COLEGIO NACIONAL DE EDUCACIÓN PROFESIONAL TÉCNICA

Democracia y civilidad

Enemigos y factores negativos

Jorge Armando Juárez Vázquez jorgejuva@gmail.com

INFORMÁTICA 5104 5 Semestre

CONALEP 165 “Lic. Jesús Reyes Heroles”

COLEGIO NACIONAL DE EDUCACIÓN PROFESIONAL TÉCNICA DE VERACRUZ

Tuxpan de Rodríguez Cano, Veracruz

En el presente ensayo pretendo dar a conocer los factores negativos que afectan a la realización de la democracia y a la representación de la civilidad, como parte de la situación actual de nuestro país y de nuestra sociedad; además de presentar posibles soluciones que mejorarían esta situación y cómo podrían ser aplicadas.

Debido al actual estado de la democracia y de la civilidad, tan sólo en

nuestro país, los jóvenes cada vez estamos más escépticos acerca de las

intenciones de los políticos y de aquellas personas que rigen nuestro futuro.

Cada vez se hace más notable la poca democracia que se practica y la

falta de civilidad en nuestra sociedad. Podemos empezar definiendo estos dos

conceptos para acuñar bien la idea principal. La civilidad se define, “cuando existe

un orden correcto en las cosas”1 y, según Aristóteles, se define democracia

cuando “la soberanía pertenece a la totalidad de los ciudadanos,

independientemente de su nacimiento, fortuna o capacidad”2. Una vez definidos,

podemos entender con mayor facilidad la idea principal de este ensayo.

Factores negativos existen por sobre todas las cosas, y estos no son la

excepción. La desigualdad social es uno de los peores enemigos que tienen la

democracia y la civilidad; aquí es donde radica el principal problema de la falta de

democracia y en consecuencia la perdida de la civilidad. Como vimos

anteriormente, Aristóteles define democracia cuando la soberanía corresponde a

los ciudadanos, independiente de su nacimiento, fortuna o capacidad; sin embargo

hoy en día es muy complicado observar que se practique la democracia según

esta definición. Difícilmente entendemos los problemas que puede generar esta

desigualdad, que mayormente dividen a la sociedad entre distintos niveles

dependiendo de su nivel social y/o económico; y la alejan del concepto de

sociedad. Esto afecta directamente a la naturaleza de la democracia, donde el

poder debe residir en todos los ciudadanos y, actualmente, se cataloga como uno

de los mayores problemas que afecta a la democracia. De este problema nace la

discriminación a las minorías, en donde la desigualdad social y la intolerancia se

representan en su máxima expresión. Se reprime a aquellos que no piensan igual

a nosotros y nos unimos a aquellas grandes cantidades que piensan igual, para

pasar desapercibidos. Este es un problema muy grave, debido a que nosotros

mismos lo causamos. En este punto la democracia comienza a reflejarse en la

afirmación de Platón, quien afirmaba que la democracia se podía convertir en

tiranía, desde las minorías hasta las grandes autoridades. Cambiando al aspecto

1,2 Aristóteles - symploke – Enciclopedia Filosófica (http://symploke.trujaman.org/index.php?title=Democracia)

de la nación, decimos que un estado es democrático si el poder reside en el

pueblo, pero también cuando el estilo de gobierno del mismo se enfoca a

satisfacer el interés del pueblo o los deseos del mismo. No todas las personas

tienen muy claro este sentido de la democracia, pero tampoco los gobiernos lo

tienen a la hora de gobernar. A pesar del problema de la desigualdad, no es el

único enemigo de la democracia. La falta de determinación de los ciudadanos

permite que estos enemigos salgan a flote y afecten nuestra democracia y

civilidad. Todos queremos un país democrático, pero algunas veces se llega al

extremo, utilizando caminos violentos para lograr una democracia. En situaciones

desesperadas, es un método útil y eficiente, pero no logra ningún efecto

permanente ni de verdadero valor. Los métodos extremistas que se utilizan para

defender a la democracia solamente la afectan cada vez más, generando junto a

ella violencia y repudio ante la gente. La violencia amenaza directamente a la

civilidad, sustituyendo un orden correcto y civilizado por un orden impuesto y

dirigido.

Hoy en día podemos observar múltiples ejemplos para demostrar como la

violencia afecta a nuestra civilidad y, a su vez, a nuestra sociedad en sí.

Actualmente la situación de la democracia en nuestro país es muy deplorable.

Tenemos a políticos y autoridades que no reflejan el uso de la democracia, en

donde en vez de ayudar y fomentar el crecimiento de los ciudadanos

continuamente, solamente ven por ellos antes y después nunca más. Vivimos en

un país con una pseudo-democracia establecida, con censura al por mayor y con

ciudadanos con una ideología no establecida, la cual cambia relativamente rápido

conforme al pensamiento de los demás. La censura, la falta de información y el

exceso de información también son enemigos comunes de la democracia. Todos

ellos en conjunto generan temor, desconfianza y una postura deprimente hacia las

autoridades.

La civilidad es muy importante, la debemos preservar siempre, ya que

gracias a ella podemos vivir en armonía con sociedad, si no hay desigualdad,

existe civilidad, si existe democracia, existe civilidad y si hay tolerancia, existe

civilidad. Debemos entender que la democracia no es sólo una forma de gobierno,

sino que es un estilo de vida. Un estilo de vida que refleja la libertad y refleja la

igualdad. Refleja la civilidad y refleja a la sociedad.

La democracia y la civilidad no se debe observar como una tarea, o un

esfuerzo, aunque ello lo requiera; se debe observar como un privilegio, como un

bien, como un fin común de todos, para el crecimiento de nuestra sociedad, de

nuestro estado, de nuestro país. Y para ello, debemos obtener una buena

educación en valores desde la niñez. Tener siempre como meta la civilidad, y

actuar siempre en democracia, no cada tantos años. Debemos mantener una

actitud positiva ante todo y una actitud crítica por sobre todas las cosas. Desde

hace muchos años que nuestro país pelea por ese gran privilegio, el privilegio de

ser nuestro propio poder, de ser nuestros propios sueños, y de ser nuestras

propias decisiones. Ese privilegio está en nuestras manos, tan sólo debemos

aceptarlo. Y para aceptarlo simplemente debemos practicarlo, definiendo bien

nuestras ideologías y rechazando aquellas prácticas incorrectas y aquellos

factores negativos, siempre viendo por bien de la sociedad y de nosotros mismos.

En conclusión, podemos afirmar que la civilidad y la democracia tienen

muchos enemigos, muchos factores negativos y muchas amenazas que arriesgan

la práctica y la demostración de ambos, pero también su realización es muy

importante, y la civilidad juega un papel muy importante dentro de la sociedad.

También afirmamos que la educación es el medio más importante para reafirmar

todas estas posturas, para desechar las malas actitudes y para crear nuevos

ciudadanos con valores inculcados, con una democracia establecida y con un

deseo activo de civilidad en si mismos. Para tener una democracia real, debemos

estudiar bien la causa de la falta de la misma, la causa de la existencia de

autoridades tan incompetentes y la causa de los partidos y candidatos para usar

métodos tan extremistas que atentan a la civilidad, simplemente para ganar una

autoridad superior y seguir demostrando que se tiene un concepto erróneo o

equívoco de la democracia y por consecuencia, una falta masiva de civilidad.

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