M ENSAJERÍA Y C ONFIGURACIÓN DE S OFTWARE PARA C ORREO E LECTRÓNICO.
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NESCO
El CUna ventana abierta sobre el mundo
orreoNoviembre 1966 (Año XIX) - España : 13 pesetas - México: 2,60 pesos
METEOROLOGÍA
EN ESCALA
PLANETARIA
ESOROS
DEL ARTE
MUNDIAL
Jinete del Kafiristán
Esta estatua ecuestre de
madera, de 2 metros de alto,
es típica del arte funerariotradicional del Kafiristán,
región del Afganistán. Locurioso es que los kafires, queviven en los altos valles de
las montañas del Kush hindú,
no tienen caballos y los venraras veces. Los cajonesmortuorios están a la vista
en sus cementerios, y lasefigies mortuorias pegadas aellos. La figura de la quepublicamos está ataviadacon el traje tradicional en laregión : pantalones bordados,blusa con cinturón ypuntiagudo turbante.
Museo de Kabul
Foto Unesco-Cart
^K*\i 8 NOV 1966
UNESCOEl Correo
NOVIEMBRE 1966 - ANO XIX
PUBLICADO EN
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Publicación mensual de la UNESCO
(Organización, de las Naciones Unidas parala Educación, la Ciencia y la Cultura).
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co; España: 13 pesetas; México: 2,60 pesos.
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Ilustración: Betsy Bates
Documentación: Olga Rodel
Composición gráficaRobert Jacquemin
La correspondencia debe dirigirse al Director de la revista.
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ESPECTADORES DE TELEVISION
DE MENOS DE SEIS AÑOS
por Henry R. Cassirer
EL PUBLICO LECTOR DE ASIA
De cómo satisfacer su hambre de libros
por Ibne Insha
METEOROLOGÍA EN ESCALA PLANETARIA
Un sistema de observación mundial del tiempo
por Robert L. Munteanu
UNIENDO AL MUNDO ENTERO DESDE
EL COSMOS
Los sateloides de comunicación
por Arthur C. Clarke
LAS ASECHANZAS DEL ESPACIO
¿Qué sistema planetario de comunicación elegiremos?
por Nicolai I. Tchistiakov
LA TORRE MAS ALTA DEL MUNDO
Para una antena de televisión
LOS LECTORES NOS ESCRIBEN
TESOROS DEL ARTE MUNDIAL
Jinete del Kafiristán
Nuestra portada
Con el lanzamiento del primer sateloide especializado en 1960 la cmeteorológica entró en una nueva era. Previsiones y estudios podrán hacersea raíz de ello sobre datos establecidos en escala planetaria. Hasta ahoralos hombres de ciencia no disponían más que de Informaciones locales yfragmentarias, pero este año la Organización Meteorológica Mundial hacreado la Observación Mundial del Tiempo, incorporando asi al pronósticode este el espíritu y los fines de la cooperación científica internacional.
por
Henry R. Cassirer
ESPECTADORESDE TELEVISIONDE MENOSDE SEIS AÑOS
-vaij
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n Venezuela, en el Japón,en Checoeslovaquia, en
ios Estados Unidos de América, las
estaciones de televisión transmiten
programas especiales con destino alos alumnos de los jardines de
infantes. En Gran Bretaña se pide a
los pequeñitos «que miren con mamá»ciertas transmisiones, mientras que en
Nuevo México, donde no hay jardinesde infantes públicos, un «TV Kinder¬
garten» que se puede escuchar y verdiariamente toma el lugar de esos
establecimientos en muchas casas ycomunidades del estado.
Los niños que todavía no van a laescuela tienden a mirar la televisión
siempre que haya en casa un aparato
receptor, y los educacionistas se vandando cuenta cada vez más clara de
la Importancia que esta experienciatiene para aquéllos.
¿Por qué tanto esfuerzo especial
para que ' determinados programas
HENRY R. CASSIRER está encargado deaplicar a la enseñanza, dentro del Departa¬mento de Información de la Unesco, los
medios propios de éste. En J960 la Orga¬
nización publicó su libro 'La televisión yla enseñanza» (Prensa, cine y radio en elmundo de hoy).
SIGUE EN LA PÂG. 6
ESPECTADORES DE MENOS DE 6 AÑOS (cont.)
Todo un universo en una pantalla minúscula
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«lleguen» a niños de entre dos y seisaños de edad? ¿No tendrían esos niñosuna vida más sana, más activa, si nose vieran sometidos a un medio de
información a las masas tan moderno
y tan traicionero como la televisión?La experiencia indica que esta pre¬gunta se puede contestar de dos ma¬neras. Por un lado, hay quienes sostie¬nen que en países que ofrecenprogramas el día entero mañana,tarde y noche los niños sufren laatracción inevitable de la pequeña
pantalla y ven muchas cosas pocoapropiadas para su edad o de pocovalor.
Esa imagen que se mueve constan¬temente en la pantalla de un receptorde TV ejerce una fascinación de ordenfisiológico, que no tiene nada que vercon el contenido de los programas. Re¬cuerdo muy bien cómo una hijita míamiraba Intensamente, al año de edad,
las Imágenes de la televisión, y cómoal mismo tiempo no hacía caso algunode los sonidos de la radio. Esa fasci¬
nación mueve con frecuencia a los
padres a recurrir a la TV para que
haga funciones de cuidador de sushijos, a quienes Instan a mirarla paraverse libres de ellos cuando tienen
que hacer algo urgente o necesariopara la casa.
fi N tales circunstancias, pre-* sentar programas adapta¬
dos a ese público infantil y preparadoscon esmero, para que los niños veanla diferencia con la mayoría de lastransmisiones no adecuadas para ellos,es cosa que cobra un valor y uninterés muy especiales. Los que asícreen piensan, sin duda, en los Inte¬reses del niño; pero esa es una
manera negativa de encarar el pro¬blema; vamos a hacer programas detelevisión para niños, porque de otramanera no hay manera de arrancarlosde su asiento frente al aparato.
Un razonamiento más fundamental
que ese hace hincapié en la Importantecontribución positiva de la televisiónen el sentido de «desarrollar el mundo
que existe dentro del niño y familia¬rizarlo con el mundo de fuera», como
dice el director de una serie de pro¬
gramas. Según este criterio, la tele¬visión es una de las armas con queatacar una de las fuentes fundamen¬
tales de la desigualdad social en nues¬tra época: la gran disparidad existenteentre los niños que llegan a la edadescolar viniendo unos de hogares deposición desahogada y cultura arrai¬gada como una costumbre, mientras
otros traen consigo a la escuela eleco de la privación social y culturalque han sufrido.
Más que una diferencia de inteli¬gencia, la diferencia que crea los pro¬blemas más serios en la educación
primaria es la del medio ambiente de
que proceden unos y otros alumnos ;y esta diferencia no sólo impide quelos niños se eleven por sobre el nivel
social de sus padres sino que también
los priva de esa «igualdad de oportu¬nidades» que es uno de los objetivos
fundamentales señalados en la Decla¬
ración Universal de Derechos Hu¬
manos.
En su paso por la vida, los que hancarecido de privilegios sufren de unaserie de trabas tanto físicas como
mentales. Los que llegan a la escuelacon un vocabulario limitado y ningunaidea de lo que son la naturaleza y elmundo creado por el hombre fuera
de la limitada experiencia que hayanpodido tener en los barrios pobres de
suburbio o en alguna granja no menos
Foto Rapho-Llmot
Hace varios años que se viene haciendo en todo el mundo un gran esfuerzopor presentar emisiones de TV adaptadas a los niños de entre 2 y 5 años.
La televisión ayuda al niño a familiarizarse con el mundo que la rodea,estimula su curiosidad y aguza sus facultades de observación. Un programa
que los niños comprendan bien se transforma en excelente auxiliardel maestro; de ahi que se los utilice regularmente en ciertos jardines de infantes.
pobre no pueden aprovechar laenseñanza que reciben en la misma
forma en que lo hacen niños acostum¬
brados a otras influencias, complejas yvariadas, de orden tanto social como
cultural. Aquí es donde los medios
audiovisuales de comunicación yespecialmente la TV surgen comofuerzas llenas de promesa para lo quese podría llamar una democratización
de oportunidades.
Hoy en día se reconoce universal-
mente que la inteligencia Innata no esotra cosa que una potencialidad a
cultivar en el niño, y que sin estímuloni educación especialmente durantesus años de formación esa inteli¬
gencia se pierde para el futuro. Por
eso mismo se necesita que los niñosen edad pre-escolar cuenten con unprograma de enseñanza sistemática a
cuyo efecto ayuden más intensiva¬mente padres e institutos de ense¬
ñanza. Para el programa en sí y parala colaboración de éstos la televisión
puede constituir una gran ayuda.
UNQUE los objetivos fun¬damentales de la enseñan¬
za pre-escolar sean parecidos en lamayor parte de los países del mundo,el grado en que esa enseñanza se
en el hogar o en el jardínde infantes varía no sólo de una nación
a otra, sino primordialmente de unaclase social a otra, de una a otra
condición cultural. El papel de la tele¬visión deberá ajustarse, por tanto, aestas variaciones.
En Venezuela, el Centro Audio-Vi¬
sual del Ministerio de Educación pre¬para el programa llamado En el Jardínde Infancia, transmitido por intermediode una estación comercial, principal¬mente para que se haga uso de él enlos «kindergartens», pero también paraque se escuche en las casas, especial¬mente las casas de las colectividades
pequeñas, cuyas normas y oportuni¬dades de progresar hay que estar ele¬vando constantemente.
Los programas venezolanos intentan
ayudar tanto a los maestros de los jar¬dines de Infantes como a los padresde los niños más pequeños a dirigirlas actividades destinadas a desarro¬
llar las funciones sicológicas y la des¬treza manual de éstos. Ofrecidos
continuamente desde 1960, en su pre¬paración colaboran estrechamente los
maestros de todos los jardines deinfantes con la mira de que los gruposreunidos bajo su dirección emprendanuna actividad estimulada desde la pan¬talla, pero que cobra en clase formasindividuales.
El hecho de que muchas escuelaspúblicas y particulares en la misma
Caracas, y también en otras partes del
país, hayan comprado espontánea¬mente receptores para aprovechar la
transmisión de estos programas ates¬tigua en cierta forma su valor. Su efi¬
cacia ha quedado evidenciada en unaencuesta hecha entre los maestros de
los jardines de infancia, encuesta de
la que se desprende que gracias a losprogramas de TV :
«La asistencia a clase ha mejorado,la eficacia en cuanto a las labores
manuales ha aumentado día a día,el vocabulario es más rico y máscorrecto, habiéndose intensificado
también la colaboración, el orden, elrespeto y la comprensión de los niños.La televisión ha contribuido también a
desarrollar la vista y el oído de losalumnos, a ejercitar su memoria y aeducarles la atención, teniendo unainfluencia decidida sobre la forma enque se va moldeando su conducta.
«En el Jardín de Infancia» presentaa los niños una serie de hechos aje¬nos a su experiencia y su comprensióndel mundo y desarrolla su interés porlos fenómenos naturales. Asimismo les
inculca confianza en el trabajo quehacen diariamente y les cultiva eldeseo de colaborar con el maestro.»
Los que se dedican a este tipo deenseñanza reconocen que los progra¬mas son útiles y valiosos no solamentepara los niños, sino para ellos mismosen su propia preparación profesional.Esto es cosa que ocurre a menudo enla televisión educativa. Una carta de
un maestro al encargado del programaen Caracas lo expresa de una maneraya típica a estas alturas: «En cuanto
se refiere a mi preparación profesio¬nal, gracias a Vd. y a su programa hesabido que hay muchos recursos prác¬ticos y útiles para enseñar a los niñosen edad pre-escolar, recursos de los
que no tenía la menor ¡dea. Lo que heaprendido así lo he transmitido a mis
alumnos, y el resultado me ha infun-
dido entusiasmo para seguir con mitarea.»
N el Japón, la NHK, corpo¬ración pública de radio y
televisión, presenta todas las semanasen su Cadena de televisión educativa
seis programas de 20 minutos cada
uno para los alumnos de «clase jardi¬nera» (con 11 repeticiones) y seisprogramas de 25 minutos (con 5 repe¬ticiones) en su Cadena general detelevisión para que los niños los vean
con su madre o algún cuidador: lo quequiere decir que al concluir una sema¬
na se han transmitido 10 horas y15 minutos de programas especial¬mente realizados para niños de menosde 6 años.
Las estaciones comerciales tienen,asimismo, programas regulares para
los pequeños. La NTV transmite porlas mañanas unas 11 horas semanales
de programas primordialmente desti¬nados a entretener a éstos por mediode dibujos animados, marionetas, pre¬guntas y respuestas, participación de
los espectadores y ejercicios físicos.La NET, estación comercial educativa,presenta semanalmente tres transmi¬
siones de 70 minutos cada una (con3 repeticiones) que siguen el programaoficial de los kindergartens y muestrana los niños cuentos de hadas y «fol¬klore» del Japón y otros países enforma dramatizada, al tiempo que lesenseñan etiqueta y buenos modales ycompletan su educación rítmica pormedio de cantos y bailes.
ODOS estos programasdel Japón gustan tanto a
maestros como a alumnos. El 82,1 %de los «kindergartens» del país y el71,6 % de las «nursery schools» tienenreceptores de televisión, y de unaencuesta efectuada en 1964 se des¬
prende que la proporción de uso delos programas televisados era de
73,5 % para los primeros y de 88,2 %para las segundas.
En una conferencia regional recien¬temente celebrada en Kittakyushu porla Federación Nacional de las Socie¬
dades para el Estudio de las Transmi¬
siones Educativas me encaré expre¬samente con un centenar de maestros
de jardines de infantes para pregun¬tarles cuál era, en su opinión, el valorde la televisión en la enseñanza. Y les
dije más precisamente: «¿No tiendela televisión a crear pasividad entrelos niños, en vez de fomentar una
actitud activa? ¿No produce en ellosla calidad relativamente pobre de lasimágenes en que se reproducen pai¬sajes y lugares distantes cierta distor¬
sión en la mente del niño, perjudi¬cando el valor que dichas imágenespuedan cobrar en la mente de éste?»
Los maestros reconocieron la vali¬
dez de ambas objeciones, pero nopensaron que ellas plantearan proble¬mas insolubles. Los directores de los
programas tienen muy en cuenta loimportante que es estimular las acti¬
vidades de la clase en su conjunto.«Capitán Do-re-mi-fa», programa que,como su nombre lo indica, se proponeayudar a la educación musical del niño
e inspirar el interés de éste por lamúsica, tiene diversos recursos parahacer que juegue y se mueva al ritmode ésta. En el Japón se considera queuna educación rítmica tiene una impor¬tancia capital tanto para los escolarescomo para los niños en edad pre-escolar, y que es esencial para el 7control del cuerpo y el desarrollo 'armonioso de la personalidad. La radioresulta de gran valor en este caso,
SIGUE A LA VUELTA
ESPECTADORES DE MENOS DE 6 AÑOS (cont.)
Ni concesiones ni actitudes falsas
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y muchos de los jardines de infantesque reciben programas de televisióntienen también su aparato de radiopara los programas musicales y paraescuchar cuentos.
En cuanto a la falta de realismo en
los programas que muestran paisajesy escenas de conjunto, dijeron que enlas ciudades del Japón industrial, quecrecen y se extienden dia tras día, losniños no tenían casi ninguna otra
oportunidad de ver nada que no fuerael ambiente de su barrio y de su casa.Los educacionistas Insistieron en la
importancia que tenía familiarizarloscon esas escenas de otros lugares
del globo por más pobremente foto¬grafiadas que estuvieran a veces yaque, así y todo, todas ellas satisfacenla curiosidad natural de la infancia ycrean un sentido de familiaridad con
otros modos de ser y otras costumbresque enriquece el vocabulario de losniños y los prepara para lo que hayande aprender en el futuro.
LO que pasa en el hogarconstituye la preocupación
principal de la BBC en Gran Bretaña.«Mira el programa con mamá»(Watch With Mother) ha de ser conseguridad el programa más viejo detelevisión que sigue transmitiéndoseregularmente por una misma cadenade un país. Cinco de las seisseries de 26 películas que ofrece fue¬ron producidas entre 1952 y 1955 yse vienen repitiendo regularmentedesde entonces. Hay pocos niños bri¬tánicos que no hayan crecido viendo
Andy Pandy, el muñequito vestido depayaso, que dispone de una cantidadde juguetes, que canta y baila comopodría hacerlo un niño de tres años
y que está siempre acompañado de unosito. Otras figuras familiares en lasprimeras fantasías infantiles de tele¬visión son los Hombres maceta
(Flowerpot Men) y tres marionetas quese manejan como guantes: Rag, Tag yBobtail. Y si bien la mayor parte deestos programas satisfacen la ganaque los niños tienen de cuentos y demundos imaginarios, una serie de pelí¬culas hechas en el Canadá, «Cuentos
de orillas del río» (Tales of the River¬bank) donde se presentan exclusiva¬mente colonias de animales pequeños(«hamsters», ratas, ranas, etc.) gozaigualmente de gran favor.
Un propósito educativo más defi¬nido es el que anima a Play School(Escue(,a de juego) programa diario de25 minutos de duración destinado prin¬cipalmente al niño pequeño que sequeda en casa, pero que puede usarse
igualmente en las salas de guarda deinfantes. El público que se acerca amirarlo de manera furtiva abarca hasta
los niños de dos años y está com¬puesto, entre otros, por un millón deadultos que lo siguen regularmente.Lo ven, desde luego, los pequeñoscon su padres, las familias y las «nur¬sery schools», pero el espectador alque se dirige el programa sigue siendoel niño inteligente de cuatro años deedad que se sienta solo a verlo. Espropósito del programa dar a ese niñouna cantidad de información y desper¬tar en él una serie de ideas que -loafecten no sólo mientras está mirando
la televisión, sino mucho tiempo des¬
pués.
Hay una serie respetable de pruebasde que lo que el niño absorbe viendoeste programa suscita una serie deactividades que duran largo tiempo:pintura (la BBC recibe continuamente
gran cantidad de trabajos para pin¬char en el pizarrón de Play School),
canto, juegos creados por los mismosniños y otros que tienen fines eminen¬temente prácticos.
En uno de sus Informes ha dicho el
director del programa: 'Play Schooltrata de ofrecer al niño, en esa etapacrucial de su desarrollo, un variedad
mayor de motivos y de tipos humanosque lo habitual en los programas ante¬riormente destinados a los niños de
esa edad, teniendo en cuenta las limi¬
taciones propias de ella: pocos tér¬minos de referencia, un vocabulario
limitado, un plazo de concentración
más corto; pero no haciendo, aparte
de ello, concesión alguna. Hablar alniño como si no tuviera inteligenciaalguna es un crimen. También lo sonlas actitudes falsas, que el programaliquida de raíz. El niño de menos de
cinco años se lo cree todo, y para bieno para mal, esmuy fácil tener influen¬cia sobre él. Nuestra responsabilidad
de realizadores radica, por consi¬
guiente, en no abusar de esa influen¬cia sino dar por sentado que en ese
niño de menos de cinco años hay ungusto innato y un espíritu de selección,cosas frágiles como una flor, perocapaces de responder como ésta a lamano del jardinero experto.»
^ STA asimismo la responsa-bilidad particular de quie¬
nes no buscan otra cosa que atraery divertir al público infantil obteniendoasí un medio de hacer publicidad
comercial. En uno y otro caso haytrampas, peligros, como se ha visto
en Australia, donde los programascomerciales y los no comercialescompiten por el favor de ese pú
blico. Un punto de vista primordial¬mente didáctico, por serio que sea,
puede fallar en el intento de atraer einteresar profundamente al niño y pa¬sar así sin dejar huellas. Un punto devista que tenga la distracción comopropósito principal puede no lograr unefecto constructivo o positivo. Hay quesaber equilibrar ambos elementos;este es el problema que se le pre¬senta siempre a un director de tele¬visión, y no sólo en el terreno de losprogramas para niños pequeños, comoes fácil de imaginar.
En los Estados Unidos la competen¬
cia entre lo comercial y lo no comer¬cial llega a un grado muy especial.Entre los programas comerciales demayor éxito está Romper Room(Cuarto de juegos), cuyo formato seha reproducido en muchos otrospaíses. En este programa se hacehincapié en la participación del niñono sólo desde la sala en donde lo mira
sino en el «studio» mismo desde el
cual se transmite. Hay maestros quepiensan que mostrar a un grupo deniños interpretando sus juegos frentea la cámara no es una solución feliz;
que perjudica el efecto educativo delprograma y los lleva al exhibicionismoen vez de expresarse con sencillez ycreadoramente. Otros celebran esta
forma de presentación como una ma¬nera de inducir al niño que mira el
programa a participar en lo que sehace en éste.
mm OMPER ROOM propone*^ muchas actividades que
pueden contribuir a mantener la buenasalud y el vigor del niño al mismotiempo que amplían sus horizontesmentales y lo ayudan a ajustarse almedio ambiente. Para familiarizar al
niño con escenas de la Naturaleza ycostumbres populares el programarecurre a películas, cuadros o pinturas
cuyo campo se extiende también a lasprofesiones que lo interesan más:
policías, bomberos, dentistas, pilotosde aviación, carteros, etc., así comotambién al mundo animal. Para
desarrollar la aptitud del niño por lalectura se le enseña a reconocer y
dibujar letras y. números y a jugar unjuego llamado «Look 'N' See» (Mira yve), junto con otro, «Palabras y soni¬dos», destinado a enriquecer su voca¬bulario.
El programa es ágil, está bien hechoy cumple con su fin de atraer, divertir
e instruir a sus pequeños especta¬dores al mismo tiempo que vende losproductos anunciados en él. Por otra
parte están, en la televisión norte-
Gracias a la TV los niños
pequeños pueden adquirirlos conocimientos más
diversos y pasar de lamúsica al dibujo y del
mundo de los animales al
de las máquinas. Los niñosde los grandes centros
urbanos .descubren
frecuentemente el mundo
' de la Naturaleza graciasa la pequeña pantalla.
En ciertas regiones, comoNuevo México (EstadosUnidos) que tienen una
población trilingüe, el niñoempieza a aprender algún
otro idioma local graciasa los programas
preparados con lacolaboración de los
maestros.
En Checoeslovaquia, lostradicionales espectáculosde títeres uno de los
cuales se ve en la foto
presentando una películade dibujos animadostratan de estimular las
actividades artísticas e
intelectuales del niño.
Foto © Loukovsky, Praga
americana, las estaciones de carácter
puramente educativo, que hacenesfuerzos especiales para presentar
programas útiles y valiosos tanto paralos niños como para sus padres. Entrelos muchos producidos por este tipode estación se cuenta TV Kindergar¬ten, transmitido desde Albuquerque,ciudad de Nuevo México en que la
necesidad de alguna forma de educa¬ción pre-escolar es tan notoria queanula muchas de las objeciones habi¬tuales al uso de la televisión.
Los habitantes de Nuevo México
tienen una cultura trilingüe; los niños,al llegar a la escuela, hablan inglés,español o algún idioma de los indiosque quedan en el territorio, diversidadque plantea un problema bien difícilpor cierto a las autoridades escolares.Otro de los problemas de éstas sedebe al hecho de que el territorio del
estado sea vasto y poco poblado. Nohay jardines de infantes en NuevoMéxico, pero aunque los hubiera lapoblación no podría servirse de ellos.
Recurriendo como base al programade enseñanza corriente en los «kinder¬
gartens», el de la televisión se pre¬para siguiendo las indicaciones de lasautoridades docentes. Como en otros
casos, su finalidad es la de prepararal niño para leer cuando entre en la
escuela y darle al mismo tiempo capa¬
cidad lingüística, cierta destreza conlos números y ciertas nociones de lavida en sociedad. «Reconociendo las
limitaciones que implica el poder rete¬ner la atención de los niños solamente
media hora por día», añade el informede Nuevo México, «hacemos hincapié
en la ayuda de los padres, que sonlos que deben guiar al niño siguiendociertos principios una vez terminada
la transmisión. Cada cosa que se hace
está pensada para que no haya queutilizar materiales difíciles de conse¬
guir o caros. La educación domésticaes, en esta forma, una adición impor¬
tante a la que se propone impartir laserie ».
Especialmente en los rincones deEstados Unidos donde la gente nogana muy buenos sueldos, la ausenciade jardines de infantes públicos es unproblema. En las grandes zonas urba¬nas del este del país Nueva York,Boston, Washington este problemase hace particularmente agudo. En elestado de Tennessee, en la ciudad de
Memphis, hay otro programa produ¬cido por la televisión educativa que sellama All aboard with Mr. Be (Al tren
todos con el señor B) y que tambiénestá compuesto para preparar al niño
en edad pre-escolar para entrar a la
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ESPECTADORES DE MENOS DE 6 AÑOS (cont.)
Lo ya visto atrae
mas que lo nuevo
10
escuela con sus potencialidadesdesarrolladas al máximo. Este pro¬
grama se presenta en un marco delsiglo pasado y gira alrededor de losferrocarriles, de su movilidad, de todo
lo que evocan y sugieren. El señor Bes un maquinista de otros tiempos queahora vive en una combinación de
galpón para depositar vagones ytienda que vende de todo. Esta tiendaestá llena de objetos curiosos, cuadrosy animales domésticos, y el tren quese guarda en el galpón es una réplicadel famoso «General» de la guerracivil norteamericana.
183 programas de esta serie estángrabados en cinta magnética, y cadauno de ellos inicia al niño en una serie
de hechos nuevos o lo hace conocer
cosas que no ha visto. Un día el señorB, por ejemplo, demuestra con unamáquina de factura casera la forma enque el vapor puede hacer mover un
tren y cuenta la historia de los ferro¬carriles hasta el último modelo «die¬
sel». Otro día explica la forma en que
los relojes le dicen a uno «cuándo» y«por cuánto tiempo», y cómo en otras
épocas la gente se ayudaba del sol yla luna para saber la hora y el día delaño. Visitas a una zapatería o a una
tienda de comestibles (o de ultrama¬
rinos o abarrotes, o simplemente alma¬cén, como se la llama en el Río de laPlata), a los leones que viven en la
selva o a una jaula grande de pájarosen el zoológico son también cosas quehacen aprender palabras y cosas nue¬vas a los pequeños televidentes.
Uno de los argumentos en contra dela televisión para niños es que lesimpide leer, buscar ellos mismos la
información que necesitan cuando
quieran hacerlo así. Pero la experien¬cia ha demostrado que, trátese deadultos o de niños, la televisión puedeestimular tanto la lectura como consti¬
tuir una fuerza que mate de raíz todoesfuerzo intelectual. La cuestión está
en cómo usarla y cómo saber relacio¬narla con la lectura. En Francia, por
ejemplo, hace años que se pasa un
programa semanal sobre libros desti¬nado a los adultos y otro similar paralos niños en que se presentan al
público nuevos libros y nuevos auto¬res. El efecto de estos programas seve claramente en el interés que mues¬
tran los editores por hacer que sehable en ellos de sus libros.
Picture Book Parade es una serie
de películas basadas directamente enlas ilustraciones y texto de libros infan¬tiles conocidos. Recurriendo al sistema
de recorrer cada imagen en primerplano con una cámara lenta y dete¬nerse en un detalle luego de mostrarla escena completa, estas películas,
acompañadas de la música y el textocorrespondientes, son una especie dedibujos animados lentos y reducidosa una gran simplicidad, como convieneal ritmo mental propio de sus pequeñosespectadores. Las estaciones localeshacen uso de estas películas cuandono las producen ellas mismas para queformen parte del programa regular queofrecen a los niños (aun a los esco¬lares). Aparte de lo que entretienen alniño, estos programas la inducen aquerer tener el libro entre sus manospara mirarlo o leerlo, si ya lo sabehacer así.
En los Estados Unidos la televisión
ha constituido también un estímulo para
la lectura: muchos programas para
niños pequeños son adaptaciones
directas de libros, y al transmitirsecontribuyen a la venta de éstos o aque se pidan prestados en las biblio¬tecas. Volver a leer o volver a ver lo
que ya se conoce resulta particular¬mente satisfactorio para los niños, asícomo lo es el hecho de que se les
cuente el mismo cuento una y otra
vez. Muchos productores de televi¬sión trabajan bajo la falsa impresiónde que sólo importa lo nuevo, y repetir
algo que ya han hecho es cosa queconsideran contraria al estilo del medio
de que se sirven. Pero los niños nopiensan así.
«Mi hijo, que tiene cinco años, me
ha estado pidiendo desde hace, variassemanas que les escriba para ver sípueden pasar otra vez «La alfombraroja» dice una madre de la localidadneoyorkina de Ithaca al director de eseprograma llamado Picture Book Parade(Desfile de libros ¡lustrados). «Tambiénnos gustaron mucho los otros cuentos,que querríamos ver otra vez antes deque se presente uno nuevo». Pero si
bien la televisión no da muchas opor¬tunidades de ver nuevamente un
mismo cuento, el libro sí la da. Y así
son muchas las madres que se haceneco de lo que dice en una carta una
señora de California: «Luego de verun programa, pedimos prestado el libro
a la biblioteca y nos encanta volver aleer el cuento y mirar y remirar lasilustraciones».
La televisión educativa es, en Esta¬
dos Unidos, obra de gente dedicadaque no dispone de los recursos técni¬
cos y financieros de las estaciones
comerciales. En Milwaukee, por ejem¬plo, un grupo de personas que trabajanen el museo, en las escuelas, en laDirección de Relaciones Comunales, o
Una encuesta reciente ha
descubierto que los niñosvan más a menudo a las
clases de jardin de infantessi encuentran allí programasde televisión que lesinteresen. En Venezuela, porejemplo, las maestras handicho que gracias a ellos lospequeños alumnos son másordenados y se comprendenmejor entre ellos. A laizquierda, imagen de unprograma dedicado a lajardinería.
¿Es posible que una ardillaenseñe matemáticas
por los nuevos sistemas? Enuna transmisión de televisión
(derecha) la vemoscolaborando con el profesor
para mostrar al públicocómo construir un teléfono
con dos cajas vacías y untrozo de cuerdecilla. Así se
hace realidad una vez más la
aspiración de «instruirdeleitando».
Foto © Holmès-Lebel Larry Frled/Curtls Camera Press
que son simplemente dueñas de casa
se reúnen todos los días para actuar
como voluntarios en un programa demedia hora llamado Children's Fair
(Feria Infantil) y televisado por unaestación educativa con destino a los
niños de entre tres y siete años.
En un resumen de los propósitos
que se persiguen con otro programa
que ofrece la Universidad de Michigancon el título de The Land of Play (Latierra de los juegos) se dice : «En esteprograma no hay necesidad ni
lugar para la violencia en ningunade sus formas. Habrá un interés y un«suspenso» grande en algunos episo¬dios, pero nada de miedo. El nuestro
es un programa ligero, alegre, decarácter positivo. Las historietas y lassituaciones tendrán su moraleja, pero
no es una moraleja que salga impresadetrás de la palabra y los consabidosdos puntos».
Esta preocupación por el desarrollodel sentido moral en el niño guía tam¬bién los programas especiales que elCentro de TV de Kiev, en Ucrania,ofrece diariamente de mañana tem¬
prano y al caer la tarde en sus emi¬
siones de televisión, programas que«tratan de aguijar la curiosidad delniño, darle un conocimiento más pro¬fundo del medio que lo rodea, fomen¬tar su sentimiento de ajuste a ese
medio y «ayudarlo a comprender quéactos son buenos y cuáles pasiblesde reproche».
En este caso se hace hincapié en
que «las ¡deas de este tipo vengan alniño muy pequeño, no a través de una
admonición directa, sino de algún juegoque lo interese y lo divierta». Mientrasjuegan y sueñan, los niños aprenden
gran variedad de cosas útiles. En losprogramas para infantes no se enseñandirectamente ciertos temas, pero sí se
muestran cosas que pueden completary enriquecer lo que se enseñe en las«clases jardineras». El lápiz dibujante,por ejemplo, es un juego que se vienetransmitiendo desde hace varios años
y en que un muñeco llamado «LápizAlegre» enseña a los niños el arte deldibujo y al mismo tiempo les explicafenómenos como el de que las ardillas
pongan hongos a secar en un pino yel de que los pájaros emigren regular¬mente a otras tierras.
Finalmente llegamos a Checoeslo¬vaquia, país que quizá sea el que tienela tradición más arraigada en cuantose refiere a títeres, películas infan¬tiles y, desde 1958, programas de tele¬visión para los niños pequeños. Uninforme del supervisor de programaspara jardines de infantes en Pragaparece, al leerlo, un resumen de lo quedicen sus colegas de todas partes delmundo; porque los niños son niños ytienen reacciones muy parecidas vivandonde vivan, y la televisión tiene queenfrentarse con problemas y oportuni¬dades similares sea cual sea su forma
particular de organización y de control.El peligro de pasividad para el quemira la televisión se reconoce en Che¬
coeslovaquia lo mismo que en otras
partes.
Aunque en un principio los progra¬mas checos de televisión se proponían
entretener a los infantes y nada más,ahora se busca una coordinación mu¬
cho más estrecha entre lo que se pre¬
senta en ellos y la preparación para laentrada en la escuela, basando los
directores su material en el programade enseñanza para jardines de infan
tes. Para ejercer influencia en lostiernos espectadores e irlos educandoimperceptiblemente la forma que seconsidera más eficaz es la del cuento
de hadas, que lleva al niño a los rin¬cones más remotos del mundo y estámezclado casi siempre con reportajesverídicos sobre el mundo de los
adultos.
Los programas se transmiten dosveces por semana (con una repetición),y los sábados por la mañana el locu¬tor anuncia a los maestros el conte¬
nido de los próximos programas paraayudarlos así en el uso de los mismos,ya que los realizadores reconocen laimportancia de la presencia de aqué¬
llos para lograr que el niño «no echeen saco roto las impresiones que harecibido durante la transmisión».
La televisión sirve no sólo al niño
y a sus padres sino también a laescuela, al maestro y a la sociedad enconjunto toda vez que logre desarrollarla personalidad y ensanchar los hori¬zontes de un joven ciudadano a puntode entrar a la escuela. La docencia de
esta función responde a la sed de
conocimiento que tiene el niño, a su
amor de la fantasía y su curiosidad porla vida. «Se dice del público que nuncase podrá contentar a todos», comentael director de los programas del kin¬dergarten de TV en Checoeslovaquia,«pero si es así el televidente infantil
constituye la excepción que confirmala regla. Los espectadores de cinco yseis años no nos llaman por teléfononi nos reprochan o amenazan, ni hacen
demandas categóricas de ningunaespecie. Son, han sido y probable¬mente seguirán siendo siempre losclientes más agradecidos que tienela televisión».
11
EL PUBLICO
LECTOR DE ASIADe cómo satisfacer su hambre de libros
12
por Ibne Insha
La gran extensión de tierrasy países llamada Asia va
desde el Irán, en la periferia delOriente Medio, hasta las islas de coco¬teros del Pacífico, a miles de kiló¬metros hacia el este. Todo este mundo
abarca una multitud de pueblos, idio¬mas y modos de escribir, y en él sedan variaciones radicales de terreno,
clima, costumbres, tradiciones, modosde vivir y de pensar, así como desituaciones sociales y ambientes cul¬turales. También varían los sistemas
de gobierno y las economías, limitán¬dose en la mayor parte de los casosla comunión cultural de los estadosa los vecinos más inmediatos. Pese a
todo ello, siempre se sabe que se estáen Asia;, en todos sus rincones hayrasgos de una similitud y una identidadinconfundibles.
Todos los países de esta enormeregión son los que se ha dado enllamar «países en vías de desarrollo»,y en todos estos hay una alarmanteproporción de analfabetismo, con unalucha general por reducirlo por méto¬dos expeditivos. En la mayor parte deellos el nivel de vida no es muy altoni la renta «per capita» elevada; sesufre además de una falta de mediosde comunicación adecuados. La nece¬
sidad de apresurar el ritmo de ade¬lanto es evidente en estos países, yel que se registra en el Japón, porejemplo, constituye un fenómeno par¬ticularísimo.
La mayor parte de los países deAsia viven atados a sus tradiciones
y han sufrido los efectos de una ense¬ñanza menos funcional y utilitaria quela del resto del mundo. Aun el apren¬der a leer, a escribir y hacer cuentasha significado adquirir un conoci¬miento que constituía un lujo o, en
IBNE INSHA, escritor Pakistani, dirige .actual¬mente el Centro Nacional del Libro en Pa¬kistán, desde donde ha efectuado encuestassobre los hábitos de lectura en su país yorganizado festivales, exposiciones del libro,etc. El presente articulo está sacado deun estudio que preparara para someterlo ala reunión de expertos efectuada en Tokioen mayo último con objeto de estudiar laproducción y distribución del libro en Asia.
el mejor de los casos, se ha conside¬rado una llave que daba entrada aprofesiones como la de maestro,sacerdote o juez. Pero ahora se estáoperando un cambio en favor de laciencia. Por otra parte, muchos de lospaíses de la región han vivido porlargos periodos de tiempo bajo eldominio de alguna potencia extranjera,y sólo ahora vuelven a sus. propiosidiomas como medios de enseñanza,
cosa que ejerce una influencia consi¬derable sobre las clases mejor edu¬cadas.
¿Qué obstáculos encuentra en sucamino el que quiere leer? En primerlugar, desde luego, está el del analfa¬betismo; luego el de la falta de recur¬sos para comprar publicaciones; luegoel de la falta de los materiales de lec¬
tura necesarios; el de la falta de infor¬mación pertinente sobre los libros aleer; el de los sistemas poco prácticosde manejar bibliotecas y el de unamanera pobre de anunciar y venderlos libros. De todos estos obstáculos,
el más importante ello se cae de supeso es el analfabetismo, pero eneste momento no nos preocupa su
abolición. Lo importante es lograr quequien sepa leer pueda hacerlo, e indu¬cir a ese lector a que se aventuremás allá de los textos que se le ofrez¬can. Nuestro cliente típico es un hom¬bre que ha ido sus cuatro años a laescuela y no dispone de muchosmedios para comprar libros. El- pro¬blema consiste en hacerlo sentir lanecesidad de leer.
Como estudiante, hay que hacerlever que si amplía el campo de susestudios, no sólo por lo que respectaa los exámenes sino más allá de éstos,
ello no puede reportarle más queganancias; si trabaja en una fábricao en una oficina, la lectura lo ayudaráa tener más eficacia, mejorando asísus perspectivas; si se dedica a losnegocios, siempre los libros le ense¬ñarán algo sobre éstos; a un traba¬jador rural le convendrá aprender mé¬todos mejores, y un mecánico puedesiempre adquirir más oficio del quetiene leyendo los libros correspon¬dientes. La dueña de casa aprenderá
I
Photo © Holmes - Lebel - Camera Press
muchas cosas en libros de cocina,
de tejido, de cuido de los niños. Todos,por otra parte, necesitan hacer lec¬turas generales: libros de viajes, depoesía, novelas, historia, biografías,obras de conocimientos diversos.
Aunque es el lector en potencia el quedebe sentir la necesidad y el placerenorme de leer, a veces esa necesidadhay que crearla.
Para tener el gusto de la lectura ytambién para saber leer hay quehaber pasado en la escuela esos cua¬tro años de que hablábamos. AI ter-
Los países de Asia vienen haciendo desde hace varios años un enorme esfuerzo por aumentar suproducción y distribución de libros. Los problemas a que hacen frente con este motivo son de una complejidad
muy grande debido a la densidad de población del continente, a la falta de medios técnicos que llega a serpenuria y a la magra inversión financiera que se registra en este sector. En mayo de este año la Unesco convocó
en Tokio un importante congreso para estudiar las posibilidades de desarrollo de la industria editorialen toda el Asia. En la foto vemos a un grupo de jóvenes lectores en una calle de Singapur.
minarlos debe empezar la preparaciónen el uso provechoso del libro, prepa¬ración que pueden impartir el maestroo el bibliotecario siempre que apren¬dan la técnica correspondiente en elcurso de sus estudios.
El Seminario de la Unesco sobre
Literatura Infantil realizado en Tehe¬
rán en abril de 1964 redactó el pro¬grama de un curso de utilización delibros que lleva 36 horas del añoescolar seguir del principio al fin. Siel maestro, estimula al niño a que hagauso de la biblioteca de la escuela y
la enseñanza no se limita a los textos
prescritos desde un principio, la prác¬tica hará mucho para inculcar en elniño el hábito de leer. Una vez adqui¬rido, lo más probable es que .le dureal niño toda la vida.
El interés del estudiante por la lec¬tura lo llevará finalmente a las biblio¬
tecas públicas y a las librerías. En Asiase necesita una red local de éstas en
ciudades y pueblos grandes, y otrasmás en las zonas rurales; redes queharían mucho por sostener el nego¬cio editorial y el de librería. En los
Estados Unidos de América y en elReino Unido las bibliotecas consumen
entre el 75 y el 90 % de los librospara niños; con un porcentaje pare¬cido, si no mayor, la industria editorialpuede llegar a ser verdaderamentefuerte y floreciente en los paísesasiáticos.
El papel de las bibliotecas callejerasy el de las bibliotecas circulantestiene también su importancia. En laIndia y el Pakistán, las «Annabiblio-tecas», como se las llama comúnmente,
han existido y florecido desde hace
SIGUE A LA VUELTA
13
EL PUBLICO LECTOR DE ASIA (cont.)
La alcancía -biblioteca
14
tiempo. Por un anna (moneda de unsistema anterior al métrico, que valía1/16 de rupia) se podía llevar prestadouno un libro por un día entero; y si setrataba de un lector voraz, hasta doslibros. Un estudio especialmente hechoal respecto señala que la clientelapredominante en este caso está for¬mada por amas de casa y estudiantes.
No siempre es feliz la selección delibros que se ofrece en estas biblio¬tecas ambulantes. Ha habido quejas,en efecto, de que a veces se encuen¬tran nada más que noveluchas enellas, cuando no literatura poco reco¬mendable, y ello ha motivado el pedidode que las autoridades las supriman.Pero en vez de suprimirlas, lo quehabría que hacer es mejorarlas.
tn ciertos países se llevana cabo experimentos con
bibliotecas volantes y «bibliotecas encajones». Las primeras el pozo deconocimientos que va hasta la puertadel sediento han resultado muyútiles; pero hay pocas y es necesarioaumentar el número de las ya existen¬tes. Las bibliotecas en cajones con¬tienen juegos «standards» de librospara todos los gustos, libros que lasorganizaciones de «adelanto de lascolectividades» suministran a los cen¬
tros de la zonas rurales y que vande aldea en aldea, buena medida paramantener el hábito de la lectura entre
los que han ido a la escuela.
La «biblioteca en casa» es una de
las medidas más eficaces que se hayapuesto en práctica para desarrollar elhábito de comprar libros, y tiene ras¬gos del «club del libro» común en lospaíses occidentales.
¿Qué es exactamente esta «biblio¬teca en casa»? Un plan de venta aplazos que debe contar, para cum¬plirse, con un núcleo fuerte de sus-criptores. La oferta inicial que se hacea éstos es por lo general demasiadoatrayente como para que la resistan.Así como vemos en los avisos de los
«clubs» del libro más famosos, loséxitos mayores del año se ofrecen alos posibles socios a precios muyreducidos... siempre que se compro¬metan a comprar, a un precio tambiénbajo, determinado número de libros enel año eligiéndolos de entre una varie¬dad muy grande de títulos.
El consultor de la All India Home
Library Plan Society, Arthur Isenberg,ha ideado un plan modelo para estas«bibliotecas en casa» dentro de todo
el ámbito asiático. Se pide a los sus-criptores que paguen mensualmentecinco rupias (aproximadamente undólar) durante un año y medio, o seaun total de 90 rupias. Los que efec¬túen el pago total tienen derecho arecibir libros por valor de 100 rupias,
eligiéndolos de entre una lista de másde 500 títulos. Aparte de eso, cadasuscriptor recibe gratuitamente varioslibros así como una revista mensual,
no costándole nada ni el empaqueta¬miento ni el envío de todos los iibros
por correo.
Se dice que las diversas organiza¬ciones que han iniciado en la Indiasus ventas de «bibliotecas en casa»
han colocado 210.000 dólares de libros
desde que la primera de ellas pusoen práctica su plan al respecto enEnero de 1960. Desde que el gruesode sus clientes constituye un públicoque no compra en las libreríascomunes, cabe deducir de ello quehay un nuevo sector de público queha adquirido el hábito de leer.
El credo económico de un sistema
de este tipo es una ganancia pequeñapor cada suscriptor, que el grannúmero de éstos multiplica en ganan¬cia general satisfactoria. Una va¬riante especialmente destinada a losniños tendría que seguir las líneas dela que hace 20 años tuvo tanto éxitoen Lahore y que se podría llamar«Biblioteca de a penique». Esa «Biblio¬teca Paisa» de Lahore tenía el doble
propósito de fomentar el ahorro y, almismo tiempo, el hábito de la lectura.Los libros para niños los comprangeneralmente los padres, pero segúnel sistema de que nos ocupamos, alcomprar los libros ellos mismos conlas pocas moneditas que caían en susmanos, los niños se sentían más impor¬tantes. Para hacer su compra (por elimporte de diez centavos de dólar almes) tenían que ahorrar una paisatodos los días. Las 30 paisas se man¬daban a una famosa firma de editores
que venían publicando desde haceaños una revista infantil. De estos diez
centavos de dólar salía todo: la corres¬
pondencia, el porte del libro, etc.; yese libro mensual recibido por cadaniño no le costaba a éste más quesiete centavos.
La importancia de esta idea radi¬caba en el estímulo que daba alniño para comprar libros con suspropios recursos, en vez de esperar¬los como regalo. Luego de haber pu¬blicado más de 50 títulos cuya exten¬sión oscilaba entre 72 y 112 páginas,hubo que abandonar la idea por elaumento en el costo de materiales yen todos los gastos de impresiónocasionado por la guerra. El rasgocaracterístico de la iniciativa era la
extraordinaria baratura de la misma
para el pequeño lector; y como éstasigue siendo una consideración primor¬dial en la mayor parte de los paísesde Asia, vale la pena volver a intentarel sistema «Paisa» en todas partes.
Cuando se piensa en fomentar elhábito de la lectura nunca se insistirá
bastante eri la importancia de los expo¬siciones y los «festivales» del libro,
uno de los medios más eficaces de
llamar la atención del lector potencialhacia determinados libros y de infor¬mar al público que ya están a la ventalas obras que le interesan.
Todos reconocen que en Asia hayuna escasez de libros de determina¬
das materias (ciencia y técnica, o bio¬grafías o críticas literarias, porejemplo) pero el público en generalno sabe verdaderamente qué librospuede comprar.
Desearía poder citar alguna frasede las muchas que los visitantes auna exposición escriben en el librode comentarios abierto al respecto.La respuesta colectiva es tan grandeque siempre hay pedidos de prórrogapor parte del público y especialmentede los institutos de enseñanza. Entu¬
siasma ver las colas de público quequiere hojear los libros, y los muchosque los leen sur place. Habría quehacer exposiciones no sólo generalessino también especializadas, paraatraer a un tipo particular de lector.
La experiencia nos dice que lasexposiciones de libros deben verseacompañadas de una eficaz organiza¬ción de ventas. Los que ven buenoslibros en los stands se desilusionan
al saber que no pueden comprarlos,y al volver a sus casas otras conside¬raciones les disminuyen el entusiasmo,perdiéndose así una venta segura.
urante el Festival del Libro
en Pakistán, que tuvo lugaren 1964, por ejemplo, se pudo comprartodo lo que había exhibido allí con un10 % de descuento, y no sólo a laspuertas de la exposición, donde habíaempleados especialmente encargadosde la venta, sino en todas las libreríasde la ciudad, donde el descuento loacordaban los libreros mismos sin
necesidad de llegar para ello a unacuerdo con los editores.
A este respecto cabe decir cosaque no todo el mundo sabe en el Pa¬kistán que el dinero que se invierteen la compra de libros es una sumadeducible del impuesto a la renta. ElCentro Nacional del Libro imprimióhace poco un «affiche» para hacerlosaber así al público en general, y- lanoticia tuvo un efecto señalado sobre
la venta de libros.
Para los certámenes anuales de esta
índole «Festival del Libro» es un nom¬
bre más atrayente que «Feria del Li¬bro», y si se lo hace hay que justifi¬carlo con un aire de fiesta. En el
Pakistán repartimos gratis miles deglobos con lemas, marcadores de li¬bros y listas ilustradas.
Para vender más hay que permitir
al presunto comprador que hojee ellibro, cosa que en los Estados Unidosse hace en tiendas y farmacias, ade¬más de hacerse en las librerías como
en Europa y América del Sur. En elAsia deberíamos servirnos para ello delos restaurantes, las tiendas, las ferias,los festivales, todos los sitios dondese congrega el público. La idea ya hatenido éxito en el Irán y en la loca¬lidad India de Andhra Pradesh. Eléxito de las ediciones en rústica delIrán libros de bolsillo se debe
principalmente a haberse puesto enventa en los kioscos de periódicos.Entre los que se mantenían al margencon respecto a las librerías ahora haymillones de lectores nuevos. Paraaumentar más las ventas se deberían
formar cooperativas de editores ylibreros que lanzaran por todas partescamiones con exposición de libros obibliotecas con cuatro ruedas.
Aunque la librería sea principal¬mente una empresa comercial, supapel es también de orden cultural.Habría que convencer a los concejosmunicipales y otras entidades de quereserven estanterías y kioscos en ioscentros de las ciudades y pueblos yque los alquilen a un precio especiala editores y libreros. Los puestos deventa de libros que hay en tes esta¬ciones de ferrocarril del Asia podríansuministrar una variedad mayor delibros, y el aumento de facilidades deventa en las estaciones terminales de
los transportes públicos haría muchopor estimular a los presuntos clientes.
ts imperativo, desde luego,decir a estos cuáles son
los libros que pueden pedir; haynecesidad de mayor número de listas,catálogos y bibliografías que guíen -allector, y las revistas especializadaspodrían hacer mucho en este sentidosi tuvieran una sección especial decomentarios y artículos sobre libros.
El Centro Nacional del Libro de
Pakistán ha publicado por su cuentauna lista de todos los libros infantiles
que pueden comprarse en el país,clasificada por temas y con un índicede autores. Esta lista contiene además
detalles sobre . cada volumen, sobresus ilustraciones, contenido y preciode los libros. Otra lista del Centro
está dedicada a libros de referencia
y a libros sobre el Pakistán.
Tales bibliografías han hecho muchopor aumentar el volumen de ventas,pero deben basarse en una seleccióncompletamente objetiva para distin¬guirlas de los catálogos destinados alos libreros y vendedores; y para quepuedan distribuirse de la manera másamplia posible tendrían que vendersea un precio ínfimo o aun mismonominal.
La producción de bolsilibros merecetodo el apoyo y estímulo que puedadársele. El Irán, por ejemplo, ha publi-
SIGUE A LA VUELTA
Aunque la producción editorial aumenta en muchos países de Asia, todavía elpúblico adulto de sus países compra de treinta a sesenta veces menos libros
que el de los países más industrializados. El público infantil, a su vez, necesitatres veces más manuales escolares que los existentes. Las bibliotecas rodantes
la de la foto funciona en Ceilán se esfuerzan por paliar esa escasez,y por lo que respecta a los niños se ha preconizado la vuelta a una vieja
fórmula de «alcancía-biblioteca» que les permitiría comprar, con una sumainsignificante, un libro por mes.
15
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EL PUBLICO LECTOR DE ASIA (cont.)
Hacia una federación
continental
de centros de venta
de libros
cado con gran éxito una serie llamada«Kitabhai-Jebl», una de cuyas innova¬ciones importantes es un descuentouniforme en el precio de venta. Seacual sea éste, el vendedor al pormenor gana unos siete centavos dedólar con la venta de cada volumen
de la serie, y todos los libros que notienen salida los recogen y sustituyenpor otros los representantes del editor.Para estimular la marcha de empresassimilares a éstas se debería pedir alos editores de los países occidentalesque cobraran una cifra nominal por losderechos de autor.
Para el libro ilustrado que el niñorequiere impreso a veces en co¬lores seria de desear que, como serecomendó en 1964 en el Seminario
de Teherán, la impresión de las ilustra¬ciones estuviera centralizada y sindi¬cada, en manos de una sola agencia.La idea ya ha sido puesta felizmenteen práctica en algunos países asiá¬ticos, y así en Teherán se han impresoal mismo tiempo las ilustraciones delibros de ciencia publicados simultá¬neamente en árabe, urdu y persa,imprimiéndose los textos en los paísesrespectivos.
La mayor parte de las ideas parafomentar la venta de libros aquí des¬critas han sido puestas en prácticapor el Centro Nacional de Libros delPakistán, organización creada por ini¬ciativa de la Unesco que se esfuerzapor fomentar los hábitos de lectura ymejorar y multiplicar la impresión delibros en el país. Nos gustaría ver quese crean organizaciones similares enotras partes y verlas luego federadassobre una base regional.
Ceilán, el Irán y la India cuenta yacon organizaciones de este tipo, y enlos últimos años, desde su sede deKarachi, el Centro Unesco para Mate¬riales de Lectura en el sur de Asia,ha fomentado activamente un inter¬
cambio de informaciones destinado a
estimular la impresión y mejoramientodel libro. Este Centro de la Unesco
publica una revista, financia encuestassobre los hábitos y gustos del públicolector, organiza «talleres» de forma¬ción profesional y ayuda a que el diá¬logo entre los representantes de edi¬tores y libreros en los países del surde Asia se mantenga vivo. Al irseexpandiendo la órbita y el campo deacción del Centro y al darse nuevoempuje a los programas de informa¬ción a las masas puede esperarse enlos años inmediatamente venideros una
mayor integración entre los paísesque aquél sirve con sus actividades.
p.
LA METEOROLOGÍA
EN ESCALA
PLAN ETARIApor Robert L. Munteanu
I lo. de abril de 1960 día
len que se procedió al lan¬zamiento del Tiros I, primer satélitemeteorológico completo, se abrió unanueva posibilidad enorme de cono¬cimiento climatológico del tiempo. Anteel asombro de los meteorólogos y delmundo en general, el mundo se en¬contró «por encima» del tiempo asícomo unos años antes los «jets»habían empezado a volar por encimade las nubes.
Esta nueva mirada que se echabaa la vastedad y complejidad de loselementos que contribuyen a los cam¬bios de tiempo iba a transformar radi¬calmente la observación meteorológica.Tanto el sateloide como su aliado la
calculadora electrónica de gran velo¬cidad junto con todos los adelantosregistrados en las comunicaciones y lasnuevas técnicas de observación del
tiempo habrían de permitir a los ex¬pertos expandir su ciencia hasta elpunto de lograr pronósticos por perío¬dos más largos que los actuales yquizá convertir en realidad el viejosueño de dominar los elementos.
El hombre ha observado desde hace
miles de años el tiempo reinante en lalocalidad en que vive, registrando susrasgos regulares y lamentando susirregularidades. Como es natural, paratener algún conocimiento de la materiaha mirado al cielo, pero la visión res¬tringida que tenía desde su rincón halimitado a su vez sus nociones y sucapacidad de pronóstico.
Por espacio de casi 100 años, losmeteorólogos del mundo han tratadode exponer las leyes físicas que rigen
ROBERT L. MUNTEANU es un alto funcio¬
nario de la Organización MeteorológicaMundial.
ese tiempo y el clima en nuestro pla¬neta, tarea que no ha resultado nadafácil. A diferencia de otros científicos,
no les es fácil llevar sus investigacio¬nes al laboratorio, ya que el tiempo esuna cosa demasiado vasta para estu¬diarla en miniatura, y desde luegodemasiado vasta también como paraque un solo país se ponga a empren¬der un examen lo suficientemente am¬
plio de ella.
Al convertirse el estudio del tiempoen la ciencia de la meteorología, loshombres de todos los países del mun¬do se dieron cuenta de que sus pro¬nósticos e investigaciones serían insu¬ficientes a menos que estuvieran basa¬dos en datos globales, y que sólo conel intercambio y la cooperación detodos podría traducirse en conocimien¬to útil su comprensión de los procesosdel tiempo. La meteorología se haconvertido por ello en una cienciamundial, cuyos cultores están alerta24 horas al día, período durante elcual se apresuran a tratar de cumplircon una gran cantidad de pronósticosinevitables. Esto la ha convertido en
uno de los ejemplos más acabados decooperación internacional.
Los sateloides meteorológicos, juntocon las nuevas técnicas introducidas
en este medio, han aumentado la nece¬sidad de cooperación Internacional alrespecto. Los Estados Unidos de Amé¬rica y la Unión Soviética, por ejemplo,colaboran estrechamente en este sen¬
tido, habiendo formulado planes para lacoordinación de programas de lanza¬miento de sateloides y para la crea¬ción de la famosa «linea fría» estable¬
cida en 1964 entre Washington yMoscú para la transmisión directa defotografías de nubes y de otras infor¬maciones meteorológicas pertinentes.
En 1961 la Asambla General de Na-
SIGUE A LA VUELTA
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METEOROLOGÍA PLANETARIA (cont.)
ciones Unidas pidió a la OrganizaciónMeteorológica Mundial que elaboraraun plan que permitiera hacer el usomás amplio posible de estos recursosnuevos para el adelanto de los cono¬cimientos que el hombre tenga de lasfuerzas físicas básicas que afectan eltiempo y para poder efectuar una mo¬dificación de éste en gran escala, asícomo para hacer uso de esos conoci¬mientos con el fin de desarrollar la
capacidad de pronóstico en todos losEstados Miembros de la Organización.Así nació la idea de una vigilancia, deuna vela mundial, de un estudio conti¬
nuo del tiempo en todas partes en las24 horas del día.
El más reciente e importante capítulode la historia de la meteorología nacióasí verdaderamente el 1o. de Abril de
1960, al lanzar los Estados Unidos deAmérica el Tiros I. Desde entonces se
han enviado al espacio diez sateloides
del grupo de los Tiros y otro sateloideexperimental llamado Nimbus. Aunqueunos y otros estuvieran destinados pri¬mordialmente a la investigación, losmiles de fotografías que tomaron yretransmitieron a la Tierra han resul¬
tado de valor inmediato para los encar¬gados de los pronósticos del tiempo.De las fotografías tomadas por casitodos los sateloides Tiros ha sido po¬sible derivar además oportunos alertassobre formaciones de huracanes ytifones.
El sateloide guarda sus fotografíasde nubes en una cinta magnética y lasretransmite en forma de señales elec¬
trónicas al ponerse al alcance de unaestación receptora. En 3 minutos puedetransmitir a una estación capaz deinterpretarlas en la Tierra hasta 32 foto¬grafías diferentes; las señales que lle¬gan de él se transforman en fotoshaciéndose uso de las calculadoras
electrónicas para insertar cuadrículasde longitud y latitud que dan la ubica¬ción geográfica correspondiente. Den¬tro de las seis horas del «tiempo orbi¬tal» esta información se transmite al
mundo.
Uno de los últimos aparatos de lossateloides es el APT, o sistema de
transmisión automática, según el cualse transmiten imágenes de nubes cada208 segundos durante el día. Em¬pleando un equipo receptor relativa¬mente simple y barato cualquier paíspuede recibir imágenes de un sateloideequipado con un aparato APT encuanto dicho sateloide entre dentro
de su radio de captación. Las fotogra¬fías así transmitidas dan a los encar¬
gados de los pronósticos del tiempouna información local que les resultaparticularmente valiosa.
El sateloide sigue activo durante lanoche. Detectores de rayos ¡nfra-rojos
miden entonces la radiación, las tem¬peraturas relativas de las superficiesde tierra, mar y nube, la distribucióngeográfica del vapor de agua y la alturade la parte superior de las nubes. Esosdetectores pueden indicar también enqué parte de la superficie terrestre seregistra una ganancia o pérdida netade energía solar, información inestima¬ble para las investigaciones que condu¬cen a los pronósticos del tiempo alargo plazo. El sateloide soviéticoCosmos 92 ha proporcionado asimis¬mo amplia información sobre la radia¬ción terrestre y las variaciones detemperatura en la atmósfera misma.
El 3 de febrero de 1966 se inició
la operación del sistema de satélitesartificiales Tiros al lanzarse en CapeKennedy el Essa 1, que junto contodos sus descendientes ha de obte¬
ner fotos de nubes en toda la parte dela Tierra iluminada por el Sol, por lo
menos una vez cada 24 horas. En
agosto de este año se registró otroadelanto en la observación del tiempodesde el espacio al lanzar la UniónSoviética su sateloide Cosmos 122,dotado de instrumentos con los cuales
puede hacer mediciones de radiaciónen la banda infrarroja y tomar así enplena oscuridad «fotos» de los siste¬mas de nubes, permitiendo a losmeteorólogos comparar las fotos deéstas hechas a la luz del día con las
hechas por la noche en los rayos infra¬rrojos.
El Cosmos 122 lleva a cabo al mis¬
mo tiempo otra labor importante de in¬vestigación meteorológica: la mediciónde la intensidad de la radiación quesale de la Tierra. La radiación solar quealcanza la superficie de ésta es lafuente principal de energía de nuestroplaneta y la causa de los diversos mo¬vimientos atmosféricos. Al analizar
estos procesos, los científicos necesi¬tan saber cuánta energía solar ha lle¬gado a la superficie de la Tierra y a quézonas ha llegado, cuánta vuelve areflejarse al espacio y cuánta energíacalorífica emiten la superficie de laTierra y la atmósfera al espacio exos¬férico. Los instrumentos instalados en
el Cosmos 122 recogen una serie dedatos importantes sobre este equilibriode radiación existente en el sistema
Tierra-atmósfera, datos que se trans¬miten a las diversas reparticiones delServicio Hidrometeoroiógico de laUnión Soviética, así como a los servi¬cios correspondientes e institutos deinvestigación de diversos países.
En el corto espacio de seis años, lossateloides meteorológicos han pasadodel plano experimental al pleno funcio¬namiento Pero los perfeccionamientosque se siguen produciendo en la téc¬nica espacial, en la interpretación
SIGUE A LA VUELTA
Esta notable foto es un mosaico de muchas otras tomadas por el sateloide meteo¬rológico TIROS IX el 13 de febrero de 1965; en ella pueden verse tas zonas detormentas y de nubes sobre todos los continentes y los océanos; y el desiertode Sahara, por ejemplo, se distingue claramente sin una nube. La gente siguehablando del tiempo, pero ahora hay alguien que hace algo al respecto; cadanación del mundo tiene su propio servicio meteorológico, y todas ellas contri
buyen a) sistema de observación general, derivando también las ventajas corres¬pondientes. La Organización Meteorológica Mundial prepara actualmente unaexpansión de tan notable ejemplo de cooperación internacional: la ObservaciónMundial del Tiempo, empresa que coordinarán tres centros instalados respecti¬vamente en Melbourne, Moscú y Washington.
Foto del Departamento de Comercio de los E.E.U.U., Weather Bureau. Washington
METEOROLOGÍA PLANETARIA (cont.)
Cuatro quintas
partes de la Tierra
escapan aún a la
observación
del tiempo
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automática de datos y en las telecomu¬nicaciones han de aportar todavíagrandes cambios a la meteorologíamundial y sus prácticas. Estas es unaciencia en que los cambios y mejorasse han vuelto cada vez más impor¬tantes e indispensables.
Aunque en el curso de los últimos50 años se haya descubierto mássobre el tiempo y los climas que entodo el resto de la historia de la civi¬
lización, la urgencia con que cada paísexpresa su necesidad de comprenderde una manera más completa los pro¬cesos del tiempo y de contar conmejores prácticas meteorológicas escada vez más grande.
El tiempo puede no ser más maléfico,ni más devastador, ni más benigno quehace 20 años o 100 años si se
quiere pero el mundo actual se havuelto más sensible a los extremos, eneste como en otros sentidos. La mayorpoblación de la Tierra, su mayor urba¬nización, industrialización y la forma enque depende de la producción agrícolanos hacen cada vez más sensibles a
los caprichos del tiempo. Lo que enotros tiempos se consideraba una tor¬menta fuerte o una sequía, grado dehumedad o frío sin precedentes puedeasumir rápidamente en nuestros díaslas proporciones de una catástrofenacional.
Las pérdidas financieras causadaspor los transtornos del tiempo suben acifras cada vez más impresionantes.Cuanto más compleja se hace nuestracivilización, más daño pueden causarlos transtornos del tiempo. El meteo¬rólogo, en consecuencia, necesitadatos al respecto, y en gran cantidad.Dentro del actual sistema meteoroló¬
gico cada 24 horas se graban y distri¬buyen por todo el mundo unas100.000 observaciones de las condi¬
ciones del tiempo en la superficie dela Tierra y otras 1 1 .000 de la atmósferasuperior. Estas observaciones proce¬den de unas 8.000 estaciones situadas
en tierra, de unos 3.000 aparatosaéreos y unos 4.000 barcos.
Por formidables que parezcan estascifras, sólo representan una serie dedatos correspondientes a un 20% dela superficie de la Tierra. Hay grandeszonas del mundo que deben rendirtodavía una información vital. Por
largo tiempo océanos y desiertos, porejemplo, han opuesto su propio desa-
SIGUE EN LA PAG. 22
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Foto © APN
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¿Podría modificarse el clima de Europa desviando más al norte la Corriente del Golfo? Si se ennegrecierael hielo del Ártico ¿se reduciría la pérdida de la energía debida a la reflexión, haciendo más habitables
las regiones vecinas? Por la forma en que la Observación Mundial del Tiempo puedellevar al hombre a comprender mejor la conducta de la Naturaleza en cuanto respecta a los cambiosde tiempo, cabe esperar que algún día aumenten las posibilidades humanas de modificarlo. La foto
muestra el Lejano Norte soviético, en que la temperatura desciende a veces hasta 55° C. bajo cero.21
METEOROLOGÍA PLANETARIA (cont.)
La W.W.W., sistema nervioso del mundo
22
fío a la aplicación de métodos nor¬males de observación.
Pero las fotos provenientes de lossateloides empiezan a llenar muchosvacíos en el mapa mundial del tiempo,y se espera que se llenen muchosotros con técnicas tan nuevas como la
de los sensores de sateloides para lamedición de la temperatura, de la dis¬tribución de la humedad y de losvientos de la superficie, así como lasestaciones meteorológicas automáti¬cas, las boyas y los globos a nivelconstante. El sateloide desempeñaráel doble papel de mensajero y deobservador, pasando información deestas estaciones automáticas y globosa los centros de recolección de datos.
El encargado de los pronósticosnecesita datos, pero necesita tam¬bién recibirlos e interpretarlos con todala rapidez y exactitud posibles.
Si se pone la foto proveniente deun sateloide en una máquina calcula¬dora se verá que en un momentoésta ha pintado un cuadro en letras,convirtiendo los matices de blanco ynegro en una serie ordenada de sím¬bolos diversos. Esta «fotografía» esuno de tantos medios de información
de que la calculadora ha de servirsepara producir sus análisis.
La máquina puede hacer unmillón de cálculos por se¬
gundo, asimilar observaciones proce¬dentes de miles de puestos en todaspartes del mundo, clasificarlas y filtrar¬las, siguiendo fielmente en este sen¬tido las instrucciones contenidas en
ecuaciones matemáticas complicadísi¬mas; y puede, por último, imprimir elprobable curso de los acontecimientosen la atmósfera. Este es un pronósticopara pronosticadores.
Los modelos numéricos de la atmós¬fera instrucciones fundamentales
que se imparten a la calculadora sonun reflejo de los conocimientos delmeteorólogo y del desarrollo de nue¬vas técnicas de cálculo electrónico.
Por ser incompletos los conocimientosdel meteorólogo, también lo es el«pronóstico» de la calculadora. Cuan¬do ésta anuncia un ciclón que cruza elAtlántico a unos 800 kilómetros porhora (un ciclón medio viaja a unos25 kilómetros, tranquilamente) el me¬teorólogo sabe que en alguna parte
Los Interesados en el tema pueden leer, eninglés, las siguientes publicaciones de laOrganización Meteorológica Internacional:-World Weather Watch- (No. 183. TP. 92);-Weather and Man» (No. 143, TP. 67);-Weather and Food» - Freedom from HungerCampaign Basic Study No. 1 (No. 133 - TP.50), y también, en la revista trimestral de laUnesco 'Impact on Science and Society»,'A New Look in Meteorology: the WorldWeather Watch» por K. Langlo (Vol. XVI,No. 2. 1966).
del proceso de cálculo falta algunacifra fundamental dentro de sus juegosde ecuaciones. La perfección de éstases uno de los primeros objetivos quedebe alcanzar.
La Organización Meteorológica Mun¬dial no tardó en darse cuenta, al abor¬
dar el problema, de que los descubri¬mientos revolucionarios efectuados en
la técnica del espacio, en la de las co¬municaciones y en la del cálculo elec¬trónico eran demasiado vastos y susimplicaciones demasiado grandes comopara incorporarlos así como así alsistema internacional de pronósticodel tiempo ya existente. Lo que senecesitaba era encarar la cuestión en
una forma totalmente nueva. Se nece¬
sitaba también un concepto nuevopara poder explotar todos esos ade¬lantos en todo lo que valen, unirlos amétodos más corrientes y permitir quetanto la investigación como el trabajooperativo tuvieran todas las oportuni¬dades posibles de desarrollarse ycompletarse mutuamente.
La solución que se ha hallado esla World Weather Watch (ObservaciónMundial del Tiempo), cuya mejor des¬cripción sería la de una especie desistema nervioso internacional, grande¬mente sensible y capaz de reaccionesimmediatas a cualquier cambio detiempo que se produzca en el globo.Hay muchos miles de puntos en lasuperficie de la Tierra y en la atmós-.fera superior que puedan registrar
el menor cambio en ese sentido, sir¬viendo los sateloides de ojos quepueden captar la visión global. El cere¬bro y la memoria de este sistema hade encontrarse en tres centros mun¬
diales instalados en Melbourne, Moscúy Washington,* junto con un númerolimitado de centros regionales que,como ellos, han de recibir gran volu¬men de datos e interpretarlos por me¬dio de calculadoras electrónicas. Una
complicada red de máquinas «teleprin¬ter» y de transmisión eléctrica de imá¬genes que se reproducen sobre papelllevará rápidamente la necesaria infor¬mación pictórica y escrita a cualquiercomponente del sistema.
En esta «World Weather Watch»
habrán de volcarse todos los recursos
de que la meteorología dispone en elmundo entero. Toda clase de países;los altamente industrializados de la
zona templada, los países en vías dedesarrollo en regiones tropicales ysubtropicales, los perdidos en los vas¬tos océanos del hemisferio sur, todos,
sea cual sea su grado de adelanto,habrán de poder disponer de la mismainformación global. Algunos de ellosse saltarán así de un golpe 50 añosde perfeccionamientos científicos ytécnicos.
Es fácil trazar una lista de todas las
ventajas que ha de proporcionar almundo esta WWW. Desde el punto devista de la seguridad y protección, lospronósticos para la aviación y los aler-
tas de ciclones e inundaciones habla¬
rán por sí solos. Por lo que respectaa la energía que necesita la Industriay a la prosperidad de la agricultura,ambas estarán servidas por un mejorconocimiento de las lluvias y la evapo¬ración del agua. Cuanto más aguda ysegura se vuelva la observación, másaumentará la lista de beneficios parael hombre.
El sistema ha de absorber todos los
métodos de observación, comunica¬ción y pronóstico, tanto viejos comonuevos, y todos los futuros adelantosque se haga en la materia. Ya se hacontemplado la posibilidad de que lossatélites artificiales recojan los infor¬mes de las estaciones automáticas de
tiempo, de los globos flotantes y lasboyas meteorológicas y que pasenluego esos datos a los centros mun¬diales. El hacer uso de los sateloides
para el intercambio de datos entre loscentros regionales mundiales y los decada país permitirá apresurar más aúnla rapidez de estas comunicaciones, ylas calculadoras electrónicas se irán
encargando cada vez más de las fun¬ciones que actualmente lleva a caboel encargado del pronóstico deltiempo.
«Todo el mundo habla del tiempo,
pero nadie hace nada por cambiarlo»dice un viejo adagio. Ahora se empiezaa hablar ya con cierta frecuencia preci¬samente de la posibilidad de cam¬biarlo, que ha de suceder al pronós¬tico dentro de un plazo relativamentelargo.
Hay ya muchos servicios meteoroló¬gicos que predicen el tiempo que hade reinar en los tres próximos días y lo
Desde 1961, la combinación de lossateloides y el radar de largoalcance ha permitido detectary seguir el curso de más de 130vientos cataclísmicos: tifones en
el Pacífico, ciclones en elOcéano Indico y huracanes en elAtlántico. El alerta dado con tiemposuficiente ayuda a reducir laspérdidas causadas por estascalamidades tanto en tierra como
en el mar. La foto muestra
una embarcación de la Guardia
Costera Norteamericana ayudandoa un barco víctima de un huracán
en el Golfo de México.
Foto USIS
Todos los días se grabany transmiten en todo el mundo más
de 110.000 observaciones del
tiempo en la superficieterrestre y en la atmósfera
superior, observacionesprovenientes de unas 8.000
estaciones de tierra, así comode 3.000 aviones y 4.000 barcos.
A la derecha, un observadorargentino de guardia en su
puesto en la frontera con Chile(donde hay otras dos
estaciones más) saluda desdelos Andes, a 4.000 metros dealtura, a un avión que pasa.
Foto © Paul Almasy, Parla
hacen con éxito innegable. Al iraumentando el conocimiento de la cir¬
culación general de la atmósfera, elencargado del pronóstico se esfor¬zará por extender el período de su pre¬dicción.
Cuando el meteorólogo sea capazde producir modelos matemáticos fie¬les a la atmósfera, la calculadora nosólo hará pronósticos exactos, sinoque también lo ayudará a anticipar loque ocurriría con el tiempo reinantesi el hombre desviara de su curso la
Corriente del Golfo, condenara el
estrecho de Bering, arrojara petróleoen los océanos o ennegreciera el hielodel Ártico. Lanzando una capa de sus¬tancias químicas sobre vastas zonas
del océano, podría, por ejemplo, redu¬cir la evaporación y con ella las fuerteslluvias y las violentas tempestades delas regiones tropicales. Al ennegrecerel hielo del Ártico lograría reducir lapérdida de energía por reflexión yhacer más habitables las regionesvecinas. Pero sólo puede lanzarse aestas modificaciones en gran escalacuando tenga absoluta confianza en lapermanencia de los efectos benéficosconsiguientes.
. Así podrá el hombre robar al tiempola capacidad de pescarnos despreve¬nidos y manejarlo para dar a la huma¬nidad en general un bienestar y unaprosperidad mucho mayores que losque goza actualmente.
Sateloides de comunicación
UNIENDO AL MUNDO
ENTERO DESDE EL COSMOS
por Arthur C. Clarke
Confio estas consideraciones al papel en una pequeña aldea depescadores situada en la costa sur de Ceilán, a pocos cientos de
kilómetros del ecuador. En esta aldea no hay teléfono, ni luz electrica, nidiarios ni cines; sólo hay unas pocas radios a batería, pero en onda cortala recepción es mala, y en onda larga imposible.
A un visitante que venga de uno de los países más desarrollados le esdifícil imaginar el aislamiento en que, desde el punto de vista social, viveuna colectividad como la de esta aldea, aunque, si se la compara conmiles de otras aldeas de las partes más remotas de Asia y de Africa,parezca decididamente suburbana. La mayor parte de la humanidad existeen un vacío cultural absoluto, dividida aún en miríadas de aldeas o tribuscompletamente aisladas, como lo ha estado desde los albores de la histo¬ria. Pero en un período cortísimo de tiempo este aislamiento se va a ter¬minar. La era del sateloide destinado a las comunicaciones hará imposibleel que un grupo humano y no sólo un grupo, sino un individuo esté amás de unos pocos milésimos de segundo de cualquier otro. Para bien
SIGUE EN LA PÁG. 26
ARTHUR C. CLARKE, escritor británico que se dedica a cuestiones científicas,ganó en 1962 el Premio Kalinga por su obra de divulgación en ese sentido.En Barcelona la Editorial EDHASA ha publicado en español cuatro de suslibros: La exploración del espacio (1960); Preludio en el espacio y Claro detierra (1956) y Expedición a la tierra (1955).
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A LAS PUERTAS DE UNA NUEVA ERA. Esta esfera gigantesca, que parece elevarseen el horizonte como un astro, es la cubierta de protección de la antena gigante que
Francia tiene en la localidad bretona de Pleumeur Boudou, antena que junto con la deGoonhilly Downs, en Gran Bretaña, captó en 1962 el primer programa de televisión
transmitido desde los Estados Unidos por intermedio de un sateloide.Foto © René Boulllot
COMUNICACIONES
DESDE EL COSMOS
(cont.)
Los cuatro dibujosque ilustran estadoble página sedeben a la fantasía
del artista
norteamericano
J. Huehnergarth,© Vitro Electronics,Silver Spring,Maryland
Correos, telégrafos yteléfonos en órbita
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o para mal, las consecuencias socialesde este hecho pueden ser tan grandescomo las que tuvo la invención de laimprenta o del motor de combustióninterna. Y estas consecuencias se nos
echarán encima con una rapidez muchomayor.
Ha sido tan fenomenal el progresode la astronáutica desde que se ini¬ciara en 1957 la era espacial, quetodos los problemas técnicos del saté¬lite artificial sincrónico han de quedarresueltos a mediados de la próximadécada. No habrá necesidad de gastar,como ahora, millones y millones dedólares en la búsqueda inútil de laabsoluta seguridad de funcionamientoen cada pieza del sateloide. Aunqueéste no se vea permanentemente habi¬tado, será objeto, regularmente, de lavisita de «ferries» de bajo empuje quele lleven en un par de horas los mecá¬nicos capaces de solucionar o arreglarcualquier desperfecto o emergenciaque se produzca en él; porque para1975 habrá en órbita muchas naves
espaciales con tripulaciones humanasdedicadas a la investigación científicay al control y funcionamiento de lasindustrias del vacío y de la gravedadcero que serán típicas de la próximageneración, pero que a nosotros noscuesta mucho concebir. Los sateloides
de comunicación que anden en órbitaen la última parte de este siglo estarán
integrados en esos sistemas y partici¬parán de los beneficios de éstos encuanto a reparaciones y servicios serefiere.
Con el desarrollo de la tecnologíadel espacio, por consiguiente, pasarána la historia en un santiamén con
una sola excepción todas las limita¬ciones actuales del satélite sincrónico.
Ya se están perfeccionando cohetesque pueden poner muchas toneladasde la carga total en la órbita de24 horas; y reactores nucleares comoel Snap-8 podrían proporcionar sufi¬ciente energía para la transmisión di¬recta por televisión a los receptoresdomésticos. Aunque los que se dedi¬can a los sateloides actuales tienen
que echar mano de los recursos deque pueden disponer en estos momen¬tos, no deben dejar que las dificultadesy los fracasos actuales condicionen sumodo de pensar. No les envidio losproblemas con los que tienen quevérselas; cada sateloide destinado ala comunicación que se construya enlos próximos diez años estará anti¬cuado tan pronto como se lo lanceal espacio.
La única objeción fundamental alsateloide sincrónico es el tiempo deretardo de propagación, cosa que,desde luego, no afecta a los serviciosde radio o de televisión, pero sí a los
telefónicos. Estoy convencido de queuna vez que se entienda lo inevitableque es este tiempo de retardo y seenseñe a los que utilicen el sistema lamanera correcta de hablar, no tendrán
dificultad alguna en hacerlo. Todas lasgeneraciones tienen que vérselassiempre con técnicas nuevas; nuestrospadres tuvieron que aprender a discarun número de teléfono, y nuestrosabuelos a hablar en éste. Ahora noslas estamos viendo con la dificultad
de discar para un llamado a larga dis¬tancia y con cifras de diez núme¬ros; pero a nuestros hijos les pare¬cerá la cosa más natural decir, como
se dicen ahora los técnicos entre sí,
«over» (concluido) para poner términoa una conversación, y si adoptáramosya el procedimiento nosotros mismosse acortaría la duración de un llamado
y mejoraría quizá el procedimiento engeneral.
De cualquier modo, si el retardo aque nos referíamos resulta intolerable,podemos poner en órbita sateloides abaja altura (quizá en órbitas muy preci¬samente sub-sincrónicas de doce,
ocho, seis o tres horas) exclusiva¬mente para los llamados telefónicos.Estos sateloides proporcionarían unservicio de primera clase a tarifas ele¬vadas; las más baratas regirían paralos sateloides de 24 horas. Como una
posibilidad para un plazo mucho máslargo, cabe decir que hay cierto nú¬mero de maneras teóricas de lograrponer en órbita un sateloide de 24 ho¬ras de funcionamiento a baja altitud,pero que ello depende de perfecciona¬mientos técnicos que no es probableque se produzcan en este siglo. Dejola contemplación de los mismos como«ejercicio para el estudiante».
Parece estar claro, por tanto, quelos próximos diez años han de serun período de* transición caracterizadopor los sateloides pequeños y de
reducida energía del tipo de los Tel-star, Relay y Syncom. Sólo recibiránlas transmisiones de esos sateloides
las estaciones de tierra complicadas ycaras que haya que montar a eseefecto para que envíen a su vez lasseñales a las cadenas de cada país.No habrá posibilidad de transmisióndirecta a las casas; el público tendráque seguir dependiendo de sus esta¬ciones locales, si las tiene, y aceptarlo que se les ocurra ofrecerle.
Así y todo, los sateloides dedicadosa la comunicación tendrán un efecto
importante durante los próximos añosen la esfera de los problemas interna¬cionales, y más particularmente paralas relaciones entre los Estados Uní-
dos de América y Europa. Ya lo de¬mostró así el Telstar en sus primerassemanas de funcionamiento, al esta¬
blecer el primer puente de TV quecruzó el Atlántico. El contacto fue in¬
termitente, como en el caso del primercable atlántico, instalado cien añosantes; pero lo mismo que ocurrió conéste, el contacto se hará pronto per¬manente.
Por tener muchos intereses comunes
(entre ellos los idiomas); por disponerde extensas facilidades de retransmi¬
sión y estar separadas por una dife¬rencia de horas relativamente peque¬ña, las Americas y la Europa occiden¬tal serán evidentemente las primerasregiones que saquen provecho de lacomunicación por sateloides. He aquívarios de los servicios con los quecabe contar, ya sea sobre una baseexperimental o en continuo funciona¬miento, durante la próxima década:
El 'Correo Orbital». Se ha dicho
que un solo sateloide de 5 mc/s tieneuna capacidad de distribución de infor¬mación que le permite recibir y trans¬mitir toda la correspondencia de pri¬mera clase y todo el correo aéreo quevaya de Estados Unidos a Europa yviceversa. El tiempo de entrega sereduciría aproximadamente a la mitad,fijando los límites en ese sentido larecolección física y distribución delcorreo. Uno de los problemas princi¬pales al respecto es de carácter sico¬lógico: ¿oómo reaccionará el públicoante un servicio postal en el que suscartas pueden ser leídas por personasno autorizadas para ello en cualquieretapa del envío? Pero el públicoaceptó la censura de sus cartas du¬rante la segunda guerra mundial; ypara una correspondencia verdadera¬mente confidencial no habría dificultad
alguna en crear sistemas de codifica¬ción electrónica particulares, graciasa los cuales sólo podría leer la cartael destinatario verdadero de ésta.
Al ir mejorando las facilidades entierra para ponerse a la, altura de lasposibilidades que ofrecen los satélites,cabe esperar que se difundan, por lomenos en las ciudades importantes,sistemas rapidísimos de transmisión deimágenes. Para el mundo de los nego¬cios y sus exigencias (no para los par¬ticulares) acabará pronto la distinciónentre correo, telégrafo y teletipo. Encada caso el tiempo de transmisión
estará cerca del cero, lo cual tendrá
efectos profundos en la industria y lasrelaciones públicas y acelerará másaún el «tempo» de la vida moderna.
Diarios orbitales. Ya ha quedadodemostrada la posibilidad de publicarsimultáneamente ediciones internacio¬
nales de un diario. Los periódicosinfluyentes, como el «Times» de Lon¬dres y su homónimo de Nueva York,aumentarán grandemente tanto su dis¬tribución como su efecto inmediato.
Uno de los primeros países en bene¬ficiarse de ello serán por irónicoque parezca los Estados Unidos deAmérica, que no han tenido nunca undiario verdaderamente nacional. A
la larga, sin embargo, no es lógicoesperar que el diario, tal como lohemos conocido en los últimos tres¬
cientos años, sobreviva al adveni¬miento de los sateloides de comunica¬
ciones; su presentación será, en últimainstancia, un hecho puramente electró
nico que ha de ocurrir en cada casa.Telefonía intercontinental. Al ha¬
cerse disponibles más y más anchosde banda,- aumentará enormemente latelefonía a larga distancia. Es impo¬sible ponerle un límite; el hombre esun animal comunicativo por naturaleza,y siempre que se ha hecho un cálculode sus necesidades de comunicación,
se ha sobrepasado la cifra rápida yfácilmente. Aunque es muy posibleque las' llamadas transatlánticas noresulten sustancialmente más baratas
en la próxima década, sospecho quemucho antes de llegar a su fin estesiglo todas las que se hagan a cual¬quier punto de la tierra costarán lomismo. (¿Qué parte del costo actualde una llamada se destina a mantener
los aparatos que se limitan a calcularcuánto cuesta?) A la larga, el teléfonopodrá llegar a transformarse en servi¬cio público gratuito, como el suminis¬tro de agua, por ejemplo, ya que para
27
SIGUE A LA VUELTA
COMUNICACIONES DESDE EL COSMOS (cont.)
Un pizarrón en el cielo
la sociedad del futuro será tan esen¬
cial como ésta. Todo impuesto sobrela libre comunicación va en detrimento
del interés público.
A estas alturas no es posible imagi¬nar todas las consecuencias de la tele¬
fonía (y luego de la televisión) rápida,barata y universal. Sólo se puedenindicar ciertas tendencias que quizáse manifiesten durante la próxima dé¬cada y dominen la que la siga, comopor ejemplo:
Una gran disminución de la corres¬pondencia personal, continuando latendencia ya iniciada por el teléfonoy reduciendo en consecuencia la nece¬sidad del «Correo Orbital» cuando
éste se haga técnicamente posible.
u
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N gran aumento quecorrespondería a esa men¬
gua en los contactos personales alarga distancia, desarrollándose entodo el mundo una situación ya exis¬tente en las grandes ciudades, dondelos amigos íntimos pueden hablarsetodos los días pero verse muy de vezen cuando, cosa totalmente inconcebi¬ble hace cien años.
Una disminución drástica en los
transportes, excepto con propósitosde recreo. La influencia de las comu¬
nicaciones eficaces se opone hastacierto punto a la del transporte eficaz.Si cualquiera de ambas cosas fueraperfecta (es decir, gratis e instantá¬nea) no habría necesidad de la otra.Es posible así imaginar un momento,en un futuro no muy distante, en quese realicen conferencias cuyos partici¬pantes no tengan necesidad de salirde su país ni siquiera de su casa.
Podría hacerse a esto la objeciónde que mucho del trabajo importantede esas conferencias tiene lugar entretelones, en el curso de negociacionesprivadas que se producen entre pocosdelegados a veces dos o tres yque esto no se presta desde luego alas telecomunicaciones. Pero a medida
que se multipliquen los serviciosentre persona y persona esto dejaráde ser cierto. Dentro de una genera¬ción, un delegado que esté en Can¬berra podrá localizar a otro que estéen Washington mucho más fácilmenteque ahora si ambos tuvieran que es¬tarse buscando por las muchas salasde sesiones de comités, apartamentosprivados de los hoteles, sesiones coninterpretación simultánea, restaurantesy bares clásicos en toda conferenciainternacional de esta época.
Miremos todavía un poco más lejos,a la segunda fase del desarrollo de lossateloides de comunicaciones y másparticularmente al efecto de la trans¬misión directa sobre las poblacionesde los países sub-industrializados.
Junto con la oportuna invención deltransistor, esto puede dar un granimpulso a la radio, porque aunquegeneralmente asociamos la idea delos sateloides a la de la televisión, no
hay que olvidar que la mayor parte delos rincones de este planeta no pue¬den recibir hasta ahora una transmi¬
sión de sonido continua y de buenacalidad.
Pero la radio nos trae inmediata¬
mente al problema del idioma. Un solotransmisor orbital puede hacer llegarsonido de alta fidelidad a la mitad del
mundo habitado, pero ¿podrá trans¬mitir programas que tengan el mismointerés para el pigmeo del Congo, elhombre de una tribu afgana, el esqui¬mal de Groenlandia, el ciudadano deManhattan? Es evidente que no, hastaque todos esos hombres no tengan unidioma común y, hasta cierto puntopor lo menos, una cultura igualmentecomún. En el mundo se hablan seis
mil idiomas; la mitad de la humanidadhabla siete de esos idiomas, y si seempezara a enseñar estos, sería unbuen principio para la universalizacióndeseada.
Pero hasta que se transmitiera laimagen no se podría explotar plena¬mente toda la potencialidad de los pro¬gramas educativos transmitidos desdeun sateloide; sin esta ayuda sería im¬posible enseñar el lenguaje escrito(aunque podría hacerse mucho distri¬buyendo por adelantado folletos im¬presos que completaran las leccionesorales en el momento de recibirse
éstas).
E gustaría hacer a estaaltura una indicación en
el sentido de que se llegara a unatransacción entre la radio y la tele¬visión en gran escala. No sería dema¬siado difícil perfeccionar un receptorbarato y sencillo de transmisión eléc¬trica de imágenes y sonidos quese reproducen sobre papel con dis¬positivo explorador lento. Este recep¬tor podría funcionar con el ancho debanda normal en la radio, sin reque¬rir el espacio espectroscópico que senecesita para la TV y que es aproxima¬damente unas mil veces mayor. Conese sistema se podrían reproducirdibujos lineales (los medios tonosserían innecesarios) a una velocidadperfectamente adecuada a los propó¬sitos docentes, según los cuales lamisma imagen tiene que estar a lavista del alumno un minuto entero, si
no más. Así se tendría un equivalenteremoto del pizarrón de la maestra, ycon su ayuda se podría hasta enseñaridiomas a poblaciones que no tuvieranuna sola palabra en común con elmaestro a quien escuchan; lo cual
Jvaría posible grabar programas ade¬cuados para clases multimillonariasen número.
El efecto que un recurso de estanaturaleza, cada uno de cuyoselementos constituyentes existe yacompletamente dentro de las técnicasconocidas del hombre, puede tener engrupos humanos analfabetos podrájuzgarse mejor cuando se piensa enel caso de Sutatenza.
En esta aldea situada en las mon¬tañas de Colombia instaló en 1948Monseñor José J. Salcedo un pequeñotransmisor de radio destinado a ense¬
ñar a leer y escribir a los campesinosde la región. No disponía de muchosrecursos, aunque sus esperanzas eran
grandes. Empezando con pocas horasde transmisión los sábados por lanoche horas escuchadas, en 15 re¬ceptores, por un público de unos 5.000oyentes , el programa de MonseñorSalcedo se había ampliado seis añosdespués a seis horas de transmisióndiaria, siendo 16.000 los receptoresdonde lo escuchaban unas 200.000 per¬sonas... En 1960 sus escuchas estu¬diantes son más de un millón. Invir-
tiendo poco dinero, Monseñor Salcedoha realizado el milagro de transformarla vida rural de gran parte de Colom¬bia.
STO da una ¡dea de lo
'que podría hacerse, parareducir el analfabetismo y la igno¬rancia, con los sateloides de comu¬nicación... siempre, claro está, quese dediquen a este servicio públicoy no a hacer la publicidad de algúnjabón. El receptor de dispositivo explo¬rador lento, por requerir un ancho debanda de menos de 10 kc/s, puedeevitar los problemas de energía ydistribución de energías que compli¬can el cuadro de la televisión global,y, es posible hacerlo empezar a fun¬cionar dentro de poco tiempo.
No caben dudas de ninguna especiesobre el funcionamiento de la TV en
escala global en cuanto resulte téc¬nica y económicamente posible. Se haescrito tanto a este respecto que es
difícil agregar nada nuevo, aunquequizá sea conveniente hacer unaspocas consideraciones finales.
Se ha dicho repetidamente que laexistencia de «zonas de tiempo» difi¬cultará el desarrollo de las comunica¬
ciones instantáneas y de orden plane¬tario, argumento paralelo al que seescuchaba a principios del siglo en elsentido de que los automóviles ibana servir solamente para ir de un puntoa otro de una ciudad, ya que fuerade éstas no había caminos por loscuales pudieran lanzarse.
El día en que dispongamos de comu¬nicaciones verdaderamente globales,nuestro modo de vivir se adaptará aellas, en vez de tenerse ellas queadaptar a nuestro modo de vivir. Seriairritante vivir en un medio en que, no
Para
escudriñar
el
planeta
El dibujo muestra cómotres satélites estacionarios
(llamados% tambiénsincrónicos) colocados
encima del ecuador
podrían asegurarlas comunicaciones
prácticamente entretodos los puntos del
globo. Pero también seha experimentado para
ello con otros sistemas,como por ejemplo el
sateloide de órbita
elíptica elevada (ver elarticulo de la página que
sigue).
Dibujo USIS
importa el momento que se escogierapara ponerse en contacto con las rela¬ciones de uno, se encontrara con quemás de la tercera parte de ellas estándurmiendo. Esta será precisamente lasituación global dentro de un cuartode siglo, y la sociedad, para ajustarsea ella, tendrá que hacer algunasmaniobras dignas de Procusto. Lassoluciones que se intenta encontraractualmente al problema del sueñopueden constituir una de las respues¬tas; quizá, recurriendo a medios elec¬trónicos, podamos condensar la nece¬sidad actual de sueño a una hora pordía o cosa así. O la solución a largoplazo, por poco agradable que parezca,quizá esté en un mundo completa¬mente artificial, en que la vida sigasu curso independientemente del sol,y en que todos los relojes den lamisma hora.
La existencia de sateloides cuyo fun¬cionamiento esté a cargo de un paísy que transmitan directamente a losreceptores del espectador de televi¬sión ha de hacer que la atención seconcentre inmediatamente en dos pro¬blemas que actualmente constituyenuna molestia secundaria, pero quepuede hacerse intolerable en el futuro;el de la censura y el de la interferenciao perturbación intencionada de unatransmisión.
El advenimiento de los sateloides de
comunicación significará el fin de lasbarreras que se oponen actualmenteal libre curso de la información; no haydictadura que pueda construir un murolo bastante alto como para impedir
que los habitantes del país escuchenla voz que viene de las estrellas.. Cau¬sar deliberadamente perturbaciones enla transmisión procedente de un sate¬loide sería extremadamente difícil,cuando no imposible; todo intento deun país en ese sentido constituiría unacto de «piratería espacial», molestiaque el resto del mundo no toleraríapor cierto.
tN el sateloide destinado a
las comunicacioneá pareceque tenemos un recurso técnico capazde forzar al más reacio a portarse bieny a colaborar con los demás. (Lo mis¬mo cabe decir del sateloide destinado
a la meteorología, con el que estáestrechamente vinculado.) La influenciade ambos será similar a la del trans¬
porte aéreo, aunque en una escalamucho mayor y afectando a nacionesenteras, no a unos pocos individuosprivilegiados. La fuerza inexorable delos hechos astronómicos destruirá las
fantasías políticas que durante tantotiempo han fragmentado el planeta enque vivimos. Cuando el mundo veasimultáneamente todas las produc¬ciones artísticas principales, todas lasvariedades y diversiones, y todos losacontecimientos políticos y de actuali¬dad, la estrechez de miras y la xeno¬fobia del pasado desaparecerán forzo¬samente.
Esta constituirá una influencia pri¬mordial de los sateloides de comu
nicación; otra, quizá más fundamentaltodavía, puede ser el cambio total deuna tendencia histórica que se ha veni¬do acusando con leves interrupcionesen el curso de los últimos cinco mil
años; la de hacer de la ciudad, tradi-cionalmente, el sitio en donde se reúnetodo lo que un país pueda produciry ser. La Megalopolis de hoy puedemuy bien seguir en un futuro cercanoel camino de los dinosauros, a los quetanto se parece en diversos respectos.Este siglo puede ver, antes de llegar asu término, el comienzo de una lenta
pero irresistible dispersión y descen¬tralización de la humanidad, dispersiónfísica que, paradójicamente, tendrá lu¬gar al mismo tiempo que se producesu unificación cultural.
Cuanto más pronto tenga lugareste fenómeno, mejor será, porque detodas las verdades que se han dichopor ahí una de las más grandes esque el divorcio del hombre y la Natu¬raleza da la medida de la infelicidad-
de aquél. Los salvajes más malignos ydepravados de todos son los que seencuentran en las selvas de piedra denuestras ciudades. Desde la etimolo¬
gía hasta el hecho histórico en sí, lacivilización es hija de la ciudad; peroahora se ha vuelto mayor que sumadre y debe escapar al abrazo fataldel ésta. Así lo hará, así podrá hacerlo,cuando todas las impresiones, las faci¬lidades, los talentos y destrezas queempleamos actualmente en la vida co¬tidiana estén al servicio de las
telecomunicaciones, como no puedemenos de ocurrir.
29
DEL ESPACIO
por Nicolai L Tchlstiakov
ESDE el lanzamiento del
Sputnik 1 al espacio hanpasado nueve años, en el curso de loscuales se han echado las bases nece¬
sarias para que los sateloides sirvanal mundo de las comunicaciones, espe¬cialmente por lo que se refiere a radioy televisión.
Esta posibilidad dio motivo a uno delos primeros sondeos efectuados en elespacio. Las conversaciones sosteni¬das con Yuri Gagarin en el curso delprimer vuelo en órbita que el hombreefectuara alrededor de la Tierra se
retransmitieron en Abril de 1961 porla cadena de radio de la URSS. En
agosto de ese mismo año el públicotelevidente pudo ver por primera veza un cosmonauta en el curso de un
vuelo espacial. En 1964 ese mismopúblico contempló no sólo el interiorde una cabina en el curso de uno de
esos vuelos, sino la Tierra misma talcomo aparece desde el espacio. En1965, por último, vio al cosmonautaAlexeí Leonov andar por primera vezpor el vacío.
Otros perfeccionamientos de la téc¬nica correspondiente trajeron consigolos sateloides Telstar y Relay, lanza¬dos por los Estados Unidos de Amé¬rica en 1962 y 1963, gracias a loscuales fueron posibles las primerastransmisiones de televisión breves yexperimentales hechas a grandesdistancias.
En 1964 los sateloides Syncom yEarly Bird, lanzados sincrónicamenteen órbita, efectuaron transmisiones detelevisión por extensos períodos detiempo, entre ellos la de los JuegosOlímpicos desde el Japón.
En abril de 1965 se lanzó al sateloide
soviético Molniya I en una órbita elíp¬tica de 12 horas de duración, con suapogeo en el hemisferio norte, a unaaltura de 40 000 km. El Molniya I haceun circuito sobre la Unión Soviética yel siguiente sobre Norte América. Elaparato de retransmisión que lleva abordo y que es de 40 vatios permitióque se efectuaran las primeras trans¬misiones regulares de televisión entreel oeste de la Unión Soviética y el Le¬jano Oriente por períodos que oscila¬ban entre 8 y 9 horas. En Octubre de1965 aumentaron más aún las posibili¬dades de transmisiones de televisión
30NICOLAI I. TCHISTIAKOV es profesor delInstituto de Telecomunicaciones de Moscúy autor de diversas publicaciones especia¬lizadas.
en la parte oriental de la Unión Sovié¬tica al lanzarse al- espacio el Mol¬niya II. El 17 de Octubre, por ejemplo,los telespectadores soviéticos de lacosta del Pacífico pudieron ver elpartido de fútbol entre la U.R.S.S. yDinamarca mientras se jugaba enCopenhague.
En Noviembre de 1965 se llevaron a
cabo con todo éxito las primerastransmisiones experimentales de tele¬visión en colores que la U.R.S.S.hacía a Francia, recurriéndose paraellas al Molniya I.
Los experimentos de los EstadosUnidos y de la Unión Soviética con lossateloides de comunicación han de¬
mostrado que estos tienen un impor¬tante papel que desempeñar en eldesarrollo y mejoramiento de las trans¬misiones en todo el mundo. Ya es posi¬ble hacer comparaciones entre diver¬sos tipos de órbita: y en el empleo delos sateloides se hace especial hinca¬pié en la parte televisión, desde queprescindiendo de ellos se han podidohacer, sin grandes gastos o dificulta¬des, transmisiones de radio a larga dis¬tancia. Esto sin contar las posibilidadesde progreso que ofrecen en radio lasmejoras continuamente registradas enla onda corta, así como en las retrans¬
misiones y la transmisión por cables.Las emisiones de radio, por otra parte,se pueden grabar y transmitir congran rapidez, y es muy posible que enun futuro cercano puedan enviarse porcohete supersónico.
El copiar programas de televisión ytransmitir importantes hechos de laactualidad presenta problemas másgrandes, ya que exige bandas anchasde frecuencia (como los cables coaxia¬les), junto con guías de onda, líneasde retransmisión por micro-onda ysatélites artificiales de .comunicación.
Sabemos muy bien cuáles son las limi¬taciones de la etapa actual.
La experiencia indica que hay dostipos de sateloides de comunicacionessuperiores a los demás en cuanto atransmisiones se refiere: los sateloides
lanzados en órbitas ecuatoriales sin¬
crónicas, como el Syncom 2; losque describen órbitas elípticas deinclinación alargada que permitencontar con largos períodos de trans¬misión continua, como el Molniya 1. Elproblema actual consiste en mejorarlas fuentes de energía, la estabilidad,la,- regularidad de funcionamiento y lavida de los aparatos metidos en elsateloide. Una solución posible de este
problema está en el lanzamiento porla Unión Soviética de un sateloide
dotado de una batería eléctrica con
radioisótopos.
Entre las ventajas del satélite arti¬ficial sincrónico están las siguientes:
no hay límites de tiempo para lala transmisión;
para la comunicación global sólo senecesita que haya en órbita un númeromínimo de esos satélites;
que la construcción de la antenade tierra, de los mecanismos propul¬sores de éstas y de los dispositivos decontrol de la calculadora es relativa¬
mente simple;
que los sateloides funcionan lejosde los efectos de las cinturas de in¬
tensa radiación cósmica;
que las señales que se reciben sonestables;
que hay ausencia de distorsión porefecto Doppler;
que el «satélite terrestre» permiteuna relativa localización de la onda
radiada, reduciendo la interferencia
entre el equipo de tierra y el delespacio.
Entre las ventajas de una órbitaelíptica elevada están, a su vez,
la de que esa órbita proporcionacondiciones óptimas de recepción paralas estaciones de tierra de un país oterritorio determinado;
que se puede usar el mismo sate¬loide para un intercambio de progra¬mas entre los territorios del hemisferio
oriental y el occidental con propaga¬ción que exige un reflexión única;
que hay una señal superior en fuerzaa la recepción de ruidos a grandesalturas, lugares en que los sateloidessincrónicos no proporcionan una buenarecepción;
que el lanzamiento de los sateloideses más sencillo y más económico. Esposible que, para las comunicacionesde tipo global, lo más satisfactorio seaun sistema que combine ambos tiposde sateloide.
La transmisión directa permitiría dis¬poner de una señal transmitida desdeel sateloide al receptor doméstico detelevisión y por eso presenta variasventajas obvias, pero sus inconve¬nientes son tan numerosos y tan im¬portantes que han de limitar posible¬mente su alcance. En el renglón posi¬tivo está el hecho de que no seríanecesario cargar las estaciones televi-
SIGUE EN LA PÁG. 32
Los sateloides
podrán rendirgrandes servicios
especialmente a latelevisión; para las
transmisiones de
radio los medios
ya existentes son,por lo general, tansatisfactorios como
poco costosos.A la derecha,
gran antena deemisión de radio
a larga distancia.
Foto © Aart FotograafKlein, Amsterdam
LAS ASECHANZAS DEL ESPACIO (cont.)
El sateloide no lo es todo
32
soras nacionales o locales con lastransmisiones provenientes de lossateloides, y que los televidentes ten¬drían así una selección más variada de
programas internacionales.Pero la lista de los obstáculos apa¬
bulla un poco. Sería necesario en pri¬mer lugar que el sateloide tuviera unsuministro de alta energía de un ordendel que todavía no puede disponerseen el plano técnico. Aun cuando sepudiera contar con esa energía quizáno fuera práctico radiarla, porquepodría crear interferencias con servi¬cios tales como la comunicación fija ymóvil y el radar, que comparte fre¬cuencias destinadas a la comunicación
por sateloides.Las bandas óptimas para la trans¬
misión desde los sateloides son ondasde centímetros, a las que no es fáciladaptar los receptores comunes. Tamrpoco resulta práctica la instalación deuna antena complicada y cara pararecibir las transmisiones desde elespacio.
La transmisión directa debe hacer
frente, además, a otras dificultades.Con los sateloides sincrónicos del tipo«estacionario» la recepción se hacepeor en las partes limítrofes de laregión a la cual se transmite, y espe¬cialmente a grandes alturas. Los paísesa los que no está destinada la señalno pueden librarse de recibirla. Lastransmisiones no se pueden postergara otras horas más convenientes paralos habitantes de determinados terri¬
torios. El sonido de una transmisión
por televisión no puede sufrir trasla¬ciones en el lenguaje de un país cual¬quiera, y en los países en que laslíneas de la imagen difieren de lastransmitidas por el sateloide, la recep¬ción se haría imposible. En caso de quese llegue a un acuerdo entre variospaíses para una transmisión directa,habría que estudiar el problema muchomás a fondo de lo que se ha hechohasta la fecha.
La transmisión con retraslación es el
sistema por medio del cual se recibentransmisiones de televisión y sonidodesde el satélite y se transmiten alreceptor doméstico por medio de lasestaciones nacionales. Este sistema
tiene numerosas ventajas; los progra¬mas se pueden recibir en una radioportátil de transistores, por ejemplo, oen receptores de televisión portátiles,y en el canal del «satélite-Tierra» sepueden emplear frecuencias óptimashaciendo caso omiso de las bandas de
los receptores corrientes.
Por lo que respecta exclusivamentea la televisión, los «standards» de líneaen la Imagen pueden coordinarse conlos de cualquier país. Los horarios detransmisiones internacionales se pue¬den coordinar a su vez con los de las
transmisiones nacionales y contemplarla conveniencia del público. Además sepueden grabar los programas en lasestaciones receptoras y retransmitirlos
a la hora que se crea más conveniente.En la banda de frecuencia «Tierra-sate-
loíde-Tíerra» pueden usarse tipos esta¬bles de modulación y de refinación dela señal para una recepción que resistaa los ruidos y para hacer más angostala banda de frecuencia que se ocupa.
Para la retransmisión por traslaciónde un programa que viene de un saté¬lite sincrónico, la estación en que serecibe éste en Tierra puede estar insta¬lada a una altitud relativamente limi¬tada, en la que las condiciones derecepción son óptimas. Cuando sehace uso de sateloides con órbitaselípticas alargadas, es posible efectuarla conmutación de un sateloide a otro
sin que se interrumpa el programa.También es posible reducir la interfe¬rencia entre la radiación del sateloide
y los servicios de tierra rebajando laenergia del transmisor instalado enaquél, haciendo uso de antenas derecepción muy dirigidas o de amplifi¬cadores de nivel bajos de ruido. Laplanta de energía instalada en el trans¬misor puede ser menos pesada y máscompacta, con el correspondiente au¬mento de seguridad en el funciona¬miento, en la conservación de energíay en la vida del sateloide.
No hay razones para creer que en elfuturo los sateloides tengan que serpor fuerza los medios principales deproceder a un cambio internacional deprogramas. Hay otros medios, como latransmisión por cables o por micro-ondas, que se siguen perfeccionando,y este último sistema, al unir un conti¬nente con otro, podría reunir las diver¬sas cadenas de comunicación de cada
país para crear otras de tipo interna¬cional y de gran capacidad.
Hay determinados servicios que exi¬gen la propagación abierta de las on¬das de radio. La localízacíón de radia¬
ción en la superficie o en el espacio esimposible en ciertos casos, o por lomenos susceptible de crear grandesdificultades, como ocurre con los sis¬temas de radiolocacíón terrestre o de
navegación, los sateloides meteoroló¬gicos, geofísicos o navegacionales, lossistemas de comunicación para laseguridad de los cosmonautas en unvuelo espacial, la radiolocacíón de pla¬netas, la radioastronomía y la comuni¬cación con observatorios situados en
un espacio abierto y lo que es másimportante el servicio móvil de comu¬nicaciones en tierra, en el aire y enlos océanos.
El desarrollo y perfeccionamiento delos sistemas móviles de comunicacio¬
nes tienen su importancia en la actua¬lidad y deben continuar en el futuro. Secuenta ya con sistemas de control detransportes marítimos y aéreos, entreotros, y de comunicaciones entre lospasajeros, pero en el futuro, se nece¬sitarán todavía más servicios de carác¬
ter individual.
En el servicio de comunicación marí¬
tima móvil pueden desempeñar un
papel importantísimo los sateloidesespecialmente lanzados al espacio conese objeto.
Vemos así que en los sistemas decomunicación entre dos puntos fijoslos sateloides pueden resolver el pro¬blema de una cadena de comunicación
global, aunque la solución que ofrez¬can no sea la única ni la más realistade todas.
En este caso habrá que proyectarlos sistemas de comunicación porsateloide con limitaciones de alcance
y de duración dictadas por los otrossistemas de que se disponga y porlas ventajas económicas que presen¬ten. Esta es mi opinión personal, perocreo firmemente que sólo suscribién¬dose a ese principio podemos evitar lacrisis en el uso de frecuencias que se
produjo en la banda de onda corta (oalta frecuencia).
Habrá que tener en cuenta igual¬mente este punto de vista al hacerplanes para la ampliación y perfeccio¬namiento de las transmisiones. Debenusarse las vías de comunicación porsateloide sólo cuando ello sea riguro¬samente necesario, ya que hay queeconomizar los canales de frecuencias.
Todas estas objeciones no signi¬fican que los canales de comunicaciónpor sateloide no vayan a tener unpapel importantísimo en la transmisiónde programas, especialmente enaquellas zonas en que las redes detierra para la comunicación por canalmúltiple no son eficaces o en aquellasciudades situadas lejos de otras yenclavadas en territorios poco pobla¬dos e inaccesibles.
Hay que crear un sistema global quecombine el uso de todos los medios ymétodos modernos, permita establecerun horario y programación aproxima¬dos para el empleo de los sateloidesde comunicación y garantice a todoslos países de todas partes igual dere¬cho a participar de las transmisiones.Pero un trabajo de esta índole debeverse precedido por un amplio inter¬cambio internacional de programastransmitidos desde los sateloides.
En un intercambio global como elque nos ocupa debe haber un cursoigual de transmisiones entre los paísessuper-industrializados y los que no loestán, ya que tanto unos como otrosposeen inestimables tesoros de culturanacional.
Desde ese 5 de Octubre de 1957 en
que un satélite terrestre fabricado porel hombre se convirtió en realidad viva
y móvil está claro que en este terrenono hay dificultad técnica que no sepueda vencer. Pero el ajuste de losprincipales problemas legales plan¬teado por una actividad internacionalcomo ésta marcha siempre lentamente-.En un caso como el que nos ocupa loque se necesita es un convenio inter¬nacional basado en las resoluciones
que haya adoptado al efecto la Asam-'blea General de Naciones Unidas.
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En Moscú se ha empezadoa elevar (arriba, derecha) unatorre gigantesca que al quedarterminada a fines de 1967
será, con sus 520 metros
de altura, la mayor del mundo.Una antena de televisión
colocada en su parte superiorpermitirá aumentar grandementeel alcance de las emisiones
soviéticas, garantizando, sinretransmisiones de ningunaespecie, una recepción de altacalidad dentro de un radio
de 150 kilómetros alrededor
de Moscú. A la izquierda,croquis de la torre. A laderecha, dibujo de la basecon una vista de las enormes
patas de cemento que hande soportar las 26.000 toneladasde peso del edificio.
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Fotos © APN
LA TORRE
MAS ALTA
DEL MUNDO
ESTA
DESTINADA
A LA
TELEVISION
Los lectores nos escribenLA CHINA VIENE ANTES
En su interesante artículo sobre
Abderramán Ben Chaldún (1332-1406)Barbara Bray lo llama en el númerode junio pasado «fundador de lahistoria como ciencia» citando al
efecto una manifestación de Arnold
Toynbee. ¿Fundador? Por espacio deun milenio y medio antes de su época,los chinos consideraron la redacción
de libros de historia como una materia
especial, extendiéndose sobre elpasado completo del hombre en latierra. Charles Sidney Gardner, histo¬riador norteamericano de Harvard, dice
así sobre su colega Ssu-ma Chien(que realizó su obra un siglo antesde J.C): «Para él la historia no es unregistro genealógico, ni una crónicadesnuda de los hechos de una sola
corte, ni un tratado de moralidadpolítica; tampoco dedica la suya a lasglorias de un personaje o una insti¬tución; lo que hace es más bien elcuadro completo del pasado de supueblo en la medida en que se lopermiten los documentos a su alcance.La historia es especialmente unaoportunidad única para que el espe¬cialista ponderado haga justicia aquien la merece y saque del olvido,con la amplitud de su relato, a quiense vea amenazado por él, aun cuandoregistre al mismo tiempo los abismosde degradación en que a veces caeel hombre.» Otro especialista deCambridge, Edwin G. Pulleyblank, diceque el primer tratado verdadero sobrela redacción de la historia publicadoen China (o, por lo que yo sé, encualquier otro lugar del mundo) fueel de Llu Chih-chi, completado en elaño 710.
Hay otras manifestaciones similaresde eruditos objetivos en este sentido.Felizmente, al irse difundiendo cadavez más en traducción las obras
chinas de la antigüedad, los lectoresque no conocen el idioma podránjuzgar por sí mismos el valor y lasnormas de esos historiadores.
L. Carrington GoodrichProfesor emérito de chino
Columbia UniversityNueva York
UNA FIESTA DE LA F RATE R-
NIDA UNIVERSAL
¿Es concebible que todavía secultive el nacionalismo estricto, lanoción del enemigo hereditario, de larevancha armada, del vencedor glo¬rioso y el vencido decadente conayuda de banderas que han flotadoen los mástiles de los estadios
olímpicos? ¿No podría una Organi¬zación tan magnifica como la Unescopedir a sus Estados Miembros que sepusieran de acuerdo sobre una sola
fiesta conmemorativa de todas las
victorias pasadas, de todos los héroesmuertos por la patria fiesta que sellamaría de la Fraternidad?
Junto a las fiestas patrias de cadaEstado y al lo. de Mayo, que es lafiesta internacional de los traba¬
jadores, esta Fiesta de la Fraternidad,celebrada el mismo día en todas
partes, crearía un lazo entre todosaquellos hombres que tienden lamirada al porvenir.
Marcel Miodovnik
Saint-Cloud
Francia
PARA LOS AFICIONADOS
A LA "FICCIÓN CIENTÍFICA"
Nos ha interesado ver publicado enesa revista, en el número de Enero1966, el artículo «Mensajes a lasestrellas» del Dr. D. M. A. Mercer,texto de uno de los tres trabajos leídosen la sesión que la Asociación Britá¬nica por el Adelanto de la Cienciadedicara el año pasado a la «sciencefiction» al reunirse en Southampton.
Mucho les agradeceríamos que lla¬maran la atención de los lectores de
la revista hacia el hecho de que tantoese artículo como los otros tres tra¬
bajos presentados en la sesión de re¬ferencia se pueden encontrar juntos en«The Advancement of Science» que esla revista de nuestra Asociación (Vol.22, No. 98, Agosto 1965, precio 5 che¬lines el ejemplar). Los títulos de losotros tres trabajos son «Viajar enel espacio y en el tiempo», «Problemasde la biología de otros mundos» y«Sociología extra-terrestre».
J. M. Robertson,Jefe de Redacción,
«The Advancement of Science»,3 Sanctuary Buildings,
2P Great Smith Street, London S.W.I.
UN ALFABETO NUEVO
Un apéndice bien útil por cierto alnúmero que dedicaran Vds. al Artede la Escritura (marzo de 1964) podríahaber sido el que se dedicara alfuturo, y especialmente a los nuevosperfeccionamientos que se logren enel ajuste de la palabra escrita a lapalabra hablada. El mejor ejemplo deesto lo tenemos en el Alfabeto para laEnseñanza Inicial, del que hacen usoactualmente en Gran Bretaña diez mil
niños que aprenden a leer. El prin¬cipio en que se basa este alfabetopuede aplicarse a cualquier idioma,y si se lo adoptara ampliamente haríamucho más fácil la realización de las
campañas de alfabetización de laUnesco. El grado de facilidad no esfácil de establecer porque, por algunarazón determinada, la Unesco no ha
establecido una medida que permitamostrar la difícil que es aprender aleer en un idioma si se lo comparacon otro. Este estudio debería ser un
requisito previo esencial al comienzode cualquier campaña mundial dealfabetización.
Un segundo mérito del alfabetonuevo que se enseña en Gran Bretañaes que hace más fácil el estudio deotros idiomas. El inglés es un idiomaexasperante de aprender por las pro¬nunciaciones diferentes de una misma
letra, pero las letras del nuevo alfa¬beto se pronuncian siempre de lamisma manera, y sin embargo uno yotro alfabeto son tan parecidos que elpasaje hacia el alfabeto tradicionalresulta fácil para los alumnos.
Varios países se han dado cuentaya de la importancia de este sistema,entre ellos la Unión Soviética, que lousa en las escuelas de Irkutsk, Israel,el Canadá, etc. Es una lástima que laUnesco parezca desconocerlo hastaen su exposición circulante «El Artede la Escritura».
Nicholas Gillett
Consejero sobre Preparaciónde Maestros,
Misión de la Unesco en Irán.
OMISIÓN CORREGIDA
Tuve gran placer en ver, en el nú¬mero de marzo de esa revista, un artí¬
culo sobre la singular biblioteca infan¬til de Clamart, que en unión de ungrupo de colegas encargados de insti¬tuciones similares visité recientemen¬
te. Los felicito por haber presentadoen las páginas de «El Correo de laUnesco» algo que constituye desdemuchos puntos de vista una innovacióndigna de ser imitada, como todos es¬peramos vivamente.
Pero siento que no hayan citadoVds. el nombre del arquitecto corres¬pondiente, porque si la biblioteca esalgo tan logrado, ello se debe enmucha parte a su arquitectura, a lasencillez de los materiales de cons¬
trucción, a la excelente manera de
estar iluminada, cosas todas que sa¬tisfacen de una manera cumplidísimalos deseos de un bibliotecario.
En este caso particular el aportedel arquitecto me parece quizá másoriginal e innovador que el del encar¬gado de la biblioteca. Para ver el esti¬mulo ejercido por el primero bastacon ser testigo del entusiasmo y elcontento con que trabajan los biblio¬tecarios jóvenes responsables de esasección infantil.
Mme Y. Segalen,Boulogne, Sena.
N.D.L.R. La biblioteca de Clamart
es obra, no de un arquitecto, sino decuatro: los señores J. Renaudie, P. R¡-boulet, G. Thurnauer y 1. L. Veret.
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EN EL PROXIMO NUMERO : OCHO PAGINAS EN COLORES
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Madre con su hijo un dibujo del artistavietnamita Vu Cao Dam.
TARJETAS DE
SALUDO DEL UNICEF
Las tarjetas de saludo y el Calendario de Invitaciones y compromisos del UNICEF,¡lustrados por artistas de fama internacional, se venden este año, como en otrasocasiones, a beneficio del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, que propor¬ciona alimentos, medicinas y materiales educativos a los niños que los necesitanen más de 100 países del mundo. El año pasado se batió un «record» con laventa de 45 millones de tarjetas del UNICEF, que rindieron más de 2.800.000dólares. Una caja con diez tarjetas que se venda significa, como hemos dicho ya,la posibilidad de dar leche a 50 niños durante toda una semana. En las dieciséistarjetas impresas este año se encontrarán obras de artistas alemanes (de laRepública Federal), argentinos, canadienses, franceses, haitianos, libaneses, norte¬americanos, japoneses y vietnamitas. La tarjeta de formato grande «Pájaro dePaz» reproduce un detalle de la serle de tapices de Jean Lurçat que este llamó« Canto del Mundo» (véase «El Correo de la Unesco de Noviembre 1964).
El calendarlo de compromisosy citas impreso por el UNICEF
para 1967 tiene más de 50acuarelas y «gouaches» y cuesta,
en cualquiera de sus dosversiones (inglés-francés
o inglés-español) 2 dólares o suequivalente en moneda local.
Las tarjetas del Unicef vienen en cajas de diez al precio de 1 dólar 25; la de tar¬jetas con el dibujo de Lurçat (formato grande) cuesta 2 dólares 50. No se podrásolicitar su envío a( la Unesco; se ruega a los lectores interesados que se dirijanal Comité U.S.A.. para el Unicef, Naciones Unidas, Nueva York, 10017; al Sr. RenéCruz, Representante del Unicef, Apartado aéreo 75-55, Bogotá; a Miss AliceShaffer, Representante del Unicef, Apartado 525, Guatemala City; al Sr. KnudChristensen, Representante del Unicef, Avenida Javier Prado 705, San Isidro,Lima; a M. Jean-Marc Geneviere, Representante del Unicef, Rua Mexico No. 3, 18o.andar, Rio de Janeiro, G.B., o a la Asociación de Amigos del Unicef, General Mola82-tripl., Madrid, (6) o Fontanella, 14, Barcelona (10).'
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de la Unesco. 6a Calle 9.27, Zona 1, Guatemala. (Q. 1,75)HONDURAS. Librería Cultura, Apartado postal 568Tegucigalpa, D.C. JAMAICA. Sangster's Book Room91 Harbour St., Kingston. MARRUECOS. Librai¬
rie «Aux belles Images», 281, Avenue Mohammed V,Rabat. «El Correo de fa Unesco» para el personal docente:Comisión Marroquf para la Unesco, 20, Zenkat Mou-rabitine, Rabat (CCP 324-45) MÉXICO. EditorialHermes, Ignacio Mariscal 41, México D.F. (Ps. 26).MOZAMBIQUE. Salema & Carvalho, Ltda., CaixaPostal 192, Beira. NICARAGUA. Librería Cultural
Nicaragüense, Calle 1 5 de Setiembre y Avenida BolívarApartado N* 807, Managua. PARAGUAY. Agencia deLibrerías de Salvador Nizza, Yegros entre 25 de mayo yMcal. Estigarribia, Asunción. (GS. 31 0) PERU.Distribui¬dora Inca S.A. Emilio Althaus 470, Apartado 3115
Lima. (Soles 72) PORTUGAL. Dias & Andrade Lda.Livraria Portugal, Rua do Carmo 70, Lisboa. PUERTO
RICO. Spanish-English Publications, Calle Eleanor Roose-
velt 1 1 5, Apartado 1 91 2, Hato Rey. REINO UNIDO.H.M. Stationery Office, P.O. Box 569, Londres, S.E.I.
(15/-).-REPUBLICA DOMINICANA. Librería Domini¬cana, Mercedes 49. Apartado de Correos 656, Santo Do¬
mingo. URUGUAY. Héctor D'Elía, Representación deEditoriales, Calle Colonia 1 060, Montevideo. VENE¬ZUELA. Distribuidora Venezolana de Publicaciones
(DIPUVEN), Avenida del Libertador, Quinta Dipuven,Urbanización Los Caobos, Apartado de Correos 10440,
Caracas; número suelto, Press Agencias S. A., Edificio
v. El Nacional », Apartado 2763, Caracas.
LA OBSERVACIÓN METEOROLÓGICA MUNDIAL
Hoy : sateloides vigías
Hoy : 8 000 estaciones en tierra, 3 000 aviones y 4 000 barcos
Hoy: 100000 observaciones por día
Mañana : una red planetaria
¿LOGRARA LA CIENCIA CAMBIAR EL TIEMPO REINANTE?