Boletín del proyecto de nuevo templo parroquial, número 2 ...
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Parroquia del Espíritu Santo
Cd. Guadalupe y Apodaca, N. L.
Boletín del proyecto de nuevo templo parroquial, número 2, diciembre del 2014
El Señor Arzobispo colocó ya la primera piedra
El pasado sábado 11 de
octubre el Señor Arzobispo, Don
Rogelio Cabrera, colocó la prime-
ra piedra y dio comienzo simbóli-
co a la construcción del nuevo
templo parroquial.
Al filo del mediodía llegó
para presidir la misa de confirma-
ciones de un grupo de niños de
nuestra catequesis. Tan pronto
concluyó la Eucaristía dio co-
mienzo a la ceremonia de la colo-
cación de la primera piedra.
Todo ya estaba dispuesto
alrededor del monumento cons-
truido para albergar la primera
piedra traída de la plaza de san
Pedro en la ciudad del Vaticano.
A la solemne ceremonia
asistieron el diácono Rosendo y
los sacerdotes Alfredo Flores,
Luis Rolando Silva y el padre
Mena.
Se escuchó la Palabra de
Dios y después el Señor Arzobis-
po realizó la reflexión que se in-
cluye en las siguientes páginas.
Después se firmó el acta
que se colocó en el monumento
antes mencionado. Además del
Señor Arzobispo, de los sacerdo-
tes y el diácono firmó la secretar-
ía del ayuntamiento la Sra. María
de Jesús Aguirre quien acudió en
representación del Alcalde de la
ciudad, también la firmaron el
Arq. Ernesto Tijerina del despa-
cho de arquitectos Pladis quienes
trabajan en el diseño del nuevo
proyecto y el Ing. Fernando
Martínez director del proyecto
ejecutivo. El acta fue colocada al
interior de un tubo y este a su vez
se colocó en el monumento.
Acto seguido el Señor Ar-
zobispo colocó la piedra de la
plaza de san Pedro y los coordina-
dores del templo parroquial, de
las capillas y dos niños, Dana y
Erik, colocaron las piedras traídas
de lugares simbólicos de nuestra
fe.
El mismo Señor Arzobispo
colocó el primer “cucharazo” de
mezcla (ver foto) y el señor José
Araiza continuó hasta concluir la
operación. Para terminar la cere-
monia el Señor Arzobispo bendijo
el área dónde se va a construir el
nuevo templo concluyendo con la
bendición de una cruz de madera
que se colocó en el lugar dónde
va a estar localizado el altar.
Dios que comenzó esta
obra buena Él mismo la lleve a
feliz término.
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“Quiero decir un senci-
llo pensamiento con ocasión de
la bendición de esta primera
piedra.
Es una tradición en la
iglesia el poner una primera
piedra. Decía un Arzobispo:
“A mí no me inviten a poner
primeras piedras, sino a consa-
grar las iglesias”. Pero a mí sí
me gusta venir a la primera
piedra ¿por qué? porque poner
una primera piedra es primero
un acto de fe, confiar en Dios,
es atreverse a una aventura sa-
biendo que estamos en las ma-
nos de Dios, que no tenemos
nada seguro desde el punto de
vista humano, pero que desde
el punto de vista de Dios, cree-
mos que esto se llevará a
término, por eso felicito aquí al
Padre Mena, al Padre Luis, su
Vicario, por esta buena deci-
sión.
Yo mismo desde hace
mucho tiempo le animé a que
esto se llevara a cabo, los edifi-
cios tienen su caducidad, se
gastan, se acaban y ya la igle-
sia actual yo creo que ya con-
tribuyó suficiente para el bien
de su comunidad y ya es tiem-
po de un nuevo edificio, de una
nueva iglesia, de un nuevo
templo.
Yo quiero invitarles a
todos a que cada uno, según
sus posibilidades, ayude a esta
construcción; dice un dicho
que “es mejor que muchos den
poco a que pocos den mucho”.
Y yo creo que es lo que vamos
hacer aquí en la comunidad,
que muchos demos poco para
que el resultado sea grande y
esto lo va a conceder el Señor
y como lo construimos para
Dios, para la comunidad cris-
tiana, pues Dios va a bendecir.
Estoy muy seguro que si Dios
permite veremos el nuevo edi-
ficio, pídanle a Dios, tengan
ánimo, sean positivos, proposi-
Homilía del Sr. Arzobispo en la
ceremonia de la primera piedra
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Piedras colocadas en la ceremonia: a la izquierda piedra de Jerusalén y del cerro del Tepeyac; al centro pie-
dra de la plaza de san Pedro en la Ciudad del Vaticano y pequeña caja que contenía el polvo de sillar de la
Catedral de Monterrey; a la derecha piedra de Fátima (Portugal) y del lago de Tiberiades en la Tierra Santa.
Además de lo anterior se colocó un pequeño contenedor con polvo de Tierra Santa.
“(…) poner una primera piedra
es un acto de fe, confiar en Dios (…)”
cooperen y confíen en la direc-
ción del Padre Mena. Dios a
Él, además de ser sacerdote, le
permitió ser Ingeniero, sabe lo
que va hacer, entonces vamos
a estar muy seguros, muy con-
fiados en Dios y que esto que
hoy estamos iniciando, Dios
nos permita verlo. Yo sé que
esto supone un gran esfuerzo,
que hay que trabajar mucho,
pero hay que hacerlo con áni-
mo, así como se construye la
comunidad espiritual, también
se construye el edificio mate-
rial, pero el edificio material,
vamos a decir, no vale si no
hay comunidad espiritual. Por
eso ánimo, felicidades por esta
decisión y estaré al pendiente
de que camine todo como debe
de ser.
Gracias por su ayuda,
gracias por su apoyo y manos a
la obra, oímos las palabras ci-
tadas por san Pablo: Si el Se-
ñor no construye la casa, en
vano se cansan los albañiles.
Queremos que el Señor sea
quien nos dé fuerza y qué bue-
no que se ha tomado esta deci-
sión, ustedes merecen, mere-
cen una iglesia más grande,
más bonita. Está muy bien la
que está, es fruto del esfuerzo,
del beneficio de alguien que
quiso colaborar con la parro-
quia, pero ya, ya dio lo que
tenía que dar, ¿verdad?, enton-
ces, vamos a hacerlo con áni-
mo y Padre Mena y Padre Luis
hay que echar esfuerzo y no se
cansen de luchar para que esto
salga, salga muy bien”.
tivos porque cuando hay una
construcción hay también plei-
tos y yo no quiero que haya
pleitos, ni críticas, ni acusacio-
nes innecesarias.
Dios me ha permitido a
mí como sacerdote construir
iglesias, uno se educa, uno
aprende a cooperar, uno apren-
de a ponerse en las manos de
Dios, pero también uno se edu-
ca en la convivencia, porque
hay muchos puntos de vista y a
veces los más criticones son
los que menos cooperan, por
eso quiero que los que aquí
están al menos aquí no sean
criticones, sino que cooperen,
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“(…) ustedes merecen una iglesia
más grande, más bonita (…)”
Diac. Rosendo Medina, Sr. Arzobispo Don Rogelio Cabrera, P. Alfredo Flores y P. Raúl Mena.
Atrás algunos de los monaguillos que acolitaron el histórico día de la colocación de la primera piedra.
Parroquia del Espíritu Santo, Av. Acapulco # 619, Col. Cañada Blanca
Cd. Guadalupe, N. L., teléfonos 82-40-45-09 y 15-05-04-42
www.espiritusantogpe.org facebook: nuevaparroquiaespiritusanto
Párroco Pbro. Raúl Mena, Vicario Pbro. Luis R. Silva, Colaborador Pbro. Alfredo Flores, Diácono Rosendo Medina
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Mensaje del
Sr. Arzobispo
a la comunidad
con ocasión
de la colocación
de la primera piedra
“Con mucha alegría el día de hoy
vamos a poner la primera piedra; poner la
primera piedra es encomendarnos a Dios
para que la comunidad con solidaridad
colabore para que pronto tengan su nueva
iglesia. El padre Mena, párroco de esta
comunidad, consideró que ya era necesa-
rio tener un nuevo templo, dada la situa-
ción que tiene el actual. Creo yo que la
comunidad lo necesita, es parte importan-
te de la fe de los católicos. El templo no
lo es todo, pero es la casa de reunión de
los fieles, es el lugar donde se celebra la
eucaristía que es el acto más grande de la
fe católica. Les deseamos a los sacerdotes
que están en esta comunidad: el ánimo, la
alegría y la decisión para continuar con
esta obra que hoy comenzamos. Poner la
primera piedra, es el inicio, pero también
es la esperanza sembrada en el corazón de
los fieles. Felicidades y que Dios ayude y
mueva a muchas personas para que cola-
boren en esta obra buena ¡Felicidades!”.
Este mensaje se lo solicitó al Sr. Arzobis-
po ese día 11 el seminarista Alan Sánchez
Texto del acta
de la primera piedra
“Veni Creator Spiritus.
El 11 de octubre, fiesta de san Juan XXIII, del año
del Señor MMXIV se bendijo la primera piedra del
nuevo templo de la Parroquia del Espíritu Santo en
Cd. Guadalupe, N. L. a los 11 años y 9 días de su
erección canónica.
La primera piedra, traída de la Plaza de San Pedro
en la Ciudad del Vaticano, fue bendecida por S. E.
R. Monseñor Rogelio Cabrera López, XII Arzobis-
po de Monterrey siendo Párroco el Pbro. José Raúl
Mena Seifert, Vicario Parroquial Pbro. Luis Rolan-
do Silva Herrera, Colaborador Pbro. José Alfredo
Flores García, Diácono Permanente José Rosendo
Medina Rodríguez.
El pueblo de Dios de esta comunidad y de las capi-
llas de Jesús Sacerdote y del Padre Celestial elevan
al Señor del Gran Poder sus plegarias para poder
ver concluido este nuevo templo parroquial del
Espíritu Santo”.