Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

11

Click here to load reader

Transcript of Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

Page 1: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

17

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154 Revista de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC

Benjamin R. BarberTítulo original: How Democratic are the New Telecommunication Technologies?

ResumenEn este artículo el profesor Benjamín Barber analiza, poruna parte, las características de Internet que son cohe-rentes con la democracia (comunicación horizontal, parti-cipación, interacción, diversificación, heterogeneidad) y,por otra, los elementos configuradores de Internet (dema-siada rapidez, espacio e información no mediada o fil-trada, sobrecarga informativa, acceso limitado, espaciosfragmentados, mercado monopolista) que son contrariosa los requisitos de un sistema democrático. En estabalanza, los elementos disruptivos parecen pesar más yser más numerosos, por lo que el profesor Barber advierteque hay que diseñar el desarrollo y los usos de Internetteniendo en cuenta los requisitos y funciones de la demo-cracia. Por tanto, es necesario que Internet no quede enmanos de las corporaciones, sino que los políticos y lasociedad civil deberían tener un mayor papel en sudiseño y desarrollo.

Palabras clavedemocracia, Internet, advertencias, deliberación, mono-polio, consumismo

TemaDemocracia y TIC

AbstractIn this article, Professor Benjamin Barber analyses,firstly, those characteristics of the Internet that are coher-ent with democracy (horizontal communication, partici-pation, interaction, diversification, heterogeneity) and,secondly, those configurative elements of the Internet(too fast, space and information not measured or filtered,information overload, limited access, fragmented spaces,monopolistic market) that go against what is required of ademocratic system. On balance, the disruptive elementsseem to have more weight and be more numerous. There-fore, professor Barber warns that the requirements andfunctions of democracy must be taken into account whendesigning the development and uses of the Internet.Therefore, rather than leaving the Internet in the hands ofcorporations, there should be a greater role for politiciansand civil society in its design and development.

Keywordsdemocracy, Internet, caveats, deliberation, monopoly,consumerism

TopicDemocracy and ICTs.

Segundo Congreso sobre Internet, derecho y política: análisis y prospectiva

¿Hasta qué punto son democráticaslas nuevas tecnologías de telecomunicación?*Benjamin R. Barber

.............* Edición del texto a cargo de la profesora Rosa Borge de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC.

Page 2: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

18Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

Ha habido poca interacción útil entre la teoríademocrática, los técnicos que desarrollan las tecnologíasde la información y la comunicación y los usuarios. Dehecho, existen dos conversaciones simultáneas. Una con-versación trata sobre la democracia en general y se aplicaerróneamente a la tecnología por parte de personas queno comprenden la tecnología. La segunda conversacióntranscurre entre personas que comprenden la tecnologíamuy bien, pero que luego tratan de generalizar sobre lademocracia de forma muy desacertada. El resultado esque estas conversaciones no se cruzan. Lo que me gusta-ría realizar en este artículo es tratar de aunar las dos con-versaciones. Sé un poco sobre democracia y algo sobretecnología. Así que espero poder desempeñar un papelútil.

Déjenme empezar con algunas advertencias que causanpreocupación y reservas en cuanto a la tecnología engeneral. Resultarán familiares para muchos lectores, peroson muy importantes, ya que constituyen el trasfondo delfuncionamiento de la tecnología. Hay una vieja adverten-cia: Caveat emptor. «Tened cuidado. Que el compradoresté avisado: no compres hasta que hayas visto esto.» Acontinuación vamos y compramos, olvidándolo todo sobrelas advertencias. Así pues, recordemos algunas adverten-cias básicas sobre tecnología.

La advertencia básica, que pienso que todos considera-mos verdadera, es que la tecnología es siempre unaherramienta, un instrumento, algo que utilizamos paraalgo más. No tiene un fin inherente. No tiene telos; notiene teleología. Puede usarse de muchas, muchas mane-ras diferentes. La pólvora ha sido un instrumento de gue-rra y un instrumento de construcción, como en laedificación de diques y ciudades. Se puede usar deambos modos. La pólvora no tiene telos inherente. Lanueva tecnología no tiene telos inherente; no es democrá-tica, no es antidemocrática. Es simplemente otra herra-mienta. Ésa es la primera advertencia.

La segunda advertencia es que como la tecnología es unaherramienta, tiende a reflejar y a representar fielmente lasociedad en la que está presente. Es más un reflejo de lasociedad que un determinante. A menudo hablamossobre la nueva era digital, la nueva era de la informacióntecnológica, como si fuese a cambiar el mundo. «Ahoravivimos en una nueva era tecnológica; la tecnología cam-biará el mundo.» Quiero sugerir que eso no es así; que lanueva tecnología tenderá a reflejar la sociedad que laproduce. Esto significa que la tecnología no será la pana-cea, una solución mágica, una respuesta mágica a todosnuestros problemas. «Anteriormente, la democracia nofuncionó. Ahora, tenemos la tecnología e Internet. Ahorala democracia funcionará.» Pero los valores que no pode-mos producir sin tecnología –democracia, tolerancia,libertad–, no los produciremos con tecnología. La tecno-logía no producirá esas virtudes, esos bienes sociales,esos bienes cívicos públicos que debemos crear mediantenuestras instituciones.

De hecho, como hemos visto, a pesar de las muchascapacidades de la nueva tecnología y a pesar de su arqui-tectura, que analizaré más tarde en este artículo, lanueva tecnología refleja básicamente la cultura actual, locual significa que es una cultura comercial. Sobre todo,Internet es un centro comercial electrónico para comprary vender. Desde los inicios de Internet, aproximadamenteuna tercera parte de todas las búsquedas están relaciona-das con la pornografía. Si bien esto no debería causarsorpresa, tampoco sugiere que la tecnología vaya a cam-biar nada desde el mundo antiguo hasta la actualidad.Así que cuando pensamos que esta nueva tecnologíapuede crear una nueva democracia, es más probable querefleje, reproduzca y potencie la cultura comercial que yaposeemos. Cuando entramos en la web, vemos los anun-cios emergentes y la publicidad desplegable y los millo-nes de páginas en donde se venden productos. Y tanto sihablamos de Amazon, Barnes & Noble, o páginas desubastas, estamos hablando sobre una tecnología que se

Page 3: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

19Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

aplica al primer interés de nuestra era, que es el consu-mismo. Así pues, no debe sorprendernos que para elpúblico –quizás no para los expertos, ni para aquellosque son especialistas, sino para el público– Internet seauna herramienta más de consumismo, una herramientamás de comercio y sólo eso.

También hace las mismas cosas que hemos hecho siem-pre, pero de una nueva manera. E-mail, mensajería ins-tantánea, Google –la búsqueda en bibliotecas–,información sobre partidos políticos, recaudación de fon-dos para partidos políticos –sí, hace todo eso. Pero sé pormi experiencia en Estados Unidos, ya que trabajé en lacampaña de Howard Dean, que fue el «candidato electró-nico» porque utilizó Internet, que ello sirvió de poco paracambiar el carácter de la política americana. No le ayudóa ganar. Recaudó más dinero en Internet que ningún otrocandidato, y muchos candidatos utilizarán ahora Internetpara recaudar fondos. Pero recaudar fondos no es algonuevo en política. Siempre debemos recaudar fondospara la política. Así, hasta ahora, Internet, la web, se hautilizado para realizar cosas antiguas de nuevos modospero no cosas nuevas. Es muy difícil encontrar cosas quesucedan que sean genuinamente nuevas. Sin embargo,hay algunas: comunidades virtuales y vídeo juegos multi-jugador. Tienen características especiales, pero la mayo-ría están relacionadas con nuevas formas de comercio,nuevas forma de consumo y no con nuevas formas desociedad cívica o nuevas formas de política.

La tercera advertencia relacionada con la tecnología esque es muy difícil generalizar sobre ella debido a la rapi-dez con la que cambia. Tan pronto como realizamos unageneralización, la tecnología ya ha cambiado. Explicaréun ejemplo crucial procedente de mi propia experiencia.En su era inicial, Internet, dado que era de banda estre-cha, era un medio basado en la palabra. Algunas perso-

nas, incluyéndome a mí, dijeron, «Ah, Internet es bueno:nos devuelve a la lectura. La gente utiliza palabras denuevo porque para usar Internet, para usar la web, debesescribir palabras.» Por supuesto, mediante la mensajeríainstantánea y el correo electrónico, continuamos hacién-dolo. Pero mientras decíamos eso, llegaba la bandaancha y, con la banda ancha, Internet se convierte en unmedio más para dibujos y películas, no para palabras.Así, a la vez que debatimos, «Oh, es bueno, es un mediopara pensar y deliberar y para las palabras,» se convierte,de nuevo, en otro medio de imágenes y se parece más aHollywood que a una biblioteca. Y eso es tan sólo unejemplo de cambio tan rápido que hace las generalizacio-nes difíciles.

Una cuarta advertencia está relacionada con este cambiorápido, y es el hecho de que es una tecnología de saltos.Saltamos sobre etapas, de una etapa a la siguiente. Porejemplo, África no ha sido nunca cableada. Eso hace aÁfrica retrasada con respecto al teléfono y al cable. Perocomo nunca fue cableada, estaba abierta a la tecnologíainalámbrica, y el resultado es que África –los países quelo hacen– se convertirá en el primer continente inalám-brico, sin cableado. Saltará sobre las sociedades cablea-das, y saltará a la cabeza. Así que según cambia latecnología, existe la posibilidad de que aquellos que vandetrás salten a la cabeza. Ésa es una característicaimportante, porque significa que el desarrollo tecnológicono es lineal sino una serie de saltos. Los países y las cor-poraciones pueden saltar unos sobre otros, de estardetrás a estar delante, lo que de nuevo significa que esdifícil para nosotros generalizar.

La quinta advertencia –reserva– también está relacionadacon esto. Y, por lo que a mí respecta, es una de las adver-tencias más importantes pero a la que mucha gente noha prestado atención. Yo la llamo «falacia generacional».

Page 4: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

20Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

Lo que trato de decir es lo siguiente: aquellos que creannuevas tecnologías provienen de una generación queconoce las viejas tecnologías, y realizan suposicionessobre las viejas tecnologías y cómo se utilizarán, basán-dose en lo que conocen. Pero la próxima generación queuse las nuevas tecnologías no tendrá conocimiento de lasviejas tecnologías y verá la tecnología de forma muy dife-rente.

Déjenme que ofrezca un ejemplo basado en mi experien-cia. Crecí en un mundo de investigación sobre páginas depapel, en bibliotecas, con libros y publicaciones. Luegovino Internet, después Google y el acceso instantáneo a lainformación. Por lo que a mí respecta, el hecho de creceren ese entorno antiguo de investigación es una gran, granvirtud. Sé cómo realizar una investigación. Conozco ladiferencia entre una investigación buena y una mala.Conozco cómo diferenciar fuentes serias de cotilleos ymentiras, así que puedo ir a Internet y realizar mucho tra-bajo muy, muy rápidamente, aplicando lo que conozcosobre estándares y métodos de investigación. Pero misalumnos y mis hijos, que no han estado nunca en biblio-tecas, que nunca han aprendido nada sobre estándares ocriterios o edición, cuando van a Internet se encuentrancon un mundo sin límites de información, conocimientosy hechos, mentiras, cotilleos y mitos, todo junto. Paraellos es todo lo mismo. Todo tiene el mismo valor. Desco-nocen cómo investigar en la Red porque no pueden esta-blecer la diferencia entre las mentiras y las verdades, loshechos y los rumores. No existen medios para aprenderesto en la Red porque la gran virtud de la Red es que esuna masa de información sin edición, sin estándares, sinautoridad. Su virtud es que no tiene autoridad, pero sudefecto es que no tiene autoridad. Así, todo vale.

Este mismo problema lo podemos ver reflejado en el muypopular concepto de las comunidades virtuales. Aquellosque han experimentado una comunidad real, pueden

construir una extensa comunidad virtual basada en unacomunidad real. Pero, argumentaría, no pueden crearuna comunidad virtual ex nihilo. Si no sabes nada decomunidades en el mundo real, no puedes crearlas enInternet. Pero uno de los mayores nuevos mitos es quequienes no tienen ni conocen comunidades pueden crearcomunidades virtuales sin referencia alguna a las comu-nidades del mundo real. Por ejemplo, los jugadores dejuegos multijugador han creado su propia comunidad vir-tual. Existe mucha gente que piensa que es posible crearuna comunidad cívica global en la web, en ausencia decomunidades reales concretas, políticas y cívicas. Piensoque se equivocan, y pienso que caen en la falacia genera-cional. Provienen de un mundo donde han conocido ycreado comunidades reales, y piensan que se puede rea-lizar en la Red.

Para finalizar, la última advertencia –y es muy, muy fami-liar, pero es tan familiar que siempre la olvidamos– es labrecha digital: el hecho de que la tecnología cuestedinero y de que tan sólo puedan acceder a ella los quedisponen de él. Pero además, no es sólo dinero, es edu-cación, que es otra forma de dinero. Porque mucha gentepiensa que la solución a la brecha digital es el ordenadorde cien dólares. Y he oído a mucha gente en empresasdiciendo, «Se ha acabado. La brecha digital ha finali-zado. Pronto tendremos ordenadores de cien dólares, cin-cuenta dólares o cincuenta euros, quizás inclusoordenadores de veinticinco euros. Se los darás a todo elmundo.» Puede que comprar un ordenador cueste veinti-cinco euros. Comprar quince años de educación parapoder utilizar un ordenador razonablemente cuesta unavida de riqueza. Esa brecha, la brecha real entre norte ysur, ricos y pobres, continúa separando a aquellos queutilizan la web de aquellos que no la utilizan.

Así pues, con estas advertencias en mente, voy a analizar laarquitectura actual de Internet. ¿Hasta que punto es demo-

Page 5: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

21Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

crática la arquitectura actual de Internet? En mi opinión,hay ocho características de la Red que están relacionadascon los requerimientos de la democracia. Algunas son cohe-

rentes con lo que precisa la democracia y otras no son con-sistentes con las necesidades de la democracia. He listadolas características técnicas en la tabla siguiente.

TABLA 1. Requerimientos de la democracia y características de Internet

Todos sabemos que a finales de los años ochenta y princi-pio de los noventa, muchas personas que trabajaban enlos tempranos días de Internet hablaban sobre una nuevademocracia electrónica. Se veían a sí mismos como pio-neros democráticos, y consideraban esta tecnología comoprofundamente democrática. Podríamos llamarles tecno-fanáticos o tecno-entusiastas. Les encantó la idea. Porejemplo, John Perry Barlow, que escribió la letra de algu-nas canciones de Grateful Dead, pero que también era unexperto en ordenadores. O los fundadores del Electronic

Frontier Foundation, las personas que en la actualidadescriben para la revista Wired. Quienes se recrean pen-sando sobre las posibilidades de la democracia en la redhablan de «netizens», no de ciudadanos. Conocemos eselenguaje y realmente existen algunas bases en la arqui-tectura actual de la Red para ello. Siguiendo esta líneade razonamiento, las tres primeras características queexaminaré describen características que son, de verdad,muy coherentes con la manera democrática de hacersociedad y hacer política.

La democracia necesita: Internet es:

Interacción cívica«comunicación lateral/horizontal»

Punto a punto(como teléfono, no como TV)

Participación ciudadana «de abajo arriba»

Interactivo/Participativo(no espectadores pasivos)

Pluralismo/Política de las diferencias Diversificado/Heterogéneo(infinitas páginas y blogs, etc.)

¡pero!

La democracia también necesita: (sin embargo) Internet es:

Deliberación/LentitudJuicio prudente

¡Rápido!Impulsivo/juicio precipitado

Mediación/SelecciónSabiduría

Sin mediaciónsin selección, «conocimiento» sin finque lleva a sobrecarga de información

Acceso universalIgualdad

Acceso limitado«brecha digital», desigualdad

Espacio público/ Bases comunes «nuestro espacio»

Privado/Segmentado«mi espacio»

Control popular Monopolio(portales bajo control privado: ej. Google, MS Explorer)

Fuente: elaboración propia

Page 6: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

22Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

1. Horizontal y punto-a-punto

Quizás el aspecto más importante de Internet sea que, ensu arquitectura, se parece al teléfono, no a la radio o a latelevisión. Es un medio horizontal, no un medio vertical.Mediante la televisión y la radio uno transmite a muchos, yése es un muy buen método para el control gubernamentaldesde arriba. Si controlas la emisora de radio o controlas laemisora de televisión: controlas la opinión pública, contro-las el público. Milosevic creó la guerra civil; en Uganda yRuanda crearon el genocidio empleando el control sobre laradio. Uno hablando a muchos, inspirando ese tipo decosas. Pero Internet es punto-a-punto como el teléfono. Nonos engancha a un líder o a un editor o a una emisión. Nosengancha unos a otros. Y eso, por supuesto, es profunda-mente democrático.

La relación democrática esencial no está entre líderes yciudadanos. La relación democrática esencial está entreciudadanos y ciudadanos. Tendemos a pensar –usamos elmodelo representativo– por lo tanto pensamos, «Si habloal alcalde, si hablo al presidente, si hablo al Rey, enton-ces estoy en una relación democrática.» Pero las demo-cracias reales están definidas mediante nuestracapacidad y competencia para hablar entre nosotros. Almargen, una de las razones de que nuestras democraciasmodernas no estén funcionando muy bien es que no dis-ponemos de muchas oportunidades para hablar entrenosotros. En nuestras políticas, hablamos a los editoresde periódicos, hablamos al candidato, hablamos a lospartidos políticos. No hablamos mucho los unos con losotros. Internet ofrece la oportunidad de hacerlo. Es unvehículo de comunicación lateral u horizontal, y ésa esuna de sus mayores fortalezas. En la campaña de HowardDean, el uso de Internet de mayor éxito fue lo que élllamó «Encuentros».1 Reuniendo a la gente, no parahablar con Howard Dean, no para hablar con sus emplea-

dos, sino para hablar entre todos sobre los problemasAmericanos, para inspirarse entre todos; para hacer tra-bajar a todos. Ésa fue una gran fortaleza y es una forta-leza de Internet.

2. Interactivo/participativo

Esto nos lleva a la segunda característica: específica-mente, que Internet es interactivo, participativo. Denuevo, compárese a la televisión. He aquí a alguienviendo la televisión: muerto, pasivo, un espectador.Cuando estás en Internet estás activo, estás involu-crado, vas de aquí para allá, estás leyendo, estás escri-biendo, estás pensando. Tal interactividad es tambiéncrucial para el proceso político de la democracia. Y, denuevo, uno de los defectos de la democracia moderna esque se ha convertido en un deporte de espectadores.¿Qué es la democracia? Algo que vemos en la televisióncomo un partido de fútbol. Hay personas que dicen,«Soy muy político, veo la televisión todo el tiempo.»Pero las personas que ven televisión todo el tiempo son«adictos» a la política pero no a la acción. En cambio, lainteractividad de la web contrarresta esta pasividad.Además no sólo es un medio participativo sino un medioascendente. Funciona de forma ascendente: empiezacon nosotros y va hacia arriba, al contrario que las emi-siones de televisión, las políticas representativas o ladirección empresarial, que funcionan de forma descen-dente. Otra forma de decirlo es que se trata de un mediode extracción, no un medio de empuje. La publicidad yel marketing corporativo son medios de empuje: empu-jan cosas hacia ti. Internet es un medio de extracción,nos permite extraer lo que queremos de él. Si no loquieres, vas a otro sitio. Tu escoges. Es la parte de lademanda, no la parte de la oferta la que es crucial paraInternet.

.............1.«Meet-Ups»

Page 7: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

23Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

3. Pluralista, heterogéneo

El tercer punto profundamente democrático sobre Inter-net es que es infinitamente pluralista y heterogéneo. Yeso le lleva a representar muchas, muchas diferencias.Internet es adverso a la uniformidad, a la homogeneidad.No es todo igual. Puedes encontrar lo que sea, cualquierpunto de vista –políticamente, estéticamente, religiosa-mente– todo está representado. Si buscas algo y teencuentras que no está representado, abres tu propiapágina, haces tu propio blog, creas lo que no está. Si vie-nes a Nueva York y no te gusta la televisión que se teofrece, a menos que seas Bill Gates no puedes realmenteiniciar tu propia compañía de televisión. Pero si no tegustan los blogs que lees, puedes iniciar tu propio blog,incluso reunir un grupo de personas e iniciar un blog engrupo de personas como tú. Por lo tanto, la heterogenei-dad y las diferencias políticas están muy bien representa-das en la arquitectura de Internet. No es monolítica, noes uniforme.

Así pues, hay al menos tres virtudes democráticas signifi-cativas. Solía poner como cuarta virtud la característicade que Internet estaba basada en la palabra pero, tal ycomo escribí anteriormente, la banda ancha ha variadoesto. Ya no es fácil continuar hablando de Internet comoun medio basado en la palabra porque, de hecho, progre-sivamente se usan más imágenes, vídeos, etc. Pero, aun-que tenga estas tres poderosas característicasarquitectónicas democráticas, tiene otras característicasque no están tan en consonancia con la democracia, queno representan ni abarcan muy bien las característicasdemocráticas.

4. Rápido

La característica más importante entre las característicasproblemáticas para la democracia es, de hecho, la que la

mayoría de la gente considera como la gran virtud deInternet. Por encima de todo, la comunicación en Inter-net es rápida. De hecho, Internet se mueve literalmente ala velocidad de la luz. A la velocidad de la energía. Enese sentido es instantánea. No siempre, cuando estás enlínea y tratas de trabajar, pero sí en teoría. La comunica-ción electrónica es instantánea.

Pero me gustaría sugerir que esta virtud aparente es, bajoel punto de vista de la democracia, un defecto. Porque lademocracia es, como yo la entiendo, un proceso basadoen la deliberación. Se lleva a cabo con movimientos len-tos, con prudencia. Decimos, «realizó un movimientodeliberado». Esto significa a velocidad lenta, calculada,premeditada. Y es la forma en que la democracia deberíafuncionar. En el Parlamento Británico, para aprobar unaley, no tienes una lectura y votación, ni dos lecturas yvotaciones, sino tres lecturas y votaciones. La idea es quevotas y luego piensas sobre ello: «¿Era una buena idea?»Piensas sobre ello y vuelves a votar. Luego se habla algomás y votas por tercera vez. Tan sólo tras la tercera vota-ción se convierte en ley. La democracia no se trata sólode realizar decisiones colectivas. Se trata de realizardecisiones colectivas deliberadas. La deliberación esabsolutamente esencial. La diferencia entre la tiranía dela mayoría y la democracia real es la deliberación. Ladiferencia entre un gobierno que tan sólo cuenta votos yun gobierno que toma decisiones sabias es, de nuevo, ladeliberación. Deliberación es lentitud. Internet es rapi-dez. En ese sentido, Internet es un mal medio para lademocracia, porque se trata de tomar decisiones con pri-sas, y la democracia consiste en tomar decisiones lenta ydeliberadamente.

Así pues, desde el punto de vista de un demócrata comoyo, uno de los proyectos a los que nos enfrentamos escómo poner «topes a la velocidad» en la autopista elec-trónica. Pequeños topes que te ralenticen cuando vayasdemasiado rápido. ¿Qué apariencia tienen los topes que

Page 8: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

24Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

realmente nos ralentizan en la autopista electrónica?Los ingenieros y técnicos dirán, «¡Estás loco! La veloci-dad es la virtud y ¿pretendes eliminar eso? Entoncesmejor que te reúnas en un parlamento, en la calle o enun meeting público.» Bueno eso es verdad y quizás seaun buen consejo. Quizás signifique que no siempredeberíamos tomar nuestras decisiones a través de Inter-net. Imaginemos un tribunal supremo, nuestro tribunalde mayor rango, donde los miembros simplemente sesientan en casa y teclean sus decisiones en lugar deescuchar evidencias, deliberar, pensar, discutir, inter-cambiar opiniones. Ésa es la esencia de un procesojudicial. Y esa palabra que usamos, juicioso, provienede lo que los jueces hacen. Pero Internet no es unmedio juicioso en la forma en que funciona.

5. Sin mediación

El segundo punto problemático sobre Internet hace refe-rencia al hecho de que no tiene mediación, no es unmedio mediado. Un aula está mediada por un profesor omaestro. Un periódico está mediado por un editor o edito-rial. Una religión, una iglesia, una sinagoga, una mez-quita, está mediada por un imam, un rabino o un cura.Todas son formas de comunicación mediadas. Por otrolado, tal y como expliqué anteriormente, pensamos que lafalta de mediación en Internet es una virtud, mientrasque de hecho es un problema. Y es un problema debido alo que podríamos llamar el problema de la «sobrecarga deinformación». Los ingenieros alardean una y otra vez deque, «Todos los conocimientos, todos los hechos, todo loque sabemos y lo que no sabemos en el mundo, podemosenviártelo en un segundo.» Piensan que eso es algobueno. Pero un usuario típico de la web puede pensar:«Cuando leo un periódico puedo confiar en buenos perio-distas y editores, cuando leo un libro puedo fiarme de laautoridad del autor y de las críticas, pero cuando estoy enlínea y todo está a mi disposición ¿cómo puedo valorar y

juzgar?» Debido al acceso a todos los hechos, todas lasmentiras, todos los conocimientos del mundo, ¿cómopueden los usuarios llevar a cabo juicios bien fundamen-tados?.

El problema de la democracia no es sólo adquirir conoci-mientos. Es obtener juicios sobre tales conocimientos. Entiempos pasados, los filósofos hablaban sobre sabiduríaen oposición a conocimiento. Todo el mundo puede obte-ner conocimientos, puedes obtener toneladas de hechos.Pero para obtener algún sentido de esos hechos –conocerqué es un hecho y qué no es un hecho– se requiere sabi-duría, experiencia, juicio. Y ésas son las cualidades quenecesita la democracia. Hablamos de juicios cívicos,capacidad cívica, competencia cívica. El conocimientoinfinito ilimitado de Internet no nos ayuda a obtener unjuicio cívico. Puede proporcionar muchos conocimientos,proporciona poca o ninguna sabiduría y puede que enrealidad haga la sabiduría más difícil, no menos difícil.

Así que en ese sentido, de nuevo, tal y como pensamosque la velocidad es una virtud, pensamos que el conoci-miento infinito es una virtud. Pero en realidad, para lademocracia, no es una virtud sino un defecto, un pro-blema. Así que de nuevo la pregunta que planteamos a losingenieros es, «¿Cómo podéis darnos menos conocimien-tos? ¿Cómo podéis darnos filtros?» Ése es el otro términosobre el que hablamos, filtros. La educación es un filtroque nos permite establecer diferencias entre mentiras yhechos o verdad. Pero Internet no es un muy buen medioeducativo porque no está filtrado y, mientras que el que notenga filtro puede parecer algo bueno, resulta que, desdeel punto de vista de la democracia, no es bueno.

6. Acceso limitado

El tercer punto sobre Internet vuelve sobre la brecha digi-tal que mencioné como advertencia. La realidad es que

Page 9: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

25Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

Internet es un medio técnico que precisa de maquinaria(hardware), programas (software) y, lo más importante,educación, tanto para utilizar como para adquirir la tec-nología. Eso significa que, a medida que la tecnología seconvierte en crucial para la democracia, la democracia seconvierte en menos igualitaria, no más igualitaria. La tec-nología en realidad nos amenaza con hacernos menosdemocráticos de lo que éramos porque, mientras quetodos pueden abrir la boca y hablar, todos pueden escu-char, todos pueden levantar la mano y votar, hay millonesde personas que no tienen acceso a Internet ni capacidad–incluso si se les diese acceso– para aprovechar y desple-gar los programas y el contenido de Internet. Hasta queese problema no sea superado, la tecnología aumenta ladesigualdad en lugar de reducirla.

7. Privado/Segmentado

La cuarta característica de la Red que resulta ser un pro-blema para la democracia es que es esencialmente unmedio privado, centrado en el yo más que en el nosotros.Así, MySpace es uno de los programas de «mensajeríainstantánea» (i-messaging) más populares del mundo.Por tanto, la Red es un medio narcisista, la Red como unespejo en el que mirar y verse reflejado. La Red comomedio en el que, finalmente, el mundo entero mira y seve sólo a sí mismo. Leen sus propios blogs, miran suspropias imágenes. Se segmenta en grupos personalespequeños. Internet lo usan principalmente personas parahablar a otras personas como ellos. Si eres un pescadorde salmones católico homosexual, encontrarás unapágina para hablar con otros pescadores de salmonescatólicos homosexuales. Si eres un fascista protestanteamericano, encontrarás un medio para hablar con otrosfascistas protestantes de otras partes del mundo. Si eresun hombre islámico que hace punto, encontrarás el espa-cio para hablar con otros hombres islámicos que hacenpunto. Y ésta es una característica muy bonita de Inter-

net, pero la democracia trata de la reunión y el trato conextraños.

La democracia consiste en encontrar a personas diferentesde nosotros. La democracia consiste en averiguar cómoconvivir con personas que no nos gustan y que no soncomo nosotros. No personas que son como nosotros; eso esfácil. Rousseau dijo una vez que si todo el mundo fuesecomo nosotros y tuviese los mismos valores, no necesita-ríamos política. La política trata sobre diferencias. Y elproblema es que aunque la Red tiene muchos espaciosdiversos, no necesitamos acceder a esos espacios. Por loque cada uno usa la Red por razones privadas: para com-prar los libros que queremos, para unirnos a los grupos quequeremos, para hablar con gente como nosotros, paradesarrollar mi espacio, mi blog, mi cesta en Amazon, etc.,mi cesta de la compra. Todo es mi, mi, yo, yo, mi espacio.La política trata sobre Nosotros, Nuestro espacio, el espa-cio común, gemeinwesen como dirían los alemanes. EInternet no es muy buena en eso. No impone eso. Porquees un medio de extracción, no un medio de empuje, notiene manera de hacerlo. Así que, de hecho, no es unespacio político muy bueno. Incluso los partidos políticosse refieren a sus espacios. «Si tu eres socialdemócrata,ven a mi espacio. Si tú eres democratacristiano, ven a esteespacio.» Yo quiero un espacio donde los democratacristia-nos deban hablar con los socialdemócratas. Pero sus pági-nas no harán eso. De hecho, sus páginas tratan de hacer locontrario: alejarte de otros espacios e ir a los suyos, paradar dinero, hablarles y compartir esos puntos de vista. Peroel espacio democrático debe tratar de ser un espaciodonde exista la diferencia y el conflicto, porque en esoconsiste la democracia.

8. Monopolizada

Para finalizar, la última característica que examinaré estárelacionada con la difícil cuestión sobre quién es dueño

Page 10: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

26Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

del ciberespacio, quién es dueño de Internet. En teoría,por supuesto, Internet pertenece a todos nosotros. Peroen la práctica, el hardware, el software, los programas yaquellos que controlan los puntos de acceso son priva-dos: corporaciones privadas, compañías privadas, dineroprivado. Y hemos visto, por ejemplo en China, cómoGoogle y otros han utilizado su control sobre palabrasclave para permitir a China, de hecho, censurar la auto-pista de la información. No sólo permitirlo, sino propor-cionarles las herramientas para hacerlo. Y decimos que lapropiedad no establece diferencias, pero por supuestoestablece diferencias. Aquellos que controlan las plata-formas y tecnologías controlan el espacio en última ins-tancia.

Trabajé con el presidente Clinton en los años noventa.Tomó muchas decisiones buenas y realizó buenas políti-cas. Una de las peores cosas que hizo fue introducir lanueva ley Federal Communications Act en 1996 que pri-vatizaba las nuevas tecnologías. El presidente Clintonquizás pensó que estaba dejando las comunicaciones enmanos de la sociedad civil. Y en Europa cuando se piensasobre el poder y el monopolio, se piensa en el estado. Esuna tradición étatiste. Hay el estado y hay el individuo.Hay control público y hay privacidad, y ésa es la dialéc-tica. Pero existe un tercer jugador. No es sólo el estado yel individuo. Es el estado, el individuo y las corporacioneseconómicas privadas. Y yo argumentaría que la amenazade mayor peligro para la privacidad, para la individuali-dad y la democracia, proviene no del estado sino deldinero privado, de las corporaciones privadas, del controlprivado. Así, la FCA quitó poder al estado para dárselo aun sector monopolista privado, mucho más peligroso aúnpara la libertad y el pluralismo.

Microsoft también es otro ejemplo: ganó la batalla quemantenía en Estados Unidos sobre el bundling o distribu-ción conjunta de productos. Se salió con la suya pero nolo ha conseguido todavía en Europa. El bundling acaba

por obligar a las personas a utilizar una, en lugar de otraplataforma, y esa plataforma tiene consecuencias, y elingeniero que la construye lo sabe. Así, aunque Internet,en teoría, es abierta, en la práctica está sujeta a los mis-mos monopolios corporativos privados que dominan elmercado y su toma de decisiones. Y eso también es unproblema fundamental.

Hay otras muchas características que podríamos exami-nar, pero las que ya hemos analizado indican que laarquitectura de Internet tiene sus propias vinculaciones,sus propias implicaciones y sus propias consecuenciasque debemos intentar resolver. Y mientras hay modosmediante los cuales crear nuestros espacios, espaciospúblicos, en Internet, la tendencia es crear Mi espacio yTu espacio. Aunque sí existen medios para hacer deInternet un medio abierto, la realidad es que está sujeto aun control monopolizado por corporaciones que controlanel contenido, la plataforma y el hardware. El hecho esque, si bien representa a muchas personas diferentes,tiene dificultades en poner en contacto a esas personascon otras, del modo como queremos que haga la demo-cracia. La realidad es que es rápido, no lento, y todo estoson problemas para la democracia. Así que si pretende-mos que la nueva tecnología sirva a la democracia, enton-ces retorna al viejo argumento pretecnológico sobre lapolítica. Es la política quien hará democrática a la tecno-logía. La tecnología no hará democrática a la política. Lapolítica es lo primero por lo que hay que luchar para con-seguir una tecnología democrática, no hay que permitir ala tecnología hacer lo que hace y asumir que obtendre-mos una buena democracia de ello. La lucha real, siem-pre, es para conseguir la democracia a través de lapolítica y, después, una tecnología que podamos usar.

Déjenme que termine recordándoles una historia. Mar-coni, el inventor de la radio, estaba en un laboratorio deNueva York en el que habían montado su sistema parapoder hacer la primera transmisión inalámbrica desde

Page 11: Benjamin Barber. Hasta que punto son democráticas las nuevas tecnologias de telecomunicación

27Benjamin R. Barber

www.uoc.edu/idp

IDP, 3 (2006) I ISSN 1699-8154

¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías...

Nueva York a Florida. Su ayudante estaba en la habita-ción contigua con el equipo, el transmisor y el receptor.Tras dos años de experimentación, el asistente corrióhacia Marconi y dijo, «¡Sr. Marconi, Sr. Marconi! Tene-mos a Florida en la línea. ¡Podemos hablar con Floridadesde aquí, en Nueva York!» Al principio, Marconi sonriópero, de repente, se paró, frunció el ceño y dijo, «Sí, pero

¿tenemos algo que decirle a Florida?» Y eso, para mí, esla esencia del problema al que nos enfrentamos connuestra nueva tecnología. Primero debemos determinarqué queremos decir y cómo, si queremos ser democráti-cos y de qué forma; después podemos tratar a la tecnolo-gía como una herramienta para nuestras aspiraciones.Pero no antes.

Benjamin R. Barber

Kekst Professor of Civil Society y Distinguished Professor de la Universidad de Maryland. El profesor Barber es un reputado

teórico de la democracia, autor de numerosas publicaciones. Últimamente, viene reflexionando sobre la relación entre la

democracia y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Revolucionó la ciencia política en los años

ochenta con su libro Strong Democracy. Participatory Politics for a New Age. En este libro y en la gran parte de sus escritos,

el profesor Barber critica el pensamiento y las instituciones políticas liberales y defiende la extensión de la participación en

política. Además, una de sus preocupaciones principales ha sido la puesta en práctica de sus ideas y valores, lo que le ha

llevado a liderar y participar en iniciativas ciudadanas fuera del mundo académico, como por ejemplo recientemente en

«The Democracy Collaborative», un proyecto para el desarrollo de la participación y la ciudadanía que se basa en el uso

democrático de las TIC.

Cita recomendadaBARBER, Benjamin R. (2006). «¿Hasta qué punto son democráticas las nuevas tecnologías de telecomunicación?». En:«Segundo Congreso sobre Internet, derecho y política: análisis y prospectiva» [monográfico en línea]. IDP. Revista deInternet, Derecho y Política. N.º 3. UOC. [Fecha de consulta: dd/mm/aa].<http://www.uoc.edu/idp/3/dt/esp/barber.pdf>ISSN 1699-8154

Esta obra está bajo la licencia Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 2.5 España de Creative Commons. Así pues, se permite la copia, distribución ycomunicación pública siempre y cuando se cite el autor de esta obra y la fuente (IDP. Revista de Internet, Derecho y Política) y el uso concreto no tenga fina-lidad comercial. No se pueden hacer usos comerciales ni obras derivadas. La licencia completa se puede consultar en: <http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.5/es/deed.es>