Discurso N° 04 "Talento humano, ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo: El caso...

3

Conferencia magistral del Presidente Rafael Correa al recibir el Doctorado Honoris Causa, conferido por la Universidad de Santiago de ChileTALENTO HUMANO, CIENCIA, TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PARA EL DESARROLLO: EL CASO ECUATORIANO

Santiago de Chile, 14 de mayo de 2014

DISCURSOS POLÍTICOS

DISCURSOS POLÍTICOS Movimiento Alianza PAIS

4

Movimiento Alianza PAIS DISCURSOS POLÍTICOS

5

Muchas gracias a todas y a todos por acompañarnos en este acto.

Señores directivos de la Universidad de Santiago de Chile, autoridades y docentes, queridas y queridos estudiantes de esta universidad, ciudadanos y ciudadanas de Chile, Ecuador y de la Patria Grande:

Me siento feliz de estar en Chile, país hermano y, por supuesto, muy honrado de recibir un Doctorado Honoris Causa conferido por la Universidad de Santiago de Chile, que el próximo mes de julio cumple 165 años de fundación. ¡Felicidades USACH!

Lo ha mencionado –repetidamente– el señor Rector, en su presentación: antes de ser Presidente dediqué toda mi vida a la academia, era profesor universitario y, aunque estoy feliz de poder servir a mi Patria (menos calmado que cuando era profesor, feliz de poder servir a mi Patria con todo mi esfuerzo y corazón), regresar a la academia realmente me renueva el alma, porque aquí reina la verdad, el saber y la juventud de espíritu.

Qué diferencia con el mundo político cuando muestra, y no es poco común, el peor de sus rostros; la falta de autenticidad, la ambición, la mentira; lo que acabamos de ver… Ahora soy tan importante que hasta tengo “contreras…” en el extranjero, ¿verdad?: esas personas que estaban afuera protestando, supuestamente porque se oponen a un proyecto minero en una zona que se llama Intag (Ecuador); donde –según ellos– han entrado militares, policías, un gobierno represivo…, vende patria…

¿Cuál es la realidad?: en las elecciones del 2013 su candidato obtuvo 8% en la zona de Intag y quien les habla obtuvo el 69% (9 a 1). A nivel nacional su candidato obtuvo el 3% y quien les habla obtuvo el 57% (casi 20 a 1). En las últimas elecciones seccionales, en la parroquia García Moreno (donde se encuentra el proyecto Intag), ganamos largamente la presidencia de esa Junta Parroquial.

Aceptan la democracia cuando les conviene y cuando no…, pues la rechazan. Ahora resulta que la democracia no es la voluntad de la mayoría; pero, incluso si no hubiera esa voluntad mayoritaria en ese territorio, de acuerdo a la Constitución los recursos del subsuelo son potestad del Estado y es el Presidente el que da las políticas sobre esos recursos.

Porque aquí reina la verdad,

el saber y la juventud de

espíritu.


6

Aunque, ni siquiera es aquello porque tenemos un apoyo inmenso. Son unos cuantos que quieren imponer su capricho sobre la base de mentiras que generan incidentes, que generan violencia: atacaron, hace unos días, a dos técnicos de la Empresa Pública Minera que iban a hacer un estudio de impacto ambiental. Tendrían que ser sancionados de acuerdo a la ley.

Esa es la estrategia, hay que estar muy atentos. Gran parte de eso sucede en Venezuela. Generan incidentes para luego tener toda una campaña de desprestigio, de desgaste a los gobiernos que, obviamente, tienen que salvaguardar la paz social y el orden público.

Esa es la política que muchas veces –realmente– cansa; que muchas veces es de la izquierda; esa izquierda infantil, esa izquierda no auténtica, esa izquierda boba que es la mejor aliada de la derecha y del estatus quo, que, como veremos, piensa que la pobreza es parte del folklor.

Que nadie se engañe. América Latina necesita de esos recursos naturales para superar, lo más rápidamente posible, la pobreza; el imperativo moral de nuestro tiempo.

Que nadie se engañe. América Latina necesita de esos

recursos naturales para superar, lo más

rápidamente posible, la pobreza.


7

Muchas gracias por permitirme volver a la academia, a una de las más prestigiosas instituciones de nuestra América. A esto le debo sumar la emoción de compartir el honor con personalidades como Claude Cohen-Tannoudji, Miguel Rojas Mix, Humberto Maturana, Edgar Morin –querido amigo, prologó mi libro en la edición francesa–, y otra queridísima amiga –orgullo de nuestra América, la presidenta de Chile–, Michelle Bachelet. Muchas gracias por esta invitación.

Gracias a los trabajadores, profesores y estudiantes de la USACH por esta distinción, e insisto, por permitirme volver a la Academia.

Siempre venimos con mucha ilusión a la tierra de Salvador Allende. A la cuna de grandes poetas de nuestra América como Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Vicente Huidobro, Pablo de Rokha, Gonzalo Rojas y Nicanor Parra, cuyo centenario será celebrado este año en el mundo entero.

Chile es y será, por siempre, el símbolo del primer triunfo democrático de un gobierno de izquierda en nuestra Patria Grande. La luz que Salvador Allende proyecta sobre nuestros gobiernos progresistas es eterna.

Esa luz eterna, esa memoria colectiva del sufrimiento, del sacrificio y de las luchas históricas de las chilenas y de los chilenos, las recordamos el día de ayer cuando visitamos ese formidable, pero a su vez espeluznante Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos. Tres ecuatorianos también fueron asesinados por la dictadura: Sócrates Ponce Pacheco, Felipe Porfirio Campos Carrillo y Jimmy Torres Villalba, cuyas familias todavía claman por justicia.

Por eso, como decimos en Ecuador, ¡Prohibido Olvidar! La memoria es lo único que impide que los seres humanos caigamos en los mismos engaños, en los mismos errores y atrocidades que nuestra especie ha cometido. El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos es un verdadero faro para la conciencia colectiva del pueblo chileno, de América Latina y del mundo entero.

Yo pertenezco a una generación que despertó a la vida política con la canción protesta; expresión del arte popular que nos unió a través del continente, para gritarle al mundo –entre guitarras y zampoñas– que Sudamérica, Latinoamérica, se desangraba por la injusticia, el imperialismo, la pobreza secular y la explotación.

La luz que Salvador Allende

proyecta sobre nuestros gobiernos

progresistas es eterna.


8

Y ese movimiento de canción protesta nació aquí precisamente, en Chile. Luego de la grande y humilde Violeta Parra (con sus hijos Ángel e Isabel), por supuesto, vino también otro eterno, Víctor Jara; y el Pato Mans, y los Quilapayún y los Inti Illimani con el ecuatoriano Max Berrú entre sus miembros fundadores.

Muchos de ellos componían o ensayaban su música en las aulas de esta universidad. El fascismo, pese a sus cañones, a sus bombas, no pudo apagar esas voces. Sus canciones siguen siendo un referente de inspiración para toda la Patria Grande.

Y la palabra profética de Allende se está cumpliendo, porque más temprano que tarde se han vuelto a abrir las amplias alamedas por las que transitan los hombres y las mujeres libres de nuestra América. Hoy vivimos sólidas y vibrantes democracias. Democracias basadas, cada vez más en ideales de justicia y equidad, donde el ser humano es el centro de la atención del Estado y la razón de su existencia.

Vivimos tiempos –yo diría– históricos; tenemos maravillosas mujeres, todas ellas de izquierda, dirigiendo tres de las cinco economías más importantes de América del Sur como son: Dilma, Cristina y Michelle.

Tenemos aquel martes 11 de marzo pasado, que quedará impregnado en mi alma por siempre, cuando nuestra querida Michelle Bachelet (cuyo padre, Alberto, general demócrata, fue torturado y muerto por la dictadura –de Pinochet-) recibía la banda presidencial de manos de la Presidenta del Senado; nada menos que Isabel Allende Bussi, hija de nuestro Salvador Allende, ¡qué contraste!

Contraste entre aquel fatídico, criminal, nefasto, martes 11 de septiembre de 1973 y este martes 11 de marzo de 2014 lleno de alegría, lleno de esperanza, lleno de Patria Grande. ¡Algo está cambiando en nuestra América!

Ecuatorianos y chilenos compartimos imaginarios. El paisaje y la historia del Ecuador están presentes en la obra de Neruda. Quiero decirles que es mi poeta favorito. Fue amigo de artistas e intelectuales ecuatorianos como el pintor Oswaldo Guayasamín, el escritor Benjamín Carrión, los poetas: Jorge Carrera Andrade y Jorge Enrique Adoum quien vivió en Chile y fue su secretario privado.

Y la palabra profética de Allende se está

cumpliendo, porque más temprano que tarde se han vuelto a abrir las amplias alamedas por las que transitan los

hombres y las mujeres libres de nuestra América.


9

Muchos chilenos han hecho de Ecuador su segunda patria. En los años setenta fueron 50.000 los chilenos exiliados del fascismo que encontraron refugio en Ecuador. Recientemente, muchos ecuatorianos (entre ellos una gran cantidad de médicos y profesionales de la salud) se radicaron en Chile; fue a inicios del presente siglo, después de la terrible crisis que sufrimos en 1999.

Aunque algunos están regresando, y a todos los necesitamos para fortalecer el proceso revolucionario de nuestro país y en particular nuestro sistema de salud, muchos han echado raíces en el querido Chile, han formado sus hogares y no es fácil convencerlos de volver, pues se sienten en esta patria amiga como si estuvieran en su propia patria.

Queridos jóvenes, amigas y amigos:

Quiero hablarles -un poco- sobre los logros de la Revolución Ciudadana, especialmente en el ámbito educativo, que fue el tema que me sugirió la universidad y, en general, de los procesos del desarrollo, porque muchas veces se piensa que el desarrollo es un proceso puramente técnico.

El desarrollo, queridos jóvenes (y se los dice un economista –atención, a pesar de eso soy buena persona–) es básicamente un problema político; es sobre quién manda en una sociedad: ¿las élites o las grandes mayorías?, ¿el capital o los seres humanos?, ¿el mercado o la sociedad?

El mayor daño que se ha hecho a la economía es haberla desvinculado de su naturaleza original de economía política. Nos han hecho creer que todo es un asunto técnico y, sin considerar las relaciones de poder dentro de la sociedad, nos han convertido en funcionales a los poderes dominantes. Y parafraseando al gran economista John Kenneth Galbraith: “aquel economista que no analiza, que no toma en cuenta cuestiones de poder, es un completo inútil”.

Las instituciones, las políticas y programas de un país, dependen de quién maneja el poder y América Latina ha estado históricamente dominada por élites que

excluyeron de los beneficios del progreso a las grandes mayorías.

Como aseveraba el proto economista francés –liberal para más señas– Frédéric Bastiat, hace casi dos siglos: “Cuando el saqueo se convierte en un modo de vida para un grupo de hombres viviendo juntos en sociedad, éstos crean para sí mismos un sistema legal que lo autoriza y un código moral que lo glorifica”.

América Latina ha estado

históricamente dominada por élites

que excluyeron de los beneficios

del progreso a las grandes mayorías.


10

La principal causa de la crisis ecuatoriana –que antes mencioné– fue la desregulación financiera de 1994, en pleno auge neoliberal. Se redujeron notablemente los controles sobre la banca bajo el fundamentalismo ideológico de que el sistema financiero se auto-regularía. Esto generó una pésima cartera bancaria, créditos vinculados, malversación de fondos de los depositantes y carencia de reservas, lo cual desembocó, en 1999, en la peor crisis económica del Ecuador en el último siglo, con la quiebra generalizada de la banca.

Un decrecimiento económico del 7,6%, desempleo de casi el 15% y congelamiento de depósitos (los famosos corralitos –feriados bancarios–) durante un año. La mayor incautación de bienes privados de la historia del país, hecha por el gobierno más neoliberal de la historia. La adopción del dólar como moneda de curso legal y la emigración de millones de ecuatorianos. Destrozando así a familias enteras y desestructurando a la sociedad en su totalidad.

La inestabilidad era tal que, hasta el año 2007, ningún gobierno había podido acabar su período. Desde el año 1996 ya venía la inestabilidad política; en 10 años (depende de cómo los cuenten) la cifra más conservadora era de 7 presidentes (por ahí hubo un triunvirato, un presidente de dos horas…), pero podía llegar a 11. Ecuador era el ejemplo de todo lo malo…

De un análisis inteligente y profundo de la crisis ecuatoriana de 1999, y más allá de ingenuas interpretaciones tecnocráticas, se concluye que fue el poder político de los banqueros, en contubernio con la burocracia nacional e internacional –vinculada al sector

financiero–, lo que destruyó la moneda nacional y pasó el peso de la crisis al Estado y a toda la sociedad.

Para ello, no dudaron en disminuir los controles al sistema financiero, hacer una nueva Constitución y leyes a su medida. Luego rompieron esa misma Constitución y leyes cuando ya no les fueron funcionales a sus intereses. Lean la anterior Constitución de la república; siempre la moneda nacional fue el sucre, jamás el dólar; la dolarización fue inconstitucional.

Y por último, para intentar salvar a los bancos triplicaron –en un año– la emisión

Fue el poder político de los banqueros, en contubernio con la

burocracia nacional e internacional –

vinculada al sector financiero–, lo que

destruyó la moneda nacional y pasó el peso de la crisis al Estado y a toda la

sociedad.


11

monetaria por medio de un Banco Central, s u p u e s t a m e n t e independiente, que no era otra cosa que una sucursal de la misma banca privada.

La conclusión debió ser, por entonces, la necesidad de liberar al Estado de los grupos de poder que lo controlaban. Sin embargo, la mezcla de fundamentalismos ideológicos, incompetencia, intereses, y necesidad de creer en milagrosas tablas de salvación, dejaron al país sin moneda nacional. El poder de la banca en el manejo económico y político del país quedó incólume, a tal punto que, luego de un par de años solamente, volvieron a romper récords históricos en utilidades.

Hoy, a nivel mundial, estamos dominados por los intereses del gran capital, de las élites; en este caso, las élites económicas, a las que podemos llamar “el imperio del capital” (especialmente el financiero).

En el 2008, nuevamente desregulación. La falta de supervisión e incapacidad de intervenir sobre el sistema financiero internacional, principalmente en los Estados Unidos, resultó en una de las mayores crisis económicas y políticas de las últimas décadas. A los bancos inversionistas se les había permitido crecer sin control, en una economía de casino. Llegaron a ser too big to fail (en castellano, “demasiado grande para caer”). Y hasta allí llegó el discurso de la no intervención estatal que con tanto entusiasmo promovían.

La crisis significó la reducción del valor de los activos de la clase media, principalmente sus viviendas. Paradó-jicamente, luego de la crisis, las fortunas de los más ricos y las ganancias financieras de los bancos se encontraban, nuevamente, en un nivel récord; mientras los ingresos de las familias apenas habían recuperado su valor previo a la crisis.

Aquello también está en la raíz de la crisis europea; todo está en función del capital,

La crisis significó la reducción del

valor de los activos de la clase media,

principalmente sus viviendas.


12

especialmente el capital financiero. Con la complicidad de la supuesta ciencia económica, y de las burocracias financieras internacionales, nos han disfrazado ideología como ciencia. Ya no es solamente el dogmatismo de la economía neoclásica, sino que tenemos verdaderamente una economía teo clásica.

¿Por qué no se hace lo obvio?; ¿por qué se repite lo mismo de lo peor? Porque el problema no es técnico, es político. El problema es la relación de poder. La solución de la crisis pasa por recuperar el control de los ciudadanos sobre el capital, y de la sociedad sobre los mercados.

Volviendo a nuestra América: la pobreza no es fruto de la escasez de recursos, sino de la inequidad y ésta, a su vez, consecuencia de las perversas relaciones de poder, donde pocos dominan todo, incluyendo los medios de comunicación.

Cambiando esas relaciones de poder y poniéndolas al servicio de las grandes mayorías, a través de procesos profundamente democráticos, hemos logrado en Ecuador (de acuerdo al Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas, en el período 2007-2012 –coincidente con nuestro gobierno– y entre 186 países) ser uno de los tres países que más escaló posiciones en la clasificación mundial, pasando del grupo de desarrollo humano medio al grupo de desarrollo humano alto.

Somos el país que más reduce desigualdad en nuestra América Latina, habiendo disminuido en 8 puntos la concentración del ingreso medido por el coeficiente de Gini (el principal indicador de desigualdad: mientras más bajo, más equitativo es un país). Nuestra reducción es cuatro veces superior al promedio de América Latina que ha reducido 2 puntos; siendo una de las pocas regiones en el mundo que está disminuyendo desigualdad.

Como consecuencia de lo anterior y de nuestro crecimiento económico, también somos uno de los tres países latinoamericanos que más reducen pobreza. En el periodo 2006-2013 la pobreza disminuyó de 37,6% a 25,6%, y la

El problema es la relación de poder. La solución de la crisis pasa por recuperar

el control de los ciudadanos sobre el capital, y de la

sociedad sobre los mercados.

Somos uno de los tres países

latinoamericanos que más reducen pobreza.

En el periodo 2006-2013 la pobreza disminuyó

de 37,6% a 25,6%, y la extrema pobreza,

por primera vez en la historia, se ubicó en menos de dos dígitos

al haber descendido de 16,9% a 8,6%.


13

extrema pobreza, por primera vez en la historia, se ubicó en menos de dos dígitos al haber descendido de 16,9% a 8,6%.

Vencer la pobreza es el imperativo moral de la humanidad, no solo porque es el mayor atentado contra los derechos y las libertades humanas, sino también porque, por primera vez en la historia, la pobreza no es fruto de la escasez de recursos, sino de sistemas excluyentes. Como decía Gandhi, “la pobreza es la peor forma de violencia”.

Y una de las grandes ventajas que tiene nuestra América, que no la tuvieron los tigres asiáticos, los países recientemente desarrollados, es contar con abundancia de recursos naturales para poder superar lo más rápidamente posible esa pobreza.

En la etapa de desarrollo en la que se encuentra Ecuador y la mayoría de países latinoamericanos, incluso Chile, el mejor indicador de la bondad de las políticas económicas no es la tasa de crecimiento, porque puede haber crecimiento empobrecedor, aumentando pobreza absoluta.

Si yo dejo que mañana vengan todas las transnacionales a llevarse todos los recursos naturales, sin dejar nada al país, va a mejorar la tasa de crecimiento, pero no va a mejorar nada –en absoluto– el bienestar social, el empleo, etcétera.

Peor aún, barbaridades como el “riesgo país”, que es otra de las tantas trampas que nos ponen para condicionar a nuestros gobiernos: “si haces esto…, te subo el riesgo país; haz esto otro…, para que baje el riesgo país”. El riesgo país no es un indicador de la calidad de las políticas económicas, menos aún del nivel de bienestar de un país. Lo que mide es la capacidad y voluntad de un país para atender su deuda externa.

Para ilustrar lo que estoy diciendo permítanme poner un ejemplo extremo: si más tarde llegara una dictadura vitalicia al Ecuador y obligara a la gente a trabajar de lunes a domingo 16 horas diarias, y que todo esto sirviera para pagar la deuda externa –incluso anticipadamente–, verían que bajaría muchísimo el riesgo país. Pero eso no significa que tengamos buenas políticas económicas y, peor aún, que hayamos mejorado la calidad de vida.

El principal indicador de la bondad de las políticas económicas en países como Ecuador, y en general en nuestra América Latina, es la disminución de la pobreza; especialmente la pobreza extrema.

El principal indicador de la bondad de las

políticas económicas en países como

Ecuador, y en general en nuestra

América Latina, es la disminución

de la pobreza; especialmente la pobreza extrema.


14

Ecuador también es una de las economías latinoamericanas más dinámicas; con un crecimiento promedio de 4,3% para el período 2007-2013 –casi igual que Chile–, y una tasa de desempleo de 4,15% (más baja que la de Chile), destrozando la economía ortodoxa, pues en lugar de reducir salarios y sacrificar derechos laborales (para, supuestamente, generar empleo) hemos hecho exactamente lo contrario, los hemos incrementado.

En estos momentos tenemos los salarios reales más altos de la región andina –sin contar Chile–, de los países miembros de la Comunidad Andina de Naciones. Hemos eliminado mecanismos de explotación como la “tercerización laboral”, que era una figura legal, pero ilegítima, que permitía a una empresa contratar a sus trabajadores a través de una tercera empresa y así eludir cualquier responsabilidad patronal.

Aunque no lo crean (al inicio de mi gobierno), en un juicio laboral contra la empresa cementera más grande del país (con más de 600 millones de dólares en ventas), ésta declaraba –paladinamente–, ante el juez, que ¡no tenía trabajadores! ¿Por qué?: porque todos estaban tercerizados.

Durante la larga y triste noche neoliberal, con el argumento de ganar competitividad, la gran sacrificada fue nuestra clase trabajadora. Sacrificada por la caída de los salarios reales y por mecanismos de explotación laboral

Durante la larga y triste noche neoliberal, con

el argumento de ganar competitividad, la gran sacrificada fue nuestra

clase trabajadora.


15

eufemísticamente llamados “flexibilización laboral”, en países que normalmente mantenían altas tasas de desempleo y que ni siquiera contaban con seguros de desempleo. Esto fue realmente criminal. Profundizó la terrible distribución primaria del ingreso entre trabajo y capital, una de las principales fuentes de desigualdad en América Latina.

En Suecia (uno de los países más desarrollados y más equitativos del planeta), por cada dólar generado, 35 centavos van a remunerar al capital; esto es, utilidades empresariales, renta de la tierra, alquileres, intereses financieros, etc., y 65 centavos van al trabajo; esto es, básicamente, sueldos y salarios. En Ecuador, esa distribución era exactamente a la inversa, a favor del capital. Y esta situación siempre ha sido difícil de cambiar por el dilema: “mal con ellos, por la explotación laboral, pero peor sin ellos, por el desempleo.

En Ecuador resolvimos este dilema con medidas creativas e incluso inéditas –no conozco otra experiencia a nivel mundial en este sentido–. En nuestra legislación siempre ha existido el salario mínimo, pero nosotros introdujimos una nueva categoría: el salario digno. Definido como aquel que permite a una familia salir de la pobreza con su ingreso familiar.

Ustedes saben que por unidad familiar no encontrarán a una sola persona. En el caso de Ecuador trabajan 1,6 personas; es decir, hay 1,6 receptores de ingresos por familia. Entonces, el salario digno es el que permite comprar la canasta básica de consumo y así superar la pobreza.

¿Y cuál es el sistema que rige en estos momentos al Ecuador? Se puede pagar el salario mínimo para evitar un mal mayor: el desempleo; pero, con la nueva legislación, ninguna empresa puede declarar utilidades si no ha pagado el salario digno hasta el último de sus trabajadores. Esto significa un sistema de 100% de reparto de utilidades hasta que el último trabajador haya obtenido ese salario digno.

Pese a que algunos pronosticaron el fin del sector productivo ecuatoriano, los efectos de esta medida han sido sorprendentes y han superado nuestras propias expectativas. Desde su implementación en el año 2011, empezaron a subir los salarios promedios.

¿De qué servía pagar el salario mínimo, si, de todos modos, una empresa que generaba utilidades no podía tocarlas hasta que cada trabajador hubiera ganado

En nuestra legislación siempre

ha existido el salario mínimo,

pero nosotros introdujimos una

nueva categoría: el salario digno.


16

el salario digno? Entonces, subieron los salarios promedios y este año 2014, sin trauma alguno, el salario mínimo igualó al salario digno.

Para nosotros, el trabajo humano tiene supremacía sobre el capital. A diferencia del socialismo tradicional, que proponía abolir la propiedad privada para evitar la explotación del capital sobre el trabajo, nosotros utilizamos instrumentos modernos; algunos inéditos -como dije-, para eliminar estas tensiones entre capital y trabajo, de esta manera obtener una justa distribución de la renta.

Al inicio de nuestro gobierno, gracias a un manejo inteligente y de muchísima rigurosidad técnica (teoría de juego y otros), logramos recomprar gran parte de nuestra deuda externa a valor de mercado, como siempre se debió hacer. Es decir, a cerca de un tercio de su valor nominal, con lo cual el servicio de la deuda externa se redujo del 24% del presupuesto del Estado en el 2006, al 5,3% en el 2013.

Siempre, cuando se quería renegociar la deuda se renegociaba a valor nominal, pese a que los tenedores la habían comprado en el mercado secundario. Aunque el papel decía “vale 100 dólares” en verdad habían pagado 30 dólares por bono. Nosotros los recomprábamos a 100, o nos sentíamos contentos cuando solo pagamos 80 porque nos habían hecho un descuento de 20…; pero no había tal descuento. Lo lógico habría sido comprar a valor de mercado. Eso fue lo que hicimos en el 2008.

También renegociamos los contratos petroleros llamados de “participación”, establecidos en los años noventa, cuando el precio del barril bordeaba los 16 dólares. El Estado recibía apenas 4 o 5 dólares por barril. Cuando los precios del petróleo se dispararon las ganancias de las compañías petroleras se volvieron

multimillonarias y, aun así, nos seguían pagando los 4 o 5 dólares.

Ahora tenemos los contratos de prestación de servicios; el petróleo es nuestro; pagamos para que lo saquen y, entonces, ocurre exactamente lo contrario: cancelamos una tarifa fija por barril –a la petrolera– en función de una razonable rentabilidad y el resto, no importa el precio (puede ser 20, 200 o 2.000) va para el dueño del recurso que es el pueblo ecuatoriano.

Ahora tenemos los contratos de

prestación de servicios; el petróleo es nuestro; pagamos para que lo saquen,y, entonces, ocurre

exactamente lo contrario.

El servicio de la deuda externa se redujo del 24% del presupuesto

del Estado en el 2006 al 5,3% en el 2013.


17

Esto nos ha permitido revertir la proporción de la renta petrolera. Antes, las empresas transnacionales se llevaban el 80% de esa renta y el 20% se quedaba en el país. Ahora obtenemos al menos el 60% y en algunos contratos más del 80%; que significa más de 1.000 millones de dólares anuales que ingresan al Estado (antes se iban a los bolsillos de las petroleras).

Gracias a un gran esfuerzo de eficiencia recaudatoria y lucha contra la evasión, se ha triplicado la recaudación de impuestos. Ah, “entonces, aumentaron impuestos por todos lados…”; no, hemos reducido o eliminado algunos de ellos.

Se acaba de aprobar una reforma tributaria, en Chile, que sube el impuesto a las utilidades corporativas entre el 20% y el 25%; bueno, nosotros lo teníamos en 25% y lo redujimos a 22%. ¿Por qué? Porque también tenemos repartición del 15% de utilidades a los trabajadores.

Es decir, si la empresa gana 100 dólares, 15 dólares van para los trabajadores, y de los 85 dólares restantes el 25% va para el Estado. Esto nos daba un impuesto implícito del 36,25%, que era el más alto de la región; por eso decidimos reducir ese impuesto. También se eliminaron impuestos a las comunicaciones, y otros servicios.

En verdad hemos reducido, eliminado, muchos impuestos. Pese a ello, por el esfuerzo recaudatorio, por la lucha contra la evasión, porque no tenemos compromisos con nadie que no sea nuestro pueblo, porque ya no se permite las corruptelas de siempre, hemos triplicado el ingreso tributario, y la presión fiscal (que mide la relación entre ingresos tributarios y Producto Interno Bruto) ha pasado de 15,5% en el 2006 a 20,8% en el 2013, alcanzando el promedio latinoamericano.

Estábamos por debajo del promedio, aunque todavía muy por debajo del promedio de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos –los países más desarrollados del mundo–), que alcanzan el 31,1%.

Esto nos ha permitido tener el mayor nivel de inversión pública de América Latina, cuyo promedio es 5% del PIB. En el Ecuador, en el año 2013 esa inversión pública alcanzó el 15% del PIB. Si diera estas cifras sin los antecedentes que les he expuesto, seguramente alguien (que conozca de finanzas públicas y de economía) diría: “entonces, tienen déficits fiscales enormes…, financiados con deuda…; se está

Gracias a un gran esfuerzo de eficiencia recaudatoria y lucha

contra la evasión, se ha triplicado

la recaudación de impuestos.


18

disparando el coeficiente de deuda PIB...”. Pues bien, el coeficiente de deuda pública frente al PIB es de apenas el 24%, una proporción muy inferior al de las economías desarrolladas, cuyos coeficientes muchas veces superan el 100%.

Esto lo hemos logrado optimizando ingresos, recaudación tributaria, contratos petroleros, compras para el Estado. Transparentando, eliminando corrupción en cuanto a gasto público, disminuyendo gasto que no iba en beneficio de nuestra población, como el servicio de deuda y compras públicas.

Tenemos un nuevo sistema de compras públicas, de los más modernos de América Latina, que ha permitido reducir grandemente los márgenes de ganancia para los ofertantes (cuyas ofertas eran sobre valoradas); ahora, eso queda para beneficio del pueblo ecuatoriano.

La inversión pública ha generado grandes transformaciones en vialidad, puertos, aeropuertos, telecomunicaciones, generación eléctrica; en el sistema de justicia, seguridad ciudadana y en competitividad sistémica en general.

Una última investigación nos pone en segundo lugar en cuanto a infraestructura vial en la región, solo superados por Chile; pero espérense unos tres añitos más…, y veremos…

Gracias a esa inversión Ecuador es el país que más asciende en el ranking de competitividad; con 15 puestos de incremento entre el 2012 y el 2013 de acuerdo al Foro Económico Mundial. En un año hemos escalado 15 puestos en el ranking mundial de competitividad.

La renegociación de la deuda externa, la renegociación de los contratos petroleros, y el incremento en recaudación de impuestos también nos ha permitido liberar importantes recursos para pagar la deuda fundamental: la deuda social. Mientras que en el 2006 se destinaba 4,8% del PIB para el sector social en el 2013 se destina casi el 11,4%.

Una última investigación nos pone en segundo lugar en cuanto a

infraestructura vial en la región.

La renegociación de la deuda externa, la renegociación de los contratos petroleros,

y el incremento en recaudación de

impuestos también nos ha permitido

liberar importantes recursos para

pagar la deuda fundamental.


19

Esto es importante, queridos estudiantes: el destino de los recursos sociales demuestra las relaciones de poder al interior de una sociedad. Antes no había ni para cambiar las luces de los quirófanos –cuando yo llegué al gobierno había quirófanos que no funcionaban porque tenían las luces quemadas–. Cuando no había para las escuelas sí había para el concurso de miss universo; había hasta para pagar anticipadamente la deuda.

Se mostraba claramente quiénes manejaban nuestra sociedad. Los datos nos demuestran, incuestionablemente, que si antes en Ecuador mandaban los acreedores, los banqueros, las burocracias internacionales, las élites, ¡ahora manda el pueblo ecuatoriano!

Tenemos logros sociales que nos llenan de orgullo y que vamos a analizar más profundamente, como el de ser el país de América Latina con mayor cantidad de pobres en la universidad. Rompimos el dilema “democratización versus calidad”. Hemos mejorado grandemente la calidad de nuestro sistema universitario haciéndolo más democrático.

Esa cantidad de pobres en la universidad es gracias a que la nueva Constitución estableció la gratuidad de la educación superior. Y estamos también, entre otros logros sociales, a la vanguardia –a nivel regional y mundial– en políticas de inclusión de personas con discapacidades entre las cuales hemos logrado prácticamente el pleno empleo; han sido incluidas en el sistema laboral sobre la base de leyes que obligan a contratar un porcentaje de personas con capacidades especiales.

Eso ha sido un cambio. Los discapacitados eran los pobres entre los pobres; además de tener discapacidad, normalmente vivían en la miseria, condenaban a su familia a esa pobreza extrema (la madre no podía trabajar cuando tenía que cuidar a su hijo).

Aunque los casos con discapacidad extrema son problemas más difíciles de manejar, los chicos con síndrome de Down, personas invidentes, personas con problemas auditivos, sí que pueden realizar labores productivas. Por lo tanto, sobre la base de una ley que obliga al sector privado, y al sector público también, a tener (al menos)

Los datos nos demuestran,

incuestionablemente, que si antes en

Ecuador mandaban los acreedores, los banqueros, las burocracias

internacionales, las élites, ¡ahora manda el

pueblo ecuatoriano!


20

el 4% de trabajadores con discapacidades hemos logrado prácticamente el pleno empleo entre las personas con discapacidad.

Y hablemos de Derechos Humanos: Ecuador es uno de los 7 países (de los 34 del continente) que ha suscrito absolutamente todos los instrumentos interamericanos de derechos humanos; sin embargo, a mí –algunas veces– me quieren poner como anti-norteamericano. Lo que más me ha disgustado en la vida es ser “anti…”algo. Yo soy “pro…”: pro América Latina, pro la Patria Grande…

Quiero mucho a Estados Unidos, país donde viví cuatro años (tengo dos títulos de universidades norteamericanas); pero, sepan ustedes, Estados Unidos no ha firmado ningún tratado y, sin embargo, es el que nos hace los reportes (anualmente) sobre cumplimiento de Derechos Humanos en Latinoamérica. Son cosas que indignan realmente.

La sede de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está en Washington y Washington no ha ratificado el Pacto de San José –sustento del Sistema de Derechos Humanos–. Eso solo tiene un nombre: neocolonialismo, y no puede ser aceptado en la América Latina del siglo XXI.

Estados Unidos y Europa son los mayores financistas de la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos); pero, ni el uno ratificó el Pacto de San José ni los otros son parte del Sistema Interamericano. Pagan para controlar a los demás: los sospechosos…, los corruptos…, los latinoamericanos. ¡Ya basta! Estas cosas hay que denunciarlas con fuerza, ¡son las cosas que tienen que cambiar!

En todo caso, en Ecuador, como en cualquier verdadero Estado de Derecho, se persigue delitos no personas. Pero, precisamente porque ya todos somos iguales ante la ley, enfrentamos el ataque de los poderes fácticos que siempre estuvieron por encima de ella.

Cuando estos grupos proclaman que su libertad de expresión está siendo negada, debe entenderse que solo buscan impunidad para que sus medios de comunicación sigan manipulando la verdad. Cuando hacen acusaciones de irrespeto a los derechos humanos es porque, por fin, la ley es para todos.

A mí –algunas veces– me quieren poner como anti-norteamericano.

Lo que más me ha disgustado en la vida

es ser “anti…”algo. Yo soy “pro…”: pro

América Latina, pro la Patria Grande…


21

Cuando hablan de dictadura y autoritarismo es porque ya no pueden someter a nuestro gobierno a sus caprichos e intereses.

Y para aquellos que nos quieren robar conceptos tan sublimes como el de LIBERTAD, que entiendan bien: no puede haber libertad sin justicia; no sólo aquello, en regiones tan desiguales como América Latina sólo buscando la justicia lograremos la verdadera libertad.

La consecuencia lógica de estos logros que he mencionado es, por fin, la estabilidad política del país. Yo soy el presidente más querido para los estudiantes de historia…; porque si antes –en 10 años– tuvieron 7 presidentes para estudiar, ahora –en 7 años– solo han tenido uno.

Hoy, Ecuador es una de las democracias más estables del continente. Desde el año 2006 la Revolución Ciudadana ha ganado diez procesos electorales de manera consecutiva; entre ellos dos elecciones presidenciales en una sola vuelta, algo impensable antes en la realidad ecuatoriana. También, gracias a Dios y al mal gusto del pueblo ecuatoriano, gozamos de niveles de apoyo popular sin precedentes en la historia, y de los más altos en el continente y en el mundo.


22

Como ustedes ven, se ha consolidado enormemente la democracia formal, pero también la democracia real, aquella que da acceso a derechos, igualdad de oportunidades y condiciones dignas de vida.

Este es el llamado “milagro ecuatoriano” (así lo llamó, en una edición exclusiva, una importante revista colombiana). Este es el llamado milagro ecuatoriano; pero… ¿saben qué?, en desarrollo no existen milagros. Los impresionantes cambios ocurridos son consecuencia básicamente del cambio en las relaciones de poder. Como lo mencioné antes: ahora, en Ecuador, pese a todos nuestros problemas, manda el pueblo ecuatoriano.

Y ¿qué con respecto a educación, ciencia, tecnología e innovación, para lo cual me llamó la universidad a hablar?

Queridos jóvenes:

El problema con el desarrollo es que exige muchas condiciones necesarias, pero ninguna es suficiente. Les he hablado del cambio en las relaciones de poder; y puede ser que el poder esté en las manos de las grandes mayorías; que se logre obtener una distribución más equitativa de los recursos sociales, pero que sólo haya miseria para distribuir… Eso no es lo que buscará jamás el socialismo del siglo XXI.

En consecuencia, existen otros factores necesarios para superar el subdesarrollo y la pobreza. Algunos de ellos –fundamentales– como el talento humano, la ciencia, la tecnología, la innovación. Todos ellos como generadores de capacidades y riqueza. Ustedes saben que la educación es un derecho del ser humano, y también es generadora de capacidad y riqueza; forma talento.

No me gusta hablar del ser humano como factor de producción porque éste es el fin mismo de la producción, pero, el principal recurso con que se cuenta para sacar adelante un país es el talento humano. Los países sin este potencial van a desertificar hasta el jardín más florido (como ocurrió muchas veces en América Latina) y los países con este potencial serán capaces de hacer florecer hasta el desierto.

Este talento humano, la ciencia, la tecnología, la innovación probablemente son el

El principal recurso con que se cuenta para

sacar adelante un país es el talento

humano.Los países con este

potencial serán capaces de hacer florecer hasta el

desierto.


23

secreto del éxito de países como Estados Unidos. País donde el 1% de la población controla el 35,6% de la riqueza.

Un poder económico tan concentrado normalmente destruye una sociedad, sin embargo, este ha sido un sistema que ha permitido generar grandes avances tecnológicos y con ello incrementos de productividad e ingreso que han mejorado considerablemente la vida de sus ciudadanos.

Por eso en Ecuador hemos optado y adoptado una política nacional agresiva para promover el talento humano, la ciencia, la tecnología e innovación, más aún cuando uno de los problemas más graves del país sigue siendo la baja productividad de su economía.

No estamos cayendo, queridos jóvenes, y atentos con esto, en la trampa del absolutismo tecnológico donde toda la sociedad tiene que organizarse en función de las necesidades tecnológicas. Todo el mundo (familias, hogares, comunidades, etc.) tiene que estar en función de los derechos de propiedad privados y promover la innovación. Cualquier invento tendría que alterar las relaciones de producción existentes, mandar trabajadores a la calle… No estamos con eso.

Se le atribuye a Albert Einstein la lapidaria reflexión: “Temo el día en que la tecnología supere a la interacción humana. El mundo tendrá una generación de idiotas.”

Pero tampoco creemos en el infantilismo primitivista según el cual: la pre-modernidad es equivalente al buen vivir y la miseria es parte del folklor. No sólo eso, estos fundamentalismos, que rayan en la irresponsabilidad, se vuelven funcionales a la nueva e injusta división internacional del trabajo como veremos más adelante.

Para nosotros, la educación como derecho y como generadora de talento humano es lo más importante. En valores absolutos, el rector (USDCH) dijo que era el 2% del PIB, esa es la educación superior. En la educación básica y bachillerato tenemos una inversión de cerca del 5%, y por mandato constitucional debemos llegar al 6%. Eso significa que ahora se invierte 4,3 veces más en educación que antes de nuestro gobierno (esto es en el 2006). También invertimos 4,5 veces más en salud. Salud y educación van de la mano.

En educación, mientras más temprano se invierta mayor retorno origina el dólar invertido. Esto debe empezar desde que el niño, niña, está en el vientre de la madre. Por eso es tanta la relación con salud. Una madre

En Ecuador hemos optado y adoptado

una política nacional agresiva para

promover el talento humano.


24

desnutrida dará a luz un bebé desnutrido que tendrá problemas permanentes en cuanto a crecimiento, capacidad intelectual y motricidad.

Este gasto adecuado en salud y educación ha producido un incremento en la escolaridad de la mujer y la gratuidad en los servicios de salud. Dos factores que juntos han permitido el acceso a los servicios de salud materna, a la salud sexual y reproductiva, y a que estos servicios se amplíen de forma impresionante.

Los resultados de la última encuesta sobre salud demuestran que 8 de cada 10 madres en el Ecuador tuvo 5 –o más– controles prenatales; algo sin precedentes en la historia del país. Antes, muchísimas no tenían ningún control prenatal y este incremento se da particularmente en las mujeres más pobres.

Para desarrollo infantil, de 0 a 3 años, se tienen dos programas: el uno se llama “Creciendo con Nuestros Niños”, donde los niños están a cargo de sus padres. Estos padres reciben capacitación y suplementos nutricionales por parte del respectivo ministerio, que en Ecuador se llama Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES). No hay nadie mejor para cuidar a sus niños que sus propios padres; este es nuestro programa predilecto.

No obstante, para aquellos padres que por cuestiones laborales no pueden tener a sus hijos con ellos, está el segundo programa: los Centros Infantiles de Buen Vivir (CIBV), donde se puede enviar a los niños para que estén, en jornadas de seis y hasta ocho horas, a cargo de profesionales.

En educación inicial, esto es de 3 a 5 años, casi no había oferta pública en Ecuador; prácticamente todo era privado y una mínima porción de nuestros niños iban a educación inicial. Se ha multiplicado por 10 la matricula en educación inicial con respecto a otros gobiernos. Hoy estamos construyendo, en todos los nuevos colegios, centros de educación inicial. Además, estamos regulando, estrictamente, los centros privados.

En desarrollo infantil, cuando llegamos no había una sola profesional en todo el sistema; todo estaba en manos de madres comunitarias, voluntariado, etcétera. Hoy tenemos 3.000

Se ha multiplicado por 10 la matricula

en educación inicial con respecto a

otros gobiernos. Hoy estamos

construyendo, en todos los nuevos colegios, centros

de educación inicial. Además,

estamos regulando, estrictamente, los centros privados.


25

parvularias atendiendo el desarrollo infantil de nuestros niños. Se necesitan muchos más, pero al menos ya tenemos 3.000.

En Ecuador son obligatorios 13 años de educación: 10 de Educación General Básica y 3 de Bachillerato. Al momento la Educación General Básica ya está universalizada. Es una de las metas del milenio para el año 2015. Nosotros la alcanzamos en el año 2011, con la Revolución Ciudadana.

En cuanto al bachillerato, nuestra tasa bruta de matrícula (total de chicos matriculados en bachillerato sobre chicos en edad de bachillerato) es del 92%; aunque la tasa neta, es decir, de los chicos que corresponden a la edad de bachillerato, es apenas del 66%. Nos hemos propuesto, hasta el 2017, llegar al 80%.

En esto hay que tener paciencia, porque por más que se haga, un chico de 16-17 años que no tuvo acceso a la educación tendrá que entrar por los niveles más bajos de educación básica, y hasta llegar a la educación de bachillerato tomará tiempo.

El alto nivel de matrículas alcanzado en el bachillerato es uno de los principales factores para que el trabajo adolescente se haya reducido considerablemente (del 34% en el 2006 al 13,6% en el 2013). ¡Queremos libros y cuadernos, no herramientas en las mochilas de nuestros niños y nuestros adolescentes!


26

Todos estos avances, queridas amigas y amigos, no son producto de la buena suerte sino de claras políticas públicas; y especialmente de la eliminación de barreras de acceso a la educación. Un ejemplo: la eliminación del cobro de las matrículas en los establecimientos públicos. Antes, no se le llamaba matrícula porque, en teoría, la educación pública siempre fue gratuita. Se le llamaba “contribución voluntaria de los padres”, contribución que si no pagaban no podían matricular a sus hijos en los colegios públicos.

Todo eso se ha eliminado y, más aún, ahora se entregan uniformes a los estudiantes de establecimientos educativos rurales y urbanos marginales. Se provee de textos escolares a los alumnos del sistema público hasta el décimo año de educación básica y también se da desayuno y refrigerio a los establecimientos ubicados en zonas de mayor incidencia de pobreza.

Son poderosos estímulos para que, sobre todo las familias pobres, envíen a sus hijos al colegio. El resultado ha sido realmente importante, sobre todo la universalización de la educación básica.

Estamos también ordenando la oferta educativa; antes se hacían escuelitas por todos lados. Si había un paro en alguna comunidad: “dale una escuelita, un aula, 30 bancas destartaladas…, un profesor para todos los niveles”…: demagogia. Eran las famosas escuelas unidocentes. Algunos, eufemísticamente (sobre todo en comunidades indígenas) les llaman “escuelas comunitarias”; era el gran “logro” de la comunidad.

Algunos defienden todavía ese supuesto logro, cuando es una de las mayores lacras para la calidad del sistema educativo. Teníamos alrededor de 20.000 establecimientos educativos, mayoritariamente precarios. Y sobre la base de un estudio de reordenamiento de la oferta consideramos que se requieren tan solo 5.500; eso sí, dotados con infraestructura y equipamiento tecnológico de vanguardia. Con un promedio de 600 estudiantes cada uno, lo que nos permite tener planta docente completa: profesores de matemáticas, de ciencias, de idiomas, de arte, de educación física. También laboratorios, biblioteca, comedor, canchas deportivas, etcétera.

La Revolución Ciudadana es una

izquierda moderna, es un socialismo

moderno, ¡eficiente! Es un socialismo

pleno de ¡excelencia!


27

Esto exige la construcción de aproximadamente 900 nuevas unidades escolares; ya tenemos casi 60 y vamos a empezar a construir 200 más. En los próximos años tendremos esas 900 unidades (las que llamamos Unidades Educativas del Milenio) que son escuelas realmente espectaculares. A su vez, estamos remodelando, de forma integral (integral de verdad), 4.600 establecimientos para que queden como nuevos.

Esperamos que en la próxima década, eso sí, con un poco de esfuerzo, en jornadas matutinas y vespertinas, todos nuestros estudiantes puedan acceder a establecimientos nuevos o remodelados integralmente. Todavía no podemos darnos el lujo, como Estado, de garantizar a todos los chicos el poder ir a clases solo en las mañanas; tenemos que sacarle el máximo provecho a la inversión pública en infraestructura y así impulsar un modelo educativo de alta calidad.

Sabemos que estamos empezando y, aunque tenemos escuelas que nos llenan de orgullo, todavía hay muchas que nos deberían llenar de vergüenza; no obstante, estamos avanzando. Estamos consolidando una cultura de calidad y excelencia donde las evaluaciones de instituciones, profesores y estudiantes son permanentes.

En Ecuador –y creo que hablo por toda América Latina–, por la politización de la educación, era impensable evaluar a los profesores; en cambio ahora, las evaluaciones son anuales y asumidas socialmente con el fin de alimentar de información al sistema y posibilitar el diseño de una política pública efectiva, además, facilitar que los profesores puedan ascender de categoría.

Ingresamos al Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y desde 2015 seremos sujetos de una evaluación que permitirá observar nuestra situación en el contexto mundial.

Con la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) ya estamos trabajando en evaluaciones periódicas que nos permiten un análisis comparativo, internacionalmente hablando.

Tenemos que sacarle el máximo provecho

a la inversión pública en infraestructura, y así impulsar un

modelo educativo de alta calidad.


28

Tenemos un convenio, único en el mundo, con la Organización del Bachillerato Internacional (OBI) para que en el 2017, 500 instituciones públicas sean certificadas y puedan otorgar títulos internacionales de bachillerato. Ya están en proceso de acreditación 220 (el proceso dura dos años) y completaremos 500 hasta el 2017.

La capacidad la determinó la fundación educativa internacional suiza (OBI) no el Ecuador. Si pudieran ser 5.000, en buena hora, pero ya no podía más la fundación. Esto es algo sin precedentes. En toda la historia del país había tan solo 17 escuelas públicas con bachillerato internacional; ahora tenemos unas 30; están en proceso de acreditación unas 200 y para el 2017 tendremos 500.

En Ecuador no le tenemos miedo a la evaluación, todo lo contrario: buscamos la evaluación, y si es externa tanto mejor. En este aspecto, sí creemos en la globalización y en los estándares internacionales. Tenemos muy claro que la mejora en la calidad de la educación pasa, necesariamente, por tener mejores docentes.

Sócrates enseñaba bajo un árbol. ¡Qué bueno tener muchos Sócrates, con escuelas extraordinarias!; no obstante, lo principal seguirán siendo los Sócrates.

Hemos puesto como requisito para entrar y permanecer en el magisterio los concursos de méritos y oposición; además, como había mencionado, las evaluaciones a los docentes. Ahora, para tener un nombramiento se tiene que concursar. Antes era todo politiquería, contactos, etcétera. En el último concurso, para 20.000 nombramientos, se presentaron 60.000 personas.

Por falta de adecuados incentivos, los docentes no se acogían a la jubilación. Antes de nuestro gobierno, si ganaban 200 dólares aportaban a la seguridad social sobre 40 dólares; se hacían remiendos, parches ¡impresionantes!; una falta de lógica institucional increíble. Es decir, para supuestamente no perjudicar su salario aportaban sobre mucho menos de lo que ganaban; eso no les permitía jubilarse porque iban a tener jubilaciones de miseria. Además, salían sin ninguna compensación pese a haber trabajado 30 o 40 años. Por eso nadie se jubilaba y teníamos profesores de 80-85 años.

En Ecuador no le tenemos miedo a la evaluación, todo lo

contrario: buscamos la evaluación.


29

Ahora, con mejoras sustanciales en los sueldos, aportando sobre el 100% del salario para pensiones jubilares, y dando una adecuada compensación por fin de carrera (cinco salarios mínimos por cada año de trabajo), entre el año 2013 y 2014 se jubilará el 20% de la planta docente. Al 2017 aproximadamente el 35% de los maestros serán nuevos.

Esto es ganar-ganar. Los maestros mayores que no se jubilaban porque no tenían una jubilación digna y no tenían compensación ahora la tienen. El Estado gana porque un maestro muy antiguo cuesta mucho más que un maestro nuevo y la enseñanza gana porque esos maestros nuevos vienen con una mucha mejor preparación y motivación.

Para responder a las nuevas realidades y expectativas del sistema educativo se creó la Universidad Nacional de Educación (UNAE), con el objetivo principal de actualizar los conocimientos y prácticas pedagógicas de los maestros ecuatorianos. Antes, lo peor era la Facultad de Filosofía, una de las más politizadas. Allí se preparaban para cualquier cosa menos para la docencia, la calidad era muy baja; por esto se ha creado una nueva universidad nacional solamente para la educación, para formar docentes.

Desafortunadamente en Ecuador, como en muchas partes del mundo, la docencia –espero hablar en pasado– se había convertido en una de las profesiones menos deseables y prestigiosas. Los estudiantes que aspiraban a la docencia obtenían, en promedio, los resultados más bajos en los exámenes de admisión a la universidad. Sin el ánimo de ofender a nadie – pero es la realidad–, el que no ingresaba a Ingeniería, Medicina, etc., decía: “bueno… aunque sea, voy a estudiar docencia”.

Ahora estamos haciendo exactamente lo contrario; estamos motivando a los mejores jóvenes, a los más talentosos para convertirse en profesores. El efecto multiplicador es impresionante; el docente como lo más importante en la cadena educativa. Creemos que la docencia es una de las profesiones fundamentales para el presente y el futuro del país.

Ahora, para estudiar docencia se exige un puntaje mínimo en el examen de admisión (800 puntos sobre 1.000), igual que el que se exige para Medicina (que es de los más altos). Si un alumno es admitido, él o ella recibe el equivalente de un salario mínimo durante el período de estudio. Pagamos a los estudiantes

Estamos motivando a los mejores jóvenes, a los más talentosos para convertirse en

profesores.


30

para que se preparen a enseñar, y para captar los mejores talentos. Es decir, estamos dando fuertes estímulos para que los mejores talentos ecuatorianos entren a estudiar docencia.

Queridos estudiantes, profesores, directivos de la universidad, público:

Con la impresionante generación de conocimiento a nivel mundial, los países que no generamos conocimientos seremos cada día más ignorantes, en términos relativos e incluso más dependientes de lo que producen otros. Esto acrecienta la dependencia de nuestros países –la falta de generación del conocimiento–.

Por estos motivos la educación superior ha sido una de las preocupaciones centrales de nuestro gobierno. A lo largo de estos 7 años aumentamos las asignaciones presupuestarias para Educación Superior del 1,1% al 2% del Producto Interno Bruto; más del doble del promedio de América Latina que es el 0,8%, y superior al promedio de los países de la OCDE que es alrededor del 1,7%. Más educación básica y bachillerato tenemos cerca del 5%. En total, estamos alrededor de un 7%; tenemos que llegar, al menos, al 8% del PIB.

En Ecuador, entre 1992 y 2006, es decir, en la larga y triste noche neoliberal y en apenas 14 años se crearon 45 universidades (hasta entonces solo había 26). En esos 14 años la educación se convirtió en una mercancía más; llegamos a tener un total de 71 universidades.

Por lo general eran negocios con fines de lucro; pero como de acuerdo a nuestra Constitución la educación superior no debe percibir lucro, todas estas universidades se nombraron organizaciones “sin fines de lucro…”. Muchas de ellas en realidad solo eran organizaciones de “lucro sin fin…”.

Era impresionante ver cómo todos esos promotores de nuevas universidades, basados en fundaciones sin fines de lucro…, a los dos años estaban multimillonarios; hacían ostentación de su riqueza, de sus carros de lujo, etcétera. Por su pésimo nivel académico, improvisación y precariedad, estas universidades eran llamadas “universidades de garaje”, porque bastaba un garaje, un pizarrón y una tiza para que se llamara universidad; había unas corruptelas impresionantes.

A lo largo de estos 7 años aumentamos

las asignaciones presupuestarias para

Educación Superior del 1,1% al 2% del Producto Interno

Bruto; más del doble del promedio de América Latina.


31

En nuestro país las universidades se crean por leyes; hay que hacer una ley especial para crear una universidad. Pero en esa época, el congresista (hoy asambleísta) que promocionaba una universidad y lograba la ley para crearla, a los dos meses recibía su título de abogado por esa misma universidad; había cosas horrorosas…

Por orden de la Asamblea Constituyente del 2008 se realizó una evaluación profunda de todas las universidades; como resultado, 14 de ellas (que no merecían el nombre de universidad) fueron cerradas, junto con 44 de un total de 86 extensiones. Las extensiones universitarias eran sucursales fuera de la matriz y en otras ciudades. Eran campus satélites que funcionaban a distancia de la matriz y que fueron creados principalmente por motivos políticos y electorales.

El que quería ser congresista decía: “aquí les voy a abrir una nueva extensión de tal universidad…”. Normalmente esto se ofrecía en los sectores más deprimidos, generalmente rurales. Sobra decir que los resultados fueron desastrosos porque los pobres recibían las peores instituciones y servicios; se los condenaba, a perpetuidad, al círculo de la pobreza. Ustedes van a creer que exagero, pero les puedo mostrar fotos de aulas de estas extensiones que servían de gallineros; había gallinas en las aulas.


32

Como alternativa a las universidades cerradas, impulsamos la educación técnica y tecnológica. Vamos a invertir más de 300 millones de dólares para fortalecer y construir docenas de institutos técnicos públicos, estratégicamente ubicados y articulados al sector productivo.

Dicho sea de paso, cuando cerramos estas 14 universidades unos 40.000 chicos quedaron sin universidad; por tanto, como lo mencionó el rector, se hizo un plan de contingencia extremadamente exitoso, donde prácticamente todos los estudiantes pudieron terminar sus estudios; ya sea en las universidades intervenidas o en otras universidades.

Otro fuerte incentivo para mejorar la calidad educativa ha sido el diseño y la implementación de una nueva fórmula para la distribución de fondos del Estado.

Antes, se daban incentivos perversos para que empeoren las cosas. Las universidades recibían el presupuesto de modo incremental, según el número de alumnos; o sea, cada año recibían más independientemente de lo que hicieran. Obviamente el atractivo era crear carreras baratas aunque no tuvieran ninguna pertinencia; todas eran carreras que solo requerían un pizarrón y una tiza.

Ahora, esa fórmula incorpora el costo de la carrera y la calidad de la enseñanza. En consecuencia, si una universidad quiere obtener más recursos tiene que hacer que las carreras sean pertinentes al costo y la calidad. Ese ha sido un poderoso incentivo para incrementar la calidad de las universidades.

Y en esta causa nacional por la excelencia ya tenemos resultados; ya hay indicadores de que la calidad se ha incrementado. Por ejemplo, entre 2009 y 2013, el número de profesores con doctorados prácticamente se ha duplicado. Hay muchos más docentes a tiempo completo, especialmente en ciertas universidades privadas que casi no los tenían y que por eso carecían de una comunidad académica o científica.

Hemos duplicado las publicaciones en revistas indexadas; esto es un buen indicador de la calidad de la investigación. Ha habido mejoras significativas en infraestructura, en bibliotecas, en laboratorios –mejores equipamientos– y en muchos aspectos más.

Otro fuerte incentivo para mejorar la

calidad educativa ha sido el diseño y la

implementación de una nueva fórmula para la distribución

de fondos del Estado.


33

En Ecuador, nadie, y a la vez todos, eran profesores universitarios, porque todos dictaban clases a la par de sus otras actividades profesionales. Yo estudiaba en una universidad que impartía clases de 7 a 9 am y de 6 a 9 pm porque los profesores trabajaban y los alumnos también trabajaban. Con el tiempo no éramos estudiantes que trabajaban, sino trabajadores que estudiaban, y eso claramente repercutía en el nivel académico.

Muy pocos eran realmente académicos a tiempo completo. Pero ahora, con sustanciales incrementos a la paga de los profesores, tenemos los salarios más competitivos de la Comunidad Andina de Naciones -excluyendo Chile-; promoviendo, así, el nacimiento de profesiones y carreras académicas.

Tenemos, además, el Proyecto “Prometeo”, ese semi dios griego que robó el fuego (la luz, el calor…) para dárselo a los humanos.

Y ¿Qué es el Proyecto Prometeo?: Un sistema de becas estatales que permite el reclutamiento y la contratación de académicos internacionales del más alto nivel, pagados totalmente por el gobierno ecuatoriano, para las respectivas universidades públicas y centros de investigación públicos.

Ecuador, actualmente tiene casi 8.000 becarios alrededor del mundo –aquí tienen una muestra de aquello–, la mayoría de ellos matriculados en programas de maestría y doctorado en las mejores universidades del planeta, como esta universidad (la Universidad de Chile). Esto representa la mayor inversión, con respecto al Producto Interno Bruto, en becas en toda América Latina.

En los últimos 7 años hemos otorgado más becas que todas las entregadas en toda la historia del país, antes de nuestro gobierno. La mayoría de estos becarios se convertirán en profesores universitarios.

Alguien dirá: “huy, se volvió elitista la universidad ecuatoriana”; por el contrario, antes era elitista porque, pese a su baja calidad académica, era pagada. Los pobres no podían acceder a la universidad, muchas veces era la “palancocracia” (como la llamamos en el Ecuador), no los méritos, lo que permitía el acceso. No obstante, las importantes mejoras en calidad y la exigencia, hemos logrado duplicar la matrícula de los sectores más pobres de la sociedad y de las poblaciones históricamente excluidas, particularmente indígenas y afroecuatorianos.

Ecuador, actualmente, tiene casi 8.000 becarios

alrededor del mundo.


34

Y para los que protestaban afuera, que están defendiendo a los indígenas, estas son obras, no palabras, no charlatanería. Nuestros indígenas, nuestros pueblos excluidos, nuestros pobres, no necesitan caridad, no necesitan limosna; necesitan justicia e igualdad de oportunidades.

Como ya mencioné, y estos son datos de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Ecuador se ha convertido en el país con el porcentaje de matrícula más alto, para el quintil más pobre de su población, en comparación con los países de la región.

Así se ha pulverizado la clásica disyuntiva entre equidad y calidad que nos decía: o se elige democratizar el sistema (masificar) optando por el principio de equidad (que ingrese todo el mundo…) o se busca el mérito y la excelencia académica optando por el principio de la calidad; en este caso, los pobres serían los más perjudicados porque normalmente tenían peor preparación, sobre todo el sector rural.

Nuestras políticas han demostrado al mundo que ambos principios se pueden conjugar armónicamente y que este juego de suma cero es esencialmente una


35

falacia. Lo hemos logrado por medio de la garantía; hemos logrado calidad, con mayor acceso para los pobres, por medio de la garantía constitucional, y la gratuidad en la educación superior por el amplio programa de ayuda financiera.

Es una barrera para el acceso a la universidad que un pobre del campo tenga que ir a la ciudad. Aunque la universidad sea gratuita, ¿cómo se mantiene? Para eso hay un amplio programa de ayuda financiera y un nuevo sistema nacional de nivelación y admisión para la educación superior.

Primero, un sistema para todos; ya no hay palancocracia, ya no hay trampas. Segundo, no se mide conocimientos porque se perjudica a los más pobres, a los que vienen de colegios no tan buenos, se mide aptitudes. Y tercero, en caso de no pasar el examen, se dan cursos de nivelación y se tiene una nueva oportunidad. Con eso hemos mejorado calidad y, al mismo tiempo, acceso a las universidades para las poblaciones anteriormente excluidas.

Finalmente, hemos creado 4 nuevas universidades públicas gratuitas de nivel mundial, en áreas disciplinares claves para el desarrollo del país. Los cuatro proyectos buscan combinar calidad, democratización y pertinencia para el desarrollo.

La primera universidad ya la mencionamos, la Universidad Nacional de Educación (UNAE), dedicada principalmente a formar docentes y especialistas que serán parte del sistema nacional de educación.

La segunda universidad que hemos creado (y en esto ya no se invierte en el mundo) es la Universidad de las Artes (UNIARTES), en Guayaquil –mi ciudad natal–; su misión central es la investigación, creación, producción, difusión, y formación de los mejores talentos del país en las artes y la cultura.

La cultura y las artes desempeñan un papel central en dar mayor textura, identidad y memoria a nuestras sociedades, así como profundidad a nuestras democracias; sin olvidar el rol de las industrias culturales en el cambio de la matriz productiva. Como en Chile, donde el impacto de la actividad cultural es aproximadamente el 2,5% del PIB, y en Estados Unidos cerca del 11%.

Hemos creado 4 nuevas universidades

públicas gratuitas de nivel mundial, en áreas disciplinares

claves para el desarrollo del país.


36

La tercera universidad que hemos creado es Ikiam, que significa “selva” en lengua shuar. El campus se halla en medio de una reserva natural de 920 kilómetros cuadrados, en el mejor y más grande laboratorio natural del planeta, la selva amazónica. Esta universidad se dedica al estudio de la biodiversidad y generación de bioconocimiento. Con toda certeza, les puedo asegurar, ninguna universidad del mundo cuenta con las ventajas de Ikiam.

Y finalmente, tenemos ese sueño que ya es una realidad, la universidad de investigación de tecnología experimental YACHAY, que significa “¡Aprende!” –en imperativo– en lengua kichwa, y a la que consideramos el proyecto más importante de nuestro gobierno y de la historia de nuestro país.

Ubicada en un bello paraje andino, dos horas al norte de Quito. No es solo una universidad, es una ciudad: la Ciudad del Conocimiento, la primera ciudad tecnológica planificada de América Latina, que ya abrió sus puertas hace poco (31 de marzo de 2014) y donde se desarrollarán las llamadas “ciencias duras” (nano-ciencia, tecnología de la información, ciencias de la vida, energía renovable y petroquímica). También están los centros de investigaciones, el sector industrial de alta tecnología, etc.

Queridos estudiantes, querido Chile, querida Patria Grande:

El gran Simón Bolívar decía: “no nos dominarán por la fuerza, sino por la ignorancia”.

Si antes los países subdesarrollados producíamos materias primas y los países hegemónicos bienes industriales de alto valor agregado, ahora los países desarrollados generan conocimiento –que privatizan– y nosotros bienes ambientales de libre acceso. Eso es lo que yo llamo la nueva e injusta división internacional del trabajo.

El conocimiento, en general, es un bien público; es decir, técnicamente hablando, no hay capacidad de exclusión ni rivalidad en el consumo. Lo más fácil es copiar un software (no hay capacidad de exclusión); pero ¿por qué no se lo copia?, no por barreras técnicas, no porque no se lo pueda copiar, sino por barreras institucionales; porque está patentado y hay que pagar regalías, y si uno no paga regalías se puede ir preso (dicho sea de paso, es lo más cercano a prisión por deudas). Nadie habla de eso porque conviene a los países hegemónicos.

El gran Simón Bolívar decía: “no

nos dominarán por la fuerza, sino por la

ignorancia”.


37

Es decir, para evitar el libre acceso a ese bien público (el conocimiento) se ponen barreras institucionales. Por otro lado, si yo utilizo el software, cualquier otro, cualquiera de ustedes, también lo puede utilizar; no hay rivalidad en el consumo. Son las dos características de un bien público: fácil acceso o libre acceso y no rivalidad en el consumo.

Para graficar lo de la no rivalidad en el consumo permítanme citar a George Bernard Shaw con una frase genial, un ejemplo genial: “Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos, entonces, tú y yo todavía tendremos, cada uno, una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces, cada uno de nosotros tendrá dos ideas.” El conocimiento se acumula, no es rival en el consumo.

Y privatizar un bien público, a través de medidas institucionales como las patentes, es perjudicial para la sociedad como un todo, porque se acumula ese conocimiento que beneficia, que ya está creado. Si no hay rivalidad en el consumo, mientras aumente el número de personas que disfruten de este bien ya creado, mayor será el bienestar social.

Esta es una de las famosas “fallas del mercado” (en la teoría de mercado); y un ejemplo dramático de aquello -con gran perjuicio social-, de lo que puede ser la privatización del conocimiento, de la exclusión forzada, es el alto costo de ciertas medicinas que puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

El principio, aparentemente pragmático, de la privatización del conocimiento, además de su ineficiencia social, no es otra cosa que el sometimiento de los seres humanos al capital.

Hay maneras más eficientes de incentivar la producción de conocimiento. Una alternativa es una mayor participación de la academia y del mismo sector público.

Otra alternativa es que el Estado compense la creación de conocimiento con fines de lucro y, de esta manera, ponerlo a disposición de toda la humanidad: hiciste un descubrimiento –una nueva medicina–, te pago tu inversión y una rentabilidad razonable; aunque, si esa medicina –en buena hora– estuviera gratuitamente a disposición de todos… mejor, mayor bienestar social.

Si tú tienes una idea y yo tengo una idea y las intercambiamos, entonces, cada uno de nosotros tendrá

dos ideas.


38

¿Cuál es el gran problema de todas estas alternativas? Es que socavan los fundamentalismos ideológicos y el imperio del capital.

Pero aquí viene la contradicción, mientras los países ricos producen conocimiento, ciencia y tecnología, nuestros países producen bienes públicos, en este caso ambientales. Ahora, por todo el aire puro que genera la selva amazónica en Ecuador (pulmón del planeta, sin el cual la vida humana sufriría un grave deterioro) no recibimos ninguna compensación, mientras tanto los mayores contaminadores globales no pagan absolutamente nada por consumir nuestros bienes ambientales.

Y se cree, algunas veces, que la producción, la generación de bienes ambientales no tiene costo. La realidad es que esa generación puede ser muy costosa, no en cuanto a costos directos, sino en lo que los economistas llamamos –y este es el costo relevante– el “costo de oportunidad”, que es cuánto se deja de ganar por generar el bien o mantener el bien.

Hoy en día muchos exigen –sin ninguna solvencia moral, dicho sea de paso– que no se explote el petróleo de la Amazonia. Pero eso implica un costo inmenso por los ingresos no recibidos, que, a su vez, significa un nuevo día que transcurre con un niño sin escuela, una comunidad sin agua potable o gente muriendo por enfermedades perfectamente evitables, verdaderas patologías de la miseria.

Esta, les insisto, es la nueva división internacional del trabajo y también es un problema político, queridos jóvenes, de relaciones de poder a nivel internacional.

Para ilustrar este punto permítanme de nuevo exagerar: imaginen, por un momento, si la situación fuera a la inversa y los generadores de bienes ambientales fueran los países ricos y nuestros países fueran los contaminadores. No exagero mucho, seguramente ya nos habrían invadido para obligarnos a pagar una “justa compensación...”, y todo en nombre de la civilización, de los derechos, etcétera.

Queridos estudiantes, querida universidad:

El orden mundial no es solo injusto, es inmoral. Todo está orientado a servir a los intereses de los más poderosos; y abundan los dobles estándares: los bienes públicos globales producidos por los países pobres, tales como los bienes ambientales, tienen que ser gratuitos, mientras que los bienes públicos producidos por los países hegemónicos deben ser pagados, con la imposición, insisto, de barreras institucionales como las patentes.


39

Solamente compensando los bienes ambientales habría una redistribución del ingreso sin precedentes a nivel mundial, pero este es nuevamente un problema, como ya manifesté, de relación de poder.

Los grandes contaminadores no firman Kioto (Protocolo de Kioto sobre el cambio climático), pero en nuestros países hay hasta cárcel si no pagas regalías. Lo más triste es que, muchas veces, los mismos países pobres participamos con entusiasmo en estos mecanismos tan absurdos, y ni siquiera entendemos los instrumentos que se utilizan para mantenernos en el nuevo rol asignado por la división del trabajo.


40

Por ejemplo, como manifiesta nuestro querido amigo Álvaro García Linera –cómo quisiera que lean a Álvaro los chicos que protestaban afuera–, vicepresidente boliviano y uno de los más grandes pensadores latinoamericanos de nuestro tiempo, cito: “Varias ONG’s no son realmente Organizaciones No Gubernamentales, sino Organizaciones de Otros Gobiernos en nuestro territorio, y el vehículo de la introducción de un tipo de ambientalismo colonial que relega a los pueblos indígenas al papel de cuidadores del bosque amazónico”, cierro cita.

Invirtiendo en talento humano, ciencia, tecnología, e impulsando la innovación superaremos de forma inteligente, humana, soberana, la economía extractivista; pasaremos de la economía de recursos finitos a la economía de recursos infinitos; aquella basada en el talento y el conocimiento humanos, pero sin el absurdo de rechazar el aprovechamiento de nuestros recursos naturales para ser mendigos sentados en costales de oro; sin someternos a esa injusta nueva división internacional de trabajo que nos quieren imponer.

Somos perfectamente conscientes de nuestras limitaciones como un país pequeño y de que no podemos cambiar un orden mundial injusto; pero tampoco vamos a aceptar pasivamente el papel que se nos ha sido asignado, insisto, en la nueva división internacional del trabajo. Nuestros recursos naturales son una gran oportunidad para vencer ese neocolonialismo en cuanto a conocimiento y para superar lo más rápidamente la pobreza.

Queridos estudiantes, queridos directivos de esta universidad, queridos profesores, queridos amigos:

Creo en el talento humano; con este recurso se hace florecer los desiertos, y sin este se desertifica hasta el jardín más florido, como frecuentemente ha ocurrido en nuestra América. La educación es un derecho y también el mejor medio para alcanzar el Buen Vivir.

Creo firmemente en el poder transformador de la ciencia y la tecnología. Es más, en este poder, en esta ciencia y tecnología. Deposito gran parte de mi esperanza

en el futuro del planeta, en la sostenibilidad de nuestro modo de vida, en la posibilidad de alcanzar el Buen Vivir para toda la humanidad.

Desde hace mucho tiempo considero que cualquier intento de sintetizar en principios y leyes simplistas –llámense éstas el

Creo en la libertad individual, pero

libertad sin justicia es lo más parecido a

la esclavitud.


41

materialismo dialéctico, o el egoísmo racional– procesos tan complejos como el avance de las sociedades humanas, está condenado al fracaso. Y también estoy convencido de que los adelantos científicos y tecnológicos pueden generar mucho más bienestar; ser mayores motores de cambios sociales que cualquier lucha de clases o la búsqueda del lucro individual.

El desarrollo de la agricultura convirtió a la humanidad de nómada a sedentaria; la revolución industrial la transformó de rural a mayoritariamente urbana; y, mucho más recientemente, el espectacular avance de las tecnologías de la información transformó las sociedades industriales en sociedades del conocimiento.

Considero que los sistemas políticos, económicos y sociales que prevalecerán en el futuro serán los que permitan el mayor avance científico y tecnológico; así también, y esto es muy importante, su mejor aplicación será para el bien común.

Ecuador ha decidido fundamentar su desarrollo en la única fuente inagotable de su riqueza: EL TALENTO HUMANO, EL CONOCIMIENTO, LA CIENCIA, LA TECNOLOGÍA E INNOVACIÓN PARA ALCANZAR UN DESARROLLO SOSTENIDO Y TAMBIÉN SOBERANO.

Creo en la libertad individual, pero libertad sin justicia es lo más parecido a la esclavitud.

Y esa justicia no se logrará con una supuesta mano invisible que, como dice Joseph Stiglitz (premio Nobel de Economía), es tan invisible que nadie la ha visto. Por el contrario, la justicia se logrará con manos bastante visibles; la sociedad tomando conscientemente sus decisiones; es decir, la justicia se logra por medio de procesos políticos.

Creo que uno de los grandes errores de la izquierda tradicional fue negar los mercados; los mercados son una realidad económica, pero una cosa es tener sociedades CON mercado, y otra es tener sociedades DE mercado, donde vidas,

También estoy convencido de

que los adelantos científicos y

tecnológicos pueden generar mucho

más bienestar; ser mayores motores de cambios sociales que

cualquier lucha de clases o la búsqueda del lucro individual.


42

personas, y la propia sociedad se convierten en una mercancía más. El mercado, queridos jóvenes, es un gran siervo, pero un pésimo amo.

Y finalmente, creo que el gran desafío de la humanidad en el siglo XXI –la superación de la crisis y el desarrollo para los países pobres– es una

lucha esencialmente política, que empieza por liberar a las grandes mayorías del dominio de las élites para lograr la supremacía de los seres humanos sobre el capital, de la sociedad humana sobre el mercado, y para lograr el interés de nuestras naciones sobre los intereses de los países hegemónicos.

Aunque falta mucho por hacer, lo vital es que hemos recuperado la esperanza. Se va cumpliendo lo que decía Neruda: “Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad tus sueños”.

Muchas gracias universidad, muchas gracias estudiantes, y ¡hasta la victoria siempre, compañeros!

Rafael Correa DelgadoPRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

Discurso N° 04 "Talento humano, ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo: El caso...

Documents

Transcript of Discurso N° 04 "Talento humano, ciencia, tecnología e innovación para el desarrollo: El caso...