CienciaSocyCult-Docentes

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  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 1

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

  • Cuaderno de trabajopara los docentes2

    Fronteras, puentes, espacios de encuentro

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 3

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior

    Sociedad,ciencia, y cultura

    contempornea

    Cuaderno de trabajo para los docentes

    Prcticas delectura y escritura

    Entre la escuela mediay los estudios superiores

  • Cuaderno de trabajopara los docentes4

    Introduccin

    ELABORACIN DEL MATERIAL

    CoordinacinMarina Corts

    DE PLATN A MATRIX: UNA INDAGACIN SOBRE LOS CONOCIMIENTOS Y LA REALIDADAutora

    Fernanda CanoConsultora y lectura crtica

    Pablo Erramouspe

    CIENCIA Y VERDAD: SOBRE LA DIVERSIDAD BIOLGICA Y LA DESIGUALDAD SOCIALAutora

    Fernanda CanoConsultora y lectura crtica

    Eduardo Wolovelsky

    FRONTERAS, PUENTES, ESPACIOS DE ENCUENTROAutora

    Fernanda CanoConsultora y lectura crtica

    Dolores Estruch

    LECTURA CRTICA

    Beatriz Masinereas Curriculares DNGCyFD

    EDICIN Y CORRECCIN DE ESTILO

    Eudeba

    DISEO Y DIAGRAMACIN

    Unidad de Informacin y Comunicacin

    GABRIEL FABIN LEDESMAMARIO PESCI

    DISEO DE TAPAS

    Campaa Nacional de Lectura

    MICAELA BUENO

    Primera edicin: Abril de 2007

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 5

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    PRESIDENCIA DE LA NACINDr. Nstor Kirchner

    MINISTERIO DE EDUCACIN, CIENCIA Y TECNOLOGALic. Daniel Filmus

    SECRETARA DE EDUCACINLic. Juan Carlos Tedesco

    SECRETARA DE POLTICAS UNIVERSITARIASDr. Alberto Dibbern

    SUBSECRETARA DE EQUIDAD Y CALIDADLic. Alejandra Birgin

    SUBSECRETARA DE PLANEAMIENTO EDUCATIVOLic. Osvaldo Devries

    SUBSECRETARA DE POLTICAS UNIVERSITARIASLic. Horacio Fazio

    DIRECCIN NACIONAL DE GESTIN CURRICULARY FORMACIN DOCENTE

    Lic. Laura Pitman

    DIRECCIN NACIONAL DE INFORMACINY EVALUACIN DE LA CALIDAD EDUCATIVA

    Lic. Marta Kisilevsky

    COORDINACIN DE REAS CURRICULARESLic. Cecilia Cresta

    COORDINACIN DEL PROGRAMA DEAPOYO AL LTIMO AO DEL NIVEL SECUNDARIOPARA LA ARTICULACIN CON EL NIVEL SUPERIOR

    Lic. Vanesa Cristaldi

    COORDINACIN DEL PLAN NACIONAL DE LECTURADr. Gustavo Bombini

  • Cuaderno de trabajopara los docentes6

    Introduccin

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 7

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    Tres itinerarios a travs de la Sociedad,la Ciencia y la Cultura Contempornea

    Los textos que integran este cuaderno de trabajo se organizan alrededor detres ejes temticos, en el marco del rea Sociedad, Ciencia y Cultura Contempo-rnea. Se trata, en su mayora, de artculos tericos, acadmicos, periodsticos yculturales, que se vinculan con distintas disciplinas: la filosofa, la antropologa, laetnografa, las ciencias, la historia, los estudios culturales, la literatura, el cine,entre otras. La propuesta supone, as, un recorrido a travs de una variedad degneros discursivos diversos, de perspectivas tericas distintas, orientado a partirde cada eje temtico. El objetivo es que, a lo largo de ese recorrido, los alumnosprofundicen en diversas estrategias de lectura y escritura a partir de una serie deactividades y propuestas que encontrarn en el cuaderno de trabajo destinado alos alumnos. Dicho cuaderno est acompaado a su vez por una antologa, quecomprende una seleccin de artculos vinculados a cada uno de esos temas.

    Los temas que guiarn cada uno de los recorridos son:

    De Platn a Matrix: una indagacin sobre los conocimientos y la realidad

    Ciencia y verdad: sobre la diversidad biolgica y la desigualdad social

    Fronteras, puentes, espacios de encuentro

    Cada docente puede, entonces, seleccionar el tema que desee para iniciar eltrabajo con los alumnos, ya sea por su afinidad, por sus conocimientos o, quizs,por las inquietudes que el mismo tema le provoca; inquietudes e intereses que,seguramente, potenciarn el recorrido de estos materiales.

    Cada uno de esos temas se divide, a su vez, en cuatro ejes, que correspondena los cuatro captulos en que est organizado el cuaderno destinado a los alum-nos, una distribucin que, por otra parte, puede ser tenida en cuenta para la distri-bucin de las tareas y actividades en los encuentros con los alumnos.

    Sobre De Platn a Matrix: una indagacinsobre los conocimientos y la realidad

    En qu consiste eso que llamamos realidad? Tal es la pregunta que abre elcuaderno de trabajo de los alumnos. Y a esa preguntamos agregamos otras: cmoes posible conocer eso que llamamos realidad?, elaborando hiptesis o conjetu-ras sobre los acontecimientos?, fundndonos en nuestras creencias?, apelan-do a los saberes de otros?, adivinando?, resolviendo los acertijos que nos pre-senta el mundo como si se trata de enigmas?

  • Cuaderno de trabajopara los docentes8

    Introduccin

    Para la representacin social de nuestra poca, la realidad es una construc-cin. Por su parte, el cine, la literatura, los medios son formas de expresin arts-tica y cultural que nos permiten reflexionar sobre los modos en que esa concep-cin de la realidad se construye. La filosofa, la historia, los estudios culturales nosbrindan, as, herramientas, nociones y nuevos conceptos para pensar en los mo-dos en que accedemos al conocimiento de esa realidad.

    El recorrido de este tema se abre con el primer eje, Ideas, creencias y conjetu-ras, en el que se presenta la problemtica sobre el conocimiento a partir de laalegora de la caverna de Platn. Ese clsico texto de la filosofa servir no slo depunto de partida para pensar la distincin entre ideas, creencias y conjeturas, sinoque tambin ser retomado, hacia el final, por las relecturas que aquella alegoratuvo en el cine, relecturas que reinterpretan las ideas platnicas en el marco de lapoca contempornea.

    El segundo de los ejes, Enigmas: develar y saber, se enmarca en un trabajoalrededor de Edipo rey, de Sfocles, para centrarnos en la figura del investigador,de aquel que intenta descubrir o averiguar algo que, finalmente, parece que yasaba de algn modo, as como tambin, revisar la nocin de saber que, desde laperspectiva de Foucault viene a emparentarse con el poder.

    Rastros y huellas: indicios, el tercero de los ejes, presenta un nuevo paradig-ma en relacin con la bsqueda de conocimientos, aquel que se basa en el rastreode indicios, de detalles, vinculado a la microhistoria, el psicoanlisis, la historia delarte y la literatura policial. Un mtodo de investigacin que es, adems, un modode conocimiento, de produccin de conocimiento cientfico.

    Por ltimo, el cuarto de los ejes, Sobre la realidad: construccin, simulacin yengao, sita la problemtica sobre la realidad, tal como la presentamos inicial-mente, en el marco de la cultura contempornea. Desde el cine, el comentario yanlisis de dos pelculas recupera las nociones trabajadas ya en el primer eje apartir de Matrix, de Larry y Andy Wachowski, y El show de Truman, de Peter Weir.Si ambas pelculas nos permitirn reflexionar sobre el modo en que esa realidadse representa en esas manifestaciones artsticas, el anlisis crtico de los medios,en tanto son tambin un modo de expresin y construccin de la realidad, darcierre al recorrido.

    Sobre Ciencia y verdad: sobre la diversidadbiolgica y la desigualdad social

    El recorrido temtico vinculado al campo de la ciencia y la tecnologa abordados cuestiones. Por un lado, la problemtica del determinismo biolgico, esto es,el funcionamiento del argumento del determinismo biolgico que, ya desde el sigloXIX, se aplica para explicar, para justificar las desigualdades sociales entre laspersonas basndose, para ello, en la diversidad biolgica. En la actualidad, lasinvestigaciones en el campo de la sociobiologa, que intenta explicar las conduc-tas de las personas a partir de su constitucin biolgica, y en el campo de laeugenesia, que centra sus estudios en los genes, en la preservacin y mejora

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    de los genes, siguen apelando a aquel argumento. De ah, la vigencia de estaproblemtica.

    Por otra parte, abordaremos la cuestin de la ciencia en s misma, las caracte-rsticas que la definen, as como tambin las responsabilidades e intereses que seponen en juego en la divulgacin cientfica, en el modo en que los conocimientoscientficos se hacen pblicos para las personas no especializadas.

    El primero de los ejes, Cuando la divulgacin es sobre la ciencia, se centra,entonces, en esta ltima cuestin. Partiendo de la denominacin misma, que sedirime entre divulgacin cientfica o comunicacin pblica de la ciencia, abor-daremos los argumentos que sostienen la necesidad de una divulgacin habidacuenta de los acontecimientos que, vinculados o desencadenados a partir de avan-ces cientficos, tuvieron lugar en el siglo XX.

    El segundo de los ejes, Libres o determinados biolgicamente?, se detieneen la dicotoma que enfrenta la libertad al determinismo, en el marco de los estu-dios de la sociobiologa. Se trata de comenzar a reflexionar sobre los alcances delas posturas cientficas que, basadas en la argumentacin del determinismo biol-gico, circulan actualmente.

    Crneos, cerebros e inteligencia: La falsa medida del hombre, el tercero delos ejes, se centra en la famosa obra de Stephen Gould, un libro que justamenterevisa las investigaciones realizadas durante el siglo XIX, a partir de las medicio-nes de los crneos, y durante el siglo XX, a partir de los tests de inteligencia, paradesenmascarar el funcionamiento del argumento del determinismo biolgico, unargumento que, tal como sostiene Gould, vuelve a aparecer toda vez que las con-diciones sociales y polticas precisan de una justificacin para dar cuenta de ladesigualdad entre las personas.

    El ltimo de los ejes, La naturaleza de las personas: Oliver Twist, propone lalectura de la novela de Dickens y la versin cinematogrfica de Roman Polanski(Oliver Twist, 2005), para analizar el funcionamiento del argumento del determinismobiolgico en ese relato, un argumento que sirve para explicar, en este caso, eldevenir social del protagonista.

    Sobre Fronteras, puentes, espacios de encuentro

    Las fronteras son consideradas, tradicionalmente, como lmites, como traza-dos que instalan una suerte de muro o barrera que nos diferencia, distingue y, sinduda, aparta de los otros. Desde las perspectivas ms recientes de la antropolo-ga y la etnografa, las fronteras comienzan a ser pensadas como espacios en smismos, como lugares de encuentro y contacto con los otros, como zonas deintercambio. Si bien esta mirada no anula o minimiza la existencia misma de lasfronteras, el objetivo es repensar ciertas nociones que se instalan a partir de con-siderar la frontera como lmite.

    En este sentido, el recorrido propuesto tiende a problematizar las dicotomasrgidas que suelen establecerse, las miradas fijas sobre aquellos que habitan unespacio situado del otro lado de la frontera para reflexionar sobre las mezclas, losmodos de construccin ms o menos compartidos de las personas, de los grupos

  • Cuaderno de trabajopara los docentes10

    Introduccin

    sociales que entran en contacto, las formas en que esos intercambios refractan enlas constituciones identitarias, en las lecturas que hacemos de los otros y, a la vez,de nosotros mismos.

    El primero de los ejes, Fronteras: del lmite al contacto, parte de la considera-cin de la frontera como lmite, justamente, detenindose en el trazado de losmapas, de la cartografa, y pasa a considerar la frontera como espacio de contac-to, de contaminacin, de mezcla, centrndose en la figura del gaucho, en el en-cuentro entre el gaucho y el indio, a partir del viaje que Martn Fierro, acompaadode Cruz, emprende hacia las tolderas.

    El segundo de los ejes, Los viajes: traspasar la frontera, retoma la problem-tica a partir de la realizacin del viaje a otro pas, a otra regin, a otra cultura, unviaje que supone un encuentro con otros y un posterior regreso al espacio conoci-do, para detenernos tanto en las miradas que se cruzan como en el modo en queesos encuentros afectan, y a veces determinan, nuestra mirada sobre nosotrosmismos, sobre nuestros lugares y nuestra cotidianeidad.

    Zonas de contacto, universos de sentido es el tercero de los ejes. Aqu, tam-bin se aborda la problemtica del encuentro y contacto con otros, de los efectosque esos encuentros suponen como procesos de transculturacin. El encuentroes, en ocasiones, choque y enfrentamiento de culturas diversas, modos de leer yentender el mundo contrapuestos, universos de sentido que se ponen en juego.

    Por ltimo, el cuarto eje, Fronteras, racismo y violencia, recorre justamente elenfrentamiento violento con el otro, las fronteras entendidas como barreras queimposibilitan la convivencia, la tolerancia. Partiendo desde la perspectiva delApartheid que instal en Sudfrica a travs de una serie de leyes que reglamenta-ron y obstaculizaron la convivencia entre blancos y negros, la propuesta incluye elanlisis y comentario de una pelcula, Haz lo correcto, de Spike Lee, que recuperaese enfrentamiento desde una mirada polmica sobre el Brooklyn neoyorquino.

    Las prcticas de lectura en juegoLos tres temas -hasta aqu brevemente presentados- son amplios, polmicos e

    inquietantes. Son amplios en el sentido de que pueden ser el puntapi inicial parauna investigacin, en tanto permiten que se sumen otros textos o artculos quecada docente considere pertinentes, con vistas a ampliar el recorrido. Son polmicosen la medida en que todos, sin excepcin, abordan problemticas que no se en-cuentran cerradas, que merecen an anlisis y revisin, que han dado y conti-nan dando- lugar a debates, a discusiones en disciplinas y campos diversos. Talvez, por eso mismo, resulten inquietantes, pues los tres itinerarios abordan temasque han interrogado, conmovido y preocupado a la humanidad desde siempre.Las perspectivas desde las que se abordan, el tiempo en que fueron escritos opensados pueden haber cambiado; pero algunas preguntas y varias preocupacio-nes an permanecen.

    Hablamos de itinerarios, de recorridos a travs de una serie de textos, guiadospor un tema. Entre las metforas que circulan en torno a la lectura, la ms exten-dida es la que la presenta como un viaje. De hecho, recorremos las pginas de un

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    libro, avanzamos a travs de las pginas, nos desviamos, retomamosUna me-tfora que permite, a su vez, referirnos a la actividad del lector, no ya desde ellugar pasivo en que tradicionalmente ha sido colocado, como si fuera un recept-culo vaco al que hay que moldear, una pgina en blanco sobre la que hay queimprimir algunos saberes o conocimientos de los que carece. As pensado, el lec-tor quedaba relegado al lugar de un mero consumidor. La metfora de Michel deCerteau fue tal vez la ms difundida para desandar justamente aquella concep-cin de un lector pasivo: Los lectores son viajeros, circulan sobre las tierras deotra gente, nmadas que cazan furtivamente en los campos que no han escrito1.

    Subsisten, sin embargo, otras posturas, otros prejuicios. La lectura, al igual quelos viajes, responde a motivaciones diversas. Se viaja por placer, para descansar,distraerse; se viaja para conocer lugares extranjeros, desconocidos: la oposicinsuele presentarse como si se tratara de una fractura insalvable. La lectura porplacer, que casi siempre suele asociarse a la lectura de textos literarios, se oponea la lectura para saber, para conocer, para aprender, atribuyndose a esta ltimalas caractersticas negativas: lo tortuoso del recorrido, la rispidez del terreno2.

    Basndose en una lectura parcial o incompleta de Roland Barthes3, se relacio-na el placer con la no actividad y se instala una idea de que el goce es leer ynada ms. Sin embargo, es justamente Barthes quien diferencia el goce del pla-cer y le atribuye a este ltimo la capacidad de apropiarse y producir a partir de loque se lee. En este sentido, apostamos a la productividad de estos cuadernos detrabajo que, haciendo a un lado aquella fractura insalvable entre el goce y el saber,distancindose de las posturas que explican la crisis o la falta de lectura basndo-se en la ausencia de inters de los lectores, proponen recorridos de lecturas quelos interpelan como individuos activos, entramados por lecturas, saberes y expe-riencias de vida.

    Decamos antes que los temas son amplios, polmicos e inquietantes. Dadasesas caractersticas, el trabajo, lejos de cerrar caminos de lectura posibles, res-ponder preguntas o afirmar certezas, tiende a la reflexin, a la apertura. Cada unode los captulos en que se organizan los tres ejes temticos gira en torno a unaproblemtica. Esa problemtica se explicita en las explicaciones introductorias, enlas interrogaciones que se formulan; se ampla y se explora a travs de una seriede actividades de lectura. Sin embargo, el cierre de un captulo no significa laclausura de los temas. Por un lado, porque a partir de nuevos textos los alumnospodrn volver sobre preocupaciones ya planteadas. Por otro lado, porque mante-ner abiertas la perplejidad ante ciertas preguntas, desencadenar el asombro, lacuriosidad, ensayar respuestas tal vez provisorias, son formas de impulsar y acom-paar- la misma actividad del lector.

    Sabemos, claro est, que los textos estn sujetos a mltiples interpretacio-nes; que los sentidos se construyen por caminos diversos, que no siempre se

    1 Michel de Certeau, La invencin de lo cotidiano, Mxico, 1996.2 Cano Fernanda y Di Marzo, Laura, De la lectura como viaje: entre el placer y el saber, VI Jornadas La

    literatura infantil y la escuela, Jitanjfora, Redes sociales para la promocin de la lectura y la escritura,Mar del Plata, Junio 2006.

    3 Roland Barthes, El placer del texto, Siglo XXI, Mxico, 1984.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes12

    Introduccin

    resuelven en una respuesta categrica y, sobre todo, tranquilizadora, que la apro-piacin de los textos requiere de la comprensin del mundo y de nosotros mismos.En este sentido, afirma Chartier: la apropiacin del lector tiene sus lmites pero, almismo tiempo, es una produccin inventiva, una forma de construccin conflictivade sentido4.

    Las preguntas, los debates, las discusiones que se promueven en las activida-des pueden servir de disparador de nuevas inquietudes, nuevos interrogantes im-pulsados por la curiosidad de conocer, de saber, de averiguar algo ms sobre eltema. Se trata, en todo caso, de abrir no slo el camino de la lectura, sino tambinel de los mltiples senderos en los que puede ir bifurcndose. Pues si bien lamencionada metfora se utiliza con frecuencia para referirse a la lectura, no siem-pre se contemplan las nuevas rutas, a veces previsibles y otras no tanto, quesupone.

    Mantener abiertas esas posibles bifurcaciones, sostener las preguntas quederivan de las lecturas exige del docente, a la vez, una escucha y un acompaa-miento permanentes: tal su rol de mediador. Y no siempre es fcil acompaar a loslectores en esa tarea, pues requiere que nosotros mismos nos posicionemos abier-tos a los diversos significados que entran en discusin a partir de un texto, de lasmltiples interpretaciones que puedan desencadenarse. Sin embargo, estamosconvencidos de que se puede ser el camino para que los lectores construyanesas interpretaciones en la misma confrontacin con otros, para que formulen,incluso, las preguntas que un texto les provoca cuando los interroga. Leer sirve,sobre todo, para hacerse preguntas, sostiene Larrosa. Y agrega: da igual si sonnuevas preguntas o si son preguntas de siempre. El camino del pensamiento tieneque ver con llegar a las propias preguntas, o a la propia formulacin de las viejaspreguntas5.

    Fernanda Cano

    4 Roger Chartier, Cultura escrita, literatura e historia. Conversaciones con Roger Chartier, FCE, Mxico,1999.

    5 Larrosa, Jorge, Entre las lenguas. Lenguaje y educacin despus de Babel. Barcelona. Laertes, 2003.

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 13

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    De Platn a Matrix:

    una indagacinsobre los conocimientos

    y la realidad

  • Cuaderno de trabajopara los docentes14

    De Platn a Matrix

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 15

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    I. Ideas, creencias y conjeturas

    El mundo de las ideas. Platn,por Adolfo Carpio

    La propuesta de trabajo en este captulo gira en torno al primero de los textosque aparecen en la antologa destinada a los alumnos: La alegora de la caver-na, de Platn. Para introducir a los alumnos en el mundo de la filosofa griega,para dimensionar el lugar que los pensamientos de los primeros filsofos ocupa-ron en relacin a la historia del pensamiento y, tambin, para contextualizar elpensamiento mismo de Platn, sugerimos comenzar por el artculo El mundo delas ideas. Platn, de Adolfo Carpio.

    A partir de la lectura de ese texto, los alumnos podrn reconocer el vnculoentre dos pensadores, Scrates y Platn, maestro y discpulo, as como tambindistinguir los aportes de cada uno en relacin con la problemtica del saber.

    La elaboracin de un cuadro en el que se sinteticen las caractersticas centra-les que oponen el conocimiento sensible y el conocimiento inteligible les permitircomenzar a fijar algunos conceptos centrales sobre los que volveremos a lo largodel recorrido de lecturas. El trabajo con ese cuadro se complementa, adems, conla inclusin de ejemplos, que den cuenta de esos dos modos del conocimiento.Los ejemplos pueden estar tomados del artculo de Carpio, o bien, en el trabajo enclase, se puede sugerir la bsqueda de nuevos ejemplos similares a aquellos. Paraeso, tengan en cuenta los que da el autor, tales como: el remo, la silla, entre otros.

    Las dos ltimas actividades tienen como objetivo centrar la discusin en lossaberes que obtenemos a partir del conocimiento sensible, para reflexionar sobrela validez y grado de certeza que esos conocimientos nos proporcionan, en laconfiabilidad que nos aseguran. Protgoras y la famosa frase citada en el texto(El hombre es la medida de todas las cosas) retoma esa discusin a la vez queabre la posibilidad de pensar en el carcter relativo de esas ideas.

    A partir, entonces, de este primer trabajo introductorio, ser posible estableceralgunos acuerdos sobre ciertos conceptos, que volvern a retomarse. A saber: ladistincin entre el conocimiento sensible y el conocimiento inteligible y la oposi-cin correspondiente entre la opinin y la inteligencia o la razn. Una introduccinque consideramos necesaria para abordar la problemtica del conocimiento, talcomo Platn la formula en la alegora de la caverna.

    La alegora de la caverna,de Platn

    Antes de comenzar con la lectura de la alegora, los alumnos cuentan con infor-macin sobre Platn, sobre la forma en que escriba sus dilogos e, incluso,sobre la alegora, como forma narrativa que permite la exposicin de algunas ideas

  • Cuaderno de trabajopara los docentes16

    De Platn a Matrix

    a travs del recurso de la analoga. Si se considera necesario, esas explicacionessencillas y accesibles pueden ampliarse teniendo en cuenta:

    Otros dilogos escritos por Platn (como el Fedro, el Fedn, Gorgias o laApologa de Scrates).

    La mayutica, esto es, el mtodo socrtico que consiste en la formulacinde preguntas destinadas al interlocutor como forma para acceder a nuevosconceptos o ideas.

    La alegora y la analoga como formas o recursos discursivos que, como enel caso de la alegora de la caverna, se utilizan con fines explicativos.

    Las actividades propuestas para realizar a partir de la alegora suponen el tra-bajo con los principales conceptos en relacin a los dos modos del conocimiento.Esto se concreta a partir de la escritura de breves textos explicativos que permitandistinguir lo que los prisioneros encadenados y los liberados ven y lo que creen veren cada caso, incluyendo las modificaciones en la percepcin de las cosas que lasalida de la caverna supone. Estas ideas pueden ponerse en funcionamiento en laescritura de un posible dilogo entre un prisionero liberado que regresa a la caver-na y uno que nunca ha salido de ella. Los alumnos pueden, a su vez, pensar otrosrelatos posibles que permitan dar cuenta de esos modos de conocimiento.

    Por ltimo, a partir de algunas preguntas, se propone ampliar la reflexin entrelo que conocemos y lo que creemos conocer pensando en otras situaciones, pro-pias de la vida actual, como el cine, la televisin, que pueden desencadenar inte-resantes discusiones. No se trata, en estos casos, de cerrar tales intercambios,pretendiendo imponer o conseguir conclusiones cerradas sobre el tema, pues setrata de una cuestin que, poco a poco, iremos abriendo, con la pretensin devolver a ella en ms de una ocasin a lo largo de este recorrido.

    Finalmente, para ampliar nociones o reflexiones sobre la interpretacin de laalegora de Platn, en el Anexo, cuentan con un artculo que podr servirles pararesolver dudas o bien comentar otros aspectos del texto junto con los alumnos:Mito o Alegora de la Caverna, por Javier Echegoyen Olleta.

    Introduccin a Platn,por David Melling

    Con la lectura del artculo Introduccin a Platn, de Melling, se complejiza ladistincin entre doxa y episteme que hemos realizado a partir del primero de losartculos en este captulo. Tal como se expone en el cuadernillo para los alumnos,se trata de una distincin entre: dianoia, el entendimiento, pensado por Platncomo un puente que permite pasar del mundo sensible al inteligible y nesis, lainteligencia o razn, dentro del conocimiento inteligible; y entre eikasa, imagina-cin o conjetura, de pistis, las creencias elaboradas a partir del sentido comn,dentro del conocimiento sensible.

    El artculo, por otra parte, nos permite reingresar en la problemtica abierta conla alegora de la caverna, pero a partir de otra situacin, comparando las posicio-

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    nes de los prisioneros liberados y los encadenados, con las de dos nios, segnestn sometidos o esclavos al mundo de los placeres. El texto vuelve, adems, apensar el problema del conocimiento en relacin con la educacin, tema que esta-ba ya presente en la alegora anterior.

    En principio, las actividades tienden a realizar esa comparacin entre ambosartculos, as como tambin a reflexionar sobre la situacin de los dos pequeos,ciertamente extrema en el modo en que se la expone y, tal vez, un poco forzada enla exagerada oposicin que plantea. Lo cierto es que permite, al mismo tiempo,pensarnos a nosotros mismos en esa situacin, inmersos en otros lugares posi-bles (a semejanza de la caverna) en los que, ya sea por el placer, el dolor y lasdeterminaciones sociales, econmicas y culturales, que nos obligan a ver o nociertas cosas, a percatarnos de algunas y desantender otras, distorsionamos esoque, para decirlo de alguna forma, denominamos la realidad.

    Las discusiones y los debates propuestos posibilitan, entonces, retomar estascuestiones en campos como el de la publicidad, la televisin (a la que ya hemosaludido en el apartado anterior) u otras formas que, en forma deliberada o no,pretenden engaarnos. Cualquiera sea el grado de inteligencia o suspicacia conel que contemos para, en esas ocasiones, no caer en falsas apariencias, lo ciertoes que podemos reconocernos manteniendo creencias o conjeturas que, muchasveces, ms tarde, entendemos que no se ajustan a la realidad. Tales, entonces,los debates posibles.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes18

    De Platn a Matrix

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 19

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    II. Enigmas: develar y saber

    con la tarde un hombre vino que descifraterrado en el espejo de la monstruosa imagen,

    el reflejo de su declinacin y su destinoJorge L. Borges,

    Edipo y el enigmaEdipo Reyde Sfocles

    A lo largo de este captulo, transitaremos la problemtica del saber desde elpunto de vista de los enigmas, de la posibilidad de descifrar un sentido, de averi-guar una verdad que viene expresada en trminos figurativos, alusivos y que esnecesario desentraar.

    Edipo es un claro ejemplo de ello. La historia de la tragedia nos lo presentacomo el personaje capaz de descifrar el enigma de la esfinge, cuya resolucin loconvertir en soberano de Tebas. Pero tambin como aquel que, ante la demandade su pueblo y no sabiendo cmo disipar la peste que recae sobre sus habitantes,pide ayuda al orculo, consulta al adivino y, ms adelante, entrevista a los testigosque le narrarn (o tal vez, confirmarn) una verdad que afecta a su propia identi-dad: l es el hijo de Layo, l es el asesino de su padre; l se cas con madre y tuvohijos con ella.

    Varias son las lecturas que advierten en la figura de Edipo al primer investiga-dor de lo que, muchos aos ms tarde, constituira el gnero policial de enigma.(En el Anexo, cuentan con un artculo para profundizar esa temtica: Sobre Edipocomo novela policaca, por Jaime Castaeda). A partir de esa lectura y detenin-donos en los sucesivos enigmas y orculos que se presentan a lo largo de lanarracin, las actividades proponen:

    La reconstruccin de la historia, atendiendo a la funcin y ubicacin queesos orculos tienen en la historia.

    El anlisis del protagonista, como aquel que intenta descubrir, averiguar,develar la verdad.

    La oposicin que se establece entre Edipo y Tiresias, el hombre que razonay resuelve el acertijo, por un lado, y el adivino, por otro.

    Por ltimo, todos los personajes que participan de la historia se posicionan dealguna forma frente a esos enigmas. Algunos intentan develarlos mientras queotros, como Yocasta, se resisten a decir lo que saben. A lo largo del texto, puedenrastrearse varias frases vinculadas a los modos de investigar, de conocer, de re-solver cuestiones que se nos presentan bajo la forma de un enigma. En el cuader-nillo del alumno, hemos seleccionado cinco, que pueden funcionar comodisparadoras de un texto para comenzar a reflexionar sobre este tema.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes20

    De Platn a Matrix

    La pregunta por la verdadpor Karl Jaspers

    El artculo seleccionado del filsofo alemn Karl Jaspers (1883-1969) nos per-mite describir y denominar el recorrido del personaje de Edipo en su bsqueda dela verdad.

    Es interesante comentar, con los alumnos, el modo en que el filsofo exponeaqu sus ideas, la forma en que va entramando a lo largo del texto sus conceptoscon fragmentos, citas, frases de la tragedia de Edipo rey, que le permiten ilustrar yfundamentar esas ideas.

    La primera de las actividades propuestas tiene como objetivo comparar la pro-pia descripcin del personaje de Edipo, que los alumnos han desarrollado a pro-psito del trabajo con la obra.

    La segunda intenta sealar las acciones principales que Jaspers observa enese recorrido que supone la bsqueda de la verdad: la sospecha, que mueve a laindagacin, que permite el descubrimiento. Sabemos, por otra parte (y el mis-mo Edipo es un claro ejemplo de ello) que se trata de una secuencia no exenta dedesvos, de retrocesos, de vueltas atrs. Y tambin de oposiciones, como la quetiene lugar entre el saber al que se accede por medio de la razn (en el caso deEdipo, cuando resuelve el acertijo) y aquel al que se llega por medio de la adivina-cin (en el caso de Tiresias).

    Por ltimo, tanto este artculo como el siguiente permiten ver cmo la antiguatragedia, en el camino de la filosofa, en el recorrido de la historia del pensamientofo)y aquel al que se llega por medio de la adivinaci exenta de desvobre este o, pre-senta una vigencia y una originalidad que justifica las nuevas lecturas, siempreabiertas.

    La verdad y las formas jurdicas (fragmento)Michel Foucault

    Poco antes de desarrollar el concepto de saber, tal como Michel Foucault (1926-1984) lo analiza en el fragmento que se encuentra en el cuadernillo destinado alos alumnos, el filsofo francs sostiene: Creo que hay realmente un complejo deEdipo en nuestra civilizacin. Pero este complejo nada tiene que ver con nuestroinconsciente y nuestro deseo, y tampoco con las relaciones entre uno y otro. Sihay algo parecido a un complejo de Edipo, ste no se da al nivel individual sino alnivel colectivo; no al propsito del deseo y el inconsciente sino a propsito del poder ysaber. Es esta especie de complejo lo que me gustara analizar (pg. 39).

    Para Foucault, la tragedia de Edipo es el primer testimonio de las prcticasjudiciales griegas, en tanto plantea que la obra, se presenta como una historia enla que unas personas un soberano, un pueblo ignorando cierta verdad, consi-guen a travs de una serie de tcnicas () descubrir una verdad que cuestiona lasoberana del soberano.

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 21

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    Si bien en el marco de los cuadernillos no hemos abordado esta problemtica,as como tampoco la lectura que el psicoanlisis ha realizado a partir de esta obra,nos parece oportuno mencionarlo para contextualizar las ideas del filsofo francs.

    En las actividades y propuestas destinadas al alumno, nos detendremos en laconcepcin de saber, en el modo en que se describe la actitud de Edipo comoaquel que encuentra. Ese proceso de encontrar viene a oponerse en el mismoartculo al conocer a travs de la inteligencia, o de la razn. Y se vincula, ade-ms, con el ver. Edipo sera, as, el que sabe porque logra encontrar, pero tam-bin el que quiere ver.

    Esta idea del saber vinculada al ver permite cerrar el recorrido de este captu-lo vinculndolo, adems, con la alegora de la caverna presentada en el captuloanterior. Tal la ltima actividad que propone comparar la actitud de los prisioneros,los encadenados y los liberados, con la figura de Edipo. Y sirve, como veremos acontinuacin, para introducir algunas nociones que sern el tema del captulo si-guiente: la lectura de indicios.

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    De Platn a Matrix

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 23

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    III. Rastros y huellas: indicios

    No podra llegar lejos rastreando si no tuviera algn indicio.Sfocles, Edipo rey

    El mundo est lleno de cosas obvias que a nadiese le ocurre, ni por casualidad, observar.

    Arthur Conan Doyle, El sabueso de los Baskerville

    El oficio del historiador: entreSherlock Holmes y Sigmund Freudpor Fabin Campagne

    El tema de este captulo es la presentacin de lo que, en el mbito de lasciencias sociales, se conoce como paradigma indiciario. Se trata de un mtodode construccin de conocimientos que Carlo Ginzburg comenta en un artculopublicado en 1979, con el ttulo Indicios. Races de un paradigma de inferenciasindiciales, incluido en la antologa destinada a los alumnos.

    Antes de dedicarnos a la lectura de ese artculo, sugerimos comenzar por elartculo que lo precede en la antologa: El oficio del historiador: entre SherlockHolmes y Sigmund Freud, por Fabin Campagne. Se trata de un texto en el queCampagne comenta la importancia de ese mtodo para el oficio del historiador, untrabajo que, en el marco de las ciencias sociales y en oposicin a las cienciasdenominadas duras, suele criticarse por su falta de rigurosidad; una oposicinque se ha acentuado a partir de las investigaciones de lo que se denomina lamicrohistoria, esto es, la rama de la historia que se ocupa de cualquier clase deacontecimientos, personajes u otros sucesos del pasado que, para otros, pasaraninadvertidos. Las razones por las que esos hechos interesan al historiador suelen serdiversas. Lo cierto es que, a partir de esos relatos que aparecen como en menorescala, detenidos en lo cotidiano, acceden a nuevas interpretaciones del pasado.

    Al mismo tiempo que sirve de introduccin a la lectura del artculo de Guinzburg,el texto de Campagne permite que los alumnos comprendan el alcance de lasinvestigaciones de Guinzburg en disciplinas tan diversas como el psicoanlisis, lahistoria del arte, la criminologa, a la que se suma, entonces, la microhistoria.

    Dado que se trata de un artculo cuya lectura sirve de introduccin a la siguien-te, las actividades apuntan a subrayar ciertos aspectos relevantes, que sernampliados a partir del artculo de Guinzburg:

    Las caractersticas del paradigma indicial como mtodo de construccinde conocimientos.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes24

    De Platn a Matrix

    La tarea del historiador, en tanto reconstruye una realidad de la que no hasido testigo, desplegando la comparacin entre los historiadores y loscazadores y rastreadores.

    La identificacin de las tres disciplinas que adoptaron ese mtodo (la historiadel arte, la criminologa y el psicoanlisis) y quienes se ocuparon de hacerlo(Morelli, Holmes y Freud).

    Seguramente, los alumnos conocen o han ledo algunos relatos de Arthur ConanDoyle, centrados en el famoso Sherlock Holmes. O bien, alguno de los cuentospoliciales de Poe. Comentar esos relatos, leer alguno en clase o recomendar sulectura puede ser una tarea para que los alumnos vayan prestando atencin almodo en que el rastreo de los detalles, de los datos aparentemente insignificantescobran relieve en el marco del paradigma indiciario.

    Uno de los cuentos particularmente interesante en ese sentido es Los crme-nes de la Rue Morgue, de E. A. Poe. En la introduccin a ese cuento, luego decomentar las diferencias entre el jugador de ajedrez y el jugador de damas, el narra-dor cuenta una ancdota que presenta la forma en que razonaba Dupin. Y para esorelata los pormenores de un paseo nocturno con el famoso caballero, mostrando qudetalles observaba, cmo los relacionaba y qu conclusiones obtena.

    Indicios. Races de un paradigmade inferencias indicialespor Carlo Ginzburg

    La lectura de este artculo permitir que los alumnos amplen el conocimientoque las disciplinas ya mencionadas hicieron del paradigma indicial: la crtica delarte, el psicoanlisis, la criminologa, la microhistoria. Las actividades, en estesentido, apuntan a reconocer entonces los mecanismos de cada una, las forma enque esos detalles, elementos secundarios, vestigios, desperdicios se vuel-ven capitales a la hora de basar en ellos un posible mtodo interpretativo.

    Es interesante, entonces, detenerse a comentar cmo el mismo Ginzburg poneen escena ese mtodo cuando rastrea los diversos seudnimos que usaba Morellien los textos y correspondencias del propio Freud, cmo, a partir de esos rastreos,emparenta a esos dos personajes, ubicando al primero como precursor del mto-do que hizo famoso al segundo.

    Por ltimo, rastrear las diversas formas de denominacin de esos detalles queen el ttulo se presentan como indicios permitir que los alumnos reflexionensobre los usos posibles, sobre la forma de pensarlos ya sea para determinar laautenticidad de un cuadro cuanto para definir las caractersticas de una persona.

    Para profundizar este tema, en el anexo cuentan con Microhistoria, un artculoenciclopdico que les permitir ampliar las nociones sobre ese nuevo campo ascomo tambin conocer sus investigadores, entre ellos, claro est, el italiano CarloGinzburg.

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    La abduccin, a fin de cuentas, no esotra cosa que intentar adivinarpor Nancy Harrowitz

    La propuesta de lectura de este artculo recupera las nociones ya presentadasen los artculos anteriores, en relacin con el paradigma indicial, detenindoseprincipalmente en los modos de razonamiento de la figura del detective de losrelatos policiales. Pero, a su vez, la autora establece una comparacin entre esemecanismo de razonamiento (que habitualmente en las descripciones del mto-do del detective suele reducirse a la deduccin) y los modos de realizar inferenciaspropuestos por el filsofo y lgico norteamericano Charles Peirce (1839-1914).

    El artculo se detiene, entonces, en la caracterizacin de lo que Peirce, en susCollected Papers (1935-1966) y en otros lugares de sus manuscritos, discute unconcepto que en ocasiones diferentes denomina abduccin, retroduccin, hi-ptesis, presuncin y argumento originario, pero ha sido el trmino abduc-cin por el que se lo ha distinguido en la mayora de la bibliografa posterior.

    Para pensar en la abduccin, interesa sobre todo detenerse en algunas carac-tersticas que la distinguen de la deduccin y la induccin:

    El carcter hipottico y provisorio, si se quiere, de la formulacin. El salto a que obligan, desde el punto de vista del pensamiento, para intentar

    explicar, esto es, desarrollar apelando a algunas leyes, esa primeraformulacin.

    El rasgo creativo que supone el procedimiento. Sus implicancias, dado ese rasgo creativo, para la produccin de nuevos

    conocimientos.En el caso de la deduccin, en la medida en que se desprenden de leyes que

    funcionan como punto de partida, poco hay de novedoso en lo que a la produccinde nuevas ideas se refiere. Lo mismo puede decirse de la induccin, en tantosupone la verificacin de lo conocido. De ah la importancia de detenerse en lacreatividad del procedimiento en el caso de la abduccin.

    Si el investigador, sin saber muy bien por qu en principio, se detiene a obser-var un detalle que para otro pasa desapercibido, si se decide a investigar a partirde ese pequeo rastro que ha capturado su atencin, que de alguna forma le hasembrado un enigma, es justamente ese carcter indito del encuentro con algosorprendente el que desata la bsqueda, motiva la investigacin y mueve a inten-tar adivinar una explicacin que de cuenta de eso inexplicable con que acaba detoparse. Tal sera, en un relato sencillo, el trabajo del investigador a partir de laabduccin y las consecuencias que, para el avance del conocimiento cientficodestac ya Charles Peirce.

    Para profundizar este tema, en el anexo cuentan con otro texto: Holmes com-parado con Peirce, de Mximo Bonfantini y Giampaolo Proni.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes26

    De Platn a Matrix

    Ya conoce usted mi mtodo: una confrontacinentre Charles Peirce y Sherlock Holmes (fragmento)por T. Sebeok y J. Umiker-Sebeok

    A modo de cierre de las lecturas correspondientes a este captulo, en el cuader-nillo para los alumnos cuentan con un texto cuya lectura proponemos compartanen forma grupal, en la clase, en voz alta.

    El texto comenta un episodio que vivi el mismo Peirce, cuando en ocasin deun viaje fue vctima de un robo. Peirce, de manera similar a los detectives quevenimos comentando, va actuando segn las hiptesis que formula sobre el posi-ble ladrn. Y el relato que arma combina la recuperacin de varias de las nocionesque se trabajaron en este captulo con una entretenida investigacin, narrada almodo de los cuentos policiales. De ah que, dadas esas caractersticas y sumadasa la autora del relato, su lectura se convierta en un cierre significativo.

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    IV. Sobre la realidad:construccin, simulacin y engao

    Bienvenidos al desierto de lo real,Jean Baudrillard, Simulacros y simulacin;

    Morfeo, The Matrix.

    Platn en el cinepor Luis Dib

    Antes de comenzar con la lectura y actividades propuestas en este captulo, lessugerimos que recomienden a los alumnos dos pelculas: Matrix (1999, Larry yAndy Wachowski) y El show de Truman (1998, Peter Weir). A partir de esos films yde los artculos que aparecen en este captulo, les ser posible indagar y pregun-tarse por las formas en que leemos, nos representamos e interpretamos eso quedenominamos como la realidad.

    La realidad, a partir de la ya clsica obra de Berger y Luckmann (La construc-cin social de la realidad, Amorrortu, 1968, 2003), es pensada como una construc-cin que, como tal, expresa de algn modo las caractersticas de la sociedad quela realiza. En la medida en que pensamos la realidad como construccin, tampocopodemos asegurar que exista una versin de la realidad. En todo caso, las perso-nas, los grupos sociales forjan, cada una a su modo, segn sus intereses o suslmites, su propia mirada sobre esa realidad.

    Las pelculas sugeridas, por otra parte, nos permiten volver a las ideas y planteosde Platn, ya comentados en relacin con la alegora de la caverna: una proble-mtica que nos situaba en las formas posibles de acceso al conocimiento, peroahora, en el marco de nuestra vida contempornea, con la invencin de una reali-dad virtual, de la multiplicacin de las pantallas de por medio.

    Las actividades propuestas permiten, por un lado, la comparacin de los dosfilms entre s, a partir de analizar:

    La situacin de cada uno de los protagonistas, Neo y Truman; El acompaamiento o gua con el que cada uno cuenta, con Morfeo y Cristof

    respectivamente; Los mundos en que se hallan inmersos: el mundo virtual de la Matrix y el

    set de televisin; La complicidad, traicin o compaerismo que encuentran en otros

    personajes que habitan ese mundo: comprese, por ejemplo, la relacinde Neo con sus compaeros de comando, incluyendo al traidor Cifra, conla situacin de Truman en relacin con su esposa, su jefe, sus vecinos.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes28

    De Platn a Matrix

    La actitud de cada uno de los personajes frente al descubrimiento de larealidad en que viven.

    Ambas pelculas pueden, a su vez, compararse con la alegora de la caverna yel artculo propuesto abre la discusin en ese sentido.

    Los temas, inquietantes, como sostiene Dib, nos permiten reflexionar, desde lahistoria presentada en las pelculas y a travs de los planteos de Platn, sobre elmodo en que, hoy en da, concebimos o nos posicionamos en relacin con esoque se nos presenta como realidad. La ltima de las actividades de escritura pro-pone, en ese sentido, la escritura de un texto seguramente argumentativo, dondese sostengan las afirmaciones, ideas y creencias de los alumnos sobre el tema.

    Tres son las posturas sugeridas (a las que podran tambin agregarse nuevas)que funcionan como punto de partida:

    Sospechar el engao e intentar descubrir la verdad. Vivir en el engao por no advertir la construccin de esa realidad. Constatar que se trata de un engao y preferir el mundo de las apariencias.

    La preferencia tica por vivir en unmundo real, I: Matrix. Desafo totalpor Juan Antonio Rivera

    Este artculo supone la profundizacin de los temas abiertos con las pelculas,con el artculo Platn en el cine, centrando ahora la atencin en la pelcula Matrix.Dos son los momentos del film que se detiene a analizar cada uno de los fragmen-tos selecciones.

    Por un lado, en Dormidos y despiertos, se comenta la posibilidad de distinguirentre el mundo real y el soado (tal como ocurre en Alicia en el pas de las mara-villas, a la que la pelcula alude cuando menciona al conejo blanco y a la necesi-dad de seguirlo), de salir del mundo virtual para entrar en el mundo real (que Neoconcreta cuando acepta la pastilla que Morfeo le ofrece). En ambos casos, elpasaje de uno a otro mundo se propone en trminos de un despertar. Aqu, lametfora, tal vez obvia, merezca que nos detengamos en ella: despertamos cuan-do nos damos cuenta, cuando reconocemos, cuando distinguimos; en el mundode las sombras, el de los sueos, el virtual, hemos estado, por ignorancia o enga-o, dormidos. Reconocer el engao es, entonces, despertar a la verdad.

    Por otro lado, en El orculo y el problema de la creencia, se trabaja sobre elencuentro, en el recorrido de la bsqueda de la verdad, de personajes que nosconfirman o refutan nuestras creencias, que nos ayudan o entorpecen el camino.Tal el encuentro de Neo con la pitonisa, que permite reflexionar sobre el modo enque se construyen nuestras creencias, sobre la forma en que las ratificamos orectificamos segn nuestros deseos. La pitonisa, por otra parte, nos permite

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 29

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    comparar la situacin de Neo con la de Edipo. No olvidemos que, en Matrix revolu-ciones, la tercera de las pelculas que completa la saga, Neo quedar ciego.l, el elegido, el que ha querido ver y saber de qu se trataba el mundo real,pierde la vista.

    As, las actividades apuntan a reconocer esos vnculos entre las historias hastaaqu presentadas, a comenzar a desarrollar caminos de interpretacin que nospermitan ir formando, cuestionando y revisando nociones.

    Por ltimo, estas ltimas ideas, la posibilidad de ver y ser vistos, de reconocerel mundo y reconocernos en l, el estar despiertos o dormidos ante la realidad,tambin pueden trabajarse en The Truman show. Para eso, en el Anexo, cuentancon un artculo cuya lectura pueden compartir con los alumnos: El dilema tico dela eleccin entre lo real y lo aparente en Truman, por Juan A. Rivera

    Lo real es un invento de los mediospor Jorge Halpern

    El ltimo de los artculos incluido en el cuadernillo para el alumno propone lareflexin sobre el tema que venimos trabajando en el mundo de los medios: silos medios, a travs de la televisin, de las imgenes, de los relatos que dancuenta de lo que efectivamente pas en el mundo construyen, colaboran odistorsionan la realidad.

    La problemtica no es, claro est, nueva. Ya en ocasin de la Guerra del Golfo,numerosos intelectuales observaron el modo en que esa guerra fue transmitida,convirtindola en un espectculo, esto es, un programa ms que reuna a la fami-lia frente al televisor, una pantalla que se apagaba poco antes de ir a dormir, cuan-do la pelcula de la guerra haba terminado (o nos hartbamos de verla).

    Las actividades proponen, en este sentido, una reflexin que promueva unamirada crtica en relacin al papel de los medios. Y pueden, en este sentido, traer-se a la memoria otros hechos, ms recientes, cuya transmisin fue polmica, dis-cutida por la saturacin de imgenes, que parecen provocar, en la lnea del autordel artculo, una suerte de insensibilidad como actitud del espectador frente a loque ocurre, a los hechos que se comunican. Tal el caso del atentado a las TorresGemelas, 2001.

    Sabemos que, por otra parte, no ha sido sta siempre la postura frente a lo quese transmite por televisin. En ocasiones, ver la imagen funciona como garantade realidad: Lo vi por televisin es, a veces, el argumento que da validez a unaobservacin, a la constatacin de un hecho. El contraste de esas dos actitudes porparte del espectador, el rol que los medios cumplen en las miradas que la socie-dad construye sobre la realidad, sobre los acontecimientos son, as, los temas adiscutir con los alumnos.

  • Cuaderno de trabajopara los docentes30

    De Platn a Matrix

    Eplogo(o un nuevo modo de comenzar)

    El eplogo, en este caso, presenta una historieta. Hacia el final, el texto queaparece en el recuadro, pretende sintetizar varias de las preocupaciones y tem-ticas que, a lo largo del cuadernillo, se recorrieron.

    Lejos de ser una suerte de cierre (de ah el ttulo), se propone instalar la discu-sin, abrir a la reflexin y, si se quiere, mantener vivas algunas ideas que nospermitan seguir atravesando el camino del pensamiento.

    Cmo reconocer cul es el relato ms verdadero de la realidad cuando existen

    tantas formas diversas de contarlo? Cmo no aceptar que, cada uno de esos

    epgrafes, es una forma de construir una mirada sobre la misma realidad?

    Quino, a travs de la repeticin de la misma imagen, a travs de la sucesin de

    mltiples epgrafes, nos advierte nuestra condicin de prisioneros, de esclavos,

    de espectadores de eso que, simplemente, llamamos realidad.

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 31

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    AnexoLos siguientes materiales se adjuntan como anexo a los publicados en la anto-

    loga y el cuaderno destinado a los alumnos. Se presentan divididos en cuatrocaptulos, correspondientes a los captulos en que est organizado el material.

    I. Ideas, creencias y conjeturasMito o Alegora de la Cavernapor Javier Echegoyen Olleta

    Mito con el que Platn describe nuestra situacin respecto del conocimiento: aligual que los prisioneros de la caverna que slo ven las sombras de los objetos,nosotros vivimos en la ignorancia cuando nuestras preocupaciones se refieren almundo que se ofrece a los sentidos. Slo la filosofa puede liberarnos y permitir-nos salir de la caverna al mundo verdadero o Mundo de las Ideas.

    En el libro VII de Repblica (514a-516d), Platn presenta el mito de la caver-na. Es, sin duda, el mito ms importante y conocido de este autor. Platn diceexpresamente que el mito quiere ser una metfora de nuestra naturaleza respec-to de su educacin y de su falta de educacin, es decir, sirve para ilustrar cuestio-nes relativas a la teora del conocimiento. Pero tiene tambin claras implicacionesen otros dominios de la filosofa como la ontologa, la antropologa e incluso lapoltica y la tica; algunos intrpretes han visto tambin implicaciones religiosas.

    La descripcin del mito tal y como lo narra Platn en Repblica se articulaen varias partes:

    1. Descripcin de la situacin de los prisioneros en la caverna.2. Descripcin del proceso de liberacin de uno de ellos y de su acceso al

    mundo superior o verdadero.3. Breve interpretacin del mito.

    I. Descripcin de la situacin de los prisionerosNos pide Platn imaginar que nosotros somos como unos prisioneros que habi-

    tan una caverna subterrnea. Estos prisioneros desde nios estn encadenados einmviles de tal modo que slo pueden mirar y ver el fondo de la estancia. Detrsde ellos y en un plano ms elevado hay un fuego que la ilumina; entre el fuego ylos prisioneros hay un camino ms alto al borde del cual se encuentra una pared otabique, como el biombo que los titiriteros levantan delante del pblico para mos-trar, por encima de l, los muecos. Por el camino desfilan unos individuos, algu-nos de los cuales hablan, portando unas esculturas que representan distintos ob-jetos: unos figuras de animales, otros de rboles y objetos artificiales, etc. Dadoque entre los individuos que pasean por el camino y los prisioneros se encuentra

  • Cuaderno de trabajopara los docentes32

    De Platn a Matrix

    la pared, sobre el fondo slo se proyectan las sombras de los objetos portados pordichos individuos.

    En esta situacin los prisioneros creeran que las sombras que ven y el ecode las voces que oyen son la realidad.

    II. Proceso de liberacin del cautivo

    A. Subida hacia el mundo exterior: acceso hacia el mundo verdadero.

    1. En el mundo subterrneo.Supongamos, dice Platn, que a uno de los prisioneros, de acuerdo con su

    naturaleza le libersemos y obligsemos a levantarse, volver hacia la luz y mirarhacia el otro lado de la caverna. El prisionero sera incapaz de percibir las cosascuyas sombras haba visto antes. Se encontrara confuso y creera que las som-bras que antes perciba son ms verdaderas o reales que las cosas que ahora ve.Si se le forzara a mirar hacia la luz misma le doleran los ojos y tratara de volver sumirada hacia los objetos antes percibidos.

    2. En el mundo exterior.Si a la fuerza se le arrastrara hacia el exterior sentira dolor y, acostumbrado a

    la oscuridad, no podra percibir nada. En el mundo exterior le sera ms fcil mirarprimero las sombras, despus los reflejos de los hombres y de los objetos en elagua, luego los hombres y los objetos mismos. A continuacin contemplara denoche lo que hay en el cielo y la luz de los astros y la luna. Finalmente percibira elsol, pero no en imgenes sino en s y por s. Despus de esto concluira, conrespecto al sol, que es lo que produce las estaciones y los aos, que gobiernatodo en el mbito visible y que de algn modo es causa de las cosas que elloshaban visto.

    Al recordar su antigua morada, la sabidura all existente y a sus compaerosde cautiverio, se sentira feliz y los compadecera. En el mundo subterrneo losprisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel quepercibe con ms agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la suce-sin de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar. Esa vida leparecera insoportable.

    B. Regreso al mundo subterrneo, exigencia moralde ayuda a sus compaeros.

    1. Confusin vital por la oscuridad de la caverna. Si descendiera y ocupara de nuevo su asiento tendra ofuscados los ojos

    por las tinieblas, sera incapaz de discriminar las sombras, los dems lo haranmejor que l, se reiran de l y diran que por haber subido hasta lo alto se le hanestropeado los ojos y que no vale la pena marchar hacia arriba.

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 33

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    2. Burla y persecucin.Si intentase desatarlos y conducirlos hacia la luz se burlaran de l, lo persegui-

    ran y lo mataran.

    III. Interpretacin

    A. Comparacin de las realidades.Debemos comparar la regin visible con la morada-prisin y la luz del fuego

    que hay en ella con el poder del sol.

    B. Comparacin de los procesos.El ascenso y contemplacin de las cosas de arriba es semejante al camino del

    alma hacia el mbito inteligible.

    C. Valor de la Idea del Bien.Objeto ltimo y ms difcil del mundo cognoscible: la Idea del Bien.Idea del Bien: causa de todas las cosas rectas y bellas; en el mundo visible ha

    engendrado la luz y al sol, y en el mbito inteligible es la productora de la verdad yde la inteligencia; es la realidad que es necesario ver para poder obrar con sabidu-ra tanto en lo privado como en lo pblico.

    En: Javier Echegoyen Olleta, Historia de la Filosofa. Volumen 1: Filosofa Griega,Editorial Edinumen (Extracto tomado de la pgina web Torre de Babel ediciones).

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    De Platn a Matrix

  • Apoyo al ltimo ao de la secundariapara la articulacin con el Nivel Superior 35

    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    II. Enigmas: develar y saber

    Sobre Edipo como novela policacapor Jaime Castaeda

    La historia de la novela policaca comienza hacia 1840 con Edgar Allan Poe, aquien puede llamarse el padre de este gnero; no obstante, existen algunos ante-cedentes, entre los cuales el ms remoto data del siglo V a.C.; nos referimos a laobra dramtica de Sfocles Edipo Rey, para algunos la ms grande de las trage-dias griegas.

    El mito de Edipo es presentado en la obra de Sfocles a manera de una inves-tigacin que el propio personaje cumple y de la que resultar su autoconocimiento.Para quienes no recuerden de momento la trama de la genial tragedia, sintetizo acontinuacin su argumento:

    Un oscuro orculo afirmaba que Edipo matara a su padre y se casara con sumadre. Para librarse de tal destino, Edipo huye de su patria. En el cruce de doscaminos rie con otros viajeros y encolerizado mata a uno de ellos. Al llegar aTebas y por haber resuelto el enigma de la Esfinge es premiado con el trono ydebe desposar a Yocasta. Pasado el tiempo, Tebas es asolada por una peste...Consultado el orculo, contesta: debe arrojarse al impuro que mora en la ciudadtebana. Quin es el impuro? Edipo, seguro de s mismo, inicia la investigacincon la implacabilidad propia de un detective. Al final de la tragedia, y en posesinde muchos datos, Edipo deber reconocer que l es el impuro del que hablaba elorculo, pues sin saberlo mat a su padre Layo en el cruce de dos camino y secas con su madre Yocasta. (Es miserable la condicin humana pues no puedeescapar al designio de los dioses.) Horrorizado ante su descubrimiento, Edipoapura su castigo: se saca los ojos que no vieron cuando debieron ver. La inves-tigacin ha terminado, el propio pesquisador es el homicida-incestuoso. Se cierraas la bsqueda; el orden es restablecido.

    La tragedia griega buscaba operar una catarsis en el espectador mediante laproduccin de dos fuertes sentimientos el terror y la piedad. En el caso de EdipoRey se produce un restablecimiento del orden religioso y moral transgredido por elculpable. No son de igual ndole e intensidad los sentimientos que el relato moder-no se apresta a despertar en el lector.

    El lector de la novela policiaca se identifica especialmente con. el personajecentral que siempre desempea el papel de investigador. El deleite que produ-ce la lectura de este gnero literario est, inserto en el desarrollo de la investi-gacin misma.

    La emocin por excelencia que registra es esencial al seguimiento del procesodeductivo; es un placer intelectual ir reconstruyendo la situacin global a partir delos datos que, el autor va dando en el transcurso de la narracin. Por fin seconcluir quin fue el asesino y se dar la explicacin justificativa del acto quedetermin el comienzo de la investigacin.

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    De Platn a Matrix

    En cuanto al protagonista (el detective), una vez resuelto el caso, est en con-diciones de comenzar una nueva investigacin.

    Durante muchos aos, el gnero policiaco fue visto con menosprecio en loscrculos acadmicos y pretendidamente intelectuales, donde se le clasificaba des-pectivamente como subliteratura.

    Es cierto que a primera vista podra pensarse que el crimen es de por s untema antiesttico, mas conviene sealar que muchas. de las. grandes obras de laliteratura universal abordan el tenia, dando verdadero valor artstico a su trata-miento; tal es el caso de obras como Macbeth de Shakespeare, Los miserables deVctor Hugo o Crimen y castigo de Dostoyevski, por citar slo algunos ejemplos.

    Con el propsito de reafirmar esta apreciacin, nos parece oportuno recordar eljuicio que sobre el particular expres el notable escritor ingls Thomas de Quincey:La gente comienza a darse cuenta de que la ejecucin de un bello crimen entraaalgo ms que la presencia de dos imbciles (el asesino y la vctima), un cuchillo,una cartera y un sendero oscuro. El objetivo, la situacin de los actores, la luz y lasombra, la poesa, el sentimiento, stos son los elementos que parecen indispen-sables en obras de esta naturaleza.

    Desde la publicacin de la ya clsica obra de de Quincey, Del asesinato consi-derado como una de las bellas artes, la realidad del placer esttico que proporcio-na una novela o un relato policiacos no puede ponerse en duda.

    Si Poe fue el iniciador del gnero, el famoso escritor britnico Arthur ConanDoyle, creador del an ms famoso Sherlock Holmes, tiene el mrito de haberloconsolidado. El mtodo deductivo que tanta popularidad confiri a Holmes, es elmismo que aplica Dupin, el detective de Poe, en sus investigaciones.

    En Estados Unidos aparece un estupendo innovador, Dashiell Hammett, quienantes de revelarse como un magnfico novelista, haba desempeado el oficio dedetective privado para la Agencia Pinkerton. As pues, su experiencia personalexplica el mayor realismo de sus obras y la convincente caracterizacin de suspersonajes, especialmente del investigador Sam Spade, protagonista de sus no-velas. ste ya no es el clsico detective cerebral que resuelve los casos sin ensu-ciarse las manos, por el contrario, se trata de un hombre rudo, violento, inmersoen el despiadado ambiente del hampa propio de las grandes ciudades. Por todoello se le considera el precursor de la escuela americana, tambin llamada serienegra, de la novela policaca.

    Jaime Castaeda, Sobre la novela policaca, en: ESTUDIOS. filosofa-historia-letras, Primavera 1988.

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    Interpretacin filosfica del mito de Edipo

    Hegel subraya la significacin de Edipo como el primer filsofo de la historia,entendiendo por esto el primer momento registrado en la literatura en que se usaexclusivamente la razn filosfica, a diferencia del dictado oracular, para intentarresolver un problema enigmtico y arcano pero de importancia vital para el grupo

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    humano. En el mito dramatizado en Edipo Tirano de Sfocles, haba sido nece-sario pedir a un hombre, a cualquier voluntario que se sintiera capaz, que se en-frentara a la Esfinge, dado que los sacrificios propiciatorios ofrecidos haban falla-do. El nombre Edipo significa pies hinchados. La maldicin del orculo de Delfosque pesaba sobre el personaje es bien conocida: parricidio e incesto. En la inter-pretacin hegeliana se enfoca el mito de Edipo en trminos filosficos. Esta inter-pretacin es retomada en Edipo Filsofo (1998) de Jean-Joseph Goux.

    Hegel resalta que el discurso simblico era en la leyenda representado por elenigma que plantea la Esfinge en la forma de una breve narrativa aparentementemetafrica de las etapas de la vida humana: cul es el animal que por la maanase apoya en cuatro patas, al medioda en dos y por la tarde en tres? El simbolismoes reemplazado por un concepto cuya funcin es sealar a lo humano como radi-calmente distinto del resto del cosmos. La interpretacin de Hegel, en el marco dela historia de las ideas, se centra en la respuesta de Edipo: el hombre. Segn suanlisis, la respuesta tiene el carcter de concepto, esencialidad del pensamiento,en oposicin al carcter alegrico-metafrico del enigma de la Esfinge, y repre-senta un giro axial en la historia de la reflexin sobre la esencia del mundo. Elsmbolo haba sido hasta entonces la materia prima del pensamiento mitolgicopero careca de la capacidad de diferenciar claramente, a nivel del pensamiento,entre los diferentes dominios del ser. En el enigma como smbolo, a la vez expre-sin y representacin de la Esfinge, lo animal y lo humano aparecen mezcladossincrticamente. Esta indiferenciacin tambin se encuentra representada en elcuerpo monstruoso de la Esfinge. La fuerza explicativa del concepto sobrepasa ala del smbolo: su generalidad, su nivel de abstraccin, el hecho de que se consti-tuye tras largo y elaborado proceso analtico y formal, el que consista las ms delas veces de una sola palabra de amplia connotacin y que sea una sola nocindistinta y nica de suficiente contenido en extensin y profundidad. En estos trmi-nos, es pues Edipo el primer filsofo de la historia e irrumpe en el escenario hist-rico de una manera definitiva pero problemtica, enfrentando a una tradicin reli-giosa de profundo arraigo popular y aliada importante del aparato del estado.

    Jean-Joseph Goux interpreta el gesto edpico de apuntar a s mismo al contes-tar a la Esfinge como un giro humanstico en materia de epistemologa: el saber escreado por y para el ser humano. Hace nfasis en dos dimensiones importantesde la tragedia de Sfocles: la confrontacin directa entre el saber filosfico y elmitolgico y la arrogancia implcita en el hecho de que un saber no inicitico pre-tenda ser capaz de resolver los grandes asuntos que hasta entonces eran consi-derados competencia exclusiva de los dioses. Segn Goux, es sta la arroganciaque se castiga en la tragedia de Edipo, quien se enfrenta as directamente a Apoloy ser castigado gravemente.

    La singular incorporacin de la figura de la Esfinge y su enigma representa almismo tiempo la presencia viva del pasado y su tradicin animstica e incorporan-do adems ahora como temtica la violencia propia de la vida humana individualque surge en la familia y la sociedad. La Esfinge griega es hija de Equidna, figuramitolgica madre de monstruos y que encarna entre otras cosas al incesto.

    La confrontacin verbal entre Edipo y Tiresias es explicada por Goux con ladescripcin del surgimiento de lo que para entonces era una forma nueva de ra-cionalidad: a diferencia de las artes plsticas y la arquitectura basadas en una

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    De Platn a Matrix

    comprensin aspectiva que predominaba hasta los tiempos de la grandeza deEgipto, las artes plsticas y la arquitectura de la Grecia clsica incorporan undiseo y construccin en base a perspectiva. La primera prescinde del punto devista del espectador, nihiliza al sujeto, reconociendo tcitamente realidad absolutay total al objeto representado. En la perspectiva, en cambio, el punto de vista delobservador es determinante de la representacin, siendo ste un cambio radicalen la racionalidad no slo de las artes plsticas sino que se extiende a la filosofa.

    En las revoluciones cientficas (Kuhn, 1970), el cambio de paradigma cient-fico se equipara a una especie de conversin religiosa motivada por muy diversascausas, en la cual la teora predominante, mucho ms antigua, cuenta con unaamplia variedad de recursos mientras que el paradigma emergente apenas puedeser concebido por los pensadores de avanzada y no tiene por lo pronto muchosobre qu hablar sino que comienza a gestarse como revolucin intelectual.

    Goux, siguiendo a Hegel, considera a Edipo como el primer filsofo en cuantose seala a s mismo como el origen y el fin del pensamiento mientras que alpensamiento religioso-oracular se le consideraba como prerrogativa exclusiva delos dioses, conocedores tambin del destino que, como ley que pasaba por altolas cualidades particulares del individuo.

    Aplicando esta nocin al tema de la crisis del pensamiento mitolgico se tieneque ese pensamiento que pretendi encontrar la lgica del destino no poda expli-car los diferentes destinos individuales.

    En sntesis, la filosofa empieza a producir las frmulas explicativas que la ins-titucin augural no poda ya proporcionar, estando orientada a descifrar los man-datos del destino adoptando implcitamente la presuposicin de que hay un sabereterno ajeno y superior al humano conocido slo mediante el favor de los dioses.Los filsofos en cambio estn preocupados por la exploracin de lo actual median-te el uso de la razn terica.

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    III. Rastros y huellas: indicios

    Microhistoria

    El dato ms intrascendente del pasado pudo dejar su huella en la historia, comolos desvaros de un pobre hombre que compara al mundo con un queso devoradopor gusanos. He ah un tema para la microhistoria. La microhistoria es una ramade la historia social de desarrollo reciente, que analiza cualquier clase de aconte-cimientos, personajes u otros fenmenos del pasado que en cualquier otro trata-miento de las fuentes pasaran inadvertidos. La razn por la que llaman el intersdel historiador puede ser muy diversa: puede ser lo raro pero tambin lo cotidiano.En todo caso, demuestra tener posibilidades interpretativas desusadas cuando elhistoriador introduce la llamada reduccin de escala o el examen con lupa delpasado, que constituye el instrumento innovador de esta disciplina.

    Surgimiento de la microhistoriaDesde mucho antes que surgiera el trmino haba habido reflexiones tericas

    sobre la necesidad de una historia ms cercana a la cotidianidad (por ejemplo, elconcepto de intrahistoria de Miguel de Unamuno), pero no es hasta finales delsiglo XX en que, influenciada por la metodologa de la historia social renovada porE. P. Thompson, la microhistoria propone aparcar el estudio de las clases socialespara interesarse por los individuos. Siguiendo el destino particular de uno de ellos,se aclaran las caractersticas del mundo que le rodea. Esta perspectiva suele acu-dir a la colaboracin de otras ciencias sociales, como la antropologa (influenciade Thompson y Clifford Geertz) y la sociologa. La historia local tambin suele seruna disciplina con puntos de contacto con la microhistoria.

    Sus impulsores ms destacados son los historiadores prximos a la revistaitaliana Quaderni Storici: Giovanni Levi (cuya aportacin ha sido calificada demicrohistoria social), Carlo Ginzburg (que ha aportado la microhistoria cultural) ,Carlo Mara Cipolla (con estudios de mucha mayor escala, como Caones y Ve-las), entre otros. Tambin pueden encontrarse tratamientos precedentes fuera deItalia, como el citado Geertz, George Duby (El Domingo de Bouvines), EmmanuelLeroy Ladurie (Montaillou, aldea occitana de 1294 a 1324), N. Z. Davis (El regresode Martine Guerre, llevada al cine), R. Darnton (La gran matanza de gatos y otrosepisodios en la historia de la cultura francesa), etc.

    La microhistoria se presta muy bien a la reflexin metodolgica, como hacenEdoardo Grendi (Microanalisi e storia sociale) y, en Espaa, Justo Serna y AnacletPons (Cmo se escribe la microhistoria. Ensayo sobre Carlo Ginzburg)

    Modelos italianosCarlo Ginzburg, en El queso y los gusanos (Il Formaggio e i Vermi, 1976), ex-

    trae hasta la ltima posibilidad de la documentacin del proceso inquisitorial a unexcntrico molinero de Friuli en el siglo XVI.

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    De Platn a Matrix

    Giovanni Levi, en La herencia inmaterial (Leredit immateriale, 1985), hace lopropio con la historia de un exorcista piamonts del XVII.

    Piero Camporesi, en El pan salvaje (Il pane selvaggio, 1980), trata a travs dehechos aparentemente desconectados y escondidos un tema como la alimenta-cin popular y su vinculacin a las drogas, ms prximo a la Historia de la vidacotidiana.

    Carlo Cipolla, en Quin rompi las rejas de Montelupo? (Chi ruppe i rastrelli aMontelupo?, 1977), llega a extremos propios de la novela policaca, en el trasfon-do de la amenaza de la peste y las medidas propuestas por la sanidad pblica ypor la Iglesia.

    Microhistoria en EspaaSalvando las distancias, para Espaa hay perspectivas de algn modo simila-

    res, como la reconstruccin de historias personales durante la guerra civil de Fer-nando Berln (Hroes de los dos bandos, 2006), en cierto modo precedida por lanovela de Javier Cercas (Soldados de Salamina, 2001) que aunque sea un textode ficcin, realmente se plantea como una aproximacin con mtodos de lamicrohistoria a un episodio protagonizado por Rafael Sanchez Mazas. No hay queolvidar que la microhistoria tiene un destacado componente narrativo. Para el An-tiguo Rgimen pueden citarse a Jaime Contreras (Sotos contra Riquelmes); Man-tecn Novelln (La muerte de Antonia Isabel Snchez) donde refleja la sociedadrural del norte espaol; Testn, Snchez y Hernndez (El buscador de gloria) cuyoprotagonista es un hidalgo castellano del siglo XVI en el entorno de la guerra y lamagia; el anlisis que ngel Luis Alfaro hace del Memorial de Valverde, un textodel XVII con el que intenta reconstruir la vida cotidiana en la prctica del rgimenseorial a travs de los agravios que de su loco seor reune un pueblo cercano ala Corte de los Austrias.

    JustificacinDesde un punto de vista ms general, la microhistoria es una va para una

    renovacin de la historia: Las corrientes historiogrficas principales se han basa-do generalmente en una concepcin macro histrica de los hechos, desde losprimeros momentos del estudio de la Historia, con Herodoto (que no obstante seesforzaba tambin por hacer un mayor estudio y anlisis de la sociedad de lapoca) y desde entonces hasta nuestros das. Habitualmente se han limitado anarrar o interpretar grandes sucesos, procesos, hechos, o personajes histricos,pero sin interpretar desde la pequea escala las realidades sociales, cambiantes opermanentes, que son la base en torno a la cual gira el desarrollo y el desenvolvi-miento de la historia.

    Es importante conocer las campaas militares de Jerjes, Alejandro o Napolen,decidir si llamamos clase u orden a los campesinos franceses del XVII, o cul fueel crecimiento de la produccin de acero en el siglo XIX. Pero nuestra visin que-dar tuerta si ignoramos el fundamento vital de los procesos que estabilizaron,cambiaron o revolucionaron las sociedades en cada entorno y poca. Sin el estu-dio concreto de los sucesos individuales (encuadrados y relacionados con su

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    contexto) no se puede entender la verdadera dimensin del desarrollo del conjun-to de los sucesos histricos. Es interesante una descripcin histrica a gran esca-la, pero igual de importante es ver cmo se desarrollan las sociedades a travs dehechos cotidianos y aparentemente intrascendentes, pero que expresan los desa-rrollos histrico-sociales de cada momento. Esta sera la realidad profunda de lahistoria, y por eso es importante la microhistoria.

    De Wikipedia, la enciclopedia libreWikipedia es una marca registrada de Wikimedia Foundation, Inc.

    Holmes comparado con Peircede Mximo Bonfantini y Giampaolo Proni.

    Holmes comparado con PeirceEn cuanto a los tres tipos de consideracin suscitados por el esquema, deje-

    mos de lado el ltimo, que concierne ms a las operaciones destinadas a la captu-ra del criminal que a su descubrimiento e identificacin. Concentremos, en cam-bio, nuestra atencin en el segundo tipo de consideraciones: la estructura delproceso de investigacin de Holmes. Cualquiera que conozca la obra de Peirce noencontrar dificultad en advertir la perfecta correspondencia estructural entre lalgica de la investigacin segn Holmes y la lgica del proceso del conocimientoen general y de la ciencia en particular segn Peirce.

    Con una simple relectura de las lneas bsicas que resumen las operacionesindagatorias realizadas por Holmes en STUD, el lector versado en Peirce ver enseguida cmo las tres fases tpicas del proceso cognoscitivo se entrelazan, sesuceden una a otra y se combinan en l; para Peirce estas tres fases correspon-den a las tres clases de inferencia: induccin, abduccin (o hiptesis) y deduccin.En suma, Holmes empieza por observar, registrar y encajar diversos datosobservacionales (induccin); despus adelanta hiptesis que expliquen o interpre-ten los hechos observados con el fin de identificar las causas posibles de losacontecimientos resultantes (abduccin); expone analticamente las consecuen-cias necesariamente inherentes a las hiptesis postuladas (deduccin); sometelas hiptesis y las consecuencias deducidas de ellas a una prueba de observaciny, en sentido lato, experimental (induccin). De este modo, las hiptesis, conce-bidas y seleccionadas una por una, terminan por formar una red que converge enla identificacin de la hiptesis fundamental: la identidad del asesino.

    No obstante, la perfecta correspondencia entre Holmes y Peirce en el modode entender la estructura lgica en su complejo proceso cognoscitivo no significaen s misma una perfecta identidad de mtodo. De hecho, a Peirce (si le entende-mos correctamente) la correspondencia le hubiera parecido (o le hubiera debidoparecer) perfectamente natural y casi consabida. En el segundo de sus dos ensa-yos anti-cartesianos de 1868, Some Consequences of Four Incapacities, Peircetrata de demostrar que a un ser humano le es imposible llevar a cabo un acto

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    De Platn a Matrix

    psquico, del tipo que sea y, con mayor razn, nada que se parezca a un procesocognoscitivo, ya sea vlido o no, sin recurrir a las tres clases obligadas y obligantesde razonamiento: induccin, deduccin y abduccin. As, dado que para Peirce elentrelazamiento de las tres fases de la inferencia constituye una constante co-mn, tanto en los problemas de la vida cotidiana, como en la investigacin espe-cializada y en la propiamente cientfica, no es de extraar que una prolija ilustra-cin de los procedimientos de averiguacin policial revele la presencia de las tresclases cannicas de inferencia.

    En suma, si lo interpretamos correctamente, el espritu de Peirce se dirigiraal de Holmes (esto es, al de Conan Doyle) y le dira:

    Descubrir que conocemos a travs de la combinacin de tres formas funda-mentales de inferencia es dar un paso necesario pero no plenamente suficientehacia la clarificacin de un mtodo cientfico. Las tres clases de argumentacin seconocen explcitamente desde los tiempos de los griegos. Yo las he hallado en elOrganon de Aristteles. Y desde Galileo, por lo menos, existe la conciencia gene-ralizada de que el mtodo de la ciencia es hipottico-deductivo-experimental. Aho-ra bien, el mtodo cientfico, tal como lo reconozco en la prctica de los hombresde ciencia y tal como lo recomiendo en mis reflexiones filosficas, est vinculadocon la tradicin de Galileo, a la que hace ms especfica, de mayor alcance y msinnovadora. Los refinamientos y ampliaciones de la induccin (mediante instru-mentos y tcnicas de observacin y experimentacin) y de la deduccin (mediantela formalizacin de la lgica analtica y los progresos de las matemticas) sonconocidos, aceptados y universalmente reconocidos.

    Pero yo insisto, sobre todo, en la importancia de la funcin de la abduccin,de la hiptesis. Al subrayar, en contra de la tradicin cartesiana, que todos nues-tros conocimientos tienen una base hipottica, por una parte pongo de relieve sufalibilidad intrnseca, pero por otra proclamo la necesidad de poner resueltamentela abduccin en el puesto de mando del proceso cognoscitivo en general y sobretodo del proceso cientfico, puesto que slo mediante la hiptesis, medianteabducciones nuevas y ms osadas, podemos descubrir nuevas verdades, poraproximadas y provisionales que sean; slo mediante nuevas hiptesis podemosampliar nuestra visin de lo real y descubrir nuevos caminos de experiencia, ofre-cer material nuevo para el banco de pruebas de la experimentacin. Ahora, alestudiar detenidamente su mtodo, tal como usted lo teoriza y lo practica en susinvestigaciones, querido Holmes, me pregunto si concuerda o no en sus lneasfundamentales con el mo, o si las posibles divergencias son de tal especie queambos podemos beneficiarnos corrigiendo alguna de nuestras respectivasunilateralidades dogmticas.

    Bonfantini, Mximo y Proni, Giampaolo, To Guess or not to guess? en: EcoHumberto y Sebeok Thomas (eds.), El signo de los tres. Dupin, Holmes, Peirce,Lumen, Barcelona, 1989 (pgs. 169-171).

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    IV. Sobre la realidad: construccin,simulacin y engao

    El dilema tico de la eleccin entre lo real ylo aparente en Truman, por Juan A. Rivera

    El show de Truman, de Peter Weir, es una variacin interesante sobre el temadel mito de la caverna. La vida de Truman est siendo filmada en directo desdesus comienzos, las veinticuatro horas del da, los siete das de la semana, para laaudiencia de todo el planeta. La vida de Truman se rueda en la isla de Seahaven,el estudio cinematogrfico ms grande jams construido. Mil cmaras ocultas es-cudrian cada movimiento de Truman. Miles de extras dan verosimilitud a esemundo dentro de otro mundo que es Seahaven. Aparte de los extras, intervie-nen, como actores secundarios, los vecinos de Truman, los padres de Truman, suesposa. El creador del ambicioso proyecto televisivo es Christof, que financia loselevados costes de una serie as que se emite ininterrumpidamente, sin cortespublicitarios a travs de una ingeniosa y lucrativa publicidad encubierta. Todoest a la venta explica Christof en una de las pocas entrevistas que concede,desde el vestuario de los actores y lo que comen hasta las casas en las que viven.

    por qu cree que Truman nunca ha pensado plantearse la naturaleza delmundo en el que vive hasta ahora?

    Aceptamos la realidad del mundo tal y como nos la presentan, as de sencillocontesta Christof. Puede marcharse cuando quiera. Si tuviera algo ms queuna mnima ambicin, si estuviera absolutamente decidido a descubrir la verdad,no podramos impedrselo... Truman prefiere su celda.

    A diferencia del relato platnico, en el que un solo prisionero se desencadena paraascender al mundo real y abandonar la lbrega caverna, en esta pelcula solo hay unprisionero en la caverna, y los dems son figurantes que entran y salen de ella.

    Pocos son los inclinados a distinguir entre el mundo de las apariencias y el delas realidades autnticas; pocos son los que se preguntan si viven en una especiede juego de muecas rusas onricas. Sabemos que despertamos del mundo delos sueos a la vigilia, que nos parece el mundo real; pero es as? No es elmundo real otro sueo del que tambin podramos despertar? En la metafsica dePlatn hay ms muecas rusas que las que se tienen en cuenta en Matrix o en Elshow de Truman. En ambas pelculas, los prisioneros dejan de tomar por realeslas sombras que danzan en la pared y descubren, al desembarazarse de suscadenas y darse la vuelta, que son ms reales los objetos que producen esassombras. Pero si Platn hubiera podido asistir como espectador a ambas cintas,habra dicho que en ninguna de las dos se sale de la caverna, de lo que l consi-dera la caverna en su mito. El mundo de las Formas o Esencias de las cosas, quees el mundo exterior a la caverna en Platn, sera descubierto si existiera enun segundo despertar.

    Est recluido, a su vez, el mundo de las Formas platnicas en una realidadms verdadera que lo engloba? Hasta dnde llega el universo de muecas rusasy cul es la ltima de ellas?

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    De Platn a Matrix

    Christof no puede evitar que Truman resulte ser un espritu aventurero, cuyodeseo es ser explorador, como el gran Magallanes. Esta disposicin le podrallevar a querer salir del gigantesco plat que Christof ha preparado como escena-rio para la totalidad de su existencia. Pero pone remedio al problema implantandoen Truman una fobia al mar y a la navegacin.

    En el rodaje del show se cometen algunos deslices que van haciendo que Trumanentre en sospechas acerca de la autenticidad de lo que vive. Va descubriendocada vez ms descuidos en la actuacin de los extras del show del que es prota-gonista involuntario.

    Consigue burlar a Christof y las cmaras. Descubren a Truman navegando enun velero. Christof trata de detenerlo descargando una tormenta. Ante el peligrode muerte de Truman ante las cmaras, Christof manda que amaine la tormenta.Truman contina su travesa hasta que tropieza literalmente con los lmites de sumundo: una especie de lona pintada de azul, como el horizonte marino y, como elprisionero platnico, se dispone a salir . Christof intenta disuadirlo: Ah afuera nohay ms verdad que en el mundo que he creado para ti... Pero en mi mundo t notienes nada que temer. Le hace esta tentadora oferta: o el mundo de fuera, quees tan real como t podras desear pero en el que, por eso mismo, el azar esincontrolable y tu vida ser tan frgil como la de cualquiera; o el mundo que hefabricado para ti, que s, es fingido, pero te permite gozar del beneficio de la segu-ridad, de una inmunidad completa frente a la fortuna.

    Pero Truman sabe ahora que el mundo en el que se desenvolva es un teatroen el que se representa una obra en la que su parte la ha ido escribiendo otrapersona. Se puede querer regresar a una realidad aparente a sabiendas de quelo es? Moverse en una realidad autntica es una de las metapreferencias msinflexibles que puede tener un ser humano, y a la que solo estar dispuesto arenunciar en circunstancias extremas de dolor y abatimiento.

    Truman titubea ante la oferta de Christof, hasta que su creador le recuerda agritos que tiene que decir algo, que est en la televisin, en directo, ante todo elmundo. Un error que a Truman le hace sentir la fuerza de su metapreferencia porvivir en un mundo real, y no en otro ilusorio. Nunca has tenido una cmara en micerebro, le dice Truman a Christof como para recordarle que no ha podido escru-tar sus deseos ms hondos, por mucho que alardee de haber teledirigido su vida.

    Rivera, Juan Antonio, La preferencia tica por vivir en un mundo real II, en Loque Scrates dira a Woody Allen. Cine y Filosofa. 2003. Barcelona: Crculo deLectores, 2004.

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    Sociedad, ciencia y cultura contempornea

    LAS PATAS DE LA MENTIRA

    El club de los impostores

    ALGUNOS EPISODIOS RECIENTES DEL AMBIENTE DE LA CULTURA PUSIE-RON EN CUESTION TODO UN SISTEMA DE CREENCIAS Y LA LEGITIMIDADDE CIERTOS SABERES. PUEDE UN FRAUDE DELIBERADO CONVERTIRSEEN UN GESTO DE RUPTURA, EN UNA PROVOCACION? Y MS AUN: PUEDELA IMPOSTURA TRANSFORMARSE EN UNA FORMA DEL ARTE?

    HINDE POMERANIEC

    1. En los primeros das de abril, la comunidad artstica norteamericanaasisti a la presentacin de un libro que, ms que una biografa, era u