Cadencia Mag #2
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Cadencia
QUIERO MONTAR
Normandía en la 2ªGuerra Mundial + RedBull Holy Bike + FISE Andorra + Fixed’n’Vermut
+ Aventura en Escocia + Kapitán Pedales + El Clinic + GUÍA DE BIKE PARKS PENINSULARES
verano2014
Índice Imágenes Los restos de la WWII en Normandía
COMPETICIÓN Red Bull Holy Bike / Fixed’n’Vermut /
FISE Andorra
PORTADA Bikeparks de verano
HOW TO Hacer un Clinic
PERSONAJE Juanjo Alonso “Kapitán Pedales”
AVENTURA Españoles por el mundo: Escocia (I)
Escena final Blade Runner (1982).
En cada número de Cadencia, el pseudónimo de los colaboradores estará inspirado en una
película de culto. Esta vez toca una de las más importantes de la historia del cine, y que
está siempre vigente. El diálogo de esta escena es de los más repetidos y conocidos
del cine, pero sigue estremeciendo cada vez que se escucha.
VERANOS EN BICI
El verano es sinónimo de vacaciones, de paréntesis en nues-
tras vidas rutinarias y de terrazas donde juntarse con los ami-
gos para tomar unas cañas en chanclas. Los estudiantes han
terminado las clases si han salido bien las cosas, e incluso si
uno trabaja, el verano impone un código más informal, menos
serio. Todos, en definitiva, estamos con la cabeza un poco en
otra parte. Unos en la playa, otros en las fiestas de su pueblo,
otros en la montaña.
Nosotros, evidentemente, tenemos la cabeza (aparte de metida en el culo, en muchos casos), en las
rutas y sitios adonde vamos a ir con la bici en estas fechas. En el fondo no cambia mucho a lo que
tenemos en mente casi todos los días del año, pero en verano parece que hay barra libre para coger
la bici y no volver a casa hasta que es de noche. Como cuando éramos niños.
Los veranos en bici en el pueblo, en la urbanización o donde fuera, puede que sea una de las expe-
riencias más comunes en todos nosotros. Es una de esas cosas que, con cualquiera que uno se pon-
ga a contar batallitas de la infancia, surge inevitablemente. El verano, la bici y los primeros contactos
con la libertad forman parte de ese proceso de crecimiento. Vamos, que el que no haya experimen-
tado ese tipo de sensaciones es que no ha tenido niñez, y punto.
Y es que la bici, si algo aporta a nuestras vidas es libertad. Cuando eres un niño de ciudad en un
pueblo de veraneo, como era mi caso, la bici se convertía en un vehículo con poderes mágicos para
hacer lo que me daba la gana durante todo el día. No nos preocupaban los pinchazos ni si la cadena
estaba engrasada. Simplemente cogíamos la bici y nos llevaba donde queríamos, para hacer cosas
de verano, cosas nuevas, cosas de niños. Ir al río, tirar piedras, jugar con palos, estar en el frontón.,
hacer carreras. Cualquier cosa, daba igual. La bici estaba siempre allí, tirada de cualquier manera,
amontonada junto a las de otros niños entusiasmados con sus artefactos a pedales.
Creo que buena parte de que muchos de nosotros sigamos creyendo que la bicicleta es un vehículo
con poderes mágicos se debe a que tuvimos una infancia feliz sobre una bici. Y una infancia feliz
sobre una bici es más probable que se convierta en una edad adulta también feliz, sobre todo si las
bicis siguen formando parte de nuestras vidas.
Se dice que los hombres (los seres masculinos) sustituyen los juguetes de la niñez por otros más
grandes: coches, motos, bicis. “Boys and their toys”, dicen en inglés. Yo más bien creo que si algo
nos ha hecho felices en la etapa más importante de nuestra vida, ¿por qué renunciar a ella? ¿Por el
hecho de que ser adulto se supone que implica ser serio y ordenado? No me lo creo. Así que vivan
las bicis todo el año. Feliz verano.
Editorial Cadencia
For the world’s real riders
imágenes
70 años del Día D
Arromanches y su playa “Gold” vio desembarcar a 58.000 británicos. Para transportar vehículos desde los acorazados
hasta tierra firme, los ingleses construyeron vías flotantes a base de balsas, que hoy permanecen abandonadas.
Texto y fotos: Roy Batty
Hemos visto muchas películas, visto numerosas fotos,
leído testimonios quizás, sobre el famoso desembarco
de Normandía. Cómo un puñado de soldados aliados
llegaron a las costas francesas en un desesperado in-
tento por liberar Europa del yugo nazi de Hitler. Y sa-
bemos bastante del Día D, quien más quien menos. Se
considera que ese día comenzó el declive de la guerra
para el III Reich, y el 6 de junio de 1944 en definitiva
pasó a la historia como la liberación de Europa por
parte, sobre todo, de los Estados Unidos.
Sin embargo, hasta que no lo ves de primera mano,
como sucede con la mayoría de las cosas, uno no
aprecia de veras lo que supuso aquella Operación
Overlord y el desembarco de la Operación Neptuno. Y
sobre todo, cómo cambió la historia. Cómo el sufri-
miento y el valor de los seres humanos fueron deter-
minantes. El coste de vidas que supuso aquel episodio,
y lo cerca que estuvo Europa de ser pasto del delirio
de unos pocos psicópatas.
Los escenarios de guerra son fascinantes, y si se está
Arromanches (pág. Anterior, arriba)
y Gold Beach.
En esta página: batería antiaérea nazi,
interior y perspectiva de la costa desde
el puesto de tiro.
Cada balsa flotante era un eslabón en
las pistas que comunicaban los
acorazados con tierra firme.
Este invento fue determinante en el
transporte de vehículos y suministros
del ejército británico.
Omaha Beach fue la utilizada por el
ejército de Estados Unidos para su des-
embarco.
Vista de la playa desde una batería y
bunker nazi.
atento, aún se puede escuchar en ellos el eco del sufri-
miento humano. De todos ellos, de uno y otro bando,
de los civiles y de los soldados rasos que no volvían a
ver a sus padres o a sus novias.
Normandía es un museo al aire libre contra la intoleran-
cia y por la paz, pero no estoy seguro de que el mundo
actual piense detenidamente sobre estas cosas, tal co-
mo sucede en demasiados escenarios: Siria, Irak, Ucra-
nia. Y otros muchos que ni siquiera conocemos. Y los
Omaha Beach
y búnker alemán
que están cerca de nosotros, en nuestro
barrio o nuestra calle. Violencia, intoleran-
cia. Eso es lo que hubo en Normandía, y
sus impactantes restos permanecen 70
años después.
Cad*
Muchos pueblos de la costa normanda tienen
rastros de la guerra: agujeros de bala en las casas,
letreros e indicadores de la época.
...Y también internet cafés.
El cementerio de Colleville-sur-Mer, encima de la playa de Omaha, acoge a más de 9.000 soldados norteamericanos
que murieron en el desembarco de Normandía. Sus tumbas están orientadas mirando a Estados Unidos.
En el cementerio de La Cambe yacen 21.000 soldados alemanes, muchos de ellos desconocidos, miembros de las
SS Waffen y oficiales. Es un cementerio apenas visitado, pero igualmente estremecedor. De vez en cuando, visitantes y
familiares depositan flores o recuerdos en las tumbas de sus seres queridos.
Un descenso y enduro en un Bike Park, una prueba lúdico festiva de fixies y una
competición de deportes extremos en Andorra. ¿Qué tienen en común? Quizás
no mucho, pero en todas ellas hay dos ruedas y cascos.
BARRO Y ASFALTO Texto y fotos: Leon Kowalski
COMPETICIÓN
Un descenso y enduro en un Bike Park, una prueba lúdico festiva de fixies y una
competición de deportes extremos en Andorra. ¿Qué tienen en común? Quizás
no mucho, pero en todas ellas hay dos ruedas y cascos.
1) Red Bull Holy Bike
Casi 600 bikers se dieron cita en la
apertura del Bike Park La Pinilla el fin de
semana del 24/25 de mayo. A pesar de
coincidir con la final de la Champions
entre dos equipos madrileños (o quizás
precisamente por eso), La Pinilla se lle-
nó de entusiastas bikers de la zona cen-
tro, dispuestos a disfrutar del evento
que había preparado Red Bull a modo
de apertura: el Red Bull Holy Bike.
Toni Ferreiro y Filip Polc, compañeros de equipo pero “picados” en la bajada dual. Víctor Esplugas y Iago Garay, otros que ma
Toni Ferreiro y Filip Polc, compañeros de equipo pero “picados” en la bajada dual. Víctor Esplugas y Iago Garay, otros que mantuvieron un bonito duelo.
Los hermosos paisajes que rodean el Bike Park de La
Pinilla en Riaza, Segovia, acogieron esta original com-
petición donde los riders pelean entre sí en tres disci-
plinas distintas de mountain bike: downhill, enduro y
avalancha.
Son cinco etapas distribuidas en dos días, en las que
cada biker tenía que afrontar todas las disciplinas con
una sola bici. Enduro de 29, DH de 26, enduro de 26…
La variedad era la norma entre los participantes. Eso
sí, obligatorio el integral. Y quien marcase el mejor
tiempo en la suma de las cinco etapas se quedaría
con el título.
Un total de 572 riders tomaron la salida el sábado,
empezando por las dos fases de downhill. A continua-
ción, la mañana del domingo, ataca-
rían los dos sectores de enduro,
mientras que la carrera avanlancha
serviría de final espectacular para to-
da la competición por la tarde.
Las lluvias de los últimos días habían
dejado el terreno bastante embarra-
do en algunos tramos, por lo que re-
sultaba complicado saltar las mesetas
y los dobles que se habían preparado
en el circuito.
Aún así, el trazado era espectacular.
Está claro que La Pinilla ha hecho un
gran trabajo y un gran esfuerzo por
crear un bike park de referencia en la
zona centro (ya era hora), y el Red
Bull Holy Bike sirvió para darlo a co-
nocer a todo el mundo.
CLASIFICACIÓN
Categoría masculina
1. Toni Ferreiro (ESP) - 24:31.593
2. Iago Garay (ESP) - 24:40.428
3. Filip Polc (SVK) - 24:43.958
Categoría femenina
1. Eva Castro (ESP) - 34:31.659
2. Marketa Michalkova (SVK) - 39:02.992
3. Soledad Barroso (ESP) - 41:07.649
RED BULL HOLY BIKE. LA PINILLA (SEGOVIA). 24/25 MAYO 2014
2) Fixed’n’Vermut Siguiendo los formatos de competición informal que se estilan en la
escena fixie, el FIXED’N’VERMUT propone una especie de alleycat por
las calles de Barcelona, recorriendo cinco de las mejores tascas con
vermut casero. El resultado de mezclar calor, vermuts y fixies
es un divertido pelotazo, y unos cuantos bocinazos de los coches.
Fotos: Albert Mir
SALIDA TIPO LEMANS
Alrededor de 80 personajes con as-
pecto variopinto y alocado tomaron
la salida en el Arc de Triumf ante la
mirada de los guiris un sábado cual-
quiera en Barcelona.
La salida tipo Le Mans, el mapa con
las tascas donde sellar la tarjeta, y a
correr.
GIRLS ON WHEELS
De todos es sabido que el público
femenino es muy fan de las bicis
urbanas y fixies. Son moda, son cool
y son divertidas.
¡Por fin en un evento de bicis hay algo
más que tipos peludos!
CALOR Y REFRESCOS
Lo de menos era ganar. El objetivo del
Fixed’n’Vermut era pasarlo bien, cono-
cer tascas típicas de Barcelona y dis-
frutar de un día de bici por las vera-
niegas calles de Barcelona.
Los semáforos eran orientativos, claro.
FIXED AND SPEED
Durante una mañana, Barcelona se llenó de bicis fijas y singlespeed en busca del ver-
mut. Ganaba quien recorriera todos los puntos del recorrido y sellara la tarjeta el pri-
mero en cada tasca, tomando un vermut o una tapa.
2) FISE Andorra La estación de Vallnord acogió la primera edición del Festival Interna-
cional de Deportes Extremos, FISE, un certamen creado en Francia a
imagen y semejanza de los X-Games, y que aspira a convertirse en re-
ferente de esta modalidad en nuestro continente siendo evento Gold
en el Freeride World Tour.
BMX Freegun Air Spine
Daniel Dhers, Alex Coleborn, Michael Beran, Mark
Webb o Jack Watts fueron algunos de los nombres im-
portantes que estuvieron presentes en las rampas del
FISE Andorra.
En la final se impusieron los tres primeros, que acumula-
ron las rondas más fluídas y con mejores trucos.
AJ Anaya (arriba) no pudo realizar una ronda final lim-
pia, pero fue sin duda de los más aclamados por el pú-
blico.
DEPORTES EXTREMOS EN EL PAÍS DE
LOS PIRINEOS
BMX, roller, MTB y wakeboard (sí, wake-
board a 2000m de altura) eran las discipli-
nas que el FISE trajo a Andorra, un país
tranquilo que cada vez más se vuelca con
los deportes al aire libre.
MTB Slopestyle
En Andorra pudimos ver trucos
enormes y mucha altura. Tail-
whips, 360s, backflips, frontflips,
tables perfectos… hasta dobles
backflips.
Thomas Genon (FRA), Antoine
Bizet (FRA) y Logan Peat (GBR)
se impusieron en la final, con
excelentes y fluídas rondas que
pusieron el listón muy alto.
WHIP
Thomas Genon
El francés de 20 años venía de imponerse en el FISE
de Montpelier, y ha repetido triunfo en Andorra con
una final que incluyó un 360 spin to tailwhip en la
rampa grande.
MTB SLOPESTYLE PRO
1 Thomas Genon
2 Antoine Bizet
3 Logan Peat
MTB SLOPESTYLE AMATEUR
1 Marcel Dubau
2 Florent Bereau
3 Hugo Multignier
BMX SPINE AMATEUR
1 Thibaut Panaville
2 Thomas Debatisse
3 Steven Liban
BMX SPINE PRO
1 Daniel Dhers
2 Alex Coleborn
3 Michael Beran
ROLLER SPINE AMATEUR
1 Julien Cudot
2 Romain Godenaire
3 CJ Wellsmore
ROLLER SPINE PRO
1 Thomas Riffaud
2 Charly Girard
3 David Aubert
ROLLER SPINE CHICAS
1 Elorie Fourquet
WAKEBOARD PRO
1 Daniel Grant
2 Ben Leclair
3 Antoine Allaux
RESULTADOS FISE ANDORRA
27/29 JUNIO 2014
UN GRAN FUTURO TE ESPERA
EN LAS COLONIAS ULTRAMUNDO
OPORTUNIDAD Y AVENTURA CON
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800 966 699
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portada
SUMMER BIKE TIME
Llega el verano y con él una parte del ganado a
dos ruedas se traslada a altitudes más frescas
donde pacer entre piedras y bosques. Es hora de
dejarse subir en telesilla y disfrutar de descensos
interminables y rutas técnicas de alta montaña.
Texto y fotos: Rick Deckard
SUMMER BIKE TIME
Existe una famoso dicho que dice las bicicletas son para
el verano. Al tipo que inventó esta frase habría que man-
darlo a un centro de alto rendimiento, al CAR de Sierra
Nevada, por ejemplo, para que supiera lo que es montar
en bici en verano a 2500m de altura. Así sabría lo que es
el verano sobre una bici. Pero nosotros no somos así, no
deseamos el mal a nadie, y menos en una bici. Nosotros
somos seres racionales, de los que comen las raciones en
los bares, que decía el poeta Julián Hernández.
Texto y fotos: Rick Deckard
Pero lo cierto es que en verano, efecti-
vamente, lo que toca es la bici. Como
en el resto del año, por otro lado. Lo
que ocurre es que el verano es cuando
suele haber más tiempo y hacer me-
jor tiempo. También es la mejor época
para subir a las montañas y llevar hasta
allí a nuestras reses para que pasten en
las ricas praderas.
Como si de una trashumancia se tra-
tara, en verano vemos caravanas de
bikers en procesión hacia las monta-
ñas, refugiándose del calor implacable
que reina en las ciudades y los valles
de media España.
Los campos elegidos para esta tempo-
rada veraniega son mayoritariamente
los Pirineos, pero hay quienes llevan
su ganado a latitudes más al norte, a
los Alpes por ejemplo. Son los peregri-
nos de la bici que, a la inversa de la
Que levante la mano el que no le gustaría montar en bici
por este sendero a 2000m de altura...
Hace poco más de 10 años que empezaron a verse los
primeros Bike Parks en la península, y su éxito ha sido
determinante para la nueva ola de riders. Y de bicis.
operación Paso del Estrecho,
atraviesan mesetas y penínsulas
en busca de largas rutas de alta
montaña, descensos intermina-
bles, y un clima fresco.
Como en todo esto de la bici de
montaña, los inventores del con-
cepto veraniego de aprovechar
las estaciones de esquí para el
público biker fueron los norte-
americanos. Las primeras estacio-
nes en explotar sus instalaciones
para la gente de las dos ruedas
gordas fueron Mammoth o
Whistler, y poco después estacio-
nes suizas y francesas como Les
Gets o Les Deux Alps importaron
el modelo. Hoy en día, casi todas
las estaciones alpinas, pirenaicas y
de otras cordilleras, cuentan con
servicios y circuitos de MTB en
verano.
Esto es un avance extraordinario.
Algunos recordamos que hace es-
casos 10 años tenías que irte a los
Alpes para que te dejasen subir la
bici en un telesilla. Mis amigos y
yo comenzamos a montar en bici
por Andorra cuando todavía no
existían ni Vallnord ni GrandVali-
ra. Subir con la bici a Sierra Neva-
da, Panticosa, Cerler o La Covati-
lla era poco menos que una fri-
kada. La gente te miraba raro si
preguntabas si se podía montar en
bici por allí.
En aquellos años lo único a lo que
aspirábamos era a bajar por pistas
anchas y por algún que otro sen-
dero que descubríamos, intentan-
do seguir el trazado de alguna ca-
rrera disputada anteriormente. Na-
da que ver con lo que hay ahora.
Por eso, es justo decir que los bike-
parks de verano han sido uno de
los avances más importantes que
ha tenido este deporte para el gran
público, en los últimos años, y hay
que reconocerlo.
Los Bikeparks han sido para el
mountain bike lo que los cruceros
por el Mediterráneo para los tu-
ristas de chanclas: una salvación y
un mundo nuevo por descubrir.
Es importante tener eso en pers-
pectiva para valorar lo que existe
ahora mismo entorno a los bike-
parks. La idea de revitalizar y apro-
vechar las costosas infraestructuras
de una estación de esquí en verano
forma parte del interés comercial,
no lo olvidemos. Pero también be-
neficia a todo un sector, a la po-
blación y a la economía local.
Desestacionaliza a las montañas de
la nieve y del invierno, y hace que
mucha más gente se acerque al
MTB en su vertiente más cómoda y
lúdico-festiva. A todos nos gusta
que nos suban en remonte hasta lo
más alto de la montaña y después
tirarnos con la bici. Y a partir de
ahí, la gente puede descubrir otras
muchas cosas sobre el MTB.
Los bikeparks son, entre otras co-
sas, grandes lugares de iniciación
para los más pequeños. Son per-
fectamente compatibles con el res-
peto ecológico. Ofrecen multitud
de servicios, desde alquiler de bicis
y equipaciones completas hasta
cursos de perfeccionamiento, etc.
Por eso yo soy un gran defensor de
los bikeparks como modelo de ex-
plotación deportiva y turística, co-
mo experiencia de ocio en verano y
como lugar de concentración de la
bici en esta época. Eso sí, sin olvi-
dar que a cualquier cosa no se le
puede llamar bikepark, que existen
muchos otros senderos aparte de
los que están balizados o marca-
dos, y que por los precios que se
pagan en los bikeparks peninsula-
res (casi los mismos que en los Al-
pes), debemos exigir un buen ser-
vicio y una experiencia de calidad.
Veamos ahora los principales Bike-
parks de la península y una breve
ficha de cada uno.
¿Hay algo más bonito que una montaña sur-
cada de líneas sinuosas listas para ser
deslizadas por nuestras bicis?
La verdad es que sí las hay,
pocas pero las hay.
LA MOLINA BIKE PARK
Forfait 1 día: 21,50€
Forfait 1/2 día: 15€
Circuitos: 9
A 150km de Barcelona
Pros Circuitos para todos
los niveles
Contras Poco aprovechada para el
potencial que tiene.
Pensado para descenders que se
quedan a este lado de la frontera.
La Molina podría dar mucho más de sí
aprovechando mejor las combinaciones de
circuitos y el entorno envidiable que tiene.
Su ventaja es la comodidad de ir y volver
en el día, quedándote muy satisfecho.
Valoración
La Molina, otrora único Bike Park Kona en nuestro país,
se ha quedado un poco atrás en cuanto a renovación
de circuitos. Un buen woodpark, circuito de saltos y pistas
técnicas hacen de La Molina un buen spot para DH,
aunque podría dar mucho más.
La Pinilla por fin ha dado un paso hacia adelante para
convertirse en el Bike Park que necesitaba la zona centro.
Recorridos divertidos, bien diseñados y una zona preciosa
y muy auténtica, lo ponen a la altura de algunos destinos
pirenaicos y del extranjero.
LA PINILLA BIKE PARK
Forfait 1 día: 23€
Forfait 1/2 día: 17€
Circuitos: 14
A 120km de Madrid
Pros Muy divertidos y bien
diseñados tracks.
Contras masificado
en fin de semana.
Pensado para amantes del enduro
con vena descender, y para des-
cenders de la vieja escuela.
Sus modestas instalaciones y servicios son
un plus para los que buscan una estación
tranquila y auténtica.
Valoración
GRANDVALIRA
Forfait 1 día: 24€
Forfait 1/2 día: 16€
Circuitos: 13
A 220km de Barcelona
Pros Gran calidad general de los
circuitos, bien diseñados y cuida-
dos. Poca masificación.
Contras Algo lejana en distancia
para la mayoría.
Pensado para descensos largos,
freeride de calidad, y enduro. Muy
completo bike park.
Muy buenas instalaciones para el primer
bike park que se abrió en Andorra.
GrandValira ha tenido una trayectoria de
altibajos, pero finalmente parece haber en-
contrado un estilo propio y un público exi-
gente.
Valoración
Imágenes bucólicas de las praderas de GrandValira.
Mientras subes con el telesilla a 2500m puedes ver
marmotas, caballos y otros animales...
VALLNORD BIKE PARK
Forfait 1 día: 22€
Forfait 1/2 día: N/A
Circuitos: 22
A 200km de Barcelona
Pros Cada año hay novedades y
nuevos tracks. Muy cuidados.
Contras Las pastillas de freno
se evaporan.
Pensado para descenso de compe-
tición, enduro de competición y
freeride de competición.
Para disfrutar Vallnord en todo su esplendor
hay que estar bien preparado. Aguantar un
DH desde la cima hasta La Massana no es
para cualquiera, y eso hace que Vallnord
sea tan apreciada. Es un gran Bike Park
de categoría internacional, y eso se nota
para bien.
Valoración
Vallnord se ha convertido en un referente mundial de Bike Park,
invirtiendo mucho para conseguir dos copas del mundo
y los próximos mundiales UCI de 2015.
Está al nivel de los grandes resorts de los Alpes, con circuitos
para todos los gustos y estilos.
Vallnord es el ejemplo más exitoso de Bike Park
a este lado de los Pirineos.
Manzaneda Las montañas gallegas
de Ourense albergan este bikepark
que lleva abierto ya cerca de 10
años. Con 7 circuitos de varios ni-
veles y zona woodpark.
Forfait de 1 día: 18€
www.manzaneda.com
La Fenasosa La Fenasosa no es un
bike park como tal, o más bien es
más que un bike park. Es un bike
park en una finca privada. Cuenta
con 10 tracks de descenso que han
servido de campo de entrenamiento
para equipos profesionales.
Forfait 1 día: entre 10 y 25€
www.lafenasosa.com
Sierra Nevada Andalucía estrena
Bikepark en la emblemática sede de
los mundiales de 2000, con 7 des-
censos y 3 telesillas.
Forfait adulto 1 día: 20€
www.sierranevadabikepark.com
Más Bike Parks en la península
Ponte de Lima El Bike Park de nuestros vecinos portugueses tiene muy buenas
críticas. Con 10 recorridos de DH, enduro y XC.
Forfait 1 día: 25€
www.bikeparkpontedelima.com
LOS BIKE PARKS ANALIZADOS EN ESTE REPORTAJE HAN SIDO TESTADOS POR CADENCIA
MAG EN EL ÚLTIMO AÑO. EN CAMBIO LOS QUE APARECEN EN ESTE RECUADRO NO HAN
SIDO TESTADOS Y POR LO TANTO NO SON VALORADOS.
HOW TO
LLAMAMOS CLINIC A TODA REUNIÓN DE MÁS DE 1 PERSONA QUE TENGA COMO
OBJETIVO LA REPARACIÓN O MANTENIMIENTO DE LA BICI AL AIRE LIBRE.
TODO CLINIC TIENE UNAS NORMAS REGLADAS POR LA REAL FEDERACIÓN INGLESA
DE CRICKET, QUE A CONTINUACIÓN ENUMERAMOS PARA EL DOMINIO PÚBLICO.
Por Philip K. Dick
Cómo hacer un clinic Todo clinic debe contar con un primer y esencial ele-
mento: un sitio al aire libre. A ser posible, un jardín o
parque lo más cuidado y bonito posible. Si estáis en un bike-
park es perfecto, porque los vecinos no os pueden hacer nada.
Si estáis en vuestro lugar de origen, cuidado. Los clinics no
suelen derivar en nada bueno.
El segundo elemento fundamental en un clinic es la
cerveza. Mucho más que la bici o las herramientas. De
hecho, hay corrientes filosóficas que defienden los clinics
“Biergarten”, y postulan que las bicis son “algo accesorio”. En
un clinic puede haber bicis, pero si no hay cerveza no es un
clinic homologado. Suelen darse casos de prácticas suicidas
sobre la bici una vez consumida abundante cerveza.
Herramientas. Algo a tener en cuenta si se quiere ha-
cer un mantenimiento mínimo de la bici. La típica caja de los
chinos es válida, pero también una bolsa de supermercado.
Como los clinics suelen darse estando de viaje en un entorno
paradisíaco, siempre hay alguien que no se lleva ninguna he-
rramienta y mangonea las de los demás. Esto puede ser un
problema pero suele solucionarse con doble ración de cerveza
para la tropa.
La bici. Importante, pero no imprescindible. De hecho,
un buen clinic siempre dedicará un máximo del 10% al mante-
nimiento de la bici y un 90% al debate, la reflexión y la crítica
dialéctica. Es decir, a mirar el paisaje y beber cerveza.
1
2
3
4
No existe un consenso sobre cuándo, cómo o
quién inventó el concepto de Clinic. Hay quien dice que
los primeros habitantes de la península organizaban
encuentros informales en sus tribus para pasar revista a
los caballos. Se han encontrado restos de estas reunio-
nes en castros celtibéricos en Galicia y Asturias, en ins-
cripciones sobre piedras donde se podía leer “estamos
de clinic, volvemos en 5 minutos”.
Aunque se discute su origen, lo que no se discute es su
existencia. Cualquier viaje de bici, bien sea de un fin de
semana o de varios días, implica la celebración de estas
reuniones. El objetivo primario es dar mantenimiento y
realizar reparaciones a las bicis después de un día en-
tero montando. Sin embargo, los clinics esconden una
realidad muy distinta, y es la celebración de rituales pa-
ganos con fines misteriosos.
Hay quien denomina a los clinics “instrumentos del dia-
blo” o “la octava plaga”. Lo cierto es que estos eventos,
que normalmente atraen a cuatro o cinco personas, a
pesar de ser minoritarios y marginales, suponen un ries-
go para la salud y suelen acarrear denuncias por es-
cándalo público y alteración del orden allá por don-
de pasan.
Vamos a conocer hoy las estrategias más habituales en
la celebración de estos rituales casi satánicos, que mu-
chos han considerado un mal necesario en toda con-
centración de más de un ciclista de montaña. Son es-
trategias urdidas hasta el más mínimo detalle, como
podrán comprobar en este reportaje de investigación.
Esquemas del demonio Estas jugadas de pizarra sirven a los maestros del clinic para tramar sus estrategias. Podemos ver que dos miembros del grupo
se dedican a jugar al ping-pong, mientras los otros dos pasan de todo y se dedican a la juerga sin ni siquiera echar un vistazo a sus
bicis. Hay alguno del incluso sostiene un objeto humeante, posiblemente un palito.
El dibujo también deja ver el edificio principal desde donde se despliega la operación, una casa de la que salen olores insalubres,
posiblemente por alojar un laboratorio de metanfetamina.
Jugada maestra En este esquema podemos ver una de las jugadas más conocidas y delatoras del clinic: el suministro de cerveza. Uno de los
miembros del grupo (denominado “el muyaidín”) es el encargado de llevar a cabo esta misión suicida a los otros tres que están
atrapados en el recinto del clinic con la cerveza agotada o caliente. En un alarde de ingenio y estrategia, el plan B demuestra una
segunda opción de incursión al recinto, sorteando innumerables y peligrosos obstáculos y baterías antiaéreas.
Los mayores estrategas militares de Uzbekistán han reconocido que estas maniobras “son una puta mierda”.
Mentes prodigiosas No hay duda de que los autores intelectuales de los clinics son mentes privilegiadas, dotadas para el mando y la destrucción.
Sólo hay que ver con qué maestría abordan esta otra estrategia, muy similar a la de la página anterior, pero esta vez no con un
único y solitario muyaidín en el plan de suministro de cerveza, sino con ¡dos! Sólo a un grupo de individuos altamente cualificados
se les habría ocurrido un maquiavélico plan como este. La CIA y el MI6 han declarado en repetidas ocasiones que estas tácticas
paramilitares sólo las han conocido entre niños de 5 a 7 años.
Casos de clinics reales que han sucedi-
do a nuestro alrededor.
Testigos de excepción de estos eventos
han retratado algunas escenas grotes-
cas. Son documentos únicos y de extra-
ordinario valor paranormal.
Por respeto a los individuos implica-
dos en estas reuniones clandestinas,
mantenemos su identidad e imagen
salvaguardada.
Cad*
clinicsreales
AVENTURA
ESPAÑOLES POR EL MUNDO: ESCOCIA (I)
Single tracks & Single malts Nuestro buen amigo Fco. Javier Cruz, más conocido por muchos de nosotros por
Bítel, vive actualmente en tierras escocesas, como muchos otros compatriotas que
han hecho las maletas en estos tiempos de prosperidad y desarrollo. Con su afilada
visión de la realidad y una mano agraciada por la escritura nos contará sus andan-
zas bikers durante unos cuantos números de la revista. Las highlands escocesas
son territorio Bítel, y es un privilegio contar con su testimonio.
Texto y fotos: Franciso Javier Cruz
Escocia, la tierra de los valien-
tes. Allá donde las tropas romanas
detuvieron su imparable avance.
Caledonia. La tierra de los fieros
Pictos. Una tierra conocida en to-
do el mundo por su indómita y
salvaje Naturaleza;
una estampa de
postal, un eficiente
truco publicitario
ya que cada pulga-
da cuadrada de es-
ta húmeda tierra ha
sido explotada,
manipulada, lleva-
da hasta sus límites y exitosamen-
te recuperada. Aún con todo, a día
de hoy se puede disfrutar de algu-
nos de los mejores lugares para
montar en bici del planeta. Sí, Es-
cocia aparece invariablemente en
todas las listas de “Mejores lugares
para disfrutar del ciclismo”. Y no es
únicamente por sus paisajes.
Resulta paradójico que aun en au-
sencia de grandes cordilleras o sis-
temas montañosos, esta tierra
ofrezca tantos buenos parajes para
la práctica de nuestro amado de-
porte en cualquiera de sus diver-
sas disciplinas. Enumerar las enor-
mes diferencias entre la situación
en que los ciclistas nos encontra-
mos aquí y en España será objeto
de un análisis profundo y lamenta-
blemente desmotivador que reali-
zaré en otra ocasión. Ahora prefie-
ro centrarme en algunos de los lu-
gares que he tenido el inmenso
placer de conocer en los pocos
meses que llevo aquí.
De momento, desposeído de
vehículo propio, me encuentro li-
mitado al uso del transporte pú-
blico para mis pequeñas excursio-
nes. Pero eso no es óbice para dis-
frutar de algunos de los mejores
paisajes y senderos más exigentes
y placenteros que jamás haya po-
dido ver y recorrer en toda mi vi-
da. Empezamos…
Glentress. Gestión.
En la zona Sur de Escocia tenemos
la oportunidad de conocer los 7
Stanes. Siete bike-
parks -Ae, New-
castleton, Mabie,
Kirroughtree,
Glentress/
Innerleithen, Dal-
beattie y Glentrool
- llamados así por-
que en cada uno
de ellos podemos encontrar una
roca diferente y singular, a modo
de monolito (“Stane” es la palabra
escocesa para nombrar “piedra”).
En el valle de Tweed, paraje bucó-
lico situado a escasas 20 millas al
Sur de Edimburgo, nos topamos
con dos de esas instalaciones: In-
nerleithen y Glentress.
Glentress es un trozo del paraíso
en la tierra. Kilómetros de pistas y
senderos acotados y señalizados
para ciclistas y clasificados por co-
lores para marcar su dificultad.
Escocia aparece invariablemente en todas las listas de “Mejores lugares para disfrutar del ciclismo”. Y no
es únicamente por sus paisajes
Aquí se pueden encontrar desde
rutas verdes para primerizos o fa-
milias hasta una exigente ruta ne-
gra de 30 kms para aquellos que se
encuentren más en forma, pasando
por una zona de Freeride con sal-
tos y obstáculos de todos los nive-
les.
La mayor parte de las rutas discu-
rren por senderos estrechos (los fa-
mosos “singletracks”), aunque tam-
bién hay zonas de pista que comu-
nican los diferentes tramos.
Los Borders escoceses no son una
zona de grandes elevaciones, así
que no esperéis encontrar largos
descensos. Eso sí, los que hay dibu-
jarán una sonrisa en vuestra boca.
Tramos de bajada claramente artifi-
cial, llenos de saltos y peraltes,
conviven con tramos mucho más
tradicionales de rocas y raíces en
los que el único trabajo no natural
es la inclusión de algunos drenajes
en las zonas críticas de acumula-
ción de agua.
El resultado es el esperado: ciclistas
de todo pelaje se
dan cita aquí cual-
quier día de la se-
mana aprovechan-
do su cercanía a
Edimburgo.
Los fines de sema-
na es una auténti-
ca revolución; pue-
des ver desde “rallymen” en-
fundados en sus lycras a los más
aguerridos y temerarios
“descenders” compartiendo sende-
ros y aparcamiento con grupos
guiados de niños de seis años o fa-
milias enteras.
Parejas, pandillas de chicas, abuelos
con bicis de varios miles de Libras y
chavales con auténticos cascajos.
Todos disfrutando de estas magní-
ficas instalaciones.
Además, puedes alquilar bicicletas
o comprar esa pieza o recambio de
última hora en la tienda ubicada a
la entrada del bosque. Y en el Café
situado justo al lado puedes co-
mer, tomarte un café, un IrnBru o
una birra mientras comentas la ruta
y las anécdotas del día con los
compañeros de fatigas.
Como he comentado antes, podrás
deleitarte con cualquier bici, desde
una con cestita rosa y flecos hasta
una de descenso, pero la mejor op-
ción para disfrutar a tope es una de
eso que los modernos llaman En-
duro, o All Montain. No en vano
aquí se celebró hace poco la se-
gunda prueba de la EWS con un
tremendo éxito de público y parti-
cipantes.
Dunkeld. Codicia.
Perfectamente comunicado por
tren o por la autopista A9, encon-
tramos el pintoresco pueblo de
Dunkeld, en Perthshire.
El altruismo es una
motivación pode-
rosa, pero aún más
poderosa es la co-
dicia. Gracias al
afán de lucro de
John Murray, cuar-
to Duque de
Atholl, hoy pode-
mos disfrutar de
esta pequeña gran joya.
Y es que a pesar de su aspecto de
Naturaleza virgen, los bosques que
rodean Dunkeld son completamen-
te artificiales. Un recuerdo vivo de
épocas pasadas en las que las coní-
feras se plantaban a modo de co-
secha, con el único objetivo de
conseguir madera.
Afortunadamente, hoy en día esa
zona ya no se encuentra en manos
privadas si no que pertenece a la
Comisión Forestal Escocesa, que se
encarga de su conservación. Pero
aquí “conservación” no es sinónimo
de “prohibición”.
El uso del monte es parte de la
gestión del mismo, y así podemos
ver a caminantes y ciclistas convi-
Tramos de bajada claramente artificial, llenos de saltos
y peraltes, conviven con tramos mucho más tradicionales
de rocas y raíces
viendo en perfecta harmonía. Un
motivo más de envidia.
En las varias colinas que envuelven
Dunkeld podremos disfrutar de
muy diferentes rutas, algunas de
ellas incluidas como tramos de la
prueba de la Scottish Enduro Series
celebrada aquí hace algunas sema-
nas .
Desde tramos de roca y páramos
con la única compañía de monte
bajo hasta zonas de denso bosque
de pino caledonio e inmensos pi-
nos de la especie Douglas.
Las pistas forestales que recorren
las colinas nos ofrecen una buena
forma de enlazar diferentes tramos
de bajada, aunque si nos sentimos
en forma también podemos optar
por subir por senderos o empujan-
do la bici. Eso sí, con cuidado, por-
que los tramos más técnicos suelen
reservarse para descender por
ellos.
Al final de nuestra escapada pode-
mos disfrutar de música en vivo en
el Taybank, un
encantador
pub situado ca-
si a orillas del
río Tay desde
cuya terraza
podemos ad-
mirar Burnam
Hill y Craig Vin-
yard, dos de las
colinas por las
que habremos
rodado.
En la tienda lo-
cal, Progression
Bikes, disponen
de un servicio de remontes para
aquellos amantes del descenso que
quieran gozar de las empinadas y
técnicas bajadas de Tay Forest.
Y si tienes la ocasión, no dejes de
visitar The Hermitage. Cuando lo
veas sabrás por qué no debes per-
dértelo.
EN EL PRÓXIMO NÚMERO:
INVERNESS & TORRIDON
Cad*
Vista espectacular de los bosques de pinos y abetos desde Glentress
PERSONAJE
Estos ojos han visto todo el mundo Juanjo Alonso, el “Kapitán Pedales” es uno de nuestros primeros y más famosos
aventureros en bici de montaña. Cuando el MTB estaba naciendo en nuestro país, él
ya estaba viajando por todo el mundo con uno de esos artefactos. Ahora se reedita
el libro del viaje de su vida: la vuelta al mundo que dio entre los años 90 y 91.
Texto: Alfonso Hernández / Fotos: Juanjo Alonso
“Después de dar la vuelta al mundo descubrí
que no se trata de buscar respuestas,
hay que encontrar soluciones”.
Uno, que es así, llegó a este
bendito deporte hace ya más de
dos décadas, y lo hizo atraído por
la aventura, la sensación de liber-
tad y la promesa de un mundo
nuevo que anunciaba la bici de
montaña.
Las revistas, esas formas moder-
nas de literatura de viajes para
espíritus aventureros, me dieron
a conocer referentes y ejemplos
de individuos que hacían con la
bici algo más que competir, algo
para lo que yo nunca tuve sufi-
ciente motivación o talento.
Uno de estos tipos, si no el que
más, era Juanjo Alonso. Un tal
“Kapitán Pedales”. Un tío que pare-
cía haber cogido la bici un día, y
no parar de correr aventuras con
ella hasta que decía basta.
Cicloturista, biciaventurero re-
convertido en escritor de viajes y
participante en pruebas extre-
mas, Juanjo Alonso es, a sus 54
años, un gran Kapitán
(¿Alatriste?) del MTB, toda una
institución de los viajes de aven-
tura, que ahora reedita el libro
del viaje de su vida.
Antes de sentir la llamada de la
aventura Juanjo, vecino del barrio
de Aluche de toda la vida, fue ta-
xista y pasó un par de años en un
pueblo de Guadalajara. El viaje al
mundo le cambió la vida y se hizo
un nombre como escritor y cola-
borador de varias publicaciones.
Actualmente es autor de guías
de viaje, deportes de montaña y
actividades al aire libre. Colabo-
ra en las revistas Oxígeno, Trail
Run y otras publicaciones dedi-
cadas al outdoor, los viajes y el
ocio activo.
Pregunta: Publicas ahora, 21
años después, “La vuelta al mun-
do en bicicleta” (Ediciones Des-
nivel). La primera edición se dejó
de publicar en su momento y
ahora Desnivel la recupera.
¿Cómo te has sentido al volver a
rememorar el viaje? ¿Has cam-
biado algo respecto a la primera
versión?
Respuesta: El viaje es el mismo, y
hasta ahora ha sido el “viaje de mi
vida”, pero los recuerdos y las sen-
saciones son más entrañables, tal
vez porque ha pasado más tiempo
y añoro aquellos años de libertad
absoluta, cuando tenía cargada
con toda la energía física y mental
y me sentía capaz para llegar al úl-
timo horizonte. La primera edición
del libro salió en 1993, se vendió
enseguida y la editorial decidió
cancelar la publicación. Han pasa-
do los años y ha llegado el mejor
momento para lanzar de nuevo la
historia del viaje. Por un lado Edi-
ciones Desnivel se ha entusiasma-
do con el proyecto y también esta-
mos viviendo una situación social
complicada para muchas personas,
necesitamos salidas, escapes, eva-
siones que nos llenen de nuevo de
motivación y ganas de vivir, y la
mejor forma es cumplir los sueños
pendientes, dirigir nuestro destino
al margen de los manipuladores
que quieren apoderarse de todo. Y
con este mismo talante emprendí
el viaje de la vuelta al mundo en
bici en 1990, eran otros tiempos y
otros estímulos, pero un viaje lar-
go, con billete de ida, siempre pro-
porciona la mejor oportunidad pa-
ra crecer y conocerse, fortalecer
las ideas y adquirir una renovación
personal imprescindible en cada
momento de la vida.
La Vuelta al Mundo en Bicicleta de
Ediciones Desnivel tiene los textos
del libro anterior actualizados y
nuevos capítulos inéditos. Mo-
mentos que he recuperado de la
memoria para aportar el mayor
contenido posible en una historia
que pasó hace más de dos déca-
das.
P.- Después de estos años seguro
que sigues recordando casi a
diario escenas o vivencias de
aquel viaje, o de cualquiera de
los muchos que has hecho.
¿Sueles pararte a recordar a me-
nudo tus viajes o vives más pen-
sando en el próximo destino?
R.- Un poco ambas cosas.
Todavía sigo ofreciendo
charlas y proyecciones de las
imágenes del viaje y después
de tanto tiempo siento con
la misma intensidad las ex-
periencias y recuerdos del
viaje, porque el cicloturismo
proporciona un contacto
muy intenso y directo con el
medio ambiente y las perso-
nas que habitan en cada lu-
gar. Y un viaje dura el tiem-
po que se recuerda. Y tam-
bién pienso en nuevos viajes cons-
tantemente, el espíritu nómada
que llevo dentro siempre está lla-
mando a la puerta para salir de
viaje.
P.- Mucha gente piensa que via-
jar mucho o permanecer en
otros lugares durante mucho
tiempo le vuelve a uno desarrai-
gado. ¿Crees que es cierto?
R.- Hace muchos años conocí a un
alemán que llevaba viajando por el
mundo más de veinte años y decía
que cuando pasaba de vez en
Juanjo en la vuelta al mundo, acampando en el desierto
cuando por su tierra no se sentía
de allí, ni de ningún lugar, era un
ciudadano del mundo. Yo no he
sentido algo así nunca, después de
estar meses fuera de casa siempre
me he sentido muy reconfortado
al ver de nuevo a mi familia y los
amigos, encontrar los paisajes y las
montañas donde he crecido y ma-
durado como montañero y, sobre
todo, como persona.
P.- ¿Esperabas algo con aquel
viaje? ¿Respuestas?
R.- En aquella época, a principios
de los años noventa, era muy in-
conformista con
el ambiente so-
cial que me ro-
deaba y aunque
practicaba de-
portes de mon-
taña como estilo
de vida, necesita-
ba buscar respuestas en otros am-
bientes fuera de España, quería
conocer las culturas asiáticas que
habían sido fuente de inspiración
para mis ídolos musicales y litera-
rios de aquellos tiempos, y tam-
bién estaba seducido por los ma-
pas y los nombres tan sugerentes
que aparecían por todas partes.
Himalaya, Karakorum, Samarkan-
da, Ruta 40, Yosemite,
Patagonia, Ruta de la
Seda, Sahara,… nom-
bres y nombres que
no paraban de provo-
carme y necesitaba
salir de viaje para con-
vertir en realidades
todos aquellos sueños. Y después
de dar la vuelta al mundo descubrí
que no se trata de buscar respues-
tas, hay que encontrar soluciones,
y como añado en el título del libro
En el altiplano boliviano.
“Necesitaba salir de viaje para convertir en
realidades todos aquellos sueños y nombres
sugerentes como Himalaya, Samarkanda...”.
fue “un viaje sin prisas alrededor
de uno mismo”.
P.- Con tu experiencia, ¿dirías
que se puede ir por el mundo
confiando de todos o más bien
“con la mosca detrás de la ore-
ja”?
R.- Siempre hay que estar alerta.
En el mundo hay dos tipos de per-
sonas: malas y buenas, al margen
de sus ideas y excusas para ser co-
mo sean. Y siempre hay que pro-
curar estar con las buenas para
evitar complicaciones desde que
salimos de casa, para dar la vuelta
al mundo o pasear por el parque.
En general la mayoría de la gente
es amable y hospitalaria, o indife-
rente, que también es bueno. Y
siempre es muy importante com-
portarnos como nos gustaría que
los demás se comparten con no-
sotros.
P.- ¿Tus viajes te han hecho me-
jor persona hacia los demás?
R.- Los viajes y sobre todo convivir
con la gente, con todo tipo de
personas, especialmente viajando
en bici o lo que llamo viajes de-
portivos, para escalar, montar en
bici, remar o caminar en cualquier
parte del mundo. Las experiencias
en la naturaleza con los habitantes
del medio rural en cualquier parte
del mundo, y en cualquier altitud,
adquieren un valor especial,
aprendemos a ser humildes y res-
petuosos, a valorar la forma de ser
y las ideas de nuestros compañe-
ros, a formar parte de un equipo y
ver que somos una pieza que gira
alrededor de las cosas y las perso-
nas, y no intentar que la vida gire y
se adapte a nosotros.
P.- ¿Por qué necesitamos viajar
para conocer el mundo?
R.- En mi caso necesito evasión, es
una forma de romper rutinas emo-
cionales y despertar la motivación
y las ganas de hacer cosas diverti-
das y reconfortantes con la familia
y los amigos. Y también para co-
nocer paisajes y entornos huma-
En su periplo, Juanjo atravesó el continente americano de sur a
norte.
nos necesarios para experimentar
el mundo en el que vivimos, y para
eso no sirven las redes sociales ni
la inmediatez de internet. Debe-
mos sentir las experiencias de una
manera completamente orgánica y
vital. Y por último viajar es impres-
cindible para cumplir algunos sue-
ños y proyectos porque ampliar
conocimientos y nuevas experien-
cias suele ser positivo en las rela-
ciones humanas. Siempre es mejor
intentar algo y darse la vuelta, que
dejar que pase el tiempo y al final
darse cuenta que no queda tiem-
po para lo que hemos dejado por
hacer.
P.- ¿Viajar en solitario le vuelve a
uno más ermitaño o más socia-
ble, al conocer a mucha más
gente?
R.- Depende de la personalidad de
cada persona. La soledad muchas
veces facilita las relaciones con las
gentes del camino, el contacto
personal es necesario para cual-
quier cosa, pero hace falta una
energía particular para afron-
tar en solitario cada percance
y acontecimiento del viaje,
especialmente en los viajes
en bicicleta con un gran
componente de vulnerabili-
dad. Y viajando en grupo es
algo más complicado entrar
en la intimidad de las perso-
nas, de sus casas y pueblos
porque se protegen más al
ver grupos de viajeros, pero
como he dicho antes, depen-
de mucho de cada uno y
también de la cultura de los
países.
P.- ¿Volverías a repetir la vuelta
al mundo?
R.- En estos años he vuelto a va-
rios lugares que conocí en aquel
viaje, sobre todo a Sudamérica, y
he procurado no volver en bici al
Amazonas ni otras franjas tropica-
les porque en bici son un infierno.
Lo que quiero decir es que volvería
a dar una vuelta al mundo pero
procuraría variar el recorrido, evi-
tar ciertas zonas donde pasé mu-
Nigeria
Arriba, en el Sahel africano. Abajo, en la Stuart Highway de Australia.
chas penalidades y aprovechar
mejor los países con condiciones
más propicias para el cicloturismo.
P.- ¿Qué viaje tienes en mente
próximamente, y qué sitio te
queda por descubrir?
R.- Necesitaría varias vidas para
visitar todos los lugares chulos
que hay en el mundo. El siguiente
viaje previsto es hacer el Cruce de
los Andes en bici de montaña y
completar el viaje con la ascensión
al Aconcagua. Y el próximo año
espero tener la oportunidad de
realizar también una travesía en
bicicleta por varios pasos del Hi-
malaya entre Tíbet y India.
P.- De toda la vuelta al mundo
que hiciste, ¿te quedarías en
algún sitio para siempre?
R.- Pues siempre pienso que si
he viajado por unos cincuenta
países y sigo viviendo en Madrid
será porque de momento el me-
jor lugar para vivir es este.
Cad*
Juanjo ha disputado varias Titan Desert en los últimos años.
Viajamos para experimentar el
mundo en el que vivimos, y para
eso no sirven las redes sociales
ni la inmediatez de internet.
Próximo número Portada: Ya veremos.
Aventura: Todo se andará.
Imágenes: Cualquiera sabe. . . .
Personaje: El que menos te lo esperas. . . .
y mucho más, compadre.
Cadencia
―No seas decadente y pedalea. Cadencia