Cristologia_en_Rahner - para una cultura posmoderna - Schickendantz.pdf

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LA CRISTOLOGÍA DE KARL RAHNER. ¿UNA CRISTOLOGÍA PARA UNA CULTURA POSMODERNA? Carlos Schickendantz Publicado en Proyecto 42 (2002) 87-115 "Como resumen del repaso hecho a la nuevas publicaciones sobre cristología resulta: la cristología permanece como el centro gravitacional de la comprensión teórica del cristianismo y Jesucristo la persona referencial de la praxis cristiana." 1 Así concluye el informe bibliográfico de Gerhard Müller, quien comenta unas 50 obras cristológicas recientes. Dos trabajos posteriores al panorama de Müller merecen también la atención de los lectores. Se trata de dos tesis doctorales, realizadas en París y en Salamanca, que, desde distintos puntos de vista, contribuyen al progreso de la reflexión cristológica rahneriana. Los méritos de estas dos obras pueden sintetizarse de la siguiente manera. En comparación a la bibliografía disponible, Evelyn Maurice ofrece un trabajo mucho más detallado en referencia a la progresiva formación y desarrollo de la cristología rahneriana. 2 La obra de Pedro Sarmiento apunta en otra dirección. 3 En 1992 W. Kasper repetía una constatación que posee un amplio con- senso: "El mérito indiscutible de Rahner es haber mostrado cómo es posible una cristología en una nueva manera bajo los presupuestos del pensamiento moderno." 4 Sarmiento, en consonancia con algunos acentos de la actual investigación sobre Rahner, procura mostrar, más allá de la constata- ción aludida, las potencialidades de esta cristología de cara a la actual situación cultural caracteri- zada como posmoderna. Al análisis de cada uno de los textos antepongo una introducción que, primero, ofrece una consideración sobre lo que se ha llamado “una nueva época en el tratamiento de la obra de Ra h- ner”, época a la cual pertenece la obra de Maurice y, segundo, destaca algunas líneas en el pano- rama cristológico actual en orden a contextualizar el trabajo de Sarmiento. 1. Introducción En buena medida el texto de Maurice (mucho menos el de Sarmiento) se sitúan en lo que Günther Wassilowsky ha calificado recientemente como “una nueva época en el tratamiento de la obra de Rahner”. 5 Para explicar su afirmación, Wassilowsky cita los trabajos de A. Zahlauer, 6 P. Rulands 7 y W. Schmolly. 8 Por ejemplo, con la tesis de A. Zahlauer fructifica una línea de investi- 1 G. L. MÜLLER, "Christologie im Brennpunkt. Ein Lagebericht": Theologische Revue 91 (1995) 363-378. 2 E. MAURICE, La christologie de Karl Rahner, Paris 1995. 3 P. M. SARMIENTO CABALLERO, Cristología Existencial. Claves para una lectura postmoderna de la Cristo- logía de Karl Rahner, Madrid 1998. 4 W. KASPER, "Vorwort zur elften Auflage": en id., Jesus der Christus, Mainz 11 1992, I-XXII, VI. 5 Cf. G. WASSILOWSKY, Universales Heilssakrament Kirche. Karl Rahners Beitrag zur Ekklesiologie des II. Vatikanums, Innsbruck 2001, 106. 6 Karl Rahner und sein «produktives Vorbild» Ignatius von Loyola, Innsbruck 1996. 7 Menschsein unter dem An-spruch der Gnade. Das übernatürliche Existential und der Begriff der natura pura bei Karl Rahner, Innsbruck 2000. 8 Eschatologische Hoffnung in Geschichte. Karl Rahners Grundverständnis der Kirche als theologische Begleitung von deren Selbstvollzug, Innsbruck 2001.

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  • LA CRISTOLOGA DE KARL RAHNER.

    UNA CRISTOLOGA PARA UNA CULTURA POSMODERNA?

    Carlos Schickendantz

    Publicado en Proyecto 42 (2002) 87-115

    "Como resumen del repaso hecho a la nuevas publicaciones sobre cristologa resulta: la

    cristologa permanece como el centro gravitacional de la comprensin terica del cristianismo y

    Jesucristo la persona referencial de la praxis cristiana."1 As concluye el informe bibliogrfico de

    Gerhard Mller, quien comenta unas 50 obras cristolgicas recientes. Dos trabajos posteriores al

    panorama de Mller merecen tambin la atencin de los lectores. Se trata de dos tesis doctorales,

    realizadas en Pars y en Salamanca, que, desde distintos puntos de vista, contribuyen al progreso

    de la reflexin cristolgica rahneriana.

    Los mritos de estas dos obras pueden sintetizarse de la siguiente manera. En comparacin

    a la bibliografa disponible, Evelyn Maurice ofrece un trabajo mucho ms detallado en referencia a

    la progresiva formacin y desarrollo de la cristologa rahneriana.2 La obra de Pedro Sarmiento

    apunta en otra direccin.3 En 1992 W. Kasper repeta una constatacin que posee un amplio con-

    senso: "El mrito indiscutible de Rahner es haber mostrado cmo es posible una cristologa en una

    nueva manera bajo los presupuestos del pensamiento moderno."4 Sarmiento, en consonancia con

    algunos acentos de la actual investigacin sobre Rahner, procura mostrar, ms all de la constata-

    cin aludida, las potencialidades de esta cristologa de cara a la actual situacin cultural caracteri-

    zada como posmoderna.

    Al anlisis de cada uno de los textos antepongo una introduccin que, primero, ofrece una

    consideracin sobre lo que se ha llamado una nueva poca en el tratamiento de la obra de Rah-

    ner, poca a la cual pertenece la obra de Maurice y, segundo, destaca algunas lneas en el pano-

    rama cristolgico actual en orden a contextualizar el trabajo de Sarmiento.

    1. Introduccin

    En buena medida el texto de Maurice (mucho menos el de Sarmiento) se sitan en lo que

    Gnther Wassilowsky ha calificado recientemente como una nueva poca en el tratamiento de la

    obra de Rahner.5 Para explicar su afirmacin, Wassilowsky cita los trabajos de A. Zahlauer,6 P.

    Rulands7 y W. Schmolly.

    8 Por ejemplo, con la tesis de A. Zahlauer fructifica una lnea de investi-

    1 G. L. MLLER, "Christologie im Brennpunkt. Ein Lagebericht": Theologische Revue 91 (1995) 363-378. 2 E. MAURICE, La christologie de Karl Rahner, Paris 1995. 3 P. M. SARMIENTO CABALLERO, Cristologa Existencial. Claves para una lectura postmoderna de la Cristo-

    loga de Karl Rahner, Madrid 1998. 4 W. KASPER, "Vorwort zur elften Auflage": en id., Jesus der Christus, Mainz 111992, I-XXII, VI. 5 Cf. G. WASSILOWSKY, Universales Heilssakrament Kirche. Karl Rahners Beitrag zur Ekklesiologie des II.

    Vatikanums, Innsbruck 2001, 106. 6 Karl Rahner und sein produktives Vorbild Ignatius von Loyola, Innsbruck 1996. 7 Menschsein unter dem An-spruch der Gnade. Das bernatrliche Existential und der Begriff der natura pura bei

    Karl Rahner, Innsbruck 2000. 8 Eschatologische Hoffnung in Geschichte. Karl Rahners Grundverstndnis der Kirche als theologische Begleitung

    von deren Selbstvollzug, Innsbruck 2001.

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    gacin que tiene sus principales fundamentos en los excelentes trabajos de K. Fischer9 y N. Sch-

    werdtfeger10

    y en las repetidas observaciones de K. Neufeld. Zahlauer estudia la historia de la for-

    macin del pensamiento rahneriano a partir del impulso ignaciano. El ncleo de su obra muestra

    cmo se convierte y transforma una experiencia espiritual en un pensamiento teolgico sistemti-

    co. De all el ttulo del trabajo de Zahlauer: "Karl Rahner y su modelo ejemplar Ignacio de Lo-

    yola".11

    La atencin a los textos tempranos en la biografa de Rahner, especialmente algunos indi-

    tos, es una nota distintiva del trabajo.

    Qu caracteriza esta nueva poca, a juicio de Wassilowsky? Investigaciones que pres-

    tan atencin al contexto biogrfico y al proceso de formacin de los textos, que ponen de relieve

    la importancia y los contenidos de la fase inicial de la teologa de Rahner; fase que, a su vez, ofre-

    ce una ms adecuada y justa mirada de conjunto de la obra de Rahner y que contextualiza mejor

    algunas de las crticas existentes sobre el trabajo del telogo alemn. Esta perspectiva fundamental

    se enmarca en una tendencia ms general. "El significado del contexto, de la biografa de aquel que

    hace teologa se ha visto fortalecido y exigido en tiempo reciente."12

    Esta caracterstica de la in-

    vestigacin actual sobre Rahner la he puesto de relieve (con algunas de sus consecuencias inme-

    diatas) en una publicacin anterior en esta misma revista,13

    se ha concretado en mi propio trabajo

    monogrfico sobre Rahner14

    y representa uno de los rasgos ms vistosos que, en general, distingue

    los estudios concretados en lengua alemana de los publicados en otros idiomas. Todos los libros

    hasta aqu citados (exceptuado el de Sarmiento) testifican que el trabajo en el Karl-Rahner-Archiv

    de la Universidad de Innsbruck (Austria) ha sido un factor importante en orden a profundizar en la

    investigacin sobre Rahner y concretar un texto de relieve internacional que verdaderamente hace

    progresar el estado de la cuestin sobre diversos aspectos de la teologa rahneriana.

    En orden a situar el trabajo de Sarmiento, me detengo brevemente en algunas descripcio-

    nes publicadas en los ltimos aos que presentan un panorama de la reflexin cristolgica actual.

    Por ejemplo, R. Haight, despus de describir algunas lneas presentes en los aos recientes que, en

    particular, ilustran el pluralismo hoy existente en la cristologa (narrativa, liberacionista, existen-

    9 Der Mensch als Geheimnis. Die Anthropologie Karl Rahners, Freiburg i.Br. 1974. 10 Gnade und Welt. Zum Grundgefge von Karl Rahners Theorie der "anonymen Christen", Freiburg i.Br. 1982. 11 La expresin produktives Vorbild, que para Zahlauer constituye el concepto hermenutico clave para la recep-

    cin ignaciana de Rahner, la emplea el mismo telogo alemn en: "Ignatius von Loyola. Zur Aktualitt des Heili-

    gen": Geist und Leben 57 (1984) 337-340, 337. 12 A. BATLOGG, Die Mysterien des Lebens Jesu bei Karl Rahner. Zugang zum Christusglauben, Innsbruck 2001,

    52. 13 Cf. C. SCHICKENDANTZ, "Karl Rahner. Una fuente de inspiracin": Proyecto 36 (2000) 127-147, 133ss. 14 Cf. C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia radicalizada en extrema impotencia. La comprensin de la

    muerte en Karl Rahner, Santiago de Chile 1999, 37. Al formular el objetivo de mi investigacin, escrib entonces:

    "nos proponemos investigar la comprensin de la muerte en el pensamiento de Karl Rahner, atendiendo (a) al proceso de

    su formacin y desarrollo en vinculacin con su biografa personal..." Y continuaba ms abajo: "es importante situar crono-

    lgicamente su tanatologa, sea en relacin a su propia biografa, sea en referencia a la situacin de la teologa en el presen-

    te siglo. El valor de esta tanatologa, sus riquezas y lmites, se advierten ms exactamente cuando se atiende a su evolucin

    y se considera que, como conjunto y sustancialmente, est ya elaborada a comienzos de la dcada del cincuenta. (...) Este

    aspecto permite y exige, tambin, incorporar la importante discusin desarrollada ante todo en la literatura teolgica de

    lengua alemana sobre la interpretacin general de la obra de Rahner, sus influjos determinantes, sus conceptos centrales,

    su punto de partida. Esta problemtica, cuya discusin compromete a muchos de los ms calificados intrpretes rahneria-

    nos, aunque no es objeto directo de nuestro trabajo, tiene relieve, tambin, para la comprensin de la muerte. El tema es

    distinto pero est en relacin con el inters actual existente, contra lo que afirma B. Sesbo, en la primera fase de la obra

    de Rahner." Cf. tambin, ibid., 62ss.

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    cial, feminista, inculturada, pluralista de las religiones, etc.) y que, segn su perspectiva, demanda

    por ello un cierto principio de organizacin, define tcnicamente con la ayuda de Gadamer y Ri-

    coeur, en un segundo momento, la nocin de situacin. Intenta fundamentar la tesis de que la ca-

    tegora situacin puede servir como principio en torno al cual pueda desarrollarse una estrategia

    cristolgica. La tercera parte describe precisamente esa situacin de la cristologa actual que, asu-

    miendo las diversas expresiones plurales descritas, reclama una cristologa que sea histricamente

    consciente, que exhiba una tensin positiva hacia el pluralismo sin caer en relativismo, que respon-

    da al sufrimiento humano de grandes proporciones hoy existente y que provea algunos fundamen-

    tos a la esperanza y al empeo por la vida dentro de la historia. Sobre la base de estos temas, las

    cuestiones estndares o perennes que dan forma a la disciplina cristolgica son reconfiguradas.

    "Nuestra situacin es la pista que indica cmo debe hoy estructurarse la cristologa."15

    El mismo

    Haight ofrece breves comentarios a dichas cuestiones perennes de la cristologa que deben adquirir

    una forma distintiva en la actual situacin.

    Un informe ms detallado del estado de los estudios cristolgicos ofrece el telogo de

    Munich, G. Mller. Su anlisis de aproximadamente 50 obras confirma la apreciacin de Haight

    acerca del pluralismo existente. Dividido en seis partes analiza: (1) trabajos que pueden ser carac-

    terizados bajo las palabras contextualidad, inculturacin, (2) el dilogo cristiano-judo, incluidas

    las cristologas despus de Auschwitz, (3) textos que afrontan la problemtica del carcter absolu-

    to del cristianismo y de la persona de Jess, (4) libros que estudian los fundamentos bblicos (se

    detiene especialmente en las recientes obras de J. Gnilka y R. Schnackenburg), (5) cristologas

    dogmticas (Mller comenta los trabajos sistemticos de P. Schoonenberg, J. Moingt,16

    K.-J.

    Kuschel, I. Dalferth y P. Hnermann), (6) la soteriologa (adems de J. Moltmann y J. Sobrino,

    presta especial atencin a la obra de K.-H. Menke).17

    La evaluacin que W. Kasper realiza de las dos ltimas dcadas al incluir un nuevo prolo-

    go en 1992 a su texto cristolgico de 1974 se aproxima mucho a las observaciones bibliogrficas

    de Mller. Por una parte, constata que el panorama cristolgico no ha variado sustancialmente en

    ese tiempo, por otra, afirma que se ha producido un desplazamiento: "La respuesta a la cuestin

    cmo puede ser comprendido el significado salvfico de Jesucristo est ms relacionada al contex-

    to en comparacin a lo sucedido al comienzo de los aos setenta. O formulado de otra manera: la

    soteriologa ha llegado a ser ms concreta."18

    Es la referencia ms inmediata a la historia concreta,

    a situaciones no salvficas, de dominacin, o peligro, a contextos culturales y religiosos plurales.

    En esta lnea puede ubicarse el trabajo de Sarmiento. La situacin cultural posmoderna, de

    la cual l habla, se inserta en el llamado tercer horizonte epocal, no ya caracterizado por la metaf-

    sica de la sustancia o de la subjetividad, sino en el horizonte hoy vigente, despus del giro pragm-

    tico-lingustico,19

    centrado ms bien en el amor, la comunicacin y la praxis. A juicio de J. C.

    15 R. HAIGHT, "The Situation of the Christology Today": Ephemerides theologicae Lovanienses 69 (1993) 315-

    334, 334. 16 Una extensa presentacin y comentario elogioso del libro L'homme qui venait de Dieu, (Paris 1992) de Moingt

    ofrece B. SESBO, "De la rumeur de Jsus la gnration du Verbe. Du nouveau en Christologie": Revue des

    sciences religieuses 82 (1994) 87-102. 17 Cf. G. L. MLLER, "Christologie im Brennpunkt. Ein Lagebericht", 363-378. 18 W. KASPER, "Vorwort zur elften Auflage", XI. A partir de esta afirmacin, el autor analiza trabajos cristolgi-

    cos relacionados con la teologa de la liberacin, la corriente feminista, la problemtica ecolgica, el dilogo inter-

    religioso, la problemtica intercultural, etc. 19 Cf. J. C. SCANNONE, "El misterio de Cristo como modelo para el dilogo de la teologa con la cultura, la

    filosofa y las ciencias humanas": en SOCIEDAD ARGENTINA DE TEOLOGIA (ed.), El misterio de Cristo como

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    Scannone las teologas tienden hoy a moverse en el tercer horizonte intelectual, el que A. Gonz-

    lez llama de la alteridad y la praxis. As es como toman relevancia categoras como historia de

    salvacin, existencia, encuentro, seguimiento. Y aade Scannone: "an en Karl Rahner -a pesar de

    su enfoque trascendental y antropolgico- la teologa se centra en la autocomunicacin gratuita de

    Dios por Cristo en el Espritu."20

    2. Gnesis y evolucin del pensamiento cristolgico de Rahner

    "El lector de estas pginas habr observado ciertamente que es la primera vez que un estu-

    dio de la teologa de Karl Rahner toma un punto de vista deliberadamente diacrnico" (249).21

    El

    comentario de Bernard Sesbo al final del libro de Evelyne Maurice, discutible en su referencia a

    "la primera vez", destaca una lnea central de la investigacin de la autora, miembro de la Sociedad

    de las Hijas del Corazn de Mara y profesora de teologa dogmtica desde 1991 en el Centre-

    Svres de Pars. Este trabajo es el resultado de una tesis doctoral presentada en dicho Instituto en

    el ao 1990 con el ttulo: L'volution de la pense christologique de Karl Rahner (1934-1984).

    La publicacin, concretada en la editorial Descle y bajo la direccin de Joseph Dor, quien escri-

    be un prefacio introduciendo la obra, constituye una presentacin abreviada de aquella investiga-

    cin que, si bien facilita su publicacin y posibilita su acceso a un pblico ms amplio, deja una

    cierta insatisfaccin a un lector deseoso de mayores precisiones. Incluso, algunas preguntas u ob-

    servaciones que aqu formulo podran encontrar una respuesta adecuada mediante la lectura com-

    pleta de la tesis.

    El trabajo se propone demostrar, con palabras de la autora, "la continuidad del pensamien-

    to rahneriano en torno a un tema mayor: la cristologa" (11), "reconstruir la gnesis de la cristolo-

    ga de Rahner" (32), exponer "el itinerario cristolgico de Rahner y demostrar la continuidad"

    (245). Precisamente esta ltima palabra, "continuidad" aparece repetida a lo largo de la obra.

    Maurice divide su trabajo en tres partes conforme a lo que ella describe como tres fases

    bien diferenciadas y articuladas en la obra del telogo alemn: la primera fase que comprende los

    aos 1934-1953, bajo el ttulo "Bsqueda de indicios"; la segunda fase, entre 1954-1968, bajo el

    ttulo de "Un programa cristolgico y sus realizaciones parciales"; y la tercera fase, entre 1969-

    1984, bajo el ttulo de "El tiempo de la sntesis".

    paradigma teolgico, Buenos Aires 2001, 127-158, 148: "Despus de que se habl del giro copernicano (Koper-

    nikanische Wende) de Kant en el paso de la filosofa clsica a la moderna, hoy, en la contempornea, se afirma el

    giro lingstico (linguistic turn) o pragmtico-lingstico, que supera al anterior. El nuevo giro no slo tras-

    ciende al sujeto moderno hacia la comunicacin y el lenguaje (que es ya desde el inicio pblico y social), sino que

    adems, descubre el momento pragmtico del mismo, es decir, el lenguaje en cuanto es accin (pues, como lo dira

    John Austin, con palabras se acta y se hacen cosas)." 20 "El misterio de Cristo como modelo", 158. La observacin de Scannone me confirma en una de mis crticas al

    trabajo de Sarmiento. Cf. mi recensin en: Teologa y Vida 41 (2000) 658-664, 663: "Llamativa son las ausencias

    de la, por as decir, lectura ms filosfica que encarna por ejemplo P. Eicher y de la centralidad del concepto de

    autocomunicacin de Dios, hoy bastante generalizada en los principales autores rahnerianos. De hecho, este

    concepto rahneriano central no juega aqu el rol que cabra esperar de una cristologa, precisamente, existencial." 21 E. MAURICE, La christologie de Karl Rahner, Paris 1995. Una recensin ms detallada he escrito en: Teologa

    y Vida 41 (2000) 120-127. Los nmeros entre parntesis en la primera parte de este artculo corresponden a las

    pginas del libro de Maurice.

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    El punto central de la investigacin lo constituye las consideraciones relativas al artculo de

    1954, Calcedonia - fin o comienzo?,22

    que representa "un giro decisivo no solamente en la evo-

    lucin personal de Rahner, sino tambin en la renovacin cristolgica de lado catlico" (15). Este

    texto es fruto de un proceso previo, al cual atiende particularmente la primera parte; es un "pro-

    grama", que con sus realizaciones parciales se considera en la segunda parte, y desemboca en la

    tercera parte en una de las constataciones centrales de este estudio: "La seccin cristolgica del

    Curso Fundamental de la fe aparece como el punto ltimo de la evolucin del pensamiento cristo-

    lgico de Rahner" (230). La calificacin de "programa" al artculo de 1954 representa quizs la

    idea ms repetida por Maurice;23

    por una parte, "contiene en germen toda la evolucin ulterior"

    (236), por otra, est estrechamente ligado al "perodo cronolgico anterior" (93).

    La primera parte (primera fase, 1934-1953), orientada a detectar indicios, vas de acceso,

    condiciones de posibilidad que dieron nacimiento al artculo-programa de 1954, est subdividida

    en tres secciones: 1934-1938: primeros trabajos teolgicos; 1939-1945: el trabajo filosfico como

    condicin de posibilidad de una cristologa y, finalmente, el perodo 1945-1953, caracterizado por

    el subttulo de "gnesis teolgica".

    El anlisis de los "primeros trabajos teolgicos" se centra en el artculo sobre el tema del

    corazn en Orgenes,24

    "la primera contribucin rahneriana de inters cristolgico" (20), en su

    tesis doctoral en teologa (ao 1936)25

    y en un artculo con el cual Rahner evala cristologas ale-

    manas existentes entonces (ao 1936).26

    Los dos primeros trabajos ponen de relieve, por una par-

    te, el estudio bblico y patrstico, caracterstico de los primeros aos del telogo alemn, y, por

    otra, la centralidad de los temas: corazn de Cristo y nuevo Adn. Particular inters muestra Mau-

    rice en relacin al artculo sobre las cristologas en Alemania, que expone dichas cristologas tales

    como ellas se encuentran en los manuales de dogmtica protestantes. La obra Espritu en el mun-

    do, 27

    afirma Maurice, "me permite confirmar el carcter fundamental de este breve artculo a me-

    nudo descuidado. En efecto, Rahner subraya la importancia de lo que estas cristologas desesti-

    man: una reflexin metafsica" (37). De all la hiptesis que plantea: "esta negacin no habr inci-

    tado a Rahner a trabajar la metafsica de manera nueva y ms profunda para subrayar ms el aporte

    de la metafsica a la cristologa?" (27). La hiptesis resulta clave para la interpretacin de los estu-

    22 "Chalkedon - Ende oder Anfang?": en A. GRILLMEIER - H. BACHT (eds.), Das Konzil von Chalkedon, Wrz-

    burg 1954, 3-49. (= Probleme der Christologie von heute, en: Schriften zur Theologie I, Einsiedeln 1954, 169-222).

    En espaol: "Problemas actuales de Cristologa", en Escritos de Teologa I, Madrid 1961, 167-221. 23 Tambin W. Kasper utiliza esta expresin: "artculo programtico", Jess, el Cristo, Salamanca 61986, 16. 24 "Coeur de Jsus chez Origne?": Revue d'asctique et de mystique 15 (1934) 171-174. 25 E Latere Christi. Der Ursprung der Kirche als zweiter Eva aus der Seite Christi des zweiten Adam. Eine Unter-

    suchung ber den typologischen Sinn von Jo 19,34, 15.6.1936 (incluido en: Karl Rahner. Smtliche Werke. Band

    3. Spiritualitt und Theologie der Kirchenvter, A. BATLOGG - E. FARRUGIA - K.-H. NEUFELD (eds.), Solo-

    thurn-Dsseldorf-Freiburg i.Br. 1999, 3-84). No existe traduccin espaola. 26 "Die protestantische Christologie der Gegenwart": Theologie der Zeit 1 (1936) 189-202 (incluido en: Karl Rah-

    ner. Smtliche Werke. Band 4. Hrer des Wortes. Schriften zur Religionsphilosophie und zur Grundlegung der

    Theologie, A. RAFFELT (ed.), Solothurn-Dsseldorf-Freiburg i.Br. 1997, 299-312). No existe traduccin espaola

    de este artculo. 27 Geist in Welt. Zur Metaphysik der endlichen Erkenntnis bei Thomas von Aquin, Innsbruck 1939 (21957). Traduc-

    cin espaola: Espritu en el mundo. Metafsica del conocimiento finito segn Santo Toms de Aquino, Barcelona

    1963. Sobre el origen y los problemas de esta publicacin, cf. C. SCHICKENDANTZ, "Karl Rahner: Obras Com-

    pletas. Una nueva situacin en la investigacin sobre Rahner": Teologa y Vida 40 (1999) 419-438, 424ss.

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    dios filosficos rahnerianos siguientes, que Maurice analiza en el captulo segundo, y, en general,

    para la interpretacin de toda la evolucin cristolgica posterior.

    El segundo captulo de esta primera parte analiza el perodo donde "predomina" la refle-

    xin filosfica, lo cual "no significa exclusividad" (32). Maurice se detiene en tres textos: Espritu

    en el mundo (1939), Oyente de la Palabra (1941)28

    y el artculo sobre Heidegger de 1940.29

    En

    los tres casos, Maurice no presenta los textos en su totalidad, sino que slo destaca la contribucin

    que ellos aportan a la reflexin sobre Jesucristo. Identidad de ser y conocer, arraigo en la historia,

    frente a un horizonte absoluto, en particular, el vnculo metafsica - cristologa son aspectos desta-

    cados por Maurice en el trabajo de 1939. "Este anlisis de Espritu en el mundo revela la necesi-

    dad del conocimiento intelectual y el rol de la metafsica como prolegmeno de la reflexin cristo-

    lgica. Algunos conceptos prefiguran los elementos claves de la elaboracin cristolgica" (37).

    Incluso, el final de Espritu en el mundo "ilustra perfectamente el vnculo indisoluble entre la meta-

    fsica y la cristologa" (38). En continuidad con este texto de 1939 est el de Oyente de la Pala-

    bra. Maurice destaca sobre todo su hilo conductor: el razonamiento metafsico que saca a la luz

    las condiciones de posibilidad de una revelacin categorial de Dios en la historia, dicho de otra

    manera, de una encarnacin. De all que con razn pueda hablarse del libro de 1941 como de un

    "esbozo de cristologa trascendental" (42). En armona con estos dos textos, el artculo sobre Hei-

    degger ofrece "conceptos que servirn de instrumentos para construir la sntesis cristolgica" (43).

    Filosofa existencial, anlisis trascendental, descripcin fenomenolgica, el existente o Dasein, son

    ingredientes centrales que la autora destaca como "elementos conceptuales susceptibles de ser

    transferidos a la cristologa" (47). Los resultados de este captulo, en orden a la cristologa rahne-

    riana, tienen una importancia capital, justamente subrayada por Maurice: "La antropologa metaf-

    sica se presenta ella misma como la anticipacin, la condicin de posibilidad de una comunicacin

    de Dios, de una encarnacin. Rahner va lo ms lejos posible hasta los lmites ltimos que se puede

    esperar a partir de la metafsica y de la antropologa. El hombre es el ser capaz de percibir el abso-

    luto en lo concreto. Dios es aquel que se da libremente en la historia. A partir de aqu se establece

    la posibilidad de una encarnacin" (47). De este modo, el trabajo filosfico de Rahner ofrece una

    respuesta a las objeciones planteadas en el artculo de 1936 sobre las cristologas alemanas.

    Formulo aqu una observacin. Si el anlisis de los contenidos de estos dos captulos

    parece acertado, resulta cuestionable, a mi modo de ver, el orden cronolgico que los divide

    (1934-1938 / 1939-1945). Por ejemplo, la obra de 1939 que acabo de citar, un texto de

    espiritualidad patrstica, cronolgicamente, en relacin a la fecha de su publicacin, debera

    pertenecer al segundo captulo "filosfico" de Maurice. Por el contrario, el texto Espritu en el

    mundo publicado en 1939, fue concluido en 1936. Igualmente, Oyente de la Palabra, publicado

    en 1941, es el fruto de conferencias dictadas en 1937. De esto se deduce un aspecto importante:

    una cierta simultaneidad de los trabajos teolgicos y filosficos que no se refleja en la divisin

    propuesta por Maurice. Incluso porque el importante tratado hasta hoy indito, De Gratia Christi,

    que la autora cita en su quinta edicin de 1959-60, y as ubica recin en el tercer captulo (58;

    abarca 1945-1953), tiene su primera edicin en 1937-38, por lo que debera ser analizado antes.

    28 Hrer des Wortes. Zur Grundlegung einer Religionsphilosophie, Mnchen 1941 (21963). Traduccin espaola:

    Oyente de la palabra. Fundamentos para una filosofa de la religin, Barcelona 1967. Sobre este texto, cf. C.

    SCHICKENDANTZ, "Karl Rahner: Obras Completas", 427s. 29 "Introduction au concept de philosophie existentiale chez Heidegger": Recherches de science religieuse 30

    (1940) 152-171 (incluido en: Karl Rahner. Smtliche Werke. Band 2. Geist in Welt. Philosophische Schriften, A.

    RAFFELT (ed.), Solothurn-Dsseldorf-Freiburg i.Br. 1996, 319-346). No hay traduccin espaola.

  • 7

    El captulo tercero de esta primera fase est subdividido en tres partes. La primera recoge

    diversos textos publicados entre 1945 y 1952. En este tiempo no existe "ninguna contribucin

    directamente cristolgica" (52). En una nueva perspectiva, antropolgica, es retomado el tema del

    "corazn" y, junto a l, mediante algunas publicaciones escogidas, Maurice destaca los de "muer-

    te, pasin y ascesis".30

    De sus lecciones, primero en Pullach y, a partir de 1948, en Innsbruck, la

    autora refiere brevemente a los tratados no publicados, De Paenitentia y De Gratia. Cabe pregun-

    tarse, tambin aqu, si Maurice valora y explota suficientemente las riquezas, incluso para la cristo-

    loga, del tratado sobre la gracia. La segunda parte de este captulo analiza tres publicaciones cris-

    tolgicas del ao 1953: sobre la resurreccin,31

    sobre el corazn de Cristo32

    y sobre el significado

    de la humanidad de Cristo para nuestras relaciones con Dios.33

    El tercer captulo se cierra con una

    evaluacin de toda la primera fase (aos 1934-1953). Maurice advierte el nacimiento de la cues-

    tin cristolgica a partir de dos ejes de reflexin. Un primer eje, mayor, concierne al tema del co-

    razn con su punto de partida patrstico en el artculo sobre Orgenes. Este eje se desarrolla en tres

    etapas. Geheimnis des Herzens pone en evidencia la significacin de la palabra corazn, centro del

    hombre, y establece a partir de all la necesidad de la encarnacin de Cristo. El texto Siehe dieses

    Herz acenta el sentido especficamente humano del trmino. Reservado a la humanidad, expresa

    tambin la totalidad de la persona y se aplica a Cristo. El artculo sobre el significado eterno de la

    humanidad de Cristo lleva la consideracin del corazn a su punto culminante. Este corazn, cen-

    tro original de la realidad humana del Hijo de Dios, es un corazn abierto para todos, un centro

    mediador. Desde esta perspectiva, Rahner aborda la cuestin de la humanidad de Cristo y su rol

    mediador procurando poner en primer plano esta perspectiva. La influencia de la espiritualidad

    ignaciana presente en estos aos, que Maurice alude muy brevemente y que consideraremos ms

    abajo, representa un teln de fondo de este redescubrimiento de la humanidad de Cristo. El segun-

    do eje, que confirma el primero, particularmente esta ltima temtica, toma su punto de partida en

    la tesis doctoral E latere Christi, donde Rahner estudia el texto de Juan 19,34. Esta lnea se desa-

    rrolla con las reflexiones sobre el sufrimiento, la muerte del cristiano y de Cristo. El anlisis bblico

    y la consideracin sobre el tema de la cruz de Cristo, sin relacin explcita con la resurreccin,

    temas luego controvertidos en la bibliografa sobre Rahner, aparecen aqu destacados. Paralela-

    mente a estos dos ejes, se desarrolla en estos aos la reflexin metafsica ya aludida, que Maurice

    relee repetidamente en clave de "prolegmenos" para los desarrollos cristolgicos posteriores.

    La segunda parte, segunda fase 1954-1968, est bien caracterizada por su ttulo: "Un pro-

    grama cristolgico y sus realizaciones parciales". El captulo primero, "1954: El cambio", est

    dedicado al anlisis del texto Calcedonia - Fin o comienzo?, que fue considerado "de lado catli-

    30 Los tres textos aqu estudiados: "Geheimnis des Herzens": Geist und Leben 20 (1947) 161-165; "Zur Theologie

    des Todes": Synopsis 3 (1949) 87-112; "Passion und Aszese. Zur philosophisch-theologischen Grundlegung der

    christlichen Aszese": Geist und Leben 22 (1949) 15-36 (incluido en: Schriften zur Theologie. Bd. III). Este ltimo

    en espaol: "Pasin y ascesis": en Escritos de Teologa III, Madrid 1961, 73-102. 31 "Auferstehung des Fleisches": Stimmen der Zeit 153 (1953) 81-91 (incluido en: Schriften zur Theologie. Bd. II).

    En espaol: "La resurreccin de la carne": en Escritos de Teologa II, Madrid 1961, 217-231. 32 "Siehe dieses Herz. Prolegomena zu einer Theologie der Herz-Jesu-Verehrung": Geist und Leben 26 (1953)

    32-38 (incluido en: Schriften zur Theologie. Bd. III). En espaol: "Mira ese corazn. Prolegmenos para una

    teologa del culto al Corazn de Jess": en Escritos de Teologa III, 357-367. 33 "Die ewige Bedeutung der Menschheit Jesu fr unser Gottesverhltnis": Geist und Leben 26 (1953) 279-288

    (incluido en: Schriften zur Theologie. Bd. III). En espaol: "Eterna significacin de la humanidad de Jess para

    nuestra relacin con Dios": en Escritos de Teologa III, 47-59.

  • 8

    co como el punto de partida de la renovacin cristolgica" (71). La hiptesis central la formula la

    autora as: "Rahner establece aqu un depsito a partir del cual desarrollar las potencialidades

    toda su vida. Esta es la razn por la cual este artculo merece verdaderamente el nombre de pro-

    grama" (82). Conforme al ttulo del artculo, una de sus primeras reflexiones est referida a una

    problemtica repetida en Rahner: la del desarrollo del dogma, la de la autotrascendencia de cada

    enunciado. El texto manifiesta tambin la necesidad de repensar las categoras de la cristologa

    clsica a partir de los resultados de la teologa bblica, caracterizados ante todo por dos trminos,

    mesas y mediador. Conforme a su tpico modo de argumentar, Rahner cuestiona la manera con-

    creta cmo se ha interpretado a Calcedonia. "No se trata de renegar de la definicin dogmtica

    sino de encontrar un concepto de unidad que d toda su importancia a la humanidad de Cristo"

    (80). Despus de estas consideraciones ms globales, Maurice articula la segunda parte de este

    captulo en base a la formulacin de axiomas y proposiciones. El primero que Maurice comenta,

    "uno de los hilos conductores del pensamiento rahneriano" (83), est referido a la relacin crea-

    dor-creatura: hay que concebir la relacin de la persona del Logos con su naturaleza humana de

    manera tal que en ella autonoma y cercana radical alcancen, en igual medida, el grado supremo.

    Otros dos axiomas estn referidos a la relacin cristologa-antropologa, "elemento clave del pro-

    grama de 1954" (83): la cristologa como antropologa que se trasciende a s misma, como proto-

    concepcin de la antropologa y de la doctrina de la creacin,34

    y, al revs, una antropologa como

    cristologa deficiente.35

    El segundo, estrechamente unido al anterior: la cristologa es, a la vez,

    trmino y comienzo de la antropologa, y tal antropologa es, en verdad y eternamente, teo-loga.

    Como subraya Maurice, numerosos autores califican al primero de estos dos como el punto central

    del pensamiento rahneriano. Si bien esta relacin cristologa-antropologa est claramente formu-

    lada en 1954, queda abierta la manera cmo deba concretarse. Otro axioma est referido a la te-

    mtica de la conciencia de Cristo. La unin sustancial de la humanidad de Cristo con el Logos es

    una determinacin de la naturaleza humana y, por tanto, no puede permanecer inconsciente. Esta

    preocupacin lleva a Rahner a formular la idea, en estrecha relacin a las investigaciones filosfi-

    cas de la primera fase, de que toda afirmacin ntica puede ser traducida a una afirmacin ontol-

    gica; cuanto ms superior es un ser en su densidad y rango nticos, en su actualidad, tanto ms

    inteligible y cabe-s-mismo.36

    Este axioma, que presenta conclusiones precisas en el mismo ar-

    tculo, ser desarrollado ulteriormente por Rahner.

    Maurice analiza luego, dentro del mismo captulo, lo que ella denomina pistas de investiga-

    cin, las cuales irn cristalizndose progresivamente en diversos textos: deduccin trascendental

    de la credibilidad de Cristo, como punto de partida de la futura cristologa trascendental, una fe-

    nomenologa de nuestra relacin religiosa con Cristo, la cristologa en referencia a la historia de las

    religiones, los misterios de la vida de Jess, la renovacin de la soteriologa, en particular, la teora

    escolstica de la satisfaccin, etc. Como pone de relieve permanentemente Maurice, cada uno de

    34 "La genialidad de Rahner consiste en haber mostrado que la encarnacin es la radicalizacin del acto creador de

    Dios, el acercamiento mximo a su creatura y con ello la plenificacin mxima de su realidad", O. GONZALEZ DE

    CARDEDAL, Cristologa, Madrid 2001, 271 nota 241. 35 "Cristologa como antropologa que se trasciende a s misma y sta como cristologa deficiente. Se la podra

    considerar como la frmula fundamental de toda la cristologa de K. Rahner.", W. KASPER, Jess, el Cristo, 60. 36 Sobre el origen, traduccin y significado de este concepto rahneriano, cf. C. SCHICKENDANTZ, Autotrascen-

    dencia radicalizada, 66ss.

  • 9

    estos temas sufren un desarrollo creciente hasta cristalizarse, primero, en Lneas fundamentales de

    una cristologa sistemtica (1972),37

    y, finalmente, en el Curso Fundamental (1976).38

    El captulo segundo de esta segunda fase analiza lo que con su ttulo Maurice denomina

    "Primera realizacin parcial. Una cristologa de la encarnacin, 1958-1960". Estudia aqu particu-

    larmente dos artculos cristolgicos. En el primero de ellos,39

    Rahner utiliza un trmino clave de su

    teologa: misterio, que "permite descubrir la introduccin progresiva de la problemtica trascen-

    dental que har evolucionar el esquema clsico de referencia" (103). Aunque la terminologa tras-

    cendental no aparece todava, el artculo pone en obra una deduccin trascendental de la credibili-

    dad de Cristo,40

    tal como el texto de 1954 lo sugera. Analizando las afirmaciones del prlogo

    jonico, la demostracin de la encarnacin a partir del hombre ilustran bien la concepcin desarro-

    llada en 1954, segn la cual la cristologa puede ser tratada como una antropologa que se tras-

    ciende. En este contexto, Rahner formula un axioma fundamental, ya insinuado en 1954, en orden

    a comprender el dinamismo de la encarnacin: el inmutable en s puede l mismo ser mudable en lo

    otro. Maurice muestra las implicancias que se deducen (por ej., dar a la humanidad de Cristo toda

    su consistencia, elaborar una peculiar cristologa desde abajo, la definicin del hombre como auto-

    expresin de Dios: "cuando Dios quiere ser no-Dios, aparece el hombre", etc.) y las crticas que

    esta afirmacin ha recibido. El segundo artculo cristolgico est dedicado al tema del misterio

    pascual.41

    Sin abandonar la perspectiva predominante de una cristologa de la encarnacin, el ar-

    tculo tematiza la muerte de Cristo a partir de una concepcin de la muerte en general y su unidad

    con la resurreccin.42

    Este punto "representa un progreso en la concretizacin del programa de

    1954" (116).

    El tercer captulo de esta segunda fase, con el ttulo "Segunda realizacin parcial. Intro-

    duccin del punto de vista trascendental, 1961-1962", atiende particularmente a dos contribucio-

    nes importantes de Rahner que confirman una lnea central de la investigacin de Maurice: la con-

    tinuidad y la progresin de la cristologa rahneriana. El primer artculo, sobre la psicologa de Cris-

    37 Grundlinien einer systematischen Christologie: en W. THSING - K. RAHNER, Christologie - systematisch und

    exegetisch, Freiburg i.Br. 1972, 17-78. Trad. espaola: Cristologa. Estudio teolgico y exegtico, Madrid 1975. 38 Grundkurs des Glaubens. Einfhrung in den Begriff des Christentums, Freiburg i.Br. 1976. Trad. espaola: Cur-

    so fundamental sobre la fe. Introduccin al concepto de cristianismo, Barcelona 1979. 39 Zur Theologie der Menschwerdung, Catholica 12 (1958) 1-16 (asumido en: Schriften zur Theologie. Bd. IV y

    reelaborado luego en el Grundkurs des Glaubens). Trad. espaola: "Para una teologa de la encarnacin": en Escri-

    tos de Teologa IV, Madrid 1961, 139-157. 40 "No hay una deduccin terica desde la cual se acepten los hechos positivos, sino, a la inversa, desde la confesin

    de los hechos se piensa su posibilidad. As aparece la correlacin entre posibilidad y facticidad, entre trascendencia

    e historia, que muestra la legitimidad de la fe en Cristo.", O. GONZALEZ DE CARDEDAL, Cristologa, 343.

    Pero, al mismo tiempo, no debe desconocerse la acertada advertencia de muchos autores y que Kasper refiere a la

    cristologa: "Esta tensin constitutiva entre realidad histrica y posibilidad trascendental es la que nos remite al

    problema fundamental del principio de K. Rahner.", Jess, el Cristo, 61. Sobre este problema en la teologa rahne-

    riana, cf. C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia radicalizada, 192-196. Sobre la crtica ms frecuente segn

    Kasper en el sentido que Rahner "recorta el fenmeno de la intersubjetividad al partir de la subjetividad del hom-

    bre", cf. ibid., 84 nota 119, 114-115, 156 nota 51 41 "Dogmatische Fragen zur Osterfrmmigkeit": en B. FISCHER - J. WAGNER (eds.), Paschatis Sollemnis [Fests-

    chrift fr J. A. Jungmann], Freiburg i.Br. 1959, 1-12 (reproducido en: Schriften zur Theologie. Bd. IV). Trad. espa-

    ola: "Cuestiones dogmticas en torno a la piedad pascual": en Escritos de Teologa IV, 159-175. 42 Sobre la relacin intrnseca entre muerte y resurreccin, como fases, momentos de un nico proceso o suceso

    que, de suyo, es una caracterstica propia del acontecimiento en Cristo y constituye la cualidad esencial que distin-

    gue su muerte de la nuestra, cf. C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia radicalizada, 225-229.

  • 10

    to, es fruto de una conferencia dictada a fines de 1961.43

    El texto pretende "ofrecer a la exgesis

    una presentacin dogmtica de la psicologa de Cristo compatible con los resultados de la investi-

    gacin histrica. Es la puerta abierta al dilogo y al trabajo interdisciplinar" (120). El estudio per-

    mite explicar mejor la conciencia humana de Cristo. Jess de Nazaret tiene conciencia de ser el

    Hijo de Dios en su humanidad y goza de una visin inmediata que se puede llamar tambin directa.

    La tematizacin necesaria de la disposicin ontolgica fundamental invita a reconocer en Cristo

    una verdadera historia que se desarrolla en el tiempo y conjuga saber, ignorancia, autonoma y

    libertad. Para llegar a este resultado Rahner parte de una definicin de la conciencia aplicable a

    todo hombre. El vnculo entre cristologa y antropologa est netamente trazado. Este progreso

    teolgico es hecho posible por la introduccin de la terminologa trascendental que produce una

    reformulacin de la nocin de conciencia, explcitamente designada como un saber trascendental

    no reflejo. "La reflexin metafsica y la filosofa existencial, cuyo valor hemos destacado en la pri-

    mera parte del estudio, son utilizadas al servicio de la cristologa y permiten el progreso de la re-

    flexin" (129). El segundo artculo de este captulo corresponde tambin a una conferencia en el

    marco de un dilogo entre teologa y ciencias fsicas y naturales.44

    Rahner pretende manifestar una

    afinidad intrnseca entre una visin evolutiva del mundo y la cristologa, bajo la perspectiva de la

    cristologa de la encarnacin. Los aportes ms significativos de este artculo los sintetiza Maurice

    en cuatro aspectos: la concepcin del hombre, unidad de materia y espritu, en el cuadro de una

    visin evolutiva del mundo (en continuidad con las explicaciones de la obra Espritu en el mundo);

    el desarrollo de conceptos claves para la cristologa como lo son los de autotrascendencia, comu-

    nicacin y salvador; la encarnacin y la unin hiposttica, punto cumbre de la autotrascendencia

    humana y de la comunicacin divina, como comienzo necesario y permanente de la divinizacin

    del mundo todo, de modo que encarnacin y gracia aparecen intrnsecamente vinculadas; finalmen-

    te, la introduccin de la terminologa trascendental (la idea a priori de un Hombre-Dios) en el co-

    razn del discurso cristolgico. Por primera vez, tambin, Rahner emplea los trminos categorial y

    existencial en textos cristolgicos.

    "Los aos 1963-1968 se caracterizan por la ausencia de grandes publicaciones cristolgi-

    cas en razn de la participacin de Rahner en los trabajos conciliares y de la preponderancia acor-

    dada a la enseanza dispensada en Munich desde 1964 hasta 1967" (145). El cuarto y ltimo cap-

    tulo de esta segunda parte ofrece, con el ttulo: "1963-1968. Hacia una sntesis", un anlisis de un

    artculo publicado en 1968 en la enciclopedia Sacramentum Mundi,45

    que, a juicio de Maurice,

    representa una bisagra, "el fin de la segunda fase cronolgica y el anuncio de eventuales sistemati-

    zaciones" (147). El equilibrio de las proposiciones sobre aspectos ya desarrollados anteriormente

    se modifica con dos complementos mayores: el lugar acordado desde el comienzo a la teologa

    fundamental y la proposicin explcita, por primera vez, de una cristologa trascendental.

    43 "Dogmatische Erwgungen ber das Wissen und Selbstbewutsein Christi": Trierer Theologische Zeitschrift 71

    (1962) 65-83 (Incorporado a Schriften zur Theologie. Bd. V). Trad. espaola: "Ponderaciones dogmticas sobre el

    saber de Cristo y su consciencia de s mismo": en Escritos de Teologa V, Madrid 1964, 221-243. Sobre este artcu-

    lo, cf. O. GONZALEZ DE CARDEDAL, Cristologa, 466: "El giro real en esta cuestin lo trae el artculo de Rah-

    ner en 1961, cuya finura de detalles, hondura de pensamiento y presupuestos filosficos no se dejan sintetizar." 44 "Christologie in einer evolutiven Welt": en Verffentlichungen der Paulus-Gesellschaft, Frauenchiemsee 1962,

    22-59 (asumido con el nuevo ttulo: Die Christologie innerhalb einer evolutiven Weltanschauung, en: Schriften zur

    Theologie. Bd. V; reelaborado en: Grundkurs des Glaubens). Trad. espaola: "La cristologa dentro de una concep-

    cin evolutiva del mundo": en Escritos de Teologa V, 181-219. 45 "Jesus Christus II.-III": en Sacramentum mundi. Bd. 2, Freiburg i.Br. 1968, 920-957. Trad. espaola: "Jesucris-

    to": Sacramentum mundi 4, Barcelona 1977, 34-72.

  • 11

    La tercera parte del libro, bajo el ttulo "Tercera fase, 1969-1984. El tiempo de la sntesis",

    posee tres captulos organizados de un modo diverso a las partes anteriores. Esta "fase de la evo-

    lucin cristolgica se caracteriza por el paso de las realizaciones parciales a la construccin siste-

    mtica" (161). Entre los aos 1964-1984 existen dos sntesis publicadas: en 1972, las Lneas fun-

    damentales de una cristologa sistemtica, y, en 1976, la seccin cristolgica del Curso funda-

    mental de la fe. Igualmente existen varios textos no publicados, la mayora de los cuales sirvieron

    como material para sus lecciones en las universidades de Munich y Mnster. El primer captulo de

    esta tercera fase, con el ttulo "Elaboracin de una sntesis: el cuadro cronolgico 1964-1976",

    sita temporalmente los diferentes componentes de la construccin de 1976. La presentacin cro-

    nolgica de las diversas formulaciones permite distinguir tres etapas diferentes en la elaboracin

    sistemtica. La primera, que cubre los aos 1964-1969, est centrada en torno a la cristologa de

    la encarnacin. Retoma las contribuciones anteriores ligeramente modificadas y se refiere exten-

    samente a los datos de la cristologa tradicional. El material, que no ha sido publicado y se conser-

    va en el Karl-Rahner-Archiv de la Universidad de Innsbruck, corresponde a los cursos de "Intro-

    duccin al concepto de cristianismo" desarrollados en Munich y Mnster. La segunda etapa, aos

    1970-1971, desarrolla las intuiciones del artculo Jesucristo de la enciclopedia Sacramentum

    Mundi ya comentado. Se focaliza sobre la cristologa de la resurreccin. La tercera etapa, entre

    1972-1976, construye la sntesis de las dos lneas precedentes en un conjunto sistemtico.

    El segundo captulo de la tercera parte, bajo el ttulo "Las piedras del edificio cristolgico",

    analiza el estadio ltimo de la evolucin. A propsito de cada uno de los diez puntos desarrollados

    en el esquema de 1976, Maurice investiga la gnesis que permite arribar a la etapa de 1976, pone

    de relieve los vnculos con los logros anteriores y determina los elementos propios del Curso fun-

    damental de la fe, la "ltima construccin cristolgica publicada" (165). Las "piedras" de esta

    sntesis, que corresponden a los subttulos de la seccin sexta de dicho Curso, son: (a) la cristolo-

    ga en el seno de una visin evolutiva del mundo; (b) fenomenologa de nuestra relacin con Jesu-

    cristo; (c) la cristologa trascendental;46

    (d) Qu quiere decir la "encarnacin de Dios"?; (e) la

    historia (teolgicamente comprendida) de la vida y de la muerte del Jess prepascual;47

    (f) teologa

    de la muerte y de la resurreccin de Cristo;48

    (g) contenido, validez permanente y lmites de la

    cristologa y de la soteriologa clsicas; (h) sobre la cuestin de nuevos puntos de partida de una

    cristologa ortodoxa; (i) la relacin personal de los cristianos con Jesucristo; (j) Jesucristo en las

    religiones no cristianas.49

    En el tercer captulo, la "Conclusin de la tercera fase", y mediante un cuadro esquemtico

    que compara los axiomas y proposiciones del artculo de 1954 y el esquema de la seccin sexta del

    Curso fundamental, Maurice deja nuevamente a la luz una de sus preocupaciones centrales: de-

    mostrar la continuidad del desarrollo cristolgico, aqu percibido entre el esquema de 1954 y la

    sntesis de 1976. "La preocupacin constante de Rahner por la humanidad de Cristo permanece

    como un hilo conductor esencial que ha sido excesivamente olvidado" (224). Esta preocupacin se

    remonta a sus primeros escritos sobre el significado eterno de la humanidad de Cristo y se expresa

    46 "En un esbozo de cristologa trascendental, Rahner presenta por primera vez una organizacin sistemtica"

    (179). 47 "La cuestin del Jess histrico es retomado por Rahner de una manera del todo original" (186); "la seccin ms

    larga de la parte cristolgica" (195). 48 "Por primera vez Rahner elabora, frente a la cristologa de la encarnacin descrita en el cuarto punto, una cristo-

    loga fundada en la resurreccin" (205). 49 "Es la primera vez que Rahner aborda la cuestin del Espritu Santo en su sntesis cristolgica" (216).

  • 12

    en su inters por la patrstica y por el corazn de Jess. Todo esto conduce a reformular la unidad

    de Cristo, en concordancia con las afirmaciones de Calcedonia. Repensar la humanidad de Cristo y

    buscar las condiciones de su expresin conducen a considerar al hombre como un ser trascenden-

    tal. Es a partir de esta conciencia viva de la humanidad de Cristo que Rahner aborda la muerte y la

    resurreccin. Sobre esta lnea de continuidad, la contribucin de 1976 subraya una serie de ele-

    mentos. En relacin a la cristologa trascendental, Maurice destaca su parentesco y su diferencia

    con la llamada cristologa desde abajo,50

    los puntos comunes con la teologa fundamental y los

    conceptos de autocomunicacin, autotrascendencia, salvador absoluto, los binomios trascenden-

    cia/historia y trascendental/categorial. En particular, este ltimo binomio "juega inequvocamente

    un rol predominante en la organizacin sistemtica de toda la cristologa" (227). Algunos elemen-

    tos han sufrido una importancia decreciente. Es el caso del espacio dedicado a la Escritura, a las

    consideraciones sobre la psicologa de Cristo, etc. "Este grado sexto del Curso fundamental de la

    fe puede ser considerado como el punto ltimo de la investigacin cristolgica, pues los artculos

    publicados ulteriormente son poco numerosos y no modifican el razonamiento. Ms bien, son de

    naturaleza espiritual y pastoral, retomando los temas caros a su autor sobre el corazn de Jess,

    sobre el amor de Jess y sobre la espiritualidad ignaciana" (230).

    En el captulo final Maurice realiza primeramente un breve recorrido recapitulador sobre

    las tres fases analizadas, poniendo de relieve, sin aadir elementos a lo ya escrito, los principales

    resultados del itinerario. Al final de esta primera evaluacin afirma: "La sntesis de 1976 representa

    el trmino de la evolucin cristolgica de Rahner. Ella expresa la continuidad de una investigacin

    comenzada en 1934. Por lo tanto, se puede hablar no de trabajos cristolgicos de Rahner disemi-

    nados a travs del tiempo, sino de una investigacin unificada, a la cual se le pueden aadir algu-

    nas cuestiones" (237). La primera de estas cuestiones se titula: "De una cristologa de la encarna-

    cin a una cristologa de la resurreccin" (238) y constata una tendencia que, conservando la cen-

    tralidad de la encarnacin, incorpora de manera creciente la perspectiva soteriolgica y de la resu-

    rreccin. La segunda cuestin lleva el ttulo de "Cristologa y cruz de Cristo". Maurice recuerda

    all las conocidas criticas que ha sufrido la teologa de Rahner por su ausencia de una teologa de

    la cruz.51

    La autora, aceptando la observacin, anota particularmente la importancia que el tema

    tiene en los escritos de la primera fase (por ej., E latere Christi) y en los textos espirituales perte-

    necientes a la segunda fase de su evolucin. La tercera cuestin esta referida a la relacin "Cristo-

    loga y Escritura". Reconociendo el progresivo "eclipse de la utilizacin de la Escritura" (242),

    Maurice destaca las obras de los primeros aos, el trabajo interdisciplinario en el texto sobre la

    psicologa de Cristo y su publicacin de 1972. Al respecto, dos frases pueden resumir la correcta

    posicin de la autora: "no se puede negar que la Escritura est implcitamente presente en el cora-

    zn de las reflexiones rahnerianas", pero su "utilizacin (ms explcita) habra enriquecido la cris-

    tologa" (243). La cuarta cuestin se titula: "Una cristologa de orientacin antropolgica". Mauri-

    ce recuerda la insistente calificacin de "antropolgica" que recibe la cristologa de Rahner. A su

    juicio, no se debe sobrevalorar la cita que aparece en una nota a pi de pgina una sola vez en toda

    la bibliografa de Rahner: "la cristologa puede ser tratada como una antropologa que se trascien-

    de a ella misma y la antropologa como una cristologa deficiente". Se corre el riesgo de encerrar

    50 "Rahner tiene una posicin original en relacin a la cristologa desde abajo. En efecto, para l se trata de partir

    no del hombre Jess, sino de la relacin que existe de hecho entre el cristiano creyente y Jesucristo" (228). 51 Una presentacin de este problema y ensayo de respuesta ofrezco en C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia

    radicalizada, 371-377.

  • 13

    el pensamiento en una frmula fija, sin atender a su evolucin. Maurice considera que en el Curso

    fundamental de la fe, Rahner se expresa de una manera ms matizada. "Sin negar la dimensin

    antropolgica, aparece claramente que la cristologa rahneriana es ante todo trascendental. Su

    discurso pone en evidencia la solidaridades muy claras y subraya las relaciones estrechas que exis-

    ten entre la teologa fundamental, la filosofa y la teologa, la espiritualidad y la cristologa" (244).

    La quinta cuestin se titula "Una o varias cristologas en Rahner?". Maurice afirma que la siste-

    matizacin rahneriana presenta varios puntos fuertes. Primero, el equilibrio de la proposicin cris-

    tolgica que salvaguarda las dimensiones horizontal y vertical renovada por la perspectiva tras-

    cendental. Segundo, el vigor de las fuentes espirituales que, entre otras cosas, ha permitido pro-

    fundizar el sentido de la humanidad de Cristo y de la trascendencia divina. Tercero, la influencia de

    la reflexin filosfica, preludio indispensable en el desarrollo de sus intuiciones cristolgicas.

    "Rahner forja su propio lenguaje" (246). Cuarto, la fuerza de su creatividad y la capacidad para

    asimilar los datos tradicionales en orden a progresar en su comprensin. Igualmente el vnculo con

    otros temas teolgicos a lo largo de su carrera, resulta destacable (por ej., la gracia, la mariologa,

    la iglesia, etc.). Como mltiples autores, Maurice subraya tambin los lmites, tales como el poco

    uso de la Escritura, el rol secundario del pecado ("una cristologa un poco optimista" [247]), la

    escasa reflexin otorgada al concepto de persona. Una objecin importante la formula as: "la arti-

    culacin de las diferentes formulaciones cristolgicas demandara una profundizacin. A veces uno

    tiene la impresin que la cristologa trascendental es yuxtapuesta a una cristologa tradicional inva-

    riable" (247).52

    Algunas observaciones generales conclusivas. Porque el trabajo de Maurice pone el acento

    en la evolucin, continuidad y progreso del pensamiento de Rahner, me parece importante desta-

    car algunas deficiencias que se presentan precisamente bajo este aspecto. En referencia al concep-

    to de "autocomunicacin de Dios", que Maurice reconoce como un "elemento-clave" en los temas

    de gracia y Trinidad, la autora alude a una evolucin que no se corresponde con la realidad. Tanto

    en el comentario a un texto cristolgico de 1958 como a otro de 1962 alude a una evolucin pos-

    terior de este concepto. Afirma: "El trmino comunicacin evolucionar hacia el de autocomuni-

    cacin y constituir la trama del cuarto grado de Curso fundamental de la fe" (135). Adems de

    que no existe esa diferencia en el texto de 1962 (Rahner usa la expresin "Selbstmitteilung", la

    misma del Curso fundamental), el concepto y el trmino estn muy tempranamente delineados en

    los trabajos rahnerianos como lo ha mostrado claramente la bibliografa secundaria.53

    De manera

    anloga sucede con el concepto de "autotrascendencia". Maurice afirma sobre el texto de 1962:

    "esta proposicin anticipa el concepto de autotrascendencia que ser desarrollado en los aos si-

    guientes" (104) y cita pginas del Curso fundamental. En realidad, el concepto ha sido desarrolla-

    do en los aos anteriores, particularmente en 1961.54

    En un comentario a otro artculo de 1962

    sostiene que en la utilizacin de la terminologa trascendental, Rahner distingue dos planos, "un

    52 En esta lnea cf., por ej., J. M. MCDERMOTT, "The Christologies of Karl Rahner": Gregorianum 67 (1986) 87-

    123, 297-327, 308ss. Sin observar esa presunta yuxtaposicin, O. Gonzlez de Cardedal habla de una triple cristo-

    loga ofrecida por Rahner: trascendental (la que piensa los fundamentos de posibilidad para que la encarnacin no

    aparezca como un hecho extrnseco, insignificante para la vida humana), dogmtico-sistemtica (la que piensa y

    sistematiza los contenidos concretos de la revelacin y del dogma) y la existencial (la que explicita la fecundidad

    espiritual, santificadora de la historia, persona, misterios, exigencia, gracia y promesa de Cristo), cf. Cristologa,

    343. 53 Cf. por ej., A. ZAHLAUER, Karl Rahner und sein "produktives Vorbild" Ignatius von Loyola, 86ss. 54 Cf. "Die Hominisation als theologische Frage": en P. OVERHAGE - K. RAHNER, Das Problem der Hominisa-

    tion, Freiburg i.Br. 1961, 13-90.

  • 14

    horizonte formal condicin a priori y un objeto percibido a posteriori. Esta distincin, concluye

    Maurice, prefigura la categorial y la trascendental" (121). Ahora bien, la expresin "kategorial"

    opuesta a "transzendental" es propuesta por Rahner por primera vez en 1956.55

    Formulo una hip-

    tesis: Maurice demuestra de manera convincente el sentido y la direccin de la evolucin de la

    cristologa en Rahner. El Curso fundamental de la fe representa, segn su afirmacin repetida, el

    "punto ltimo" de este desarrollo. Ahora bien, si esto es correcto en relacin al conjunto de la sis-

    tematizacin cristolgica, a mi juicio Maurice amplia desmedidamente el mbito de esta evolucin

    incluyendo otros temas y conceptos de la obra rahneriana que, en realidad, mucho antes del Curso

    fundamental ya han adquirido su perfil definitivo.

    En varios contextos, Maurice refiere a la unidad profunda de la obra de Rahner: "No se

    puede comprender la obra de Rahner sin insistir sobre la unidad profunda de la persona: el filso-

    fo, el telogo, el espiritual se unen en un hombre religioso, perspectiva cuya importancia no se ha

    mostrado todava. Este inters por la encarnacin proviene tambin de su vida cotidiana, es decir,

    de la espiritualidad ignaciana" (100). Sin embargo, la correcta constatacin de Maurice no juega

    un rol sustantivo en su propio trabajo. El tema no est desarrollado, sino slo enunciado. De he-

    cho, los textos rahnerianos sobre Ignacio de Loyola no tienen casi lugar en esta cristologa, tratn-

    dose, como la misma autora lo reconoce, de una fuente importante para el desarrollo del pensa-

    miento cristolgico. La publicacin reciente de la tesis doctoral de A. Batlogg, presentada en la

    Universidad de Friburgo (Alemania) en el ao 2000, confirma an ms el relieve de la experiencia

    ignaciana para la teologa de Rahner y, especialmente, para su cristologa, a modo de un "influjo

    subcutneo".56

    3. Una cristologa para una cultura posmoderna

    El trabajo de Sarmiento es fruto de una investigacin doctoral presentada en 1997 en la

    Universidad de Salamanca.57

    Si el subttulo del libro subraya explcitamente una direccin de la

    investigacin, "Claves para una lectura postmoderna de la Cristologa de Karl Rahner" (aqu el

    objeto del trabajo es la cristologa rahneriana), se advierte inmediatamente que el autor persigue

    tambin, o quizs sobre todo, una finalidad complementaria: perfilar una cristologa acorde a la

    situacin cultural actual caracterizada como postmoderna. Por una parte, afirma que su trabajo

    pretende individuar los rasgos esenciales del hacer teolgico de Rahner. "Para ello ser imprescin-

    dible encontrar la intuicin originante y directiva de su hacer: la base de contacto entre fe y reali-

    dad de su sistema teolgico. () Nuestra tesis pretende centrarse en sus aportaciones a una cris-

    tologa existencial como mstica, que relanza el pasado de su obra a la demanda presente de nues-

    tra situacin postsecularizada y postmoderna (139). Por otra, se dice con igual claridad: No se

    trata de ofrecer una tesis de autor sobre la cristologa de Rahner () Se trata de utilizar la obra de

    Karl Rahner como pre-texto, para confrontar sus ideas con el sistema de una poca asistemtica.

    Trato de describir los contenidos de su teologa desde una ptica interdisciplinar para confrontarla

    con una sensibilidad naciente en mbitos que van ms all de los estrictamente teolgicos" (6).

    55 Cf. C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia radicalizada, 78 nota 90. 56 A. BATLOGG, Die Mysterien des Lebens Jesu bei Karl Rahner, 53. 57 P. M. SARMIENTO CABALLERO, Cristologa Existencial. Claves para una lectura postmoderna de la Cristo-

    loga de Karl Rahner, Madrid 1998. Una recensin ms detallada he escrito en: Teologa y Vida 41 (2000) 658-

    664. Los nmeros entre parntesis en la segunda parte de este artculo corresponden a las pginas del libro de Sar-

    miento.

  • 15

    Muchas veces se ha propagado la afirmacin rahneriana de futuro mstico de la fe. ()

    Esta afirmacin necesita de una delimitacin ms precisa de su contenido. Nuestra tesis la des-

    cubrir al inicio del sistema y la har abocar hacia el campo de la cristologa" (139). La "tesis de

    fondo del trabajo" afirma que en el origen del sistema rahneriano, "claramente moderno", hay una

    experiencia espiritual "mucho menos racional de lo que su sistema podra llevar a deducir." El sis-

    tema "est al servicio" de esa "lgica de la emocionalidad", esto es, la "dinmica del asentimiento y

    del seguimiento, que era su intencionalidad primera" (8). El pronstico programtico que suscita

    la bsqueda cristolgica de este trabajo es la ya clebre afirmacin de Rahner de 1966: El hom-

    bre de piedad del futuro o ser un mstico, es decir una persona que ha experimentado algo, o

    no ser cristiano. Porque la espiritualidad del futuro no se apoyar ya en una conviccin unnime,

    evidente y pblica, ni en un ambiente religioso generalizado previos a la experiencia y a la decisin

    personales. Explicitando su objetivo, el autor se pregunta no ser su experiencia primigenia (la

    de Rahner) el dato ms rescatable de su sistema para afrontar la situacin postmoderna? (160).

    Desde esta perspectiva se comprende la tesis de Sarmiento, formulada tambin como interrogante

    al final de la primera parte, en el sentido de que "el mismo sistema haya de relativizarse en benefi-

    cio de su intuicin menos sistemtica y ms plural, abierta a los retos de nuestro presente" (128),

    o, con otras palabras, que la teologa de Rahner para poder mantenerse ante este reto habr de

    someterse a una cura de adelgazamiento de la lgica conceptual, en beneficio de la afirmacin de

    su lenguaje ms vital. Esto conducir ms a la evocacin de la experiencia, que gener el sistema,

    que a la justificacin racionalista de sus contenidos (308). Si la reflexin en torno a la vinculacin

    experiencia-sistema teolgico encuentra nuevos argumentos favorables en la bibliografa secunda-

    ria sobre Rahner ms reciente (Fischer, Zahlauer, Batlogg, etc.), la descripcin que Sarmiento

    hace de la evolucin del pensamiento cristolgico rahneriano, importante para el curso de su tra-

    bajo, ofrece ms espacios a la crtica.

    El texto de Sarmiento se desarrolla bajo la constatacin crtica que la presentacin aca-

    dmica de Rahner falsea la imagen de su hacer teolgico. Existe un Rahner especulativo, que

    siempre viene presentado en primer lugar como el telogo del mtodo trascendental, y un Rahner

    existencial, cuya obra parece una derivacin subordinada del primero" (137). De modo particular

    el captulo quinto, bajo el ttulo Races de un sistema teolgico moderno: entre la tradicin y la

    experiencia original, pone de relieve que el estudio de los orgenes del pensamiento rahneriano

    nos revela cmo en su inicio se sita la afirmacin de una experiencia global, originaria, desde la

    que se inicia la reflexin teolgica. De ella se parte, y desde ella posteriormente se legitimar la

    revelacin cristiana general como invitacin para todo hombre. Bajo esta perspectiva, la tarea

    teolgica se coloca al servicio de la interpretacin de esa experiencia originaria" (155).58

    "Rahner

    es un pensador emocional (palabra clave en el libro de Sarmiento)59

    por cuanto el valor que otorga

    a la racionalidad es relativo al horizonte al que se abre" (178).60

    Experiencia originaria, mstica y

    58 La fundamentacin de la fe desde la experiencia originaria, constituye un verdadero gnero literario en la obra

    de Rahner. Se podra formular como la preocupacin por una teologa sapiencial" (156). El acercamiento ms

    justo a Rahner nos lo procura la consideracin de su obra en clave sapiencial de carcter espiritual" (157). 59 El movimiento de la transcendencia comienza a ampliar los esquemas gnoseolgicos para abrirse al encuentro

    y la decisin. Este dinamismo es lo que damos en denominar emocionalidad (187). 60 La primera parte del libro, dividida en cuatro captulos, se titula La inquietud postmoderna: nuevo contexto para

    la cristologa. El autor parte de la necesidad del anlisis del momento (7); trata de describir los avatares del

    sujeto moderno desde la situacin filosfica, esttica y religiosa (7). Con otras palabras: entender la postmoderni-

    dad y su significado para la cristologa (13). El primer captulo, titulado El sujeto ante su razn y frente a Dios:

    races inmediatas, presenta una visin sumaria de la historia de su origen siguiendo la historia de su protago-

  • 16

    mistagoga (como iniciacin a la experiencia religiosa originaria) constituyen los conceptos centra-

    les en el estudio de este captulo. El autor relee aqu los trabajos patrsticos rahnerianos de la pri-

    mera poca, especialmente sus artculos sobre Orgenes y Buenaventura. Particular relieve tiene la

    nocin de xtasis del telogo franciscano; una experiencia oscura de la unin con Dios ms all

    de la inteligencia deductiva, por via amoris. A su juicio, estos estudios se enrazan en la necesidad

    de adquisicin del instrumental de pensamiento necesario para afrontar los retos a la espiritualidad

    de la Compaa" (147).61

    Al confrontarse con estos autores Rahner no hace arqueologa sino que

    pretende rescatar las intuiciones de una experiencia y una teologa, que puedan proponerse an

    como motores de la existencia cristiana actual (158). Me pregunto si, adems de destacar la im-

    portancia de la prehistoria patrstica y en ella de la correlacin entre existencia cristiana y refle-

    xin teolgica, no se debera analizar tambin el contenido cristolgico cristalizado en esta etapa

    inicial, por ejemplo, en la obra patrstica traducida y reelaborada por Rahner, Aszese und Mystik in

    der Vterzeit (1939).62

    La experiencia originaria, experiencia de referibilidad del hombre a Dios, ya caracterizada

    como el punto de partida del pensamiento rahneriano (161) y como generadora de la bsqueda

    teolgica, adquiere precisin mediante la reflexin filosfica. El captulo sexto, bajo el ttulo El

    sistema teolgico: entre racionalidad y emocionalidad, afronta el estudio de las dos primeras

    obras sistemticas de Rahner: Espritu en el mundo y Oyente de la Palabra. El autor destaca bre-

    ve pero acertadamente sus intenciones principales (necesidad de un instrumental ms moderno y

    convincente para la presentacin del mensaje de salvacin), sus categoras centrales que determi-

    narn en gran medida toda su reflexin posterior (anticipacin del ser,63

    horizonte, trascendentali-

    dad, etc.). El objetivo del captulo, y por tanto sus anlisis, se encuadran en el marco de la temti-

    ca del libro: detectar la ampliacin de los criterios de definicin de lo humano y la posibilidad de

    una lgica que rompa con los criterios de la fra razn ilustrada y abra la fe a las aspiraciones

    postmodernas" (162).

    nista: el sujeto desde su nacimiento como autoconciencia (Descartes), hasta el desarrollo nihilista de su concepcin

    como principio del fin de la modernidad (Nietzsche)" (13). El captulo segundo, titulado El sujeto ante Dios: anti-

    cipacin religiosa, afronta el estudio de la contribucin filosfico-teolgica de Kierkegaard como pensador central

    para entender el carcter existencial de la fe" (39). Frente al cogito ergo sum, Kierkegaard, quien "tiene muchos

    elementos en comn con la propuesta rahneriana" (7), establece "un nuevo principio credo ergo sum. Nace la

    cristologa existencial y, paralelamente, se establecen las bases del pensamiento existencialista como fin definitivo

    de la modernidad" (39). El captulo tercero, titulado "El sujeto ante su representacin: anticipacin esttica", est

    dedicado a un "recorrido por las creaciones artsticas" (59), por "otras manifestaciones de lo humano, especialmente

    las relativas a la esttica literaria y a las artes plsticas fin de siglo. Todos ellos derivados de las nuevas visiones

    filosficas" (62) estudiadas en los dos primeros captulos. El cuarto captulo, El nacimiento de un nuevo sujeto:

    paradigma postmoderno, representa el resultado final del estudio ensayado en la primera parte. Basado sobre todo

    en los anlisis de J. F. Lyotard, el pensador clave de la filosofa postmoderna (101), Sarmiento describe los temas

    y perspectivas caracterizados bajo la palabra postmodernidad, ante todo, la crisis de los metarrelatos, el signo ms

    claro de la irrupcin de la nueva etapa filosfica (101). Un objetivo central del captulo lo constituye la bsqueda

    del lugar de acceso vlido al mensaje de salvacin y nombrar las experiencias actuales que lo recogen y posibili-

    tan (126). 61 El teln de fondo de la obra rahneriana es el Deus semper maior de Ignacio. () Pero lo ms valioso es que

    para llegar a esta experiencia ha sido necesario recorrer las estructuras de la finitud sin minusvalorarlas. Se trata

    de un intento de remundanizacin de la trascendencia" (192 nota 112; cf. 204. 206). 62 Incluido ahora en: Karl Rahner. Smtliche Werke. Band 3, 125-390. No tiene traduccin espaola. Sobre las

    caractersticas especiales de este texto, cf. C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia radicalizada, 64. 63 El concepto de anticipacin (Vorgriff) constituye el centro de la metafsica rahneriana" (171). Al respecto, cf.

    argumentos y testimonios en C. SCHICKENDANTZ, Autotrascendencia radicalizada, 72s.

  • 17

    La tercera parte, La cristologa existencial postmoderna. Claves de desarrollo, es una

    propuesta de por dnde puede ir el mtodo de la cristologa (9). El captulo noveno, Mtodo

    para una cristologa existencial: la fuerza de la debilidad, propone algunos aspectos de la meto-

    dologa rahneriana que se pueden mantener a la hora de un pensamiento vigente para la sensibili-

    dad postmoderna (9). El sistema trascendental, una respuesta a la exigencia moderna de raciona-

    lidad de la fe, debe pasar a un segundo plano; debe emerger la intuicin que lo ha originado y al

    servicio de la cual tal sistema existe: el fondo existencial. Esta es la tesis del autor: Los centros

    neurlgicos de la concentracin cristolgica, de la que Rahner ha hecho gala, sern los elementos

    ms recuperables de esa obra viva y dotarn de un porvenir teolgico postmoderno a la contribu-

    cin de nuestro autor (305). A Sarmiento le interesa subrayar lo que denomina la intencionalidad

    programtica original de Rahner (306), el movimiento rahneriano: desde la experiencia original

    a la va argumentativa y desde all al origen mstico; su pensamiento parti de la lgica del en-

    cuentro y volvi a ella (314); la exigencia de sobrepasar la teora como fruto de la constatacin

    de la insuficiencia de la racionalidad teolgica para dar razn de la fe, la relativizacin del sa-

    ber, la legitimidad de subordinar la palabra teolgica al proceso vital (332); la primaca de la

    experiencia sobre la formulacin, el encuentro vital es la fuente de la inteligibilidad y no a la in-

    versa (315).64 Es esta lnea de accin de su mtodo la que se muestra con posibilidades para

    acometer los desafos postmodernos, pues Rahner posibilita la deconstruccin de su sistema

    (332). Ms an, a su juicio, Rahner se puede considerar as un representante avanzado de la teo-

    loga necesariamente dbil para el fin de siglo (332).65

    Algunas claves de una cristologa postmoderna son caracterizadas del siguiente modo:

    "Cristologa relacional", por contraposicin a concepciones estticas; "concentracin nuclear en la

    contemporaneidad", esto es, redescubrimiento de la centralidad de la figura de Jesucristo que su-

    pone conjugar su historia (dimensin objetiva) con su significado contemporneo retrotrado para

    el hombre y la mujer de la postmodernidad (dimensin subjetiva); valor narrativo de los hechos

    de Jess, que corrige la sobreacentuacin de la abstraccin sistemtica de la cristologa y la ex-

    gesis acordes a las exigencias del estatuto racional de la modernidad y que busca la interpretacin

    de sus dimensiones simblico-narrativas que interpelen al interlocutor, en sntesis, una cristologa

    como relacin y mstica (311).

    El muy buen texto de Sarmiento, sin pertenecer propiamente a la llamada nueva poca en

    el tratamiento de la obra de Rahner, se aproxima a ella al destacar de diversas formas la impor-

    tancia de la experiencia que sustenta y otorga sentido a una sistematizacin teolgica. Su mrito

    principal consiste en poner en evidencia las potencialidades de esta cristologa de cara a la situa-

    64 La cristologa vivencial (existencial) siempre est debajo de los procesos discursivos rahnerianos como un cata-

    lizador" (201). Es una mstica la que soporta los principios ms abstractos de la cristologa transcendental. ()

    no sera exagerado afirmar que los desarrollos sistemticos posteriores podran ser puenteados en la medida en

    que son un paso para, en cierta medida, volver a ella" (205). Es el inters existencial el que se sobrepone como el

    principio conductor de la abstraccin sistemtica" (221). 65 El esquema que sigue Sarmiento es formulado as: a partir de una cristologa existencial incipiente, desarro-

    llos sistemticos posteriores que son un paso para, en cierta medida, volver a ella (la existencial). Como, de he-

    cho, har Rahner, cuando sintetice su pensamiento en la ltima poca (205). Esta lectura biogrfica es clave en la

    lectura que Sarmiento hace de Rahner, ya que estructura la organizacin de la segunda parte de su trabajo: races

    del sistema (captulo 5), sistema filosfico-teolgico (captulo 6), elaboracin de la cristologa trascendental (captu-

    lo 7), paso hacia una cristologa existencial: mstica ms all del sistema (captulo 8). El trabajo de Maurice

    muestra que el itinerario cristolgico rahneriano, en realidad, es ms complejo.

  • 18

    cin cultural posmoderna; aspecto poco destacado en las habituales presentaciones de la cristolo-

    ga rahneriana.

    No obstante, la crtica del filsofo de Frankfurt, Jrgen Habermas, a los planteos posmo-

    dernos me parece que debera ser advertida explcitamente en la propuesta cristolgica de Sar-

    miento. "La posmodernidad se presenta claramente como antimodernidad. Esta afirmacin des-

    cribe una corriente emocional de nuestro tiempo que ha penetrado en todas las esferas de la vida

    intelectual".66

    Habermas advierte que la posmodernidad tiene un ingrediente premoderno y, por

    eso, aade, es de temer una "alianza de posmodernistas con premodernistas"67

    que se refleje tanto

    en el pensamiento como en lo tico-poltico; de all la calificacin de J. M. Mardones en un intere-

    sante anlisis: "El neo-conservadurismo de los posmodernos".68

    En este sentido, subrayo, en este

    sentido, esa corriente emocional, que tambin recorre la Iglesia y la teologa de nuestros das,

    difcilmente sera apoyada por Rahner. As interpreto tambin la advertencia de P. Hnermann:

    para que los intentos de elaborar cristologas ms histricas y concretas, mejor contextualizadas y

    ms orientadas a la praxis no conduzcan a discursos sobre Cristo con un lenguaje de carcter ima-

    ginativo y, por ello, de algn modo arbitrario, mtico o integrista, la teologa debe enfrentar el

    desafo de llevar adelante el duro trabajo que supone formular nuevos conceptos con el objeto de

    garantizar la comunicabilidad y racionalidad del testimonio de Cristo.69

    66 J. HABERMAS, "La modernidad, un proyecto incompleto": en J. HABERMAS y otros, La posmodernidad, Bar-

    celona 1985, 19-36, 19. 67 Ibid., 36. Sin que se pueda encuadrar toda postura posmoderna en una lnea neoconservadora, dado las grandes

    diferencias existentes entre aquellas. Tal la justa observacin por ejemplo de P. LANCEROS a Habermas. Cf.

    "Apunte sobre el pensamiento destructivo": en G. VATTIMO y otros, En torno a la posmodernidad, Barcelona -

    Bogot 1990-1994, 137-159, nota 6. 68 " El neo-conservadurismo de los posmodernos": en G. VATTIMO, En torno a la posmodernidad, 21-40. 69 Cf. Jesus Christus. Gottes Wort in der Zeit. Eine systematische Christologie, Mnster 1994, 358.