Cuento Tatiana 2015-2

1
Amante Capturada en tus abrazos perpetuos intento comprender cómo recorres mi cuerpo: manos que no dejan resbalar detalles, alas envolviendo perdidamente mi figura. Sabrás que no me interesa escapar de tu encierro, yo misma me adentré en él. Me agarras, me arrastras bruscamente. ¿Por qué tu afán de atraparme, de atropellarme voraz con tus juegos? Sensualidad hermética e infinita, sólo te siento a ti; estoy condenada a permanecer sola contigo. Quiero gritarte, pero de mi boca no emerge sonido alguno; entiendo que en tu idioma no existen palabras, tal vez tú nos ensordeces absurdamente a ambos. ¡Quiero gritarte! Cubres mis ojos y en tu impulsividad vehemente corres a enseñarme ese mundo de sueños inexplorados que hay en ti; donde tu turbia transparencia no permite atravesar luz. Temía a esos recovecos eclipsados que te habitan, ¿recuerdas? Ahora todo se proyecta a una ávida curiosidad de examinarte: un trazo escandaloso y de cariños violentos te delata la esencia. Pareciera que tu tacto tibio pretendiera esculpirme, como si decidieras esparcirte y rodar interminablemente sobre mí. Esta vez permito a mis sales desbordarse en la lluvia de las tuyas; tú corrías y ahora yo vuelo, te arrepentirás de disparar mi desorden. El ser se me desparrama y termino suspendida en ti, en una quietud, aún tuya, que no reconozco. Se nos disipó la euforia. Te proyecto una sonrisa que surge despaciosamente de mi rostro, lentitud, letargo eterno. De pronto soy consciente de mi agotamiento; caigo casi dormida entre el leve dolor de una presión sigilosa que me hunde el pecho. Había olvidado esa asfixia que sutilmente me cubrió al llegar, debo irme. Apenas siento cómo me sacudes, debí saber que esta vez no me permitirías escapar, tanto te atormenta mi ausencia. Sé que no hay objeto en luchar contra tu fuerza; estoy resignada a que tus uñas me revuelvan. Coquetease conmigo, pero entre tus seducciones yo coqueteaba con la muerte; perdóname, ella me ama más. Mi Caribe fatal, asegúrate de devolverme a la playa cuando dejes tus ansias de poseerme.

description

berab

Transcript of Cuento Tatiana 2015-2

Page 1: Cuento Tatiana 2015-2

Amante

Capturada en tus abrazos perpetuos intento comprender cómo recorres mi cuerpo: manos

que no dejan resbalar detalles, alas envolviendo perdidamente mi figura. Sabrás que no

me interesa escapar de tu encierro, yo misma me adentré en él. Me agarras, me arrastras

bruscamente. ¿Por qué tu afán de atraparme, de atropellarme voraz con tus juegos?

Sensualidad hermética e infinita, sólo te siento a ti; estoy condenada a permanecer sola

contigo. Quiero gritarte, pero de mi boca no emerge sonido alguno; entiendo que en tu

idioma no existen palabras, tal vez tú nos ensordeces absurdamente a ambos. ¡Quiero

gritarte!

Cubres mis ojos y en tu impulsividad vehemente corres a enseñarme ese mundo de

sueños inexplorados que hay en ti; donde tu turbia transparencia no permite atravesar luz.

Temía a esos recovecos eclipsados que te habitan, ¿recuerdas? Ahora todo se proyecta a

una ávida curiosidad de examinarte: un trazo escandaloso y de cariños violentos te delata

la esencia. Pareciera que tu tacto tibio pretendiera esculpirme, como si decidieras

esparcirte y rodar interminablemente sobre mí. Esta vez permito a mis sales desbordarse

en la lluvia de las tuyas; tú corrías y ahora yo vuelo, te arrepentirás de disparar mi

desorden.

El ser se me desparrama y termino suspendida en ti, en una quietud, aún tuya, que no

reconozco. Se nos disipó la euforia. Te proyecto una sonrisa que surge despaciosamente

de mi rostro, lentitud, letargo eterno. De pronto soy consciente de mi agotamiento; caigo

casi dormida entre el leve dolor de una presión sigilosa que me hunde el pecho. Había

olvidado esa asfixia que sutilmente me cubrió al llegar, debo irme.

Apenas siento cómo me sacudes, debí saber que esta vez no me permitirías escapar,

tanto te atormenta mi ausencia. Sé que no hay objeto en luchar contra tu fuerza; estoy

resignada a que tus uñas me revuelvan. Coquetease conmigo, pero entre tus seducciones

yo coqueteaba con la muerte; perdóname, ella me ama más. Mi Caribe fatal, asegúrate de

devolverme a la playa cuando dejes tus ansias de poseerme.