En Los Albores de La Femineidad Mujer y Prehistoria 1

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L A H ISTORIA VIVA : P ÁGINA DE H ISTORIA Y A NTROPOLOGÍA . HTTP :// HISTORIACONMAYUSCULAS . WORDPRESS . COM / Luna González Alijarcio 1 En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria EN LOS ALBORES DE LA FEMINEIDAD: MUJER Y PREHISTORIA Luna González Alijarcio [email protected] 23 de enero de 2015, Madrid RESUMEN A través de las numerosas apariciones de la mujer en el arte prehistórico se atestigua la verdadera importancia que tenía en las primeras sociedades. La mujer se eleva en la Prehistoria a la categoría de diosa, siendo inexistentes las diferencias de género y la discriminación del llamado “sexo invisible”. La mujer dominaba las superestructuras religiosas en las tribus prehistóricas, por lo que se habla de la existencia de un matrilineado. Este artículo trata de mostrar, mediante las prolíficas figurillas femeninas, que la discriminación de género y la invisibilidad de las mujeres no han existido siempre. 1- NUEVAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PAPEL DE LA MUJER La interpretación del pasado se ha caracterizado muchas veces por ser androcéntrica. Las mujeres han sido vistas como objetos pasivos y no como sujetos activos de la Historia, motivo por el cual la invisibilidad de las mujeres durante la Prehistoria ha sido común. El pasado pertenece a cazadores, guerreros, jefes… mientras que las mujeres aparecen limitadas al hogar y asociadas a actividades secundarias. A menudo olvidamos que en el pasado pueda haber habido comportamientos diferentes entre los sexos, atribuyendo a las sociedades antiguas nuestros rasgos o clichés. Se ha dado por supuesto el modelo del macho cazador/proveedor, pensando que sólo se dedicaban a la caza los hombres. Asimismo, se ha considerado que la caza y las tensiones que genera habrían sido el motor del proceso que nos convirtió en humanos (el andar bípedo, el desarrollo de un gran cerebro, la fabricación de herramientas o la capacidad de hablar). De una manera dogmática se ha asegurado así que fue el hombre el verdadero protagonista del proceso evolutivo. Según una concepción popular, parece ser que las mujeres se limitaban a esperar a que sus compañeros varones les trajeran la carne de sus presas para alimentarse a sí mismas y a sus hijos. Desde 1970 se propone el modelo de la mujer recolectora, que muestra la importancia de la recolección de productos de origen vegetal en la dieta de los homínidos. Nuevas teorías irrumpían en el panorama de los estudios de la Prehistoria, tornando dudoso el papel dominante de la caza. Se iba forjando una nueva tesis: durante el proceso

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    Luna Gonzlez Alijarcio 1

    En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria

    EN LOS ALBORES DE LA FEMINEIDAD: MUJER Y PREHISTORIA

    Luna Gonzlez Alijarcio

    [email protected]

    23 de enero de 2015, Madrid

    RESUMEN

    A travs de las numerosas apariciones de la mujer en el arte prehistrico se atestigua la

    verdadera importancia que tena en las primeras sociedades. La mujer se eleva en la

    Prehistoria a la categora de diosa, siendo inexistentes las diferencias de gnero y la

    discriminacin del llamado sexo invisible. La mujer dominaba las superestructuras

    religiosas en las tribus prehistricas, por lo que se habla de la existencia de un matrilineado.

    Este artculo trata de mostrar, mediante las prolficas figurillas femeninas, que la

    discriminacin de gnero y la invisibilidad de las mujeres no han existido siempre.

    1- NUEVAS INTERPRETACIONES SOBRE EL PAPEL DE LA MUJER

    La interpretacin del pasado se ha caracterizado muchas veces por ser

    androcntrica. Las mujeres han sido vistas como objetos pasivos y no como sujetos activos

    de la Historia, motivo por el cual la invisibilidad de las mujeres durante la Prehistoria ha

    sido comn. El pasado pertenece a cazadores, guerreros, jefes mientras que las mujeres

    aparecen limitadas al hogar y asociadas a actividades secundarias. A menudo olvidamos que

    en el pasado pueda haber habido comportamientos diferentes entre los sexos, atribuyendo

    a las sociedades antiguas nuestros rasgos o clichs. Se ha dado por supuesto el modelo del

    macho cazador/proveedor, pensando que slo se dedicaban a la caza los hombres.

    Asimismo, se ha considerado que la caza y las tensiones que genera habran sido el motor

    del proceso que nos convirti en humanos (el andar bpedo, el desarrollo de un gran

    cerebro, la fabricacin de herramientas o la capacidad de hablar). De una manera dogmtica

    se ha asegurado as que fue el hombre el verdadero protagonista del proceso evolutivo.

    Segn una concepcin popular, parece ser que las mujeres se limitaban a esperar a que sus

    compaeros varones les trajeran la carne de sus presas para alimentarse a s mismas y a sus

    hijos.

    Desde 1970 se propone el modelo de la mujer recolectora, que muestra la

    importancia de la recoleccin de productos de origen vegetal en la dieta de los homnidos.

    Nuevas teoras irrumpan en el panorama de los estudios de la Prehistoria, tornando

    dudoso el papel dominante de la caza. Se iba forjando una nueva tesis: durante el proceso

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    de evolucin, las homnidas haban sido fundamentales para la dieta alimenticia, puesto que

    la obtencin de vegetales pudo haber constituido la esfera econmica bsica de las primeras

    sociedades humanas.1 Adems, la recoleccin requiere una serie de destrezas: conocimiento

    de las plantas, frutos, races, insectos, que sirven para la alimentacin, as como el uso de

    herramientas y los tiempos de cosecha correctos. Tampoco se sabe con seguridad quin

    construy los utensilios, por lo que las hembras tambin podan haberlo hecho.

    El tema de la caza ha sido siempre muy discutido. Se ha dicho que las mujeres no

    podan participar en estos procesos a causa de los hijos, pero lo cierto es que en algunos

    grupos s practicaban la caza: las aborgenes australianas participaban en la caza del

    canguro, las mujeres de Tierra del Fuego en la del guanaco y las del norte de Japn en la del

    ciervo. Si son los impedimentos biolgicos y la maternidad los que impiden cazar, por qu

    en algunos grupos s la practican?

    Est tan asentada la divisin sexual del trabajo (hembra recolectora y macho

    cazador) que no siempre se ve ms all, pero es muy probable que la divisin sexual del

    trabajo fuese tarda, ya que la caza organizada de grandes animales slo empez a tener un

    papel destacado casi tres millones despus de los orgenes humanos. Por tanto, la

    recoleccin, el carroeo y la captura de animales pequeos seguramente fuesen las

    estrategias de alimentacin principales, dedicndose a estas actividades ambos sexos. Lo

    anterior lleva a descartar la teora cinegtica como factor crucial en el proceso de la

    evolucin humana. Es decir, no fue la gran caza lo que nos convirti en humanos, y las

    mujeres tuvieron un papel decisivo en la evolucin.

    Tambin al comienzo del Neoltico las mujeres tendrn gran importancia, pues se

    dedican a las actividades agrcolas. Muchas especies desaparecen, entre ellas el mamut, y la

    caza organizada deja de ser tan necesaria.

    La organizacin social del Paleoltico era la tribu o el clan: sociedades de sistema

    igualitario, si tenemos en cuenta su base econmica de subsistencia. Muchas de las

    imgenes femeninas analizadas demuestran el alto grado de socializacin y cooperacin

    entre las mismas mujeres, en especial cuando la actividad se desarrolla en colectividad,

    tanto para los trabajos de mayor riesgo como en el mundo de las creencias mticas.2 Pero

    esta cooperacin y solidaridad tambin es extensible a todos los miembros varones.

    Podemos constatar que haba gran divisin social, sin diferencias o contradicciones

    derivadas de su sexo. No se han detectado indicios significativos en los cuales pueda

    intuirse una discriminacin sexual.3 Tal como expresa el egiptlogo Cristian Jacq, no

    debemos proyectar en las sociedades antiguas nuestras bajezas.4

    No existan an las instituciones de tipo familiar, las relaciones sexuales se

    mantenan comunalmente y es muy probable que los lazos de parentesco fueran

    exclusivamente matrilineales, ya que slo la mujer poda reconocer a sus hijos (mientras que

    1 Sanahuja, Mara Encarna: Cuerpos sexuados, objetos y prehistoria. Ctedra, 2002 2 Olria, Carme: Del sexo invisible al sexo visible, Casta, 2011, p. 20 3 bidem 4 Jacq, Christian: Las egipcias. Barcelona, Planeta, 1997, p. 75

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    los hombres lo ignoraban). Por ello se cree en la existencia de un matrilineado sobre un

    matriarcado. ste ltimo sugiere poder poltico y econmico, y las organizaciones sociales

    paleolticas no poseen estas estructuras de poder. La mujer, indirectamente, tena poder

    econmico y religioso, puesto que en torno a ella giraban los rituales mgicos de

    fecundidad que aseguraban la pervivencia del grupo frente a una Naturaleza hostil.5

    Cualquier fenmeno natural (como la reproduccin) era extrao e inexplicable, y el nico

    medio de comprensin era traducirlo a un lenguaje sobrenatural, mgico o religioso. Por

    ello la mujer posea un don sobrenatural, y aparece representada en contextos mgico-

    simblicos, siendo elevada a la categora de diosa.

    2- EL PALEOLTICO

    2.1- Las mujeres en el arte

    El conocimiento que tenemos de la mujer en la Prehistoria se fundamenta en el

    legado artstico, cuyo verdadero significado es difcil de esclarecer, pues slo tenemos

    pruebas arqueolgicas. No obstante, hay muchas interpretaciones. Hace unos 35.000 aos

    los grupos humanos crearon las primeras obras artsticas en las cuales plasmaron el mundo

    que conocan. Hay dos tipos de manifestaciones plsticas, el arte rupestre o parietal y el arte

    mobiliar. El arte rupestre se realiza pintando y grabando sobre las paredes rocosas de las

    cuevas. Cabe destacar en este imaginario femenino las imgenes de genitales, algunos

    plasmados con gran realismo y otros de forma ms esquemtica. Un ejemplo es la cueva de

    Tito Bustillo, en Asturias, donde se encuentra el Santuario de las Vulvas6 (realizadas entre el

    15000 y el 10000 a. C). Tambin hay representaciones de vulvas en las cuevas de El Castillo

    (Puente Riesgo, Cantabria), as como muestras de mujeres embarazadas y escenificaciones

    de parto. Este acto de dar a luz pertenece exclusivamente a la privacidad de las mujeres.

    Segn Carme Olria, estas imgenes podran haber sido pintadas por las mismas

    protagonistas, puesto que no se ha encontrado ninguna escena de alumbramiento con

    participacin o presencia de varn.7

    El arte mobiliar, en el cual nos centraremos en este artculo, es aquel realizado

    sobre marfil, hueso o arcilla mediante las tcnicas de grabado, bajorrelieve y escultura.

    En ambos la figura femenina fue representada con asiduidad, lo que nos lleva a

    plantearnos la importancia real que la mujer tuvo en la prehistoria, especialmente en el

    Paleoltico Superior (30.000-10.000 a. C). Destacan las Venus, unas figurillas de canon muy

    preciso caractersticas del Paleoltico que representan el cuerpo femenino. Es importante

    destacar que no se han encontrado figuras masculinas similares.

    5 Olria, Carme: El arte y la mujer en la Prehistoria, p. 79. Asparkia: investigacin feminista, n 6, 1996 6 Imagen adjunta en el anexo 7 Olria, Carme: Del sexo invisible al sexo visible, p. 30

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    2.2- Caractersticas de las Venus Paleolticas

    Comienzan en torno al 30.000 a. C, en el Paleoltico Superior (Magdaleniense) y

    conocen una gran expansin en el Gravetiense. Los primeros hallazgos se producen en el

    siglo XIX y se registran por toda Europa y hasta Siberia. Tienen un tamao muy pequeo,

    entre los 3 y los 22 cm (por eso podran ser amuletos para ser sostenidos entre las manos o

    colgantes). No tienen rostro, slo trazos que sugieren tocados o peinados. No se trata, por

    tanto, de retratos sino de smbolos. La nica excepcin es la dama de Brassempouy

    (llamada tambin dama de la capucha). Suelen tener la cabeza atrofiada, al igual que sus

    extremidades inferiores. No tienen pies; algunas se podran hincar en la tierra al terminar en

    punta, y los brazos son muy cortos, sealados sobre los prominentes senos. Lo ms

    destacado es su figura esteatopigia (trmino de Edouard Piette), pues las nalgas son el

    elemento anatmico ms destacado, quiz como consecuencia de alguna enfermedad o una

    caracterstica tnica, como algunas mujeres hotentotes y bosquimanas del frica Austral y

    del desierto del Kalahari, que suelen acumular grasa en y alrededor de las nalgas. Los

    rganos ms grandes (senos, caderas, vientre y pubis) se inscriben en un crculo, como si

    estuviesen embarazadas.

    2.3- Ejemplos

    -Venus de Laussell: (22.000-18.000 a. C) se localiza en la Dordoa, cerca de la

    cueva de Lascaux. Es un bajorrelieve de 43 cm de altura, realizado en piedra caliza con

    utensilios de slex y se conserva en el Museo de Burdeos (Francia). Lleva en su mano

    derecha un cuerno de bisonte que tiene forma de media luna, con trece muescas grabadas,

    quiz una representacin de los trece das de la fase creciente de la luna y los trece meses

    del ao lunar.8 Su cuerno se interpreta como el cuerno de la abundancia, que refuerza la

    idea de fecundidad. Est embarazada.

    -Venus de Lespugue: 20.000-18.000 a.C. Esculpida en marfil de mamut y hallada

    en 1922. No tiene manos ni pies (acaban en punta). Mide 14,7 cm. En cierto modo es un

    disparate anatmico: cabeza minscula, brazos atrofiados, torso alargado, senos, caderas y

    vientre enormes.

    -Venus de Willendorf: 24.000-22.000 a.C. Se encuentra en Austria. Mide 11 cm,

    en piedra caliza. Tambin embarazada. No tiene rostro, pero tiene un peinado formado por

    siete capas. Es la que presenta formas ms rechonchas y esfricas. Est en el Museo de

    Historia Natural de Viena.

    -Venus de Grimaldi: Mide unos 6,5 cm, fue descubierta entre 1883-1885 en la

    cueva del Prncipe (Grimaldi, Liguria, Italia). Presenta nalgas tan abultadas como su vientre,

    y muestra el modelo de venus esteatopgicas

    -Venus de Dolni Vestonice: hacia el 20.000 a.C, en la Repblica Checa. Se

    molde en barro y hueso pulverizado, que fue cocido a fuego. Mide 11,5 cm

    8 Ferrndiz, Teresa: La imagen de la mujer en la Prehistoria y en la Protohistoria Revista de Claseshistoria, artculo n 236, 2011., p. 6

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    -Diosa de Brassempouy: hacia el 22.000 a.C. sta es muy importante porque es la

    nica de esta poca que tiene rostro, de hecho, slo es una pequea cabeza de 3,6 cm de

    facciones finas y delicadas, pero no tiene boca. Puede ser parte de una estatuilla que

    representara a una venus como las anteriores. Proviene de la regin francesa de Las

    Landas.

    2.4- Significado

    Desde que se descubrieron las primeras venus, se han ido dando una serie de

    interpretaciones que, en este apartado, tratamos de recoger. Es necesario aclarar que

    seguramente no tuvieron todas el mismo significado, puesto que se han hallado en muchos

    lugares diferentes y esto implica una diversidad cultural. Asimismo, en el Paleoltico no

    aparecen en enterramientos,9 sino en un contexto domstico: dentro de cuevas o abrigos,

    asociadas a labores de mantenimiento o rituales.

    La primera posibilidad es que fuesen retratos de mujeres reales que vivieron en el

    Paleoltico, lo cual no parece muy plausible debido a la ausencia de rasgos faciales, todas

    son annimas.

    En segundo lugar, sugieren la posible existencia de dos etnias humanas diferentes,

    una esbelta y otra corpulenta. Es cierto que algunas presentan proporciones normales y

    otras no, pero esta dualidad no muestra una distribucin geogrfica definida, ya que hay de

    ambos tipos en lugares muy cercanos. Parece responder a una evolucin de los gustos

    estticos artsticos ms que a diferencias tnicas.

    Tambin podran deberse a un ideal de belleza. No obstante, el cuerpo obeso y

    adiposo, adems de un ideal de belleza, poda responder a una realidad fsica, pues la

    proteccin de grasa era necesaria para soportar el clima intensamente fro de la Europa

    glaciar. Una posibilidad similar sugiere un ideal ertico: el hecho de que estn

    prioritariamente sealados los rganos sexuales responde a un concepto social, el modelo

    de mujer y madre. Un ideal ertico podra haber sido para estas tribus vincular la mujer a la

    fecundidad.

    Una quinta explicacin asocia la Venus con la figura del bisonte, apreciada presa de

    caza por su abundante biomasa, que supona grandes reservas de carne. En varias ocasiones

    vemos cmo la figura de la mujer muta a la del bisonte. Esta simbiosis se relaciona con la

    fuerza, la opulencia y la fecundidad, con la idea protectora de la caza. Es frecuente el

    carcter mgico, religioso y ritual entre mujer/animal, pues se representan vulvas junto a

    quidos, cpridos, crvidos Por eso se ha planteado esta interpretacin de culto

    zooltrico en el Paleoltico.

    En este mismo sentido mgico se ha planteado que fuesen sacerdotisas o vestales

    que ayudaran al cazador a obtener sus presas.

    La ltima interpretacin que recogemos es la que comparten la mayora de los

    prehistoriadores actuales: propiciaban la fecundidad. Con estas figuras se venera a la

    9 Masvidal Fernndez, Cristina: Bases para una nueva interpretacin de las mujeres en la Prehistoria, p. 212

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    mujer en su papel de generatriz, con la idea de hacerla frtil mediante estas figuras mgicas

    o de hechizamiento. Esta exaltacin de la fecundidad representada por la protuberancia de

    los rganos sexuales femeninos podra ser una contradiccin, pues los cazadores-

    recolectores practicaban un estricto control de la natalidad. Una poblacin demasiado

    numerosa era peligrosa para la supervivencia de los grupos humanos.10 Segn Leroi-

    Gourhan, resulta insatisfactorio y ridculo calificar al sistema de creencias del Paleoltico como un

    periodo de culto primitivo a la fertilidad, como si fuera la escasez, la dominante de una cultura que centra

    su actividad simblica en la supervivencia y que para conjurarla mgicamente realiza rituales de

    fertilidad11. Sin embargo, esta posibilidad de la fecundidad es la ms aceptada. Podra

    explicarse si consideramos estas venus como una veneracin u homenaje a la mujer y su

    poder creador, ms que desde el punto de vista del deseo de aumentar la tribu.

    La mujer ocupaba un lugar central en la mitologa religiosa paleoltica, como fuente

    de vida y como lazo de unin humana entre los animales y la naturaleza. La mujer poda

    crear, y este don, siempre relacionado con las divinidades, elev a la mujer a la categora de

    diosa.

    3- EL NEOLTICO (desde siglo VII a. C aprox.)

    El final del Paleoltico coincide con el retroceso de los hielos de la ltima glaciacin,

    aproximadamente hacia el ao 10.000. Muchas tierras quedaron al descubierto, y los

    territorios se cubrieron por una fauna y flora diferente a la anterior. Se produce un aumento

    del nivel del mar (el archipilago que forma el pas de Malta estaba unido a la costa de

    Sicilia y hace unos 8000 aos se separ de la isla italiana). Desaparece la gran caza, los

    grandes mamferos, como el mamut, y se hace necesario un cambio en la economa. Las

    mujeres, que antes se dedicaban a la recoleccin de frutos, comienzan a distinguir los

    distintos tipos de vegetales: comestibles, aptos para hacer tejidos, con propiedades

    curativas, con poderes embriagadores o afrodisiacos Ellas cultivan tambin la tierra y

    elaboran la cermica. Es por este motivo que se empieza a hablar de un matriarcado, pues

    las mujeres eran muy importantes para la economa, pero no hay evidencias suficientes para

    confirmar que la mujer tuviera poder poltico y econmico en el grupo. S podemos

    observar con claridad que la mujer ostent un indudable poder religioso (por las numerosas

    representaciones femeninas y por la simbologa del dominio de las fuerzas naturales).

    Como se ha dicho anteriormente, se tratara ms bien de un matrilineado, pues la

    descendencia, herencia de riquezas y parentesco, se estableca por la lnea de la madre y no

    del padre. Esto es ms posible que la existencia de un matriarcado, ya que las sociedades

    neolticas europeas no fueron jerrquicas ni se organizaron estatalmente. Ser a partir de la

    10 Gonzlez Morales, Manuel: La imagen del sexo en el Paleoltico, en La imagen del sexo en la Antigedad (2007), citado por Teresa M Mayor Ferrndiz, La imagen de la mujer en la Prehistoria y en la Protohistoria

    Revista de Claseshistoria, artculo n 236, 2011. 11 Leroi- Gourhan, citado por Henri Delporte: La imagen de la mujer en el arte prehistrico. Ediciones Itsmo, 1979. Madrid, Espaa.

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    En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria

    Edad de los Metales cuando se organicen las jerarquas y el sistema patriarcal, con un

    simbolismo masculino individualizado.

    A finales del Neoltico se generalizan las necrpolis, separndose el mbito

    funerario del domstico, a la vez que se diversifica el tratamiento de los cadveres y los

    ajuares adquieren un papel importante para la distincin social. Se refuerza la asociacin

    espacial y simblica de las figuras femeninas con el mbito domstico y en concreto, con la

    zona en torno al horno.12 A partir del IV milenio a.C, las figuritas dejan de estar presentes

    en las casas y aparecen en los enterramientos, registrndose un cambio trascendental de

    contexto.

    3.1- La Diosa Tierra

    En el Neoltico se consigue dominar la naturaleza, y la Tierra se asociar con la

    Diosa. La tradicin artstica se hereda, pero adquiere una nueva dimensin en esta etapa

    cultural, donde la antigua economa depredadora o de subsistencia ha sido sustituida por la

    economa de produccin, a travs de la domesticacin de plantas y animales. La diosa del

    Neoltico, la Tierra (frtil, fuerte, poderosa, fecunda, cclica e imprevisible) tena la

    capacidad de hacer surgir todo tipo de vida de su propio cuerpo. Es a partir del Neoltico

    cuando a la mujer se le confiere un papel de deidad, y ser identificada con la Diosa Tierra,

    la Diosa Madre de la Naturaleza, concepto que pervivir a lo largo de la historia. Es la

    deidad principal del panten de los dioses, donde vemos una sociedad dominada por la

    figura de la madre como generatriz absoluta.

    El mundo religioso o mtico de este periodo neoltico no estuvo polarizado entre lo

    femenino y lo masculino, sino que se ir produciendo una simbiosis. Algunas de estas

    representaciones de la Diosa Tierra ofrecen una imagen hermafrodita, pues de esta forma el

    poder de la deidad se duplica y se fortalece.

    3.2- Diosa de las Aguas

    Diosa muy destacada del Neoltico, en forma de pjaro o serpiente. Son diosas del

    agua y del aire, representadas frecuentemente sujetando a bebs. Esto perdura en las

    culturas minoicas cretenses, micnicas, griegas y chipriotas. La Diosa pjaro simboliza el

    sustento de la tierra a travs de la lluvia, y del fruto de su fertilidad nace el huevo csmico,

    origen de la madre Tierra y del Cosmos. Esta misma simbologa se refleja en la mitologa

    egipcia, babilnica, hind y griega, las cuales explican cmo surgieron las deidades de un

    huevo csmico que fue creado por una serpiente o pjaro csmico.13

    La Diosa Serpiente aparece con su cuerpo rodeado de bandas y espirales que

    representan las aguas, llevando un nio en sus brazos cuyo significado es la divinidad de las

    aguas que fructifica la tierra. Esta deidad es muy comn en el arte minoico-micnico en el

    12 Masvidal Fernndez, Cristina: Bases para una nueva interpretacin de las mujeres en la Prehistoria, Complutum, 2007, p. 214. 13 El griego Atengoras nos cuenta este mito en el siglo II d.C. Puede considerarse un mito universal.

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    En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria

    IV y III milenio, y perdurar hasta la Grecia clsica a travs de las imgenes de la diosa

    Atenea junto a un bho, pjaro o lechuza. Observamos de este modo las vinculaciones

    existentes entre el mundo mgico del Paleoltico y el mundo mitolgico clsico, una

    mitologa de profundas races que se ir adecuando a panteones de deidades masculinas.

    Estas diosas constituirn la explicacin de una realidad ininteligible: lo sobrenatural. Sern

    la esencia primigenia de las religiones posteriores.

    3.3- Diosa de los Animales

    Las imgenes femeninas ya se asociaban a los animales en el periodo paleoltico,

    pero con el descubrimiento de la domesticacin, las especies sern distintas. Los animales,

    siempre machos, simbolizan la simiente masculina necesaria para la fecundidad. En las

    diosas neolticas, de Anatolia y Mesopotamia, los animales que flanquean sus cuerpos son

    salvajes. Estas imgenes se identificarn con posteriores cultos, como el de la Potnia

    Theron de las culturas micnica y minoica, flanqueada por perros o leones, monos o grifos

    alados, o el de Artemisa, rodeada de animales y pjaros. Lo mismo sucede con la Diosa

    venado o con el oso. El culto celta a la Dea Artio es una pervivencia de la simbologa del

    oso dentro de la mitologa materna de la diosa. La Artemisa griega se representar entre dos

    ciervos y un oso.

    Desde los inicios del Neoltico, el cerdo ser uno de los animales domsticos

    asimilados al culto de la Diosa Madre, por la gran fertilidad de este animal, la opulencia de

    su cuerpo, los beneficios que reporta su completo aprovechamiento y por la rapidez de su

    crianza, todo ello identificado con la fertilidad de la Tierra.

    3.4- Diosa de la Vida, de la Muerte y de la Regeneracin

    La Diosa Luna era la fuente de vida y de todo lo que produca fertilidad y, al mismo

    tiempo, era la poseedora de todos los poderes destructivos de la Naturaleza. La naturaleza

    femenina, como la Luna, tiene su cara positiva y su cara negativa. Es creativa y cclica. Se

    encuentra en tumbas como ofrenda a los muertos y su simbologa es la de muerte y

    regeneracin. Es el smbolo mtico-religioso de una comunidad preocupada por los

    problemas de la vida y por los ciclos de la muerte y la regeneracin.

    3.5- Ejemplos

    Una de las ms representativas es la Estatuilla de Cibeles encontrada en el

    yacimiento neoltico de Catal Huyuk, en Anatolia, de hacia el 5700 a.C, en el momento de

    dar a luz. Es una de las primeras representaciones de la Potnia Theron, diosa que aparece

    flanqueada por dos animales.

    En el IV milenio a.C surge la cultura de los templos. Muchas figuras de mujeres

    se encuentran en los templos e hipogeos, por lo que se han considerado diosas o figuras de

    culto. La ms famosa es la Dama dormida, que se cree que representaba el sueo eterno.

    Segn Marija Gimbutas, las semillas de los cereales se almacenaran en este hipogeo para

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    En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria

    hacerlas frtiles, lo cual correspondera con los antiguos cultos que los clsicos asociaban

    con Demter, su diosa del grano y la fertilidad.14

    En Creta se desarrolla la brillante cultura minoica (en la Edad del Bronce), en el

    2000 a.C aproximadamente. Se construyen los primeros palacios. La decadencia de la

    cultura minoica est relacionada con la erupcin del volcn de Thera, en el 1600 a.C. Las

    ruinas de la ciudad minoica de Akrotiri, en Santorini, permanecieron sepultadas bajo

    toneladas de ceniza hasta 1967 (arquelogo griego Spyridon Marinatos), siendo conocida

    desde entonces como La Pompeya del Egeo. Hay muchas imgenes de mujeres en los

    palacios de Creta y en las ruinas de Akrotiri. Destacan las mujeres con serpientes, con

    cintura estrecha, pechos grandes y anchas caderas. Miden 30 cm. Datan del 1600, tambin

    llamado periodo neopalacial. Observamos ahora un canon bastante alejado del que

    predominaba en el Neoltico.

    Las construcciones megalticas acreditan una organizacin social considerable. A

    veces se ha entendido el menhir como un signo flico, otros, que era un soporte para las

    almas.15

    La civilizacin de El Argar, ya en la Edad del Bronce, muestra una vida familiar

    monogmica. Esto se sabe por las tumbas dobles, con restos de esposos, donde las mujeres

    llevan joyas suntuosas.

    4- CONCLUSIONES

    En las etapas iniciales de la Prehistoria la mujer fue considerada un ser mtico-

    mgico-religioso: una deidad. Su fuerza domin la fertilidad de los seres vivos y de las

    plantas, y se identific con los ciclos de la Naturaleza. La Gran Diosa Madre lo fue de la

    vida, la muerte, la regeneracin, as como de la tierra, el aire y el agua, de la vegetacin y de

    los animales. Estos ciclos vitales se identificaron con la Luna y explicaron el origen del

    Cosmos.

    La mujer dominaba las superestructuras religiosas. El poder ms importante que

    exista era la misma religin, pues no se haban consolidado las sociedades clasistas ni las

    plutocracias, ni grupos sociales basados en la economa de guerra.

    Cuando los grupos sociales se organicen en clases, nacern las aristocracias

    militares, los seores y los prncipes, se generarn diferencias segn el trabajo y la riqueza,

    un mundo de competencias y luchas. La mitologa o la religin sern igualmente necesarias,

    pero ahora ya no constituirn un instrumento para entender la Naturaleza, sino para

    asegurar intereses econmicos y de poder, acordes con las nuevas sociedades patriarcales.

    Adecuarn las antiguas creencias a sus propios dioses masculinos, la mujer ser su consorte.

    Algunas de estas diosas (que hunden sus races en la mitologa de la Diosa Madre, como la

    Atenea griega, descendiente directa de la diosa palacial minoica y heredera de las diosas

    neolticas europeas) se transformarn.16 Atenea cambi el antiguo culto, dej su papel de

    14 Gimbutas, Marija; citada por Mayor Ferrndiz, Teresa, op.cit, p. 17 15 bidem, p. 24 16 Olria, Carme: El arte y la mujer op. cit, pp. 16-17

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    deidad protectora de la ciudad de Atenas y se convirti en la nueva Diosa de la Guerra.

    El mito de la creacin de Eva, que guarda un gran parecido con el mito griego de

    Pandora (que aparece en los libros de Hesodo Los Trabajos y los Das y La Teogona)

    constituye un ejemplo ms del Desplazamiento de la Diosa Madre por un Dios Padre

    Eterno. Sin embargo, hay que recalcar que Yahveh y Eva provienen de la forma hebrea del

    verbo ser. El significado de Eva, es, pues vida, la que da vida, la madre de toda vida

    de manera que viene a ser una especie de degradacin de la antigua Diosa Madre, su

    contrafigura, su desmitologizacin.17

    Los primitivos conceptos mitolgicos han variado y se han tergiversado

    profundamente. En la actualidad prcticamente en ninguna religin la mujer es una diosa,

    lo que se explica porque la mujer no participa, o apenas lo hace, en el dominio de la fuerza

    social y econmica de nuestro tiempo, no tiene poder. En algunos pases la mujer no est

    considerada una persona con derechos propios. En los pases ms civilizados ha

    conseguido llegar a un lugar social relevante. Pero es importante recordar lo que en

    nuestros orgenes fue, para que en el futuro la sociedad sea ms igualitaria, solidaria y

    pacifista, acorde con la armona de la Naturaleza.

    17 Mayor Ferrndiz, op.cit, p. 20.

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    5- ANEXO

    Santuario de las Vulvas (15.000-

    10.0000 a.C) Asturias.

    Venus de Lausell (22.000-18.000 a.C).

    Venus de Lespugue (20.000-18.0000

    a.C)

    Venus de Willendorf

    Venus de Grimaldi

    Venus de Dolni Vestonice

    Diosa de Brassempouy

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    En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria

    Diosa Serpiente minoica

    Artmis, diosa de los animales

    Estatuilla de Cibeles, Catal Huyuk.

    La Dama Dormida, IV milenio a.C.

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    En los albores de la femineidad: mujer y Prehistoria

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    -OLRIA, Carme: Del sexo invisible al sexo visible. Casta, 2011.

    -SANAHUJA, M Encarna: Cuerpos sexuados, objetos y prehistoria. Ctedra, 2002

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