El bosque de las confecciones
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Anderson Betancur Liney González Isabel Cristina Gómez
Facultad de Comunicaciones
2014
EL BOSQUE DE LAS CONFECCIONES
En un bosque muy lejano llamado Medellín, vivían muchos
animales de distintas especies. En este bosque solo podían
trabajar recolectando frutas y flores, hasta que un día el Oso
Maloso tuvo una idea y creó una empresa dedicada a
confeccionar ropa para los demás animales, a los otros animales
les pareció una brillante idea y ellos empezaron a crear sus
propias empresas; unas fueron muy exitosas, pero otras no lo
fueron y tuvieron que cerrar.
Entre las empresas creadas por los demás animales estaba la que
el Oso Perezoso quiso crear, para ser la competencia de la
empresa del Oso Maloso. Al pasar el tiempo las empresas:
Confecciones Maloso S.A y VestiPerez S.A lograron
mantenerse, ya que sus productos respondían a las necesidades
de sus públicos.
Confecciones Maloso S.A era una empresa líder en el mercado,
pues era reconocida por la calidad de sus confecciones y diseños;
mientras que VestiPerez S.A registraba un déficit, pues sus
prendas se dañaban fácilmente, el color se iba con rapidez y tenía
un mercado muy reducido.
Sin embargo, para poder llevar a cabo su misión, ambas empresas
tuvieron que contratar animales de bosques vecinos. Este fue el
caso de dos amigas que querían entrar a trabajar en alguna de las
dos organizaciones: Ardi Ardilla y Rita Periquita. Estas dos
amigas llegaron al bosque Medellín con la ilusión de trabajar en
dos empresas de confección, y así fue pues Ardi pudo entrar a
trabajar a Confecciones Maloso S.A y Rita por su parte
consiguió empleo en VestiPerez S.A.
Las dos amigas trabajaban muy duro, porque era época de
invierno y su trabajo se duplicaba; por lo que no se veían ni podían
hablar de cómo iban en su respectiva organización. Dos meses
después del final del invierno pudieron tener un tiempo de
descanso, se encontraron en un café en el centro del bosque y
empezaron a hablar de sus respectivos trabajos.
Ardi empezó con su historia:
-- Oye Rita, estoy tan feliz trabajando con el Señor Maloso, él
piensa mucho en nosotros los trabajadores, todas las mañanas
nos saluda a cada uno en su puesto, nos da una hora y cuarto de
descanso a eso de las 3 de la tarde, en ese tiempo nos dan un
refrigerio y lo que queramos comer es pagado por la empresa.
Rita le pregunta: ¿me estás hablando en serio?
Sí- responde Ardi - lo que pasa es que el Señor Maloso dice
que merecemos un descanso para poder terminar bien nuestra
jornada.
Rita muy triste le dice: ¡No lo puedo creer! Ojalá en mi empresa
las cosas fueran así, allá nunca vemos al señor Perezoso en la
planta, nunca hablamos con él, ni lo podemos saludar, ni tampoco
nos da ese tiempo de descanso, él nos da en toda la jornada cinco
minutos de descanso y los descuenta en el pago.
--Rita, pero ¡esa situación está muy mal! -- Replica Ardi -- a
nosotros el Señor Maloso nos tiene incluso un restaurante en
una zona de la planta, él dice que es para que no nos toque salir y
nuestro tiempo de almuerzo lo sepamos aprovechar, además el
restaurante nos cobra precios muy bajos.
--¡Ay no! cada vez veo que en nuestra empresa todo está muy mal
-- menciona Rita -- es que a nosotros el Señor Perezoso no nos
deja entrar comida a la fábrica, pero tampoco nos beneficia
haciendo ningún contacto con un restaurante de la zona. A
nosotros nos toca ir hasta el centro del bosque para poder
almorzar y eso es mucho tiempo el que perdemos.
-- Además -- continúa Rita -- eso hace que los trabajadores
lleguemos tarde, que nos hagan muchos procesos disciplinarios y
que no queramos hablar con nadie, porque no nos importa qué
pase con el otro.
-- Rita, pero es muy maluco trabajar en tu empresa -- dice Ardi --
porque yo no me imagino un lugar donde uno no hable con los
demás, o será porque estoy acostumbrada que en Confecciones
Maloso S.A iniciamos nuestra jornada a la hora determinada,
además de que entre nosotros no se presenta ninguna discusión,
todos colaboramos, somos unidos y las distintas áreas de la
empresa trabajamos armónicamente.
Cuando terminaron la conversación y se despidieron Rita quedó
muy triste porque la situación de su empresa no era muy buena y
esto se reflejaba tanto en la interacción entre los empleados como
en la dinámica de la compañía, y por el contrario veía que la
empresa donde trabajaba Ardi era una organización muy grande
y con una buena dinámica organizacional. Ella se fue pensando
en que Confecciones Maloso S.A. contaba con tecnología muy
avanzada que agradaba a los empleados y hacía posible que ellos
pudiesen trabajar de modo más cómodo; mientras que veía que la
empresa donde ella trabajaba, VestiPerez S.A continuaba con
los mismos procesos con los cuales había sido fundada a
mediados del año anterior, además los trabajadores eran vistos
como una máquina para producir.
Después de la conversación que tuvo con Ardi, Rita se sentía
mal porque veía que su amiga era feliz hablando de la organización
donde trabajaba, veía que su amiga tenía un amor profundo por la
empresa y por lo tanto la respetaba y quería. Por el contrario, ella
veía que no podía hablar bien de VestiPerez S.A, porque lo que
sentía hacia esa empresa era temor y rabia por como los trataban,
ella sentía que no quería saber nada más de su organización y que
no le importaba si esta progresaba o no.
Pero otros de los aspectos que más le llamaba la atención y que le
parecía importante a Rita era que en la otra empresa los
empleados tenían muy marcados valores como el respeto, la
colaboración, la responsabilidad y el compromiso hacia su trabajo,
lo que se veía reflejado en la productividad y éxito de esa
organización. Mientras que en su organización no existían estas
cosas, no tenían valores compartidos entre todos los empleados,
cada cual hacía lo que quería, por eso creía que no les iba tan bien
en la producción y en las ventas.
Al día siguiente, cuando Rita volvió a su trabajo, empezó a
contarle a algunos de sus compañeros lo que le había contado
Ardi sobre Confecciones Maloso S.A, la mayoría de sus
compañeros se quedaron asombrados, porque no creían que
pudiera haber una empresa donde se trabajara en un buen
ambiente y donde el empleado fuera tratado con respeto y no
como una máquina. El rumor acerca del buen clima que había en
Confecciones Maloso S.A. fue creciendo cada vez más, a tal
punto que todos los empleados de VestiPerez S.A., incluida
Rita, empezaron a llevar sus hojas de vida a la compañía del
Señor Maloso, con la esperanza de poder trabajar allí, de lograr
tener la estabilidad que los empleados de dicha empresa tienen,
de poder trabajar en un buen ambiente y por muchos años, para
así mantener bien a su familia.
Ante esta situación el Oso Maloso se puso a pensar en la
posibilidad de ampliar su compañía, para poder contratar a todos
los animales que quisieran trabajar allí; pero no tenía un espacio
físico donde construir otra sede, fue entonces cuando leyó en el
periódico que el Oso Perezoso estaba vendiendo VestiPerez
S.A., por un déficit financiero y por renuncias masivas de sus
empleados. Entonces el Oso Maloso negoció con el Oso
Perezoso y logró comprar esta compañía, así pudo contratar a
todos los animales y logró crecer aún más como organización, y se
convirtió en una empresa ejemplar para las demás compañías.
Así, Rita y Ardi lograron trabajar juntas en la mejor empresa de
confecciones de la región, compartieron más tiempo juntas,
tuvieron más amigos que conocieron en la empresa y Rita volvió a
tenerle amor a su trabajo y entendió por qué alguien quiere tanto
a una empresa que les da tantos beneficios y donde trabajan en
un buen ambiente.