El Verdadero Pan (IV) Apóstol Sergio G. Enríquez O. Octavo Servicio Guatemala, 4 de marzo del Año De La Revelación

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Tenemos la bendición de estar viviendo el final de los tiempos, previo al inicio de la tribulación, estamos a unos segundos en el reloj de Dios, antes de salir de la Tierra al encuentro con nuestro Señor Jesucristo en las nubes; por eso de una forma maravillosa Su palabra revelada se ha incrementado por Su infinita gracia, con el propósito que los engaños del mundo no encuentren receptor alguno en nuestra vida, sino más bien, estemos esforzándonos por adquirir cada vez más conocimiento de nuestro Señor. Para continuar con el desarrollo de la enseñanza de Santa Cena en esta oportunidad, describiremos los versículos que nos han servido como base: Juan 6:32-35 (LBA) Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. 34 Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Como lo hemos visto ya, uno de los puntos que resaltamos es el hecho que el maná que descendía en el tiempo de Moisés, no era falso pero no era el verdadero o no era el postrero podríamos decir; era una débil imitación como lo hemos estado enseñando, entonces lo que hacemos en la Santa Cena es comer el verdadero pan que descendió del cielo; no estamos diciendo que en el Antiguo Testamento hubo falsedad, sino una imitación que Dios mismo permitió, por eso el cordero que ellos tenían para cubrir sus pecados no era el verdadero; el genuino y único Cordero de Dios es el que hoy podemos comer y que nos limpia de todo pecado, no cubre los pecados sino que los limpia para siempre. Insistimos que el en el Antiguo Testamento no tenían una falsa ley sino que en la Biblia misma dice que todo aquello era una sombra de lo que habría de venir: Hebreos 8:4-5 (R60) Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; 5 los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte. Pero entonces si todo aquello era una sombra, lo que hoy hacemos es una rememoración de lo que ya sucedió a partir del momento cuando vino el verdadero Cordero de Dios para presentar una oportunidad definitiva para los que se reconocieran necesitados de Dios y que decidieran caminar con el Señor Jesucristo. EL PAN DEL ESCAPE DE DAVID Parecería increíble el hecho que alguien pueda envidiar cualquier cosa que tengamos; más increíble aun que nos envidien hermanos o hermanas en Cristo; realmente es una situación incómoda pero debe servirnos de lección para saber en qué situaciones no debemos caer, porque si una persona tiene muchas bendiciones, tanto materiales como espirituales; deberíamos bendecirlos en lugar de envidiarlos porque las pruebas y las oportunidades nos llegan a todos, entonces es mejor que nos cuidemos de no caer en los errores que vemos en la Biblia que algunos

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personajes cayeron, un ejemplo es precisamente David cuando mató a Goliat, aunque también está José, el hijo de Jacob. 1 Samuel 21:4 (LBA) Respondió el sacerdote a David, y dijo: No hay pan común a mano, pero hay pan consagrado; siempre que los jóvenes se hayan abstenido de mujer. Conocemos la historia de lo que aquí sucedió; pero entonces veamos la aplicación a nuestra vida: si David pudo escapar de sus enemigos, ¿cómo será en lo actual? Por eso, después de participar de la Santa Cena podremos tener la revelación de Dios, aunque es necesario que encontremos cuál es la aplicación del hecho de abstenernos de mujer, considerando que no puede ser un tema físico sino espiritual porque una mujer, en términos generales, no contamina. MUJERES PROHIBIDAS Apocalipsis 14:4 (LBA) Éstos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Éstos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. Las mujeres a las que se refiere este versículo son las religiones del mundo que se han encargado de contaminar a muchos, veamos: JEZABEL 1 Reyes 16:31 (LBA) Y como si fuera poco el andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal, rey de los sidonios, y fue a servir a Baal y lo adoró. Una de las particularidades de Jezabel es que odiaba a los profetas de Dios, los persiguió para exterminarlos. Esto lo que significa es que no podemos dejarnos contaminar por movimiento que pretendan eliminar la unción profética dentro de la Iglesia, considerando en este momento estamos hablando solamente del don profético. Una de las señales que podrían surgir es el hecho que en una congregación deben cubrirse las hermanas cuando oren o profeticen como lo muestra la Biblia; sin embargo el espíritu de Jezabel está oponiéndose a la doctrina del velo en las hermanas para orar o profetizar. Por eso debemos cuidarnos en no ser engañados con esa situación. ATALÍA 2 Reyes 11:1 (LBA) Cuando Atalía, madre de Ocozías, vio que su hijo había muerto, se levantó y exterminó a toda la descendencia real. La aplicación de este versículo es que somos descendencia real que está siendo acosada de muerte por una potestad llamada Atalía, ¿cómo?, pretendiendo impedirle, principalmente a los recién convertidos, que tengan libertad en el culto a Dios. Claro que si alguien se considera maduro, puede ayudar a los inmaduros pero esa misma madurez los llevará a que sepan cómo conducirlos y apoyarlos adecuadamente, tanto doctrinal como en situaciones que se les pueda guiar dentro de la congregación.