EL USO DEL DIMINUTIVO ESPANOL EN … · ejemplos es la alternativa clasificación del diminutivo en...
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Faculteit Letteren en Wijsbegeerte
Academiejaar 2011-2012
Promotor: Prof. Dr. E. Roegiest
Masterproef ingediend tot het behalen
van de graad van Master
in de Taal- en Letterkunde: Engels-Spaans
Sophie Lenoir
EL USO DEL DIMINUTIVO ESPANOL
EN COMPARACIÓN
CON EL NEERLANDÉS
Un estudio comparativo a base de un corpus literario
3
ÍNDICE DE MATERIAS
I. Prólogo .......................................................................................................................................... 5
II. Introducción general ..................................................................................................................... 6
III. El diminutivo: una introducción ................................................................................................ 8
1. Definición de los términos relevantes ......................................................................................... 8
1.1. Diminutivo ........................................................................................................................ 8
1.2. Aumentativo ..................................................................................................................... 9
1.3. Peyorativo o despectivo .................................................................................................. 10
1.4. Límites vagos................................................................................................................... 11
1.5. Compatibilidad de los sufijos diminutivos con las bases sustantivas ................................ 12
2. Distintas opiniones sobre las funciones del diminutivo español ................................................ 13
1.1. Significación disminuidora ............................................................................................... 13
1.2. Esencialmente valores apreciativos sin negar la función disminuidora ............................ 15
1.3. Valores apreciativos como única función ........................................................................ 17
1.4. Causa de la significación valorativa ................................................................................. 18
1.5. Elaboración de las distintas funciones ............................................................................. 19
1. Según la dirección de la enunciación ............................................................................... 20
2. Según función afectiva/ conceptual ................................................................................ 23
1.6. Valores y matices de cada sufijo separadamente ............................................................ 26
1.6.1. Tendencia hacia el significado afectivo ...................................................................... 27
1.6.2. Tendencia hacia el significado conceptual ................................................................. 28
1.7. Los distintos sufijos en nuestro corpus ............................................................................ 30
1.8. Compromiso entre los distintos puntos de vista .............................................................. 33
IV. El diminutivo neerlandés ........................................................................................................ 35
1. Los distintos sufijos .................................................................................................................. 35
4
2. Clase de palabras ..................................................................................................................... 36
3. Compatibilidad de los sufijos diminutivos con las bases sustantivas ......................................... 38
4. Restricciones de uso ................................................................................................................. 39
5. Los valores semánticos del diminutivo neerlandés ................................................................... 40
V. La investigación....................................................................................................................... 42
1. Justificación de la metodología ................................................................................................ 42
2. Presentación del corpus ........................................................................................................... 44
3. Cantidad de diminutivos por texto ........................................................................................... 45
4. Posibilidades de traducción...................................................................................................... 47
5. Correspondencia entre los diminutivos españoles y neerlandeses ............................................ 49
6. Discusión por clase de palabra ................................................................................................. 59
6.1 El sustantivo .................................................................................................................... 60
6.1.1. Humano vs. Animado vs. Inanimado .......................................................................... 60
6.1.2. Contable vs. No contable ........................................................................................... 73
6.1.3. Deverbal vs. Deadjetival vs. Sustantivo Puro ............................................................ 78
6.1.4. Adjetivos que acompañan a los sustantivos ............................................................... 83
6.2 El adverbio ...................................................................................................................... 88
6.3 El adjetivo ....................................................................................................................... 92
6.3.1. Epíteto o atributo ...................................................................................................... 94
6.3.2. Adjetivo relacional o cualificador ............................................................................... 95
6.3.3. Humano/ Animado/ Inanimado ................................................................................. 96
VI. Conclusión............................................................................................................................... 97
VII. Bibliografía ............................................................................................................................ 100
1. Libros del corpus .................................................................................................................... 100
2. Obras consultadas ................................................................................................................. 101
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I. PRÓLOGO
Uno podría hacerse la pregunta ¿por qué investigar un elemento lingüístico tan
pequeño y aparentemente tan insignificante como el sufijo diminutivo? Sin embargo, a pesar
de ser sólo una partícula de la lengua, ésta ha conseguido llamar mi atención durante mi
estancia en Sevilla, donde, a mi parecer, la contribución lingüística del diminutivo le da un
toque de encanto al español que se habla en la región andaluza. Así pues, me parecía que este
sufijo hacía mucho más que disminuir y quería saber más sobre eso así que allí nació el tema
de mi investigación. Claro está que sola no hubiera podido realizar este trabajo, por lo que
quiero agradecerle al Profesor Roegiest por sus buenos consejos y su paciencia con mi
interminable serie de dudas y preguntas. También le debo mis agradecimientos a la Profesora
Enghels quien me ha ayudado a componer de mi corpus. Una persona que me ha abierto los
ojos a los milagros de la informática es V. Van Den Berghe, sin quien no hubiera podido
analizar mis datos de manera tan eficaz, por lo cual también quiero agradecerle. Luego, si en
este trabajo figuran pocos errores cabe dar las gracias a A. Fornica por haber leído
minuciosamente y corregido mi texto. Finalmente, quiero dar mís últimos pero no menos
sinceros agradecimientos a mis padres por haberme dado la posibilidad de realizar estos
estudios así como de estudiar un período en Sevilla donde concebí la idea de esta tesis. A
todas aquellas personas que estuvieron involucrados en la realización de este trabajo, mil
gracias.
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II. INTRODUCCIÓN GENERAL
“¡Qué ganas tengo de que nos casemos para tener
una casita pequeñita donde estar muy juntitos!...”, dice un
elefante al otro.1 Esta expresión nos puede parecer ridícula
dado el tamaño enorme de un elefante, pero ilustra
inmediatamente que el diminutivo español tiene mucho más
funciones que meramente la empequeñecedora. Pero, ¿cómo
se traduciría esta expresión al neerlandés? Intuitivamente,
optaríamos por la traducción siguiente: “Wat heb ik zin om te trouwen zodat we ons eigen
kleine huisje hebben waar we knusjes samenzitten!” En este caso, el diminutivo neerlandés
también parece prestarse a la expresión de valores afectivos, pero ¿expresa exactamente lo
mismo como la frase original? A esta pregunta contestaremos en la primera parte de nuestro
trabajo, donde el enfoque es en la teoría en cuanto a los valores semánticos españoles y
neerlandeses, un tema sobre el cual reina discordancia entre los distintos autores.
Iniciamos la discusión teórica con los argumentos de autores que opinan que el
diminutivo tiene únicamente valores conceptuales, como Nebrija quien afirma que con el
diminutivo se indica un empequeñecimiento de lo designado y nada más. Más tarde, otros
autores han observado casos en que el diminutivo claramente tiene connotaciones afectivas,
como también notamos en el ejemplo dado: la elefante no piensa en una casa pequeña, sino en
una casa donde ella y su novio puedan vivir juntos tranquilamente, una casa acogedora, una
idea que le parece agradable. Resulta fácil demostrar estas funciones apreciativas del
diminutivo, pero la dificultad está en la subdivisión de los distintos valores afectivos. Ambos,
Alonso y Montes Giraldo, se han dedicado a realizar una clasificación completa, pero al
estudiarla se desprende la imposibilidad de trazar líneas divisorias entre las distintas
subcategorías. Inspirados por sus predecesores, autores como Lázaro Mora van más allá hasta
afirmar la función valorativa como la única función del diminutivo, desmintiendo su función
conceptual. No estamos enteramente de acuerdo con estas afirmaciones, pero en este trabajo
también contemplamos estos puntos de vista. Concluimos la discusión exponiendo unas ideas
1 Viñeta humorística de Hasselrot 1957
7
de Hummel, que intenta buscar un compromiso entre las distintas ideas. Esta discusción trata
de los diminutivos españoles, pero una breve comparación con lo que dicen los autores sobre
los valores semánticos del diminutivo neerlandés aclara que el mismo debate existe sobre el
diminutivo neerlandés.
De esta manera ya revelamos que a base de las literaturas se proclama una
equivalencia entre los significados del diminutivo español y neerlandés. En la segunda parte
de nuestro trabajo, pues, someteremos a prueba esta afirmación. Investigaremos en qué
medida esta equivalencia se refleja en un corpus traductivo que contiene textos que han sido
traducidos en distintas direcciones, a saber, del español al neerlandés, del neerlandés al
español y del inglés al español y al neerlandés. Exploraremos qué procedimientos de
traducción se utilizan o se prefieren, lo que no es igual para cada tipo de traducción.
Intentaremos establecer los factores decisivos para el proceso de traducción elegido y
motivaremos esta selección. De esta manera haremos un esfuerzo por encontrar las diferencias
de uso entre el diminutivo español y neerlandés. Es poco probable que detectemos todas las
diferencias, ya que este tipo de estudio no se ha hecho anteriormente, de manera que
tendremos que empezar con las distinciones más generales que elaboraremos lo más preciso
posible. Posiblemente encontraremos pistas que no proporcionan resultados relevantes, pero
también en este caso aprenderemos algo y serán pistas que futuros investigadores podrán
tomar en consideración.
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III. EL DIMINUTIVO: UNA INTRODUCCIÓN
1. DEFINICIÓN DE LOS TÉRMINOS RELEVANTES
1.1. Diminutivo
Por diminutivo entendemos un signo lingüístico que aparece en casi todas las lenguas,
pero que es especialmente frecuente en el español, donde encontramos una gama muy rica y
productiva de diminutivos. La definición de Moliner (2007) nos ofrece una idea general de lo
que significa el término ‘diminutivo’. Deducimos de esta definición que sus usos básicos son
la indicación de empequeñecimiento o la expresión de afecto hacia la cosa mencionada. No
obstante, los usos del diminutivo son más numerosos y más complejos, pero esto lo
discutiremos más adelante.
Diminutivo, -a (del lat. diminutīvus; adv. diminutivamente)
1. Adj. Se aplica a lo que disminuye o hace más pequeña o menos importante una cosa
2. Adj. y n. m. Gram. Se aplica a las palabras modificadas de alguna manera para que expresan
pequeñez o poca importancia, poca intensidad, etc., de las cosas designadas o calificadas por ellas, o
afecto hacia ellas
Gram. También, a los sufijos cuya función básica es realizar esta modificación de significado
En su obra ‘Universal Tendencies in the Semantics of the Diminutive’ (1996) Jurafsky
señala que el diminutivo es uno de los primitivos gramáticos universales que se realiza de
forma diferente en cada lengua, en función del repertorio de recursos morfológicos
disponibles. Entre las posibilidades universales para crear diminutivos distinguimos afijación,
un cambio de consonante, vocal, o tono lexical, y cambios en la clase de sustantivo o sexo. El
diminutivo español es una instancia de afijación dentro de la morfología derivativa, que puede
hacerse por sufijación, prefijación, interfijación y conversión. No cabe duda de que dentro de
esta clasificación el diminutivo español se forma mediante sufijos, compatible con una
extensa gama de palabras, que van desde sustantivos (casita), adjetivos (pequeñita), adverbios
(juntitos), pronombres (suyita), nombres propios (Juanita) a los gerundios de algunos verbos
9
(El niño irá andandito, ¿eh?). 2
Además, un rasgo curioso del diminutivo español que llamó la atención de Nebrija
(1492) es, en primer lugar, su capacidad de formar diminutivos de diminutivos y, en segundo
lugar, la alternancia entre los distintos sufijos. Son características que se encuentran sólo
raramente en otras lenguas.
Dentro de la clase de los sufijos distinguimos dos tipos, es decir, los sufijos
apreciativos y los sufijos no apreciativos. Hummel (1197: 199) en su trabajo comenta a Bally,
quien acuñó el término ‘suffixes appréciatifs’y les dio la siguiente definición:
Nous appelons ainsi les suffixes qui expriment des sentiments ou des jugements de valeur déclenchés
par l’idée contenue dans le radical. On distingue en général deux classes de mots appréciatifs: les
diminutifs et augmentatifs d’une part, les laudatifs et péjoratifs de l’autre. Mais ces deux groupes de
notions sont solidaires.
Claro está que ciertos sufijos se utilizan meramente para derivar una palabra de otra, como
por ejemplo en la sustantivación del verbo trabajar en trabajador. El sufijo -dor no tiene
significado apreciativo alguno. La situación es más ambigua con una palabra como gatito,
porque, por un lado, puede ser que el hablante se refiere meramente a un gato de pequeño
tamaño, y entonces el sufijo –ito se clasificaría como sufijo no apreciativo. Por otro lado, un
hablante también puede expresar su afecto hacia un gatito pequeño y adorable, así añadiendo
un valor personal al enunciado, y entonces, obviamente, el sufijo –ito se clasifica entre los
apreciativos. En este caso hablamos de una connotación de afecto, pero las connotaciones
posibles son mucho más numerosas (consultese mas adelante). Lo que queda claro de estos
ejemplos es la alternativa clasificación del diminutivo en la clase de unas veces los sufijos
apreciativos, otras veces los sufijos no apreciativos. En el capítulo siguiente de este trabajo
discutiremos brevemente cómo varios autores han defendido la clasificación del diminutivo
en uno u otra clase.
1.2. Aumentativo
Dentro del sistema general de la sufijación encontramos al lado de los diminutivos
también los llamados ‘aumentativos’. Muchas veces el diminutivo se opone al aumentativo,
2 Ejemplo de María Moliner en su Diccionario de uso del español
10
que generalmente, y al contrario que el diminutivo, se utiliza para indicar un tamaño mayor.
De ahí la cita de Náñez Fernández (2006: 49): “Aumentativo y diminutivo constituyen el
anverso y reverso del mismo problema lingüístico: indican la cantidad de la cosa en más o en
menos.” No obstante, veremos que esta definición no es enteramente satisfactoria porque
además de este sentido conceptual también puede llevar otro sentido apreciativo,
particularmente desamor y desprecio. En Moliner (2007) se define así:
Aumentativo, -a
Adj. Útil [o utilizable] para aumentar.
Adj y n.m. Gram. Se aplica específicamente a los sufijos que sirven para formar palabras que expresan
generalmente mayor tamaño o intensidad en la cosa designada por la raíz o para intensificar el
significado de ésta, así como a las palabras así formadas: ‘tablón, catarrazo, madraza’
1.3. Peyorativo o despectivo
Otros autores, como Lázaro Mora (1999), todavía observan otras categorías de sufijos
apreciativos llegando así a una clasificación tripartita. Al lado de los diminutivos y los
aumentativos, él distingue una tercera categoría de sufijos apreciativos que llama ‘los
peyorativos’, un grupo que generalmente se reconoce entre los lingüistas pero que también ha
recibido el término de ‘despectivo’. Comparamos las dos definiciones de Moliner (2007) para
constatar hasta qué punto coinciden e incluimos también el ‘meliorativo’ porque, siendo el
contrario del ‘peyorativo’, nos podría inculcar claridad sobre el término.
Peyorativo, -a (de peyorar; adv. Peyorativamente)
Adj. Ant. Aplicable a lo que empeora.
Se aplica específicamente a las palabras que envuelven censura y al *sentido de las que, pudiendo
envolverla o no, la envuelven en el caso en cuestión: ‘He dicho que eres tranquilo, pero no en sentido
peyorativo’. Se opone a meliorativo => en mala PARTE, en mal SENTIDO
Meliorativo, -a (del lat. meliorǡtus, part. pas. de meliorǡre, mejorar, e –ivo)
Adj. Se aplica a las palabras, tono, etc., que implican valoración positiva sobre algo. Se opone a
peyorativo.
Despectivo, -a (del lat. despectus, desprecio; adv. despectivamente)
Gram. Se aplica a las palabras que denotan generalmente desprecio hacia lo que designan;
particularmente, a las que adquieren ese sentido mediante un sufijo, así como a los sufijos que sirven
11
para formarlas.
Las definiciones de los peyorativos y los despectivos difieren en algunos matices, pero
por lo general parecen equipararse. Si el peyorativo es lo inverso del meliorativo que “implica
valoración positiva”, entonces el peyorativo debería implicar una valoración negativa, lo que
es igual a la función del despectivo, que denota desprecio. Por lo tanto utilizaremos en este
trabajo los dos términos como sinónimos.
A fin de tener una imagen muy clara de los distintos sufijos apreciativos discutidos
arriba, los presentamos aquí esquemáticamente, aunque cabe señalar que no existe un acuerdo
total sobre la integridad de esta lista. La elección de un sufijo sobre otro de la misma categoría
depende sobre todo de la base de la palabra y en gran medida también de la variedad del
español observada. Entre los diminutivos los sufijos, -ito e -illo son los más frecuentes.
Diminutivos Aumentativos Peyorativos
Ito, ita Ón, ona Aco Ingo
Ico, ica Azo, aza Acho, acha Ingue
Illo, illa Ote, ota Ajo, aja Orio
Ete, eta Udo, uda Ales Orrio
Ín, ina Al Alla Orro, orra
Ejo, eja Ángano, ángana Uco, uca
Uelo, uela Ango, anga Ucho, ucha
Astre Ujo, uja
Astro, astra Ute
engue uza
1.4. Límites vagos
Aunque a primera vista las definiciones expuestas arriba parecen presentar fronteras
nítidas, la verdad es todo lo contrario. Lázaro Mora (1999) apunta dos dificultades.
En primer lugar, en la definición de los despectivos no encontramos referencia al
tamaño, mientras que según Lázaro Mora ciertos sufijos despectivos tienen la connotación de
un tamaño más grande y otros de un tamaño más pequeño, y lo ilustra mediante la palabra
pajarucho por un lado y mujeruca por el otro, que respectivamente expresan grandeza y
pequeñez. De este comentario ya se desprende que los diminutivos y los aumentativos no son
12
los únicos en indicar tamaño.
En segundo lugar, -y eso sí se ve en las definiciones citadas arriba- al igual que los
despectivos, los diminutivos y aumentativos pueden expresar connotaciones afectivas, y a
veces el diminutivo y el despectivo pueden incluso encajar valores idénticos. Lázaro Mora
ilustra este punto con las palabras licenciadillo y licenciaducho que casi no tienen diferencias
de significado.
Alonso (1953) apunta otro aspecto en que las fronteras entre categorías tienden a
borrarse. Como deducimos de las definiciones de Moliner, el diminutivo suele ir acompañado
de valores positivos, y el despectivo de valores negativos. Sin embargo, Alonso argumenta
que una pareja como mujercita/mujerzuela no son meros opuestos. Aunque no niega que
expresen cierta emoción eventualmente contradictoria, precisa que los sufijos sobre todo
manifiestan una valoración y categorización del objeto en la mente del hablante, que
generalmente es de dominante emocional para el diminutivo y de dominante estimativa e
intelectual para el despectivo. A pesar de eso, Alonso reconoce la posible alternancia de un
sufijo entre la dominante afectiva e intelectual.
1.5. Compatibilidad de los sufijos diminutivos con las bases sustantivas
Como en este trabajo discutiremos la desaparición del sufijo diminutivo en la
traducción nos parece imperioso exponer brevemente algunas imposibilidades en la
combinación del sufijo diminutivo con su base, casos en que la desaparición del sufijo
diminutivo no se puede atribuir al proceso de traducción. Lázaro Mora (1999) clasifica los
nombres no compatibles con el sufijo diminutivo en cuatro categorías. La primera categoría
contiene los diminutivos cuyos motivos de la incompatibilidad son solamente fonéticos o
fonológicos, como los nombres que terminan en –ao (cacao, nao, sarao) o –s final (lunes,
finolis, cortés). La segunda categoría es la de los derivados aumentativos, como casaza o
librazo. En la tercera categoría se encuentra una serie de nombres que aluden a idiomas
(español, francés), fiestas (Navidad, Pascua), lugares (Italia, Inglaterra), territorios o
instituciones (decanato, priorato), profesiones o actividades con el sufijo –ista (periodista,
accionista) y los puntos cardinales o de orientación (norte, sur). Finalmente, la cuarta
categoría contiene los nombres ‘abstractos’ y los de ‘acción’, sobre todo cuando disponen de
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un sufijo que los marca como tales (agudeza, gravedad, venganza).3 Lázaro Mora termina su
clasificación con estos cuatro grupos aunque, sin embargo, una categoría que, a nuestro
parecer, también pertenece dentro de este grupo de nombres incompatibles con el sufijo
diminutivo es la de los nombres de materiales, del tipo oro, leche, arena ... etc.
2. DISTINTAS OPINIONES SOBRE LAS FUNCIONES DEL
DIMINUTIVO ESPAÑOL
En el capítulo anterior hemos mencionado la función ambigua del diminutivo,
fluctuando entre su uso no apreciativo que expresa pequeñez y su uso apreciativo como
expresión de connotaciones afectivas. En lo que sigue revelaremos ambos puntos de vista y
sus motivos.
1.1. Significación disminuidora
La discusión ya se abre en 1492 en la famosa “Gramática de la lengua Castellana” del
humanista Nebrija (1492), quien observa que existe un ‘nombre primogénito’, equiparable al
étimo de una palabra, a lo cual se añade una ‘especie’ que distingue el nombre primogénito de
su derivado. Así pues, el nombre primogénito, por ejemplo casa, en combinación con su
especie, el sufijo –ita, da lugar a uno de los nueve nombres derivados, o sea, el nombre
diminutivo casita. Los otros ocho nombres derivados, sin entrar en detalle en cuanto a su
exacta definición, son los patronímocos, los posesivos, los aumentativos, los comparativos,
los denominativoss, los verbales, los participiales y los adverbiales. Nos limitaremos a la
definición del nombre diminutivo y, en menor medida, del nombre aumentativo.
Como se ve arriba en una cita auténtica de Nebrija (1492), el diminutivo, conforme
3 Todos los ejemplos aducidos en este apartado son de Lázaro Mora (1999:4652)
14
con la definición conceptual, consiste en una “disminución del principal de donde se deriva”,
mientras que por el aumentativo se alarga este étimo. Además, en otro capitulo de su
gramática sobre los ‘nombres denominativos’, que tienen la definición de no expresar una
especial significación, incluye también los diminutivos y los aumentativos, que están así
puestos al mismo nivel que los fenómenos de derivación de por ejemplo Castilla/castellano.
Encontramos una argumentación para este punto de vista en la referencia que hace Nebrija a
los paralelismos entre la posición del adjetivo y del diminutivo. Y efectivamente, podemos
entender su opinión cuando estudiamos los adjetivos pospuestos y su valor descriptivo y
objetivo. Según Nebrija, lo mismo vale para los diminutivos, que encontramos únicamente en
posición pospuesta. De ahí que el diminutivo indicaría exclusivamente la pequeñez y
pertenecería enteramente a la categoría de los sufijos no apreciativos.
Faitelson-Weiser (1980) coincide con Nebrija confirmando la referencia al tamaño
como función esencial del diminutivo, lo que resulta obvio con su denominación de estos
sufijos como ‘sufijos cuantificativos’. A fin de permitir la visualización del diminutivo o
aumentativo como respectivamente mecanismos de disminución y ampliación, Faitelson-
Weiser nos presenta la imagen siguiente:
Mucho más tarde, en 1879, Scheicher todavía apoya ideas similares a las de Nebrija.
Lázaro Mora (1999: 4647) observa que, mientras que en esta época los cerrados enfoques
positivistas van ganando terreno, este autor partidario del historicismo rechaza todas las
pretendidas funciones apreciativas del lenguaje, como sentimientos y voluntad, y de este
modo los diminutivos sólo podrían expresar nociones objetivas de pequeñez.
Casi un siglo más tarde ideas similares siguen apareciendo con Pottier. En su teoría,
discutida por Lázaro Mora (1999), ofrece también una interpretación del diminutivo como
modificador de la extensión del concepto, pero se distingue ligeramente de los puntos de vista
anteriores al no rechazar completamente la existencia de valores cualitativos. Sin embargo,
según Pottier (Lázaro Mora 1999: 4650) no merece la pena incluir estos valores en la
descripción lingüística porque “son posteriores y de difícil sistematización”. Compara los
distintos matices que puede tener el diminutivo con los distintos ‘matices’ de las e’s abiertas
15
en francés en el campo de la expresión. Al final la fonología concluirá que sólo existe una e
abierta, y de la misma manera el estructuralismo mostrará que sólo existe una representación
para el diminutivo, la aminoradora. Pottier mismo no desarrolla una teoría innovadora, pero
su trabajo constituye sin embargo un paso importante hacia el punto de vista que discutiremos
en el apartado que sigue.
1.2. Esencialmente valores apreciativos sin negar la función
disminuidora
Como ya fue puesto brevemente sobre el tapete por Pottier, el diminutivo tiene más
funciones que meramente la disminuidora. Mientras que él no querría conferir valor a este
descubrimiento, otros autores sí han profundizado el diminutivo como expresión de valores
apreciativos.
Ya en 1566 Miranda expresó en su gramática, resumida por Náñez Fernández (2006),
la necesidad de reconocer la especialización afectiva del diminutivo. Este lingüista italiano
intentó enseñar la lengua española a los italianos, lo que lógicamente le llevó a hacer
comparaciones entre ambos idiomas. Miranda constató que no pudo traducir fácilmente todos
los diminutivos españoles al italiano sin perder ciertas connotaciones. Se trata de aspectos
valorativos que no se pueden transmitir al italiano mediante una simple traducción sino que
necesitan una explicación para que se entiendan. Esta observación le hizo darse cuenta de la
apreciación afectiva de los diminutivos, y también de los distintos aspectos valorativos de los
distintos sufijos. Intenta describir sus descubrimientos, pero su teoría no es muy avanzada, y
además Miranda se encuentra todavía demasiado en el marco tradicional del diminutivo como
modificador de tamaño.
Un lingüista que, en cambio, hizo un progreso considerable en el terreno del diminutivo
como expresión de valores apreciativos fue Alonso. En su obra “Estudios lingüísticos, Temas
Españoles” (1953) explicita una visión innovadora del diminutivo. Lo discutimos en este
apartado porque, aunque su teoría es bastante revolucionaria en su énfasis del carácter
esencialmente afectivo del diminutivo, no niega ciertos contenidos conceptuales como “la
significación de empequeñecimiento, la de referencia a objetos pequeños como clase, y
finalmente la contraria de aumento” (Alonso 1953). Este contenido conceptual merece ser
mencionado porque aparece en el lenguaje, pero se debe tener en mente que es el contenido
menos frecuente del diminutivo, tanto en registros escritos como orales, una idea con la que
16
coincide también Gooch (1970). La razón principal para el uso del diminutivo según este
último no es la expresión de una idea de pequeñez, sino la expresión de afecto o la
provocación de una reacción favorable en el interlocutor en contraste con los aumentativos
que, paralelamente, no sirven sobre todo para expresar un tamaño grande sino un abuso.
Gooch describe la función del diminutivo poéticamente con las palabras siguientes:
“By means of diminutive, augmentative and pejorative suffixes it is possible for the Spaniard to convey
in a highly graphic way extremes of feeling which overflow the anks of ordinary, factual, detached
expression – to convey those things which belong more to the warmth of the heart than to the coolness
of the head.” (Gooh 1970: 2)
En este uso notablemente afectivo Alonso ve confirmado el hecho de que cuando
realmente se quiere expresar empequeñecimiento, son más frecuentes otros recursos que el
diminutivo orgánico. Una estrategia común es mediante la disminución perifrástica con el
artículo y el adjetivo antepuesto pequeño, como en el ejemplo de Alonso del sintagma una
pequeña cajita, en que el adjetivo se refiere al tamaño de la caja y el diminutivo expresa
cierto valor apreciativo. Obsérvese que únicamente se habla de un diminutivo perifrástico
cuando el adjetivo pequeño se antepone, y así obtiene un papel modificativo, mientras que las
expresiones con adjetivo pospuesto, por el contrario, desempeñan papel calificativo o
determinativo, de ahí su carácter no propiamente diminutivo (una casa pequeña). (Moliner
2007) Pues bien, según Moliner (2007), la construcción con el adjetivo indeterminado se usa
para referirse a un tamaño material (un pequeño trozo de cuero), una magnitud no material
(una pequeña alegría) y sobre todo a nombres calificativos (un pequeño león). El diminutivo
perifrástico como expresión de una magnitud no material nos hace plantear la pregunta de si
éste no es contradictorio con la afirmación de Alonso de que el adjetivo pequeño se utiliza
cuando realmente se quiere expresar empequeñecimiento. Sin embargo, esta aparente
contradicción se podría aclarar refiriéndose a factores fonológicos: con ciertas palabras, como
alegría, el diminutivo orgánico no es posible fonológicamente. Admitimos que otros casos
(un pequeño inconveniente) no se pueden explicar mediante factores fonológicos, y así pues,
esto nos lleva a cuestionar la validez de la explicación de Alonso.Los méritos de Alonso
resultan claros en una cita de Náñez Fernández (1997-1998) quien ha escrito un ensayo entero
sobre el trabajo de Alonso:
Hoy parece estar fuera de dudas el hecho de que el diminutivo es signo de afecto en el que de manera
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más o menos manifiesta, late un cierto matiz de pequeñez, empequeñecimiento, mitigación, o similar.
Algunos años más tarde, Carnicer (1972) reconoce la distinción de Alonso entre la
disminución orgánica y perifrástica, pero llama la atención al hecho de que el diminutivo
perifrástico puede erróneamente llevar consigo un “problema” de traducción. Los gramáticos
más rigurosos claman contra la aparición de este adjetivo disminuidor pequeño en la
traducción al español, porque según ellos suena a galicismo. Lo ven como una traducción
demasiado literal de, por ejemplo, el francés, manifestando así su falta de comprensión de la
necesidad de la disminución orgánica. Efectivamente, ejemplos como una cajita y una
pequeña caja no se pueden equiparar semánticamente, ya que el primero hace referencia a
ciertos valores apreciativos y el segundo al tamaño de la caja, lo que hace evidente la
necesidad absoluta en ciertos casos de traducciones con el adjetivo pequeño. Sin embargo,
Moliner (2007) señala que los gramáticos rigurosos pueden tener la razón de su parte cuando
se trata de los diminutivos perifrásticos con artículo determinado (el pequeño vendedor de
periódicos). Estas formas se deben evitar en español y únicamente se aceptan cuando la
fonología bloquea la forma orgánica (la habilidadita).
1.3. Valores apreciativos como única función
En el párrafo anterior hemos discutido algunos autores que defienden los valores
apreciativos sin negar la existencia, aunque de escasa importancia, del valor conceptual. Otros
autores llevan el asunto más lejos, hasta defender los valores apreciativos como única función
del diminutivo. Niegan por entero que el diminutivo se pueda referir únicamente al tamaño
del objeto referido. Uno de estos autores es Lázaro Mora, cuya obra titulada
significativamente “La derivación apreciativa” analiza en detalle los sufijos diminutivos. Su
opinión sobre la naturaleza del diminutivo ya queda clara en la denominación de ‘sufijos
apreciativos’ que atribuye a estos sufijos. Hasta este punto, hemos expuesto que los valores de
aminoración frecuentemente van acompañados de valores de aprecio. Lázaro Mora se
pregunta en qué proporción es éste el caso.
Mientras que Alonso (1953) insistía en el carácter predominantemente afectivo del
diminutivo, Lázaro Mora (1999), aunque se da cuenta de que es una afirmación bastante
fuerte contradicha por varios autores, radicaliza esta idea, subrayando la irrealidad del
diminutivo nocional. Lázaro Mora (1999: 4651), sin embargo, anticipa los comentarios,
18
enfatizando que “una palabra diminutiva está completamente disponible, siempre, para
expresar algún tipo de aprecio”. Coincide con Alonso en que los sufijos diminutivos pueden
significar un empequeñecimiento de lo referido, pero pone de relieve que a la vez van
acompañados, sin excepción, de valores apreciativos. Cabe notar que el proceso es vigente
únicamente en esta dirección y no en la otra, porque el valor apreciativo puede ser exclusivo
cuando no se puede empequeñecer lo referido, como es el caso en semanita, mientras que no
existen casos en que el valor diminutivo es exclusivo, de ahí su afirmación que “no pueden
presentarse en diminutivo las palabras que no admiten connotaciones de afecto” (1999: 4651).
1.4. Causa de la significación valorativa
Desde que se descubrieron los distintos valores posibles del diminutivo, entre los
cuales están el empequeñecimiento y la afección, surgió la cuestión de cuál fue el valor
auténtico del diminutivo. La palabra ‘diminutivo’ significa tanto como ‘empequeñecedor’,
pero ¿en qué medida nos engaña este término en cuanto a su significación original? Hemos
observado cuatro posibles evoluciones que discutimos enseguida.
La vieja idea era que la significación original del diminutivo fuese la
empequeñecedora, que luego dio origen a la afectiva. La motivación de esta idea la
encontramos en el hecho de que “los objetos chicos despiertan en nosotros, a veces,
sentimientos de protección y ternura” o, por el contrario “de desconsideración y menosprecio”
(Alonso 1953: 11). De igual forma, el cognitivista Jurafsky ha realizado una investigación
universal, y parece concluir que el significado original del diminutivo es ‘chico’, o sea,
‘pequeño’ y de allí se han desarrollado todo los demás significados.
Empequeñecimiento ⇨ Afección
Esta vieja idea fue rechazada y se han propuesto varias teorías distintas. Según Alonso
(1953) el diminutivo fue originariamente el signo de un afecto, es decir, de cariño, desprecio y
variantes de intensidad y de cualidad. No tenía nada que ver con lo grande o lo pequeño.
Quizás podríamos representar su teoría esquemáticamente de la manera que se ve abajo.
Alonso no explica claramente cómo el diminutivo ha adquirido su significación disminuidora.
Reconoce que está presente, en menor medida, pero no aclara su evolución histórica. Se
podría eventualmente decir que el diminutivo se utiliza para denominar objetos que evocan
cierta afección, que muchas veces son objetos pequeños, y de esta manera estamos invirtiendo
la explicación detrás de ‘la vieja idea’.
19
Afección ⇨ Afección (+ empequeñecimiento)
Otros, como Brugmann (en Alonso 1953), dicen que, en su origen, el diminutivo tenía
una significación neutral. Brugmann señala que la significación neutral del diminutivo “fluyó
hacia uno u otro sentido sólo por la especial naturaleza de la palabra base o por el empleo de
la forma en diferentes situaciones”. (Alonso 1953: 162) Esa explicación aclara parcialmente
las diferentes significaciones que puede tener un mismo sufijo.
Significación neutral ⇨ Diminución o Afección
Finalmente, también Wrede (en Alonso 1953) propone un distinto punto de vista al
definir el diminutivo como originariamente individualizaciones destacadas. Por decirlo de otra
manera, el diminutivo pone de relieve el concepto en una ocasión particular, y la motivación
por este realce se encuentra en el afecto del hablante, en el plano primero de la conciencia.
Presenta el ejemplo de mi pueblecito, un caso en que el diminutivo no empequeñece el
concepto, lo cual sería imposible por sus dimensiones fijas, sino que especializa, o más bien
personifica, el concepto al cual se refiere. Aunque esta teoría de Wrede puede parecer una
matización de la teoría de Alonso (1953:162), este último no está enteramente de acuerdo con
el primero y apunta un reparo lógico a la teoría de Wrede, al observar que “las palabras se
refieren las más veces al objeto, a las cosas mismas en su situación particular, y otras -las
menos- al concepto que de las cosas tenemos.” Sin embargo, no impide atribuir importancia a
la idea de Wrede, que llega a satisfacer a no pocos lingüistas.
Significación destacadora ⇨ Afección
1.5. Elaboración de las distintas funciones
De lo que precede se desprende que los diminutivos pueden tener, alternativamente o
simultáneamente, significaciones disminuidoras y afectivas, pero no hemos abarcado ni
siquiera todas las posibles significaciones. Estos dos grupos engloban en realidad varias
subcategorías cada una con sus propios matices y significaciones, pero las distinciones entre
ellas tienen límites difusos, lo que constituye un gran problema de clasificación. En lo que
sigue analizaremos las clasificaciones de respectivamente Alonso y Montes Giraldo cuyas
clasificaciones se diferencian por su distinto enfoque. Mientras que Alonso forma su
clasificación según la dirección de la enunciación, Giraldo la forma según la distinción entre
20
las funciones o bien afectivas, o bien conceptuales.
1. Según la dirección de la enunciación
Alonso ha hecho una clasificación en función de la dirección de la enunciación, es
decir, hacia el objeto nombrado o lo dicho, hacia el interlocutor, o hacia ambos a la vez.
Dentro de estos grupos ha encontrado varios subgrupos, los cuales presentamos
esquemáticamente abajo, y los indagaremos más en detalle a continuación.
Hacia el objeto nombrado
o lo dicho
Nocionales
Emocionales
De frase (expresión del temple)
Estético-valorativos
Hacia el interlocutor
Afectivo-activos
Efusivos
De cortesía
Hacia ambos a la vez Representacionales, elocuentes
Hacia el objeto nombrado o lo dicho
Un primer grupo dentro de esta categoría lo constituyen los ‘nocionales’, los cuales
podemos equiparar a los diminutivos conceptuales, que ya hemos discutido y, por lo tanto, no
nos parece necesario detenernos en este grupo. Además, según Alonso estos diminutivos son
los menos frecuentes.
Segundo, los ‘emocionales’ ponen énfasis en el afecto, cuya exacta significación puede
ser muy diversa y que se concretiza según la situación en que se utiliza. Así, por ejemplo, en
Íbamos tan arrimaditos, dicho por un enamorado, el diminutivo expresa regusto erótico.
(Alonso 1953)
En tercer lugar, los diminutivos ‘de frase’ explicitan cierto deseo de ‘jugar’ con la
lengua. Se trata de “una ternura para con el idioma, un enamoramiento de la lengua que
acaricia las palabras como si fuesen personas”. (Spitzer citado por Alonso 1953: 168) Un caso
concreto permite ilustrar esta idea:
(1) Si acasito muero mira que te encargo...; ... y yo me estoy muriendo por tu causita sin amor de
nadie.. (Alonso 1953:168)
21
Aquí no se trata en absoluto de un estilo de lengua hablada, sino más bien de un uso del
diminutivo encontrado sobre todo en la poesía, en la prosa y en momentos líricos de la lengua
oral. Sin embargo, los diminutivos de frase no son excluidos de la lengua hablada.
Consideremos el ejemplo siguiente:
(2) - Profesor: ¿Y cuándo esperan ustedes conseguir una cátedra?
- Licenciado: Ya tendremos que aguardar unos añitos. (Alonso 1953: 169)
En la respuesta del licenciado un solo diminutivo alcanza la expresión entera, de este modo
indicando un humorismo que se refiere a todo el pensamiento, y no sólo de los años.
En último lugar quedan por discutir los diminutivos ‘estético-valorativos’, que por lo
general se centran en la representación imaginativa del objeto, poniendo de relieve el valor
que tiene lo referido para nosotros, por lo que desempeña en este caso un papel importante en
nuestra fantasía. Aducimos un ejemplo que proviene del Romancero Gitano de García Lorca,
en el cual “el sufijo no significa tamaño menor, sino que denuncia la visión poético-infantil de
las escaleras”. (Alonso 1953: 181)
(3) Flora desnuda se sube,
Por escalerillas de agua,
Estos diminutivos valorativos se podrían confundir con los diminutivos emocionales,
discutidos anteriormente, pero como regla Alonso (1953:182) propone que “cuando
predomina lo afectivo y dinámico llamamos al diminutivo emocional; cuando predomina lo
contemplativo y discernidor, lo llamamos estético y valorativo”. Alonso además añade que
entran dentro de esta clase casi todos los diminutivos con función aumentativa, superlativa o
ponderativa.
Hacia el interlocutor
Los diminutivos que se abordan en lo que sigue se dirigen hacia el interlocutor con
distintos objetivos. En un primer grupo hallamos los ‘afectivo-activos’ que se parecen a los
diminutivos de frase porque en ambos desempeñan un papel factores lógicos, afectivos y
fantásticos. La diferencia, sin embargo, radica en que los diminutivos afectivo-activos “se
modifican y se complican con lo activo”. (Alonso 1953: 170) Encontrados en el lenguaje
coloquial caracterizado por la acción, estos diminutivos siempre se enuncian con cierto
propósito, que condiciona “la formación y estructura misma de lo sentido y de lo pensado”.
(Alonso 1953: 170). Consideramos el ejemplo siguiente:
22
(4) Pobre: Hermanita, ¿no hay una limosnita pa este pobresito bardaito que está esmayaíto?
El hablante, el pobrecito bardaíto, se refiere a si mismo con diminutivos pero parece extraño
que expresen nociones emocionales o conceptuales hacia el pobre mismo. Igualmente, el
diminutivo en limosnita no se puede entender conceptualmente, porque cuanto más grande la
limosna es mejor. La función del diminutivo es de otro tipo, es decir, sirve para obtener la
benevolencia del interlocutor para que le dé la limosna.
Un segundo grupo de diminutivos dirigidos hacia el interlocutor son los diminutivos
‘efusivos’ que expresan valores como cariño y melosidad hacia el interlocutor. En el ejemplo
siguiente los enamorados manifiestan su recíproca ternura por el abundante uso del
diminutivo.
(5) No me tires con piedritas
Que me vas a lastimar,
Tírame con tus ojitos
Y me van a enamorar. (Alonso 1953: 174)
Por último figuran entre los diminutivos hacia el interlocutor los diminutivos de
‘cortesía’. “Diminutivos de éstos se usan hasta cuando entre el hablante y el abordado no
media afecto, ni siquiera conocimiento personal. Son meramente corteses.” (Alonso
1953:176) Notamos gran similitud entre estos diminutivos y los afectivo-activos, ya que la
diferencia entre ambos es de mero valor sistemático. Sin embargo, la diferencia resulta muy
clara en casos extremos como el siguiente:
(6) - ¿Cuándo será la mejor hora para hablar al señor don José de un... de un asuntillo?
- ¿De un asuntillo? Ahora mismo. (Alonso 1953: 176)
En este grupo Alonso (1953: 177) también incluye los diminutivos en los reproches entre
familiares que “tienen algo de afectivos, pues con ellos se pretende no sacar el asunto de un
clima afectuoso; mas eso se logra ensordinando la expresión con procedimiento análogo al de
los diminutivos de cortesía.”
(7) La niñera le dice al niño: ¿Ves? Ya has derramado la agüita.
(8) El niño, por distracción, había empujado y volcado en la mesa su vaso. (Alonso 1953: 177)
Hacia ambos a la vez
El último grupo abordado por Alonso es el de los diminutivos orientados hacia el
objeto e interlocutor a la vez, los llamados ‘representacional elocuentes’, que incluyen una
23
enfática afirmación de validez para lo dicho.
(9) Sole: A éste le véis, antes de nada, de rodillas a mis pies.
Pura: Me parece que te falla.
Sole: De rodillitas y a mis pies. Está dicho. (Alonso 1953: 179)
En el ejemplo, de rodillas y de rodillitas revelan dos distintas ideas del objeto: mientras que
de rodillas señala una idea más conceptual, de rodillitas indica una superioridad de las
representaciones de la fantasía. Al alargar la palabra con el diminutivo se quiere enfatizar el
hecho.
Pero, como anunciado arriba, también se dirigen hacia el interlocutor para imponerle
un aserto, lo que les diferencia de los estético-valorativos. Alonso (1953: 181) esclarece la
diferencia: “El diminutivo elocuente responde a una representación del objeto como existente;
el estético es una contemplación del objeto como valioso”.
Sobre la base de cuanto antecede concluimos que no queda fácil elaborar límites entre
los varios tipos de diminutivos pero que Alonso ya ha aportado un instrumento útil para
distinguir las distintas funciones del diminutivo.
2. Según función afectiva/ conceptual
Montes Giraldo (1972) igualmente ha hecho una clasificación de los diminutivos según
su función semántica. Empezamos presentando el esquema que nos ofrece para luego discutir
más en detalle las distintas clases. Su esquema corresponde en gran parte con la discusión que
hemos presentado anteriormente: Montes Giraldo reconoce la existencia de los diminutivos
afectivos, los conceptuales y también una mezcla de estos dos, los afectivo-conceptuales, a
los cuales pertenece la mayoría de las expresiones en la lengua hablada.
Función afectiva 1. Afecto familiar o amoroso
2. Activo
3. Desvalorativo
4. Tensión hacia los objetos
Función afectivo-conceptual 1. Respeto cariñoso
2. Disminución teñida emotivamente
Función conceptual 1. Indicación de tamaño menor en individuo(s) de una especie
2. Diferenciación de especies dentro de un microsistema léxico
3. Lexicalización
Por lo general Montes Giraldo hace copiosas distinciones, lo que no contribuye a una
clasificación fácil de manejar. Seguiremos la clasificación presentada arriba y la completamos
con distintos ejemplos que nos presenta Montes Giraldo.
24
Función afectiva
Empezamos con la primera categoría, los diminutivos con función afectiva. Montes
Giraldo coincide con Alonso en que reconoce esta función como la más importante. Distingue
cuatro tipos de diminutivos dentro de esta categoría: los de afecto familiar o amoroso, los
activos, los desvalorativos y los de tensión hacia los objetos.
Con los primeros, de afecto familiar o amoroso, se intenta vincular al otro mediante el
uso del diminutivo. Es un tipo de diminutivo que únicamente aparece entre miembros de la
familia, o personas que tienen una estrecha relación personal. En los ejemplos (10) y (11) se
habla de ‘afecto familiar’, en (12) de ‘ternura amorosa o erótica’.
(10) Madre, mamacita, tú qué haces aquí [...]
(11) No llore m’hijito
(12) Vámonos, larguémonos, amorcito, antes de qu empiece a clariar.
En segundo lugar, el diminutivo activo busca provocar una reacción específica en el
otro, es decir, se quiere adquirir la voluntad del interlocutor a favor del locutor. Con este fin
se puede por un lado expresar directamente el afecto por él, como en (13). Por el otro lado se
puede intentar despertar simpatía o compasión, como en (14). A veces el hablante se sirve
exactamente del objeto para obtener la benevolencia del interlocutor como en (15).
(13) ¡Por Dios y por vida suyita, misiá Dolores! [...] Mire sumercé que yo no tengo a donde ir con
esta criaturita.
(14) - Sumercé me lleva a Soatá?
- ¿Va sola? – preguntó el chofer.
- Solita
(15) Ahora sí que va a tener mano Siervo quien le lave y le remiende la ropita, quien le bata el
guarapito.
En tercer lugar, el diminutivo desvalorativo expresa una actitud despectiva frente a lo
presentado. Si el sujeto es humano, esta persona puede sentirse ofendido y reaccionar
pidiendo para no ser menudeado. De cualquier modo el hablante tiene una volición negativa,
como rechazo, odio o desprecio. En el ejemplo (16), pues, dotorcito no indica mucho respecto
hacia el médico.
(16) ¿Conque nos mata? Ja, ja, ja. Pero si es a eso que venimos... Déle... Váyale dando dotorcito
que la demora es lo que enfada.
25
Finalmente, el cuarto grupo de diminutivos expresa una tensión hacia los objetos que
puede ser de naturaleza variada. Montes Giraldo presenta cinco casos particulares. La primera
de las cuales refleja una apetencia positiva que tiene el hablante frente a lo denominado. La
segunda muestra una compasión por las personas o animales (17). Una tercera posibilidad es
una naturaleza de intensificación, con el diminutivo como equivalente a un superlativo o
ponderativo, puesto que se destaca afectivamente una cualidad o un estado: (18), (19). En
cuarto lugar, el diminutivo puede ser signo de desvalorización, como se ve en (20) y (21).
Finalmente, el diminutivo con tensión hacia el objeto puede expresar una emoción estética,
como se ve en (22).
(17) ¡Me mataron, Virgen Santísima! musitó un hombrecito.
(18) Cuando yo estaba chiquita era igualita a ella.
(19) Tierra bonita, plana, floja, limpiecita, mera pulpa.
(20) ¿Para qué quieren ahora cédula los liberales? [...] ¿Ustedes creen que nos volverán a ganar
la elecciones con papelitos?
(21) Yo quisiera saber qué le dieron los liberales –mano Siervo-, fuera de tres añitos de cárcel.
(22) Era una hermosura de animalito: tenía las patas muy altas y gruesas y una brocha negra en el
lugar de la cola.
Función afectivo-conceptual
En muchos diminutivos no se puede distinguir una función afectiva o conceptual, sino
más bien una combinación de ambas funciones, lo que sería el caso en la mayoría de los
diminutivos. Se pueden dividir en dos grupos: los que expresan el respeto cariñoso por un
lado, y la disminución teñida emotivamente por el otro. El primer grupo ha llegado a
convertirse en norma para expresar relaciones en las que se supone que debe haber respeto y
cariño (23). El segundo grupo ya se acerca más a la tercera función, que discutiremos en lo
que sigue, ya que aquí se trata de disminución real que está acompaña por un matiz emotivo
(24).
(23) Su madre es mi tía Julianita.
(24) El cielo raso de la tienda estaba oscurecido por los vapores del guarapo, salpicado de
punticos negros.
26
Función conceptual
Lógicamente se clasifican aquí los diminutivos que únicamente indican un tamaño
menor “que el normal para la especie a la que pertenece el individuo nombrado”. Montes
Giraldo apunta que ése es sobre todo el caso en textos científicos, donde existe, sin embargo,
una preferencia del uso de ‘pequeño/a’ para indicar un tamaño menor. Y cuando aparecen se
puede observar una preferencia por los diminutivos en –illo y los cultos –elo e –ículo.
Raramente aparece también –ito.
Otro grupo son los diminutivos que distinguen especies diferentes dentro de un
microsistema léxico. Lo que diferencia a los diminutivos de los positivos no radica en el
tamaño sino el valor o utilidad. Así aguacatillo, balsamito y arrayancito se ven como
especies diferentes que aguacate, bálsamo y arrayán. A esta categoría también pertenecen
muchos diminutivos del habla familiar como cucharita, quesillo y maletín, que tienen otro
significado que sus correspondientes en positivo.
En último lugar tenemos los casos de lexicalización, donde se ha perdido la oposición
entre el positivo y el diminutivo. Los hablantes no ven ningún lazo entre por ejemplo
manzano y manzanillo. Sin embargo, aquí queda posible restablecer el positivo a partir del
diminutivo, lo que no es el caso en palabras como castillo y anillo. En los ejemplos de Montes
Giraldo (Lázaro Mora 1999) se afirma un punto que hizo Monge (Lázaro Mora 1999), cuando
señala que la mayoría de las lexicalizaciones se hacen con el sufijo –illo. La razón de este
hecho fue aducido por Miranda:–ico e –ito llevan más valores afectivos, mientras que -illo
sólo aminora, lo que facilita la lexicalización.
1.6. Valores y matices de cada sufijo separadamente
Ya hemos apuntado una mayor diferencia entre –ico e –ito por un lado e –illo por el
otro, pero las diferencias entre los distintos sufijos se pueden profundizar más. Hemos
comparado las definiciones que ofrecen varios autores y observamos algunas diferencias entre
ellas. Los tres primeros, Correas, Gómez Gayoso y Alonso, se acercan en sus definiciones, y
contrastan bastante fuertemente con Moliner. Parece que estos tres ya siguen más las ideas del
diminutivo como expresión de valores afectivos, mientras que Moliner todavía prefiere
destacar el diminutivo conceptual, sin excluir por ello completamente los valores afectivos.
Empezamos con una discusión de las ligeras diferencias entre Correas, Gómez Gayoso y
27
Alonso para completarla con ideas de otros autores y luego pasar a una discusión de Moliner,
quien se distingue de los anteriores por haber llevado a cabo su investigación de otra manera.
1.6.1. Tendencia hacia el significado afectivo
Correas (Náñez Fernández 2006) apunta que los sufijos pueden dividirse en dos grandes
grupos: por un lado existen sufijos que expresan valores afectivos, y por el otro lado sufijos
que meramente disminuyen el positivo. Gómez Gayoso (Náñez Fernández 2006) comparte
esta idea y la completa atribuyendo los sufijos –ito, -ico, -uelo, -ejo e –illo al primer grupo y –
ete e –ín al segundo grupo.
Del esquema arriba queda claro que muchos autores confirman esta idea pero también
observamos ligeros contrastes. Por ejemplo, el sufijo –ico/ica Correas lo ha clasificado en el
primer grupo y definido más concretamente como un sufijo con valor bastante fuerte de
desdén, pero Gómez Gayoso y Alonso suavizan la definición de Correas al describirlo como
sufijo que no expresa tanto cariño o tanta afición. También en cuanto al sufijo –ete existen
opiniones contradictorias entre los autores: mientras que Gómez Gayoso atribuye este sufijo
al segundo grupo de los diminutivos conceptuales, negando así su significación valorativa,
Correas Gómez Gayoso Alonso Moliner
Ito, ita Amor, bien
querer
Cariño Amor, bien
querer
pequeñez en cantidad o
tamaño
Ico, ica desdén No tan cariñoso No con tanta
afición
pequeñez en cantidad o
tamaño
Illo, illa Desdén Burla y desprecio, menos
cuando son nombres propios,
que entonces significan amor
y gracia
Desdén Pequeñez en tamaño, falta
de importancia
Ete, eta Desdén No significación valorativa Desdén Pequeñez en tamaño, falta
de importancia
Ejo, eja Desdén Burla, desprecio Desdén Utilizados como
despectivos
Uelo, uela Desprecio Burla, desprecio desprecio Pequeñez en tamaño, falta
de importancia
Ín, ina Disminuye
mucho
No significación valorativa Disminuye
mucho
pequeñez en cantidad o
tamaño
28
otros autores como Correas y Alonso lo clasificarían más bien en el primer grupo,
definiéndolo como signo de desdén.
De estas discusiones ya resultan muy obvias las dificultades para atribuir un
significado fijo a un sufijo, y Alonso (1953) confirma esta idea explicando que un sufijo
puede expresar alternativamente varios valores, como amor y desamor. Nos presenta el caso
de teatrillo que en el ejemplo de abajo, tomado de Quintero, El genio alegre, III, indica
hostilidad del administrador hacia el teatro proyectado, pero nota que muchas veces el sufijo –
illo no tiene nada de hostil.
(25) - Don Eligio: Bien. Muy bien. Perfectamente bien. De todo lo cual yo colijo usted autoriza en
el austero palacio de los Arrayanes la construcción de ese teatrillo, de que antes ha hecho
mérito.
- Doña Sacramento: Teatrillo, no; teatrito. Lo he prometido ya.
En este ejemplo el sufijo –illo expresa efectivamente un desprecio, y en su reacción Doña
Sacramento corrige la oración utilizando el sufijo –ito para destacar el oficio conceptual del
diminutivo y quitarle su valor afectivo y despectivo. En general, y como también es verdad en
este caso, el sufijo –ito expresa cariño. Pero aquí, de nuevo, puede alternar su significado
cuando se aplica el diminutivo al enemigo, como en:
(1) A lo que dijo Don Quijote, sonriéndose un poco: ‘¿Leoncitos a mí? ¿A mí leoncitos, y a tales horas?’
Notamos un proceso productivo en ambos el sufijo –ito e –illo con sentido despectivo, que
forman los llamados ‘pseudodesvalorativos’. Hummel (1997: 194) afirma que el uso de –ito o
–illo no se puede predecir, pero que socialmente se distinguen más fácilmente:
“Así –ito actúa frecuentemente en el español estándar con valor disminuidor, tiene en general
connotaciones positivas y se refiere con frecuencia a seres vivos. El sufijo –illo, por el contrario,
aparece frecuentemente con objetos inanimados y en expresiones lexicalizadas. Si ocasionalmente,
apartándose del comportamiento antes descrito, se refiere a personas, puede surgir un curioso efecto
que contrasta con la connotación “tierno” de –ito.”
1.6.2. Tendencia hacia el significado conceptual
También nos parece sumamente interesante el método de trabajo que ha seguido
Moliner (2007) en su descripción de los distintos sufijos separadamente. Primero los ha
clasificado según la clase de palabras con que se combinan (nombres, adjetivos o adverbios)
para luego exponer sus significaciones. Admite que no es exhaustiva su lista, lo que no
sorprende a nadie dada la materia compleja que tratamos, pero ayuda a resolver unas dudas
29
frecuentes.
En primer lugar discute los sufijos combinados con los nombres:
Ito: Como se ve en el esquema arriba este sufijo sirve para expresar
pequeñez en cantidad o tamaño. Además, no da origen a
lexicalizaciones.
Illo: Algunas veces puede significar lo mismo que –ito, pero más
frecuentemente significa una falta de importancia (catarillo, propinilla).
En cuanto a las lexicalizaciones hace dos distinciones: por un lado da
lugar a palabras de significado peculiar permanente, por el otro puede
originar nombres por objetos que se asemejan a otro pero con distinta
función (librillo = papel de fumar, mesilla = mesa de noche).
Ín: Moliner es muy breve en su descripción de este sufijo: significa lo
mismo que -ito, pero se usa menos.
Ico: De igual forma –iño se utiliza únicamente en ciertas regiones y casi
nada fuera de estas regiones.
Ete: En comparación con las lexicalizaciones que origina el sufijo –illo, -ete
es más productivo con los nombres del primer tipo (véase arriba para
las dos distinciones que produce el sufijo -illo), y menos productivo con
los del segundo tipo (palacete, boquete).
Uelo: Tiene valor similar al de –illo, con la diferencia de ser menos frecuente.
Ejo: Este sufijo tiene más rasgos de despectivo que de diminutivo, pero en
unas pocas palabras lexicalizadas aparece como sufijo diminutivo
(candilejas, almendruco).
Para terminar, y antes de pasar a los sufijos de los adjetivos, queremos hacer dos comentarios
vinculados. El primero es que, aunque –ito expresa pequeñez en cantidad o tamaño e -illo
expresa sobre todo una falta de importancia, también se encuentran contraejemplos de esta
afirmación. Pensamos en hombrecito, que esperaríamos de indicar un hombre pequeño, pero
que en realidad significa ‘un niño muy adorable’. Lo mismo vale para hombrecillo que no
significa ‘persona de poca importancia’ sino ‘un hombre pequeño’. Segundo, mencionamos
que Moliner también señala otros sufijos diminutivos que proceden del latín o del griego, pero
dada su limitada frecuencia no merezca la pena prestarles mucha atención.
En segundo lugar discutimos los sufijos que se adicionan a los adjetivos, sea:
Ito: Tiene preferencia por el significado de ‘pequeño tamaño’ (un niño
30
rubito)
Illo: Supone un significado de falta de importancia, es decir, un menor grado
en cualidad: una chica guapilla sería, por lo tanto, menos linda que una
chica guapa.
No tiene mucho sentido entrar mucho en detalle sobre los demás sufijos, advierte Moliner,
porque estos significados son iguales a su uso con los nombres.
Finalmente Moliner pasa a los sufijos combinados con los adverbios, frecuentemente
adjetivos usados como tales, donde la forma empleada es siempre –illo. No describe los
distintos valores que puede expresar, pero destaca que cuando lo enunciado envuelva una
queja o censura, el diminutivo mitiga esta expresión. (Está lejillo; Has venido tardecillo,
¿eh?) Salta a la vista que en su sinopsis Moliner no menciona el sufijo –ito entre los sufijos
que se combinan con el adverbio. Sin embargo, reconoce su existencia, lo que queda claro de
los ejemplos (como cerquita, lejitos y deprisita) que presenta en otros párrafos de su texto.
Con eso hemos discutido todas las categorías de palabras con que se combina el sufijo
diminutivo y a modo de resumen incluimos el esquema abajo. Salta a la vista que los sufijos
–illo e –ito se combinan con las tres clases sintácticas de palabras y que los demás sufijos
únicamente se utilizan con los nombres. Sin embargo, pueden engañar estos datos, porque, sin
tener en cuenta las lexicalizaciones, por lo general no es –illo el sufijo de uso más frecuente
en español, sino –ito.
Nombres -ito, -illo, -ín, -ico, -iño, -ete, -uelo, -ajo, -ejo, -ijo, -ujo
Adjetivos -ito, -illo
Adverbios -ito, -illo
1.7. Los distintos sufijos en nuestro corpus
Acabamos de discutir los distintos valores semánticos que pueden expresar los sufijos
según los distintos autores. A fin de comprobar la veracidad de estas afirmaciones buscamos
en nuestro corpus si el comportamiento de nuestros sufijos respeta estas reglas mencionadas.
No es una tarea muy evidente recoger todos estos sufijos y al buscar por todas las palabras
terminando en estas formas recogimos muchos datos irrelevantes, ya que por ejemplo –ico es
un sufijo muy productivo para la formación de adjetivos, pero no es un sufijo diminutivo, y
por lo tanto irrelevante para nosotros. Mediante una rigurosa selección recogimos los sufijos
31
que realmente crean diminutivos.
Según las ideas expuestas arriba, al omitir las lexicalizaciones con el sufijo –illo, el
sufijo -ito debería ser el más frecuente, lo que se confirma con sus 294 entradas y el matiz que
generalmente expresa es efectivamente pequeñez, así confirmando la afirmación de Moliner.
Cabe también reconocer como igualmente válidos las opiniones de los demás autores como
Correas, Gómez Gayoso y Alonso que dicen que en muchos casos se añade una connotación
de cariño, como se ve en (26). A nuestro parecer, -ito es un sufijo que puede expresar afecto
pero siempre como valor suplementario a la disminución, ya que la disminución parece ser la
interpretación más común de este sufijo.
(26) Cuando la puerta se abre de golpe, Faustina puede entrar en el recinto oscuro y sofocante
para desatar al encantador animalito, en el rincón del pesebre, y sacarlo.
De las entradas formadas con el sufijo –illo/a(s) había que eliminar una gran parte ya que
es el sufijo preferido para la creación de lexicalizaciones. Sin embargo, obtenemos también 43
casos en que el sufijo –illo/a(s) crea nuevos diminutivos sin dar lugar a lexicalizaciones.
Según Correas y Alonso va acompañado de una connotación de desdén, de lo que tenemos
unos ejemplos muy claros en nuestro corpus, como se nota en (27). Sin embargo, parece
también ocurrir exáctamente lo contrario en el ejemplo (28), en que airecillo expresa algo
agradable. ¿Puede –illo/a(s) también expresar connotaciones positivas? Es difícil hacer esta
afirmación, así contradiciendo todos los autores. Un interpretación posiblemente mejor
podemos encontrar con Moliner, quien define –illo/a(s) como un sufijo que expresa una
pequeñez en cantidad o tamaño, lo que entonces haría de airecillo una brisa leve. Dada la gran
cantidad de diminutivos con –illo/a(s) que no expresan desdén, parece ser muy útil esta
interpretación de Moliner, así que de nuevo nos encontramos en una situación de compromiso
entre los distintos autores.
(27) Yo creo que en el fondo me tiene desprecio, como un sargento chusquero a un tenientillo de
academia.
(28) De repente comenzó a sudar, pese al refrescante airecillo.
En nuestra búsqueda por los demás sufijos se observa que éstos son verdaderamente
escasos, y además muchos de ellos dan también lugar a lexicalizaciones. Así, por ejemplo una
mujerzuela es una prostituta, una portezuela es ‘una puerta pequeña, en especial la de un
carruaje’ y un maletín es ‘una maleta pequeña que se usa para guardar y llevar libros,
32
documentos y otros objetos de pequeño tamaño’.4 Después de eliminar estos casos
observamos que sobran 9 casos con –ejo/a(s), 3 casos con -ico/a(s), 2 casos con -uelo/a(s) y
con –ete/a(s) y 1 caso con -ín. Estos datos señalan su escasa productividad, pero eso no nos
impide comparar los valores que expresan con lo que han explicado los autores.
Así, el sufijo –ejo/a(s) sirve según ellos para expresar valores despectivos. En nuestro
corpus tenemos con este sufijo únicamente la palabra calleja, que no realmente parece
confirmar estos asentimientos. Lo que expresa aquí es mera pequeñez.
(29) Caminó por las callejas estrechas y silenciosas, de irregular empedrado, hasta una pequeña
plaza donde había un bar con mesas de hierro y algunos castaños de ramas desnudas bajo el
campanario de una iglesia.
Luego, el sufijo –ico ha sido presentado como el sufijo para expresar expresar un
grado menor de desdén que –ejo/a(s). Correas lo caracteriza como un sufijo de desdén,
mientras que Gómez Gayoso y Alonos dicen que ‘no expresa tanta afición’. De cualquier
modo no parecen discutibles estas aserciones al analizar los ejemplos (30) y (31), en que, por
lo contrario, parece adquirir connotaciones positivas.
(30) mi amado es para mí un manojico de mirra que reposará entre mis tetas
(31) «Angélico», dice la vieja, «que el Señor la tenga en su gloria»,
El valor semántico de mucha disminución que atribuyen los autores únanimamente al
sufijo –ín, ina se confirman en el ejemplo encontrado en nuestro corpus:
(32) Dijo, no preguntó: «usted es médico», y él, incorporado a medias en la cama, sujetando la
capa, el levitín, la chaqueta y la manta, para que no cayeran al suelo, con la misma sensación
de ignominia con que se sujetaría el pantalón, pensé que esa voz le sonaba de haberla oído en
alguna otra parte,
Pasamos luego al sufijo –ete, el sufijo de desdén según Correas y Alonso, y de
significación no valorativa, según Gómez Gayoso, lo que se confirma en el ejemplo (33). Sin
embargo, encontramos en nuestros ejemplos que también puede expresar mera disminución,
como indica el ejemplo (34):
(33) morena, sí señor, pero con los ojos azules, muy grandes, como si estuviera asustada, como sé
quedan las personas cuando les da un aire y ya no hablan ni conocen, con la raya en medio,
como las damas antiguas, con moñetes y tirabuzones, con un vestido negro de mucho escote
4 Definiciones de wordreference.com
33
(34) Se lo contagian unos a otros, los cabroncetes.'
En cuanto al sufijo –uelo, los autores parecen ser de acuerdo que expresa desprecio o,
según Moliner, falta de importancia, lo que también encuentra afirmación en nuestros
ejemplos
(35) La boca, entre las mejillas gordezuelas de vividor, tenía una mueca satisfecha e irónica.
(36) Jean había sido un pequeñuelo encantador en su clase y, después de que dejara la escuela,
Thérése le había visto crecer hasta convertirse en un joven, un tanto apacible y retraído, muy
distinto de lo que era la generalidad de los hombres toscos de la región.
En conclusión, en grandes líneas se afirman los valores semánticos atribuidos a los sufijos
por distintos autores, pero también se percibe que además de la discordancia entre éstos, se
añaden matices suplementarios a los diferentes sufijos que ellos no mencionan, lo que todavía
aumenta la dificultad de clasificación en cuanto a los valores semánticos. Sin duda, esta
problemática también dificulta su traducción y brevemente observamos cómo interpretan los
traductores los distintos matices de los sufijos. A título de ilustración discutimos brevemente
la traducción del ejemplo (37) que se puede leer abajo. El sufijo –ete en cabroncete sirve,
según los autores que discutimos, para añadir valores despectivos. Sin embargo, en la
traducción exáctamente lo contrario ocurre, ya que al añadir el sufijo diminutivo se suaviza la
expresión, atribuyendo cierta afección hacia estos rakkertjes. Este ejemplo demuestra la
dificultad de la traducción puesto que no siempre es claro qué matices se añaden exáctamente,
lo que encadena una pérdida o modificación en la traducción.
(37) Ze geven het aan elkaar door, de rakkertjes.
1.8. Compromiso entre los distintos puntos de vista
En este apartado, basado en una obra de Hummel (1997), discutiremos como según él
no era muy manejable esta eterna discusión tratada arriba. Por eso ha estudiado los distintos
valores del diminutivo, de manera similar a nosotros, con la finalidad de reconciliar los puntos
de vista de los autores partidarios de la función nocional por un lado y de los autores
defensores de la función afectiva por el otro. Discute un acuerdo propuesto por Monge:
Alonso tiene razón al declarar la función afectiva como primordial cuando se considera el
plano del habla, pero en lo que respecta a la lengua, se establecería la posibilidad de una
función tanto afectiva como disminuidora. Coseriu elabora un razonamiento dialéctico para
explicar este hecho. Según él la función disminuidora es básica en la lengua, y por eso está
34
siempre presente, a la cual se pueden añadir valores afectivos. En el habla, la función afectiva
puede llegar a predominar en la oración, lo que no sería posible en la lengua, donde la función
disminuidora es básica. Esta teoría parece lógica pero ha recibido el reproche de ser
demasiado académica y deducida por una lógica interna.
En otra tesis de Coseriu, también discutida por Hummel, propone que el valor afectivo
en el habla resulta de la imposición del diminutivo disminuidor a referentes que no pueden ser
empequeñecidos objetivamente. La fuerza de esta teoría se encuentra en la estrecha relación
entre ‘lo pequeño’ y ‘lo querido’ en la mente del hablante. Para demostrar su punto hace uso
del lexema niedlich en alemán que significa tanto ‘bonito’ como ‘pequeño’. Así se aplicaría
la función disminuidora a las palabras que refieren a objetos reducibles y la función afectiva a
objetos de tamaño fijo. Pero esta teoría también se rechaza fácilmente al notar que la función
afectiva también se aplica a objetos reducibles.
Dada la complejidad de la materia, Hummel se debe restringir a una conclusión de
carácter general. Gracias al sufijo diminutivo se realza una palabra, lo que constituye una
señal para que el oyente busque el significado correspondiente, que puede ser de naturaleza
cuantitativa (disminución) o de naturaleza cualitativa (peyoración, melioración, etc.) La
concretización depende del contexto y por lo tanto Hummel propone el término ‘sufijos
interpretativos’. Aparentemente Hummel no fue el único en notar esta variabilidad, lo que
queda claro con las comparaciones que habían hecho anteriormente otros autores: Náñez
Fernández habla del ‘carácter funcionalmente camaleónico’, González Ollé dice que “el
diminutivo es una veleta” y Polo se refiere a esta variabilidad con la expresión “orquestación
del diminutivo”.
35
IV. EL DIMINUTIVO NEERLANDÉS
Hasta ahora hemos analizado las distintas visiones sobre el diminutivo español, pero
como en este trabajo el objetivo es comparar el uso del diminutivo español con el diminutivo
neerlandés, resulta imprescindible dedicar un capítulo al uso y las funciones del diminutivo
neerlandés.
1. LOS DISTINTOS SUFIJOS
El neerlandés, como el español dispone de distintos alomorfos combinatorios para
formar el sufijo diminutivo, a saber, -je, -kje, -pje, -(e)tje. Existen reglas gramaticales muy
precisas5 que determinan cuál de estos sufijos se deben eligir. No vamos a profundizar estas
reglas gramaticales porque la morfología cae fuera del enfoque de este trabajo.
Al lado de este sufijo estándar también existen los sufijos –ke (vrouwke) y –ie (jochie),
procedentes del lenguaje regional y utilizados en el discurso informal. Mientras que –ke se usa
sobre todo en el sur de Holanda y en Bélgica, el sufijo –ie es más característico del oeste de
Holanda. Aunque hemos dicho que no son formas estandares, el sufijo -ke está reconocido
como forma normativa para la formación de diminutivos a partir de nombres propios
femeninos (Anneke, Mieke, Tinneke) o también en el lenguaje literario (een kindeke klein).
Las diferencias entre los sufijos españoles y neerlandeses son notables, ya que mientras
que la gramática española no estipula qué alomorfo debe eligir el hispanohablante (porque
simplemente no hallan diferentes alomorfos), la gramática neerlandesa determina muy
precisamente qué alomorfo del sufijo diminutivo se debe añadir a la palabra base. Así, por
ejemplo, en neerlandés todas las palabras que terminan en –m, como boom obligatoriamente
se combinan con el alomorfo –pje. Cuando pasamos del alomorfo al sufijo, pues, observamos
un paralelo en ambos idiomas, ya que tanto en el español como en el neerlandés el hablante es
libre en su selección. Por un lado, en español se puede añadir, por ejemplo, al calificativo
chico tanto el sufijo –ito como –illo, y por otro lado, en neerlandés el hablante asimismo es
libre en su selección de añadir o bien –je o bien –ie o –ke pero son más bien formas regionales
5 Véase Algemene Nederlandse Spraakkunst
36
o sea no estándares. Prueba de eso es que no encontramos ningún ejemplo con –ke en nuestro
corpus, lo que no sorprende ya que –--ke es la variante belga y los textos son de autores
holandeses. Sin embargo, tenemos algunos ejemplos con –ie, pero se nota que este sufijo no
expresa otros significados que la variante estándar –je. La función principal de este sufijo
regional es indicar la procedencia de su hablante. Así, por ejemplo, en nuestro texto de J.K.
Rowling, el personaje de Hagrid se expresa usando el diminutivo con –ie, con lo que se buca
ilustrar el descuido tanto en su apariencia física como en su habla, así demostrando la utilidad
de esta forma para caracterizar al personaje.
Además, los sufijos neerlandeses y sus alomorfos expresan los mismos significados,
mientras que los distintos sufijos de diminutivos españoles representan una serie de matices
distintos como describimos en el apartado II.1.6.
2. CLASE DE PALABRAS
El diminutivo neerlandés, al igual que el español, puede formarse a partir de los
sustantivos (boom/boompje), adverbios (zacht/zachtjes), adjetivos (blond/blondje),
pronombres (dit en dat/ditjes en datjes) y nombres propios (Lien/Lientje). Además, se
construye también con algunos numerales (een/eentje) y preposiciones (uit/uitje). Salta a la
vista que incluso los demostrativos (dit en dat) y las preposiciones (uit) aceptan la derivación
ya que son palabras funcionales y lo general para esta clase de palabras es que no se deriven.
El hecho de que aceptan la derivación mediante un sufijo diminutivo es según Booij (2005) un
signo de que la derivación diminutiva es un proceso de formación léxica muy productivo.
Notable es también que en muchos casos el diminutivo provoca un cambio de categoría, como
se ve con varios pronombres y preposiciones, donde ditjes en datjes y een uitje todos se
convierten en sustantivos, un proceso que no ocurre en el español. Los ejemplos dados en la
introducción de este trabajo como suya > suyita, el niño irá andando > el niño irá andandito,
juntos > juntitos demuestran que la categoría gramatical de la palabra nunca cambia. En
neerlandés, sin embargo, no es así y Booij (2005) explica este fenómeno por el hecho de que
la disminución es un proceso de derivación y que estos procesos manifiestan unas tendencias
generales. Así se observa que en todas las lenguas germánicas el sufijo derivativo determina
la categoría léxica del nombre complejo que forman juntos:
37
All derivational suffixes […] appear to determine the lexical category of the complex words that they
form, and hence, they are category-determining. This generalization holds for all Germanic languages.
For instance, it is the diminutivo suffix –(f)je of Dutch that determines the lexical category of
diminutives, which are always nouns. This suffix does not only attach to nouns, but also to adjectives
and verbs. In the latter cases the derived words are also nouns: blond “blond” (A)- blondje “blond
girl” (N), speel “to play” (V)-speeltje “toy” (N).(2005:53)
Este hecho explica por qué en nuestro corpus neerlandés disponemos de tantos sustantivos
con diminutivos, en contraste con una variedad más amplia de clases gramaticales en el
español porque en el último el sufijo diminutivo no tiene ninguna influencia en la clase
gramatical de la base, lo que se nota en los ejemplos dados en la introducción. Sin embargo, al
hacer esta afirmación Booij no parece haber pensado en los adverbios y los adjetivos que
también pueden llevar el sufijo diminutivo. De Haas y Trommelen (1993:352), por el
contrario, reconocen que el adverbio sí puede llevar el sufijo diminutivo:
De vorming van adverbial door middle van suffigering is in het Nederland seen weinig voorkomend
procédé. Voor zover we hebben kunnen nagaan, zijn er drie ‘echte’ suffixen die adverbia afleiden: de
Germaanse suffixen –tjes (of één van de varianten) en -(e)lijk en het niet-Germaanse suffix –iter.
Opvallend hierbij is dat –tjes veel eigenschappen deelt met het diminutiefsuffix
La última frase de esta cita posiblemente explica porque Booij no recoge el adverbio con
diminutivo en su discusión. De Haas y Trommelen ven la similitud del sufijo –tjes de los
adverbios con los sufijos que se añaden a los nombres, tanto formalmente como
semánticamente, ya que expresa una idea de ‘más bien A’, lo que significa una cierta
disminución de la idea expresada. En cuanto a su forma observamos que diminutivo
neerlandés ocurre siempre en plural, en contraste con el español, donde siempre ocurre en
singular. Puede ser que Booij no considera este sufijo como un sufijo diminutivo sino
simplemente como un sufijo adverbial, igual que a todos los demás. Finalmente, lo único que
queda todavía por explicar es la formación de diminutivos a partir de adjetivos. De Haas y
Trommelen (1993) proporcionan una amplia lista de sufijos que pueden añadirse a los
adjetivos, pero entre ellos no figura el sufijo diminutivo. Cabe reconocer que, como afirma
Booij, la mayoría de los adjetivos se convierten en sustantivos al asumir el sufijo diminutivo,
como es el caso en por ejemplo blond/een blondje, pero también es posible una frase como ‘ze
was bleekjes’ en que bleekjes sigue siendo un adjetivo. El hecho de que este fenómeno no
aparece en ninguna descripción lingüística nos lleva a concluir que se trata de un uso muy
periférico, restringido al habla coloquial.
38
3. COMPATIBILIDAD DE LOS SUFIJOS DIMINUTIVOS CON LAS
BASES SUSTANTIVAS
Tal como lo hemos hecho para el español en el apartado II.1.5 discutiremos para el
neerlandés brevemente las bases sustantivas que no son compatibles con el sufijo diminutivo.
Mientras que para el español los motivos fonéticos o fonológicos bloquean varias formaciones
con el diminutivo, eso no parece ser el caso para el neerlandés y existen reglas de formación
diminutiva para cada terminación. Así se encuentra en el ANS una serie de reglas detalladas
sobre cómo formar el diminutivo a partir de la base léxica. Incluso préstamos o formas más
irregulares como diner, vieux, schip, fetisj siguen cierta regla a fin de dar los diminutivos
correspondientes dineetje, vieutje, scheepje, fetisje. En ninguna parte de la ANS encontramos
un apartado dedicado a nombres incompatibles con el sufijo diminutivo. En español, en
contraste, es imposible formar el diminutivo a partir de palabras que terminan en –ao (cacao,
nao, sarao) o –s final (lunes, finolis, cortés). La segunda categoría para el español son los
derivados aumentativos, pero el neerlandés no conoce el aumentativo, así que pasamos de
inmediato a la tercera categoría con nombres de tipo variado, en la que, por el contrario, se
encuentran muchos paralelismos. En neerlandés tampoco es posible la formación de
diminutivos a partir de idiomas (Spaans, Frans), fiestas (Kerstmis, Pasen), lugares (Italië,
Engeland), territorios o instituciones (decanaat, onderwijs) o los puntos cardinales o de
orientación (noorden, zuiden). En un último lugar, la cuarta categoría mencionada por Lázaro
Mora es la de los nombres ‘abstractos’ y los de ‘acción’, una categoría que muestra cierta
vacilación en el neerlandés. Como se describe en el Algemene Nederlandse Spraakkunst,
únicamente los nombres abstractos que derivan del radical verbal sin añadir otro sufijo, como
duw-duwtje, aceptan el sufijo diminutivo, mientras que los demás no.6 Finalmente, los
nombres de materiales neerlandeses, como goud, melk y zand7 tampoco admiten el sufijo
diminutivo, lo que confirman Rijpma y Schuringa (1969:111):
6 Aunque existen algunas excepciones como geintje, (on)gelukje, lolletje, muziekje, pretje, pleziertje,
plagerijtje, pesterijtje y loterijtje, que deberían abarcar casi todas las posibilidades.
7 Con algunos nombres sí es posible el sufijo diminutivo. Entonces sirve para denotar un pequeña
cantidad del material (een biertje es una copa de cerveza) o bien se utiliza como nombre de bienes.
39
Het voornaamste afleidingstype van het zelfstandig naamwoord is het zogenaamde verkleinwoord of
diminutief. Het wordt gevormd van alle zelfstandige naamwoorden met uitzondering van de stofnamen.
Indien het grondwoord al eens als stofnaam kan voorkomen (ijzertje, glaasje, houtje, krijtje), in het
verkleinwoord wordt het nimmer zo gebruikt. Anders gezegd: een verkleinwoord hoort ofwel tot de
eigennamen, ofwel tot de soortnamen.”
Hasta aquí observamos que las clases de palabras incompatibles con el sufijo diminutivo
se igualan en gran medida en ambos idiomas, pero resta todavía una categoría por discutir. El
ANS añade los nombres colectivos como categoría que demuestra cierta vacilación. De este
modo, ciertos nombres como legertje, aceptan el diminutivo, en contraste con otros, como
*gebergtetje.
Es necesario hacer notar estar diferencias para lograr una mejor interpretación de los
diminutivos que se eliminan en la traducción. Si por ejemplo en el texto neerlandés original se
lee journalistje y se traduce, eliminando el sufijo diminutivo, por periodista, hace falta
recordar que la eliminación del diminutivo no es una decisión del traductor sino que es
estipulado por la estructura de la lengua. Sin embargo, sería interesante investigar si no se
compensa la pérdida del diminutivo mediante otro proceso, como la adición de un adjetivo de
apreciación.
4. RESTRICCIONES DE USO
Acabamos de discutir los nombres que en algunas situaciones no pueden llevar el sufijo
diminutivo, pero la situación puede presentarse también en sentido contrario, es decir, ciertos
nombres sólo se utilizan en su forma diminutiva. En este caso se habla de diminutiva
tantum, que conciernen generalmente a personas, animales, plantas y cosas que son
relativamente pequeños. Unos ejemplos aducidos en el Algemene Nederlandse Spraakkunst
son aardmannetje, diakenhuismannetje, kleinduimpje, Sneeuwwitje, akkermannetje,
goudhaantje, koolwitje, roodborstje, winterkoninkje, ... Con estas palabras todavía se
reconoce el nombre de base, pero no siempre es el caso, como en akkefietje, beetje, doetje y
meisje donde *akkefiet,*beet, *doet y *meis las cuales son bases irreconocibles. Unos
ejemplos suplementarios de este tipo presentes en nuestro corpus son buitenbeentje, kiekje,
een manusje-van-alles y mietje.
40
Al lado de los nombres que llevan siempre el diminutivo, existen también nombres que
permiten una alternancia entre la forma sin y con diminutivo, las dos formas presentando un
significado distinto, como spion (un espía) versus spionnetje (un agujero en la puerta para
ver quién toca). Hemos observado en nuestro corpus que, en comparación con el español esta
alternancia de significado cuasada por la presencia o ausencia del sufijo diminutivo es un
proceso muy productivo. Así een brief es una carta, mientras que een briefje es una nota
breve. Een kaart es un mapa, mientras que een kaartje es una tarjeta. La diferencia entre taart
y taartje es que el primero es un pastel grande, mientras que el segundo es un pastel para una
persona. Estos son casos bastante claros, pero cabe observar que no siempre es fácil establecer
una línea divisora entre lo lexicalizado y lo no lexicalizado. En principio son las palabras cuya
forma neutra y diminutiva tienen el mismo referente, así que el hablante es libre de utilizar o
no la forma diminutiva. De esta manera percibimos la forma cognitiva que tiene el hablante
acerca de su diminutivo. Sin embargo, no siempre es claro cuándo hay una diferencia
conceptual entre los dos referentes. Así se nota por ejemplo que se ha incluido vrouwtje en el
diccionario, lo que refiere al animal femenino o denota de manera peyorativa la mujer,
mientras que vrouw significa mujer o esposa. Intuitivamente este ejemplo no lo
clasificaríamos como una lexicalización, pero dada la frontera borrosa entre lo lexicalizado y
lo no lexicalizado, hace falta establecer una línea divisiva en el continuum. Optamos por el
diccionario Van Dale como punto de referencia a fin de hacer decisiones en cuanto a la
lexicalización de una palabra.
Finalmente, el diminutivo (cuyo equivalente puede o no existir) ocurre también en
muchas expresiones como een nieuwsgierig Aagje, bij iemand in een goed blaadje staan,
pootje baden,... Aquí se trata de nuevo de diminutivos lexicalizados, ya que el hablante no
tiene otra opción que utilizar la forma diminutiva, por lo que éstos tampoco se han incluido en
nuestro corpus.
5. LOS VALORES SEMÁNTICOS DEL DIMINUTIVO
NEERLANDÉS
En el capítulo anterior hemos expuesto la polémica en cuanto a la función semántica del
diminutivo español, pero esta discusión se puede también aplicar al diminutivo neerlandés.
Mientras que en un primer instante se afirmaría que el diminutivo neerlandés se utiliza para
41
expresar disminución, varios autores han señalado los significados afectivos que lo
acompañan. Según Jurafsky (1996) los valores semánticos incluso se pueden generalizar para
todos los idiomas que disponen de un diminutivo:
[...] the diminutive is associated with a number of pragmatic senses cross-linguistically. It can mark
affection, contempt, playfulness, pragmatic contexts involving children or pets, as well as metalinguistic
hedges.
Parece ser verdad la afirmación de Jurafsky porque existe para el diminutivo
neerlandés una serie, muy parecida al español, de valores semánticos que puede expresar.
Booij (2002) las enumera:
- Pequeñez: tafel (mesa) tafeltje (pequeña mesa)
- Expresión de cariño: Kind (niño) kindje (cariño)
- Desdén: auto (coche) autootje (un coche nu muy bueno)
- Sin importancia: brief (carta) briefje (una carta no oficial)
- Individuación: onder ons (entre nosotros) onderonsje (una charla privada)
- Feminino: Geert(nombre masculino) Geertje(nombre feminino)
- Intensificación: hart (corazón, centro) hartje (justo en el centro)
Además, Booij señala que siempre pueden existir varias interpretaciones, con lo que quiere
decir que la interpretación afectiva siempre es posible. Concluimos de esta breve comparación
que, en teoría, se presenta una gran correspondencia entre los sistemas semánticos de ambos
idiomas. En el estudio que sigue intentaremos ver si eso se confirma en la práctica. Mediante
un corpus traductivo observaremos dónde ocurre un diminutivo en español y cómo éste se
refleja en el neerlandés y en qué medida los valores semánticos son equivalentes. Sin
embargo, es posible que dadas las grandes similitudes semánticas entre el diminutivo español
y neerlandés no habrá lugar a hacer señalamientos o observaciones que reflejen grandes
contrastes. Por eso nos enfocaremos todavía más en los casos donde desaparece el diminutivo
en la traducción a fin de detectar las diferencias sútiles entre ambos idiomas.
42
V. LA INVESTIGACIÓN
1. JUSTIFICACIÓN DE LA METODOLOGÍA
Como en esta investigación los datos provienen de un corpus traductivo, un modo de
trabajar que va ganando en estimación pero que también es objeto de fuertes polémicas,
dedicamos un apartado a la justificación de nuestra metodología. Ciertos lingüistas rechazan
el corpus traductivo como adecuado para la investigación lingüística al declarar que es
imposible traducir todos los detalles y matices implicados en el texto fuente y al definir la
traducción como el resultado de una interpretación subjetiva y arbitraria del texto original por
parte del traductor. Sin embargo, como afirma Laviosa-Braithwaite (1998), las decisiones
‘arbitrarias’ del traductor siguen algunos principios universales, lo que le quita a la traducción
su carácter exclusivamente subjetivo.
El primer principio plantea la simplificación y la sustracción de las repeticiones
presentes en el texto original. Eso significa que tanto a nivel léxico como sintáctico y
estilístico se prefiere formular la oración de manera más breve, simple o concisa. En el
ejemplo siguiente se nota cómo el traductor prefiere reemplazar una repetición de meertje por
un pronombre anafórico:
(1) a. Iedereen had het over de jachtopziener die was opgedregd uit het meertje. Ik was
stomverbaasd dit te horen. Hoe was Bertrand in het meertje terechtgekomen?
b. Todo el mundo comentaba cómo había sido rescatado del lago el cadáver del
guardabosque. Aquello me dejó de piedra. Pero ¿cómo había ido a parar allí Bertrand?
El segundo principio cobra más importancia al explicar la normalización, es decir, el
traductor limita la transferencia de expresiones empleadas en la lengua fuente hacia la lengua
meta y traduce según las convenciones textuales aceptadas por el público meta. De esta forma
el texto traducido manifiesta a menudo un mayor grado de estandardización. En el ejemplo
siguiente vemos cómo se hubiera podido traducir más literalmente (liet een wraakzuchtig
lachje horen) pero se opta por una traducción que desvía más del texto original y que se
acepta por el público como más fluida y estandarizada:
(2) a. Se tocó la mejilla, cuya hinchazón empezaba a ceder, y soltó una risita vengativa .
b. Hij raakte zijn wang aan, waarvan de zwelling een beetje begon af te nemen, en lachte
43
wraakzuchtig.
El tercer principio discute la ley de la interferencia, lo que significa que el traductor se
deja influir por las expresiones del texto original para su traducción. Pensamos por ejemplo en
el orden de palabras o en las locuciones que se traducen y se conservan de manera idéntica en
la traducción. En el ejemplo de abajo meisje significa lo mismo que jovencita, una chica
joven, pero constatamos además la aparición de jonge. Eso se explica quizás por el principio
de interferencia, ya que jovencita enfatiza más en la idea de juventud, de ahí la aparición de
jonge en neerlandés. Aunque a primera vista la interferencia se entiende como un obstáculo a
la investigación, notamos que también puede constituir un mecanismo muy útil, ya que nos
hace reflexionar sobre cómo concebimos los valores semánticos en la lengua, que es
exactamente lo que queremos indagar en este trabajo. Además, Muñiz Cachon (2001) advierte
que son más cuantiosas estas interferencias cuanto más concuerdan los sistemas gramaticales
de ambos idiomas. Al investigar las traducciones del español y del neerlandés o inglés, o sea,
una lengua románica con lenguas germánicas que son muy diferentes gramaticalmente,
limitamos el grado de interferencia.
(3) a. Aquella noche cerraron pronto y las vieron irse cogidas de la cintura, besándose en los
portales como dos jovencitas enamoradas.
b. Die avond ging de kroeg vroeg dicht en zagen ze hen met de armen om elkaars middel
vertrekken, elkaar in portieken kussend als twee verliefde jonge meisjes.
El cuarto principio anuncia que en el texto traducido se aumenta la cohesión mediante
marcadores y, finalmente, el quinto y último principio describe la distribución desigual de los
elementos léxicos. Concretamente significa que ciertos elementos léxicos aparecen mucho
más/menos en un texto traducido que en un texto escrito originalmente en esta misma lengua.
En contraste con los primeros tres principios que pueden tener cierta influencia en la
traducción del diminutivo, los últimos dos principios no son relevantes para nuestra
investigación, por lo que no desarrollamos más estas ideas.
Sin embargo, no se puede olvidar que la traducción es al fin y al cabo el trabajo de un
traductor individual cuyas decisiones traductivas no se dejan todas resumir en cinco
principios. Eso se puede considerar como una desventaja, pero también cómo últimamente
interesante ya que revela cómo el traductor, y por extensión la entera comunidad, concibe la
lengua, y además, como lo asiente Aijmer et al. (1996:12), los corpus traductivos “bring to
light phenomena which might remain unnoticed when merely studying monolingual corpora.”
También Dyvik (1998:51) destaca que las traducciones pueden demostrar intuiciones
44
lingüísticas en un contexto espontáneo sin acudir a experimentos artificiales.
2. PRESENTACIÓN DEL CORPUS
Justificada la metodología de los corpus traductivos y aclarados los criterios relevantes
para la inclusión de materiales, pasamos ahora a la presentación de las fuentes que contiene
nuestro corpus. Se trata de textos de tipo variado, es decir, una serie de textos originalmente
escritos en neerlandés y su traducción al español, una serie de textos escritos originalmente en
español y su traducción al neerlandés y, finalmente, la traducción española y neerlandesa de
un libro escrito originalmente en inglés. A continuación presentamos el contenido concreto de
nuestro corpus.
El primer corpus contiene los textos neerlandeses traducidos al español y, en concreto,
se trata de los libros De virtuoos de Margriet De Moor, Medeplichtige de Anke De Vries y
Ingenieurs van de ziel de Frank Westerman. Cabe mencionar que, por no tener a nuestra
disposición otros textos, se trata únicamente de textos escritos por autores holandeses, pero
entre ellos figuran tanto mujeres como hombres por si acaso hubiera una diferencia de uso del
diminutivo entre los hombres y las mujeres, como afirman ciertos autores8. Advertimos que
para ningún corpus hacemos caso de los diminutivos lexicalizados, es decir, cuando un
diminutivo adquiere otro significado en su forma diminutiva y que esta forma se ha integrado
por lo tanto en el diccionario, ya no la consideramos como diminutivo, por lo que no entra en
nuestro corpus. Ya hemos discutido la lexicalización del diminutivo en los apartados teóricos
pero ahora constatamos que la decisión de no incluir lexicalizaciones en nuestro corpus tiene
mucha influencia en su composición, ya que el neerlandés parece conocer un número muy
elevado las mismas. Son frecuentes las lexicalizaciones del tipo kaartje/kaart (Véanse en el
apartado IV.4 algunos ejemplos detallados), así como los casos de diminutivos fosilizados que
incluso no pueden existir sin el sufijo diminutivo, como meisje y beetje.
El segundo corpus contiene los textos escritos en español, a saber, Corazón tan blanco
8 Véase Carnicer, R. 1972. “Los diminutivos”. Nuevas reflexiones sobre el lenguaje. Madrid: Prensa
española; Moliner, M. 2007. Diccionario de uso del español. Madrid: Gredos; Capmany citado por Náñez
Fernández, E. 2006. El diminutivo, historia y funciones en el español clásico y moderno: Madrid: Universidad
autónoma de Madrid.
45
de Javier Marías, El jinete polaco y Plenilunio de Muñoz Molina, El club Dumas de Pérez
Reverte, y finalmente Manojito de Elvira Lindo. Estos autores provienen respectivamente de
Madrid, Úbeda en Jaén, Cartagena y Cádiz. Nos limitamos a textos escritos por autores
españoles ya que nos orientamos únicamente en el español peninsular y al seleccionar autores
de varias partes de España, intentamos superar las diferencias regionales en cuanto al uso del
diminutivo. Además, esta selección contiene textos de autores de ambos sexos. En cuanto a la
situación social se trata de novelas para adultos, con excepción de Manolito, un libro infantil
que hemos incluido para observar si acaso se manifiestan diferencias entre los libros dirigidos
hacia un público adulto en contraste con un público infantil. Nos damos cuenta de que en
cuanto a los libros infantiles esta repartición no es muy representativa para sacar conclusiones
definitivas, pero este último libro sirve sólo para hacerse una idea general del comportamiento
del diminutivo en los libros infantiles, lo que pueda abrir el paso para estudios futuros si acaso
se revela un comportamiento peculiar del diminutivo.
El tercer corpus, luego, contiene la traducción neerlandesa9 y española
10 del libro
inglés Harry Potter and the philosopher’s stone. Podría ser interesante comparar el texto
inglés con el texto español y neerlandés para comparar cómo idiomas con y sin diminutivos
expresan la disminución y todos los valores semánticos asociados con ello, pero como este
enfoque sería demasiado amplio y, sobre todo, queremos saber más sobre la relación entre el
diminutivo español y neerlandés, analizamos únicamente las dos traducciones de este libro
inglés. El hecho de que esta traducción española y neerlandesa provenga de una tercera lengua
fuente nos permite observar datos que no han sido influidos por el neerlandés o el español
respectivamente como lengua fuente. No es probable que el español y el neerlandés se
influyan mucho por ser idiomas fundamentalmente diferentes, pero para evitar cualquier duda
también incluimos este tipo de traducción. De esta manera se constituye un corpus adecuado
para comprobar los resultados obtenidos mediante los primeros dos corpus.
3. CANTIDAD DE DIMINUTIVOS POR TEXTO
Una primera pregunta de investigación concierne a la recurrencia cuantitativa de los
diminutivos en ambos idiomas, por lo que calculamos la cantidad de diminutivos en cada
9 Harry Potter en de steen der wijzen.
10 Harry Potter y la piedra filosofal.
46
texto en porcentajes, ya que no basta contar el número de diminutivos por texto y comparar
este número con el de los demás textos, negando así el factor importante de la longitud del
texto, o sea, su número de palabras. En el esquema siguiente proporcionaremos el porcentaje
de los diminutivos en los textos originales españoles y neerlandeses que se ha calculado
dividiendo el número de diminutivos por texto entre el número total de palabras en el texto:
Textos españoles Textos neerlandeses
Corazón tan blanco 0,036% Medeplichtige 0,37%,
El jinete polaco 0,014%, De Virtuoos 0,50%
Plenilunio 0,044% Ingenieurs van de ziel 0,48%
El club Dumás 0,073%
Manolito 0,16%,
Tabla 1: Textos originales
Traducciones neerlandeses Traducciones españoles
Corazón tan blanco 0,16% Medeplichtige 0,11%,
El jinete polaco 0,43% De Virtuoos 0,039%
Plenilunio 0,044% Ingenieurs van de ziel 0,074%
El club Dumás 0,47%
Manolito 0,31%
Tabla 2: Traducciones
Traducción española Traducción neerlandesa
0,11% 0,53%
Tabla 3: Traducciones del libro inglés Harry Potter
Salta a la vista que en cada idioma varía el porcentaje de diminutivos según el texto, lo que se
puede atribuir al origen del escritor o al público para el cual escribe, ya que se nota un
contraste entre el porcentaje de los libros españoles para adultos (porcentajes entre un 0,014%
y un 0,073% de diminutivos) y el libro infantil Manolito (un 0,16% de diminutivos).
Seguramente otros factores también desempeñan un papel importante en la frecuencia de uso
del diminutivo dentro de un idioma. Pero lo que especialmente llama nuestra atención es el
contraste entre los textos españoles y neerlandeses que se ve representado en la Tabla 1:
47
Textos originales, los últimos demostrando porcentajes que son más o menos diez veces los
porcentajes de los textos españoles. Lo mismo se repite en las traducciones, como se ve en la
Tabla 2: Traducciones donde el porcentaje de diminutivos aumenta en la traducción al
neerlandés y decrece en la traducción al español. Una última prueba la constituye la Tabla 3:
Traducciones del libro inglés Harry Potter que contiene los porcentajes de una traducción
española y neerlandesa de un libro inglés Harry Potter and the philosopher’s stone. De nuevo
constatamos un gran contraste entre ambas cifras, aunque el contraste es menos evidente aquí,
posiblemente a causa de la naturaleza de la lengua inglesa que no tiene diminutivos, lo que
parece mitigar un poco las diferencias entre el español y el neerlandés.
Todas estas cifras ilustran muy bien una mayor frecuencia en la aparición de
diminutivos en los textos neerlandeses que en los españoles. Nos resultan sorprendentes estos
datos, ya que de sólo escuchar el lenguaje hablado, teníamos la impresión de que la situación
era inversa. Posiblemente se obtienen todavía otros datos a partir de un corpus oral, pero una
cosa se ha clarificado mediante estos porcentajes y es que el neerlandés conoce un uso más
elevado del diminutivo que en los textos escritos que el español y más adelante presentaremos
los datos concretos que originan estos porcentajes.
4. POSIBILIDADES DE TRADUCCIÓN
A fin de entender la clasificación de los datos que explican los porcentajes mencionados
arriba, es imprescindible primero explayar nuestra clasificación de los diminutivos traducidos.
Cuando figura un diminutivo en el texto original se presentan dos posibilidades de traducción:
o bien se conserva, o bien se elimina. Esto lo discutiremos más a detalle en el apartado.
Empezamos con los casos en que el diminutivo se conserva en la traducción, es decir, que
en la traducción figura un diminutivo sintético que lleva el sufijo diminutivo, como en el
ejemplo siguiente:
(4) a. El abrigo de Hagrid parecía hecho de bolsillos, con contenidos de todo tipo: manojos de
llaves, proyectiles de metal, bombones de menta, saquitos de té...
b. 'Het leek alsof Hagrids jas alleen maar uit zakken bestond sleutelbossen, slakkenkorrels,
klosjes touw, pepermuntjes, theezakjes....
Señalamos que a veces la traducción puede conllevar un cambio de lexema, como en el
48
ejemplo (5). Osito de peluche ha sido traducido como donzig konijntje (conejito velloso) para
que los matices expresados queden igual. Para nuestra clasificación observamos únicamente
la conservación o la pérdida del sufijo diminutivo, ya que suponemos que el cambio de
lexema se ha hecho para una mejor correspondencia de matices entre ambos idiomas.
(5) a. Os aseguro que los dragones son los animales más horribles que conozco, pero para
Hagrid es como si fuera un osito de peluche.
(6) b. Ik zweer je, die draak is het vreselijkste beest dat ik ooit heb gezien, maar als je Hagrid
hoort, zou je denken dat het een donzig konijntje was.
En algunos casos se conserva el sufijo diminutivo pero se añade además un adjetivo que
expresa la disminución. Llamamos a este fenómeno una combinación de diminutivo sintético
y analítico:
(7) a. Un hombrecito con un sombrero violeta lo había saludado, cuando estaba de compras con
tía Petunia y Dudley.
b. 'Een piepklein mannetje met een pimpelpaarse hoge hoed had voor hem gebogen toen hij
boodschappen deed met tante Petunia en Dirk.
Segundo, ocurre que el sufijo diminutivo se pierde en la traducción. A veces, sin
embargo, se compensa esta pérdida mediante un diminutivo analítico con un adjetivo o un
adverbio que expresa la pequeñez, por ejemplo los adjetivos klein/pequeño o los adverbios
een beetje/un poco.
(8) a.. Estaba llena de pajaritos brillantes que volaban por toda la habitación.
b. Het wemelde van de kleine vogels, flonkerend als juwelen, die door de kamer fladderden en
zigzagden.
(9) Cuéntemelo, entonces. Despacito.
'Vertel het me dan. Een beetje langzaam, graag.'
Otras veces se elimina el diminutivo sin ningún adjetivo de compensación, lo que en general
significa una pérdida total del significado de disminución, como se ve en el ejemplo:
(10) a. Se tomó de un trago el contenido de la botellita redondeada y se estremeció. —No es
veneno, ¿verdad? —dijo Harry con voz anhelante.
b. Ze nam een slok uit de ronde fles en huiverde. 'Het is toch geen vergif?' zei Harry ongerust.
Sin embargo, cabe remarcar que no todos nuestros diminutivos entran en estas dos
categorías. En ciertos casos el traductor ha intervenido de manera radical en la traducción para
mejorar el texto según los principios universales de la traducción, por ejemplo reformulando,
49
como en el ejemplo. Aquí una risita no se traduce al neerlandés mediante otro sustantivo, sino
que se opta por una reformulación con un verbo. De esta manera es imposible hablar de una
conservación o pérdida del diminutivo, ya que se trata de formulaciones completamente
distintas:
(11) a. Se tocó la mejilla, cuya hinchazón empezaba a ceder, y soltó una risita vengativa .
b. Hij raakte zijn wang aan, waarvan de zwelling een beetje begon af te nemen, en lachte
wraakzuchtig.
Se trata por lo tanto de modificaciones que aumentan el carácter natural de la traducción y que
no nos proporcionan mucha información en cuanto a los valores semánticos del diminutivo,
por lo que no estudiaremos los diminutivos que se encuentran en este cajón de sastre.
Clarificados los procesos de traducción, ahora podemos pasar a la discusión de las
maneras preferidas para la traducción de los diminutivos españoles y neerlandeses, que
examinamos el apartado siguiente.
5. CORRESPONDENCIA ENTRE LOS DIMINUTIVOS ESPAÑOLES
Y NEERLANDESES
Sabemos que figuran más diminutivos en el texto neerlandés que en el español pero
para sacar conclusiones hace falta saber de qué manera el diminutivo español (o neerlandés)
corresponde a una forma con o sin diminutivo en neerlandés (o español). Por eso
proporcionaremos en este apartado las cifras de nuestros diminutivos originales y sus
equivalentes en la traducción en cada uno de nuestros corpus. A lo largo de este documento
utilizaremos tablas sinópticas, como la siguiente, y para que todas nuestras explicaciones
basadas en estos esquemas sean comprendidas, primero señalaremos la manera de
interpretarlos. En la tabla siguiente se trata de textos españoles (Esp fuente) que han sido
traducidos al neerlandés (Neerl meta), y la rellenamos de ejemplos ficticios a fin de tener una
idea clara de su contenido:
Esp fuente + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Neerl meta
+ dim sint + dim an perrito pequeño perrito perro pequeño perro
50
= klein hondje = klein hondje = klein hondje = klein hondje
+ dim sint perrito pequeño
= hondje
Perrito
= hondje
perro pequeño
= hondje
perro
= hondje
+ dim an perrito pequeño
= kleine hond
Perrito
= kleine hond
perro pequeño
= kleine hond
Perro
= kleine hond
- dim perrito pequeño
= hond
perrito
= hond
perro pequeño
= hond
perro
= hond
Cabe mencionar que cuando ni en el español ni en el neerlandés se halla un diminutivo
sintético, los ejemplos no entran en nuestro corpus, ya que hemos escogido el sufijo
diminutivo como punto de partida. Además, otra pregunta es ¿de qué manera el diminutivo
analítico puede expresarse? El adjetivo pequeño es un ejemplo claro, pero adjetivos como
ligero, breve, leve, diminuto, todos expresan un significado parecido, lo que dificultaría la
recopilación de datos. Por esta razón, sombrearemos estos cuadros en las demás tablas.
CORPUS 1
En nuestro primer corpus, a saber, los textos neerlandeses traducidos al español,
figuran 645 diminutivos neerlandeses. Por razones prácticas, sin embargo, nos limitamos a la
investigación detallada de 300 de ellos, para luego generalizar las conclusiones sacadas al
grupo entero de los diminutivos neerlandeses. Estos 300 diminutivos provienen de los tres
libros neerlandeses, teniendo 100 de cada uno, y analizamos si en la traducción se conservan o
no, lo cual se presenta en la figura siguiente:
Figura 1: diminutivos neerlandeses y sus equivalentes en el español
Se nota que la gran mayoría (262 casos) pierden el sufijo diminutivo en la traducción al
español, mientras que una pequeña parte (38 casos) se traduce mediante un diminutivo
sintético. A título de ilustración presentamos un ejemplo de cada tipo:
(12) a. De kristallen glaasjes worden in een teug geleegd, en op slag verdwijnt de elektriciteit uit de
lucht.
b. Las copitas de cristal son apuradas de un trago y de golpe la tensión desaparece del
51
ambiente.
(13) a. Mijn echte moeder leefde nog en woonde in datzelfde dorpje.
b. Mi verdadera madre aún vivía en este pueblo.
Finalmente, a veces ocurre que en el texto original no figura ningún diminutivo,
mientras que en la traducción sí es el caso, como en la frase siguiente:
(14) Wordt het een teddybeer, wordt het een jeu de boules of een zilveren geluksketting?
¿El osito de peluche, el juego de bolos o el collar amuleto de plata?
Sin embargo, en la traducción del neerlandés al español no es muy frecuente esta ‘adición de
diminutivos’ (21 casos), como se ve en la tabla siguiente en la que reunimos los tres tipos de
correspondencia.
diminutivo español = diminutivo neerlandés 39
diminutivo español = no diminutivo neerlandés 21
no diminutivo español = diminutivo neerlandés 231
De esta forma tenemos una idea de la recurrencia del diminutivo ó no en ambos idiomas. Pero
es posible entrar todavía más en detalle, determinando el tipo de diminutivo o el tipo neutro.
Ya discutimos las subcategorías en el apartado previo, pero a fin de fomentar la claridad, las
repetimos brevemente: por un lado, un diminutivo puede aparecer sólo con su sufijo (gatito),
pero puede además combinarse con un adjetivo de disminución (pequeño gatito). Por otro
lado, el neutro puede aparecer sólo (gato) o con un adjetivo de disminución (gato pequeño).
Estas son las refinaciones que se añaden en el esquema siguiente. En el eje horizontal se
presentan los datos de la lengua fuente, en este caso el neerlandés, y en el eje vertical figuran
los datos de la lengua meta, es decir, el español:
Neerl fuente + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Esp meta
+ dim sint + dim an - - - -
+ dim sint - 38 - 21
+ dim an 1 37
- dim 1 193
En esta tabla se ve muy bien de qué manera se traducen los diminutivos neerlandeses
52
al español, así clarificando el contraste entre el número elevado de diminutivos neerlandeses
en el texto original frente al número mucho más bajo de diminutivos en la traducción
española. La principal razón parece ser que la mayoría de los diminutivos sintéticos
neerlandeses corresponden en el español a 194 [-dim] y 38 [+dim an].
Los casos del último tipo, en que un diminutivo sintético neerlandés corresponde a un
diminutivo analítico español, no son tan peculiares, ya que aunque ha desaparecido el sufijo,
se ha intentado recuperar la disminución mediante el sufijo. Además, a menudo esta
traducción es la única posibilidad por restricciones morfológicas. Obsérvese el ejemplo
siguiente:
(15) a. Ibrahim-Aka stapte uit om zich te melden bij een rechthoekig gebouwtje van glas en
aluminium.
b. Ibrahim-Aka se apeó de la furgoneta y entró en el pequeño edificio rectangular de vidrio y
aluminio.
Se trata de un edificio de tamaño reducido, pero la palabra edificio no admite el sufijo –ito, de
ahí que el diminutivo analítico es la única manera para conservar la idea de disminución.
Más llamativos son los 194 casos donde se pierde enteramente la idea de disminución,
y especialmente el caso que proviene de un diminutivo neerlandés [+sint +an], por lo que
analizamos este ejemplo:
(16) a. Bij haar laatste bezoek aan Theresa Ponti had ze Theresa's vriendin ontmoet, Hélène
Buisson, een klein, vief vrouwtje dat honderduit kwetterde.
b. En su última visita a Thérése, Marcelle había conocido a su amiga Héléne Buisson, una
mujer muy vivaracha que hablaba por los codos
Resulta muy extraño este ejemplo ya que parece perderse mucha información semántica:
mientras que en el neerlandés se enfatiza dos veces la pequeñez de la mujer, no se hace en
absoluto en el español. Nos preguntamos si intervienen ciertas restricciones morfológicas que
impiden la formación del diminutivo, pero esta propuesta se rechaza al encontrar 51 casos de
mujercita en CREA (España). La disminución analítica es más rara, revelado por los 8 casos
de mujer pequeña en CREA (España). No es evidente explicar la razón exacta de esta
traducción, pero a nuestro entender cabe atribuirlo a uno de los hechos siguientes: o bien
mujercita expresa matices semánticos distintos a los del neerlandés, por lo que se evita esta
forma: o bien se concentra en el adjetivo (vivaracha) que contiene un sufijo con función
intensiva (-acha), lo que puede haber influido en la desaparición del sufijo diminutivo, aunque
53
no impide su aparición. O bien, finalmente, no refleja más que una arbitraria decisión del
traductor, lo que nos parece lo más probable al ser el único ejemplo de este tipo.
Los demás 193 casos son del mismo tipo, aunque en neerlandés no figura un adjetivo
disminuidor:
(17) a. Dat moet 'm zijn; hij heeft een jaar of wat geleden een huisje in de buurt van Brac gekocht,
heeft ie me zelf nog verteld.
b. Debe de ser él; compró una casa cerca de Brac hará un par de años. Recuerdo que me lo
dijo.
La eliminación del diminutivo neerlandés en la traducción al español parece ser un fenómeno
muy recurrente y más adelante en este trabajo intentaremos elucidar la razón de este
fenómeno al detectar las diferencias entre el diminutivo español y neerlandés.
Pasamos luego a la segunda explicación para la diferencia cuantitativa entre el español
y el neerlandés, a saber, se eliminan muchos diminutivos pero se añaden pocos diminutivos
españoles en la traducción (en este corpus se trata meramente de 21 casos). Presentamos un
ejemplo de este tipo y más adelante en nuestro trabajo intentaremos informar qué tipo de
diminutivos son al investigar su naturaleza semántica en detalle.
(18) Het zweet brak hem uit, ondanks de koele zucht die door de kamer dreef.
De repente comenzó a sudar, pese al refrescante airecillo.
CORPUS 2
En nuestro segundo tipo de corpus, o sea, los textos españoles traducidos al neerlandés,
tenemos 235 diminutivos, que investigaremos todos en detalle. La figura siguiente muestra
qué ocurre con estos diminutivos cuando se traducen al neerlandés:
Figura 2: Diminutivos españoles y sus equivalentes en el neerlandés
Se nota una tendencia contrastante comparado con la traducción del neerlandés al español, ya
que ahora la mayoría de los diminutivos no se eliminan sino que se conservan. Presentamos
un ejemplo de cada tipo:
(19) a. Sonreía con el extremo de la boca al dar un afectuoso golpecito con la uña sobre la ficha
azul de Napoleón
54
b. Hij trok glimlachend zijn mondhoeken op terwijl hij met zijn nagel een liefdevol tikje op de
blauwe fiche van Napoleon gaf.
(20) a. La Ponte se fue con paso inseguro y sin pagar, pero le regaló la colilla de Rochefort. Así, le
dijo, tienes la parejita.
b. La Ponte vertrok nogal wankel en zonder te betalen, maar deed hem wel de sigarepeuk van
Rochefort cadeau. 'Dan heb je het paar compleet,' zei hij.
Además, también en este corpus se añaden muchos diminutivos en la traducción donde
no figura el sufijo diminutivo en el texto original, como en el ejemplo:
(21) a. Y lo que canturreó fue esto: 'Mentira mi suegra, yen yen yen, que estamos jugando, yen yen
yen, al uso de mi tierra, yen yen yen.'
b. En wat ze zong was het volgende: 'Welnee schoonmamaatje, yen yen yen, we spelen een
spelletje, yen yen yen, in de trant van mijn land, yen yen yen.'
Como se ve en la tabla siguiente, estos diminutivos (‘no diminutivo español = diminutivo
neerlandés’) se añaden mucho más en la traducción neerlandesa que en la española que
discutimos antes. Obtenemos 2298 situaciones de este tipo, pero como es imposible investigar
una cantidad tan grande en detalle, nos limitamos al estudio pormenorizado de 350 de ellos.
diminutivo español = diminutivo neerlandés 159
diminutivo español = no diminutivo neerlandés 61
no diminutivo español = diminutivo neerlandés 2298
Figura 3: Correspondencias
También estos datos podemos representarlos más detalladamente, que es lo que se hace
mediante el esquema siguiente:
Esp fuente + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Neerl meta
+ dim sint + dim an - 1 11 1
+ dim sint 1 157 3 335
+ dim an - 5
- dim 2 54
Se ve claramente que muchos diminutivos [+sint –an] españoles corresponden a un
diminutivo [+sint –an] neerlandés, aunque un número mucho más bajo también se elimina en
55
la traducción, que son los 54 casos neerlandeses de [-sint –an]. Esta tendencia de conservar
los diminutivos españoles en la traducción es una primera razón para el número elevado de
diminutivos neerlandeses. Una segunda es la gran cantidad de diminutivos (335 casos) que se
añaden en la traducción donde el español no muestra ningún elemento gramatical que exprese
la disminución. Proporcionamos un ejemplo de este tipo:
(22) a. Dos chicos se entretenían jugando en el último tramo.
b. Op de onderste trap speelden twee jongetjes.
Vemos que chicos se ha traducido como jongetjes, añadiendo así un diminutivo
ausente en el texto original, mientras que sería también perfectamente posible traducir
simplemente por jongens. Un caso aún más particular es aquel en el cual la traducción
neerlandesa se añade tanto un diminutivo sintético como analítico, mientras que en español se
presenta un simple neutro:
(23) a. Bebió en pie, a sorbos, mientras estiraba las articulaciones entumecidas.
b. Hij dronk staande, met kleine teugjes, terwijl hij zijn verstijfde gewrichten rekte.
A primera vista parece tratarse de una expresión idiomática a sorbos que posiblemente
no acepta el diminutivo. Pero esta suposición se rechaza al constatar 16 casos de a sorbitos en
CREA (España). Por lo tanto se ha optado deliberadamente por la forma neutra, una forma
que no se retoma en la traducción neerlandesa. Una posible interpretación sería que en
español a sorbos es la forma no marcada, por lo cual buscamos evidencia en CREA (España)
donde figuran 19 casos de a sorbos frente a 16 casos de a sorbitos, lo que no es evidencia
convincente. Por lo tanto, a fin de tener un corpus más amplio agrandamos el alcance de
nuestra búsqueda en CREA al no definir un país determinado en nuestros criterios de
búsqueda y de esta forma obtenemos 37 casos de a sorbos frente a 51 casos de a sorbitos, lo
que confirma la preferencia para a sorbos observada en los datos españoles. En neerlandés,
por el contrario met kleine teugjes es la expresión menos marcada. Cabe reconocer que
sonaría extraño decir Hij dronk staande, met teugen/met teugjes, y sería incluso un poco
superflua la expresión, ya que beber a tragos es la manera normal de beber. Sólo mediante met
kleine teugjes se expresa claramente que se bebe con tragos pequeños. De esta manera se
revela una particularidad del diminutivo neerlandés, a saber, no siempre que se añade un
diminutivo se expresa disminución, de ahí la necesidad de algún adjetivo para clarificar el
tamaño/volumen de lo reducido.
En la discusión de la traducción del neerlandés al español, vimos que la traducción de
56
un diminutivo neerlandés como un diminutivo español [-sint +an] era un fenómeno bastante
recurrente. Aquí, por el contrario, es muy escaso este tipo de traducción: disponemos de
apenas 5 casos, entre los cuales figuran un adverbio y cuatro nombres propios, y presentamos
un ejemplo de cada tipo:
(24) a. Cuéntemelo, entonces. Despacito.
b. 'Vertel het me dan. Een beetje langzaam, graag.'
(25) a. «Susana, Susanita»: le gustaba acordarse del modo en que Ferreras había repetido su
nombre.
b. 'Susana, kleine Susana': ze vond het leuk te denken aan de manier waarop Ferreras haar
naam had uitgesproken.
En el corpus anterior la principal razón para este tipo de traducción era la
imposibilidad morfológica del diminutivo sintético, lo que no es el caso aquí: en principio, es
posible decir tanto langzaampjes como Susanaatje. Sobre el adverbio een beetje langzaam no
podemos sacar muchas conclusiones ya que es el único adverbio que se traduce de esta
manera, lo que significa que los demás se traducen diferentemente. Este fenómeno lo
indagaremos en el resto del presente trabajo. Los muchos nombres propios en esta categoría,
sin embargo, señalan un comportamiento peculiar de los diminutivos españoles y
neerlandeses: parece que en el español suena más natural expresar un nombre propio con
diminutivo que en el neerlandés.
CORPUS 3
Finalmente, analizamos también para nuestro tercer corpus de qué manera se relacionan los
diminutivos españoles y neerlandeses. La traducción del texto inglés da lugar a muchos más
diminutivos neerlandeses que españoles. Se trata de 434 diminutivos neerlandeses, pero por
razones prácticas nos limitaremos al estudio pormenorizado de 300 de ellos.
Figura 4: Traducción del inglés al español y al neerlandés
Como aquí no partimos de una lengua fuente sino que tenemos simplemente dos traducciones
paralelas no queda muy claro en esta figura de qué manera se relacionan los diminutivos
españoles y neerlandeses, de ahí que es más revelante la presentación siguiente:
57
diminutivo español = diminutivo neerlandés 52
diminutivo español = no diminutivo neerlandés 29
no diminutivo español = diminutivo neerlandés 283
Figura 5: Correspondencias
A fin de tener una idea clara del contenido de estas categorías, proporcionamos un ejemplo de
cada tipo:
(26) Tía Petunia decía a menudo que Dudley parecía un angelito.
Tante Petunia zei vaak dat Dirk net een engeltje was
(27) No diré nada si me lo pides por favor —dijo Peeves, con su molesta vocecita.
Ik zeg toch niet niks als jij niet alsjeblieft zegt!' zei Foppe, met zijn irritante, zangerige stem.
(28) Y pensándolo mejor, ni siquiera estaba seguro de que su sobrino se llamara Harry.
Nu hij er goed over nadacht, wist hij niet eens zeker of de naam van zijn neefje wel Harry was.
De manera paralela a los corpus previos, presentamos asismismo una tabla más
detallada en la que se ve la correspondencia exacta entre los diminutivos españoles y
neerlandeses, así como el tipo de diminutivo presente:
Inglés Fuente Trad esp + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Trad neerl
+ dim sint + dim an 1 12 24 8
+ dim sint - 38 13 238
+ dim an - 2
- dim - 23
Constatamos que la mayoría de los diminutivos sintéticos españoles corresponden a un
diminutivo sintético neerlandés, aunque también salta a la vista el número bastante elevado de
los diminutivos sintéticos españoles que desaparecen en la traducción neerlandesa.
Presentamos un ejemplo de cada tipo:
(29) a. Hagrid había vaciado la cámara setecientos trece, si puede llamarse vaciarla a sacar un
paquetito arrugado.
b. Hagrid had kluis 713 leeggehaald, als je dat tenminste legen kon noemen. Er had alleen een
groezelig pakje in gezeten.
(30) a. Ron dejó escapar una débil tos, que podía estar ocultando una risita.
58
b. Ron kuchte een beetje, wat misschien bedoeld was om zijn gegrinnik te verbergen.
Además, del esquema previo deducimos que se añaden muchos diminutivos en la
traducción neerlandesa que corresponden a neutros en la traducción española. Ahora vemos
que en la gran mayoría, 246 de ellos, no figura ningún elemento gramatical que exprese
disminución (31). Muy llamativos son entonces los casos de este tipo que en neerlandés,
además del diminutivo sintético, van acompañados de algún adjetivo de disminución, como
en el ejemplo (32) en que el neutro niño corresponde en neerlandés al doble diminutivo klein
jongetje.
(31) a. El niño era otra buena razón para mantener alejados a los Potter: no querían que Dudley
se juntara con un niño como aquél.
b. Dat zoontje was zelfs een extra reden om de Potters buiten de deur te houden; ze wilden niet
dat Dirk met zo'n kind om zou gaan.
(32) a. ¿no pudo matar a un niño?
b. kon hij één klein jongetje niet aan?
En otros casos figura un diminutivo analítico en español, así que el contraste
conceptual entre el español y neerlandés no es tan grande. Presentamos un ejemplo de un
diminutivo analítico español que corresponde en neerlandés a un diminutivo [+sint +an] y
[+sint –an] respectivamente:
(33) a. Tenía doce manecillas y ningún número; pequeños planetas se movían por el perímetro del
círculo.
b. Het had twaalf wijzers, maar geen cijfers; in plaats daarvan draaiden aan de rand kleine
planeetjes rond.
(34) a. Sabían que los Potter también tenían un hijo pequeño, pero nunca lo habían visto.
b. De Duffelings wisten dat de Potters ook een zoontje hadden, maar dat hadden ze nog nooit
gezien.
En conclusión, este tercer corpus confirma las tendencias generales constatadas en los
corpus previos. Los diminutivos españoles se conservan en la traducción neerlandesa,
mientras que los diminutivos neerlandeses no lo hacen en la misma medida en su traducción
española, resultando un número mucho más elevado de diminutivos neerlandeses que
españoles. Hasta ahora sólo hemos podido comparar las diferencias cuantitativas en el uso del
diminutivo español en comparación con el neerlandés. En lo que sigue intentaremos revelar
algunas diferencias fundamentales entre el sistema del diminutivo de ambos idiomas. Por eso
analizaremos los diminutivos por clase de palabra e intentaremos detectar a qué nivel se
59
encuentran las mayores diferencias y sus motivaciones.
6. DISCUSIÓN POR CLASE DE PALABRA
Queda claro con las cifras dadas en el apartado previo que existe una obvia diferencia
de uso entre el diminutivo español y el neerlandés, pero no pudimos deducir dónde
exactamente se sitúan estas diferencias. ¿Son los sustantivos, adverbios o adjetivos que se
comportan diferentemente en el español y el neerlandés? ¿O las diferencias de uso se sitúan
en cada uno de estos niveles? A fin de contestar estas preguntas, analizaremos en lo que sigue
cada una de estas categorías detalladamente, detectando las diferencias entre ambos idiomas.
En un primer instante, observamos de qué manera se reparten las clases gramaticales,
por lo que calculamos el número de sustantivos, adverbios y adjetivos con diminutivo, por un
lado, en todos nuestros datos españoles y, por el otro, todos nuestros datos neerlandeses. El
resultado se ve representado en las figuras abajo:
Figura 6: Diminutivos españoles Figura 7: Diminutivos neerlandeses
Para el español obtenemos un 87,7% de sustantivos, un 7,5% de adverbios y un 4,8% de
adjetivos, mientras que para el neerlandés se trata de de un 91,4%, un 8,4% y un 0,2%
respectivamente. Se nota por lo tanto que en ambos idiomas son mayoritariamente los
sustantivos los que llevan el sufijo diminutivo, aunque el porcentaje de los sustantivos
neerlandeses es un poco más elevado que el de los españoles. Lás demás categorías
gramaticales españolas por lo tanto deben usarse más con el diminutivo que las neerlandesas.
Sin embargo, no es el caso con los adverbios, cuyo porcentaje es equivalente en ambos
idiomas. La diferencia se sitúa entonces a nivel de los adjetivos, donde se observa una gran
diferencia cuantitativa entre el español (un 8,4%) y el neerlandés (un 0,2%) y en lo
adjetivo
adverbio
sustantivo
adjetivo
adverbio
sustantivo
60
consecutivo explicitaremos de dónde proviene esta discrepancia.
Sin embargo, deducimos de la cifras del apartado anterior que en nuestros textos se
presentan muchos más diminutivos neerlandeses que españoles y, como los adjetivos
constituyen sólo una parte reducida del total de los diminutivos, suponemos que, aunque su
porcentaje se equivale en ambos idiomas, también debe haber diferencias de uso a nivel de los
sustantivos y los adverbios. Por esta razón investigaremos detalladamente cada una de estas
categorías gramaticales.
6.1 El sustantivo
Vimos que tanto en el neerlandés como en el español los sustantivos constituyen la
mayoría de los diminutivos. Con base en esta constatación uno podría afirmar una simple
correspondencia entre el español y el neerlandés, pero de esta forma se negarían los datos
curiosos presentados en el apartado V.5 que señalan una eliminación del diminutivo
neerlandés cuando es traducido al español y una conservación del diminutivo español cuando
es traducido al neerlandés. A fin de extraer las razones por este comportamiento divergente
analizaremos la naturaleza de estos sustantivos y averiguamos si este comportamiento se
repite en cada una de sus subcategorías. Empezaremos analizando los sustantivos en cuanto a
su carácter humano o no, luego pasaremos a la distinción entre los contables y los no
contables para terminar con las diferencias entre los deverbales, los deadjetivales y los
sustantivos puros.
6.1.1. Humano vs. Animado vs. Inanimado
Como se ha anunciado, el primer parámetro de investigación es el carácter humano o
no humano del referente, así que unimos nuestros diminutivos en tres categorías, a saber, los
humanos, los animados y los inanimados, lo que resulta en las figuras siguientes:
61
Figura 6: Diminutivos españoles Figura 7: Diminutivos neerlandeses
No parecen ser muy grandes las diferencias entre ambos idiomas ya que para ambos el grupo
más largo es el de los inanimados, seguido por los humanos y, finalmente, los animados como
grupo más pequeño. Para el español se trata de un 74%, un 22% y un 4% mientras que para el
neerlandés obtenemos respectivamente un 81%, un 17% y un 2% de los sustantivos
respectivamente. Ya que estos números no explican cuál es exáctamente la diferencia de uso
entre ambos idiomas estudiaremos cada categoría más en detalle a fin de saber en qué medida
el comportamiento del diminutivo corresponde en cada lengua.
HUMANOS
La primera categoría que estudiaremos es la de los diminutivos humanos y hemos
clasificado estos diminutivos según su correspondencia en ambos idiomas, lo que da lugar a la
representación siguiente:
Hum + dim esp = hum + dim nl 62
Hum + dim esp = hum – dim nl 31
Hum – dim esp = hum + dim nl 123
Figura 8: diminutivos humanos
De estas cifras deducimos por lo tanto que la mayoría de los diminutivos españoles
corresponde a un diminutivo neerlandés, mientras que la mayoría de los diminutivos
neerlandeses no corresponde a una forma con diminutivo en español. En lo que sigue
investigaremos cada uno de nuestros corpus en detalle para observar qué ocurre con los
diminutivos en su traducción.
humano
animado
inanimado
humano
animado
inanimado
62
¿Ámbito familiar?
Empezamos con el corpus de textos neerlandeses traducidos al español, cuyos datos se
ven representados esquemáticamente abajo:
Neerl fuente + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Esp meta
+ dim sint + dim an - - - -
+ dim sint - 4 - -
+ dim an - 1
- dim 1 27
Vemos que casi todos los diminutivos humanos neerlandeses se eliminan en su traducción al
español y ni siquiera acuden a un adjetivo para conservar la idea de disminución. Se presentan
algunas excepciones del tipo presentado en el ejemplo, pero la mayoría siguen el proceso de
traducción del ejemplo (36).
(35) a. En Nazar verheugde zich in stilte dat rond het arme lieve wezentje Ajdym een stalen haag
van bolsjewieken stond, om haar te beschermen.
b. Y Nazar se alegraba en su fuero interno de que la linda huerfanita Aidim estuviera
protegida por una barrera de hierro de bolcheviques.
(36) a. In Rome, toen hij nog vrouwenrollen zong, waren het twee pasgetrouwde baronesjes,
tweelingen, brutaal, echte pestkoppen eigenlijk, die tranen met tuiten vergoten toen zijn
contract afliep en hij vertrok.
b. En Roma, cuando aún cantaba papeles femeninos, habla dos baronesas recién casadas,
gemelas, impertinentes, en realidad auténticas cucarachas, que lloraron a lágrima viva
cuando terminó su contrato y se marchó.
Resalta que las palabras que figuran en esta categoría son de tipo variado y pueden, en teoría,
casi todas llevar la forma diminutiva en español: Afrikaantjes, baronesjes, dochtertjes (3x),
grietje, hulpje, jongetje (9x), kereltje, kindhoertje, koksmaatje, lieverdje, nichtje (4x),
pioniertje, volkjes, vrouwtje, zusje (2x). Más adelante, después de haber también discutido
nuestro segundo corpus, nos centraremos más en estos diminutivos acaso típicamente
neerlandeses.
Pasamos ahora a los datos en nuestro segundo corpus, los textos españoles traducidos
al neerlandés:
63
Esp fuente + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Neerl meta
+ dim sint + dim an - 2 - -
+ dim sint - 46 - 42
+ dim an - 4
- dim 1 23
Dos hechos saltan a la vista: primero, los diminutivos humanos españoles demuestran un
comportamiento distinto a los neerlandeses discutidos arriba, al conservarse en la mayoría de
los casos. (El número de los diminutivos conservados es casi el doble del de los diminutivos
eliminados). El ejemplo (37) demuestra la traducción más probable de un diminutivo español
al neerlandés:
(37) a. Cuando Frida Ungern, de soltera Wender, levantó los ojos y su mirada se cruzó con la de
Corso, ya no parecía una abuelita dulce.
b. Toen Frida Ungern, meisjesnaam Wender, opkeek en haar blik die van Corso kruiste, had ze
weinig meer van een lief grootmoedertje.
Segundo, se añade un gran número de diminutivos en la traducción neerlandesa, mientras que
en el texto original estas palabras no se presentan con el sufijo diminutivo, como en el
ejemplo (38).
(38) a. Si mi Yihad hubiera estado delante seguro que le había dado su merecido a ese macarra.
b. Als Yihad erbij was geweest, zou hij het dat boefje vast en zeker betaald hebben gezet.
Salta a la vista que eso no ocurrió en la traducción del neerlandés al español, lo que confirma
una diferencia de uso del diminutivo con referentes humanos. En una tentativa de desvelar
esta diferencia, analizamos los diminutivos que se añaden en la traducción neerlandesa, sea:
balletdanseresje, boefje, broertje, bruidje, dikkertje, dochtertje, jongetje (13x), juffie, kereltje,
kleintjes, lievelingetje (2x), mevrouwtje, opaatje, schoonmamaatje, stelletjes, ukje,
vriendinnetje (3x), vriendje (6x), weduwetje, zoontje, zusje. Observamos que reaparecen
frecuentemente las mismas palabras, que además pertenecen a un mismo campo semántico, o
sea, las personas del entorno familiar, como vriendje, dochtertje, zoontje, broertje, neefje,
nichtje, ...
(39) Mijn dochtertjes eten goed en slapen uitstekend.
Mis hijas comen y duermen muy bien.
64
(40) 'Ik wist niet eens dat Theresa een nichtje had,' merkte Mathilde op.
Ignoraba que Thérèse tuviera una sobrina --dijo Mathilde.
Como se ve en los ejemplos, en español corresponde generalmente a la forma neutra amigo,
hija, hijo, hermano, primo, sobrina,... Al buscar en CREA se confirma que las formas
diminutivas de estos nombres no son tan frecuentes en español, aunque no por eso imposibles.
Sin embargo, parece que el neerlandés tiende más a expresar explícitamente los lazos
afectivos que van descontados en español.
A fin de confirmar esta hipótesis revisamos si esta afirmación sigue siendo válida en
nuestro tercer corpus, la comparación de la traducción española y neerlandesa de un libro
inglés, cuyo contenido se representa en el esquema siguiente:
Inglés Fuente Trad esp + dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Trad neerl
+ dim sint + dim an - 3 7 3
+ dim sint - 7 3 40
+ dim an - -
- dim - 3
Aquí el número más elevado es de nuevo el de los diminutivos neerlandeses ausentes en la
traducción, como en el ejemplo (41):
(41) a. Tía Petunia decía a menudo que Dudley parecía un angelito.
b. Tante Petunia zei vaak dat Dirk net een engeltje was
Investigamos la medida en que estos diminutivos pertenecen al ámbito familiar. Los
miembros de esta categoría son los siguientes: baasje (3x), broertje (10x), Dirkje,
eerstejaartjes (2x), jongetje (4x), kereltje, kliertje, kotertje, maatjes (3x), mammie (2x),
mannetje (4x), neefje (3x), pappie, persoontje, Ronnieponnie (2x), tovenaartje,
tweelingbroertjes (2x), tweelingzusjes, ventje, vriendje, vrouwtje, zoontje (7x). Constatamos
que 28 de los 40 diminutivos humanos presentes en la traducción neerlandesa y ausentes en la
española pertenecen efectivamente a este círculo de familiares. De esta manera parece que
hemos revelado una diferencia entre el diminutivo español y neerlandés, pero es sólo una
parte de la realidad. Más o menos la mitad de los nombres pertenecen a este entorno familiar,
lo que significa que queda todavía la mitad de los diminutivos humanos sin explicación y
pasamos por lo tanto a la investigación de otros factores.
65
Nombres propios
En el tercer corpus hubo mención de nombres propios como Dirkje y Ronnieponnie, lo
que posiblemente pueda indicar otra pista de investigación, o sea, la de los nombres propios.
Buscamos por lo tanto todos los nombres propios con diminutivo en nuestros corpus y
proporcionamos los datos en la figura siguiente:
Nombre propio + dim esp = nombre propio + dim nl 2
nombre propio + dim esp = nombre propio – dim nl 9
nombre propio – dim esp = nombre propio + dim nl 1
Figura 9: diminutivos a partir de nombres propios
Muestra que el español recurre más a menudo a un nombre propio con diminutivo que el
neerlandés. Sin embargo, a este respecto cabe hacer una breve reflexión sobre el uso de
diminutivos con nombres propios españoles que en nuestro corpus no ocurre con los nombres
propios neerlandeses. El español demuestra una tendencia particular a generalizar el uso del
diminutivo con algunos nombres propios. Concretamente, se trata en nuestro corpus de
nombres como Carnicerito, Paquito y Joselito, que son obviamente diminutivos de
respectivamente Carnicero, Paco y José, pero a lo largo de nuestro textos se denominan
únicamente son su forma diminutiva. En neerlandés generalmente se recoge la forma
diminutiva española –ito lo que indica que el sufijo se considera parte del nombre propio:
(42) a. Igual que yo me merezco que mi abuelo me llame: Manolito, el Nuevo Joselito
b. Net zoals ik verdien dat mijn grootvader me Manolito, de Nieuwe Joselito, noemt.
Dada la alta frecuencia de estos nombres, nos hemos limitado a recoger un sólo ejemplo en
nuestro corpus a fin de no falsificar los datos.
Cuatro de los nueve diminutivos españoles que se eliminan en la traducción se explican
por este fenómeno. Significa que en los demás cinco casos existe la posibilidad de traducir
mediante un diminutivo sintético, pero tal cosa no se ha hecho, como se ve en el ejemplo (43):
(43) Susana, Susanita Ferreras repetía el nombre con una ternura casi impúdica
'Susana, kleine Susana', Ferreras sprak haar naam met bijna schaamteloze tederheid uit.
En el ejemplo Susanita no se ha lexicalizado (como Carnicerito mencionado arriba), ya que a
menudo se utiliza el nombre neutro Susana. En la traducción, luego, no se opta por
Susanaatje sino por la disminución analítica mediante un adjetivo y de esta manera las
66
connotaciones afectivas o disminuidoras del diminutivo español no se pierden enteramente.
No queda claro por qué no se ha recurrido a una traducción con diminutivo sintético, ya que
otro ejemplo (44) demuestra que es perfectamente posible la forma Susanaatje en neerlandés:
(44) a. Joé, con la Susanita, nos tiene a todos machacados.
b. 'Tjonge, dat Susanaatje van jou heeft het nogal voor het zeggen.'
Sin embargo, no parece ser tan neutro este uso del diminutivo, ya que Susanaatje conlleva una
connotación negativa de amenaza. Averiguamos si es también el caso de los demás nombres
propios neerlandeses que llevan el diminutivo y constatamos que ocurre algo similar en el
ejemplo (45) donde el diminutivo sirve para burlarse de la persona denotada por el mismo.
Sin embargo, el ejemplo (46) indica que el diminutivo neerlandés puede también utilizarse
simplemente de manera afectiva.
(45) a. —No te preocupes, el pequeño Ronnie estará seguro con nosotros. —Cállate —dijo otra vez
Ron.
b. 'Maak je maar niet ongerust, we zullen goed voor die lieve kleine Ronnieponnie zorgen.’.’
'Hou je kop,' zei Ron opnieuw.
(46) a. Tía Petunia estalló en lágrimas y dijo que no podía creer que aquél fuera su pequeño
Dudley, tan apuesto y crecido.
b. Tante Petunia barstte in tranen uit en zei dat ze gewoon niet kon geloven dat dat haar lieve
kleine Dirkje was, zo knap en volwassen zag hij eruit.
Una posible conclusión sería que en español suena más natural el diminutivo con los nombres
propios que en neerlandés, donde va combinado más a menudo con valores despectivos. Pero
enfatizamos que es una mera sospecha, ya que no tenemos bastante material en nuestro corpus
para sacar conclusiones definitivas.
Volviendo a nuestra pregunta de investigación ‘¿por qué ocurren más diminutivos
humanos neerlandeses que españoles?’, los nombres propios no proporcionan una explicación
servicial e incluso contradicen esta pregunta, al presentarse más nombres propios con
diminutivo españolas que neerlandeses. Sin embargo, estos nombres propios constituyen sólo
2% de los diminutivos humanos neerlandeses, así que no tienen mucha importancia en la
solución de nuestra pregunta de investigación.
En conclusión, no hemos conseguido explicar todas las razones por las cuales surgen
mucho más diminutivos humanos neerlandeses que españoles, pero lo que sí hemos
constatado es que en el neerlandés se presenta una fuerte tendencia a utilizar el diminutivo
67
con referentes que pertenecen al ámbito familiar, algo que no es tanto el caso en el español.
Por lo demás, cabe darse cuenta que la traducción es algo subjetivo y que quizás el hablante
neerlandés tiende más a utilizar intuitivamente el diminutivo que el hispanohablante, sin que
haya una verdadera razón detrás de este comportamiento lingüístico.
ANIMADOS
La siguiente categoría que analizaremos en cuanto a su comportamiento con el
diminutivo es la de los animados. Como se ve en el esquema, no figuran tantos miembros en
esta categoría:
Anim + dim esp = Anim + dim nl 12
Anim + dim esp = Anim – dim nl 4
Anim – dim esp = Anim + dim nl 10
Figura 10: Diminutivos animados
Se nota que en la mayoría de los casos un diminutivo animado español corresponde a un
diminutivo animado neerlandés, como en el ejemplo siguiente:
(47) El cuerpo de ejército de Erlon se deshizo como la choza de paja del cerdito perezoso, pero
Ney y la gente de Jerome sostuvieron su línea.
Het legerkorps van Erlon viel uit elkaar als het strohutje van het luie biggetje, maar Ney en de
mensen van Jérôme hielden stand.
Sin embargo, en cuanto a los diminutivos que no se corresponden en ambos idiomas,
los diminutivos [Anim-dim esp = Anim+dim nl] son de nuevo la mayoría. Observaremos
brevemente nuestros distintos corpus para hacerse una idea del comportamiento del
diminutivo animado.
En el primer corpus, los textos neerlandeses traducidos al español, se constata que los
diminutivos animados contradicen la tendencia general al conservarse en la traducción al
español:
(48) a. Als de deur openschiet kan Faustina de donkere, verstikt ademende ruimte in lopen om het
lieve beestje, in de hoek naast de ruif, los te maken en mee naar buiten te nemen.
b. Cuando la puerta se abre de golpe, Faustina puede entrar en el recinto oscuro y sofocante
para desatar al encantador animalito, en el rincón del pesebre, y sacarlo.
Neerl fuente + sint + sint - sint - sint
68
Esp meta + an - an + an - an
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 6 - 1
- sint + an 1 -
- sint - an - 1
El segundo corpus, los textos españoles traducidos al español, sigue enteramente las
tendencias generales, primero, al conservarse los diminutivos españoles en su traducción al
neerlandés, y segundo, al añadirse algunos diminutivos neerlandeses que no ocurren en el
texto español original.
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 5 - 5
- sint + an - -
- sint - an - 1
El tercer corpus, luego, aunque tiene muy pocos datos, tampoco confirma realmente las
tendencias generales, ya que los dos diminutivos sintéticos españoles no se conservan en el
neerlandés. Por el contrario, los diminutivos neerlandeses ausentes en el texto español sí
siguen el patrón esperado.
Concluimos de estas tablas que el comportamiento de los animados no se deja predecir
tan fácilmente como, por ejemplo, el de los humanos. Se presenta una pequeña mayoría de
diminutivos animados neerlandeses pero por no haber descubierto claras tendencias paralelas
INGLÉS Esp trad + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl trad
+ sint + an - - - -
+ sint - an - - - 3
- sint + an - 1
- sint - an - 1
69
en los distintos corpus, lo atribuimos a la coincidencia. Claro está que se requiere un corpus
de animados más largo para sacar conclusiones sólidas, pero con base en nuestro corpus
limitado concluimos (provisionalmente) que no existe una verdadera diferencia de uso entre el
español y el neerlandés en cuanto al diminutivo animado.
INANIMADOS
De manera paralela a la discusión de los diminutivos humanos y animados pasamos
ahora a la discusión de los inanimados, cuyos datos demuestran tendencias similares a las de
los humanos: se ve en la siguiente tabla que un montón de diminutivos neerlandeses no tienen
correspondiente en el español: que una parte considerable tiene el diminutivo en ambos
idiomas; y que, finalmente, son pocos los casos donde el español tiene un diminutivo que no
figura en el neerlandés:
Inan + dim esp = Inan + dim nl 165
Inan + dim esp = Inan – dim nl 51
Inan – dim esp = Inan + dim nl 701
Presentamos un ejemplo de cada tipo:
(49) a. Pero lo cierto fue que La Ponte, con su barbita rubia y rizada, los ojos dulces de gaviero
Billy Budd y sus ensueños de cazador frustrado de ballenas, llegó a despertar la simpatía de
Corso.
b. Maar zeker was in elk geval dat La Ponte, met zijn blonde, krullende baardje, zijn ogen,
zacht als van de marsgast Billy Bud en zijn dromen van gefrustreerde walvisjager, ten slotte
sympathie bij Corso opwekte.
(50) a. dio unos golpecitos rencorosos sobre el título, caligrafiado con mayúsculas.
b. Ze gaf een paar rancuneuze tikken op de in hoofdletters gecalligrafeerde titel.
(51) a. Tussen de bootjes op het strand stonden vissers in vuilwitte broeken, een lap om het hoofd,
over een net vol glinsterend leven gebogen.
b. Entre los botes de la playa había pescadores con sucios calzones blancos, un trapo
enrollado en la cabeza, inclinados sobre una red llena de reluciente vida.
A fin de extraer las diferencias entre el diminutivo inanimado español y neerlandés,
investigaremos ahora cada uno de nuestros corpus, empezando con los textos neerlandeses
traducidos al español, cuyos datos hemos representado en el esquema siguiente:
Neerl fuente + sint + sint - sint - sint
70
Esp meta + an - an + an - an
+ sint + an - - - -
+ sint - an 1 28 - 1
- sint + an 1 36
- sint - an - 151
Salta a la vista que una cantidad enorme de diminutivos inanimados neerlandeses se elimina
en la traducción al español. En 36 casos se recupera la idea de disminución mediante un
adjetivo, pero en los demás 151 no aparece tal elemento de compensación. Un ejemplo
prototípico sería:
(52) a. als hij blootsvoets over de achterafweggetjes van het dorp rende, een gevorkte tak in zijn
hand, klonk zijn stem, zijn roep, net zo schel als van welke Campaanse jongen ook.
b. cuando corría descalzo por los caminos apartados del pueblo una rama ahorquillada en la
mano su voz y su grito sonaban tan estridentes como los de cualquier muchacho de la
Campania.
En nuestro segundo corpus, pues, son muy divergentes los datos, ya que la mayoría de
los diminutivos españoles (96 casos) se conserva en la traducción al neerlandés. Además, muy
constrastante es el número elevado de diminutivos ausentes en los textos en español y
añadidos en la traducción neerlandesa:
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
+ sint + an 1 96 11 1
+ sint - an - - 2 270
- sint + an 1 -
- sint - an - 19
Presentamos respectivamente un ejemplo de un diminutivo español traducido al neerlandés y
un diminutivo ‘añadido’ en la traducción neerlandesa:
(53) a. Atravesé la calzada y por fin vi al hombre atezado con un sombrero viejo y un bigotito
blanco muy recortado, un hombre de piel curtida y expresión amable […]
b. Ik stak de straat over en zag eindelijk de man, hij droeg een oude hoed en een zeer kort
geknipt wit snorretje, een man met een verweerde huid en een vriendelijk gezicht[…]
71
(54) a. Me merecía una estatua en el parque del Árbol del Ahorcado, una estatua con una placa
que dijera: A Manolito Gafotas.
b. Ik verdiende een standbeeld in het Park van de Boom der Gehangene, een standbeeld
met een bordje waarop stond: 'Ter ere van Manolito Brillenkas
Estas dos constataciones confirman las tendencias generales en la traducción del diminutivo,
pero divergentes son los 19 casos en que el diminutivo español se pierde en la traducción al
neerlandés. Buscando comprender los motivos a lo que esto responde, investigamos este
grupo de diminutivos en detalle y constatamos tres tendencias generales. Primero, ocurre
cuando del contexto o del significado ya queda claro que se trata de un objeto de tamaño
reducido, como se ve en los ejemplos (55) y (56). En (55) una gotita es una partícula
redondeada que se desprende de un líquido11
, que puede traducirse mediante druppel o
druppeltje, sin que realmente influya en el significado. Paralelamente, en (56) un golpecito
puede traducirse mediante een tik o een tikje, dos palabras que se acercan mucho en su
significado. En estos casos en neerlandés no parece ser necesario enfatizar otra vez la
pequeñez y se opta por la forma neutra.
(55) a. me pidió su Biblia, él ya no tenía fuerzas ni para levantarla, miraba a la momia con los ojos
húmedos, se limpiaba una gotita que le brillaba en la punta de la nariz
b. hij vroeg om zijn bijbel, hij had al niet meer de kracht die zelf op te tillen, met vochtige ogen
keek hij naar de mummie, hij veegde een druppel weg die aan het puntje van zijn neus
glinsterde
(56) a. dio unos golpecitos rencorosos sobre el título, caligrafiado con mayúsculas .
b. Ze gaf een paar rancuneuze tikken op de in hoofdletters gecalligrafeerde titel.
Segundo, el diminutivo también puede desaparecer en la traducción neerlandesa cuando se
compensa la idea de pequeñez mediante otro lexema. En el ejemplo siguiente mesita baja se
ha traducido mediante la palabra neutra salontafel, lo que por definición implica una mesa
baja:
(57) a. Las piernas no se movieron, y en seguida comprobé que mis escrúpulos democráticos
habían sido injustificados, porque el español respondió con un golpe de llaves muy asertorio
sobre la mesita baja
b. De benen bewogen niet, en onmiddellijk stelde ik vast dat mijn democratische scrupules
ongegrond waren geweest, want de Spanjaard antwoordde met een zeer bevestigende klap van
de sleutels op de salontafel
11
Definición de wordreference.com
72
Mientras que en estos casos el significado ‘pequeño’ es propio del lexema, también puede
expresarse la pequeñez explícitamente mediante un adjetivo. En los mismos casos también es
posible que el neerlandés no considere necesario expresar otra vez la pequeñez mediante el
sufijo diminutivo, pero eso es menos frecuente:
(58) a. Lo primero que vio al empujar la puerta del pequeño saloncito del hotel fue a la chica
b. Het eerste wat hij zag toen hij de deur van de kleine hotelsalon openduwde was het meisje.
Tercero, otros revelan diminutivos lexicalizados que todavía no se han recogido en el
diccionario: cochecito de niños no se encuentra en el Moliner, aunque parece ser la única
forma aceptada, ya que no aparece coche de niños ni en nuestro corpus, ni en el banco de
datos CREA.
(59) a. Antes de salir teníamos que sacar al pasillo el cochecito por lo pequeño que era nuestro
apartamento.
b. Als je naar buiten wilde moest je eerst die kinderwagen de gang op rijden; zó krap was het
bij ons.
Terminamos luego con la discusión de nuestro tercer corpus, la comparación de una
traducción española y neerlandesa de un libro inglés:
INGLÉS Esp trad + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl trad
+ sint + an 1 9 18 5
+ sint - an - 30 9 178
- sint + an - -
- sint - an - 7
Estos datos confirman que el diminutivo neerlandés corresponde a menudo a un diminutivo
analítico español, lo que muestra el hecho de que no con todas las palabras suena tan natural
utilizar el diminutivo como en neerlandés. En el ejemplo siguiente es perfectamente natural
decir balletje, pero pelotita, por el contrario, no lo es, lo que va confirmado por los 19 casos
en CREA (España) de la palabra diminutiva frente a las 1328 ocurrencias de la palabra neutra
pelota. A menudo se acude a un diminutivo analítico para no perder la connotación
disminuidora.
(60) a. Podía ver la pequeña pelota, agitando sus alas, volando hacia delante. Aumentó su
velocidad y.. ¡PUM!
73
b. hij zag het kleine balletje voor zich uitschieten, met wild fladderende vleugeltjes hij perste er
een extra sprint uit BENG!
Por lo demás, los diminutivos españoles se conservan en la traducción neerlandesa, mientras
que los diminutivos neerlandeses desaparecen mayoritariamente en la traducción española. A
fin de explicar las razones de este comportamiento distinto y por el hecho de que a primera
vista no se delinean claras diferencias, investigamos más en detalle la naturaleza semántica de
estos diminutivos, lo que será el sujeto de los apartados siguientes que discuten su carácter
contable o no contable, concreto o abstracto y verbal o deverbal.
6.1.2. Contable vs. No contable
Clasificamos los diminutivos sustantivos en dos categorías, a saber, los contables (+C) y
los no contables (-C) y estudiamos si tiene influencia en la manera que se traduce el
diminutivo, lo que da lugar a los esquemas siguientes. A pesar de que entran en estas cifras
tanto los humanos, animados e inanimados, aprenderemos de esta investigación sobre todo
sobre los inanimados, ya que los primeros dos constituyen sólo una minoría (véase la
distrubución porcentual de estas tres categorías de sustantivos, cfr. V.6.1.1) y además todos
ellos son contables.
Empezamos analizando nuestro primer corpus, y constatamos que los no contables son la
minoría y además se presentan únicamente en los textos neerlandeses. Cuando se traducen al
español se eliminan, e incluso no se presenta un proceso de compensación mediante el
diminutivo analítico. Observamos que es en general muy escaso, ya que los no contables
neerlandeses tampoco aparecen con un diminutivo analítico:
Neerl
fuente
+ dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Esp meta +C -C +C -C +C -C +C -C
+ dim sint
+ dim an
+C - - - - - - - -
-C - - - - - - - -
+ dim sint +C 1 - 38 - - - 18 -
-C - - - - - - - -
+ dim an +C 1 - 37 -
-C - - - -
74
- dim an +C 1 3 178 14
-C - - - -
Los diminutivos no contables que se eliminan en la traducción son del tipo siguiente:
(61) a. In de hel is je volk al geweest, dus nu mag het ook een tijdje in het paradijs, aan ons zal het
niet liggen.
b. Tu pueblo ya ha pasado por el infierno, así que es hora de que disfrute un tiempo del
paraíso.
Pasamos a la discusión del segundo tipo para aprender más sobre este comportamiento
peculiar de los diminutivos no contables y constatamos que lo mismo se repite aquí: no
disponemos de ningún diminutivo no contable español, aunque en la traducción neerlandesesa
sí surgen diminutivos no contables:
Esp
fuente
+ dim sint
+ dim an
+ dim sint + dim an - dim
Neerl meta +C -C +C -C +C -C +C -
C
+ dim sint
+ dim an
+C - - 1 - 11 - 1 -
-C - - - - - - - -
+ dim sint +C 1 - 148 - 2 - - -
-C - - - - - - 18 -
+ dim an +C 2 - - -
-C - - - -
- dim +C - - 44 -
-C - - - -
La ausencia total del diminutivo no contable español en contraste con las distintas ocurrencias
del diminutivo no contable neerlandés señala una diferencia fundamental entre ambos
idiomas. Observamos cuáles son los diminutivos no contables en este corpus, y constatamos
que son del mismo tipo que los diminutivos eliminados en nuestro primer corpus:
(62) a. exuberante era la palabra, se dijo; llevaba un rato dándole vueltas
b. weelderig mocht je wel zeggen, dacht hij, een woord dat hem al een tijdje niet met rust liet
Antes de pasar a las conclusiones averiguamos si en nuestro tercer corpus la misma
75
tendencia se repite:
INGLÉS Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an
Neerl meta +C -C +C -C +C -C +C -C
+ sint + an +C 1 - 12 - 27 - 5 -
-C - - - - - - - -
+ sint - an +C - - 38 - 11 - 212 -
-C - - - - - - 11 -
- sint + an +C - - 2 -
-C - - - -
- sint - an +C - - 23 -
-C - - - -
Y, efectivamente, también en este corpus los únicos diminutivos no contables provienen de
los textos neerlandeses. Concretamente, en los tres corpus se trata de las palabras een tijdje y
een poosje ̧que nunca aparecen en forma plural. En español, por el contrario, no se impide la
formación del plural con la traducción de estos nombres, ratito, como indican los ejemplos en
CREA así que entra en la categoría de los contables:
(63) Las horas que hemos pasado en Covarrubias los dos solos, sin atender al teléfono ni al reloj,
entreverando con música, café y poemas algunos ratitos de sueño, sin parar de hablar, de
reírnos y de acariciarnos, son una creación de Raimundo, que sólo precisaba de mi
asentimiento para tomar cuerpo en ese escenario gastado y renovarlo.12
(Nubosidad variable
de C. Martín Gaite, 1992)
Igualmente demostrativo es el ejemplo siguiente de nuestro corpus, en que se quiere expresar
una multitud de breves lapsos de tiempo. Desafortunadamente no ocurre el diminutivo en la
traducción española, pero no obstante demuestra lo común que es el plural ratos. Y como
señalan los datos en CREA, hubiera sido perfectamente posible aparecer en su forma
diminutiva.
(64) Er verstreek een poosje, en nog een, en toen besefte ik dat ik de slaap niet kon vatten.
12
Criterios de búsqueda: datos de España y los demás criterios los hemos dejado abiertos.
76
Pasó un rato, dos ratos, después del tercer rato me di cuenta de que no podía dormirme
De esta manera hemos aclarado el contenido de la categoría de los no contables, lo que
no era un desafío dado el número limitado de sus miembros, lo que hace surgir otra pregunta:
¿A qué se debe este número tan bajo? Una explicación muy general es que en la lengua
simplemente haya más nombres contables que no contables, ya que hablamos muy a menudo
sobre lo que vemos, entidades concretas que son contables. Entre las entidades no concretas
figuran ideas abstractas, que en general tampoco aparecen en diminutivo. Pensamos por
ejemplo en amor, tristeza, alegría. Sin embargo, una serie de nombres abstractos neerlandeses
sí aceptan el sufijo diminutivo y lo peculiar es que gracias al diminutivo se posibilita el plural.
En el ejemplo (65) el nombre abstracto applaus no admite el plural, mientras que la forma
applausje sí puede dar lugar al plural applausjes. Algo similar ocurre con los sustantivos que
derivan de adjetivos, como kleintjes que deriva de klein (66). El significado original es una
idea abstracta, a saber, la pequeñez, y de ahí se ha transferido a designar una persona pequeña.
(65) a. hij schepte erover op zoals behoedzame en machtige mensen plegen,te doen omdat elk
subtiel bedrog voor hen in zekere zin een applausje waard is
b. se ha jactado de ellas en la medida en que todo sutil engaño a los precavidos y poderosos es
en parte digno de aplauso
(66) a. eigenlijk had ze het alleen over 'de kleintjes', om hen te onderscheiden van hun broers, die
ze 'de jongens' noemde.
b. o más bien decía sólo 'las niñas' para diferenciarlas de sus hermanos, a los que en cambio
llamaba 'los muchachos'.
En todos estos casos el diminutivo posibilita la formación del plural, un hecho que parece
contrastar con el español, ya que después de haber repasado todos nuestros diminutivos
españoles, constatamos que incluso sin el sufijo diminutivo es posible el plural. Así llegamos
a una de las razones que explica el uso más elevado del diminutivo con los inanimados, ya
que permite a algunas formas construirse en el plural.
Además, otro tipo de abstractos contables son los merónimos, las palabras que
representan a un referente que constituye una parte de otro referente, cuya denominación es el
holónimo. En nuestro corpus encontramos una gran cantidad de casos en que el merónimo
lleva el sufijo diminutivo que va seguido por un holónimo en su forma neutra. Así, en el
ejemplo siguiente bodempje es el merónimo mientras que water es el holónimo. La razón por
la cual hablamos de abstractos es que lo que se ve y lo que se puede tocar es el agua, mientras
que een bodempje sólo es una idea que indica el volumen.
77
(67) a.Hij had niet meer dan een bodempje water opgevangen.
b. Apenas había conseguido agua.
En el ejemplo vemos que en el español no recupera la misma forma de expresar, ya
que no se dice un fondo de agua, sino que se opta por una formulación enteramente diferente.
Las cifras de la correspondencia entre ambos idiomas confirman que es un fenómeno más
bien raro en español:
Merónimo + dim esp = Merónimo + dim nl 12
Merónimo + dim esp = Merónimo – dim nl 2
Merónimo – dim esp = Merónimo + dim nl 45
A nuestro parecer esta estructura no es marcada en el neerlandés mientras que en el español
lleva más relieve. Se nota en el ejemplo siguiente que groepje es la forma utilizada
intuitivamente, ya que groep se utilizaría para indicar un grupo grande, lo que no es el
significado deseado. En español, pues, grupo no necesariamente se refiere a un grupo de
tamaño grande.
(68) a. Op dat moment passeerde een groepje mensen en hij ving een paar woorden op van hun
gesprek.
b. En aquel momento, un grupo de gente pasó por su lado y captó unas pocas palabras.
Significa que en los casos en que el español utiliza el diminutivo con los merónimos se
debería tratar de entidades cuya pequeñez o cantidad limitada es enfatizada, lo que se
confirma en nuestros ejemplos. Así se nota que en (69) se trata de un hombre que ha dejado
de fumar y beber, y se enfatiza mediante el diminutivo que no se permite ni siquiera un
pequeño vaso de vino.
(69) a. Ya no fumaba, ya no se permitía ni un vasito de vino en las comidas, no probaba más vino
que el de la consagración, dijo riéndose, y con éste apenas se humedecía los labios, le habían
quitado la sal, aunque esa falta le entristecía menos que la de los cigarrillos, a los que de
joven había sido muy aficionado
b. Hij rookte niet meer, hij gunde zichzelf niet één glaasje wijn meer bij de maaltijden, hij
dronk niet meer wijn dan die bij de consecratie, zei hij lachend, en daarmee bevochtigde hij
amper zijn lippen, hij mocht geen zout meer gebruiken, al verdroot hem dat minder dan het
gemis van zijn sigaretten, waar hij in zijn jonge jaren een groot liefhebber van was geweest
En conclusión, en cuanto a los diminutivos contables y no contables nos percatamos
de que existen ciertas diferencias fundamentales entre ambos idiomas. En cuanto a los
78
diminutivos no contables, constatamos que pueden presentarse únicamente en el neerlandés.
Entre ellos figuran palabras como een tijdje y een poosje, que en español son obviamente
contables. En cuanto a los diminutivos contables, pues, quisimos revelar por qué la cantidad
neerlandesa es más amplia que la española y constatamos un comportamiento peculiar de
algunos nombres abstractos. Discutimos, primero, los nombres abstractos no contables que
gracias al sufijo diminutivo se convierten en contables y, segundo, los merónimos. Ninguno
de estos dos tipos de abstractos se haya en el corpus de diminutivos contables españoles en la
misma medida que en los neerlandeses.
6.1.3. Deverbal vs. Deadjetival vs. Sustantivo Puro
Los sustantivos pueden derivar de distintas clases gramaticales. En lo que sigue
analizaremos de qué categoría gramatical han derivado los sustantivos que llevan el sufijo
diminutivo. Distinguimos entre los deadjetivales, los deverbales y los sustantivos puros. En
(70) morenitos/bruintjes proviene del adjetivo morenos/bruin; en (71) golpecito/tikje proviene
del verbo golpear/tikken; y finalmente, en (72), bigotito es un sustantivo puro sin estar
derivado de otra clase gramatical.
(70) a. Me gustaría; pero tengo a tres de mis morenitos con sarampión.
b. 'Ik zou best willen, maar ik heb drie van mijn bruintjes met de mazelen in bed.
(71) a. y antes de irse me dejó una tarjeta y me dio un golpecito en la barbilla
b. En voor hij wegging gaf hij me zijn kaartje en een tikje tegen mijn kin
(72) a. No más chotis; el sombrero caído y el bigotito ensangrentado.
b. Geen chotis meer, de hoed op straat en het snorretje bebloed.
Investigamos en qué medida estos distintos grupos de diminutivos se reparten en nuestro
corpus, lo que da lugar a los porcentajes siguientes:
Figura 11: Diminutivos españoles Figura 12: Diminutivos neerlandeses
14%
8%
78%
Deadjetival
Deverbal
No derivado
0,2% 9,8%
90,0%
Deadjetival
Deverbal
No derivado
79
Salta a la vista que en ambos idiomas la fracción más grande es la de los sustantivos ‘puros’,
aunque este número es ligeramente más elevado en neerlandés que en español. El número de
deverbales se equivale en ambos idiomas y, por lo demás, destaca mucho el contraste entre los
deadjetivales neerlandeses y españoles, lo que indica que la disminución de deadjectivales es
mucho más común en español que en neerlandés. En cuanto a los nombres no derivados no
podemos añadir mucho al análisis hecho arriba, por lo que en este apartado nos enfocaremos
sobre todo en los deverbales y los deadjetivales.
Empezaremos discutiendo los deverbales, analizando su comportamiento en cada uno
de nuestros corpus. Los diminutivos encontrados en nuestro primer corpus son los siguientes:
Neerl fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Esp meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 2 - 1
- sint + an - 1
- sint - an - 12
En este corpus se nota que los diminutivos deverbales siguen la tendencia de los demás
diminutivos neerlandeses traducidos al español, al eliminarse en la mayoría de los casos:
(73) a. Het gesprekje met Charlotte zat Etienne nog steeds dwars.
b. La conversación con Charlotte no dejaba de preocuparle.
Los diminutivos de nuestro segundo corpus, luego, se presentan de la manera siguiente:
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 14 - 44
- sint + an - -
- sint - an - -
Estos diminutivos tampoco constituyen una excepción a la tendencia general, al conservarse
en la traducción del español al neerlandés (74) y al añadirse muchos diminutivos en la
traducción neerlandesa (75):
80
(74) a. Le tuve que decir que había sido una bromita de las mías para que cerrara la boca, porque
se le había quedado bastante abierta a la pobrecilla sita Espe.
b. Ik bekende haar dat dit een van mijn grapjes was. Ze deed haar mond, die ze nogal wijd
openhield, weer dicht.
(75) a. se ha jactado de ellas en la medida en que todo sutil engaño a los precavidos y poderosos es
en parte digno de aplauso si además queda impune y no es descubierto
b. hij schepte erover op zoals behoedzame en machtige mensen plegen,te doen omdat elk
subtiel bedrog voor hen in zekere zin een applausje waard is als het daarenboven onbestraft
blijft en niet ontdekt wordt
Los diminutivos deverbales en el tercer corpus, luego, son los siguientes:
INGLÉS Esp trad + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl trad
+ sint + an - - 1 -
+ sint - an - - 1 20
- sint + an - -
- sint - an - 1
Aquí vemos que casi no figuran diminutivos deverbales y que en la traducción neerlandesa
aparecen muchos diminutivos ausentes en el texto español.
Una primera conclusión general en cuanto a los deverbales concierne a la repartición
cuantitativa, ya que en los distintos corpus son muy escasos los diminutivos deverbales
españoles en comparación con los neerlandeses. Observamos cuáles son los miembros de la
categoría de los deverbales españoles, así como de los deverbales neerlandeses, que
mencionamos abajo:
- bromita (3x), golpecito (7x), risita (11x), sonrisita (2x)
- armdrukje, applausje, avondgebedje, bedriegerijtje (2x), bezoekje, bronchitishoestje,
complimentje, dansje, duwtje, feestje (3), geintje, geluidje (4x), gesprekje (3x), glimlachje
(7x), lachje (18x), slaapliedje, grapje (7x), klapje, knalletje, kneepje, knikje (7x),
hoofdknikje (2x), knipoogje (2x), kreetje, pleziertje (2x), seintje, simulatiespelletje,
computerspelletje, spelletje (9x), slokje, spreukje, sprongetje (2x), stapje (2x), tikje (3x),
toespraakje (2x), trekje (2x), uitstapje, verhaaltje (3x), vraagje, wedstrijdje, zoentje,
zuchtje
81
De esta manera salta a la vista la variedad más grande de diminutivos neerlandeses
comparados con la de los españoles. Además, todos los deverbales españoles son también
posibles en el neerlandés: bromita/grapje, golpecito/tikje y (son)risita/(glim)lachje, aunque lo
contrario no parece ser verdad, ya que todos estos diminutivos deverbales neerlandeses no
aparecen en el español. Buscamos en CREA (España) la traducción española de esta serie de
diminutivos y constatamos que no son imposibles las formas diminutivas de estos nombres,
pero no son frecuentes. Por ejemplo, se presenta 1 ejemplo de aplausito y 3 ejemplos de
visitita.
Una posible interpretación del número más elevado de deverbales neerlandeses sería
por el hecho de que el sufijo diminutivo en algunos casos los convierte en contables (lachje,
aplausje, pleziertje,...) y en otros casos evita la confusión con el infinitivo del verbo (tikken,
zuchten, duwen). En español este problema no se presenta, ya que el susantivo, incluso en
plural, tiene una forma diferentente del infinitivo del verbo.
La categoría siguiente que discutiremos es la de los deadjetivales. En la introducción
expusimos una diferencia cuantitativa fundamental entre el español y el neerlandés, ya que en
este último casi no figuran diminutivos de este tipo. A continuación repasaremos su división
en los distintos corpus.
Sobre el primer corpus no se puede decir mucho, ya que contiene sólo un deadjetival:
Neerl fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Esp meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - - - -
- sint + an - -
- sint - an - 1
El ejemplo en cuestion es el siguiente:
(76) a. Die Luc Butard is geen lieverdje, heb ik vernomen.
b. Luc Butard es un tipo desagradable.
Nos damos cuenta de que se trata de una excepción en que el traductor ha optado por una
traducción libre, en la cual asimismo se ha eliminado el diminutivo.
82
En el segundo corpus ya se presentan más ejemplos:
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 19 - 1
- sint + an - -
- sint - an - 17
Vemos que los diminutivos españoles en la traducción al neerlandés corresponde o bien a un
diminutivo sintético, o bien a un diminutivo [-sin –an]. Observamos cuáles son los miembros
de esta última categoría y resulta que las 14 incidencias de la palabra chulito en el libro
Manolito traducidos como neutro son la razón del número elevado de diminutivos eliminados:
(77) a. Nos lo dijo al Orejones López, mi mejor amigo (aunque sea un cerdo traidor), a Yihad, el
chulito de mi barrio, ya mí, que como ya te he dicho mil veces, soy Manolito Gafotas.
b. Ze verkondigde dit aan Flappie, mijn beste vriend (al is hij dan: een verraderlijk
varken), aan Jihad, de blaaskaak van mijn wijk, en aan mij, Manolito Brillenkas.
(78) a. En ese momento doloroso de mi vida vi cómo mi abuelo se acercaba, así que pensé que mi
retaguardia estaba protegida y le grité al chulito de Yihad: ¡Nunca serás el capitán América!
b. Op dat pijnlijke moment in mijn leven zag ik hoe mijn grootvader onze richting
uitkwam. Ik voelde me ineens veilig en schreeuwde Jihad de blaaskaak toe: 'Jij wordt nooit
kapitein Amerika!
Estos ejemplos son un poco problemáticos, ya que son traducciones libres. Se ha optado por
traducir el chulito como blaaskaak y eso se respeta a lo largo del texto. Una traducción más
literal sería leukerdje, que, aunque no imposible, no figura ninguna vez en la traducción
neerlandesa.
Entre los 19 ejemplos en que el diminutivo español corresponde al diminutivo
sintético neerlandés, luego, figura por ejemplo:
(79) a. Me gustaría; pero tengo a tres de mis morenitos con sarampión.
b. Ik zou best willen, maar ik heb drie van mijn bruintjes met de mazelen in bed.
Parece que aquí la traducción ha sido influida por el texto original, ya que en el habla
espóntanea no se diría intuitivamente bruintjes, aunque no es imposible. Este corpus señala
pues que los diminutivos deadjetivales suenan natural en el español y menos en el neerlandés,
83
de ahí la discrepancia cuantitativa.
En el tercer corpus, finalmente, tampoco ocurren muchos diminutivos deadjetivales:
INGLÉS Esp trad + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl trad
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 2 - -
- sint + an - -
- sint - an - 1
Dos ejemplos tienen un diminutivo sintético en ambos idiomas (80) y un diminutivo
español se elimina en el texto neerlandés (81) :
(80) —Cállate, Peeves, por favor... Nos vas a delatar. Peeves cacareó. —¿Vagabundeando a
medianoche, novatos? No, no, no. Malitos, malitos, os agarrarán del cuellecito.
Hou alsjeblieft je mond, Foppe, dadelijk worden we nog van school gestuurd.' Foppe
grinnikte. 'Stiekem rondsluipen in het holst van de nacht? Kleine eerstejaartjes? Foei, foei,
foei. Stouterdjes, stouterdjes.
(81) a. Pobrecillo... No es raro que esté solo. Fue tan amable cuando me preguntó cómo llegar al
andén…
b. Arme schat geen wonder dat hij moederziel alleen was. Ik vroeg me al af waarom. Hij was
o zo beleefd toen hij vroeg hoe hij op het perron moest komen.'
En conclusión, el diminutivo deadjetival es posible en ambos idiomas, aunque parece
ser más natural en el español que en el neerlandés. Eso sólo lo deducimos de que aparecen
muchos diminutivos deadjetivales en los textos originales españoles, que luego pueden
conservarse o no en la traducción neerlandesa. Significa que el hispanohablante recurre
intuitivamente a este tipo de palabas. Sin embargo, en los otros dos corpus con textos
originales neerlandeses o ingleses, el número es mucho más bajo, lo que indica que en estos
idiomas el uso espontáneo del diminutivo deadjetival no es tan frecuente, y por lo tanto
tampoco se reproduce en la traducción española de estos textos.
6.1.4. Adjetivos que acompañan a los sustantivos
En el apartado previo ya hubo mención de los adjetivos como base para formar un
sustantivo diminutivo. Este apartado también trata de los adjetivos, pero son de otro tipo; son
84
7%
31% 52%
positivo
neutro
negativo
los adjetivos que acompañan a los sustantivos con diminutivo. Estudiamos estos diminutivos
porque pueden aprendernos mucho sobre los valores semánticos del sustantivo al que
acompaña, que son distintos en el español y en el neerlandés. Empezaremos esta investigación
con una traducción del inglés por apuntar un comportamiento muy peculiar de los adjetivos
para luego completar las conclusiones hechas con datos de los textos escritos originalmente en
español. Finalmente, compararemos el comportamiento del diminutivo español con el del
diminutivo neerlandés.
TRADUCCIÓN ESPAÑOLA VS NEERLANDESA DE UN LIBRO INGLÉS
En un primer instante investigamos los
diminutivos en la traducción española de Harry
Potter, y saltan a la vista los muchos adjetivos
peyorativos: el sucio paquetito, sus ojitos malignos,
esta tonta ratita, su molesta vocecita, risitas
burlonas, estudiantillos detestables. El hecho de que
en combinación con sustantivos en diminutivo casi
no aparecen adjetivos positivos y sólo unos adjetivos
neutros sorprende y requiere más explicaciones. ¿Sería porque el diminutivo expresa
inherentemente valores positivos? Ejemplos como hombrecito, angelito, jardincito, no
precedidos o seguidos de adjetivos, en efecto, poseen inherentemente connotaciones positivas,
y podrían así confirmar esta idea. Sin embargo, otros ejemplos como saquito, carrito, botecito
nos recuerdan el significado conceptual que puede tener el diminutivo, es decir, sólo expresa
empequeñecimiento. Estas conclusiones coinciden en gran medida con las ideas de Alonso
(1953), quien destaca los valores apreciativos del diminutivo, sin negar la existencia del
diminutivo conceptual, pero en su teoría no encontramos una explicación paraw estos
extraños patrones de combinación con adjetivos negativos.
Una prudente conclusión que proponemos aquí es que el diminutivo, si no expresa
empequeñecimiento, posee por naturaleza connotaciones positivas, y por eso no sirve para
nada añadir un adjetivo que enfatizaría estas connotaciones positivas. En contraste, cuando se
quiere expresar connotaciones negativas mediante el diminutivo, es esencial el adjetivo para
evitar una interpretación positiva. Sin embargo, un ejemplo en Harry Potter y la piedra
filosofal parece contradecir esta idea:
(82) - Eres mucho más valiente ahora que has vuelto a tierra firme y tienes a tus <<amiguitos>> -
85
dijo fríamente Harry.
Aquí los signos ortográficos en el texto escrito indican el énfasis que lleva la palabra cuando
la pronuncia Harry. Se está burlando de Draco, y esta burla en combinación con el énfasis ya
da a entender que ocurre algo especial con esta palabra, lo que le atribuye un estado
particular. Otra excepción la constituye el ejemplo siguiente:
(83) - ‘Cállate, Peeves, por favor... Nos vas a delatar.’ Peeves cacareó.
- ‘¿Vagabundeando a medianoche, novatos? No, no, no. Malitos, malitos, os agarrarán del
cuellecito.’
- ‘No, si no nos delatas, Peeves, por favor.’
Aquí malitos expresa un significado negativo sin ir acompañado de adjetivo, pero eso es
normal ya que la palabra por si misma significa ‘que carece de bondad y de otras cualidades
positivas’.13
Sin embargo, el uso del diminutivo suaviza la expresión así que no suena tan vil
como si se utilizara la palabra sin diminutivo. Así esta ‘excepción’ en cierto modo también
viene a convalidar nuestra hipótesis.
TEXTOS ESPAÑOLES ORIGINALES
La previamente discutida traducción del inglés ha revelado mucho sobre los valores
inherentes del diminutivo español, pero a fin de estar seguros de que no haya influido
demasiado el proceso de traducción, exploramos si las mismas conclusiones siguen siendo
válidas para textos escritos originalmente en español. Los resultados de la clasificación se
pueden ver en la gráfica adjunta.
Una primera observación es la alta frecuencia
de los adjetivos neutros, que constituyeron sólo una
pequeña minoría en el estudio de Harry Potter,
mientras que en estos textos escritos en español
representan más de la mitad de los casos. Se trata de
adjetivos cualitativos que atribuyen cualidades
esenciales al referente como se ve en una mesita
baja, un jovencito rubio, un conejito miope,... Ya
que son adjetivos que aluden a características neutras como la dimensión, propiedad física,
13
Definición de wordreference.com
25%
66%
9%
Negativo
Neutro
Positivo
86
color, edad o velocidad de su referente concluimos que se trata de adjetivos descriptivos.
Además, estos adjetivos neutros tienden sobre todo a posponerse, aunque no se exluye la
anteposición, lo que indica que el adjetivo precisa el contenido del sustantivo y restringe su
alcance referencial. Son cualidades esenciales para la descripción de un referente, de ahí su
número tan elevado. Como el adjetivo no sugiere ninguna connotación, sea positiva, sea
negativa, el diminutivo que se añade al referente tiende a expresar un mero
empequeñecimiento.
Los demás casos, en que el adjetivo revela una interpretación positiva o negativa, son
más interesantes para nosotros porque facilita mucho la interpretación de los matices
subjetivos del diminutivo que suele fomentar el significado expresado por el adjetivo.
Ejemplificamos esta idea con las frases siguientes:
(1) Negativo: Concluía el chocolate, se límpiaba los labios con un cernadero remendado, doblaba
pulcramente el periódico, meneaba con un badil el mezquino braserillo y se disponía a esperar la
llegada de algún enfermo.
(2) Neutro: El niño, gordito y rubio, caminando todavía inseguro, con un peto de pana, un jersey y unas
botitas verdes, andaba por las habitaciones esgrimiendo un bote de limpiacristales y una bayeta,
atareado y afanoso, imitando a sus padres, con el chupete en la boca, respirando por la nariz.
(3) Positivo: Cuando Frida Ungern, de soltera Wender, levantó los ojos y su mirada se cruzó con la de
Corso, ya no parecía una abuelita dulce.
En el ejemplo (1) hemos clasificado mezquino entre los adjetivos peyorativos por su
significado de ‘ávaro, tacaño, miserable’14
. Notamos que braserillo no se refiere a un brasero
pequeño sino que el diminutivo sirve para intensificar el significado peyorativo denotado por
el adjetivo. Lo mismo vale para el ejemplo (3) en que hemos clasificado dulce entre los
adjetivos positivos por su significado de ‘afable, complaciente, cariñoso’15. Aquí el
diminutivo en abuelita de nuevo intensifica el significado apreciativo en vez de denotar la
pequeñez. El ejemplo (2) es diferente porque verdes atribuye una característica objetiva al
referente, un significado que el sufijo diminutivo no puede reforzar. Se trata por lo tanto de
una disminución del referente.
14 Definición de wordreference.com
15 Definición de wordreference.com
87
Aunque la gran cantidad de adjetivos neutros no se había revelado en el estudio de
Harry Potter, sí sigue siendo válida la hipótesis hecha sobre los adjetivos peyorativos, cuya
incidencia es más del doble de los adjetivos positivos. Resulta que podemos conservar y
afirmar la conclusión deducida a partir de la investigación de Harry Potter, matizándola de la
manera siguiente: Si el sustantivo con diminutivo va acompañado de un adjetivo neutro, suele
expresar un significado de disminución objetiva. Si el sustantivo con diminutivo va
acompañado de un adjetivo negativo o positivo el diminutivo intensifica el significado
expresado por el adjetivo. Finalmente, la gran mayoría de adjetivos peyorativos en
comparación con los adjetivos positivos, afirma que el diminutivo posee inherentemente
valores positivos, de ahí la escasa ocurrencia de los adjetivos positivos. Una confirmación de
esta afirmación la encontramos en la posición del adjetivo, ya que la gramática estipula que
cuando un adjetivo se pospone añade una propiedad al referente denotado por el sustantivo,
mientras que cuando el adjetivo se antepone el adjetivo denota una propiedad inherente o
esperada del sustantivo. En nuestro corpus salta a la vista que los adjetivos negativos siempre
van pospuestos, lo que indica entonces que añaden una nueva información. Significa que lo
negativo no se había expresado mediante el diminutivo. Si en el ejemplo siguiente no se añade
un adjetivo negativo como perezoso se hubiera visto el cerdo de manera positiva.
(84) El cuerpo de ejército de Erlon se deshizo como la choza de paja del cerdito perezoso, pero
Ney y la gente de Jerome sostuvieron su línea.
Los adjetivos positivos, luego, admiten tanto la anteposición como la posposición. La
anteposición indica que se trata de una característica inherente, o sea la connotación positiva
que ya se expresa mediante el diminutivo. En el ejemplo (85) se sugiere que un golpecito es
por definición afectuoso. Sin embargo, en algunos raros casos como (86) el adjetivo se
pospone, lo que señala que además de los valores inherentes positivos todavía se puede añadir
nueva información no inherente al sustantivo.
(85) Sonreía con el extremo de la boca al dar un afectuoso golpecito con la uña sobre la ficha azul
de Napoleón
(86) Mamaíta querida, creo que me está subiendo la fiebre por momentos.
TEXTOS NEERLANDESES ORIGINALES
El español parece desplegar un valor inherentemente positivo del diminutivo y nos
preguntamos si ¿lo mismo vale para los diminutivo neerlandeses? A fin de encontrar respuesta
a esta pregunta analizamos, igual que para el español, su comportamiento en combinación con
88
24%
62%
14% positivo
neutro
negativo
los adjetivos.
Observamos que la gran mayoría se combina
con adjetivos neutros que expresan un
empequeñecimiento concreto. Lo que salta a la vista
es, en comparación con los textos españoles, la
reversión porcentual de los adjetivos positivos y
negativos, con más o menos el doble de adjetivos
positivos que de los adjetivos negativos. Si para los
diminutivos españoles habíamos proclamado valores inherentemente positivos, deberíamos
afirmar para el diminutivo neerlandés valores inherentemente negativos, aunque eso no nos
parece muy realista. Veremos más adelante que el diminutivo neerlandés se utiliza en los
mismos contextos que el diminutivo español, lo que excluye esta inherencia negativa del
diminutivo neerlandés. Pero no se puede negar que difieren mucho en su combinación con
adjetivos. Uno podría deducir de estas cifras que el diminutivo español expresa
inherentemente valores positivos mientras que para el neerlandés no es tan determinado, es
decir, que puede también expresar valores positivos pero que esta interpretación no viene
automáticamente, de ahí la necesidad del adjetivo para clarificar esta idea. Sin embargo, un
14% frente a un 24% de adjetivos positivos no es una diferencia tan grande, de ahí que la
diferencia posiblemente se adscribe simplemente a la casualidad, una idea que gana fuerza al
tomar en consideración las opiniones universales sobre el diminutivo que sugieren que el
diminutivo expresa en todas las lenguas las mismas funciones afectivas.
6.2 El adverbio
La segunda categoría gramatical a la que pasamos revista es la de los adverbios con un
sufijo diminutivo, cuya incidencia es más o menos igual en ambos idiomas con porcentajes de
un 5% y un 7% del total de los diminutivos respectivamente españoles y neerlandeses. Estos
datos no sorprenden realmente, ya que tanto el neerlandés como el español acepta fácilmente
la formación del diminutivo a partir del adverbio. Por eso nos preguntamos si esta clase
gramatical sigue la tendencia general en cuanto a los procesos de traducción, es decir, si
también se presenta un proceso de eliminación de diminutivos neerlandeses en su traducción
al español o una conservación de los diminutivos españoles mediante un diminutivo sintético
en la traducción neerlandesa.
89
Las cifras concretas de los adverbios son las siguientes:
Adv + dim esp = Adv + dim nl 20
Adv + dim esp = Adv – dim nl 12
Adv – dim esp = Adv + dim nl 45
Constatamos que siguen la tendencia que observamos con los sustantivos, aunque aquí es
menos fuerte: una minoría de [Adv+dim esp = Adv-dim nl], un número más alto de
correspondencia entre ambos idiomas y, finalmente, una mayoría de [Adv-dim esp =
Adv+dim nl]. Analizamos los distintos corpus para entender de dónde provienen esta cifras.
Neerl fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Esp meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - - - -
- sint + an - -
- sint - an - 13
Tabla 4: Corpus 1 (Neerl => Es)
En la traducción del neerlandés al español la eliminación de los diminutivos sigue siendo el
proceso preferido:
(87) a. Ik duw zachtjes tegen de bovenlip en besnuffel de hoeken, de schaduwplekken waar zich het
raadsel van de gesloten of halfgesloten mond ook nu weer verschuilt.
b. Aprieto suavemente el labio superior y olfateo las comisuras, los lugares umbríos donde
también ahora vuelve a ocultarse el enigma de la boca cerrada o entornada.
(88) a. Bien, dijo en voz baja
b. 'Goed,' zei hij zachtjes.
En la mayoría de los casos se traduce el diminutivo mediante un adverbio en –mente o con un
adverbal introducido con en o con, como en los ejemplos dados, perdiendo así el sufijo
diminutivo.
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
90
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 9 - 18
- sint + an - 1
- sint - an - 3
Tabla 5: Corpus 2 (Es => Neerl)
El segundo tipo de traducción, pues, o sea los diminutivos españoles traducidos al neerlandés
sigue el patrón esperado al corresponder en la mayoría de los casos a un diminutivo sintético:
(89) a. Se rió Corso bajito, sin ganas
b. Corso lachte zachtjes, niet van harte.
Además, se añaden muchos diminutivos en la traducción:
(90) a. Nos quedamos muy callados; ya nada nos hacía ilusión en este mundo mundial.
b. We bleven heel stilletjes; niets kon ons meer verheugen.
De esta forma los dos corpus discutidos siguen perfectamente las tendencias generales de la
traducción.
INGLÉS Esp trad + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl trad
+ sint + an - - - -
+ sint - an - 2 - 17
- sint + an - -
- sint - an - 8
Sin embargo, en el tercer corpus se nota un comportamiento divergente. Los adverbios
generalmente no corresponden a un diminutivo sintético sino que se eliminan. Implica que en
el texto inglés original aparece un adverbio sin diminutivo (ya que es un idioma sin
diminutivos) y que el traductor español opta por traducirlo sin diminutivo, mientras que el
traductor neerlandés elige la forma diminutiva, lo que señala una actitud distinta frente al
adverbio con diminutivo.
Significa que el sistema de los adverbios con diminutivos es diferente en ambos
idiomas. Entramos por lo tanto en las particularidades del adverbio diminutivo español y
neerlandés. Lo que salta a la vista entre estos adverbios es que parecen formar una clase
91
bastante cerrada, así que entre los 15 diminutivos españoles se encuentran 7 adverbios
distintos y entre los 44 diminutivos neerlandeses se encuentran 12 adverbios distintos, lo que
indica que los mismos adverbios se utilizan repetitamente. Se trata sobre todo de bajito y
poquito en español y stilletjes y zachtjes en neerlandés que aparecen cada uno entre los 6 y 20
veces. Los demás adverbios son los siguientes:
- Español: quietecito, despacito, cuidadito, suavecito, poquillo
- Neerlandés: kleintjes, losjes, stijfjes, vaagjes, lichtjes, koeltjes, kalmpjes, gladjes,
netjes, flauwtjes
El hecho de que en el español tenemos un promedio de dos repeticiones de cada adverbio
(7/15) frente al neerlandés con un promedio de tres repeticiones de cada palabra (12/44)
indica que en el español la clase de adverbios que se dejan utilizar con el diminutivo es más
abierta que en el neerlandés. En general, los adverbios expresan una idea de falta de
intensidad (zachtjes: volumen disminuido) o bien una actitud descuidada (losjes: de manera
relajada), revelando que al referente no le importa mucho. Así serían extremadamente
extrañas las formas como luidjes o strakjes. Lo mismo vale para el español, ya que en nuestro
corpus asimismo figuran adverbios con estos significados. Sin embargo, no son imposibles
otros significados, ya que encontramos el ejemplo de fuertecito en CREA:
(91) ¿Oír una misa?, bueno, yo, si la dicen fuertecito. (C. Martín Gaite, Nubosidad variable, 1992)
Sin embargo, el hecho de que se encuentra sólo un ejemplo en CREA indica que este
significado es más bien periférico para los adverbios españoles.
Un factor importante para la formación de los adverbios con diminutivo es la forma
del adjetivo del que derivan: sólo los adverbios que tienen la misma forma que el adjetivo
pueden combinarse con un sufijo diminutivo. En español se ve muy claramente que los
adverbios como bajito, quietecito, despacito, suavecito tienen la misma forma que el adjetivo.
Por el contrario, no se encuentra ningún diminutivo con adverbios derivados con el sufijo –
mente, como suavemente, grácilmente, distraídamente, imperceptiblemente porque la forma
del adverbio es distinta de la forma del adjetivo. Se confirma esta afirmación en CREA
(España) al buscar por palabras que terminan en *mentito, lo que da ningún resultado. En
neerlandés, pues, todos los adverbios tienen la misma forma que los adjetivos de los que
derivan. (Claro está que los adjetivos aceptan la conjugación y los adverbios no, pero no es de
esta diferencia de la que hablamos). Sometemos los adverbios de nuestros corpus a la prueba,
92
inventando ejemplos ficticios en que transformamos nuestros adverbios en adjetivos:
Een kleine hond, een losse scharrel, een stijve nek, een vaag antwoord, een lichte
rugzak, een koele bries, een kalm persoon, een gladde vloer, een nette kamer, een
flauwe mop
Sólo en este caso, es decir, que el adverbio tiene la misma forma como adjetivo, se acepta la
adición del sufijo diminutivo al adverbio. Una vez que se ha añadido el sufijo, la palabra
resultante es distinta en ambas lenguas. Mientras que en este momento en neerlandés las
nuevas formas creadas funcionan casi únicamente como adverbios (cfr. El apartado siguiente
sobre los adjetivos), en español tienden a emplearse fácilmente tanto como adverbio como
adjetivo.
6.3 El adjetivo
Vimos en la introducción del apartado V.6 que el porcentaje de los adjetivos es el más
bajo de todas las categorías gramaticales y que además en español se hallan mucho menos
adjetivos diminutivos que en neerlandés. Como los porcentajes no cuentan la historia entera,
presentamos ahora los datos concretos:
Adj + dim esp = Adj + dim nl 0
Adj + dim esp = Adj – dim nl 16
Adj – dim esp = Adj + dim nl 1
Observamos que ningún adjetivo diminutivo ocurre simultáneamente en ambos idiomas y
que, contrariamente a las tendencias de traducción observadas a lo largo de este trabajo, se
presentas casi exclusivamente diminutivos en el español que luego desaparecen en el texto
neerlandés. A través de nuestros distintos corpus investigamos de dónde provienen estas
cifras.
En el primer corpus los adjetivos diminutivos surgen todos en la traducción española
de los textos neerlandeses:
Neerl fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Esp meta
+ sint + an - - - -
93
+ sint - an - - - 3
- sint + an - -
- sint - an - -
En concreto, se trata de los ejemplos siguientes:
(92) a. Wij zijn geen haar beter, ik althans niet en ik hield m'n mond, want tegen Bidernais en zijn
macht kon je toch niet op.
b. No somos mejores que tú; por lo menos, yo no: estuve quietecito porque era imposible
resistir a Bidernais con todo su poder.
(93) a. Ze had Jean in de klas gehad als kleine, zachtaardige jongen
b. Jean había sido un pequeñuelo encantador en su clase
(94) a. Een miezerig mannetje was het, dat zich in allerlei bochten wrong.
b. Era un hombre bajito y delgaducho, siempre dispuesto a escurrir el bulto.
Así constatamos que en realidad sólo el ejemplo (93) es un ejemplo representativo, ya que en
(92) se trata de una expresión y en (94) parece ser más bien caso de traducción del diminutivo
sintético neerlandés como diminutivo analítico español, desplazando el sufijo desde el
sustantivo al adjetivo. Sin embargo, este último ejemplo señala la libertad del sufijo
diminutivo: puede desplazarse libremente sin que afecte el significado. Por razones
morfológicas eso no es posible en el neerlandés.
En el segundo corpus, pues, salta a la vista cómo los diminutivos españoles se
eliminan en la traducción al neerlandés:
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - - - 1
- sint + an - -
- sint - an - 8
Presentamos un ejemplo a fin de tener una idea concreta de este tipo de diminutivos:
(95) a. El niño, gordito y rubio, caminando todavía inseguro, con un peto de pana, un jersey y unas
botitas verdes, andaba por las habitaciones esgrimiendo un bote de limpiacristales y una
bayeta
b. Het kind, mollig en blond, nog wankel op zijn beentjes, met een ribfluwelen tuinbroek, een
94
trui en groene laarsjes aan, liep zwaaiend met een fles glasreiniger en een lap door de kamers.
Sin embargo, en un caso excepcional, el neerlandés también acude a un adjetivo diminutivo
que no corresponde a un diminutivo en el español:
(96) a. ik zag dat het bed opgemaakt was, daarna naar de badkamer, de deur stond open en alles
was netjes, alleen de handdouche was niet opgehangen en er hingen slechts de handdoeken en
de badjas van Luisa
b.vi hecha esa cama, luego al cuarto de baño, estaba la puerta abierta y todo en orden, sólo
que la alcachofa de la ducha estaba caída y no colgada y no se veían más que las toallas y el
albornoz de Luisa
La razón de la discrepancia en este caso es que en español no se ha traducido mediante un
adjetivo, sino mediante un adverbio.
En el tercer corpus, finalmente ocurre lo mismo como en el segundo: los diminutivos
españoles se eliminan en la traducción al neerlandés.
Esp fuente + sint
+ an
+ sint
- an
- sint
+ an
- sint
- an Neerl meta
+ sint + an - - - -
+ sint - an - - - -
- sint + an - 1
- sint - an - 4
(97) a. ¿Ah, el pequeñito Ronnie tiene algo en su naricita? —dijo uno de los gemelos.
b. 'Aah, had kleine Ronnieponnie dan iets op z'n neusje?' zei een van de tweelingbroers.
Desde esta breve discusión de los distintos corpus queda claro que el el adjetivo neerlandés y
español se comportan muy diferente con el diminutivo y en lo que sigue explicaremos las
diferencias entre ambos sistemas, así como las razones del uso distinto del diminutivo.
6.3.1. Epíteto o atributo
En la introducción de este apartado hemos visto que en español figura un 4% por de
adjetivos entre los diminutivos españoles frente a un 0,2% entre los diminutivos neerlandeses.
Una posible interpretación del comportamiento tan divergente del adjetivo, además del hecho
que el adjetivo neerlandés ya es periférico en el habla, podría ser que en español el adjetivo
95
diminutivo puede aparecer tanto como epíteto como atributo, mientras que en el neerlandés
sólo es posible como atributo. Esclareceremos esta idea mediante algunos ejemplos:
(98) a. ¿Ah, el pequeñito Ronnie tiene algo en su naricita? —dijo uno de los gemelos
b. 'Aah, had kleine Ronnieponnie dan iets op z'n neusje?' zei een van de tweelingbroers..
(99) a. Era bajito, guapo, coqueto y pulcro, con el pelo escaso en la coronilla
b.Hij was vrij klein, knap, koket en elegant, met een licht kalend kruintje
(100) a. ik zag dat het bed opgemaakt was, daarna naar de badkamer, de deur stond open
en alles was netjes.
b. vi hecha esa cama, luego al cuarto de baño, estaba la puerta abierta y todo en orden
Se ve que en el español el diminutivo puede aparecer tanto como epíteto (98)
relacionado directamente al sustantivo como atributo (99) que sigue un verbo copulativo, lo
que le atribuye cierta libertad. Además, su uso es bastante equilibrado, con 8 adjetivos
atributivos y 9 epítetos. En neerlandés por el contrario sólo puede aparecer como atributo
(100) e incluso su uso es limitado a la lengua hablada.
6.3.2. Adjetivo relacional o cualificador
Es bien sabido que según la función semántica del adjetivo se distinguen dentro de los
epítetos dos clases de adjetivos, a saber, los adjetivos relacionales con una función
especificadora y los adjetivos cualificativos con una función cualificadora. Ya que los
adjetivos diminutivos neerlandeses aparecen únicamente como atributo, nos concentramos en
esta apartado en los adjetivos diminutivos españoles que asumen tanto la posición de epíteto
como atributo.
Salta a la vista que en nuestro corpus no figura ningún adjetivo relacional, sino
únicamente adjetivos cualitativos. Dentro de esta categoría, de nuevo se distinguen por un
lado los cualificadores valorativos y por el otro los descriptivos. Los dos tipos se ven
representado en nuestro corpus, aunque parece haber una preferencia de los descriptivos con 7
ejemplos que, en concreto, describen dimensión, como se nota los ejemplos siguientes:
(101) ¿Ah, el pequeñito Ronnie tiene algo en su naricita? —dijo uno de los gemelos.
(102) —Oh, ¿estás enamorada de Longbottom? —dijo Pansy Parkinson, una chica de
Slytherin de rostro duro. Nunca pensé que te podían gustar los gorditos llorones, Parvati.
Disponemos también de algunos valorativos, aunque el número de este tipo se limita a
2 ejemplos que se forman en cada uno con el adjetivo pobrecito:
96
(103) Vamos a tratar de encontrar a ese pobrecito herido. Tal vez tengamos que evitar que
siga sufriendo.
(104) Pero no puedo soportarlo... Lily y James muertos... y el pobrecito Harry tendrá que
vivir con muggles…
La mayoría de descriptivos comparados con los valorativos puede explicarse por el
hecho de que el diminutivo sirve en muchos casos para atribuir ciertos valores afectivos al
referente. Ya que los valorativos ya hacen eso en su lexema, no es muy frecuente añadir
además un sufijo diminutivo que cumple la misma función. Con los descriptivos por el
contrario, el sufijo diminutivo añade nueva informacion. El sistema de economía de la lengua
explica, pues, por qué ocurren más descriptivos con diminutivo que valorativos.
6.3.3. Humano/ Animado/ Inanimado
Semánticamente, observamos que los adjetivos con diminutivo se refieren
preferentemente a entidades humanas y animadas, mientras que los sustantivos con
diminutivo indican ambos referentes humanos, animados e inanimados. Entramos en detalle
en cuanto a este comportamiento peculiar de los adjetivos y observamos que todos estos
diminutivos expresan connotaciones afectivas, lo que se ve en los ejemplos (105) y (106).
Normalmente la función principal del adjetivo es la atribución de características neutras al
nombre, pero al asumir además la expresión de valores afectivos es normal que prefiera un
referente humano o animado, ya que es más recurrente la expresión de afecto hacia personas
que hacia objetos.
(105) Era un hombre bajito y delgaducho, siempre dispuesto a escurrir el bulto.
(106) Mi pequeñito Dudley no llores, mamá no dejará que él te estropee tu día especial
Aunque no disponemos de muchos ejemplos neerlandeses por no ser una forma estándar,
parece que los pocos ejemplos que tenemos no requieren referentes humanos. En el ejemplo
siguiente se trata de un cuarto de la casa, o sea, un referente inanimado:
(107) a. ik zag dat het bed opgemaakt was, daarna naar de badkamer, de deur stond open
en alles was netjes, alleen de handdouche was niet opgehangen en er hingen slechts de
handdoeken en de badjas van Luisa
b. vi hecha esa cama, luego al cuarto de baño, estaba la puerta abierta y todo en orden, sólo
que la alcachofa de la ducha estaba caída y no colgada y no se veían más que las toallas y el
albornoz de Luisa
97
VI. CONCLUSIÓN
En el estudio literario vimos que tanto el diminutivo español como el neerlandés se
presta a la expresión de matices afectivos y disminuidores, lo que se confirma en nuestros
corpus ya que tanto mediante el diminutivo español como el neerlandés se expresa una
variedad de significados, así que afirmamos una correspondencia entre las funciones
semánticas de los diminutivos de ambos idiomas. Sin embargo, salta a la vista una diferencia
significativa entre la cantidad de diminutivos españoles comparada con la de los neerlandeses,
a saber, el diminutivo neerlandés se utiliza mucho más a menudo que el diminutivo español.
Observamos este hecho en cada uno de nuestros tres corpus: en el primero, los textos
neerlandeses traducidos al español, se reduce fuertemente el número de diminutivos en las
traducciones españolas. En el segundo corpus, los textos españoles traducidos al neerlandés,
se añaden muchos diminutivos en las traducciones neerlandeses. Y finalmente, en la
comparación de una traducción española con una traducción neerlandesa de un texto inglés,
de nuevo figuran muchos más diminutivos en el texto neerlandés que en el español.
De esta forma disponemos de bastante material para concluir que es insostenible una
simple equivalencia entre el diminutivo español con el diminutivo neerlandés. En la
investigación empírica intentamos esclarecer los niveles en los que las diferencias se sitúan,
investigando sucesivamente el sustantivo, el adverbio y, finalmente, el adjetivo, cuyos
resultados resumiremos concisamente en lo que sigue.
El estudio del sustantivo contenía cuatro partes. En la primera parte hemos investigado
las categorías de los sustantivos humanos, animados e inanimados. En cuanto a los
diminutivos humanos, salta a la vista que en neerlandés la tendencia de denominar a personas
del ámbito familiar con una forma diminutiva es mucho más fuerte que en español, lo que es
la causa principal del número más elevado de diminutivos humanos neerlandeses que
españoles. En cuanto a los animados, pues, no se presentan diferencias considerables entre
ambos idiomas, así que proclamamos una equivalencia a nivel de los animados. Finalmente,
el contraste entre el número de diminutivos inanimados españoles y neerlandeses es muy
nítido, pero a primera vista no se observan tendencias de uso divergentes en nuestro corpus,
por lo que los analizamos desde otras perspectivas. Así hemos llegado a la segunda parte de
este capítulo, o sea la investigación de los contables y los no contables, la que nos otorga
información acerca de todo sobre los inanimados, ya que todos los humanos y animados son
98
contables. De esta manera descubrimos una diferencia fundamental entre los diminutivos
inanimados españoles y neerlandeses, ya que sólo los no contables neerlandeses pueden llevar
la forma diminutiva, lo que no es posible con los no contables españoles. La tercera parte,
pues, trata del origen gramatical del nombre al que se añade el diminutivo, dando lugar a los
nombres deverbales, los deadjetivales y los simples sustantivos puros que son en ambos
idiomas en la mayoría. Nos hemos enfocado por lo tanto en los casos más peculiares, es decir,
los deverbales y deadjetivales. En cuanto a la primera categoría hemos constatado que su
número es mucho más elevado en neerlandés que en español, así que la gama de palabras
presentes en el corpus es mucho más amplia, porque, a nuestro parecer, en neerlandés la
ventaja del diminutivo es que convierte algunos deverbales en contables y además hace más
clara la distinción con el infinitivo del verbo, funciones para las cuales el español no necesita
el diminutivo. La otra categoría pues, o sea la de los deadjetivales, constituye una excepción a
las tendencias cuantitativas observadas a lo largo del trabajo, ya que es una de las escasas
categorías en que el número de diminutivos españoles es más elevado que el de los
neerlandeses. Sin embargo, no son imposibles los diminutivos deadjetivales en neerlandés, así
que nos limitamos a concluir que es simplemente más natural en español que en neerlandés.
Finalmente, la cuarta parte del estudio de los sustantivos con diminutivo toma como punto de
partida una perspectiva diferente al observar no la naturaleza de la palabra con diminutivo en
sí misma, sino los adjetivos con que esta palabra se combina. De esta forma llegamos a la
constatación de que el diminutivo español va acompañado de adjetivos que expresan matices
neutros y negativos, mientras que el diminutivo neerlandés no demuestra una clara preferencia
por adjetivos con connotaciones positivas o negativas y concluimos que el diminutivo español
expresa casi automáticamente valores positivos (de ahí la no necesidad de otro adjetivo que
exprese el mismo significado) mientras que en neerlandés el diminutivo no es asociado con
ciertas connotaciones ni positivas ni negativas, lo que aumenta el número de contextos en que
se puede emplear.
La segunda categoría gramatical que estudiamos era la de los adverbios que también
demostraba un uso más elevado del diminutivo en neerlandés que en español. Una condición
para la formación del diminutivo español era que el adverbio tiene la misma forma que el
adjetivo, una restricción que no se aplicaba al adverbio con diminutivo neerlandés, de manera
que así se explica el número más elevado de diminutivos neerlandeses. Luego, una vez que se
ha añadido el sufijo diminutivo, la palabra resultante en español puede utilizarse tanto como
99
adjetivo cuanto como adverbio, mientras que en neerlandés puede funcionar únicamente como
adverbio. Formalmente se trata entonces de sistemas bastante diferentes, pero los significados
que expresan estos adverbios son similares en ambos idiomas, ya sea una actitud descuidada o
una idea de falta de intensidad.
La última categoría a la que pasamos revista, pues, fue la de los adjetivos, una
categoría muy particular ya que consiste casi únicamente en datos españoles. La explicación
de este hecho es que en neerlandés el adjetivo con diminutivo es muy restringido y puede
aparecer únicamente como atributo. En español se presentan más opciones, ya que puede
funcionar como atributo y como epíteto y dentro de esta última subcategoría pertenecen todos
a la clase de los adjetivos cualificativos. Entre estos adjetivos figura una minoría de
valorativos y una mayoría de descriptivos, lo que se explica por el hecho de que el diminutivo
añade nuevo información a los últimos pero no tanto a los primeros. Finalmente, hemos
observado que estos adjetivos se combinan con referentes humanos porque expresan todas
connotaciones afectivas, lo que se atribuye normalmente a personas y no a objetos.
En resumen, añadiéndose tanto a los sustantivos, adverbios como adjetivos, los
diminutivos españoles tienen una mayor libertad en cuanto a las clases gramaticales con que
se combinan, mientras que los diminutivos neerlandeses se restringen a los sustantivos y los
adverbios. Sin embargo, esta mayor libertad del diminutivo español no impide que el número
total de los diminutivos neerlandeses sea mucho más alto. En todos nuestros corpus saltó a la
vista esta gran diferencia cuantitativa y a lo largo de este trabajo hemos intentado detectar a
qué se debe. De esta forma hemos señalado que es imposible sostener una equivalencia total
entre el diminutivo español y neerlandés, incluso si no se han descubierto todas las
diferencias. Queda claro por lo tanto que la comparación del diminutivo español con el
diminutivo neerlandés es un tema interesante para futuras investigaciones para las cuales este
trabajo puede funcionar como introducción. También interesante sería pasar de la lengua
escrita a la lengua hablada para averiguar en qué medida reocurren las tendencias observadas
en nuestro corpus. Estos estudios auxiliarían al trabajo lexicográfico, ya que a lo largo del
trabajo mismo se revelaron diminutivos claramente lexicalizados sin ser recogidos en el
diccionario.
100
VII. BIBLIOGRAFÍA
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101
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