El objeto socialismo en el discurso político del presidente Hugo Chávez
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El objeto ''socialismo" en el discurso político del presidente Hugo Chávez
Elvira Narvaja de Arnoux
Instituto de Lingüística
Universidad de Buenos Aires
"compañeros, compañeras,
socialistas somos,
socialismo hacemos
y socialismo haremos"
Hugo Chávez Frías, 2008a: 123 .
En esta exposición me referiré a cómo construye el presidente venezolano Hugo
Chávez el objeto discursivo socialismo atendiendo a tres aspectos: por un lado, el
vínculo entre los valores de las revoluciones democráticas y la tradición socialista; por
el otro, el uso reiterado del sustantivo predicativo "construcción", la tensión entre sus
dos posibilidades interpretativas como proceso y como resultado y la alternancia con
"camino"; y, finalmente, los juegos respecto del acto de designar el objeto.
Consideraré estos fenómenos como huellas primeras del esfuerzo por convertir el
socialismo en objeto de apropiación y debate en una etapa en que se lo había intentado
descartar como orientador del cambio social.
La cita que encabeza nuestro texto conjuga la insistencia identitaria y la voluntad
política en relación con un proceso, que se inicia en el 2004 1 • La actividad discursiva
que busca imponer el socialismo en el espacio público2
acompaña un sostenido
crecimiento económico, un aumento del gasto fiscal en políticas sociales, apoyado en la
renta petrolera, y una disminución, después de dos décadas de estancamiento, de los
índices de pobreza, de pobreza extrema y de la tasa de desocupación (López Maya.
2009). Por otra parte, se vincula con la organización o nuevo impulso de variadas
1 Partimos de 2004 teniendo en cuenta la observación de Chávez en la VI Cumbre Presidencial de la
Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (26/112008):
"Recuerdo que fue en un foro social mundial, en Porto Alegre, cuando comencé a hablar por primera vez
de socialismo en público[ ...] nosotros tenemos ya cuatro afios con el planteamiento socialista. En
Venezuela estamos inventando un socialismo por la vía venezolana, con nuestras particularidades",
2008c:54 2
A los discursos de Hugo Cávez y de otros actores sociales se agregan inscripciones en los lugares
públicos, fórmulas en el discurso militar y burocrático, expresiones enfáticas en textos de propaganda y
variadas referencias en los medios.
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instancias de participación popular, entre las cuales las más importantes son los
Consejos Comunales (García Guadilla, 2009); y con la nacionalización o
renacionalización de empresas estratégicas.
Hemos estudiado los discursos político institucionales de Chávez hasta el 2008,
cuando luego del fracaso del referendum sobre la reforma constitucional (diciembre de
2007) comienza el décimo año, año de balance o, como se lo designa oficialmente,
"año de la Revisión, Rectificación y Reimpulso de la Revolución Bolivariana" (2008a:
en tapa). En este trabajo, privilegiaremos los textos de la primera etapa donde el 1
"socialismo" se pone en escena. Desde el punto de vista de los materiales abordados
consideramos textos extensos o series de discursos desplegados en el período
investigado (producidos por un locutor único, Chávez, y dirigido a auditorios diversos)
aunque focalicemos solo las secuencias que tematizan el socialismo.
Argumentación y objetos discursivos
El estudio de los objetos discursivos se inscribe en una perspectiva amplia sobre la
argumentación formulada por Jean Blaise Grize a lo largo de sus trabajos. En ellos la
argumentación no se reduce a una serie de argumentos que tienden a una conclusión
sino que es "un tipo de esquematización3
discursiva, es decir, de producción de un
discurso (proceso y resultado) organizado con miras a intervenir sobre la opinión, la
actitud, el comportamiento de alguien" (Grize, 2005: 35). Este dar a ver a otro para que
acepte o infiera determinadas conclusiones convoca, a menudo, la metáfora teatral: es
una puesta en escena para otro (Vignaux, 1976: 72). Sobre ese otro la esquematización
actúa "buscando modificar las diversas representaciones que se le adjudican, poniendo
en evidencia ciertos aspectos de las cosas, ocultando otras, proponiendo nuevas" (Grize,
1990: 40). Esto lleva a plantear la omnipresencia de la argumentación o el que todo
discurso tiene una orientación argumentativa.
3 La esquematización atiende tanto a la actividad discursiva como al "micro universo" construido por
ella. Para Jean-Blaise Grize, es claramente un acto semiótico cuya función es "hacer ver algo a alguien,
más precisamente, es una representación discursiva orientada hacia un destinatario de lo que su autor
concibe o imagina de cierta realidad. [...]Un esquematización tiene siempre cierta dimensión descriptiva,
más allá de que los elementos de la descripción sean imaginarios, pero en todos los casos el autor debe
librarse a una elección de los aspectos que representará, debe seleccionar los rasgos pertinentes de su
referente. Ahora bien, la pertinencia tiene un doble origen. Es tributaria, a la vez, de la finalidad del
esquematizador y de las expectativas que atribuya a su auditorio" (1996: 50).
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Los discursos, a su vez, esquematizan los objetos de los que hablan, los van
constituyendo como referentes a los cuales remiten. De allí que el proceso de
construcción de los objetos se designe también, desde una perspectiva sociocognitiva,
como "referenciación", que es concebida, por Mondada y Dubois (1995: 288) como
"una construcción colaborativa de objetos de discurso, es decir, de objetos cuya
existencia es establecida discursivamente, emergiendo de prácticas simbólicas e
intersubjetivas". En el marco de esa reflexión, Ingedore Villa<;a Koch (2002) agrega
que no solo el discurso construye aquello a lo que remite sino que también es tributario
de esa construcción; es decir, todo discurso construye una representación que opera
como una memoria compartida (memoria discursiva) "públicamente" alimentada por el
propio discurso.
En textos fundadores de una tradición, los objetos centrales del decir se imponen en
la memoria colectiva y son socialmente retomados de diversas maneras. En ese sentido,
los discursos historiográficos del siglo XIX son particularmente significativos. Hemos
analizado, así, cómo se configura en la Historia de Belgrano de Bartolomé Mitre el
objeto discursivo el pueblo de la plaza pública (opuesto a el populacho) que sirve de
modelo para las formas legítimas de participación popular que recorrieron la larga etapa
de organización y consolidación del Estado nacional argentino (Arnoux, 2006); y luego
hemos abordado cómo la construcción del objeto Nación Chilena, en la primera
historia nacional para la escuela primaria chilena escrita por Vicente Pide! López, define
la representación de nación que excluye al indígena y que va a imponerse en los sujetos
que encararán la conquista de los territorios al sur del Bio Bio (Arnoux, 2008a).
Para estudiar la construcción del objeto discursivo socialismo hemos explorado un
corpus amplio (los discursos institucionales de Chávez, 2004-2008) y seleccionado los
tramos en los que se tematiza4
el socialismo -aunque el lexema aparezca como núcleo
en un sintagma nominal con modificadores diferentes (atributos o complementos
preposicionales): socialismo venezolano, socialismo indoamericano, nuevo socialismo,
socialismo del siglo XXI, socialismo europeo- o en los que aparecen lexemas
emparentados como "socialista" ("democracia socialista", por ejemplo). En todos los
casos nos detenemos en los segmentos en que de diferentes maneras se enfatiza -por
reiteración, por yuxtaposición de términos vinculados semánticamente, por indicaciones
4 Frédérique Sitri (2003: 42) señala que "la tematización, que desprende del flujo discursivo un elemento,
constituye una operación clave desde el punto de vista de la génesis y de la transformación de los objetos
de discurso". En nuestro caso, consideraremos en términos amplios la tematización como la operación de
señalar que eso es de lo que se va a hablar en la secuencia.
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metadiscursivas, por oposición a otro objeto negativamente marcado, por una fuerte
carga emocional valorativa, por la activación explícita de una memoria discursiva
legitimante- señalando, gracias a esos variados procedimientos de resalte5
, que ese es el
objeto en cuestión, que eso es de lo que se trata6
, aquello que merece estar en el foco de
atención de enunciador y enunciatario.
El objeto discursivo socialismo
Desde las primeras apariciones del objeto socialismo en los discursos políticos
institucionales de Chávez su configuración va apelando, más allá de los tramos
programáticos, a estrategias discursivas próximas y notablemente recurrentes: se
propone machaconamente una representación con pocos rasgos repetidos que escanden
los discursos y activan y refuerzan, a la vez, tanto la memoria discursiva construida en
la intervención o a lo largo de las intervenciones como la memoria asociada con las
revoluciones democráticas y la independencia. Debemos considerar que así como el
objeto posee un "espesor" discursivo, es decir que es un elemento que da lugar a un
desarrollo secuencial en el hilo del discurso (Sitri, 2003), convoca de diversas maneras
al interdiscurso. En el caso particular de Chávez, por su inscripción en la matriz de los
discursos latinoamericanistas y la representación de mundo propia del cronotopo
bolivariano (Arnoux, 2008c), se vincula el objeto socialismo con valores como la
justicia social, la solidaridad, la participación democrática plena, la fraternidad, la
libertad, la igualdad:
Hemos asumido el compromiso de conducir la Revolución Bolivariana hacia el
socialismo y de contribuir con el camino socialista, con un socialismo nuevo, un
socialismo del siglo XXI, que se base en la solidaridad, en la fraternidad, en el
amor, en !ajusticia, en la libertad y la igualdad, 13/5/2006.
5 Con el término de resalte nos referimos a lo que .Jean-Blaise Grize considera como "saillance", que
consiste en la utilización de los medios de la lengua para fijar la atención (1996: 68). Estos medios
pueden incluir puestas en valor que Grize designa globalmente como "éclairage", es decir, "el conjunto
de procedimientos discursivos que deben conducir al oyente-lector a inferir un juicio de valor" ( 1990:
48). 6 Anne Claude Berthoud (1996) prefiere hablar, desde una perspectiva lingüística, de tópico,
diferenciándolo del tema por considerar a esta una categoría oracional y no discursiva. Define el tópico
como "aquello a propósito de lo cual habla el enunciado" (p.7) y luego sefiala "el objeto de discurso es a
la semiología lo que el tópico es a la lingüística" (p. 13). Aclara que "la noción de tópico discursivo desde
la perspectiva lingüística remite a aquello a lo que se refiere el texto de manera recurrente, al principio
que vincula un conjunto de enunciados o alrededor del cual se construye un conjunto de enunciados" (p.
15). Y establece que "lo que se transforma a lo largo del hilo del discurso es, más que el tópico en sí, los
diferentes puntos de vista que el enunciador adopta respecto de él" (p. 10).
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Al mismo tiempo "filtra"7
aspectos del socialismo relacionados con otras luchas, que
pueden interferir en la aceptación del objeto. En el fragmento siguiente, si bien la
polémica con otra representación de socialismo no se explicita, los rasgos que se
reconocen pueden ser leídos en ese marco:
La vía venezolana hacia el socialismo es democrática y pacífica, y este es un
rasgo que la distingue, se basa en el respeto a la pluralidad constitutiva de
nuestra sociedad, al Estado de Derecho, a la Constitución. En verdad, nunca
como ahora en Venezuela, se había vivido en un verdadero Estado de Derecho y
en el marco de la libertad más absoluta, 2008a: 36-37)
Sin embargo, no puede eludir totalmente las representaciones de socialismo asociadas
con esa larga discursividad política, en la que el objeto ha sido modelado
diferentemente según las posiciones y situaciones desde las que se lo hacía.
Recordemos, al respecto, la observación de Bajtín (1982: 284):
El objeto del discurso de un hablante, cualquiera que sea el objeto, no llega
a tal por primera vez en este enunciado, y el hablante no es el primero que
lo aborda. El objeto del discurso, por decirlo así, ya se encuentra hablado,
discutido, vislumbrado y valorado de las maneras más diferentes; en él se
cruzan, convergen y se bifurcan varios puntos de vista, visiones del
mundo, tendencias.
La tensión entre la novedad del socialismo (venezolano) tal como busca presentarlo
Chávez y el anclaje en una respetable historia se resuelve a través del uso reiterado de
"volver a" y "de distinta manera" o "desde otro lugar" y en los juegos con la base del
prefijo "re":
Todo esto hay que retomarlo, el socialismo, hay que retomar el estudio de las ideas socialistas. El socialismo, sus tesis auténticas, sus tesis originales. Revisar
errores, revisar aciertos. Reenfocar, reorientar y tomar el rumbo que hay que
tomar, 5/12/2004.
El intertexto del Manifiesto comunista le permite mostrar lo nuevo como resurgimiento
y transformación de lo anterior:
"¡El socialismo ha resurgido! ¡Ha resurgido! Podemos decirlo hoy con Carlos
Marx y con Federico Engels: el fantasma vuelve a recorrer el mundo. ¡Ha vuelto
el fantasma! ¡Ha vuelto! Y ahora ha vuelto, además, renovado, con rostros
jóvenes, con ideas nuevas, con planteamientos nuevos; alimentándose de las
realidades de los indios, de los negros, de los blancos, de los jóvenes, de los
pueblos. Es un fantasma joven ahora, renovado, alegre, dinámico y en ofensiva
7 Jean-Biaise Grize parte de que los objetos de discurso son siempre objetos ad hoc, es decir preparados
para satisfacer ciertos propósitos, de allí la necesidad del procedimiento deji/traje que consiste en retener
algunos aspectos de las representaciones, propios de los preconstruidos culturales en los cuales el objeto
ancla, y ocultar otros (1996: 68).
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profunda, además un fantasma que ha aprendido de los errores de otros
fantasmas", 13/8/2005.
Al mismo tiempo que expone el vínculo con un discurso constituyente (el marxismo
como discurso científico) y fundador (el texto de Engels y Marx)8
le quita sus aspectos
oscuros al término "fantasma", que puede estar asociado metonímicamente con muerte
o con el temor que puede producir. Lo inscribe en la isotopía juvenil, lo que le da un
tono festivo -"es un fantasma joven, ahora, renovado, alegre, dinámico y en ofensiva
profunda"- y lo vincula risueñamente con otros fantasmas. En varias ocasiones se
refiere a Marx y a Lenin diciendo "¡Qué bueno que vuelvan otra vez estos caballeros!
No estaban muertos, estaban de parranda", 111512006. Desacraliza las figuras de Marx
y Lenin dándoles un estatuto poco habitual, "caballeros", que además contrapone
humorísticamente al predicado, estar de parranda, no solo por el significado del término
sino por el sociolecto que connota y por convocar como intertexto una canción popular 9•
El registro humorístico 10
incide en la fuerza persuasiva del texto actuando sobre las
emociones del auditorio. En una síntesis posterior el enunciado se reformula
reemplazando los caballeros por el socialismo, gracias a un juego en el que el referente
de "caballeros" es recuperado metonímicamente por la ideología a la que se los
adscribe: "En fin, las corrientes socialistas retoman fuerza, los partidos socialistas se
fortalecen. Aquí se pretendió enterrar al socialismo, 'no estaba muerto, estaba de
parranda' y yo creo que ese es el camino", 30/1 1/2006.
8 Dominique Maingueneau (2008) señala que los constituyentes son aquellos discursos (filosóficos,
literarios, religiosos, científicos, ...) que, dentro de la producción simbólica de urna sociedad, sirven de
garantes para otros discursos (el periodista recurre al texto científico pero lo contrario no acontece). Una
de las características de los enunciados pertenecientes a los discursos constituyentes es ser por su
organización interna más o menos cerrados y a la vez susceptibles de ser retomados por otros discursos
(citables o reactualizables). Dentro de los textos constituyentes una jerarquía se establece entre textos
fundadores (con pretensión fundadora o reconocidos como fundadores) y no fundadores. Los enunciados
reconocidos como fundadores son una pequeña minoría; pretenden definir una nueva manera de hacer
filosofía, fisica o de escribir novelas. 9
Retoma un verso de la canción "El muerto vivo" del compositor colombiano Guillermo González
Arenas:"[ ...] no estaba muerto, estaba de parranda". Agradezco a los estudiantes de la asignatura
Lingüística interdisciplinaria, que dicto en la Universidad de Buenos Aires, la información acerca de este
intertexto. 10
Ruth Amossy (2008) distingue modalidades argumentativas y registros. Las primeras, maneras de argumentar, son "tipos de intercambio argumentativo que, atravesando los géneros, modelan la forma
como la argumentación funciona en un marco tanto dialogal como dialógico", p. 232. La autora reconoce
las modalidades demostrativa, polémica, patética, pedagógica, de co-construcción, negociada. El registro
corresponde al tono o manera de decir movilizados para asegurar el éxito persuasivo. Si bien a menudo el
registro corresponde a la modalidad, esto no ocurre siempre: "un discurso que se sirve de una modalidad
argumentativa particular no debe necesariamente restringirse al tono que le corresponde en el plano de la
designación semántica. Sabemos que para suscitar una emoción, el estilo patético no es frecuentemente ni
suficiente ni, inc·luso, necesario", p. 240.
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Entre la construcción y el camino
La construcción del objeto discursivo socialismo en el discurso de Hugo Chávez se
despliega, entonces, a lo largo de los discursos en los que, de diversas maneras y con
distinta amplitud, lo aborda. El esfuerzo de conceptualización y de inscripción en un
entramado argumentativo, que introduzca el objeto como referente al que puedan remitir
los debates políticos que desea impulsar, parte de lo que él señala:
No se decreta el socialismo, hay que crearlo, hay que construirlo y primero hay
que pensarlo, hay que diseñarlo, hay que crearlo, hay que inventarlo, hay que
debatirlo, la batalla de ideas en la que estamos, 13/8/2005.
Inscribe su propuesta, entonces, en un marco polémico -"batalla de ideas"- y esto exige
construir un objeto de pensamiento que pueda imponerse en el debate anunciado y que
es considerado casi como un objeto sin más, que debe ser inventado, creado, diseñado y
construido. Es consciente de los problemas de esa construcción y de los peligros de una
analogía que no neutralice el serna /concreto/ asociado con el resultado y los materiales.
Apela, entonces, a la voz autorizada de Fidel Castro:
Uno de los errores que Fidel reconoce haber cometido es que él creyó que había
alguien que sabía cómo es que se construye el socialismo ... como si eso fuera
construir una casa y por tanto buscar un albañil, 112/2007.
La falta de recetas y de profesionales se refuerza al ubicarse él, político reconocido y
líder de la revolución bolivariana, en el lugar de "uno más": "Yo tengo mis ideas pero
como uno más, nada más, yo no pretendo imponerle nada a nadie", 30/11/2006.
Es interesante la presentación del socialismo como algo nuevo, en lo que la figura de
la construcción como el proceso de hacer algo o como el resultado de ese hacer, parece
insistir. Recordemos que la doble posibilidad interpretativa del lexema "construcción"
deriva de la polisemia propia de los llamados sustantivos predicativos (derivados
semánticamente y en la mayoría de los casos morfológicamente de un verbo). En ese
sentido Denis Apothéloz (1995b:l49-150) señala que
los lexemas como construcción o traducción pueden ser utilizados en
expresiones que designan un proceso ("el hecho de construir", "el hecho
de traducir") tanto como en expresiones que designan el Objeto resultante
de este proceso, u Objeto e.ffoctum (decimos aquí, "una casa" y "un
texto"). Se califican tradicionalmente estas interpretaciones de abstracta y
concreta; y el proceso de mutación semántica que está en el origen de esta
polisemia es descripto como un desplazamiento metonímico. [...] por
7
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focalización metonímica, el sustantivo predicativo viene a denotar un
ingrediente de la totalidad del proceso" 11
•
Desde el punto de vista argumentativo, el doble juego semántico interviene como un
elemento movilizador ya que al mismo tiempo que implica una actividad y puede
convertirse fácilmente en un llamado a la acción, señala un resultado alcanzable a su
término.
Por otra parte, la importancia argumentativa asignada a la figura de la construcción
se debe a que si bien el socialismo es, como señalamos, un objeto inscripto en una
larga tradición de la cual Chávez debe apropiarse porque es un indiscutible saber
acumulado, debe al mismo tiempo diferenciarse por los significados axiológicamente
negativos a los que se lo ha asociado en las últimas décadas. Por eso tiene que
presentarlo, por un lado, como un objeto en construcción y, por el otro, debe asignarle
los rasgos que activen una memoria aceptada a partir de la cual se pueda ir
conformando una nueva sociedad
Asimismo, las distintas perspectivas que adopta al ir construyendo el objeto exponen
en el nivel de su propio discurso la necesidad, que señalamos antes, de una
convocatoria amplia capaz de legitimar un referente central de la nueva etapa de la
revolución bolivariana:
Un socialismo que nosotros vamos a inventar. Mientras más de nosotros
participemos en la invención quedará mejor el modelo porque tendrá más
legitimidad. [...] Vamos a inventarlo entre todos. Y lo vamos estructurando con mucha flexibilidad, oyéndonos, aportándonos. Y nos sentiremos mejor todos
nosotros porque estamos aprendiendo a vivir en colectivo, como hermanos,
como compañeros de verdad, como camaradas, como tripulantes del mismo
barco, y la suerte es común para todos nosotros, la suerte es común, el destino
nacional, pues, el destino nacional, 16/8/2005.
El fragmento exalta en su insistencia la dimensión interactiva y constructivista de la
configuración del referente socialismo y lo maleable de un objeto cuya legitimidad
reside en la participación de todos en su conformación. El enunciador, en su hacer
11 Si bien no corresponde a nuestro ejemplo, es interesante lo que plantea en el texto citado, en relación
con el desplazamiento metonímico: "Otros valores que el effectum pueden resultar de ese proceso de
desplazamiento metonímico y, particularmente, el de Agente del proceso (ver, por ejemplo, el sentido de
sustantivos como acusación o defensa utilizados en un tribunal) de Instrumento (cierre, en la expresión
cierre relámpago por oposición a cierre de los negocios); o también de Manera como corrección en la
corrección de las pruebas que se interpreta como 'la manera en que las pruebas han sido corregidas'", p.
150..
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persuasivo, activa para que aquello sea posible los conocimientos 12
y las emociones
compartidas. El objetivo indiscutible al que tiende, "el destino nacional", exige que
intervengan todas las voces de la nación. La asociación con el imaginario familiar
impone a "hermanos" como inicio de la serie de comparaciones donde el término
político "camaradas" alterna con el más amplio "compañeros de verdad" y el más
accesible por lo concreto de la imagen "tripulantes del mismo barco". Estas
reformulaciones intradiscursivas que mantienen un núcleo de significado -el vínculo
entre pares, en este caso, el "vivir en colectivo" y también el compartir la suerte- al
apelar a distintas isotopías actúan persuasivamente en relación con posibles auditorios
diferenciados. Este rasgo, que habíamos destacado al hablar del dialogismo
generalizado expuesto como principio constructor del estilo de Chávez (Arnoux, 2008b)
y que opera por desplazamientos semánticos, se acentúa notablemente en los
fragmentos en los que, central o lateralmente, se construyen nuevos objetos políticos.
De allí su importancia en el proceso de "dar a ver" el socialismo (para que el otro
perciba, metafóricamente, el referente desde el entramado discursivo), proceso en el
que hay que destacar su dinamismo constructivo y su condición de sociohistóricamente
situado, es decir, de producido en el marco de prácticas sociales y resultado de
conflictos y negociaciones entre sujetos disparmente ubicados. El locutor prestigioso se
ubica como un par de los destinatarios de! mensaje -la reiteración del "nosotros"
inclusivo lo afirma- y esta estrategia facilita la aceptación de la propuesta en tanto se
presenta como "invención" común.
Este proceso de construcción del socialismo, que necesita convocar a múltiples
actores sociales para que logre su objetivo, se va presentando, así, como más
importante que el objeto mismo cuyo resultado sería; por eso, la metáfora de la
construcción deja progresivamente paso a la del camino como núcleo significante que
valora el transcurrir. Pero también, el camino impone límites ciertos y encauzadores, lo
que tal vez incide en la opción. El segmento siguiente expone en su materialidad esas
vacilaciones ya que, por un lado, el proceso se evidencia en los retomes ' ("es un
camino, es un camino") que a pesar de su literalidad implican un avance en la
conceptualización y, por el otro, el cierre introduce lo rechazado ("no es una
construcción que tenga que desesperarnos ya"), forzando su presencia ("es una
12 En ese sentido Grize (1990: 36) señala que "aunque la finalidad fundamental del locutor sea
transformar una representación del destinatario, un mínimo de acuerdo previo es necesario".
9
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construcción sobre el camino"), en la que "construcción" opta por uno de sus
significados:
el socialismo es un camino, es un camino. No es una construcción que tiene que
desesperarnos ya. No, es un camino, es una construcción sobre el camino ...",
112/2007.
Como vemos, el último segmento es algo anómalo porque el movimiento del primero
parece oponerse a la estabilización de "construcción sobre" y muestra las tensiones
opuestas que operan sobre la discursividad de Chávez: insistir en la necesaria
participación de todos en la elaboración de socialismo para que tenga cierta estabilidad
y, al mismo tiempo, la necesidad imperiosa de sentar las bases de ese cambio social y
encauzarlo decididamente. Podemos decir que entre el proceso y el resultado el
primero parece más valorado en los momentos iniciales de presentación del socialismo;
cuando busque construir el partido 13
(Partido Socialista Unido de Venezuela), se volcará
al segundo y el camino no será el tránsito hacia el socialismo sino el camino del
socialismo para la "liberación definitiva de la patria", donde anuda el antiimperialismo
militante con el socialismo:
En este día reafirmamos el socialismo, y quiero reafirmarlo, y cuando lo
reafirmo creo que estoy y que estamos reafirmando el camino, la voluntad,
reafirmando nuestra conciencia de batalla, de lucha, reafirmando que el único y
verdadero camino para la liberación definitiva de nuestra patria es el camino del
sociaiismo. No hay otro camino. Quiero que lo reafirmemos desde lo más
profundo de nuestra voluntad, de nuestro optimismo, de nuestra conciencia,
20008a: 39.
En el tramo siguiente aparecen sintética y abigarradamente los elementos que
hemos indicado, en este y en el anterior apartado, a lo que se agrega la pasión patriótica.
Me he propuesto una tarea, una nueva: convencer a la mayoría de los
venezolanos de que el único camino -y de esto me he convencido hace
relativamente poco tiempo- [...)de que el único camino para salvar a la Patria y
construir una patria digna, de iguales, de justos y de libres, es el camino del
socialismo, no hay otro camino, no hay otro camino, 31/5/2005.
El retome de "convencer" (a los venezolanos), con la referencia al convencimiento
propio, destaca la importancia de la argumentación política para actuar eficazmente
sobre las representaciones del otro. Pero para que el discurso sea persuasivo debe apelar
más allá del razonamiento a las emociones legítimas que puedan proyectarse sobre el
nuevo objeto: en este caso, patrióticas -salvar a la patria- y republicanas -patria digna
13
Respecto de la concepción del partido desde una posición crítica, ver Petkoff (2007).
10
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de iguales, de justos, de libres-. Y el socialismo se presenta insistentemente como el
único camino posible para lograr ese objetivo, reforzado esto por la reiteración del
lexema "camino" con la expansión "del socialismo", en el primer caso, y por el entorno
"no hay otro ...posible" en el segmento de cierre. La ubicación de "una patria digna, de
iguales, de justos y de libres" como objeto de "construir" activa ese otro objeto, el
socialismo, estableciendo una equivalencia entre ambos y asignándole a socialismo las
propiedades de dignidad, igualdad, justicia y libertad, cuya larga tradición las vincula
con la epopeya independentista y las vuelve indiscutibles.
El acto de denominar 1designar
Lyons, en un texto ya clásico (1978) llamaba la atención sobre la función didáctica y
la performativa de la denominación. La primera enseña a alguien que un nombre está
vinculado a un individuo, un objeto o un lugar por una convención preexistente. La
función performativa que se expone en el "yo te bautizo ...", proferido desde un lugar de
autoridad, engloba a su criterio también actos semióticos como la definición de
términos. Kleiber (1984) va a distinguir denominación de designación. La
denominación, para este autor, puede definirse como un acto que consiste en la
institución entre un objeto y un signo X de una asociación referencial durable. La
unidad por la cual se opera este acto de referencia debe estar codificada, es decir,
aprendida, memorizada, y haber sido objeto de un acto previo (acto de bautismo) o bien
de un hábito asociativo (no es necesario conocer las circunstancias de creación de una
palabra para dominar su utilización). Por su parte, la designación se define como el
hecho de crear una asociación ocasional entre una secuencia lingüística y un elemento
de la realidad. No ha sido objeto de un acto previo ni de un hábito asociativo. No está
codificada ni memorizada. Gérard Petit (2002), por su parte, señala los vínculos entre
denominación y designación: una definición estipulatoria (llamaremos X un Y que ...)
constituiría la manifestación de un acto de bautismo y por lo tanto un índice de
denominación potencial, lo mismo que la presencia en un texto de paradigmas
definicionales. En términos generales denominación y designación coexisten en el
discurso (por ejemplo el antecedente al cual se remite un paradigma designacional es
una secuencia denominativa). En el caso de Chávez podemos hablar de un acto doble de
denominar 1 designar como socialismo algo que enuncia como dotado de determinados
atributos. Si bien el denominar presupone la existencia de un vínculo estable, que en su
11
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caso se afirma en la repetición, el nombre asignado es presentado como susceptible de
ser cuestionado, como inestable y dependiente de posicionamientos sociales. Se lo
presenta como equivalente a otros, inscriptos en otras memorias discursivas.
A lo largo del período estudiado se destaca en los enunciados que construyen el
objeto la preocupación por marcar filiaciones nacionales latinoamericanas y religiosas.
El cristianismo y el pensamiento bolivariano son considerados formas socialistas
anteriores, socialistas aunque no tuvieran ese nombre- donde estaba inscripta la misma
voluntad de igualdad. Esto aparece, en relación con la designación, en una escena inicial
a la que se vuelve reiteradamente, escena donde la voz autorizada de Fidel Castro
enuncia públicamente la equivalencia entre los posibles nombres ("bolivarianismo",
"socialismo", "cristianismo") de lo que, en términos amplios asociados con las
revoluciones democráticas, se define como "la lucha por la justicia social, la lucha por
la igualdad, la lucha por la libertad plena del ser humano". Recordemos lo que señalan
Apothéloz y Reichler-Béguelin, (1995: 241) que "sobre todo en el discurso
argumentativo, la designación es un acto fundamentalmente intersubjetiva, donde se
expresan, en gran medida, el libre arbitrio y las estrategias persuasivas de los hablantes"
y que las categorizaciones léxicas están correlacionadas con las prácticas sociales. Más
allá de las designaciones nos referimos aquí al acto de designar donde el enunciador
ancla el objeto en un término que le da nombre, encapsulándolo en cierta medida.
Observemos ahora el fragmento de Chávez al que nos referíamos:
Hace casi diez años exactamente, yo salía de prisión después de haber estado en
dos rebeliones militares en mi país. Dos rebeliones militares contra el
neoliberalismo, contra el imperialismo y entonces me fui para La Habana,
conocí a Fidel Castro, ese bastión de la dignidad de los pueblos de América
Latina y creo del mundo, y Fidel Castro en la Universidad de La Habana, una
noche, después de oírme hacer unas reflexiones sobre nuestro proyecto que
estaba apenas naciendo, pero que ya se perfilaba como la revolución
democrática bolivariana, nunca olvidaré a Fidel Castro, quien dijo aquella
noche: "Chávez -delante de mucha gente- aquí en Cuba la lucha por la justicia
social, la lucha por la igualdad, la lucha por la libertad plena del ser humano la
llamamos socialismo, tú la estás llamando bolivarianismo, estoy de acuerdo".
Eso dijo Fidel, es más dijo, "Si la llamas cristianismo también estoy de
acuerdo", 1112/2004.
La escena es significativa, además, porque se asocia la situación individual -salir de la
prisión política- con la revelación o el descubrimiento del socialismo en una red de
equivalencias que le da sentido y lo hace susceptible de apropiación, así como el marco
-la lucha contra el neoliberalismo, contra el imperialismo- lo inscribe en la oposición
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fundamental capitalismo 1 socialismo. Es una escena a la que se vuelve en reiteradas
ocasiones donde se muestra cómo, en este caso, el nombre no depende de la adecuación
al referente sino de elementos del contexto político. La decisión sobre la designación -
importante porque es el anclaje de la representación del objeto- debe contemplar los
diversos imaginarios colectivos que el comentario metadiscursivo a su manera expone:
"... la llamamos socialismo, tú la estás llamando bolivarianismo, estoy de acuerdo. [...]
Si la llamas cristianismo también estoy de acuerdo". Otro aspecto interesante, en las
palabras de Fidel tal como aparecen rescatadas en el discurso de Chávez, es (además de
privilegiar el concepto frente al nombre) que el juego de designaciones posibles permite
instaurar la dimensión polifónica y reconocer otras perspectivas políticas y otras
posiciones que el objeto socialismo articula y que anuncia y legitima futuras alianzas,
necesarias en todo movimiento nacional amplio que integre sectores diversos.
Dimensión ética, filiación latinoamericanista y anclaje designacional se articulan en
un discurso pronunciado unos meses después del anterior donde el proceso de
denominación ha cristalizado en socialismo:
Y claro está, que si se llevan consecuentemente las ideas de Bolívar y Martí, se
concluirá siempre en el fin de la injusticia, en el fin de la explotación; se
concluirá siempre en la necesidad desesperada de justicia social que tienen
nuestros pueblos; se concluirá siempre que solo la Revolución que ponga fin a
ese sistema, más tarde o más temprano, será la que resuelva los problemas
sociales de nuestros pueblos. Cada cual lo llamará de una forma o de otra;
nosotros, es bien sabido, lo llamamos socialismo, 13/8/2005.
La denominación se ubica al final, posterior al despliegue del objeto, cuyo rasgo central
es la justicia social; incluso, el nombre es presentado retóricamente como secundario,
puede ser remplazado por otro. En ese sentido, el texto de Chávez subraya lo que Denis
Apothéloz y Marie-José Reichler-Béguelin (1995: 227) consideran el
"condicionamiento contextua] de los designadores lingüísticos, que dependen antes que
nada de factores socio-culturales y pragmáticos, y no prioritariamente de factores
referenciales en el sentido extensional y cosificador del término". Lo que importa es lo
que se hace entrar en la configuración, en la esquematizacion -el dar a ver-. En este
caso, la clausura sobre el núcleo fuerte del socialismo en el discurso de Chávez -la
justicia social- ya inscripto en la memoria social, se opera gracias a la repetición de "se
concluirá siempre", donde la orientación argumentativa se presenta como un
razonamiento demostrativo, como una derivación estricta (reforzada por el futuro del
verbo y el "siempre"). De la propuesta inicial -llevar convenientemente las ideas de
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Bolívar y Martí- se deriva un resultado -el fin de la injusticia, el fin de la explotación-,
una comprobación -la necesidad de justicia social que tienen los pueblos- y el camino
para lograrlo -la Revolución-. La articulación cerrada de estos tres aspectos se da como
efecto de la construcción retórica del párrafo.
Conclusión
La dificultad para poder actuar sobre las subjetividades y hacer aceptable el
socialismo como proyecto estratégico, capaz de construir el futuro de Venezuela reside
en que es un objeto en gran medida descartado en amplios sectores por sus vínculos
fuertes con la Modernidad y por los que se consideraron fracasos como el caso
soviético. Si bien el pensamiento político actual aborda la transición hacia el
"socialismo del siglo XXI" o "nuevo socialismo" (Biardeau, 2009), este no se ha
constituido en la mayoría de los casos en una fuerza objetiva orientadora de la acción
colectiva. Notablemente, en Venezuela, con el advenimiento del nuevo siglo se impone
no solo como objeto de debate sino como valor que debe ser defendido o rechazado en
prácticas políticas, incluso electorales. Más allá de los vaivenes del número de votos 14
el socialismo ha sido aceptado por amplias masas de venezolanos y esto ha llevado a
que vaya adquiriendo una nueva legitimidad en Latinoamérica, lo que hasta hace poco
se creía imposible. En la (re)construcción del socialismo como objeto político legítimo
las intervenciones de Hugo Chávez han sido decisivas, de allí el interés por analizar
cuáles son las estrategias discursivas que pone en juego. En este trabajo hemos
considerado cómo busca articular los valores propios de las revoluciones democráticas
con la tradición socialista, las vacilaciones y certezas primeras asociadas con la imagen
de la construcción y del camino, y la importancia de exponer el acto de designar para
apelar a una convocatoria amplia. Si bien la construcción del objeto socialismo
realizada por un locutor autorizado lo constituye en un referente de la discursividad
política, su vigencia y contenido exceden este plano y obligan a interrogar las
transformaciones operadas en la sociedad venezolana. Son los nuevos modos de
participación popular, la redistribución de la riqueza, el papel directivo del Estado en
14 En relación con los votos, Chávez (2008a: 128) sefiala: "Lo que les contaba de un amigo que me
comentaba sobre el tema del socialismo. Me decía -conocedor de Venezuela desde hace mucho tiempo
que independientemente del resultado del referendo, casi 50% de quienes fueron a votar, a pesar de toda
esa campafia, no tuvieron duda en ratificar su voluntad de construir en Venezuela un verdadero modelo
socialista, casi 5 millones de personas".
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)
relación con la economía, la integración plena de sectores antes excluidos, las
experiencias de economía social y autogestión las que, entre otros, le darán su sentido
histórico.
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