Ensayo Procesos Psicologicos
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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS
“FRANCÍSCO GARGÍA SALINAS”
UNIDAD ACADÉMICA DE PSICOLIGÍA
PROGRAMA ACADÉMICO SEMIPRESENCIAL
ÁREA BÁSICA:
“PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS”
Ensayo sobre el aprendizaje, memoria, atención, sueño, inteligencia, conciencia y sesación.
MAESTRA: Estela Reveles Rodríguez
ALUMNO: José Enrique Esquivel Rivera
Zacatecas, Zac., 27 de junio de 2012
ÍNDICE
1. Introducción
2. Procesos psicológicos básicos
3. Conclusión
4. Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Algo que precede a este ensayo que me parece genial, son ciertos
interrogantes que nos ayudan a introducirnos a este tema sobre los procesos
psicológicos básicos. ¿Cómo reconocemos las cosas que hay en nuestro entorno?
De diversas fuentes, pero... ¿Cómo obtenemos la información de estas fuentes?
Algunas respuestas a través de los sentidos. Son los sentidos de la vista,
oído, tacto, gusto y olfato, el cerebro, que es el órgano responsable de las
experiencias conscientes, sería un prisionero eterno del cráneo. Viviría en el
silencio y oscuridad totales. Todo sería vacío, sin colores, carente de tacto e
insípido. Sin los sentidos, el mundo no existiría.
Es tan impresionante darnos cuenta de lo maravillosos que somos como
seres humanos, tenemos un cuerpo tan sofisticado que pocas de las veces nos
cuestionamos sobre como funcionan nuestros órganos a si como todos los
procesos tanto orgánicos como psicológicos.
En esta ocasión nos enfocaremos a los procesos psicológicos básicos,
específicamente al aprendizaje, memoria, atención sueño, sensación, inteligencia
y conciencia; iremos descubriendo cómo se van concatenando uno con el otro
para obtener como resultado una perfecta interacción con nuestro entorno.
Deseo que este ensayo sea de agrado para el lector a si como interesante
para ayuda personal, pretendo que su lectura sea sencilla y práctica.
PROCESOS PSICOLÓGICOS BÁSICOS
En el año de 2007 cuando yo era seminarista de la ciudad de
Aguascalientes tuve la oportunidad y la fortuna de conocer personas tan
importantes y sencillas a si como lugares inolvidables, cada experiencia ha sido
única.
Al iniciar la subida, conocemos a don Pedro, un viejo lugareño de baja
estatura, mirada serena y que siempre lleva consigo y desde hace varios años una
bolsa de dulces típicos que vende a quienes logran llegar a las ruinas de paquimé
en chihuahua, en la sierra madre occidental.
¿Quiere ver la vista más bonita de por aquí joven?, me preguntaba don
Pedro, tápese los ojos con este paliacate, yo lo voy a llevar. Al principio me sentía
un tanto escéptico por lo que pasaba pero al fin obedezco y me dejo guiar por don
Pedro, “quédese ahí tantito”, me dice al dejarme esperando sentado en una
piedra. Recuerdo que escuchaba los sonidos de los pájaros y de los grillos a si
como la calidez del lugar. “A hora, destápese los ojos”.
Una vista, verdaderamente bonita, de los cerros de la sierra de chihuahua.
Distintas tonalidades de verde, gris y rojizo que salen de los cañones por el
espesor de la naturaleza a si como del vapor de un calor intenso. “¿Ve aquel
grupo de turistas? Señala a lo lejos, ¿dónde, don Pedro? “¡Allá, joven!” hay que
saber mirar. Su frase quedó flotando en mi mente.
Hay que saber y aprender a mirar, sentir, percibir, ver con inteligencia y
conciencia, y porque no decirlo en un sentido análogo, soñar, en un mundo al cual
estamos sujetos y que nos proporciona de tantos detalles que muchas de las
veces no nos damos a la tarea de sentir y disfrutar.
Si yo me hubiese dado cuenta que subí durante una hora y media, sin
fijarme en la gran belleza del lugar; solo atiendo a mi obsesión por llegar al lugar a
donde quería llegar. ¡Que desperdicio! Y eso se lo achaco a nuestra moderna
manera de vivir.
Mi suegro es un hombre de campo, y la gente de campo observa, ve las
estrellas, las nubes, y la dirección del viento, sabe si va a helar, a llover o si habrá
buen clima. No es que estas personas sean superdotadas, lo que pasa es que se
han dado un espacio para observar, para escuchar, para comprender. Los que
vivimos en las ciudades, vemos sin ver, oímos sin oír, estamos sin estar y decimos
que nos falta tiempo.
Lo mismo sucede con la habilidad para conocer, entender a los demás y
comunicarnos con ellos. Por ello me parece tan importante la unidad didáctica de
procesos psicológicos básicos, pues a diario entramos en contacto con nuestro
entorno, situaciones y personas y si afinamos más nuestros procesos psicológicos
la habilidad para estar en contacto con estos aspectos d la vida irá en aumento.
Alguna vez escuche que para saber dar un buen consejo hay que saber
escuchar, hay que prestar atención, tener conciencia del tiempo y espacio, ser
inteligentes, etc. Todo esto y mas se obtiene si nos apasionamos por la vida, si
estamos consientes de lo que pasa a nuestro alrededor.
En nuestra formación psicológica debemos estar preparados para ser
sensibles del entorno que nos rodea. Es cierto que el hombre cuenta con diversos
instrumentos para conocer el mundo (el telescopio, el soñar por ej.). Sin embargo,
la percepción del científico constituye el tema central de toda ciencia. Es el
científico quien crea y utiliza los instrumentos para conocer su entorno. Los datos
que llegan a la mente del científico provienen de sus sentidos.
La mente de todos los seres vivientes y pensantes es una prisionera que
debe confiar en la información que le llega por medio de los sentidos. El mundo es
lo que sus sentidos le dicen.
Debido a que el conocimiento del mundo depende de nuestros sentidos, es
importante saber cómo funcionan éstos. También es relevante saber cuán bien
corresponde el mundo que crean nuestros sentidos con la realidad externa.
Se trata básicamente de cómo convertimos la información del mundo físico
que nos rodea en información psicológica. Ese proceso incluye dos elementos
fundamentales: sensación y percepción. Sin embargo, debemos detenernos
primero en la cognición.
Cognición La palabra cognición corresponde a la etimología latina de los
términos conocimiento y conocer. El significado de la palabra conocer es “captar o
tener la idea de una cosa, llegar a saber su naturaleza, cualidades y relaciones,
mediante las facultades mentales”1
1 R., Oja, S.; Psicología de la Educación; Mc Graw – Hill; 1996.
En el diario acontecer de nuestras vidas constantemente aprendemos
nuevas cosas, pero, ¿qué es aprender? o en términos generales, ¿qué es el
aprendizaje? Y ¿cómo se relaciona con otros procesos psicológicos?
Podemos definir el aprendizaje como un proceso de cambio relativamente
permanente en el comportamiento de una persona generado por la experiencia.
En primer lugar, aprendizaje supone un cambio conductual o un cambio en la
capacidad conductual. En segundo lugar, dicho cambio debe ser perdurable en el
tiempo. En tercer lugar, otro criterio fundamental es que el aprendizaje ocurre a
través de la práctica o de otras formas de experiencia (p.ej., observando a otras
personas).2
Si profundizamos un poco más a fondo sobre este tema, el aprendizaje se
define en términos de los cambios relativamente permanentes debidos a la
experiencia pasada, y la memoria es una parte crucial del proceso de aprendizaje,
sin ella, las experiencias se perderían y el individuo no podría beneficiarse de la
experiencia pasada. A menos de que, de cierta manera, el aprendizaje previo
pueda grabarse, no podría utilizarse en fecha posterior y por ello no se estaría en
posición de beneficiarse de la experiencia pasada. Sin embargo, es muy difícil
tratar de definir el aprendizaje y la memoria de manera independiente uno de otra,
ya que ambos representan dos lados de la misma moneda: a) el aprendizaje
depende de la memoria para su permanencia y, de manera inversa, b) la memoria
no tendría "contenido" si no tuviera lugar el aprendizaje.3
2 Cfr. http//Wikipedia. “psicología interactiva de México” subido por claverhet el 19 de enero de 2010. Capturado el 25 de junio de 2012.3 Cfr. Morris G. Charles, Maisto A. Albert. Psicología. PEARSON EDUCACIÓN. México. 2005. 185.
La atención se asocia a la memoria pues si nos interesa mas alguna cosa
de nuestro entorno mayor atención le damos y por ende se nos queda más
retenida en la memoria a largo plazo.
Se llama atención al proceso por el cual notamos los estímulos importantes
e ignoramos los estímulos irrelevantes. Sin ella, nuestras mentes seguramente
estarían sumergidas en un agitado y confuso mundo de estímulos. En medio del
tráfico, salas de fiestas, reuniones e incluso en un tranquilo paseo por el bosque,
nuestros sentidos están desbordados con más información de la que nuestra
mente puede manejar a su vez. Nos manejamos en esas situaciones porque
atendemos selectivamente a la información importante.
Cuando iba caminando por la sierra acompañado de don Pedro no notaba
muchas cosas, pero por lo que ahora relato es porque llamaron mucho mi atención
y se quedaron almacenadas en mi memoria a largo plazo por lo que significaron
para mi.
Como sabemos, los estímulos irrelevantes pueden interferir con los
estímulos relevantes. Es difícil concentrarse en un evento cuando me distraigo con
otras cosas que me llaman más la atención. Sin embargo, a veces, los estímulos
irrelevantes pueden ser ignorados.
La memoria explícita me ha ayudado a traer a la mente eventos que
significaron para mi, como el evento que tuve con mi bebita que nació el 19 de
junio, nunca voy a olvidar el primer momento en que vi a mi esposa abrazando a la
pequeña karol, y fue tanta mi atención y mi conciencia de estar en ese momento
que nunca se me olvidará ni la hora, la fecha y las expresiones que vi en mi
esposa y en nuestra nena.
De hecho las imágenes eidéticas que ayudan a reproducir imágenes
extraordinariamente detalladas y finas de algo que se ha visto me ayudan a
recordar en el momento que yo quiera el evento que para mi significa tanto.
La inteligencia es la capacidad de relacionar conocimientos que poseemos
para resolver una determinada situación. Si indagamos un poco en la etimología
de la propia palabra encontramos en su origen latino “inteligere, compuesta de
intus (entre) y legere (escoger)”4 Por lo que podemos deducir que ser inteligente
es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un
problema. Por ejemplo, si a una persona se le plantea subir al tejado de una casa,
la persona seleccionará los instrumentos que cree necesario para subir, pues con
los conocimientos que ya posee (lógicos, matemáticos, ...) ha ideado una forma
para ejecutar una acción que le permitirá subir al tejado. Unos dirán que con una
escalera, otros con una cuerda, otros necesitarán una serie de instrumentos, ...
Una persona más inteligente que otra escogerá una opción mejor que otra. ¿Cómo
se mide la inteligencia? Tristemente la mayoría de los test que miden la
inteligencia de un ser humano sólo tienen en cuenta las capacidades lógica-
matemática y lingüísticas. Según la teoría de las inteligencias múltiples según
Howard Gardner podemos distinguir tipos diferentes de inteligencia formal:
Habiendo hecho mención de ciertos procesos psicológicos básicos, la
inteligencia forma una parte esencial, y va muy ligada a las precedentes que
hemos comentado como aprendizaje, memoria y atención.
4 PENAGOS, “Diccionario de latín”
Me gustaría hablar hoy de dos aspectos de la mente humana igual de
importantes a la hora de saber si una persona conseguirá en la vida aquello que
se proponga, dos características que mucha gente entremezcla y confunda pero
en mi opinión son esencialmente diferentes aunque -deberían- ser
complementarias como es ser inteligente y ser listo.
Al mismo tiempo es una actualización de uno de mis primeros posts en los
que hablaba de por qué los empollones no triunfaban en la vida. Ahora matizaría
bastante lo que dije entonces con un “fracasan los inteligentes poco listos”5
La diferencia pues entre y una y otra reside en la actitud y habilidad de la
persona, es decir, se puede tener mucha información sobre ciertas cosas, pero si
no se tiene la habilidad para desarrollarlas no se es listo. En el ámbito de nuestro
tema de procesos psicológicos básicos, es muy importante la inteligencia en el
sentido de que una vez que tuvimos la sensación sobre algo y tuvimos la atención
por lo que mas nos llamaba la atención para guardarla en nuestra memoria acorto
o largo plazo, la inteligencia nos ayuda a elegir entre una cosa u otra.
La conciencia (del latín conscientia 'conocimiento compartido', pero
diferente de consciencia, ser conscientes de ello) se define en general como el
conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno, se refiere a la moral o
bien a la recepción normal de los estímulos del interior y el exterior. Conscientĭa
significa, literalmente, «con conocimiento» (del latín cum scientĭa). En la especie
Homo sapiens, la conciencia implica varios procesos cognitivos interrelacionados.
Se traduce del griego sy‧néi‧dē‧sis, de syn -'con'- y éi‧dē‧sis -'conocimiento'-, de
modo que significa co-conocimiento, o conocimiento con uno mismo6
5 subido por Copyright © . All Rights Reserved. de enero de 2009. Capturado el 26 de junio de 2012.6 Subido por Wikipedia, la enciclopedia libre, capturado el 27 de junio de 2012.
La conciencia es la noción que tenemos de las sensaciones, pensamientos
y sentimientos que se experimentan en un momento determinado. Es la
comprensión del ambiente que nos rodea y del mundo interno a los demás.
En cuanto al sueño podemos decir que es una parte muy importante e
integradora de los demás procesos, pues el sueño nos brinda la oportunidad de
descansar nuestro cuerpo, a si como de continuar preparando nuestros proyectos
de vida, pues el sueño humano es una conducta muy compleja. Mucho más de lo
que realmente podemos llegar a imaginarnos. Mientras dormimos nuestro cerebro
sigue funcionando, y una prueba de ello la encontramos en los sueños, los cuales
a veces llegan a ser tan intensos como la realidad misma.
Durante el período de sueño, en nuestro organismo acontecen una serie de
cambios fisiológicos, desde variaciones en el funcionamiento cerebral, en el
sistema muscular, o en la respiración, hasta cambios en el sistema genital. En
1968, y a partir de las observaciones realizadas en algunos de estos parámetros,
A. Rechstchaffen y A. Kales publicaron un manual de clasificación del sueño en
diferentes etapas, clasificación que hoy en día sigue aún vigente (A Manual of
Standarized Terminología, Techniques and Scoring System for Sleep Stages of
Human Subjects). Según esta clasificación, el sueño se subdivide en 2 grandes
etapas: MOR (que literalmente significa etapa caracterizada por movimientos
oculares rápidos -en inglés, REM, rapid eye moviment) y etapa NMOR (sin
movimientos oculares rápidos. A su vez, la etapa NMOR se subdivide según la
profundidad del sueño (de menor a mayor) en fase I, fase II, fase III y fase IV.
La distribución de estas fases a lo largo del período de sueño no es
aleatoria, sino que sigue unas reglas prestablecidas. Además, esta distribución
también varía a lo largo de la vida de un individuo. Desde el nacimiento hasta la
vejez, las características del sueño van variando, principalmente en número de
horas dormidas y en el porcentaje de tiempo en que cada fase se manifiesta.
En esta ocasión no pretendo profundizar en cada uno de los
procesos a tratar, pero menciono de manera breve si relación uno con otro, a mi
manera de comprender.
La conciencia es obviamente unas de las maravillas del ser humano y es lo
que realmente nos permite darnos cuenta de lo que somos realmente, criaturas
especiales, resultado de una mente inteligente.
Todos estos tipos de procesos psicológicos que son básicos del ser
humano, nos brindan la oportunidad de entablar una relación mas estrecha con
nuestro entorno, es una habilidad que deberíamos desarrollar día con día, y basta
con saber ser observadores, perceptivos, pues si recordamos la manera como
comencé este ensayo, trata de una experiencia que podríamos aprovechar para
estar en el mundo.
Usando todos nuestros sentidos, prestando atención a las cosas que mas
nos interesen, recordando y aprendiendo cada acontecimiento que marque
nuestra vida, y a si es como nos vamos desarrollando.
Una de las razones por la cual me encantó esta materia es que uno
aprende a ser más perceptivo. El tema de los momentos es muy importante para
mí, pues recuerdo que en mi vida pasada no sabía escuchar prefería estar
perdiendo el tiempo con videojuegos horas, días, semanas y pasaba de lado
muchas oportunidades de disfrutar momentos importantes para mí.
Creo que desde que he incorporado nuevos cambios en mis hábitos vitales
he logrado acumular muchas más experiencias que en toda mi vida pasada junta,
(sobretodo en mi adolescencia) tal vez me estoy permitiendo hacer y conocer
mucho más, gracias también a la influencia de mi esposa y aunque no lo crean he
dejado de preocuparme tanto por las cosas y ahora ocupo mejor mi vida de
manera eficiente.
Los procesos psicológicos básicos nos brindan la oportunidad de mirar
hacia atrás y hacia adelante y ponernos en sintonía con nuestra brújula interna, a
si lo veo yo.
Espero haya sido del agrado del lector este ensayo que comprende a groso
modo el aprendizaje, la memoria, atención, el sueño, la inteligencia, conciencia y
la sensación.
CONCLUSIÓN
El estudio de los procesos psicológicos básicos constituye una de las tareas
más transitadas dentro de la psicología científica contemporánea, pues constituye
el proyecto de la psicología para ofrecer una explicación sustantiva de la
comprensión humana.
Es preciso decir también que el estudio de los procesos psicológicos
básicos, a pesar de tener una historia tan larga como la de la psicología misma ha
sido el territorio de un enfoque que durante los últimos sesenta años ha tenido la
última palabra en lo que a los procesos de conocimiento se refieren.
Es así como se concluye el presente ensayo, de manera satisfactoria y
queda sujeto a cualquier observación constructiva.
Este ensayo fue dedicado a mi familia, lo mas grande que tengo en la vida,
a mi esposa Tere y a la pequeña Karol Naomi.
BIBLIOGRAFÍA
1. FERNANDEZ TRESPALACIOS, J.L. (1998). Procesos Básicos de
Psicología General (I). Madrid: Sanz y Torres.
2. http//Wikipedia. “psicología interactiva de México”
3. http//Wikipedia, la enciclopedia libre
4. Morris G. Charles, Maisto A. Albert. Psicología. PEARSON
EDUCACIÓN. México. 2005. 185.
5. PENAGOS, “Diccionario de latín”. México. Ed. 2003
6. R., Oja, S.; Psicología de la Educación; Mc Graw – Hill; 1996.
7. Vargas, Gaby. Comunícate, cautiva y convence. Punto de partida.
México. Ed. 2007.p. 339.