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CRISTO VERDADERO DIOS VERDADERO HOMBRE Frente a la pregunta fundamental de la Cristología, ¿quién es verdaderamente Jesús el Cristo? Los padres de Iglesia, teniendo como presupuesto no solo la fe, sino también las fuentes de la revelación, La Sagrada Escritura y La Sagrada Tradición, base de la fe cristiana, pretendieron dar respuestas al insondable misterio del Dios uno y trino, quien en la persona del Verbo encarnado, hace posible en nosotros, no solamente el ser por él redimidos, sino también el participar de su vida divina y la comprensión de su misterio a la luz de la razón natural y sobrenatural que nos brinda la fe. Esta pregunta básica que ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad y más concretamente en la economía de la salvación sobre quien es el Hijo de Dios la analizaremos por esta vez desde la enseñanza cristológica de los primeros cuatros concilios ecuménicos que contienen una verdad lógica de Jesucristo como verdadero Dios y verdadero hombre. Estos son: (Nicea I (325); Constantinopla I (381); Éfeso (431); Calcedonia (451) y Constantinopla III (381) en los cuales se definió el dogma de fe cristológico sobre Jesucristo, como verdadero Dios eterno y consustancial al Padre, plenamente Hombre, con dos naturalezas íntimamente

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CRISTO VERDADERO DIOS VERDADERO HOMBRE

Frente a la pregunta fundamental de la Cristologa, quin es verdaderamente Jess el Cristo? Los padres de Iglesia, teniendo como presupuesto no solo la fe, sino tambin las fuentes de la revelacin, La Sagrada Escritura y La Sagrada Tradicin, base de la fe cristiana, pretendieron dar respuestas al insondable misterio del Dios uno y trino, quien en la persona del Verbo encarnado, hace posible en nosotros, no solamente el ser por l redimidos, sino tambin el participar de su vida divina y la comprensin de su misterio a la luz de la razn natural y sobrenatural que nos brinda la fe.

Esta pregunta bsica que ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad y ms concretamente en la economa de la salvacin sobre quien es el Hijo de Dios la analizaremos por esta vez desde la enseanza cristolgica de los primeros cuatros concilios ecumnicos que contienen una verdad lgica de Jesucristo como verdadero Dios y verdadero hombre. Estos son: (Nicea I (325); Constantinopla I (381); feso (431); Calcedonia (451) y Constantinopla III (381) en los cuales se defini el dogma de fe cristolgico sobre Jesucristo, como verdadero Dios eterno y consustancial al Padre, plenamente Hombre, con dos naturalezas ntimamente unidas sin confusin, y con dos voluntades distintas: humana y divina. Todo este desarrollo histrico-teolgico, se nos presenta con el fin de acercarnos un poco ms al conocimiento de la persona de Jess y de su relacin trinitaria.

Estos elementos que constituyen los fundamentos de nuestra fe cristiana, expresan que l que se hizo carne, es decir, hombre en el tiempo, es desde la eternidad el Verbo mismo, el Hijo unignito de Dios. Engendrado no creado, de la misma naturaleza del Padre, es por tanto consustancial a l, como bien nos lo expresa el magisterio de la Iglesia en el credo niceno constantinopolitano, considerado como el cimiento de la profesin de fe cristiana.Las Sagradas Escrituras, por su parte presentan ya desde el Antiguo Testamento la esperanza de un salvador, en la imagen del Mesas y de manera relevante en la figura enigmtica del hijo del hombre que adquiere una connotacin casi divina (Dan. 7,13).Ttulo que en el Nuevo Testamento Jess se atribuye a si mismo de manera enigmtica como realidad escatolgica de Dios. Desde el A.T, podemos encontrar tambin, ya algunos indicios que dentro de la Deidad, existe una pluralidad de personas, que expresado por ejemplo en la formula creacionista: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza (Gn1, 26), los Santos Padres de la Iglesia, ven en este acontecimiento como la intervencin Trinitaria en la Creacin. Teniendo en cuenta la importancia de la experiencia cristiana desde la perspectiva del Antiguo Testamento se ha proclamado que somos con respecto a la fe, judos por naturaleza pues todo la experiencia primera de la fe cristiana as como la vivencia de la liturgia de la iglesia viene del judasmo como tambin la concepcin del monotesmo que anuncian la existencia de un solo Dios como el absolutamente otro. A este respecto el afirmar la existencia de Jesucristo como el Dios con nosotros era algo que en el pueblo judo era inconcebible. Pues no se tena aun la verdad dogmtica de la circunminsecion de la Trinidad es su profunda relacin de tres personas distintas y un solo Dios verdadero. Surge entonces en los primeros siglos, (s.II) un gran interrogante y es el que si existen dos dioses o ms y no uno solo como lo anuncia el judasmo? como respuesta a esta cuestin surgen las tres primeras herejas que sern abordadas en el concilio de Nicea dando respuestas sobre la existencia de la divinidad del Hijo. Estas herejas son:

El adopcionismo: Jess no es Dios por naturaleza sino por adopcin. Al descender sobre l el Espritu del Verbo se ha producido una filiacin por adopcin y no por naturaleza pues Dios lo ha aceptado como hijo igual que a nosotros por el bautismo

El modalismo: sostiene la existencia de un solo principio divino que se nos presenta en la historia asumiendo los nombres de Padre, Hijo y Espritu que son modos por el cual el nico Dios y no tres se nos presenta para conducirnos a la salvacin asumiendo estos tres tareas en su acontecimiento redentor. Esto modos serian como una especie de disfraz que el nico Dios asume en su divinidad.

El subordicionismo: cataloga a Jesucristo como un semidis y no como Dios mismo posturas segn las afirmaciones griegas de un demiurgo que funge como realidad intermedia entre el Dios absoluto y el mundo material. Su funcin es por tanto mediadora entre Dios y el mundo.

Por otra parte, al querer acoplar la fe en Cristo en el mundo judeocristiano, surgieron varias herejas entorno a la observancia de la ley instalando a Cristo en continuidad directa con el judasmo del antiguo testamento sin que se presente a Cristo como novedad absoluta del Nuevo Testamento en el cual converge toda la Escritura y los profetas.

1- Cristologa proftica. Cristo es el verdadero profeta, dotado de carismas especiales, pero en el fondo slo un hombre.

2- Cristologa anglica. Cristo fue exteriorizado en lnea con los arcngeles Gabriel y Miguel, lo mismo que el Espritu Santo fue tambin referido con un ngel.

3- Cristologa pneumtica: es una forma de adopcionismo, ya que equivala a explicar la trascendencia de Cristo como resultado de una accin o inhabitacin peculiar del Espritu, pero en analoga con los dems hombres o profetas.

Por su parte el nuevo testamento nos ensea a Jesucristo como plenitud de la revelacin, en el cual confluye toda la Escritura y lo anunciado por los profetas. Jess novedad absoluta es el punto de convergencia y de cumplimiento de la Escritura. Ella en l alcanza su plenitud. As mismo en el prlogo de San Juan se nos expresa claramente la existencia del Verbo encarnado, Jesucristo el Seor, como el preexistente. La Palabra, el Verbo es Dios, el cual, estaba con Dios y fue hecho carne (Juan 1:1, 14), significa que en la sola Persona de Jess existe tanto una naturaleza divina como humana: Dios y hombre. El Hijo es Dios en carne. La segunda persona de la Trinidad, en el amor infinito de Dios despojndose de su condicin divina, se hizo hombre para que el hombre se hiciera hijo de Dios.Hasta este momento la pregunta inicial antes mencionada sobre la persona de Jess, nos va adentrando progresivamente a la visin ascendente y descendente de la reflexin cristologa, que nos abre paso a la comprensin del misterio divino, que versa sobre el Jess histrico y el Cristo de la fe. Dos realidades que no son adversas sino complementarias puesto que convergen en la persona misma del Hijo nico de Dios: Verdadero Dios y Verdadero Hombre. Este dogma de fe, tiene como fundamento la conviccin de que Dios ha llevado a cabo escatolgica e histricamente en Jess su voluntad de salvacin universal. Sin embargo, teniendo en cuenta que Dios se hace presente al hombre no como un problema sino como misterio, misterio que ha suscitado grandes controversias no solo doctrinales sino de orden moral y religioso, es conveniente mostrar a la luz de la revelacin, el desarrollo histrico que ha suscitado la reflexin cristolgica a lo largo de la historia de la Iglesia sobre la verdadera divinidad y la verdadera humanidad del hijo de Dios como Verbo encarnado. Estas verdades dogmticas que constituyen la base inalterable de toda la Doctrina catlica, han sido a lo largo de la historia fuertemente refutada, especialmente por doctrinas herticas tales como: el arrianismo, el apolinarismo, el nestorianismo y la hereja de Eutiques, que afligieron a la Iglesia desde los primeros siglos. Estas herejas fueron causadas, segn cuenta la historia, por el proceso de comprensin de la verdad revelada. Para empezar es justo hacer mencin en que uno de los intereses que genero tantas controversias, sobre la persona de Cristo fue el de salvaguardar la realidad de la humanidad de Cristo, cuyo propsito se haca posible en lograr la distincin entre lo divino y humano en l, en perjuicio de la verdadera unin de las dos naturalezas: la humana y la divina. Esta distincin entre las dos naturalezas de Cristo as como el carcter real de su humanidad es el eje transversal que dar paso no solo a los planteamientos adversos que terminan algunos en herejas sino a la consolidacin de los verdades fundamentales de la fe cristiana concretizados en los dogmas que vienen a ser regla de juicio sobre la vida y la proclamacin de la fe de la Iglesia Catlica. En consonancia con este presupuesto me permito citar a continuacin de manera breve lo referente a lo acontecido en los cuatro primeros concilios ecumnicos de la Iglesia que dieron pasos progresivo importantes a la consolidacin del dogma de fe sobre la verdadera divinidad y la verdadera humanidad del Hijo de Dios.

Nicea I (325)a) La problemticaArrio: negaba la igualdad de la divinidad entre el Hijo y el Padre.. Deca: El Hijo de Dios haba sido (gentos), "hecho", "creado". Por tanto, el Hijo es inferior al Padre, porque haba sido creado por El. Ni verdadero Dios, ni verdadero hombre. La perspectiva logos-sarx ha conducido a Arrio a una cristologa reduccionista que no daba razn del misterio revelado en Jesucristo.Se defini: La igualdad esencial del Hijo. Jess es verdadero Dios. De la misma sustancia (homoousios).

C. de Constantinopla I. (381).Apolinar: presenta a un Jess que no tiene alma humana, creyendo que esa alma humana sera como la nuestra, pecaminosa. A fin de salvaguardar la naturaleza ontolgica divina de Jess. Otra hereja la negacin de la divinidad del Espritu Santo, por los macedonios. Principio patrstico: lo que no se asume no se redime. Cristo para redimirnos ha asumido no solo el cuerpo sino tambin el alma. Se defini: el credo nicenoconstantinopolitano. Jess es verdadero Dios. El Espritu Santo es Dios.

C. de feso (431).Nestorio: su cristologa era el logos-sarx. Mara, podra ser llamada (kristotokos), no sera theotokos. Se presentaban dos sujetos diferentes: el Verbo de Dios de un lado y Jesucristo del otro. Nestorio vea su unidad en trminos de conjuncin. Suponiendo dos sujetos existentes concretos.La muerte de Jess sobre la cruz no sera la muerte del hijo de Dios.Se defini: las dos naturalezas no estn separadas. Maternidad divina de Mara.

C. calcedonia (451). Llamado el concilio cristolgico por excelencia.feso ha hecho explcito el significado de la encarnacin en trminos de "unin en la hipstasis". Subrayando la unidad olvid la distincin entre divinidad y humanidad. Es en este punto en el que Calcedonia completa a fesoEl problema central de Calcedonia es que se est poniendo en duda la humanidad de Jess: si el Verbo de Dios ha asumido en s la naturaleza humana qu le sucede a esta naturaleza en el proceso de unin? Se mantiene en su realidad humana o es absorbida por la divinidad del Hijo? Eutiques: conceba la unin como una mezcla. Lo humano es absorbido por lo divino con el resultado de que Cristo no es "consubstancial" a nosotros en la humanidad.Jess despus de la unin no permanece verdaderamente hombre. Estas eran las implicaciones del monofisismo.Se defini: se afirma la distincin de las dos naturalezas. En Cristo hay dos naturalezas en una persona. Las dos naturalezas no se confunden.

Calcedonia III (681)Se afirma las dos voluntades en Jesucristo, la divina y la humana. Sin separacin, sin cambio, sin divisin, sin confusin.

San Len, afirmo Tomus: cada naturaleza acta en comunin con la otra en lo que le es propio a cada una de ellas.

En continuacin, al parecer el sentido literal de las Escrituras llev a Diodoro de Tarso, uno de los ms destacados telogos de su tiempo, a establecer el nfasis en la distincin entre la humanidad y la divinidad en Cristo, debido a su oposicin a la cristologa alejandrina que insista en la necesidad de que la unin entre la divinidad y la humanidad en Cristo fuese tal que se diese en l la communicatio indiomatum, es decir que los atributos de la humanidad pudiesen predicarse tambin del Verbo. Sin embargo, al querer aplicar esta principio lo hacan de tal modo que la naturaleza humana de Jesucristo quedaba mutilada, puesto que Jesucristo careca del alma racional humana. Esta doctrina aparecer ms tarde de nuevo en el Apolinarismo. Diodoro por su parte vea el error de los alejandrinos, pero no se percat de la necesidad de afirmar la communicatio indiomatum. La doctrina de Teodoro de Mapsuestia el representante ms autorizado de la cristologa antioquena es muy semejante a la de Diodoro, puesto que subraya la distincin de las dos naturalezas en Cristo. Sin embargo, Teodoro no llego al extremo de afirmar que en Cristo hay dos hijos o seores, como si lo haba hecho Diodoro. La distincin y la unin entre la humanidad y la divinidad son tales en Teodoro que se equiparo ms tarde a la ortodoxia cristiana sobre la unin de dos naturalezas en una persona. Sin embargo, l entiende esta persona como la que resulta de la unin de ambas naturalezas y no como la segunda persona de la Trinidad, a la que se une la naturaleza impersonal del hombre asumido. Doctrina que fue condenada en el (ao 553) despus de su muerte. En definitiva la cristologa logos anthropos de Teodoro de Mopsuestia se sintetiza en tres puntos fundamentales: 1-Por un lado en la perfeccin de las dos naturalezas en Cristo y sobre la integridad y autonoma de la naturaleza humana disminuida por Apolinar2- En La distincin que establece sobre las dos naturalezas en Cristo, 3-La unidad de la naturaleza divina y la naturaleza humana por conjuncin A este punto se puede ver la gran diferencia que exista entre la cristologa antioquea y la alejandrina. La primera se trata de una cristologa tipo Logos-hombre, en contraposicin a la cristologa del tipo Logos-carne de los alejandrinos. Es decir que mientras los alejandrinos se contentan con afirmar la unin del Verbo con la carne humana, los antioqueos ven la necesidad de afirmar la unin del Verbo con una naturaleza humana completa. Por otra parte la cristologa de Nestorio era el logos-sarx. Este afirmaba que Mara, podra ser llamada (kristotokos), no sera theotokos, puesto que se presentaban dos sujetos diferentes: el Verbo de Dios de un lado y Jesucristo del otro. Nestorio vea su unidad en trminos de conjuncin. Suponiendo dos sujetos existentes concretos. Por tanto, la muerte de Jess sobre la cruz no sera la muerte del hijo de Dios.Tras esta condenacin de Nestorio, los antioqueos se percataron del modo en que toda negacin de la communicatio idiomatum constitua una negacin de la encarnacin misma y por ende de la obra salvadora de Jesucristo. Por esta razn, estaban dispuestos a aceptar la unin de la humanidad y la divinidad en una sola persona, y esto de tal modo que se diese la communicatio idiomatum. Ms no estaban dispuestos a aceptar doctrina alguna que confundiese la divinidad y la humanidad de tal modo que esta ltima perdiese su carcter propio.En el concilio de feso (431) se defini: las dos naturalezas de Cristo no estn separadas. Como tambin se defini la Maternidad divina de Mara.

Siguiendo con la reflexin del desarrollo cristolgico Arrio, sacerdote alejandrino, quien proceda de la escuela de Antioquia, Predicaba que el Hijo de Dios, El verbo echo carne, no es engendrado de la sustancia del Padre, sino que es creado de la nada, por orden de la voluntad divina, pues antes no exista. Solo el Padre era el nico no engendrado sin principio y eterno. El arrianismo no poda concebir la unin de lo infinito con lo finito, del Dios omnipotente y del ser humano ilimitado, colocndose en parntesis de este modo el descenso de Dios y el ascenso del hombre a Dios. En definitiva la redencin no era posible. La doctrina de Arrio que negaba la igualdad de la divinidad entre el Hijo y el Padre, para fortuna nuestra era atrayente y peligrosa. Constitua una rebelin contra el dogma de la divinidad de Cristo, y contra todo el orden sobrenatural. Cristo era plenamente Dios y plenamente hombre. Pero El arrianismo el cual no era ms que una racionalizacin del misterio fundamental de nuestra fe, el misterio de la encarnacin, no aceptaba esta realidad divina y plenamente humana. Jesucristo no es Dios solo es un hombre con una dignidad tan alta despus de la de Dios a tal punto de ser llamado Dios pero sin serlo segn el arrianismo.Era necesario despojar a los arrianos de un argumento que pareca probar que el Verbo era inferior a Dios, pues la cristologa era utilizada por los arrianos como un argumento en pro de la mutabilidad del Verbo.A este respecto Apolinar en sus esfuerzos por refutar el arrianismo, se percat de que uno de los principales argumentos de los arrianos era de carcter cristolgico: si el Verbo se uni a un cuerpo humano, y tal cuerpo es por naturaleza mutable, el Verbo mismo ha de ser mutable, negndose as la divinidad de Cristo. Frente a este argumento, era necesario una cristologa capaz de mostrar en qu modo el Verbo inmutable pudo unirse a la humanidad mutable. Sin embargo a la tarea de construir tal cristologa Apolinar, aunque se opone a la de Arrio a la afirmar la inmutabilidad del verbo, concuerda con ella en su estructura fundamental que es del tipo logos carne.Dos son los intereses principales que Apolinario tiene en cuenta al formular su cristologa: la integridad de la persona de Jesucristo, frente a los antioqueos; y la inmutabilidad del verbo de Dios frente a los arrianos. Apolinario cree que el verbo se uni a la humanidad en Cristo, sin por ello perder su inmutabilidad. Cristo es humano porque su cuerpo y su alma son humanos; pero es divino porque su razn es el verbo mismo de Dios sin en Cristo se uniese un hombre completo, con su propia personalidad y su propia razn al Hijo de Dios, resultara dos personas y estos destruira la realidad de la encarnacin que afirma que en Cristo Dios se uni al hombre. Por tanto, Apolinar no encuentra otra solucin que la de mutilar la naturaleza humana de Cristo, despojndola de sus facultades racionales y colocando al verbo en el sitio que est deberan ocupar. Esta doctrina de Apolinar fue condenada en el segundo concilio ecumnico celebrado en Constantinopla en ao 381.Frente a estas doctrinas los capadocios fueron quienes primero se percataron del peligro que entraaba esta cristologa que negaba la realidad de la naturaleza humana de Jesucristo, y del modo en que la cristologa destrua los principios de los que ellos vean como la doctrina cristiana de la salvacin. Para los capadocios, la salvacin consiste esencialmente en la deificacin. Es decir, que lo verdaderamente importante para los capadocios es que en Cristo Dios haya verdaderamente a la humanidad y no que esta contine siendo idntica a la nuestra, o tan libre como la nuestra. Por esto, la doctrina de Apolinario resultaba inaceptable para los capadocios. Los capadocios podan describir la unin de lo divino y lo humano en Cristo en trminos tales que lo humano pareca perderse en lo divino, es decir, el hombre en Cristo y por Cristo es divinizado.Por otro lado, y cambiando de escenario, en la doctrina de Eutiques podemos encontrar dos puntos doctrinales: en el que l se neg a afirmar la frmula de dos naturalezas despus de la encarnacin. Eutiques estaba dispuesto a afirmar que Jesucristo era de dos naturalezas antes de la unin y consubstancial a nosotros. Su principal error consiste en negar la consubstancialidad del Salvador con la humanidad, pues la gloria y novedad de la encarnacin no destruye el carcter de la naturaleza humana; De igual modo que Dios no cambia en mostrar su misericordia, el hombre no es absorbido por la dignidad. Al contrario, la distincin de la naturaleza es necesaria despus de la unin. Eutiques conceba la unin como una mezcla. Lo humano es absorbido por lo divino con el resultado de que Cristo no es "consubstancial" a nosotros en la humanidad.Jess despus de la unin no permanece verdaderamente hombre. Estas eran las implicaciones del monofisismo.Eutiques fue condenado y depuesto por ensear la doctrina de las dos naturalezas despus de la unin.

En conclusin, en cuanto a las dos naturalezas Cirilo haba dicho que Cristo era de dos naturalezas, pero nunca haba dicho que fue en dos naturalezas. Frente a esto la epstola dogmtica de Len afirmaba que haba en Cristo dos naturalezas despus de la unin y que era posible distinguir entre la humanidad y la divinidad en Jesucristo, de tal modo que se atribuyese ciertas cosas a la una y ciertas a la otra, aunque sin olvidar la communicatio idiomatum, sin la cual la encarnacin careca de sentido.Tras largos debates se lleg a la siguiente formula conocida por la posteridad como la definicin de fe de calcedonia siguiendo a los santos padres se ha de confesar en la veracidad de las verdades dogmticas se ha de confesar que Jesucristo el Unignito de Dios es perfecto en su divinidad y perfecto en su humanidad, verdadero Dios y verdadero hombre; consubstancial al Padre segn la divinidad, y l mismo consubstancial a nosotros segn la humanidad; semejante a nosotros en todo menos en el pecado. Engendrado no creado ante de todos los siglos segn la divinidad, en la persona de Cristo existen dos naturalezas: humana y divina, sin confusin, sin mutacin, Sin divisin, sin separacin. No dividido o partido en dos personas sino uno y l mismo Hijo Unignito de Dios. Tras condenar las posiciones extremas y las elegas anteriores el concilio de calcedonia haba logrado producir una Definicin e fe en la que queda cimentada la fe de la Iglesia en la persona de Jesucristo el Seor verdadero Dios y verdadero Hombre.

CRISTO VERDADERO DIOS Y VERDADERO HOMBRE

Presentado a: John Carlos Silva Pbro.

Presentado por: Fredy Alejandro Barrios Daz

Seminario Mayor De La Inmaculada Concepcin III Teologa2014