AÑO VIII. MADRID DICIEMBRE 1915 NUM. 89.

DE LOS

Colegios de Practicantes de Medicina y Cirug'íao RG ANo o F Ie IAL DEL o S e o LE G 10 S U NIDO S

Se ))uJ)licn In prhnera decena de cnda IllesDirector: D. Razn.iro de la Llana;;;:_:

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j~ Alos Colegios unidos, 15 cts. número.-Suscripciones individuales, Madrid y Extranjero, 3ptas. año,I~ Provincias, 2,50.-Número suelto 25 cts.-Pago anticipado. =-~'-'~ ~--=~lIJtulllllnllllmIUlIlIUIlUUnllrnllltnlllllllllllllllllmlllllllllllllllllllllllllttlllmm)1l1l11lUllll,\'lIlIlU)llllltlllIlIllIlIIlIlIIlIlIUltlIllUUIHlIllllIU)IIIIIIIlIIHlIIUIIIUlIIlIIllIlIIlIlIl)1111111. .llItI. 1I1)'"I1I1Il'. 11,. ," .'. . . , , '''' "IIUIlIlI.OIIIlII1III, ". 1(. 11) ')" "lIhIl1l11111111I1U"'-"':

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¡ª BOL E T i N ~~

NUESTRO PLEITO

Parece no van por mal camino las gestion~s

del pleito que tenemos en el Tribunal Supre­

mo, en contra de la Real orden sobre las enfer­meras. Ya tienen los Colegios noticias particu­lares, acerca de la cuantía de su coste que lesha remitido este Colegio Centra1. Bien poco di­nero por cierto es el que ha de aportarse indiovidualmente, si consideramos el beneficio in­

menso que ha de reportar á la clase, si la -olu­ci6n es favorable como suponemos y es de jus­ticia.

Ahora bien, esperamos el concurso de todoslos profesionales, si en algo tienen su dignidady el título que han adquirido. Para los compañe­ros que no están colegiados y para los no sus­criptores, así como para cuantos quieran adhe­rirse á tal empresa, se abre desde la fecha unasuscripci6n voluntaria, para ayudar á costearlos gastos que se originan con tal pleito. Lascantidades deberán mandarlas por Giro Postaló el medio que les sea más accesible al Tesore­o del Oolegio de Madrid, D. Santiago Reig6n,

Cruz, 27, 1.0

Los nombres de los donantes se publicarán

n el BOLETIN, con expresi6n de las cantidadesque se dignen dar.

Oompañeros: no vaciléis en cooperar en estaobra, en]a que como indiqué en mi articulito«Atropello inaudito» va el porvenir de la ca­rrera.

RAMIRO DE LA LLANA.

Urbani~a~ citntifico-femenina.

¡Ah, pobres almas de cántaro, q u e d e tanmala forma habeis sido engañados! Si mi con­dici6n de profeta no se hubiese confirmado, yoos juro por los finos guedejos de mi cola, que

no hubiere despegado los labios, morros, hoci­cos 6 como querais Hamar á las anteriores fron­

teras de la boca, en los seres de mi raza y ca­laña. Pero cátate que la ocasi6n la pinta calva,yyo la he agarrado por lqs pelos.

Oido al parche:Que las señoritas enfermeras eran, en asun­

tos médico-quirúrgicos, una lamentable equivo­caci6n, es cosa que teníamos olvidada; que lasseñoritas enfermeras obran contra toda legal

disposici6n, colocándose en la veredita de la ear­eel (de un cantar flamenco), es cosa que, por sa­bida, huele Apuchero de enfermo; que las seño­ritas enfermeras son UDa inutilidad, no lo sabentodos, pero lo se yo, como se otra cosa que vos-

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otros ignorais; las señoritas enfermeras desco­nocen los más elementales principios de corotesía.

..,Que no es cierto? Ahora lo vereis:Tiempo hac& que, con "La Muerte de una

Princesa" me despedía, afligido y tristón, delplíblico practicantil. El tiempo ha pasado y lalucha ha seguido. La razón vino á mi, y hoy quela razón me ayuda, hago mi triunfal reaparición(aquí, música ...)

y vamos al asunto que me hace resucitar:Las enfermeras, como tales mujeres, son finas,

correctas, delicadas, sensibles, ¿quién puededudarlo? pero, repámpano, que también las haysupra·sensibles, tremebundas y acabradabran­tes (olé, la frasecita).

Por ejemplo: Existe en el Instituto Rubiouna señorita Pascuala, que «pascuala» será sucondición, que los enfermos la temen más queall3ulfato de quinina á cucharadas.

-Señorita, ¿qué me mandó tomar el médico áá las doce?

-¡Un cuerno!-Señorita ¿me da V. un poco de agua para

beber?-Sublimada, bueno.--Señorita, ¿cuando me curo yo?-El día del juicio.¡Pobres enfermos! Y de todo eso no quiere

enterarse la Dirección del Establecimiento.No hace muchos días acudió un profesional á

visitar á una enferma y, como ésta le digera quehabía pasado una mala noche, se le ocurrió(nada más natural) preguntar á la enfermera lascausas del insomnio. ¡Nunca lo hubiera hecho!Si no huye lo acogota. Rediez con la enfermeri·ta, que malas pulga me gasta; para mandar á unhombre hacer... berenjenas, no hace falta po·lIerse en jarras. ¡Con la de puestos vacantes quehay en la calle de la Ruda!

Ya teneis un inconveniente más que añadilos muchos que indiqué en mis antiguos estos.

Las enfermeras son menos útiles que 1Practicantes; las enfermeras saben menos qlos Practicantes; las enfermeras tienen menserenidad que los Practicantes y, por tanto,azaran pronto ante una peligrosa complicaci60complicación ¡ahí le duele! complicación eternincorregible, es lo que traen las enfermeras.sin embargo, ganan más dinero que vosotrRegibaos y no haber nacido tan feos.

¿Pero se sabe en este pais lo que es enjermear.Pues es, mejor dicho, debiera ser, el papel dela enfermera: limpieza de sala, de ropas, de en­fermo en ciertas ydeterminadas condiciones queno digo porque no quiero, y ademas estoyaca·tarrado ¿clarito'?

Pero, cá; hacen todo el papel del.Practicantetitulado, úomo si fuesen tituladas... En frescurasi que están tituladas, ellas y los no menos titu­lados que las protejen.

Por poco digo una barbaridad pero; ..,pa quéYpués, pa ná; callemos y quedemos en que elfresco Guadarrama p,mpieza en la Modelo ¡Y quápequeña me parece la Modelo!

Seguid luchando, amiguitos, pero dejaos deparsimonias que no conseguireis nada; látigo,látigo, que las razones se han puesto muy caraspor «mor» de la guerra.

Y con esta pequeña tontería médico-quirúr­gico-ftlósofo-social, me vuelvo á morir.

COMA-OREJA

¡¡PREPAREN ... IINo sé escribir, por que los Practicantes no

sabemos escribir; no sé hablar, por que los

Practicantes no sabemos hablar, y no sé otrascosas, por que los Practicantes no sabemosnada... Pero si los Practicantes no saben escri-

/

bir, no saben hablar y no saben otras cosas...,saben llevar una conciencia noble y altruista,de lo que carecen esos elocuentes señores quese denominan los defensores de la clase Médica.

Arte mudo llam6 Virgilio á la práctica Médi­ca, y Celso aseguraba que las enfermedades nose curan con elocuencia, que se curan con re·medios; lo cual quiere decir que la verbosidadexagerada es un dEJfecto médico, como lo es ennuestros pr6ceres, que más se preocupan depronunciar un discurso que de remediar la cla­se á que pertenecen. Pues si bien es verdad queá nosotros nos tratan como si hubiera llegadoel Juicio final, también es cierto que ese mismofuego llega hasta lo más sagrado de la clase Mé­dica, ésto es, hasta su dignidad... Porque des·truyende á ]0' Auxiliares, destruyen el Palioque rinde culto á ]a ciencia de la medicina.

Siguiendo por este camino que nos preparanlos señores de al margen, no tardaremos en lle­gar á ver que algún Médico prepara el c,ocidoen casa del enfermo...

Ya hemos visto truncada nuestras esperanzasvarias veces, y ::lhora más que nunca, puescuando esperábamos que los de arriba hicieranalto á la crisis que atravesamos, según nos pro­metían en sus amenas conversaciones, y pusie­ran al Médico en el honroso lugar que le co­rresponde, y al Auxiliar en terreno firme don­de pudiera vivir sin menoscabar los d.erechosdel Profesor, vemos aparecer una Real orden

ue es símbolo de sus conciencias sin límites...Pero nuestra odisea no ha termilllido, segura­ente en este último asalto, pues según noticiasdedignas, tratan, si no me equivoco, de curaruestra dislacerante herida con una nueva cau­rizaci6n, y siempre que el actual ministro de

Instrucci6n Pública se deje lleTar como lo hizoD. Saturnino.

¡Atenci6n! Según reciente acuerdo del Conse­jo de Instrucci6n Pública, piesan proponer alseñor Ministro del ramo, la supresión del libreejercicio de los partos á las comadronas, y quesólo sean Auxiliares de los Médicos.

Si en esta reforma, que también nos cogerá ánosotros, se obrara sin apasionamientos y sinegoismos profesionales, y se tuvieran en cuentaciertas consideraciones que pienso hacer, pu­dieran cambiar ]a cosa, puesto que en realidads610 debe haber Médicos y Auxiliares. ¡Perodudo que así sea!

En fin, sigamos: Es cierto que algunos seño­ras Profesoras en partos y matriz, hacen rajasy capirotes de la profesi6n que cultivan; que no .era ya s610 el libre ejercício de los partos quese presenten normales, !:lino que ellas obrandopor sí y ante sí, ponen 6 ponían inyecciones dePituitrina que originaban la muerte de casi to­dos los fetos y serios peligros en el alumbra­miento. Ellas. según me han manifestado muje­res que han sido asistidas por esas comadronas,las ayudan á parir, y que gracias á estas sabiasintervenciones tuvieran un parto ideal.

Aquellos... traen estos lodos, y la sociedadGinecol6gica de Madrid ha comprendido que es­te libre ejercicio, mejor dicho, este libertinaje,no podía continuar así, habiendo solicitado delConsejo de Instrucci6n Pública pidan al Minis­tro la supresi6n de éstos y otros abusos.

También á sido causa, con razón, de esteacuerdo, que el Excelentísimo Ayuntamientode esta Corte, llevado de la lógica que le expu­sieran el bello sexo, acord6 llevarlas á su seno.

En la reforma del Cuerpo de Tocología mu­cipal iban incluídos los Practicantes; pero ¡oh!¡nobles compatieros, asustáos! Las comadronasse opusieron tenazmente, manifestando que los

Practicantes no pueden ejercer libre... los par­tos en poblaciones mayores de 10.000 almas.

¿Qué os parece la defensa que de nosotros yde nuestros estudios (que en materia de p lrtosson tan científicos como los suyos, y que por la

índole de nuestra carrera mucho más extensos),hacen nuestrascompro fesoras~

¡De esta calificativa forma nos pagan el ha­berlos llevado á nuestro Oolegio, ofreciéndolenuestro dinero, nuestro concurso y nuestroapoyo...!

¡En fin, sigamos...! Decía, que este recienteacuel'do do nuestr'o municipio, oblig6, con ra­z6n, á la Sociedad Ginecológica seguir llamandola atención del Consejo. Y efectivamente, llevanraz6n sobrada. El Ayuntamiento quiere arreglareste Ouerpo cortando la cabeza..., y si bien esverdad que el Cuerpo de Tocología, está faltode un personal auxiliar, no son razones éstaspara suprimir el mayor número de Toc610gosmunicipales; pues si en algún distrito sobranProfesores en otros faltan, y además que el Au­xiliar no puede ni debe de ir á cubrir puestosde Toc610gos, sino como su nombre indica: á

ser Auxiliar y llenar las indicaciones que aquélordene.

¡En fin, sigamos...! Por lo que queda expues­to ya verá el Oonsejo de Instrucci6n Públicaque los Practicantes somos los primeros en re­reconocer los derechos de nuestros superiores;por eso esperan de ese Consejo, después delcaústico que nos atizaron con las enfermeritas...,que al reformar este mal estado de cosas tenganen cuenta lo si~uiente:

En primer lugar, harán ver al Excmo. Sr. Mi­

nistro de Instrucción Pública y Bellas Artes,

que los Practicantes, teniendo en materia obs­

ti'ética los mismos conocimientos científicos y

prácticos que las comadronas, por la aberración

de un Real decreto, no podrán ingresar enAyuntamiento de Madrid, ni pueden ejercer epoblaciones mayores de 10.000 almas, y en S8­

gundo lugal', el Consejo de Instrucción Públicatendrán en cuenta (si es cierto que piensan ter.minar con tantas divisiones y sub·divisiones dla medicina, haciendo s610 Médicos y Auxilia­res) las siguientes consideraciones:

1.& Puede darse el caso que un Auxiliar mas·culino ó femenino, asista un parto bajo la di·rección del Tocólogo; éste faltar con frecuenoiade la casa por sus otras ocupaciones, y duranteestas ausencias verificarse el parto; presentán­dose una inercia uterina con desprendimientoparcial de la placenta ú otro accidente, que porsu índole no dé lugar á llamar al Toc610go y

ponga en grave peligro la vida de la madre 61adel feto. ¿Qué conducta debe seguir en estoscasos el Auxiliar'?

2.& Un Auxiliar va á ser requerido para queasista un parto, pues la posici6n humilde de esafamilia, nc> le permite llamar á un Toc61ogo Ó

Médico, aún cuando éste sea muy modesto ensus honorarios. ¿.Puede el Auxiliar encargarse

del parto dando cuenta al Médico de la locali­

dad, si se trata de un pueblo 6 á cualquier otro

si hubiera varios'?

3.a Debe tenerse en cuenta que hay pueblos

que s610 tienen Auxiliar, y que el Médico más

inmediato á la localidad dista de 12 ó15 kil6me­

tros. ¿Qué conducta seguirá el Auxiliar en to­dos los casos de urgeucia'!

El Consejo de Instrucci6n Pública tiene la pa­labra.

ENRIQUE ROJAS.

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NUEVA CARRERATQ1BUNAlJES

LAS ABORTADORASTerminó ayer la vista de la

causa instruida contra Vicen­ta García González y Mariade los Dolores barcía y Gar­cía, acusadas como autora yencubridora, respectivamen­te, de la muerte de MercedesGamonal, que fué á casa dela primera de dichas mujeres,domiciliada en la ealle de Lui­sa Fernanda, 21, para que, ensu calidad de profesora enpartos, le prestase auxiliosfacultativos.

El Ju r a d o, de completoacuerdo con las manifestacío­nes de los abogados defenso­res de las procesadas, sefio­res Edo y Blasco, dictó vere­dicto de absoluta inculpabili­dad, y ambas mujeres fueron,en consecuencía, absueltaspor la Sala.

(De un diario.)

¡Redimir al cautivo! Obra es esta tan digna ymeritoria, que en nuestras primeras edades nosla enseñaron como la más grandiosa -de las mi·sericordias.

Plácemes mil sean dados á los Sres. Edo yBlasco por su nuevo éxito jurídico; que su es­trella les guíe por la senda del triunfo y sunombre será bendito, elogiado y recordado por8US muchos agradecidos. Nosotros entre ellosnos contamos porque «odiando el delito, comopadecemos al delincuente.»

Fa1l6 el Jurado y absolvi6 la Sala; ese fallo ysa absoluci6n acatamos sumisos, con el mayorspeto. Hombres de recta conciencia y sanoraz6n fallaron; hombres sabios absolvieron y

e todo ello quedan dos mujeres que alcanza­n la ansiada libertad y allá, en las ignotas es­ras del desconocido «más tarde>, el recuerdo

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de un cadáver y la sombra de una vida que fué.Después... la nada. ¡Redimir al cautivo! Obramagna, obra grande, obr,a misericordiosa, ¡lásti­ma que no seas infalible!

Jamás os veáis, queridos compañeros, acusa­dos de tamaño delito. Que el lucro y la avariciano empañe vuestra conciencia manchándoos desangre. No se os ocurra pensar en la salvaciónde un sabio letrado; nada dicta mejor sentenciaque el propio corazón ni hay mejor juez que eldeber cumplido.

Esa desdichada Vicenta Garcia, vuelta á la vi­da por obra de una buena defensa, seguirá lla­mándose profesora en partos; y las más altascumbres de la oratoria no podrán dar vida áMercedes Gamonal, ni movimiento á su parali­zado corazón, ni flexibilidad á sus rígidos mús­rulos, ni forma á su matríz desgarrada por lasonda criminal.

Varios son los casos vistos en Audiencia. Va­rios, no; sería demasiada suerte. Por desgracia,son muchos. A todas las causas fué unido elnombre de una comadrona. Yo desafío á las me­morias más privilegiadas, á que recuerden unasóla sentencia dictada en contra 6 favor de unPracticante; pues bien, á pesar de todo, losPracticantes, profesores en partos, no puedenlibremente asistirlos, mientras que las coma­dronas hacen su capricho al amparo de la ley.¡Triste y desdichada paradoja!

Horl\,es ya de que el Oonsejo de Sanidad, eseOonsejo que se dedica á hacernos todo el dañoque puede, vuelva la hoja y cambie de rumbo.Lo exigen así la equidad y la justicia. Esa gue­rra á muerte, ese continuo batallar para quitar·nos los más indispensables medios de vida, esaiusidia y ese rencor, señores Oonsejeros, es unainjusticia, una tamaña injusticia, una escandalo­sa injusticia. Y al que le de la pelota que me ladevuelva.

Sigan las comadronas desaprensivas colocan­do sondas, y sigan los Practicantes llorando á laluna. Pero ¡ay! el día que los ojos se sequen, el

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LEOPOLDO P. ESTALAYO.

AL CORRER DEL 'TIEMPO

desencanto debe ser una liquidaci6n que arja como único beneficio la inactividad!

Por todos pas6, y al recorrerlo mentalmendepurando nuestros actos como se acomodauna conciencia honrada, acaso sintamos enprofundo de nuestra alma, dolor; acaso nutras mejillas se enrojezcan por el acicate delcuerdo y nuestro sentido moral nos torture uinstante. Si así fuese, no le digamos adi6s 00

desdén, cual á cosa maldita, que él se lleva UD

etapa de nuestra vida, é ignoramos si con ellala última. El tiempo que pasa no es «toda laverdad», como dijo un escritor, pero si el yun­que donde se forjaron todas las verdades. Yesas mismas verdades que él nos enseñ6, quefueron su contenido y que con él se van, dícen­nos bastantes respecto del porvenir.

A su crepúsculo, que ilumima con fulgoresde incendio la gran conflagaci6n actual, asisti­mos nosotros y asiste la humanidad desollld8_Los que le vieron nacer y los que le verán mo­rir, lo señalarán en el gran libro de la Historiacon letras de sangre. No trajo en sus manos alllegar la rama de olivo, ni vino adornado conlos atributos de la justicia, sino blandiendo ira­cundo la espada del esterminio. No obstante, esun año más que tiene que apuntarse la huma­nidad. No seña16 tampoco las horas de paz y dedulce bienandanza que debieran ser el ideal deesta civilizaci6n presente, sino las que se agota·ron envueltas en oleadas de sangre de herma­nos. De hermanos, sí; pOl'que si la poderosaimaginaci6n del hombre, acortando las distan­cias, pudo señalar para todas las criaturas unaunidad superior de Patria, de esa Patria ideal,todos somos hijos. La sangre de las víctimasinmoladas en el horrendo sacrificio caerán jun­tamente con la maldici6n de Dios sobre las ca­bezas de nuestros hijos.

Los niños huérfanos hoy, conservarán faUdi-

M AS .....UN ANO

El año de 1915, llega á su término. Oomo todolo vetusto y caduco arrastra el final de su bre­ve existencia, umbroso y triste. Lleva impresaen su semblante la vaguedad de las cosas pre­téritas, de las cosas que pasaron para no vol­ver jamás.

y tampoco volverá. Asimismo la pesadumbregravita sobre nuestra alma cuando reflexiona­mos un inEtante sobre su inmediato fin. Duran­te cuatro Estaciones ha sido el molde donde sehan vaciado nuestras ilusiones, nuestras espe­ranzas, nuestras alegrías y nue,stras penas. Yde todas ellas se lleva hasta el último vestigio,como queriendo aliviar de su peso. á nuestrasalmas. Oon él hemos convivido tan estrecha­mente unidos, que su ausencia ha de engendraren nosotros la nostalgia del recuerdo, ¡que essiempre triste recordar lo que pas6 si fU;é .favo­rabIe como si fué adverso! Pero aunque pasa,no lo hace en vano. El dejará sobre nosotros lahuella indeleble que imprime !"iempre el tiem­po en la Humanidad. Un año recibi6 por pri­mera vez nuestra alma de niños, y otros suce­sivos la fueron moldeando, ajustándola á las cir­cunstancias y al ambiente. Dichoso los quesupieron ser ductiles, los que escucharen suslecciones y se prestaron á aprovecharlas. Quesi los hechos que el hombre realiza nos dan laverdadera medida del tiempo, ¡qué horrible

coraz6n se vacie y los hijos pidan pan. O el ro­bo á la cobardía, vosotros veréis.

ca memoria del año que transcurre; y hombresmañana serán generación sedienta de vengan­za para sus verdugos. Por eso es más triste estedeclinar del año. Pluguiera á Dios que con él sealejaran hacia el infinito hasta la última ráfagade vesania; que cruza por la humanidad.

En este loco desbord8miento de las pasiones,en que los seres, ciegos de furor y llenos de am­bici6n, se esterminan, no hay ni un instante detregua en que refiexionando sobre la labor ne­gativa que realizan, les aperciba de que un nue­vo año se aproxima y en que, si todo lo que na­ce es una esperanza del mañana empleándoleen tan insensatos menesteres, también él seráun capítulo más de la negra Historia que podráescribir la generación actual.

** *

También para nosotros dejará el año de 1915

singular rtlcuerdo. En el nuestra personalidady nuestro derecho fueron hondamente menos­cabados. ¿Para que citar hechos si estan inde­leblemen.te impresos en la conciencia de todos,si á todos afectan por igual y todos por igualrecibimos la impresión de la herida? Yo bienquisiera cantar una trova en vez de hacer tañerla campana. Más cronista fiel no he de engaña­ros ni engañarme. Fué un mal año para nuestracausa.

Quien tal hizo, también pasó, acaso para novolver. Cuanto mayor es la altura es más mor­tal la caída. A la intriga cedió acaso al acome­

ternos tan rudamente; miró más á los interesesparticulares que á los intereses de la Colectivi·dad. Pues también en otro aspecto de la vidasocial y política, á la intriga de intereses parti­culares, de otros intereses particulares que fue­ron poderosos, sucumbió. Su breve vida políti­ca deja muy funesta huella para ser olvidada.

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No fué ni bueno ni malo; fué lo peor que sepuede ser, inepto; y su ineptitud, lo mató.

Pero este año, un eslabón más en la larga ca­dena del" tiempo, no la cierra, otros vendránque empalidecerán su recuerdo y despejando elhorizonte, harán que vuelva á lucir más esplen­dente el Sol iluminando las altas cimas del ideal.Sean, pues, las decepciones de hoy fecunda si­miente que fructifique mañana.

Muchas veces desde estas mismas columnashe alzado mi voz, la más modesta entre todas,fortificandoos y alentandoos para la lucha. De·mos al olvido, con el año que Piolsa, nuestra nos­talgia, nuestras añoram>;as y nuestros decai·miento.; tristes fiores siempre de las almas do­loridas. Oomencemos una labor fructífera, sea·mos hombres de acción, volvamos la cara hacia es­te año que para siempre nos deja á fin de ilus­trarnos con las experiencias que puedan of1'e­cernos los hechos consumados. El ya se va, y es,

por tanto una realidad; pero miremos tambiénfrente á frente á los que estan por venir, abar·quemos la mayor cantidad de horizonte posible,que acaso llegue un día en que se dibuje en lon­tananza, entre irisados cendales la silueta delbarco velero que sea para nosotros tabla de

salvación.

QUIJADA VILLAPADIERNA

lOS QUE SE ELEVANAquí, en Madrid, donde por haber muchos

Centros de enseñanza, sirve de estímulo alPracticante estudioso para emanciparse, em­prendiendo carreras de estudios superiores, secuentan algunos casos de compañeros, que, gra­cias á un colosal esfuerzo de voluntad y de inte·ligencia, han sabido y han tenido la suerte de

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llegar, sin quedarse en la mitad del camino comola fatalidad hizo con otros.

Un camarada nuestro, Ramiro de la Llana,como ya habréis leído, acaba recientemente deobtener el título de licenciado en Medicina yCirujía.

Todos conocéis este nombre. En nuestrascruentas luchas profesionales, para mejorar ydignificar la profesi6n, tué siempre uno de losque pusieron su claro entendimiento y sus re­levantes dotes de cultura al servicio de todos.

Quizás no cabía entre nosotros. No quiero conesto salpicar en lo más mínimo la susceptibili­dad de nadie, ni menos tildar de soberbio alnuevo Médico' Hay en mis palabras un fondode melancolía al perder á tan valioso compañe­ro. En estos momentos me acude a la memoriaun bello pensamiento de no recuerdo qué poe­ta: «En el jardín de mi amistad se ha marchita·do una flor; he perdido á un gl'an amigo».

El amigo Ramiro protestaría vivamente deesta alusi6n; pero, no; no le creo capaz de queolvide nunca que vivi6 muchos años entre nos­otros y que supimos quererle todo cuanto pue­dan hacerlo en lo sucesivo sus nuevos compa­ñeros.

Es ley humana no acordarnos nunca, cuandoascendemos un escal6n en la vida, de los quefueron como nosotros. Unas veces es' porquesomos soberbios, otras porque nos pagan coningratitud los que s6lo bien les hicimolil. Ingra­tos no debemos serlo. Que no demos mérito alesfuerzo brutal que supone lo que ha hecho Ra­miro de la Llana, es un absurdo y una censura·ble indiferencia. El caso no debe repetirae otravez. Hace un añ~, otro compañero, FranciscoCastro, terminó sus estudios de Profesor Vete·rinario, sin que nadie haya dicho una palabrahasta ahora.

¿No tiene esto importancia mas que para ellosmismos? No, señores; no.

Yo creo que nos honra tanto como á los inte­resados. ¿No supone que el Practicante estudia?

~Acaso no causa admiración el que un Francisco Oastro, con la cabeza blanca y con hijos, tenga la titánica voluntad de terminar una carrel'tlde estudios superiores'?

D. Julio Burell, antes que ministro fué unsimple periodista, y, sin embargo, aunque casininguno de éstos llegarán á tan alto puesto, nopor eso dejan de sentir nn gran orgullo porello.

No puedo ocuparme en estas líneas de datosbiográficos del compañero Ramiro de la Llana,puesto qne ya lo han hecho antes y mucho me­jor de cuanto yo pudiera hacerlo.

Bien claramente habréis visto que su vida haestado dedicada al estudio y á laborar en próde la clase.

Todavía le veo, cuando la campaña que sehizo en 1912 en favor de los Practicantes milita­res, estando el infortunado Oanalejas en el Po­der, venir de clase, con los libros bajo el brazo,á formar parte de aquella comisión que fué lomenos 40 veces á la Presidencia del Oonsejo deMinistros para ver si podía entregar el mensa­ge al Presidente! ¿Te acuerdas, Ramiro'?

¿Qué interés te guiaba entonces, si ya pasa­bas de los treinta años y tenías hijos? .¿Verdadque era por ideal de ver elevada tu profesi6n'?

Ramiro de la Llana ya está arriba. ¡Bien me­recido lo tiene! Que no tenga que experimentarcomo otros el amargo y cruel recuerdo deL doLorde LLegar, es lo que vivamente le deseo.

Se ha lanzado la idea de hacerle un modestohomenaje, ofreciéndole un banquete, cosa queaplaudo y que secundo con el mayor entusias­mo. Que á nadie le importa el número de losadheridos. Sean 6, 8 ó 20; los que buenamentequieran. Por muy modesto que el homenaje re·sulte, tendrá mucho más mérito si todos los con­currentes ponen en el acto que celebr'an un po­quito de coraz6n ...

LEONARDO SÁNCHEZ.

25-XI-915

---~.¡.~---

SOBRE UfI j/OjVJE/ijlJE

¡Con que alegría he visto la plausible iniciativa de

los compañeros Sres. Barahona, Morales, Marco, Es­

talaya, etc. etc., para rendir un justo homenaje de sim­

patía y cariño á los compañeros, Sres. Ramiro de la

Llana y Francisco Castro, el primero elevado á Profe­

sor en Medicina y el segundo en Veterinarial

Hace varios años conozco los trablljos periodísticos

del compañero Sr. la Llana en el Practicante EspañolyBOLET1N DE LOS COLEGIOS UNIUOS yen ellos, he po­

dido apreciar el entusiasmo que encierran sus artícu­

los, la voluntad, virilidad y energías. ¿Todo por qué?

por la carrera de Practicante para dignificarla y sal­

varla de la opresión que sufre. ¡Cuantos sin sabores

le habrán costado esta campaña\... Siempre cuan­

do algún espíritu fuerte ha trazado una \lnea rec­

ta que sirviera para dirigir al Practicante hacia una

colectividad fuerte y potente, no han faltado mixtifica­

dores que torcieron aquella para continuar siempre en

la esclavitud y las tinieblas; en todos los tiempos, en

todas las épocas, se ha tratado de tergiversar las na­

cientes ideas emancipadoras, alejando al hombre de la

verdadera libertad.

¿Sabéis quien son los mixtificadores? En primer lu­

gar aquellos que nada les importa el Practicante, aun­

que debiera de importarle, yen segundo lugar, todos

aquellos compañeros que ostenta el título de Practi­

cante, como el aristócrata que estudia la carrera de

abogado por capricho (salvo alguna excepción) como

estudia sin vocación ni amor profesional, llega un mo­

mento que se le han olvidado hasta sus propios dere­

chos y deberes, he hecho este parangón, porque pa­

rece guardar algo de relación; el uno con el otro.

¡Pero que diferencla del uno al otrol, el primero es­

tudia por honrar con el título su palacio, que no

llegará á ejercer, porque sus riquezas le bastarán para

vivir en la opulencia, satisfacer las necesidades de la

vida, con ropas y manjares de primera calidad.

¿Y el segundo? Ese compañe~o que yo entiendo

{fesciende de una familia humilde, si estudia para

Practicante, es por regla general, porque desempe-

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ña en la sociedad un oficio, aunque modesto tan

honroso como el que más, que al estudiar, fué con el

fin de que con el pwducto de su trabajo y conoci­

mientos del estudio, le fueran lenitivos para satisfacer

modestamente las necesidades más perentorias de esta

vida miserable. ¿Por qué ese mutismo? ¿Por qué ese

título colgado? ¿Es orgullo? ¿Es cobardía? Orgullo

podrá tenerlo ese que le sobran las riquezas; pero el

¡Practicantel el ¡Practicantel que vive en habitaciones

lóbregas, tristes, insanas, que su alimentación son de...

necesidad suprimo de primera por que me parece de­

cir de primera calidad, como las del que le sobra el

dinero para vivir; el orgullo, la hipocresía desde mu­

cho antes de la Escuela de Elea esta considera co­

mo antimoral; fijáos bi~n lo que le dijo el Quijote á

Sancho cuando le puso de Gobernador en la Insula:

no te encargo más que seas bien nacido... etc., el or­

gullo no debe tenerle nadie, nadie, ni el magnate ni el

plebeyo, de forma que vuestra pasividad no pueda

achacarla á orgullo.

A cobardía sí; ¿qué importa que haya unos cuantos

compañeros en España que se sacrifican en aras de la

carrera con sus artículos, y con su presencia en Minis­

terios en todas partes?, si somos 5.000 en España y.sólo una parte, ó menos los que protestan de injusticias,

y del deplorable estado que se encuentra la carrera; ¿es

que no os quedan fuerzas físicas ni morales, siquiera

para protestar y defenderos? yo aunque depauperado

mi organismo, mi alma conserva la virilidad de la fie­

ra que le roban sus hijuelos. ¿Es qué vosotros no ha­

béis estudiado como se forman los órganos, los apa­

ratos para formar los sistemas? ¿es qué vosotros du­

dais que existen ciertos elementos en nuestro propio

ser (fagocitos) que se dependen de aquellos otros ele­

mentos que vienen del anterior (microbios) á quien \le­

gan á destruir? ¿por qué no hemos de defendernos en

masa compacta de todos aque\los que nos merman el

pan?

Sí, queridos compañeros; el Practicante neutro es el

que perjudica la clase con esa neutralidad tan mal en­

tendida, puesto que todos unido~alcanzaríamos la vic­

toria; se dignificaría la carrera, tendríamos benefic ios

la en la Gaceta ée Madrid. Los que noparte activa en la defensa de'sus propios inses, que son los de todos, bien porque susrias ocupaciones se lo impidan, 6 bien porqalcanzaron á penetrar en la medula, en latraña de lo que á nuestra clase afecta, alzavoz, sin em bargo, desde lo más hondo dealma. Los que más visiblemente representanactividad de este organismo, supieron levanbandera y defenderle cada uno en nombretodos, del inminente peligro que le amenazay en las columnas de nuestros peri6dicos prosionales, apareci6 retratada en párrafos, alnos de ellos vibrantes y elocuentes la indigci6n por el menosprecio inaudito de que se nhacía víctimas. Y se expusieron motivos, se adjeron razones, se lanzaron censuras, diatribaimprecaciones contra tamaña demasía del P

der Central.

El tiempo transcurri6... y sigue transcurriendo con la lentitud abrumadora de las cosas inmutables. A la noche del primer día sucedi6alborada del siguiente, y así los sucesivos comayer, como hoy, como lo será el de mailana eeste eslabonamiento fatal del tiempo, que conocemos cuando comenz6 y que ignoremos cuando terminará. Y al pasar sobre nosotros, sobrnuestras vidas, ¡qué poderoso lenitivo es parnuestras penas, nuestros sinsabores, nuestrasdecepciones y nuestras quimeras fl'ustradas! Ala indignaci6n de los primeros momentos, Bucedi6 el juicio depurado por una reflexi6n minu­ciosa, y como consecuencia de ésta el juzgar de­los hechos contrastándolos con los argumentoinspirados por esa misma reflexi6n, y el enérgi·ca prop6sito de ser flrmes en nuestro fallo.

Pero hé aquí que el tiempo, ese poderoso le­nitivo de que antes os hablaba, suaviz6 aspere­zas, merm6 en realidad los motivos, disminuyósu intensidad y convirti6 en un lugar comun, lo.

REFLEXIONANDO...

Nuevos horizontes.Ecos de angustioso clamoreo hallo en todos

los individuos de nuestra clase, la resoluci6nque nn Ministro de Instrucci6n Pública, des­oyendo todas las inaicaciones que una elementalprevisi6n le hacía,llev6 á la práctica ins~rtándo-

10

de ella, cultura, derechos, y por esta apatía de no ser

unidos, no tenemos absolutamente nada.Examinar bien la carrera y veréis en que estado tan

deplorable la tenemos; hoy por adelantos de la ciencia

ha desaparecido casi por completo, sangrías, ventosas,extracción de muelas, partos, asistencia á enfermos,unas por adelantos, otras porque nos las han quitado,

y otras por que no nos las han dado; tales como los

partos normales, el único asidero salvador para elPracticante son las oposiciones para la Beneficencia

Municipal y para esto no quiero abrir el pico, lo único

que diré es que cuando se comenzaron las oposicionespara la Beneficencia, al mismo tiempo se anunció ó

posterior la de Vigilantes de ~Penales, han examinado992 opositores, han dado 250 plazas y han terminado

casi hace un mes y para las de Practicante comenza­

ron el 14 de Julio para examinar 140 ó 150 y todavíano se han terminado para dar un número de 15 plazas,la diferencia es grande, si el Practicante necesita tener

más paciencia que Job; es un encanto el ser Practican­te en las condiciones que está hoy la carrera.

Creo compañeros que lo que digo no es una utopia,está tan claro como la luz meridiana que nos alumbra.

Esos compañeros al iniciar ese homenaje, no pien­san como nuestros politicos y la sociedad 'en general en

obsequiar á los hombre~ después que se murieron.

Compañeros: Unión y Fraternidad.Madrid, 7 de Diciembre de 1915.

LUCIO DE LAS HERAS ONTIN.

que· era para nosotros de vital importancia.Hoy miramos más el objeto de nuestra querellacomo una contingencia natural en la vida de re­lación de las diversas profesiones, que como unlancetazo que hiere de muerte en la parte másvital de su organismo á nuestra profesión.

Las labores estudiantiles han comenzado. Lasaulas universitarias, ha poco solitarias, vuelvená recobrar su alegría habitual al contacto conesta generación presente, promesa del futuro,como si su bullicio y vivacidad fueran el com­plemento de su vida. El campo arrasado torna áfiorecer. La vida y la alegría le comunican suvigor. Los altos muros de los vetustos edificiosdocente8, tristes y sombríos, con la tristeza delas cosas pretéritas, han vuelto á vestirse conBl atavio de la juventud. El alma volvió al cuer­

po y con ella la salud y la vida. Pero, una haydonde aún ha ,de tener cabida la tristeza; unohay, que no se animará al contacto del alegre y

juvenil charloteo, porque si el alma volvió alcuerpo también, como el alma es enferma y estácansada el desaliento y la nostalgia seguirán dis­curriendo lentamente por sus naves. Son nues­tras aulas, aquellas donde tantas veces acudi·mos en espera de un saber que aún no poseía­mos; de un saber que nos elevara, que nos re­montarSl. á mayores alturas, que nos sirviera deescabel, que nos alentara para mayores empre­sas en la conquista de los ideales que, son elúnico patrimonio de la juventud. Esas aulas tie·nen hoy un tinte de tristeza, porque los que áellas acuden van minados por la desesperanzay el temor; la desesperanza y el temor de si porlo que allí van á pelear y á luchar no ha de serarma bastante á defenderlos en los mil y uncombate que se traban en la vida. eepiritual delos individuos.

Era nuestra profesión como UDa esperanzapara los más desvalidos de poder llegar median-

te ella á una más completa adquisición de CODO­cimientos científicos que les abriera más anchocampo, donde les fuera permitido desenvolversu actividad. Y hoy socabada en Sil base, ~qué

de extraño tiene que el desaliento cunda pordoquier en los que empiezan y aún en los quacomo nosotros habiendo llegado al final, vemos]a frustración de nuestras legítimas ilusionescomo complemento de tantos afanes1 Es ahoraésta, la noche obscura y cerrada y no el campoabierto en cuyo horizonte columbrábamos unmás allá seguro, tenuamente velado por los iri­sados cendales del ti-abajo y la lucubración. Ho·ras de estudios baldias, sacrificios estériles, des­velos no compensados, desalientos en las fami­lias que veían en su privación, la renta del ma­

ñana.Pero no quiero inducir al pesimismo, que

aunque éste se fragüe en el alma, al calor delos hechos, hay que hollarlo como planta maldi­ta, como fruto de maldición.

Compuesta nuestra clase en su mayoría porelementos jóvenes, juventud y lucha son térmi­nos qne se complementan. Y no una decepción,ni cuantas se ocurrieran, habrán de desalentar­nos, que si en un momento el desaliento puedeexplicarse, cuando este perdura es la volunta­ria deserción de un puesto que por derecho noscorresponde; y esto siempre es cobardía. Si losPoderes públicos, si aquellas clases que eranmás que nadie las llamadas á defender nuestrosintereses, nos abandonan, en nuestro mismoaislamiento debemos encontrar el re¡;¡orte pode­roso para reacernos y acometer con más fuer­za: ~cóm01 Uniéndonos.

Sólo una unión positiva, no de personas, sinomás aún de espíritus tornará á nuestros ánimosla esperanza y á nuestro rostro la alegría. Tra­bajemos sin ceder voluntariamente un palmo denuestro terreno. Este es firme. El campo políti-

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co donde se mueven las clases directoras es máspermeable y movedizo. ¡Quién sabe á no tardarsi un representante de los intereses generaleslevant6 su mano para vejarnos y lesionar nues­tros intereses, hallemos en cambio una manopoderosa que sepa levantar bandera por nos­otros y cincelar más puramente el pedestal sobreque nos asentamos. Confiar no es perder eltiempo si los anhelos se aunan con el trabajo y

la laboriosidad. Realicemos la parte que nosestá encomendada; después, que el tiempo grandepurador de las injnsticias, diga al cabo BU úl­tima palabra.

ENRIQUE QUIJADA VILLAPADlERNA.

N"OTIC):.A.B

ne Yalladolid.

En Junta gen~ral ordinaria por el ColegioProvincial de Practicantes de Valladolid, bajo lapresidencia de D. Marcelo Castrillo, sp abri6 lasesi6n dándose lectura de las actas y corres­pondencia recibida, se dió cuenta de las altas ybajas regi!ltradas, más de los gastos é ingresosrenovándose á la vez la mitad de la Junta. Des­pués se trataron diversos asuntos relacionadoscon el mejoramiento de Practicantes, reinandoen la discusi6n excelente espíritu de armonía ysolidaridad, quedando la Junta nueva constituí­da así:

Presidente, D. Marcelo Castrillo (reelegido).Vicepresidente, D. Quintín Argüelles.Tesorero, D. Pascual Pérez (reelegido).Contador, D. Arsenio Candelas.Secretario, D. Mariano Otero.Vicesecretario, D. Pedro Villanueva.Vocales: D. Arcadio Martín, D. Miguel Prieto,

D. Manuel del Amo y D. Victoriano Martinez.Después de otras consideraciones se levant6

]a sesi6n.

A los seis años de edad, ha subido al Cíeniño Francisco Alonso, hijo de nuestro estimcompañero D. Cecilio Alonso, á quien asíá su esposa, damos el testimonio más sindel pesar que presupone pérdida tan irrepable, y deseándole la santa resiguaci6n que imnen tan fatales circunstancias.

El Colegio de Practicantes de Madrid, hafrido con el fallecimiento de D. Luis L6pezrrañaga, una sensible pérdida. El finado Sr.rrañaga era un compañero estudioso y cultmo, á quien por sus condiciones estimables 1estaban reservados indiscutibles triunfos.

Lamentamos de coraz6n su falta de entre nootros y reciba su distinguida familia nuestmás sincero pésame.

Descanse en paz tan ilustre compañero.

También ha fallecido la Sra. doña AgustinPérez Marcos,hermana de nuestro comprofesur.el culto y estudioso Practicante,D.Matías, miembro de la Junta Directiva del Colegio de Auxiliares de medicina de esta Corte, á quien enviamos nuestro pésame.

En esta Redacci6n se han recibido varios al"tículos encomiásticos que hacen derivaciónde homenaje en honor de nuestro Directorque sentimos no publicar por razones conoci·das, haciéndolo de algunos para llenar en partlas columnas del periódico. Rogamos á sus au·tares no se molesten por ello y les damos lagracias más expresivas.

Beneficencia l\lunicillnl de l\lndrid.

En el 2.° ejercicio de las oposiciones han sidaprobados los Practicantes siguientes:D. Julián Adán.

') Bernardo Almazán.

D. Valentín Alonso..,. Oecilio Alonso.» Maximino Añez.:t Antonio Arellano.» Florencio Bel.» Luis Bermejo.» Lorenzo S. Birseda.» Nicomedes Blanco.>, Victor Oabrerizo.,. Manuel Oárdenas.» Santiago Oarmona.» Félix Oarreras.» Santiago Oarrillo.» Baldomero Ooello.

Doña María del Carmen Cruzado.D. Pedro Cuadros.

.. Eduardo Schofer.» Benito Delgado.» Juan Antonio Espada... Manuel Fraile.)' Pedro Galiana.» José García Amores.» Pedro García del Moral.» D. Andrés Gil.» Florentino G6mez." Antonio González.» Francisco González.» José González.~ Florencio Lossa.» Valeriano Herrera.') J ulián Herrera.» Enrique Hortal.« Laureano Giménez.» Rafael Jurado.') Juan Le6n.» Jacinto Lillo.lO Fabián L6pez Arroyo.» José María Mares.~ Vicente Martín.

Doña Carmen Martínaz.D. Raimundo Martínez.

.. Rafael Mazuecos.,. Bernardo Montes.

13

D. Tomás M'Ql'ales.» Antonio Ortega... Hilario Ortega.» Enrique Pascual.» Félix Pérez.') Matías Pérez.» Bartolomé Pérez.» Enrique Quijada Villapadierna.» Rafael de la Rica.» Ernesto Rico.... Ricardo del Río... José Rocamora.» José Antonio Rodríguez.» Ignacio Romeo.» Antonio Sánchez... Justo Sánchez.» Victor Sancho... Venancio Sancho.» Eugenio Santos.:t Juan Tio.... Juan Uyá.» Tomás Varolio.

Total, 67.

.El día 10 de Diciembre, á las once de su ma­ñana, en el local del Colegio de Médicos (Mayornúm. 1), dará comienzo el tercer ejercicio de lasoposiciones para proveer plazas de Practicantesde la Beneficencia Municipal.

Madrid 2 de Diciembre de 1915.El Presidente: Luis Ortega Morej6n. El Secre­

tario: Amador Toledano.

Ha contraido matrimonio la' simpática señori­'ta Doña Andrea Martín, con nuestro compañero.y suscriptor, D. Gerardo Villar, á quien deseamos.infinitas satisfaciones en su nuevo estado.

Ha dado á luz con toda felicidad una hermosa

14

niña nuestra consocia Doña Juana Vaquerizod~ Zuñi, asistida por nuestra compañera profe­sional, Doña María Ruíz.

Nuestra enhorabuena á tan distinguida com­pañera.

En honor ds un compañsro ilustrs

Hoy mi péñola quiere vestirse de gala parahacer un elogio cumplido al hombre laborioso,al Practicante martelo, á Ramiro de la Llana, ensuma.

Mi pobre AStilO no podrá tal vez lograr éstemi sincero deseo, más á pesar de ésto, yo pien­so, que un hombre que siempre ha puesto suactividad y sus energías al servicio de la causade todos, bien merece que los que nos honra­mos ostentado el título de Practicantes, dedi­quemos al compañero Sr. Ja Llana, ~l homena­je de nuestra admiración, con motivo de haberobtenido últimamente el grado do licenciado enMedicina y Cirugía.

Ya hace años que Ramiro de la Llana ocupaun puesto en la Beneficencia Municipal de laCorte, donde entró por reñida oposición, en laque obtuvo el número dos. Desde entonces seconsagró al estudio, que ha seguido con singu­lar aprovechamiento.

Es más, de tener en cuenta el esfuerzo reali­zado por el Sr. la Llana, por cuanto ha tenidoque dedicarse al estudio, en aquellos ratos quesus obligaciones como Practicante le dejabanlibres.

Más meritorio aún es, que sin capital paracostearse una carrera, y teniendo q ne atender álas necesidades propias y de los suyos, con unavoluntad de hierro y una constancia dignas deejemplo, ha conseguido su Doble aspiración.

Además, en la dirección de esta revista, ha

trabajado con ahinco en todas ocasiones,un celo y una pericia nada comunes.

A los indiferentes, á los que á todo se engen de hombros, señalamos el hecho de qeste hombre digno, aún á trueque de perjacarse, siempre ha estado dispuesto á rouna lanza en favor de la clase, sin obedemás que á los sanos dictados que emanan dhermoso lema Amor á la profesión.

Hombres de este temple son los que nos ftan. Practicantes, despertad del letargo en qvivimos, unámonos fraternalmente para llevá la realidad tangible nuestras justas aspirciones.

Nosotros deseamos para Ramiro de la LIanles más altos honores, que alcanzará á no dudar, por las cualidades que le adornan, y pro­ponemos, que en lugar de honor ~n el Colegio­de Practicantes de Madrid, figure el retrato dla Llana, como premio á la fecunda labor rea­lizada por él en beneficio de la clase, pues, aúnestén frescos en la memoria de todos, sus beHas iniciativas, y los arrestos juveniles demos­trados por la reivindicación del Practicante.

Distinguidos compañeros de MadL'id prepa­ran un homenaje de cariüo y de respeto, y yo­phlo á los compañeros todos, envien sus adhe­siones á este acto que se prepara en honor delbatallador más incansable de la clase.

Honrándole! nos honramos á nosotros mis­mos.

ANTONIO ORTEGA.Córdoba, Diciembre 1915.

~EVISTA GErtE~AU

LA LEPRA

(CONTINUACIÓN)

Aparte estas lepras atenuadas que no parecen

ser peligrosas para los habitantes de estos paí-

lIes, los leprosos que habitan en todo el mundo,

tienen, por el contrario, una forma del mal que

se transmite fácilmente por contagio. Los lepro­

sos difunden constantemente microbios al exte­

rior, ya por su moco nasal, ya por su saliva,

por su piel, hasta en los puntos en que está sa­

na. El moco nasal es una de las vías de propa­

gaci6n más peligrosas reconocida desde hace

tiempo. Uno de nuestros compañeros, el Doctor

ROUSSEAU, está dispuesto á admitiL' que la lepra

casi no se contrae más que entre las gentes que

se suenan con los dedos. A no tardar, los baci­

los son puestos en contacto con los alimentos,

los objetos usuales, etc. Este modo de contagio

si no es único por lo menos es muy frecuente.

Pero diferentes autores han negado que la le­

pra se transmita de un modo tan sencillo, y por

decirlo así, tan directo. Fúndanse, dice MAR­

CHOUX, en el hecho de que es rara la lepra

transmitida de uno á otro c6nyuge, cosa que se­

ría muy frecuente si el contagio fuera directo.

De aquí que se haya buscado cuáles podían ser

los caminos más 6 menos complicados de trans­

misi6n. El mismo autor formula las conclusio­

nes siguientes: los insectos serían á menudo culo

pables de la inoculaci6n de la lepra. Fúndase en

i1U apoyo el hecho de que las lesiones de la le­

pra 6 por lo menos las más antiguas, aquellas

.que pueden ser consideradas como el comienzo

e la enfermedad, residen á menudo en las par­

s descubiertas y por consiguiente expuestas á

as picaduras de los insectos. Muchos observa­

dores, entre los cuales debemos citar LELOIR,

OC, HALLOPEAU, CHANTEMESSE, recriminan los

osqnitos; LONG y SANDES, las chinches; MAC'·

15

COY YGLEGH, los piojos; WHERRY LEBOEUF, las

moscas; JOLLY y MUGLISTON, los acaros de la

sarna; BORREL, el domodex jolliculorum. Las es­

tadísticas y las comprobaciones experimentales

parecen venir en apoyo de esta manera de ver.

Sin embargo, el modo de transmisi6n de la le­

pra es aún algo misterioso.

(Continuará).

CORRESPONDENCIA ADMJNISTRATIVA

D. Francisco Avila. Calera.-Hecha su suscripción

hasta fin de Octubre de 1916. Recibí en sellos de co­

rreos, 2,50.

D. Vicente Miñambres Calón. Salamanca.-Hecha

su suscripción hasta fin de Octubre de 1916. Recibí

sus cartas de JO, 16 Y 20 de Noviembre y un giro Pos­

tal de 2,50.

Diógenes Conde. Zaratan.-Renovada su suscrip­

ción hasta fin de Octubre de 1916. Recibí por Giro

Postal, 2,50.

D. Juan León Aroca. Olmedilla de Alarcón.-Reno­

vada su suscripción hasta fin de Noviembre de 1916.

Recibí por Giro Postal, 2,50.

D. Juan Vázquez Rodríguez. Silos de Cabaña.-Re­

novada su suscripción hasta fin:de Noviembre de 1916.

Los catálogos que pide no los hay en esta Adminis­

tracción. Recibí Giro Postal, 2,50.

D. Jacinto López Blanco. Laguna de Negrillas.­

Renovada su suscripción hasta fin de Noviembre de

1916. Recibí por Giro Postal, 2,50.

D. Ventura Martín Martín. Barraco.-Hecha su sus­

cripción hasta fin de Noviembre de 1916. Verificado el

pago por el Sr. de la Llana, 2,50.

D. Pedro Bruno. Marfaganes.-Recibida su carta y

cumplimentado sus órdenes.

16

AVISO

Se ruega á los compañeros de la presente nota se

pongan al corriente en sus pagos para no vernos en la

precisión de suspenderles el envío del Boletin, desde

el próximo número: D. Juan L. Vázquez, D. Luis

Huerta, D. Manuel López, D. Juan Rubio Rodríguez,

D. Francisco del Amo, D. Julián Huidobro, D. Angel

Cuevas, D. José Artieda, D. Juan Llaneras, D. Pablo

Amengual, D. Juan Vicens y D. José Vicens.

EL Administrador,

E. MOLAs.

VACANTES

La de Practicante de Oortos (Soria), y dos

anejos más; dotación 80 fanegas de trigo.-Has­

ta el mes de Diciembre, al alcalde las solicitu­

des.

VARIEDADES

En el hospital:

Un enfermo:

lAh, Dios mío, Dios mío!

Una hermana de la Caridad linda y afable:

-¿Que queréis de Dios, amigo mío?... ¡Yo soy su

hija!

El enfermo con convicción:

-¡Ohl quisiera ser su yerno.

** '"En un examen de Medicina:

- ...¿Que le daría usted á un enfermo que hubo

tomado una gran dósis de arsénico?

-¡La extremaución! ...

'"* *

Un cirujano célebre practicaba una operación i

portante.

De pronto uno de los Practicantes exclamó:

-¡El paciente ha muerto!

-Calle usted-le, dice el cirujano,-seguiremos...

para la familia.

EPITAFIO

Aquí yace un millonario

el que sin ser molinero

hizo del agua dinero

-Este fué algún boticario.-

'"'" '"Sin estudiar Medicina

se sabe con evidencia

que la retención de orina

es una grave dolencia.

Era uno que se quejaba

de esta grave enfermedad

y su mujer le exhortaba

á tener conformidad:

-Acuérdate-le decía

cuánto el santo Job pasaba.

y el marido respondía:

-Si pasó, pero meaba.

(Del libro «Regocijos de médicos y boticarios», de don

Carlos Sena).

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cos de aguas minero-medicinales para solicitar ladeclaración pública, etc., etc.

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