Calidad de vida y medio ambiente

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Universidades ISSN: 0041-8935 [email protected] Unión de Universidades de América Latina y el Caribe Organismo Internacional Baldi López, Graciela; García Quiroga, Eleonora Calidad de vida y medio ambiente. La psicología ambiental Universidades, núm. 30, julio-diciembre, 2005, pp. 9-16 Unión de Universidades de América Latina y el Caribe Distrito Federal, Organismo Internacional Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=37303003 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Baldi López, Graciela; García Quiroga, Eleonora

Calidad de vida y medio ambiente. La psicología ambiental

Universidades, núm. 30, julio-diciembre, 2005, pp. 9-16

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Distrito Federal, Organismo Internacional

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=37303003

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Universidades n. 30, julio-diciembre, 2005

El medio ambiente constituye, actualmente, uno de loscampos de estudio interdisciplinarios que ha venido re-cibiendo una atención priorizada por parte de la comu-nidad científica mundial. La Psicología constituye unade las disciplinas que se interesa por el medio ambien-te, tanto por la dinámica de la interacción individuo-medio, como por la educación ambiental, siendo nece-sario, entonces, brindar información para hacerconciencia sobre nuestros comportamientos y su deci-siva influencia en el contexto físico y social.

Por otro lado, la calidad de vida es un conceptomultidimensional y multidisciplinario que debe ser va-lorado desde la presencia de las condiciones materia-les y espir i tuales que permitan el desarrol lopsicobiológico y social-histórico del ser humano y lasatisfacción personal con las condiciones de vida quecada persona ha logrado alcanzar. El concepto de ca-lidad de vida se considera claramente relacionado conel concepto de salud humana y con la necesidad depromover una educación ambien-tal con proyección social y comu-nitaria.

Palabras Claves:

Calidad de Vida, Salud, Psicología Ambiental, Educa-ción Ambiental.

Introducción

La preocupación por el medio ambiente forma partedel discurso de la sociedad occidental. Sus gobiernosse reúnen en conferencias como la Cumbre de la Tie-rra en Río de Janeiro, en 1992, o las más recientesde Nueva York (1997), Kyoto (1997) y Argentina(2004), para tratar de tomar decisiones y ofrecer so-luciones. Estas reuniones evidencian la concienciapertinente ante los problemas ambientales e impul-san el desarrollo de áreas de conocimiento, tales comola Psicología Ambiental. Esta rama de la Psicologíaestudia algo (ambiente) que la mayoría de las veces notiene presente el ser humano, a pesar de saber dónde

se encuentra, de tener la capaci-dad de poder describirlo y for-mar parte de él. Tan es así que elambiente determina y afecta laconducta, lo cual se reconoce

CALIDAD DE VIDA Y MEDIO AMBIENTE.LA PSICOLOGÍA AMBIENTAL

Graciela Baldi López1 y Eleonora García Quiroga2

El futuro del hombre depende de que le demos un futuro a la naturaleza.(Franciscanos alemanes, 1981)3

“Los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones relacionadascon el desarrollo sostenible. Tienen derecho a una vida sana

y productiva en armonía con la naturaleza”.(CNUMAD, década de 1990)4

Resumen

1 Facultad de Ciencias Humanas. Proyecto Nº 4-2-9601.Universidad Nacional de San Luis, Argentina.

2 Facultad de Ciencias Humanas. Proyecto Nº 4-2-9601.Universidad Nacional de San Luis, Argentina.

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“verbalmente”; sin embargo, no existe suficiente con-ciencia de su influencia.

El ambiente es todo lo que rodea a las personas,es decir, “el sistema de elementos abióticos, bióticos ysocioeconómicos con que interactúa el hombre, a lavez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utilizapara satisfacer sus necesidades” (Ley n. 81 del MedioAmbiente de Cuba, 1997).

Por otro lado, podemos entender a la PsicologíaAmbiental “como una disciplina que estudia las relacio-nes recíprocas entre la conducta del ser humano y elambiente socio-físico, ya sea éste natural o creado porel hombre” (Aragonés y Amérigo, 1998). Ésta se ca-racteriza por la importancia que se les atribuyen a losprocesos de adaptación, interesándose, especialmen-te, en los distintos procesos psicológicos mediante loscuales las personas se adaptan a las complejas exigen-cias del ambiente físico (por ejemplo, el esfuerzo de laspersonas por adaptarse a ambientes sobrepoblados).

En esta disciplina, el énfasis está puesto en lasformas positivas y adaptativas usadas por las personaspara enfrentar el ambiente. Se estudian las formas acti-vas, variadas y creativas que las personas han aprendi-do para poder vivir en determinados ambientes, tratan-do de analizar la conducta en los escenarios en dondetiene lugar: habitaciones, edificios, despachos, hospi-tales, clases, calles, ascensores, medios de transportes,parques, espacios naturales o cualquier otro lugar quelas personas ocupen.

El hecho de aproximarnos al conocimiento de lacompleja relación de la persona con su ambiente exi-ge estimar ¿qué es la persona? y ¿qué es el ambiente?Si observamos las actitudes, aptitudes y comportamien-tos de la persona hacia sí misma y hacia los otros seresabióticos, fito-zoobióticos y humanos en su existenciadescubrimos a un ser finito que desarrolla su subjetivi-dad en un proceso de interiorización, estimación y re-flexión resignificante que se caracteriza por la continui-dad, creación y ruptura. Esta subjetividad unitaria,compleja y dinámica estaría integrada por una tríada

principal que variaría según la etapa histórica, el mo-mento socio-cultural y que a su vez determinaría la per-sonalidad (Grana, R., 1997).

Calidad de vida, ambiente y salud

El ambiente es un fenómeno de alta complejidad, y lasrelaciones de éste con la salud y la calidad de vida delas personas han adquirido una trascendencia cada vezmayor. La relación del hombre con la Naturaleza y delAmbiente con la Salud también incide directamentesobre la calidad de vida del hombre.

Actualmente el concepto de Ecología y Ambientecon relación a la Salud y Calidad de Vida se ha hechosignificativamente más complejo, incorporando relacio-nes tales como los ingresos reducidos, la educación li-mitada, el empleo incierto, la desocupación estructu-ral, la vivienda inadecuada, el hacinamiento, la falta deinstalaciones sanitarias básicas, la promiscuidad, la ex-posición a diferentes organismos patógenos y conta-minantes, entre otros. El riesgo de accidentes y violen-cia genera condiciones que fomentan la alienación, eldesequilibrio psíquico y la injusticia social. La opresióny falta de responsabilidad de los sectores gubernamen-tales y del Estado actual para proteger el bien común,agudizan la crisis ecológica y los problemas de salud dela población.

La calidad de vida, máxima aspiración de todoser humano, es un término que ha sido ampliamenteutilizado en los últimos tiempos por los especialistas delas más diversas disciplinas (filósofos, economistas, so-ciólogos, profesionales de la salud, etcétera). Cada quienha enfocado este concepto desde un punto de vista di-ferente, enfatizando sólo alguna de sus dimensiones ydescuidando otras, lo que ha ocasionado como conse-cuencia que los principales problemas en el estudio dela calidad de vida hayan sido teóricos, metodológicos einstrumentales (Quintero y González, 1997).

En las Ciencias de la Salud, en general, y en laPsicología de la Salud, en particular, se reconoce que

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este término es una construcción hipotética y se ha in-tentado ofrecer una definición operacional del mismo.Sin embargo, hasta el momento no existe una defini-ción suficientemente fundamentada del término “cali-dad de vida”. Es un concepto polisémico y dinámico,con relación a la época en que es analizado, y limitadopor la perspectiva particular de las áreas desde las cua-les se lo aborda.

Desde la década de 1960, la calidad de vida, vistadesde una perspectiva macrosocial, abandonó su enfo-que en las condiciones materiales para orientarse a losdenominados componentes subjetivos, que luego se lla-marían componentes psicosociales. La idea embriona-ria de la calidad de vida proviene del imaginario colec-tivo de bienestar y desarrollo, entendidos simultánea-mente en términos de satisfacción de las necesidades yde la posibilidad de consumo. Este concepto se desa-rrolló dentro de la lógica de las relaciones capitalistasde la acumulación articulada y dinamizada, en granmedida, por la cultura de los medios masivos de comu-nicación. Por lo tanto, se admitió como ideal social yeconómico el crecimiento en estos términos, y se en-tendió que la calidad en el vivir era el resultado de lasposibilidades de consumir y acumular.

Debido a la necesidad de unificar criterios y posi-ciones sobre la definición de Calidad de Vida, la Orga-nización Mundial de la Salud (O.M.S) en 1994 propusouna definición de consenso: “Percepción del individuosobre su posición en la vida en el contexto de la culturay sistema de valores en el cual él vive, y en relación consus objetivos, expectativas, estándares e intereses”.

Desde una concepción integradora, la Calidad deVida puede ser concebida como el resultado de las rela-ciones que establecen los individuos y las comunidadescon los elementos bióticos y abióticos del medio. Porotra parte, este concepto no puede percibirse desdeun aspecto individual, sino que tiene que abordarse eco-nómica, social, cultural y ambientalmente, ya que todaevaluación subjetiva estará inmersa en un contextosociohistórico determinado. A modo de ejemplo, la

calidad del agua, del aire, de la tierra y el contacto conla naturaleza impactan directamente en la Calidad deVida de las personas, afectando procesos básicos desalud.

Entendemos que esta última no es la mera au-sencia de enfermedad sino como un conjunto de ele-mentos físicos, psicológicos e interpersonales que nosayudan a transitar por la vida funcionando adecuada-mente en todo lo que hacemos: en la casa, en el traba-jo, en la escuela, en la comunidad, en la naturaleza,etcétera.

El concepto de salud ha evolucionado desde unadefinición tópica “ausencia de enfermedad o invalidez”a un concepto utópico como “estado de bienestar com-pleto, físico, mental y social” (O.M.S., 1983). Este con-cepto es de muy difícil aplicación en el capitalismo o elneoliberalismo actual, lo cual no invalida que siga sien-do una meta a alcanzar, en un futuro, para una socie-dad más equitativa, justa y solidaria. Se reconoce asíque la salud requiere más que una definición biológica,debiendo tener en cuenta todos los factores naturales,sociales y culturales que intervienen en su determina-ción y variación (Grana, R., 1997). Este concepto esdinámico e histórico, es decir, cambia con la época ycondiciones de vida de las poblaciones, dependiendode las ideas y relaciones de producción dominantes.Salud y medio ambiente son términos que deben valo-rarse siempre conjuntamente. La salud puede conside-rarse como el resultado de un proceso de adaptaciónentre el individuo y su medio ambiente. En las condi-ciones actuales no parece realista la noción de saludabsoluta, parece más sensato aceptar la noción de unasalud relativa definida en relación con las posibilidadesque cada sociedad tiene de apreciar objetivamente elestado de salud de cada individuo y de la población engeneral. La salud es una finalidad en sí misma, asocia-da a los conceptos de bienestar, emocionalidad, políti-ca y alegría de vivir.

En 1974, Lalonde definió un modelo en el cual lasalud o la enfermedad es el fruto de la interacción de

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cuatro variables fundamentales: la biológica humana(genética y envejecimiento); el medio ambiente (conta-minación física, química, biológica, psicológica ysociocultural); el estilo de vida (conductas de salud) y elsistema de asistencia sanitaria (calidad, cobertura o ac-ceso, etcétera). Es preciso señalar que todos estos fac-tores o determinantes de la salud y enfermedad estánmuy influidos por variables sociales, tales como la edu-cación, la clase social y el nivel de desarrollo económi-co de una comunidad. Condiciones deficitarias de viday de trabajo y la carencia de educación son los impedi-mentos más importantes para la salud.

A través de los años se ha llegado a la conclusiónde que no se pueden alcanzar logros en la salud si no sehacen cambios sustanciales en las condiciones económi-cas y sociales. No es que la sociedad no tenga capacidadpara generar políticas adecuadas de salud, es el sistemainstitucionalizado, la falta de voluntad y determinaciónlo que impide modificar esta situación. En nuestro país,el actual modelo neoconservador no genera políticas desalud desde lo social, sino desde el mercado, debilitandola salud pública (donde se asiste a más del 40% de lapoblación). Así es como se desorganizan las obras so-ciales de los trabajadores (que atienden a cerca del 50%de los mismos); se incentiva la práctica de la medicinaprivada, con una fuerte tendencia a invertir masivamen-te en aparatología y tecnología de punta. El resultado esque se descuida la salud primaria, y no se invierten re-cursos en mejorar la educación y el ambiente en benefi-cio del conjunto de la población. La responsabilidad paraproteger y promover la salud involucra y se extiende atodos los grupos de la sociedad. Esta tarea no es privati-va de los profesionales que tradicionalmente cuidan dela salud pública (médicos, enfermeros, psicólogos, fun-cionarios de salud sanitaria e ingenieros sanitarios) tam-bién es clara responsabilidad de todo tipo de profesiona-les tales como proyectistas, arquitectos, profesores,gerentes industriales, y abarca a todo individuo cualquie-ra sea su ocupación, que influya sobre el ambiente físicoo social (Yassi et al., 2000).

En el marco causa-efecto para la salud y el medioambiente (WHO, 1997a) ciertas fuerzas motrices sonresponsables en la creación de las condiciones en lasque se pueden desarrollar o evitar distintas amenazasambientales para la salud. Las políticas y los progra-mas gubernamentales -diferentes en función del siste-ma de valores dominantes- pueden cambiar la direc-ción o la magnitud de las fuerzas motrices y, por lotanto, amortiguar o exacerbar un amplio grupo de ame-nazas ambientales para la salud.

El primer conjunto de fuerzas motrices es el rela-cionado con la población, que multiplica el impacto dela actividad humana, particularmente el consumo de re-cursos naturales y la producción de residuos. El segundoconjunto de fuerzas se refiere a la urbanización, ligadocon el crecimiento de la población, lo que lleva a unatendencia a abandonar las zonas rurales para instalarseen las ciudades, como respuesta a una falta de desarro-llo y de crecimiento económico de aquellas zonas.

La pobreza y la inequidad social son otras fuerzasmotrices importantes que influyen en el estado del me-dio ambiente en que vive la gente. Por ejemplo, lamarginación de las minorías y las desigualdades porprejuicios de género conducen a que determinados gru-pos sociales vivan en ambientes de pobreza. Los desa-rrollos técnicos y científicos son también fuerzas mo-trices opuestas que pueden ya sea crear nuevasamenazas ambientales para la salud o por el contrario,brindar nuevas formas de neutralizar los riesgos actua-les (O.P.S.- O.M.S., 2000).

Cabe destacar que entre el 25 y el 30% de la car-ga global por enfermedad ha sido estimado como atri-buible al ambiente. Entre los principales factores am-bientales que afectan a la salud se pueden incluir: * Elabastecimiento de agua potable y el saneamiento: esimportante la cantidad y calidad del agua como elementobásico para la vida. Un gran número de enfermedadesson transmitidas a través de ésta, por ejemplo, cólera,hepatitis, enfermedades diarreicas, etcétera. * La vivien-da y el hábitat: por ejemplo, viviendas húmedas e in-

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adecuadas, con poca ventilación, poca entrada de luzsolar, etcétera. * Humo de tabaco ambiental: aire vicia-do que afecta tanto a los fumadores activos como a lospasivos. Se cree que el 3% de las muertes por contami-nación ambiental en el mundo, se debe a la exposiciónal tabaco ambiental. * La contaminación biológica, quí-mica y física del agua, aire, suelo, alimentos, etcétera,son también causas de problemas de salud. Por ejem-plo, la exposición a plaguicidas cada año produce en-tre 1 y 4 millones de personas que mueren o quedandiscapacitadas. * Los riesgos ocupacionales: por ejem-plo, la exposición a ciertos materiales en los lugares detrabajo (metales, polvo), el ruido de las maquinarias,los problemas posturales, la jornada laboral que exce-den las 8 hs. diarias, etcétera, se oponen a la calidadambiental y por lo tanto a la salud y a la calidad devida.

La meta final del desarrollo socioeconómico es, odebería ser, el mejoramiento sostenido de la calidad devida de los seres humanos. La relación calidad de vida-calidad ambiental se encuentra mediada por un nexodirectamente proporcional. Parece necesario, pues,adoptar una perspectiva holística que contemple al hom-bre y su medio en una mutua interacción y entrecruza-miento, de manera que los hechos y las acciones quetienen lugar en la escala más reducida de la vida coti-diana (en la que el individuo tiene que ser y “hacerse”como persona moral) puedan verse de algún modo vin-culados a, o insertos en, una dimensión planetaria tanalejada en apariencia de sus diarias preocupaciones,pero tan decisiva en cuanto a las posibilidades realesde sus opciones y decisiones.

La urgente necesidad de una educación ecológicay ambiental se vincula con el grado de conflictividadque se manifiesta actualmente en las relaciones de losseres humanos entre sí, y en las relaciones que estable-cen con los otros seres y componentes naturales y cul-turales de los ecosistemas y ambientes respectivos.

Psicología ambiental y educación ambiental

Tradicionalmente se consideró que las ciencias natura-les tenían todas las respuestas y soluciones frente a larelación entre el hombre y la naturaleza. Sin embargo,cuando aparecieron explosivamente los problemasdel medio ambiente, las ciencias tradicionales fueronincapaces de resolverlos. Hacía falta una concep-ción integradora que contribuyera a conciliar discipli-nas tales como la Biología, la Ingeniería, la Agrono-mía, la Historia, la Psicología, la Sociología, etcétera,utilizando para eso un método ecológico; la Ecologíacomo ciencia que no suma o agrupa hechos, sino quesu interés radica en estudiar las interacciones entre loshechos.

Desde el interior de la Psicología, a partir de losaños sesenta, un movimiento profesional y científicodio origen a una nueva área conocida como PsicologíaAmbiental. Ésta tiene como objeto de estudio el com-portamiento humano y su relación con los diversos pro-blemas y eventos ambientales. Entre otras cosas, estaárea científica aborda el estudio de factores psicológi-cos, tales como creencias, actitudes, competencias,motivos, conocimientos, y la manera en la cual estasvariables afectan y son afectadas por la interacción in-dividuo-medio ambiente.

Dada la naturaleza compleja de los problemasambientales es necesario un abordaje interdisciplinariodel comportamiento proambiental desde la Educación,la Cultura, la Demografía Ambiental, la Historia, laBiología, la Sociología, etcétera, en un afán por brin-dar un panorama comprensivo de los problemas delmedio relacionados con la acción humana. En defini-tiva, para entender qué nos mueve a comportarnos demanera destructora o protectora con el medio ambientees imprescindible recurrir a los conocimientos de lasCiencias Sociales y del Comportamiento (Vlek, 2000).Por ejemplo, la conservación de los recursos natura-les y el control de la contaminación requieren cam-bios en el sistema axiológico y motivacional que

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subyacen en la manera de hacer negocios (ya sea enlas industrias, la agricultura, etcétera) y prácticamenteen todas las actividades humanas. La Psicología Am-biental enfatiza, por un lado, el conocimiento de losprocesos adaptativos del sujeto a las manifestacionesdel ambiente físico, y por otro lado, la aplicación delos conocimientos y recursos que se disponen en eldiseño de ambientes propiciadores del bienestar indi-vidual y colectivo. Dicha disciplina intenta eliminar omodificar las conductas que agreden o degradan elambiente, tratando de desarrollar y/o incentivar aqué-llas que lo preservan.

Resulta lógico, entonces, dotar a los individuosde información que promueva en ellos pensamientos,conocimientos, actitudes y creencias proambientales queles permitan desarrollar opiniones para poder tomardecisiones saludables (que respeten la vida en sentidoamplio). Es decir, una educación (a través de la infor-mación) orientada a sensibilizar sobre diversas situacio-nes, y a partir de este proceso de sensibilización gene-rar distintos procesos de organización social, facilitandoasí una participación comunitaria. Resulta de gran im-portancia la identificación de las percepciones, los co-nocimientos y las actitudes ambientales de las perso-nas. La percepción del ambiente es un proceso que seproduce en los individuos a partir de la novedad, la com-plejidad y la sorpresa e incongruencia. Este proceso serealiza a partir de actividades de exploración, selección,clasificación y comparación de diferentes estímulos queposibilitan la orientación y desarrollo de estrategiasadaptativas necesarias para satisfacer las demandas ynecesidades de la vida cotidiana.

Los conocimientos ambientales se relacionan conaquellos elementos que el sujeto retiene acerca de unentorno físico determinado y que constituyen los lla-mados mapas cognitivos. Estos mapas se construyen apartir de las imágenes de los datos sensoriales de dichoambiente y que el individuo ha asociado con éste porsus características diferenciales, sus símbolos, su estilode vida, sus sentidos, etcétera.

Las actitudes ambientales constituyen los juicios,sentimientos y pautas de conductas favorables o desfa-vorables que un sujeto manifiesta hacia un hábitat oambiente determinado y que condicionan su compor-tamiento dirigido a la conservación o degradación delambiente en cualquiera de sus manifestaciones. La de-cisión de dónde vivir está fuertemente condicionada porvariables económicas, laborales y de oportunidades so-cio-ambientales. Las actitudes pueden o no ser deter-minantes, ya que conforman, a su vez, las opinionesque se tienen acerca de la protección del ambiente na-tural y la conservación de los recursos, influyendo enmuchas de sus decisiones individuales.

Desde otro punto de vista, diversos estudios hanmostrado la influencia que el ambiente ejerce sobre elrendimiento humano (trabajo, estudio, etcétera), lasactividades físicas (como por ejemplo operar maqui-narias), las operaciones mentales (como la concentra-ción, los recuerdos, la percepción, etcétera) y lasinteracciones sociales interpersonales y de grupos. Losmoduladores más importantes de la conducta humanason: * Clima (temperatura, humedad, etcétera), * Es-pacio disponible, * Decoración, * Color e iluminación,* Ruido, * Contaminación (por ejemplo del aire y delagua), * Situaciones sociales (hacinamiento, sobrecar-ga de información, aglomeraciones, carencia deprivacidad, etcétera).

La Psicología Ambiental, como ciencia relativa-mente nueva, tiene como objeto de estudio la relaciónentre el ambiente físico y la conducta humana, contem-plando al ambiente y a la conducta como partes inter-relacionadas de un todo indivisible. Proporciona cono-cimientos fundamentales para quienes participan en laplaneación, diseño, construcción o administración delos ambientes físicos, explicando los procesosperceptuales y cognitivos de los individuos en el des-empeño de sus funciones esenciales, tanto en el ámbi-to residencial, como en el escolar, laboral y recreativo.Además, desde esta disciplina se sugieren solucionesde diseño para lograr condiciones óptimas que reper-

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cutan en la ejecución eficiente de las actividades que serealizan en los distintos ambientes.

La Psicología Ambiental, para alcanzar sus obje-tivos, se apoya en 5 estrategias ecoprotectoras (ZaldívarPérez, 2005): 1. El diseño de ambientes: los compo-nentes materiales de los distintos ambientes donde losseres humanos desarrollan sus actividades (estudio, tra-bajo, etcétera) son tenidos en cuenta por psicólogosambientales en conjunto con arquitectos e ingenierosindustriales, tomando en consideración aquellos elemen-tos del ambiente que pueden influir sobre la conducta,el rendimiento y la salud física y mental. 2. Laestimulación inductora: la producción o configuraciónde señales o mensajes que cumplan la función de pro-mover comportamientos ecológicos responsables. 3. Ladefinición de responsabilidades: reglamentación y esta-blecimiento de una adecuada supervisión y protecciónde los recursos naturales no renovables. 4. La modifi-cación de conductas: el objetivo básico es el estableci-miento de estrategias conducentes al logro de conduc-tas ecológicas responsables. Se trata, sobre todo, decorregir o evitar los comportamientos ecológicos inde-seables. Los programas de modificación de conductaempleados utilizan técnicas de manejo contingente derefuerzos y castigos de las conductas convenientes einconvenientes, respectivamente. 5. Educación Ambien-tal: se orienta, principalmente, a desarrollar actitudespositivas hacia el ambiente y facilitar o propiciar aque-llas conductas tendientes al cuidado y mejoramiento delentorno físico y social. Los teóricos y los investigado-res, interesados en los temas ambientales, concuerdancon la idea de que la educación es la pieza clave paramejorar la conducta ambiental (Disinger, 1982; Cobb,1999; Zelezny, 1999, etcétera), ya que el fin último dela Educación Ambiental es el desarrollo de una tenden-cia a comportarse de manera responsable con el con-texto físico-social.

Este estilo de vida requiere de un conjunto de re-pertorios que implican características de personalidad,actitudes y habilidades. La base de esa tendencia es la

competencia proambiental, entendida ésta como “lacapacidad para producir respuestas efectivas ante losrequerimientos de solución a los problemas del medio”(Corral Verdugo, 2001). Es decir, que la capacidad paraactuar proambientalmente no sólo incluye la presenciade habilidades para la acción, sino también la decisiónpara actuar; además de creencias favorables a la con-servación, actitudes pro-ecológicas y otras disposicio-nes proambientales.

Conclusiones

En este trabajo se ha intentado señalar el papel quedesempeña la Psicología en la temática medioambiental,planteando que el comportamiento de los seres huma-nos es uno de los factores claves en el deterioro am-biental. Por ello creemos imprescindible el aporte dela Psicología para el desarrollo de competencias pro-ambientales orientadas a la resolución de los proble-mas actuales. Como hemos visto, diversos factores per-sonales -ya sean psicológicos o demográficos- influyenen la aparición y mantenimiento de las conductas pro-tectoras del ambiente, teniendo en cuenta también alsistema educativo como un inductor de comportamien-tos proambientales que se traduzcan en cambios hacia elcuidado del medio ambiente. Por lo tanto, es pertinentedesarrollar pensamientos críticos ambientales, actitudesy competencias que les permitan a los individuos contra-rrestar los efectos de los mitos ambientales con el finde tomar decisiones responsables y maduras, basadasen los principios éticos de la Educación Ambiental.

Cabe mencionar que la satisfacción de las necesi-dades materiales es un elemento de gran importanciaal determinar la Calidad de Vida, pero que no la reducea éste. El bienestar pleno es posible en los marcos deuna vida dotada de sentido que integre el sistema devalores que este hombre tiene en el contexto de su so-ciedad y cultura.

Por otro lado, todavía queda mucho por hacerpara poder ampliar “la investigación sobre la salud” de

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manera que se aborden no sólo las soluciones a los pro-blemas biomédicos o socio-médicos, sino que se atien-da también la identificación de acciones efectivas parala protección de la salud y el medio ambiente en todoslos niveles promoviendo, de esta manera, una óptimacalidad de vida de la población. Sería necesario redefinirlos campos de acción y los métodos de trabajo, unificarlos criterios, avanzar en la búsqueda de una proyecciónsocio-ambiental y optar por marcos conceptuales másamplios, de base social y comunitaria, que estén enconsonancia con el panorama real que tendrá que en-frentar la humanidad permanentemente (Mas et al.,1998).

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Notas

3 Citado en: Zaffaroni, R. E. (1988). Criminología aproximadadesde un margen. Ed. Temis S.A. Bogotá.

4Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambien-te y el Desarrollo. 1992. Río de Janeiro. Brasil.