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'ft,,ft,,,.,.., ..... ··'e ,t,,.,,,.,,,,,, , :ft, ft',:ft, e, 'ft'. emanario iterario lustrado ....... ...... ......... especialmente á las familias católicas la. 'República. --. Se pUblíca los 1unes. IDírector t jLíc. Wíctoríano Bgüeroso PRECIOS:DE SUBSCRIPCION. TOMO l. NUMERO 13 . MEXICO Apartado núm.' 379, ó Cerca de Santo Domingo 1 Dirijsnse los pedidos de subscripción al Director, Por un mes en la Capital. .. . .... . .... $ 050 . Lunes, 2 5 de Marzo de 190 . r. núm. 4. . .. ________ __ ____________________ ____ __ DON SIMON. (CUENTO 1 No era fea. nu est ra Si mona, pero tam - poco era hermosa , al meno:sl tan hermos!) como ella se suponía. Según e lla l as ma - las lenguas decían que era fea , pero n0 podía ser tan fea como Braulia . quién era Braulia? Una mujer que cada vez que se miraba al espejo, se echaba á llorar. ¿Y por qué lloraba? Porqu e era fea. j Incomprensible . ser mujer y creersp fea! ¡Qué poro Simona sesnponía tal co- sa: de misma! A esta p] espejo no le satisfacía tanto corno los di charachos de las jóvenes de la vecindad, que no la po dian ver bien. LA TELEGRAFIA SIN HILOS EN MEXICO . Decían que era buena para casarse con 1 un maestro carpintero, herrero ó maqui- nista de ferrocarril y ÜI.. mar de cosas, y todo ¿por qué? nun ca falta algo que decir cuando el a' sunto anda entre mu o jeres,y Simona, que hada tiempo habia a prendido qué. cosa era la envidia, se I de todas y a mnguna hacia caso. Pere aSl I y todo nuestra Simona tenía una eS' pina en su corazón que mucho la mortificaba. ¿Por qué siempre la llamaba "Do n Si - món" Fermín el de Pamategui? Lo que dijeran las mucbachas con poco C'uidado la te nia , p ero que Fermin la llamara asi... vamos .. .. que no :sabía por qué. ¿Qué le diría algo el carnicero á Fennín? Pues ya podían tener mucho ('uidado con ella l os dos. Si ella supiera siquiera un poco de c astellano para decirles en sus · nari ces todo 10 que ella quisiera sin que los otros pero hay que dejarlo.8, ya lle· gará el tiempo, cuando ella v:ueJva de Burdeos ..... . II -Ma má, aquí hay carta. -¿De quién? -De Mari-M ami. -¿De Burdeos? ( quería decir de Bur - gos.) -Sí, mamá , si. -¿Qué dice? -Que me va;¡-a para el veinte del mes. -¡, y para doncella? -::Ko dJ. <;:e , pero don cel1a ó c:ocinera, una de las dos CDSa& ha ser. i Adíós mis vieja.s albarcas! -,-;. CUl-Índo te irás , pllE':l'? -P llPdo . n rch al 'me mniíanfl . -¿Roja? -Aquí manda un papel , y con esto me

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emanario iterario lustrado ....... ~.'W" ...... ~W'.:w:, .........

IDe~íca~o especialmente á las familias católicas ~e la. 'República. --. Se pUblíca los 1unes.

IDírectort jLíc. Wíctoríano Bgüeroso PRECIOS:DE SUBSCRIPCION. TOMO l. NUMERO 13.

MEXICO Apartado núm.' 379, ó Cerca de Santo Domingo

1

Dirijsnse los pedidos de subscripción al Director,

Por un mes en la Capital. .. . .... . .... $ 050 . Lunes, 2 5 de Marzo de 190. r. núm. 4. . ~P~o~r~,,~,~.e:n~lo:s~E:~:a:~:os~.~. ~ .. ~.~~~~0~75~J. ________ ~ __ ~ ____________________ ~ ____ __

DON SIMON. (CUENTO VASCO~GA1)O.1

1 No era fea. nuestra Si mona, pero tam­

poco era hermosa, al meno:sl tan hermos!) como ella se suponía. Según ella las ma­las lenguas decían que era fea , pero n0 podía ser tan fea como Braulia . ¿Sabéi~ quién era Braulia? Una mujer que cada vez que se miraba al espejo, se echaba á llorar. ¿Y por qué lloraba? Porque era fea. j Incomprensible. ser mujer y creersp fea! ¡Qué poro Simona sesnponía tal co­sa: de sí misma! A esta p ] espejo no le satisfacía tanto corno los dicharachos de las jóvenes de la vecindad, que no la po dian ver bien.

LA TELEGRAFIA SIN HILOS EN MEXICO.

Decían que era buena para casarse con 1 un maestro carpintero, herrero ó maqui­nista de ferrocarril y ÜI.. mar de cosas, y todo ¿por qué? Porq~e nunca falta algo que decir cuando el a'sunto anda entre muo jeres,y Simona, que hada tiempo habia a prendido qué. cosa era la envidia, se rei~ I de todas y a mnguna hacia caso. Pere aSl I

y todo nuestra Simona tenía una eS'pina en su corazón que mucho la mortificaba.

¿Por qué siempre la llamaba "Don Si­món" Fermín el de Pamategui? Lo que dijeran las mucbachas con poco C'uidado la tenia, p ero que Fermin la llamara asi... vamos .. .. que no :sabía por qué. ¿Qué le diría algo el carnicero á Fennín? Pues ya podían tener mucho ('uidado con ella los dos. Si ella supiera siquiera un poco de castellano para decirles en sus ·nari ces todo 10 que ella quisiera sin que los otros

ent~ndieran, pero hay que dejarlo.8 , ya lle · gará el tiempo, cuando ella v:ueJva de Burdeos ..... .

II

-Mamá, aquí hay carta. -¿De quién? -De Mari-M ami. -¿De Burdeos? (quería decir de Bur-

gos.) -Sí, mamá, si. -¿Qué dice? -Que me va;¡-a para el veinte del mes. -¡, y para doncella? -::Ko dJ.<;:e , pero doncel1a ó c:ocinera , una

de las dos CDSa& ha d~ ser. i Adíós mis vieja.s albarcas!

-,-;. CUl-Índo te irás, pllE':l'? -PllPdo . nrch a l'me mniíanfl . -¿Roja? -Aquí manda un papel, y con esto me

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valdré, enseñando á uno y á otro meen· ~r~ar~ .

. .... .. ................ oo ' ............ , e , ....... ..

p.or poco en la esÜtción de ZUlI].iü;mga le despachan el billete á Simoná panl Burdeos en vez de despacharle para Bur­gos, gracias que' enseñó el papel opor tunamente.

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Contenta estaba la madre de , Simona aquella maiíana, pU f'S que había r ccibido carta de su hija en la que la decía que sus jefes estaban. arreglando el viaje Ú San Sebastiún, que dentro de una Sf'U1alla llegaría á su casa, que había a.prendido el caste llano, que ;va t enía verdaderos de­seos de r eirse de a'gnnos ' y que quemara l~ls albarca s y las ropas que .llabía dejado en casa.

IV

Era señaladamente el día de Shll Lo­renzo.

Simona vestida de blanco salió de la al­rlea de su roadre rumbo hacia la villa. P el'O ¿quién bubiera creído qu e aquella era Si mona ? ¡ Y qué casualidad! F ermíll iba en sentido contrario y t enía que tro pezar «;,on ella, pero ¡ cú ! F ermín no la iba á conocer.

-"Mui giienas" le dijo Simona sin po­der conh~ner la risa al contestar los "giie· na:s- días" de F ermín y sigui6 adelante muy orgullosa diciendo para sí: "¡ Qriépo­co me ha llamado D. Simún!"

y be ahí que la esperaba otra. casuali­dad, pues qu e st\ ibc'l. ;l encontrar con el carnicero'. "Voy á hablar·le en cast ellano, se dijo ella, y Vel'Úll como tampoco me conoce."

-Señorito. ¡.qué hora es ? -Las " hederatziak," señora (1) -Bien , " gl'adas" adiós. -Ag'lu·. (1 bis.) y siguieron ¡su ('amino tropezando a l

momento Si·mona con COlleha y Pan ~'hi­ca. En concepto de SilllOll<1 lIfl" In -!'f~dan ni que se les hi(-iera taso, pero si por v(-' n , tUl'a la conocían, podían decir que so ha­bía vuelto muy orgullosa y á e lla no le convenía que se enojara y por eso 1::3 iba á hablar. .

-Hola jovencitas, ¿qué hay de nuevo '! -¿Quién es vd? ay, ay, Bimona ..... .

Bien ¿y t,ú? . -l~astante blen, ~I'acias Í\. Dios. -¡, y por Bm'd e()!~ estuviste bien? -No fuí ú Burdeos, E'n el camino n1f'

dif'J'OIl g:nias de ir ú BuI'!.!;os 'Y alIú me fuL -¿Y qué t e parece de tu antiguo lu­

gar? -Tris1E'dto .. ,. pero -soy de aquÍ. ....

por lo que veo la gente está algo atrasa­da.

-Ya sabes que (>11 est e rincón no pode.' mos estar ('OIno en BUI'g-OR.

-No es po<s iblf', ;No :wbéis que Fermín no Jll f' ha conoC'Ído'?

-No ('s para a sombl'ar-sf', Ni nORotras t p hnhi0uunos cono c;ido si no nos hubie­ras bahlado.

-Ad(>mús, Leondo (('1';1 e el'a el nombre il el ('aJ'nÍef'T'o) no me ha conocido ni ha-biéndnl e ll flhlndn, . .

-¡Has hablado con Leonci¿? -Rj'. le he preguntado en eastellano.

;. q1lf~ hora e~. ? y 111P bu contesta do "las "bedf'ratzia k" sefíoJ'a.

-Pues no (>s poeo si Leon( 'io supo. con­t estarte.

-PeJ'o no mI' l!fI cont(' Rtu(10 como era dehiil.o, P01'P1H' ('11 lng'a" (l(' " 1:18 beder:ü­ziak" I1W dehíll hahf' r dieho "las UUhf'R ,"

-Pero, f}u é qllÍeres qll e aquí sepa-

, (l) 'Rf'(lf'rn'tziak en ,~aseuel1ce qui-ere de-cir lns nueve. " !.

(1 bh;) Agur. Exprf's iún vascongada de despedida.

SEMANARIO

Il1os! .... también tú te equivocaste al de I fiesta por las calles con un pedazo de too dI' "las nubes," que nubes ·son " oreixak," l ' cino amarrado con listones, colgado He la (2) mano derecha y gritando:

. --:":¡Qué ignol'ante eres! "¡ El'8ustanciador .... !" Algunas- f~mi-. -¡Qué quieres, pues! .... y á Pl',opósi· lías le llamaban y él a cudía á meter en el

to, ¿es verdad que cansada de servir vas puchero el pedazo de tocino y rezan~o ei ú tomar nuevo estado? "Ave María .. " Al sacar el tocino (jp) pu,

-Algo hay de eso. Yo todavía no que- ehero le pagaban tantos ochavo¿; ('(Imo ría pero como él tiene prisa. A ve Marias había rezado, y en esta foro

-¿.Y de dónde es? ¿de :6urgos? ma ganaba su sustento. He ahí á 10 - fJu(~ '~No, de Galicia. Is:e había reducido el Jue" de Gil1ir'i(l_ que -Entonces es gallego. tantos quebraderos de cabeza .Y tanta en--A~í es, p.ero es de los gallegos finos. vidia les produjo al suponer á la npc-rh !olj -¡, Qué oficio tiene'! mona hecha toda una gr'lll 8eiiora. -Sentenciador. -¡.Juez'! -Algo de eso. -¡ Demontre! pues no has dado mal

golpe. 'l'enemos mucho gusto en verte así y ques€a por muchos añOls.

-Gracias. A.hora voy á misa mayor y temo que ·se me haga algo tarde.

-No, vas á buen tiempo. -Agur, pues. ' - ".<\rio." (3) y Simona siguió camino á la Iglesia sao

tisfechísima, cantando entre sí: "Trága­la, trágala, trágala tú •...

V

Antes de media hora de haber pasado lo que dejamo:s referido, se encontraban juntos F ermín, Leoncio, Concha y Pan­chica, y hacían . animados comentarios. "Don Simón," ·señora de un juez de Gali­cia ..... y qué bien ha acertado ..... pe· ro no puede ser .... ver á la negra Simo­na casada con els~ntenciador ó juez. Que ¿sería verdad eso? ¿No sel'ía algún em­buste '! . . . .. y así por espacio de seis m e!'5:es no hablaron de otra cose.. ... .. ................. .. " ..

l\1ueha curiosidad t enían por saber no- o tidas verdad·eras de Simona. Averigua­ron pOI' fin que vivía casada en un peque­ño pueblo (le Galicia y que su marido era (:'1 "Tío 'l'mubeil'u" v no era sentencia-­dor, juez ni cosa parecida, sino "sustan­ciadoJ-,"

Sa lía el " 'río Tumbeiro" los días de

(~) Oreixak: las nubes. (3) "Ario," palabra. tomada del álste­

llano eqnivalente á adiós.

VI

Pasaron dos años. Un dÍ:l .le ~an, .\n, tonio en U rkiola, en un l)elj lit-U') .,1':\\10 que existe entre el santuario y {~l camino carretero, algunos jóven~~s baiJahatj. al són de "Itzu-soñu." (4) Un viejito casi cie· go tocaba la guitarra y una mUJer a1ta. :.' delgada, pero no vieja, y fjl,(:' Ilevubh I;n

chiquillo amarrado,á la espalda, tocaba la pandereta. Entre los bailadores, encontl';l· banse dos matrimonios jóvenes. La, 111'1' jer que tocaba la panderet:t ('antó:

"Toca, toca muñeira Que ' son gente nolbe Bailadores hermosos Que pagan dólbe."

y ¿sabéi:s: quiénes eran lQs dos miltri­monios que bailaban? Fermín :v ·su ni~jer Concha, Leoncio y su mujer Panchica:. Y suponéis quiénes eran _ los músicos? El sustanciador y Simona. -

y no se sabe si los músicos y bailado­res se conocieron, pero al acaba.r de' bai· lar LeoD cioechó un hermoso "santro," ujujui ó irrintri (5) y Fermín gritÓ con to-

(4) "Itzu-soñu," término vascongado que significa música ambula!lte que acu­de á las romerías á divertir al público, que cobra á los bailadores UD centavo por P!eza.

(5) Santros, ujujui ó irrintri, gll'ito de alegría que ;sale de la garganta y que en époéa de romerías resuenan pOI' todas las montañas vascongadas.

PRINCIPES AUSTRIACOS.

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da ,l.a fuerza de los pulmones. "¡Viva D. Simón." (6)

P. M.

(Traducido literalmente del idioma vas· congado y de la revista de Bilbao titula-da '''Euskal-zalé.'') .

(6) (Nota del autor.) ¡ Pobres de los Ilue no aman su raza y su idioma!

--::)0(::----

La telegrafía sin hilos J$N MEXICu,

(VÉASE EL GRABAVO UE LA la PLANA.)

Los primeros experimentos de la Tele­grafía sin Hilos hechos ,en México, fue­ron organizados po,r el s.r. Oapitán D. Porfirio Diaz y el Ur. D. Roberto J ofre en el Laborotor.io ,d'e éste. (ealle de Xieo­téncatl) wn obJeto d,e hacer una demostra­ción del notable ,des,cubrimie ruto de Mar­coni en presencia ,del Sr. Presidente de la Repúbli c'a en una de las visitUis con que ha honrado 'aquel Instituto de E.lectrici-

. dad. Rabi,endo continuado sus estudios las

Sres. Diaz y Jofr'e, encontraron por una feliz casualidad 'una di·sposi ción que au­menta la ,sensibilid'ad d el radio-eonductor de Bra,nly en gr,ad'o ,consider~able, lo que constitu.y,endo un ' perfeeciolliam~ento en los aparartos de Mal"coni los indujo á soli­citar una patente ante el Mini'sterio de Fomento.

Entretanto es entregaban á es,tos estu­dios los Sres. Diaz y J ·ofre el Sr. D. Vic­tor Sal1v.ade,en ¡San Ped·l"o de los Pinos, illivesti~aba ,el mismo asunto, y habiendü sabiid'o el Sr. Bonnery, amigo t :rnto de aquel, .como ·del Dr. J ofre, de los estudios de éste, los puso de acuerdo para reunir sus esfuerzo,s hacia el mismo fin , cQ.sa que aceptada por ambos, se d.edicaron d;esde ese momento, con toldo método y constan­da á la id,eterminación de 1.a I{mgitu.d de Ja's ond'as hertzianas empleadas en sus p.d­mel'OS ensayos, con el fin de prec isar si la ·colooodón oe una antena receptü,ra d~­be hacerse ,en un nodo ó en un vie ntre de onda, ó si es indiferente del todo su sit\lia­ción, ~nseñá,llidoles la experiencia q.ue la antena ' receptora dispuesta en un nodo, no permite p ercibir las señales, mie ntras que situa:da en un vientre, e l ap.arato, re­ceptor> funciona ,con incomparable perfec­ción. EMe de.scnbrimi'ento los ii:!ldujo ft re­formar las dimensiüll'es de I.asondas qu~ empleaban, ' disminuyendio, sus d,imensio­'Des sin afect.ar en .]00 pOflible su intensidad', con el fin de que en slts p.rueba,s lllterio­I'(,s, en estaCÍ-on.f'S l'ej,a,nas, no snce.diese que la ante na receptor,a quedase coloca­da en un nodo de vibT'aóón. De la misma manera pudie ron fijar otros ,da-t,o,s en sus eXipel'imentos de laboratorio -y e ncontr'f\ll­dose ya en disposición de hacer un ex­perimento á distand¡l de ·dos ú tres ld-16melT'os, según .SI1S pred 'si-ones, decidie­I'on ofrecer las 'primiei.as de sus estudios al Sr. General Diaz, como un homenaje. en los momf"ntÜ's en que toda la nación se preperaba ·ft la,s fiest,as de la toma de po­sesión de su nue,o p erí-od-o admini·strati­vo. Ac.ept,ada est·a mupstra <le .['Ps pet-o. bondruiosame nt.e, por e l ·Sr. Presidpnt-P, se orltani·1.ó un experimpnto que tuvo lu­¡:rar el día 4 ,de Did,ell1'bre en los Llanos de la Estrena, c-on objpt-o dE> comuniC'ar órdenes á los cuerpos qlle rt-omaron pa.rtf' €-n elsimula,cro de guerr.a.-El mal tie mpo que reinó durante todo ese día. püso en pe­ligro de no f'fe'CÍuarsf' -nillue llas pruebas, Pf'I'O gracias á la a bnlf'ga<'i{m dp las lle.rs-o­nas que a-compaiíaron · ú los iniciadorf's,

LITERARIO ILUSTRADO. 147

pudo que dar ions·crita esa fecha como la del primer ·experimento hecho en México sobre el admirable invento de Miarconi.

El Sr. Ministro de la Gue rra, t an celo-. s·o como e s pO'r e l adelanto d e nuest ro

Ejército, como no pierde de "ista que la 'l"elegrafía sin hilos puede prestar servi­cios útiles en campana , facilitó á los ex­perimenüudores todos los e lemento's qll e les fue ron necesari,os para t ransport,rul' s us aparatos á los 1JI,anÜls de la: E s'Ü'el\.a y nombrló al Sr. Su1bteni.ente Ramirez, con dos celadores, para que presbai'an s u ayu­da ,en este e nsaiyo y el Sr. llonnery invitó {¡ los Sres. 'Vo-odcork, LatimN y 8 nüt·h , empleados. de la oficina de'l Cable, p·a.ra que a,yud,asen á la recepción el e los d e's­pucbos, cosa .q ue aceptaron estas perso­nas CM entusiasmo digno de todo elogio.

Otr,as personas cuyos nombres no recol'­U~UllO'S, pero cuy,a cünd ll da nos ha sido muy encümiad-a por el 1>1'. Joft-e, figuI'an ·('n el d ich6 (lile lwy pllblicarnos, ta,mauo de una fOltogl'afía qUl ~ outu \'Í'eron del gru­po. ue experimen tadores, lo's hábil('s Sres. n. F elipe Siena y D. Epigmenio GnRda­rrarna .

A continn'aóón de los experi-meuto's de los L1.ano·s d e la Estrella, se ban becbo de ~an. P edro de los Pinos á Mixcoae, de la e.aHe de Cadena á la calle de Xicoté,ncatl (Instituto de ElectL'kidad); de Chapulte­p e-c a l P ,a:la.cio Nac ioD ;,¡ l y de Chapultepec (t Ia Vi ll a d,e Guadal11pe. En estos días se Ill'e paran 10,s mencio-nano·s seüor ps á re­]1'('t ir SOiS pruehas entre 1,a Villa de Guala­lupe, S'an Pe dTo, de lo,s Í 'inos y Ghapulte­peco

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Poesía de S. S. León XIII. In obitv loscphi Pecci cardo germani fratris.

Iusticiae factum :;~tti,:; <' st: admissa piavi ; (1) Iam coeli me terllpla t enent ste lla ntia : sed t u Cum tot s·\lst inPH s, Ull\l grandia munia, debes Tanto 1'IuI'a 1.11:0, <¡nanto mni o-ra t ul isti. Sume animum; fid(~ l1 s t.:,)' lI1bnm duc al'g"or in aHu1ll: NUll1ine pr'opicio tibi Slllt C l1l11 fenol'e milIto Felicc,,, initi pro I'dligionc labores: Attumen ut nden:'! ollm sublimia coeli , Victr-ices fugiens tlaJll enas, at-ti ngel'c, prndens M:ortuli, Ioadlim, vita deulll n~sccr·is aura, Qnidl}uid pe<:catulU est lacrimus delel'e lnemento.

IOACHIM.

Dum vivam, fessos qUE r egat dum spiritu:s: al'tuR, Enitar gemitu lac1'imi.3que a bstergere culpas. At tn, qui l.:;uperúlll securus lu ce beu l'is, Confectum oe1'umnis, devexa aetate laba ntem Erige,et usq ue memo1' de coelo 1'espice fra trem. Quem turbo beu! duduIn premit horidus" 110rrida dUUtl1l1 Fluctibus in mediis COll1rnotta p1'ocella fatigat.

[jEO XII /l.

TltADUCOION PARAFRASTIOA.

En la muerte del Cardenal Jose Pccci, mi hermano carnal.

JOSE.

De Dios eterno la eterna,l jnsti,cia Ya satisface: fl ébil ,)' distante .D<:>I s nmo Bien, por tu virtud propicia Pagué en b reve hasta e l último cuadrante; Del eielo ahora con sin par delil'ia Habito en el a lcá znr r elumbrante, D()nd(~ di scurren por las anlas bellas Los ju,sto,s: como pÍllidas centell as.

~!lns tú , sobre los hombres s ublimado, Lid OIpinosa y pl'olong:ada y ruda Sostienes con el munuo rebelado Que aunque · siu f ruto por Yen certesud~'l. Diúteel Seuor un peeho nco1'a7.a(10 Que los tiro.s r echaza de la dllua: Ma's .... cata <lu e al t a lento rpc-ibiuo TIn de igualnr pI lu cro recogido. Animo cobra ; la feliz barquilla Al dorso de la líquida llanura Ll eva fiado; s u fprrada quilla Domarú de las olas ía bl'avnra. Propicio Dios el duelo que tp humilla En gOíIO ha dI' trocar, ~. con us ura 'fe pagar:'. deslH:'('has las cndpnaR. Por sn a lmo ('ulto la. ' .. snfridaf.\ penas.

. -? •

Ma·s, para qu e h:Jl es del t'mpí l'co ciclo

(1) Iosepho P ec<'Í Cardo "ita fnnC'to YI if1. FI' h. !,lDC('CXC. s upp]j ea ti ollihn í' sacris<lue pprtitatum est tanto numero , nt speTnn(1n111 (1 e exnon imnw l' i1'o "i<1 p<1 I'1I'. ignis inm popna lilw rutum a<1 selnpitprnam in c·oeli s par-r-m. Dei bl' lIi g·lIitah'. :lYO

la"isse. Hine sumptnm C'arminis a r·gnnll'ntllm .

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SEMAR1NO

Abierta y libre la sub lime entrada Sin que la llama p'lr gadora el vuelo Te estorbe cuando r1 ndas la jornada, Oh Joaquín, activa tu desvelo Por lavar, de 'la vid.a limitada Mientra el aura Ltl"pi res, tu conciencia Con lágrimas de el'u da penitencia.

JOAQUIN.

Sí: mientras vi va. mientra el alma fuerte Sostenga al cuerpo ' (l ébil Y. cansado y mientras, á df~specho de lo. Is.uerte Haga latir al cOl'aZÚn llagado, Un fin dichoso y u¡,acible muerte He de buscar, cJn 110 ro prolongado y con gemidos de piedad sincera, Borrando el ' rasi:!'o .le la culpa fiera.

/

¡Oh, tú que en los collados de la Gloria y hundido en los eternos esplendores De los santos, empuñas de victoria La verde palmaen .premio á tus labores ! Viva guarda en los cielos mi memoria; Ayúdame y conforta en mis dolores; y ve que só~o, trémulo y anciano Alienta apenas tu infeliz hermano.

Tu hermano ... ¡ay Dios! á quien el crudo Noto Ha largo tiempo con furor azota, Llevándole feroz por mar ignoto Donde la nave con trabajo flota. Ha largo. tiempo mísero Piloto El duro cáliz del penar agota Mientras la nube ciérnese enemiga y en medio de las olas la fatiga.

LEON XIIJ. (Trad. por el . Ilmo. Sr. D. Joaquín Arcadio Pagaza.)

OTRA lRADUOOlvN A La.. MISMA POISIS.

Expiadas son mis culpas; la jllstilCia. Satisfeoha esm ya; y en el seguro De la región explendorosa vivo; Tú, que tantos oficios tan altDs y grandio,sos sust,entas, Dehes máiS al Señor cuanto mayores Aquestas gracias fuer n y mercedes.

El ánimo. recobra y la barquilla inrtrépido dirige E ,ntre las ondas del .airado ponto. Riendo el numen propicio, fr'utos ciertos P.ro.duzcan, y oonsuelos tus labores!

Mas si quieres un día, HnyendD de las l,lamas vengadoras Llegar t'l'anquilo á lrus celestes playas, Nunca, jamás olvides LalS . lágrimas que borra n el pe cado.

JOAQUIN. Mientras viva, y el ánimo a.baüdo,

Go.bierna apenas los cansados miembros, Con g-em~dos y lágrimas mis cU~ipa,s Intentaré borrar; tú que diühoso Goza:s ya de la Luz inaccesible, COinforta al que, de angustias consumido, Vaci1.a bajo el rpeso de los años, No olvides al herrmano que fenece. Al que ¡ oh dolo.r! el huracún deshecho Conmueve y ·debilita., y ·al que luchando oon air'aid.as olal! La enfurecida tempestad abate.

Por la tra,ducción . Morelia, Mayo 6 M 1890. RODRIGO DE BURGOS.

---::: )0(: ~---

Al volver á mi tierra natal I

¡ Pino 'locuaz, de blo.nda cabel1era, .&un das frag3Jn cia á mi nativo prado y fres~r al flexible y argentado AJrrrwo que retoza en la ribera!

Ciérnese aún el águila altanera Encima el risco, vuela e n e l cercado

El z.arzal; y aI'rebóI·a:se e:!i nublado En la ocddua 'selvosa, c ordti.J.l era.

y aun ostenta su brillo v lozanía Aqueste madroñaL ... ¡oOh I)i.o,g;! en donde Mi buen padre al encuentro me salia .

y hoy que retorno, é sólo se me, escon-de .... !

No hay 'huella idesu báJcu:l'O en ,la vía .. .. y por más que ¡le llamo ... ¡no responde!

JOAQUIN ARCADIO PAGAZA.

J unta ele Carielad en Tlalpan.-Sra. Enri­queta Sil ver de García Martínez.

Los polvos del Virrey. (TRADI CION.)

I

N o refieren las crón'icas ca.llejeras, e!la!! crónioa.s amenas qu,e eSiCUlchamos en plá· ticas sa brorsascon lo's viejos, ni el nomo bre verdadero del pro.tagonista, ni la épo· ca cierta e n que acaeció el "sucedido." que hoy lanzamos á los vientos de la pu· blicidad.

P ero el h eclho fué tan cierto, como que todos lo.s hombres son mortales, fis~ca ;Wl. qu e no intelec,tualmente, pues d,e los H;('adémic08 se dice que n()l lo .son. Y el que duue pue d:e con sultar las -citadas y n~ri.di cas cróni cas, tan antigua's ·como SU8

aut ores.

I JI

AH:'! en el siglo pasado·, como abora, I m uc 110s no podían ,salir' de "pericocperro~." ¡ En hl. Secretaría de Cámara del Vi·

l· I'l'.e)' nato de N ueya España, habia un ofi·

cia,l eSlcribiente, de 'a,quello·s que se mo· mifi,ean en su empleo y que á su muerte no .sirven ni de pasto á lo,s gusanos.

El sueldo apenas le era suficiente para vÍ\'ir en una cas'a de vecindad, mantellf~r [t una espoM, obesa por hidrópi,ca . . y á una docena de escuálidos nenes, seis del sexo be llo y los otros del masculino; pero todos d·ébiles, por los ayunols.

\..Sentado en un gigantesco banco de tres p'ies, inclinado sobre l a papelera despin· tada d e la o.flciaa ,· garabateando plieg·QiS tras pli egos de minutas, nuestro hombre,

I Ú quien llama remos Don Bonifacio Ti·. i rado dE' la Ca.ll e, pasaba las mañanas.

I las tard·es y aún Ilos dia,s enteros, de ma.J , hUIDor, aburrido', esperandO! con anSoia la

\

' hora d e comer y en especiaUa noche, en l.a que, con su cara mitad se ·consagraba al cultivo- de jardines en el a.ire, tarea tan improductiva como inocente. ,

No había SOfrteo de la Real Lotería en que no jugara con afán; ;.' con qué abin­co desdoblaba el billete para ver si su' uúmero aparecía en la lista, que eon to­da puntnalidaél p¡¡bl~caba la "Gaceta" de D. l\1a.nuel A ntonio Valdés!

P ero nada. la suerte siempre le era esqu i n I , y po·r centena.r má's' y unidad me· HOIS el prelllio ~:ordo "eaía en númeroS'" d e otros má·s afortunados que el bueno de Do·n Bonifado.

DeSE'Spel'ado de esta situa,ci,ón , resmas de s-olidtudes había escrito pidiendo un . aSct'nso en la s vacantes, y calvo se babi.a

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J unta de Caridad en Tlalpan.--:-Srita. Pilar Velasco.

quedado dea.rrancarse lo.s ca.bellos en sus horas 0uotidianas de tribula,ción.

Cierto día, en que e l destino pa,rece que se empelllaba en lUo.rtificarle, pues su mujer, su úni'co consuelo, y sus hi­jos, sus futmas t"!'peranzas, se habían disgustado con é l poorque no los había llevado ú la fel'ia de San Agustín de las Cueva.s; Don BonifaoCio, a l entra,r en la oficina, gr:ulló sólo 1In sahldo á suscole­gas, se sentó en e l "jl'ipié," se reclinó so­br-e el apoliHado escritorio" la cabeza en­tre las mano.s y la mirada fija en las vi­gas de ced ro sPc lllal', flue sostenían la tpchulllbre de la sa la del Reall Palado en qlle se ,ha.llah 'a ..

De 1'epente, el banco de tres pies re­chinó por un 1Il0yimiento brusco. de Don Bonifacio, lo,s ojo8 del buen ,ea,lvo bri­lIa.r'on iluminados por la musa que inspi-ra la.s riSlueíiasesperanzas; tom'ó "la de ave," y en pacpel selIn.do. pa,ra el "BiE'nio cOl'l'iente," deslizó la pluma, por espacio de veinte minuto,s, hasta que el ruido es­pecial que produce ésta 'cuando se firm-a indicó que había terminado. En efecto: H

puso rúbrica, echó a.ren illa , eRcribió la dirección y, despuéR de tornar su sombre­ro, su bastón, y de dirigir un amabili­simo.:

--¡Buenas tardes, señores! Ri'S1ueño y como una,s pascuas en cami­

nó S'us pasos hacia la R,a,la en _ 'qUE' ~e en­contra.ba el Recretario de Su Exce lencia .

i,Q,né h,a,bía escr·ito? en nupyo 2\f em 0-

rial al Excelentísimo Rf'ñor Yirrfl-y. Ca­pitún GenPI'al y 'P'I'esidente de la Rpal Audiencia de NIle\'a Espaíia.

III

y una tarde, Don Bonifa,cjo Tirado de la Ca'\\e, encontrútbase en la esquin,a del 1'Ü'I't<:l1 de l\'Ier'cadE>res y Pla teros, preci­samente frenlte al lugardon.ue se pone, descLea;quelIos remoto,s tiempos, el cartel del ColIseo.

,se conocía que esperaba algo con an­siedad, }J'Ues su vista no se des'yiaba un

,ápi~e del Rea,l Palacio. Traus'currieron breves instanteS'. Los

pífanos de la guardia de alabarderos anunciaron que el Excelentísimo.sei'íor Virrey salia á pasear.

Nuestro Don Bonif3Jcio s,e estremeció. Un sudor frío mc'o'rrió todo ,su cuer·po. Sintió como "un hueco. en el es,tólllago" y que SlU 'corar.ón latta como, si dentrO' le repica'ran. pero es'peró con ansia aun­que resi'gnado. . Ya ,se acercaha el Virrey seguidO' de lu­JOso alCoIll!pai'íami<:>nto. non Bonifado s<:>n­tiase fcIturdj,do. CO'l11o relúmpagoR cruza­'ron por sumentte 100s desengaiíos de otros días, y una próxima. esperanza le hacía Ver color de rosa el lej(1no horizonte en que se desta, ,~aban el Rea,l P a lado y -la

LITERARIO ILUSTRADO

comitiva, que ya iua {t desfilar d elante d,e su persona.

El Virrey, montado en magníficocaba-110' prieto, al lIeg3Jr á. la esquina del Por­tall, estiró las brida-s del noble bruto, que arrujandO' blanca espuma por entre el freno que ta8caba, se detuvu, respiró cün fuen:a y levantó las orejas de su prim·O'rosa cabecita, a'l encontrar sus ne­gl'O-S ojos la pálida figura de Don Boni­facio. '

El Virrey, con amab le sunrisa, sa,lridó á nuestru hombre, sacó con pausa del bolsillo una rica ca j a de rapé, de 'oro con preciosas incrustaciones, y ofreciéndO'se­la, preguntó:

-'rirado de la GaJle, ¿gusta- vuesa. se­llaría? ~Gra'CÍas, Ex,celentísimO'señor, que

me p}ace, eO'ntestó el interrogado, acer­cá ndose hasta e l estribo yruceptando con actitud digna, t:CJmO' de 'quien recibe una distindón que merece.

Despidióse el Virrey con gala'nteS' ,cum­plimientos que fueron debida,men:te co­ITespondido,s; y esta misma ' escena se re­pitió durante -muchas tardes; en la esqui­na d el PO'l'Íad de Mercaderes y Plateros.

La fO'rtuna de nuestl'o hombre cambió desde entonces. 'Por toda la ciudad cir­culó ),a voz de que Don Bonifrucio 'l'ira­rado de la Calle gozaba de gran inflllen­(·ia. con el Virrey, y que éste tenía la úni­ca, la excepcional deferencia de ofl'ece r­le tarde con tar'de un pO'h"o, en plena es­quina del POl't,a:l de Mel'caderes y la ca­lle dp Pla teros.

Muchos acudiel'O'n ú 'casa de Don Bo­nifacio en busca de recomenda,ciones, y muchos también le cOtlmal'on de obse­quios.

Don Bonifacio Tirado de la Calle l'e­pl'eseniaba su papel á las mil maravillas.

Se hada, á veces el hipocritón, diden­dO' que no, valían nada s-us recomenda'CÍo­nes, y otras se da'ba más ,humos que el pO'I' tero d,e su Excelencia.

Empero lO's regalo,s menudeaban, la f,a­ma voocinglera d'aba más fuertes tro.mpe­tazos cada día, y uno de el,los llegó á oÍ­dos del Virrey, quien llamó á nuestro hO'm bre y le dijo:

-He comprendido tO'do. M:erece vuesa­mel'ced un premio. por su ingenio.

IV

Inútil nO's pa'rece reprodu cir e l conte­n.idu de.l "Mp'morial" de Don Bouifaóo e l lector lo hn.brá adiyina,do, y sólo aña~ dir'plI1O's que 1",1 Virrey afirmaba que hu­bi,pl'H s id o 'un _mezq uino el que no ac,ce­dipl'a Ú esta soli'Citnd: "detenerse en la es­quina, ofl'ecer un polvo y marcharse."

,( 'lwntan que non Bonifacio Tira do de la ('¡¡He aseguró el pO'f'\'enir de su fa­mili'a.

y ya se ve que lo as:eg'uró. pues a.gre­gan las citadas crónicas caHejera,s que labró una fortuna cün 'lÜ's polvos del Vi­rrey.

LUIS GONZALEZ OBRE GON. ----<0(1111111)0---

RemelTI berL ... (DE) ,LORD BYRON.)

Como fija en el ,mármol de una tumba, su dO'liente mirada el pasajero,

.~. leyendo el tris,tísimÜ' letrero ;piensa un dlllstante en el que yace all í . si tus ojos dulci's'¡mos .Jeyeren ' f's,ta doU~ente púg1na algún día , dale un g,uspiro á la. memO'ria mía y derrama una lú<g:rima ,poor ,ffii!

FERN 4NDO ]UANES GONZALEZ GUT IKRREZ ,

(Mi/k_)

!49

J unta de Carielad en Tlalpan.-Srita. Her­linda Silver.

"De Viaje." Del viento al s uave impulso

ya. hinchándose la vela; Ilispuesto se ha na el remo la s ondas á surcar; sobre la mar tranquila c;olúmpiase garbosa, la esbelta carabela fJue de paTtir ansiosa }a pronto ha de zarpar ....

A todos mis amigos dí ya el adiós postrero, pues 'de tan largo viaje nO' espero ya vol ver .... ya llIi,ro como extI-año:s personas y lu gares, 1) ue hast-a. ha.ce poco, fueron lIlis muy qu,el'idos lares y parte de mi ser ....

Entr-e' la tierra firm e que enantes fué mi ,anJlelo J, e l piélago ignorado , se viene á interponer hruma tenaz, que anubla contorrnos y co,lores, y tintes da de cielo. ú todO's los fulgores que llegan á mi ser.,.,

Ya de mi ,antigua Patria, para mí mal querida, me alejo poco á Po.CO sin goce ni ,pesar. , .. no sé qué rumbO' siga. la nave que me n eva .... me aJi.sto. á la partida, lo mismO' que se eleva: ,el humo de un hog¡ar ... ,

¿DO' vOly? NO' s€,'ni quiero sabel'l o,aunq ue pudiem ... . Quizás á un mundo nuevo ... . Quizás á perecer .. ... Sé .solamente, J si-ento, que 'corro hacia lo ignoto, que me hundo y :que me elevo, v e n medio muv remoto ,sin duda pararé ....

¡ Qué viaje tan extrafio! j Qué ad:iós tan egoista! .... (;on qué frialdad me alejo del s ll'elO' en que nací. ... Parfl-ce q1le de intento se anulan ó se embota n, ,lp'l barcO' ante la -vista, aff'ctos en que flotan nuhes elP oh-ido ruin ....

Ya e l illlcla se dCRprende y ha í'P g-f' m i,r la. roca. clO'ncJ.p Cla,Y:ll'a ena,n tes 10R dicutes e l arpón .... ya deja sobre e l agua _ !,;11 este la el barco ,airO'so, fI 1I,e Sil, vai vén apO'ca, y al mon stI'llO' fI-'ago-roso se lanza !'ilL telllol· ....

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Apena.s comO' a.f'ista: peu:·.(l.ida, ell1t'f'e la bruma, des'cubrO' e ntre la nie bla negf'u¡ea, l'eswl,ta:t, la tie r.r·a, 'que O'tr·O' tiempO' ,caurSúll\le 'wfla,ues b oud'O's, ~ enl\'u1.~ J<to cn.t,1'1€ la e~pl.]¡nw, tinta e'll fulgO'reS' blo,ndo.s, lil e sientO' d esliza!' . .. .

¡Qué gmnde e l mar y e l Ci·e l O'·! .. .. ¡nictbüso quien se embarque pall'a, ·ese numdo nu'e vo si:ll cO'nO'CíidO' fin .... ¡ Qué rusomb rO' ! . . . ¡ 'q l1é .sO':l'poI:esa! .. . nO' encue.nlÜo eu es,ta barca tünón qu e e l rumbO' ma,rque, ,n i brújula 'que :wies,a sefíale algún C'onfín . .. '.

Recfttalse e l pilO' tü . ... tampO'cO' entre e l ".equipo" :malrin,ÜlS' ni grl1metle,s n.óertO" yO" á encontrar .. .. . ¡Qué viaje tan extlralíO'! .. . i Qné soledald ft bO'lrdo'! .. . D e.ll suefío PIS all'queti.pO' €f'e 'l'lllno l' • q 11'e ISIO'r do me "i('ue {t I'ode a:r ....

l. Rel;rt tal Vf';r, nn ISlu:efíü qu'e pO"l' v e nd:ad yo tO'mO'? .. ;. ,Será u.na pesüd!illa' qne tenga dE'spertal'? ... O l. es l,a verdad ignota qne p,alpO' y d e que dndü, y va 'c:tyend'O' á plO'mü {'O'ln ,el Ireru1isoffio mudO', Ue tOlda Irlealidad?

N O' s~ .... l)erü na,vt"gO' .... del vientO' al' raudO' empuje la b:wra se desli7,a; IRObl'e la tersa mar .... I.AhÜ'l'dia!'p- 1ft ot.l':t tie rra? ... ¡.(¡aminaré al naufragiO'? i.IRetl'ft es;a, malr' ,que irnie rtl'Ís,t·p ó f e 1 i;r, P r 'f's,a:gi O'? . . . . ¡.El tÍlempo lIJo {li.rá .... !

Mf'xie.o, F ebrerO' 25 de 1001.

JUAN N. CORDE.R.O. ----: :)U(: ::---

Los rosarios rotos. ' 1

'rO'düs lO's v,eranos u,cO'stnmbrú á ir in­val'Ía:blemente unO'S día,s á la a ldea, donde he pa,sadO' lO's pO'co,s felices de mi vida, IO's d e mi infancia .

Es verdad que aun en. esos ha sido ~lYa- •

ra de mi fe liciuaJd la. Pmvidencia,. E 1"<)

muy niliO', y mi herm:mo mús niiiO' aún, eua'ndO' p0l'uimO'súnuestl'a maure. N ingu· nO' de lO's d O's nO' s a coruamosdeel1a, ni la c <;l'nocimO'ls siqui e ra, s i nO' es po-r el sua vp rumOor que habia; esparcido entre los \'('­einO's d e l pueblecillo que la cO'nO'cieron [l e ]].u, y nO's acariciaban d espu6s (l n 0<)0;­

O'trO's. Es decir, yO' si tengO' uu recuerdO'tan V¡I,gO' cO'mO' du1:ce.

Murió en e l m es de AgostO', y tres Irle·

<ses antes, en Ma.yO' (ten.ía yoo dO's aña.s .Y , medio,) acudíamos tO'da,s la,s tarde s ú la iglesia del lugar dO'llld'e se cantaban, (1 ('s­pués del Rosario, las FlO'r·es. La imagen de la Virgen estaba en e l centrO' dE' 1;1 iglesia

', sO'bre una peana llena. de flO'I IP·S .Y

de luces. Delante de la imagen me 'pO'lllía si E'nl­

pre mÍ! santa ma:dre. Alli estábamO's has­ta que el templo se quedaba 80',10', cO'mO' si nece sitásemos estar ,sO'1O's cO'n Ella, para Coontarle en la intimi(lald alguna pena, Í>

hacP'I'le 11na súplica. que l a O'yera Ella so­la. Penas quizá no teniamO':s entO'nc{:',s;

SEMANARIO

,Bendición de la Beneficencia espaÍlo!a" -Fachada del nuevo edificio.

p e rO' la súplica que hacíamO's, la primera qll'eapI'endi,e ro'U á balbucir mis l'abiO's, em l"sta que m e hacía l' epetil' mucha.;J v.eces , mi hll l'll<t m a(he dela<l1Jte -de la Madl'e de Dio)o; :

- \ ' irgt>u María, i llénl.lue al cielo! ' D espués nO's ,salíamO's de la iglesi'a , y

al ll ega r á cao8a y pa,sar yO' Ú IO's br.azO"s d e lui übnelita , s u hija le decia:

- ¡Ya lOo dke mejO'r, madre, ya lO' di ce 11 U 'jOI' !

y entrambals pns·l}.Iban repetidas v eees I'ün fren esí SIlS labiO's en mis ,sonrO'sadH!s m ejillas de. niliO'.

II

'PO'cO's meses más tarde moría aquella pi'a:dúsísima mujer, que me ens'e iiaba e l l:a miuo d ·e la vida, poniéndome á lO's pies de la Virgen. ,

EntO'.n ces mi padre y nO'sOot,rO's queda­mO's v1v iendo e n Cflsa de mis abuelito,s. C O'n ellO'·s nO' ech a:nlÜJs d e menO's nada, ni caricias, ni b esos, ni ca 'iñO'.

LlO'rarO'n mudlO', pO'rqu e mi ma.dr'e era su úniea bija; perO' nodejúbamO's de vO'l­\' e l' i't \,Pl' Ú la Virg'en, sobre tO'dO' en el m es d e la.s flO'res, y á. r epetirle Ta súplica de a Jltes. .

EntO'nees la entendía yo ya ruejO'<I' , y la I'epetía con f e rvo,rO'so aubelO', y mi pO'bee abue lita, e n cnyo.s O'jos sO'¡]Ían hrillar dO's lúgri11las I'ebe ldps, y me d e cía:

- Ya tienes, bijo. miO", f'n e l '(,lie lO' dos 1II'.1<lres . j Entre eJl.as dO's t e lJevarún!

y hlPgo se hin ca:ba de I' odillas a l lauo mío·, y se <pO'nía Ú rezaT llllH·hao8 An~mal'ía·s ('on los rO'sariO's 'rotÚ's d e mi cnentO' .

EsO',s rosal'iO's lO' s teuemO's hO'y cuidadO'­sampnt{' gnaruado-s e n una cajit1a', y la ca­ji t.a, 'E'1l nnnl'l1lariO' que ba~' em,potradO' e n In })fll'pd f' n ·la mi s ma sala dO'nde lIÜS bne­lIo.s 'ahlloC'o litos murieron.

Es 1111'<1: r eliquia. lle familia, 11'0 r ec ne l'dO' m1ly s r ntimrll'l1'nl y muy ti e ruO'. '

L es faHa,han bastaJltes Avema.rías y a lgllnos dic C'!:"s, y la s demús cuenta's y {:l a lambJ'{' ·d(' plata estún dpsgastadüs pO'I' E' l rüce dI' los d pdO's quP lns han lIIo\' iüo l1IiE'n1T.[lS SP r' ezaha e l RO"sario.

j y 'SE' halbía r e;r,a.do cO'nelJO's ta.ntas \' e­í'ps! Mi abnf'lita IO'·s here dó de la su,ya. \' JIl.1I r lJísimns v,p·c'ps l a habíamO'<s üídO' cónt~l:r q nf' a.q \l e na anc,iana. venerable, testip:O' dI" l a g ll ('ITa (le 8nepsión. t enía a canala­(10.15 l o~ II p'dos pO'r d()J1d E' palsaban las cU'E'n­tas de los l'osarios rO'tO's.

III

.\. yeint icinco afiO's d e distancia mi lue-

mO'ria reeonstituye perfectamente las es· cenas de lO',s rosarios roto,s.

E.! hO'gar dO'nde rezábamO's aun está lO' mismO', aun nO' .se ha prO'fan.ado- con nin· gún c'a\lUhiO'. En el fo-Qd()o a lrdia la lumbre formandO' una ll ama amarilenta cO'mo los l'a.yO"s del sO'l de inviernO' en el o·ca,so, A la iz·quie rda, en el ángulO' de dO'ls pa.redes, estaba el sillón de mi abuelito; un sillón de baqueta con lO's indi.spensables clavos de caoeza ancha y reluci'ente. Frente á la Illmbl'e un banco de altO' re.spa,ldO' que nchk'a,ba la estancia y la hacía' más abri· gada y, cO'mOo ahora dicen, eO'nfO'rtable.

En es,e bancO' me sentaba yo CO'ID mi her­manitO', .Y alli juguet eúbamos ~legremen· te pO'I' la,¡; tra,snO'chadas, ha:st'a. que el sue· fíO' oprimía nuestrO's párpadO's y nos lIe· vaban á la cama. Pero antes des'alir de a 1Ii habíamos de rezar todO' la familia el Ro.sariO'.

En la igl,esia. lO' rezaba el pár,I'Oco del lugar todn,slns tardes, y allá íbamO's los llilios de la. escuela guiadO's pO'r e l ma.es· tl'O avenas habíamO's .aca.badO' I,as horas de clas'e. PerO' e l de In, iglesia nada tenía que ,el' con e l d e lla, familia. . Desde que supimos reza!' y aprendimús la Le.t'anía y 10'08 Misterio'S, éramos nos· ütro.s los nifío s lns E'ncal'ga'.dos de la piad{)· sa obra .. Goloráu;\se un pequclio Crucifi· jO' PTI pI t estero, y mi abuelita, qlle se sen· ta ba al lmlO' n Ut'sÍl' O' , ,saeoaba indefectiblr, lI1('IÜe lo.s rO'·¡;ariO'·s rO'to's y lO's ponía ('<TI

nUE'str,a¡; manos, NlllH'a nl\"id:u'p la vil'tud pspecial de

aqlle ll O's l' os'a l·im;('O'In.tr·a. las distl'::I,;cciollf's dp~ lo¡; nii"ío¡;, C uandO' pn vpz de J'ecitHI' con (!.p,üciúlI h1iS ¡\,pmarías. müvÍamos los 'Ia hio.s p pnsanr'lo fOn lüs intpl'l'umpido,s jup' g'os (1 1' la t.a.)'.(l(' {¡pn lü s pl'o~Y(>rtn8 de run· ilana. I'uanflü (>1 píeal'() SIIE'OO hada. cario ('j,a.s (1 nlH'stros ojos, ú la di.splirericia nos inyar1ía. 1008 J'O'snrins nüs pl'opO'<rciO'D'u;ban tüda f.inE'J'te el!' rastigüs~

. \ q u,pll.a Jll ist:eJ' j o<~a prO'pi pd'ad dfO yigilar (1 los ·nifíüs la dehí ;lll lns rosfIJ'iO's ft su lal" go uso., Rot'ns (¡ flw¡';r,a el fO I'ezos y ron la~ ('l1pllt,as dpsignal'ps y !l1l11 'ho¡; c lar'os entl'f p11·n,¡;,pI'n, pl'f'r isa P¡;JJPCi~11í8ima a.tenriún paJ'n no. PfluiYüeal' sE'. ron a.rrllellos ros:\' j'iO's no püdían lns nifíos distl"a,pr,se ni r'lüI'nli t::IJ', P0" (>~'ro nos ·lüs daba si'emprf la ahuplita. y n,qllPl]Oos l'O' sal'iO'·s no s·e man, daron al','pg-lnr jam:í·s.

IV

RntO's sig-uen tO'davia pn la caji.ta, y la cnjita e n pI aJ'mfIJ' io.

y cuandO' al ,isita r la aldea en que vi 1:11 luz y dO'nde mis padres vivierO'n y mu'

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rieron, ,subo. á la sala y miro los rosarios rMos, testigo mudo de tan tos l'~'e uerd os de, ternura, mis rodillas insti,ntilyampnte se doblan, y mientras los laJbios murm o­ran una pl egaria rt la Madrc de Dios, co­rren si1enciüsameute dns lúgri1ll'iH'; po.ll' las Inl:'j illa:sqll:P t :1 TI t-n lwsa ha 1\ III is :t hil e l i t-oP­cuando r{'r.aba IÜI-!Il 1'1 RnP-'lll'io.

E. ----: :)0(; :---

SITIOS POETICOS DE VÁLlE DE BRAVO AGUA BENln'rA.

En pO'h,o anliente el tri stt , viandílini,C', Sin que 1(' anuble el solllnbe inl]}\'ovi s a, ~:Larcha en\' ue lto, s in iú ',lmlps, sin bri sa, Sedi,cnto, sndoroso y :\[\llw la n t(-'.

Debajo ti erno aliso no. ui s tantE', Verde pefíascO' súbito diyi sa, y un ,c0'rdO'ncillo. de crista l qu e irisa -y se retue[ice gélido y sonante. /

Bebe n frllí, de la arenos'íl falda, Las tórtolas salvajes qu e E' n F ebrero El nido esconden E'n la IIlll s,tia g'lIa.lda..

-y gruesa Crll7. .labrada sin esm ero, De :PúrlHu'a vpst ida y esmer'a lda , Defiende con sus bl-a7,Os al yenero.

• JOAQmN ARCADIO PAGAZA. ---: :)0(: :---

Cuentos breves. "LOS A_NTWUARIOS."

1 MendO'za, ó l\'liend O' c.ita, cO'mO' le lla,mú­

bamO's ·sus amigüs, <:1"a un excel,ente chico., afable, resignadO', müdestü, intelig'ente y dO'rta,dO' de nna imaginaciúll mar.~LViHO'sa. Era pintO'r de grandes fa.cultades, pe rO' tan escaso. d e pl'OveühO',s como. cO'rrido de aptitudes. Andaba siempre atrasndo en puntO' á recursO's, pO'r la O'l'dina'ria esca­sez de trabajO's, y cuandOo lO's había era n tan miserables sus prO'ducto.s que no. sa­caban de aho.gos al artista,

Ouando Me ndO'za se haHaba ahO'gadO' cO'mO' él de cía, dejaba. e n el tinterO' las "bellas," para dedicul's,.e :'t las " ma1:'ts ar-tes." -

ExplütandO' su sorpre n'llente m emo.l'ia y su cO'nO'cimientO', de l,a,s, diver&a:~ es, cuela:s y es til o.s, era igualmente capa r. de falsificar á Zurbarúil qu,e ú_ LeonaI'uo de Vinci ó al Tir.ianO', e n tél'll1ÍnO's qu ,·fu e­ra menester muy hO'ndO' co.nü'cimÍento pa­ra nO' tragal'se.h bre \':l.

SO'bre un fondo o.SI'uro .r ca li ente, car­ga,ditO' de "a-sfaltO',"esbor.aba con arte una sOosp-echa de narir., e l 1'C'lIwdo. d p UII

O'jo, las fa langetas dp Ilnll mallO' y algún ' conato. de s nsppcha d E' ¡U' I' p,so.6o pn <>1 fon­do, y h et e ahí \In f'uad ,rO' qll e s in la fres ­eura y toniddad del c-üloI' p O'drí a pasar por un antt>ntit'o ,dl' la I1IÚS r p11l0t a anti­gj,j l"d'ad.

P eto. a,un ese iTlllit'io. 1'('veladO'r lle' la n0'vedad del lute'fado lo hada desa.pare­c'er Mendo'r.a, hac.ieTIdo lo que pI I1n ;na­ba "cocE'r sus cuatdl'O's ."

Una vez concluí,dO',s los eolg-aha de nn c,lavo expr,e'samente fijado. ar riba dp las' hO'rnillas, en la, cocina , y ahí le (h'j :-tba por unO's 00('110 uías , al c-abo. de lOoR cnaJ es el Asfalto estaba, s,plw Hlanwnte a.J.tpradO' v e n cO'mbinación con el humo del brase ­~O', había e fectuado la tra,ns formadún más persuasiva qu e ima;g-in a l' s,e pU Nl:a , toman­do tO'da la ohm es'a velad\1l>a csppcial qlle solamente da -el tiempo alterandO' los co­hwets. EntO'n cE's, pa ra ~fendor.a, pstaba 0o.cidO' el cuadro., y en dispO'si eión de ven-derse bien. '

LITERARIO ILUSTRADO.

Bendicié n de la Beneficencia Española.­PórticO' del EdificiO'.

II En la oeas lOn Ú. que me r efierO', a caha­

ha de pillía,l' un ~an P 'edrO', d el cu'al so­l;rlln:'lI tt! se veían los de dO's índice y pul­gat' de la, mlanO' dereeha, la pu,pila d el ojO' del pl"OpiO' lado-, un p,a,l' de cana,s vo­IUl1tolla s, algo del manto O'crillO' s0'bré UIl hümbr0', y e-n s'egundO' t érmino. un pa l' de plulI\as d e la cO'ta de a,que l his­tórico gallo que se cuenta recO'rdó al a.pústol la ineO' ns,eeuent:i·a de su teme- _ rosa lwgati\'u,. Lo delllíls, asfaltO', mu­ehO' asfalto. ~an l'edrO' es taba e n mO'me ntO's de tel'­

mina,r su cocdón. CuandO' le- vi salir de la cO'cir- <l, ,t0'dO' ahlJlilado, pensé que ha­bría '~adO' peor que de nuevO'; pero des'puéS de una cuidadosa limpiada que MendO'za le dió, quedé sO'rprendidO' de v,er e l "cachet" de antigüedad que aquel ho.eeto. habia tO'madO'.

i Qué misteriO' e n lo.s o.scuros resuel­t o-s !. . .. i C lIúntO' colO'r s 'e adivinaba, su­gerido por ,tuquéllo.s to.ques malgis trale s, Il enO's de vida! .... . iQué dibujO' tan es­lIlle r,adO' d ejaba entreve!' la pureza del de Io-s pO'cO',s d etall es que la alteración 'per­mi,tía descubrir! ... ,. ¡ Cómo se lamen­taba , en presen ci,a de aquell-a t el,a, esa (h~ \'a s ta,dora aceión del tiempo!

i\ g-régnese que Mendoz'a, siempre anda­(la Ú, caza de- telas viejas y aun llguje­I',padas, restirrudas y pl'epurfrda,s sobre ali pjo cc.:pl'O ya picadO', y se po.drá tener ,u 111<"1. idea d e lO' pel1su:1.s ivH-s que serían aqu ellas falsifi caciones.

.\nn (->s tandO' _ en el secreto s'e sentioa UlIo. t e lltadO' de creer en una substitución hPI'h'a. d E'1 primer cuadl'O' pO'r o.tr0' au-t énti co.

Ul -~\'cO'mpáñame á la casa de mianti­

cuariO'-díjome el artista.-QuierO' que t e p'prsu'adas de lo fácil ,qu e es en este mundo a,bril,<;. paso á ,la mentira y lo di­fí cil que e s hacer ace ptrubl<e la verdad'. Vo·y Ú lfevar esta Asunción que es au-

, Í'(onti ca , junto cO'n pse Ran P edro cO'cido, y ya yerús qué distinto tr-atamiento pa­

, rn psa obra, ambas producto del mismo ' ing·clIio. Te c-onfieso que la primera vez que mi br_O':c-ha mintió, sentí verg'iienza; pel'o al v,er lo poco que vale la O'pinión, miR r emO'rdimi ento's se han ,alplacado ya, , IIp,,o ca,lumniada,s ft-tantas celebridades, 'fllle casi -estoy familiarizado con el de­lito. -y ¡.cuánto pie nsa's sacarJe ,á San Pe­

drO'?-~aventn:ré yo. -Unos ciento cuarenta 6 ciento cin-

c.uenta pesO's-me respO'ndió. -y ¿ p0'r la ASllnción '!-insisti. -¡ Ah! j Me tendré liO' r feliz si, <!O'nsigo

arl'ancarle tr,einta, pesos! -Pues ho.m.bre, será que estO'y en el se­

c-re t0'; pero nO' hay ni comparación ..... j Cuánto mús "al e esa Virgen!

-Sí, para ti qüe tienes, buen sentido. y e n ,el a,rte buscas la b elleza; 'p erO' la generalid'ad nO' busca más que firma, cé­lebre; el asunto. .v la factura les impor­tan pO'co. i Si lo. sa bl>é yO' !

-Sin emb a:¡'gü , me parece que ,es mu­chO' pedir por el " co.c ido."

-E's que nO' sltbes qlle no es s61O' el valor de l .cuadro..

-¿CómO' .as.í? Explíca te, hO'mbre. -PuBs primer-'am ente, ajusto e l valO'r

del cuadro ; pero. como 'ya tu ves que lo yi,sibl,e es bi.en pO'oO', lo que mi eo.mpl'a­dür atribuye cuerdamente á la alteración y á la suciedad a cumula:da po.r el tie m­pO', gener>almente "ha,y qne li'mpiar el cuadrO'," operadón deli cada de que yO' me enf"argo. pür un nu evü precio. que tam­hién ajustO' y aprO'vechO' . . En la venta no ha:gO' mAs ,que pI pappl de corredor, y en 1"1 a,seO' h ago d~ rP1Tlendón, ¿ Com-'prendes? ' -y ¡. cómO- se llama tu marchan¡f-e '? Lo

pregunto para nO' cO'mprarl e. -'rl'ag-aldinÍ. NO' dirlÍs qu e e l apellido

nO' e s alegóricO' . IV

-BuO'n g-iorno carino. ¿ Qué me ha es pO'r ahí? ,

-.\h! seuor 'l'rag-a ldini , un hallazgo.. Una ver-dade r'a joya. Vea yd.

-¡Oh, oh! .... . l.E cuá ntO"! .... Ya sa­bps que hO'y nO' paga le gentl'.

-NO' quie ren menO's d e cien durO's. j PerO' vaya si los vale decuplicados!

-N o dico. de no; m a guarda un po,co ... NO'n se vende pO'r muchO'.

-BuenO', ¿y esta Asun ción mía? Tie­ne vd. que cO'mprar IO's dosó ni,ngllnO', pOl'que algo ha de to.carme á mi. CO'n­que .... ? Cien el antiguo. y treinta y cin­CO' el mO'derno..... ¡, Se hace ó no.? De estas ganga,s nO' hay tO'dos lüs días.

-¿Quie rres treinta pO'r la Asunción y daré los cienpo·r el vjeco.? ...

-BuenO', hombre; 'no. quie rO' ser exi· gente. Tra,to hechO',

-Pero. ,es nec.esariO' de limpiar el vie­CO ..... ¿Sabes?

-Si; perO' ya sabe v,(l. que eso es apar­te. Lecu-esta á vd . . 40 pesos.

-Bueno., bueno; perO' ves de limpial'lo hien. Ha,y grandes cO'sas ahí. AhO'ra que es mío. ,san Pietro, t e diré que es un legitimO' Zurbarán. ¡,NO' t e creer'? j Mirra qué tratamientO' de las carn"", .v qué o.scurros tan VijO'l'OSOS,! Está entrp tlamencO' y e-spaiíol; ppores' ejempla!'ps he vendidO' á buen preciü y creo que és­te saldrá prontO', Si hago el nego.eiü que es,perO', te daré un a,lgo más, Mendozn. ¡, Entiendes? ¡ , 1 I

-Bien lO' mel-eZCo.. Nunca le tmigo :'i vd. mulas, ,señO''l> 'l'ragaJdin'i.

-Es verdad, es verdad; e rres un bupn b~mbino.. Por eso t e prefi ero'. ¡, Cuú ndo lll E'

traes el cuadrO' limpiO'? ¡,'l'odrús' lila.· ñana?

-Dificilillo es; perO' 10' pro-CUl'at'I\ pOl' dar á vd. gusto..

-Entonces, ha'sta mañana, Mendoz.t. Yü desde la pue rta pl'esenr ié la entre­

vista cO'n TI'agaldini , cO'nten ie ndo á du­ra,s penas la l'isa que tanta ('1'Nlulidacl me provO'care. De la "venclutta " volyi­mos al tall f' l', y en dos por tr{'s, MendO'r.a, con cuatro pinüeladas garbO'sfl,s, pnso dos plumas a,d'iciona]('s' á la cola del ga­llO', un ,d'pdo. más á la mano de Sa n P e­drO', y algo. de l pabellón d{' la nal-iz. df'1 pómulo y de una oreja .... y á cocerse,

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152 -un pO'quitín los nuevO's tO'ques en el cla­vO' de la cO'ci na.

Al día siguiente lO's efectos de la su­puesta limrpiald,a. era n sorpren.dentes, y acompafié [l M¡endO'za á entregar el cua­drO' y á r ecibir las platas .

Tra.galdini quedó mal'avilladO', y ,aña­dió vO'luntal'iamente al pI'ec iO' de lO',s cua­d,rO's, IO's cincO' pesO's que 'antes habia ci­sadO'. Se a le jaba, plegaba los O'jO's, re­cogía IO's ded O's de la malnO' en fO'rma de anteO'jO' para. afocar la visual,se acerca­ba, volvía á al ejarse ..... , y después d'e tanta!'; y t,an ridículas cO'ntO'rsiones ex­clamós-atisfc(jllO y orgullosO'. j ManificO' da ",el'O'!

Los C.iJ1 CO pesO's adiciO'nalessirvierO'n para pagar un sucule~to alm'ue rzO' cO'n el que MendO'za se empeñó en O'bse quiar­me, y dU'rante el cual brindamO's con efu­sión burl t>sca pO'r IO's cO'nO'cimientO's de los Anticuarios.

JUAN N. CüRDERO.

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Definiciones. Amor , dijO' la 1"0'18 3, eS! un perfume ;

Ámor es un murmuriO', dijO' el a'gua; AmO'I' es un sus/pi,ro, dijO' el céfirO' ; Amor, dij O' hu luz , es una llama.

-j Ü'h , cuúntO' ha,béis mentid,o! A 1110'1' es una lá grima.

JOSE:F A l\IURILLO,

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La señora de Tula. (CONCLUYE.)

PO'cos mO'mentO's después dO's figuras humanas ll egaban 'al sitiO' que el príncipe acababa de abandO'nar; detGviérO'nse jun· tO' á la peiía qu e le sirvió de asientO' y á la débil penumbra que prO'yectaba la luna" distinguier'O'n un O'bj etO' blancO', pequeñO' y enrO'lladO'. Era el manus('ritO' que el príncipe había O'lvidadO' en aquel lugar. Una sonrisa diabólica asO'mó á lO's labios del primerO' que di stinguió tal O'bjetO', .Y apO'derándO's(> de él se alejnl'O'n ambO's en sil enciO' , p(>rdi~JJdO'~ (> (,O'mO' dos fantasmas, en mediO' del espesO' folIaj e. AquelIas figu

SBMANARIO

ras eran lO's dO's , cO'rtesanO's cuya presen­cia nO' había advertidO' en la tarde eJ prín­cipe, y que O'cultO's sO'rprendierO'n 1a cO'n­fesión de sus sentimientO's.

,VIII

La bella ciudad de TexcocO' está triste, y apenas algunO's transeuntes se ven an­dar pO'r las desiertas calles. En cambiO' las avenidas que cO'nducen ni palac:o real y la plaza en que éste eSlá situadO', están: llenas de gente que acude en masa y se agolpa á las puertas del "TecpO'lca­lli," (1) dO'nde en aquelloS! mO'me~tos se

, está deliberando acerca de la ' suerte del Príncipe NauhyO'tl, acus'adó' ante el Rey de haber tenidO' cO'I'l'espO'ndencia epistO'lar cO'n la señO'ra de Tula, y ' estar enamO'ra· dO' de ella.

Aquel prO'cesO' tan ruidosO' comO' intere­sante, y tan excepciO'nal cO'mO' repentinO', embargaba lO's ánimO's sorprendidos de tO'­das las clases; pues á más de la pO'pulari­dad y grandes 'simpatías de que gO'zaba el Príncipe NauhyO'tl, era la primera vez que un herederO' de la cO'rO'na se encontraba sujetO' á la jurisdic~ión de lO's tribunales y sujetO' pO'r la autO'rización de su mismO' padre. (2)

La ansiedad por el resultadc, del prO'ce SO' se pintaba en tO'dos lO's spmblantes, y de un mO'mentO' á otro aguardaban la sen· tencia que debía ahsO'lver ó conder..~r al jO'­ven N auhyO'tI.

El Rey nO' había querido salir de sus habitaciO'nes ni dl~jarse ver dt' nadie, des de el mO'mento en que se vió O'bligadO' á enviar á los jue('Ps la acusadón de su hi-­jO', acO'mpañada d(> un manuscritO' en ver­sO',escritO' pO'rel príncipe, dedicado á la señO'ra de Tula, y el cual le había sidO' en­tregado al rey pO'r unO' de sus más leales servidO'res.

Netzahualpilli amaba ft su hijO' cO'n en­trafiable ternura; pero, según las leyes, la falta del príncipe era un delitO' qUl!

(1) DepartamentO' del palcwio "n (JlH> se reunían IO's tribunales de j1J~ti( ~ ia para IO's prO'cesO's criminales Je IO'lS nobl'ptl.

(2) En mis artículos, titnl:ulo;-; "~i1Uf'­tas Mexicanas," publiccldO's \''.l "El A l· bum de la Mujer," he daan á t'oúorel' pI ~arácter del Rey Netzahualpi!!i. tomad,) .'le lO's más caracterizados b1si<,l'indol'ps, Elleclor puede (l('urdr á ellv," p:~~'f: no px­trniiar la COlldilcta lI'·] 'Key Pi! I'! /pl'cl"pnil' CD!ólO.

Bendición de la Beneficencia Española.-Miembros de la Junta Directiva y personal supenor.

merecía pena de muerte;' y el rey "cerran­dO' su cO'razón á tO'dos IO's clamO'res de la naturaleza," quisO' que el tribunal resO'I· viese tanárduO' asuntO', segurO' de que su fallO' sería cO'nforme á lo dictadO' pO'r 'la justicia y el deber. Pudiera creerse, dice PrescO'tt, en este actO' la influencia de cui· nes pasiO'nes cO'mo lO's celO's, pO'r tratarse de su favO'rita, si este fuese el únicO' ejem-­plO' de severidad inexO'rable para cO'n los que le eran allegados; perO' no es que él pO's~ia la rígida y austera virtud de un ro­manO', sin ninguna de las gracias que la hacen dulce .r amable."

IX Había sido tan violenta. la denuncia y

tan rápida la fO'rmación del procesO', que el mismO' dia en q Lle debió haberse verifi , cadO' el certamen literariO' se estaban CO'D­cluyendO' lO's debates para decidir sO'bre la suerte del infO'rtunadO' príncipe que en

, vez de lO's laureles y premiO's que pensa, ba adquirir para pO'nerlos cO'mO' trofeO's de amO'r á lO's pies de 'rula, sólo tendría la cO'rO'na del martiriO' y quizá algunas flO'­res que ella ida á depositar sO'bre su cuer­pO' en el mO'mentO' de los funerales:

¿ Qué hacía Tula enll'ptantO' que el prín· cipe esperaba resignado Sil sentencia 'y se preparaba en casO' adver~o á mO'rir pO'r la que tantO' amaba'!

Desde el mO'mento en que ella sUpO' la acusación del prín.cipe, la eausa de ella, y las pO'cas esperanzn!'l qll e había de salvar­lO', trató de saber qui~n había sidO' el de­latO'r, y conseguido. !'In obJetO', se enceI'l'Ú en Sil paln('iO', al enal mandó traer uria mujer con qnipn SI· qupdú :'t sO'las, sin pero mitir que nadie penetrase ú sus hab'taciO'­nes.

El sO'l estaba en mitad de su carrera, cuandO' una inmensa exclamación de do­lor, algO' cO'mO' un murmullO' semejante al apagadO' rugidO' de muchas fieras, S"

escapó de la multitud apiñada en las pqer tas del palaciO', cuando IO's pregO'neros anunCiarO'n que el Príncipe NauhyO'tl, el herederO' del trO'nO' y el hijo más querido del rey estaba sentenciado á muerte. Des, pués de pasada la primera y dO'lorO'sa im presión la multitud se alejó, quedandO' la plaza desierta, y 'en mediO' de ella algu­nO's hO'mbres levantandO' un patíbulo ....

X

A pesar de la prO'hibición de 'l'ula pura que íl nadie se le pe1rmitiese verla mi·,n­tras duraba la cO'nferencia cO'n la mujer que había hecho cO'nducir á su palacio, un ~gnate de la cO'rte, reves1idO' U'll to­dO's sus adornos é insignias, insistió en verla, manifestandO' inteJ'esarle mucho hablar cO'n la s'eñora, respe('to del prínci­pe Nauhyotl.

IntrO'ducido el persO'naje á la presencia de Tllln, éS1ta. al verlO', lanzó una excla· mación extraiía, mezcla de rugidO' .r la, m(>ntO', quP hizO' temblar y palidecer al magnate.

-¡,Qué quiprp's aquí, malditO' de lO's diO'ses ?-le dijO' Tula trémula de cólera. -¿.Aun nO' están saciadO's tus instintos de fiera? ¿Aun Quier,es mi vida á wás de la del desdirhadO' príncipe, co,ndenadO' á muerte por tu causa? ¡.NO' temes la cólera (JI" Tlaz-oltcO'tl? ,(3) ¡ Huye, huye, misera­bl(>. pO'rQu(> tu vista me hO'NO'riza!

-Perdóname, reina de lrus' flO'res,-di · jo pI magnat(>.-Alegría y belleza de las praderas de Anáhuac, perdóname .... pe. ro yo te amaba .... yO' t e a.mO' .... y no pO'día permitjr que otro tp ama!'l(> y tú fue­ras suya. Mi pasi6n ')' mis celos me han

(3) Deidad que invo(; .lban l(,s indios pa­ra librarse de la infamia y Oh¡'PllPl' el per­d.~n de sus falta'!.

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extraviado, tus desdenes me han enloque­cido, y ....

-No prosigas, infame delator, porque hoy, como nunca, tu baja pasión me ins: pilra m{us¡ desprecio y más horror que tu

. infamia. ¡ Mi perdón! ¿ Quieres mi perdón? ¡ Oh! SiL ... ~Sti.... yo te lo druré cuando hayas bajado á las obscuras mansioneS' tIe "Mictlán." (4)

-¡Tula! ¡Tula!-grit6 el magnate,-si no me amas, mi venganza contigo 'será más cruel de lo que ha sido con Nauh­yotl.

-No temo tu venganza,pues dentro' de poco podré y valdré más que tú. Sal, vete, no quiero que manches mi casa con tu há· lito ponzoñoso. Y uniendo la acción á la palabra, con ademán de reina señaló la puerta al magnate, quien se alejó lanzan­do sobre Tula una mirada tan llena de amor como impregnada de odio.

Entonces la favorita se volvió á la mu­jer que la acompañaba y que presenció tan extraño diálogo, diciéndole:

-Este es, ya lo conoces, sé inexorable con él, pues que "Teotl" (5) lo, ha puesto en nuestras manos. Cuando h!tyas termi­nado, véme á esperrur en el "Teocalli" (6) mayor. Después. . .. después no no,s ·vere mos más. Su voz al decir eg,to, tomó una expresión de dulzura indefinible, y un to­rrente de contenidas lágrimas · brotó de 81lJS1 negro~ y hermosos ojos.

XI

Todas Jas gestiones que .se hiCieron pa­ra obtener del ·Rey que revocase la sen­téncia f.o,rmnlada contra IS,U hijo, fueron inútiles, y al día siguiente, á la bora en que los sacerdotes aguardaban en el atrio del "Teocalli," con el rostro vuelto hacia el Oriente, la Im.lida del sol para sacriü­carie las dos codornices, entonarle him­nos al s6n de lo música é incensario con el aromático "coíPalli," (7) el desventura do ,príncipe €xpiaba en el patíbulo un amor núnca revel,ado ni correspondido, y la abnegación con que hasta un momt~ut(\ fatal había guardado su secreto. El in­menso gentío que presenciaba la ejecn­ción, guardaba una actitud tristemulte ~lenciosa, en la que se veía la hondaim­presión que le causaba 'aquel terrible acontecimiento.

Todos los historiadores están conft,¡', mes en el p.rofundo dolor que causó a l Rey "Netzahualpilli" la ejecución efectua­da en su hijo más querido, y en verdatI que sólo estudiando éoncienzudamente la historia de aquellos hombres', puede COllJ · prenders,e la extraña mezcla de grandeza y pequeñez, de crueldad y virtud, de ig-­norancia y cultura que los caracterizaba, y no en balde ha llamad'o uno de eSloS historiadores á Netzahualpilli "terror tI? magistrádos inj-ustos y severidad personi­ficada;" ;8leveridad que años después le concitóeilemistades entre los reyes sus aliados, y venganzas que le fueroupcr­judiciales para la tranquilidad de ~u rei­no.

Cinco días después de los acontel'Ímicll­tOlS referidos, tiempo que los cadií.Yer('s de los nobles permanecían expuestos> á la e~pectación pública, se veía en el atrio del "T:eocalli" principal, una alta pira fornia­da de maderas resinosas y odoriferas, ¡:H'(>­

parada para recibir el cadáver del prín­cipe.

El cortejo fúnebre, compuesto de la no­bleza, I-os. pari,entes de1 .difunto, y uria in· mensa muchedu.mbre del pueblo, ]legó al a.trio, conduciendo el cadáver del que

(4) Infierno 6 lugar á donde iban la¡" al-mas de los perversos.

(5) Deidad invisible y suprema. .13) lemp10. (7) Ceremonia diaria al salir del sol.

l.ITERARIO ILUSTRADO

. unos días .antes era la esperanza del rei no, y el encanto de los que conocjan su nobleza de sentimientos, su elevada in­teligencia y la ternura de su· corazón.

Los sacerdotes recibieron . al difunto ' príncipe de manos de la nobleza, colocán­dolo en el acto sobre la pira y prendiéndo­le fuego, jnst,antáneamente empezó á le· vantar rojizas ll:),mas" envolviendo en una áscuá al que ya estaba en la presencia del ('lemente "Tlazolteotl."

Repentinamente apareció en m~dio de aquella compaeta y heterogénea múltitud, una mujer de bellísimas formas, medio desnuda, destrenzado el lustroso y negro cabello, y cubierto el rostro con una málslCara que impedía ver sus fat!ciones y conocerla.

Jadeante por la lucha que había soste nido para con~guir llegar hasta la pi'ra, se detuvo, cobró aliento, y después, con un grito del alma, pronunció estas pala · bras: "¡ Príncipe N auhyotl,estás venga· do!" .. ... . y antes de que nadie pudiera detenerla, se arrojó á la pira, perdiéndo­se entre las Hamas y el humo que envoI vian ya <los cadáveres.

Algunas horas después se supo que un . señor de la corte había muerto repenti namente, herido con la violencia, del ra yo; por una mujer ·del pueblo, de las' mu o chas que llaman "hechiceras," la cual ba­bía lanzado al rost'ro del magnate una substancia liquida é infl!imable, al mismo tiempo que le atravesaba el corazón con una enorme espina.

163 .

El muerto era el delator del príncipe; y la "hechicera," la mujer encargada por Tula para vengarlo..

XII

Desde el día de los funerales del prín­cipe, el palacio de la favorita se hallaba cerrado, y ella había desaparecido sin que nadie supiera dónde estaba.

De conjetura en conjetura vino á com­prenderse que la mujer enmascarada que se h3bía arrojado á la pira era ella, la. hel'FllOSa Tula, que llen~ de amor y de fl~ ­mordimIentos había idO' á ofrecerse ~~Il holocaustO', muriend'o" para freompañar al príncipe en su viaje de ultra-tumba, por el "'r10 de las nueve aguas Y los ocho bas­tos desiertosl," que conducían á la moraua dI' "Tlalocateutli" (8) adonde los aguarda­ban las eternas delici·asreservadas á lOd

nobles y á los buenos. , Aunque el fin de este episodio. no es rí­

gurOl8\3.mente histórico en lo que se refie­re á la Señora de Tula, las tradicioues populares le dan este desenlace- ti'ágIeo que bien puede admiHns,e, pues no está -en pugna con la verdad históri~a del per­sonaje, ni desmiente su elevación de al­ma; al contrario, la convierte en IInil he­roina del amor, y patentiza las verdade­ras costumbresl de aquellos tiempos y de aquellas razas.

ANTONIO DE P. ?40RENO.

(S) Señol' de l Paraíso.

Bendición 'de la Beneficencia Española.-Las Madrina .. ;.

La Gruta de Cicalco. (TRADICION MI!XICANA.)

. ... ya he hallado adónde habe· mos de ir, y ' todos vosotros con­migo que es en Cinca/en ... . y si alli entramos, jamás morlremos.-

TFZOZOMOC -, l·ónica Mexica. na, Cap. CIlI.

1

GruylÓ d€l~ 3JslÍr'O el respl'ando[' pu,r;púreo sobre lasl -crestas blancas

de los volcanes, 'resba16 en el hielo, y fué á bes,ar '10s uidos ~ las rama.s.

EntreRlbrió los botones de las rosas con 'sus d'ard.o,s de grana;

y, rOldando ,dJes,pués ,sobre loS! lrugtos, ensangrentó las soñolientas aguas.

y el viejO' TO'na.tiuh de los mexi-cas,

el! ,so,l de t'ezdorada, ,S!u>bióal 7)enit. Sus rayo,s chi's.pearon en ,]OISl teocaili1'> y ruid'os,a;s plaza¡s':

"Oh diosa: de las flores! Coatlantona! -J'a multitud cantaba­

Hoyes tu ,fiesta, d-iosa de las , flores; la primavera de }a:s :cumbres baja!

"Venid, eoned, llegad ,ra,miHeteros, ,que la diosa os aguarda,;

y ell teoCtali de Yopic necesita que lo adorneis con trémuJ.alsl guirnaldas.

"A,trancad al arbusto -de la chía suS! flO'resa,zu}a:das;

á la 3Jffiapola de cora:l -sus péta,los, y al ohicha;ro sus' -caüces de nácar.

"Venid, COI'Tled jC:3Jntad! rrumli:lleteros; el teocali o.s a;guarda ....

H()J' es tu fiestal, diOlsa de J,as flores; la 'prima:vera de 13JSlcumbres baJa!"

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154

y mientras tanto el rey MÜltecuhzoma ... 31Uá en su rk:a est,anda,

permane0ió 'en Is.ilencio, rodeado ' de nobles, de bu.fones y de esdla,vas.

Hizo una sella.! e l rey: todos, saJiero.n con la, f;nz incloinada,;

y un pOleta a,cfwcúse al ,{¡ Ul'eo tro.no, con tr-ajt' humildie y d·eslcutb.ierta. pJ.al1l'a:

-"Sefíor, oh gran seiíor, olh s,efíol' niío.! soy tu'yOl '¿qué me manduls ?"­

dijo el bardo., y pI rel'y l\fote('ullzo.ma, . le contestó con d,[>spotismo·:-"Ca nta!" .....

Ah! decid ¡.quése hicieran las c::m don-es de af),uel b:wdo de Anla,huac'!

¡. LaR üen.e u{:,aso a~lgnno. de losJlago,s en s·us palados de cris'ta'l gual'.d;aill,as ? .....

i La.gos aZUilf'lsl, laig-o.s espumo:s'Üs, l'ag'OIs 'de o.ndas ·~l:e pla:ta.,

arrojad esas muprtüs ar'lllonías v en mi lira ha.Jlar{1ll vJ.branh's ¡lttas ! .. , ... . ' ," . . ~h e '

El rey esta.ha triste, el bardo inmóvil, t('n ·s il enr-1 o lIla ('st a n.(,' i.a. .....

,se desli~ó un .inst.a!nt,e. y el ])Üipta, acercándose a:l r E'iy,cantó en YÜ'7. baja:

-"Ce rca de (;ol)'oa:c:{\I1 .. Na,dif' la ha visto; :pero di <;'en. qu e el lí\¡}ma

haU,a, ,en eHa una vida ISlin an~w'los; una vi:da feliz q,ue no s,e ,¡}eaha!

"Cerca de Coyo'acán ... i To.dos lo ruentan L .. De Hnel1lar- t's mor·ada.

De Huemac, el ,antor de ].o.s p].arf'f1eS, El que llena de luz tOldas .las almas,

"EJ toldo d,e l,a grauta es.tft tejido ·c.o,n rosrals enca:rnadtas;

y lá ·su ent,ra,da 'Sie ag1itan y aletean papagalllos, ' y mirlos y caland,rias.

"Haiy en Sl~ fondo. C,bOZIUS de diama,nÍ'<:'ls ' 0011 tec;hos 'de esmera¡};d.asj

y hay ido].os ,de mií.rmol y d e oro, y tempJos de coral y concha D'i1.Car.

HCerca de Coyoa.cán .... ¡ todos .10, ('uentan ! ... i Es la gruta en cantada:! ....

¡ Allí vi,en cantand'o, lo.s pl!3!ceres! ¡A11í está la ,eXistencia 'que no 3Jcaba!"-

Cayó el bardo, :y el gran 'Motecuhzoma ba:jó ,la's regias gr!ada:s;

y, sin 'SUC'Üll'Itf>, tni,s;te, p('ns,ativo, con lento pa;slo atravesó lIla estanclia ....

MurioÓ 103 lu7.. Tja noch e silenció'sa rodú por lals TJ1.outafías.

La sofí'oliE'nta ·Mf>xtli-HllÍme a l\]J1¡R­mojó e n el lago su cendal d,E' plata;

y todayía ('n las a.l~g-)'('s c,allE's, ,];a multitud. ,rantaha:

"Hoy ('s tu fi es,ta., diosil1 de l-a,s florf's! ¡La primay,era 'd e l'3JS ('nmhrE's ba.ja!"

II

Una, tarde l\.cel'cÚs,e un sacerdote ,:J,l rey Mot>e'C'.n:llzomn :

y 1(' dijo. :-"Reño.I'. O'h sefíor mlo! . han lle gado U'llQiS ho.mbrl'l3i áhl ·costa.

"R.olll hlan,coscomü f'l ('11("].0 de 11na gar7.:l.; SlI enbell f' ¡'n, e's hlonda;

y par'eren t's,pejo-s S11S r'opaj-es, y pareelen pa.lrucins SllI '~ Ciwnoas."

Se alejó el sacel'd,ote Il'enta men te. La palllidez tr,aidor-a

03Jyó en l:a faz delw'y. Vino l'a nor-he ; y el sueño. huyó de la r'eal alcoba ...

El rey sintió temor .... ¡ temor ! .... Oh lira!

SEMANARIO _____ . z

MRS. GREVILLE, Esposa del . nuevo Ministro d'e Inglaterra en México.

no ti€lll1blen tus estl'ofa,s, q u~ no,se manc,he el nómbre de aq uel pueblo ' de ,es.e cobarde all: invoca r la sombl'a!

y rué co.harde, es cierto, ponq ue un día, 8.1 desp.el'tlRll' la a urÚofa,

llamó á dos de lo,s noble s impaciente y les d1}0 con "02 pausada y ronca:

"Arra,llicadles la piel á diez cautivos ¡que la sangre no importa!

id á buscia:r la gruta, de Ci0a.11('0, y á Huemac notici3Jd 'que el rey lo invoca.

"Ofre0edle ,llals pie J.es , y deridle , que el grnin Mo,tecuhzoma

qllJiert' ,hahita,r rlOn (s'l; ,qniere en.trega.rsle á la yida fe liz Ique no se agota."

,

P'a,só el tiempo, p-a1saron muerhas noches arl't\Jsrtrando ISUS sombras;

y tornar'on por fin, .Io·s l)uensajeros al ven.ir unru noc!he tempestuo,sa:

-"OeI<ca de COij'oa.cán está la gruta; .Huenlfcl.c en ella mora,

y nos djjol, Señor, ho .g,eñor nuestro, que tu amistad a.cepta y amhiciona.

"Que te entl'ieg'ues ,á larga penitencia. que paises m uohals "horas

nutriéndü,tecon yerbas isin mujeres. sin 'ceñir á tu sien piedras preciosa~ .

"Que busques en la; límpida la.guoo. una isl¡eta., una roc·a,

Bendición de la Beneficencia Espa ñola,-Grupo de Madrinas é invitados.

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y que en ella cün ramas de z'aopote una tiienda y tronO' Je dis'}Yüngals.

"Que él, en Ghapultepec, sohre la, selva de alhuehnetes, 'canüsa,

á tí !Se mostr'al'á, para, in:di'carle ('\le valyas á espera:rlOt en tu canüa,."-

Subió entretantO', ,cO'mo un ave inmensa, 1a: nube ,tempestuosa,

~ un relámpagO" azul , müstró á lü's nübles la, a,legre faz d,el re:y 'M'octecuhlwma.

¡ Tl.'onó !la te.lIlIpesta,d! ... Cruzandüi el Hanü ,salltandü por las I ,O"~na:s"

hu:yó el cü~ütl , el de la piel dO'rada, el d:e aguzadO' hüdeo' y lue nga cO'la.

La vívüra elll~ed.ó su cu,e rpo fríO' bajO' I'as negNls roeas,

el armadillo se ocUlta discreto con rapidez en su ;a,rnla'dura 'córnea;

las 'gallinas del a~~la y la s garretas de-s,peJ..'tal'on mpdrosas;

y loas gruHas d ejarün )üs InaizH\les, y silbó el tecO'lüte entre la,s fründas.

¡Quéinmens'a,tempestad ! ... Cada relámpagO' pareeía en la ho-llda

inmensidad una, sangrienta flecha que iba á -cla.varse en la apiJ.lada sümbra ~

La, ' lluvia restal,laba al esü eJtlal's,e sübre las yerbas rota-s ,

y cün sus tenues dardO's daba mu erte á las negras y enantes maripO'sas .. :

¡ Qué inmeJ,l'sa tempestad !-Aq nell a nüdle . el rey MO'tecuhzorna

dió á 10's nobl es, en prelrüü, ricos mantO's cubierto.s de diamantes y de cünchas;

y se alejó d.espnps .... Quitó á ' sus sienes , l,a¡ bl'i'llante C' ürüna;

desdeñó lO's manjares de su 'me'sa, y, sülitariü, se ene('I'l'Ó en Sil aleoba.

JII Ochenta ve~ ~,es desató la aurora

sus cabellos de fuegO'; y O'chenta, veces despre ndió la. tarde , melancólica y lúnguida, su velO',

y el rey, al terminar su lJenitencia, cO'n s,emblante risneño.

se presentó á lüsnO'bles, 'Y afanüsO' arregló lO',s asuntüS <l el gübiernü.

Alzó, en se~uida, la soberbia Íl'ente int('rr:ügallldü al cielO' ,

y vió qne ya I'a nüehe desplegaba sobre el espaciO' aZiUI su a,la d'e cuervO'.

Clavó después la indagadüra vista en e l cO'nfi n inm,ensü ....

Miró á Oha1pultepec, al l1Iu stiO' büsque que entrega al aire sus gui.rna)das dehenü.

y en este instante apa.reció en 'la selva una luz, un 'lucerO',

algO' como. un diamante lU11linO'sO' que fué cl',eciel1ldü, sin eesar creciendO' ... ,

y aquella luz acarició las ramas del ahue¡huetl inmensO';

tendió su luz brillante sübre e l lagO', y pe\etró d€'lrey al apO's,entü ....

-"Allí está Huemac··exel.amó e l münarc,a me a'gual'da, J'o cO'mp.l':endO'- "

Llamó á 10ls cürcüvadüs y l'es ,dijü: -"Me dispüngüápa:rtir;tO'mad lüsremos ,"

Mo.tecuhzoma cO'n la piel de u.n h-ombre vistió su übs,cu ro 'cue'l;pü;

c1a,vó ásu la,biü una esmera.lda inmensa; se sus,penld'ió ias arraradals df' ébanO';

LITERARIO ILUSTRADO. 155

MR. BLONDELL, NuevO' Mi nistrO' de Francia en MéxicO'.

la.rgü pi Ulpaje, rO' jO' ,cua.l la ,sal1'gl'{~ ,

enredó sus -cabelIO'ls; tümó el collar de gruesa.s amati:';{'lIs y las pulseras de e ncarqadÚ' cuerO'.

- "Allí está Huemac-rephió anhelante­CorcO'.vados, m,a:rchf"l1lüs"-

y partió la canüa .... ¡,SolIO"za'l'ün del tr'is,te lagO' los oculto,s geniO',s! ....

Partió .... llegó .... y allá, bajO' la titenda que lüs nübles tejieron

cün húm edO' ramaJe, un sa c-erdO'lte presentóse ante e l rey con tM'Yo- eeuü.

- "¿ A dónde WI'S ?-le dijo conmO'\" idü­¿A dónde vas '! ¿(lué es estü?

¡,AcasO' el g'l"all münarca ,Je l Anáhuae huye eO'haroe, abandO'nando al pueblo-?

¿Que se dirá de su ciudad bendita, de la üpulen tu M-éxicO':

de Méxic'O'" la garza de 11·08 lagOos, la que es "el cürazón del un1versO'?

"La gruta de Cica lcü, no es un nido d-eplaceres e ternO's.

Allí-lvive el dO'lü,r. A llí está e l homhl e que d a á la ,nüche sus fantasmas d e ébanO',

"No hay a llí mús que ftü,res amari.llals'; nO' hay ,mirlo's, nO' hay jilgu,erüs.

Ha:y víbüras de dientes vene-nosüs .Y tecO'ÍO'te dé p lumaje n egro,"

"¡"Ad6nde va,s, R'efíü'r?"-gl -sacerdote gnnrc}ú ln,ego Ri lpnrio :

v arran0ó ,de la f,¡eJlte o,el l11'onarC'a .las ,ron'a's plumas- de ('O ].OI' snugl'ien tO'.

y entre tanto p.l diamn,lltp luminüsü recO"g'i,ó s n s I'pflpj os.

, ]\fot,p.r llhsom-a. is,nsrpil'{¡ venf'ido, saH6 á la. ba,r ra,y empuñó los remos, ...

. CO'menzó [t amanecer. Alegre el a,lba, ai inunda'l' lus CÍ'e los,

bizo palidel',el' 'Cü ll SU:'; fulgores de 1001> teo'l'alis el eterllO fuegO'.

La aurO'ra despettó, yal deITamar8e S II S a 11100'O'IS'OS b 1:"8'0'8 ,

1'\1Ibül'O'Sas abl'Íéronl~ ,e la s 11m es ; se apa.garon, temblando, lO's lu ce~O's.

Lüs ,patO"s, lO's faisanes y .las garzas leva,ntar'Ün el vuelO';

IO's mirlos, e,sponjando s us plumajes, platiraJ'O'n de amO'r so-bre los fres,nüs.

Vino el sül, y al mira.rlü. el gran mO'narca s,p oc n]t{¡ en su apO"sentO' .....

; A.llí esper'ó :Ia nO',(',he del futurO', !íyid(¡ el l'OHl'Ü .r cüntraídO' e l ceiío!

' ¡Ah, deeidmp: ¡;Bajú del {lllreO' tronO'? ¿,HO'nmiú su fuerte retrü ?

l, .\ 1 po'ner en m,i 'C"Ítarn, 8 U nombre . se m.mwlhar{m la s' alas d e mis versO's?

No. ..... Ve d! la Tl'fl rlk i,ón Yi en~ {l mi la,dü y mp dic'e:-f'antemo-s;

cantf' l I1O's. ~ne el coh~l1'oP il esparf'C'P. bajO' JOos la urüts, de su hpl'o'j.co pueblO'!

iJOSE M. BUSTILLOS.

---(:0':)---

Otumba. A.I asümar enc ima la penoiente

BoscO'sa y dp los ('p-tiro~, morada, Pnaiadera mirase agüb iada. Por el t'l'igü ('n sar/m ;v pOI" 'l1'n nl1ente.

A lIí para rada ave hay una fuent'e; Pal'a cada raudal uuacas'cada;

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]56

Y 'Para cada 'salto una arbolada Sombrosa vega, hlonda y flol'ec iente;.

,En cada arbusto se YÍrslUDtbra un nido, UD corimbo de times, una poma, O un ,cándido panal de miel henchido;

ISuda cada árbol odora,nte goma; y en cada risco }Jardo y 'cHI'I'onüdo Arrulla la'still1era una pal{)]na.

JOAQUIN AROADIO PAGAZA. ---:: )0(: :----

Bendicion del nuevo ediHeio DE LA

Beneficencia Española. JUNTA DE OARIDAD EN TLALPAN.

Una ceremonia de ,cará,cter privado tu · , 'o veriJicativo el domingo 17 del I3.dua j en el Ho.spital de la Beneficencia Españo· la. .

Con motivo de la inauguracióJIl de algu· nos .departamentos recién 'Construído-s, las señoras de varios de lo-s miem:bros pro· minentes de la Colonia española subserj­bieron un/as invitaciones pa,ra el referido acto.

Las ,madri,na/s fueran las ,señoras Ana J. Y. de Garcf.a. Caridad, J. de Muñúzu d. CI3.,rolina P. de BaHescá, Josefa A. de Rueda, Juana R. de Gutiérrez, Luz N. df' .sordo, Ma,ría B. de E100ro, María l. F. 8. de Quintana, Soledad T. V. de A¡rena '\: Srita.s. El'€na BaJlescá y Luz García Caso tañeda. '

El edificio que nos ocupa es una gran o.bra arquitectónica. lEs de orden dórico. está situado en la eS/quina de la calle d('1 Niño Perdido y Calzada Chi,ca del Campo Floridü; en la primera de estas 'Calles Sf'

leva,nta una artística portada. Ocbo gran· des eohlJInnals de c.antera sostienen un grarn capHel. en el -cual hay esculpido el escudo. del Reino de España.

'E'lcosto del edi.ficio en la actualidad asciende ya á más de $100,000.

De los detalles de la inauguración no;;: rmrece ocio-so repetir lo que ya dijimos en EL TIEMPO di81rio.

Ofrecemos hoy a:l'gun/as fo.to.grafías , que representan el edificiú, el ,pórtico de éstp. un grupo formado por Jos Sres,. simólI Alonso, Va,]entírn Elcoro, Juan Oteiza , In · geniero González del Campo, bajo CU:rél direc'cúón se ,ha hecho la constrll'cóón dr! edificio, Quántín Qutiérre7.:, F. Julliet de E;IJza:lda, Telesfo,ro García. Santiaeo Ba· lIescá, q-ue se haUan de pi,e: Dr. Manuel Guti'érrez, 8011' R.efu-gio Calderón :v los practi~antes Domitilo Rodarte y Eduar do FrItz, ,que aparecen sentados.

También ofrecemos otros dos grupos ·formados. el ,primero polI' las señoras dI' Mllñúzuri, 'de Gutiérrez. viuda de Arena y las ,señoritars Ba lIescá :v García Casta· ñeda. En el segundo g-rnpo apal'ecen la!'> niismas señoras [V ,señoritas en uni6n de algunas familias de las invitadrus. La ti e!'>· ta resultós'Ímp:'íti c1a ~ á e lla concurriero-n numerosas familias.' entre lasque reror· damos ti. las sig-uientps: de García, de Gon zález Misa. de Elco:ro. de Mora, de Bn JIes1crá, de nntiérrez, de Orteg-a . de VilJa de Moros, de Su:árez. de Muñ'lÍzud, de PP· 'rez Gá/lvez, de la Barra, de Quintana, de Gayoso, de Córdoba, de Ave]evra, de Hi· gensin, de GuÜérrez. de SÚ'l'do. die Are nas, d'e Ramirez, de Viñas, de Tomés, de IriaMe, de Luna, de Rodríguez, de Pé· rez y Pérez, de Trespalados, etc., etc.

EJ sellor Marqués de Oorvera, Ministro PlIenipo.tenci81rio de España en México y el l,:vusul espauol, concurrieron con cal'ac· ter o.ficial a la -ceremoni-a .

El personal médico y el de asistencia ,son inmej ora:b les, estando el primer-o a cargo del señor 1)1'. Gutiérrez, á quien ayudan los prac,ti'cantes señores Rodarte

SEMANARIO

y 'l'ritz, y el seg'undo bajo la direc-CÍón '<le 801' Uefugio, de la que todos _Io,s enfel'JUo::; se expresan en ,altos -conceptos.

La Junta Dh:ectiva, con un 'celo dJgno d'e t>logio, atiende eonsta:nte ru ente las· 'exi· genl'ias del Hospital, que de la::; ('o,lonias es uua d-e las pl1Í.meras.

; Bendita {',uidad! Gloria á quienes la profesan. Tan sublime virtud inspirada en la Sra. Emiqueta Silvel' de Garcia 'Mal" tínez,esposa .de'l 'señor Prefecto Político de T1úlpoa.:n, ha. he.()ho que e.n aquella sim· pútka población, se ol'ganice una Junta de Caridad parasocorrel' á los pobres, _de cuya Junta. es presidenta la referida se' llOl'a, {'uyo retrato tenemos la satisfacdón de }Jublital' ,boy,así como los de 1 rus' 'seño­ritas Herlinda Sih'e¡' y Pilar Velasco, dignas 'collaboTadorCls en la obra 'P'illpren· dida POl' ,la Sra. de <Ta,reía Martínez.

En su opol'Íunidad pllblical'emos el grupo de las señoras lY seiíoritas que fo'r-man la benéfica Junta. -

La idea de la formal 'iún de este grupo de consoladoras del po-br-e, na-oió en el re partQ que de ropa sp hizo el dia de la inau· guración del llieI'C'ado de "La Paz," en Tlálp"an, de cUJO ht'cho dimÚ's cuenta opor tuna.

Ro/y la Junta -reune fondos para dar una !Sorpresa, á :1os pobl'es de aquella his· tÓfÍ.c-a dudad. '

AGUiSTIN V. OAS'ASOLA.

---::)0(::---

ELEGIA. Declina en las tinieblas del OC13S0

la ·moribunda luz de ~n sol de otoño, y el campo, COlmo mi alma, está sombrío,

-sombrío y ' nebu Io.so ..... . Puebla,n el aire lúg,ubres rumores, y en los surcos el viento agita el po,lvo, y las boja:s :c-aíd~s .... y las andas

del fatigado arro,yo. y á lo. lejo,s. los cipreses ('OH pausado ,1Dlwmullo melancóli co, arrullando el -~ sopor de los que yacen

dornüdos en el polyo ,

mient,!'als la sombra po.I' el -ancho espacio se desenvuelve, cual inmenso toldo que abrigarrá en la noc'be, de la tierra

el sueño perezoso. Es la hora en que desciende sobre el

(mundo, de la campana al redoblar piadoso.; 1a bendición celeste dila.t8Jda

por angélicos co'ros! Es la bora en que 18.1 .amor y á la ternura res.ponden, con latido melodioso, la dulce virgen ...... la t,ranquila esposa

y el vate triste y solo. y las almas 811 bien y á la ven.tura, tierras leja,nas ·que n'O ven mis ojos, rauda,s dirigen el ardiente vuelo

y el anbelar a;nsioso. Yo también ¡ay delJIlí! ... cuando abriga,ba esperanzas ,de dicba, cual vo-sotros, j oh dulces corazones que en la tierra

,suspi,ráis venturosos . .. . ! yo también de mi es-píritu las ala,s .bacia la dicha desplegué a:Qheloso., y del amor mis la,bios apuraron

- la henchida copa de oro. Pero así, cua!l la tierra despojada del manto del estío luminoso yace descolorid,a y la circundan

las sombras del otoño, mi 'corazón, sediento de ventura, cayó rendido cual la flor al polvo, y las tinieblas del dolo.r poblaI'Ü'n

mi espíritu luctuoso! ¡Ved cómo está mi frente marchitada! ¡ved c6mo están tristi'simos mis- ojos! i ved mi cuerpo doblado, cuall la espiga

del aquilón al soplo! .Sombría y 'nebulosa tengo el alma cual pálido (,l'f"PlÍsculo de otoño ... sombría y nebl1losa cual las ondas

del fatigado arro~o.! Por cuanto abarra (>1 infinito espado, desde la tif'rra 31 sublimado ,co,ro, en f E'bril ansiedad gira mi vi,sta,

y pstt"I'illo halla to,do ..... ! y (>1 amor á la vida me abandona, y me al'I'€'hata el tjempo silencioso, ' ('omo IJpnm las olas del naufragio

los míseros despojos! FERNA1>DO TUANES r.ONZALEZ GUTIRRRRZ.

. \Mi/k)

BENJAMIN HARRISSO N. ex-Presic\entt c\e los Estados Unidos, muerto en India­nápolis el J 3 del corrien te.