Descalzo, Martin - Vida y Misterio de Jesus de Nazaret (Seleccion)

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  • 8/13/2019 Descalzo, Martin - Vida y Misterio de Jesus de Nazaret (Seleccion)

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    Jos Luis Martn Descalzo

    VIDA Y MISTERIO DE JESS DE NAZARET(Seleccin)

    ENARNAI!N " #ENEALO#$AS

    Una simple lectura descubre al lector cosas extraas en esta lista. Por de pronto,Mateo y Lucas hacen sus genealogas en direcciones opuestas. Mateo asciende desde!brah"n a #es$s. Lucas ba%a desde #es$s hasta !d"n. Pero el asombro crece cuando &emos'ue las generaciones no coinciden. Mateo pone , Lucas **. + ambas listas coinciden entre!brah"n y a&id, pero discrepan entre a&id y -risto. n la cadena de Mateo, en esteperiodo, hay / eslabones, en la de Lucas . + para colmo 0en este tramo entre a&id y

    -risto slo dos nombres de las dos listas coinciden.Una mirada a$n m"s 1ina percibe m"s inexactitudes en ambas genealogas. Mateo

    coloca catorce generaciones entre !brah"n y a&id, otras catorce entre !brah"n y latransmigracin a 2abilonia y otras catorce desde entonces a -risto. !hora bien, la historianos dice 'ue el primer periodo dur 344 aos ('ue no pueden llenar 5 generaciones) y losotros dos 644 y 644.

    Si seguimos anali7ando &emos 'ue entre #oram y 8sas, Mateo se 9come: tres reyes;'ue entre #osas y #econas ol&ida a #oa

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    los herederos naturales, incluyendo legtimos e ilegtimos).

    M"s seria parece la opinin de 'uienes, con un me%or conocimiento del estilo bblico,a1irman 'ue los e&angelistas parten de unas listas &erdaderas e histricas, pero las elaboranlibremente con intencin cate'ustica. -on ello la rigurosa exactitud de la lista sera muchomenos interesante 'ue el contenido teolgico 'ue en ella se encierra.

    Luces y sombras en la lista de los antepasados

    A-u"l sera este contenidoB l cardenal anielou lo ha sealado con precisin@9Mostrar 'ue el nacimiento de #es$s no es un acontecimiento 1ortuito, perdido dentro de lahistoria humana, sino la reali7acin de un designio de ios al 'ue estaba ordenado todo elantiguo testamento:. entro de este en1o'ue, Mateo F'ue se dirige a los %udos en sue&angelio0 tratara de probar 'ue en #es$s se cumplen las promesas hechas a !brah"n ya&id. Lucas 0'ue escribe directamente para paganos y con&ertidos0 ba%ar"

    desde -risto hasta !d"n, para demostrar 'ue #es$s &ino a sal&ar, no slo a los hi%os de!brah"n, sino a toda la posteridad de !d"n. ! esta lu7 las listas e&angDlicas de%an de seraburridas y se con&ierten en conmo&edoras e incluso en apasionantes. scribe Guardini@

    HIuD elocuentes son estos nombresJ ! tra&Ds de ellos surgen de las tinieblas delpasado m"s remoto las 1iguras de los tiempos primiti&os. !d"n. penetrado por la nostalgiade la 1elicidad perdida del paraso; MatusalDn, el muy anciano; >oD. rodeado del terrible1ragor del dilu&io; !brah"n. al 'ue ios

    hi7o salir de su pas y de su 1amilia para 'ue 1ormase una alian7a con Dl; Ksaac, el hi%odel milagro, 'ue le 1ue de&uelto desde el altar del sacri1icio; #acob, el nieto 'ue luch con el"ngel de ios... HIuD corte de gigantes del espritu escoltan la espalda de este reciDnnacidoJ

    Pero no slo hay lu7 en esa lista. Lo &erdaderamente conmo&edor de esta genealoga

    es 'ue ninguno de los dos e&angelistas ha 9limpiado: la estirpe de #es$s. -uando hoyalguien exhbe su "rbol genealgico trata de ocultarlo, por lo menos, de no sacar a primerplano las 9manchas: 'ue en Dl pudiera haber; se oculta el hi%o ilegitimo y mucho m"s elmatrimonio &ergon7oso.

    >o obran as los e&angelistas. n la lista aparece 0y casi subrayado0 =arDs, hi%oincestuoso de #ud"; Salomn, hi%o adulterino de a&id. Los escritores bblicos no ocultan0seala -abode&illa0 'ue -risto desciende de bastardos.

    + digo 'ue casi lo subrayan por'ue no era 1recuente 'ue en las genealogas hebreasaparecieran mu%eres; a'u aparecen cuatro y las cuatro con historias tristes. Eres de ellasson extran%eras (una cananea, una moabita, otra hitita) y para los hebreos era unain1idelidad el matrimonio con extran%eros. Eres de ellas son pecadoras. Slo uth pone unanota de pure7a.

    >o se oculta el terrible nombre de Eamar, nuera de #ud", 'ue, deseando &engarse deDl, se &isti de cortesana y esper a su suegro en una oscura encruci%ada. e a'uelencuentro incestuoso naceran dos ascendientes de -risto@ =arDs y ara. + el e&angelista nolo oculta.

    + aparece el nombre de a%ab, pagana como uth. y 9mesonera:, es decir, ramera depro1esin. e ella engendr Salomn a 2oo7.

    + no se dice 0hubiera sido tan sencillo0 9a&id engendr a Salomn de 2etsabD:, sino,abiertamente, 9de la mu%er de Uras:.

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    Parece como si el e&angelista tu&iera especial interDs en recordarnos la historia delpecado de a&id 'ue se enamor de la mu%er de uno de sus generales, 'ue tu&o con ella unhi%o y 'ue, para ocultar su pecado, hi7o matar con re1inamiento cruel al esposo deshonrado.

    APor 'uD este casi descaro en mostrar lo 'ue cual'uiera de nosotros hubiera ocultadocon un &elo pudorosoB >o es a1"n de magni1icar la ascendencia de -risto, comoingenuamente pensaban los racionalistas del siglo pasado; tampoco es simple ignorancia.

    Los e&angelistas al subrayar esos datos est"nhaciendo teologa, est"n poniendo el dedo en una tremenda &erdad 'ue algunos

    piadosos 'uerran ocultar pero 'ue es exaltante para todo hombre de 1e@ -risto entr en lara7a humana tal y como la ra7a humana es, puso un prtico de pure7a total en el pen$ltimoescaln 0su madre Knmaculada0 pero acept, en todo el resto de su progenie, la realidadhumana total 'ue Dl &enia a sal&ar. ios, 'ue escribe con lineas torcidas entr por caminostorcidos, por los caminos 'ue0HayJ0 son los de la humanidad.

    #. L. M!EK> S-!L8

    NK!0MKSEK8O5.P"gs. 0/

    %ue &o'(re) no se *is+raz, *e &o'(rePienso 'ue Dste es un 1ragmento e&angDlico 9muy para nuestros das:. + entiendo mal

    cmo se habla tan poco de Dl en los p$lpitos. AEal &e7 por'ue, si a los no creyentes lesresulta di1cil o imposible aceptar 'ue -risto sea ios, a los creyentes les resulta... molestoreconocer 'ue -risto 1uera plenamente hombreB

    Si, eso debe de ser. Qay muchos cristianos 'ue piensan 'ue hacen un ser&icio a -ristopensando 'ue 1ue 9mas: ios 'ue hombre, 'ue se 9&isti: de hombre. pero no lo 1ue deltodo. -risto 0parecen pensar0 habra ba%ado al mundo como los obispos y los ministros 'ueba%an un da a la mina y se 1otogra1an 0Htan guaposJ0 a la salida, con tra%e y casco demineros. 8bispos y ministros saben 'ue esa 1otogra1a no les Chace: mineros; 'ue luego

    &ol&er"n a sus palacios y despachos. A+ de 'uD nos hubiera ser&ido a los hombres un ios9dis1ra7ado: de hombre, 9camu1lado: de hombre, 1otogra1iado 0por unas horas0 dehombreB

    -uesta a muchos aceptar la 9total: humanidad de -risto. Si un predicador se atre&e apintarle cansado, sucio, pol&oriento o comiendo sardinas, ilustres damas hablan 9del malgusto: cuando no &en here%a en el predicador. Pero no pensaban lo mismo los e&angelistasautores de las genealogas. + no piensa lo mismo la iglesia, tan celosa en de1ender ladi&inidad de -risto como su humanidad. >ada ha cuidado con tanto celo la sposa como la&erdad de la carne del sposo, se ha escrito con %usticia.

    Menos en el pecado 0'ue no es parte sustancial de la naturale7a humana0 se hi7o entodo a seme%an7a nuestra (O=lpO4O4*) dir" san Pablo. Una de las m"s antiguas 1rmulascristianas de 1e 0el Smbolo de pi1anio0 escribir"@ 2a% y se encarn, es decir, 1ueper1ectamente engendrado; se hi7o hombre,

    es decir, tom al hombre per1ecto, alma, cuerpo e inteligencia y todo cuanto el hombrees, excepto el pecado. l smbolo del concilio de Eoledo, en el ao 44, recordar" 'ue elcuerpo de -risto no era un cuerpo imaginario, sino slido y &erdadero. + tu&o hambre y sed,sinti el dolor y llor y su1ri todas las dem"s calamidades del cuerpo. >o por ser elnacimiento mara&illoso 0dir" poco despuDs el papa san Len Magno0 1ue en su naturale7adistinto de nosotros. Seis siglos m"s tarde se obligar" a los &aldenses 0con la amena7a deexcomunin, de no hacerlo0 a 1irmar 'ue -risto 1ue nacido de la Nirgen Mara con carne

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    &erdadera por su nacimiento; comi y bebi, durmi y, cansado del camino, descans,padeci con &erdadero su1rimiento de su carne, muri con muerte &erdadera de su cuerpo &resucit con &erdadera resurreccin de su carne. l concilio de Lyon recordar" 'ue -risto no1ue 9hi%o adopti&o: de la humanidad, sino ios &erdadero y hombre &erdadero, propio yper1ecto en una y otra naturale7a, no adopti&o ni 1ant"stico. + el concilio de =lorenciarecordar" el anatema contra 'uienes a1irman 'ue -risto nada tom de la Nirgen Mara, sino

    'ue asumi un cuerpo celeste y pas por el seno de la Nirgen, como el agua 1luye y correpor un acueducto.

    =ue literalmente nuestro hermano, entr en esta pobre humanidad 'ue nosotros1ormamos, por'ue en &erdad el -risto de nuestra tierra es tierra. ios tambiDn, pero tierratambiDn como nosotros.

    !hora entiendo por 'uD se me llenan de l"grimas los o%os cuando pienso 'ue si alguienhiciera un inmenso, inmenso, inmenso "rbol genealgico de la humanidad entera, en una deesas &erdaderas ramas estara el nombre de -risto, nuestro ios.

    + en otras, muy distantes pero parte del mismo "rbol, estaran nuestros sucios yhonradsimos nombres.

    -i.o *el /ue(lo .u*oUna segunda realidad encierran estas genealogas@ 'ue #es$s no slo 1ue hi%o y

    miembro de la ra7a humana, sino 'ue lo 1ue muy precisamente a tra&Ds del pueblo %udo.sto hay 'ue recordarlo sin rodeos, precisamente por'ue a &eces lo ocultan ciertas races deantisemitismo@ como acaba de recordar un reciente documento &aticano #es$s es hebreo ylo es para siempre. =ue %udo, 'uiso ser %udo, %am"s abdic de su condicin de miembro deun pueblo concreto al 'ue amaba apasionadamente y a cuya e&angeli7acin 'uiso reducirtoda su tarea personal.

    Eal &e7 en la historia hemos subrayado m"s de lo %usto su oposicin a 9los %udos:extendiendo la 1rmula del e&angelista #uan a todo su pueblo. s sin embargo un hecho 'uecontrariamente a una exDgesis demasiado 1"cil, pero muy extendida 0como escribe el padreupuy0 #es$s no nos ale%a de la tradicin del %udasmo. Eodo su pensamiento brota de latradicin %uda y aun cuando &ino a superar 0y en mucho0 la Ley y los pro1etas, nunca 'uisoabolirlos. Los e&angelios le muestran siempre respetuoso como un %udo obser&ante y 1iel,con la tor".

    Slo cuando las interpretaciones estrechas de esa ley se contraponen a su mensa%e deamor mucho m"s uni&ersal, seala el se os ha dicho, pero yo os digo. n todo caso ese&idente 'ue #es$s %am"s abdic de su pueblo ni de su sangre, la misma sangre 'ue recibide su madre %uda. sa 'ue, como un ro de esperan7as, subrayan los e&angelistas en susgenealogas.

    #. L. M!EK> S-!L8

    NK!0MKSEK8O5.P"gs. /0*4

    MAR$A

    0n 'isterio

    S, un misterio 'ue in&ita m"s a llorar de alegra 'ue a hablar. A-mo hablar de Maracon la su1iciente ternura, con la necesaria &erdadB A-mo explicar su sencille7 sin retricas

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    y su hondura sin palabrerasB A-mo decirlo todo sin in&entar nada, cuando sabemos tanpoco de ella, pero ese poco 'ue sabemos es tan &ertiginosoB Los e&angelios 0y es lo $nico'ue realmente conocemos con certe7a de ella0 no le dedican m"s all" de doce o catorcelineas. HPero cu"ntos misterios y cu"nto asombro en ellasJ

    Sabemos 'ue se llamaba Mara (Mir%am, un nombre al 'ue la piedad ha buscado m"sde sesenta interpretaciones, pero 'ue probablemente signi1ica slo 9seora:); sabemos 'ue

    era &irgen y deseaba seguir siDndolo, y 'ue 0primera parado%a0 estaba, sin embargo,desposada con un muchacho llamado #osD@ sabemos 'ue estaba 9llena de gracia: y 'ue&i&i permanentemente en la 1e... s poco, pero es ya muchsimo.

    Llena *e 1racia

    staba 9llena de gracia:. M"s@ era 9la llena de gracia:. l "ngel dir" 9llena de gracia:como 'uien pronuncia un apellido, como si en todo el mundo y toda la historia no hubieram"s Cllena de graciaC 'ue ella. + hasta los escrituristas insisten en el car"cter pasi&o 'ue ahtiene el &erbo llenar y piensan 'ue habra 'ue traducirlo 0con perdn de los gram"ticos09llenada de gracia:. ra una mu%er elegida por ios, in&adida de ios, inundada por ios.Eenia el alma como en prDstamo, re'uisada, expropiada para utilidad p$blica en una gran

    tarea.>o 'uiere esto decir 'ue su &ida hubiera estado hasta entonces llena de milagros, 'ue

    las &aras secas 1lorecieran de nardos a su paso o 'ue la prima&era se adelga7ara al ro7ar su&estido. Iuiere simplemente decir 'ue ios la posea mucho m"s 'ue el esposo posee a laesposa. l misterio la rodeaba con esa muralla de soledad 'ue circunda a los nios 'ue&i&en ya desde pe'ueos una gran &ocacin. >o hubo seguramente milagros en su in1ancia,pero s 1ue una nia distinta, una nia 9rara:. 8 m"s exactamente@ misteriosa. La presenciade ios era la misma ra7 de su alma. 8rar era, para ella, respirar, &i&ir.

    Seguramente este mismo misterio la torturaba un poco. Por'ue ella no entenda.A-mo iba a entenderB Se senta guiada, conducida. Libre tambiDn, pero arrastradadulcemente, como un nio es conducido por la amorosa mano de la madre. La lle&aban dela mano, eso era.

    Muchas &eces debi de preguntarse por 'uD ella no era como las dem"s muchachas,por 'uD no se di&erta como sus amigas, por 'uD sus sueos parecan &enidos de otroplaneta. Pero no encontraba respuesta. Saba, eso si, 'ue un da todo tendra 'ue aclararse.+ esperaba.

    speraba entre contradicciones. APor 'uD 0por e%emplo0 haba nacido en ella a'uel9absurdo: deseo de permanecer &irgenB Para las mu%eres de su pueblo y su tiempo Dsta erala mayor de las desgracias. l ideal de todas era en&e%ecer en medio de un escuadrn dehi%os rode"ndola 9como retoos de oli&os: (Sal 5*, ?), llegar a &er 9los hi%os de los hi%osde los hi%os: (Eob 3, 55). Sabia 'ue 9los hi%os son un don del Seor y el 1ruto de lasentraas una recompensa: (Sal 5, ?). Qaba &isto cmo todas las mu%eres bblicasexultaban y cantaban de go7o al derrotar la esterilidad. ecordaba el llanto de #e1tD y suslamentos no por la pena de morir, sino por la de morir &irgen, como un "rbol cortado por lamitad del tronco.

    Saba 'ue esta &irginidad era a$n m"s extraa en ella. A>o era acaso de la 1amilia dea&id y no era de esta estirpe de donde saldra el Sal&adorB enunciando a la maternidad,renunciaba tambiDn a la m"s mara&illosa de las posibilidades. >o, no es 'ue ella seatre&iera si'uiera a imaginarse 'ue ios poda elegirla para ese &ertiginoso prodigio 0Cyo,yo: pensaba asust"ndose de la simple posibilidad0 pero, aun'ue 1uera imposible, Apor 'uDcerrar a cal y canto esa mara&illosa puertaB

    S, era absurdo, lo saba muy bien. Pero saba tambiDn 'ue a'uella idea de ser &irgen

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    la haba plantado en su alma alguien 'ue no era ella. A-mo podra oponerseB Eemblabaante la sola idea de decir 9no: a algo pedido o insinuado desde lo alto. -omprenda 'uehumanamente tenan ra7n en su casa y en su &ecindario cuando decan 'ue a'uel proyectosuyo era locura. + aceptaba sonriendo las bromas y los comentarios. S, tenan ra7n lossuyos@ ella era la loca de la 1amilia, la 'ue habla elegido el 9peor: partido. Pero la mano 'uela conduca la haba lle&ado a a'uella extraa playa.

    Por eso tampoco se opuso cuando los suyos decidieron desposarla con #osD. sto no loentenda@ A-mo 'uien sembr en su alma a'uel ansia de &irginidad aceptaba ahora 'ue lebuscasen un esposoB Knclin la cabe7a@ la &oluntad de ios no poda oponerse a la de suspadres. ios &era cmo combinaba &irginidad y matrimonio. >o se puso si'uiera ner&iosa@cosas m"s grandes haba hecho ios. ecidi seguir esperando.

    l saber 'ue era #osD el elegido debi de tran'uili7arla mucho. ra un buen muchacho.

    lla lo sabia bien por'ue en >a7aret se conocan todos. Un muchacho 9%usto ytemeroso de ios:, un poco raro tambiDn, como ella. n el pueblo debieron de comentarlo@9Eal para cual:. Qacan buena pare%a@ los dos podan cobi%arse ba%o un mismo misterio,a'uel 'ue a ella la posea desde siempre.

    A-ont a #osD sus proyectos de permanecer &irgenB Probablemente no. APara 'uDB Si

    era interDs de ios el 'ue siguiera &irgen, Dl se las arreglarla para conseguirlo. nde1initi&a, a'uel asunto era m"s de ios 'ue suyo. Iue Dl lo resol&iera. sper.

    A la so'(ra *e la /ala(ra *e Dios

    !s &i&a a'uel tiempo la muchacha. eba de tener trece o catorce aos@ a esta edadsolan desposarse las %&enes de su tiempo. Pero a &eces pareca mucho m"s nia 0por supure7a0 y a &eces mucho mayor 0por su extraa madure70. speraba. Eodos esperaban pora'uel tiempo, aun'ue puede 'ue cada uno aguardase cosas di1erentes.

    Los m"s esperaban, simplemente, salir de a'uella humillacin en 'ue &i&an@ su pasin&adido por extran%eros, el reino de a&id con&ertido en un despo%o, su 1amiliaempobrecida y miserable. Ni&an tensos de expectacin como todos los humillados. Saban'ue el libertador &endra de un momento a otro y ol1ateaban esa &enida como perroshambrientos.

    Ares t$ el 'ue ha de &enir o tenemos 'ue seguir esperando a otroB (Mt 55, ?),preguntara aos m"s tarde #uan 2autista. speraban y desesperaban al mismo tiempo. !&eces les pareca 'ue el Mesas era un hermoso sueo 'ue in&entaban en las sinagogas parahacerles m"s lle&adero el pan de la escla&itud.

    lla esperaba sin desesperar. Probablemente por'ue estaba a la espera de algo muydi1erente 'ue los dem"s. Le esperaba a Dl, no por'ue 1uera a liberarla a ella, ni si'uiera

    por'ue 1uera el libertador. Saba 'ue simplemente con 'ue Dl &iniera 0aun'ue ellossiguieran escla&os y miserables0 el mundo ya habra cambiado. >o pensaba si'uiera en elmal 'ue Dl iba a borrar, sino en la lu7 'ue Dl iba a traer. >o le angustiaban las tinieblas,

    soaba la lu7.Las tinieblas, cuando Dl llegara, se iran por si solas. + mientras Dl &ena, alimentaba su

    esperan7a en la lu7 'ue ya tenan@ la lu7 de la palabra de ios, las pro1ecas, los salmos. Lospintores gustan siempre de presentarla con un libro en las manos cuando lleg el "ngel.Pero Asabia leer MaraB AEenia, adem"s, dinero para comprar los entonces carsimos librosBSD de muchos 'ue se escandali7an ante la idea de 'ue Mara 1uese anal1abeta. Pero es lom"s probable. La mu%er era entonces lo $ltimo del mundo y en a'uel rincn del planeta elni&el cultural era de lo mas n1imo. >o saber leer y escribir era lo m"s corriente. + Mara0menos en la gracia0 era de lo m"s corriente. ! #es$s le &eremos leyendo en la sinagoga y

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    escribiendo en el suelo. e Mara nada se nos dice. Pero el saber leer o no, en nadaoscurece su plenitud de gracia.

    Lo 'ue si podemos asegurar es 'ue conoca la scritura como la tierra 'ue pisaba.-uando el "ngel hable, mencionar" al 9hi%o del !ltsimo:, citar" el 9trono de a&id, supadre:, dir" 'ue ha de 9reinar sobre la casa de #acob: (Lc 5, ?0??). + Mara entender"per1ectamente a 'uD est" aludiendo. La &eremos tambiDn m"s tarde, en el Magni1icat,

    impro&isando un canto 'ue es un puro te%ido de 1rases del antiguo testamento. Sloimpro&isa as, 'uien conoce esos textos como la palma de su mano.

    Supiera leer, pues, o no, lo cierto es 'ue la palabra de ios era su alimento. Sabia,probablemente, de memoria docenas de salmos y poemas pro1Dticos. n el mundo ruralsiempre se ha tenido buena memoria y m"s a$n entre los pueblos orientales. =la&io #ose1ocuenta 'ue muchos %udos de a'uel tiempo saban repetir los textos de la ley con menostropie7os 'ue sus propios nombres. +, adem"s, aprendemos 1"cilmente lo 'ue amamos.

    n la sinagoga repetan, s"bado tras s"bado, a'uellas palabras de esperan7a. + Maralas habla hecho ya tan suyas como su misma sangre. Sobre todo las 'ue hablaban delMesas. !'uellas alegres y misteriosas del salmo 543@

    i%o el Seor a mi Seor@

    siDntate a mi diestramientras pongo a tus enemigos

    como escabel de tus pies

    n el da de tu podero

    eres rey en el esplendor de la santidad.

    e mis entraas te he engendrado

    antes 'ue el lucero de la maana.

    + a'uellas otras tan terribles y desgarradoras@

    Pero yo soy un gusano,

    ya no soy un hombre,

    ludibrio para la gente,

    desprecio para el pueblo.

    Eodos los 'ue me &en se burlan

    tuercen sus labios,

    sacuden su cabe7a...

    Me rodea una %aura de perros,

    me asedia una banda de mal&ados.

    Qan horadado mis manos y mis pies,

    han contado todos mis huesos... (Sal . *05*).

    Eemblaba al or estas cosas. eseaba 'ue &iniera a'uel rey en el esplendor de lasantidad (Ks 4, ?). Pero su cora7n se abra al pre&erlo rodeado de una %aura de humanos.ASe atre&a alguna &e7 a imaginar 'ue ella Clo engendrara de sus entraas:B Sonreira deslo imagin"rselo. >o, el mar no caba en su mano. + ella estaba loca pero no tanto. entro

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    del misterio en 'ue &i&a 0y aun'ue sabia 'ue todo poda ocurrir0 su cora7n imaginaba paraella una &ida mansa como un ro sin torrentes ni cataratas. + a'uel matrimonio con #osD, elartesano, pareca garanti7arlo@ &i&ira en ios y en ios morira. >unca la historia hablarade ella. Qubiera 1irmado una &ida tan serena como a'uella 'ue estaba &i&iendo a'uellamaana, una hora antes de 'ue apareciera el "ngel. !un'ue... Apor 'uD &ibraba de a'uellamanera su cora7nB AIuD temor era a'uel 'ue 'uedaba siempre al 1ondo de su alma de

    muchacha solitariaB APor 'uD ios estaba tan &i&o en ella y por 'uD su alma estaba tanabierta y tan &aca de todo lo 'ue no 1uera ios, como si alguien estu&iera preparandodentro de ella una moradaB =ue entonces cuando lleg el "ngel.

    (RM!EK>0S-!L80#L. NK!0MKSEK8O5.P"gs. *0*)

    0n /ro(le'a *e +on*o

    !hora, antes de entrar en la anunciacin, tenemos 'ue detenernos para 1ormularnosuna pregunta de 1ondo@ Al encuentro de Mara y el "ngel, tal y como lo narra Lucas, es lanarracin de un hecho rigurosamente histrico o slo la 1orma literaria de expresar un

    hondo misterio teolgicoBs un hecho 'ue los dos primeros capitulas de Lucas di1ieren claramente, tanto en su

    contenido como en su estilo, de todo el resto de su e&angelio. n ninguna otra p"ginaencontramos, en tan corto periodo de tiempo, tantos milagros, tantos sueos, tanto ir y&enir de "ngeles. Kncluso el lengua%e es peculiar, lleno de semitismos, 'ue hacen pensar alos in&estigadores 'ue el e&angelista us a'u una 1uente distinta, 'ui7" un texto preescritopor otra persona.

    Qasta la Dpoca m"s reciente, la piedad y la ciencia han coincidido en &er en estasp"ginas una rigurosa narracin histrica y a$n hoy muchos exegetas siguen &iDndolo as.Pero incluso los telogos 'ue reconocen la rigurosa historicidad de lo 'ue esos dos primeroscaptulos lucanos cuentan, est"n muy le%os de pensar 'ue, por e%emplo, en la p"gina de laanunciacin estemos ante una transcripcin ta'uigr"1ica o magneto1nica de una &erdadera

    con&ersacin entre Mara y el "ngel. AIuiDn la habra transmitido, si sucedi sin testigosBAMerece hoy &alor la piadosa tradicin 'ue piensa 'ue Lucas traba% sobre los recuerdos deMara, 'ue hubieran sido contados al e&angelista por ella misma, $nico testigo humano de laescenaB

    Los enemigos del cristianismo 0e incluso algunos telogos0 descali1ican estas escenascomo algo puramente legendario, in&entado por Lucas para llenar el desconocido &aco delos comien7os de la &ida de #es$s, 'ue, sin duda, 'uerra conocer la piedad de los primeroscristianos. Pero, hoy, la ciencia m"s seria se ale%a tanto de un puro literalismo como de unainterpretacin simplemente legendaria y acepta la historicidad 1undamental de lo narrado enesas p"ginas, aun'ue recono7ca tambiDn 'ue Lucas aport una 1orma literaria a esasp"ginas para expresar lo 1undamental de su teologa@ la misteriosa encarnacin de #es$s,hecha por obra directa de ios a tra&Ds de Mara. Subrayan estos telogos un dato

    1undamental para entender esta escena@ 'ue esos dos captulos son un tapi7 tren7ado conhilos tomados del antiguo testamento como escribe McQugh. 1ecti&amente@ La Kglesiaprimiti&a se puso a reexaminar el mensa%e del antiguo testamento a la lu7 de la &enida de-risto, a 1in de descubrir y explicar el sentido pro1undo 'ue se hallaba oculto en sus textospro1Dticos. !s 'ue es normal 'ue describiera todo lo 'ue rodea el nacimiento de -risto a lalu7 de los cinco elementos tpicos 'ue aparecen en &arios relatos &eterotestamentarios delos nacimientos de los grandes persona%es. Qay, de hecho, un es'uema idDntico en elnacimiento de #es$s y en los de Ksmael, Ksaac, Sansn y Samuel@ aparicin de un "ngel 'ueanuncia; temor por parte de la madre; saludo en el 'ue el "ngel llama a la madre por su

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    nombre con un cali1icati&o honor1ico; mensa%e en el 'ue se le dice 'ue concebir" y dar" alu7 un hi%o y se le explica 'uD nombre deber" ponerle; ob%ecin por parte de la madre yseal de 'ue lo 'ue se anuncia se cumplir" por'ue est" decidido por ios. ste es eles'uema literario 'ue seguir" Lucas para con1irmar 'ue en -risto se reali7a lo tantas &ecesanunciado en las scrituras y para expresar, de un modo humano. lo inexpresable de estaconcepcin.

    Por ello tendremos 'ue leer todo este relato a dos luces, sabiendo 'ue es mucho m"simportante su contenido teolgico, expresin de una realidad histrica y no legendaria, 'uesu recubrimiento en los detalles, 'ue ayudan a nuestro cora7n y a nuestra 1e a &i&ir esepro1undo misterio transmitido por las palabras de Lucas. Le"moslo as.

    La narracin de Lucas Eodo empe7 con un "ngel y una muchacha. l "ngel se llamabaGabriel. La muchacha Mara. lla tena slo catorce aos. l no tena edad. + los dosestaban desconcertados.

    lla por'ue no acababa de entender lo 'ue estaba ocurriendo. l, por'ue entenda muybien 'ue con sus palabras estaba empu%ando el 'uicio de la historia y 'ue all, entre ellos,estaba ocurriendo algo 'ue Dl mismo apenas se abre&ia a soar.

    La escena ocurra en >a7aret, ciento cincuenta a7aret es hoy una hermosa ciudad de ?4.444 habitantes. ecuerdo a$n sus casas blancas,tendidas al sol sobre la 1alda de la montaa, alternadas con las lan7as de cientos decipreses y rodeada por &erdes campos cubiertos de oli&os e higueras.

    Qace dos mil aos los campos eran m"s secos y la hermosa ciudad de hoy no exista.Se dira 'ue ios hubiera elegido un pobre teln de 1ondo para la gran escena. >a7aret eraslo un poblacho escondido en la hondonada, sin m"s salida 'ue la 'ue, por una estrechagarganta, conduce a la bella planicie de sdreln. Un poblacho del 'ue nada sabramos si enDl no se hubieran encontrado este "ngel y esta muchacha. l antiguo testamento ni si'uieramenciona su nombre. Eampoco aparece en =la&io #ose1o, ni en el Ealmud. AIuD habra 'uedecir de a'uellas cincuenta casas agrupadas en torno a una 1uente y cuya $nica ra7n deexistir era la de ser&ir de descanso y alimento a las cara&anas 'ue cru7aban hacia el norte y

    buscaban agua para sus cabalgaduras. Ae >a7aret puede salir algo buenoB (#n 5, ),preguntar" un persona%e e&angDlico cuando alguien pronuncie, aos despuDs, ese nombre.Las rias y tri1ulcas 0tan 1recuentes en los po7os donde se %untan cara&anas y extraos0 eralo $nico 'ue la 1ama una al nombre de >a7aret. + no tenan me%or 1ama las mu%eres delpueblo@ ! 'uien ios castiga 0re7aba un adagio de la Dpoca0 le da por mu%er unana7aretana.

    + una na7aretana era la 'ue, temblorosa, se encontrar" hoy con un "ngelresplandeciente de blanco. La tradicin oriental coloca la escena en la 1uente del pueblo; ena'uella 0'ue a$n hoy se llama 9de la Nirgen:0 a la 'ue iban todas las mu%eres de la aldea,lle&ando sobre la cabe7a 0tumbado a la ida, enhiesto al regreso0 un c"ntaro de arcilla negracon re1le%os a7ules. n a'uel camino se habra encontrado Mara con el apuesto muchacho0los pintores orientales a$n lo pintan as0 'ue le dirigira las m"s bellas palabras 'ue se han

    dicho %am"s.Pero el texto e&angDlico nos dice 'ue el "ngel Centr: a donde estaba ella. Podemos,

    pues, pensar 'ue 1ue en la casa, si es 'ue se podan llamar 9casas: a'uellas co&achas

    semitroglodticas.

    ! los poetas y pintores no les gusta este decorado. esde la galera esbelta 0dir" #uanamn #imDne70 se &ea el %ardn. Leonardo situar" la escena en un bello %ardn 1lorentino,tierno de cipreses. =ray !ngDlico elegir" un prtico %unto a un tro7o de %ardn directamenterobado del paraso. Pero ni galera, ni %ardn, ni prtico. ios no es tan ex'uisito... La 9casa:

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    de Mara deba ser tal y como hoy nos muestran las exca&aciones ar'ueolgicas@ mediogruta, medio casa, habitacin compartida probablemente con el establo de las bestias; sinm"s decoracin 'ue las paredes desnudas de la piedra y el adobe; sin otro mobiliario 'uelas esterillas 'ue cubran el suelo de tierra batida; sin reclinatorios, por'ue no se conocan;sin sillas, por'ue slo los ricos las posean. Sin otra ri'ue7a 'ue las manos blancas de lamuchacha, sin otra lu7 'ue el 1ulgor de los &estidos angDlicos, relampagueantes en la

    oscuridad de la casa sin &entanas. >o hubo otra lu7. >o se cubri la tierra de lu7 alboro7ada(como escribe poDticamente osales, con ese a1"n, tan humano, de 9ayudar: a ios ahacer 9bien: las cosas). >o 1lorecieron de repente los lirios ni las campanillas. Slo 1ue eso@un "ngel y una muchacha 'ue se encontraron en este desconocido suburbio del mundo, enla limpia pobre7a de un ios 'ue sabe 'ue el prodigio no necesita decorados ni 1ocos.

    El 2n1el se lla'a(a #a(riel

    Lo m"s sorprendente de la &enida del "ngel es 'ue Mara no se sorprendiera al &erle.Se turb de sus palabras, no de su presencia. econoci, incluso, 'ue era un "ngel, a pesarde su apariencia humana y aun'ue Dl no dio la menor explicacin.

    Su mundo no era el nuestro. l hombre de hoy tan inundado de tele&isores, de coches

    y 1rigor1icos mal puede entender la presencia de un "ngel. so 0piensa0 est" bien para loslibros de estampas de los nios, no para la realidad nuestra de cada da.

    l uni&erso religioso de Mara era distinto. Un "ngel no era para ella una 1"bula, sinoalgo misterioso, s, pero posible. !lgo 'ue poda resultar tan cotidiano como un %arrn y tan&erosmil como una 1lor brotando en un %ardn. l antiguo testamento 0el alimento de sualma0 est" lleno de "ngeles. La existencia de "ngeles y arc"ngeles 0dir" san GregorioMagno0 la testi1ican casi todas las p"ginas de la sagrada scritura. ! Mara pudo asombrarleel 'ue se le apareciera a ella, no el 'ue se apareciera. Las p"ginas 'ue oa leer los s"badosen la sinagoga hablaban de los "ngeles sin redoble de tambores, con 9normalidad:. + connormalidad le recibi Mara.

    n su apariencia era posiblemente slo un bello muchacho. n el nue&o testamentonunca se pinta a los "ngeles con alas. Se les describe &estidos de t$nicas 9blancas:,

    9resplandecientes:, 9brillantes:. l "ngel 'ue encontraremos al lado del sepulcro tena elaspecto como el rel"mpago y sus &estiduras blancas como la nie&e (Lc , ). !s &eraMara a Gabriel, con una me7cla de %$bilo y temblor, mensa%ero de sal&acin a la &e7 'uedeslumbrante y terrible.

    Se llamaba Gabriel, dice el texto de Lucas. Slo dos "ngeles toman nombre en elnue&o testamento y en los dos casos sus nombres son m"s descripciones de su misin 'uesimples apelati&os@ Miguel ser" resumen de la pregunta 9AIuiDn como iosB:; Gabriel es el91uerte de ios: o el 9ios se ha mostrado 1uerte:. La dDbil pe'uee7 de la muchacha y la1ortale7a de todo un ios se encontraban as, como los dos polos de la m"s alta tensin.

    + el "ngel (9"ngel: signi1ica 9mensa%ero:) cumpli su misin, reali7"ndose enpalabras@H!lDgrate, llena de graciaJ Hl Seor est" contigoJ (Lc 5, ).

    Si la presencia luminosa del "ngel haba llenado la pe'uea habitacin, a'uellabien&enida pareci llenarla mucho m"s. >unca un ser humano haba sido saludado con

    palabras tan altas. Parecidas s, iguales no. Por eso 9se turb: la muchacha. >o sehaba estremecido al &er al "ngel, pero s al orle decir a'uellas cosas. + no era temblor delos sentidos. ra algo m"s pro1undo@ &Drtigo.

    l e&angelista puntuali7a 'ue la muchacha consideraba 'uD poda signi1icar a'uelsaludo (LcO45O3). e1lexionaba, es decir@ su cabe7a no se haba 'uedado en blanco, comocuando nos sacude algo terrible. aba &ueltas en su mente a las palabras del "ngel.

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    staba, por tanto, serena. Slo 'ue en a'uel momento se le abra ante los o%os unpaisa%e tan enorme 'ue casi no se atre&a a mirarlo.

    n la &ida de todos los hombres 0se ha escrito0 hay un secreto. La mayora muere sinllegar a descubrirlo. Los m"s mueren, incluso, sin llegar a sospechar 'ue ese secreto exista.Mara conoca muy bien 'ue dentro de ella haba uno enorme. + ahora el "ngel pareca'uerer dar la cla&e con 'ue comprenderlo. + la traa de repente, como un rel"mpago 'ue en

    una dDcima de segundo ilumina la noche. La mayora de los 'ue logran descubrir su secretolo hacen lentamente, exca&ando en sus almas. ! Mara se le encenda de repente, como unaantorcha. + todos sus trece aos 0tantas horas de sospechar una llamada 'ue no sabia para'uD0 se le pusieron en pie, como con&ocados. + lo 'ue el "ngel pareca anunciar era muchom"s ancho de lo 'ue %am"s se hubiera atre&ido a imaginar. Por eso se turb, aun'ue a$n nocomprenda.

    Luego el "ngel sigui como un consuelo@ >o temas. i%o estas palabras como 'uienpone la &enda en una herida, pero sabiendo muy bien 'ue la turbacin de la nia era

    %usti1icada. Por eso prosigui con el mensa%e terrible a la &e7 'ue %ubiloso@ Qas halladogracia delante de ios. Mira, &as a concebir y dar a lu7 un hi%o, a 'uien pondr"s por nombre#es$s. Ser" grande y ser" llamado Qi%o del !ltsimo. ios, el Seor, le dar" el trono de supadre a&id; reinar" en la casa de #acob eternamente y su reino no tendr" 1in (Lc 5, ?40

    ??).

    0n silencio inter'ina(le

    A-u"nto dur el silencio 'ue sigui a estas palabrasB Eal &e7 dDcimas de segundo, tal&e7 siglos. La hora era tan alta 'ue 'ui7" en ella no rega el tiempo, sino la eternidad.-iertamente para Mara a'uel momento 1ue inacabable. Sinti 'ue toda su &ida seconcentraba y se organi7aba como un rompecabe7as. mpe7aba a entender por 'uD a'ueldoble deseo suyo de ser &irgen y 1ecunda; &islumbraba por 'uD haba esperado tanto y por'uD tena tanto miedo a su esperan7a. mpe7aba a entenderlo, slo 9empe7aba:. Por'uea'uel secreto suyo, al iluminarlo el "ngel se abra sobre otro secreto y Dste, a su &e7, sobreotro m"s pro1undo@ como en una galera de espe%os. Eerminara de entenderlo el da de la

    resurreccin, pero lo 'ue ahora &islumbraba era ya tan enorme 'ue la llenaba, al mismotiempo, de alegra y de temor. La llenaba, sobre todo, de preguntas.

    !lgo estaba claro, sin embargo@ el "ngel hablaba de un nio. e un nio 'ue deba serconcebido por ella. 9APor... ellaB: Su &irginidad subi a la punta de su lengua. >o por'ue1uera una solterona puritana aterrada ante la idea de la maternidad. !l contrario@ ser1ecunda en ios era la parte me%or de su alma. Pero el camino para esa 1ecundidad erademasiado misterioso para ella y sabia 'ue a'uel proyecto suyo de &irginidad era lo me%or,casi lo $nico, 'ue ella habla puesto en las manos de ios, como prueba de la plenitud de suamor. ra esa plenitud lo 'ue pareca estar en %uego. >o dudaba de la palabra del "ngel,era, simplemente, 'ue no entenda. Si le pedan otra 1orma de amor, la darla; pero no'uera amar a ciegas.

    Por eso pregunt, sin temblores, pero conmo&ida@ A-mo ser" eso, pues yo no

    cono7co &arnB La pregunta era, a la &e7, tmida y decidida. Knclua ya la aceptacin de lo'ue el "ngel anunciaba, pero peda un poco m"s de claridad sobre algo 'ue, para ella, eramuy importante.

    + el "ngel aclar@ l spritu santo &elar" sobre ti y la &irtud del !ltsimo te cubrir" consu sombra. Por eso lo Santo 'ue nacer" de ti, ser" llamado Qi%o de ios. Mara habla pedidouna aclaracin; el "ngel aportaba dos, no slo respecto al modo en 'ue se reali7ara a'uelparto, sino tambiDn y, sobre todo, respecto a IuiDn seria el 'ue iba a nacer de modo tanextraordinario. AIui7" el "ngel aportaba dos respuestas por'ue comprenda 'ue Mara haba'uerido hacer dos preguntas y 1ormulado slo la menos &ertiginosaB

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    Por'ue en &erdad Mara haba empe7ado a entender@ lo importante no era 'ue ena'uel momento se aclarase el misterio de su &ida; lo capital es 'ue se aclaraba con unnue&o misterio in1initamente m"s grande 'ue su pe'uea &ida@ en sus entraas iba a nacerel sperado y, adem"s, el sperado era mucho m"s de lo 'ue nunca ella y su pueblo sehaban atre&ido a esperar.

    Iue la &enida 'ue el "ngel anunciaba era la del Mesas no era muy di1cil de entender.

    l "ngel haba dado muchos datos@ el Qi%o del !ltsimo, el 'ue ocupara el trono de su padrea&id, el 'ue reinara eternamente. Eodas estas 1rases eran 1amiliares para la muchacha.Las haba odo y meditado miles de &eces. !l orlas &ino, sin duda, a su mente a'uel pasa%ede Ksaas 'ue los galileos conocan me%or 'ue nadie por'ue en Dl se hablaba expresamentede su despreciada comarca.

    -ubrir" ios de gloria el camino %unto al mar, la regin del otro lado del #ord"n y laGalilea de los gentiles. l pueblo 'ue andaba entre tinieblas &e una gran lu7.. Por'ue nos hanacido un nio y se nos ha dado un hi%o; sobre sus hombros descansa el seoro, sunombre@ !dmirable, -onse%ero, ios 1uerte, Padre de la eternidad, Prncipe de la pa7. Sudominio alcan7ar" le%os y la pa7 no tendr" 1in. Se sentar" en el trono de a&id y reinar" ensu reino, a 1in de a1ian7arlo y consolidarlo desde ahora hasta el 1in de los siglos (Ks 3, 50).

    Si, era de este nio de 'uien hablaba el "ngel. iba a nacer de sus entraas. + su1ruto seria llamado Qi%o de ios. A-mo no sentir &DrtigoB

    La &ora *e la &o1uera

    !hora era el "ngel 'uien esperaba en un nue&o segundo interminable. >o era 1"cilaceptar, ciertamente. l problema de cmo se reali7ara el nacimiento haba 'uedadodesbordado por a'uellas terribles palabras 'ue anunciaban 'uD seria a'uel nio. EampocoMara ahora comprenda. !ceptaba, si, aceptaba ya antes de responder, pero lo 'ue el "ngeldeca no poda terminar de entrar en su pe'uea cabe7a de criatura. !lgo s, estaba yaclaro@ ios estaba multiplicando su alma y pidiDndole 'ue se la de%ara multiplicar.

    >o era acercarse a la 7ar7a ardiendo de ios, era lle&ar la llamarada dentro. sto loentendi muy bien@ sus sueos de muchacha haban terminado. !'uel ro tran'uilo en 'ue&ea re1le%ada su &ida se con&erta, de repente, en un torrente de espumas... y de sangre.S, de sangre tambiDn. lla lo sabia. >o se puede entrar en la hoguera sin ser carboni7ado.Su pe'uea &ida haba de%ado de pertenecerle. !hora sera arrastrada por la catarata deios. l "ngel apenas deca la mitad de la &erdad@ hablaba del reinado de a'uel nio. Peroella saba 'ue ese reinado no se reali7ara sin sangre. Nol&a a recordar las palabras delpro1eta@ +o soy un gusano, ya no soy un hombre; han taladrado mis manos y mis pies;traspasado por nuestras ini'uidades, molido por nuestros pecados ser" conducido comoo&e%a al matadero... (Ks 6?). Eodo esto lo sabia. S, era ese espanto lo 'ue peda el "ngel.Iue 1uera, s, madre del 9hi%o del !ltsimo:, pero tambiDn del 9&arn de dolores:.

    Eemblaba. A-mo no iba a temblarB Eenia catorce aos cuando empe7 a hablar el

    "ngel. + era ya una mu%er cuando Gabriel concluy su mensa%e. 2eba aos. -reca. -uandouna adolescente da a lu7 decimos@ 9Se ha hecho mu%er:. !s ella, en a'uella dDcima desegundo.

    + el "ngel esperaba, temblando tambiDn. >o por'ue dudase, sino por'ue entenda. Unpoeta 0P.M. -asald"liga0 lo ha contado as@

    -omo si ios tu&iera 'ue esperar un permiso...

    Eu palabra seria la segunda palabra

    y ella recrearla el mundo estropeado

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    como un %uguete muerto 'ue &ol&iera a latir s$bitamente.

    e eso, s, se trataba@ del destino del mundo, pendiente, como de un hilo, de unoslabios de mu%er.

    + en el mundo no sonaron campanas cuando ella abri los labios. Pero, sin 'ue nadie

    se enterara, el 9%uguete muerto: comen7 a latir. Por'ue la muchacha0mu%er di%o@ Qe a'ula escla&a del Seor. Q"gase en mi seg$n tu palabra. i%o 9escla&a: por'ue sabia 'ue desdea'uel momento de%aba de pertenecerse. i%o 9h"gase: por'ue 9a'uello: 'ue ocurri en suseno slo poda entenderse como una nue&a creacin.

    >o sabemos cmo se 1ue el "ngel. >o sabemos cmo 'ued la muchacha. Slosabemos 'ue el mundo haba cambiado. =uera, no se abrieron las 1lores. =uera, 'uieneslabraban la tierra siguieron traba%ando sin 'ue si'uiera un olor les anunciase 'ue algo habaocurrido. Si en oma el emperador hubiera consultado a su espe%ito m"gico sobre si seguasiendo el hombre m"s importante del mundo, nada le habra hecho sospechar 'ue en la otrapunta del mundo la historia haba girado. Slo ios, la muchacha y un "ngel lo saban.

    ios haba empe7ado la prodigiosa a&entura de ser hombre en el seno de una mu%er.

    A la altura *el coraz,n

    A=ue todo asB A8 sucedi todo en el interior de MaraB ANio realmente a un "ngel o lallamada de ios se produ%o m"s misteriosamente a$n, como siempre 'ue habla desde elinterior de las concienciasB >o lo sabremos nunca. Pero lo 'ue sabemos es bastante@ 'ueios eligi a esta muchacha para la tarea m"s alta 'ue pudiera soar un ser humano; 'ueno impuso su decisin, por'ue Dl no impone nunca; 'ue ella asumi esa llamada desde una1e oscura y luminosa; 'ue ella acept con a'uel cora7n 'ue tanto haba esperado sin sabera$n 'uD; 'ue el mismo ios 0sin obra de &arn0 hi7o nacer en ella la semilla del 'ue seriaQi%o de ios &i&iente. AIuD importan, pues, los detallesB AIuD podra aportar un "ngel m"so menosB Eal &e7 todo ocurri a la altura del cora7n. >o hay altura mas &ertiginosa.

    #8S LUKS M!EK> S-!L8

    NK! + MKSEK8 #SUS >!!EO5.P"gs. *0/

    MA#NI%IAT

    0n &i'no su(3ersi3o

    Por eso ya no retu&o su entusiasmo. + toda la oracin de a'uellos cinco das de &ia%e9estall: en un canto. icciotti recuerda 'ue en 8riente la alegra conduce 1"cilmente alcanto y la impro&isacin poDtica. !s cant Mara, la hermana de MoisDs; as Dbora, lapro1etisa; as !na, la madre de Samuel. !s estallan en cantos y oraciones a$n hoy las

    mu%eres semitas en las horas de go7o.

    n el canto de Mara se encuentran todas las caractersticas de la poesa hebrea@ elritmo, el estilo, la construccin, las numerosas citas. n rigor, Mara dice pocas cosasnue&as. -asi todas sus 1rases encuentran numerosos paralelos en los salmos (?5, /; ?, ;63, 5*; *4, 53; /3, 55; 36, 5; 54?, 5*; 555, 3; 5*, ), en los libros de Qabacuc (?, 5/) yen los Pro&erbios ( K K y 5). + sobre todo en el c"ntico de !na, la madre de Samuel (K Sam, 5055) 'ue ser" casi un ensayo general de cuanto, siglos m"s tarde, dir" Mara en !in

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    Tarim.

    Pero 0como escribe =illion0 si las palabras pro&ienen en gran parte del antiguotestamento, la m$sica pertenece ya a la nue&a alian7a. n las palabras de Mara estamosleyendo ya un anticipo de las biena&enturan7as y una &isin de la sal&acin 'ue rompetodos los moldes establecidos. !l comen7ar su canto, Mara se ol&ida de la prima&era, de ladul7ura y de los campos 1lorecidos 'ue acaba de cru7ar y dice cosas 'ue deberan hacernos

    temblar.Mi alma engrandece al Seor

    y mi espritu se alegra en ios, mi Sal&ador.

    Por'ue ha mirado la humildad de su escla&a.

    Por eso desde ahora me llamar"n biena&enturada

    todas las generaciones.

    Por'ue el Poderoso ha hecho en m mara&illas,

    santo es su nombre.

    + su misericordia alcan7a de generacin en generacin

    a los 'ue le temen.espleg la 1uer7a de su bra7o,

    dispers a los soberbios de cora7n,

    derrib a los potentados de sus tronos

    y exalt a los humildes.

    ! los hambrientos les colm de bienes

    y a los ricos les despidi &acos.

    !cogi a Ksrael, su sier&o,

    acord"ndose de su misericordia

    0como habla anunciado a nuestros padres0

    en 1a&or de !braham y su lina%e por los siglos (OLcO45O*06).

    8tra &e7 debemos detenernos para preguntarnos si este canto es realmente obra deMara personalmente o si es un canto 'ue Lucas in&enta y pone en su boca para expresarsus sentimientos en esa hora. + una &e7 m"s encontramos di&ididos a los exegetas. Paraalgunos sera un texto 'ue Lucas habra reconstruido sobre los recuerdos de Mara. Paraotros un poema 1ormado por Lucas con un atadi%o de textos del antiguo testamento. Para untercer grupo, se tratara de un canto habitual en la primera comunidad cristiana 'ue Lucasaplicara a Mara como resumen y smbolo de todo el pueblo creyente.

    ! 1a&or de la primera de las opiniones milita el hecho del pro1undo sabor %udo delMagni1icat; el hecho de 'ue no apare7can en Dl alusiones a la obra de -risto 'ue cual'uierobra posterior hubiera estado tentada de aadir; y el per1ecto re1le%o del pensamiento deMara 'ue encierran sus lneas. Por otro lado nada tiene de extrao 'ue ella impro&isaraeste canto si se tiene en cuenta la 1acilidad impro&isadora propia de las mu%eres orientales,sobre todo trat"ndose de un caama7o de textos del antiguo testamento, muy prximo alcanto de !na, la madre de Samuel (K Sam , 5054) 'ue Mara habra re7ado tantas &eces.

    Pero un canto 'ue es, al mismo tiempo, un espe%o del alma de Mara, como escribe2ernard.

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    s, sin duda, el me%or retrato de Mara 'ue tenemos. Un retrato, me parece, un tantodi1erente del 'ue imagina la piedad popular.

    Por'ue es cierto, como ha escrito 2o11, 'ue la espirituali7acin del Magn1icat 'ue selle& a cabo dentro de una espiritualidad pri&ati7ante e intimista, acab eliminando todo sucontenido liberador y sub&ersi&o contra el orden de este mundo decadente, en contra de lo'ue a1irma de manera ine'u&oca el himno de la Nirgen. Qace un siglo -harles Maurras

    1elicitaba a la Kglesia por haber conser&ado en latn el Magn1icat para 9atenuarle su&eneno: y por haberle puesto una m$sica tan deliciosa 'ue oculta el 1ermentore&olucionario 'ue contiene. Pero no parece 'ue sea cristiano 9censurar: a Mara o9ablandar: sus palabras.

    Su canto es, a la &e7, bello y sencillo. Sin alardes literarios, sin grandes im"genespoDticas, sin 'ue en Dl se diga nada extraordinario H'uD impresionantes resultan suspalabrasJ

    s como un poema con cinco estro1as@ la primera mani1iesta la alegra de su cora7n yla causa de ese go7o; la segunda seala, con tono pro1Dtico, 'ue ella ser" llamadabiena&enturada por las generaciones; la tercera 0'ue es el centro del himno0 santi1ica elnombre del ios 'ue la ha llenado; la cuarta parte es mesi"nica y seala las di1erenciasentre el reino de ios y el de los hombres@ en la 'uinta Mara se presenta como la hi%a deSin, como la representante de todo su pueblo, pues en ella se han cumplido las le%anaspromesas 'ue ios hiciera a !brah"n.

    s, ante todo, un estallido de alegra. Las cosas de ios parten del go7o y terminan enel entusiasmo. ios es un multiplicador de almas, &iene a llenar, no a &aciar. Pero ese go7ono es humano. Niene de ios y en ios termina. + hay 'ue subrayarlo, por'ue las &ersionesde hoy 0por esa ley de la balan7a 'ue 'uiere contrapesar ciertos silencios del pasado0&uel&en este canto un himno puramente arisco y casi poltico. -uando el mensa%ere&olucionario de ios 0'ue canta Mara0 parte siempre de la alegra y termina no en losproblemas del mundo sino en la gloria de ios.

    La alegra de Mara no es de este mundo. >o se alegra 0escribe Max Ehurian0 de sumaternidad humana, sino de ser la madre del Mesas, su Sal&ador. >o de tener un hi%o, sino

    de 'ue ese hi%o sea ios.Por eso se sabe llena Mara, por eso se atre&e a pro1eti7ar 'ue todos los siglos la

    llamar"n biena&enturada, por'ue ha sido mirada por ios. >unca entenderemos losoccidentales lo 'ue es para un oriental ser mirado por ios. Para Dste 0a$n hoy0 la santidadla transmiten los santos a tra&Ds de su mirada. La mirada de un hombre de ios es unabendicin. -u"nto m"s si el 'ue mira es iosJ

    Tarl 2arth ha comentado esa 9mirada: con un texto emocionante@ HIuD indecibleunin de conceptos en estas palabras de Mara@ el simple hecho, aparentemente sinimportancia, de ser mirada por ios y la enorme importancia 'ue Mara da a esteacontecimiento. 9Eodas las generaciones me llamar"n biena&enturada:. Eodos los "ngelesdel cielo no tienen o%os en este momento m"s 'ue para este lugar donde Mara, unamuchacha, ha recibido simplemente una mirada de ios, lan7ada sobre su pe'uee7.

    ste corto instante est" lleno de eternidad, de una eternidad siempre nue&a. >o haynada m"s grande ni en el cielo, ni en la tierra. Por'ue si en la tierra ha ocurrido, en toda lahistoria uni&ersal, algo realmente capital, es esa 9mirada:. Por'ue toda la historiauni&ersal, su origen, su centro y su 1in, miran hacia este punto $nico 'ue es -risto y 'ueest" ya en el seno de Mara.

    La cuarta estro1a del himno de Mara resume 0como dice #ean Guitton0 su 1iloso1a dela historia. + se reduce a una sola idea@ el reino de ios, 'ue su hi%o trae, no tiene nada 'ue&er con el reino de este mundo. + Dsta es la 7ona re&olucionaria del himno de Mara 'ue no

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    podemos disimular@ para Mara el signo &isible de la &enida de ese reino, 'ue #es$s trae, esla humillacin de los soberbios, la derrota de los potentados, la exaltacin de los humildes ylos pobres, el &aciamiento de los ricos. stas palabras no deben ser atenuadas@ Maraanuncia lo 'ue su Qi%o predicar" en las biena&enturan7as@ 'ue Dl &iene a traer un plan deios 'ue deber" modi1icar las estructuras de este mundo de pri&ilegio de los m"s 1uertes ypoderosos.

    Pero seramos tambiDn 1alsi1icadores si 0como hoy est" de moda en ciertospredicadores0demagogos0 identi1icamos pobres con 1altos de dinero y creemos 'ue Maradenuncia 9slo: a los detentadores de la propiedad. Los pobres y humildes de los 'ue hablaMara son los 'ue slo cuentan con ios en su cora7n, todos a'uellos a los 'ue el salmo ?cita como los pobres de +ah&D@ los humildes, los 'ue temen a ios, los 'ue se re1ugian enDl, los 'ue le buscan, los cora7ones 'uebrantados y las almas oprimidas. Mara no hablatanto de clases sociales, cuanto de clases de almas. A+ 'uiDn podr" decir de s mismo 'uees uno de esos pobres de iosB

    Mara no habla slo de una pobre7a material. Eampoco de una lrica y 1alsa supuestapobre7a espiritual. Qabla de la suma de las dos y o1rece al mismo tiempo un programa dere1orma de las in%usticias de este mundo y de ele&acin de los o%os al cielo, dos partesesenciales de su Magni1icat y del e&angelio, dos partes inseparables.

    RPablo0NK lo explic a la per1eccin en su encclica Marialis0cultus cuando presenta laimagen de Mara 'ue o1recen los e&angelios@ Se comprueba con grata sorpresa 'ue Mara de>a7aret, a pesar de estar absolutamente entregada a la &oluntad del Seor, le%os de ser unamu%er pasi&amente sumisa o de una religiosidad alienante, 1ue ciertamente una mu%er 'ueno dud en a1irmar 'ue ios es &engador de los humildes y los oprimidos y derriba de sutrono a los poderosos de este mundo; se reconocer" en Mara 'ue es 9la primera entre loshumildes y los pobres del Seor (como dice el texto conciliar), una mu%er 1uerte 'ue conocide cerca la pobre7a y el su1rimiento, la huida y el destierro, situaciones Dstas 'ue no puedenescapar a la atencin de los 'ue 'uieran secundar con espritu e&angDlico las energasliberadoras del hombre y de la sociedad... e este e%emplo se deduce claramente 'ue la1igura de la Nirgen santsima no desilusiona ciertas aspiraciones pro1undas de los hombresde nuestro tiempo, sino 'ue hasta les o1rece el modelo acabado del discpulo del Seor@

    obrero de la ciudad terrena y temporal y, al mismo tiempo, peregrino diligente en direccinhacia la ciudad celestial y eterna; promotor de la %usticia 'ue libera al oprimido y de lacaridad 'ue ayuda al necesitado, pero, sobre todo, testigo acti&o del amor 'ue edi1ica a-risto en los cora7ones.

    Mara, en el Magn1icat, no separa lo 'ue ios ha unido a tra&Ds de su Qi%o@ losproblemas temporales de los celestiales. Su canto es, &erdaderamente, un himnore&olucionario, pero de una re&olucin integral@ la 'ue de1iende la %usticia en este mundo,sin ol&idarse de la gran %usticia@ la de los hombres 'ue han pri&ado a ios de un centro 'uees suyo. Por eso Mara puede predicar esa re&olucin sin amargura y con alegra. Por eso ensus palabras no hay demagogia. Por eso tiene ra7n QDlder -"mara cuando, en su oracin ala Nirgen de la Liberacin, pregunta@

    AIuD hay en ti, en tus palabras, en tu &o7,

    cuando anuncias en el Magn1icat

    la humillacin de los poderosos

    y la ele&acin de los humildes,

    la saciedad de los 'ue tienen hambre

    y el desmayo de los ricos,

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    'ue nadie se atre&e a llamarte re&olucionaria

    ni mirarte con sospechaB

    HPrDstanos tu &o7 y canta con nosotrosJ

    M"s bien sera, tal &e7, necesario 'ue nosotros 0todos0 cant"semos con ella, como ella,atre&iDndonos a decir toda la &erdad de esa 9ancha: re&olucin 'ue Mara anuncia. sare&olucin 'ue hubiera hecho temblar a Qerodes y Pilato, si la hubieran odo. + 'ue deberlahacernos sangrar hoy a cuantos, de un modo o de otro, multiplicamos su mensa%e.

    Pero los espas 'ue Qerodes tena esparcidos por todo el pas no se enteraron de la9sub&ersin: 'ue a'uella muchacha anunciaba. +, de haberlo sabido Ase habranpreocupado por a'uella 9nia loca: 'ue se atre&a a decir 'ue todas las generaciones lallamaran biena&enturadaB A>o se habran mas bien redo de 'ue una chi'uilla de catorceaos, despro&ista de todo tipo de bienes de 1ortuna, humilde de 1amilia, &ecina de la m"smiserable de las aldehuelas, inculta, sin el menor in1lu%o social, anunciara 'ue, a lo largo delos siglos, todos hablaran de ellaB st" loca, pensaran, ciertamente loca.

    Slo Ksabel lo entiende, lo medioentiende. Sabe 'ue estas dos mu%eres y los dos bebDs

    'ue crecen en sus senos &an a cambiar el mundo. Por eso siente 'ue el cora7n le estalla.+ no sabe si es de entusiasmo o de miedo, de susto o de esperan7a. Por eso no puede

    impedir 'ue sus manos ba%en hasta su &ientre y 'ue sus o%os se pongan a llorar. e alegra.

    (RM!EK>0S-!L80#L. NK!0MKSEK8O5.P"gs. 303/)

    La so'(ra *e Jos

    Qay 'ue reconocer 'ue san #osD no ha tenido mucha suerte 'ue digamos en latransmisin 'ue los siglos han hecho de su 1igura. Si nos preguntamos 'uD imagen surge enla mente del cristiano al or el nombre del esposo de Mara, tenemos 'ue respondernos 'uela de un &ie%o &enerable, con rostro no excesi&amente &aronil, 'ue tiene en sus manos una&ara de nardo un tanto cursi. 8 'ui7", como &ariante, la de un ebanista 'ue, muy pulcro Dl,muy nue&os sus &estidos, se ol&ida de la garlopa, 'ue tiene entre las manos, paracontemplar en un largo Dxtasis los %uegos de su hi%o 'ue se entretiene haciendo crucesentre limpsimas &irutas. os im"genes 'ue, si ios no lo remedia, &an a durar a$n algunossiglos, por mucho 'ue la 1ornida idea de san #osD 8brero trate de despla7ar tanta cursilera.os im"genes 'ue, adem"s, poco tienen 'ue &er con la realidad histrica de #osD, elcarpintero de >a7aret.

    !l parecer, como los hombres somos mucho m"s 9listos: 'ue ios, nos precipitamos

    enseguida a cubrir con nuestra mala imaginacin lo 'ue los e&angelistas &elaron con subuena seriedad teolgica. + as es como a #osD le dedican pocas lineas los e&angelistas ycientos de p"ginas la leyenda dorada. Pero bueno ser" empe7ar por conocerla, aun'ue slosea para saber lo 'ue #osD 9no 1ue:.

    El Jos *e la le4en*a

    La idea del #osD &ie%o y milagroso data de los primeros siglos. La encontramos en elescrito apcri1o titulado 9Protoe&angelio de Santiago: 'ue 8rgenes conoca ya en el siglo

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    lll. Se trata de una obra deliciosa e ingenua, nacida sin duda de una me7cla de a1ectopiadoso y de a1"n de &elar contra posibles here%as. AQaba 'uien encontraba di1cil decomprender un matrimonio &irginal entre #osD y MaraB Pues se in&entaba un #osD &iudo yanciano 'ue habra aceptado a Mara m"s como tutor 'ue como esposo. + se aada todo el1lorero de milagros 'ue ingenuamente in&entan todos los 'ue no han descubierto 'ue elmayor milagro de la &ida de -risto es 'ue slo ocurrieron los imprescindibles.

    Neamos cmo cuenta este primiti&o texto apcri1o el matrimonio de #osD y Mara@

    Se criaba Mara en el templo del Seor como si 1uera una paloma y reciba el sustentode la mano de un "ngel. -uando tu&o doce aos deliberaron los sacerdotes y di%eron@ 9Qea'u 'ue Mara ha cumplido doce aos en el templo del Seor. AIuD haremos con ella para'ue no se mancille el santuario del Seor nuestro iosB: + di%eron al sumo sacerdote@ 9E$est"s en el altar del Seor; entra en el santuario y ruega por ella y haremos lo 'ue te re&eleel Seor:. l sumo sacerdote cogi el pectoral con las doce campanillas y se dirigi alSancta Sanctorum y rog por ella. + he a'u 'ue se present un "ngel del Seor y le di%o@9acaras, acaras, sal y con&oca a los &iudos del pueblo; 'ue traigan cada uno su cayadoy a 'uien el Seor seale Dse ser" su esposo:. Salieron los heraldos por todo el territorio de

    #udea y resonaron las trompetas del Seor, y pronto concurrieron todos. San #osD arro% suhacha y se apresur a reunirse con ellos, y despuDs de estar todos reunidos cogieron loscayados y 1ueron al sumo sacerdote.

    ste cogi los cayados de todos, entr en el templo y or. espuDs de haberterminado la oracin, tom los cayados, sali y se los entreg, y ninguna seal apareci enellos. Pero cuando #osD cogi el $ltimo cayado, he a'u 'ue una paloma sali de Dste y &ola la cabe7a de san #osD. + di%o el sacerdote a san #osD@ 9E$ est"s destinado por la suertepara tomar ba%o tu proteccin a la Nirgen del Seor: y san #osD contest y di%o@ 9Eengohi%os, soy un hombre &ie%o; ella en cambio es %o&en, tengo miedo de parecer ridculo antelos hi%os de Ksrael:. + di%o el sacerdote a san #osD@ 9Eeme al Seor, tu ios, y recuerda lo'ue hi7o con at"n, !birn y -orD, cmo abri la tierra y 1ueron tragados por ella por suoposicin. + teme ahora a ios, #osD, no &aya a ocurrir algo en tu casa:. + #osD temi y latom ba%o su proteccin. + di%o a Mara@ 9Qe a'u 'ue te recibo del templo del Seor y tede%o ahora en mi casa y me &oy a hacer mis traba%os y despuDs &endrD otra &e7 a donde ti;el Seor tendr" cuidado de ti mientras tanto.

    HeliciosoJ Pero sin una sola palabra 'ue se sostenga a la lu7 de la crtica y de lahistoria. sos heraldos 'ue pregonan por todo el pas, esos cayados de los 'ue salenpalomas (en otras &ersiones simplemente la madera seca 1lorece de repente) 'ue se posanen la cabe7a del elegido. stamos en el reino de las hadas.

    >o menos curioso es el apcri1o titulado 9Qistoria de #osD, el carpintero: y 'ue datadel siglo NK o NKK. sta &e7 el escritor, egipcio probablemente, nos cuenta nada menos 'uetoda la &ida de #osD... narrada por #es$s a sus discpulos en el huerto de los 8li&os. n Dl senos dice 'ue #osD tu&o de su primer matrimonio cuatro hi%os y dos hi%as (y hasta se nos dansus nombres@ #udas, #usto, #acobo, Simen, !ssia y Lidia) y 'ue, &iudo, tras 3 aos de

    con&i&encia con su primera esposa, recibi a Mara, de 5 aos, como si 1uera una hi%a m"s.l apcri1o se extiende esta &e7, sobre todo, en la muerte de #osD@

    Pasaron los aos y en&e%eci. Sin embargo no padeca ninguna en1ermedad.-onser&aba la lu7 de sus o%os y no perdi ni un diente de su boca. EambiDn conser&siempre la &italidad de su espritu. Eraba%aba como un %o&en en la plenitud de su &igor, y susmiembros estaban sanos. Ni&irD durante ciento once aos.

    Pero un da le lleg la hora de morir. ra 0dice el escritor0 el de abril. l detalle nosmuestra el sentido de todo el escrito@ su autor 'uiere de1ender una 1echa concreta para lacelebracin de la 1iesta de san #osD. Pero, una &e7 puesto a demostrarlo, rodea de

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    ternsimos detalles 0siempre en la boca de -risto la muerte del anciano@

    +o me sentD a sus pies y le contemplaba. Eu&e sus manos entre las mas durante todauna hora. irigi hacia mi su rostro y me indic 'ue no le abandonara. !cto seguido puse mimano sobre su pecho y me di cuenta de 'ue su alma iba en seguida a de%ar su morada...

    Ninieron entonces Miguel y Gabriel, recibieron el alma de mi padre #osD y la cubrieron

    de luminosos &estidos. Le cerrD los o%os con mis propias manos y cerrD su boca. + di%e a#osD@ 9>o te in&adir" ning$n olor a cad"&er ni saldr" de tu cuerpo gusano alguno. >ada detu cuerpo se corromper", padre mo, sino 'ue permanecer" integro e incorruptible hasta el"gape milenario.

    El silencio res/etuoso *el e3an1elio

    La 1"bula es hermosa, pero tendremos 'ue ol&idarla para tratar de acercarnos a larealidad. + la realidad es 'ue el e&angelio 0en expresin de ops0 rodea su 1igura desombra, de humildad y de silencio@ se le adi&ina, m"s 'ue se le &e. >ada sabemos de supatria. !lgunos exegetas se inclinan a sealar 2elDn. 8tros pre1ieren >a7aret. e 2elDndescendan posiblemente sus antepasados.

    >ada sabemos tampoco de su edad. Los pintores, siguiendo a la leyenda, le pre1ierenadulto o anciano. Un especialista como =ran7 #antsch sit$a a #osD, a la hora de sumatrimonio, entre los 4 64 aos, aun recha7ando la idea de la ancianidad. Pero dada labre&edad de la &ida en a'uel siglo y a'uel pas, los cuarenta o cincuenta hubieran sido una&erdadera ancianidad.

    !l otro extremo se &a #im 2ishop 'ue pone a #osD con 53 aos. Lo m"s probable es'ue tu&iera algunos aos m"s 'ue Mara y 'ue se desposara con ella en torno a los 6, edadmuy corriente para los %&enes 'ue se casaban en a'uel tiempo.

    Ara realmente carpinteroB 8tra &e7 la oscuridad. La palabra griega tectonhabra 'uetraducirla, en rigor, como 9artesano:, sin mayores especi1icaciones. ! 1a&or de un traba%ode carpintera estara la antigedad de la tradicin (san #ustino nos dice 'ue construa yugosy arados, y en la misma linea escriben 8rgenes, san 1rDn y san #uan amasceno) y el

    hecho de 'ue ning$n apcri1o le atribuya %am"s otro o1icio. Qasta la edad media noaparecen los autores 'ue le dicen herrero (san Ksidoro de Se&illa entre otros). Pero ningunaprueba decisi&a seala con precisin el o1icio de #osD.

    !lgo puede aclararnos el hecho de 'ue en la Dpoca de -risto en Palestina escaseaba lamadera. >o haba sino los 1amosos cedros, 'ue eran pocos y propiedad de ricos, palmeras,higueras y otros 1rutales. -omo consecuencia muy pocas cosas eran entonces de madera.-oncretamente, en >a7aret las casas o eran simples cue&as exca&adas en la roca oedi1icaciones construidas con cubos de la piedra cali7a tpica del lugar (tan blanda 'ue secortaba con sierras). n los edi1icios la madera se reduca a las puertas y muchas casas notenan otra puerta 'ue una gruesa cortina.

    >o deba, pues, ser mucho el traba%o para un carpintero en un pueblo de no m"s decincuenta 1amilias. Preparar o reparar aperos de labran7a o construir r$sticos carros. Losmuebles apenas existan en una ci&ili7acin en 'ue el suelo era la silla m"s corriente ycual'uier piedra redonda la $nica mesa. &identemente la carpintera no era un grannegocio en el >a7aret de entonces.

    Qabra 'ue empe7ar a pensar 'ue la &erdadera pro1esin de #osD era lo 'ueactualmente denominaramos 9sus chapu7as:. Eodo hace pensar 'ue sus traba%os eranencargos e&entuales 'ue consistan en reparar hoy un te%ado, maana en arreglar un carro,pasado en recomponer un yugo o un arado. Slo dos cosas son ciertas@ 'ue traba%abahumildemente para ganarse la &ida y 'ue se la ganaba m"s bien mal 'ue bien.

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    Su 'atri'onio con Mara

    ste es el hombre 'ue ios elige para casarse con la madre del sperado. + lo primero'ue el e&angelista nos dice es 'ue Mara estaba desposada con Dl y 'ue antes de 'uecon&i&iesen (Mt 5, 5/) ella apareci en estado. >os encontramos ya a'u con la primera

    sorpresa@ A-mo es 'ue estando desposada no haban comen7ado a con&i&irB Eendremos'ue acudir a las costumbres de la Dpoca para aclarar el problema.

    l matrimonio en la Palestina de a'uel tiempo se celebraba en dos etapas@ el9'uiddushin: o compromiso y el 9nissuin: o matrimonio propiamente tal. -omo es habitualen muchos pueblos orientales son los padres o tutores 'uienes eligen esposo a la esposa y'uienes conciertan el matrimonio sin 'ue la &oluntad de los contrayentes inter&enga apenaspara nada. Mara y #osD se conoceran sin duda (todos se conocen en un pueblecito decincuenta casas) pero apenas inter&inieron en el negocio. + uso la palabra 9negocio: por'uees lo 'ue estos tratos matrimoniales parecan. Los padres o tutores de los 1uturosdesposados entablaban contactos, discutan, regateaban, acordaban. !mbas 1amiliasprocuraban sacar lo m"s posible para el 1uturo de sus hi%os.

    Pero no parece 'ue en este caso hubiera mucho 'ue discutir. #osD pudo aportar sus

    dos manos %&enes y, tal &e7 como m"ximo, sus aperos de traba%o. Mara 0aparte de supure7a y su alegra0 pondra, como m"ximo, algunas ropas y muebles o $tiles domDsticos.Los tratos preliminares concluan con la ceremonia de los desposorios 'ue se celebraba en lacasa de la no&ia. !migos y &ecinos ser&an de testigos de este compromiso 'ue, en rigor,tenia toda la solide7 %urdica de un &erdadero matrimonio. 9Qe a'u 'ue t$ eres miprometida: deca el hombre a la mu%er, mientras desli7aba en su mano la moneda 'uesimboli7aba las arras. 9Qe a'u 'ue t$ eres mi prometido: responda la mu%er, 'ue pasaba aser esposa de pleno derecho. -on el nombre de 9esposa de 1ulano: se la conoca desdeentonces. +, si el no&io mora antes de reali7arse el &erdadero matrimonio, reciba el nombrede 9&iuda:. La separacin slo con un complicado di&orcio poda reali7arse. Los desposorioseran, pues, un &erdadero matrimonio. Eras ellos podan tener los no&ios relaciones intimas yel 1ruto de estas relaciones no era considerado ilegitimo, si bien en Galilea la costumbre erala de mantener la pure7a hasta el contrato 1inal del matrimonio.

    ste sola reali7arse un ao despuDs y era una hermosa 1iesta. Un miDrcoles 0dae'uidistante entre dos s"bados0 el no&io se diriga, a la calda de la tarde, hacia la casa desu prometida, lle&ando del ron7al un borri'uillo ricamente en%ae7ado. Las gentes seasomaban a las puertas y, en las grandes ciudades, se agolpaban en las &entanas. n sucasa esperaba la no&ia rodeada de sus amigas, todas con sus l"mparas encendidas. Lano&ia &esta de p$rpura, a%ustado el &estido con el cinturn nupcial 'ue la &spera le hablaregalado el no&io. Per1umada con ungentos preciosos, lucia la muchacha todas sus %oyas@bra7aletes de oro y plata en muecas y tobillos, pendientes preciosos. La mu%er reciba alhombre con los o%os ba%os. ste la acomodaba sobre el asno 'ue luego conducirla de labrida. n el camino grupos de nios arro%aban 1lores sobre los desposados. Sonaban 1lautasy timbales y, sobre las cabe7as de los no&ios, los amigos agitaban arcos de palmas y ramosde oli&o. -antaba por la calle la no&ia. n sus cantos hablaba a sus amigas de su 1elicidad.

    l corte%o y los amigos del esposo cantaban tambiDn, elogiando las &irtudes de losdesposados. +a en la casa del no&io, un sacerdote o un anciano lea los textos 'ue hablabande los amores de Sara y Eobas. + el &ino completaba la alegra de todos.

    Mara y #osD, en el silencio de ios

    Mara y #osD &i&ieron sin duda todas estas ceremonias. Pero, para ellos, entre laprimera y la segunda, ocurri algo 'ue trastorn sus &idas y 'ue dio un especialsimosentido a este matrimonio. Mara y #osD iban a cru7ar ese tremendo desierto 'ue losmodernos llamamos 9el silencio de ios:. Son esos 9baches: del alma en los 'ue parece

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    'ue todo se hundiera. Miramos a derecha e i7'uierda y slo &emos mal e in%usticia. Salimos1uera de nuestras almas y contemplamos un mundo 'ue se destruye, las guerras 'ue nocesan, los millones de hambrientos. Kncluso en el mundo del espritu no &emos sino&acilacin. >i la propia Kglesia parece segura de si misma.

    >os &ol&emos, entonces, a ios y nos encontramos con un muro de silencio. APor 'uDios no hablaB APor 'uD se callaB APor 'uD nos niega la explicacin a 'ue tenemos derechoB

    Qemos dedicado a Dl lo me%or de nuestra &ida, creemos tener la conciencia tran'uila...HMereceramos una respuestaJ Pero Dl permanece callado, horas y horas, das y das.

    !lguien nos recuerda, entonces, la 1rase del libro de Eobas@ Por'ue eras grato a ios,era preciso 'ue la tentacin te probara (Eob , 5) APor ser grato a iosB APrecisamente porserle gratoB La parado%a es tan grande 'ue nos parece un bello consuelo sin sentido. Pero esel $nico 'ue nos llega, por'ue ios contin$a callado, sin concedernos esa palabra suya 'uelo aclarara todo.

    ios niega este consuelo a sus me%ores amigos escribe Moeller y la 2iblia lo testimonialargamente. Eodos, todos han pasado alguna &e7 por ese amargo desierto del 9silencio deios:. s lo 'ue ahora &an a &i&ir Mara y #osD.

    lla habla partido hacia !in Tarim a mitad del ao entre la ceremonia de los

    desposorios y el matrimonio propiamente tal. Qaba pedido permiso a #osD para ausentarse,pero no haba dado demasiadas explicaciones. Eampoco #osD las haba pedido@ era natural'ue le gustara pasar unas semanas con su prima y mucho m"s si sabia o sospechaba 'ueKsabel esperaba un nio.

    !lgo m"s extraa result la &uelta precipitada de Mara. !un'ue los exegetas no est"nde acuerdo. los textos e&angDlicos parecen insinuar 'ue &ol&i a >a7aret 1altando algunosdas o semanas para el nacimiento de #uan. !l menos, nada dicen de una presencia deMara en los das del alumbramiento. A! 'uD &ienen ahora estas prisasB A>o era normal 'ueacompaase a su prima precisamente en los das en 'ue m"s poda necesitarlaB

    sta prisa obliga a pensar 'ue o 1altaba poco tiempo para la ceremonia del matrimoniode Mara o, m"s probablemente, 'ue los sntomas de la maternidad empe7aban a ser yaclaros en ella y no 'uiso 'ue #osD se enterase de la noticia estando ella 1uera.

    egres, pues, a >a7aret y esper, esper en silencio. >o parece en absoluto &erosmil'ue Mara contase como apunta 2ishop su estado a #osD. Los e&angelios insin$an un silencioabsoluto de Mara. San #uan -risstomo en una homila de prodigioso an"lisis psicolgicotrata de in&estigar el por 'uD de este silencio@

    lla estaba segura de 'ue su esposo no hubiera podido creerla si le contara un hechotan extrao. Eema, incluso, excitar su clera al dar la impresin de 'ue ella trataba decubrir una 1alta cometida. Si la Nirgen haba experimentado una extrae7a bien humana alpreguntar cmo ocurrira lo 'ue anunciaba el "ngel, al no conocer ella &arn, cu"nto m"shabra dudado #osD, sobre todo si conoca esto de labios de una mu%er, 'ue por el mismohecho de contarlo, se con&erta en sospechosa.

    >o, era algo demasiado delicado para hablar de ello. !dem"s A'uD pruebas poda

    aportar Mara de a'uel misterio 'ue llenaba su seno sin inter&encin de &arnB Se call yesper. sta haba sido su t"ctica en el caso de Ksabel y ios se habla anticipado a dar lasexplicaciones necesarias. EambiDn esta &e7 lo hara. Segua siendo asunto suyo.

    La noche oscura de #osD

    A-mo conoci #osD el embara7o de MaraB Eampoco lo sabemos. Lo m"s probable es'ue no lo notara al principio. Los hombres suelen ser bastante despistados en estas cosas.Lo &erosmil es pensar 'ue la noticia comen7 a correrse entre las mu%eres de >a7aret y 'uealgunas de ellas, entre pcara e irnica, 1elicit a #osD por'ue iba a ser padre.

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    +a hemos sealado 'ue nadie pudo &er un pecado en este 'uedar embara7ada Mara0de 'uien ya era su marido legal, pensaran todos0 antes de la ceremonia matrimonial. >oera lo m"s correcto, pero tampoco era un adulterio. >adie se rasgara, pues, las &estiduras,pero no 1altaran los comentarios picantes. n un pueblo diminuto, el embara7o de Mara erauna noticia enorme y durante das no se hablara de otra cosa en sus cincuenta casas. Para#osD, 'ue saba 'ue entre Dl y Mara no haba existido contacto carnal alguno, la noticia tu&o

    'ue ser una cat"stro1e interior. !l principio no pudo creerlo, pero luego los signos de lamaternidad prxima empe7aron a ser e&identes. >o reaccion con clera, sino con un totaldesconcierto. La reaccin normal en estos casos es el estallido de los celos. Pero #osD noconoca esta pasin 'ue los libros sagrados describen implacable y dura como el in1ierno. lceloso 0deca el libro de los Pro&erbios0 es un ser 1urioso. no perdonar" hasta el da de la&engan7a (Pro& , ?).

    n #osD no hay ni sombra de deseos de &engan7a. Slo anonadamiento. >o puedecreer, no 'uiere creer lo 'ue &en sus o%os. A-rey #osD en la culpabilidad de su esposaB San!gustn, con simple realismo, dice 'ue s@ la %u7g ad$ltera. n la misma lnea se sit$an nopocos padres de la Kglesia y algunos bigra1os. Pero la reaccin posterior de #osD est" tanllena de ternura 'ue no parece admitir ese pensamiento.

    Lo m"s probable es 'ue #osD pensara 'ue Mara haba sido &iolada durante a'uel &ia%e

    a !in Tarim. Probablemente se ech a s mismo la culpa por no haberla acompaado. Nia%aren a'uellos tiempos era siempre peligroso. Los caminos estaban llenos de bandoleros ycual'uier pandilla de desalmados poda haber 1or7ado a su pe'uea esposa. sto explicaramucho me%or el silencio en 'ue ella se encerraba. Por otro lado, la misteriosa serenidad deMara le desconcertaba@ no hubiera estado as de haber sido culpable su embara7o, sehubiera precipitado a te%er complicadas historias. l no de1enderse era su me%or de1ensa.

    APudo sospechar #osD 'ue a'uel embara7o &iniera de iosB !lgunos historiadores as loa1irman y no 1alta 'uien crea 'ue esta sospecha es lo 'ue haca temblar a #osD 'ue, porhumildad, no se habra atre&ido a &i&ir con la madre del 1uturo Mesas. La explicacin espiadosa pero carece de toda &erosimilitud. Las pro1ecas 'ue hablaban de 'ue el Mesasnacera de una &irgen no estaban muy di1undidas en a'uella Dpoca y la palabra 9almah:'ue usa el pro1eta Ksaas se interpretaba entonces simplemente como 9doncella:. Por lo

    dem"s, Acmo poda imaginar #osD una &enida de ios tan sencillaB Lo m"s probable es 'uetal hiptesis no pasara si'uiera por la imaginacin de #osD antes de la nue&a aparicin del"ngel. Sobre todo habiendo, como haba, explicaciones tan sencillas y normales como la&iolacin en el camino de !in Tarim.

    Pero el problema para #osD era gra&e. s e&idente 'ue Dl amaba a Mara y 'ue laamaba con un amor a la &e7 sobrenatural y humano. Eenemos un cora7n para todos losusos, ha escrito -abode&illa. Si la 'uera, no le resultaba di1cil perdonarla y comprenderla.Un hombre de pueblo comprende y perdona mucho me%or 'ue los re1inados intelectuales. Laprimera reaccin de #osD tu&o 'ue ser la de callarse. Si Mara haba sido &iolada bastanteproblema tendra la pobrecilla para 'ue Dl no la ayudara a soportarlo.

    Mas esta solucin tampoco era simple. #osD, dice el e&angelista, era 9%usto: (Mt 5,53). sta palabra en los e&angelios tiene siempre un sentido@ cumplidor estricto de la ley. +

    la ley mandaba denunciar a la ad$ltera. +, aun cuando ella no 1uera culpable, #osD no podadar a la estirpe de a&id un hi%o ilegtimo. + el 'ue Mara esperaba ciertamente parecaserlo.

    Si #osD callaba y aceptaba este nio como si 1uera suyo, &iolaba la ley y esto atraeracastigos sobre su casa, sobre la misma Mara a 'uien trataba de proteger. ste era el9temor: del 'ue luego le tran'uili7ara el "ngel.

    Pero, si Dl no reconoca este nio como suyo, el problema se multiplicaba. Maratendra 'ue ser %u7gada p$blicamente de adulterio y probablemente sera condenada a la

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    lapidacin. sta idea angusti a #osD. APodra Mara probar su inocenciaB Su serenidadpareca probar 'ue era inocente, pero su silencio indicaba tambiDn 'ue no tena pruebasclaras de esa inocencia. #osD saba 'ue los galileos de su Dpoca eran in1lexibles en estascosas. Iui7" incluso haba &isto alguna lapidacin en >a7aret, pueblo &iolento 'ue un da'uerra despear a #es$s en el barranco de las a1ueras del pueblo. #osD se imaginaba ya alos mo7os del pueblo arrastrando a Mara hasta a'uel precipicio. Si ella se negaba a tirarse

    por Dl, sera empu%ada por la &iolencia. Luego la gente tomara piedras. Si la muchacha semo&a despuDs de la cada, con sus piedras la remataran. e%aran luego su cuerpo all,para pasto de las a&es de rapia.

    >o poda tomarla, pues. enunciarla p$blicamente no 'uera. APodra 9abandonarla:en silencioB ntendida esta palabra 9abandonarla: en sentido moderno, habra sido lasolucin m"s sencilla y la m"s coherente en un muchacho bueno y enamorado@ un dadesaparecera Dl del pueblo; todas las culpas recaeran sobre Dl; todos pensaran 'ue Dl eraun mal&ado 'ue haba abandonado a Mara embara7ada. !s, nadie sospechara de ella, nidel nio 'ue iba a &enir. Pero ni este tipo de abandonos eran 1recuentes entonces, ni lapalabra 9abandonar: 'ue usa el e&angelista tiene ese sentido. n lengua%e bblico9abandonar: era dar un libelo legal de repudio. Probablemente, pues, era esto lo 'ueproyectaba #osD@ dara un libelo de repudio a Mara, pero en Dl no aclarara la causa de su

    abandono. e todos modos tampoco era sencilla esta solucin y no terminaba de decidirse ahacerlo.

    A-u"nto dur esta angustiaB as probablemente. as terribles para Dl, pero a$n m"spara ella. Hios no hablabaJ Hios no terminaba de hablarJ + a Mara no le asustaba tanto ladecisin 'ue #osD pudiera tomar, cuanto el dolor 'ue le estaba causando. lla tambiDn le'uera. ="cilmente se imaginaba el in1ierno 'ue Dl estaba pasando.

    + los dos callaban. -allaban y esperaban sumergidos en este desgarrador silencio deios. Su doble pure7a hacia m"s hondas sus angustias. Seres abiertos a lo sobrenaturalaceptaban esto de ser lle&ados de la mano por el terno. HPero este caminar a ciegasJ Hste&erse Dl obligado a pensar lo 'ue no 'uera pensarJ Hste &er ella 'ue ios inundaba sualma para abandonarla despuDs a su suerteJ i1cilmente ha habido en la historia dolor m"sagudo y penetrante 'ue el 'ue estos dos muchachos sintieron entonces. H+ no poder

    consultar a nadie, no poder desahogarse con nadieJ -allaban y esperaban. l silencio deios no seria eterno.

    l misterio se aclara con un nue&o misterio

    >o lo 1ue. >o habla llegado #osD a tomar una decisin cuando en sueos se le apareciun "ngel del Seor (Mt 5, 4). n sueos@ si el e&angelista estu&iera in&entando una 1"bulahabra rodeado esta aparicin de m"s escenogra1a. >o hubiera elegido una 1orma tansimple, 'ue se presta a 'ue 1"ciles racionalismos hicieran &er a #osD como un soador. Peroios no usa siempre caminos extraordinarios. n el antiguo testamento era 1recuente estaaccin de ios a tra&Ds del sueo. ntre sueos, con &isiones nocturnas 0deca el libro de#ob0 abre ios a los hombres los odos y los instruye y corrige (#ob , 5?). ra adem"s unsueo preado de realidad. i1cilmente se puede decir m"s de lo 'ue el "ngel encierra ensu corto mensa%e. -omien7a por saludar a #osD como 9hi%o de a&id: (Mt 5, 4), como

    indic"ndole 'ue cuanto &a a decirle le a1ecta no slo como persona, sino como miembro detoda una 1amilia 'ue en #es$s 'ueda digni1icada. Pasa despuDs a demostrar a #osD 'ueconoce todo cuanto estos das est" pasando@ >o temas en recibir a Mara (Mt 5, 4). irigesus palabras al 9%usto:, al cumplidor de la ley. >o temas, al recibir a Mara no recibes a unaad$ltera, no &iolas ley alguna. Puedes recibir a Mara 'ue es 9tu esposa: y 'ue es digna deserlo pues lo concebido en ella es obra del spritu santo. Son palabras gemelas a las 'ueusara con Mara. + contenan lo su1iciente para tran'uili7ar a #osD. ar" a lu7 un hi%o a 'uienpondr"s por nombre #es$s. (Mt 5, 5). l mensa%e se dirige ahora a #osD. como diciDndole@aun'ue t$ no ser"s su padre seg$n la carne, e%ercer"s sobre Dl los &erdaderos derechos del

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    padre. simboli7ados para los hebreos en esta 1uncin de ponerle nombre. l nombre tieneen el mundo bblico mucha mayor importancia 'ue entre nosotros. -asi siempre posee unsentido 'ue trata de de1inir la &ida de 'uien lo lle&a. + el cambio de nombre ad'uieresiempre en el antiguo testamento el doble sentido de una 9eleccin: y de una especial9misin:. l nombre es, en cierto modo, la primera re&elacin de ios sobre el hombre.

    + el nombre 'ue el "ngel dice no carece de sentido, es un tesoro inagotable, comenta

    san #uan -risstomo. Se llamar" #es$s (+a0ch$a, en hebreo) es decir@ 9+ah&D sal&a:. stenombre de 9sal&ador: se aplica a ios unas cien &eces en el antiguo testamento. ios es misal&ador, &i&irD lleno de con1ian7a y no temerD (Ks 5, ). -u"n hermosos son los pies dea'uel 'ue pregona la sal&acin (Ks 6, *).

    l "ngel anuncia as 'ue #es$s traer" lo 'ue el hombre m"s necesita, lo 'ue slo iospuede dar, lo m"s 'ue ios puede dar al hombre@ la sal&acin. Sal&acin, en primer lugar,para su pueblo, para Ksrael. Qabla el "ngel a #osD de lo 'ue me%or puede entender, de lo 'uem"s esperaba un %udo de entonces. n su hi%o se cumplir" a'uello 'ue anunciaba el salmo5?4@ spera, oh Ksrael, en el Seor. Por'ue en el Seor hay misericordia y sal&acinabundante. l redimir" alg$n da a Ksrael de todas sus ini'uidades.

    !$n es m"s 1ecundo el mensa%e del "ngel@ puntuali7a en 'uD consistir" esa sal&acin.l pueblo 0explica el comentario de san #uan -risstomo0 no ser" sal&ado de sus enemigos&isibles, ni de los b"rbaros, sino de algo m"s importante. del pecado. + esto nadie podahaberlo hecho antes de #es$s. Parece 'ue el e&angelista tu&iera prisa por sealar el e%e dela misin de -risto, sal&ador, s, de todos los males, liberador, si, del hombre entero, perosal&ador de todo por'ue atacara a la ra7 de todo, a la $ltima causa de todo mal@ lospecados. >o &enia a dar una batalla directa contra el hambre en el mundo, ni contra ladominacin romana, ni contra la di&ini7acin humana 'ue inclua la cultura helenstica.Nenia a dar la batalla contra todo pecado 'ue corrompe el interior del hombre, sabiendo,eso si, 'ue en ella 'uedaran tambiDn incluidas la lucha contra el hambre, la opresin, laidolatra de la inteligencia. Nena a cambiar al hombre, sabiendo 'ue, cuando el hombre1uera me%or, sera tambiDn m"s 1eli7.

    l "ngel ha concluido ya su mensa%e. Pero el e&angelista a$n tiene algo 'ue aadir.Mateo se ha propuesto como 1in 1undamental de su e&angelio mostrar a sus

    contempor"neos cmo se reali7an en -risto todas las pro1ecas 'ue anunciaban al Mesas ya'u nos seala cmo en este misterioso nacimiento se reali7an las palabras de Ksaas@ Qea'u 'ue una &irgen concebir" y parir" un hi%o... (Mt 5, ?). stas palabras 'ue son tanimportantes para nosotros, no lo eran tanto para los contempor"neos y antecesores de-risto, por la simple ra7n de 'ue no lograban entenderlas. Las escuelas %udas apenascomentaban este or"culo y no solan re1erirlas al Mesas. speraban la &enida de esteen&iado re&estido de poder y de ma%estad@ mal podan imaginarle a tra&Ds de un bebD 'uenace de un ser humano. Pensaban en la llegada de un &encedor adulto, nadie hablaba de suposible nacimiento. Menos aun podan intuir un nacimiento &irginal y misterioso. La palabra'ue nosotros traducimos por 9Nirgen: (almah, en hebreo) la traducan simplemente por9doncella:, 9%o&encita:. Slo #osD a'uella noche comen7 a &islumbrar el sentido de esapalabra y entendi 'ue a Dl se le aclaraba el rompecabe7as de su espritu. !hora todo

    cuadraba@ la pure7a incuestionable de su esposa, la misteriosa serenidad de ella, su&ocacin personal. !hora supo por 'uD 'uera a Mara y, al mismo tiempo, no la deseaba;por 'uD su cario era casi slo respeto. ntenda cmo podan unirse ideas tan opuestascomo 9&irginidad: y 9maternidad:; cmo Dl poda ser padre sin serlo, cmo a'uel terribledolor suyo de la &spera haba sido mara&illosamente 1ecundo.

    AEemi, por un momento, 'ue todo hubiera sido un sueo, una 9salida: 'ue sebuscaba su subconsciente para resol&er el problemaB Eal &e7 s lo temi. Pero, cuanto m"sre1lexionaba, mas se daba cuenta de 'ue a'uello slo poda ser obra de ios. A-mo iba ahaber in&entado Dl a'uel prodigio de un embara7o obrado por ios 'ue, despierto, ni

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    hubiera podido pasar por su imaginacinB Una idea as le hubiera parecido una blas1emia.Pero ahora &ea 'ue era posible. Iue no slo era posible, sino 'ue en ella se reali7aban laspro1ecas 'ue antes no haba podido comprender. >o, no era un sueo.

    Sinti deseos de correr y abra7ar a Mara. Lo hi7o apenas 1ue de da. + a ella le bast&er su cara para comprender 'ue ios haba hablado a #osD como antes lo habla hecho conKsabel. !hora podan hablar ya claramente, con1rontar sus 9historias de "ngeles:, &er 'ue

    todo cuadraba, 9entender: sus &idas, asustarse de lo 'ue se les peda y sentir la in1inita1elicidad de 'ue se les pidiese. -omprendan su doble amor &irginal y &ean 'ue esta&irginidad en nada disminua su &erdadero amor. >unca hubo dos no&ios m"s 1elices 'ueMara y #osD paseando a'uel da ba%o el sol.

    Un destino cambiado

    Pero no slo alegra. EambiDn miedo y desconcierto. -uando #osD &ol&i a 'uedarsesolo comen7 a sentir algo 'ue slo poda de1inirse con la palabra 9&Drtigo:. S, hablanpasado los dolores y las angustias, se haba aclarado el problema de Mara, pero ahoradescubra 'ue todo su destino habla sido cambiado. l humilde carpintero, el muchachosimple 'ue hasta entonces habla sido, acababa de morir. >aca un nue&o hombre con undestino hondsimo.

    -omo antes Mara, descubra ahora #osD 'ue embarcarse en la lancha de ios esadentrarse en su llamarada y su1rir su 'uemadu