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Suele ocurrir, cuando recorremos kilómetros para visitar obras de arquitectura, que éstas nos sorprenden: superado el momento del reconocimiento, aquello que durante un tiempo durmió en nuestra imaginación se ha vuelto más pequeño, se ha llenado de color, de carpinterías inesperadas que un fotógrafo bienintencionado encubrió con su refl ejo o de edifi cios contiguos o torres eléctricas que otro fotógrafo, esta vez malintencionado, decidió almacenar en la papelera de reciclaje.

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  • Juan DeltellKaija y Heikki Siren. Propuestas residenciales para Tapiola

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    Suele ocurrir, cuando recorremos kilmetros para visitar obras de arqui-tectura, que stas nos sorprenden: su-perado el momento del reconocimiento, aquello que durante un tiempo durmi en nuestra imaginacin se ha vuelto ms pequeo, se ha llenado de color, de carpinteras inesperadas que un fo-tgrafo bienintencionado encubri con su refl ejo o de edifi cios contiguos o to-rres elctricas que otro fotgrafo, esta vez malintencionado, decidi almacenar en la papelera de reciclaje.

    En otras ocasiones no vamos tan preparados -o no somos tan arquitec-tos- y aprovechamos la ocasin de la cercana de una obra para plantear una experiencia que trascendiendo el mero deleite profesional se adentra en campos gastronmicamente ms ren-tables. As, desaparecen las guas de arquitectura, los planos profusamente sealizados, los itinerarios heredados... fundamentalmente, el coleccionismo, y un edifi cio o arquitecto se convierte en excusa lcita para otros menesteres.

    As visit por primera vez Finlandia, hace dos aos. La excusa, un viaje de amigos arquitectos dispuestos, en pri-mer lugar, a pasar unos buenos das, en segunda instancia a comprobar si la arquitectura de Aalto vivida en di-recto erizaba nuestros sentidos o ms bien se almacenaba directamente en el inventario de las referencias a las que acudes nicamente en tardes de chime-nea y susurro. Pero tambin, para qu negarlo, acrrimos enamorados de las

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    experiencias arquitectnicas realizadas al amparo de una llamada segunda ge-neracin del movimiento moderno du-rante la poca de los aos 50-70, y mer-ced a una publicacin con el ostentoso ttulo Nueva Arquitectura Finlandesa 1, con una cierta curiosidad por descubrir la otra arquitectura, la que nadie nos haba contado en la Escuela.

    Persiguiendo a un arquitecto de un cierto renombre, sobre todo en la tierra de los mil lagos, aterrizamos una tarde en Tapiola. Con poco tiempo disponible nos dispersamos segn nuestras inten-ciones particulares. Y en efecto, Tapio-la result ser aquel lugar de ensueo que nos vendieron en folletos tursticos y libros descatalogados, y lentamente aparecieron aquellos edifi cios de Viljo Revell que intuimos tan intensos... Pero ocurri algo ms. En el lento deambular que aquel paisaje impona comenza-mos a encontrarnos agrupaciones de viviendas que sobresaltaron nuestros sentidos. Sin ayuda de ninguna gua, recuerdo el nerviosismo por intentar coleccionar el mayor nmero de im-genes posibles, sin plano posible para ubicarlas. Y recuerdo tambin su revisi-ta en Valencia, la fascinacin generada por esa arquitectura annima generada hace ms de 50 aos y que sin ninguna duda permaneca totalmente vigente.

    Dos aos ms tarde, preparando esta publicacin, pude volver a visitar Tapiola, esta vez s con inventario, plano y pretensiones, comprobando con sor-presa que el mayor porcentaje de im-genes annimas atesoradas en aquel viaje correspondan a la arquitectura de la pareja profesional y afectiva Kaija y Heikki Siren, autores no slo desconoci-dos internacionalmente sino tambin en Finlandia, tierra que por otro lado pare-ce primar, a juzgar por la textura general de la magnifi ca arquitectura annima que uno se encuentra, ms la correcta profesionalidad y el bienhacer construc-tivo que una excesiva recurrencia a la originalidad o a la extravagancia.

    Hijo de Johan Siegfried Siren (1889-1961), uno de los principales represen-tantes del neoclasicismo nrdico y autor entre otras obras del Edifi cio Imperial (1927-31) y del Edifi cio administrativo para la fi rma Lassila & Tikanoja (1935), ambos en Helsinki. Heikki Siren (nacido en 1918), estudi en la Helsinki Univer-sity of Technology hasta 1946. Realiz viajes por Alemania, Inglaterra, Francia e Italia, y tambin por los pases escan-dinavos. Trabaj en el estudio de su pa-dre hasta que en 1948 abri una ofi cina con su mujer, Kaija Siren (1920-2001).

    Herederos del mejor racionalismo escandinavo y de la tradicin moder-na fi nlandesa, y confesos seguidores del planteamiento formal de Mies van der Rohe, el estudio trabaja una arqui-tectura sencilla y elegante anclada en un trabajo meticuloso con el material, creando sus obras si no ms emblem-ticas s ms contundentes y personales en el entorno de los aos 50-60: casas para estudiantes de Teekkarikyl (1950-73), sauna y restaurante Servin Moekki para los Juegos Olmpicos de Helsinki (1952) y fundamentalmente su conoci-da capilla en la Universidad Tcnica de Otaniemi, cautivadora y sencilla estruc-tura de madera permeable a la luz. In-dependientemente del extenso trabajo en el campo residencial, su produccin arquitectnica se desarrolla a su vez en el mbito pblico (se resea al fi nal del artculo una seleccin de sus obras ms importantes). Involucrados en la segun-da etapa de Tapiola, su trabajo en la ciu-dad jardn se desarrolla en el entorno de los aos 50.

    An existiendo obra pblica construi-da por el equipo en Tapiola, considero oportuno centrar el discurso en los edi-fi cios de vivienda, concretamente tres conjuntos, por dos motivos fundamenta-les. Por un lado, aquello que sorprende fundamentalmente en la casi totalidad de la ciudad jardn es la calidad de la obra residencial, tanto en los edifi cios construidos como en el tratamiento y

    1. Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Otso-pens, 1959

    2. Kaija y Heikki Siren. Casas en Iltaruskontie, 1961

    3. Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Ta-pionsolu, 1965

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    cuidado de los espacios previos cir-cundantes. Por otro, dada la extensa produccin de Heikki y Kaija Siren en el campo de la vivienda, y no slo en Tapiola, supone una adecuada tarjeta de visita del trabajo de unos arquitectos tan interesantes como desconocidos, y permite as un primer acercamiento al sistema de trabajo de sus autores.

    Casas en hilera Kontiontie (1954)Diseada de acuerdo a los principios

    de la Finnish Population and Family Wel-fare Federation, el proyecto parte del intento de crear una arquitectura sen-cilla pensada para potenciar al mximo el uso del espacio exterior adyacente, siempre que la climatologa lo permiti-se. El conjunto contempl la creacin de reas de juego ajardinadas para nios protegidas del trfi co, generando un es-pacio verde comunitario comn a todos los residentes.

    Tapiola supuso una experiencia pio-nera en Finlandia en muchos aspectos relacionados con el hbitat moderno. El proyecto que nos ocupa constituy una interesante respuesta a uno de ellos: cmo generar una arquitectura digna y sostenible destinada a aquellos que no posean capacidad econmica para disponer de una vivienda unifamiliar ais-lada.

    La actuacin consta de 47 unidades dplex de 87 m2 distribuidas en 5 blo-ques. Destinada la promocin a familias numerosas de bajo nivel adquisitivo, las viviendas cuentan con cuatro habi-taciones, sala de estar, cocina y bao, utilizndo en algunos casos el espacio destinado a comedor como una habita-cin ms en funcin de las necesidades concretas de la familia. El cerramiento proyectado en la sala de estar permi-te una permeabilidad casi absoluta al jardn privado adyacente, permitiendo integrar el espacio ajardinado en el inte-rior de la vivienda en situaciones clima-tolgicas benvolas.

    Otro aspecto interesante de la pro-

    Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Kontion-tie, 1954-554. Planta tipo5. Vista de la fachada6. Colocacin de los paneles prefabricados

    de la fachada

    Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Otson-pes, 1959. Dibujos de Juan Deltell7. Planta segunda8. Planta primera9. Planta baja

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    mocin lo constituye el sistema cons-tructivo empleado. Diseado en colabo-racin con la fi rma Puutalo, el conjunto se resuelve con grandes paneles prefa-bricados de madera de 2,6 x 6.3 m, que abarcan la altura total de dos plantas. Estos paneles se fi nalizan con una com-binacin de colores claros y oscuros, en acuerdo con el cromatismo cambiante de las estaciones: los Siren mencionan en un texto que el color oscuro respon-da al tono ms apagado de los pinos circundantes. Otros elementos experi-mentales fueron los soportes estructu-rales empleados y el pavimento de los baos.

    Casas en hilera Kimmeltie (1955)Una tcnica constructiva similar se

    utiliz en este proyecto, ligeramente posterior -para 36 unidades distribuidas en tres bloques- aunque en este caso los muros resistentes se ejecutan en hormign armado y se ensaya un sis-tema mixto de madera y hormign para los forjados intermedios.

    En dos de los bloques, la planta baja se resuelve de manera muy parecida a la agrupacin Kontiontie aunque, debi-do a la pendiente del terreno, se disea un espacio de almacenaje bajo la planta baja y un corredor que atraviesa todo el edifi cio. En el tercer bloque, en cambio, se disea una planta experimental pero con detalles y acabados interiores simi-lares al resto del conjunto.

    Casas en hilera Otsopens (1959)Este complejo de cinco viviendas

    de alto standing resuelve una zona de pendiente acusada al sur de Tapiola, rematando un rea predominantemente constituida por edifi caciones en altura.

    Si bien la actuacin se concibe como un conjunto, una mirada atenta a las plantas permite reconocer sutiles dife-rencias en cuanto a la organizacin del programa. Las viviendas se desarrollan articulando bloques en dos direcciones ortogonales, delimitando un patio priva- 9

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    do interior abierto a sur en el nivel in-termedio, de intensa calidad espacial y material. De manera general, el acceso rodado se produce en planta baja, dis-poniendo un garaje, una estancia para usos diversos y un espacio auxiliar de almacenamiento. El primer nivel, comu-nicado directamente con la parte alta de la pendiente mediante un espacio privado ajardinado, resuelve la zona de vivienda propiamente dicha, concep-tualmente entendida como un solo es-pacio: estar, comedor, lugar de trabajo y dormitorios se integran en un espacio nico diseando la posibilidad de indi-vidualizar las estancias mediante tabi-ques correderos. Junto a la cocina se dispone un pequeo cuarto de servicio, susceptible de ser utilizado como des-pensa y un pequeo espacio de alma-cenamiento. En la planta alta se sita la sauna con bao y ducha, y un lugar de descanso que comunica con la gran terraza sobre la zona de estar y el patio interior.

    Una experiencia pionera para la poca fue el diseo particularizado de ciertos elementos de mobiliario y ges-tin de servicios para el interior de las viviendas. Resueltos con alta calidad para la poca encontramos por ejemplo una instalacin para la recogida de ce-nizas en la cocina y especialmente un elemento divisorio en la sala de estar conteniendo altavoces estereofnicos, televisin, radio, tocadiscos y grabador de cintas.

    Los muros portantes son de piedra caliza mientras los antepechos y la fran-ja exterior del voladizo de cubierta se resuelven con un revestimiento de ma-dera oscura.

    Casas Tapionsolu (1967)En 1963 la Housing Foundation con-

    voca un concurso restringido destinado a obtener propuestas para una parcela que haba reservado para la construc-cin experimental de viviendas indus-trializadas, persiguiendo como objetivo

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    Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Otso-pens, 195910. Vista del interior11. Vista desde el exterior

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    principal crear un tipo de vivienda eco-nmico adaptable a diferentes necesida-des y emplazamientos. El concurso fue ganado por la fi rma Pientalo mediante una propuesta de los Siren en colabora-cin con los ingenieros Kaarlo Rautkari y Kauko Rastas. Los edifi cios de Tapio-nsolu Housing C.O. se construyen de acuerdo a la propuesta ganadora.

    La prefabricacin estaba directamen-te conectada con la industria de la ma-dera en Finlandia. En los aos 40 esto condujo a refl exionar sobre una posible estandarizacin de las tipologas re-sidenciales durante el perodo blico, pero dichos experimentos se volvieron ms radicales durante la poca de los 60. En este proyecto los Siren dan un paso ms en su personal investiga-cin sobre este tipo de construccin, concibiendo la posibilidad, no tanto de industrializar elementos parciales, sino de generar la posibilidad de trabajar con volmenes modulares prefabricados de gran dimensin realizados enteramente en taller.

    El proyecto se industrializa en un 80% del proceso. Una vez realizados los muros de hormign armado, soporte de los elementos prefabricados superio-res, dos grandes piezas modulares de 7 Tm de peso cada una fueron trasla-dadas mediante gra y ensambladas en el sitio. El diseo pormenorizado de las prefabricados, cuyo tamao vena de-terminado por las condiciones de trans-porte, permita una vez fi jadas las dos piezas en su posicin defi nitiva resolver el cerramiento de forma que el conjunto se entendiese como un bloque unitario. Los bloques prefabricados fueron trasla-dados al sitio prcticamente terminados, restando simplemente conectar el traza-do de las instalaciones de fontanera y electricidad, tambin industrializado, con las acometidas generales previstas. As, mientras se remataban los detalles y acabados de la planta inferior el nivel superior se encontraba acabado.

    La planta baja contiene, entre los dos

    muros de hormign paralelos, el espa-cio de acceso, garaje, sauna, almace-namiento y piezas de instalaciones y servicios anexas, y cada vivenda dispo-ne de un jardn propio. El nivel superior, con 100 m2, el programa de acuerdo a los dos bloques prefabricados. El prime-ro de ellos contiene una habitacin y las piezas de agua: cocina, bao, lavadero e instalaciones, mientras que el otro dis-pone dos habitaciones ms, escalera y saln estar.

    Hoy en da se puede constatar que mientras las fotografas originales de la construccin sugeran un carcter industrial alejado de lo domstico, la realidad es mucha ms clida y amable: la invasiva vegetacin ha colonizado parcialmente los muros de hormign mientras que el revestimiento de ma-dera oscura ha adquirido un color gris azulado integrndose perfectamente en el abundante entorno arbolado. Por otro lado, en relacin a la tecnologa de la madera se suele considerar que una cu-bierta plana no es la adecuada para la adecuada durabilidad del material, pero el resultado (37 aos desde su cons-truccin) lo desmiente.

    La solucin responde ejemplarmente a los diversos requerimientos plantea-dos en la convocatoria del concurso: descenso del coste de construccin, rapidez de realizacin, integracin en el paisaje y alto grado de confort y ca-lidad de las viviendas. En la exposicin de 1970 Finlands Buildings se ensalz la racionalidad del sistema de produc-cin que gui al diseo y ejecucin de las viviendas, valorando la sencillez de ensamblaje.

    El concepto de diseo resulta incre-blemente actual, y hoy en da se aplica frecuentemente en el diseo urbano. Disponiendo de un jardn vallado com-prendido en el espacio entre dos uni-dades adyacentes, ha probado ser una tipologa adecuada para responder al deseo de resolver entornos de periferia con una cierta intimidad sin renunciar al 13

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    Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Tapion-solu, 1965-67 12. Colocacin de los mdulos prefabricados

    sobre los muros de hormign13. Vista del edifi cio acabado

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    trazado de un entorno urbano consoli-dado.

    Este y otros trabajos de los Siren par-ten de la confi anza en que una adecua-da y bien dirigida investigacin terica y su consiguiente experimentacin prc-tica, conjuntamente con una utilizacin sensible y racional de los materiales, contribuiran a racionalizar e industria-lizar la construccin de viviendas, limi-tando los peligrosos efectos escalares que toda uniformidad conlleva.

    Entre los numerosos edifi cios de vivienda que los Siren construyen en Tapiola, podemos destacar tambin el conjunto denominado Kehraaja (1960), dos bloques de cinco apartamentos y uno de cuatro encajados a lo largo de un camino sinuoso con un cuidadoso estudio de una planta fl exible adaptable a diversos requerimientos residenciales y un interesante trabajo en el trazado y diseo de los pequeos jardines pri-vados conectados directamente con el bosque circundante. En 1961 el estudio construye otro bloque de cuatro plantas situado al otro lado del camino y la pra-dera de abedules

    En Tapiola proyectan y construyen, como resultado tambin de un concurso, la escuela primaria Aarnivalkea (1957). El edifi cio, de una sola planta, constitu-ye un diseo experimental que requiri la modifi cacin de la normativa vigente en su da. La zona comprendida entre las dos bandas paralelas de organiza-cin fl exible que resuelven el programa -unidas por el gimnasio, comedor y au-las especiales- originalmente se dise como un parque orientado a sur con tres espacios delimitados por muros como clases exteriores en el centro.

    El Centro Cvico Pohjantori (1962) re-suelve en un bloque de una planta dise-ado con grandes aleros de proteccin la necesidad de un centro comercial en Tapiola, mientras que en el edifi cio Juva (1977), Heikki Siren, en solitario, plan-tea -en el mbito de la primera fase de la ampliacin del centro de la ciudad jar-15

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    dn- un volumen criticado duramente en su poca por su rotundidad.

    Por encima de las realizaciones con-cretas, inevitablemente sometidas a los avatares que la prctica arquitectnica conlleva, llama la atencin la concisin con la que se abordaba cada proyecto en el estudio de los Siren, y se intuye cmo cada encargo constitua un reto personal en el que actualizar y poner a punto su trayectoria profesional. As, por ejemplo, los innovadores sistemas constructivos, apoyados en una inci-piente industrializacin, lejos de caer en la inevitable simplifi cacin que a me-nudo conllevan estos procedimientos -cuando otorgan un excesivo protago-nismo al procedimiento y la tcnica en detrimento de los valores visuales de lo proyectado- reposan en una serena re-fl exin en torno a una adecuada escala residencial y una clida materialidad.

    La arquitectura generada por los Si-ren respondi perfectamente a los pre-supuestos programticos de Tapiola: promover una experiencia destinada a cubrir un gran mbito de niveles socia-les y experimentar nuevas viabilidades tcnicas y constructivas en el campo re-sidencial manteniendo un alto nivel de calidad arquitectnica, ambiental y de integracin en el paisaje. En una po-ca de crisis y mutaciones profundas, su aspiracin hacia la sencillez conceptual y formal conjuntamente con un cuidado-so tratamiento del material condujo a la realizacin de obras emblemticas que hoy en da siguen sorprendiendo por su concisin y rotundidad.

    La sensibilidad que demuestran en la implantacin de sus proyectos, en constante dialogo entre un omnipresen-te paisaje y una inevitable racionalidad, asume las trazas de un planeamiento guiado ms por las lneas del bosque cercano que por las de un desarrollo ur-banstico tradicional organizado en cal-zadas y aceras. Concentrados en con-seguir una adecuada escala domstica en acuerdo con los montculos, prade-

    ras y rocas de un bosque siempre acce-sible, las construcciones establecen, sin caer en fciles evidencias, un juego de sutiles guios a las pequeas indicacio-nes que el entorno ofrece a una mirada atenta, generando as una sofi sticada respuesta al necesario dilogo entre el interior del edifi cio y la naturaleza que lo circunda.

    Es inevitable sentir una suerte de en-vidia al contemplar con qu criterio de oportunidad Tapiola tuvo la fortuna de contar con estos equipos de arquitec-tura, annimos donde los haya, profe-sionales adiestrados en una visualidad moderna, con escasas lanzas concep-tuales que romper, dedicados en cuer-po y alma a interpretar el momento que les toc vivir con serenidad y madurez, inocentes visionarios de formas y ma-terialidades por las que hoy seguimos suspirando.

    Persiguiendo un canguro aterric en el patio posterior de las viviendas Tapionsolu; all me percat de que no se trataba de un marsupial, sino de un descomunal conejo con mirada aviesa e intimidatoria. Repuesto del asombro y mientras coleccionaba imgenes del vo-ladizo negro que me protega de unas incipientes gotas de lluvia, llegu a la conclusin de que ni en Finlandia hay canguros ni slo existi Alvar Aalto.

    Notas:1. Tempel, E., Nueva Arquitectura Finlande-sa, Gustavo Gili, 1968.

    Juan Deltell es arquitecto y profesor de Proyectos de la Escuela de Arquitec-tura de Valencia.

    Kaija y Heikki Siren. Casas en hilera Tapion-solu, 1965-67 14. Plantas baja y primera15. Vista del edifi cio