Capítulo I. De Turismo, Ciudad y Espacio...
Transcript of Capítulo I. De Turismo, Ciudad y Espacio...
12
Capítulo I. De Turismo, Ciudad y Espacio Público
13
I. 1 Acerca del turismo en tiempos modernos.
Ser moderno está relacionado con procesos de cambio de cada uno de los
recursos, (naturales, humanos, técnicos, económicos, etc.), con los que la sociedad
cuenta para mejorar la calidad de vida. Dicho de otro modo, la modernidad ha envuelto
a la sociedad en un proceso de sistematización de recursos, con el fin de obtener el
mayor provecho económico, político y social a través del discurso del progreso y
desarrollo.
Tales argumentos han repercutido directamente en las tendencias políticas del
estado-nación; las ciudades responden en sus posibilidades al discurso modernizador del
sistema económico, creándose controversias para las naciones en vías de desarrollo.
Por consiguiente, las sociedades actuales se encuentran sujetas a la modernidad
y a su objetivo de innovar cada uno de los espacios y tiempos en que estas viven, con el
único fin de agrupar a los individuos que habitan el globo terráqueo en uno solo, así se
manifiesta la globalización, medida para estandarizar a la sociedad en una sola línea de
innovación y cambio. En sí, llegar a ser tan modernos como el mismo sistema social y
económico nos los permita.
El turismo se conforma de un catálogo de actividades que el hombre ha
incorporado a su agenda como una necesidad de la época moderna, es decir, su génesis
se reconoce como producto y fenómeno de la modernidad.
MacCannell (Año) en su Libro “El turista. Una nueva teoría de la clase ociosa”
aborda la importancia del turista como emisor de las diversas caras de la modernidad:
“El turista es uno de los mejores modelos
disponibles para el hombre-moderno-en-
general…nuestra primera aprehensión de la
civilización moderna emerge en la mente del
turista.”4
En gran medida, la sociedad moderna se ha valido del turismo para reconocer lo
propio y ajeno de la comunidad a la que pertenece, jugando con la representación de las
distintas imágenes del mundo y contribuir a recrear su propia visión de lo llamado
4 MacCannel, Dean. El turista. Una nueva teoría de la clase ociosa. Editorial Melusina.
14
moderno. Éste juego trae consigo alteraciones en las prácticas sociales y culturales de
comunidades a las que son emitidas este conjunto de imágenes.
El cambio en las comunidades receptoras del turismo consiste en la adaptación
del espacio, lugar y tiempo a las condiciones que el turismo dicta, dando una nueva
resignificación a las formas de vida de los habitantes.
Es sólo a partir de las prácticas alrededor del turismo, que podemos observar las
diferencias. Ocurren ciertas disparidades económicas entre países emisores y receptores,
En los países en vías de desarrollo se distinguen mejor los contrastes, ya que
éstos objetivan su bienestar económico y social en la reproducción de ciudades bajo
modelos turísticos.
Palafox (2005) comenta: “…diversas comunidades rurales, han sufrido las
consecuencias de una nueva visión y estructura del mundo, al considerar bienes y
servicios como agentes reguladores y mediadores del entorno, con la finalidad de
incrementar el capital a través de la venta de estos y generando la necesidad de
otros”5, se producen impactos sociales, económicos, políticos y culturales para las
comunidades receptoras.
De esta manera, el turismo empieza a ser una estrategia gubernamental para
fomentar la actividad económica de comunidades en vías de desarrollo, con el objetivo
de generar capital externo a manera de inversión, empleos y el progreso regional,
consecuencia de la globalización. Su intervención en los procesos globales origina la
reconfiguración de la vida social de individuos y comunidades, las cuales han adquirido
nuevas formas de percibir y relacionarse entre sí, produciendo mayor interconexión
económica, cultural, política y social entre las naciones.
El turismo está considerándose un motor en las economías de países en vías de
desarrollo, así como uno de los principales mediadores de flujos económicos a nivel
mundial.
Como lo es previsto por la Organización Mundial de Turismo, se pronostica para
el año 2010, que mil seis millones de personas harán turismo. Muchos de estos turistas
tendrán por destino un espacio urbano, o usarán estos espacios urbanos como base en
servicios para la visita a los destinos de naturaleza.6
5 Palafox M., Alejandro. Modernidad y turismo en Cozumel. Turismo: Teoría y Praxis. Editorial Plaza y Valle. 2005 6 Bacci, Maria Eugenia. La Importancia de la gestión en el turismo urbano. FORUM UNIVERSAL DE LAS CULTURAS 2007. Encuentro Internacional de Turismo Urbano y Cultura.
15
Las actuales sociedades se encuentran enfocadas en recrear ciudades, escenarios
y espacios distintivos para el consumo turístico, buscando con ello distinción,
autenticidad y reconocimiento.
En tanto, el desarrollo turístico en espacios urbanos, representa una oportunidad
y una debilidad para las ciudades que se encuentran en dicho proceso, debido a la
posibilidad de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes, pero se enfrentan a las
consecuencias que genera cambiar las dinámicas sociales y económicas de un centro
urbano.
I.1.1 Turismo
Imagen 1. Perspectivas Plaza Gobernadores ubicada en el Malecón de Puerto Peñasco.
El turismo constituye un fenómeno social, económico, cultural y político, que
conjuga el desplazamiento temporal de un determinado grupo social a un destino, con el
fin de desarrollar actividades de descanso, diversión, cultura y salud, del cual se
desprenden una serie de consecuencias urbanas, de acuerdo al tipo de actividad turística
desarrollada en las comunidades receptoras.
16
De la Torre (1984:11) define el turismo como un fenómeno social que consiste
en un desplazamiento temporal de individuos o grupos de personas que,
fundamentalmente por motivos de recreación, descanso, cultura o salud, se trasladan
de su lugar de residencia habitual a otro, en el que no ejercen ninguna actividad
lucrativa ni remunerada, generando múltiples interrelaciones de importancia social,
económica y cultural.7
Álvarez (2000:8) lo explica como un fenómeno de carácter económico, social y
cultural, que consiste en el desplazamiento voluntario y temporal de forma individual o
grupal, del lugar de residencia habitual con motivo de recreación, descanso, cultura y
salud, a otro sitio donde no se realiza actividad reenumerada y en el puede no existir
actividades, espacios, bienes y servicios planeados, construidos y operados para el
disfrute.8
Sin embargo, más allá de las definiciones que podamos aportar para vislumbrar
un poco acerca del fenómeno turístico que conocemos hoy en día, es necesario recurrir a
su evolución histórica y los procesos de cambios y reestructuración a los que ha estado
sujeta dicha actividad.
A partir de estos períodos, el surgimiento de instituciones sociales y empresas
enfocadas al desarrollo del sector turístico fueron ampliándose, de acuerdo al tipo de
experiencias y gustos que los propios turistas demandaban. De manera que se crearon
diversas variantes de turismo, según la oferta geográfica, natural y espacial de las
ciudades.
El turismo masivo aparece como una de las etapas evolutivas del mismo, tiene
sus inicios en la postguerra, tras el auge de la revolución industrial y de la urbanización
del siglo XX. Ambos elementos vinieron a transformar la concepción del desarrollo
urbano, para llevarlo a la esfera de la economía global, replanteando la ciudad como un
producto para el consumo, ocio, diversión y descanso al alcance de más individuos.
Caracterizado por el desplazamiento de grandes corrientes de individuos a
centros turísticos recomendados generalmente por otros turistas, con una fuerte
tendencia a racionalizar su estancia y gastos. A su vez, es relacionado con la
homogenización y estandarización de los destinos turísticos, como parte de la tendencia
a recrear espacios urbanizados de acuerdo a la expectativa del turista y la demanda de
los mismos.
7 Palafox M., Alejandro. Modernidad y turismo en Cozumel. Turismo: Teoría y Praxis. Editorial Plaza y Valle. 2005 8 Entorno del Turista. Perspectivas Volumen 2. Pág. 12
17
Es importante reconocer los procesos sociales e históricos que conjugados,
dieron lugar al turismo masivo como lo conocemos en la actualidad.
Primeramente, el estado de bienestar social al cual transitaron las sociedades
industriales, se caracterizó por el surgimiento de la clase media asalariada, con ligeras
variaciones de status social, aunado al cambio de las leyes laborales después de la
segunda guerra mundial, con tales hechos se logró que obreros obtuvieran derecho a un
descanso remunerado, permitiendo así, que más individuos pudieran tomar vacaciones.
El ritmo de vida industrial permitió la organización del tiempo y legitimar las
denominadas horas de trabajo y horas de descanso, siendo estas últimas donde
repercutió directamente el tipo de actividades a desarrollar por las personas en su
tiempo de ocio.
Así pues, la generación del ocio se convirtió en una puerta para el desarrollo del
turismo, revelándose como una alternativa para las sociedades consumistas industriales,
es decir, una condición necesaria para el desarrollo de sistemas económicos. Los
individuos reconocen su condición de turistas, lo que implica el deseo de conocer y
vagar por las diversas ofertas turísticas, para alimentar su status social desde de la
experiencia personal, esto significó una gran oportunidad para el desarrollo del turismo
como actividad económica. La influencia del postfordismo tanto entre países como
empresas, suscitó una competencia por acaparar el mercado que se encontraba en
ascenso, por lo que fue necesario anticiparse a los deseos del turista y recrear
localidades bajo esquemas que invitaran al consumo.
La creación de un nuevo significado de ser turista, como coleccionista de lugares
y experiencias, dio lugar a la afluencia turística y a considerarse esencial en la vida
moderna de los individuos, invitando a la reflexión sobre su presencia cosmopolita.
En otro apartado, los avances tecnológicos están directamente relacionados con
el desarrollo y modernización de los medios de transporte, lo que ha provocado la
posibilidad de trasladarse a lugares más alejados, pues se acortan las distancias y los
tiempos. Asimismo, la democratización de los medios de transporte y los costos
reducidos por la competencia del mercado permitió el acceso a la clase media y originó
la masificación y extensión del turismo a nivel global.
Estos sucesos vinieron a marcar la historia del turismo, dando lugar al turismo
masivo, el cual consta de diversas variantes, empero, una de las más demandadas por
sus características climáticas y paisaje natural es el turismo masivo de playa y sol. En
18
un inicio, tal oferta era solicitada por turistas tanto de Europa como de América por las
características curativas del agua, el sol y el aire de mar.
Dichas características impulsaron que esta variante del turismo masivo
prevaleciera a lo largo del siglo XX, incrementándose los ingresos en diversos países
del mundo para multiplicar los espacios destinados al turismo, lo que resultó en
ciudades caracterizadas por una forma específica de urbanización, con fines de consumo
y venta de servicios fundamentalmente turísticos.
Las ciudades del turismo representan la oportunidad para el turista de descubrir
la emoción que cada espacio ofrece. Así, la tendencia del turismo es orientada hacia la
oferta de productos turísticos más especializados, dirigidos a demandas cada vez más
segmentadas y exigentes.
Siendo las consecuencias prácticas del turismo desembocadas en una realidad:
“…representada a través de la modernización de los pueblos, en el urbanismo y el
crecimiento de las ciudades, en las obras públicas, las infraestructuras y los impactos
medioambientales, en las nuevas tecnologías, el empleo y la economía, en las
migraciones y las estructuras demográficas, en la cultura, la política, las
comunicaciones, la calidad de vida, la moral, etc.; es decir, en casi todo cuanto causa
efectos sobre las sociedades de nuestra época.”9
I. 1.2 Turismo Fronterizo
México comparte una frontera de 3,200 kilómetros hacia el norte con Estados
Unidos, lo cual se convierte en una gran puerta para el flujo de población
norteamericana que tiene como propósito realizar actividades de tipo turístico en
nuestro país.
Enríquez (2008) identifica el Turismo Fronterizo como una práctica realizada por
norteamericanos que tienen estancia y gastos en las ciudades de la frontera mexicana
para obtener entretenimiento, consumir artesanías y utilizar los servicios médicos.
Tradicionalmente la frontera norte se identifica por su dinámica económica y su
importante atracción migratoria, lo que la convierte en sede para la manifestación de
diversos procesos sociales y culturales.
9 Mazón, Tomas. Sociología del Turismo. Editorial Centro de Estudios Ramón Areces S. A.
19
Actualmente, el turismo fronterizo practicado por los norteamericanos en el
norte de México asume varias características, Enríquez (2008;9) distingue cuatro
tipos10:
1. Turismo de fin de semana. Esta actividad se relaciona con la migración de
norteamericanos para consumir las diversas ofertas de ocio que existen en las
ciudades fronterizas de México, como son cantinas, bares, restaurantes, entre
otros. Tijuana, Nogales y Ciudad Juárez, son ejemplos de este tipo.
2. Turismo Médico a la ciudad fronteriza. Este cumple el único fin de abastecer
de medicamentos y servicios odontológicos a los pobladores
norteamericanos, debido a la baja en costos comparado con USA.
3. Turismo de segunda residencia, de playa y sol. Este tipo de turismo se
caracteriza por su impacto en la estructura urbana, debido a que diversas
ciudades turísticas fronterizas abren las puertas a norteamericanos con el fin
de crear complejos residenciales de segunda residencia, tiempos compartidos
y hoteles para uso y disfrute de turistas durante todo el año. Ejemplos
Tijuana-Ensenada, Los Cabos en Baja California, Puerto Peñasco y San
Carlos, en Sonora.
4. Otro tipo de turismo. Ecoturismo, Turismo Cinegético y Turismo Cultural.
10 Enríquez Acosta, Jesús A. Segregación y fragmentación en las nuevas ciudades del turismo. Caso Puerto Peñasco, Sonora, México. Revista Topofilia. Volumen 1, Número 1, Septiembre del 2008.
20
I.2. Ciudades del Turismo
En los últimos años, la urbanización ha dado lugar a la proliferación de mega
ciudades y aglomeraciones urbanas, convirtiéndolas en los principales centros de
actividad y decisión económica.
Imagen 2. Imágenes de Calle 13, principal avenida turística de Puerto Peñasco.
“La ciudad nace como resultado y símbolo de este proceso, en el que el hombre no sólo ocupa el territorio cercano, sino que extiende su huella, transformado su entorno para proveerse de los insumos necesarios para su expansión”11
Las ciudades del turismo están pensadas para satisfacer las necesidades
humanas, su estructura urbana se halla bajo esquemas que brindan función-habilidad,
acceso y atractivo a corrientes numerosas de turistas.
La necesidad de explotar el potencial turístico del espacio urbano y geográfico,
conjugándolo en infraestructura para placer, ocio, deseo y comodidad, se convirtió en la
fórmula más eficiente para empresarios, inversionistas y el Estado.
11 Tesis Doctoral “Indicadores de Desarrollo Urbano Sostenible. Una Aplicación para Andalucía. Doctorante Marcos Castro Bonaño. Universidad de Málaga. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Departamento de Economía aplicada, Estadística y Econometría. Málaga, España, 2002.
21
Salvador A. Clavé (1998) expone al respecto lo siguiente: “El proceso de
reconocimiento y comercialización de estos espacios y de sus recursos se hace a través
de mecanismos institucionales –públicos y privados- como la legislación, la regulación
y la reproducción. Es a través de este proceso de reconocimiento institucional que un
determinado espacio se incorpora al sistema de producción turístico. Esta
incorporación implica una conversión de recursos y una creación de productos, es
decir, implica la inclusión de recursos, en tanto que bienes patrimoniales, generalmente
públicos, al propio turístico – playas, monumentos históricos, espacios naturales-; y la
creación de atracciones a manera de productos turísticos específicos –parques
temáticos, cruceros-. Es de esta manera como, tradicionalmente, la industria ha dotado
de sentido determinando espacios y ha generado ciudades específicas para el turismo.
Ha propiciado la urbanización turística.”12
La urbanización con fines turísticos origina el desarrollo de zonas estratégicas de
las ciudades, cuya finalidad principal es generar espacios para el consumo y uso de
turistas.
Sin embargo, el planteamiento inicial de la creación de ciudades del turismo, es
fomentar una relación reciproca entre residentes y visitantes, en donde ambos puedan
obtener beneficios para sus formas de vida, pero la realidad muestra consecuencias
adversas, ya que su creación ha acentuado las brechas económicas y sociales que
repercuten directamente en las formas espaciales de la ciudad.
I. 2.1 Características urbanas de Ciudades Turísticas
a) Ciudad Global
Imagen 3. Panorámica de torres de condominios a línea de playa en Puerto Peñasco.
12 Antón C., Salvador. La urbanización turística. De la conquista del viaje a la reestructuración de la ciudad turística. 1998. Pág. 24
22
La ciudad global corresponde a los modelos económicos capitalistas, que
concentran el poder en un territorio, creándose zonas metropolitanas encargadas de
ejercer control y dirección a la economía.
“Las ciudades globales (Sassen, 1991) superan la
concepción tradicional de las metrópolis (Jones,
1990), adoptando un papel de creciente importancia
como auténticos centros directores de la economía
regional, nacional y, en algunos casos, mundial.”13
El territorio urbano juega un papel decisivo en la configuración de la ciudad
global, por ser sede de los acontecimientos económicos sobresalientes, de manera que
resulta conveniente mantener la especulación del espacio urbano, ya es un mecanismo
para fomentar la inversión extranjera.
Entonces, la apertura económica se convierte en el principal factor para
componer y descomponer la mancha urbana, de acuerdo a esquemas que permitan
generar la participación de lo local en lo global, lo que hace real su incorporación al
sistema capitalista.
El sistema capitalista deja plasmado en la imagen de la ciudad sus consecuencias
y perversiones de forma explícita, recreando sectores económicos y sociales
antagónicos y sobrepuestos, de manera que la ciudad se descompone en zonas donde
sus dinámicas completarías y a la vez evasivas, permiten visualizar la ciudad dual.
13 Tesis Doctoral “Indicadores de Desarrollo Urbano Sostenible. Una Aplicación para Andalucía. Doctorante Marcos Castro Bonaño. Universidad de Málaga. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Departamento de Economía aplicada, Estadística y Econometría. Málaga, España, 2002.
23
b) Ciudad Dual
Imagen 4. Panorámica de área periférica urbana donde habitan residentes de Puerto Peñasco.
La ciudad global deja plasmada en su urbanización cada uno de los procesos de
acumulación de capital, organización de la producción, de integración de los
mercados, de comunicación de los mensajes y de ejercicio del poder planetario14.
Tales procesos desembocan en ciudades homogéneas caracterizadas
predominantemente por la dualización espacial, fragmentación y disolución.
La ciudad dual de Borja y Castells (1997) se caracteriza por su gran dinamismo
productivo y su carácter excluyente de amplios sectores sociales y territorios. 15
García Vázquez (2004) explica como la ciudad dual es consecuencia de la
polarización de las clases sociales; las clases medias y altas vienen a marcar la
distribución del espacio urbano a través de mecanismo de colonización y gentrificación.
“En la ciudad dual se ha devastado una lucha por el
territorio, donde el avance de los conquistadores –
clase media y alta-, se enfrenta sectores marginales
que se resisten a abandonar los enclaves en los que,
en su día, fueron confinados.” 16
En el caso de las ciudades de Latinoamérica, el crecimiento urbano está
desarrollado a partir de polos económicos dominantes que aparecen o desaparecen, lo
que resulta en mecanismos de exclusión-inclusión en la estructura urbana y representada
en el paisaje de la urbe mediante desarticulación y marginación espacial.
14 Borja J. y Castells Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. 15 Borja J. y Castells Manuel. Local y Global. La gestión de las ciudades en la era de la información. Pág. 59 16 García Vázquez, Carlos. Ciudad Hojaldre. Visiones Urbanas del Siglo XXI. Editorial Gustavo Pili S. A. 2004.
24
Touraine nos habla acerca de la marginación urbana como el signo más
evidente del carácter dual y asincrónico de la evolución de los sectores de la sociedad
dependientes como es el caso de América latina, donde la marginalidad aparece como
atributo de un capitalismo dependiente cuyo mercado no tiene gran capacidad de
integración.17Esto nos lleva a repensar la pobreza y la marginación como elementos que
dan forma a la estructura urbana latinoamericana.
Estas características son parte del escenario de las ciudades mexicanas, donde
las asimetrías económicas desembocan en imágenes de desigualdad social y espacial,
reflejando esquemas de diferenciación y segregación en el espacio urbano.
La historia sigue la misma línea en el caso de ciudades mexicanas que son
creadas bajo esquemas turísticos. Las políticas de desarrollo del Estado establecen polos
de atracción económica e inversión privada que generan una marcada línea entre el
espacio urbano y el espacio de consumo.
c) Ciudad de Consumo.
Imagen 5. Panorámica desde restaurante ubicado en el área comercial del malecón de Puerto
Peñasco. Al fondo se pueden observar algunas de las torres de condominios.
Para las ciudades turísticas la imagen y el paisaje son decisivos para provocar el
deseo de conocerla y visitarla. Vender lo mejor de ambos elementos, lleva a ocultar en
la antesala urbana: imágenes de pobreza, violencia e inseguridad.
17 Teoría, espacio y ciudad. Pág. 354
25
“Las transformaciones por las que estas atraviesan
(las ciudades) están destinadas a asegurar
circulación y a dar una imagen acogedora y
prestigiosa, una imagen fundamentalmente
concebida para el exterior, para atraer el capital, las
inversiones y los turistas”18
Estos factores agudizan las disparidades dentro del esquema urbano turístico, la
ciudad se construye bajo dos lógicas visiblemente diferenciadas: una ciudad para el uso
turístico y otra para el uso de los habitantes locales.
La ciudad turística se presenta con características de primer mundo, los espacios
públicos construidos son: albercas, campos de golf, spa y jardines, habitaciones con los
mejores servicios y condiciones, justamente para ser ocupados y disfrutar de una nueva
experiencia. La ciudad de los habitantes locales nos muestra un escenario incipiente:
calles aún sin pavimentar, problemáticas de vialidades, de alumbrado, de agua, luz,
drenaje y la inexistencia de vivienda de tipo social.
Esta diferenciación del espacio, es consecuencia de la urbanización turística a
partir de enclaves de capital económico y cultural que vienen a crear espacios
estandarizados, simulados, divididos simbólica y socialmente.
Judd (1999) plantea como se crean islas de riqueza marcadamente diferenciadas
y segregadas del paisaje urbano circulante, a lo que él denomina burbujas turísticas
estandarizadas.19 Dichas burbujas se encuentran reguladas, simulando un laboratorio
humano, donde la experiencia se vive en condiciones de seguridad, confort y placer para
satisfacción del turista.
Baudrillard parte de la simulación como una tendencia urbana, la cual provoca
una separación radical entre el interior y exterior. No sólo la apariencia externa de las
ciudades turísticas es recreada y modificada, a la par, sus espacios internos transportan
al turista a otros lugares, tiempos y culturas ajenas a la local.
18Augé, Marc. Por una antropología de la movilidad. Editorial Gedisa. 2007 Pág. 35. 19 Dennis R. Judd. El turismo urbano y la geografía de la ciudad.
26
La situación continúa para gestar distintos espacios desarticulados,
desvalorizados y olvidados, donde la vida se vive desde la visión de la colonización del
espacio, lo que desemboca en grupos sociales excluidos y escenarios de marginación
crecientes.
La ciudad se construye bajo dos realidades urbanas distintas, una para los
“ganadores” y “perdedores”, “los de abajo” y “los de arriba”, o dicho de otra forma “los
de adentro” y “los de afuera”.
Para los que se encuentran “dentro”, no existe la necesidad de recorrer la ciudad,
moverse por los centros urbanos localmente conocidos, pisar sus calles, ni mucho
menos sentarse en una plaza a contemplar la tarde, ya que no son actividades que se
ofrezcan al turista, debido a que no forman parte del complejo hotelero y a las diversas
modalidades de ocio y descanso que éste ofrece. En sí, evitar que el turista entre en
contacto con la parte desagradable de la ciudad, pues no se encuentra en un buen estado
de presentación, siendo ésta, uno de los propósitos del diseño urbano turístico. El rezago
y la marginación se observan “desde fuera”.
Los espacios segregados y la confrontación del Estado deben de quedar fuera de
la visibilidad del turista.
I. 2.2 Infraestructura del Turismo
Para los años ochentas, las ciudades turísticas en México encontraron su
desarrollo a partir de la creación de destinos con una fuerte infraestructura hotelera,
como los centros turísticos de Cancún, Mazatlán y Los Cabos.
Sin embargo, la constante modificación de la demanda turística trajo por
consecuencia la innovación del modelo hotelero que se venia aplicando en México, para
ser complementado o sustituido por segundas residencias, las cuales han cobrado gran
demanda y popularidad en la actualidad.
“Por ejemplo, el caso de Acapulco y en cierta forma Cancún, el cual, a pesar de
ser un destino más reciente, ha transitado ya de un destino hotelero a un mixto, a partir
de su extensión a lo largo de la Riviera Maya (entre Cancún y Tulum)” (Hiernaux,
1999)20
20 Hiernaux, Daniel. Tesis o Estudio de Segundas Residencias. Universidad Autónoma Metropolitana.
27
Son las tendencias globales las que dictan los procesos urbanos y hacen
universales las formas de habitar, con base en los modelos de consumo. Son el prestigio
social, la seguridad, protección del exterior y evasión de la realidad urbana algunas de
las características por las que los desarrollos residenciales permanecen en los mercados
inmobiliarios de ciudades turísticas, como una alternativa más para vacacionar.
Enríquez (2008) indica como el urbanismo residencial se caracteriza por su
carácter de tipo defensivo, definiéndose a partir de los siguientes elementos:
1. Se orienta a los grupos sociales de clase alta. Implica exclusividad social y
económica.
2. Se cierra al exterior con mecanismos de seguridad y regulación.
3. Es un urbanismo periférico y difuso. No mantiene relaciones de continuidad
con el núcleo y la trama urbana.
4. Concentra equipamientos e infraestructuras en el tejido urbano.21
El turismo de segundas residencias se define como: “aquel por el cual las
personas acuden a un destino o a una localidad que no es forzosamente turística per se,
donde tienen la posesión por compra, renta o préstamo de un inmueble en el cual
pernoctan y realizan actividades de ocio y esparcimiento.” (Hiernaux)
Carrasco Gallegos (2008) argumenta: “el esquema actual apunta a la
detonación de sitios que siguen un proyecto que garantiza a los clientes la
concentración de múltiples servicios de alta calidad en un solo espacio, con
instalaciones de lujo enmarcadas en un partido arquitectónico de aislamiento espacial
y social, para generar un espacio seguro y contenido orientado a la comodidad del
turista. Ofreciendo la representación de un parque temático dirigido a las actividades
turísticas, que busca la revaloración del espacio para hacerlo rentable para el
consumo.”22
Los ejemplos mexicanos del impacto económico y urbano de la construcción de
“segundas residencias”, lo constituyen diversas ciudades turísticas, que han logrado
impulsar la económica local. A la par, se encuentran ciudades con evidentes
consecuencias del cierre de playas y privatización del espacio público.
21 Enriquez, Jesús Ángel. Las nuevas ciudades para el turismo. Caso Puerto Peñasco, Sonora, México . Diez años de cambios en el Mundo, en la Geografía y en las Ciencias Sociales, 1999-2008. Actas del X Coloquio Internacional de Geocrítica, Universidad de Barcelona, 26-30 de mayo de 2008. 22 Carrasco G., Brisa Violeta. Urbanizaciones turísticas a partir del imaginario social: desarrollo inmobiliario y cultura en Puerto Peñasco, México.
28
Hiernaux (Año) 23 señala los impactos locales del turismo residencial de las
ciudades turísticas, en los siguientes seis puntos:
1. El turismo afecta profundamente la estructura urbana, por la extensa ocupación
del suelo que realiza.
2. Tienden a distorsionar el mercado inmobiliario, porque numerosas casas de
residentes habituales son vendidas o puestas bajo presión del mercado
inmobiliario turístico, para ser desincorporadas como residenciales principales y
convertirse en residencias secundarias.
3. Los servicios urbanos se vuelven ineficientes para la población local, la presión
de nuevas áreas eleva el déficit de servicios.
4. El mercado de trabajo local, pues debido a las distancias, muchos dueños de
segundas residencias contratan personal para su mantenimiento.
5. El turismo de segundas residencias demanda comercios de proximidad, servicios
menores, comercios especializados.
I.3 Espacio público
En la actualidad, la ciudad mantiene el pacto civilizatorio de integración,
planeación, desarrollo, igualdad, democracia y ciudadanía, algunas razones que la
mantienen viva como tal.
La pertenencia de sus habitantes como ciudadanos, quienes componen la escena
urbana a través de las imágenes que tienen de sí mismos y las que desean proyectar en
el futuro, no pueden pasar desapercibidos al momento de diseñar las políticas urbanas
que rigen la estructura de la ciudad.
Borja (2003) distingue:
“el ciudadano, es el representante por excelencia del
tipo ideal de sujeto socializado y responsable, es el
habitante de la ciudad, el portador de la cultura
cívica.
El ciudadano comparte valores, establece
relaciones contractuales y actúa según pautas o
23 Hiernaux, Daniel. Tesis o Estudio de Segundas Residencias. Universidad Autónoma Metropolitana
29
normas tacitas que hacen posible una convivencia
segura y pacifica tanto en las relaciones económicas
y profesionales, como en la cotidianidad.”24
Las características del comportamiento ciudadano pueden llegar a ser ficticias
debido a que la realidad urbana nos muestra una cara distinta.
Segregación, dualización, agorafobia urbana y privatización del espacio público,
son algunas de las condiciones bajo las cuales se han construido ciudades en los últimos
años. Condiciones que marcan la forma en que los ciudadanos se relacionan con el
espacio urbano.
A lo anterior Richard Ehrlich, Intendente Municipal de Montevideo, argumenta:
“Construir ciudad en el Siglo XXI, implica una
propuesta integrada de planificación territorial,
desarrollo económico local y calidad de vida de la
población; por un lado, con la necesaria estrecha
vinculación nacional y regional y por otro, como
unidades en un complejo organismo global,
integrado por espacios locales que juegan y jugarán
progresivamente con mayor protagonismo como
actores principales en el entramado cultural, político
y económico a lo largo de las próximas décadas.”
Desde esta perspectiva, hacer ciudad en la actualidad enfrenta el desafío de la
modernidad, la planeación urbana se deposita sobre la línea unidireccional del
desarrollo mediante mecanismos económicos y políticos. Desarrollo que tiene sus
costos y efectos globalizantes de desigualdad, inestabilidad e inseguridad.
Los procesos globalizadores han adquirido mayor empuje en la producción de
ciudades. La ciudad se convirtió en mercancía de consumo y son sus ciudadanos
quienes viven las consecuencias.
24 Borja, Jordi. La Ciudad Conquistada. Capitulo 6. Espacio Publico y Espacio Político. 2003. Editorial Alianza. Madrid.
30
A lo cual Caparrós (2003) agrega:
“La desaparición de la ciudadanía no condiciona el
funcionamiento de la ciudad como mercado y
mercancía, puesto que sólo desaparece la cualidad
potencial de la población de convertirse en
ciudadanos. Otras cualidades potenciales de la
población, y especialmente la de consumidores,
siguen plenamente vigentes, y en los términos más
vigorosos que hayamos conocido en la historia
reciente, lo que explica la potenciación de la ciudad
como escenario de negocio.”25
La crisis de la ciudadanía se encuentra estrechamente relacionada con la de los
espacios públicos, viéndose afectados por las dimensiones que ha tomado la ciudad
como producto de consumo. El espacio público se convierte en un lugar para el
consumo de los ciudadanos, afectando las relaciones sociales dentro de las localidades.
En la praxis, ser ciudadano radica en actuar dentro de los espacios que la ciudad
le brinda para la reproducción de sus valores, historia e integración como tal, son
lugares de encuentro para mediar lo propio y lo ajeno, a éstos se les denomina espacios
públicos.
25 Caparrós L., Rodolfo. LA CIUDAD DE ALMERÍA ANTE LOS RETOS DEL NUEVO MILENIO. Ciudades, Arquitectura y Espacio Urbano. Mediterráneo Económico. 2003.
31
I.3.1 Espacio Público en Ciudades Latinoamericanas
Imagen 6. Diversas perspectivas de Plaza Gobernadores y el área comercial del Malecón en Puerto Peñasco.
En el 2004, en el Foro Social de las Américas llevado a cabo en Quito, capital de
Ecuador, se presentó la “Carta Mundial de los Derechos a la Ciudad” que contenía en el
Articulo II, Principios y Fundamentos Estratégicos del Derecho a la Ciudad, en su
apartado 2. Función Social de la Ciudad y de la Propiedad Urbana, expresado lo
siguiente:
“Los espacios y bienes públicos y privados de la
ciudad y de los(as) ciudadanos(as) deben ser
utilizados priorizando el interés social, cultural y
ambiental. Todos los(as) ciudadanos(as) tienen
derecho a participar en la propiedad del territorio
urbano dentro de parámetros democráticos, de
justicia social y de condiciones ambientales
sustentables.
32
En la formulación e implementación de las políticas
urbanas se debe promover el uso socialmente justo y
ambientalmente equilibrado del espacio y el suelo
urbano, en condiciones seguras y con equidad entre
los géneros.” 26
Es notable identificar la preocupación a nivel internacional por la existencia y
uso de los espacios públicos, así como el intento por establecer los requerimientos para
hacer de las ciudades, lugares de encuentro para sus ciudadanos y visitantes. Estas
preocupaciones y exigencias están enfocadas para las ciudades latinoamericanas y sus
espacios públicos, que actualmente se hallan en procesos de transformación, crisis,
desaparición y extinción, (según el caso particular de cada ciudad).
Las causas se encuentran estrechamente relacionadas con la globalización y las
medidas de control social que el Estado implementa en respuesta, y que deriva en la
privatización de los espacios urbanos.
Perahia (2007) en su articulo “Las Ciudades y Su Espacio Público” aborda el
impacto de la globalización a partir de los años 90 en las ciudades latinoamericanas,
momento en el cual, fueron evidentes las discontinuidades de las políticas urbanas, el
crecimiento de la pobreza y el desempleo, la gestión local no pudo prevenir ni corregir
el deterioro ni las constantes y, en muchos casos toleradas, invasiones privadas de lo
público, que afectaron notablemente la calidad de vida, seguridad y medio ambiente.27
Plazas y espacios cívicos antiguamente usados por los ciudadanos para uso
público, se encontraron sujetos a reglamentaciones que restringen dinámicas sociales y
políticas tradicionales en las localidades urbanas. Cada vez se reducen más las
posibilidades de establecer vínculos, que permitan cohesionar los diversos estratos
sociales latinoamericanos. El predominio de intereses privados sobre los públicos,
constituye uno de los principales factores marcan el desarrollo de las ciudades.
26 Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad. Pág. 4.
27 Perahia, Raquel. Las Ciudades y Su Espacio Público. IX Coloquio Internacional de Geocrítica. Los Problemas del Mundo Actual. Soluciones y Alternativas desde la Geografía y las Ciencias Sociales. Porto Alegre, Brasil. 2007.
33
En la exposición “Derecho a Espacio Público en Ciudades Latinoamericanas”
presentada en la Universidad Politécnica de Catalunya en el 2005, se mostraron a
manera de sugerencia dos características primordiales para los espacios públicos:
1. Espacios abiertos con capacidad de accesibilidad para todos, y
2. Espacios Públicos para integración social.
En el primer punto se resalta la importancia del carácter de libertad que se les
otorga a los espacios públicos al ser abiertos, dejando la posibilidad para todos de
mantener en él relaciones gratuitas, espontáneas, desordenadas y simultáneas. Son estos
últimos los que atribuyen su carácter de público.
Para el segundo punto, se identifica el abandono y postergación del espacio
público latinoamericano dentro de las políticas públicas. En respuesta, se propone el
rescate y promoción de dichos espacios para integrar a la sociedad bajo el diálogo y la
convivencia. Por último, se reconoce el espacio público como un bien inalienable que
puede convertirse en el instrumento para el ordenamiento de las ciudades para todos.28
I.3.2 Hacia un revisión histórica del Concepto de Espacio Público Urbano
El concepto de Espacio Público Urbano se encuentra sujeto a los cambios que la
sociedad sufre conforme a distintas variables sociales, económicas y culturales. En
consecuencia, a lo largo del tiempo se ha reconstruido la concepción del espacio
público.
En un principio, los espacios públicos se encontraban ligados a la existencia de
espacios verdes (parques y plazas con vegetación). La necesidad de ubicar dentro de la
morfología urbana, espacios que pudieran mejorar las condiciones de vida de los
habitantes y cumplieran con las características de ventilación, iluminación y paseo al
aire libre, se convirtieron en los ejes principales para incluir dentro de las particulares de
los espacios públicos su condición de libertad y apertura.
Desde esta perspectiva ambiental, Perahia (2007) identifica las siguientes tres funciones
atribuibles a los espacios públicos libres y verdes:
1. Una función social: ofrecer espacios destinados al paseo, la contemplación,
los juegos, el contacto con la naturaleza indispensable para el desarrollo de
los niños y el equilibrio de los adultos. 28Documento electrónico: www.rediala.org/expo-dep05.htm
34
2. Una función urbanística y paisajística: producir un corte, una discontinuidad,
en lo posible con masa vegetal, necesaria para la oxigenación de la masa
edificada. Atenuar la heterogeneidad de las construcciones con los
alineamientos forestales que añaden valor al paisaje y que permiten
comprender la organización de la ciudad.
3. Una función ecológica: la vegetación juega un rol irremplazable en el vasto
sistema de la ciudad; es hábitat de la fauna y actúa como reguladora del
microclima urbano: fija el óxido de carbono y el polvo contenido en el aire,
tiene un importante rol en la depuración microbiana, la regulación térmica
contribuye a la regulación hídrica, lo que se relaciona con la acumulación de
agua en la vegetación y el suelo, posibilitando la infiltración a través del
sustrato hacia la napa de agua.
En relación con las variaciones de las economías mundiales y su integración, el espacio
público urbano sufrió cambios. Por un lado, las ciudades empezaron a concentrar su
desarrollo hacia el crecimiento económico, generando transformación en el uso de los
espacios urbanos. Por otro lado, el impacto de las nuevas tecnologías, comunicaciones y
globalización en conjunto, desembocaron en nuevas formas de relacionarse con la
ciudad y sus espacios públicos.
“La nueva sociedad urbana usa menos la plaza y las
calles como espacio de la comunicación directa,
privilegia los bares y sitios de reunión: los “boliches
nocturnos”, los grandes paseos de compra y
entretenimiento, los mega eventos deportivos, los
masivos encuentros musicales.”29
En este contexto, el espacio público sufre transformaciones en su concepción. La
ciudad deja de concebir al ciudadano como tal y lo posiciona como consumidor.
Los espacios públicos cobran un nuevo significado y uso para las sociedades
globalizadas: la estrecha relación que mantienen los espacios urbanos con gestores
privados, llevó a que un número creciente de servicios y equipamientos fueran
consumidos dentro del espacio público.
29 Perahia, Raquel. 2007
35
I.3.3 Estado Actual del Concepto de Espacio Público Urbano
Desde sus orígenes, el espacio
público contiene una carga simbólica y
política, que la misma ciudadanía le
agrega como parte de su imaginario.
Siempre se ha encontrado sujeto a la
transformación de la ciudad, manteniendo
fuertes líneas de influencia con los
procesos de cambio global en lo local.
La capacidad de uso que ejercen
los ciudadanos sobre el espacio público
valida el ejercicio de la democracia, por
ello se hace indispensable su
disponibilidad social y política, por ser un
vínculo para el disenso público.
Low (2005) refiere al espacio
público como cualquier espacio abierto, en
el cual se reúne un número de personas.
Como un concepto situado históricamente
con base política y legal en la democracia
liberal y la formación del Estado nacional
moderno, mismos que cumplen la función
de ser los últimos foros para el disenso
público en una sociedad civil. Imagen 8. Bancas con vista al mar en el Malecón de Puerto Peñasco.
“Son lugares donde los desacuerdos pueden ser
marcados simbólicamente y políticamente, o
resueltos personalmente. Sin estos significativos
espacios, los conflictos sociales y culturales no son
visibles claramente, y los individuos no pueden
participar directamente en su resolución.”
36
Borja (2003) argumenta que el espacio público es un mecanismo fundamental
para la socialización de la vida urbana. En él se expresa la diversidad, se produce el
intercambio y se aprende la tolerancia.
“Son (los espacios públicos) siempre oportunidades
que nunca habrían desaprovecharse para promover
los derechos y obligaciones políticas, sociales y
cívicas constitutivas de la ciudadanía”
. Al visualizar el espacio público, la imaginación nos lleva a crear un lugar para el
colectivo, visible y abierto, un lugar para las expresiones urbanas de los habitantes de la
ciudad, sede del desarrollo de la historia e imaginario individual y colectivo, generador
de experiencias de pertenencia e integración, escenario de las diferencias culturales,
económicas, políticas y sociales.
“Un espacio público que es ostensiblemente
valorado como un lugar donde la gente puede
sentarse, leer y reunirse, se vuelve una estrategia de
revitalización para un centro urbano declinante o un
núcleo turístico, y una manera de atraer nuevas
inversiones y capital extranjero”. (Low 2005)
El espacio público se reconoce como el punto más susceptible a cambios en la
ciudad, al ser el primero en sufrir las consecuencias de la globalización, puede ser
sustituido y reemplazado, hasta desaparecer de la morfología de la ciudad.
Como señala Enríquez (2007: Pág. 2):
“…las transformaciones (en la ciudad) ven obligado
repensar las nociones que se tenían del espacio
público y privado, el papel de las instituciones
sociales, el fortalecimiento del individuo, la
estatización de la vida cotidiana y por supuesto del
papel desempeñado por el mercado económico.”
37
La modernidad tiene sus repercusiones dentro del paradigma urbano, al
introducir nuevos significados a los espacios públicos y privados, inmersos en esquemas
que realzan el valor del individuo ante la colectividad, transformando las diversas sedes
de lo público para redimensionarlas en espacios privados, lo que da lugar a la
fragmentación, segregación y diferenciación como parte del paisaje de la ciudad dual.
Actualmente, las teorías del caos urbano nos muestran aquellos emblemas que
caracterizaban a las ciudades como seguras, habitables, funcionales, sólo por mencionar
algunos, han perdido fuerza, acarreando fracturas a los usos de los espacios públicos.
La ciudad dejó de ser ese espacio seguro y mitificado, donde las personas podían
pasear por sus calles, convivir en sus parques y platicar en las plazas.
Para Borja (1998) la crisis de los espacios públicos se presenta debido a dos
razones:
“en primer lugar, porque es donde se manifiestan
muchas veces con más fuerza las crisis de ciudad o
de urbanidad…siendo el punto más sensible al
momento de hacer ciudad en la ciudad. Y en
segundo lugar, porque las nuevas realidades urbanas,
especialmente las que se dan en los márgenes de la
ciudad existente, plantean unos retos novedosos al
espacio público: la movilidad individual
generalizada, la multiplicación y la especialización
de las nuevas centralidades, y la fuerza de las
distancias que parecen imponerse a los intentos de
dar continuidad formal y simbólica a los espacios
públicos.” 30
Por otro lado, urbanistas postmodernos argumentan que el espacio público se
encuentra en vías de extinción, debido a que la realidad supera el imaginario de la
ciudad que se había construido. En tanto, segregación, guettos y espacios enclávicos se
han convertido en un esquema que impera en las actuales ciudades.
30 Borja, Jordi. Ciudadanía y espacio público. Revista Ambiente y Desarrollo. VOLXIV-Nº 3. 1998
38
Las causas planteadas por urbanistas postmodernos para decir que el espacio
público ha muerto, se basan en la tendencia del funcionalismo eficientista que se dio
después de la segunda guerra mundial, pues se acentuaron los esquemas separadores y
se vino a desarticular y complejizar las demandas urbanas. El hacer ciudad como
producto integral e integrador quedó olvidado y con ello el espacio público. O por lo
menos relegado a un rol secundario. Borja (1998)
Las políticas urbanas se aseguraron de convertir las ciudades en lugares de
flujos, cediendo los espacios públicos, convirtiendo calles peatonales en vías para el
tránsito vehicular. La funcionalidad de las ciudades lleva implícita la fragmentación
urbana, haciéndose evidente a partir del surgimiento de enclaves en el entramado de la
ciudad, los cuales se engloban bajo un concepto y se presentan para su uso y consumo.
Centros comerciales, comunidades cerradas o burbujas turísticas son ejemplos de
enclaves urbanos.
Para la literatura post-estructuralista, los enclaves se presentan como nodos de
circuitos internacionales del capital y la cultura, los cuales colonizan y reemplazan a los
lugares locales. 31 Dichos enclaves han venido a poner fin a la superposición de
funciones en un mismo territorio. Actualmente, los espacios públicos son diseñados
bajo un concepto funcional, que determina el tipo de actividades que se desarrollarán
sobre él.
Al respecto Salcedo (2002) agrega:
“…en los múltiples usos de una calle, causada por
la interacción de gente con diferentes propósitos,
tratando de moldear el espacio y los usos. Estas
interacciones son las que los nuevos enclaves
pseudos-públicos tratan de contener y controlar.”32
31 Judd. Dennos R. El turismo urbano y la geografía de la ciudad. Revista EURE Vol. XXIX No. 87 Septiembre 2003. Pág. 57 32 SALCEDO HANSEN, Rodrigo. El espacio público en el debate actual: Una reflexión crítica sobre el urbanismo post-moderno. EURE (Santiago). [online]. sep. 2002, vol.28, no.84 [citado 18 Junio 2008], p.5-19. Disponible en la World Wide Web: <http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0250-71612002008400001&lng=es&nrm=iso>. ISSN 0250-7161.
39
Para el caso particular de ciudades del turismo, Judd (2003) argumenta acerca
de los enclaves turísticos:
“… facilitan el control autoritario del espacio
urbano, modificando el consumo y reemplazando y
suprimiendo la cultura local con “ambientes
Disney”.33
Son espacios diseñados para ser regulados bajo el control de cuatro aspectos: el
deseo, el consumo, el movimiento y el tiempo.
Las ciudades turísticas se encuentran sujetas a la influencia de los mercados
globales, lo que repercute en la creación de escenarios urbanos para generar sociedades
enfocadas al consumo turístico enfocadas en la búsqueda de distinción, autenticidad y
reconocimiento.
I.3.4 Espacio Público en Ciudades del Turismo
Imagen 9. Panorámicas playas en Puerto Peñasco.
33 Judd. Dennos R. El turismo urbano y la geografía de la ciudad. Revista EURE Vol. XXIX No. 87 Septiembre 2003.
40
Para las sociedades modernas, el consumismo se presenta como una
característica determinante, configura la vida social de los individuos bajo premisas que
invitan al deseo y determinan conductas y formas de vida.
Para las ciudades del turismo, el consumo se vuelve clave para dar impulso y
generar toda una extensa gama de infraestructura hotelera y de servicios a la orden del
mejor postor.
“En definitiva, los gestores locales son cautivos y víctimas de la estrategia de
crecimiento urbano consagrada por el predominio de los agentes económicos sobre los
sociales y culturales”34(Caparros, 2003)
Su diseño se encuentra mediado por la demanda de un mercado latente, que
permite dar líneas para recrear los lugares de acuerdo al imaginario de espacio turístico
seguro, cómodo y accesible.
El marco ideológico bajo el cual son creadas las ciudades turísticas, parte de
evadir las zonas relegadas por estructura urbana, mientras que empresas privadas y el
Estado proporcionan los medios necesarios para poder ofrecer al turista espacios
creados para su uso exclusivo, segregados de la mancha urbana y de las problemáticas
que internamente genera.
Es la seguridad un producto más para el consumo, reflejado a través de la
exclusividad de los enclaves de las ciudades del turismo. La adicción a la seguridad es
un síntoma patológico de las sociedades modernas: agorafobia. El miedo viene a marcar
las relaciones sociales y la del ciudadano con su ciudad.
Los espacios públicos son los primeros en sufrir los estragos, ya que se
transforman ante estas condiciones, en espacios cerrados con estrictas normas de
seguridad que permiten aislar al turista y mantenerlo en una realidad recreada para su
estancia vacacional.
Espacios para la autosegregación en ciudades turísticas son los hoteles,
complejos residenciales cerrados y de segunda residencia, originan un creciente proceso
de polarización en la mancha urbana, agudizando las consecuencias económicas de la
globalización y la creación de ciudades bajo esquemas de diferenciación y exclusión.
34 Caparrós L., Rodolfo. LA CIUDAD DE ALMERÍA ANTE LOS RETOS DEL NUEVO MILENIO. Ciudades, Arquitectura y Espacio Urbano. Mediterráneo Económico. 2003.
41
“Los espacios públicos urbanos que los
planificadores y administradores afirman que son
diseñados para el “bien común”, en realidad lo son
para acomodar actividades que excluyen a
determinadas personas y benefician a otras. A
menudo los motivos económicos para el diseño del
espacio público urbano están más relacionados con
incrementar el valor y atractivo de las propiedades
circundantes que con aumentar la comodidad de los
habitantes cotidianos.” (Low, 2005)
Los espacios públicos en ciudades del turismo se enfrentan a las tendencias
globales de consumo que incorporan autenticidad y homogenización. Estas
características se desenvuelven dentro de los espacios enclávicos que sustituyen a los
espacios públicos bajo esquemas de ocio, confort y seguridad.
La condición del espacio público moderno lleva implícita la exposición, apertura
hacia el debate crítico y la interacción social, estos son factores que actualmente se
encuentran en debate al momento de interpretar los espacios públicos.
Debido a la generación de las sociedades de consumo que recrean espacios
privatizados, se reconfigura el espacio público en cerrado, enrejado y aislado de la
convivencia e interacción social.
Complejos hoteleros y áreas residenciales disponen de espacios pseudo-públicos,
que aparecen no sólo como un inocente cambio en el paisaje urbano, sino como un
factor importante en la transformación de las interacciones sociales. La práctica de la
democracia se ve amenazada ante la práctica turística.35
La dualización urbana de las ciudades del turismo repercute en el espacio
público recreado dentro de espacios enclávicos y en la transformación de lugares para el
consumo, es decir, se ven limitados para cumplir la función de ser espacios donde se
construye la democracia ciudadana local.
35 SALCEDO, HASEN. Rodrigo
42
I.4 Caso Puerto Peñasco
En la actualidad, el turismo es reconocido como uno de los más importantes
impulsores de economías de países en vías de desarrollo, los cuales depositan su
prosperidad en las generosidades que el sector turístico proyecta para pequeñas
ciudades.
Sin embargo, los impactos sociales son indiscutibles para cualquier ciudad que
adquiere la modalidad de turística, por ende, el turismo fronterizo no escapa a los
impactos económicos, sociales y culturales.
Para el caso particular de Puerto Peñasco, Sonora, México, las consecuencias y
las inconformidades conforman las diversas caras de un puerto en proceso de
consolidación, de ciudad pesquera a turística, lo que incorpora en su itinerario político
local la necesidad de generar los atributos urbanos para despuntar al fin como destino
turístico.
La evolución del puerto a ciudad turística, no es sólo producto del imaginario
local, sino fruto del proceso de modernización al que esta sujeto, con el fin de optimizar
los atributos característicos de la localidad para generar un punto de soporte económico.
A partir de la crisis pesquera, Peñasco se ha promovido de su paisaje como la
principal fuente de atracción económica, dando lugar a lo que hoy determina su
estructura urbana turística.
El turismo determina su representación y proyección como ciudad, pues tiene
por eje central de desarrollo el objetivo de convertirse en un centro turístico de atracción
económica trasnacional.
“La Frontera Norte de México cuenta con una extensión de 3,152 kilómetros de
colindancia con Estados Unidos que cuenta con el mercado turístico más importante
del mundo, registrando anualmente 77 millones de visitantes fronterizos, equivalentes
al 82% del total de la captación nacional de visitantes internacionales.”36
Sin duda, para Puerto Peñasco es determinante la influencia del mercado
turístico al momento de hacer ciudad, para el caso podemos identificar dos tipos de
turismo que conjugados, resaltan la intención del uso del espacio urbano: tratándose del
turismo masivo y el turismo fronterizo.
36 www.sectur.gob.mx
43
Para el primer caso, el turismo masivo se observa en la infraestructura creada en
el Puerto por la presencia de hoteles, condominios y segundas residencias, creadas con
el fin de recibir fuertes corrientes de turistas. Esta organización turística se apoya en el
esquema de intensificar el uso del espacio urbano para brindar mejor calidad en
servicios y destinos; el eje central de la ciudad turística es el consumo masivo.
Puerto Peñasco, ciudad fronteriza localizada en promedio a dos horas de USA,
se convierte en un elemento geográfico de gran relevancia para su proceso de
consolidación en ciudad turística. Debido a que es su principal cliente, el mercado
estadounidense mantiene una importante influencia en su oferta urbana. Son farmacias,
tiendas de curiosidades, restaurantes, bares, segundas residencias y condóminos algunos
de los elementos urbanos que vienen a contrarrestar la demanda americana en el puerto.
Peñasco está creado con la intención de responder al mercado americano, por
ello genera infraestructura urbana para convertir su oferta turística en masiva. Una
pretensión bastante fuerte para una ciudad de orígenes pesquera que se encuentra entre
un presente aún no asentado y un futuro incierto.
No obstante, la ciudad sigue en expansión a partir de los patrones de producción
urbana turística global, aplicándose esquemas urbanos a los que se recurre al momento
de hacer ciudad.
Es donde interviene lo global, lo dual y el consumo, como características
particulares de Puerto Peñasco, las cuales se conjuntan y dan pie a una ciudad turística
con las ventajas y desventajas de serlo.
Su rasgo global radica en la apertura económica a la cual está sujeta Peñasco; la
inversión extranjera ha sido en los últimos años una de las principales entradas
económicas para el puerto, gracias a su infraestructura hotelera y servicios que forman
la ciudad turística.
Sin embargo, Puerto Peñasco se encuentra sujeto a los diversos altibajos de la
economía nacional y extranjera. Acontecimientos recientes han cambiado el panorama
de centro turístico exitoso.
Primero, el crack hipotecario registrado en Estados Unidos en el año 2007. Este
acontecimiento vino a afectar al mercado inmobiliario americano que mantenía
financiadas gran parte de las construcciones que daban forma a la franja hotelera.
Segundo, la crisis económica mundial a mediados del 2008, evento sucedido a
partir de la quiebra de algunas empresas estadounidenses. La cual aún no termina y se
44
considera una de las más difíciles que ha enfrentado la sociedad en términos
económicos, en particular después de la crisis de 1929 en E.U.A.
Ambos factores vienen a golpear fuertemente la economía de Puerto Peñasco,
reflejándose en el abandono de construcciones en proceso en las que se habían invertido
millones de dólares, así como en la baja de visitantes principalmente estadounidenses.
Además, este colapso económico mundial vino a afectar la vida de los habitantes
locales de Puerto Peñasco, para quienes su ingreso depende directamente del
movimiento turístico que pueda tener el puerto.
“Pasamos de una situación de bonanza, de extrema demanda y desarrollo, a
cero construcción y cero trabajo. De tener 1,200 empleados y 300 contratistas ahora
somos siete personas”, dice Fernando Anaya, de Sonoran Resorts.37
Construir una ciudad bajo un esquema meramente económico tiene sus costos
sociales y urbanos, de esta manera nace la ciudad dual, a partir del consumo del espacio
urbano, uno de los principales factores que viene a crear desequilibrios al momento de
crear una integración urbana.
Peñasco ha venido dando prioridad al espacio urbano consumible para hoteles,
condominios y segundas residencias, cuestión que termina por generar espacios
confinados, segregados y divergentes para la ciudad.
La ciudad no termina por integrarse en una sola, sino en varias zonas
identificadas según el estrato social y económico de sus habitantes, es así como
podemos decir que existen varios Puerto Peñasco para el propio Puerto Peñasco.
El mismo caso ocurre para los espacios públicos, los cuales no terminan por
cobrar la importancia y valor que ejercen como principal punto de reunión ciudadana,
por el contrario la plaza, el parque, la playa y el malecón son lugares cumplen la función
pero no integran a la población residente.
Esto debido a que las actividades a desarrollar se encuentran sujetas a la
dinámica de la ciudad, al final el turismo no deja de hacer presencia en ninguna de las
actividades que se pueda desarrollan.
El malecón y la playa son los ejemplos de la influencia turística que ha marcado
la vida de los residentes de Peñasco. Para el primero, su transformación simbólica local
dio un giro, al ser un punto de reunión no solo para la población residente sino para el
turista también. Es el lugar preciso para hacer de la visita del turista estadounidense, la
37 http://www.cnnexpansion.com/expansion/2008/12/22/las-dos-muertes-de-puerto-penasco
45
oportunidad para el comercio, ofreciendo diversas tiendas de curiosidades y
restaurantes, todo esto con el fin de fomentar el turismo en la zona.
En el segundo, resultan desalentadores los cambios para una ciudad donde la
playa un producto para el consumo. En el caso de Peñasco, la playa es un elemento de
contemplación solamente, distante e irrecuperable. Es a partir de la venta de los terrenos
ubicados a pocos metros de la playa, que su cierre se convierte en una de las
problemáticas más fuertes de la ciudad.
En consecuencia, son los espacios públicos en lo que puede sentirse la ausencia
de lo local, pero que incitan a la renovación de la ciudad a partir de un esquema
integrador, que permita no solo hacer de Peñasco un lugar para el turismo sino a la vez
un lugar para sus pobladores.
De lo anterior, podemos resumir que es un panorama general de Puerto Peñasco,
no obstante, este estudio pretende abordar no solo la realidad urbana aparente sino
conocerla desde sus residentes.