Baudelaire Crítico Musical de Wagner

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Baudelaire crítico musical de Wagner Antes de que los poetas simbolistas franceses se sintieran fascinados por Richard Wagner, Baudelaire era el principal defensor del músico alemán. Como se sabe, en un primer momento la música de Wagner tuvo una mala acogida en los medios musicales e intelectuales de París. Los tres conciertos que el compositor ofreció en 1860 en la Sala Ventadour de la capital francesa mostraron la profunda hostilidad de la crítica y el público hacia esa nueva música venida del otro lado del Rin. El poeta Charles Baudelaire, ya consagrado por su gran obra Las Flores del Mal (1856), no dudó en manifestar indignación y vergüenza ante la reacción de sus compatriotas. No podía entender que un país como Francia fuera insensible al genio del maestro germano. Con el fin de distinguirse de todos “esos imbéciles”, según sus palabras, el 17 de febrero de 1860, escribe una carta al músico en la que le muestra su total reconocimiento y su adhesión incondicional. Más de un año después, en abril de 1861, publica en la Revue Européenne un ensayo titulado Richard Wagner y Tannhauser en París en el cual deja constancia de su admiración por los logros del entonces incipiente Drama musical. A través de las líneas de este ensayo que bien podríamos denominar, con matices, su crítica musical, Baudelaire detalla por qué ya en la carta a Wagner hablaba de una música nueva que consideraba como la suya propia. Ciertamente, el poeta se deja seducir de inmediato por las armonías que expresan lo más profundo del corazón humano. En realidad, al escuchar la música wagneriana, Baudelaire experimenta las mismas sensaciones que le guían en su creación poética. Me parece importante subrayar que en su bello soneto “La Música” existen notables coincidencias con los temas del universo wagneriano, en particular cuando se refiere a los grandes aspectos de la Naturaleza cósmica marcada por la violencia de los vientos y de las tempestades. En su defensa de Wagner, Baudelaire aprecia sobre todo la fuerza de una música voluptuosa y sensual en la que encuentra toda la liturgia de su teoría de las correspondencias. Se sirve de la música de Wagner para reflexionar sobre la relación de todas las artes, núcleo de su teoría poética. En este sentido, dado que no dispongo en

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Baudelaire crtico musical de Wagner

Baudelaire crtico musical de Wagner

Antes de que los poetas simbolistas franceses se sintieran fascinados por Richard Wagner, Baudelaire era el principal defensor del msico alemn. Como se sabe, en un primer momento la msica de Wagner tuvo una mala acogida en los medios musicales e intelectuales de Pars. Los tres conciertos que el compositor ofreci en 1860 en la Sala Ventadour de la capital francesa mostraron la profunda hostilidad de la crtica y el pblico hacia esa nueva msica venida del otro lado del Rin. El poeta Charles Baudelaire, ya consagrado por su gran obra Las Flores del Mal (1856), no dud en manifestar indignacin y vergenza ante la reaccin de sus compatriotas. No poda entender que un pas como Francia fuera insensible al genio del maestro germano. Con el fin de distinguirse de todos esos imbciles, segn sus palabras, el 17 de febrero de 1860, escribe una carta al msico en la que le muestra su total reconocimiento y su adhesin incondicional. Ms de un ao despus, en abril de 1861, publica en la Revue Europenne un ensayo titulado Richard Wagner y Tannhauser en Pars en el cual deja constancia de su admiracin por los logros del entonces incipiente Drama musical.A travs de las lneas de este ensayo que bien podramos denominar, con matices, su crtica musical, Baudelaire detalla por qu ya en la carta a Wagner hablaba de una msica nueva que consideraba como la suya propia. Ciertamente, el poeta se deja seducir de inmediato por las armonas que expresan lo ms profundo del corazn humano. En realidad, al escuchar la msica wagneriana, Baudelaire experimenta las mismas sensaciones que le guan en su creacin potica. Me parece importante subrayar que en su bello soneto La Msica existen notables coincidencias con los temas del universo wagneriano, en particular cuando se refiere a los grandes aspectos de la Naturaleza csmica marcada por la violencia de los vientos y de las tempestades. En su defensa de Wagner, Baudelaire aprecia sobre todo la fuerza de una msica voluptuosa y sensual en la que encuentra toda la liturgia de su teora de las correspondencias. Se sirve de la msica de Wagner para reflexionar sobre la relacin de todas las artes, ncleo de su teora potica. En este sentido, dado que no dispongo en estas lneas de ms espacio para tratar en profundidad la crtica musical de Baudelaire, me gustara dejar constancia sobre todo de su modernidad terica cuando se refiere al significado de la msica wagneriana en su versin instrumental.Sin duda, Baudelaire es un precursor de la teora literaria moderna. Pero adems es uno de los pocos que se interroga acerca de la semanticidad de la msica instrumental. En la actualidad estamos habituados a las teoras que se refieren a la potica de la lectura. Por lo general, admitimos que la potencialidad semntica de un texto literario se completa a travs de la lectura. Lo mismo ocurre con las potencialidades significativas de la msica instrumental. En el fondo, la polmica se resume en el enfrentamiento entre las ideas expresivas, por ejemplo de Wagner, o el formalismo puro de Stravinski. En el campo francs, esa polmica se dio ya en el siglo XVIII cuando el formalismo de Rameau y las teoras relativas a las sensaciones de Rousseau o Diderot entraron en conflicto. Sea como fuere, lo que quiero sealar aqu es que Baudelaire desarrolla, en el siglo XIX, una potica de la audicin que le lleva a declarar que la msica sinfnica de Wagner es un arte abierto y que slo puede completarse y realizarse en plenitud en el momento en que un oyente la escucha. De esta forma, los espacios en blanco y las lagunas de la msica adquiriran un significado que se aadira al texto-partitura. A menudo he odo decir que la msica no poda jactarse de traducir algo con certeza, como hacen la palabra o la pintura. Eso es cierto hasta un lmite, pero no en su totalidad. La msica traduce a su manera, y por los medios que le son propios. En la msica como en la pintura e incluso en la palabra escrita, que es sin embargo la ms positiva de las artes, siempre hay una laguna completada por la imaginacin del oyente, escribe Baudelaire en su ensayo sobre Wagner. El poeta considera que el grado de elocuencia de una msica est estrechamente relacionado con la sugestin que nos ofrece. Con el fin de mostrar que la msica wagneriana es universal, Baudelaire recurre a lo que el mismo Wagner escribe en el programa sobre la obertura de Lohengrin para contrastarlo inmediatamente con el anlisis, ms tcnico, que hace Liszt. A continuacin, Baudelaire relata lo que l mismo ha imaginado durante la audicin de la obertura. Su conclusin es tajante: los tres artistas tienen las mismas sensaciones. Baudelaire confirma as que la msica autntica sugiere ideas anlogas en cerebros diferentes. De esta forma, saca la conclusin de que el arte wagneriano es universal. El poeta reitera su idea de un arte total y sinestsico porque, segn su criterio, sera verdaderamente sorprendente que los sonidos no pudieran sugerir los colores y que los colores no dieran la idea de una meloda y que el sonido y los colores fueran incapaces de traducir las ideas. La msica instrumental de Wagner confirmara su teora de las analogas recprocas en un mundo en el que existe una compleja e indivisible totalidad. Baudelaire proclama la necesidad de una unin ntima de todas las artes. Por lo que se refiere a la pera en su versin cantada, cabe sealar que las leyendas wagnerianas le permiten acceder a un nuevo encantamiento de los fenmenos el mundo. Por otro lado, el tratamiento que Wagner hace de los mitos o la dialctica del bien y del mal de Tannhauser coinciden plenamente con la dimensin trgica de la poesa baudelairiana. En suma, la crtica musical del poeta representa tanto una baudelairizacin del msico como una defensa de la msica del futuro en lo concerniente a la teora de las analogas recprocas. En ese sentido, Baudelaire contribuy, no slo desde la poesa, sino tambin desde su visin de la msica, al desarrollo de las teoras simbolistas sobre el arte musical aunque no hemos de olvidar que estos artistas finiseculares, lo mismo que Baudelaire, literarizaron reiteradamente al autor de Tristn y Parsifal.