El Arte o la otra comunicación - Eduardo Grüner
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8/7/2019 El Arte o la otra comunicacin - Eduardo Grner
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EDUARDOGRNER. ELARTEOLAOTRACOMUNICACIN.En Catlogo Argentina 7ma. Bienal de La Habana 2000.Editado por el Ministerio de RelacionesExteriores, Comercio Internacional y Culto. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.
Hace ya muchas dcadas, en su estupendo informe etnogrfico sobre los Dogon de frica
Occidental, el antroplogo Marcel Griaule transmite una observacin notable: cada hombre
Dogon tiene un secreto ntimo, slo conocido por l, que no le revelan jams ni a sus seres ms
queridos, que se llevan a la tumba. Ese secreto es su nombre. Su verdadero nombre, con el que
ellos se autobautizan en el ritual de iniciacin que los hace adultos, y en el cual el shaman de la
tribu les da un nombre falso, que usarn el resto de su vida para comunicarse con los otros
miembros de la tribu. Un Dogon no sabr jams exactamente, por lo tanto, a quin le est
hablando; ni por supuesto, a quin est escuchando. Y sin embargo informa Griaule la Dogones una cultura extraordinariamente sociable y afable, comunicativa, casi podemos decir,
parlanchina. Quizs se pueda decir que una cosa es consecuencia de la otra. Quiero decir:
quizs se pueda formular la hiptesis de que la eficacia de una autntica comunicacin su
eficacia profundamente humana y no meramente tcnica depende de que haya en su propio
ncleo espacio para un secreto, para un enigma inalcanzable; algo del orden de lo sagrado (que
no es lo mismo que "religioso"): una suerte de silencio inaccesible que funde la necesidad de
palabra, as como, en la msica, son tambin los silencios lo que determinan la estructura de lo
escuchable. Si fuera as, la condicin misma de esa autntica comunicacin sera la de una
poltica (en el sentido ms amplio pero ms estricto del trmino: una prctica generadora de
polis, de comunidad) tendiente a resguardar, en la comunicacin, ese espacio no determinado
ni determinable de antemano que solicitara un permanente acto de refundacin comunitaria,
una participacin activa de la sociedad en la creacin de su propia polis.
Pero hace falta recordarlo? no es as actualmente. La as llamada globalizacin (una
novedad que aun teniendo en cuenta todas sus transformaciones histricas, los
latinoamericanos conocemos desde hace exactamente 508 aos) ha instituido, en su marchamundial, la ideologa de la ms absoluta transparencia, que es estrictamente complementaria a
la del fin de lahistoria. Enefecto, si todo es visible, si el mundo entero est presente antenuestros ojos a travs de la TV por cable, del satlite, de Internet, entonces ya no quedan
espacios secretos, enigmas, silenciosos sobre los cuales fundar un nuevo Sentido. Ya no queda
futuro, y estamos viviendo en el ms absoluto y eterno de los presentes, sin esperanzas ni
necesidad de cambio. El mundo, cuyas zonas misteriosas se trataba de interpretar es decir de
someter a crtica se ha vuelto ininterpretable e incriticable; bajo esta concepcin, la
comunicacin se ha vuelto un modo de la conformidad, o de la resignacin. Ha perdido sucarcter ms profundamente humano el impulso y la curiosidad por comprender los enigmas,
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como campo de batalla entre lo comunicable y lo incomunicable. Que denuncie aquella
transparencia como un disfraz de la opacidad de las manos invisibles que disean un punto
de vista nico al que todos tendramos que someternos.
Y, a decir verdad, esto es lo que el autntico arte ha hecho siempre: desarticular las
visiones estabilizadas e institucionalizadas, mostrando que hay siempre una diferencia posible.
Mostrando que ningn pretendido pensamiento nicopuede disolver la singularidad concretae irreductible de la obra, as como ninguna homogeneidad globalizada debera poder disolver la
singularidad concreta y mltiple de la Vida.
El arte es, sin duda, tambin comunicacin. Pero la comunicacin, para el arte, no es
una evidencia: es un problema. Como dijo alguien, es el problema mismo de la rebelin de lo
concreto contra las falsas abstracciones del Poder. Y esto incluye, desde ya, al arte llamado
abstracto que como lo conjetura LeviStrauss, es tal vez el ms concreto de todos: el que poneen juego la materia que est antes que toda forma. El arte, como materia en permanente
proceso de transformacin, es una suerte de matriz para pensar las potencialidades futuras del
mundo, y no sus actualidades supuestamente eternas. Y en este sentido, la comunicacin en el
arte que apunta a la dialctica de lo Visible y lo Invisible, a la pregunta por los enigmas que
todava no han podido ser descifrados, y cuya respuesta slo puede ser construida (no por el
pblico, no por los consumidores de arte sino) por todos aquellos artistas o no capaces de
no someterse a la falsa transparencia de lo Real. Capaces, en definitiva, de seguir
preguntando (se) por el nombre secreto y sagrado de los Dogon, aun cuando sepan que jamsles ser totalmente revelado.