ENCUENTRA EN ESTA EDICIÓN:

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LA PAZ ES POSIBLE

“El deseo de paz es una aspiración esencial de cada hombre, y coincide en cierto modo con el deseo de una vida humana plena, feliz y lograda “ Ver pág. 3

E L P A P A N O S

H A B L A :

A Ñ O D E L A F E

Tenemos una sección especial en la que se podrás encontrar artículos, documentos, enlaces de videos y muchas cosas más que nos ayudarán a vivir mejor el Año de la Fe.

Ver pág. 2

L A I CO S E N AC C I Ó N

¿Economía de Comunión?

"La Economía de comunión propone

comportamientos inspirados en la gratuidad,

solidaridad y atención a los últimos en

empresas para las que es connatural la

búsqueda del rendimiento.”

Ver pág. 2

FA M I L I A :

El embrión, ¿ser humano en potencia?

“La vida es un proceso continuo, que

tiene un momento de inicio y termina

con la muerte...Desde su concepción,

el embrión ya un ser humano concreto,

único, irrepetible. ”

Ver pág. 4

PA S T O R A L

P E N I T E N C I A R I A

“La función culminante del sistema penal debe ser la rehabilitación ”

Ver pág. 4

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EL PAPA NOS HABLA:

VIVIR EL AÑO DE LA FE http://encuentra.com/especiales/el-ano-de-la-fe/

El Portal “encuentra.com” nació en el año 2000 para responder a la necesidad de disponer, de manera rápida y ordenada, de buenos contenidos católicos, fieles al Magisterio de la Iglesia, que pudieran ser utilizados para provecho personal y para trasmitir a otros la enseñanza de la Doctrina Católica.

Para ayudar a vivir el Año de la Fe tienen una sección especial en la que se puede encontrar el siguiente material para descargar:

Carta Apostólica Porta Fidei, del sumo Pontífice Benedicto XVI 25 frases de la Porta fidei de Benedicto XVI anunciando el Año de la Fe.

¿Qué es el año de la Fe?

El año de la Fe retoma el Concilio Vaticano II

¿Qué es la «nueva evangelización»?

Indulgencia plenaria por el año de la Fe

El Credo explicado por Benedicto XVI (parte 1 a 5) San Agustín. Creemos para entender: la fe busca el entendimiento

LAICO EN ACCIÓN:

¿ECONOMÍA DE COMUNIÓN? "El proyecto de la Economía de Comunión" nace durante un viaje que Chiara Lubich hizo a Brasil en 1991 con el objetivo de ofrecer una respuesta al drama de la pobreza. Se dio cuenta que era necesario un nuevo mo-do de producir y de distribuir la riqueza. Ella misma lo explicó con ocasión del doctorado honoris causa en Economía recibido en 1999 en la Universidad de Piacenza (Italia).

"La Economía de comunión propone comportamientos inspirados en la gratuidad, solidaridad y atención a los últimos en empresas para las que es connatural la búsqueda del rendimiento. La Economía de comunión quiere transformar desde dentro las estructuras normales de un empresa (sean sociedades anónimas, cooperativas o de otro tipo), dirigiendo todas las re-laciones intra y extra empresariales a la luz de un estilo de vida de comu-nión; siempre respetando plenamente los valores auténticos de la empresa y del mercado (valores resaltados por la doctrina social de la Iglesia y parti-cularmente por Juan Pablo II en su encíclica Centesimus annus)".

La novedad de este nuevo modelo, al que se adhieren más de 700 empresas en todo el mundo, consiste en que los beneficios de las empresas se destinan por igual a: Sostener a las personas más desvalidas. Formar "hombres nuevos" abiertos a la "cultura del dar". Invertir en el crecimiento de la empresa. Para profundizar en este tema puede visitar: http://www.focolares.es/es/ambitos/economiadecomunion.html

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En este mes en que se celebra el amor y la amistad, y en el cual daremos comienzo a la Cuaresma, nos servirá tener presente el mensaje del Papa Benedicto XVI : “BIENAVENTURADOS LOS QUE TRA-BAJAN POR LA PAZ”, inspirado en Mt 5,9.

El Papa nos recuerda que nuestro tiempo “reclama un compromiso renovado y concertado en la búsqueda del bien común, del desarrollo de todos los hombres y de todo el hombre”.

También nos dice que “las numerosas iniciativas de paz que enriquecen el mundo atestiguan la vocación innata de la humanidad hacia la paz. El deseo de paz es una aspiración esencial de cada hombre, y coincide en cierto modo con el deseo de una vida humana plena, feliz y lograda. En otras palabras, el deseo de paz se corresponde con un principio moral fundamental, a saber, con el derecho y el deber a un desarrollo integral, social, comunitario, que forma parte del diseño de Dios sobre el hombre. El hombre está hecho para la paz, que es un don de Dios.”

El Papa dividió su mensaje en cinco partes cuyas ideas principales les compartimos a continuación:

1. La bienaventuranza evangélica.

Las bienaventuranzas proclamadas por Jesús (cf. Mt 5,3-12; Lc 6,20-23) son promesas que se cumplen a todos los que se dejan guiar por las exigencias de la verdad, la justicia y el amor. Jesús les declara que, no sólo en la otra vida sino ya en ésta, descubrirán que son hijos de Dios, y que, desde siempre y para siempre, Dios es totalmente solidario con ellos. Jesucristo nos da la verdadera paz que nace del encuentro confiado del hombre con Dios. La paz es

la construcción de la convivencia en términos racionales y morales, apoyándose sobre un fundamento cuya medida no la crea el hombre, sino Dios: « El Señor da fuerza a su pueblo, el Señor bendice a su pueblo con la paz », dice el Salmo 29

2. La paz, don de Dios y obra del hombre.

El hombre debe tener paz con Dios viviendo según su voluntad, paz interior con uno mismo, y paz exterior con el prójimo y con toda la creación. Comporta principalmente la construcción de una

convivencia basada en la verdad, la libertad, el amor y la justicia.

Para llegar a ser un auténtico trabajador por la paz, es indispensable cuidar la dimensión trascendente y el diálogo constante con Dios, mediante el cual se implora la redención que su Hijo Unigéni-to nos ha conquistado. Así podrá el hombre vencer ese germen de oscuridad y de

negación de la paz que es el pecado en todas sus formas.

El que trabaja por la paz, según la bienaventuranza de Jesús, es aquel que busca el bien del otro, el bien total del alma y el cuerpo, hoy y mañana. La paz es principalmente la realización del bien común de las diversas sociedades, primarias e intermedias, nacionales, internacionales y de alcance mundial. Precisamente por esta razón se puede afirmar que las vías para construir el bien común son también las vías a seguir para obtener la paz.

EL PAPA NOS HABLA:

LA PAZ ES POSIBLE: RECORDANDO EL MENSAJE DEL PAPA Fuente: http://es.radiovaticana.va/Articolo.asp?c=651979

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3. Los que trabajan por la paz son quienes aman, defien-den y promueven la vida en su integridad.

El camino para la realización del bien común y de la paz pa-sa ante todo por el respeto de la vida humana, consi-derada en sus múltiples aspectos, desde su concepción, en su desarrollo y hasta su fin natural.

Auténticos trabajadores por la paz son los que aman, de-fienden y promueven la vida humana en todas sus dimen-siones, y la estructura natural del matrimonio- unión de un hombre y una mujer-; los que defienden y promueven el reconocimiento del derecho al uso del principio de la obje-

ción de conciencia con respecto a leyes y medidas gubernativas que atentan contra la dignidad humana; y los que defienden y promueven el derecho de libertad de religión.

4. Construir el bien de la paz mediante un nuevo modelo de desarrollo y de economía Tanto el desarrollo integral, solidario y sostenible, como el bien común, exigen una correcta escala de valores y bienes, que se pueden estructurar teniendo a Dios como referencia última. Dentro de la actividad económica, el que trabaja por la paz debe tener su escala de valores y bienes en referencia a Dios, es el que instaura con sus colaboradores y compañeros, con los clientes y los usuarios, relaciones de lealtad y de reciprocidad; realiza la actividad económica por el bien común y no sólo por su propio interés. Los que trabajan por la paz están llamados a combatir la crisis alimentaria, actuando juntos con espíritu de solidaridad, con el objetivo de poner a los agricultores en condiciones de poder desarrollar su actividad de modo digno y sostenible desde un punto de vista social, ambiental y económico. 5. La educación a una cultura de la paz: el papel de la familia y de las instituciones. El Papa expresó su deseo de reiterar con fuerza que todos los que trabajan por la paz están llamados a cultivar la pasión por el bien común de la familia y la justicia social, así como el compromiso por una educación social idónea. La familia es célula base de la sociedad y tiene como vocación natural promover la vida. En la familia cristiana, bajo la tutela de los padres, se ejecuta el proyecto de educación de las personas según la medida del amor divino y en la cultura de la paz.

MILAGROS HOY:

ENCONTRE LA REDENCIÓN EN EL BOTE DE BASURA Un joven llamado Christopher, que cayó en el mundo de las drogas a raíz de su homosexualismo. Contarla es exponerse a ser enjuiciado por corazones duros; pero también es la forma de mostrar su gratitud a la misericordia de Dios transmitida. Este joven, por quien su familia oraba pidiendo su conversión, un día es arrestado, enjuiciado y condenado. Estando en la cárcel encontró una biblia y descubrió a Dios. Leyó la Palabra cada día y su corazón se fue transformando. Cuando salió tenía la decisión de vivir como Dios quería y no dejarse llevar por sus emociones. Dejó la droga, dejó sus conductas homosexuales y ahora sirve a Dios. ¿No es esto un milagro?.

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FAMILIA:

EL EMBRIÓN, ¿SER HUMANO EN POTENCIA? Extracto de artículo publicado en Catholic.net. Autor: Fernando Pascual.

La vida es un proceso continuo, que tiene un momento de inicio y termina con la muerte.

En ese proceso, usamos las expresiones “en potencia” y “en acto”, que tienen su origen en Aristóteles y que han

adquirido un uso más o menos común, no siempre filosófico, entre la gente.

La fórmula es falsa, porque el embrión humano ya es en acto un individuo de la especie humana, aunque no sea un niño

en acto.

Por eso, resulta equivocado afirmar que el embrión sea un ser humano en potencia.

Desde su concepción, el embrión ya un ser humano concreto, único, irrepetible. Tan

real como lo fuimos cada uno de nosotros en las primeras fases de nuestro

desarrollo. Tal real, que tiene la potencia (la posibilidad) de llegar a ser un feto, un

niño, un joven, un adulto y un anciano, si consigue recorrer el camino de la vida sin

interrupciones bruscas, sin que la muerte (accidental o provocada) anule sus

potencialidades.

Sólo si le vemos en su identidad, en su condición auténticamente humana, seremos capaces de defender su derecho a la

integridad y a la vida, contra quienes defienden su muerte a través del aborto. Además, seremos capaces de ofrecerle

aquello que cada ser humano merece y necesita: amor, protección, apoyo y asistencia. Algo que no sólo necesitan los

embriones sino también los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos, en un mundo que esperamos más solidario y

más comprometido en la defensa de los derechos de todos, especialmente de los más débiles y desprotegidos.

PASTORAL PENITENCIARIA:

LA FUNCIÓN CULMINANTE DEL SISTEMA PENAL DEBE SER LA REHABILITACIÓN Queremos retomar hoy el discurso dirigido por el Papa a directores de las administraciones

penitenciarias del Consejo de Europa el pasado noviembre, en el cual les dijo que la función

culminante del sistema penal debe ser la rehabilitación. La modalidad de ejecución de las penas

carcelarias, en relación a las cuales el parámetro de la "justicia" debe acompañarse con el del

respeto de la dignidad y de los derechos humanos. Pero incluso este parámetro, no puede

considerarse suficiente a la hora de proteger de manera integral los derechos de la persona.

El Papa subrayó que es necesario comprometerse prácticamente en la rehabilitación efectiva de la persona, sea en función de la dignidad que le es propia, como con vistas a su reinserción social (...) A fin de que la justicia humana, en este campo, se inspire y se oriente según la justicia divina, es necesario que la función rehabilitadora de la pena se considere como su razón culminante y calificativa. El Papa hizo reflexionar acerca de la justicia cuando mencionó que para que la justicia se cumpla en sentido integral debe tener un castigo aparejado con una acción que le permita mejora; pues es la forma de sanar la inclinación a cometer un delito y evitar la peligrosidad social de la persona. El Sumo Pontífice también mencionó que “El contacto con los que han cometido culpas que expiar y el compromiso necesario para devolver la dignidad y la esperanza a aquellos que, a menudo, ya han sufrido la exclusión y el desprecio recuerdan la misión de Cristo, que no vino a llamar a los justos, sino a los pecadores, destinatarios privilegiados de la misericordia de Dios”. “Cada persona - ha recalcado- está llamada a ser el guardián de su hermano”. En este sentido -ha indicado el Santo Padre- es muy importante la promoción de actividades de evangelización y de asistencia espiritual, capaces de suscitar en los detenidos, sus aspectos más nobles y profundos, despertando en ellos el entusiasmo por la vida y el deseo de belleza que caracterizan a los que llevan grabada en ellos, de forma indeleble, la imagen de Dios”.