió hacia la salida, la cabalgadura del jinete, el

corralero sufría, al alto parlante anunciaba:

- ¡¡ Carrera corrida; Ceeero punto!!

Interrumpido el rodeo, desde los palcos para seis personas cada uno, hasta la galería

colorida y murmullante se fueron levantando a destiempos, para comentar lo hermosa

que lucía la medialuna, lo esforzado de su construcción, la solidez tomada de los

campesinos constructores. Las banderas volando como cóndores, pudieron ser águilas

españolas en plaza de toros, una ley en esos años que prohibía las corridas lo impidió,

quedando dos toros forjados en hierro, altos e imponentes, con un largo viaje, paisaje

taurino, anunciando “la plaza” donde banderilla alguna bebió sangre animal.

El ronco grito del futre repitiendo ¡¡Ah diablo!!, ¡¡ah, diablo!!! Y el protagonismo nada

envidiable de los atropellos no podían lograr más reflexión, si no, más bien una

agitación interna, pena o embrutecimiento, junto con buscar por todos los sitios la

presencia del “demonio”, ojos de espanto y manos tapando los oídos durante la carrera

de risas, cascada nerviosa que mojaba la frente amplia y el peso regular cortito, reñido

con la peineta.

No faltaron las cruces, los uniformes, las espuelas de plata, ni el sentido protector en los

bolsillos de las autoridades, las mujeres como sombras de sus hombres y el rosario en la

cartera susurraron al oído el: mmm, no sé que le encuentran?... La reina en las ancas del

caballo daba la vuelta al ruedo como virgen en procesión, admirada y venerada. “En

nombre de Dios” se dio inicio al primer rodeo oficial, cantando el himno patrio, con la

mente en la chicha y las empanadas. Los niños sin saberlo aún, nos estábamos quedando

sin herencia.

LO VELOS NEGROS

os soldaditos de plomo ya no marchan y cuando los caballos caen al agua, nadie se

ocupa en rescatarlos, comienzan a perderse. Con traje de combate reaparecen en la

medialuna en esta “trilla a yeguas” bestias y espigas son hombres y mujeres, no hay

diversión, suspendidas las clases, nos hacen dormir temprano. Las guindas se acaban. El

L

paisaje cambiará mucho. Nunca volveremos a ser los mismos, mejores o peores, la

palabra la tiene esa generación chiquita, que cabalgando en caballito de madera se

acerca a la planicie de las alturas terrenales para saberse enanos y gigantes, ni tan

buenos ni tan malos…

- A dónde vamos?

- A la casa de la señora que hará los terrenos.

Desde ese instante comenzó la impaciencia a rondarnos día tras día, cada vez que nos

probábamos, se nos acercaba el momento en que deberíamos llevar los trajes

impecablemente retratados por fotografías que dan sentido al muro y al recuerdo de

abuelos y padres. Los gigantescos sillones receptores de tijeras y alfileres abrazaban dos

paquetes y un gato que huyó al vernos; los saludos, las explicaciones, el pago y la

impaciencia aumentada al máximo hasta llegar a casa y probarnos completo, el terreno

de forro brillante con camisa y zapatos nuevos. Sin comprender mucho, la tradición nos

decía que nuestra “Primera Comunión” la estábamos teniendo en la iglesia de “Nuestra

Señora del Carmen”, cuya construcción fue prometida en los años del 1800. Lo

preocupante; la hostia que pegada al paladar significaba que a los 9 o 10 años, uno

estaba en pecado. Lo lindo; el terno y los santitos de papel. Lo impresionante; las

mujeres con sus vestidos largos y velos cubriéndose la cara. Lo gracioso; imaginar que

los vestidos le cubren la cara y los velos la cintura.

Lo tremendo; la gigantesca pintura con santos y demonios en un cielo del tormenta. Lo

rico; el chocolate. Lo cansador; la santa misa.

Y cuando el cura párroco dijo: “Pueden ir en la paz del Señor”… fue un contrasentido y

más bien un gran anhelo, el que éste manifestó…

Mientras alguien juega sobre nudos del rosario raquítico, de un mundo denominado

tercero, gregarios rezan por temor, otro rosario, de siglos anudados y resultados

interminablemente inútiles…

“Demos gracias a Dios” fue la respuesta.