CdG nº 03

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que recibir es mejor dar Las nubes grises también forman parte del paisaje

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Cuando no grano en el granero mala cosa para el gallinero

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que recibires mejor dar

Las nubes grises también forman parte del paisaje

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caldodegallina

Editadepasxuventude.org

Equipo editorialJavier GarcíaJavier PorroFernando Tomé Redactora jefeOlalla Rodríguez

Equipo de redacciónJavier AguadoPablo AguadoBea MosqueraAlmudena OteroCristina OteroJavier Pérez Andrea RollingsLidia SantiagoFernando Tomé

Director de arteFernando Tomé

ColaboradoresMarta CaramésDavid Planas

Corrección de estiloAlmudena OteroMaría Pérez

FotografíaAndrea RollingsInma Touris

IlustraciónLidia SantiagoFernando Tomé

Depósito legalC 1059-2012

ImprimeTórculo

CaldodeGallinaAptdo. de correos 3715704 Santiago dC.............................Si todos los derechos son reservados, ¿todos los zurdos son muy habladores?.............................

La cola era interminable. Detenidos en el stop, parecía que nunca nos moveríamos de allí. Entonces brillaron dos luces como dos

estrellas milagrosas, las largas de un camión nos invitaban a incorpo-rarnos al carril. Al rato, mi conductor dejó colarse a otro turismo: “Se a min me deixaron, eu non vou a ser menos”.Se le veía feliz por haber engendrado un gesto de generosidad. Creo que cuando alguien no es capaz de dar, es porque no ha valorado sufi ciente cuanto ha recibido, que suele ser bastante. Esta abundan-cia nubla la mente para agradecer. Seguro que el propio Scroodge disfrutó reparando su primitiva taca-ñería cuando los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras le “cantaron la gallina”. Blindar sus privilegios le volvió huraño. Valorarlos, le abrió al gozo del bien que pudo hacer con ellos. Para poder dar con libertad es preciso superar el miedo a perderse, a morir pobre y antes que otros. El montañero rumano Horia Cali-basanu dudó entre coronar el Annapurna o ayudar a su compañero de escalada, Iñaki Ochoa de Olza. No podía salvarle y era un riesgo; pero se quedó. Perdió una cima, pero ganó otra mucho más alta.

Manuel Blanco.

Es mejor que recibir

dar

Se acabaron los exámenes y llegó

Alfred Hitchcock el maestro del

suspenso

Hitchcock

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CdG es gratuita… mientras podamos. Si quieres colaborar: NOVAGALICIA BANCO 2080 0379 11 3000027283

El rescateHay días en los que cuando tengo que entrar en la entidad financiera en la que tengo mi cuenta

corriente (¡y tan corriente!), me dan ganas de alzar los brazos y gritar: ¡perdón, vengo a que me atraquen! Ya sé, soy un exagerado y un tremendista. Pero tengo la sensación de que la voracidad insaciable de los especuladores y banqueros, términos que ya van siendo casi sinónimos, es en buena medida el origen de esta crisis económica que deriva en cierre de empresas y millones de parados.Mucho se habla del “rescate” que nos van a regalar con leoninas condiciones. Pero ¿quién habla del verdadero y único rescate que necesita este sistema económico, herido hasta la médula de codicia y de avaricia? El auténtico rescate es una doctrina social de la Iglesia en la que la persona humana, mujer y hombre, es el centro y el fin y nunca medio o instrumento para manipular, usar y tirar.Leamos la encíclica “Caritas in veritate” de Benedicto XVI y echemos un vistazo a la parábola evangéli-ca del rico Epulón y del pobre Lázaro. Es verdad que no debemos juzgar, pero también es cierto que en el “Magnificat” se nos dice que el Señor “a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despi-de vacíos”. Pues eso.

Javier AguadoFotografía: Andrea Rollings

A los hambrientos

los colma de bienes

y a los ricos los despide vacíos

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El precio lo pones tú...Ano 1995, o mp3 era unha ilusión no ho-

rizonte dun mundo dixital que apenas se albiscaba, aínda escoitabamos as casetes no noso coche. A industria musical non auguraba a crise, eran tempos no que un disco comer-cial podía vender moitas, moitísimas copias. Neste contexto Luis Guitarra comeza un xeito novo de gravar, editar e distribuír música dende un plantexamento solidario e distinto, El precio lo pones tú.

Este xeito de distribución xorde de contar e cantar realidades difíciles nas que Luis Guitarra ve que o mellor xeito de contribuír a mellorar a vida destas persoas, de axudar con proxec-

tos, é que cada unha das persoas que escoita a súa música poña o prezo que queira aos seus discos e así todos son partícipes deste proxecto. “La música es una ocasión perfecta para en-contrarse con gente”,”la música es una forma muy atrevida con la que puedes llegar a las personas y plantear sentimientos, problemas que están pasando en nuestro mundo y rea-lidades difíciles”, cóntame nunha de tantas tertulias que tiven oportunidade de compartir. A este xeito de vida, de sentir, fóronse suman-do músicos, artistas, creadores, persoas que decidiron xuntarse e crear en 2002 Como tú, Como yo. Esta ONG créase para darlle canle e coordinar a persoas, actividades e esfor-zos que confl uían neste espazo de encontro, música e compromiso, e así poder desenvolver novos proxectos.

O libro Amores puntuales de Ana García Cas-

La música es una ocasión perfecta para

encontrarse con gente

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tellano, o disco Pasárselo bien de Xaquín, o disco Todo es de todos de Luis Guitarra, o conto Tengo una mamá de Carmen Sara Floriano, son algúns dos materiais que se foron sumando a El precio lo pones tú. Con todo o que se recada destes materiais, ademais da aportación dos socios e colaboradores, rea-lízanse concesións de préstamos, asesoría e acompañamento persoal, ademais da edición doutros materiais e proxectos en distintos países. Historias como a de Lucía, Los favoritos de Dios ou Alégrense retratan as vidas, senti-mentos e anceios a través da música; non só podemos escoitar, senón que tamén temos un oco para humanizar e sentirnos humanizados. Neste pasado Nadal Como tú, Como yo pre-parou un deseño dunha tarxeta solidaria cun texto dun fragmento da canción de Luis Gui-tarra, Sois Sal. Esta tarxeta propón ser Sal e dar sabor ante as difi cultades do noso mundo

actual e alimentar así a vida e a esperanza da humanidade. Estas tarxetas non teñen prezo establecido; coas aportacións fi nanciarase a creación dunha panadería en Perú e o apoio a familias inmigrantes de escasos recursos en todo o estado. Para máis información podedes consultar a páxina da ONG

www.comotucomoyo.org

Venres tarde, facultade de Xornalismo en Madrid, falamos de todo isto, de proxectos, de novas cancións e, entre notas e acordes, fi co no meu maxín cunha frase das súas últimas cancións que tanto teñen que ver con este proxecto, coa vida e con este xeito de sentir

... y derrochar contigo la felicidad....

....y regalaré los azules de mi mar...

Bea MosqueraIlustración: Fernando Tomé

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El negrito cimarrón El arte siempre ha sido un reflejo de la sociedad y de cada uno de sus di-versos niveles sociales, todo ello se materializa a través de la diversidad de todas y cada una de sus ramas artísticas. Mi arte no podría ser menos, cada etapa, cada serie, cada idea responde a un momento determinado de mi vida, tanto en lo personal como en lo artístico. No existen límites, mas allá de los técnicos, para expresar lo que me inquieta o lo que me emociona.

El mundo es sufrido, inquietante, triste y en muchos casos aterrador siempre y cuando nos encontremos fuera de esas gruesas paredes que componen el amor.

Por ello unas pinceladas de color en mi paleta siempre serán bien recibidas. No hay que tener miedo a soñar, ni a volar metafóricamente, la mente es lo único que puede viajar, de momento, sin que tenga que pagar por ello. David Planas

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Tu das o recibes?

Existe una alegría perenne en dar; dar lo que tenemos y lo que somos. ¿Tú das o reci-bes? Eso es lo que queremos contar en las tres siguientes historias, de tres experien-

cias diferentes contadas por tres distintas personas.Sólo es una pequeña muestra de tantas vidas, tantas personas que entregan parte de su tiempo, de su dinero, de lo que son… de su vida; o de esas personas que lo entregan todo.

Cottolengo

Cottolengo fue el apellido de alguien que, ya desde niño, sintió una especial debilidad por los más pobres, abandonados, moribundos.

A día de hoy, muchos centros llevan su nombre y se dedican al cuidado de los más margina-dos, los enfermos sin cura; aquellos que no acoge nadie, ni siquiera las instituciones. Estas casas viven de la providencia, eso quiere decir que no poseen bienes, no acumulan… tienen estrictamente lo que necesitan para vivir.Aunque la casa de Santiago de Compostela está liderada por monjas Servidoras de Jesús del Cottolengo, son muchos los voluntarios que, como tú y como yo, sienten esa debilidad por los que sufren y apuestan por dedicar algo de sí mismos para los demás. Hoy quiero compartirte algunas experiencias de gente corriente, jóvenes universitarios que quisieron entregar una tarde gratuitamente a quienes lo merecen.

‘me ha impactado el hecho de que no dudasen ni un solo segundo de que Dios las iba a ayudar cuando tienen un problema’. (Paloma, 19)

‘una experiencia diferente, motivadora’. (Sandra, 19)

‘instructivo, bonito; ayuda a ver una parte de la Iglesia que muchas veces no se conoce’. (Henar, 18)

‘ha sido una experiencia que me hará valorar más las cosas y ayudar a los demás en todo lo posible’. (Cristina, 18)

‘me impresionó ver que conseguían todo sólo de la providencia y esfuerzo’. (Cristina, 18)

Javi Pérez cottolengopalegre

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Cocina Económica

Me traslado hasta la parte vieja de nuestra Santiago para hacer una visita especial. Recorro las calles pedregosas mirando los carteles, creo que a propósito de la

Navidad es bueno recordar a los que se esfuerzan todos los días por los demás. Por ellos va este artículo, por la gente que deja por unos instantes de pensar en sí mis-mos y se dedica a compartir, muchas veces lo único que tienen, su tiempo.El cartel es sencillo, llamo a la puerta y me abren amablemente. Es una sensación peculiar el hecho de que una institución tan importante y tan antigua, nada menos que ciento veinte años, se encuentre en una calle tan oscura.Estoy en la Cocina Económica. Me cuentan sus labores, unos cuantos voluntarios y pocas hermanas de la Caridad sirven tres comidas al día a unas cien personas. A cambio de esto, los usuarios tienen que pagar la simbólica suma de cincuenta cén-timos, que no cubre los gastos pero sirve para que se conciencien de que lo que le regalan con una sonrisa cuesta. Esta cantidad es depositada en un pequeño mos-trador de madera que se encuentra en el comedor, una estancia muy hogareña con sencillos adornos y alegres manteles. Tienen solo espacio para noventa y cuatro comensales, pero se las arreglan para ayudar a cuantos pueden. Aunque también hay que tener en cuenta la generosa ayuda del obispado, el ayuntamiento y de unos cuantos donantes voluntarios, sin los cuales nada de esto sería posible.Realmente considero que estos actos desinteresados son muy importantes en la sociedad de hoy en día. Sin ellos muchas personas no tendría que comer, ni si quiera donde pasar el tiempo libre. Con esto lo único que pretendo es dar voz a todas esas personas que se esfuerzan por los demás y que nosotros no apreciamos por el sim-ple hecho de que no son conocidas.

Marta CaramésIlustración: Lidia Santiago

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PalusoAntes en el bar Paluso, y ahora en el centro sociocultural de Conxo, el matrimonio Chus Iglesias y Serafín, con su familia y amigos, invitan a celebrar la Nochebuena y Navidad a todos aquellos que no tienen con quien compartir las fiestas. Empezaron hace 16 años cuando, al morir su hija de 18 años en un accidente de tráfico, sin ánimo de celebrar la cena de Navidad, decidieron hacerlo motivados por la familia. Esa misma noche, al acompañar a unos amigos en el coche, vieron a una pareja joven comiendo un bocadillo en la calle y surgió algo que marcó su Navidad hasta ahora: “Mira cuánta gente sola... con el dinero que nos gastamos hoy podríamos invitar a mucha gente”.El primer año contactaron con Cruz Roja, con el albergue San Francisco, con Cári-tas, pusieron anuncios en la calle; esperaban unas 20 o 30 personas… ¡y finalmen-te fueron 85!Un día el bar se cerró, pero ellos siguieron celebrando en el centro sociocultural, donde se puede colaborar con entrega de alimentos o echando una mano para que la cena salga adelante. Incluso han creado la asociación “Paluso”, con la que tam-bién se puede colaborar a través de donativos. Mucha gente ayuda, se organizan conciertos para recaudar fondos, se recoge gente que está sola, cuentan con el apoyo de la policía municipal... Lo más importante es la gente a la que acogen, sin distinción alguna. Como dice Chus: “El 80% de los que asisten son gente desconocida, pero somos una familia. A veces me vienen a dar las gracias y siempre les digo que soy yo la que les tiene que dar las gracias, porque son invitados que queremos que vengan a compartir nuestra mesa, queremos celebrar la Navidad con ellos”.

Almudena Otero

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Mi lavadora tiene mejores

programas que la

tvPara todo lo demás CdG

Fotografía: Inma Touris

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Historias de la huerta

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