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    Red de Revistas Cientficas de Amrica Latina, el Caribe, Espaa y PortugalSistema de Informacin Cientfica

    Concepcin Aguilar, Jos I. NavarroAnlisis funcional e intervencin con economa de fichas y contrato de contingencias en tres casos de

    conductas disruptivas en el entorno escolarRevista Latinoamericana de Psicologa, vol. 40, nm. 1, 2008, pp. 133-139,

    Fundacin Universitaria Konrad LorenzColombia

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    Revista Latinoamericana de Psicologa,ISSN (Versin impresa): [email protected] Universitaria Konrad LorenzColombia

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  • Revista Latinoamericana de Psicologa2008, volumen 40, No 1, 133-139

    AN`LISIS FUNCIONAL E INTERVENCIN CON ECONOMA DEFICHAS Y CONTRATO DE CONTINGENCIAS EN TRES CASOS

    DE CONDUCTAS DISRUPTIVAS EN EL ENTORNO ESCOLAR

    CONCEPCIN AGUILARy

    JOS I. NAVARRO1Universidad de Cdiz, Espaa

    1 Correspondencia: JOS I. NAVARRO GUZMN. Departamento de Psicologa. Universidad de Cdiz. 11510 Puerto Real-Cdiz(Espaa). Correo electrnico: [email protected].

    ABSTRACT

    In this article we describe the behavioral treatment of three students who presented problemsof adaptation to school. They showed verbal rejection of all academic work, made negativecomments prior to starting any school activity, made constant noise with mouth, hands orpencils on the desk, frequently emitted cries in the classroom, destroyed school material,verbally attacked classmates and teachers. They also lacked motivation to undertake schoolactivities. An individual treatment using contingency contract and token economy procedureswas implemented. The results indicate an improvement in adaptive behavior to the schoolenvironment, reducing significantly the incidence of insults, the destruction of school materialand indolence during class sessions.

    Key words: contingency contracts, token economy, wards of court children, positivebehavior

    RESUMEN

    En este artculo se presenta la intervencin conductual en tres alumnos que presentabandiferentes problemas de adaptacin escolar, consistentes en el rechazo sistemtico de las tareas

    contina

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    acadmicas, hacer constantes ruidos con la boca, las manos o los lpices, emitir frecuentesruidos en la clase, destruir el material escolar, llevar a cabo agresiones verbales a loscompaeros y profesores, adems de una falta de motivacin generalizada por las actividadesacadmicas. Se realiz una intervencin conductual individualizada mediante procedimientosde economa de fichas y contratos de contingencias, tras lo que se realiz un seguimiento desu evolucin. Los resultados indican que se consigui un significativo cambio en su conducta,mejorando su adaptacin escolar y reduciendo de manera significativa las conductas disruptivasque fueron tratadas.

    Palabras clave: economa de fichas, contrato de contingencias, conducta desadaptativa

    INTRODUCCIN

    Existen poblaciones de riesgo sobre las quese han realizado distintas intervenciones de tipocognitivo conductual con muy diversos resulta-dos. Entre estas poblaciones, aquellos nios/asque se caracterizan por desarrollar conductasantisociales y estn bajo la supervisin de lostribunales de justicia de menores, han recibidomenos atencin por parte del anlisis de conduc-ta aplicado (Putnam, Handler, & Luiselli, 2003).Por otra parte, motivar a este tipo de alumnos conproblemas de comportamiento para participaren las actividades acadmicas regladas no es unatarea fcil. Se han publicado algunos estudios endiversas reas del aprendizaje escolar (Putnam,et al., 2003; Valero Aquayo, 1992), tales comoel de las matemticas (Mayfield & Chase, 2002;McGinnis, Friman & Carlyon, 1999), o la parti-cipacin en tareas acadmicas online (Pear &Crone-Todd, 1999), o la intervencin con jve-nes afectados por TDAH (Carter, 2005), si bienson mucho ms frecuentes en problemas clni-cos (Kahng, Boscoe & Byrne, 2003).

    En el contexto de la modificacin de conduc-ta, cuando se ha realizado un adecuado anlisisconductual antes de la intervencin, la probabi-lidad de xito puede incrementarse (Vollmer,Marcus & LeBlanc, 1994). La razn para esto esque las variables que mantienen la conductapueden ser identificadas y elaboradas para podercambiar su probabilidad de ocurrencia. Aunque

    hay diferentes pruebas que las intervencionesbasadas en el anlisis funcional de la conductapueden tener xito (Ellis & Magfes, 1994), laeficacia con este tipo de casos es limitada, porquemuchos estudios estn referidos a conductas queestn siendo mantenidas por reforzadores social-mente mediados (por ejemplo, reforzamiento tan-gible, escapar de las instrucciones, o atencinsocial). Aproximadamente el 5 por 100 de losanlisis funcionales realizados son poco conclu-yentes y una cuarta parte no tuvieron en cuenta laimportancia de los reforzadores sociales (Hanley.,Iwata. & McCord, 2003).

    Dos de los procedimientos de intervencinque han tenido un uso muy diverso en el entornoescolar han sido la economa de fichas y loscontratos de contingencias (McGinnis, et al.,1999; Van Den Wittenboer, Van Der Wolf &Van Dixhoo, 2003). Ambos procedimientos hansido utilizados para intervenir en diferentes m-bitos especiales (Amors, Carrillo, & Snchez,2005; Athens, Vollmer & Pipkin, 2007; Chung,Reavis, Mosconi, Drewry, Matthews, & Tass,2007; Petscher, & Bailey, 2006; Roales-Nieto,& Fernndez-Parra, 1986). Precisamente en esteestudio examinamos los efectos de la interven-cin mediante un procedimiento de economade fichas en un caso, y de contrato de contingen-cias en otros dos estudiantes de primaria quepresentan problemas de adaptacin al centro,adems de desmotivacin para realizar las tareasescolares, siguiendo un diseo de lnea de base

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    mltiple. El valor aadido del presente estudioconsiste en haberlo realizado con poblacionesde difcil acceso y utilizando procedimientosque, si bien se siguen empleando en mbitosescolares o institucionalizados (Valero Aquayo,1992), no han recibido demasiada atencin porparte de la literatura especializada en los ltimostiempos.

    MTODO

    Participantes y Contexto

    Tres alumnos que se encontraban bajo tutelajudicial y que asistan a un centro escolar deeducacin primaria participaron en este estudio.Los participantes, los tutores legales y la profe-sora fueron informados y aceptaron voluntaria-mente participar en el estudio.

    Samuel2 era un nio de 14 aos que en elmomento de la intervencin se encontraba en elltimo curso de educacin primaria. Perteneca auna familia con un nivel socioeconmico margi-nal, haba cometido diferentes robos y hurtos y seencontraba internado en un centro de menorespor decisin del juez. No haba recibido nunca undiagnstico psicolgico formal, pero frecuente-mente presentaba los siguientes problemas decomportamiento: (a) Se tumba en la mesa de laclase, negndose a trabajar y quejndose reitera-damente de que le duele algo (unas veces es lacabeza, otra las muelas, otra el estmago, etc.), sincausa orgnica alguna. Otras veces se tumba en lamesa de trabajo refiriendo que est cansado; (b)Rompe el material escolar (muerde y rompe loslpices, gomas, bolgrafos, etc.), garabatea loslibros, los cuadernos, la mesa de trabajo; y (c)Realiza agresiones verbales en forma de insultosa sus compaeros y a personas conocidas delcolegio.

    Francisco, de 14 aos de edad, est en elltimo curso de educacin primaria en un colegio

    pblico. Se encuentra internado en un centro demenores por reiterada conducta de robos y hur-tos. No ha recibido ningn tipo de diagnsticopsicolgico especfico, y es remitido para inter-vencin conductual porque presenta conductasdisruptivas que hacen muy difcil su aprendizajeescolar, tales como: (a) Realizar constantes ruidoscon la boca, las manos o los lpices sobre la mesa;y (b) Emitir muy frecuentemente en el aula gritosestridentes simulando el maullido de un gato.

    Pedro, de 8 aos de edad, se encuentra inter-nado en un centro por su situacin de desamparofamiliar, y asiste a un centro de educacin prima-ria pblico. No tiene un diagnstico psicolgicoespecfico, pero presenta diferentes conductasdisruptivas que se manifiestan en un rechazoverbal hacia toda actividad acadmica que se lepresenta, negndose a realizarla, haciendo co-mentarios negativos antes de iniciar cualquieractividad escolar (otra vez no, no quierohacerlo, siempre yo, etc.).

    Medidas de las respuestas

    Las conductas que constituyeron un objetivode intervencin fueron muy semejantes para cadauno de los tres casos analizados. En efecto, paraSamuel, nos planteamos las siguientes: (1) Elimi-nar la conducta de tumbarse en la mesa en posicinde dormir, durante la ejecucin de las actividadesescolares; (2) Reducir al mximo la conductadestructiva hacia el material escolar; y (3) Eliminarlos insultos durante su estancia en el centro escolar.Durante siete sesiones de una hora de duracincada una y siguiendo un modelo de lnea basemltiple (Cozby, 2003), coincidiendo con las cla-ses especiales que uno de los autores le practicaba,se empleaba un registro de hechos (Alberto &Troutman, 2002) para las frecuencias de las con-ductas discretas de insultar y romper el material, ymediante un registro de duracin el tiempo quepermaneca tumbado en la mesa de trabajo.

    En el caso de Francisco, las metas establecidasfueron: (1) Eliminar o reducir los ruidos inoportu-

    2 Los nombres de los participantes han sido cambiados.

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    nos; y (2) Eliminar o reducir los maullidos.Inicialmente se utiliz un registro de frecuenciaspara contabilizar durante siete sesiones de unahora cada una, la tasa de respuesta de ambasconductas discretas.

    Finalmente, en el caso de Pedro, el objetivode la intervencin fue reducir los comentariosverbales de oposicin a realizar las tareas esco-lares. Durante siete sesiones de una hora seregistr la frecuencia de los comentarios negati-vos antes de iniciar la actividad escolar, as comolas frecuencias de ejercicios acadmicos realiza-do durante las sesiones de trabajo de una hora deduracin.

    Procedimiento

    Evaluacin de las preferencias de los estmu-los. La preferencia de estmulos reforzadores serealiz siguiendo los procedimientos descritospor Vollmer et al., (1994). Se le presentaban paresde estmulos reforzadores y se les peda a loschicos que seleccionasen el que ms le interesaba.Para cada uno de los participantes se present almenos cinco pares diferentes de reforzadores.Los estmulos utilizados para su evaluacin ha-ban sido sugeridos por los profesores, o bienformaban parte de la rutina habitual de los nios.Se presentaban al azar de forma que hubiera unaclara eleccin y se seleccionaron aquellos quetenan un porcentaje de eleccin superior al 80por 100. As, para Samuel la seleccin fue laatencin del profesor, la calificacin positiva desu trabajo escolar, informar positivamente a sututor del centro de internamiento. Para Francisco,los reforzadores decididos fueron la ayuda en larealizacin de tareas escolares, informar positiva-mente a su tutor del centro de internamiento yllevarle a la sala de ordenadores una hora a lasemana. En el caso de Pedro, los reforzadores deeleccin fueron caramelos, chocolatinas, cincominutos de descanso, informar positivamente asu tutor del centro de internamiento y entrenar alftbol con el equipo del centro.

    Tratamiento. Samuel: se utiliz un procedi-miento de Contrato de Contingencias siguien-

    do la lnea de actuacin de Hall y Hall (2000). Elprimer contrato tuvo una duracin de una semanacompleta donde slo se reforzaron las conductasrelacionadas con permanecer en el asiento sintumbarse en la mesa de trabajo. El segundocomienza a aplicarse introduciendo un coste derespuestas e incrementando el nivel de exigenciay tuvo una duracin de tres semanas. El tercero semodifican las condiciones de acuerdo con loscriterios establecidos para este tipo de tratamien-tos (Hall & Hall, 2000). La duracin total de laintervencin fue de cuatro meses, en sesionesdiarias de una hora de duracin durante la jornadaescolar. Finalmente se hizo un seguimiento du-rante ocho sesiones, a los dos meses despus definalizar el ltimo contrato de contingencias paraver si se mantenan las ganancias habidas duranteel tratamiento.

    Con Francisco se puso en prctica tambin unsistema de Contrato de Contingencias siguien-do los mismos criterios que el caso anterior.Llegaron a ponerse en prctica cuatro contratosque estuvieron activos durante cuatro meses,modificndose su contenido de acuerdo con loscriterios estndares de este procedimiento (Alber-to & Troutman, 2002; Hall & Hall, 2000). Elprimer contrato trataba de implicar a Francisco enla reduccin de sus molestos ruidos en clase; acambio se comprometa su profesora a atender asus demandas de ayuda en las tareas acadmicasindividuales, reconocer sus esfuerzos en formade mejores calificaciones, e informar adecuada-mente a su tutor en el internado de su evolucin.Posteriormente se incorpor tambin la reduc-cin de los maullidos que emita en clase, siguien-do el diseo de lnea base mltiple. La duracindel tratamiento se prolong durante catorce sema-nas escolares, en sesiones diarias de una hora deduracin durante la jornada escolar. Tras dosmeses sin intervencin, se procedi a realizar unseguimiento de siete sesiones para comprobar elmantenimiento de las ganancias.

    En el caso de Pedro, se procedi con unprograma de economa de fichas, siguiendo elmodelo de Ayllon (1998). Se utilizaron cartulinasde colores en forma de rectngulos de 4 x 3 cm.,

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    utilizando como reforzadores de apoyo tiempo dedescanso, golosinas, chocolatinas, caramelos,participar en los entrenamientos del equipo deftbol y mandar un informe positivo a su tutor delinternado. Las reglas de mantenimiento de con-ducta oscilaron entre 2 puntos para conseguircinco minutos de descanso, hasta 12 puntos paraparticipar en el entrenamiento deportivo. Lasconductas reforzadas fueron las siguientes: reali-zar la lectura diaria impuesta en la clase especialy el cuestionario relativo al tema de la lectura (1punto); si adems de lo anterior, realizaba unaactividad acadmica complementaria se conse-guan 2 puntos; 3 puntos lo consegua realizandodos actividades complementarias. Los das deintercambio de los reforzadores condicionadospor los de apoyo fueron los mircoles y viernes decada semana. Se registraron tanto la evolucin delas conductas de quejas como el nmero de tareasdesarrolladas durante las sesiones. El programaestuvo en funcionamiento durante once semanas,en sesiones diarias de una hora de duracindurante la jornada escolar. Dos meses despus determinado el procedimiento, se realiz un segui-miento durante seis sesiones para observar suevolucin.

    RESULTADOS Y DISCUSIN

    La Figura 1 muestra los valores de las conduc-tas problemticas durante las sesiones de anlisisde conducta para Samuel. Los valores de las tresconductas disruptivas se mantuvieron a lo largode todas las sesiones de evaluacin. En la partesuperior se registran los valores medios de lasconductas objeto de tratamiento durante las sesio-nes. El seguimiento se realiz tras dos meses deespera y durante ocho sesiones de observacin.La evolucin de los resultados indica una mejoraen las conductas de adaptacin de Samuel alcontexto escolar, ratificado por su profesora, re-duciendo significativamente la evolucin de losinsultos, los destrozos del material escolar y laindolencia durante las sesiones escolares. Resul-tados que tienen una evolucin parecida puedenverse en la Figura 2, que muestra el progreso delos registros de Francisco para las dos conductas

    disruptivas que fueron tratadas. La intervencindiferenciada para cada una de las conductas(ruidos molestos y maullidos) se mantiene duran-te las sesiones de tratamiento con resultados po-sitivos, consiguindose cierta estabilidad trasrealizar un seguimiento de siete sesiones a los dosmeses de suspendida la intervencin. Tambin eneste caso puede hablarse de una validez ecolgicade la intervencin, a juzgar por los informespositivos de la profesora de Francisco en relacina su adaptacin escolar.

    Figura 1. Lnea base, intervencin yseguimiento para el caso de Samuel

    Tratndose de un procedimiento diferentecomo la economa de fichas realizada en el casode Pedro, se ha recogido en la Figura 3 los datosde su evolucin a lo largo de la lnea base, laintervencin y el seguimiento. La reduccin del

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    nmero de quejas a lo largo de las sesiones fuemanifiesta, incrementndose el nmero de tareasescolares en las que tena una participacin acti-va. El sistema de refuerzos posibilit una mejoractitud hacia la actividad escolar, como as refiritambin la profesora de Pedro durante la fase deseguimiento, donde se observa que la conducta semantiene en unas tasas aceptables.

    (Alberto & Troutman, 2002; Athens et al., 2007;Chung et al., 2007; McGinnis, Friman & Carlyon,1999; Sullivan & Olearly, 1990), se ha sugeridoque los procedimientos aqu utilizados son sensi-bles a pequeos cambios que pueden poner enpeligro la eficacia de este tipo de intervencin. Sinembargo, como han sugerido Filter (2007) yThompson e Iwata (2007), cuando un anlisisfuncional es llevado a cabo antes de la interven-cin, puede desarrollarse un tratamiento msefectivo, ya que las variables que son responsa-bles del mantenimiento de la conducta pueden seridentificadas y controladas para reducir la proba-bilidad de que la conducta conflictiva sea atendi-da por el entorno.

    Figura 2. Lnea base, intervencin yseguimiento para el caso de Francisco

    Los datos de los tres casos refieren patronessemejantes en el cambio de las conductas proble-mticas. La conducta se modifica de acuerdo almantenimiento de las condiciones de reforzamiento.Puede observarse que los cambios en las conduc-tas de cada uno de los sujetos llegan a suponer unavariacin del 100 por 100 para algunas de ellas(vase Figuras 1 y 2). En la literatura especializada

    Figura 3. Lnea base, intervencin yseguimiento para el caso de Pedro

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    REFERENCIAS

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    Recepcin: noviembre 2006Aceptacin final: noviembre 2007