El Sueño de La Razón Produce Monstruos

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El sueño de la Razón produce monstruos PAULA ANDREA TAMAYO MONTOYA Doctorado en Psicología Universidad del Valle En 1799, Francisco de Goya hace público el grabado número 43 de la serie los caprichos; en esta estampa vemos a un hombre que cae dormido sobre un escritorio en el que reposan hoja y pluma, el sueño del hombre es perturbado por una bandada de aves nocturnas y por una fiera salvaje que lo mira; en una de las caras del escritorio podemos leer la expresión que da nombre al cuadro: “el sueño de la razón produce monstruos”. Ahora bien; ¿quién duerme?, Quizá sea el hombre moderno, agotado de la tarea de traducir el mundo en símbolos que le

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Analisis creativo del texto Nunca Fuimos Modernos de Bruno Latour.

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El sueo de la Razn produce monstruosPAULA ANDREA TAMAYO MONTOYADoctorado en PsicologaUniversidad del Valle

En 1799, Francisco de Goya hace pblico el grabado nmero 43 de la serielos caprichos;en esta estampa vemos a un hombre que cae dormido sobre un escritorio en el que reposan hoja y pluma, el sueo del hombre es perturbado por una bandada de aves nocturnas y por una fiera salvaje que lo mira; en una de las caras del escritorio podemos leer la expresin que da nombre al cuadro: el sueo de la razn produce monstruos.

Ahora bien; quin duerme?, Quiz sea el hombre moderno, agotado de la tarea de traducir el mundo en smbolos que le permitan crear un saber puro, limpio de las pasiones humanas y de las creencias suprahumanas. Sin embargo el esmerado esfuerzo del hombre moderno no se ve compensado con un descanso tranquilo, su obra permanece inconclusa y su sueo es perturbado por la abundancia de alados monstruos, incomprensibles hbridos semejantes a cuasi-objetos que los modernos hicieron proliferar Reales como la naturaleza, narrados como el discurso, colectivos como la sociedad, existenciales como el Ser (Latour,2007, p.133).

Los hbridos, aves nocturnas ocultas a la tarea de purificacin, median entre el hombre moderno y el mundo que se extiende ms all de su escritorio. La tarea de poner en prctica la constitucin que separa al hombre de la naturaleza y tacha a Dios en los discursos cientficos deja exhausto al hombre moderno, quien yace bajo la mirada de la fiera que, aunque complacida de los hbridos creados por su sueo, amenaza con desmembrarlo y tal vez con ello hacerlo despertar. Tras velar un sueo de dcadas la fiera, al fin, clava su colmillo en el cuello del hombre moderno, mientras dice con acento francs a su agonizante presa: estoy hasta la coronilla de encontrarme para siempre encerrado tan slo en el lenguaje o siendo prisionero slo de las representaciones sociales Estamos cansados de estar siempre dominados por una naturaleza trascendente, incognoscible, inaccesible, exacta, y en principio verdadera (Latour,2007, p.132).

Con mirada de etnlogo que simpatiza con un espcimen a punto de desaparecer, asesta un zarpazo diciendo: No estn un poco cansados de esas sociologas construidas sobre lo social, y que se mantienen por la sola repeticin de la palabras poder y legitimidadestamos fatigados de los juegos del lenguaje y del eterno escepticismo de la deconstruccin del sentidoya no doy ms de verme acusado yo, y mis contemporneos, de haber olvidado el Ser (Latour,2007, p.133). El felino Laturiano devora parsimoniosamente la objetividad, la fenomenologa, la sociologa del poder, el deconstruccionismo y el alejamiento de Dios que pueblan los sueos de su caza. Esta fiera nunca fue moderna y bajo sus fauces el hombre moderno parece slo uno ms de los caprichosde Goya.