BARRACAS 1872_1970

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Inventario de Patrimonio Urbano Buenos Aires Barracas 1872-1970 Liliana Aslan Irene Joselevich Graciela Novoa Diana Saiegh Alicia Santal

Esta publicacin es el resultado de investigaciones realizadas en el ao 1989 en la Secretara de Investigacin y Posgrado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la U.B.A., bajo la direccin de Graciela Novoa; y cont con un subsidio de CONICET y SECYT.

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Buenos Aires naci en el Sur. Y en esa geografa original echaron races los mitos populares de la ciudad y hasta el sueo del poeta que la juzg "tan eterna como el agua y el aire". Cada barrio dicealgo de la ciudad que lo contiene, pero el Sur adems cuenta su historia, historia todava inconclusa de una aldea que se plant porfiada entre el agua y el desierto y que fue sumando la temeridad de los adelantados, la ambicin de los colonos y el trabajo esperanzado de las sucesivas corrientes inmigratorias. Recuperar, documentar y ofrecer en una publicacin los gestos de esa pica ciudadana contenidos en la fisonoma del barrio de Barracas es, por lo tanto, un aporte valiossimo a la recuperacin de la memoria y la identidad. Es esta una obra que, integrada a las anteriores ediciones del I.P.U. sobre Palermo, Flores, Belgrano y la Boca, propone una lectura abierta de la ciudad, que empieza con el descubrimiento de sus calles y edificios,. sus casas modestas y sus chimeneas preadas de promesas, pero que no termina all sino en la evocacin que des pierta en cada lector y en la historia personal que cada cual rememora a partir de las fotografas o las referencias escritas. Por todo esto, puede afirmarse que el libro cumple con un doble objetivo: desarrollar una investigacin acabada y rigurosa sobre el barrio, pero adems -y sobre todo- presentarla como el resultado de una terquedad apasionada. Sin duda, las arquitectas Liliana Aslan, Irene Joselevich, Graciela Novoa, Diana Saiegh y Alicia Santal conocen la ciudad que describen y documentan. Pero la continuidad de la tarea y la seriedad y el compromiso que exhiben en cada nuevo abordaje hablan de una pasin que trasciende la mera solvencia profesional. Dos aportes complementarios o imprescindibles para llevar adelante cualquier poltica urbana desde la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires. Porque slo se protege y se ayuda a crecer a quien se ama, y slo se ama lo que se conoce. Lic. Carlos Grosso

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Dedicamos este libro a los primeros trabajadores industriales... Todas las ciudades que han crecido en el transcurso de la historia tienen sus propias seas, su carcter y su personalidad, ese es su patrimonio, y Buenos Aires debe conservarlo. Entendemos por tal al conjunto de legados que componen la historia de nuestras ciudades, que trascienden al plano de la cultura y que son no slo edificios y centros histricos, sino tambin las seales de los valores contenidos en la vida cotidiana, por la accin colectiva y el uso en esos lugares, en el recuerdo, el cantar, y el hablar ciudadano. En los significados de este patrimonio debemos distinguir las marcas del pasado que la ciudad conserva, en el proceso de hacerse a s misma y de hacer su identidad y su historia. "La ciudad como conciencia de un bien comn que no puede dilapidarse, como portadora de elementos constitutivos de una identidad esencial en la conformacin de nuestra cultura nacional y americana, es el centro de esta posibilidad de rescate de los centros histricos." Ramn Gutirrez El patrimonio construido de la ciudad de Buenos Aires ha sido objeto de una agresin permanente. Por un lado intereses privados y pblicos ocuparon parte de nuestra ciudad dilapidando la memoria de la historia. Por otro los crecimientos indiscriminados y caticos produjeron un desorden urbano en aras del "progreso". Estas situaciones se han producido fundamentalmente por una falta de conciencia que creemos debe superarse. Es intencin de este trabajo contribuir a esta superacin, al proponer una evaluacin del patrimonio urbano de Buenos Aires y al generar un instrumento para la comprensin y defensa de los valores de nuestra ciudad. Debemos ser concientes que la destruccin de los. edificios y la degradacin del espacio urbano o el medio natural produce un cambio cualitativo en la espacialidad de la ciudad, que afecta la vida en ella. Esta destruccin o sustitucin,

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a veces prematura o indiscriminada, representa un despilfarro y a veces un atentado cultural La ciudad debe ser un conjunto de servicios, descanso y belleza en beneficio de sus habitantes; como tales creemos nuestro deber defender que el espacio urbano se configure de modo que la ciudad se mantenga, reconocindose a s misma, y ofrecindose a los dems como algo definido por la historia y por su presente, con coherencia y continuidad. Creemos que el primer paso para preservar un patrimonio es registrarlo y difundir su existencia.

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La ciudad ha solo producto del aporte de una serie de artesanos, constructores, arquitectos, artistas, que a travs del tiempo han conformado su identidad urbana. Buenos Aires es una ciudad de barrios, cada uno con sus caractersticas propias: plazas, centros comerciales, iglesias, clubes, en fin todos aquellos elementos urbanos que hacen posible la vida en sociedad y que se van heredando de generacin en generacin. Siguiendo con la divisin en 46 barrios del municipio continuamos por La Boca y Barracas, que es ir al encuentro de un espacio consagrado por la mitologa portea: "El sur", "el arrabal", "la orilla"... Buenos Aires se fue desarrollando a partir de su traza fundacional, principalmente hacia el Sur, en funcin de las actividades preponderantes ligadas al puerto que se encontraba sobre el Riachuelo. Mientras otros pueblos o barrios, surgieron de la simple superposicin de una geometra lineal y plana, o bien de un acto de decisin formal y abstracto, los orgenes y trazados de La Boca y Barracas resultan mucho ms complejos y frtiles, producto de un largo proceso de transformacin del paisaje natural en cultural. Barracas podra haber aspirado a permanecer como "la Villa Devoto del Sur", pero su estratgica ubicacin la convirtieron en el epicentro de las transformaciones que comprometieron a toda la ciudad. Los ferrocarriles, el puerto, las fbricas y los depsitos fueron espacios y actividades que atravesaron el barrio sin preocupaciones urbansticas. De la mano de la industria, sinnimo de progreso ilimitado durante el ter. cuarto de siglo, se transform el paisaje sureo. En este fin de siglo la decadencia del Riachuelo acompa al barrio sin permanecer Barracas ajena a las transformaciones sociales y fsicas de la ciudad, con una realidad donde conviven las infraestructuras, que no han podido reacomodarse, con los sectores residenciales. El primer paso fue juntar informacin sobre su evolucin histrica y urbana, luego nos abocamos al trabajo de campo, sencillamente recorrerlo, cuadra por cuadra, detectando lo demolido, evaluando lo ya registrado y descubriendo aquellos ejemplos que identifican un lugar o le dan sentido a una calle o al barrio. Todo lo inventariado est registrado en fichas, con la informacin, material grfico y fotogrfico obtenido. Los criterios de seleccin usados fueron: Valor histrico-cultural: cuando hayan sido escenario de hechos claves de la historia, rescaten una identidad colectiva o sean generadores de identidades barriales. Valor arquitectnico: cuando posean cualidades arquitectnicas que cualifiquen los espacios urbanos o jerarquicen las partes de la ciudad. Valor urbano-ambiental: es la consideracin del valor urbano de un conjunto de elementos fundamentales e indispensables en la estructura de la ciudad. Ms de 200 obras fueron fotografiadas e inventariadas, de las cuales seleccionamos 120 por ser las ms significativas del barrio presentndolas en este libro. Creemos que el recoger aqu parte de nuestro patrimonio nos permite profundizar en la historia y realidad de Buenos Aires, conocer mejor

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nuestra ciudad; y a partir de este conocimiento emprender la tarea de recalificacin de la imagen urbana. Este inventario no es slo para especialistas, sino para ser divulgado entre los ciudadanos ya que el reconocimiento de los hechos urbanos que forman parte de su vida cotidiana permite reafirmar valores culturales. Y entre las autoridades, que en base al material inventariado elaboren medidas cautelares que faciliten la tarea de la Administracin en una poltica orientada hacia la reconstruccin, consolidacin y cualificacin de la ciudad que ya tenemos; con un principio de austeridad urbana, con la mejor utilizacin posible del patrimonio acumulado y la mxima economa en la aplicacin de recursos. La proteccin del patrimonio constituye as una actividad positiva que resuelve la conservacin de los objetos arquitectnicos de inters mediante su reutilizacin, no debe entenderse como un acto de paralizacin ya que el patrimonio mejor y ms protegido es aquel que se reinserta en la ciudad moderna. Por lo tanto su encuadramiento se define en funcin de los valores propios de los elementos a proteger, del anlisis de su contexto urbano, tanto a nivel morfolgico como tipolgico y, de los contenidos y objetivos del planeamiento. Su gestin se funda en el desarrollo de planes integrales de proteccin y rehabilitacin. Desde esta perspectiva el Catlogo es la base y va ms all que un listado de proteccin, siendo un instrumento fundamental para planificar y recuperar el patrimonio, siendo una herramienta de conocimiento, sistematizacin y ordenacin, un instrumento de valoracin de arquitectura y de explicacin de la evolucin de la ciudad. Proponemos tres niveles de proteccin posibles: 1) Integral: piezas irrepetibles que aaden a su valor intrnseco el de servir de testimonios de determinados perodos de la historia de la ciudad. 2) Estructural: edificios cuya conservacin sea necesaria para preservar determinadas tramas urbanas o mbitos de elevada calidad y puede compatibilizarse con la realizacin de determinadas obras. 3) Ambiental: delimitacin de un mbito de proteccin dentro del cual todo acto de sustitucin de un edificio o una edificacin sobre un solar deba ser sometido a un procedimiento especial para garantizar su adecuacin al patrimonio edificado circundante.

Liliana Aslan, Irene Joselevich, Graciela Novoa, Diana Saiegh y Alicia Santal.

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INTRODUCCIN HISTRICA

"... y el magnfico caballo blanco, en el que acababa de montar Daniel, tom el trote por la Plaza de las Artes en direccin a Barracas. Luego, lleg a la calle del Buen Orden, que es la prolongacin de aquella y lleg a la barranca de Balcarce en el momento en que empezaron a apagarse los ltimos crepsculos del da. El joven cuyo espritu haba pasado por tantas impresiones en el curso de ese da, no pudo menos de hacer que parar su caballo y extasiarse desde aquella altura en contemplar el bellsimo panorama que se desenvolva a sus pies..." ... los valles floridos de Barracas, al fin de ellos el gracioso Riachuelo, y a la izquierda la planicie esmeraltada de La Boca, son una de las bellas perspectivas que se encuentran en los alrededores de Buenos Aires, contemplada desde la alta barranca de Balcarce". 1 Jos Mrmol "La cultura suele elaborar estrategias simblicas y de representacin que han merecido el nombre de 'edad dorada': Un viejo orden recordado o fantaseado es reconstruido por la memoria como pasado. Contra ese horizonte se coloca y evala el presente. 2 Beatriz Sarlo Cuando Jos Mrmol sugera estas imgenes de Barracas, el Riachuelo y La Boca no poda imaginar que en slo pocas dcadas la Gran Aldea iba a transformar de tal modo esos primitivos paisajes, que poco o nada quedaran de ellos. Aproximarnos a estos lugares que existen en la topologa real de la ciudad, es ir al encuentro de un espacio consagrado por la mitologa portea: "el sur", "el arrabal", "la orilla...". Es por esto que al evocar Barracas, el Riachuelo o La Boca, surgen distintos paisajes, lugares y personajes ya desaparecidos, que desde el presente, se sitan en un pasado imaginario, donde coexisten simultneamente naturaleza y cultura: el meandroso curso del Riachuelo, la sudestada, las anegadizas tierras al pie de la barranca, cubiertas de totorales, juncales, pajonales, y montecitos de sauzales, duraznillos o sarandes..., pero tambin el Matadero, la Convalecencia, el Puerto de los Tachos, los astilleros, las fbricas, el payador Gabino Ezeiza y Juan de Dios Filiberto, las trgicas historias de Amalia y Felicitas Guerrero, cafetines y piringundines, cantinas y pulperas... Esta fabulosa condensacin de leyendas y lugares, personas y paisajes, es lo que fascina y seduce al acercarnos a la historia de estos barrios. Mientras otros pueblos o barrios, surgieron de la simple superposicin de una geometra lineal y plana, o bien de un acto de decisin formal y abstracto, los orgenes y trazados de Barracas y la Boca resultan mucho ms complejos y frtiles, producto de un largo proceso de transformacin del paisaje

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natural en cultural. Este proceso, "se da a travs de un ablandamiento de la naturaleza, de una lenta identificacin entre el hombre y su medio a lo largo de un tiempo lleno de gratificacin y dramatismo.3 Esta domesticacin del paisaje signific una posesin violenta o imperceptible, silenciosa y comprensiva, o de profunda negacin y desarraigo.

No sugeriremos que haya existido una fatalidad geogrfica, o un determinismo funcional en los nombres y orgenes de estos barrios, simplemente sealaremos cmo, la naturaleza primero y la cultura despus, fueron imprimiendo en sus pobladores un peculiar modo de habitar en este lugar de la ciudad. En estas huellas llenas de aciertos y fracasos,_ se revela el conflicto: el sur es apologa o rechazo.

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EL RIACHUELOEl Riachuelo fue no slo el origen de "Barracas" y "La Boca", sino tambin el comienzo de la ciudad. Para la geopoltica colonial, la instalacin de Don Pedro de Mendoza sobre la margen meridional del Ro de la Plata, obedeca a razones estratgicas: impedir el avance portugus y el descubrimiento y colonizacin de nuevas tierras. Mendoza tuvo el mrito de haber seleccionado el mejor lugar posible, presumiblemente sobre las barrancas del actual Parque Lezama. Sin embargo, algunos suponen que fue La Boca el lugar del primitivo asentamiento, otros Barracas. Garay al refundar Buenos Aires, convalid la decisin de Mendoza, pero con una ubicacin ms al norte que la primitiva. La eleccin de Garay no fue arbitraria, si recorremos la costa del Ro de la Plata, desde lo que se llam la Ensenada de Barragn hasta el Ro de las Conchas, veremos que hay muy pocos sitios altos adecuados para realizar el asentamiento. San Isidro y Belgrano, por ejemplo, se localizaron precisamente en algunos de estos escasos sitios privilegiados. Pero el sitio elegido por Mendoza, era el nico que adems de ser un lugar alto, contaba con un ro cercano como posible fondeadero, para proteger las naves de las inclemencias del mar Dulce. En los comienzos, Riachuelo y Ro fueron todo para la ciudad, estaban all al alcance de las manos, y a la vista de todos, metidos en la vida de la ciudad con su presencia familiar, constante, inadvertida, pero profundamente integrada al hombre. El Riachuelo le cho a Barracas y a la Boca, todo cuanto pudo dar les, les transfiri su escaso prestigio, su lugar en el mapa, hasta el punto que estos barrios se disputaron su pertenencia. Fue as que, "El Riachuelo de los Navos", como se lo conoci en sus orgenes, fue llamado indistintamente Riachuelo "de Barracas", o "de La Boca". Fue el camino del contrabando y de la riqueza que dejaron los cueros y saladeros. Le dio a la ciudad una generacin de valerosos marinos, hombres de Azopardo, Brown y Bouchard, que en la Vuelta de Rocha dejaron "El Puerto de los Tachos" y "La Maestranza", simiente de futuros muelles y astilleros. Su desembocadura le dio nombre a hombres y cosas, el genitivo "de la Boca", y el adjetivo "boquense", que sirvi para designar la peculiar forma de habitar aquel lugar: "Era imprudencia residir en esa zona, extenso barrio del arrabal, donde la reciedumbre del andubay tradicional oficiaba de palenque y amarradero, puesto que junto al infaltable caballito criollo, el bote o la canoa descansaba tranquilamente a la espera de su tarea alternativa con el caballo, cuando el ro se adentraba en la agona de su reinado, bramando al pie de las casas la historia de sus devastaciones tempestuosas.4 Si Riachuelo y Ro fueron para la recin fundada ciudad, el gesto geogrfico de "abrir las puertas de la tierra" tres siglos despus, ambos permitirn que el pas interior y confinado, se asome al mundo.

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En la fe iluminista de la generacin del ochenta, "el puerto" de la recin federalizada ciudad (1880), iba a ser el lugar por donde la Europa "civilizada y civilizadora", penetrara a la Nacin, fecundndola de hijos, progreso ilimitado y cultura. Es as, que surgen las disputas en torno al puerto de la ciudad, las ms conocidas son quizs, las del Ing. Luis A. Huergo y Eduardo Madero. Ambos, representaron formalmente el debate sobre el futuro del

puerto y la ciudad, y en ellos se identohcalon los intereses que originaron sucesivas confrontaciones a lo largo de casi tres dcadas.5 En las sucesivas propuestas que impuls Madero (1861) (1869) (1882), se propona la localizacin del puerto sobre el frente de la ciudad, dejando de lado las posibilidades que ofreca el Riachuelo. En cambio en la solucin de Huergo (1875), se favoreci un aprovechamiento integral, al regularizar y dragar su cauce, logrando que innumerables veleros, vapores y los primeros trasatlnticos se cobijasen en el prspero Riachuelo. Es as que Barracas, el Riachuelo, y La Boca, tuvieron su momento de esplendor y apogeo, hasta que finalmente la Ciudad y el Ro, les dieron la espalda. El debate sobre el emplazamiento definitivo del puerto haba dado como resultado el triunfo de los sectores que apoyaban a Madero. El Ro, fue ms importante y hacia l se volcaron todos los esfuerzos para la construccin del gran puerto (1889-1897). Los nuevos depsitos, los silos y elevadores de granos se construyeron paradolalmente robndole "tierras" al ro: "A los empujones la ciudad fue alejando de s al Ro, como si renegara de l, como si definitivamente intentara olvidarlo, hacer que su gente lo olvidara, como algo inexistente o muerto...6

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La simultnea construccin del puerto de la nueva capital provincial, acentu an ms la prdida del rol estratgico, que hasta entonces tena el puerto del Riachuelo. El Riachuelo entr en agona, el crecimiento de la ciudad, y las innumerables industrias que se haban afincado en su ribera, dndole una falsa vitalidad de progreso ilimitado, fueron degradando sus aguas, asfixindolas lentamente: "El lecho del Riachuelo es una inmensa capa de materias en putrefaccin. Su corriente no tiene ni el color del agua, unas veces sangrienta, otras verde y espesa, parece un torrente de pus que escapa e raudales de la herida abierta en el seno gangrenado de la tierra". 7 A principios de siglo el Riachuelo como puerto de la ciudad, empezaba a ser un recuerdo. La construccin del Dock-Sud (1894-1905), los nuevos proyectos presentados para mejorar la situacin del "obsoleto" puerto Madero, y la construccin del Puerto Nuevo (1911-1919), no hicieron ms que multiplicar en fragmentos desarticulados el puerto de la ciudad; convirtiendo al Riachuelo en un mero puerto de cabotaje, apndice de un complejo, lento e inorgnico puerto ultramarino. El Ro y el Riachuelo, alguna vez "Padres" de la ciudad, tuvieron destino parecido. El primero oculto, detrs de vas, depsitos y muelles infinitos, frente a una ciudad que parece haber olvidado su origen y destino ribereo. El otro, contaminado, convertido en una cloaca abierta, con su cauce obstruido y son dragado, condenado a una decadencia que parece no tener fin...

BARRACASEn la historia de la ciudad, cada barrio debi elegir su hroe o mito fundacional. En Barracas, naturaleza y cultura parecen disputarse estos orgenes, ya que ambas fueron dejando sucesivas huellas, que permiten elegir en cada poca un origen distinto. Podramos asegurar que el espritu de este barrio no emana directamente de sus muchas glorias, ni de los innumerables hechos heroicos que transcurrieron en sus cambiantes tierras. Parece ser que el espritu de Barracas est hecho de un modo peculiar, eligiendo sus valores, renovndolos sin vueltas, con impaciencia y deslealtad, cambindolos de manera incesante, de tal modo que resulta difcil adjudicarle inequvocamente a uno u otro de estos dos aspectos, lo natural o lo cultural, la arrogante preeminencia fundacional. Si en Buenos Aires los nombres de algunos barrios nacieron de analogas llenas de nostalgias, como "Villa Versailles" o "Nueva Chicago", el nombre de Barracas surge de una apropiacin al mismo tiempo simblica y prctica del lugar. Sin embargo, la inmediatez funcional y geogrfica de los nombres "Barracas del Riachuelo", "Barracas al norte", o simplemente "Barracas", parece haber sido lo suficientemente eficaz como nombre para contener o abarcar lo omitido. Es as que el barrio, sugiriendo actividads no tan antiguas como las barracas podra haberse llamado "Mataderos", "La

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Convalescencia", "Corrales Viejos" o "Santa Lucia". Al comienzo, el espritu del lugar, pareca expresarse solamente a travs de la naturaleza: la Barranca y la Llanura, los Baados y el Riachuelo, definan y caracterizaban a este peculiar lugar de la ciudad. La Barranca, al norte, que para_ la topologa portea es uno de los accidentes ms bruscos e importantes, intentaba impedir con su abrupto talud el contacto ntimo entre la primitiva ciudad y el barrio. Hacia el oeste, en cambio se confunda imperceptiblemente con la Llanura, y a medida que se iba desdibujando en quintas y arrabales, pareca querer dar la razn a quienes piensan que el barrio no le debi la vida al Riachuelo sino a la Pampa. Barracas, entonces habra nacido "de" la pampa, "en" el campo, con el cual se confunda en una gradacin matizada y lenta de espinillos y tunales. Al este descenda lentamente hacia los Baados, que en forma casi imperceptible se confundan con el viejo cauce del Riachuelo, entre bajos anegadizos llenos de juncales y totorales. Y al sur, la fractura que produca el meandroso curso del Riachuelo, retena a las innumerables chacras y quintas para la ciudad. Hasta principios del siglo XIX, el Camino del Sur, que saliendo de la ciudad conduca a las chacras y estancias de los pagos de la Magdalena, era la nica huella visible de la presencia del hombre. Este camino, sala de la ciudad por Defensa, segua por el bajo bordeando la Barranca, y por la "Calle larga de Barracas", actual Montes de Oca, pasaba por "La Banderita", parada de diligencias y cancha de carreras cuadreras y alcanzaba el Riachuelo. La progresiva domesticacin de la naturaleza acerc otras "calles" y ''trazas', a un pueblo apenas sugerido. Al este y al oeste de la Calle Larga y paralela a sta se sumaron la Calle Nueva (Patricios), y la Calle Sola (Vieytes), que comunicando nuevas quintas alcanzaban la ribera del Riachuelo. Sobre esta ltima, ya que hasta entonces el cruce del Riachuelo se realizaba en bote o vadendolo, se construy el Puente de Barracas (1799); si bien ste modific la traza del pueblo, la Calle Larga sigui siendo el "centro" de Barracas. Sobre ella se "apretaron" las nuevas quintas que haban ido desplazando a las antiguas chacras y olvidados potreros, a su costado se levantaron la Capilla de Santa Lucia y famosas pulperas y almacenes como "La Estrella", "La Luna", o la ya mencionada "Banderita". A mediados del siglo XIX, el equilibrio qued roto; el Riachuelo, ltima frontera reconocible de la pampa, dej paso a un pueblo que creca lentamente y se extenda ya sobre ambas orillas, recreando sobre el nuevo margen el proceso iniciado en la orilla anterior: "Barracas al norte" y "Barracas al sur", crecan buscando un equilibrio imposible, una forma definitiva que nunca alcanzaron. Es as que, lentamente, a pesar de haber nacido "extramuros", Barracas sin saberlo sera asimilada por la ciudad, los sucesivos crecimientos de la Aldea apretaron al viejo pueblo dentro de sus imaginarios muros.

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Barracas ser as sucesivamente pueblo, arrabal, barrio y puerta sur de la ciudad. En Barracas, ':.. Buenos Aires se convierte en orilla, pero tambin margen de. la llanura, y el baldo es la inclusin de la pampa dentro del incompleto trazado urbano". 8 Esta nueva condicin orillera ir transformando a Barracas en un lugar de complejas y antagnicas superposiciones. Las antiguas fronteras naturales se han convertido en marco de controvertidos hechos culturales. El Riachuelo, fue un lugar de muy temprana ocupacin, como incierto puerto al comienzo y para radicacin de la protoindustria de la ciudad despus. En sus orillas nacen las primeras "barracas", como depsitos de frutos del pas y- junto a ellas primitivas industrias como los saladeros de carne, los secaderos de cuero, los sitios de limpiado y empaquetado de lana o curtido del cuero, y precarias agroindustrias disperas por las costas del sur y el norte del riacho. Los saladeros instalados en amas orillas se convertirn en la primera industria contaminante del Riachuelo, ya que fueron en su apogeo, luego de la primera mitad del siglo XIX, la principal fuente de contaminacin orgnica que an hoy caracteriza con pattico pintoresquismo la naturaleza perturbada del viejo ro degradado. La Barranca que durante casi tres siglos haba definido los lmites de la ciudad, fue alojando sobre sus bordes otras actividades subsidiarias de la aldea como los Corrales y los Mataderos, o la Convalescencia, uno de los lugares "extramuros" que la ciudad destin a los enfermos y menesterosos. Hacia la Llanura, por la Calle Larga se ubicaron las quintas de Barracas, que en un principio proveyeron de frutas y verduras a la aldea, se haban multiplicado para convertirse en exclusivo lugar de veraneo del patriciado urbano. En el Baado y junto dl Riachuelo progresaba el incipiente pueblo de La Boca. Quintas, saladeros, el Matadero y los Corrales del sur, las barracas ribereas y la Convalescencia, irn sucedindose y coexistiendo en el tiempo, definiendo, a semejanza de la ciudad un territorio de conflictos y armonas. Es significativo que Esteban Echeverra y Jos Mrmol eligieran como escenarios de sus creaciones literarias a Barracas.9 La trgica historia de Amalia, relatada por Mrmol en la novela homnima, que transcurre en la apacible vida de las quintas de Barracas, o la crueldad y la violencia que se desarrollan en "El Matadero", el cuento de Echeverra, representan metforas de otros conflictos que se producan en la sociedad portea en tiempos de Rosas. Mrmol intencionalmente desarrolla en su novela el paralelismo Rosas-Amalia, de la misma manera que Echeverra opone al rstico Matasiete con el annimo unitario "cajetilla".10 La polmica contra Rosas condicion la eleccin de Barracas y el lugar se convirti en espejo de la sociedad. La generacin literaria del 37 se identific con el debate central poscolonial: la civilizacin frente a la barbarie en Sarmiento, el europeo opuesto al criollo, el gringo reemplazando al gaucho, la ciudad en guerra con el campo.11

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Al escoger "ese" sitio de la ciudad, estaban confirmando uno de los lugares visibles de este maniquesmo estril. Las violentas transformaciones polticas y econmicas, en un pas desangrado por estriles luchas civiles, culminaron con la federalizacin de Buenos Aires. En este proceso, en el que la sociedad portea apost a su hegemona, los profundos cambios sociales modificaron visiblemente a la ciudad portea. Barracas, fue uno de los escenarios, de estas transformaciones y el paso de la vieja aldea al incipiente fenmeno metropolitano dej profundas e irreversibles huellas. La naturaleza que seoreaba en Barracas dej de manifestarse a travs de su belleza original, para dar lugar a una naturaleza degradada. La primitiva industria saladeril haba dejado paso a los frigorficos, y junto a ellos otras incipientes industrias como la metalrgica, la alimenticia o las agroqumicas entre otras, se multiplicaron junto al Riachuelo, contaminando su cauce, al volcar en l toda clase de desperdicios y desechos. Las pestilentes aguas del Riachuelo levantaron las voces de los higienistas, que vean en las "pustulentas" aguas, focos de infeccin y explicacin de las pestes de clera y fiebre amarilla que azotaron sucesivamente a la ciudad. La llegada del ferrocarril (1865), produjo una nueva fractura en el barrio, y las viejas quintas de hermosas y aosas arboledas dejaron lugar a un paisaje regular de montonos taludes, durmientes y acero. Las viejas quintas de la calle larga, las quintas en que se veraneaba a fines del siglo pasado, haban cambiado un horizonte de volantes y caballos por otro de berlinas y tranvas a caballos. La ciudad del progreso cosmopolita, abraz las quintas con firme la, las envolvi estrangulando sus tierras, recortndolas, sin permitirles ms que un jardincito ciudadano, desproporcionado e inca paz de sustentar las grandes palmeras y casuarinas. Las quintas se transformaron en residencias permanentes que se resignaban a "hacer ciudad", loteando sus inmensas parcelas para dar lugar a fachadas y escenarios urbanos, ms acordes con la nueva vida cosmopolita. El Centenario sorprendi a Barracas en plena transformacin, las contradictorias superposiciones de usos y costumbres se multiplicaron y acentuaron. La experiencia de la modernidad produjo acelerados contrastes entre los ltimos vestigios de la Gran Aldea y la Moderna Ciudad. La antigua Calle Larga, era uno de los escenarios donde se confrontaban tradicin y modernidad. Una, ocultando tras altos paredones de artsticas rejas, las ltimas y prestigiosas casonas. La otra mostrando sus pretenciosas fachadas urbanas, empujando al suburbio al paso de los recin electrificados "tramways". La presencia del nuevo gasmetro, junto a los bigrafos "El Porvenir" y "Edn", o los puentes levadizos "Pueyrredn' y "Bosch" este ltimo de la Ca. "Tramways Elctricos del Sur", y los que an estaban en construccin como el del F.C. del Sur, el puente transborador "Urquiza" o el "Victorino de la Plaza" eran los smbolos y evidencias de un barrio que tena aspiraciones de moderna ciudad.

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Barracas pudo haber aspirado a permanecer como "la Villa-Devoto del Sur", con el aire aristocrtico de sus quintas y villas, pero su estratgica ubicacin la convitieron en el epicentro de las transformaciones que comprometieron a toda la ciudad. El Sur se haba transformado en el espacio del trabajo, Adrogu, Quilmes, Ramos Meja o San Isidro eran los nuevos lugares de residencia estival que la ciudad recreaba "extramuros". Las fbricas, los depsitos, los ferrocarriles y el puerto eran espacios y actividades que atravesaban sin preocupaciones paisajsticas los barrios de Barracas y La Boca. Esto signific la transformacin definitiva del paisaje sureo, las barracas ribereas penetraron en los barrios en forma de fbricas, talleres y galpones, y un nuevo perfil de chimeneas, dentados 'sheds" o emblemticas fabriles se instalaron en ellos. Es as que desde poco antes que termine el siglo y durante las primeras dcadas de este, fbricas an hoy conocidas como Noel, Alpargatas, Bagley, Saint, o Canale, se haban establecido en Barracas. Otras como la Ca Gral. de Fsforos,'Molinos, Tamet, Ferrum, Terrabusi, Gurmendi, Siam y Alba, entre las ms conocidas, se localizaron tambin prximos al Riachuelo, pero en barrios vecinos a Barracas La construccin sobre la ribera sur del Mercado Central de Frutos (1887), en su tiempo uno de los depsitos ms grandes del mundo, seala la magnitud que haban alcanzado los movimientos de materias primas a travs chi las antiguas barracas ribereas. Cercano a ste se localizaron los frigorficos Sansisena, La Blanca, y Anglo, culminando un por iodo (lo transformacin y especializacin do la vieja industria salador il El sur fue hasta entonces sinnimo de un progreso ilimitado, que de la mano de la industria, se extendi indefinidamente durante el primer cuarto de siglo, remontando el cauce del Riachuelo, desbordando Barracas, el Dock y Avellaneda, y ampliando las fronteras de este mtico sur fabril. En este fin de siglo, Barracas no ha permanecido ajena a las profundas transformaciones sociales y fsicas de la ciudad. La decadencia del Riachuelo acompa al barrio durante todo este tiempo y las editoriales de los diarios repiten hoy los mismos comentarios que hace un siglo: "Hasta cundo deberemos soportar la existencia de este pustulento cadver tendido a espaldas de la ciudad?"12 El pujante emporio industrial se fue convirtiendo en las ltimas dcadas en un lento repliegue fabril, a lo que se suma la desintegracin de los lazos entre la vida social y el trabajo. A principios de siglo los hombres trabajaban junto al lugar donde vivan, en cambio actualmente los trabajadores viajan desde lejanos barrios, inclusive extramuros de la ciudad. El barrio y la fbrica al separarse ayudaron a romper la unidad social y psicolgica entre el trabajo y la vida barrial.'' Por la Calle Larga avanz la Ciudad, imponiendo la homogeneidad de su urbanismo y arquitectura, ignorando lugares memorables en la vida del barrio.

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Quin reconocera en la plaza Colombia, la famosa quinta de Felicitas Guerrero, flanqueada por altos y annimos balcones que nos recuerdan otras avenidas y plazas?13 De qu manera perdura en la memoria de Barracas el restaurant "Sandrn" en "Corrales Viejos", el almacn "La Banderita" o el Caf "La Luna" de Uspallata y Calle Larga donde comenz la fama de Angel Villoldo como payador, compositor y cantor?14 Hace pocos aos la prolongacin de la Avenida 9 de Julio ms all del Riachuelo fractur una vez ms la memoria del barrio, dejando una huella irreparable. Un bosque de ciclpeas columnas levant el inconfundible perfil de la "Autopista del Sur", que al recortar el cielo de Barracas entre bocinazos y atascamientos infinitos recuerda aquel cuento homnimo de Julio Cortzar. A pesar de todo, Barracas sobrevive en los repliegues dejados por las sucesivas sedimentaciones, que han caracterizado al barrio con una peculiar geografa aluvional de paredones, terraplenes, riberas y barrancas, pequeos remansos geolgicos donde subsiste aquel mtico Sur. Eduardo F. Maestripieri En La Boca del Riachuelo, diciembre de 1989

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NOTAS BIBLIOGRAFICAS 1 2 Jos Mrmol, Amalio. Bs. As., CEAL, 1980. Beatriz Serlo, Una modernidad perifrica: Bs. As. 1920 y 1930. Bs. As., Nueva Visin, 1988.

Beatriz Sarlo explica que la necesidad de construir una "mtica edad dorada" surge: "Cuando cambios en la sociedad suscitan sentimientos de incertidumbre" y "... frente a transformaciones que alteran relaciones sociales y econmicas, pero tambin perfiles urbanos, planos y perspectivas del paisaje...", pg. 31. Y agrega: "nostalgia, recuerdo, lamento, son formas y actitudes que una sociedad o un sector de ella adopta frente a un pasado cuya desaparicin es vivida como irremediable, .... se idealiza un orden pasado al que le atribuye rasgos de una sociedad ms integrada, orgnica, justa y solidaria." pg. 32. 3 4 5 6 7 8 9 Ricardo Santilln Gemes, Cultura creacin del pueblo. Bs. As., Guadalupe, 1985. William Rgind Historia del F.C. del Sur. Bs. As., 1936. James Scobie, Buenos Aires del centro a los barrios: 1870-1910. Bs. As., Solar Hachette, Alberto Salas, Relacin Parcial de Buenos Aires. Sur, 1955. La Nacin, enero de 1871. B. Serlo, op. cit. J. Mrmol, op. cit.

1977.

Esteban Echeverra, El Matadero. Bs. As., CEAL, 1967. 10 David Vias, Literatura argentina y realidad poltica. Bs. As., CEAL, 1982. 11 Cfr. E. Puccia, El barrio de Barracas. Bs. As., Corregidor, 1988. Felicitas Guerrero de Alzaga qued viuda a los 26 aos, inmensamente rica y hermosa, muri dos aos despus, trgicamente, vctima de un pretendiente despechado. Sus padres erigieron en su memoria la capilla de Santa Felicitas. 12 Oscar del Priora, Angel Villoldo. Bs. As., Corregidor, 1977. 13 Roberto Fernndez, Aproximacin al estudio etno-urbanstico de La Boca. Bs. As., UBA, IAA, 1984 (indito). 14 Santiago Zemma.

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. el Sur es la substancia original de que est hecha Buenos Aires, la forma universal o idea platnica de Buenos Aires... Hace treinta aos me propuse cantar mi barrio de Palermo; celebr con metros de Whitman las oscuras higueras y los baldos, las casas bajas y las esquinas rosadas; redact una biografa de Carriego, conoca un hombre que haba sido caudillo; o con veneracin los trabajos de Surez el Chileno y de Juan Muraa, cuchilleros incomparables, cantado al Sur, porque no hay un palmo de Buenos Aires que pudorosamente, ntimamente, no sea, sub quidam specie aeternitatis, el Sur... La arquitectura es un lenguaje, una tica, un estilo vital; en la del Barrio Sur -y no en las casas de tejado, en las de azoteanos sentimos confesos los argentinos con su otro estilo y que esas formas venideras preexisten (secretas y evasivas para mis ojos, claras para el futuro) en las deleitables pginas de este libro." Jorge Luis Borges 1951

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ZONA 1

Buenos Aires encierra diversos centros, antes independientes, siendo Barracas uno de ellos de antigua y protagnica tradicin en la ciudad y con una excepcional centralidad. Caracterizado e identificado por una geografa particular: la barranca y el borde del ro -que contaba con un viejo puerto especialmente para barcos pequeos y de cabotaje- se vio afectado por diversas intervenciones siendo un sector de "conflictos y armonas", "rupturas y persistencias". Sobre las manzanas del Riachuelo se fue formando el casero, a lo largo de las calles Larga y Sola estructurndose as el barrio. En 1865 se habilit desde Constitucin el Ferrocarril Sud, que cruza Barracas de norte a sur, y con el posterior desarrollo de la red ferroviaria se van produciendo sucesivos cortes de la estructura del barrio. 'Barracas, con su caracterstica tan personal de barrio trabajador y valiente, sentimental y bravo, condensaba en el sentir sincero de sus gentes y en la gracia a veces ingenua de sus costumbres, el encanto melanclico de ese pasado. Por una parte sus lujosas casonas y quintas le daban un aspecto seorial y tranquilo; en tanto que los mataderos, saladeros y corrales ponan en el ambiente una nota de pintoresco bullicio. Contaba adems con el panorama de sus predios y de sus campos ms agrestes, que ya comenzaban a poblar los inmigrantes que iban llegando en gran escala al pas." Enrique H. Puccia

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Este smbolo indica en EDIFICIOS y/o LUGARES PBLICOS ausencia de barreras arquitectnicas o urbansticas, sel sealizada o no, en tus accesos o recorridos

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Posteriormente surge otro problema para a zona sur, la concrecin del Puerto Madero que refuerza la centralidad de la ciudad en torno a la Plaza de Mayo. Adems de los ferrocarriles, marca fuertemente la fisonoma del barrio la concentracin de hospitales y hospicios, con deterioro ambiental, envejecimiento edilicio y alto grado de obsolecencia. Pese a esto Barracas tiene una imagen urbana homognea y su realidad es la de un rea de industrias y artesanas que, no pudo reacomodarse y convive con los sectores residenciales. Esta convivencia es lo que caracteriza e dentifica al barrio, as como los grandes ncleos de valor para la rehabilitacin. En los ltimos aos, la irrupcin de la autopista signific una importante ruptura de la continuidad de la trama e incremento de los sectores accionados. E borde que linda con San Telmo -cua qe forman Montes de Oca y Martn Garca- es el sector de mayor continuidad con la ciudad y, especialmente con su vecino barrio. Es un rea con caractersticas definidas su trazado interrumpido por la barraanca, con un uso casi exclusivamente al residencial.

.. Al evocar Barracas, el Riachuelo o La Boca, surgen distintos paisajes y lugares, que desde el presente, se sitan en un pasado imaginario, donde coexisten simultneamente naturaleza y cultura. Al comienzo, el espritu del lugar, pareca expresarse solamente a travs de la naturaleza que lo defina y caracterizaba. Su progresiva domesticacin acerc otras trazas al pueblo apenas sugerido: las nuevas quintas haban desplazado a las antiguas chacras y potreros, la capilla de Santa Luca, pulperas y almacenes. Quintas, saladeros, el Matadero y los Corrales del Sur, las barracas ribereas, la Convalescencia, irn sucedindose y coexistiendo en el tiempo, definiendo a semejanza de la ciudad un territorio de conflictos y armonas... A pesar de todo, Barracas sobrevive en los repliegues dejados por las sucesivas sedimentaciones, que han caracterizado al barrio con una peculiar geografa de paredones, terraplenes, riberas y barrancas, pequeos remansos geolgicos donde subsiste aquel mtico sur," Eduardo Maestripieri

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1 Vivienda Colectiva Av. Caseros 410/30/50/70/90 esq. Defensa y Bolvar Christian Schindler, arq. Nro. de inventario: 34/20 Proteccin propuesta: estructural

Sobre Caseros sigue presente, an hoy, l carcter de avenida residencial con viviendas individuales y colectivas, de un nivel social elevado y que necesitaban mostrarlo.

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Comenzando, en el Parque Lezama, con un edificio que ocupa todo un frente de manzana obra del arq. Christian Schindler -autor de muchas obras en la Av. de Mayo-. Hay pocas construcciones en Buenos Aires de estas caractersticas: 120 metros de fachada. Sin embargo el arquitecto supo tratarla con habilidad dndole un movimiento ondulante producido por los "bow-windows"; en las dos esquinas remata con un piso ms con mansarda marcando, de esta manera, los lmites del edificio, situacin claramente distinta a la que hubiera adoptado un arquitecto racionalista que, sin duda, hubiera mantenido un prisma perfecto de esquina a esquina. La pendiente de la calle le otorga la posibilidad adicional de quebrar las lneas horizontales de los balcones. En la cuadra siguiente todos los lotes estn ocupados por viviendas individuales, muchas de escala casi monumental, con varios pisos y diseos diversos. La mezcla de estilos, de inspiracin francesa, italiana y hasta del modernismo cataln, da como resultado un conjunto homogneo de singular relevancia.

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2 Vivienda individual Asociacin docentes Pcia. de Bs. Av. Caseros 506, esq. Bolvar V, Colmegna, arquitecto Nro. de inventario: 34/49

... en la ciudad que se debe hacer da a da, es el catlogo un elemento dinamizador y definidor del grado de intervencin. Una actitud contempornea, que sin renegar del pasado, interviene desde el hoy, reconociendo las tcnicas y elementos constructivos actuales." A. Gonzlez Cordn, A. Cabrera y J. M. Lerdo de Tejada

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3 Vivienda colectiva 1917 Av. Caseros 574 P. A. Adamoli, arq. Nro. de inventario: 34/22

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4 Vivienda colectiva Av. Caseros 612, esq. Per P. Berisso, arquitecto F. Fernndez Berisso, ing. civil Nro. de inventario. 34/24

"versos suyos me ayudaron a descubrir melanclicas bellezas de Buenos Aires, en viejas calles de barrio, en rejas y aljibes, hasta en la modesta magia que a la tardecita puede contemplarse en algn charco de las afueras. " Jorge Luis Borges

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5 Viviendes colectivas 1940 Av Caseros 716 y 724/30 Meetirset y Arona, arqs. Di Pace, constructor B. Repetto, arquitecto Acevedo Scho, constructor Nro. de inventario. 34/25 y 34/26

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6 Vivienda colectiva Av. Caseros 820/24/28/32/36 R. Canale, ingeniero Nro. de inventario. 34/27

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7 Vivienda colectiva 911 Av. Caseros 954/62/64/72 Nro. de inventario: 59/3

8 Vivienda colectiva 899 Tacuar 1759/63/65/67/69/73 Luis Laverdet h., arquitecto Nro. de inventario. 34/43

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9 Vivienda individual y oficinas 923 Bolvar 1692/94 esq. Dr. E. Finochietto 419 C. Valentini, arquitecto L. Valentini e hijo, const. Nro. de inventario. 34/48

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10 Dr. Enrique Finochietto entre Tacuar y Bolvar Nro. de inventario: 34/14 Proteccin propuesta: ambiental La calle Finochietto entre la barranca -de los fondos del Instituto Mara Ferrer- y la calle Bolvar borde del Parque Lezama- tiene caractersticas de pasaje, de cortada, con una identidad propia y particular dentro del trazado de esta zona. El rcter residencial, el grado de anterioridad, las calles empedradas y una arquitectura homognea generan un clima donde se establecen armnicas relaciones entre los elementos sin rupturas con las caractersticas espaciales del conjunto. :a permanencia de las estructuras urbanas del pasado y su capacidad de expresar socialmente ciertos contenidos 3e su propia historia, recreando sus significados con intervenciones actuales, son la base de la proteccin patrimonial que se propone.

11 Viviendo individual Dr. E. Finochietto 539 Nro. de inventario: 34/47

Dentro de la discreta armona del conjunto de esta calle, sobresale esta vivienda por su originalidad. Lo primero que sorprende son sus proporciones, donde todo tiende a la verticalidad. El "piano nobile"

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se encuentra en el primer nivel, al cual se accede por una escalera imperial de desarrollo curvo. Sobre el ancho del terreno su fachada se organiza en tres paos verticales, formando una sobrefachada que no cubre todo el ancho. Las carpinteras muy angostas, las columnas exentas que marcan la entrada y ef halcn central, contribuyen a esta imagen. a curva de la escalera, la organizacin clsica de la fachada y la ornamentacin afrancesada hacen de esta vivienda un ejemplo del eclecticismo creativo de los constructores de principios de siglo. La vivienda lindera Nro. De inventario: 34/46 -es obra de los arquitectos Dodds y Koch (1926) que han producido tantas buenas obras de arquitectura, especialmente en el barrio de Belgrano.

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12 Hotel "Estrella" Piedras 1699 esq. Dr. E. Finochietto Len Curuchet, ing. civil Nro. de inventario: 34/12

13 Vivienda colectiva 1899 Dr. E. Finochietto 626/34 A. Rebagliatti, const. Nro, de inventario: 34/34

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14 "Molino Aguila Yerbatero" Piedras 1702/04/26 esq. Dr. E. Finochietto Nro. de inventario: 34/8

Dentro de la caracterstica general de Barracas, donde coexisten diversidad de usos, desde los industriales, comerciales, de infraestructura de servicios hasta la vivienda, Martn Garca es, pese a ello, una avenida consolidada con alturas homogneas y con una alta renovacin edilicia. Sin embargo, en su primer cuadra, los terrenos vacos de Casa Amarilla, una estacin de servicio y unos depsitos municipales presentan un contraste de vaco, frente a la perspectiva que muestra una estructuracin muy fuerte de esta zona. El completamiento de los bordes del Parque Lezama, donde sigue presente la barranca, contribuir a calificar este espacio pblico que, a su vez, brindar su propio valor a estas futuras construcciones.

15 Fbrica "Viuda de Canale e hijos" 1910 Fideos y Bizcochos Canal@ Talleres Canals Av. Martn Garca 320/46/48 Humberto Canals, ingeniero Nro. de inventario: 33/1 Proteccin propuesta: estructural En la primera dcada de este siglo muchas industrias, radicadas en el centro de la ciudad, se trasladaron hacia Barracas aprovechando el menor valor de la tierra y pudieron tener as, mayores superficies. Con frente al parque Lezama la fbrica Canale ocupa casi la totalidad de esta cuadra,

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con una fachada tan caracterstica como el perfume a galletitas que se siente desde varias cuadras a la redonda. Hace un buen marco al parque, en una composicin simtrica pero no clsica, con decoraciones de maylicas y dos cpulas que completan su diseo. La proporcin de llenos sobre vacos es grande pese a ello, y a pesar de la extensin de la fachada, no produce una sensacin de masa cerrada. Es un caso donde el lenguaje de esta arquitectura industrial califica al espacio pblico donde se inserta.

16 Fbrica de yerba "Cruz de Malta" Empresa Mate Larangeira Mendes S.A. Av. Martn Garcia 464/90 esq. Ruy Diaz de Guzmn 10 esq. Pi y Margall 1259, 75 esq. Av. R. de Patricios 53 Nro. de inventario: 33/10 Proteccin propuesta: estructural

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La empresa argentino-brasilea que produce la yerba "Cruz de Malta", constituida desde 1874, se establece en este edificio en 1940, ocupando casi toda la manzana de forma triangular. La empresa viene: "... participando desde hace ms de medio siglo en el esfuerzo de arrancar a la selva hmeda y clida del Matto Grosso las mejores hojas del rbol del mate para centralizarlas en los barbacus del pueblo de Campanario, transportarlas despus de secas hasta el puerto de Francisco Mendes Goncalves por un ferrocarril propio, para de all enviarlas a Buenos Aires por la va fluvial y terrestre. Pueblo, puerto y ferrocarril, adems de caminos, puentes, lneas telefnicas y canales fueron construidos por la empresa... Es la obra civilizadora y de acercamiento argentino brasileo permitida por 64 aos de labor. " Su arquitectura de franca imagen industrial, slida y contundente marca, an hoy, muy (lar dmente la entrada a Ia avenida Patricios.

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17 Vivienda colectiva 1934 Defensa 1791 esq. Uspallata M. Siquier, arquitecto Nro. de inventario: 34/29

... la intervencin en edificios o ciudades histricas, en general, y la restauracin en particular, han ido cambiando al comps de las variaciones de la sensibilidad y de la actitud desde la que se contemplaba la historia, quedando as, como la arquitectura y como cualquier arte o tcnica, muy lejos de la tantas veces pretendida condicin cientfica, ambicin sta que, en su equivocacin, desconoce y desprecia los profundos y sabios mecanismos de cualquiera que sea el arte." Antn Capital

18 Vivienda colectiva 1943 Av. Martn Garca 401/05/07/09 esq. Defensa 1809 E. Casado Sastre y H. Armesto, arqs. Kjell Henrichsen, ingeniero Nro. de inventario: 33/16 Proteccin propuesta. estructural

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Como muchos edificios "dixit" racionalistas, ste slo tiene la expresin formal de la fachada de este movimiento. La gracia del patio sobre el frente, la habilidad en el us del ladrillo combinado con el revoque, hablan del oficio de estos arquitectos que cabalgaron sobre "modas arquitectnicas tan distintas". La escala, la altura y el volumen que forma con el edificio lindero por Uspallata contribuyen a definir el carcter urbano de este borde del Parque Lezama.

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19 Edificio "Juan B. Justo Av. Martn Garca 465/73/95 esq. Bolvar J. Molina y Vedia, arquitecto C. Franzetti, constructor Nro. de inventario: 37/17

Este edificio fue construido en el ao 1911, para viviendas de familias con escasos recursos, por la Cooperativa el Hogar Obrero fundada por el Dr. Juan B. Justo. "La Cooperativa El Hogar Obrero fue una de las alternativas pioneras impulsadas por militantes socialistas para encarar el problema de la vivienda y fue puesta como ejemplo por los diputados de aquella orientacin poltica en el debate de creacin de la Comisin Nac, de Casas Baratas (CNCB)... Las Cooperativas de vivienda tuvieron una prolongada y rica trayectoria que sin embargo no logra superar las mismas dificultades de la CNCB en cuanto al sector social destinatario de sus obras y el mbito geogrfico." Ramn Gutirrez. Son departamentos de comedor y 1 2 dormitorios, vivienda mnima indispensable para un matrimonio con uno o dos hijos, donde no se ha buscado el mayor rendimiento lucrativo sino la mayor comodidad al menor precio posible. En 1937 se completa el edificio, en el lote de esquina medianero con l, y seguramente se "plancha" la fachada buscando la unidad de lenguaje de ambos edificios. Queda, en conjunto, una fachada atractiva por el movimiento que adquiere con los volmenes salientes tanto sobre Bolvar como sobre Martn Garca. Es curioso el parecido formal con el edificio, contemporneo de la ampliacin, de Defensa 1791 esquina Uspallata del arquitecto M. Siquier. Martn Garca corta oblicuamente la trama ortogonal produciendo as lotes de esquina triangulares que permiten enriquecer las diversas soluciones de este punto particular de la trama. Esta situacin ha sido bien aprovechada en estos ejemplos, aportando buenas soluciones arquitectnicas.

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"Tres son los senderos que conducen al xito. Primero, pensar; un camino difcil. Segundo, imitar los buenos ejemplos de los dems; el camino ms simple. Tercero, cosechar experiencias propias; un camino duro, pero lleno de satisfacciones." Confuclo

20 Vivienda colectiva 1939 Av. Martn Garca 694/96 esq. Gaspar M. de Jovellanos 208/14 C. Valentini, arquitecto H. Romero, constructor Nro. de inventario: 33/19 Esta obra del estudio Valentini, con una gran produccin dentro de La Boca y Barracas, son tres edificios de viviendas econmicas, resueltas dentro de estos postulados de la poca.

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"... es que los que llegaban a la nueva arquitectura por el camino del eclecticismo nos descubren con su obra una intencin, realmente moderna de tomar esta corriente como un vehculo eficaz para resolver problemas prcticos mediante un lenguaje, una racionalizacin constructiva y una optimizacin del confort, que ellos estimaban absolutamente adecuados a su tiempo, antes que la ostentacin de una actitud de hueca adhesin ideolgica y formal. De esta manera buscaban, en lo que juzgaban un nuevo estilo, las herramientas que les permitesen resolver viviendas ms ordenadas, ms claras y soleadas, con partidos arquitectnicos ms funcionales y con soluciones constructivas ms econmicas y racionales: en una palabra viviendas pragmticamente contemporneas." Mara Isabel de Larraaga

21 Fbrica Ital Textil Av. Martn Garca 701 esq. Gaspar M. de Jovellanos Av. Manuel A. Montes Nro. de inventario: 33/11 Proteccin propuesta: estructural

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22 Hotel "San Carlos" Av. Martn Garca 896 esq. Av. Montes de Oca P. Donati, arquitecto G. Vittori, constructor Nro. de inventario: 32/17

Av. Manuel A. Montes de Oca Buenos Aires se comunicaba con la campaa, hasta la construccin de las lneas ferroviarias, por dos importantes caminos: el del oeste y el del sur. El Camino del Sur comunicaba con el Pago de la Magdalena y fue trazado despus de la segunda fundacin de Bs. As., saliendo de Plaza de Mayo tomaba Defensa, Martn Garca y Montes de Oca hasta llegar al Riachuelo. En 1780, por gestin de los vecinos, tuvo una modificacin importante: se desmonta la abrupta barranca y la calle Bernardo de Irigoyen queda unida con el antiguo Camino del Sur a la altura de Montes de Oca siguiendo hasta el ro, que se cruzaba con canoas y balsas hasta la construccin del primer puente en 1791. Esta nueva calle se llam Larga de Barracas, Santa Luca y Montes de Oca. Era Barracas a ambos lados de la calle Larga una zona de quintas de veraneo, en la parte sudoeste, detrs de las quintas, abundaban los campos silvestres muchas veces usados como alfalfares. Aqu se instalaron inmigrantes italianos que multiplicaron las quintas de verduras. Esta zona, parte del antiguo pago del Riachuelo, era una pequea comunidad de produccin agropecuaria y abasteci a la ciudad de Bs.As. con sus chacras y granjas. Era transitado por carretas, tropas de ganado y posteriormente diligencias y abundaban las pulperas que, luego, pasaron a ser almacenes generales, panaderas y tiendas. Ms adelante surgen las industrias en relacin con la carne: curtiembres, saladeros, graseras y fbricas de jabn.

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El incremento de estas industrias y posteriormente los frigorficos y barracas originaron una radicacin de poblacin, pero no fue slo sta la causa del desarrollo de Barracas sino tambin la natural expansin de la ciudad hacia sus contornos.

"... desembocar en lo alto de la calle Larga, teniendo a la izquierda el zanjn de las quintas' y a la derecha 'los potreros de Langdon Bajando por la empinada barranca, en la acera este velase la Casa de Expsitos, llamada tambin 'La Cuna'... Anteriormente la familia Balcarce tuvo all su quinta de veraneo. A continuacin se hallaba la espaciosa quinta de Don E. Daz Vlez... Frente mismo, la quinta de Don Antonio Cambaceres... En la interseccin de la calle Caseros y la calle Larga, esquina SO, se levantaba la barraca conocida por 'El Mirador', reducto de los defensores de Bs. As. en la revolucin del 80. A su vera funcion la escuela de Don Jos Ryan, y en el nmero 21, desde 1886 a 1891 lo hizo A. Watson Hutton, educador y pionero del ftbol en Argentina, instalando el "Bs. As. English High School ", en un edificio con jardn llamado "Pencliffe House"... ' Enrique Puccia

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23 Parroquia de Santa Lucia 1887 Av. Montes de Oca 850 Nro. de inventario: 32/22 Proteccin propuesta: estructural

Desde 1783 exista un oratorio en los terrenos de Mara Josefa de Alquizalate y, cien aos despus el obispo de Bs. As. pide se establezca all una capilla. En 1885 la Iglesia Argentina compr el predio para construir la iglesia pblica de Santa Luca; el arzobispo Aneiros comision al capelln Espinosa la construccin, inaugurndose el 11 de diciembre de 1887. La primera misa se celebr el 13 de diciembre, da de la virgen de Santa Luca. Desde entonces las fiestas patronales constituyeron y constituyen un encuentro singular y multitudinario y si bien las fiestas ya no duran 8 das, cada 13 de diciembre, Montes de Oca se ve conmocionada -desde Martn Garca hasta Surez- por la fe y satisfaccin de los vecinos. De all que a partir del ao 1989 el municipio ha establecido, por pedido de los vecinos, que el 13 de diciembre sea el Da de Barracas.

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24 Iglesia Santa Felicitas 1875 Isabel la Catlica 502 Ernesto Bunge, arquitecto Nro. de inventario: 32/23 Proteccin propuesta: estructural

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25 Colegio Ntra. Seora de Lourdes 1893 Pinzn 1480 Nro. de inventario: 32/31 Proteccin propuesta: estructural

Esta iglesia, que fue factor potenciador de la urbanizacin de la zona norte del barrio, constituye un elemento fundamental de la permanencia de la ciudad a travs del tiempo y las sucesivas transformaciones. Esta cualidad de permanencia lo hace aglutinador y representante de ciertos aspectos de la identidad colectiva.

26 Plaza Colombia Av. Montes de Oca, Brandsen, Isabel la Catlica, Pinzn Nro. de inventario: 32/24 Proteccin propuesta: ambiental La capilla de Santa Felicitas fundada en 1879, fue donada por los padres de Felicitas Guerrero de Alzaga para preservar la memoria de quien al poco tiempo de enviudar fuera asesinada por un pretendiente despechado, Enrique Ocampo, quien despus de dispararle dos tiros se suicid. El conjunto que forman la plaza Colombia, con la Iglesia Santa Felicitas y , el Colegio Nuestra Seora de Lourdes caracterizan a la Avenida Montes de Oca, siendo para muchos vecinos el verdadero corazn del barrio. La Plaza Colombia fue diseada en 1937, en un terreno donde estaba la residencia de la familia Guerrero. En 1909 se construye otro edificio donde funcion una reparticin municipal pero tambin es demolido dando lugar al paseo pblico.

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27 Templo y colegio "Or Torah" 1927 Brandsen 1444 C. Valentini, arquitecto L. Valentini e hijo, const. Nro, de inventario 32/33 Hacia 1920 judos oriundos de Damasco y Alepo se instalan en La Boca, Barracas y Avellaneda. Se ubican en las pensiones, los conventillos, casas de parientes, amigos y desconocidos entrelazando sus vidas y costumbres con las de los argentinos. Este edifici, construido y reformado por el estudio Valentini, tiene una expresin arquitectnica netamente oriental y remata en una gran cpula que colabora a singularizarlo.

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28 Hospital de Pediatra "Dr. Pedro de Elizalde" Av. Montes de Oca 40 R. Aranda y E. Repetto, arqs. Hctor Ayerza, arquitecto 1940 Guerrico Harilaos y Frehner, const. Nro. de inventario: 59/1 Proteccin propuesta: ambiental al conjunto y estructural al Pabelln "Justa L. de Atucha y Jos Atucha" La imagen urbana del hospital Elizalde es la de un edificio compacto, clsico, de una extendida fachada sobre la calle, con cuerpos salientes decorados con columnas jnicas apareadas y organizado acadmicamente con basamento, desarrollo y coronamiento. Pese a esta imagen es un claro ejemplo de hospital de pabellones. Hacia el interior en su parque aparecen distintos pabellones -capilla, cocina, pabelln de ciruga, etc.- todos construidos por los arquitectos Aranda y Repetto salvo, el ms nuevo, obra de 1940 del arquitecto Hctor Ayerza. La situacin es diferente a otros hospitales de este tipo, donde la relacin entre construcciones y jardines es mayor que en ste. Esto se ve agravado por las circulaciones cubiertas agregadas, como reparo de pacientes y personal, producto de los cambios de criterios de aislamiento y separacin por los de diagnstico y tratamiento.

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29 Hospital Nac. de Rehabilitacin Respiratoria "Mara Ferrer Av. Montes de Oca 140 y Dr. E. Finochietto 849 Nro. de inventario: 60/6 Proteccin propuesta: ambiental

Sobre la calle larga, Montes de Oca, se acumulaban las residencias de las familias terratenientes con intereses en los saladeros. Retiradas de la lnea municipal y rodeadas de jardines, se confundan con el verde de las antiguas quintas que el avance del siglo haba desplazado. Esta casa es el nico recuerdo de una imagen muy distinta de la avenida, hoy ocupada por viviendas en altura, fbricas, escuelas y comercios.

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30 Fbrica de Hesperidina, dulces y 1910 galletitas "M.S.Bagley y Ca. Ltda." 1925 Gral. Hornos 254/56/60/74/328/ 1950 56/64/70 y Montes de Oca 169 Guillermo Pea, ing. civil Nro. de inventario: 60/1 Proteccin propuesta: estructural Bagley fue una de las tantas empresas que, asentada desde fines del siglo pasado, fue ocupando poco a poco una gran manzana con frentes a Gral. Hornos y Montes de Oca, haciendo una progresiva ocupacin de suelo y regenerndose sobre s misma. Como muchas de estas industrias sta no fue su primera ubicacin, en 1864 funcionaba en Maip al 200 fabricando "Hesperidina"; luego incorpor la fabricacin de galletitas y dulces y se traslad, en 1892, a Barracas alentada por el bajo precio de los terrenos y la posibilidad de grandes lotes. Se construye su edificio sobre Montes de Oca, de ladrillo visto, con un jardn geomtricamente diseado en el frente que aprovecha la barranca y una verja marcando el lmite sobre la calle.

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"M. S. Bagley and Company Ltda., de la Av. Montes de Oca, Buenos Aires, fabricantes de galletas, bizcochos y dulces en conserva, as como de la popular bebida argentina "Hesperidina'; ocupan una posicin nica en el mundo industrial argentino. Son los primeros fabricantes de galletas y dulces de la Repblica, y su Hesperidina, hecha de naranjas amargas, se ha puesto en boga como bebida nacional." Impresiones de la Rep. Arg. en el siglo XX.

En 1910 ampla sus instalaciones construyendo un pabelln sobre Gral. Hornos, tambin de ladrillo a la vista pero con una imagen ms referida a la Revolucin Industrial; 15 aos despus se agrega el ala sur y recin en 1989, el arquitecto Agrelo, completa la parte central sobre G. Hornos uniendo ambas alas. En 1949, con proyecto del ing. Guillermo Pea, se construye un nuevo edificio perdindose la antigua construccin y, lamentablemente, haciendo desaparecer adems el pasaje Europa que una Hornos con Montes de Oca.

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"La arquitectura es la escena fija de las vicisitudes del hombre; con toda la carga de los sentimientos de las generaciones, de los acontecimientos pblicos, de las tragedias privadas, de los hechos nuevos y antiguos. El elemento colectivo y el privado, sociedad e individuo, se contraponen y se confunden en la ciudad, constituida por tantos pequeos seres que buscan una sistematizacin y al mismo tiempo, juntamente con ella, un pequeo ambiente para ellos, ms adecuado al ambiente general." Aldo Rossi

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31 "Pasaje Europa" 1923 Av. Montes de Oca 253/59/71 Gilbert y Gantner, arquitectos Nro. de inventario: 60/10 Proteccin propuesta: estructural El ex Pasaje Europa que comunicaba la Av. Montes de Oca con Gral. Hornos, le da el nombre a este conjunto habitacional que consta de una calle distribuidora y tres bloques de planta baja y cuatro pisos, concebidos en forma de peine. Los patios jardn, desde donde se accede a las viviendas, poseen gran calidad ambiental acentuada por las severas fachadas y los cuidados jardines en el centro. Desde la avenida, el pasaje est indicado por el ngulo curvo del primer bloque, gesto que se repite en las ochavas - internas del conjunto.

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32 ex Vivienda individual Av. Montes de Oca 141 Mario Palanti, arquitecto Nro. de inventario: 60/13 La desarticulacin de las tipologas tradicionales con nuevas edificaciones que responden a cambios de cdigos, o excepciones al mismo, van produciendo rupturas y degradaciones en el paisaje urbano, dejando aislados, o sin marco adecuado a ejemplos como esta "villa" italiana con las "loggias" aporticadas de su frente. Este edificio, as como su vecino, fueron originariamente dos viviendas individuales pertenecientes a las clases altas de Bs.As. Hoy da ambos estn reciclados para usos distintos, uno es una clnica y el otro es una escuela.

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'... Cada barrio constituy un mbito, una adaptacin cultural y a pesar de algunas limitaciones, como econmicas y de espacio, result una verdadera creacin colectiva ya que no se realiz bajo las directivas de ningn modelo previo, corno en el caso del mbito resultante de la lite." Graciela Caprio Al mismo tiempo que la clase alta de Bs. As. construa sus viviendas a la europea hacia el centro de la ciudad, en los suburbios tena lugar otro fenmeno de adaptacin llevado adelante por la gente de pueblo. Entre 1880 y 1910 se produce un proceso de asentamiento de la inmigracin masiva que se va integrando al proceso de produccin. La mano de obra ocupada en las fbricas e industrias resida en los barrios del sur, ya que: "... en la Boca, Barracas y las orillas del Riachuelo se hallaban los mercados de lanas y cueros, los mataderos, los depsitos frigorficos. All se encuentran reunidos los centros comerciales, las fbricas, los almacenes de hierro y madera, vinculndose en aquellos lugares una gran parte del trnsito de la poblacin", Jules Huret. Sus viviendas fueron conformando un tejido de edificacin baja, de gran ocupacin del fondo de lote, de tipologa de conventillo o de patios, creando una imagen barrial testimonio de una poca y una forma de vida. Como en otros barrios de la ciudad las viviendas urbanas conviven en sus diferentes tipologas, casas de pasillo, cits, casas de altos, constituyendo la forma ms usual de densificacin de la manzana. En un todo coherente y continuo coexisten en forma armnica estas viviendas de planta baja y un piso, con o sin patio, con comercios, con pasillos centrales o laterales, dos puertas o cuatro o una puerta central. La unidad la dan los elementos arquitectnicos que, por su continuidad y repeticin, unifican el total. Esto se traduce en el manejo de los zcalos y de los cornisamientos, en la modulacin de las puertas y las ventanas, en el tratamiento de antepechos y balcones, de dinteles y rejas, con preocupacin por destacar los accesos y detalles de construccin, lo que indica la necesidad y voluntad de calificacin del espacio pblico.

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33 Viviendas colectivas 1911 Avda. Montes de Oca 1663/65167 Avda. Montes de Oca 1671/73/77 Nro. de inventario: 30/15 y 30/16

La casa de altos es una construccin eminentemente urbana que, apareada a otras similares va formando bordes continuos. Esta tipologa dio paso a una expansin constructiva que, con una serie de cdigos formales y semnticos, logr identificar con propiedad una arquitectura urbana.

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34 Viviendas colectivas 1910 Brandsen 1766/68/70/72/76/78 y 1790/92/94/96 esq. Gral. Hornos S. Ruspini, constructor Nro. de inventario: 32/27 y 32/32

35 Vivienda colectiva "San Eduardo" 1902 Uspallata 875 Nro. de inventario: 33/15

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36 Vivienda colectiva Ituzaing 777/79/823/27 Bencich Hnos., constructores Nro. de inventario: 33/14

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37 Manuel J. Samperio entre Av. Montes de Oca y Gral. Hornos Nro. de inventario: 61/11 Proteccin propuesta: ambiental

Este tramo de Manuel Samperio, con muy poco trnsito, tiene carctersticas de pasaje y una buena calidad residencial. A esto se agrega la homogeneidad de la edificacin y la escala domstica dadipor la relacin entre el ancho de la calle y la altura construida. Sus edificios, construidos casi todos entre los aos 1936-38, pertenecen al "estilo moderno", tan en boga en esos aos. El estilo moderno fue tratado "como un estilo ms", dentro del repertorio al que recurrieron los arquitectos y constructores locales, se utiliz en los programas de vivienda destinados a la clase media, tal como puede verse en esta cuadra donde existen viviendas individuales de piso bajo y un piso, viviendas colectivas de planta baja y dos o tres pisos sin ascensor y sobre las esquinas de Montes de Oca, casas de renta de una altura acorde con la avenida.

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38 Vivienda colectiva 1937 Manuel J. Samperio 942 Colombaro y Besuschio, consts. Nro. de inventario: 61/19

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39 Vivienda individuak Manuel J. Samperio 958 Nro. de inventario: 61/17

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40 Vivienda colectiva 1937 Manuel J. Samperio 916 A. Picasso constructor Nro. De inventario: 61/21

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41 Olavarra entre Av. Montes de Oca y Gral. Hornos Nro. de inventario. 31/12 Proteccin propuesta: ambiental

Un clima similar al que encontramos en la calle M. Samperio se produce en este tramo de la calle Olavarra. Edificios construidos entre 1937 y 1939, con la particularidad que los lotes de mitad de cuadra se retiran de la lnea municipal ensanchando la vereda, parquizada con canteros de pasto y rboles. Los edificios que cierran el ensanche tienen ventanas que abren hacia l, jerarquizando as este espacio pblico. La armona de estas viviendas, de diversas tipologas pero similares en su lenguaje racionalista, el ancho de la calle y los jardines en la vereda, hacen de este lugar un espacio urbano de calidad.

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42 Vivienda individual Olavarra 1770 Nro. de inventario: 31/20

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43 Vivienda individual Olavarra 1728 J. Aisenson, arquitecto L. Valentini, emp. const. Nro. de inventario: 31/19

44 Vivienda colectiva 1939 Av. Montes de Oca 1051/53/61 esq. Olavarra 1707/09 M. Montemayor, constructor Nro. de inventario: 31/16 Proteccin propuesta: estructural

En un lote de esquina y con una planta en forma de L, el edificio se apoya sobre el lindero de Montes de Oca despegndose as del edificio contiguo sobre Olavan a. De esta forma el espacio que genera tiene continuidad con la calle y con el patio interior de generosas dimensiones. Esto permite tratar las fachadas que dan a l con buenas terrazas y visualizar el volumen de la escalera cerrado con ladrillos de vidrio.

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45 Vivienda colectiva 1944 Av. Montes de Oca 934/36/38 E. Casado Sastre y H. Armesto, arqs. Kjell Henrichsen, ing. civil Nro. de inventario. 31/14

En la avenida Montes de Oca existen varios edificios racionalistas, son obras de profesionales con formacin acadmica que en el tratamiento de sus edificios mantuvieron la importancia de la esquina. Esta cualidad se percibe claramente en este edificio as como en el de la esquina de Olavarra, donde se pondera de manera especial esta situacin ayudando morfolgicamente a la consolidacin de la avenida.

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46 Vivienda colectiva 1938 Av. Montes de Oca 853 esq. Brandsen 1702/06/12 Guillermo Pea, ing. civil P. S. Nadal, constructor

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47 Esc. N 3 5 Bdo. deIrigoyen 1885 Av. Montes de Oca 439/55 Nro. deinventario 32/18

48 ex Bco. de Londres y 1906 Ro de la Plata "Lloyd's Bank Av. Montes de Oca 701 esq. Aristbulo del Valle 1702 E. Sackmann, arquitecto Nro. de inventario: 32/14 Proteccin propuesta. Estructural

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49 Bco. Pcia. de Buenos Aires Suc. 17 1945 Av. Montes de Oca 873 Atilio J. Rocca, arquitecto Nro. de inventario: 31/5 Proteccin propuesta: estructural

As como en Flores y en Belgrano, en Arsenal y en Abasto, Barracas tuvo su Agencia del Banco Nacin, a comienzos del siglo. Estaban dedicadas al depsito para estimular el ahorro y dar

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facilidades al pblico evitando demoras al recorrer largas distancias al centro. Las agencias se instalaban en barrios comerciales con densidad de poblacin interesante, lo que indica el auge de Barracas a principios de siglo. "Cada barrio, cada trozo de ciudad, cada 'fragmento de mil pedazos' (los que segn Florencio Escard conforman a Bs. As.) cuenta con la correspondiente casa de Banco de la Nacin Argentina constituido en referencia ineludible, en presencia cotidiana. " Sonia Berjman

50 Banco de la Nacin Argentina Sucursal Barracas Av. Montes de Oca 1699 esq. California Hug y Colmegna, arquitectos Baldasarre Zani, constructor Nro. de inventario: 30/1 Proteccin propuesta: estructural 1908/11

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51 Club Social "Santa Lucia Av. Montes de Oca 1517 Nro. de inventario: 30/2

'A partir de la creacin de su propio mbito los sectores populares concretaron el esfuerzo de cualquier comunidad que establece sus formas variables de la vida colectiva para crear y poseer un universo cultural en comn. Los habitantes de la periferia elaboraron su propia adaptacin cultural sin ms pretensin que la de ordenar su vida cotidiana a travs de un lenguaje comn... " Graciela E. Caprio

52 Fbrica Iriarte Hnos. 1929 Av. Montes de Oca 1451/61 Nro. de inventario. 30/5

Los establecimientos industriales se expresaron arquitectnicamente con distintos lenguajes. En general se trata de volmenes techados con estructuras metlicas, con techos a dos o ms aguas, que cierran su frente, ocultando su forma interior con "tapas" que adoptan distintas expresiones de acuerdo a las pocas de su construccin. Estas caractersticas permiten que estos contenedores fsicos puedan adaptarse, con bastante facilidad, a nuevos usos, industriales o no, como en el caso de Casa Fuentes -ex barraca, ex fbrica de autopartes-, o la Fundacin Tarea -ex fbrica de corss, hoy taller de restauracin de obras de arte y artesanas.

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53 Casa Fuentes S.A. Av. Montes de Oca 1597/99/1603 y Gral. Hornos 1722 Nro, de inventario: 30/4 Proteccin propuesta: estructural

"Orientar hacia una comprensin integral de Buenos Aires interpretando, ms all de su definicin fsica, sus contenidos vitales, no es tarea fcil para quienes aqu vivimos. Hoy slo nos hemos propuesto abrir un camino para que cada intelecto y sentimiento, al recorrerla, vaya haciendo suya la intimidad que oculta la presencia de esta gran ciudad. Su realidad polifacetada nos posibilita recrear slo algunas de sus imgenes, no intentando con ello haber agotado el enfoque de todos sus aspectos significativos." V Congreso Panamericano de Estudiantes de Arquitectura

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54 ex "Gran Fbrica de Corss" Fundacin Tarea 1984 Australia 1784 M. Levisman, arquitecta Nro. de inventario: 30/8

La produccin edilicia de escuelas, an en 1940, responde tipolgicamente a los mismos criterios liberales-acadmicos que rigen los principios pedaggicos. Sin embargo, en lo que respecta al lenguaje arquitectnico, se produce una transformacin acercndose a una tendencia afn al Movimiento Moderno. Esto se debe a dos motivos: la necesidad de ruptura con la representacin simblica establecida y un problema econmico ligado a la cantidad de escuelas necesarias y su mantenimiento.

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"Siempre he pensado que las cosas tienen voces inaudibles para algunos y reconocibles para otros, con las que nos hablan sobre su identidad, una identidad muchas veces aplastada, sometida a las destrucciones y transformaciones sucesivas a travs de la vida. Pero si alguna vez tuvo una digna "vida funcional" sta puede ser recuperada mediante una tarea que consiste en hacer emerger lo que est oculto... Pero la arquitectura no se construye con nostalgia ni la restauracin romntica es el objeto de este trabajo, sino el de optimizar funcionalmente un edificio y completarlo arquitectnicamente... As y slo as la Arquitectura, el arte edificatorio, responde a la aspiracin del tiempo presente: portadora de bienestar, confortadora de la vida." Martha Levisman

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55 Escuela Superior de Comercio N 1 1940 "Joaqun V. Gonzlez" Av. Montes de Oca 1336/56 esq. Australia 1649 J. y M. Mazar Barnett y Giralt, arqs. Nro. de inventario: 30/9

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56 Fbrica Argentina de Alpargatas 1885 Oficinas y Depsitos 1938 Av. R. de Patricios 1001/51/53 esq. Olavarra 1256 esq. Azara Christiani y Nielsen, emp. const. Nro. de inventario. 31/6

En 1885 se inaugura una gran fbrica a vapor de alpargatas, que ubicada sobre la calle Patricios ir creciendo hasta ocupar varias manzanas. Es una empresa de coparticipacin entre J. Echegaray -casa mayorista cuyo ramo principal era la introduccin y venta de alpargatas- y los Hnos. D. y L. Fraser -proveedores de lona en Inglaterra-. Se establecieron tres fbricas: en Espaa, Inglaterra y Argentina; en esta ltima se reciba la lona de Inglaterra y el yute de la India. El primer edificio se construye sobre Patricios esquina Olavarra, en un terreno alargado, lindero con las instalaciones de la Compaa de Gas Bs. As. La Nueva que ocupaba la gran manzana de Patricios, Magallanes, Lamadrid y Espaa. La fbrica fue ocupando progresivamente la manzana a tal punto que, parte de los galpones del Gas subsisten hoy da dentro del predio de Alpargatas; fue planteando su propia trama; ocup parte de las manzanas aledaas y, sin ninguna duda, termin por caracterizar a esta parte de Barracas.

El edificio ms antiguo, de este complejo industrial, tiene una modulacin pareja de pilastras almohadilladas en su basamento y lisas en los dos pisos superiores. Los paos de los intercolumnios, de ladrillo a la vista, alojan las carpinteras con arco. Los otros edificios, construidos entre 1938/1942 por la empresa Christiani y Nielsen, ofrecen una imagen industrial actualizada del primer edificio; podra pensarse que su generacin est regida por el mismo principio: columnas que acusan la estructura con intercolumnios vidriados repetidos al infinito.

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Son edificios sobrios, severos, que permiten internamente amplios espacios para los procesos industriales.

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57 Fbrica Argentina de Alpargatas Hilandera y Fbrica Av. R. de Patricios 1142 Esq. Olavaria Christiani y Nielsen, emp. const. Nro. De Inventario: 31/8

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58 Fbrica Argentina de Alpargatas 1943 Depsito Azara 883 esq. Lamadrid Christiani y Nielsen, emp. const. Nro. de inventario: 31/10 Proteccin propuesta: estructural

En el ltimo edificio de 1942 las proporciones de los aventanamientos cambian, se hacen apaisados y la esquina curva: adoptando una imagen distinta, de "arquitectura barco" caracterstica de muchas construcciones racionalistas. En Buenos Aires la expansin industrial comienza alrededor de 1890 y se localiza en Barracas y Avellaneda, aprovechando la escasa distancia al centro y la interseccin del Riachuelo con la lnea ferroviaria del Roca.

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Implantacin Industrial en la Ciudad de Buenos Aires, 18751925

59 ex Fbrica de chocolates "Noel" Av. R. de Patricios 1750 esq. California

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60 Taller metalrgico Azara 956/58/60 1920 Nro. de inventario: 30/6 A. D. Parise, constructor Nro, de inventario: 31/10

Algunas de las industrias que tenan menor necesidad de agua, se concentran bsicamente en Barracas como la Fbrica Argentina de Alpargatas o los talleres grficos de Fabril Financiera, con una actividad predominante en el rubro alimentacin demostrado por empresas como Noel, Bagley, Aguila, Canale y otras. La estructura industrial de la ciudad se disea con esta concentracin en Barracas y sobre el Riachuelo. Este modelo, basado en las vas frreas como eje de la implantacin, se mantiene hasta 1930. En la dcada del 40 la crisis ferroviaria modifica esta situacin, a lo que se suma la tendencia a eliminar los terrenos disponibles de cierta envergadura y a estrangular las posibilidades de crecimiento de las industrias existentes. .. Podra resumirse en una frase la historia de la localizacin industrial en Buenos Aires diciendo que los establecimientos ubicados sobre va frrea en la zona sur son anteriores a 1930, mientras que son posteriores a 1960 los que se instalan al norte sobre la autopista. En cambio, el anillo que bordea a la General Paz fue ocupado en el perodo intermedio." Jorge Schvarzer

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61 ex Ca. (talo Argentina de Electricidad ex fbrica y depsito metalrgico Australia 1366/80 esq. Azara 1214 Nro. de inventario: 3013 Proteccin propuesta: estructural

Esta construccin caracterstica de la Compaa Italo Argentina de Electricidad aparece hoy da en desuso, muda y silenciosa pero, sin ninguna duda, con posibilidades de reutilizacin dadas sus caractersticas, su buen estado y los contenidos simblicos que conlleva. Slidamente construida, de mampostera portante, en ladrillo de mquina a la vista, es una rara combinacin de la arquitectura de viejos castillos de la poca medioeval y la arquitectura industrial. Tiene varios agregados a su diseo original sin perder, sin embargo, su imagen unitaria y general.

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62 Viviendas colectivas 1905 Av. R. de Patricios 1747/51 Nro. de inventario: 30/17

63 Plaza Herrera Herrera y Australia Benito Carrasco, ing. Transformacin 1914/17 Nro. de inventario: 63/12 Proteccin propuesta: ambiental 14

Los seores Malbrn y Herrera donaron unos terrenos que haban pertenecido a la quinta de Herrera, formndose la primitiva plaza que llegaba hasta la calle Gral. Hornos. Aos despus el ing. Benito Carrasco estando al frente de la direccin de Paseos Pblicos, la transforma. En la memoria municipal de 1914/16 deca: "Los antiguos jardines, trazados sin mtodo alguno, han dado paso a los canteros arbolados y a las plantas ornamentales, convenientemente diseminados. Alrededor del kiosco para msica, existen cuatro jardines de estilo geomtrico con decoraciones florales. Sobre la parte que da frente a Gral. Hornos se ha dejado una plazoleta para los juegos infantiles, con cajones de arena. ` La mitad de esta plaza fue fagocitada por la autopista, pese a ello la "media" Plaza Herrera sigue teniendo una escala ajustada al barrio y un alto valor paisajstico dado por la cantidad y variedad de ejemplares -cedro, roble, palo borracho, eucaliptus, tipas, magnolia, casuarina, palmera y fresnos-. Estos fueron transplantados por los vecinos y concentrados en la media plaza que qued despus de la construccin de la autopista. La plaza Virrey Vrtiz que estaba en Brandsen, Herrera, A. del Valle y Gral. Hornos tuvo peor suerte, de ella slo queda parte de sus aosos ejemplares. Barracas es un barrio fragmentado por el ferrocarril y sus instalaciones, los antiguos hospitales de "la

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Convalescencia" y, una vez ms, con esta autopista trazada sobre la lgica ya construida sin respeto por el hecho urbano por lo tanto sin urbanidad.

"La ciudad ha crecido sin proyectos, porque no existan o porque slo existan en el trmite burocrtico de los cdigos. Este urbanismo de los cdigos, vigente hasta ahora, que se aplica en normas generales sobre la ciudad sin considerar sus caractersticas particulares, sus barrios diferentes, sus necesidades diferentes, su composicin morfolgica diferente; creemos que no ha dado respuestas adecuadas al fin ltimo que debe perseguir: ofrecer cada vez mejores condiciones y calidad en los espacios, especialmente los pblicos, que habitamos los ciudadanos." Oriol Bohigas

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64 Taller de esculturas y vivienda 1975 Herrera 1445 E. Lacroze, J. I. Miguens, arqs. Nro. de inventario: 63/21

... los proyectistas optaron por una gran caja vaca -hoy inimaginable sin Michel y su esculturaretirada de la lnea municipal para dar lugar a un jardn de exposicin. Hacia el frente y sobreelevada, se ubica la vivienda con acceso directo desde el taller ya que, para el escultor, es imprescindible contar con un lugar para observar su obra desde otro ngulo. Aqu la arquitectura representa slo un marco de referencia, una estructura bsica continente donde todo -menos los muros- cambia de lugar y, con el correr del tiempo, se incorporan nuevas vigas y guinches y se renuevan, una tras otras, las obras escultricas. El taller de Jorge Michel es una obra viva, exacto reflejo de su personalidad arrolladora." Adriana Irigoyen

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85 "Casa del Pueblo de Barracas" 1917 Partido Socialista Democrtico Alvarado 1963 Nro. de inventario: 6311 La sede del Partido Socialista, la "Casa del Pueblo", encontr en Barracas su lugar, en un edificio con singular ornamentacin de reminiscencias egipcias. Dado el carcter industrial que este barrio tuvo desde sus orgenes, es lgico que fuera escenario de las luchas obreras de principios de siglo y que, el primer diputado socialista que tuvo el Concreso Nacional, el Dr. Alfredo Palacios, fuera el candidato de esta parroquia cuando formaban una con La Boca. Los fusilamientos de la "Semana Trgica" tuvieron lugar frente a la estacin Sol y sus calles contienen el recuerdo de muchas otras luchas populares.

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66 ex Sede Logia Masnica "Hijos del Trabajo" San Antonio 814 Nro. de inventario: 64/1 Se sabe que la logia Masnica tena presencia en Barracas en el ao 1880. Su sede inaugurada en 1884 adopta la tipologa de una casa "chorizo" pero con una ornamentacin que remite claramente a los smbolos de la masonera. 1890

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67 Esc. N 28 DE 4 "Fco. P. Moreno" 1929 J. A. Salmn Feijo 1073 Velazco y Justo, emp. const. Nro. de inventario: 63/9 Proteccin propuesta: estructural

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68 ex Barraca Noco" ex depsitos de La Razn Gral. G. A. de Lamadrid 1920/30/88 esq. J. A. Salmn Feijo Nro. de inventario: 63/2 Proteccin propuesta: estructural Estos edificios hoy deteriorados,algunos vacos o infrautilizados, son componentes fundamentales de la identidad del barrio y elementos de permanencia importantes, ya que sugieren intervenciones en la ciudad, e incitan a procesos de transformacin interpretables y asumibles porque arrancan de un proceso histrico real y vivo. En ello radica su valor patrimonial y su potencialidad de reutilizacin para nuevas necesidades. La estructura independiente ae hierro y, el techo de chapa cubriendo un espacio nico posibilita una adecuada intervencin segn los distintos programas que puedan presentarse. Es necesario crear las condiciones para la recuperacin de la memoria y las tradiciones de cada barrio, el fortalecimiento de sus signos de identidad y el desarrollo de su vocacin en la realidad actual de la ciudad.

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Los terrenos limitados por las calles Montes de Oca, Surez, Vieytes y la barranca eran, en 1887, grandes extensiones de tierra sin subdividir -de Cambaceres, Senz Valiente, Llavallol- donde existan algunas quintas y caserones. Las caractersticas fsicas de esta zona condicionada, a su vez, por la traza del Ferrocarril Sud se fueron definiendo con la subdivisin de estas tierras entre finales del siglo pasado y principios de ste. El resultado es de manzanas de mayores dimensiones que las existentes entre Montes de Oca y Patricios, de formas irregulares producto de la oblicuidad, de Surez, de las vas del ferrocarril, del cruce de Vieytes con Surez y las vas, de los lmites de las antiguas quintas que ayudaron a separar estos terrenos. La subdivisin y apertura de calles han ido quebrando algunos lmites aunque odava es posible rastrear, con relativa facilidad, los antiguos asentamientos dadas sus caractersticas. Es un sector de indiscutible caracterizacin al fondo "la loma de la Convalescencia"; la presencia del terrapln del ferrocarril que agreg calidades paisajsticas; una cierta interioridad dada por el corte de las vas, la tranquilidad de sus calles y la irregularidad de la trama; la existencia de viviendas; la fuerte presencia de instalaciones industriales y equipamientos como: "Aguila", el depsito usado muchos aos por Alpargatas -hoy sin uso- en la manzana triangular, la escuela de Arcamendia desarrollada en una lonja, los depsitos de Obras Sanitarias con sus jardines sobre el ensanche de Vieytes y la calidad arquitectnica de estas construcciones definiendo la estructura urbana.

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69 Obras Sanitarias de la Nacin Vieytes 889 Compaa de Construcciones Civiles S.A. Nro. de inventario: 63/13

Las construcciones de O.S.N. ocupan un gran terreno entre Australia y Surez, cuyos fondos dan al terrapln del ferrocarril. Son edificios exentos en medio de jardines que otorgan calidades paisajsticas a la calle Vieytes. Con programas tcnicos muy especficos, en este caso taller, salas de motores, tableros transformadores y cmaras de carga, tienen la imagen formal de edificios pblicos de excelente calidad arquitectnica y constructiva como ocurre con casi todas las instalaciones de esta empresa en la ciudad de Bs. As. A una cuadra sobre la calle Cnel. Rico, frente a la escuela,

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tiene la empresa unas viviendas colectivas (Nro. de inventario: 62/4) en una manzana angosta cuya espalda son tambin las vas.

70 Escuela Normal N 5 "Gral. M. Gemes" Liceo Nac. de Srtas. N 3 "J. M. Estrada" Arcamendia 743 Nro. de inventario. 62/2 Proteccin propuesta: estructural La singularidad de esta escuela radica en la forma de lonja de la manzana, dando como resultado una planta totalmente lineal, y el emplazamiento que enfrenta el ensanche de Vieytes permitiendo una visin absolutamente frontal del edificio. Est hoy da muy transformada ya que se agreg un volumen principal, donde estaba la entrada principal, y se construy una tira de aulas a lo largo del lado oeste del patio. 1890

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71 Vivienda colectiva J.A. 1917 Salmn Feijo 730 Nro. de inventario: 62/5

"Ms que una revolucin arquitectnica, el art nouveau, segn se afirma a menudo, fue un cambio en lo decorativo, significando esto que sus formas, de acuerdo a la tradicin de la teora de los estilos, eran ante todo de ndole ornamental... No existi lmite a la aplicacin del nuevo diseo que,

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en casos, abarc edificios enteros y en otros, pequeos detalles; lo podemos encontrar ...