Bessière, El Relato Fantástico0001

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    AU Sl La _ _ _

    EL RELATO FANTSTICO:

    FORMA MIXTA DE CASO YADIVINANZA

    *

    lRENE BESSIERE

    POLIVALENCIA DEL RELATO FANTSTICO

    No hay que ocultar las dificultades que existen al tratar

    de lo fantstico, aunque stas se derivan muy a menudo de

    presupuestos metodolgicos o conceptuales. La prudencia

    misma resulta a veces excesiva: Toda sntesis -seala J .

    Bellemin-Noel- sobre loque llamamos lo fantstico es actual-

    mente prematura, puesto que lasinvestigaciones siguen en

    curso. Vamos a intentar plantear el problema, hallar su

    lugar l.La dificultad parece residir en una disociacin y

    en una doble generalizacin de los caracteres revelables

    del relato fantstico: lofantstico es una forma de narrar,

    lo fantstico est estructurado como el fantasma-S, Esta pro-

    posicin terica separa el fondo y laforma. reduce la orga-

    nizacin del relato a un rasgo no especfico, la

    vacilacin,

    y

    relaciona el imaginario fantstico con el inconsciente segn

    una asimilacin insuficientem~nte pertinente. La debilidad

    de esta formalizacin, narrativa

    y

    simblica, parece el pre-

    cio necesario pagado para excluir toda

    referencia

    al con-

    tenido semntico de lo fantstico -lo sobrenatural e lo extra-

    natural-

    y

    para ignorar suarraigo cultural. De forma inversa,

    todo anlisis del texto fantstico segn una serie temtica se

    * Ttulo original: Le rcit lantastique: forme rnixte du GIS el de lad(' \~-

    neuc-. publ icado en irene Bcssi ,' rc, [ , rrrit

    [antnstiqur

    [-f, )()aiqur de 'in-

    renain

    Pars. Libruirie Larousse, 1974, pgs. 9-~8 (cap. 1) .Traduccin de

    David Roas, Texto traducido y reproducido con la alltn.-il.ac in de laauto-

    1';'':'

    d

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    nU:NE BESSIERE

    85

    L RELATO FANT ST ICO: FORMA MIXTA DE CASO ADIVINANZA

    reduce a una enumeracin de imgenes, tenidas ya sea por

    fantasas del artista, ya sea por los signos de un surreal

    manifiesto. La crt ica evita en raras ocasiones el punto de

    vista unitario y falaz entre, por un lado, la disolucin de la

    problemtica del relato fantstico en la de una narratologa

    y una expresin del subconsciente, y,por otro, la confusin

    de lo fantstico literario con un fantstico natural u objeti-

    vo.

    Todo estudio del relato fantstico es sinttico no por la

    evocacin o la intuicin de una ley artstica (o de alguna

    regulacin anormal del universo o de la psique humana),

    sino por una perspectiva polivalente. El relato fantstico

    provoca la incertidumbre, en el examen intelectual, por-

    que utiliza datos contradictorios reunidos segn una cohe-

    rencia y una complementariedad propias. No define una

    cualidad actual de objetos o seres existentes, como tampo-

    co constituye una categora o un gnero literario, pero supo-

    ne una lgica narrativa a lavez formal y temtica que, sor-

    prendente o arbitraria para el lector, refleja, bajo el aparente

    juego de la invencin pura, las metamorfosis culturales de

    la razn y del imaginario colectivo. La sntesis no nace aqu

    del inventario vasto y diverso de los textos, sino de la orga-

    nizacin, por contraste y pe tensin, de los elementos y

    de las implicaciones heterogneas que crean el atractivo

    del relato fantstico y su unidad. Lo fantstico no es ms

    que una de las vas de la imaginacin, CUyd fenomenologa

    semntica nace a lavez de la mitologa, de lo religioso, de

    la psicologa normal y patolgica, por lo que, de ese modo,

    no se distingue de las manifestaciones aberrantes de lo ima-

    ginario o de sus expresiones codificadas en la tradicin

    popular.

    Lo fantstico puede ser tra~ado as como la descripcin

    de ciertas actitudes mentales. Ese es el criterio implcito en

    la distincin propuesta porJoseph H. Retinger

    3

    entre cueu-

    to de hadas y cuento fantstico: el primero representara

    el alma sometida a los poderes benficos superiores: el

    e~'iinn0 -l:~~1~ ~d 0 1 . ; e .-':l~hlr~:'h~~~li,ld( d lc.: )o

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    I

    I

    IRENE BESSIERE

    bi~~. Ni mostrado ni probado, sino solamente designado,

    t:~' 1{ede su propia improbabilidad algn indicio de posi-

    blh

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    lRENE BESSIERE

    ce el negativosimtrico del relato milagroso e inicitico, dei

    relato del deseo y de la locura; as, podramos tener a Sade

    pur uu autor fantstico. Esa deconstruccin y esa inversin

    conllevan que, a diferencia de la narracin maravillosa, ilu-

    minista u onrica, no podamos referir lo fantstico al uni-

    verso, puesto que priva a lossmbolos tomados de los domi-

    nios religiosos y cognitivos de toda significacin fija. Los

    hechos relatados son concebibles nicamente en y por el

    relato. Los del cuento de hadas no pueden, ciertamente,

    pertenecer materialmente a la vida cotidiana, pero perma-

    necen inseparables de sta mediante ei aplogo final. Los del

    relata iluminista o de apariciones religiosas se inscriben en

    un sistema de creencias que les proporciona una situacin

    de realidad. El relato fantstico re~oge y cultiva las imgenes

    y los lenguajes que, en un rea sociocultural, parecen nor-

    males y necesarios para fabricar lo absolutamente original,

    lo arbitrario. Lo extrao no existe ms que por la evocacin

    y la confirmacin de lo que es comnmente admitido; lo

    fantstico, por la evocacin y la perversin de las opiniones

    recibidas relativas a lo real y lo anormal.

    NOVELA, CUENTO YRELATO FANTSTICO:

    ACTUACIN y ACONTECI~iEl'

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    l RENE BESSI[RE

    en una especie de alegora por eljuego coherente yescogi-

    do de los smbolos, la

    fbula

    del aprendizaje del mundo ydel

    descubrimiento de s mismo. Un cierto nmero de objetos

    y de situaciones son investidos del poder de expresar el suje-

    to; la ilusin y la surrealidad posible aparecen corno los

    medios de atenuar el artificio de un relato donde lo insli-

    to absoluto resulta una creacin humana (es fruto de la

    obsesin de Nataniel y del arte de Spalanzani). El centro

    temtico es la actuacin y no el acontecimiento, la identi-

    dad personal y no la economa del universo. La imposibili-

    dad (un ser inanimado viveo parece vivir) no suscita la cues-

    tin fundamental de la obra fantstica: eso es o HO es, pero

    parece una cualidad de lo real, uno de sus caracteres que

    definen, en verdad, el poder

    y

    la conciencia del individuo.

    Lo fantstico no es pues necesariamente el relato de la

    subjetividad. Histrica y tipolgicamente, ste no se com-

    prende ms que por oposicin al cuento. El cuento se pre-

    senta como separado de la actualidad porque es el relato

    del deber ser, de la antic~pacin concebida como espera y

    definicin de la norma. Esa es su paradoja: su falta de rea-

    lidad parece tanto ms clara cuanto que evoca o presupone

    losjuicios y las exigencias de la moral religiosa o social del

    momento en su forma ingenua, que se hace pasar por la

    expresin del derecho absoluto:

    En ese

    sentido,

    el cuento se OpC\T1f:adicalmente al

    ar,,~:.

    tecimiento real l;, : y como lo observamos habitualmente en el

    universo. Esmuy poco frecuente- que

    el

    rumbo de las cosas

    responda a

    las

    exigencias de lamoral ingenua, que-

    sea justo:

    el cuento se opone plJPSa un

    universo ue

    la

    realidad.

    Sin

    embargo, ese universo de la realidad no es aqul en el que

    reconocemos a las cosas el ser como cualidad universalmente

    vlida, es el universo en el que el acontecimiento contradice las

    al sentido

    tradicional

    de

    b

    palabra: aparicin sobrenatural

    (it

    una persona

    muerta. As, el

    Iaruasme pertenecera

    al orden del sueo, de lo pura-

    mente psquico, mientras que el fantme

    es

    una

    especie

    de alucinacin:

    los sentidos creen percibir realmente :1 e,,: personaje (se producr-. nor

    t:''.l,r~, tU ::i,,'t,t,,i';lI (:, ~Se

    ;~::,~,:.

    ,h;f: (l,. i.l PCllT;)on: 1:1111

    t-;~n

    parte

    del cerehro y pone en marcha los rg-.lI1ossensoriales, frente a la percepcin

    normal donde son los rg-anos fsicos los que informan al cerebro), Nota del

    traductor.

    ---------------------

    '1

    I

    EL

    REL AT O FANTSTICO: FOR,\1.- \ nXTA

    DE

    CASG

    Y

    ADIVINANZA

    91

    exigencias de la moral ingenua, el universo que experimen-

    tamos ingenuamente como inmoral. Podemos decir que la

    mentalidad del cuento ejerce su accin en los dos sentidas:

    por una parte , toma y comprende el universo como una rea-

    lidad que rechaza, yque no corresponde a su tica del acon-

    tecimiento; por otra parte, propone y adopta otro universo

    que satisface todas las exigencias de la moral ingenua ,

    El no realismo del cuento, su componente maravilloso

    resultan del paso de la actuacin al acontecimiento, que

    permite definir los marcos socio-cognitivos como universal-

    mente vlidos y situarlos fuera de las presiones y de las meta-

    morfosis de la historia. La intemporalidad del relato no es

    otra que la qU queremos conceder a la ideologa,

    y

    la apa-

    rente invencin de lo maravilloso, el indicio de una regula-

    cin que debe escapar

    l

    la ruina

    y

    a los fracasos del mundo

    concreto. El cuento maravilloso, en lamedida misma en que

    es no realista, refleja

    y

    abole el desorden de lo cotidiano, o,

    al menos, lo que est en desorden para un cierto pensa-

    miento. Nosotrus modificaremos la proposicin de Andr

    Jolles,

    de estaforma lo maravilloso no esmaravilloso sino natu-

    Hi :,

    definiendo lo maravilloso como sociocultural y como el

    medio de aniquilar simblicamente el orden nuevo y la ile-

    galidad actual. En este sentido, lo maravilloso es menos extra-

    o o inslito de lo que parece; redime el rebelde universo

    real

    y

    lovuelve conforme a lo que espera el sujeto, entendido

    a lavez corno el representante del hombre universal

    y

    de la

    comunidad, El Objeto de esa espera -la satisfaccin de las

    exigencias morales- no es en s mismo maravilloso, pero

    slo puede obtenerse en contra de los defectos del mundo

    cotidiano. El cuento muestra una actitud mgica: a fin de

    excluir lo que arruina el orden tenido por natural, sita ~'se

    orden natural bajo el signo del prodigio.

    ,l,

    .

    .

    UNIVERSALID.,\D DE 1.0 M.\R.\\'ll.l.OSO, SINGULARIDAD

    DE 1 o FANT.\STICO

    ):llddl'j~.~.i.ll~~ ...l (I.:~to lJ.H)OCld fIn; fll'cic.HI (l,,'

    lo real. Utiliza

    ~

    niverso' de los fantasmas

    y

    de b

    110

    roinci-

    \1 Andrjolk-s.

    alJ . ci t ..

    pgs.

    190-191.

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    IR.ENE BESSI f:RF

    dencia del acontecimiento con la realidad evidente, no para

    romper nuestros Vnculos con dicha realidad, sino para ase-

    gurar (tranquilizar) nuestro dominio y la validez de los

    medios (moral, leyes de la conducta y de conocimiento)

    de nuestra dominacin prctica. La imposibilidad de los

    hechos narrados, unida a la indeterminacin espacio-tem-

    poral -todo sucede en un lugar yen un tiempo lejanos-,

    indica que ninguno de los personajes es verdaderamente

    activo y que el acontecimiento es de orden moral. Lo coti-

    diano se simboliza siguiendo una doble direccin, la de la

    tragedia y la de la tranquilidad; ogros y hadas madrinas se

    oponen segn las disposiciones de la mentalidad colectiva,

    segn la exigencia del bien. La separacin aparentemente

    radical entre el universo del cuento y el universo de los rea-

    lia,

    la

    metamorfosis que presenta siempre una secesin de

    lo cotidiano en sus aspectos concretos -la calabaza se con-

    vierte en carroza y los ratones en caballos-, no son los

    medios de la invencin sino de la reconstitucin del orden.

    Quien dice cuento, dice aplogo y,en consecuencia, par-

    bola. Lo maravilloso se manifiesta como el instrumento de

    la distancia pedaggica y del derecho. Para fundir la lec-

    cin y la imagen. es necesario rechazar el presente. La par-

    bola, advierte Brecht, es ia forma artstica ms astuta, pues-

    to que propone, mediante el recurso de la imaginera, unas

    verdades que, de otro modo, no tendran

    valor

    alguno. El

    cuento rechaza la realidad presente en el exotismo de lo

    maravilloso.

    a

    fin de juzgarla mejor.

    Supone

    un rigor que no

    sufre la ambigedad de lo fantstico, y , mediante su juego

    con las apariencias, constituye lo escrito como el lugar de la

    verdad

    y

    lo real como e de la mentira. La

    relacin

    entre

    lo evidente -la zapatilla, los harapos de CendriJlon- ;' lo

    inslito es siempre legible: la de la tica. El corte con la

    actualidad debe ser tanto ms limpio cuanto que esta actua-

    lidad no tiene lugar en el universo mor al, Lo maravillo-

    so se impone porque niega

    l

    presente, concebido como

    accidental.

    La imaginacin lo asimila a la salud

    del

    mundo,

    ,. cc~ft1nde lo re.~~O'~

    L: (::~~n~ r1;l(1.

    .:'lS \j~J\.;.\J ., c '

    1

    concreto no subsisten en t ruento ms que como indi, acion

    de la necesaria

    rnracin. Que

    el cuento maravilloso

    (en sus

    formas literarias, cultas) se sumerja en el illl

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    IRL'IE BESSIERE

    norm lo

    fantstico expone cmo esa norma se manifies-

    ta, se realiza, o cmo no puede ni materializarse ni mani-

    festarse. Desde e punto de vista de la lgica y de la razn,

    se trata de un problema de derecho, es decir, de juicio: es

    necesario valorar el hecho

    y

    la norma, El acontecimiento

    exu aio provoca una interrogacin sobre la validez de la

    ley. Y nada ilustra mejor ese deslizamiento de lo general al

    caso particular, de lo maravilloso a lo fantstico que la uti-

    lizacin del pacto demonaco. El cuento diablico, en su

    forma tradicional, presenta una taxonoma de la tentacin,

    la cada, las artimaas y las apariencias del maligno; todo en

    l est fijado. A menudo parece una prolongacin del tra-

    tado de demonologa, con el cual comparte lacerteza de la

    existencia de Satn y de sus diversas manifestaciones en lo

    cotidiano. Lo natural y lo sobrenatural, el bien y el mal

    estn determinados. Ese mismo pacto demonaco da ori-

    gen a la narracin fantstica cuando seconstruye sobre una

    inadecuacin del acontecimiento con lanorma, y a la inver-

    sa. As, El diablo enamorado (1772), de Cazotte, puede leer-

    se como un cuento diablico ortodoxo si privilegiamos, en

    el equilibrio de la estructura

    y

    en la interpretacin, la con-

    clusin que hace referencia explcita a los libros de exor-

    cismo de los siglos XVI Y XVII. Si examinamos detalladamente

    la obra, lo sobrenatural

    ortodoxo

    no se constituye nunca

    de forma definitiva porque todo se encuentra bajo el signo

    de ia inadecuacin. Ninguna norma basta para concluir

    con certeza que Biondetta es el diablo, pero tampoco hay

    ninguna para atestiguar que no lo es. Si Aivare escoge una

    de las dos soluciones corre inevitablemente el riesgo de

    equivocarse. Eljuego de cohereric:a

    y

    de incoherencia no

    puede conducirle ms que a la asercin de esas mismas pro-

    babilidades, al enunciado de argumentos que finalmente

    no definen e acontecimiento. Lo fantstico supone la medi-

    da de

    hecho

    segn las norma internas

    y

    externas, e equi-

    librio constantemente mantenido entre evaluaciones con-

    trarias. Constituye la lengua especial del universo de la

    va lorar ion , dnllde 1 1 amhiverlari m.irr: la ;in('~ibi irlad

    ,' I

    de LOti,1l~erUOII. oe c,,llIllde :;;)

    du,

    UH' id intt'rrugacioH

    sobre la norma, mi cntras fjlle lo maravilloso parece un

    manual de la legalidad y tambin, en consccur-nria, de ~:le-

    I

    t

    I

    I

    -

    I

    EL RELATO FANTSTICO: FORMA MIJ:ITA DE CASO Y ADIVINANZA

    95

    zalidad. No debemos considerar trivial que e relato fan-

    cistico se constituya muchas veces a partir de pacto demo-

    naco y,por lo menos en Francia, en el momento en que los

    procesos de brujera o de posesin son rarsimos. All donde

    el poder judicial se dedicaba a dilucidar, la obra literaria

    trata de mostrar que la balanza de la leyes la de la incerti-

    dumbre. Como caso, el acontecimiento fantstico impone

    el decidirse, pero no contiene el medio de la decisin, pues-

    to que permanece incalificable. Lo fantstico generaliza la

    lgica de una va de expresin que pertenece propiamen-

    te a la moral y al derecho, a las creencias religiosas, por-

    que, en sus comienzos, se confunde (;011 el examen de la

    validez de la palabra sagrada o del absoluto mora1.

    El relato fantstico, pariente del cuento, se presenta

    como un anti-cuento. Al deber ser de lo maravilloso, impo-

    ne la indeterminacin. La no-realidad del cuento hace evi-

    dente la norma en el mundo cotidiano o en el mundo supe-

    rior; la no-realidad de lo fantstico extrae de la unin de

    esos dos mundos, tal como es definida en la tradicin popu-

    lar y por los clrigos de la Iglesia, el argumento que anula

    toda legalidad. Invierte las relaciones del texto y del lector.

    Como recurso distanciador, sustituye lo maravilloso por lo

    extrao y lo surreal, siempre prximos PuC~() que obli-

    gan a una decisin. Hace de toda legalidad un asunto indi-

    vidual porque ninguna legalidad fisica o religiosa es satis-

    factoria.

    Asimismo, lo inverosmil del

    relato

    fantstico se corres-

    ponde con la no observ-cin del principio formal Jel res-

    peto a la norrnav' , que rige lo verosmil:

    1 ; 1

    imposibili-tad

    de la explicacin no es ms que el desarrollo narrativo de

    la inevitable ruptura entre la conducta, el acontecimiento

    particular y la mxima general o la norma. Esta ruptura,

    extendida a la evocacin de los

    dominios

    de lo natural y lo

    sobrenatural, excluye el relato fantstico de los campos de

    la excentricidad y de la simple fantasa. El demonio del

    razonamiento no es aqu e medio de restablecer la conri-

    111:~d~lr,(: , ,

    nelh s:~~l ile e

    c

    l-om 1:~-

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    \

    ,

    IRENE BESSIRI::

    105 presupuestos de toda verosimilitud, de revelar que la

    original idad absoluta es necesariamente el fin de una ser-

    vidumbre. Asimila la exhibicin de toda coherencia a lo

    arbitrario de un discurso colectivamente admitido. El relc

    to fantstico, que.convierte el caso en su objeto narrativo,

    trata de io verosmil por medio del tema de la falsedad, en

    smismo inseparable de la multiplicidad de los verosmiles

    empleados (lo natural y lo sobrenatural , tesis fsica, tesis

    religiosa) y contradictorios. Esta eleccin de la falsedad dis-

    tingue a lo fantstico, como procedimiento narrativo, del

    simple misterio, del simple enigma. En l hay inverosimili-

    tud, pero tambin verdad: la solucin indica claramente

    que el acontecimiento que parece escapar a una verosimi-

    litud de primer grado se subsume bajo una verosimilitud

    de segundo grado, la cual, a su vez, recubre lo verosmil de

    primer grado. La inverosimilitud no es ms que aparente,

    para resolverla basta con hacer explcito el cdigo de lo

    verosmil primero, esdecir, con poner de manifiesto el fun-

    damento. La explicacin del enigma se confunde con ese

    movimiento de regresin que se detiene con el descubri-

    miento de la causa. Lo fantstico rechaza esa regresin; la

    sucesin de las explicaciones no conduce jams a una expli-

    cacin, toda propuesta de solucin requiere su propia expli-

    citacin, a falta de ia cual acaba en lo inverosmil. El relato

    fantstico es, segn la sugerencia de Henry James en

    Otra

    truelca

    de

    tuerca.

    ~primera vuelta de un lw uillo sin Iin.

    Es carcter suspensivo de la narracin corresponde -un

    tratamiento especfico del caso. ste hace una pregunta

    sin querer dar la respuesta, nos impone

    Id .

    obligacin de

    decidir pero sin contener la pro~ia decisin; es el lugar del

    esfuerzo pero no su r

    csultado l.

    El caso no deja de estar

    constituido ms que por una decisin positiva del sujeto de

    resolvcrlo. La casustica se dedica a normalizar este tipo de

    decixin que est, por definicin, fuera de la norma. Sin

    emhar~(), la decisin, valindose de una norma parcial res-

    pecto al problema ~lanteado, no hace sino suscitar otros

    ~-:1~()'\.1:1;..~ ; logir.t L~~ ~~tUL :)L: i~:..I~te ar~lIJI\..II ..~;de

    i;' . -

    EL RELATO FANTSTICO: FOR-\iA MIXTA DE CASO ': ADIVINANZA

    97

    Ficciones de Borges, que, por eso mismo, no son exactamente

    fantsticas. ste se dedica a hacer del caso el lugar de las

    probabilidades mismas, las cuales no pueden, ,,'1 con se-

    cuencia, privilegiar la referencia a una norma particular:

    todas las normas son equivalentes, concurrentes, no jerar-

    quizadas, no hay diversos grados de verosimilitud como en

    el enigma, sino una multiplicidad de verosmiles que, por su

    coexistencia, dibujan lo improbable. El caso puede dar ori-

    gen a la narracin enmarcada o laberntica; toda solucin

    propuesta, necesariamente insuficiente con respecto a un

    rasgo del objeto considerado, conlleva la formulacin de

    una nueva ~regunta. Genera lo fantstico cuando no puede

    dar cuenta de la totalidad del campo considerado ms que

    mediante verosmiles antinmicos, que pierden, de ese

    modo, toda validez. La diferencia entre los dos tipos de

    argumento no es tanto lgica como de grado: el primero

    considera inadecuados los cdigos sociocognitivos, pero

    certifica

    su

    valor

    operativo, es discursivo; el segundo utiliza

    trminos similares, pero se atiene a la inadecuacin absoluta

    porque toda determinacin de una solucin vuelve a excluir

    un elemento

    del

    problema. La vacilacin entre sobrenatu-

    ral

    y

    extrao, propuesta por Todorov, no es ms que la arti-

    culacin narrativa de esta va. La solucin de una ficcin

    de Borges remite a la ausencia de las soluciones posibles

    mediante las cuales sta habra podido ser escogida, y que

    la determinan implcitamente. En el relato fantstico, la

    imnosibilidad de la solucin se deriva de la presencia de la

    mnifestacin de todas las soluciones posibles.

    Esta imposibilidad de la solucin no es otra que la de la

    solucin libremente escogida. El relato fantstico excluye la

    forma de la decisin porque superpone a la problemtica

    del caso la de la adivinanza. La entidad tenebrosa que ator-

    menta el relato se presenta como objeto de desciframiento;

    la cuestin citada parece tener por antecedente un saber,

    una determinacin, fuera del alcance del actor, pero que

    ste debe ser capaz de reconocer, de expresar. En este sen-

    tido. toda inrerrozacin

    el'

    lo

    fanr.isrir-o

    est prvima

    l

    COI1-

    ve.

    ir:.~

    e

    rLf.lll~sL:.

    Este l~;ld

    ic

    L

    ;I(ii':::lal/a

    C l:l

    en el

    e entro de

    Fathek

    (1787), de Wiliiarn BeckJord. Las inscri p-

    cienes cambiantes dei sable, as como Giaour, represcuran

    . ,

    -

    ------------_

  • 7/21/2019 Bessire, El Relato Fantstico0001

    9/12

    , '

    98

    IlU:NE BESSIERE

    esta cuestin cuya solucin no tiene importancia puesto

    que el interrogador (Giaour) la posee, pero cuya resolu-

    cin es esencial: se trata de inducir al cuestionado :; for_

    mular la respuesta, a fin de que pruebe su poder y su dig-

    nidad. Lo fantstico, inseparable de la escritura cifrada,

    remite a la evidencia de lo anormal absoluto y a la bsque-

    da del secreto de Ebiis.

    El diablo enamorado

    presenta una

    dualidad semejante, que representa el terna de la adivinanza

    bajo el de la iniciacin y el del caso mediante la identidad

    cambiante de Biondetta, Todo el equvoco fantstico se ins-

    tala entre la ausencia de la determinacin (acontecimien-

    tos mltiples e incoherente,s) y su presencia ligada a la solu-

    cin de la adivinanza. Esta provoca una especie de

    in~onsecuencia: Alvare invoca al diablo, pero olvida que l

    mismo ha creado su desgracia. El Manuscrito encontrado

    en Zaragoza]l

    organiza la adivinanza sobre los planos de lo

    cotidiano y de lo sobrenatural: vctima de una maquinacin

    poltico-policacs o diablica, Alphonse es puesto a prue-

    ba a fin de que manifieste su sabidura. Esta novela fants-

    tic~ se presenta, as, como novela de aprendizaje, y evoca

    la nragen del padre, origen de la autoridad y del conoci-

    miento, a la que el hijo debe permanecer fiel. As como el

    caso rec~a~a la libertad del sujeto, el enigma impone el

    reconocirmento de una necesidad. El relato fantstico es

    falsamente deliberativo.

    C-SO

    y

    ADfVINANZA: PERPLEJIDAD INEVITABI.E

    Y RECONOCIMIENTO DEL ORDEN

    Ambivalente, contradictorio, ambiguo, el relato fantstico

    es esencialmente. paradjico. Se constituye sobre el reco-

    nocimiento de la alteridad absoluta, a la cual presupone

    una racionalidad original, otra justamente. Ms que de

    la derrota de la razn, extrae su argumento de la alianza

    de la razn con lo que sta habitualmente rechaza. Discurso

    .lca'l i'l .:)cki .. dUIllSnll,IIIH; ti .)IlIfLgo,\Se, iex. 1~;::(1(Jy pt'~'lllado

    por Rc~~.':-Caillois. Purrs, Callimard, 195H

    r

    traduccin (,spctll0Ia:

    Munusoit

    t1tCO{r:uio rn Zir(J.~(1:Il. Madrid, V;~~:./a.~)961.

    EL RElATO FANTSTICO: FORMA MIXTA DE CASO Y ADMNAl'>:ZA

    99

    t

    I

    fundamentalmente potico porque invalida la pertinencia

    de toda denominacin intelectual, recoge, sin embargo, la

    obsesin de una legalidad que, a falta de ser natural, puede

    ser sobrenatural. Forma mixta de caso y adivinanza, se cons-

    truye sobre la dialctica de la norma que, indicio de otro

    orden~ n~ es necesariamente la de una armona, y cuyas

    plescflpclOnes suponen otros tantos problemas. Se burla

    de la realidad en la medida en que identifica o singular

    con la ruptura de la identidad, y la manifestacin de lo ins-

    lito con la de una heterogeneidad, siempre percibida como

    organizada, como portadora de una lgica secreta o des-

    conocida. Alimentado con el escepticismo y el relativismo de

    la creencia, muestra el rechazo de un orden que es siem-

    pre una mutilacin del mundo y del yo, y la espera de una

    autoridad que legitime y explique todo orden, todo el orden.

    ~l~ el evocar nuestra actualidad bajo el signo del acon-

    tecirruento y no bajo el de la actuacin, es reconocer lo

    extrao de dicha actualidad, sugerir que la actuacin no

    tiene pertinencia en el mundo de la alienacin. Convertir

    esa distancia entre el sujeto y e l mundo en el lugar de una

    legalidad diferente es, a la vez, plantear que la norma coti-

    diana se nos ha hecho extraa y , en consecuencia, recono-

    cer nuestra dependencia, pero tambin -como forma de

    la adivinanza- plantear que estamos siempre preparados

    para admitir, para aceptar, para penetrar en esa legalidad

    para li~ar_nos a ~oqu~ fo10S domina, a lo que se nos escapa:

    La ambigedad ideolgica del relato fantstico, como forma

    d.elcaso, expresa nuestra miseria

    y

    nuestra perplejidad esen-

    ciales, lo arbitrario de toda razn y de toda realidad, pero

    s, giere la tentacin constante de alcanzar el orden supe-

    rror, Una ambigedad casi filosfica que, prefiriendo el

    acontecimiento a la actuacin, evoca la eternidad en la his-

    toria y la precariedad de toda creencia, que se alimenta de

    la incredulidad, per puede suscitar en el lector, mediante

    la angustia, una religiosidad, una espiritualidad, una adhe-

    sin difusa a un ms all. Se trata de un discurso cuya extra-

    ez

  • 7/21/2019 Bessire, El Relato Fantstico0001

    10/12

    ,

    ,

    ,

    100

    lRENE BESSIRE

    vinanza es pasar de la ineficacia de un cdigo (razn, con-

    venciones sociocognitivas) a la eficacia de otro que an no

    nos pertenece, el de nuestros maestros. Por esta razn, el

    relato fantstico une la incertidumbre con la conviccin de

    que un saber es posible: slo es necesario ser capaz de adqui-

    rido. El caso existe por la incapacidad del protagonista de

    resolver la adivinanza.

    MODERNIDAD DEL RELATO FANTSfICO

    Esta dualidad de caso y adivinanza no es extraa a la

    moda contempornea de lo fantstico y a sus duplicidades

    ideolgicas. Esas obras fantsticas que llenan nuestras libre-

    ras aparecen como el indicio de una liberacin de la ima-

    ginacin, como una de las mejores manifestaciones de la

    contracultura. La literatura marginal obtiene carta de exis-

    tencia, pues la forma del caso es recibida como el medio de

    rechazar nuestra legalidad burguesa (jurdica, cientfica,

    moral). Basta con examinar los ttulos y el ndice de una

    revista,

    Horizons du.jantastique,

    para concluir que fantstico

    es sinnimo de raro (cf. las comparaciones intelectuales

    atrevidas: Nietzsche y lo , c ienc ia f iccin; las pretensiones cien-

    rficas:

    Julio Verne; n.utopsia de unfracaso).

    El relato fantstico

    [se convierte en el discurso colectivo ms amplio y ms dis-

    [paratado, donde se concentra todo lo que no puede decir-

    Iseen la literatura oficial. Rene los asuntos ms diversos.

    \'Lugar de los fantasmas comunes, se construye sobre una

    vasta carencia colectiva. Pero esta imaginacin no es tan

    libre como parece. La obsesin del mito o de lo

    simblico

    no

    es ms que la expresin de una oscura exigencia de orden

    permanente. Por no ser eficazmente conservador en la his-

    toria, lo es en lo' imaginario: la ilegalidad es el manto de

    otra legalidad. Los temas de los superhombrcs, de los vie-

    jns antepasados, de los seres procedentes de otros mundos,

    de los monstruos, traducen el miedo y el alejamiento de la

    autoridad, pero tambin la fascinacin que sta ejerce

    y

    la

    f\h~'~:(~nc;;~

    t:~ :~l:,cia:1 \

    1 ~~i ~ tn

    .X i~~~i ~~ d L .. : u i j i o a o

    del

    iudividuo autnomo ) l recncuentro de un maestro legti-

    mo. En el relato fantstico, la ideologa dominante pasa al

    EL RELATO FANTSTICO: FOR.\ A MIXTA DE CASO Y ADMNANZA

    101

    estadio de sntoma, regreso de lo que es reprimido: el esta-

    dio de sociedad 13. Cuando esta ideologa crea la falta, ya

    no permite imponer una lectura de lo real; y produce enton-

    ces unas obras que, utilizando de forma manifiesta lo irreal

    yel smbolo, lasitan alrededor de lo real y , por eso mismo,

    la preservan y le otorgan un poder de expresin.

    Esta duplicidad del relato fantstico se revela tambin

    en su estatuto literario. En una sociedad laica y liberal, no

    jerarquizada, diferentes tipos de textos abarcan los diver-

    sos aspectos de la realidad y tienen un valor semejante. El

    libro sedescompone en los libros. La insistencia actual sobre

    la especificidad de lo literario cor responde a una reparticin

    sintagmtica de los textos. Una obra literaria no expresa

    otra cosa que su

    literariedad,

    Se limita a su 5;gnificacin

    lingstica, en el mismo sentido que un tratado cientfico o

    jurdico. Adems, no informa, no representa, no formula

    explcitamente una ideologa. Se convierte, entonces, como

    lo sugiere Robbe-Grillet, ms que en un ejercicio de lo ima-

    ginario, en un simple juego, el de los signos y el del lector.

    El relato fantstico, mediante su propio argumento, exhibe

    su literariedad, la reduccin extrema de la funcin tiel texto,

    y su naturaleza de objeto verbal. Desde esta perspectiva, su

    moda podra compararse a la de lOS juegos de saln, los

    juegos radiofnicos, el yo-yoo el ajedrez, segn el momen-

    to. En una cultura donde se tiende hacia la especializacin

    de los textos, a cada funcin cultural lp corresponde ' 1

    gnero, un tipo de texto adecuado: el relato fantstico pare-

    ce la mquina perfecta para narrar y para producir efectos

    estticos. Su ambiged.l,

    ~l~

    incerudun.bres calculadas,

    su utilizacin del miedo y de lo desconocido, de datos sub-

    conscientes y del erotismo, lo convierten en

    UD;]

    organiza-

    cin ldica. Para adaptar una frmula que Robbe-Grillet

    aplica a la escritura

    y a

    la lectura, podramos caracterizarlo

    como el medio artificial para entregarse al principio del

    placer. El relato se afirma como pura gratuidad: la ruptura

    de la cansalidad y la antinomia, que practica casi de forma

    (,Ol:,~an~~rfpfid~ e f'(1tT'I .i- ~c:l i;hprLt~: Ie

    l

    I O c io r C ..~.~

    1: \ Crard Stein, Dracula ou la circulation du

    sanf>. l.ittralWl,8

    (diciem-

    bre (k 1972), pg. 99.

  • 7/21/2019 Bessire, El Relato Fantstico0001

    11/12

    ,

    ._-~

    102

    [RENE BESSIF.RE

    lectura deviene una intervencin en el libro, una manera de

    instituir un orden personal, provisional y,a la vez, tan incier-

    to como las proposiciones del autor, de la narracin. El

    relato fantstico marca el lmite de la lectura individual,

    privada, sin justificacin ni funcin colectiva explcita.

    Confirma la soledad del lector, circunscribe su libertad al

    dominio de lo imaginario, yconsuma la ruptura de la litera-

    tura con lo real. En relacin al conjunto de la cultura, pare-

    ce totalmente insignificante; debe ser tratado ccrno el indi-

    cio de comportamientos intelectuales y estticos atomizados,

    mltiples e inconexos; su lectura deviene ejercicio de la

    separacin, de la diferencia. Constituye la forma literaria

    adaptada a la multitud solitaria.

    Sin embargo, este relato introduce en su narracin los

    elementos ms significativos de la cultura, aquellos que

    componen la psique colectiva: lo sobrenatural y lo surreal

    son los medios para disear las imgenes religiosas, cient-

    ficas o, ms an, las del poder, de la autoridad, de la debi-

    lidad del sujeto. Los temas recurrentes de la iniciacin, del

    libro sagrado, de la escritura, del secreto, revelan que el

    relato fantstico imita, refleja los libros de inspiracin reli-

    giosa que tenan una funcin global y colectiva: expresar

    la verdad de la sociedad en su historia y en la eternidad, lo

    cotidiano y lo divino. Beckford y Lovecraft testimonian esto.

    vocacin de expresar la totalidad mediante lo inconexo, lo

    incoherente y lo singular. La libertad del lector no signifi-

    ca la

    liberacin

    de la imaginacin, sino una paradjica obli-

    gacin de encontrar la representacin de lo ' 1 U L determina

    la actualidad. E espanto y la inquietud ligados a lo f~nts-

    tico. imponen el concluir qu-: ste se dedica a trazar los

    lmites del individuo, segn las circunstancias culturales.

    La iniciativa que .supone la lectura debe conducir a la evi-

    dencia de que toda palabra recoge y manifiesta las prohi-

    biciones y los deberes. sociales; es necesario obedecer a la

    madre, concluye Cazotte. El relato fantstico no tiene como

    objetivo ser un juego con el lenguaje ni motivo de ind-

    pendencia. segn el proyecto de la novela

    CUII((''''''r0r;tne:c'

    Con el lenguaje, por el contrario. no hay reglas definiti-

    vas: la organizacin

    del

    juego en vuestra mano. la batalla

    sobre

    EL RELATO FA.''TSTICO: FORMA MIXTA DE CASO Y A.DIVINANZA

    103

    la mesa sern al mismo tiempo la creacin de reglas, la crea-

    cin de un juego y el ejercicio de vuestra libertad. as como

    tambin la destruccin de las reglas, p : : t : : t dej:rr de nuevo el

    campo libre al hombre que vendr despus .

    Se trata ms bien de la duplicidad de una forma q~e

    provoca la intervencin del lector a fin de hacerle prisionero

    -mediante los efectos estticos, de orden claramente emo-

    cional- de las obsesiones colectivas y de los marcos socio-

    cognirivos, Es por eso que no nos parece posible concluir,

    como hace Todorov, con la disolucin de lo fantstico en la

    creacin y las tcnicas literarias contemporneas:

    ,

    En lo fantstico, el acontecimiento extrao o sobrenatu-

    ral espercibido sobre el fondo de loque se considera normal

    y natural; la transgresin de las l eyesde lanaturaleza nos haca

    tomar mayor conciencia de ello. En Kafka, el acontecimiento

    sobrenatural nos provoca vacilacin pues el mundo descrito

    es completamente extrao, tan anormal como el aconteci-

    miento mismo alque sirve de fondo. Encontramos, as, inver-

    tido el problema de la literatura fantstica -Iiteratura que pos-

    tula la existencia de lo real, lo natural, lo normal, para luego

    ponerlo en duda-, que Kafka ha logrado superar. Trata lo irra-

    cional como siformara parte del juego: mmundo entero obe-

    dece a una lgica onrica, cuando no pesadillesca, que nada

    tiene que ver con lo real15.

    No debemos asimilar lo fantstico y io irracional, De

    Cazotte a Lovecraft, el relato fantstico es el del orden,

    puesto que no describe lo ilegal para rechazar la norma

    sino para confirmarla. La funcin de lo sobrenatural con-

    s.ste en sustraer el texto a la accin de la ley y, por ello

    mismo, transgredira, advierte

    Todorov' ;

    pero eso supone

    ignorar la ambigedad del recurso de lo sobrenatural que

    1-1 Alain Robbe-Crrllet, intervencin en el coloquio de Cerisv-Ia-Salle,

    Nouueau Roman: hier el aujourd hui,

    U.e.E.,

    10/1~.

    1972, L l , P;I ;. 12il.

    1 T.

    Todorov,

    lntrodudmn 11 fiUrml1l.re [antnstinur. Parrs,

    Senil. 1970.

    P ;-If.

    ::--:1 ..rac..llUTIlC~ .::~tl; ....:,:,,.rilllfllflll~.;Illl, /jilll.ill I. ~~lI,-, .JS \:., ..,

    tlempo COI1It:mpr'\ll(:CJ, l'I7:; 1;lIl1hi,:n en Mxico. l'rr-mi.i Editor, ~)H().

    P

  • 7/21/2019 Bessire, El Relato Fantstico0001

    12/12

    104

    IRENE BESSrERE

    representa el posible deseo libre y , a lavez,loinscribe en la

    ley.Narracin siempre doble, lo fantstico instaura lo extra-

    o para efectuar mejor su censura. Nodebemos confundir

    su modernidad literaria y su funcin social: la innovacin

    esttica no es necesariamente portadora de una mutacin

    ideolgica. Laforma mixtade casoy adivinanzarecuerda el

    inevitable deber de decidir y la obligada conciencia de una

    oscura prescripcin que compete a cada uno descifrar.

    \1Ij .,

    11

    PERSPECTIVAS

    SOBRE LO FANTSTICO

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